Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Nace en la Baja Edad Media (XI-XIV) para dar respuesta a las necesidad de los comerciantes y del intercambio
profesional y lucrativo de bienes y servicios en los mercados entre los propios comerciantes y los consumidores finales u
otros comerciantes. El nacimiento del Derecho mercantil esta unido al desarrollo de las ciudades, de su población y sus
libertades, a la burguesía artesanal, profesional y comercial y sus gremios, y al comercio, los avances productivos y el
transporte terrestre y marítimo. El desarrollo del comercio provocó el avance de los medios de transporte, del sistema
financiero, de los seguros y de nuevos medios de pago y crédito. Nace un Derecho mercantil por la incapacidad del
Derecho Civil de dar respuesta a las necesidades de los comerciantes y al incremento de los intercambios comerciales
como consecuencia de la incipiente economía dineraria, con estas características:
- Consuetudinario, en forma de costumbres y reglas gremiales.
- Corporativo o profesional, se aplica a los comerciantes cuando desarrollan su actividad profesional.
- Con vocación internacional, ante la inexistencia de los Estados nacionales.
1
3.2. El derecho mercantil en la Edad contemporánea.
En la Edad Contemporánea cabe distinguir tres etapas en la evolución del Derecho mercantil: el derecho mercantil
liberal, el Derecho mercantil en la primera mitad del siglo XX, y el Derecho mercantil actual.
Después del triunfo de las ideas de la Ilustración y de las revoluciones burguesas, y en plena bonanza de un
capitalismo comercial internacional, se asientan dos principios político-jurídico básicos del orden liberal: el
sometimiento a las leyes y la igualdad ante la ley; y la protección de la propiedad privada y de las libertades de
la industria y comercio.
El poder económico del momento logra imponer sus intereses a través de la protección de una propiedad privada
tendencialmente ilimitada, y una rígida tutela de los pactos entre personas formalmente libres e iguales. Por otro
lado, el modelo liberal de contrato permitió el intercambio de esta riqueza y su multiplicación con el trafico de los
bienes y servicios a favor de los poderes económicos.
Los principio de un Estado de Derecho liberal y de una economía de mercado liberal presiden el movimiento
codificador en toda Europa e Iberoamérica. Este fenómeno de racionalismo, positivismo y centralismo jurídico fue
iniciado por el Código Civil francés y por el Código de Comercio francés de 1807. Este último, acentuó la
concepción objetiva del Derecho mercantil, esto es , un Derecho especial focalizado en la actividad comercial y no
en el comerciante. Las nuevas ideas presentaban un aparente problema: el carácter corporativo, profesional o, en el
nuevo contexto político, de clase. Para solventar las críticas a un hipotético Derecho privilegiado, se aportó una
categoría doctrinal que después fue demostrada como errónea: la teoría del acto objetivo de comercio. Según esta
teoría, el Derecho mercantil no se caracteriza por los sujetos que regula, sino por las actividades o materias que
regula.
En la primera mitad del siglo XX, la doctrina científica ensayó nuevos métodos de investigación. El avance procedió
de la doctrina alemana. El segundo Código de Comercio alemán del 1897 supuso la vuelta a una concepción objetiva
del Derecho mercantil con la recepción de un criterio de mercantilidad profesional.
La doctrina alemana fijó su atención en la realidad económica para encontrar qué exigencias sociales y económicas
reclamaban la pervivencia de un Derecho privado especial. La primera respuesta fue que el Derecho mercantil es el
Derecho de los actos y negocios jurídicos realizados en masa, el Derecho propio de una actividad profesional. La
segunda contestación fue la construcción de una teoría de la empresa. El basamento del Derecho mercantil no es la
actividad económica en masa, sino la organización que la posibilita: la empresa. El Derecho mercantil es el Derecho
de la empresa y su tráfico. La empresa privada capitalista fue la que sirvió de modelo para la construcción de esta
teoría.
Desde la segunda mitad del siglo XX los ordenamientos jurídicos deben dar respuesta a nuevas realidades culturales,
políticas, económicas, éticas y jurídicas. En este mutable contexto, aunque se reconoce la importancia de la empresa
para el Derecho mercantil, se acrecienta el consenso doctrinal de que no es posible admitir la equiparación entre
el Derecho mercantil y el Derecho de la empresa.
- El Derecho mercantil regula materia del lado de la oferta y del de la demanda, protege en forma creciente a los
consumidores y usuarios finales.
- El Derecho mercantil no es el único que regula las empresas, también lo hacen otras ramas del sistema
jurídico.
- El Derecho mercantil no disciplina la organización interna de la empresa. Al menos de entrada no todas las
empresas están sujetas al Derecho mercantil.
2
5. Los usos de comercio o mercantiles.
Los usos normativos mercantiles, como costumbres mercantiles que son, exigen los mismo requisitos de gestación que
las costumbre civiles: no ser contrarios a las leyes imperativas, la moral o el orden público; deben ser del lugar y deben
ser probados.
El uso mercantil siempre tiene carácter de norma dispositiva, nunca prevalecen sobre normas imperativas y se pueden
desplazar por pacto en contra. Prevalecen solo frente a la norma civil dispositiva cuando regulen la misma materia en
distinta forma.
La aplicación de los pactos y de los usos tiene lugar, normalmente, en Derecho privado, pues es donde existen normas
legales dispositivas. Las normas imperativas o cogentes no dan margen ni a la autonomía privada, ni a los usos.