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N° 1032 “8 de Septiembre”
Lengua
Segundo Año “A”, “B”, “C” y “D”
Reynares, Cecilia.
La explicación surge a partir de una pregunta que puede ser explícita (cuando
aparece escrita como título o en el primer párrafo del texto) o implícita (no aparece escrita,
pero el lector la puede formular pensando que todo el texto está funcionando como una
respuesta a esa posible pregunta; de allí que el receptor debe hacer un esfuerzo por
reponer el interrogante y así avanzar en la comprensión del texto).
Con respecto a la estructura, todo texto explicativo cuenta con una introducción o
presentación del tema, un desarrollo explicativo y una conclusión.
Introducción o presentación del tema: a veces, los textos explicativos suelen tener
un primer párrafo que funciona como presentación del tema, el que además cumple la
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función de relacionar el tema nuevo con otro que se desarrolló antes, presentar un hecho
curioso para llamar la atención, destacar la importancia del tema a desarrollar, etc.
No todas las explicaciones que damos o recibimos tienen el mismo valor, sobre todo
si consideramos su veracidad. Existen explicaciones que se apoyan en hechos no
comprobados científicamente, ya sea porque no se tiene el conocimiento suficiente o no se
dispone de datos precisos. Estas son explicaciones aparentes, es decir, explicaciones que
carecen de validez científica basadas en suposiciones, creencias, tradiciones. Algunos
ejemplos de explicaciones aparentes son los mitos (textos que tienen como finalidad
presentar las relaciones entre los dioses y los seres humanos), las leyendas (textos que
presentan el origen de animales, personas, accidentes geográficos, etc) y algunos cuentos
populares.
En los textos de estudios las explicaciones deben ser siempre científicas, es decir,
basadas en datos comprobables o en información ya aceptada.
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que nos ayudan a reconocerla son: dicho de otro modo, es decir, en otras palabras,
en otros términos, o sea, lo que equivale a decir. Ejemplo: “El jarabe es un
medicamento, es decir, un preparado útil para tratar una alteración en nuestro
organismo”.
● Analogía: para facilitar la comprensión se hace una comparación desde un contexto
disciplinar a otro, presentando semejanzas entre los que se intenta explicar y algo
que pueda resultar conocido por el lector. Las expresiones que nos ayudan a
reconocerla son: como, al igual que, a diferencia de, semejante a , parecido a, es lo
mismo que, etc.
● Ejemplificación: los ejemplos son uno de los recursos que más ayudan a
comprender. Este recurso aparece cuando se presentan casos concretos,
particulares, que se consideran conocidos por el receptor. De esta manera se
relaciona un concepto más general o abstracto. Los marcadores que nos ayudan a
reconocerlo son: por ejemplo, tal es el caso, como ocurre en, como ser, etc.
● Definición:
Funcional: indica la función del elemento. Los marcadores son: se usa para, se utiliza para,
sirve, cumple la función de, etc. Ejemplo: “El micrómetro es un instrumento que se usa para
medir cantidades muy pequeñas”.
De denominación: da el nombre científico que se utiliza. Los marcadores son los verbos
denominar, llamar, designar, etc. Ejemplo: “Se denomina caquexia al estado de extrema
desnutrición producido por enfermedades consuntivas”
Descriptiva: describe las características peculiares del objeto. Marcadores: los verbos ser,
consistir, poseer, y expresiones como está formado por. Ejemplo: “Las rocas metamórficas
están formadas por minerales bien cristalizados, como las ígneas”.
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El paratexto
El paratexto es todo aquello que acompaña al texto, pero que no forma parte del
cuerpo de este. Establece el marco en que se presenta el texto y es el primer contacto
contac del
lector con el material impreso, por eso, puede funcionar como guía de lectura, y le permite
al lector anticipar el modo en que la información será desarrollada. Así el paratexto facilita la
recepción del texto.
Los distintos formatos que adoptan los textos escritos (libros, revistas, notas
periodísticas, etc.) utilizan paratextos diversos, que se vinculan con el modo de lectura que
debe desplegarse en cada caso.
Además, hay que distinguir entre el paratexto verbal (título, índice, prólogo,
epígrafe, notas al pie de página, etc.) y el paratexto icónico (ilustraciones, esquemas,
fotografías, variaciones tipográficas, etc.) Los elementos paratextuales que predominan son:
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Actividades
El esqueleto humano es una estructura fuerte y flexible formada por 206 huesos, que
soporta el cuerpo y protege los órganos internos. Actúa como un escudo protector.
Además, los huesos del esqueleto almacenan calcio, que es un mineral esencial para la
actividad de las células nerviosas y musculares. El núcleo blando del hueso, es decir, la
médula ósea, es el lugar en el que se forman los glóbulos rojos, ciertos glóbulos blancos y
las plaquetas.
Los huesos tienen diferentes tamaños y formas, adaptados para realizar funciones
específicas. El esternón, por ejemplo, es una lámina ósea que ayuda a proteger el corazón
y los pulmones en el pecho. Los huesos fusionados del cráneo encierran en su interior el
encéfalo. Los huesos cortos y delicados de la muñeca y la mano aumentan la destreza y
proporcionan una considerable flexibilidad en los movimientos pequeños y precisos. Los
huesos largos y pesados de las piernas actúan como palancas resistentes a la hora de
realizar movimientos rápidos o enérgicos.
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