SISTEMA NERVIOSO FISIOLOGIA-PARTE1

7. Defina: respuesta de receptor, potencial de receptor, adaptación, percepción.

Respuesta de receptor: La función general de los receptores es responder a los

estímulos, convirtiéndolos en impulsos nerviosos. Los receptores, a menudo, se
designan como las terminaciones dendríticas sensitivas u «órganos terminales» de las
neuronas sensitivas. Como norma, los diferentes tipos de receptores responden a
distintos tipos de estímulos. Los receptores del calor, por ejemplo, no responden a
estímulos luminosos o de tensión.

Potencial de receptor: Cuando un estímulo adecuado actúa sobre un receptor, se

desarrolla un potencial local en la membrana del receptor. Este potencial receptor es
una respuesta graduada, proporcional a la fuerza del estímulo. Cuando un potencial
receptor alcanza un cierto valor umbral, desencadena un potencial de acción en el
axón de la neurona sensitiva. Después estos impulsos viajan por las vías sensitivas
hasta el encéfalo y la médula espinal, donde se interpretan como una sensación
particular como calor o frío, o bien inician algún tipo de acción refleja como la retirada
de una extremidad alejándola de un estímulo doloroso.

Adaptación: Los receptores a menudo muestran una característica funcional conocida

como adaptación. La noción de adaptación hace referencia al proceso en virtud del
cual la magnitud del potencial receptor disminuye con el tiempo en respuesta a un
estímulo continuo. Como consecuencia de ello, la frecuencia de conducción del
 impulso por el axón de la neurona sensitiva también disminuye. Y lo mismo ocurre
con la intensidad de la sensación resultante. Un ejemplo familiar de adaptación es el
hecho de sentir el tacto de la ropa cuando nos la ponemos por primera vez, dejando a
continuación de experimentar esa sensación. Los receptores táctiles se adaptan con
rapidez. En cambio, los propiorreceptores de nuestros músculos, tendones y
articulaciones se adaptan lentamente y continúan enviando impulsos al encéfalo
tanto tiempo como prosiga su estimulación.

Percepción: Cuando no solo seguimos siendo conscientes de una sensación particular

con el tiempo, sino que también interpretamos lo que esa sensación significa en un
contexto más amplio, el proceso se denomina percepción. Aunque podemos no tener
percepción consciente de ciertos impulsos sensitivos, estos a menudo desempeñan
una función esencial en el mantenimiento de la homeostasis.

8. ¿Qué función tiene el sentido del olfato? Explique los procesos morfofuncionales
involucrados con los receptores olfativos. Describa la vía olfativa. ¿Qué son los
desencadenantes olfativos? ¿Los olores específicos activan la memoria a largo plazo?

El epitelio olfativo consta de células epiteliales de soporte amarillentas, células

basales y neuronas sensitivas olfativas de tipo bipolar. Estas últimas, también
llamadas neuronas receptoras olfativas, presentan cilios olfativos que tocan la
superficie del epitelio olfativo que reviste la parte superior de la cavidad nasal. Las
neuronas sensitivas olfativas son quimiorreceptores y resultan singulares porque
sustituyen a las células basales en el epitelio olfativo de forma regular. Los potenciales
receptores se generan en las neuronas sensitivas olfativas cuando las moléculas de
gas o sustancias químicas disueltas en el moco que cubre el epitelio olfativo se unen a
los «receptores de olor» proteicos, localizados en la membrana de las neuronas
sensitivas olfativas. E l suave movimiento aleatorio de los cilios ayuda a «mezclar» el
moco que los cubre y aumenta su eficacia como disolvente.

El epitelio olfativo se localiza en la porción más alta de la cavidad nasal. Desde el

punto de vista funcional no resulta una localización propicia, ya que una gran cantidad
del aire inspirado fluye por las vías nasales hacia abajo sin entrar en contacto con los
receptores de olor proteicos situados en las membranas celulares de las células
receptoras olfativas. La localización de estas neuronas receptoras explica la necesidad
de aspirar o coger aire por la nariz de forma forzada para percibir el olor de los
aromas delicados. Los receptores olfativos son extremadamente sensibles, es decir,
pueden estimularse por olores incluso muy leves causados por unas pocas moléculas
de una sustancia química particular. Sin embargo, en el seno de la estimulación
continua se produce una adaptación rápida de las sensaciones olfativas. Se debe tanto
a la inhibición de los potenciales de acción por las células granulares de los bulbos
olfativos como a la fatiga funcional de los receptores de olor causada por la
estimulación continuada de las neuronas sensitivas olfativas.
Vía olfativa: Cuando el nivel de sustancias químicas productoras de olor disueltas en el
moco que rodea los cilios olfativos alcanza un nivel umbral, se genera primero un
potencial receptor, a continuación, un potencial de acción que pasará a los nervios
olfativos y el bulbo olfativo. Desde aquí, el impulso pasa a través del tracto olfativo
hasta los centros talámicos y olfativos del en céfalo para su interpretación, integración
y almacenamiento en la memoria. E l sentid o del olfato puede crear recuerdos nítidos
a largo plazo. Los recuerdos acoplados a impulsos sensitivos específicos,
especialmente determinados olores, a menudo persisten desde el inicio de la infancia
hasta la muerte. Los olores de la consulta del dentista, de los bebés, de la cocina o de
un coche nuevo son ejemplos de «desencadenantes» olfativos, que a menudo nos
traen recuerdos de momentos o episodios lejanos en el tiempo. En la función de
acoplamiento de los impulsos sensitivos olfativos a la memoria a corto y largo plazo,
además de la corteza olfativa y de las áreas talámicas del en céfalo, tienen
importancia ciertos componentes del sistema límbico como la circunvolución del
cíngulo y el hipocampo.

Los olores específicos no solo activan la memoria a largo plazo, sino que a menudo
también traen recuerdos de emociones asociadas con la experiencia recordada.

Las personas que padecen anosmia permanente, es decir, ausencia completa de

olfato, pueden sufrir una depresión grave. E n apariencia, la pérdida del olfato puede
tener más impacto en nuestra salud psicológica que la pérdida de cualquier otro
sentido.