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UNIDAD 1: LA JONIA
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bien, ¿Qué es el mito? El mito es un relato imaginativo, fantástico, que trata de dar respuesta a los
problemas y preguntas que acucian los hombres proporcionándoles seguridad ante lo que no
comprenden. Aparece asociado a procesos religiosos o a cultos mistéricos. Y se caracteriza porque:
– Las fuerzas naturales –fuego, viento, huracanes– se personifican y divinizan,
responsabilizando a los dioses de los acontecimientos y sucesos (Antropomorfismo;
Animismo).
– No se aportan pruebas de lo dicho. Aparecen muchos elementos imaginativos o
sentimentales. Una tempestad se desata porque Zeus se enfurece; el buen tiempo
se debe a que la Deméter ha decidido que haya buena cosecha, etc. (Dioses; Destino)
– Pero todas estas explicaciones resultan arbitrarias. El orden natural y los
hechos de la naturaleza se someten a la voluntad antojadiza de los dioses, por más
que ésta se someta al destino (Moiras). Contra el destino, nada pueden los hombres
ni los dioses.
– Así, la ciencia resulta imposible (Cosmos caótico y caprichoso). No se concibe
la ciencia sin leyes o regularidades en la sucesión de los acontecimientos. La
filosofía criticará la arbitrariedad de las intervenciones divinas, y despoja a la idea de
necesidad de su carácter ilógico/misterioso/fatalista para adecuarla a la racionalidad de
lo real.
– Todos los acontecimientos dependen del capricho de los dioses (Indeterminismo),
mientras que los filósofos buscan el principio último y eterno (arché) que todo lo originó
y que, por tanto, debería seguir presente en todo. La pregunta fundamental es por la
naturaleza (physis) de las cosas: ¿cuál es la realidad permanente y última oculta
tras lo que percibimos por los sentidos?
La filosofía se caracteriza por romper con el mito y adentrarse en el logos. Pero, ¿Qué es el logos?
Este término griego remite a dos significados que se hallan profundamente relacionados: por un lado
significa razón, y por otro, palabra. Por tanto, la filosofía se caracteriza por el uso de la razón y de la
palabra como órgano de expresión de la propia razón. El logos se caracteriza por:
-El diálogo, la reflexión.
-Demostrar lo que se propone.
-Buscar lo natural frente a lo sobrenatural.
-Descubrir las leyes naturales.
1 Para la razón las cosas no suceden arbitrariamente, según el capricho de los dioses, sino que suceden
según necesidad, de acuerdo a leyes. El mundo, por tanto, no es un Caos, sino un Cosmos, un todo
ordenado. Debe existir una ley u orden en el mundo que lo explique.
2 Debajo de las apariencias de cambio caótico los griegos descubrieron el orden y armonía
existente en la naturaleza. La naturaleza, en su comportamiento, se atiene a una ley natural. Sus
movimientos son regulares, cíclicos, y en los fenómenos se aprecian proporciones constantes. El
mundo es un cosmos (ordenado y bello) no un caos. La naturaleza debe ser explicada desde ella misma.
Pitágoras (s. VI a.C.) y los pitagóricos pensaron que esta ley natural era una ley matemática,
adelantándose así a la ciencia moderna.
3 El mejor instrumento para conocer y dominar la realidad no es el mito sino la razón, el logos. El
descubrimiento griego del logos tiene dos vertientes: por un lado, el mundo es racional, en el mundo hay
logos (razón, leyes, necesidad) y, por otro lado, nosotros poseemos un logos o razón que debemos
emplear para el conocimiento de la realidad y la dirección de nuestra conducta.
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4 La noción de esencia, de cualidades permanentes y constantes en las cosas, es fundamental:
la esencia de algo es lo que permanece a pesar de los cambios de apariencia (agua, sal, hombre en
diversas culturas o razas...). La esencia supone unidad en las cosas frente a la multiplicidad de sus
estados y apariencias.
5 Conocer será captar lo común y permanente de las cosas (la esencia), y los griegos pensaban
que los sentidos no bastaban para proporcionar tal conocimiento. Los sentidos solo muestran lo
mudable, aparente y cambiante de las cosas. Se requiere un esfuerzo intelectual para captar la
naturaleza o el ser de las cosas.
Todo el universo se reduce a uno o muy pocos elementos fundamentales. De ahí la
búsqueda de los primeros principios de lo real, del arché. Ahora bien, si la filosofía surge como paso
del mito al logos, ¿Por qué se produce la filosofía en Grecia, el siglo VI a. C.? Las causas que dan los
historiadores de la filosofía son las siguientes:
J. Burnet habló del milagro griego. F.M. Cornford explicó el desarrollo del pensamiento griego a partir del
pensamiento mítico y religioso. En cambio, J-P. Vernant lo explicó a través del contexto socio
cultural.
– En Grecia no existen libros sagrados y, por ello, no se dan dogmas que coarten el
pensamiento o las conductas desde perspectivas religiosas.
– El desarrollo de la actividad comercial. Grecia es un territorio pobre, montañoso, y la
forma de atraer la riqueza se realiza con vistas al mar y a los intercambios comerciales. A
través de ellos, los hombres entran en contacto con otras culturas y con otros pueblos.
Esto les permite relativizar los valores, normas y principios de su cultura. Por otra parte, la
prosperidad económica trajo consigo el ocio, elemento esencial en la vida para poder
dedicarse a la contemplación filosófica.
– El surgimiento de nuevas clases sociales. El auge comercial permite el desarrollo de
nuevas clases sociales. Cuando los comerciantes adquieren riqueza exigen que las
leyes cambien para poder participar en las instituciones.
– El desarrollo de nuevas formas políticas. Las nuevas clases sociales exigen un nuevo
orden político. Así surge la polis, como sistema de organización política. Surgen
legisladores que pretenden adaptar las leyes a los nuevos tiempos, buscando un
sentido más justo y democrático. Aparece el ágora (plaza pública) como lugar de
encuentro y desarrollo de la vida política.
Por último, si la filosofía es resultado del tránsito del mito al logos, ¿significa que el mito desaparece de
la explicación filosófica? Veremos que Platón seguirá utilizando los mitos aunque con un sentido muy
distinto al utilizado hasta ahora.
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Magna Grecia. Casi todos ellos escriben obras sobre la Naturaleza.
Principales problemáticas de estudio
Arché: En términos generales arché se traduce por “principio”, “lo primero”, origen. El arché, ha de
entenderse, al mismo tiempo, como: origen: aquello a partir de lo cual se generan los seres del
universo; sustrato: aquello en que consisten los seres del universo; y causa: aquello capaz de
explicar las distintas transformaciones del universo.
Physis: de manera general significa “Naturaleza”. Sin embargo para los presocráticos viene a
ser aquello que hace que algo crezca, nazca, surja.
Unidad-Pluralidad: si los presocráticos se preocupan por el origen de la realidad, uno de los
problemas que les suscita es si este primer elemento a partir del cual surge todo es uno, dos
o una pluralidad de elementos.
Razón-Sentidos: otro problema es el camino para acceder a este conocimiento de la realidad. Nos
encontramos dos: o bien seguir el camino de los sentidos, o llegar a él a través de la razón.
Razón → [unidad, esencia permanente, lo que es] → Realidad
Sentidos → [pluralidad, apariencia, lo cambiante] → ¿Realidad?
Ser-Devenir: a pesar de los cambios que acontecen en la realidad existe una inmutabilidad del
primer elemento (arché) llegando incluso a plantearse la idea de que, en el fondo, nada cambia.
Características generales de la filosofía presocrática.
Los pensadores conocidos como presocráticos son numerosos y defienden una variedad de doctrinas
filosóficas, pero en todos ellos podemos encontrar una serie de elementos comunes:
1 Se mueven dentro de un esquema de pensamiento que podemos denominar pensamiento
trágico, caracterizado por la idea de que las cosas se dan siempre en un sistema de oposiciones y decir
que todas las cosas se dan en un sistema de oposiciones, es lo mismo que decir que ser es igual a
ser determinado, delimitado.
2 El elemento central de su pensamiento es la noción de physis. Se trataría de explicar la physis
entendida como totalidad, remitiéndola a aquello que la constituye, al arché. Cuando los presocráticos se
preguntan por la naturaleza, lo que están buscando es el arché (origen, sustrato y causa de lo real).
3 Al proceso por el cual lo oculto (la physis entendida como arché, el ser de las cosas) se hace
manifiesto, le denominan alétheia. La verdad (alétheia) es el proceso de desocultamiento o
desvelamiento por el cual se nos muestra la naturaleza íntima del mundo, su ser.
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MODELOS GRIEGOS DE EXPLICACIÓN DE LA NATURALEZA
La idea de naturaleza (physis) está relacionada con las de origen, sustrato y causa. Muchos filósofos
han creído posible encontrar una sola sustancia que realice todas estas funciones (son monistas).
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ANAXIMANDRO DE MILETO (610-545 a.C, aprox.)
Seguramente discípulo de Tales, fue el primero en escribir un libro «Sobre la
Naturaleza» y emprendió incluso expediciones de investigación, ideó métodos
para determinar la distancia y tamaño de las estrellas.
Afirma que ninguna sustancia concreta de las que existen en el universo podría
ser el principio de todo (arché) [fue el primero que utilizó el término], pues
todas proceden de él; por tanto, debe ser algo indefinido o indeterminado
(ápeiron) tanto cualitativa como cuantitativamente. El ápeiron es «inmortal e
indestructible», «eterno y no envejece» (le atribuye caracteres propios de los
dioses de la mitología griega).
El ápeiron está animado por un movimiento eterno (hilozoísmo) en virtud del cual se separan los
contrarios. La destrucción de unos seres engendra otros, y este es un proceso necesario, regular e
inevitable en el cosmos. Anaximandro sugiere la posibilidad de innumerables mundos sucesivos,
que aparecen y desaparecen.
Explica la formación del cosmos (cosmogonía) sin recurrir a representaciones míticas. En el
ápeiron se separan –por un proceso de rotación– lo frío y lo caliente. Lo frío- húmedo ocupa el
centro; en torno suyo gira una masa de fuego. El calor hace que se evapore una parte del agua:
surge la tierra seca y se forma una cortina de vapor (el cielo) por cuyos orificios se vislumbra el
fuego exterior (las estrellas).
Anaximandro es, además, el primer teórico de la evolución: según el filósofo, los primeros
animales surgieron del agua.
También es interesante su opinión cosmológica. Sostiene que la tierra es una gran columna
cilíndrica suspendida en el aire en el centro del Universo. No se cae por ningún lado porque, al encontrase
exactamente en el centro, no tendría ningún motivo para elegir una dirección u otra.
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ANAXÍMENES DE MILETO (585-524 a.C)
Concibe el mundo como algo vivo (hilozoísmo): "Lo mismo que nuestra alma, que es aire, nos
sostiene, igualmente el aire envuelve al mundo entero".
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de las almas (orfismo) y el parentesco entre todos los seres vivos. Creían también en un eterno
retorno de los mismos acontecimientos en ciclos cerrados.
Naturaleza y matemáticas: Fueron sobre todo matemáticos, y recurrieron a sus conocimientos
matemáticos para elaborar su teorías sobre la physis. Observaron que muchas propiedades y
comportamientos de los objetos pueden ser formulados matemáticamente, y supusieron
que todos los seres del universo son formulables matemáticamente. Diversas experiencias les
convencieron de que los números son los principios de todas las cosas. Entendieron los
números espacialmente, confundiendo el punto geométrico con la unidad aritmética.
Los seres del universo se acomodan a las previsiones y explicaciones matemáticas porque los
principios de las matemáticas son también los principios de los seres reales. Puesto que la
esencia de las matemáticas son números, afirmaron que los números constituyen la
naturaleza del universo (arché). Se le considera monista pues el arché es el número.
Su cosmología intenta ser una explicación global del cosmos, aunque oscura y enigmática.
Creían que primero existió la Unidad (= lo limitado), rodeada por lo ilimitado. Después, la unidad
se escindió en dos: surge así el número 2 y la línea. Después se generan el 3 y el triángulo (la
figura plana más simple) y el 4 y el tetraedro (el sólido más simple). La suma de 1+2+3+4 da
lugar al número 10 que es el número sagrado (Tetraktis).
Describen el mundo como un cosmos en armonía, anticipando en algunos aspectos las
doctrinas de Copérnico: el cosmos es una esfera en cuyo centro hay un fuego originario.
Todo este conjunto está envuelto por una esfera de fuego. El movimiento de los astros y
estrellas produce una música maravillosa que no oímos por estar acostumbrados a ella desde
el nacimiento. Música y armonía, traducibles en números, son los principios del universo.
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entero salen del fuego y vuelven a él, perecen en fuego, en una especie de conflagración universal,
para luego volver a renacer. Apunta así la idea de «ciclo cósmico» (ya sugerida por
Anaximandro), una versión del mito griego del Eterno Retorno, que reaparecerá en Platón y los estoicos.
Afirmó radicalmente que todo cambia y nada permanece; el universo es un continuo devenir en
el que nada es idéntico consigo mismo porque todo está sometido a continuas
transformaciones. El mundo está en flujo permanente. Esto casi le aboca a una actitud
irracional ante lo real.
La ley que rige el universo es la «lucha de contrarios», pues en sus extremos los contrarios
se funden en una sola cosa. Esto significa que la realidad tiene una estructura contradictoria.
Todas las cosas surgen de la contradicción y la discordia.
Pero la contradicción engendra armonía. La armonía que caracteriza al universo no es una
armonía estática, sino dinámica: un «equilibrio dinámico de tensiones entre contrarios»,
una armonía tensa, como en el arco o la lira (Fr. 51), aunque difícil de comprender para los
hombres. Heráclito anticipó el pensamiento dialéctico que más adelante desarrollarán Hegel
o Nietzsche.
Los cambios –el devenir– no suceden de modo caótico o irracional, sino de acuerdo con
ciertas leyes y principios. Tanto la mente humana como la realidad están regidas por las
mismas leyes (por el mismo logos). El problema es que la mayoría de los hombres parecen
distraídos y sonámbulos.
La filosofía de Heráclito tiene una orientación «trágica», racionalista y aristocrática. El alma
humana es una parte del cosmos; tiene naturaleza ígnea ("fogosa") y está en continua
modificación, por lo que experimenta en sí misma la tragedia del devenir y la contradicción. La
misión del alma (que es fuego) es conocer el logos universal y penetrar en sí misma. El alma se
mantiene viva por el conocimiento y gracias a él conserva su máximo carácter ígneo,
sobrevive a la muerte y se une definitivamente al fuego cósmico.
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fundación a Jenófanes de Colofón, un jonio emigrado a Italia, cuyos discípulos habrían sido
Parménides y otros. Parménides participó en la redacción de las leyes de Elea. Muy probablemente
su iniciación a la filosofía la hizo entre los grupos pitagóricos, cuyo estilo de vida imitaba, según
algunos testimonios. Pero más tarde los abandonó, fundó su propia escuela y desarrolló una filosofía
propia, muy valorada por filósofos posteriores como Platón (que le consideraba «digno de
veneración»)
Su doctrina la expuso en un Poema compuesto en hexámetros,. Se conservan
importantes fragmentos del mismo, aunque su interpretación resulta
enormemente difícil y aleatoria. El contenido se divide en dos partes: (1ª) la vía de
la verdad -en la que Parménides expone su filosofía- y (2ª) la vía de la
opinión, donde expone una cosmología con muchos elementos pitagóricos que
considera engañosa (es la vía del Ser y del No-Ser). También hay una tercera vía
impracticable, la del No-Ser exclusivamente. Solo interesa la primera parte, algo
enigmática:
A pesar de su complicación, Parménides probablemente estaba dando a entender algo relativamente
sencillo: «lo que es» (el Ser) es y puede pensarse. «Lo que no es» (el no-Ser) ni es ni puede pensarse.
Establece la identidad entre Ser-Pensar-Decir. El arché es el Ser.
En la Vía de la verdad Parménides comienza afirmando que sólo el Ser, lo que existe, es y es pensable;
y que el no-Ser ni es, ni es concebible. A partir de este principio evidente, deducirá las
características del Ser. Lo que es –afirma Parménides–:
No tiene origen ni fin. Si tuviera origen, tendría que haberse originado del no ser, lo cual es
imposible. Lo existente no puede surgir de la nada. Además, el ser tampoco puede pasar a no
ser, pues lo existente no puede simplemente desaparecer y convertirse en nada. Así que el ser,
lo existente, no tiene ni principio ni fin.
No puede cambiar. El cambio supone que se deja de ser una cosa y se pasa a ser otra. Sin
embargo, en el cambio es necesario dejar de ser algo (oruga), lo que, como ya se ha dicho, resulta
imposible. Como es imposible dejar de ser, el cambio es, por tanto, una ilusión.
No puede moverse. Si el ser se moviera, tendría que hacerlo hacia algún lugar en el que no
hubiera nada. Pero la nada o el no ser ni existe ni es pensable; por lo que, en realidad, tampoco
puede haber movimiento.
Es único. El ser o lo existente engloba todo lo que existe. No puede haber otras realidades
diferentes a lo existente, pues, en caso de existir, formarían parte de lo existente; y, en otro caso,
no existirían.
Es limitado y perfecto. En consonancia con los pitagóricos, Parménides considera que lo
que es, lo existente, es limitado, porque es perfecto.
Es una esfera homogénea y maciza. Si no fuera homogénea, se distinguirían partes, lo que
rompería la unidad del ser. Si no fuera maciza, también se distinguirían partes y algunas de
estas partes estarían parcialmente vacías. Además, el ser es esférico, porque la esfera es la
figura más perfecta y garantiza la homogeneidad.
Parménides se separa de los filósofos precedentes, que hablaban de los seres y buscaban un arché
de carácter concreto e incluso empírico. Él habla del Ser. Pero no debemos olvidar que ese Ser del
que está hablando es la realidad, el mundo, que concibe como algo corpóreo. El mundo es algo
limitado, compacto, no engendrado e imperecedero. Eso sí, de ese mundo han sido excluidos el
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cambio y el movimiento.
El razonamiento que expone Parménides en la Vía de la verdad supone que los sentidos nos
engañan, pues nos hacen creer en la existencia de una pluralidad de seres en constante cambio y
movimiento. Nuestros sentidos, por tanto, no son válidos para conocer la verdadera realidad; la única vía a
través de la cual se puede llegar a conocer la verdadera realidad es la razón.
Lo que hay o existe ha de ser una realidad única, individual. Tiene que ser «uno» porque si hubiera
otra cosa distinta sería el no-Ser. Inmóvil, porque de moverse se encaminaría hacia el no-Ser. E
indivisible, porque entre sus partes existiría el vacío (el no-Ser).
Parece que a Parménides solo le interesan dos conceptos contrapuestos, el Ser y el no-Ser.
Tres pudieron ser los objetivos de Parménides al centrar su investigación en tales conceptos:
1º. Demoler la filosofía de sus predecesores, especialmente de los pitagóricos, mediante la
negación del vacío y de la pluralidad. El cambio y el movimiento serían algo ilusorio.
2º. Parménides entiende por «Ser» la realidad, el mundo, y lo concibe como algo
corpóreo (no distinguía entre objetos materiales e inmateriales). El mundo sería como una
esfera compacta, redonda, inmóvil y eterna.
3º. Por primera vez, plantea el problema filosófico del conocimiento: la dificultad para
distinguir entre verdad y apariencia u opinión. La razón -el pensamiento- sería la vía más
fiable para obtener conocimiento, mientras que la opinión sería un conocimiento basado en
apariencias engañosas.
De esta manera, Parménides, al introducir la distinción entre verdad y apariencia (u opinión) y
otorgar la primacía a la razón por encima de las apariencias sensibles, está planteando el problema
del conocimiento, como un nuevo problema que heredará la filosofía posterior.
CONSECUENCIAS
- Si de la unidad no puede surgir la pluralidad y estamos obligados a aceptar la existencia de una única
realidad, el movimiento y la pluralidad son algo incomprensible e inaceptable para la razón humana,
de modo que habrá que explicar esa pluralidad desde el principio.
- Su insistencia en lo permanente le lleva a eliminar o rechazar el movimiento o cambio de
apariencia en las cosas. Así habrá que explicar ahora cómo se produce el movimiento.
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- Esto significa quitar valor al conocimiento sensible, sobrevalorando la razón abstracta. De modo
que habrá que explicar cómo se produce el conocimiento.
Esta será la labor de los pluralistas, aunque previamente sus pupilos Zenón y Meliso realizaron algunas
modificaciones:
ZENÓN DE ELEA (490-420 a.C.) será uno de los discípulos más célebres de Parménides, sobre
todo por sus famosas paradojas relacionadas con el movimiento y la pluralidad (p.ej.: si
Aquiles se moviera, nunca podría alcanzar a una tortuga).
MELISO DE SAMOS, filósofo y guerrero –derrotó a los atenienses en el 440 a.C.– siguió
defendiendo la filosofía de Parménides frente a la escuela pitagórica y a Anaxágoras, aunque
modificando algunas de sus tesis: el ser sería infinito (Parménides lo consideraba finito), porque
de ser finito estaría limitado en sus bordes por algo distinto, por el no-Ser o el vacío. Y debería
ser incorpóreo, porque de lo contrario sería divisible en partes.
Los pensadores inmediatamente posteriores a Parménides vieron las consecuencias absurdas a las
que podía llevar una interpretación monista de la naturaleza. Por eso surgieron filosofías pluralistas
(Empédocles, Anaxágoras y Demócrito).
Los Pluralistas
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• Considera al ser humano un «microcosmos» o mundo en miniatura -puesto que contiene los cuatro
elementos- y explica los procesos de conocimiento por simpatía: "lo semejante conoce a lo
semejante", «comprendemos el amor por el amor y el odio por el odio». En el poema Purificaciones
intenta revelar el destino eterno del ser humano: habla de la preexistencia del alma, de su situación en
el cuerpo, de la transmigración a otros cuerpos y del camino de salvación mediante la purificación (ideas
que veremos en Platón).
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pero en cada objeto están presentes partículas de todos los demás. P.j en el plomo predominan las
partículas de plomo, pero están presentes también las de todos los demás objetos del universo, aunque
sea en cantidades mínimas.
• El universo se originó mediante un remolino o torbellino que proporcionó el movimiento inicial y
las primeras fuerzas de carácter mecánico. Su sistema, por tanto, se sitúa entre una concepción
finalista y otra mecanicista.
• Postuló un «principio de movimiento» que diera el impulso inicial: le llamó «Nous»
(Entendimiento, Inteligencia, Espíritu). El Nous es algo separado, distinto, de la masa de
semillas; nada lo limita y es completamente autónomo; lo conoce todo y tiene el máximo poder.
Es la cosa más sutil y pura de todas.
• Fue el primero en exponer la idea de dios como principio rector del universo. Aportó elementos
para una concepción del universo como resultado de una inteligencia que actúa conforme a fines, y
por eso el resultado de todos los procesos naturales es siempre la obtención de la máxima
perfección, belleza y armonía. A Platón y Aristóteles les entusiasmó mucho la idea de una «Inteligencia
universal», pero les decepcionó el que Anaxágoras limitara su actividad a poner en marcha la vida.
• La constitución misma de las cosas introduce un límite en nuestro conocimiento, pues no podemos
percibir la multiplicidad de las semillas que constituyen cada cosa. Por ello dice Anaxágoras que “la
debilidad de nuestros sentidos nos impide alcanzar la verdad”, pero añade que “lo que aparece es
una visión de lo invisible”, las semillas que constituyen la verdad de la cosa.
DEMÓCRITO DE ABDERA (aprox. 460-370 a.C.)
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una sola y única cosa.
• El vacío no es real si solo consideramos real la materia que palpamos. Pero es algo real en
cuanto que efectivamente existe o está presente entre dos sustancias distintas. El vacío tiene una
importancia decisiva: hace posible la pluralidad y también el movimiento. Sin vacío, las partículas
quedaban aprisionadas en la masa compacta de Anaxágoras. Pero gracias al vacío, los átomos
pueden moverse libremente por él.
• Los choques entre los átomos son fortuitos, regidos por el azar. No obedecen a ninguna ordenación
inteligente ni se orientan hacia un fin determinado. Materia, vacío y movimiento son los únicos elementos
del cosmos atomista, una doctrina típicamente mecanicista.
• El movimiento no se inició en ningún momento concreto, porque los átomos siempre se han
movido eternamente en el vacío. Se quita así, de un plumazo, el problema del origen.
• Toda forma de conocimiento se reduce al tacto o contacto. De los objetos emanan átomos (eidola,
eídola) que viajan por el vacío y, al chocar con los órganos de nuestros sentidos, producen el
conocimiento. Toda la sensibilidad se reduce, pues, al tacto. Pero esto no significa que captemos las
cosas tal como realmente son, pues cada uno capta de manera peculiar las cualidades de las cosas
que nos transmiten los átomos. El conocimiento sensible es limitado, no suministra un criterio de verdad,
varía dependiendo de los hombres y las circunstancias. El conocimiento racional empieza allí donde
termina el sensible, permite aprehender más allá de las apariencias el ser del mundo: el vacío, los
átomos y su movimiento. El pensamiento surge por una concentración de átomos anímicos en
alguna parte del cuerpo, dotados de movimiento espontáneo. El alma son también un conjunto de
átomos cuyas fuerzas mueven al cuerpo.
VOCABULARIO
1 AFORISMO: forma de expresar el pensamiento mediante frases o fragmentos cortos de índole metafórica.
Se atribuye la utilización, por primera vez, de este recurso expresivo a Heráclito, ya que los fragmentos que se
han conservado de su obra muestran esas características. Nietzsche (s. XIX) volverá a reivindicar el aforismo
como la forma más sugerente de expresar el pensamiento y, por ello, lo usará frecuentemente en sus obras.
2 ALETHEIA: término usado por Parménides a través del cual se hace referencia a la verdad que se obtiene
“desvelando” o descubriendo la esencia de las cosas más allá de las apariencias que de ellas mismas nos muestran
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los sentidos.
3 APEIRON: según Anaximandro, es el elemento material, de naturaleza indeterminada, que está en el origen
de todas las cosas.
4 ARCHÉ: para todos los filósofos presocráticos, este término viene a designar al principio material que explica
el origen de las cosas y que, estando en todas, permite a la vez la pluralidad y el cambio de las mismas.
5 ÁTOMO: término de origen griego, procedente de a-toma, que significa “in-divisible”. Fue introducido por
Leucipo y por su discípulo Demócrito para designar a las partículas últimas e indivisibles que, según ellos,
constituyen los principios materiales de todas las cosas. Además de indivisibles, tales átomos son eternos,
inmutables y simples. Al unirse y separarse unos de otros, dan origen a las cosas y a sus cambios. Los átomos,
además, tienen formas variadas, que son las responsables de las diferencias cualitativas que observamos en las
cosas.
6 CAOS: tanto para el pensamiento mítico como para el filosófico, este término designa la falta de orden o
estructura en el universo así como el momento inicial en el que la materia está desorganizada por completo.
7 COSMOGONÍA: reflexión filosófica sobre el origen del Universo y el conjunto de procesos que han dado lugar
a su orden y estructura actuales. Con este tipo de explicación surge, propiamente hablando, la filosofía como
una alternativa racional al mito, ya que también éste abordaba este problema, aunque lo hacía desde una
perspectiva imaginativa y fantástica.
8 COSMOLOGÍA: reflexión filosófica sobre el orden y la estructura del Universo. Constituyó, además, una
especialidad o rama dentro del campo de la Filosofía.
9 COSMOS: término que designa al mundo, al universo, en tanto que éste presenta un orden y una estructura
definidos. Este orden se expresa en las leyes naturales que el logos, la razón, puede captar y conocer.
10 DEVENIR: término equivalente a cambio o dinamismo propio de cada ser físico y a la naturaleza en su conjunto.
En la filosofía de Heráclito juega un papel fundamental por ser el rasgo más importante de la realidad y estar
constituido por la oposición de elementos contrarios.
11 DIALÉCTICA: en el pensamiento de Heráclito constituye la estructura contradictoria de la realidad, que
explica el dinamismo cósmico como el fruto armónico de la lucha y oposición entre los diversos componentes de la
realidad (los elementos contrarios). Posteriormente este término pasará a ser utilizado con otro sentido en Platón y
Hegel.
12 DÓXA (opinión): forma de conocimiento de las realidades particulares y cambiantes que se realiza a través
de los sentidos y que, como tal, no constituye un conocimiento seguro y auténtico de la realidad, sino una forma
de saber basada en lo aparente. En Parménides es identificada con el error, con el camino o la vía que siguen
la mayoría de los seres humanos. Tal valoración será también asumida por Platón.
13 DUALISMO: doctrina que explica el origen de la naturaleza o la estructura del ser humano como el resultado de
una dualidad de elementos o principios. Entre los presocráticos, tal doctrina se desarrolla, fundamentalmente, en los
pitagóricos y, a través de ellos, será retomada por Platón.
14 EPISTEME (ciencia): forma de conocimiento basada exclusivamente en el uso del logos o razón y, como
tal, más fiable y segura que la basada en el testimonio de los sentidos (dóxa). Aparece por primera vez en el
planteamiento filosófico de Parménides identificada con el camino o la vía de la verdad. Posteriormente, Platón
también asumirá esta manera de concebir el conocimiento.
15 ESENCIA: para todo el pensamiento griego, la esencia viene a coincidir con la auténtica naturaleza de las
cosas, aquello que hace precisamente que las cosas sean lo que son, más allá de sus cambios o transformaciones
aparentes.
16 GNOSEOLOGÍA (o epistemología, teoría del conocimiento): reflexión filosófica que se interroga por el objeto, los
modos del conocimiento, así como por las posibilidades y limitaciones del ser humano para alcanzar la verdad.
Entre los presocráticos tal problema ya se presenta, fundamentalmente, en Heráclito, Parménides y los
atomistas. En general, el problema se planteará al hilo de la oposición entre los sentidos y la razón como
medios diferentes para descubrir la verdad. Este problema será uno de los más importantes en toda la historia de la
filosofía posterior.
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17 HILOZOISMO: teoría cosmológica que se atribuye a Tales según la cual todo está animado, hasta los
seres aparentemente inertes.
18 HOMEOMERÍAS: en el planteamiento de Anaxágoras, y aunque tal término se deba a Aristóteles, designa a las
diversas partículas materiales, cualitativamente distintas, que están en el origen de la naturaleza. Todas ellas están
presentes, en mayor o menor grado, en todos los seres físicos.
19 INMANENTE (de inmanencia ): término que se refiere a lo que está presente en el cosmos, es decir, a todo
lo que tiene existencia físico-material y que está sujeto a las coordenadas espacio-temporales en que todos los seres
físicos nos desenvolvemos. Se suele oponer a su término contrario: lo trascendente.
20 LOGOS: término polisémico que se puede traducir por “razón”, “palabra”, “ley” o “discurso”. Como
concepto opuesto al de “mito”, significa aquélla interrogación y explicación de los problemas cosmológicos y
humanos, relacionados con el origen, que se hace con la razón y la lógica, identificándose por tanto con la
filosofía. Como término aplicado al universo, el Logos, por ejemplo en Heráclito, es la Razón Universal que
justifica el orden, la regularidad y la armonía que apreciamos en todas las cosas, incluyendo al ser humano.
21 MATERIALISMO: explicación de la realidad en la que solo se recurre a principios o elementos de tipo material,
incluyendo también en esa explicación a la naturaleza del ser humano. Está presente de modo latente en toda
la filosofía presocrática, pero son los atomistas los primeros que la desarrollaron de modo explícito.
Posteriormente, será una explicación que se repita en varios autores de la historia de la filosofía (por ejemplo,
en Karl Marx) y se opondrá a las explicaciones de tipo idealista, es decir, a las que incluyan también principios o
elementos de tipo no material o espiritual.
22 MECANICISMO: doctrina cosmológica que explica los cambios en la naturaleza y, por tanto, el orden
cosmológico como el resultado azaroso del movimiento y choque de partículas materiales. Fue defendida por
los atomistas.
23 METAFÍSICA: término acuñado por Aristóteles que hace alusión a la reflexión filosófica sobre los
principios últimos de la realidad y a su fundamento racional. En general, todo el pensamiento presocrático se
desarrolla con tales objetivos.
24 MITO: narración fantástica de las gestas que, en un pasado atemporal, llevaron a cabo dioses y héroes. Con
ella se pretende explicar un interrogante cosmológico o humano, a menudo relacionado con el origen del
cosmos y de sus características. En la cultura griega alcanzó su máximo esplendor y complejidad con las
aportaciones hechas por Homero y Hesíodo al conjunto de relatos tradicionales que se transmitían de forma
oral. A su modo, también supone una respuesta a la pregunta por el fundamento del orden presente en el
cosmos.
25 MONISMO: doctrina presocrática que explica el origen de todos los seres físicos a partir de un solo
principio o elemento, el cual es material y eterno.
26 NOUS: Para Anaxágoras, es la “inteligencia”, mecánica y material, que actúa como motor impulsor de las
homeomerías y causante, por tanto, de sus combinaciones y mezclas, que han dado, a su vez, origen a todos
los seres físicos. Por ello, es la inteligencia que rige el cosmos y de la que el hombre también participa.
27 ONTOLOGÍA: reflexión filosófica en torno al Ser, es decir, en torno a la realidad desde un punto de vista
abstracto y lógico. Aparece por primera vez en Parménides como fruto de su análisis y estudio de las
propiedades del Ser. Con el tiempo se convirtió en una disciplina filosófica encuadrada dentro de la
Metafísica.
28 ORFISMO: doctrina mística y religiosa que se debe al culto a Orfeo (compañero y adorador de un dios que
los griegos identificaron con Apolo). La tradición órfica de los siglos V y IV a.C. enseñaba tres cosas: el cuerpo
es una prisión del alma, recomendaba una dieta vegetariana y creía que las impurezas pueden borrarse mediante
ritos de liberación. Tuvo bastante influencia en el pitagorismo, al entrar en contacto esta corriente con los
círculos órficos asentados en Italia. A su vez, influirá posteriormente en Platón, el cual bebió de estas fuentes
para elaborar su concepción de la realidad y del ser humano.
29 PHYSIS (o naturaleza): concepto fundamental de la filosofía presocrática por el que se entiende el fondo del que
todo surge y a lo que todo vuelve; además, los presocráticos pensaron que la naturaleza es dinámica y que, por
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tanto, es la causante de los cambios que experimentan todos los seres naturales. Por ello, este término tiene
dos sentidos básicos:
29.a la totalidad de los seres físicos, considerados de forma unitaria y global.
29.b lo que determina el modo propio y específico de ser de cada cosa, equivaliendo por tanto a su
esencia.
30 PLURALISMO: doctrina presocrática que explica el origen de la naturaleza a partir de una pluralidad de
principios o elementos, todos ellos materiales y eternos.
31 RAÍCES: Empédocles habla de cuatro raíces que constituyen los principios materiales de todas las cosas. Éstas
serían el agua, el aire, la tierra y el fuego. Posteriormente, estos principios últimos de la realidad serán denominados
“elementos”.
32 TELEOLOGISMO: doctrina cosmológica que considera que los cambios en la naturaleza y, por tanto, el
orden cósmico es el resultado de una finalidad inmanente o trascendente a la propia naturaleza.
33 TRANSMIGRACIÓN (o metempsicosis, reencarnación): idea religiosa de origen órfico que mantuvieron
los pitagóricos. Según tal idea, el alma, al morir el cuerpo, experimenta una serie de reencarnaciones en
diferentes cuerpos (de seres humanos y de animales) hasta encontrar su completa purificación y retornar al mundo
celeste, de donde proceden todas las almas. Lo más importante de esta concepción es que considera al ser humano
como una realidad compuesta por dos elementos totalmente diferentes entre sí (dualismo): el cuerpo, material y
corruptible; y el alma, inmaterial y eterna. Tal concepción fue mantenida también por Platón.
34 VACÍO: Para los pitagóricos, constituye un miembro del par o dualidad originaria (lo lleno-lo vacío) que ha dado
origen a la naturaleza. Para Parménides no existe de ningún modo al ser equivalente al No Ser. Finalmente, para los
atomistas, constituye una de las causas que, junto con los átomos y su eterno movimiento azaroso, explica la
formación de los cuerpos del cosmos.
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