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Hyperfoco

Estos textos son productos de una configuración personal que fue ganando espacio tan de a poco
en mi vida que necesite darle un cauce, una salida. Como cuenta Ray Bradbury en el arte zen de
escribir, los personajes de sus novelas iban relatándose a través de sus palabras, llenaban sus
pensamientos al punto que se volvió una necesidad vital para el volcarlos en palabras y así liberar
su espacio mental. Creo que lo mismo me sucede con pequeñas obsesiones que tengo desde chico
con los fenómenos que ocurren en mi cotidiano. Hasta este punto todo terminaba en pequeños
intentos de proyectos o escritos que quedaban esperando el desarrollo de la forma, pero una
mente inquisitiva que con el pasar de los años en estado de sorpresa constante me pide estas
líneas, las anhela, quiere relatarse como algo más que un cuerpo o una personalidad con
complejos y percepciones alteradas.

En temprana edad, llegando a los 10 años de edad la primera obsesión cristalizada o hyperfoco
fueron los colectivos. Esas naves que recorren el espacio urbano, llenas de colores, de nombres de
localidades desconocidas unidas por estos armatostes de cuatro ruedas. Hay algo en la obsesión
vinculada estrechamente al aislamiento. Durante la época flogger los fotologs cumplían ser los
prototipos de las redes sociales y eran en el espacio virtual donde se hacían públicas las
hostilidades entre colegios o cursos o donde los primeros influencers recibían el amor devoto de
sus seguidores y marcaban tendencias estéticas de dudoso gusto. Mi fotolog preferido era
/loscolectivos, todos los días una foto distinta de algún interno recorriendo alguna calle porteña o
en medio del profundo conurbano. Previo a eso me encantaba agarrar las “Guía T” predecesor
impreso de Google Maps, en la parte final de los pequeños cuadernos estaba cada recorrido calle
por calle de cada línea con una pequeña iconografía de cada colectivo para poder identificarlo con
sus colores. Hasta la actualidad solo había encontrado foros aislados

LA EMPRESA DEL 1% DEL PRESUPUESTO NACIONAL

Es una cifra colosal que ni en los sueños húmedos de Paolo Rocca esa cifra apareció como fantasía
posible. Una sola empresa tiene un flujo de ingresos crocantes que representa el 0,4% del PBI de
nuestro país. No, no es Mercado Libre ni Techint, ni ninguna que se nos venga a la mente. Para
llevarlos a números el PBI, que es a bruto modo, la suma de todo lo que se produce en el país, son
unos 487 mil millones de dólares, o 487 trillones de dólares,

Hoy alguien posteo en X que cualquier poder de turno debería estar agradecido que Moyano se
haya convertido en un agente de poder que tiene por preferencia por sentarse en la mesa y
dialogar y no llenar toda la capital y sus accesos de camiones. Eso sí que daría miedo, camiones de
basura, camiones viejos, la ciudad oliendo por días a aceite quemado. Pero no, Hugo Moyano y el
sector económico vinculado al transporte automotor resultan ser agentes responsables con el
orden institucional que parece ser lo correcto y el poder de fuego de jugar una carta así está en
juego, dentro del mazo. Eso sí que daría miedo. Ahora pienso en otro sindicato con similar
capacidad de movimiento de piezas con poder de acción real. Colectivos.

Según cifras otorgadas por la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor
(AAETA) el parque automotor de bondis ronda en unos 20.000, de los cuales solo por capital por
día circulan unos 10.000. Solo pensar en el 10%, unos 2000 bondis por la 9 de Julio, estacionados
en las inmediaciones del congreso, o en las esquinas de Plaza de Mayo, llenos de personas, de
fotos, de historia de Instagram. Pienso que poder de acción. Pero obviamente no es posible dicha
imagen ya que el porcentaje de choferes dueños de sus máquinas es minúsculo comparada con el
sector de camioneros. Aunque no siempre fue así, décadas atrás había un importante porcentaje
de choferes dueños de sus colectivos que prestaban servicios a determinada línea. Obviamente la
concentración económica hizo su magia en búsqueda de eficiencia y maximizaciones de ganancia
que permitan un constante mejoramiento del servicio a mejores precios y esos choferes/dueños
pasaron a simplemente ser choferes/empleados.

Esa primera gran concentración de capital dejo un mapa de colectivos en los 90´ aparecen los
primeros grupos empresarios donde el modelo base de negocio era tener una o dos líneas con
recorrido en capital y alguna que otra línea provincial. Un equilibrado balance entre peces chicos,
medianos y no tan grandes, un gran estanque donde las absorciones ocurrían con una frecuencia
donde el ecosistema no se veía afectado. ¿Quién no vio un 100 del grupo plaza circular por la 9 de
Julio?

Repasemos un poco la historia del Grupo Plaza dueña de la tan pintoresca línea 100. En 1959 el
italiano Nicola Cirigliano (padre de los Ciriglianos visualizados ante la opinión pública por la
tragedia de Once) compra un modesto colectivo interno 16 de la línea 295 que se transformó con
el tiempo en la línea 95. El recién arribado Nicola a la tierra de las oportunidades estaba fundando
un pequeño imperio. Con los 90´ el viejo Nicola da paso a sus hijos y a la corporación, aggiornados
al cambio de época el Grupo Plaza empieza a ramificarse y en plena ola privatizadora compra una
fábrica militar para volverla una fábrica de carrocerías y de paso también se queda con los trenes.
El viejo Nicola nunca hubiera soñado semejante crecimiento manejando su int. 16 por las calles de
Avellaneda, o si tal vez, nunca subestimes la ambición de alguien.

No me quiero detener en hacer historia de ningún empresario solo dejar en claro el punto que el
transporte automotor de pasajeros es un sector estratégico por definición más allá de una visión
urbana, talleres de carrocerías que fueron fabricas militares, cuando busquen perdidas de
soberanía busquen siempre en quienes son dueños de los fierros.

Otro de los grandes grupos formados en los ´90, el Grupo Dota, que también no paro de crecer por
décadas en este ecosistema donde las absorciones y compras de empresas ocurre por vías de
quebrantos fraudulentos, vaciamiento de empresas, algunos gremios que muestran su verdadera
función actual: volverse una fuerza de choque del capital concentrado. Nadie se hace rico
firmando cheques. El capitalismo en su versión local contiene métodos de circulación y formas de
pago más vinculadas a la mafia que al capitalismo wanchesteriano. Es la forma más eficiente, la
acumulación se maximiza en el oligopolio, pocas familia, Estado arbitra y todo es pelota, juegue…
juegue.

Unas semanas atrás, circulo en X un posteo que comparaba la cantidad de sindicatos en Alemania,
EE.UU. y Argentina vinculándolos a su nivel de desarrollo. Alemania 12 sindicatos, EE.UU. 145 y
Argentina 3500. Según el autor y estableciendo una relación de sentido común, en este punto
reside uno de los motivos de porque nos va mal.

Ni en los jóvenes sueños húmedos de Paolo Rocca esa cifra era posible

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