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El auge de la ecología-mundo capitalista* (I)

Las fronteras mercantiles en el auge y decadencia de la apropiación máxima

Jason W. Moore

Debemos reconocerle al materialismo su entusiasta esfuerzo


por trascender el dualismo que postula dos mundos diferentes
igualmente sustanciales y verdaderos, [y] anular este desga-
rramiento en pedazos de lo que es originalmente Uno.
Hegel, 1971: 34

El presente artículo surge a raíz de solicitarle al autor una introducción a la sección «Feudalis-
mo, capitalismo, socialismo, o teoría y política de las transiciones eco-históricas», de su artículo
traducido al español Nature and the transition from Feudalism to Capitalism.
Jason W. Moore es el coordinador del grupo de investigación sobre ecología-mundo del
Centro Fernand Braudel y Departamento de Sociología de la Universidad de Binghamton (Nueva
York). (www.facebook.com/pages/World-Ecology-Research-Network/174713375900335?fref=ts).
Jason escribe frecuentemente sobre la historia de la ecología-mundo capitalista, recursos
naturales y sobre la agricultura, también sobre la crisis del siglo XXI. Muchos de sus escritos se
pueden encontrar en su página web: www.jasonwmoore.com. También escribe regularmente en
su blog, https://jasonwmoore.wordpress.com/.

* Un agradecimiento especial a Diana C. Gildea, Holly Jean Buck, Farshad Araghi, Henry Bernstein, Carole
Crumley, Phil McMichael, Mike Niblett, Roberto J. Ortiz, Dale Tomich, Richard Walker, y a mis alumnos en
las fronteras de las mercancías y el Grupo de Trabajo Mundial de Ecología de la Universidad de Binghamton.
laberinto nº 38 / 2013

I. Introducción de desarrollo premoderno. Para los materialis-


tas históricos, nuestro método se mueve desde
El surgimiento del capitalismo en el «largo»
las relaciones que envuelven al cambio histórico
siglo XVI (c. 1450-1640) marcó un punto de
hacia las consecuencias (y luego, por supuesto,
inflexión en la historia de la relación de la
en sentido contrario). El punto de inflexión de la
humanidad con el resto de la Naturaleza. A
llamada Revolución Industrial fue un conjunto
pesar de toda la atención prodigada en los años
globalizador de relaciones – relaciones de valor,
recientes al concepto de Antropoceno (Crutzen
como explicaré más adelante – que se formaron
y Stoermer, 2000; Steffen, et al., 2007), las rela-
durante los tres siglos siguientes a 1450. Estas
ciones que produjeron la era de la humanidad
relaciones – en las que yo interpreto el valor
como agente geológico, jamás se han perdido
«como una forma de organizar la naturale-
de vista. Pregunta a cualquier historiador y
za» – fueron las primeras en manifestarse y las
te contará que el acto de periodización de la
que lo hicieron más espectacularmente, en dos
historia conforman de manera decisiva la in-
campos: primero, en una serie extraordinaria y
terpretación de los eventos. Si iniciáramos el
en cascada, de transformaciones de los paisajes
reloj en 1784 con la invención de la máquina de
y cuerpos en todo el mundo atlántico y más allá;
vapor de James Watt, tendríamos un punto de
y en segundo lugar en un conjunto emergente de
vista muy diferente de la historia –y a su vez de
ideas y perspectivas sobre la realidad que per-
las decisivas relaciones que forman los patrones
mitieron a los estados y capitales europeas ver
modernos de la evolución, desarrollo cíclico y
el tiempo como lineal, el espacio como plano
crisis global– del que tenemos si comenzamos
10 con la revolución agrícola inglesa y holandesa,
con la conquista de las Américas y el descubri-
y homogéneo, y la «naturaleza» como algo
externo a las relaciones humanas.
Mi objetivo en «La Naturaleza y la Tran-
miento de la misma por parte de Colón o con
sición» se centró sobre el primero de estos
los primeros signos de una transición epocal
en la transformación del paisaje. ¿Estamos campos. Es difícil sobreestimar la importancia
realmente viviendo en el Antropoceno -con su como hito histórico de estas transformaciones
retorno a un punto de vista curiosamente euro- en cascada, centradas en e influenciadas por las
céntrico de la humanidad y su confianza en mercancías. Desde los albores del largo siglo
nociones y recursos bien establecidos y conso- XVI hasta el amanecer de la Revolución Indus-
lidados además de su determinismo tecnológico trial, podemos identificar lo siguiente:
o estamos viviendo en el Capitaloceno, una era 1) La revolución agrícola de los Países Bajos
histórica formada por unas relaciones que privi- (c. 1400-1600) (Brenner, 2001); 2) la revolución
legian la acumulación interminable de capital? minera y metalúrgica centrada en las mer-
Según como uno responda a la pregunta, así se cancías de la Europa Central (Nef, 1964); 3)
formulará la respuesta a la crisis del siglo XXI. los primeros signos de los nexos de la esclavi-
El concepto de Antropoceno apenas era tud moderna asociada al cultivo de la caña de
conocido mientras yo escribía «La Naturaleza azúcar en Madeira y luego en Santo Tomé (1452-
y la Transición del Feudalismo al Capitalismo» 1520s, 1540s-1590s) (Moore, 2009, 2010d); 4) el
(Moore, 2003a). Pero sí apunté a su predece- surgimiento del noreste de brasileño como líder
sor –el concepto de sociedad industrial– como de la economía azucarera mundial, desplazan-
la fuente de nuestros problemas socio-ecoló- do a Santo Tomé después de 1570, de lo cual se
gicos. La industrialización –entonces como derivó la primera gran oleada de tala de selva
ahora– sigue siendo pobremente entendida, es- atlántica de Brasil (Schwartz 1985; Dean, 1995);
pecialmente en los estudios ambientales. Está 5) el desplazamiento de la «frontera esclavis-
claro que el auge de la industria a gran escala ta» africana del golfo de Guinea a Angola y el
a lo largo del siglo XIX representó en efecto un Congo (Miller, 1988); 6) el ascenso del Potosí
punto de inflexión en la historia del capitalis- después de 1545, y su dramática reestructu-
mo... ¡y ahí está precisamente la cuestión! Fue ración después de 1571, siguiendo los pasos
un punto de inflexión en un proceso histórico del agotamiento de las minas de plata sajonas
ya en marcha, no la culminación de un patrón y bohemias (Moore, 2010e); 7) en el sureste
El auge de la economía-mundo capitalista (I)

asiático, la destrucción de los árboles de clavo, 21) el incremento de la producción mexicana de


nuez moscada y macis, que resultaron bajas en la plata en el siglo XVIII (Studnicki-Gizbert and
batalla de la Compañía Holandesa de las Indias Schechter, 2010); 22) el relativo agotamiento de
Orientales por el control del lucrativo comercio los bosques ingleses y las reservas de turba ho-
de las especias en las primeras décadas del siglo landesas como energía barata (de Zeeuw, 1978;
XVII; 8) el drenaje de los pantanos en Inglaterra, Perlin, 1989); y, quizás lo más significativo, 23) el
y de los humedales a lo largo de todo el mundo «intercambio colombino» que hizo historia, al
atlántico, desde Pernambuco hasta Varsovia, fluir las enfermedades del Viejo Mundo hacia el
desde Roma a Gotemburgo; 9) el agotamiento Nuevo Mundo, y los cultivos del Nuevo Mundo
relativo de los bosques mediterráneos, especial- fluyeron al Viejo, como lo fueron la papa y el
mente por la industria naval, a comienzos del maíz (Crosby, 1972, 1986).
siglo XVII (Braudel, 1972; Moore, 2010a); lo que Estos son simplemente algunos de los
dio como resultado 10) la relocalización de los episodios más obvios, hitos históricos, que
astilleros españoles a Cuba, donde un tercio de la movieron la Tierra, inmanentes al auge del ca-
flota fue construida hacia 1700 (Funes Monzote, pitalismo: el listado está lejos de ser exhaustivo.
2008); 11) la aparición de centros astilleros im- Como explicaré, el movimiento de la Tierra no
portantes, y fronteras significativas para la ex- es sino un momento crucial en los más amplios
tracción de madera y «almacenes navales» en procesos de conformación del medio ambiente
Norte América durante el siglo XVIII (Perlin, (Moore, 2013a). Yo propongo que, si tomamos
1989; Williams, 2003); 12) el desplazamiento los «procesos de conformación del medio
de las fronteras de los productos forestales de
Polonia a Lituania y sur de Noruega en la década
ambiente» como el análogo civilizatorio del
proceso del trabajo (Braverman, 1974), esta lista
11
de 1570, seguido por movimientos de renova- sólo comprende la «ejecución» del movimiento
ción en el interior de Danzig (de nuevo), Königs- de la Tierra y no sus concepciones: en la confor-
berg, Riga y Viborg (Moore, 2010b); 13) el surgi- mación de la guerra, la conformación del estado,
miento del granero del Vístula en la década de la conformación del dinero, la conformación del
1550, seguido del 14) agotamiento de la agricul- mercado y así sucesivamente. En el núcleo de
tura polaca de orientación mercantil y de la re- la alienación histórica del capitalismo entre la
volución agrícola inglesa del siglo VXII, la cual concepción y la ejecución de la conformación
hizo a Inglaterra el granero del norte de Europa del medio ambiente, está la relación de valor, en
por el 1700; 15) el desplazamiento del centro la que las contradicciones antagónicas entre la
de la producción de cobre y hierro a Suecia, co- generalidad y la particularidad socio-ecológica,
menzando a finales del siglo XVI, desplazando a la burguesía y el proletariado, el trabajo social
los centros húngaros y alemanes que florecieron abstracto y la naturaleza social abstracta, son
en el «primer» siglo XVI (Hildebrand, 1992); unificadas dialéctica e históricamente.
16) las incursiones cada vez más amplias de las Por razones que tienen mucho que ver con
flotas pesqueras del arenque, bacalao y ballenas la influencia duradera del «modelo de los dos
en toda la amplitud del Atlántico Norte Global siglos» de modernidad – del que el Antropoce-
(Richards, 2003); 17) el implacable avance de no es simplemente vino viejo en botellas nuevas
las fronteras del comercio de pieles en Norte – la totalidad de esas transformaciones como
América (McCracken, 1971); 18) la deforestación expresión de una nueva cristalización humana/
de Irlanda (McCracken, 1971); 19) las sucesivas extra-humana queda mal entendida. Es por
revoluciones azucareras de las Indias Occiden- supuesto verdad que estos cambios – incluso
tales, desde Barbados en la década de 1640 a si los reconocemos como hitos históricos – no
Jamaica y Santo Domingo, dejando un sendero dirán nada directamente sobre las nuevas rela-
de tumbas de africanos y paisajes desnudos a su ciones de clase, capital, e imperio que emergió
paso (Watts, 1987); 20) la fuertemente desigual después de 1450. Pero la extraordinaria escala,
«cerealización» de las dietas de los campesinos alcance y velocidad de las tempranas transfor-
– y la «carnificación» de las dietas de la aris- maciones de la tierra y del trabajo (naturaleza
tocracia y de la burguesía – dentro de Europa; humana y extra-humana) de principio de la mo-
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dernidad pone en tela de juicio cualquier periodi- la transformación de la naturaleza. Analítica-


zación de la historia humana que comience con mente diferentes, no eran sin embargo empíri-
las consecuencias solas, en lugar de las relacio- camente distintos. Mi epifanía ocurrió en con-
nes constitutivas de un conjunto dado de natu- versación con Marx, cuyas reflexiones sobre el
raleza humana y extra-humana. Tales conjuntos proceso de trabajo y la jornada laboral alumbró
son numerosos, pero sobre el terreno recorrido el camino hacia tal perspectiva unificada sobre
por el Antropoceno, nosotros podemos empezar el capitalismo como ecología-mundo. Por un
con esos grandes conjuntos que ocupan e in- lado, vine a observar que las civilizaciones
dudablemente producen un tiempo histórico abrazaban y desplegaban una relación con el
largo y espacios geográficos vastos – eso que resto de la naturaleza de una manera que es am-
llamamos civilizaciones, sistemas históricos, o pliamente análoga a lo que Marx describe para
modos de producción dependiendo del punto de el proceso de trabajo. Los humanos, trabajando,
vista que cada uno prefiera. «afrontan los materiales de la naturaleza como
En lo que sigue, no reconstruiré esta historia una fuerza de la naturaleza.» A través de la
– lo que he hecho en otros sitios, aunque de una producción (trabajo), «el hombre… actúa sobre
manera fragmentaria – sino más bien intentaré la naturaleza externa y la transforma, y de esta
excavar y mostrar las relaciones que impulsaron forma el hombre simultáneamente transforma
tal salto de época en los patrones de confor- su propia naturaleza» (Marx, 1977: 283, cursiva
mación del medio ambiente de la humanidad. añadida). Lo que propongo es muy diferente
Quiero resaltar mi camino desde la perspectiva de lo que proponen las ontologías populistas
12 de la crisis dual del binomio ecología/economía
hacia una teoría unificada del capitalismo como
verdes del «pie» y la «huella» (Wackernagel
and Rees, 1996). Por otro lado, las contradic-
ecología-mundo, uniendo la acumulación de ciones de la producción específicamente capi-
capital, la búsqueda del poder y la producción talista tendían hacia el agotamiento de la tierra
de la naturaleza en una unidad dialéctica. y el trabajo de una manera que dependía de la
frontera. Mientras que «parecería que el interés
De dos cosas, una: hacia una teoría del capital en sí mismo señala en la dirección de
unificada del capitalismo una jornada laborable normal», escribe Marx,
tal interés se disipa rápidamente si los nuevos
Escribí «Naturaleza y Transición» para trabajadores pueden ser «suministrados desde
entender la creciente crisis ecológica del siglo reservas extranjeras» (Marx, 1977: 377-378). El
XXI. Como comprendí en ese momento, había agotamiento de los trabajadores ingleses tenía
dos contradicciones básicas hoy en juego en el ca- poca importancia si desde los distritos agrícolas
pitalismo: una tendencia a la crisis «económica» de Irlanda o cualquier otro sitio podía suminis-
y otra a la crisis «ecológica». Si bien la crisis trare nuevo trabajo. Lo que Marx observa sobre
económica es dirigida por la tendencia hacia la el agotamiento de la naturaleza humana en el
sobreacumulación de capital, la crisis ecológica curso normal de la explotación puede ser inme-
es impulsada por la tendencia a apropiarse sin diatamente aplicado al agotamiento de las na-
límite de los «frutos gratuitos» de la naturale- turalezas extrahumanas en el curso normal de
za (Marx, 1967: III, 745), y de ese modo socavar la apropiación capitalista. Los «suministro[s de
las condiciones para la acumulación ampliada frontera] desde reservas extranjeras» eran no
de capital. Mi intención era arrojar luz sobre los solo históricamente necesarios para equilibrar
orígenes de esta tendencia dual a la crisis, con las contradicciones internas del capital, sino que
especial énfasis en la relación entre la acumu- eran inmanentes a la teoría marxista del capital.
lación sin fin de capital y el agotamiento de los Lo que el gran historiador Walter Prescott
frutos gratuitos de la naturaleza. Webb (1964) una vez llamó la «Gran Frontera»
Llegué a ver que lo que aparecía como dos abierta por las conquistas del Nuevo Mundo no
movimientos separados – transformaciones del era simplemente una consecuencia del nexo de
capital y transformaciones de la Tierra – eran mercantil-colonial, sino constitutiva del ascenso
en realidad uno: la acumulación del capital es del propio capitalismo. Los grandes movimien-
El auge de la economía-mundo capitalista (I)

tos de apropiación de frontera y mercantiliza- –envían vastas reservas de trabajo, alimento,


ción eran a la par productores y productos del energía y materias primas a las fauces de la acu-
ascenso del capitalismo. mulación global de capital.
Por esta razón, considero la tesis de la Históricamente, las zonas fronterizas de baja
frontera mercantil como una de las más per- o mínima mercantilización han representado
durables proposiciones de «Naturaleza y Tran- las más grandes oportunidades del capital para
sición.» La proposición es dual. Primero, el ca- reducir los precios de los «Cuatro Grandes»
pitalismo no sólo tiene fronteras; en un sentido factores de producción: trabajo, comida, energía
fundamental está definido por el movimiento y materias primas. Estos costes reflejan directa
de frontera. El propio dinamismo de la produc- o indirectamente la composición en valor de la
ción capitalista es impensable en la ausencia de producción de mercancías como un todo, tanto
apropiación de frontera que permitió el flujo de en su forma variable como fija y (sobre todo)
más y más materiales a través de una determi- circulante. (Nótese que el capital circulante en
nada unidad abstracta de tiempo de trabajo: El el pensamiento de Marx se refiere a los factores
carácter auto-expansivo del valor funciona solo de producción gastados en un ciclo de produc-
bajo las condiciones históricas específicas de ex- ción dado; no confundirlo con la circulación del
pansiones geométricas en el volumen material de capital.) La descampesinación, la reorientación
producción, cuya composición de valor debe ser de la agricultura campesina hacia el mercado
recurrentemente reducida. Esto puede ocurrir global, la extracción de abundante energía y
solamente a través de la ampliación continua de demás riquezas minerales – estos grandes mo-
las extensiones geográficas para la apropiación.
De esta primera proposición se deduce rápida-
vimientos de la historia del mundo moderno
han sido movimientos de frontera, algunos más 13
mente una segunda. La transición al capitalismo obvios que otros. Estos movimientos de apro-
solo puede ser analizada como una rica totalidad piación han aumentado el ejército de reserva de
de producción y acumulación concediéndole trabajo; expandido los suministros de comida
un lugar central a las conquistas audaces, glo- hacia el mercado mundial; dirigido abundantes
balizantes y centradas en la mercancía de la flujos de energía hacia, y en el mismo proceso
temprana era moderna (c. 1450-1750). incrementado la productividad del trabajo en,
Esta doble formulación es, por supuesto, la producción de mercancías; y canalizado gi-
debida a una larga historia de pensamiento ma- gantescos volúmenes de materias primas hacia
terialista (Marx, 1977; Luxemburg, 1913; Webb, la producción, reduciendo la composición en
1964; Wallerstein, 1974). Pero el rol constitu- valor tanto del capital fijo como del circulan-
tivo de la frontera no ha sido suficientemen- te y por otro lado ha incrementado podero-
te apreciado en la teoría de la acumulación de samente la composición técnica del capital
capital y en el análisis de sus crisis (e.g. Mandel, (esp. Moore, 2011a, 2011b). Dicho claramente,
1975; Harvey, 1982, 2003; Duménil and Lévy, la Gran Frontera que abrió la era capitalista
2011). La apropiación de la tierra y el trabajo de consiguió eso haciendo más o menos disponi-
frontera ha sido la condición indispensable para bles de forma barata los bienes libres de la na-
las grandes olas de acumulación de capital, desde turaleza – los de la naturaleza humana también
la era de los Holandeses en el siglo XVII hasta el – para aquellos que disponían de capital y
ascenso del neoliberalismo en los años 70 y 80 poder. El final de la frontera hoy es el final de
del siglo XX (Moore, 2010b, 2012). Las fronteras los bienes libres de la naturaleza, y con él, el fin
son esenciales para las ondas largas de acumu- del capitalismo parasitario. Esto significa, hoy,
lación debido a una razón elemental: controlan que el capital debe empezar pagando su propio
la subida tendencial de la composición orgánica camino o vía, precisamente lo que la frontera
del capital, y por tanto la tendencia descenden- obvió: las fronteras eran la vía decisiva para
te de la tasa de ganancia. Las apropiaciones de que otros, fuera del circuito del capital, pagasen
frontera – ampliamente aunque no totalmente la factura de la acumulación interminable de
analizadas en la historiografía de la expansión capital. El gran secreto y gran logro del modo
colonial y las transiciones agrarias centrales de producción capitalista ha sido no pagar sus
laberinto nº 38 / 2013

facturas: conseguir algo a cambio de nada – o si necesarias - pero sin embargo parciales. La
no a cambio de nada, a a cambio de algo lo más necesidad de una síntesis más elevada ha sido
cercano posible a nada. largo tiempo reconocida teóricamente, una en
Marx una vez comentó que la acumulación la que la producción, circulación, intercambio,
de capital es la proletarización del trabajo (1977: y redistribución formen un «todo orgánico,»
764). A esto debemos añadir: la acumulación un «rica totalidad de muchas determinaciones»
de capital es la proletarización del trabajo, es la (Marx, 1973: 99-100; también Tomich, 1987,
apropiación de la naturaleza global. La infinita 1997). Además, para todo el importante y creo
acumulación de capital y la apropiación intermi- que muy útil trabajo sobre la transición hacia
nable de la Tierra son las dos caras de la misma el capitalismo desde el Debate Brenner (Aston
moneda. La una es impensable sin la otra. Esta and Philpin, 1985; ver, inter alia, Kriedte, 1983;
dialéctica está constituida por la tendencia Byres, 1996; DuPlessis, 1997; Mielants, 2007),
hacia la acumulación por apropiación –hacia no ha habido mucho progreso empírico hacia
aquella en la que las cuatro grandes factores de una síntesis más elevada. ¿Por qué este callejón
producción (trabajo, comida, energía y materias sin salida? Creo que hay mucho que hacer con
primas) son apropiadas con la mínima inversión la duradera hegemonía del binomio naturaleza/
de capital y poder territorial– y la tendencia sociedad. La mejor ruta para tal análisis, en mi
hacia la acumulación por capitalización, a opinión, es moverse más allá del materialismo
través de la cual estos «Cuatro Baratos» son cartesiano y hacia una perspectiva del capitalis-
puestos a trabajar por capital intensivo, innova- mo en la telaraña de la vida: capitalismo como
14 ciones para el incremento de la productividad.
(Moore, 2011a, 2011b, 2012). El saqueo de las
ecología-mundo.

zonas de frontera y los avances en la produc- II.- Transcendiendo el binomio


tividad del trabajo de las metrópolis forman
un todo orgánico. La oposición binaria de la ecología/economía: Hacia una
expansión productiva «extensiva» e «intensiva» síntesis mundial-ecológica
– y de la producción y circulación de mercan- El peligro de la historia ambiental cartesiana
cías – no es ni dialéctica ni histórica. Históri- –en las que las relaciones sociales son indepen-
camente hablando, la expansión geográfica del dientes de la red de la vida– es que uno relegue
sistema de mercancías dentro y fuera de Europa, los cambios «ambientales» al terreno de la pro-
creó las condiciones indispensables para los ducción. Esta es una perspectiva que confunde
avances técnicos e institucionales implicados en el inmediato proceso de producción (que mueve
el incremento de la productividad del trabajo, la Tierra), con la más expansiva red de rela-
al principio, especialmente, en la agricultura; al ciones que gobiernan la interpenetración de la
mismo tiempo, el incremento de la eficiencia en humanidad con (y dentro de) la red de la vida.
la agricultura metropolitana – tal como la revo- En la realidad, los procesos inmediatos de movi-
lución agrícola holandesa – eran las condiciones miento de la Tierra – campos cultivados, defo-
necesarias para el éxito de un régimen globa- restaciones, humedales drenados – es sólo una
lizador de mercantilización infinita (Brenner, dimensión de las diversas formas de la confor-
1985a, 1985b, 2001; Moore, 2010b). mación del medio ambiente por la humanidad.
Una perspectiva holística y materialis- Cada nueva era de desarrollo capitalista forja
ta persigue un análisis dirigido a discernir la nuevas ideas sobre naturaleza –«revoluciones
configuración específica de la capitalización y científicas»– que en sí mismas se convierten
la apropiación –«productividad y saqueo»– en en fuerzas materiales en la generalización de
fases específicas del capitalismo como un todo, la producción y el intercambio mercantiles. Si
y también dentro de las zonas imperiales que tomamos en serio la idea de que la acumulación
siempre han servido como invernaderos de de capital: 1) es la transformación de la Tierra;
la acumulación de capital. En este aspecto, se y 2) consta de un todo orgánico de producción
revela que los viejos debates sobre la primacía de y circulación, de aquí que la conformación de
la circulación y la producción ofrecen verdades mercados (y la conformación de estados) son
El auge de la economía-mundo capitalista (I)

formas de conformación del medio ambiente ni medio ambiente –desde la revolución científica
más ni menos importantes que la producción y su visión geométrica hasta los mercantilismos
de mercancías. La relativa importancia de un europeos occidentales, pasando por la Bourse
momento u otro es una cuestión empírica en tal de Ámsterdam– eran el contrapunto necesario
formulación abierta. a las «ejecuciones» de conformación del medio
Lo más eficiente para trascender la oposición ambiente, como las deforestaciones de gran
producción/intercambio es a través de un parte del Atlántico brasileño o la cuenca del
paradigma (ecología-mundo) que comprenda la Vistula en el siglo XVII. Separar «economía» de
producción de mercancías y el intercambio de «ecología» a la manera cartesiana se convierte en
mercancías como formas diferentes de confor- un acto de reproducción del orden simbólico del
mación del medio ambiente, unificadas (dialéc- pensamiento burgués, que rompió en pedazos lo
tica y desigualmente) a través de la acumulación que originalmente era Uno, como diría Hegel.
de capital a escala mundial. La lógica emergente No era simplemente un problema teórico o
de acumulación en el largo siglo XVI era a la vez filosófico, sino un problema práctico, el separar
una productora de nuevas formas de conforma- lo económico de lo ecológico. Mientras carto-
ción del medio ambiente –sobre todo la frontera grafiaba los desarrollos desiguales en la tran-
mercantil– y un producto de las contradicciones sición al capitalismo, me era imposible distin-
en múltiples planos de la civilización feudal y su guir las realidades empíricas coherentes de lo
crisis en el «largo» siglo XIV (Moore, 2002a, económico o lo ecológico. El binomio cartesia-
2003a,105-126, 2013b). no puso «el medio ambiente» (la naturaleza sin
humanos) en una caja y la «sociedad» (humanos
Se trata de una forma de enmarcar el
cambio histórico muy diferente del binomio sin naturaleza) en otra. Pero la realidad seguía 15
ecología/economía. Resultó un punto de partida arruinando el binomio. El desarrollo histórico
necesario, pero un destino menos que satisfac- real del capitalismo continuamente trastocó esas
torio. El binomio, según encontré en mis inves- categorías organizadas, Naturaleza y Sociedad.
tigaciones y esfuerzos para construir un marco Esto fue especialmente verdad en los procesos
analítico y dialéctico conveniente, comenzó histórico-mundiales centrales sobre los cuales
a oscurecer los elementos clave del capitalis- mi análisis se apoyaba –imperialismo, mercan-
mo como una civilización conformadora del tilización, acumulación de capital, los procesos
medio ambiente. Para hacer las cosas aún más de trabajo; los cuales desafiaron y desestabiliza-
confusas, el binomio fue fácilmente disfrazado ron el binomio. Siempre que mirase las trans-
en el lenguaje marxista de valor de uso y valor de formaciones espectaculares de paisajes en la
cambio, con las relaciones de valor ausentes (por temprana era moderna –como por ejemplo las
ejemplo, Foster, Clark, y York, 2010). Fue como deforestaciones o el monocultivo efectuadas por
si uno hubiese decidido estudiar la transforma- el cultivo de la caña de azúcar– no pude dejar de
ción de los procesos de trabajo en el taylorismo ver, en palabras de Schwartz, el surgimiento del
a principios del siglo XX sólo mirando las tareas capitalismo en su constitución
de simplificación en el proceso de producción, no sólo en la Corte de Lisboa o en las oficinas
y no en la totalidad de las relaciones implicadas de contabilidad de Ámsterdam y Londres
en la separación entre concepción y ejecución sino también en los bosques y cañaverales de
(por ejemplo Braverman, 1974; Moore, 2002b). América (1985: 72).
A principios de la conformación capitalista del Me di cuenta que la Bourse de Ámsterdam
medio ambiente, la alienación de la concep- fue en sí misma una «forma de organizar la na-
ción y ejecución no estaban «separadas» –los turaleza» –un hito en la historia precisamente
humanos no podía ser separados de la naturale- porque fue muy potentemente conformadora
za– sino que estaban unidas a través de los anta- de medio ambiente (Moore, 2011c; 2013b). La
gonismos alienantes de la ley del valor. Durante Bourse era distinta de las plantaciones de azúcar,
el auge del capitalismo, por proceso del trabajo las cubetas de amalgama de plata y mercurio, o
se leía conformación del medio ambiente. Por lo de los cultivos de centeno y trigo en el Vístula
tanto, las «concepciones» de conformación del –pero igual de esencial para la conformación
laberinto nº 38 / 2013

del medio ambiente global. (2003c, 2009, 2010a, 44). La noción de una coyuntura socio-física era
2010b, 2010c, 2010d, 2010e, 2011a, 2011b, 2011c, tan potente que no pude evitar estar constan-
2011d, 2012, 2013a, 2013b). temente yendo y viniendo entre la apariencia
Mientras mi enfoque empírico en «Natu- medioambiental y la apariencia social. Desde
raleza y la transición» se centraba firmemen- Marx, por supuesto, a veces somos animados a
te en las transformaciones de la modernidad mirar más allá de las apariencias, y quizá sobre
temprana que sacudieron la tierra, mi evolución todo, a desafiar dialécticamente la seducciones
metodológica me inclinaba hacia la perspectiva de lo que parecen ser «unidades básicas» in-
del capitalismo como ecología-mundo: una ci- divisibles (también Levins y Lewontin, 1985).
vilización diferenciada y unificada a través de la Por desgracia, muchos ecologistas marxistas
cual la acumulación de capital, la producción de continúan viendo la naturaleza como un objeto
la naturaleza, y la búsqueda del poder forman en lugar de una red de relaciones [ver Moore,
una totalidad histórico-mundial, una en la cual 2013a].) No había, en el auge del capitalismo (y
cada momento se inscribe en los otros (2003c, también en épocas subsecuentes), un conjunto
2009, 2010a, 2010b, 2010c, 2010d, 2010e, 2011a, de relaciones sociales –el desarrollo de los
2011b, 2011c, 2011d, 2012, 2013a, 2013b). estados nacionales y los imperios coloniales,
Pero es muy fácil hacer del binomio carte- la organización de los mercados transconti-
siano nuestro chivo expiatorio. Era necesario nentales de las materias primas y manufactu-
rellenar la olvidada parte empírica del binomio ras, la gradual y a veces rápida conversión de
sociedad/naturaleza antes de que pudiéramos los derechos consuetudinarios campesinos en
16 hablar de una nueva síntesis histórica. Como
sabemos, durante décadas, el marxismo y otros
propiedad burguesa– que fuesen independien-
tes (incluso «relativamente») de la conforma-
materialistas verdes expusieron una relación on- ción humana del medioambiente y de las condi-
tológica entre los humanos y el resto de la natu- ciones biosféricas como el clima. El movimiento
raleza (Bohm, 2003; Capra, 1982; Harvey, 1974; de la Tierra, la búsqueda de poder, la conforma-
Williams, 1980; Naess, 1973) –a la que llamo ción de mercados: todos estaban dialécticamen-
la perspectiva de la humanidad-en-la naturale- te interpretados en conjuntos especificables de
za. Esto se opone a la filosofía cartesiana de la las naturalezas humana y extra-humana.
humanidad y la naturaleza. Pero era imposible De esta manera, la utilidad del binomio
traducir la filosofía dialéctica de la humanidad- ecología/economía comenzó a erosionarse
en-la-naturaleza a un análisis histórico-mundial conforme continuaban mis investigaciones.
hasta que una historia medioambiental amplia- Comencé con la idea de que el capitalismo actúa
mente definida hubiese alcanzado una masa sobre la naturaleza, imponiendo su terrible
crítica. En otras palabras, el gran logro de las «huella» por todas partes sobre la naturale-
humanidades y las ciencias sociales medioam- za extra-humana. ¿Pero qué sentido tenía esto
bientales era acumular una masa de evidencias en los primeros movimientos en la larga tran-
históricas e interpretación que demostrase, sición hacia el capitalismo? El capitalismo –a
empíricamente, el momento «ecológico» del menudo tratado como una construcción teórica
binomio naturaleza/sociedad. en lugar de histórica en los estudios medioam-
La vasta historiografía y los largos debates bientales críticos– no se inventó en un labora-
sobre la transición del feudalismo al capitalismo, torio social independiente de la red de la vida.
ofrecieron vistazos frecuentes a los momentos Tampoco el capitalismo podría ser tratado
de la crisis feudal y el auge del capitalismo pero como formado completamente: ni en 1450 ó
nadie trató de localizar las relaciones de la 1492 ó 1557 ó 1648... ni incluso, diría, en 1848 ó
humanidad con el resto de la naturaleza como 1873 ó 1929; dialécticamente hablando, el capi-
el centro del análisis. La gran excepción fue talismo está siempre en un proceso de devenir.
Immanuel Wallerstein, quien vio la crisis feudal Con este ejercicio entre manos, mis investiga-
como una «coyuntura socio-física», y que vio el ciones me dejaron considerar cómo el capitalis-
auge del capitalismo como el encendido de una mo se descubrió como una manera de organizar
reorganización de la «ecología mundial» (1974: la naturaleza... pero no, resultó, a la naturaleza
El auge de la economía-mundo capitalista (I)

como un conjunto de recursos, sino a la natu- una «base» ontológicamente separada sobre la
raleza como una matriz – la naturaleza como cual la «superestructura» de la llamada sociedad
relación del total de la red de la vida, y el ca- se desarrolla1. Porque las violentas abstraccio-
pitalismo como una red de relaciones internas nes de Naturaleza/Sociedad separan simbólica-
a la totalidad de la conformación de vida. Este mente lo que está alienado, aunque operativa-
cambio marca una transición desde una visión mente unificado en la historia del capitalismo:
de la naturaleza como fuente de recursos, a la la actividad vital de la especie humana en la red
naturaleza como matriz, desde el capitalismo y de la vida. El capitalismo, desde este punto de
naturaleza al capitalismo-en-la-naturaleza. vista, se desarrolló a través de –no «sobre»– la
Este cambió iluminó una realidad crucial naturaleza durante el largo siglo XVI.
insinuada por los post-estructuralistas y teorías Desde una perspectiva ecológico-mundial,
materialistas del cuerpo (por ejemplo Haraway, la violencia abstracta de la Naturaleza/Sociedad
1991; Havery, 1998) pero nunca adecuadamente es sustituida por una comprensión de la acumu-
fundamentada en el desarrollo del capitalismo: lación interminable de capital como el centro
ésta era el lugar de la naturaleza humana como gravitacional de la civilización capitalista. Decir
un terreno de las transformaciones biofísicas que la acumulación constituye un centro gravita-
del capitalismo, como cuerpos involucrados cional es a la vez una afirmación histórica de un
en producir mercancías «reales» y reproducir procedimiento medotológico. De un lado parece
la «falsa» mercancía, la fuerza de trabajo. Esto razonable, incluso sin controversia, observar que
implicó un cambió más, desde el capitalismo cada vez más espacio –desde los espacios íntimos
como zona de mercantilización, al capitalismo
como desarrollo de las contradicciones entre
de la vida diaria hasta los espacios nacionales de
biopoder de Foucault, pasando por los espacios 17
mercantilización y la totalidad de las condicio- globales del imperialismo y el flujo de capital–
nes de reproducción. El cuerpo humano, como ha estado bajo la influencia de la acumulación de
marco, se convierte en un lugar crucial de las capital. Esta influencia es a veces directa, como
contradicciones de la acumulación de capital a cuando las finanzas municipales se titularizan a
escala mundial. La gran observación de Marx través de la dependencia de los mercados interna-
de que «el suelo y el trabajador» son «simultá- cionales de bonos, y a veces indirecta, como en los
neamente socava[dos]» se aplica bien más allá grandes proyectos modernistas de los desarrollis-
de la era de la industria a gran escala (1977: mos estatales para hacer las naturalezas humana
638); es una observación que la explotación y extra-humana «legibles» como un conjunto de
del trabajo y de la apropiación de la naturaleza unidades intercambiables y medibles (Foucault,
extra-humana están entrelazadas en el camino 2003; Scott, 1998). La agencia de la acumulación
del sistema hacia una mercantilización sin fin. interminable es por lo tanto una, a través de la
De aquí se deduce que todas las relaciones entre cual las cualidades radicalmente cuantificadas y
los humanos son siempre –ya– relaciones a la conmensuradoras de la relación del valor –sobre
vez «de naturaleza» y «con el resto de la natu- la cual, más actualmente– viene a afectar más o
raleza». (Hay un sesgo cartesiano muy profundo menos toda la vida en los albores del siglo XXI.
en nuestro lenguaje conceptual, tanto así que La tendencia es ésta: mientas nada en la historia
hablamos de relaciones humanas con la natura- del capitalismo es reducible al proceso de acu-
leza como si la relación entre humanos no fuera, mulación, todo es impensable en su ausencia.
ya, relación de la naturaleza.) Para organizar un De otro lado, plantear la acumulación de capital
análisis histórico sobre esta perspectiva relacio- como nuestro punto de partida es privilegiar un
nal y holística se necesitaba superar la brecha proceso que se mueve desde la lógica del capital
epistémica mediante la cual la naturaleza se hacia la historia del capitalismo y desde allí va y
convierte en una abstracción violenta, un objeto, viene, en un proceso de teorización incorporada.2
1. Sobre brechas epistemológicas, vea Schneider y McMichael, 2010; Vetter, 2012; sobre la «violencia de la
abstracción» vea Sayer, 1987.
2. Asumo que éste es el enfoque de Marx, lo que se ilustra bien por Hopkins, 1982; McMichael, 1990; Tomich,
1990, 2004. Ver también Moore, 2010a, 2010b, 2010c, 2011a, 2011b.
laberinto nº 38 / 2013

La acumulación de capital, en términos las grandes olas de acumulación de capital. A


de Marx, supone el crecimiento ilimitado de través de las fronteras –frecuentemente hori-
riqueza cristalizada como trabajo abstracto. Tal zontal (absorbiendo continentes) pero también
abstracción del trabajo representó una alienación vertical ( apropiación de plata, carbón, hierro,
audaz. Nunca antes la productividad del trabajo petróleo)– es que vastas reservas de los regalos
se había convertido en el principio dominante gratuitos de la naturaleza eran encerrados, apro-
de una civilización. Este hito histórico cambió piados, y puestos a trabajar en el circuito global
de la productividad de la tierra –el principio del capital. La acumulación interminable de
dominante de muchas de las civilizaciones pre- capital y la apropiación interminable de la Tierra
modernas– a la productividad del trabajo como forman un proceso histórico-mundial singular.
eje del «valor» de la civilización. La «Natura-
leza» - redefinida como cualquier cosa ajena a
la actividad humana, y exactamente por regla
III. El capitalismo como frontera
general de la actividad de los europeos – se El concepto principal en esta dialéctica de
abstrajo, cosificó y cuantificó, cada trozo, tanto la expansión geográfica y la acumulación de
como el trabajo humano. De hecho, la universa- capital es el de frontera de las mercancías. A
lización del capital dinero como un almacén de lo largo de la pasada década, el concepto de
valor es impensable excepto como parte de una frontera de las mercancías ha ganado algo de
revolución ecológica mundial que permitió a los uso en los estudios medioambientales y agrarios
estados y los capitales europeos ver el tiempo (e.g. Conde and Kallis, 2012; Dal Lago, 2009;
18 como lineal, el espacio plano y homogéneo,
y la «naturaleza» como externa a las relacio-
Evenden, 2011; Leitner, 2005; Muradian, et al.,
2012; Martinez-Alier, 2012; Tomich, 2005). Este
nes humanas (Crosby, 1997; Merchant, 1980; concepto a veces se emplea a modo de metáfora
Cosgrove, 1985; Mumford, 1934). El trabajo para describir la extensión de las relaciones de
social abstracto y la naturaleza social abstracta extracción hacia regiones de poca, o mínima,
estaban unidos dialécticamente (trabajo en la mercantilización (ver Campling, 2012, para una
naturaleza/ naturaleza en el trabajo)3 –a través excepción importante). De hecho, esto es parte
de lo cual las naturalezas extra-humanas eran de la historia que intenta explicar la frontera
rápidamente apropiadas al servicio de la produc- de mercancías. Sin embargo, si la cosa quedara
tividad del trabajo. Era un momento que se ace- ahí el concepto de frontera de mercancías no
leraría drásticamente en el siglo XX, pero cuyos nos enseñaría mucho más que el lugar común
orígenes se encuentran en el largo siglo XVI. vernáculo, de «frontera de recursos» (e.g. Tsing,
Decir que la acumulación de capital se basa 2003; Crush, 1980).
en la unión alienada del trabajo social abstracto y
la naturaleza social abstracta –las dos caras de la La frontera de mercancías como sobre-
moneda– es decir que la acumulación de capital apropiación secuencial
es la producción de naturaleza en la búsqueda
del poder en el sistema-mundo moderno. Lo que La frontera de mercancías deja entrever el
vine a entender, en el curso de la escritura de patrón de movimiento de la producción primaria
«Naturaleza y Transición», es el carácter geográ- hacia zonas de mínima mercantilización y relati-
fico irreductible de la ecología-mundo capitalis- vamente pocas capacidades para una resistencia
ta como una unificación de capital, naturaleza, efectiva. La frontera en «frontera de mercancías»
y poder. La producción espacial del capitalismo se refiere a espacios de mínima mercantilización/
ha sido muy bien estudiada –y frecuentemente– máxima apropiación, y las contradicciones que se
(por ejemplo Harvey, 1982; Storper y Walker, derivan de las presiones recurrentes emitidas por
1989). Pero lo que ha sido por completo deses- el movimiento a zonas siempre por explotar. El
timando ha sido la sed esencial y básica del ca- modelo se desarrolla a través de amplias regiones
pitalismo por la tierra y el trabajo no mercan- del antiguo Atlántico capitalista –como en el
tilizados como fundamento indispensable para caso de las zonas de plantación de caña de azúcar,
3. Ver especialmente Araghi, 2009b.
El auge de la economía-mundo capitalista (I)

de extracción de plata y de derivados foresta- del siglo XVII debió su decadencia en gran parte
les– pero también de regiones interiores, como a la invasión holandesa –por sí sola un modo
cuando la zona azucarera de Pernambuco cedió poderoso de transformación de la Naturaleza.
su primacía a Bahía en la década de 1630. (Como En segundo lugar, el debate de la frontera
siempre en los análisis históricos mundiales, de mercancías procura conectar el movimien-
estamos hablando de capas dentro de capas). to interno de acumulación de capital (capita-
En los primeros siglos del desarrollo capitalista, lización) en las metrópolis con el movimiento
estas zonas se localizaban en la amplia franja exterior de mercantilización en las zonas de
Atlántica. Las Américas y el norte de Europa frontera (apropiación). La frontera de mercan-
eran especialmente importantes (Moore, 2000a, cías ofrece una forma de ver los «modos de
2003a, 2003b, 2010a, 2010b). Otra zona funda- producción» y los «modos de extracción» –
mental –de apropiación sin mercantilización– según la útil nota de Bunker (1984)– como un
podía encontrarse en África, cuyos abasteci- proceso global histórico singular. Los «recursos
mientos humanos hicieron posibles las fronteras baratos» de los que se apropiaron los produc-
de plantación del Nuevo Mundo. tores de mercancías en las fronteras fueron en
El debate acerca de la frontera de mercan- forma de capital –monetario y de circulación
cías va, sin embargo, más allá de una descrip- especialmente–, que a su vez eran necesarias
ción sobre el movimiento geográfico. Su tesis para la reproducción expandida de la produc-
central plantea la frontera de mercancías como ción metropolitana. La plata americana y la ma-
un modelo histórico-geográfico de sobreapro- nufactura holandesa estaban fuertemente rela-
piación secuencial4, mediante el cual el capita-
lismo se adueña –y después agota rápidamen-
cionadas en el siglo XVII; el capital acumulado
mediante las plantaciones de caña de azúcar 19
te– fuentes regionales, de tal forma que termina de las Indias Occidentales fue crucial para la
forzando una expansión geográfica renovada. formación principal de la primera revolución
A lo largo de la pasada década, yo promoví industrial británica (Moore, 2010a, 2010b;
dos propuestas esenciales acerca de las fronteras Blackburn, 1997). Al mismo tiempo, los profun-
mercantiles en la ecología capitalista mundial. damente disminuidos –no se puede evitar decir
En primer lugar, que las fronteras de mercancías devastados– recursos naturales de los Andes
eran esos espacios donde la organización inicial (Moore, 2010a, 2010e) y de las Indias Occiden-
de la producción y el auge posterior estaban or- tales (Moore, 2000b) no fueron sino algunos de
ganizados de formas que necesitaban expansión los daños colaterales de la hegemonía mundial
geográfica renovada, que normalmente sucedía holandesa y británica.
en un ciclo de entre 50-75 años. Las contradiccio- Por consiguiente, la teoría de la frontera de
nes de la frontera de mercancías –y del modelo mercancías argumenta que la producción de
histórico-geográfico que promovía– estaban los bienes primarios se trasladó a zonas de la
fuertemente implicadas en la deforestación, el frontera –tales como los Andes, las Indias Oc-
agotamiento de suelos y otros procesos biofísi- cidentales o el litoral báltico– de una manera
cos. Sin embargo, debemos tener cuidado cuando que era especialmente contraria a la salud de
entendemos la frontera de mercancías como una los recursos humanos y extra-humanos. Las
teoría del cambio ecológicamente orientado en fronteras mercantiles de la era previa asentaron
un sentido cartesiano. Las contradicciones del las condiciones para fronteras mercantiles
capitalismo son siempre maneras de organizar nuevas (y extendidas) en la era siguiente. (Había
la naturaleza, y los momentos de cambio de la crecimiento de la demanda, pero sólo como
Tierra de estas contradicciones, no son condi- parte de la presión geográfica hacia fuera del
cionantes de ninguna manera. Así, la frontera sistema mercantil). Este antagonismo supuso
azucarera brasileña de Pernambuco a principios una gran contradicción – entre la acumulación

4. El término está inspirado en la identificación de Gadgil y Guha de «sobreexplotación secuencial» en la


historia medioambiental de la India (1992). La dificultad con el término sobreexplotación, tal y como lo abordo
aquí, es que los entornos no son explotados en el capitalismo histórico, sino sólo producidos y apropiados.
laberinto nº 38 / 2013

extendida de capital y la reproducción simple de principio como mejor opción es establecer la


la vida– que crea una dinámica especial: la so- frontera productiva en zonas donde las oportu-
breapropiación secuencial. El traslado de la pro- nidades de apropiación de los recursos naturales
ducción de bienes primarios a nuevas fronteras sean relativamente grandes, y que los costos del
implicó y, en efecto, necesitó el avance de la pro- traslado laboral y de control sean relativamen-
ducción de bienes básicos incluso hacia otras te bajos. (De ahí la importancia de las bajas ca-
nuevas zonas. El centro mundial de la extracción pacidades para una resistencia efectiva entre
de plata cambió de Europa central a Perú en el las poblaciones indígenas del Nuevo Mundo, y
siglo XVI, después otra vez hacia Nueva España el atractivo del trabajo esclavo africano en las
en el siglo XVIII, y la región líder azucarera se zonas del producción de azúcar). Las fronteras
trasladó desde las islas atlánticas hasta Brasil y mercantiles fueron tan extraordinariamente
el Caribe en la misma época. La expansión de efectivas en el auge del capitalismo debido a que
las fronteras mercantiles fue simplemente por a la capitalización de las relaciones socio-eco-
la expansión misma, la expresión geográfica de lógicas se le unió la apropiación de los recursos
la ley del valor –¡la acumulación por la simple naturales en una escala que acabó con el viejo
acumulación! atasco de las civilizaciones premodernas.5
Las contradicciones socio-ecológicas de la En los comienzos de las fronteras modernas
frontera de mercancías fueron planteadas como de mercancías, una cantidad relativamente
un imperativo para maximizar la producción pequeña de capital, respaldada por poder te-
para el mercado mundial tan rápido como fuera rritorial, podía apropiarse de una gran suma
20 posible –una maximización productiva hecha
no sólo por la oferta-demanda y la variación de
de recursos naturales. Esto explica la aparente
paradoja de las fronteras azucareras, especial-
precios, sino también por las nuevas y modernas mente donde las formas tempranas de inno-
estructuras del imperio, la propiedad, el crédito vación tecnológica e institucional enraizaron
y la clase que participó incluso en los primeros en regiones distantes y aparentemente subde-
momentos coloniales de la transición capitalis- sarrolladas (Mintz, 1985; Sheridan, 1969). La
ta. (Tal y como vemos en Perú y Brasil en el siglo historia que cuento en «Naturaleza y Transi-
XVII). La máxima producción en la frontera ción» se centra en el azúcar –y de forma parti-
significó la máxima apropiación. Esto sucedió cular pero superpuesta, la minería de plata– y
a diferencia de la tendencia al alza de la capi- es en la zona azucarera que observamos, desde
talización del núcleo manufacturero: ¡una zona los siglos XV y XVI, los orígenes de lo que ac-
periférica que está fuertemente capitalizada en tualmente llamamos agricultura «industrial».
relación con las oportunidades de apropiación (Las fronteras mercantiles fueron enfáticamen-
no se puede considerar una zona periférica! La te no sólo simples extensiones de disposicio-
teoría de la frontera de mercancías considera nes productivas existentes, sino que crearon,
que, en efecto, lo que el capital prefiere al a cada paso del camino, las condiciones para

5. El talento de Brenner permite capturar la esencia de esta tendencia premoderna hacia la expansión
comercial-manufacturera, que fue siempre, básicamente, socavada por el peso de la tradición sobre la pro-
ducción agrícola: «Obviamente, el crecimiento industrial inglés (en el siglo XVII), sobre todo en los tejidos,
estuvo basado principalmente en exportaciones incentivadas por la demanda extranjera. Ya en la Edad Media
y al comienzo de la era moderna eran comunes esos estímulos basados en la exportación; pero previamen-
te ninguno había sido capaz de mantenerse por sí mismo. Parece que la poca flexibilidad de la producción
agrícola siempre ha establecido límites estrictos en el desarrollo de la producción industrial. La subida del
precio de los alimentos, o quizás un fallo total de la provisión de comida, que resulta del declive de la produc-
tividad agrícola, podría suprimir directamente la industria a través de la limitación en la proporción pobla-
cional que podía dedicarse a asuntos no agrícolas. Si no, se podrían socavar los mercados de los bienes indus-
triales incluso forzando la subida de salarios (el coste de vida) y luego los precios industriales, o disminuyendo
la proporción del sueldo de la población que estaba dispuesta para fines no-alimentarios. Estos mecanismos
demuestran, en particular, que la crisis general agrícola/demográfica del siglo XVII podría incluso significar,
para la mayor parte de Europa, una crisis industrial de larga duración» (1985a: 52).
El auge de la economía-mundo capitalista (I)

nuevas fuerzas de producción, como con el paso regional dio lugar a continuos movimientos de
del molino de azúcar de dos ruedas al de tres expansión geográfica. El veloz proceso de apro-
en el siglo XVII). Las primeras «fábricas en el piación en el interior de las sucesivas fronteras
campo» aparecieron en las áreas azucareras, mercantiles rápidamente derivó en condiciones
precisamente porque el aumento de la intensi- de sobreapropiación –los bosques para extraer
dad capitalista del cultivo de la caña de azúcar combustible y madera se trasladaron más lejos,
(que requiere procesamiento in situ) fue posible las tierras se agotaron, las hierbas y plagas pro-
en el modo de producción capitalista solamente liferaron– y esto debilitaría las condiciones para
debido a que las oportunidades para la acumu- el propio beneficio local. (Por consiguiente, los
lación por apropiación fueron muy numerosas nuevos complejos productivos regionales, donde
en comparación con los restantes competidores. había buena tierra, abundantes bosques y acceso
Por ejemplo Madeira, como zona de frontera, a mano de obra barata, pudieron llegar a ser
sustituyó la producción de azúcar chipriota en preferentes mundiales). Estas condiciones no
los mercados europeos a finales del siglo XV. fueron sólo biofísicas; prosperó cierta escasez
A lo largo de los tres siglos sucesivos, las áreas debido a la interrelación de la resistencia de la
azucareras se trasladaron inexorablemente: clase trabajadora, las transformaciones físicas,
desde Madeira hasta Santo Tomé en los años los flujos de capital y la fluctuación del mercado.
40 del siglo XVI; de Santo Tomé a Pernambu- A través de la longue durée de comienzos
co, y de ahí a Bahía en las décadas de 1580 y del capitalismo moderno, en fronteras de mer-
1630 respectivamente; y finalmente, hasta las cancías tan diversas y alejadas como las zonas
islas caribeñas en la segunda mitad del siglo
XVII, comenzando por Barbados y terminando
pesqueras del Mar del Norte, la maderera de
Noruega, la azucarera brasileña, la extracción 21
en Cuba durante el largo siglo XIX. Cada uno de plata de Perú y los cereales de Polonia, una
de estos movimientos tendió a incrementar la sucesión de regímenes comerciales alcanza-
escala de producción y nuevas organizaciones ron la primacía estratégica en la acumulación
productivas aspiraron a expandir sus oportuni- mundial durante 50–70 años, produciendo su
dades de acumulación por apropiación. relativo declive con la misma velocidad. Luego,
Básicamente, la transformación basada en el las bonanzas regionales no terminaron por lo
valor de las fronteras productivas –desde Bahía general en un colapso absoluto o retroceso de
hasta el Báltico a principios de la era moderna la producción mercantil –como en el caso de
(Moore, 2010a, 2010b)– no sólo crearon los la larga crisis europea del siglo XIV. Más bien,
nuevos patrones de un cambio regional vertigino- las regiones productoras de azúcar, madera o
samente acelerado, a través de los cuales la rápida plata se convirtieron, a lo sumo, en fronteras
apropiación aseguraba prosperidad comercial, la mercantiles de segundo grado– Potosí sigue
quiebra después, sino también la presión rápida- produciendo plata hoy en día. De este modo,
mente generada y renovada para expandirse geo- la sucesivas expansiones de fronteras de apro-
gráficamente hacia nuevas fronteras de mínima piación de Amberes, y Ámsterdam –finalmen-
productividad y efectiva resistencia. te ampliadas desde Bahía al Báltico y la zona
En torno a esta estrategia de la frontera de especias de las islas del sureste de Asia– no
de mercancías, las primeras tentativas de pueden comprenderse solamente en términos
avance hacia el modelo de producción capita- de aumento de la demanda de materias primas
lista después de 1450 produjeron dos rupturas y grano (Moore, 2010b). El crecimiento del
mundiales históricas de gran importancia. mercado del mundo moderno no sólo conlleva
En primer lugar la riqueza biofísica –desde el aumento de la demanda, sino que también
los bosques, campos, minas y clases trabaja- implica un régimen ecológico mundial que
doras– sería extraída del modo más rápido socava las condiciones socio-ecológicas ne-
posible y orientada hacia una producción y acu- cesarias para satisfacer dicha demanda. Para
mulación centradas en lo urbano. En segundo mantenerse a la cabeza –mientras la capitaliza-
lugar, la aceleración de las contradicciones so- ción amenaza con abrumar la acumulación con
cio-ecológicas en los complejos de producción apropiación (Moore, 2011a)– el capital requiere
laberinto nº 38 / 2013

un dinamismo geográfico que consistentemen- te en la sistemática combinación de explota-


te identifica y se apodera de nuevos horizontes, ción, apropiación y extenuación de los cuerpos
y generosamente recompensa a los agentes que humanos al servicio del capital (Moore, 2007:
tienen éxito en ello. Aparte de eso, el agota- capítulo seis). La maximización de la tasa del
miento local que siempre se produce generaría valor de los excedentes (el índice de la explo-
la subida de precios de la comida y materias tación en el proceso laboral) en el capitalismo
primas a nivel de todo el sistema, restringien- histórico depende de la apropiación de todas las
do la manufactura mediante el control del coste naturalezas –bosques y campos, pero también,
de vida (para las clases trabajadoras), de mate- crucialmente, los ámbitos familiares humanos y
riales (para los productores), o ambos. Es este la vida comunitaria mediante la cual la fuerza
dinamismo regional del capitalismo temprano humana de trabajo se reproduce.
lo que explica una gran parte de las diferencias La esencia del proceso de la frontera de mer-
con la Europa feudal, que había virado drástica- cancías por lo tanto se convierte en la capacidad
mente hacia una crisis terminal porque no podía de producción de la zona para apropiarse de
asegurar fronteras externas más rápido que lo las naturalezas y hacer avanzar la tasa de ex-
que exigían sus agotadas condiciones de pro- plotación simultáneamente. Este es el movi-
ducción socio-ecológicas (Lewis 1958; Bartlett, miento hacia lo que yo llamo « la apropiación
1993; Moore 2002a, 2003b, 2013b). máxima» (Moore, 2011a, 2012, 2013). La apro-
piación máxima se produce en sectores –como
Apropiación de naturalezas, explota- en las fronteras azucarera o de extracción de
22 ción de mano de obra: la apropiación
máxima y la ley del valor
plata de comienzos del capitalismo, o las zonas
petrolíferas durante el siglo XX (en el momento
cuando el ascenso de una nueva (frontera) zona
En «La Naturaleza y la Transición» pun- de producción alcanza su máxima expansión
tualicé que la apropiación de los obsequios de volúmenes de producción combinada con la
gratuitos de la Naturaleza no se limitaba sólo máxima reducción de la media de tiempo de
a los minerales, bosques y tierras, sino que trabajo (trabajo abstracto social). Desde esta
también incluía la naturaleza humana –fuerza perspectiva, la «máxima» no es el máximo en
de trabajo y, especialmente, la reproducción los niveles de producción –como en las concep-
socio-ecológica de las zonas no mercantiliza- ciones neo-malthusianas sobre el máximo de
das. Las transformaciones de los paisajes fueron petróleo (e.g. Heinberg, 2003) –sino más bien
también cambios en los cuerpos humanos, uni- la «diferencia» máxima entre los volúmenes de
ficados a través de la poderosa lógica de acumu- producción y el valor de composición (media del
lación. El capital no conoce límites cartesianos tiempo de trabajo por unidad de azúcar o crudo, o
en su sed por apropiarse de la vida. La natu- madera, o…). Por esta razón, la acumulación por
raleza humana es apropiada de inmediato por apropiación y la acumulación por capitalización
mecanismos coercitivos intensivos y explotada están mutuamente relacionadas: la era tardía del
mediante la circulación monetaria. Existe una siglo XIX de la «segunda revolución industrial»
confusión considerable sobre este hecho en el marcó esta dialéctica histórica en su gran punto
pensamiento «rojiverde», que frecuentemente de equilibrio. La cima de apropiación tiene lugar
hace alusión a la «explotación de la naturaleza» no sólo en sectores económicos, sino también
(e.g. Smith, 2006). Estoy seguro de que hay una en ciclos de acumulación en conjunto, y en
atracción moral hacia este concepto –la «explo- sistemas históricos durante el Longue dureé del
tación» de la Naturaleza–, pero se refiere más capitalismo moderno. En estos casos, la máxima
a un término moral que analítico. Las natura- apropiación representa la máxima reducción
lezas extra-humanas no son explotadas sino en la composición en valor de la producción de
frecuentemente apropiadas –la triste trayecto- bienes en conjunto en un período dado. Esto se
ria del comercio de esclavos y la mano de obra realiza mediante movimientos de frontera que
africanos en las Américas pone de manifiesto se apropian de los «Cuatro Grandes» productos:
la macabra habilidad del capitalismo incipien- trabajo, alimento, energía y materias primas.
El auge de la economía-mundo capitalista (I)

Cada gran era del desarrollo capitalista depende apropiación. Por consiguiente, la consecuencia
de la nueva aparición de estos cuatro productos en todo el sistema, del aumento de la intensidad
baratos, a los que yo llamo «los Cuatro Baratos» de capital –la tendencia de la tasa de beneficio
(Moore, 2012). a caer– podía compensarse a través de nuevos
De esta manera, la apropiación máxima modelos de acumulación por apropiación.
representa el momento histórico de máxima Mediante la radical aceleración de apropia-
reducción de la composición en valor sobre el ción –captada en cualquier manera de espacio
curso de un círculo de acumulación dado. Al cerrado, colonial y metropolitano, nuevo y
respecto, nos podemos beneficiar si retomamos antiguo– el capital podía mejorar la producti-
el punto de vista fundamental de Marx de que vidad laboral mientras reducía (o limitaba) la
la fertilidad del suelo podía «actuar como un tendencia creciente de la composición en valor
incremento del capital fijo» (1973: 748). Por productiva. (La composición técnica de pro-
supuesto, Marx comprendió que la fertilidad ducción –la maquinaria y las materias primas
de la tierra en la agricultura inglesa no era tan relacionadas con el trabajo– podía aumentar
natural (fija) como Ricardo pensaba; la fertili- sin debilitar el índice del beneficio). La observa-
dad del suelo podía aumentar mediante la apli- ción de Marx podría ser fácilmente aplicada a
cación de fertilizantes como capital circulante todas las maneras de «fertilidad» extra-huma-
(Marx, 1963: 162-163). Mas donde la fertilidad na –¡pero también humana!: la estrategia capi-
del suelo existió anterior al desarrollo de la talista de la frontera de mercancías ha preten-
agricultura capitalista, los beneficios inespe- dido apropiarse, en el largo plazo histórico, de
rados de la apropiación máxima podían hacer
historia. Las fronteras americanas de grano
las capacidades biológicas y de las distribucio-
nes geológicas de la Tierra en un esfuerzo por 23
del siglo XIX se apropiaron de «los nutrien- reducir composición en valor de la producción,
tes acumulados por la naturaleza a lo largo de y controlar así la tendencia hacia el descenso de
cientos de años», y cuando se combinaron con la tasa de beneficio.6
la granja de capital intensivo familiar, se revo- Cuando las oportunidades de acumulación
lucionó no sólo el capitalismo americano sino por apropiación se debilitan, podemos esperar
que también se enviaron torrentes de comida ver un profundo cambio de soluciones espacia-
barata a Europa (Friedmann, 2000: 492; Moore, les a temporales (Harvey, 1998), pasando de la
2002b). Igual que con el azúcar, aquí también apropiación del espacio a la colonización del
vemos la precoz combinación de la innovadora tiempo: precisamente la gran fuerza de la finan-
producción industrial con la acumulación por ciarización neoliberal.

6. Como ya he comentado antes (Moore, 2011a), considero la «ley más importante» de Marx –la tendencia
hacia la tasa decreciente del beneficio- como una propuesta histórica amplia sobre las dinámicas durante los
primeros años del capitalismo, y no directamente como un descripción empírica de las crisis de acumulación en
este u otro momento de la historia del capitalismo.
laberinto nº 38 / 2013

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El auge de la ecología-mundo capitalista* (II)
Las fronteras mercantiles en el auge y decadencia de la apropiación máxima

Jason W. Moore

21
I. Los orígenes del capitalismo: el privilegiar una forma mercantilizada de la na-
valor como manera de organiza- turaleza humana (la productividad del trabajo)
como indicador de riqueza, y por lo tanto, tratar
ción de la Naturaleza al resto de la naturaleza como una vasta zona
Debemos recordar los 23 puntos de las de apropiación. Suelos, bosques, arroyos -¡por
transformaciones de la tierra y el trabajo con no hablar también de las sociedades campesinas
las que comenzábamos el artículo. Mi deseo, del Nuevo y Viejo Mundo!- pueden ser movili-
en lo que sigue, es desarrollar las relaciones y zados al servicio del los proyectos de desarro-
condiciones subyacentes al origen del capitalis- llo de la productividad del trabajo y asimismo
mo desde una perspectiva ecológico-mundial. aumentar la masa de plusvalías.
Podría comenzar por afirmar lo que puede ser Tal interpretación nos conduce directamen-
obvio después de leer nuestro listado: las trans- te al valor como una manera de organizar la na-
formaciones del movimiento de la Tierra co- turaleza. Esta cuestión ha sido tratada teórica-
rrespondientes al periodo 1450-1750 sobrepa- mente (Burket, 1999) – pero casi nunca puesta
saron la escala, la velocidad y la capacidad de a trabajar históricamente – en la ecología
las civilizaciones premodernas, frecuentemen- marxista. Aunque eliminada, aparentemente, de
te por un orden de magnitud. Lo que le tomó la cuestión del movimiento de la Tierra, la teoría
a las centurias de civilización feudal lograr en del valor de Marx ilumina la lógica subyacente
regiones particulares – como sería la Europa del la tendencia histórica del capitalismo hacia
del Este del Elba (Bartlett, 1993)- el orden ca- la simplificación radical de la tierra y el trabajo.
pitalista emergente lo cumplió en unas cuantas Esta tendencia de simplificación radical ha sido
décadas. ¿Cómo se explicaría este extraordina- identificada por los investigadores de historia
rio cambio ecológico-mundial? Volvamos a la ambiental (e.g. Worsters, 1990), pero mal reco-
sobresaliente observación de Marx, que la ferti- nocida como una consecuencia de la creación de
lidad del suelo puede actuar como un incremen- mercados en lugar de una expansión de la repro-
to en capital fijo. El genio del capitalismo fue a ducción de las relaciones de valor.

* Traducción realizada por Laberinto y revisado por Roberto J. Ortiz.


laberinto nº 39 / 2013

Mi propuesta es la siguiente: Nosotros trabajo útil como condición de la diversidad


colocamos la simplificación radical mediada a material de la naturaleza humana y extra-huma-
través del mercado dentro de la producción y na – las verdaderas fuentes de riqueza» (Burket,
realización del valor como un todo orgánico. 1999: 84). La principal forma material de esta
De este modo, podemos extender fructífera- solución material es la reordenación en curso de
mente a todo el ámbito de la capitalización y las ecologías-mundo de una manera que facilita
apropiación la gran visión de Braverman, en la el control creciente, el cual se consigue princi-
que el capitalismo tiende a disolver las formas palmente a través de la descomposición progre-
concretas de trabajo – y también las naturale- siva de la actividad humana y naturalezas extra-
zas extra-humanas – en «modelos generales de humanas en partes medibles.
movimientos de trabajo» (1974). El movimiento Volviendo a nuestra narración histórica,
de disolución, predicho en el imperativo desa- diremos que las primeras plantaciones de azúcar
rrollo de la productividad del trabajo, tiende a fueron posible sólo en la medida en que los
reducir no sólo trabajos concretos sino todas trabajo complejos y concretos, y los sistemas de
las maneras de especificidades biofísicas (de las conocimiento envueltos en los sistemas agrícolas
cuales el trabajo es un momento) a la categoría feudales y premodernos fueron hechos añicos,
de «parte intercambiable» (ibid: 181-182)1. De incluso con una división del trabajo compleja y
este modo, el capital tiende a crear materiali- técnica, como sin duda el cultivo de la caña de
dades que se asemejan a la lógica inmanente azúcar lo fue. Los dueños de los ingenios azu-
de la acumulación de valor, mediante el cual careros pudieron realizar este proceso de trans-
22 las particularidades humanas y extra-humanas
son disueltas (en proporción) a la forma dinero,
formación del trabajo, sin embargo, sólo en la
medida en que los paisajes agroecológicos se
el patrón normal del trabajo social abstracto. fueron transformando. Mediante el ingenio, el
De esta manera, trabajo social abstracto y na- capitalismo junta en una unidad dialéctica es-
turaleza social abstracta son mostrados como clavismo (mano de obra simplificada) y mono-
condición de cada uno. cultivo (tierra simplificada).
Desde esta posición estratégica, un enfoque Conceptualizando de esta manera, la dialéc­
relacional basado en la teoría del valor de Marx tica entre trabajo social abstracto/naturaleza
muestra la contradicción entre la acumulación social abstracta permite una reinterpretación de
de valor como trabajo social abstracto (en su las fuerzas «sociales» como una cristalización
forma humana) y la acumulación de valor como específica del poder y del proceso socio-ecológi-
un proceso material (en su forma espacial): na- co. La comercialización, la industrialización, los
turaleza social abstracta. El dinero aparece proyectos coloniales, incluso el mismo capitalis-
como el equivalente general del valor, mediando mo, son mostrados como proyectos y procesos
en la contradicción entre la «generalidad social» específicos que juntan las naturalezas humana
del valor y su «particularidad material» (Burket, y extra-humana; desde una perspectiva eco-
1999: 84). El dinero «resuelve» (aunque sea tem- lógico-mundial, esos proyectos y procesos son
poralmente) esta contradicción mediante «la mejor vistos como cristalizaciones específicas
abstracción de la diferenciación cualitativa del de la naturaleza humana y extra-humana, ma-

1. Mi enfoque aquí sigue el espíritu de la interpretación de Braverman, en el cual la transformación de los


procesos de trabajo implica una simplificación radical no sólo de trabajos concretos sino también de natura-
lezas extra-humanas: «Vemos que esta abstracción desde las formas concretas del trabajo... que Marx utilizó
como forma de clarificar el valor de las mercancías (según la porción de tal trabajo humano general que
encarnan), no es algo que exista sólo en las páginas del primer capítulo de El Capital, sino que existe también
en la mente del capitalista, del gerente, del ingeniero industrial. Su esfuerzo y oficio es precisamente el de vi-
sualizar el trabajo no como un empeño humano total, sino como una abstracción más allá de sus cualidades
concretas para comprenderlo como una serie de movimientos universales y repetidos incesantemente. {De} esta
manera {el trabajo} llega a corresponder cada vez más, en vida, a la abstracción que usó Marx en el análisis del
modo de producción capitalista».
El auge de la ecología-mundo capitalista (II)

terialmente ejecutada y simbólicamente repro- feudalismo no sólo transformó la cultura de


ducida. Por lo tanto, en «La Naturaleza y tran- Europa, la geografía política, y los paisajes; la
sición», no intenté dar una «historia ambiental larga expansión feudal también había, a través
de» un proceso social, sino considerar el auge de la comercialización y el establecimiento de
del capitalismo como una historia ambiental impuestos, servido nuevas oportunidades a los
– como un proyecto y un proceso de la parti- campesinos para movilizarse a gran escala en
cipación humana en unos nuevos patrones de contra de los estados y los señores feudales. Hacia
formación del medioambiente, en los cuales las el siglo XIV las revueltas de campesinos se de-
transformaciones de la Tierra fueron conse- sarrollaron en una escala sin precedentes: más
cuencias, pero también constituyentes del auge notablemente en Francia en 1358 y en Inglaterra
del capitalismo. en 1381. La creciente resistencia campesina fue
Para apoyarme en esta interpretación entonces reforzada por la contracción general
hice dos afirmaciones principales. Primera, la del excedente agrario durante el largo siglo XIV.
expansión europea en ultramar después de 1492 En Europa oriental la capacidad de los señores
fue parte de un cambio epocal en las relaciones para restaurar el feudalismo fue fundamental-
naturaleza-sociedad. Segunda afirmación, este mente socavada por el poder de clase del campe-
cambio epocal era a la vez causa y consecuen- sinado. La servidumbre no regresaría en el oeste.
cia del auge del capitalismo (c. 1450-1750). Los El fracaso de la restauración feudal – y hubo
grandes movimientos de la expansión imperial muchos intentos de restaurar el feudalismo en
no eran nuevos en 1492. El colonialismo existía, el siglo XIV – dejaron al estrato dominante de la
pero la geografía-histórica del colonialismo
concretamente en su forma moderna después
Europa oriental con una única opción: ganar en
el campo de batalla lo que habían perdido en la 23
de 1492 debe ser comprendida dentro de la in- lucha de clases. ( North & Thomas, 1973: 80-81;
cipiente dialéctica de la acumulación por apro- Strayer, 1970; Wallerstein, 1992). La lucha de
piación y la acumulación por capitalización. clases continuó, por supuesto, pero la habilidad
Durante siglos, las civilizaciones afroeuroa- de los campesinos para agrandar su parte del
siáticas habían practicado la expansión de las decreciente excedente agrario empujó a los
fronteras de recursos naturales como forma de señores feudales y a los estados a encontrar una
atenuar las crisis ecológicas regionales (Elvin, nueva estrategia de acumulación. Esta estrate-
1973; 2003; Bartlett, 1993; Ponting, 1991). Hacia gia comenzaría con la declaración de guerras
1492, sin embargo, Europa comenzó a diverger y terminaría con la frontera de las mercancías.
claramente de este patrón. La producción e in- Las guerras sólo servirían para resolver la crisis
tercambio de mercancías, un aspecto antiguo del excedente agrario si un estado conseguía
de la expansión de las civilizaciones, fue rá- crear un imperio Panaeuropeo. Pero ningún
pidamente convertido en un fin en sí mismo. estado se acercó nunca a conseguirlo, y sólo
La frontera de las mercancías suplantó a las Carlos V puso siquiera contemplar tal posibi-
fronteras de los recursos naturales cada vez lidad (Wallerstein, 1974). Bajo condiciones de
más claramente. Primero cambió la expansión «soberanía parcelada» la rápida industrializa-
global por la del acrecentamiento regional, ción y el aumento de los costes relacionados
como mejor respuesta a los problemas socio- de la guerra pusieron la maquinaria estatal de
ecológicos. Y donde la expansión una vez alivió la era en la posición de tener que pedir dinero
las tensiones generadas por la presión demo- (y mucho) para poder ganar (o sobrevivir) a
gráfica, un capitalismo ascendente transformó los cada vez más violentos enfrentamientos
esta lógica en su opuesto. La población entonces entre estados (Anderson, 1974; McNeill, 1982;
siguió la expansión. Arrighi, 1994). De esta forma las condiciones
En el corazón de esta inversión subyacía para una nueva y compleja dialéctica del poder
una ruptura con la dialéctica permoderna del territorial y capitalista fueron establecida. Esen-
poder, una cuyos orígenes se pueden encontrar cialmente el capital urbano fue capaz de usar la
en la larga crisis europea del siglo XIV (c. 1290- baza que ganó frente a los estados para cambiar
1450). Entre los siglos X y XIII, la expansión del las reglas del juego: cambiar las reglas de tal
laberinto nº 39 / 2013

forma que la mercantilización fuera privilegia- mente porque «Europa» ella misma es fácilmen-
da, aunque sólo fuera levemente, sobre la terri- te cosificada. Comencé señalando el desarrollo
torialización. Desde ese punto en adelante – al interno de Europa como atado dialécticamente a
rededor de 1500 (más temprano para Portugal) los desarrollos externos y a la retroalimentación
– la expansión europea privilegió las relaciones proveniente de éstos. Tal aproximación podría
mercantiles. Las guerras no resolvieron la crisis unificar los grandes movimientos de expansión
subyacente del excedente agrario que comenzó colonial de ultramar con la transición al capi-
al final del siglo XIII, y las guerras se adaptaron talismo en la Europa occidental (e.g. Moore,
a las leyes de la competición económica en un 2010a, 2010b) - dos movimientos cubiertos
sentido moderno. Si nos preguntamos por qué la por historiografías particulares, pero rara vez
República Holandesa y no el Impero Español fue unificados en un marco analítico coherente.
la gran superpotencia del siglo XVII sólo nece- Podemos enfatizar dos dialécticas dentro de la
sitamos tener en cuenta la desindustrialización amplia unidad histórico-mundial de un capita-
de Castilla y la precoz industrialización de la lismo emergente. Había, en primer lugar, una
República, lo que Marx llamó «la nación modelo dialéctica interna en Europa a través de la cual
capitalista del siglo XVII» (1977: xxx). Con el entran en pugna capitalistas, estadistas, señores
tiempo España se agotó financieramente por feudales, y agrupaciones campesinas que se en-
las guerras; el modelo de nación capitalista no contraban en una especie de callejón sin salida a
(Moore, 2010b). Dada la correlación de fuerzas lo largo del siglo XIV. El statu quo anterior de la
de clase en Europa oriental y las capacidades era dorada del feudalismo no pudo ser restaura-
24 tecnológicas de la época, un nuevo régimen glo-
balizante de producción y reproducción emergió
do, pero tampoco eran las condiciones idóneas
para algo parecido a una rápida transformación
de la única estrategia que pudo establecer una capitalista (Moore, 2003a, 2003b, 2007, 2013,
nueva base para la acumulación del excedente Wallerstein, 1974). Lo que realmente desestabili-
de riqueza a gran escala: una estrategia basada zó la situación fue la persistencia y la intensifica-
en la expansión geográfica interminable de la ción de las dinámicas competitivas, sobre todo,
producción e intercambio de mercancías. entre y dentro de los estados, señores feudales y
La estrategia de la frontera mercantil, como capitalistas.Esta intensificación transformaría la
ya indiqué, no era sólo una estrategia de produc- convivencia entre el capitalismo y el feudalismo
ción sino también un régimen demográfico que en algo insostenible, a la vez que magnificaba las
distinguiría el capitalismo de todas las civiliza- contradicciones entre ambos dentro de Europa.
ciones que lo precedieron. La expansión global (Esto era, entre otras cosas, la raíz principal de
permitió una salida de los ciclos premodernos de la «crisis general» del siglo XVII).
auges y caídas, donde la efervescencia comercial A continuación surgió una segunda dialéc­
invariablemente dio lugar a crisis sistémicas tica, entre estas contradicciones internas y las
demográfico-ecológicas (Goldstone, 2002). externas, en las tierras (las fronteras de las mer-
Estas crisis sistémicas demográfico-ecológicas cancías) de las Américas. A falta de estados
no se materializaron en los siglos siguientes a poderosos o campesinado insurgente, las
1450, incluso cuando el cambio climático y los Américas proveyó un terreno fértil para precisa-
problemas económicos se combinaron en la mente una especie de rápida transformación ca-
«crisis general». En contraste con la larga crisis pitalista, que era imposible dentro de Europa –
del siglo XIV, no ocurrió ninguna crisis fun- con la excepción de la precoz revolución minera
damental de acumulaciones, y la mercantiliza- y metalúrgica del «primer» siglo XVI en Europa
ción, lejos de retroceder, se extendió aún más central. Pero aquí está el problema. La extensión
lejos. ¿Por qué era el capitalimos temprano tan de las relaciones mercantiles a las Américas,
diferente? En pocas palabras, por la frontera de nuestra «dialéctica externa», fue motivada en
las mercancías. parte por las contradicciones inmanentes en
Desde la óptica de la frontera de mercancía, la articulación inestable de las dinámicas se-
yo vi el auge del capitalismo como un proceso, ñoriales y capitalistas en el corazón de Europa.
a la vez, contenido y no en Europa – especial- Al mismo tiempo, la globalización de las rela-
El auge de la ecología-mundo capitalista (II)

ciones mercantiles hacia la costa oeste atlántica el truco, sino más bien la manera específica en
generó un conjunto distintivo de contradic- que fue recibido por, y reformó a, los paisajes
ciones «modernas», entre ellas las recurren- del mundo atlántico mediante la frontera de
tes crisis de sobreproducción y el agotamiento las mercancías. El capitalismo como un modo
de las naturalezas humana y extra-humana, es de acumulación de riqueza (según la visión de
decir, trabajo y tierra. Éstas (y no sólo éstas) Braudel) estaba ciertamente desarmado sin su
sirvieron un potente cocktail de antagonismos modo distintivo de producción de espacio y na-
capitalistas, reforzardas por, y al mismo tiempo turaleza. El momento externalizador es central
transformando, las contradicciones internas en si queremos entender por qué la expansión
Europa. Fue una mezcla inusual que necesitó de europea continuó, continuó, ¡y continuó!
oleadas recurrentes de expansiones geográficas. Estados, mercaderes, hacendados, ganaderos,
Como consecuencia, la expansión geográfica del agricultores y villanos granjeros, ingenieros
capitalismo temprano permanece desconectada civiles, jesuitas, propietarios de minas, ad-
de los momentos «internos» de la transición ca- ministradores coloniales, élites políticas
pitalista, tal que los esquemas coloniales de las indígenas y muchos otros – todos se quedaron
fronteras de mercancías del Nuevo Mundo y los atrapados cada vez más y de manera desigual
esquemas de la agro-manufactura de la trans- dentro de (y a la vez ayudaron a reproducir en
formación europea quedan mecánicamente escala ampliada) un sistema-mundo competi-
vinculados, en vez de dialécticamente unidos a tivo y despiadado que cada vez más definía la
través de los circuitos globalizadores del capital participación en el juego en términos de pro-
y del poder.
Este marco conceptual nos ayuda a explicar
ducción de mercancías, y acceso a riquezas y
poder que fluyó de él (Wallerstein, 1974; Wolf, 25
por qué la expansión europea encuentra su 1982; Moore, 2003a, 2003b).3
carácter epocal en la globalización de las rela- En el largo siglo XVI la acumulación de
ciones mercantiles. La tradición de la sociolo- capital ordenó la incesante apropiación de la
gía histórica, yendo de Marx y Weber a Tilly y tierra y trabajo extra-capitalista en la forma de
Wallerstein2, enfatiza las condiciones competi- mercancías – por lo normal, aunque no siempre,
tivas y conflictivas del bajo medioevo europeo fuera de Europa. No es menos importante que
– en y entre estados, capitales, y clases – como estas naturalezas apropiadas fueran puestas
centro del auge del capitalismo. a trabajar al servicio de la generalización de la
Yo añadiría un giro geográfico a la historia producción e intercambio de mercancías, au-
convencional. Las dinámicas competiti- mentando la productividad del trabajo. Pues el
vas internas de la Europa del bajo medioevo, genio del capitalismo en su auge no fue la mera
dinámicas esencialmente premodernas, mercantilización, sino el reclutamiento forzoso
motivaron la expansión de ultramar de manera de los sectores no-mercantiles en la generali-
tal que se constituyeron regímenes coloniales zación de las relaciones mercantiles. (Conside-
centrados en la producción de mercancías. Una remos por ejemplo los impuestos coloniales al
vez que estas dinámicas competitivas encon- trabajo y a los alimentos de las comunidades
traron una salida externa en la globalización indígenas). Un horizonte lleno de tierra que
de las relaciones mercantiles y éstas fueron tomar – es decir, relativamente libre de las
implantadas en los paisajes extra-europeos, economías y ecologías imperiales y morales
el impulso para explotar la tierra y el trabajo capaces de creciente resistencia efectiva (ésta es
se hizo incesante, un giro inusual en el curso la principal diferencia entre Afro-Eurasia y las
de la historia mundial. Entonces, no fue el Américas) – era necesario aunque no condición
impulso de comercialización solo el que hizo suficiente, para el nacimiento del capitalismo.

2. Respectivamente, Marx, 1977; Weber, 1961; Tilly, 1990; Wallerstein, 1974, 1992.
3. Por supuesto, lo que hemos estado llamando el momento externo del capitalismo emergente aparece
como un momento interno desde la perspectiva de la frontera.
laberinto nº 39 / 2013

II. A modo de conclusión Estas crisis de acumulación son desde el


punto de vista ecológico-mundial las formas en
El auge del capitalismo inició una nueva las que el capitalismo se organiza y entiende las
forma de organización de la naturaleza como un así llamadas crisis «ecológicas». Los mercados fi-
todo, movilizando por primera vez una métrica nancieros hoy, por ejemplo, entienden el cambio
de la riqueza y el poder basadas en la producti- climático sólo como una serie de potenciales
vidad del trabajo más que en la productividad limitaciones sobre el crecimiento económico
de la tierra. El surgimiento de la ley del valor, a mundial, así como de la posibilidad de obtener
través de las vastas fronteras de apropiación del beneficios dentro de éste (Lohmann,2012).
largo siglo XVI, permitió el inusual dinamismo A partir de que reconocemos esto, podemos
civilizatorio del capitalismo: la apropiación asumir que consiguientemente el «límite» eco-
de toda la naturaleza a su alcance para desa- lógico-mundial del capitalismo es el capitalismo
rrollar la tasa de explotación de la naturaleza en sí mismo.
humana, a la vez explotada y apropiada. Desde ¿Cómo podemos pensar las crisis del capita-
1450, comenzó una sucesión de movimientos lismo como crisis que ocurren a través de la na-
de «productividad y saqueo», uniendo la vasta turaleza en vez de crisis que tienen efectos sobre
apropiación de los dones de la naturaleza con la naturaleza?
una innovación técnica extraordinaria en la Desde el final de la Edad Media, hemos tenido
producción y el transporte. Cada nueva ola de dos formas principales de crisis ecológico-mun-
capitalismo que seguía, dependía de los grandes diales – epocal y desarrollista. Estas son crisis
movimientos de fronteras, del equivalente
26 agrario a los «ajuste» espaciales y productivos
de las formas civilizacionales de organizar la
naturaleza, humanos incluidos. Son entonces no
de la acumulación de capital en las metrópolis. los suelos ni las especies, los bosques y los com-
Estos movimientos de acumulación y apropia- bustibles, los que producen las crisis ecológico-
ción por capitalización, juntos, constituían una mundiales sino las relaciones de poder, produc-
revolución ecológica a escala global a través ción y reproducción que atraviesan transversal-
de la cual surgieron nuevas oportunidades de mente los bosques y los combustibles, los suelos
apropiación máxima. Estas revoluciones ecoló- y las especies. (Y por supuesto, muchos más que
gico-mundiales comprendieron innovaciones estos factores). No hay crisis «ecológica» que
tanto en la industria y las finanzas como en la opere al lado de otras crisis ya que el mosaico de
agricultura y la extracción de materias primas. relaciones constitutivas (poder, capital, ciencia,
Estas innovaciones, en un principio, liberaron etc.) son en sí mismo conjuntos desordenados
la acumulación, sólo para restringirla a lo largo de naturaleza humana y extra-humanas.
del tiempo, a medida que este maná caído del La primera de nuestras dos formas de crisis
cielo que era la expansión de las fronteras y ecológico-mundial puede ser observada a lo
la acumulación por apropiación fue desapare- largo del siglo XIV durante la crisis del feuda-
ciendo gradualmente – a veces rápidamente -: lismo. Esta fue como sabemos una crisis epocal.
los nuevos trabajadores proletarizados comen- Alejada de las estrechas concepciones de crisis
zaron a organizarse, las regiones agrícolas se biofísica o atmosférica – aunque esos elementos
agotaron, los yacimientos de carbón fueron puntuales entraron claramente en juego – la
esquilmados y así sucesivamente. El resultado crisis relevante fue la de la organización de las
tendencial ha sido un movimiento tambalean- relaciones básicas del feudalismo. Esta fue una
te hacia arriba de la composición de valor del ruptura irreversible de la dinámica específica
capital, exprimiendo la tasa de acumulación a señor-siervo que reproducía el poder feudal. La
medida que las oportunidades para nuevas in- civilización feudal vivió y murió de la extracción
versiones productivas se agotaban, algo estre- política del excedente (la relación señor-siervo),
chamente vinculado al aumento del coste de los aunque se reconocía los derechos tradicionales
insumos (capital circulante) y con estos costes del campesinado a la tierra. El orden agrario re-
crecientes, a la tendencia amplificada de la tasa sultante no proveía ni la coerción ni el incentivo
global de ganancia a caer. necesario para mantener el aumento de produc-
El auge de la ecología-mundo capitalista (II)

tividad, ni mucho menos para revertir el estan- medida por inundar el país con comida barata
camiento agrícola a largo plazo. A pesar de que y con trabajo barato. El estancamiento agrícola
se suele hablar del agotamiento del suelo como no se confinó en Inglaterra, y la productividad
si fuera cuestión de propiedades biofísicas estas flaqueó, las desigualdades aumentaron, y los
propiedades sólo adquieren significado a través precios de la comida aumentaron a lo largo de
de la relación señor-siervo, el centro gravitacio- la ecología-mundo atlántica en ese momento.
nal del feudalismo. Los límites del feudalismo El aumento de los precios amenazó el auge del
eran históricos y relacionales, no absolutos y capitalismo industrial, como Ricardo observó
externos. El agotamiento del suelo inscrito en en ese momento. En Inglaterra, los precios de
esta crisis civilizacional fue una contradicción la comida se incrementaron cuatro veces más
fundamental – porque la productividad de la rápido que el índice de precios industriales
tierra era decisiva para la extracción de exce- de finales del siglo XVIII (O’brien, 1985: 776)
dentes – pero sólo una irritación menor para – un momento clave en la crisis ecológica de-
el orden capitalista que llegaría después, pre- sarrollista. El aumento desorbitado del precio
cisamente porque la tierra se convirtió en un del pan en Francia contribuyó a los problemas
activo fungible y desechable. ¿Se agota la tierra? ya existentes y a los eventos de 1789. (¿Atisbos
Nos movemos a la frontera. Éste fue el lema de la Primavera Árabe?). La productividad
mostrado en el escudo de armas del capitalis- de la tierra se pudo haber incrementado pero
mo temprano. sólo a través de la intensificación del trabajo, y
La cuestión esencial es elemental, y sin esto consumiría el trabajo que la industria y el
embargo, rara vez llegan al meollo: los «límites
al crecimiento» son históricamente concretos. La
imperio necesitaban (Pomeranz, 2000; Moore,
2010c). La solución se encontró finalmente en 27
postura convencional es pensar la crisis ecológica dos grandes fronteras, produciendo dos grandes
en términos de disminución del flujo de subs- fuentes de excedentes «caídos del cielo». La
tancias: insuficiente comida, insuficiente com- primera frontera era vertical, moviéndose hacia
bustible. Pero debe ser más productivo pensar la Tierra para extraer el carbón. La segunda era
la crisis como un proceso a través del cual están horizontal, moviéndose a lo largo de la Tierra
tomando forma maneras fundamentalmente para producir trigo, especialmente en Norte
nuevas de ordenar la relación entre los humanos América. Cuando otra «Gran Depresión» llegó
y el resto de la naturaleza. De hecho, hay un pa- en 1870, la industrialización rápida de la época
ralelismo sorprendente entre nuestra situación fue posible sobre la base de comida barata,
actual y una Europa amplia ampliamente feudal aportada por el trabajo cooperativo de ambas
en 1300: el régimen agrícola, una vez capaz de un fronteras, con hambrunas masivas en el sur de
notable aumento de la productividad, se estancó; Asia y China y genocidio en Norte América
un porcentaje creciente de población vivía en como contrapunto civilizacional.
ciudades; expansivas redes de comercio conecta- ¿Es la consiguiente Gran Recesión del siglo
ban centros económicos remotos, y flujos epide- XXI la última en una larga lista de crisis de-
miológicos entre ellos; un cambio climático (la sarrollistas que el capital ha transcendido, o
«Pequeña Edad del Hielo») tensó un ya sobreex- es un punto de inflexión epocal? Vale la pena
tendido orden agro-demográfico; una extracción recordar la singularidad de la no tan lustrosa
vital de recursos, especialmente plata y cobre, época dorada del liberalismo. En contraste
encaró nuevos cambios geo-técnicos. con las edades de oro americana y británica en
La segunda forma de crisis ecológico-mun- mitad del siglo XX y en mitad del XIX, la era
dial es desarrollista. Estas crisis marcan la tran- comprendida entre 1983 y 2008 no se construyó
sición de una fase del capitalismo a otra. Una sobre una revolución industrial de la producti-
crisis desarrollistas ocurrió después de 1763 y vidad del trabajo. ¡Justamente lo contrario! Las
no pudo ser resuelta hasta después de 1815. La fábricas robotizadas del futuro ampliamente
temprana Revolución industrial también marcó anticipadas en los 70 nunca llegaron a materia-
el fin de la revolución agrícola que hizo posible lizarse. El futuro se ha convertido en un mundo
la industrialización de Inglaterra – en gran de maquiladoras, superpoblación, doctrinas del
laberinto nº 39 / 2013

shock y fábricas no automatizadas. El excedente Los beneficios de la apropiación ecológico-


se realiza a través de la apropiación sin prece- mundial en una escala cada vez más amplia
dentes (cada vez más financiarizados), respal- y profunda demostraron ser cada vez más
dada por un despliegue coercitivo y disciplina- limitados al principio del siglo XXI – no sólo
rio a escala mundial también sin precedentes. en los altos costes de producción y extracción
Estos dos momentos el de frontera y el de la en agricultura, energía y minería, sino también
acumulación coercitiva-intensiva están estre- en la impredecible espiral de intoxicación desde
chamente relacionados. El capitalismo neolibe- los pozos de alquitrán de Alberta hasta el Golfo
ral se mantuvo a través de la apropiación de los de México hasta el Delta del Níger. Hasta el
recursos que quedaban por coger: la frontera final del siglo XX se podía escapar de las cons-
del petróleo en el Mar del Norte, Alaska, África treñidas contradicciones del proceso acumula-
Occidental y el Golfo de México; la cúspide de ción – en sus múltiples expresiones ecológico-
la Revolución Verde en la agricultura del Sur mundiales – a través de la expansión geográfica.
de Asia, apropiándose y agotando el suelo fértil Acumulación por capitalización – por ejemplo
y el agua barata; la integración del viejo bloque la Revolución Industrial Británica – fue hasta
soviético en el mercado mundial permitiendo el siglo XX subordinada a la expansión geo-
metal y petróleo barato para reducir los costes gráfica y no solamente acompañada por ésta:
de producción después de 1989; la apropiación de acumulación por apropiación. A medida que
los campesinos chinos como una ingente fuerza las oportunidades de apropiación por acumu-
de trabajo extra; la privatización del estado y de lación se contrajeron, el capital en la era neo-
28 empresas cuasi-estatales y servicios públicos.
Estos «dones gratuitos» no se volverán a repetir.
liberal se volvió con más intensidad que antes
hacia la expansión interna, entre otras cosas
La gran frontera está ahora cerrada o muy cerca mercantilizando y por lo tanto simplificando el
de serlo. Lo que el capital descubrió fue una material genético mundial. Ésta es la gran tran-
masa de cuerpos humanos cuyo consumo pudo sición dentro del capitalismo histórico, desde
ser radicalmente suprimido, más dramáticamen- la conquista global a la globalización, desde el
te aunque tal vez no más significativamente en ajuste externo al interno, como mecanismo pre-
el Sur Global. Sus tecnologías para avanzar la ferente para atenuar la crisis. Hasta el punto
producción no estaban generalizadas, la era se en que el ajuste interno ha triunfado, aunque
caracterizó por una destacable expansión de las sólo temporalmente, lo ha hecho utilizando el
tecnologías coercitivas y disciplinarias necesarias planeta como un vertedero para su exponencial-
para mantener un régimen global de «subconsu- mente creciente volumen de desechos (Foster
mo forzado» (Araghi, 2009), uno que se encontró 1992, 2012). El cambio de la expansión externa a
miles de millones de personas hambrientas o la interna ha permitido al capitalismo posponer
sufriendo de deficiencia alimentaria, incluso o atenuar las crisis de acumulación pero ha con-
antes del aumento de precios de la comida en tribuido, en igual medida, a la desestabilización
2008 y de nuevo en 2011, sin vislumbrar un final de la biosfera que ha mantenido a la humanidad
en el horizonte (Willenbockel, 2011). desde el Holoceno hace 12 000 años.
El auge de la ecología-mundo capitalista (II)

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