Está en la página 1de 8

TEORÍAS Y CONCEPTOS SOBRE LA ATENCIÓN

La atención es un complejo sistema neuronal que controla la actividad mental de un organismo.


destacando la importancia de la atención para realizar actividades de manera voluntaria y consciente.
Los modelos estructurales de atención y la ubicación del filtro atencional. Se realizaron varias
investigaciones que buscabaron determinar las limitaciones del sistema de procesamiento cuando se
enfrenta a múltiples estímulos y cómo se selecciona la información relevante. Durante la Segunda
Guerra Mundial se realizo un experimento con controladores aéreos para estudiar la capacidad de
atención en situaciones de sobrecarga sensorial y cognitiva.
1953 Cherry realizo un estudio, donde se presentaban mensajes verbales diferentes en cada oído y
se pedía a los sujetos que repitieran en voz alta uno de ellos mientras ignoraban el otro. Los
resultados mostraron que los sujetos extraían poca información del mensaje no atendido, lo que
apoyaba la idea de limitaciones de capacidad en el procesamiento central.
Finalmente, estos resultados llevaron a Broadbent en 1958 a desarrollar el primer modelo de filtro
atencional. Durante la década de los sesenta, la investigación se enfocó en determinar en qué etapa
o estructura de procesamiento se ubicaba el filtro selectivo de atención.

El modelo de filtro atencional rígido: selección temprana


El modelo de filtro atencional rígido propuesto por Broadbent en 1958 plantea que toda la
estimulación presentada en una escena se analiza en paralelo en función de sus características
físicas y se almacena en un almacén sensorial a corto plazo.
Debido a las limitaciones de capacidad del procesador central, se filtra la información seleccionada
para evitar la sobrecarga del sistema perceptivo. Una vez que la información pasa al sistema
perceptivo, pueden ocurrir dos cosas: puede pasar a la memoria a largo plazo o, si se necesita una
respuesta a esa información, pasa al sistema de regulación de respuesta y luego a los sistemas
efectores de respuesta.

Modelos de selección atenuada


Los modelos de selección atenuada son una crítica al modelo inicial de filtro atencional propuesto por
Broadbent. Dentro de los estudios que cuestionaron los supuestos básicos del modelo de Broadbent
esta el llevado a cabo Moray (1959) en donde observó que cuando el nombre propio del sujeto
experimental aparecía en el mensaje no atendido, el sujeto era capaz de percibirlo de manera
espontánea. Treisman (1960) encontró que la facilidad de seleccionar el mensaje relevante dependía
de su similitud semántica con el mensaje ignorado. Se descubrió que en ciertas ocasiones el mensaje
no atendido recibía un procesamiento semántico y se plantearon nuevos modelos de filtro que
postulaban que la atención atenuaba, pero no impedía, el procesamiento de la información ignorada.
Treisman (1960) propuso que la información relevante pasaba a través del filtro al canal de capacidad
limitada, pero con menor intensidad que la información relevante atendida, para evitar sobrecargar el
mecanismo central de procesamiento. Los factores que determinaban la flexibilidad del filtro eran la
relación de significado entre la información atendida e ignorada y el menor umbral de activación para
representaciones o unidades lingüísticas significativas para el sujeto, como su propio nombre.
Modelos de selección tardía
Estos modelos cuestionan la localización temprana del filtro y proponen que el filtro se encuentra en
etapas posteriores al reconocimiento o procesamiento categorial de la información.
Un ejemplo de modelo de selección tardía es el propuesto por Deutsch y Deutsch en1963, donde el
filtro atencional evalúa las características de los estímulos una vez que han sido procesados en
niveles superiores, como el nivel semántico. El filtro selecciona el estímulo más relevante y esa
información pasa a la memoria activa. Esto implica que la información ignorada es procesada
semánticamente, independientemente de la atención selectiva.
Ante la dicotomía entre los modelos de selección temprana y tardía, algunos autores propusieron
modelos de selección múltiple, como el modelo de Johnston y Heinz propuesto en 1978. Estos
modelos postulan que el sistema cognitivo puede seleccionar estímulos basándose en características
físicas o semánticas en diferentes fases del procesamiento, dependiendo de las demandas de la
tarea.
Los modelos de selección tardía y múltiple intentan resolver la controversia sobre la ubicación del
filtro atencional, pero destacan la importancia de postular un sistema de control para lograr una
selección eficaz. Esta idea de control fue clave en el desarrollo de modelos posteriores de control
atencional.

Los modelos de recursos limitados


Estos modelos sostienen que la atención está relacionada con la disponibilidad de recursos de
procesamiento en lugar de estar asociada a una estructura cognitiva específica. Uno de los modelos
más influyentes es el propuesto por Daniel Kahneman, que postula que la atención requiere un
esfuerzo mental limitado y que la cantidad de energía disponible en un momento dado determina el
funcionamiento de los procesos cognitivos. Otro modelo importante es el de Norman y Bobrow, que
distingue entre tareas limitadas por los recursos y tareas limitadas por los datos, y utiliza curvas para
representar la interferencia entre tareas. Sin embargo, algunos resultados empíricos cuestionaron la
idea de una única fuente de recursos generales e inespecíficos, lo que llevó al desarrollo de modelos
de recursos múltiples que postulan diferentes fuentes de recursos para las distintas tareas. Estos
modelos solucionaron algunas críticas al modelo de Kahneman, pero también llevaron a la
desaparición del concepto de atención como un recurso energético. Se argumento que la necesidad
de postular múltiples recursos atencionales y la implicación de diferentes estructuras para cada tipo
de atención socavan el valor del concepto de atención.

Las teorías duales de la atención


Las teorías duales de la atención, explican cómo la práctica y la automatización de tareas afectan la
forma en que se procesa la información. Según estas teorías, existen dos formas de procesamiento:
automático y controlado. El procesamiento automático ocurre sin intencionalidad ni conciencia, no
interfiere con otros procesos mentales y se vuelve más eficiente con la práctica. Por otro lado, el
procesamiento controlado es consciente, intencional y puede interferir con otras tareas cognitivas.
La práctica consistente en una tarea conduce a la automatización y reducción de la carga cognitiva
necesaria para realizarla, mientras que los procesos controlados están limitados por las demandas de
procesamiento.
Sin embargo, los criterios utilizados para definir y distinguir entre los procesos automáticos y
controlados han resultado difíciles de establecer de manera universal. Se ha encontrado que muchas
tareas involucran una combinación compleja de procesos automáticos y controlados, y que incluso los
procesos automáticos pueden ser controlados en circunstancias especificas.

La atención como un sistema de control


La atención es un mecanismo cognitivo que controla y dirige la actividad consciente del individuo
hacia un objetivo determinado. Se distingue entre la problemática atencional, que se refiere a los
efectos observables de la atención, y la teoría de la atención, que busca explicar el funcionamiento de
este mecanismo. Varios teóricos consideran que la atención es independiente de otros sistemas de
procesamiento mental y funciona como un mecanismo central de capacidad limitada.
Su función es activar o inhibir los procesos cognitivos y comportamentales, influir en los sistemas
sensoriales, cognitivos y motores, y organizar la actividad consciente hacia estímulos específicos,
eventos sensoriales o contenidos de memoria. La atención se conceptualiza como un mecanismo
modular pero coordinado, con distintos módulos que trabajan juntos. La neurociencia cognitiva ha
revelado la existencia de un complejo sistema neural que se activa cuando se requiere la atención,
compuesto por redes de áreas cerebrales interconectadas.

El estudio del sistema atencional desde una aproximación neurocognitiva


El estudio de la atención desde una aproximación neurocognitiva ha contribuido a establecer la
concepción modular del sistema atencional. Esta aproximación combina la psicología cognitiva para
el estudio empírico de las formas de atención, la imaginería cerebral para registrar la actividad
cerebral durante tareas cognitivas, los estudios neuropsicológicos de pacientes con lesiones
cerebrales y los registros unicelulares en primates no humanos.

La teoría atencional de Posner


La teoría atencional de Posner, sostiene que el sistema de control atencional está compuesto por tres
redes o sistemas: la red atencional posterior, la red atencional anterior y la red de alerta o vigilancia.
Estas redes trabajan en conjunto en la mayoría de las actividades cotidianas, pero se pueden
identificar sus componentes y funciones principales mediante datos experimentales y
neuroanatómicos.
La red atencional posterior se encarga de orientar la atención hacia el espacio externo, captar
información relevante, controlar el procesamiento perceptivo y seleccionar información. La red
atencional anterior está involucrado en el control de nuestras acciones, la consecución de metas, la
ejecución de planes preestablecidos y la respuesta a situaciones novedosas. Por último, la red de
vigilancia o alerta es responsable de mantener un estado de alerta adecuado para llevar a cabo una
tarea de manera apropiada en cada momento.
FUNCIONES DE LA ATENCIÓN
La orientación atencional
La atención nos ayuda a seleccionar la información relevante y se puede dirigir hacia un lugar
específico en el espacio donde es más probable que aparezca dicha información. Se utiliza la
metáfora de un foco de linterna para describir cómo la atención se mueve y se enfoca en diferentes
objetos.
La teoría de integración de características, sostiene que la atención integra las propiedades
perceptivas de un objeto para formar una representación mental completa. El paradigma de costos y
beneficios utilizado para estudiar las operaciones elementales de la orientación atencional. Esta
investigación demostró que los sujetos son más rápidos en detectar estímulos que aparecen en la
posición señalada (beneficio) y más lentos cuando aparecen en una posición no señalada (costo).
Ademas existen estudios con pacientes con lesiones cerebrales que han ayudado a identificar las
diferentes operaciones implicadas en la orientación atencional. Por ejemplo, se encontró que los
pacientes con síndrome del neglect visual tienen dificultades para desenganchar la atención de una
posición inválida. El colículo superior juega un papel importante en el movimiento de la atención, asi
como, el núcleo pulvinar del tálamo en el enganche atencional, y áreas del lóbulo parietal en el
desenganche atencional.

La red ejecutiva
Si nuestras acciones fueran determinadas únicamente por asociaciones estímulo-respuesta, no
tendríamos la capacidad de elegir qué acción llevar a cabo en una situación determinada. La atención
ejecutiva nos permite tener control endógeno sobre nuestras acciones, coordinándolas y
organizándolas con una finalidad e intención.
El lóbulo frontal es una de las áreas cerebrales más importantes para la función ejecutiva, y estudios
han demostrado que lesiones en esta área pueden afectar la planificación y coordinación de
habilidades. Pacientes con desórdenes mentales también muestran deterioro en el control voluntario
sobre el comportamiento y pueden presentar trastornos de perseverancia y distracción.
Los estudios de imágenes cerebrales han permitido identificar las áreas cerebrales involucradas en la
función ejecutiva, como las áreas frontales mediales y las áreas prefrontales dorsolaterales.
La resolución de conflictos
La tarea Stroop es un ejemplo clásico de conflicto atencional, donde los sujetos deben nombrar el
color de la tinta en la que está impresa una palabra. Se observa que en la condición incongruente,
donde el significado de la palabra y el color de la tinta son diferentes, hay un aumento en el tiempo de
respuesta y en los errores, mientras que en la condición congruente, donde son iguales, hay una
disminución en el tiempo de respuesta y en los errores (efecto de interferencia Stroop).
Los estudios de neuroimagen han identificado la activación de la parte dorsal del córtex cingular
anterior en situaciones de conflicto, tanto en la condición incongruente como en la congruente.
Algunos investigadores postulan que los procesos selectivos atencionales están involucrados en la
resolución del conflicto en ambas condiciones. Además, el córtex cingular anterior también se activa
en otras tareas que requieren resolución de conflictos o control inhibitorio, como la tarea de
generación de usos y la tarea go/no-go.
Se ha propuesto que la función principal del córtex cingular anterior podría ser la regulación del
conflicto en lugar de su resolución directa. Según esta hipótesis, esta área evaluaría las condiciones
en las que es más probable que ocurran errores o conflictos y transmitiría esta información a áreas
prefrontales laterales encargadas de la resolución del conflicto.

Detección y corrección de errores


Las personas tenemos la capacidad de evaluar internamente nuestra propia conducta y detectar
errores incluso sin retroalimentación externa. Esta habilidad es fundamental para realizar una
conducta coherente y exitosa.
La detección de errores proporciona información sobre la calidad de nuestras habilidades cognitivas y
la dificultad de la tarea, contribuyendo así a la actualización de nuestro conocimiento metacognitivo.
Esta conciencia de los errores nos permite tomar decisiones como solicitar ayuda o desarrollar
estrategias para compensar la falta de eficacia.
Los sujetos ajustan la velocidad de ejecución para lograr un nivel adecuado de precisión en la tarea
una vez que se detecta un error. Este cambio en la relación entre velocidad y precisión se considera
una estrategia consciente. Estudios de imágenes cerebrales han revelado la existencia de un sistema
de regulación del error en el lóbulo frontal medial. La activación del córtex cingular anterior se ha
observado en condiciones experimentales que conducen a errores, pero también puede activarse
ante un aumento en la dificultad de la tarea o cuando hay un conflicto entre los elementos de la tarea.
Además, la activación también se produce en los ensayos en los que se ha dado una respuesta
correcta.

Control emocional
La detección de un error no solo brinda información sobre la adecuación de nuestras habilidades
cognitivas, sino que también provoca una reacción emocional. La conciencia de cometer errores
puede generar sentimientos negativos. El valor emocional que asignamos a la retroalimentación
puede provocar un cambio automático en nuestro criterio de respuesta, incluso sin información
cognitiva adicional. Por ejemplo, una señal emocionalmente significativa, como una cara triste, puede
retrasar nuestras respuestas, aunque sepamos que la señal no proporciona información sobre
nuestro desempeño.
El córtex cingular anterior, como parte del sistema límbico, participa en los procesos emocionales y en
el control de las emociones. Se ha observado que la activación del córtex cingular anterior se
correlaciona con la experiencia subjetiva de dolor. Además, se ha encontrado que su activación está
relacionada con la aflicción emocional causada por el dolor, más que con la intensidad del estímulo
sensorial.
Ademas también se activa cuando prestamos atención a nuestras experiencias emocionales. En
estudios de neuroimagen, se ha observado que cuando se les pide a los sujetos que expresen las
emociones que les provoca una escena visual, se produce una activación en el córtex cingular
anterior.
Organización de los procesos ante el cambio de tarea
El paradigma de cambio de tarea, es donde los sujetos realizan diferentes tareas secuencialmente.
Se ha observado que el tiempo de respuesta es mayor cuando se cambia de tarea en comparación
con cuando se repite la misma tarea consecutivamente.
Se plantea que este costo en la respuesta al cambio de tarea puede ser atribuido a la reconfiguración
de los procesos cognitivos necesarios para realizar la nueva tarea. Ademas, se ha encontrado que el
aumento del intervalo temporal entre tareas puede reducir el costo, ya que proporciona más tiempo
para la reconfiguración. Sin embargo, incluso cuando se informa a los sujetos con anticipación sobre
el cambio de tarea, todavía persiste un costo residual en la respuesta.
Se proponen dos posibles explicaciones para este costo residual. Una hipótesis sugiere la existencia
de un componente de preparación endógena, que implica mantener activa la información sobre la
tarea actual y prepararse para el cambio. Se cree que esta preparación endógena se facilita con el
tiempo, lo que ayuda en el cambio de tarea y reduce el costo asociado.
La segunda hipótesis se refiere a un componente de naturaleza exógena, que implica que los
procesos necesarios para la nueva tarea no se ensamblan completamente hasta que un estímulo
externo desencadena su activación.
Los estudios neuroanatómicos respaldan la existencia de estos dos componentes en el cambio de
tarea, con la parte inferior del córtex prefrontal lateral relacionada con la preparación endógena y la
parte superior del córtex prefrontal involucrada en el ajuste exógeno.
Los dos mecanismos cognitivos que contribuyen al costo en el cambio de tarea son la inhibición de la
tarea anterior y la recuperación de información de la memoria a largo plazo relacionada con
estrategias para la nueva tarea. La inhibición de la tarea anterior se ha demostrado
experimentalmente, mientras que la recuperación de la información de la memoria a largo plazo se ha
asociado con mayores costos cuando se requiere una mayor demanda de recuperación episódica en
comparación con la recuperación semántica.

Manipulación del contenido de la memoria a corto plazo


Durante un experimento, se presentaron listas numéricas de diferentes longitudes y se pidió a los
participantes que recordaran los tres últimos números de cada lista sin conocer previamente su
longitud. Los resultados mostraron que los sujetos debían mantener la información almacenada y
manipularla activamente para descartar los dígitos adicionales a medida que avanzaban. Se sugiere
que esta manipulación activa de la memoria a corto plazo requiere la función ejecutiva de la atención.
Otros estudios utilizaron técnicas de neuroimagen para investigar la actividad cerebral durante tareas
de memoria de trabajo. En un de estos estudios, los participantes tenían que recordar la posición y el
orden temporal de una secuencia de puntos en la pantalla. Se encontró que mantener la información
en la memoria activaba una región específica del córtex prefrontal, mientras que la selección basada
en la información temporal activaba otra región del córtex prefrontal, así como el córtex cingular.
En otro estudio, se compararon diferentes tareas de memoria de trabajo que implicaban el
almacenamiento y la manipulación de conjuntos de información de diferentes tamaños. Se encontró
que el córtex dorsolateral prefrontal estaba más activo durante la manipulación de la información en
comparación con el almacenamiento, mientras que el córtex parietal mostraba diferencias en la
actividad relacionadas con la carga de memoria.
Estos hallazgos sugieren la existencia de un circuito fronto-parietal involucrado en el control del
procesamiento de la memoria de trabajo. Las regiones frontales desempeñarían un papel de control,
incluida la manipulación activa de la información, mientras que las regiones parietales estarían más
involucradas en funciones automáticas y de almacenamiento espacial y visual.

LOS PROCESOS AUTOMÁTICOS Y CONTROLADOS EN LA LECTURA Y ESCRITURA


Los procesos automáticos son aquellos que se ejecutan sin interferir en otras actividades cognitivas y
no requieren acceso consciente. Por otro lado, los procesos controlados implican un consumo de
recursos atencionales y requieren esfuerzo cognitivo consciente. Ambos tipos de procesos están
presentes en las habilidades de lectura y escritura, que son habilidades complejas compuestas por
múltiples procesos y requieren adquisición de conocimiento para su desarrollo y dominio. La lectura y
escritura son fundamentales para el avance escolar y el desarrollo cognitivo, social y afectivo de los
niños.

La decodificación y codificación escritas


La decodificación se refiere al reconocimiento y comprensión de las palabras escritas, mientras que la
codificación es el proceso de producción de palabras escritas. Para un adecuado aprendizaje de la
lectura y escritura, es importante que estos procesos se vuelvan automáticos en los lectores expertos,
lo que permite centrar los recursos cognitivos en la comprensión y producción escritas para construir
el significado de un texto.
Se propone el método de lectura repetida como una técnica para lograr la automatización en la
decodificación. Consiste en leer repetidamente un texto corto y fácil hasta alcanzar un nivel adecuado
de fluidez lectora. Sin embargo, se advierte que este método debe utilizarse con precaución, evitando
una lectura mecánica que desvincule la comprensión comunicativa del acto de leer.
Un estudio investigó el efecto del entrenamiento en la decodificación automática en la comprensión
lectora. Aunque el grupo de entrenamiento logró mayor automatización en la decodificación y leyó
más rápido, no se encontraron diferencias significativas en la comprensión de textos en comparación
con el grupo control. Se concluyo que la decodificación automática es necesaria pero no suficiente
para mejorar la comprensión. Un lector experto necesita utilizar estrategias de comprensión además
de una decodificación rápida.

La comprensión lectora y la producción de textos


Leer y escribir no se reduce únicamente a decodificar y codificar palabras, sino que también implica
comprender el mensaje escrito y producir textos coherentes y con sentido. Para lograr esto, se
requiere un dominio completo de las estrategias de comprensión y producción de texto. Estas
estrategias, como el autocontrol de la comprensión en la lectura o la planificación del texto en la
escritura, son consideradas procesos controlados, ya que implican esfuerzo cognitivo y conciencia de
los pasos a seguir por parte del lector o escritor.
En el caso del entrenamiento de estrategias de comprensión lectora, se sugiere una enseñanza
directa, apropiada y explícita de cada una de las estrategias que pueden ayudar al lector a mejorar su
comprensión. Esto puede incluir hacerse preguntas, detectar anomalías, relacionar la información
nueva con la previa y determinar y resumir las ideas principales.

RESUMEN Y CONCLUSIONES
El concepto de atención ha evolucionado desde teorías iniciales que la consideraban como una
estructura de filtrado perceptivo, hasta enfoques más actuales que la definen como un sistema de
control de la actividad mental. Se ha logrado este avance gracias a los estudios cognitivos y el uso de
técnicas de neuroimagen para identificar las áreas cerebrales activadas durante las tareas
atencionales.
El sistema atencional se compone de redes neurales que cumplen diferentes funciones. Las dos
redes más investigadas son la red de orientación (posterior) y la red ejecutiva (anterior). La red de
orientación incluye el lóbulo parietal, el colículo superior y el núcleo pulvinar del tálamo, y está
involucrada en el desenganche, movimiento y enganche de la atención espacial. Por otro lado, la red
ejecutiva controla el procesamiento en situaciones que requieren un control consciente de la acción, y
se ha identificado la participación de áreas frontales mediales y prefrontales dorsolaterales.

También podría gustarte