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U.T. 6 Evaluación y seguimiento de acciones de información y asesoramiento
Evaluar es aplicar determinadas técnicas destinadas a verificar si se han conseguido los objetivos
propuestos y se han llevado a cabo adecuadamente todas las fases del proceso para, así, tomar
decisiones encaminadas a establecer los ajustes necesarios en el programa o proyecto en curso o los
posteriores. Es una comparación entre lo que se ha hecho y lo que se quería hacer. No se limita a los
resultados, de acuerdo con los objetivos establecidos, sino que además se pueden evaluar todas las
fases de un proceso.
Para evaluar, en definitiva, hay que realizar un proceso de recogida y análisis de información que
permita conocer la calidad o el valor de una actividad o un proyecto concreto.
1. Evaluación previa. Se lleva a cabo antes de comenzar la ejecución, para obtener información
sobre:
• El tipo de evaluación que se desea: interna, externa, sobre un aspecto, sobre los resultados, de
rentabilidad, eficacia, eficiencia, etc.
• La viabilidad de la evaluación: existencia de información de calidad, recursos necesarios,
colaboración necesaria
• La necesidad y pertinencia de la evaluación.
2. Evaluación intermedia. Se lleva a cabo durante la ejecución, para obtener información sobre la
marcha del proyecto, analizarlo y valorarlo. Se obtiene información sobre:
• La verificación de lo que se ha hecho y de los resultados obtenidos.
• La comparación entre lo que se ha hecho y lo que se quería hacer, utilizando criterios objetivos,
evitando apreciaciones subjetivas.
• La formulación de juicios sobre lo realizado y los factores influyentes en los resultados.
• La utilización de los resultados; para decidir las correcciones, reajustes o modificaciones. con el fin
de mejorar el posteriores y satisfacer las necesidades de los usuarios. Es la fase de toma de
decisiones.
La técnica de las nueve preguntas sirve para llevar a cabo tanto el diseño como la implementación y la
la evaluación de un proyecto.
Técnica de las nueve preguntas
1. Técnicas de evaluación cualitativas. Son técnicas que nos sirven para obtener información de
los aspectos valorativos de un proceso:
• La observación (participativa o no).
• La entrevista.
• La dinámica de grupos en todas sus modalidades.
• Los paneles de personas expertas.
2. Técnicas de evaluación cuantitativas. Son técnicas que sirven para obtener información en
forma de valores numéricos; conllevan el uso más o menos complejo de la estadística:
• El recuento.
• El cuestionario.
• La encuesta.
A) Eficacia
Es la capacidad de lograr el efecto que se desea o se
espera, y se mide a través de indicadores cuantitativos
que dan información sobre los datos cuantificables del
desarrollo de las actividades que se han desarrollado y
del progreso del servicio de información.
Los indicadores están estrechamente relacionados con
los objetivos, de forma que permiten evaluar el
cumplimiento de los mismos.
Los indicadores principales para valorar la eficacia de un servicio de información son los siguientes:
• Número de personas usuarias: género, edad, ocupación, estudios, etc.
• Número de consultas: tipología y área temática, horario, etc.
• Tiempo de espera.
• Tiempo dedicado a cada consulta.
• Control de la estacionalidad de las consultas.
• Publicaciones realizadas
• Soportes informativos externos.
• Número de corresponsales.
• Número de colaboradores.
B) Eficiencia
Es la relación entre los medios aplicados y los resultados
obtenidos. Es la capacidad de lograr el objetivo en
concreto con el mínimo de recursos posibles o en el
menor tiempo posible.
Hay que tener en cuenta que el coste de ciertas
actuaciones solo tiene un valor simbólico y
comparativo, porque se ve equilibrado por la
rentabilidad social del proyecto; pero no hay que olvidar
el concepto de ahorro y rentabilidad de los recursos.
Los indicadores económicos dan información de los gastos de mantenimiento, de los gastos de
actividades, etc. Los indicadores principales para evaluar la eficiencia de un servicio de información
son:
• Coste por usuarios.
• Coste por curso o sesión.
• Coste por día de una exposición.
• Coste por usuario del servicio general.
• Coste por usuario de servicios específicos.
La evaluación participativa (EP) es una metodología evaluadora que se caracteriza porque tanto los
expertos como los miembros de grupos, organizaciones y comunidades trabajan de manera
colaborativa en el diseño y ejecución de la evaluación de los proyectos en los que participan.
Este tipo de evaluación responde a una doble finalidad:
1. De investigación, aportando información sobre la realidad, el funcionamiento y los resultados
de los proyectos.
2. De intervención, orientada a solucionar los problemas de grupos, organizaciones o
comunidades.
Ambos aspectos generan impactos importantes en la formación de las personas que participan en la
evaluación participativa.
Toda evaluación requiere una planificación preliminar, pero a diferencia de otro tipo de evaluaciones,
las cuestiones de diseño de una EP son decididas a través de un proceso participativo, donde las
cuestiones que se van a evaluar y los métodos de recogida y análisis de datos son determinados por
los propios participantes del proceso.
Es más fácil conseguir la participación de los destinatarios en la evaluación cuando estos ya están
participando en todo el proceso de intervención, en la definición de objetivos, en la planificación, etc.,
y mucho más difícil cuando se pretende limitar su participación a la evaluación.
Algunos ejemplos de técnicas participativas son:
• Análisis de acontecimientos críticos.
• Ranking de bienestar.
• Matrices de clasificación o puntuación.
• Diagramas de Venn.
• Diagramas de flujos.
• Diagramas de sistemas.
• Diagramas de redes.
• Monitoreo fotográfico. Ejemplo de diagrama de Venn
A veces, el objetivo del servicio de información será contribuir a la formación de un determinado sector
de jóvenes para que puedan superar ciertas limitaciones a la hora de hacer frente a sus necesidades
como: carencias educativas básicas, habilidades sociales, o formación para la búsqueda activa de
empleo, etc.
También puede tratarse de actividades centradas en la educación en valores, como, por ejemplo:
• Educación para el desarrollo
• Educación medioambiental
• Educación intercultural
• Coeducación
• Educación para la paz y los derechos humanos
Evaluar supone valorar todo el proceso formativo: contenidos, metodología, proceso grupal, funciones
de los participantes, profesorado, grupo, coordinadores y recursos, y para ello se utilizan diferentes
protocolos.
} Evalúan todos los participantes: el propio grupo de formación, el profesorado, las personas
responsables de la coordinación y la propia organización. Y se evalúa del siguiente modo:
Transcripción de las tarjetas: a continuación, se trascriben literalmente todas las aportaciones hechas por
el grupo. Se recogen organizadas por bloques temáticos y se valora el grado de cumplimiento de las
expectativas personales, teniendo en cuenta las iniciales y las que han ido surgiendo a lo largo del curso.
Ejemplo:
Objetivos: El curso ha servido para aprender a trabajar en grupo. Aprender a
relacionarse.
Destinatarios: A todas aquellas personas interesadas en compartir y aprovechar su tiempo libre.
Composición: 1 kg de simpatía, 1 kg 1/2 de paciencia, 500 g de cooperación, 750 g de humor, 1 kg de
amistad, 100 g de constancia y 0,25 g de puntualidad.
Planificación: Por la tarde, una dosis de 4 horas tres días a la semana y los fines de semana, dosis doble.
Efectos secundarios: No recomendado para gente sin ilusión e inquietudes.
Fuente: Cuadernos de formación nº5. Escuela de Animación de Ocio y Tiempo Libre, Madrid.
La memoria es un texto en el que se resumen y detallan las actividades ya realizadas por parte de una
entidad, institución, asociación o un determinado grupo, normalmente a lo largo de un periodo
concreto, que suele ser de un año, y también se denomina memoria-informe.
Para su elaboración habrá que recoger toda la información disponible, que deberá ser muy amplia y
precisa, con fechas concretas y todos los datos referidos tanto a las actuaciones que se han realizado
como a las personas que han intervenido en ellas; después, será necesario ordenar esa información
temáticamente, de manera que las actividades queden organizadas en bloques coherentes y lógicos,
siempre atendiendo al ámbito en el que se elabora la memoria.
Los apartados que han de aparecer en el informe o memoria de las actividades formativas son:
a) Presentación de la entidad, institución u organismo, con sus objetivos como grupo y la relación
de participantes (a veces esta información está al final). b) Relación de las actividades
realizadas, muchas veces con la finalidad de justificar la necesidad de mantener vigente el
proyecto de la entidad o grupo.
b) Relación y valoración de los resultados concretos, si los hay.
c) Breves conclusiones y exposición de las líneas futuras de trabajo.
Entender la evaluación como un elemento de mejora implica tomar conciencia de que siempre es
posible detectar carencias en una acción formativa y que se debe actuar en consecuencia.
Si no fuese posible plasmar esta mejora en la actividad que se realiza, estos resultados deben permitir
que se implante en futuras actividades.
El resultado de la evaluación ha de ser una toma de decisiones que garantiza la calidad de la actividad
formativa independientemente de las consecuencias que puede tener la propia evaluación; por
ejemplo, si de determinado tipo de evaluación depende la obtención de un título.
La evaluación no sería creíble si no se determina claramente quién merece un título y quién no.
Los resultados de la evaluación deben permitir procesos de mejora, en el presente y en el futuro
La calidad es un concepto fundamental en los SIJ. No solo hay que conseguir los objetivos planteados
(eficacia), rentabilizando los recursos disponibles (eficiencia), sino que tenemos que conseguirlo
aplicando unos criterios de calidad acordes con las demandas del público.
Los indicadores cualitativos son los que dan información sobre la calidad de los servicios que se prestan
y, por tanto, son los que ayudan a mejorar y evaluar. Se trata de dar respuesta a cuestiones como:
Tomando como indicador de calidad el grado de satisfacción del usuario con el servicio, es decir, el
resultado de la comparación entre sus expectativas y la percepción del servicio recibido, estos serían,
de manera general, los indicadores que debe incluir la evaluación de los SIJ para medir la calidad del
servicio:
La información juvenil forma parte de los servicios a las personas en la administración pública, ámbito
que ha incorporado formas de gestión que solían asociarse al ámbito privado.
Es importante resaltar que un servicio de información es de calidad cuando el conjunto de
características que posee hace que sea satisfactorio para sus demandantes.
La percepción del servicio no se puede medir teniendo únicamente en cuenta el resultado final, sino
que debe considerarse todo el proceso de recepción del mismo: instalaciones, trato, profesionalidad,
accesibilidad, etc. Así mismo, implica que, de forma permanente, comuniquemos a los usuarios los
resultados de nuestra gestión, y supone profundizar en los sistemas de comunicación, relación y
participación ciudadana.
Para esta evaluación se han utilizado algunas herramientas en algunos servicios como son el modelo
ISO 9001, las cartas de servicios o los planes de mejora.
En primer lugar, hay que dar respuesta a estas dos preguntas: ¿qué es la normalización? y ¿qué es una
norma?
} Se entiende por normalización la actividad que pretende establecer un proceso por el cual
se unifican criterios respecto a determinadas materias y se posibilita la utilización de un
lenguaje común en un campo de actividad concreto.
} Una norma es un documento técnico de aplicación voluntaria, fruto del consenso, basado
en la experiencia y el desarrollo tecnológico, y aprobado por un organismo de normalización
reconocido. Las normas indican cómo debe ser un producto o servicio para que sea seguro
y responda a Io que el consumidor espera de él.
La certificación se está convirtiendo en una exigencia cada vez más extendida que las organizaciones
tienden a asumir, ya que el requisito de estar certificado supone una clara garantía para las entidades,
así como para sus proveedores y destinatarios.
La norma ISO 9001 establece los requisitos que debe cumplir un sistema
de gestión de la calidad y, por tanto, es la que se utiliza para la certificación
de dichos sistemas.
Es una norma aplicable para cualquier tipo y tamaño de organización.
En ella se especifican los requisitos necesarios para toda organización que
desee demostrar su capacidad para proporcionar productos bajo esta
norma certificable, que además cumplan los requisitos de sus clientes y
reglamentos que le sean de aplicación.
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Son documentos que recogen un compromiso por escrito entre la administración pública y los
ciudadanos con el objetivo de reducir al mínimo la diferencia entre las expectativas que tienen estos
últimos y la satisfacción que reciben. Se actualizan periódicamente, tal y como recoge el artículo 10.4
del Real Decreto 951/2005: "las Cartas de Servicios se actualizarán periódicamente en función de las
circunstancias y, en cualquier caso, al menos cada 3 años".
Una definición de grupo podría ser: "conjunto de personas debidamente formadas, que trabajan
organizadamente para alcanzar un objetivo fijado y aceptado por todos sus miembros".
En este ámbito, un grupo de mejora (GM) estaría formado por grupos de trabajo que inciden en una
evaluación del servicio de información juvenil.
A continuación, se detallan las características que debe tener un grupo para estar organizado:
1. Es necesaria la cooperación entre personas, un individuo no puede hacer todo por sí mismo.
2. Se requiere una coordinación entre individuos para conseguir un fin; la cooperación no puede
ser un proceso espontáneo o informal.
3. Esta coordinación va a requerir de unos comportamientos que ya no van a poder ser ni
caprichosos ni impulsivos, sino que han de estar influidos por unas adaptaciones mutuas entre
los individuos para resolver las distintas situaciones que se vayan presentando.
4. Las necesidades de adaptación van a requerir de una supervisión directa del trabajo —alguien
dirá qué hacer y cómo hacerlo— con vistas a la garantía de que la labor va a ser realizada
correctamente.
5. La supervisión de las tareas establece en la organización una normalización de las actividades
dentro de ella.
ACTIVIDADES PROPUESTAS
1. ¿Qué diferencia hay entre evaluación final y evaluación posterior?
2. Explica la diferencia entre eficacia y eficiencia.
3. En los siguientes casos, señala si los indicadores evalúan la eficacia o la eficiencia:
• Número de personas usuarias.
• Coste por un día de una excursión.
• Número de consultas.
• Tiempo de espera.
• Coste por usuarios.
4. Localiza en las páginas web que corresponda los siguientes documentos: memoria INJUVE y
memoria CIPAJ. Léelos y elabora un cuadro con sus similitudes y diferencias en relación con el
contenido y al formato.
5. Localiza en Internet los servicios de información juvenil que poseen el certificado de calidad de
AENOR, en sus servicios o en su web.
6. Explica la relación que existe entre normalización, normas ISO, normas UNE, normas EN y AENOR.
7. Localiza estas tres cartas de servicios y explica las diferencias entre los compromisos de calidad de
cada una de ellas.
8. Localiza en la página del INJUVE la pestaña del CEULAJ y responde a estas preguntas:
• ¿Qué es el CEULAJ?
• ¿Dónde está ubicado?
• ¿Qué gestiones hay que hacer para reservarlo?
• Información sobre precios y descuentos.
9. Elaboración de un manual de buenas prácticas para las oficinas de información juvenil
Desarrollo:
• En grupos de cuatro personas, leed el documento 7.3 Manual de buenas prácticas para las
oficinas de información juvenil.
• Seleccionad los ítems que os parezcan más interesantes y, a continuación, seleccionad los ítems
que, a vuestro juicio, estén redactados de forma operativa y que os parezca que son
imprescindibles.
• Por último, plasmad estos ítems imprescindibles en un nuevo documento, al que denominaréis
nuevo manual.