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Santiago de Cuba, zor3

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COAUSPICIADORES

. Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, Cuba


Cuba
. Universidad de Ciencias Peclagógicas "Frank País García", Santiago de Cuba,
. Dirección Provincial de la UNEAC, Santiago de Cuba, Cuba
. Universidad de Twente, Enschede, Países Bajos
, Universidad del País Vasco, País Vasco
. PlanetData, Universidad de lnnsbruck, Austria
. Centro de Lexicografía, Universidad de Aarhus, Dinamarca
. Universídad de Würzburg, Alemania
. Centro Tesnière de la Universidad Franche-Comté, Besançon, Francia
. Organización Latina de Educación del Estado de California, Universidad de San

Bernardino, Estados Unidos


. Facultad de Letras, Lenguas y Artes de la Universidad de Orán, Argelia

COMITÉ ORGANIZADOR Y CIENTIFICO

Pedro Aníbal Beatón Soler Mínisterío de Ciencia, Tecnología y Medio Ambíente


Eloína Miyares Bermúdez Centro de Lingüística Aplicada, Santiago de Cuba
Vitelio Ruiz l-{ernández Centro de Lingüística Aplicada, Santiago de Cuba
Leonel Ruiz Miyares Centro de Lingüística Aplicada, Santiago de Cuba
Martha Mesa Valenciano Universidad de Oriente, Santiago de Cuba
Maribel Ferrer Vicente Universidad de Ciencias Pedagógicas, Santiago de Cuba
Anton Nijholt Universidad de Twente, Países Bajos

Peter Greenfield Université de Franche-Comté, Besançon, France


Sven Tarp Universidad de Aarhus, Aarhus, Dinamarca
Kathleen Wermke Universidad de Würzburg, Würzburg, Alemania
Dieter Fensel Semantic Technology lnstitute, Austria
Renate Siegmund Universidad de Humboldt, Berlín, Alemania
lñaki Alegría Loinaz Universidad del País Vasco, País Vasco
Arantza Díaz de llarraza Universidad del País Vasco, PaÍs Vasco
Xabier Artola Zubil aga
f Universidad del País Vasco, País Vasco
Xabier Arregi lparragirre Universidad del País Vasco, PaÍs Vasco
Gelia Pérez Marqués Centro de Lingüística Aplicada, Santiago de Cuba
Alex M.uñoz Alvarado Centro de Lingüística Aplicada, Santiago de Cuba
Nancy Cristina Álamo Suárez Centro de Linguística Aplicada, Saniiago de Cuba
María Rosa Alvarez Silva Centro de Lingüística Aplicada, Santiago de Cuba
Roberto Heredia González .Centro de Lingüística Aplicada, Santiago de Cuba
Bladimir Cuello La O Centro de Lingüística Aplicada, Santiago de Cuba
Lucía Marconi lnstituto de Lingüística Computacional, Génova, ltalia
Paola Cutugno lnstituto de Lingüística Computacional, Génova, ltalia
Daniela Ratti lnstituto de Lingüística Computacional, Génova, ltalia
l-. Alfonso Ureña López Universidad de Jaén, Jaén, EsPaña

i¡¡
@ 2013 Actualizaciones en Comunicación Social
Centro de Lingüística Aplicada, Santiago de Cuba

MARíA JESÚS LEAL RIOL


Hamline University
St Paul, Minnesota, Estados Unidos
mleal0l @gw.hamline.edu

l!na perspectiva metafórica de la traducción de la fraseología


Las unidades fraseológicas idiomáticas han sido consideradas tradicionalmente como el prototipo y objeto central
de la fraseología. El significado no compositivo, la agramaticalidad y la fijación fueron los parámetros
establecidos para considerar una unidad fraseológica como tal o excluirla del campo de la disciplina' La
concepción estrecha de la fraseología engloba unidades fijas, de signifìcado arbitrario, funcionalmente
equivalentes a una categoría gramatical y parcialmente compactas. La fraseología en sentido amplio incluye
además otras unidades superiores (tas paredes oyen), expresiones, citas, locuciones proverbiales (buenos días),
y diversas combinaciones de palabras como las colocaciones, que presentan restricciones de combinación en
alguno de sus componentes (entablar conversación, desternillarse de la risa).
Las unidades fraseológicas, fórmulas fùas de la lengua, no se pueden traducir literalmente porque su significado
no es fácilmente analizable pues no es la suma de los significados de sus componentes sino que tienen un
significado global. La fraseología, caracterizada esencialmente por la fijación y la idiomaticidad, está presente
sobre todo én el discurso oral y también tiene presencia, menos frecuente, en la escritura. Este recurso cumple
con la necesidad de expresar situaciones abstractas a través de imágenes de la vida cotidiana y son
indispensables en la exigencia de economía del lenguaje. Las fórmulas idiomáticas son estructuras cristalizadas
que representan amplios conceptos abstractos y son muy eficaces en la exigencia de la economía del lenguaje
pues evitan largos giros de palabras. Esta forma de expresión engloba el espíritu del pueblo español, su cultura,
su sentido del humor, su ironía y su modo de entender y afrontar la vida reflejando lo cotidiano de la vida del
momento. t

La traducción no destaca en la tarea de traducir fraseología fundamentalmente por dos motivos. Primero, la
traducción literal es imposible, y segundo, porque las equivalencias son difíciles de encontrar. Se hace
ind ispensa bt e captar AS diferencias lingü ísti ca v las d istancias cu Itu rales e ntre la lengua ongen v la leng u a
meta. La distinta conce pción que tienen del m un do dos pueblos diferentes es el mayor reto a la hora de traduci v
I la expl cacton de esto es que en general, el ser hu mano clasifica el mundo a través d e imágenes Las
i
I expresrones idiomáticas pertene cen cast srem pre al mundo de las fig UTAS, entre las que encontramos el
I proced lm iento del eufemism o, la metáfora, el s ímil, la metonimia la h ipérbole, la ron ía, v mas. En este sentido
Los lingüistas Lakoff v Joh nson e80) hicieron una valiosa a portación a la d iscipli n a de la fraseolog la con SU
obra Metaphores we live bv en la que afirman q ue el significado fis urado de las u nidades fraseológicas está
motivado po el conocimiento tácito de las m etáforas conce pt u ales subyacentes que los hablantes tienen
I

t arbitrarias Lakoff (1987:438) considera que el orig en de muchas unidades fraseológicas responde a una
) motivación y que tanto su significàdo como su uso son consistêntes con unos patrones ya existentes. Esta
motivación nos ayuda a entender, interpretar, traducir la fras'eología.
I
Según la distinción de Alonso2 en su Gramática del españo! contemporáneo los diversos tipos de metáforas se
i corresponden con tantos tipos de locución que utilizan el recurso de la fraseología. Así pues existen (1)
( locuciones que llevan de lo abstracto a lo concreto (ahogarse en un vaso de agua, creerse el ombligo del
I mundo), (2) locuciones humorísticas (quitar el hipo, parecerse como un huevo a una castaña), (3) locuciones
t
¡ para alabar u ofender (brittar con luz propia, estar como un gueso, ser una ioya), Ø) locuciones que contienen
I vocablos transformados en símbolos como, por ejemplo, el término corazón considerado el lugar de los
sentimientos (tener el corazón pariido, tener el corazón en un puño, tener un corazón de oro). En este caso las
¡

palabras se convierten en imágenes (ser un mocoso, estar en pañales, estar verde, caerse /a baba). Estas
!

i
metáforas cotidianas3 o locuciones figuradas pueden ser semánticamente motivadas, transparentes en su
signifìcado, u opacas, cuando no es posible percibir su significado a partir de las palabras que forman su
I

composición Cuando las metáforas que se producen en los actos lingüísticos individuales pasan a formar parte
de la comunidad lingüística, estas locuciones se "desmetaforizan" pierden su propia fuerza metáforica que se
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i
transforma en una ðarga expresiva aplicable a situaciones similares a la que originó esa expresión (ser un
cornudo, cortarse la coleta, ponerse e! mundo por montera). Por este motivo no todos los hablantes son
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conscientes de la valencia metafórica de un signo o, si lo son, su hipótesis puede no coincidir con la verdadera
motivación que dio lugar a esa expresión. Según E. Coseriuo en El hombre y su lenguaje, esto sucede porque no
sólo de los mitos nacen las palabras, sino que, a veces, las palabras crean mitos. La cuestión que nos ocupa en
este trabajo es la de cómo traducir las unidades fraseológicas, expresiones idiosincrásicas de una comunidad
lingüística, que reflejan valores culturales porque el origen de estas se halla en la historia, la literatura, el folklore
y el saber popular.

lCorpas (1997).
2
Alonso (1997).
3
Siguiendo la denominación de Lakoff y Johnson (1980).
4
Coser¡u (1977).
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El traductor de las unidades fraseológicas debe analizar el significado individual literal de las unidades de las dos
lenguas involucradas en el proceso de traducción y el sentido de las unidades lingüísticas complejas (locuciones,
frases hechas, expresiones idiomáticas) de la lengua de origen (!O) V su tarea es la de encontrar las
equivalencias funcionales en la lengua terminal (LT). García Yebra" en Teoría y práctica de la traduccion,
considera execrable la traducción de los giros de palabras, modismos y frases hechas que se realiza a través de
la sustitución analítica de las unidades que la componen. Se trataría de una traducción infiel al original porque
ignora el sentido global de la frase y al mismo tiempo es infiel a la lengua meta. El sentido global de una locución
es arbitrario desde el punto de vista de la lógica del signifìcado literal de las palabras y deriva de una convención
aceptada por la comunidad lingüística en la que ésta se utiliza. A este propósito es importante tener en cuenta
los motivos por los que según Vinay y Dabelnetlo la traducción palabra por palabra es inaceptable ya que esto
conllevaría un cambio de sentido, ausencia de significado, la imposibilidad estructural, falta de correspondencia
en la cultura de la lengua meta y diferente registro lingüístico. Además, el traductor ha de tener presente que a
menudo las expresiones idiomáticas son coloquiales y casi siempre tienen un registro oral, pueden estar
limitadas a una clase social determinada y algunas de ellas pasan de moda muy rápidamente. La traducción de
ias locuciones y.qe otras unidades fraseológicas depende también del tipo de texto en el que se encuentran.
Según Newmark" el traductortiene derecho a eliminar las expresiones metafóricas estereotipadas en cualquier
texto informativo, mientras que es necesario una mayor cautela en los textos vocativos y está obligado a no
evitarlas en los textos expresivôs. También indica Newmark que los procedimientos para la traducción de las
expresiones figuradas son los siguientes:
1. Reproducir la misma imagen en la lengua meta siempre que sea posible, en el registro apropiado, con
frecuencia y difusión parecida. Es un método común para traducir las metáforas simples mientras que la
traducción de metáforas complejas u otros tipos de unidades fraseológicas es menos frecuente y depende de las
superposiciones culturales y cle una experiencia universal. A menudo la imagen se puede reproducir sólo en
parte, tomando elementos de la unidad, elementos comunes en las dos lenguas que asocian una misma realidad
con la misma imagen o figura.
2. Sustituir la imagen de la lengua origen con una imagen de la lengua meta que no desentone con la cultura de
esta lengua, teniendo en cuenta que a veces las expresiones idiomáticas pueden estar pasadas de moda, o son
tan formales, tän convencionales, que en ocasiones los nativos ya no las utilizan.
3. Traducir una metáfora con un símil, conservando la imagen. Es el procedimiento más sencillo de modificar el
impacto.
4. Traducir una metáfora o un símil con un símil más su sentido, procedimiento que pretende aclarar dicha
metáfora.
5. Reducir la metáfora a su sentido. La frecuencia de este procedimiento depende del típo de texto y es preferible
respecto a cualquier sustitución de una expresión de la lengua origen con una expresión de la lengua meta
demasiado amplia en el sentido o registro.
6. Por último, la eliminación. Este criterio puede ser establecido siempre que el texto no sea calificativo o
expresivo.
12

la motivación, la fijación y la idiomaticidad como características fundamentales de las unidades fraseológicas son
precisamente las que dificultan el proceso traductológico y dan resultados inexactos y difusos. Por otra parte hay
que decir que no todas las unidades fraseológicas son inmotivadas, de significado arbitrario, portadoras de
cultura. Existen unidades fraseológicas universales, esto es que existen en varias lenguas o al menos en dos
lenguas que se contrastan para encontrar similitudes y diferencias entre sus respectivos sistemas fraseológicos.
Estas últimas son fácilmente traducibles.
Fundamentalmente se cuenta para una correcta traducción con dos recursos: la equivalenciay la paráfrasis. Por
equivalencia se entiende la traducción de una situación por otra perfectamente idéntica (salir del armario/ to
come out of the closet; buscar una aguja en un pajar/ to look for a needle in a haystack; ser pan comido/ a piece
of cake; brillar con luz propia/ to speak for oneself) procedimiento por el que un mensaje se puede traducir por
otro en el que los significantes son diferentes pero el significado es el mismo. El traductor debe delimitarlas,
interpretarlas e incluirlas porque, tanto si aparecen en un texto escrito como si se dan en un discurso oral, no se
debe perder lafuerza expresiva que conllevan las unidades fraseológicas. Corpas aporta la siguiente definición
de equivalencia: "una unidad pluriverbal equivalente que presenta una equivalencia translémica total o parcial
con respecto a otra unidad pluriverbal de la lengua origen". Es decir, la equivalencia es una combinación de
palabras que tiene un signifìcado total o parcialmente equivalente en la lengua origen y la lengua meta. Existen
dos tipos de equivalencia: total y parcial. Algunos ejemplos que ilustran casos de equivalencia total: quemar las
naves, to burn one's boat/bridges; ser el hazmerreír/ to be the laughingstock; apretar las tuercas/ to tighten the
screws; echar un cable/ to throw a rope, a /lne...Cuando una unidad fraseológica en una lengua encuentra una
equivalente total en otra, existe una coincidencia semántica, pragmática y léxica. La equivalencia parcial
presenta cierta complejidad a la hora de traducir unidades fraseológicas porque dos comunidades linguísticas
escogen palabras cercanas para expresar la misma idea y porque la fijación de la fraseología exige que se utilice

e
García Yebra (1982).
to
Vinay, J.P y Dabelnet (1973).
11
P. Newmark (1998).
12
Gloria Corpas (1996b).

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Es obvio que existen aspectos lingüÍsticos y extralingüísticos que hay que tener en cuenta a la hora de traducir
fraseología. Una de las definiciones de traducción que encontramos en el Diccionario de la R.A.E es;
"interpretación que se le da a un texto". En esta área hay que tener en cuenta elementos esenciales como son el
texto, el contexto y la interpretación, literal o no, por parte del traductor o el receptor. Cabe mencionar aquí una
teoría de la traducción contemporánea propuesta por Jakobson" en la que identifìca tres formas de traducción:
(1) la traducción intralingüística, o reformulación de los signos lingü.ísticos por medio de signos de la misma
lengua; (2) la traducción interlingüística, es decir, la interpretación de los signos lingüísticos por medio de otra
lengua, ésta es la traducción propiamente dicha, la cual presenta múltiples aspectos no solo lingüísticos, sino
también literarios y culturales; y (3) la traducción intersemiótica, o traslado, o transmutación de los signos
linguísticos a sistemas de signos no verbales. Para Jakobson la equivalencia absoluta no existe en ninguno de
los tres tipos; sin embargo, si nos decía que toda experiencia cognitiva puede expresarse en cualquier lengua, La
misión del traductor será llevar el contenido del texto origen a la lengua meta de manera que garantice lo que
llama la equivalencia en la diferencia ya que no tratará de sustituir unidades por otras sino mensajes enteros.
Otra definición general de traducción es la de Catfordo: la traducción es la sustitución de material textual en un
lengua origen (LO) por material textual en otra lengua meta (LT). El objetivo principal de toda traducción es,
pues, mantener invariable el contenido de información de un texto teniendo en cuenta otros elementos
importantes del proceso traslativo.
Los autores que han estudiado la traducción de la fraseología coinciden al afìrmar que es un campo espinoso
cuyos resultados muchas veces no reflejan todas las connotaciones de las unidades fraseológicas. La dificultad
de traducir fraseología, según García Baicuñana7, se encuentra supeditada a dos motivos ya'mencionados: uno
de ellos es de orden cultural porque se trata de trasladar realidades no lingüísticas de una cultura a otra, y el
segundo motivo, de orden puramente lingüístico: pasar de las formas específicas de una lengua a los pediles, a
menudo diferentes, de otra. Según Hurtado Albir (1991), para traducir una expresión es necesario conocer la
lengua y captar el sentido: "la primera fase del proceso de traducción es la de la comprensión como proceso
mental del receptor, en esfe caso del traductor, en el que éste interviene con su saber lingüístico y
extralingüístico, movilizando el saber periinente (lingüístico y extralingüístico) que le permitirá efectuarlo
correctamente. El resultado final de esfe proceso es el sentido considerado como la sínfesls no verbal del
proceso"u. La cultura, entendida como conjunto de faðtores -normas y convenciones- que regulan el
comportamiento de los miembros de una sociedad, impregna de fraseología el discurso oral. El traductor de
fraseología debe ser capaz de valorar no solo los fenómenos culturales para captar el significado sino también el
registro en el que se inserta esta unidad. Al relacionar la lengua y la cultura se tratan ambos aspectos de forma
conjunta y al mismo tiempo de forma contrastiva. El conocimiento y la interpretación correcta de las "marcas" de
las dos culturas es imprescindible, así como de los estereotipos y presupuestos que una comunidad tiene de la
otra.
Traducir unidades fraseológicas es un proceso de comprensión y de generación con una Rnäl¡daO comunicativa.

entendidas y utilizadas en un contexto adecuado. No es suficiente el mero conocimiento de las lenguas, ni


siquiera de la propia cultura, ni de las circunstancias históricas y culturales. Sencillamente algunas unidades
fraseológicas son intraducibles, como las unidades fraseológícas españolas que provienen de la fiesta taurina
(ver los toros desde la barrera; a toro pasado); la historia (armar la marimorena; tanto monta, monta tanto); la
literatura (poderoso caballero es don dinero), las tradiciones religiosas (acabar como el rosario de la aurora).
Las estructuras idiomáticas de una lengua (locuciones, frases hechas, modismos, etc.) siempre han planteado, y
siguen planteando, un problema de difícil solución tanto para los estudiantes y profesores de español como
lengua extranjera, como para los lexicógrafos y los traductores. Dos lenguas tan diferentes, dos culturas tan
diferentes hacen difícil la enseñanza y el aprendizaje de estas unidades que hay que interpretar, explicar,
convertir, traducir o buscar una equivalencia. La comprensión del têxto origen (TO) es lo que hace posible la
compresión y la ulterior utilización de una unidad fraseológica. El traductor tiene que dividir su proceso en dos
fases: la primera, debe analizar la unidad en cuanto a su sentido y a su estilo; en la segunda debe reconstruir y
reproducir en su propia lengua una expresión similar, considerando la equivalencia comunicativa más adecuada.
Es complicado incluirlas en los diccionarios y en los manuales, en las explicaciones gramaticales, y sin embargo,
existen, están ahí ! son muy interesantes así como motivadoras. Forman parte de la lengua oral, están en los
periódicos, revistas, publicidad, obras literarias, en el cine, en las canciones, en la televisión, en la familia y con
los amigos. Los profesores encuentran dificultades cuando intentan enseñar a los estudiantes como utilizarlas
con naturalidad, sin pedantería y en el contexto apropiado, El estudio de la fraseología no tiene que concebirse,
ni mucho menos, como una innecesaria acumulación de estructuras en desuso, ni tampoco se tiene que
considerar como un aspecto pintoresco de la lengua, sino como una realidad viva en el sistema lingüístico, que,
además, suele aportar valores culturales de gran interés. Las locuciones y otros tipos de unidades fraseológicas
constituyen un gran reto para los traductores, para los profesores y para los estudiantes debido a que su
significado depende de una convención que existe en la comunidad idiomática de pertenencia que no es posible
trasladar a otra lengua.

6
Catford (1970).
' García Bascuñana (1 e91).
I Hurtado Albir (1991
)
O 2013 Actualizaciones en Comunicación Social
C.entro de LingiìÍstica Aplicada, Santiago de Cuba

un vocablo determinado y no otro, por muy cercano que sea como por ejemplos cuatro ojos ven más que dos/
two heads are better tan one.
Si una unidad fraseológica no encuentra una equivalenc¡a total n¡ parc¡al, puede traducirse con una unidad
fraseológica existente, aunque sea divergente formalmente, pero cuyo significado y rêgistro coincida (ir a criar
malvas/ to kick the bucket; ser un aguafiestas/ to be a wet blanket). Esta es la parte más ardua en la traducción
de la fraseología. Hay casos en los que la metáfora subyacente es una imagen transparente (encontrar la media
naranja) o una imagen opaca (aflojar la mosca). En estos casos, la falta de información pragmática puede dar
lugar a errores de traducción por no adecuarse al registro (1t un jamon). Las implicaturas pragmáticas de esta
unidad se pierden en una traducción como (me niego; no me lo creo) pues la unidad fraseológica conlleva una
carga irónica y ciertas connotaciones.
La historia, la literatura, la religión, los medios de comunicación y el folkore han dado lugar a un montón de
unidades fraseológicas idiosincrásicas de la cultura española. La presencia en una unidad fraseológica de
palabras diacríticas, de nombres propios, de palabras inventadas y demás, hace que esa unidad fraseológica no
pueda ser traducida. Varios han sido los autores que han hablado acerca de la intraductibilidad de la fraseología.
En los casos de vacíos fraseológicos, los que Corpas muy acertadamente denomina "lagunas lingüísticas",
donde no hay equivalencia total ni parcial, ni tampoco una unidad fraseológica divergente en su forma pero
coincidente en su significado, tenemos el recurso de la paráfrasis explicativa para traducir unidades pluriverbales
de la lengua origen. Sin embargo, es evidente que en estos casos se pierden las connotaciones y los aspectos
figurativos así como ciertos valores afectivos de la expresión porque las paráfrasis explicativas reflejan
solamente el significado denotativo y tiene como consecuencia la pérdida que conlleva la infratraducción de la
fraseología (hacer manitas/to hold hands). Otra alternativa es el calco o la reproducción del esquema
fraseológico semántico-conceptual de la unidad fraseológica que aporta la reproducción formal y literal de esta
unidad. Según Lázaro Carreter (1991) este procedimiento constituye una fuente inagotable de creación neológica
y ofrece calcos del inglés que han dado origen a unidades fraseológicas españolas como luna de miel.
Conclusión
Esta es la postura tradicional de la traducción de la fraseología que desde las teorías clásicas de la fraseología
apenas ha variado. La mejor traducción de la fraseología es la que se lleva a cabo con una equivalencia total,
parcial o con una unidad fraseológica divergente existente en la lengua meta. La equivalencia permite que, a
pesar del proceso traductológico, se conseryen la fijación, la riqueza expresiva, las connotaciones y matices que
caracterizan la fraseología. Es evidente que la equivalencia no siempre es posible y entonces la paráfrasis, el
calco y la omisión son considerados los procedimientos, menos idóneos, cuando se presentan dificultades
insalvables de traducción, dando lugar a la infratraducción de la fraseología
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