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Latinismos
Llamamos latinismos a aquellas palabras (o expresiones) que se utilizan en
castellano tal cual se escribían en latín, sin aplicarles ningún cambio, aunque
pronunciándolas a la manera castellana. A pesar de lo que podáis pensar, hoy en día
todavía utilizamos muchas palabras y expresiones tomadas directamente del latín,
muchas veces sin pensar en ello, y trataremos de ampliar este repertorio.
Cultismos
Los cultismos son palabras cultas, generalmente de origen grecolatino, que se
utilizan en la lengua intelectual, literaria y científica. Podemos reconocer un cultismo
porque procede de una lengua clásica y penetra en una lengua moderna sin pasar por
las transformaciones fonéticas normales que sufrirán las palabras “normales” y, por
tanto, apenas si modificarán su forma respecto a su origen latino.
Los cultismos se han ido introduciendo en todas las épocas de nuestra lengua. Así,
por ejemplo, ya Gonzalo de Berceo, uno de los primeros autores medievales
castellanos, tuvo que crear muchos cultismos para poder inventar una lengua literaria;
también durante el siglo de Oro se recurrió al latín para formar nuevos cultismos. Así,
por ejemplo, todos estos cultismos datan del Renacimiento: fulminar, furibundo,
informe, marmóreo, tórrido, torvo, infausto, intento, honorar, admirar, fantasma,
cotidiano, contumaz, rigor, trato...
Semicultismos
Los semicultismos, por su parte, son palabras derivadas del latín que, aunque sí
iniciaron una evolución normal en el paso del latín al castellano, por cualesquiera
motivos su evolución se detuvo antes de llegar a su término. Son, por así decirlos,
palabras que “han evolucionado a medias”. Así, por ejemplo, saeculum ha dado el
castellano siglo (saeculum > seculo > seglo > sieglo > siglo) pese a que tendría que
haber llegado a * sijo, mientras que fructus, origen de fruto, debería haber dado
*frucho.
Patrimonialismos
Por su parte, las palabras patrimoniales son las que han cumplido con todas las
normas de evolución fonética correspondientes al castellano hasta llegar a su forma
actual. Son las palabras “de toda la vida”, que llevan con nosotros desde que las
importaron los romanos y que se han continuado utilizando desde entonces hasta
ahora, aunque los cambios más importantes en la fonética castellana se produjeron en
los S. XVI / XVII y, desde entonces, la mayoría no han cambiado apenas.
Puede darse la situación de que una misma palabra que ha pervivido como
patrimonialismo se vea reintroducida en su forma culta (o como parte de un cultismo)
y ambos términos convivan: es lo que se conocen como “dobletes” y son bastante
habituales en el léxico castellano.
Ejemplos
Lat. Patr. Cult.
rotam rueda rotación
annum año anual
pedem pie pedestal
oculum ojo oculista
insulam isla insular
ferrum hierro ferro-carril
capillum cabello capilar
lactem leche lácteo
nocte noche nocturno
mensem mes mensual
Actividades
1.- Identifica, a partir del étimo latino, si las siguientes palabras son cultismos o
patrimonialismos: