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¿QUÈ SON LAS AMÌGDALAS?

Seguro que reconoces las amígdalas como esos bultos con forma esférica que tienes
en la parte delantera y a ambos lados de la garganta. ¡Es posible que pertenezcas a
ese 0,2 % de personas que no las tienen! Utilizamos la palabra «amígdala» para
describir un grupo de ganglios asociados a la garganta; Aparte de los dos bultos a los
que llamamos «amígdalas palatinas», y que se encuentran en tu garganta, tienes otras
que forman un anillo de vigilancia inmune alrededor de uno de los mayores puntos de
entrada del cuerpo: ¡la boca!
Las células especializadas que hay en la superficie de estos grupos de ganglios,
atrapan y procesan los antígenos conforme pasan. A continuación, se presentan los
fragmentos de estos antígenos a las células B (elaboran los anticuerpos para luchar
contra bacterias, virus y toxinas invasoras) y T (destruyen las propias células del cuerpo
que han sido infectadas por virus o que se han vuelto cancerosas) que hay en lo
profundo de los ganglios para que activen las respuestas inmunes necesarias. En lo
profundo del centro germinal de las amígdalas, las células B de memoria producen
anticuerpos de inmunoglobulina A (IgA) que pueden pasar a la saliva, ofreciendo una
capa adicional de protección contra patógenos ya conocidos.
TIPOS DE AMÌGDALAS
Amìgdalas linguales: Están en la base de la lengua y en la parte posterior de la boca.
La inflamación de estas amígdalas puede empeorar los síntomas de apnea del sueño
en aquellos individuos afectados.
Amìgdalas tubáricas: Se sitúan cerca del torus tubarus, un rasgo anatómico que se
encuentra entre la garganta y los oídos. Las amígdalas desempeñan un papel
importante en la vigilancia inmune entre estos dos órganos, gracias a su conexión
anatómica.
Amígdalas faríngeas o adenoide: Se sitúa en la parte posterior de la nasofaringe, por
encima del velo del paladar (la nasofaringe es el espacio por encima de la parte
posterior de la garganta y que se une con la cavidad nasal) protege de
microorganismos y potenciales agentes patógenos a los tractos respiratorio y digestivo.
Amígdalas palatinas: Se trata de grupos de nódulos que puedes ver a ambos lados
de tu garganta. Cuando tienes amigdalitis o una infección en las amígdalas, estos
nódulos pueden inflamarse considerablemente. En casos graves, pueden causar la
oclusión parcial de la garganta, afectando a la capacidad de la persona para
alimentarse y respirar.
AMIGDALITIS
Inflamación (hinchazòn) de las amígdalas.
TIPOS
Amigdalitis aguda infecciosa: Puede ser vírica o bacteriana, cuando esta infección se
presenta de forma repetida,se denomina amigdalitis recurrente.
Amigdalitis crónica: Dando lugar a un aumento considerable y permanente del
tamaño de las amìgdalas conocido como hipertrofia amigdalar, o bien al acúmulo de un
material blanquecino en las mismas, que recibe el nombre de amigdalitis caseosa.
CAUSAS
La causa más frecuente de la amigdalitis son los virus, de los cuales hay centenares de
ellos:
• Adenovirus.
• Virus gripales y parainfluenza.
• vVirus de Epstein-Barr (mononucleosis infecciosa).
• Enterovirus o virus herpéticos.
En cuanto a las bacterias la más frecuente es el estreptococo pyogenes, pero hay un
gran número de bacterias que las pueden causar, incluso a veces se trata de una
combinación de varios gérmenes.
SINTOMAS
En la amigdalitis aguda el período de incubación desde que una persona se infecta
hasta que muestra los síntomas es difícil de establecer dada la gran variedad de
microorganismos que pueden causarla, pudiendo ir de unas horas a una semana, esta
infección produce:
• Dolor de garganta al tragar.
• Fiebre.
• Aparición de ganglios cervicales.
• Malestar general.
• Algunas veces hay también cefalea (dolor de cabeza) o de barriga.
La amigdalitis crónica da una molestia persistente en la garganta, a veces con pérdida
de apetito y cansancio, y pueden tener ganglios permanentemente inflamados o incluso
producir una infección en otros órganos del cuerpo, suele haber episodios de dolor y
halitosis (olor desagradable procedente del aliento de una persona) .
DIAGNÒSTICO
En primer lugar, el especialista realiza una exploración de la boca y la garganta del
paciente para observar el estado de las amígdalas. De esta manera, podrá determinar
si las amígdalas se encuentran enrojecidas o presentan manchas blancas.
Otra observación que puede confirmar el diagnóstico es que los ganglios linfáticos en la
mandíbula y el cuello se encuentren hinchados y sean sensibles al tacto.
El especialista también puede llevar a cabo una prueba rápida para determinar si existe
infección por estreptococos. Otra opción es enviar una muestra faríngea a un
laboratorio para que realizar un cultivo de estreptococos.
FACTORES DE RIESGO QUE PUEDEN OCASIONAR CÀNCER DE AMÌGDALAS
• Fumado.
• Consumir alcohol.
• Ser mayor de 50 años.
• Con infecciones por Virus del Papiloma Humano.
• Mala higiene bucal.
• Prótesis dental mal ajustada.
¿CÒMO SE PROPAGA?
La forma más habitual de contagio, es por contacto directo con secreciones de un
paciente enfermo, bien sea a través de las manos o por el aire, especialmente con los
estornudos y la tos.
DATO RELEVANTE: "Evitar el contacto directo con pacientes, sobre todo si están en
las primeras fases de la enfermeda".
PREVENCIÒN
Para evitar la transmisión de los virus y bacterias que causan la amigdalitis se deben
tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
• Lavarse las manos con frecuencia, sobre todo después de ir al baño y antes de
comer.
• Evitar compartir alimentos, vasos y otros utensilios.
• Mantenerse alejado de personas que puedan estar infectadas, sobre todo
cuando estornuden o tosan.
• Procurar estornudar y toser en el codo.
• Usar pañuelos de papel desechables.
• Ventilar los lugares donde conviven muchas personas (escuelas, locales de ocio,
etc...).
TRATAMIENTO
El tratamiento varía en función de la causa que produzca la amigdalitis; la mayoría de
las veces solo será necesario un tratamiento encaminado a mejorar los síntomas, pero
en otras ocasiones se necesitará un tratamiento con antibióticos.
En los casos producidos por virus e incluso en los de origen bacteriano leves es
suficiente con el tratamiento sintomático conformado por analgésicos o
antiinflamatorios asociados a una buena hidratación. Por otra parte, las amigdalitis
bacterianas más graves requieren terapia con antibióticos, que normalmente deberá
mantenerse entre 8 y 10 días.
DATO RELEVANTE: "Es muy imoprtante no automedicarse y tomar las dosis
adecuadas, con la frecuencia correcta y durante el tiempo preciso para evitar que
aumenten las resistencias de las bacterias a los antibióticos".
¿CUÀNDO SE DEBE PRACTICAR UNA EXTIRPACIÒN?
• Infecciones a repetición: Pacientes con infecciones bacterianas que generen
problemas directamente en la amígdala: fiebre mayor a 38°C, dolor de garganta
aguda, malestar general. Más de 7 infecciones en un solo año, ya es indicación
de cirugía. O, bien más de 5 infecciones por año por dos años consecutivos.
Asimismo, más de 3 infecciones por año por tres años consecutivos.
• Obstrucción de vía respiratoria: Se da en pacientes con un aumento
importante en el tamaño de las amígdalas. Suele ocurrir con más frecuencia en
niños que además presentan apnea del sueño (dejan de respirar mientras
duermen), y respiran por la boca.
• Tumoraciones de amígdalas tanto benignas como malignas.

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