relacionado con el epitelio olfativo ubicado en la parte
superior de la cavidad nasal. Este epitelio contiene células receptoras olfatorias encargadas de detectar los olores.
Cuando las moléculas de olor entran por la nariz, se unen con
los receptores ubicados en las células receptoras olfatorias. Las células olfatorias son células nerviosas bipolares provenientes del propio sistema nervioso central. Hay más o menos 100 millones de ellas en el epitelio olfatorio que están intercaladas entre las células de sostén. Al extremo mucoso de la célula olfatoria forma un botón el que nacen de 4 a 25 cilios olfatorios (también llamados pelos olfatorios), los cuales se proyectan hacia el moco que recubre la cara interna de las fosas nasales, estos cilios crean una densa maraña en el moco para reaccionar a los olores que se encuentran en el aire para así poder estimular las células olfatorias. Es decir, las células olfatorias cuentan con un mecanismo de excitación donde cada célula responde a estímulos químicos (los cilios olfatorios). Las proteínas receptoras se unen con las células en la membrana de cada cilio, haciendo que un compuesto oloroso se una a la porción de las proteínas receptoras hacia el exterior y en el interior a proteínas G. La proteína G se excita, haciendo que la proteína receptora se desprenda y active un grupo de enzimas para activar y abrir canales iónicos de sodio. Los cuales elevan potenciales eléctricos que excitan a las neuronas olfatorias para transmitir potenciales de acción por medio del nervio olfatorio. Lo que nos da a entender que la concentración más mínima de un producto oloroso específico abre una proporción elevada de canales de sodio debido a que las neuronas olfatorias tienen una sensibilidad alta frente a una cantidad leve de sustancias olorosas.
El potencial de membrana sin estimular oscila
aproximadamente -55 mV en el interior de las células olfatorias, generando un potencial continuo bajo. Al mismo tiempo los potenciales de acción aumentan el 20 a 30 s, reflejando una frecuencia alta en las fibras nerviosas olfatorias. Po lo que la frecuencia de estos impulsos nerviosos olfativos es proporcional al logaritmo de la intensidad del estímulo en un amplio rango, lo que sugiere que los receptores olfativos siguen principios de transducción similares a los de otros receptores sensoriales. El 50% de los receptores olfatorios se adaptan durante el primer segundo después de su estimulación. Lo que hace que las sensaciones olfatorias se adapten después de un olor penetrante debido a que el grado de adaptación de los receptores y su procesamiento es por medio de un mecanismo neuronal en donde existen fibras nerviosas centrifugas que regresan desde las áreas olfatorias del encéfalo a través del tracto olfatorio y acaban en células inhibidoras especializadas del bulbo raquídeo. Por ende el sistema nervioso central se afina después de una estimulación olorosa y pone una potente de inhibición por retroalimentación rápida para suprimir la transmisión de señales a través del bulbo olfatorio. Además, una de las principales características del olfato es la minúscula cantidad que se necesita del agente estimulante en el aire para suscitar una sensación olfatoria. Así como también se necesitan concentraciones umbrales son pequeñísimas, con valores de 10 a 50 por encima del umbral, que provocan la máxima intensidad olfatoria. El olfato está relacionado más con la detección de presencia o ausencia de los olores que con la determinación cuantitativa de sus intensidades
1.POTENCIAL DE ACCION: Después de que los receptores
olfatorios se adaptan a los olores y procesan la información que se propaga por medio de impulsos nerviosos olfativos por las células receptoras. 2.BULBO OLFATORIO: El bulbo olfatorio se encuentran sobre la lámina cribosa por lo tanto sus perforaciones reducidas y la misma cantidad de pequeños nervios ascienden para entrar en el bulbo olfatorio dentro de la cavidad craneal. Aquí unos axones cortos aparecen para acabar en múltiples estructuras globulares, donde cada bulbo contienen terminaciones de 25.000 axones de las células olfatorias y cada glomérulo es la estación terminal para las dendritas de unas 25 grandes células mitrales y 60 células más pequeñas en penacho. Así mismo se da lo que es la 3.TRANSMISION A TRAVES DE LA SINAPSIS: debido a que estas dendritas reciben la sinapsis de las células neuronales olfatorias, las células mitrales y el penacho envían axones por medio del tracto olfatorio transmitiendo señales olfativas a niveles superiores del sistema nervioso central. Una vez que las señales olfatorias son transmitidas, estas son procesadas y enviadas a niveles superiores del cerebro en donde las vías olfatorias se dividen en dos una en sentido medial hacia el área olfatoria medial del cerebro, y otra en sentido lateral hacia el área olfatoria lateral. La primera estructura representa un sistema olfatorio primitivo que es responsable de los reflejos olfatorios básicos, mientras que la segunda constituye la entrada para un sistema antiguo que aporta un control automático pero adquirido sobre la ingesta de comida y la aversión a los alimentos tóxicos, así mismo como un sistema moderno comparable a los demás sistemas sensitivos corticales que se utilizaban en la percepción consciente y el análisis del olfato. Las fibras nerviosas terminan en una gran cantidad de pequeños granos ubicados entre las células mitrales y en penacho en el bulbo olfatorio los cuales son encargados de enviar señales inhibidoras a los dos tipos de células. En resumen, las señales olfatorias que son trasmitidas se procesan y se envían a regiones superiores del cerebro, en donde se da la interpretación de olores, permitiendo diferenciar la presencia o ausencia de distintos olores
En resumen, las señales olfatorias que son trasmitidas se
procesan y se envían a regiones superiores del cerebro (corteza olfatoria), en donde las vías olfatorias se dividen en dos una en sentido medial hacia el área olfatoria medial del cerebro, y otra en sentido lateral hacia el área olfatoria lateral. La primera estructura representa un sistema olfatorio primitivo que es responsable de los reflejos olfatorios básicos, mientras que la segunda constituye la entrada para un sistema antiguo que aporta un control automático pero adquirido sobre la ingesta de comida y la aversión a los alimentos tóxicos, así mismo como un sistema moderno comparable a los demás sistemas sensitivos corticales que se utilizaban en la percepción consciente y el análisis del olfato. Las fibras nerviosas terminan en una gran cantidad de pequeños granos ubicados entre las células mitrales y en penacho en el bulbo olfatorio los cuales son encargados de enviar señales inhibidoras a los dos tipos de células , para que se dé la interpretación de olores, permitiendo así diferenciar la presencia o ausencia de distintos olores