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INTRODUCCIÓN

El Derecho Agrario es el conjunto de las normas jurídicas destinadas a


regular el régimen de la tierra laborable (L.C. Rafael Pina Lara). Esta
rama del Derecho está regulada por La Ley Agraria, que en su título
décimo describe sobre el Juicio Agrario, protagonista de este pequeño
ensayo.

Con la entrada en vigor de la Constitución Política Mexicana de 1917,


se llevó a cabo una ola de reformas en beneficio de los gobernados y
se introducen los llamados Derechos Sociales, entre los cuales se
encuentra La Reforma Agraria, que fue un proceso de redistribución
de la tierra que buscaba mejorar las condiciones de vida de los
campesinos, esta buscaba mayores ingresos y rendimientos agrícolas,
mejor tenencia de la tierra y acceso al mercado y al crédito, reducción
de la pobreza y la desigualdad y la formación de un mercado de tierras
con salvaguardas sociales, entre muchos otros beneficios. Pero junto
con los derechos vienen las obligaciones, limitaciones y restricciones;
para ello es que existe una Ley Agraria para regular todo tipo de
situaciones del campo, que como menciono al inicio de esta
introducción, dentro de ella en el Título décimo nos habla sobre el
“juicio agrario”, parte fundamental y gran apoyo para conocer de los
derechos y responsabilidades de los campesinos, su estructura, su
procedimiento, los pasos a seguir, a donde debemos de acudir y que
área es competente para llevar nuestra situación en un dado caso; ya
que conocemos el fondo, que es esta ley, ahora conoceremos la
forma, que es el procedimiento, “todo conflicto que puede surgir en el
fondo, tiene un procedimiento llamado “Justicia Agraria”
EL JUICIO AGRARIO

El Juicio Agrario se describe en la Ley Agraria y se complementa con


las disposiciones del Código Federal de Procedimientos Civiles, este
lo hace de aplicación supletoria en los casos que no están lo
suficientemente regulados en dicha Ley Agraria, y en su caso la
mercantil, según la materia que se trate, para que haya supletoriedad
es necesario que la institución o figura de que se trate exista
efectivamente en la legislación agraria, y que en esta se halle
insuficientemente desarrollada, esto quiere decir que en caso de que
la figura este en la Ley Agraria, pero no esté totalmente apegada a lo
necesario para mi necesidad, puedo recurrir al Código de
Procedimientos Civiles y que este me ayude a complementar y
enriquecer la necesidad a cubrir, pero no sin olvidar que no se debe de
introducir en el Proceso Agrario figuras ajenas a la legislación de la
materia. De igual manera las normas del Código Federal no debe de
oponerse directa o indirectamente a las de la Ley Agraria, ya que lo
que se busca es de permitir que las normas que rigen el proceso
agrario, tomadas del Código Federal, sean congruentes con la
naturaleza de dicho proceso y con los objetivos que este puede
alcanzar.

La Procuraduría Agraria tiene a su cargo vigilar que se cumplan los


principios de Servicio Social (recordemos que es un derecho social) y
los del proceso agrario, un poco más específico: Los principios de
oralidad, economía procesal, inmediatez, suplencia de la deficiencia
en el planteamiento de derecho e igualdad real de las partes.
El Juicio Agrario es aquel que tiene por objeto: Sustanciar, dirimir y
resolver las controversias que se susciten con motivo de la aplicación
de las disposiciones contenidas en la Ley Agraria. (Artículo 163 LA).

Este proceso tiene características especiales, tiene principios propios


que lo distinguen de los procesos normales como lo son: La Oralidad,
en donde las partes (Actor y demandado) pueden exponer sus
pretensiones y razonamientos ante el Tribunal Unitario Agrario;
Economía procesal, los procesos se deben de realizar de la manera
más rápida posible; no debe de haber intermediarios entre las partes y
el Tribunal, la relación debe de ser directa; suplencia en la deficiencia
del planteamiento de derecho, el Tribunal tiene la obligación de
subsanar las insuficiencias y errores en que incurran las partes cuando
se trate de ejidos, comunidades, ejidatarios o comuneros, recordemos
que es una Derecho Social y está regulado en el artículo 164 LA; dar
un trato igualitario a las partes. También se debe de considerar los
usos y costumbres en caso de tratarse de pueblos indígenas, siempre
y cuando no contravengan la ley.

En el caso de las demandas, están son el acto fundamental con la que


la parte actora inicia el ejercicio de la acción y plantea concretamente
su pretensión ante el juzgador. La demanda debe cumplir con lo
siguiente: Tribunal ante el que se promueve, los nombres y domicilio
del actor y del demandado, lo que se pide o demanda, en caso de un
terreno debe de llevar colindancias y debe de señalar poblado,
municipio y estado en donde se encuentra y de ser posible anexar un
croquis, los hechos en que se funde la petición, los fundamentos de
derecho, los puntos petitorios y las copias precisas para correr
traslado. Ahora bien, el actor puede presentar su demanda de manera
escrita o por medio de comparecencia, en este segundo caso la
Procuraduría Agraria le ayudara a formular su demanda de manera
concisa y a la vez adjuntara los documentos con los que funde su
acción y se agregaran las pruebas. Presentada la demanda y como se
menciona al principio de este ensayo en caso de haber alguna
irregularidad u omisión en la misma, y el Tribunal la identifica, debe de
prevenir al actor para que la subsane en un término de 8 días (Artículo
81 LA).

La Prevención se da como una medida precautoria, siempre y cuando


esta sea solicitada en la demanda expuesta ante el Tribunal Agrario,
esta es para proteger a los interesados.

Respecto al emplazamiento, podemos decir que es una acto


procedimental, es la manera como se le da a conocer al demandado
de que existe una demanda en su contra y este tendrá un plazo de 5 a
10 días para contestar dicha demanda, a este acto también se le
conoce como notificación y se hace por medio de un actuario del
mismo Tribunal Agrario. El emplazamiento se puede hacer de tres
maneras: Personal, directamente se le notifica al demandado o su
representante; Por Edictos, cuando se agotan todos los medios para
localizar al demandado y se hace por medio de publicación en un
diario de mayor circulación y el diario oficial dela federación; y por
estrados, que es la mesa del actuario del Tribunal Agrario. El
demandado tiene un lapso de 5 a 10 días después del emplazamiento
para responder la demanda o más tardar durante la audiencia ya sea
de manera escrita o por comparecencia, en este último caso, el
Tribunal Agrario apoya a la persona a formular su demanda de manera
concisa. La demanda se puede contestar de la siguiente manera:
Allanándose a la demanda, aceptando los hechos totalmente;
Allanándose a la demanda parcialmente, aceptando parcialmente los
hechos; y negándose totalmente a los hechos. El demandado deberá
referirse a todos los hechos comprendidos en la demanda ya sea
aceptándolos o negándolos, expresando los que ignore, y dando su
versión de los hechos.

En cuanto a la representación, las partes pueden o no acudir


asesoradas a la audiencia, pero en caso de que alguno de ellos acuda
asesorado y el otro no, el Tribunal deberá suspender la audiencia y
asignarle un asesor del mismo Tribunal quien tendrá un tiempo de 5
días para conocer la situación del caso.

La reconvención es lo que conocemos como contrademanda, es la


facultad que se le concede al demandado para poder presentar a su
vez otra demanda en contra del actor exigiéndole contraprestaciones
distintas que pueden formar parte de la controversia. Esta
reconvención se debe de realizar al momento de contestar la
demanda, ya que después no se le podrá otorgar este derecho en
ningún otro momento del juicio, y ahí mismo ofrecer las pruebas
pertinentes. Y en este caso se le dará conocimiento al actor para que
este de contestación, el Tribunal diferirá la audiencia por un término no
mayor a diez días.

La audiencia es el acto en donde las partes se presentan ante el


Tribunal Unitario Agrario para comparecer y dar seguimiento al
procedimiento de la demanda, en caso de que el actor no llegase a
dicha audiencia y el demandado si, el primero se hará acreedor a una
multa de 10 días salario mínimo y si no la paga no se le emplazará de
nuevo a juicio. En el caso de que haya ausencia de las dos partes, se
tendrá por no practicado el emplazamiento y este podrá ordenarse de
nuevo si el actor así lo solicita, de igual manera sucede si el
demandado no fue debidamente emplazado. En el caso de que el
demandado esté ausente se lleva a cabo la audiencia y al ser llamado
a contestar la demanda no estuviere, se hará constar en el expediente
mencionando que fue debidamente emplazado. En caso de que el
demandado no estuviera presente al inicio de la audiencia pero llega
después podrá intervenir según el estado en que se halle la esta, pero
no se le admitirán pruebas sobre ninguna excepción, a menos que
demuestre el motivo de fuerza mayor que le impidió presentarse.

Toda audiencia debe de estar presidida por el Magistrado del Tribunal


Unitario Agrario, en caso contrario todo lo actuado no producirá efecto
jurídico.

Las pruebas son los elementos que se aportan en el proceso a fin de


demostrar los hechos discutidos en el conflicto, son la verificación o
confirmación de las afirmaciones expresadas por las partes. En el
procedimiento agrario serán admitidas toda clase de pruebas que no
sean contrarias a la ley (Artículo 186 LA), la carga de estas pruebas
serán asumidas por las partes. Los medios de pruebas que se
reconocen según la supletoriedad a la Ley Agraria, marcada por el
Código Federal de Procedimientos Civiles son: La confesión;
documentos públicos; documentos privados; dictámenes periciales;
reconocimiento o inspección judicial; testigos; fotografías, escritos y
notas taquigráficas y todos aquellos elementos aportados por los
descubrimientos de la ciencia; presunciones; instrumental de
actuaciones. (Artículos 95-196 CFPC). Ofreciéndose las pruebas
podrán ser objetadas manifestando en que consiste la objeción en
cuanto su alcance y valor probatorio, o en cuanto a ser autentica, su
contenido y/o firma. En cuanto al desahogo de las pruebas, esto se
realizará en día y hora señalada por el tribunal.

Después del desahogo de pruebas, vienen los alegatos, los cuales se


referirán a las pruebas desahogadas durante el juicio y esto se hara
fundamentándose en tesis o jurisprudencias que avalen las
pretensiones, todo esto solicitando se dicte resolución favorable a la
parte que se representa.

La sentencia es la resolución que pronuncia el juez o tribunal para


resolver el litigio, este en Tribunales Agrarios se dicta a verdad sabida,
esto quiere decir, que debe interpretarse como "el conocimiento que
se tiene de los hechos tanto de sus causas como sus consecuencias
sin la posibilidad de alegar ignorancia posteriormente, excepto por
razón de engaño, apreciando los hechos y documentos según los
Tribunales lo estimen.

El proceso puede tener caducidad debido a la inactividad procesal,


ósea que el actor no genere promoción durante un periodo de cuatro
meses.

El recurso de revisión es un medio de impugnación que se interpone


contra una resolución judicial pronunciada en un proceso.
En materia agraria procede contra la sentencia de los Tribunales
Agrarios que resuelven en primera instancia sobre:

 Cuestiones relacionadas con los límites de tierras entre dos o


más núcleos de población agrarios ejidales o comunales, o
concernientes a límites de tierras de uno o varios núcleos
agrarios con uno o varios pequeños propietarios.
 La tramitación de un juicio agrario que reclame restitución de
tierras ejidales.
 La nulidad de resoluciones emitidas por las autoridades en
materia agraria.

El recurso de revisión debe presentarse ante el Tribunal que haya


pronunciado la resolución recurrida, en un término de diez días
posteriores a la notificación de resolución. Basta con un simple escrito
que exprese los agravios.

En el caso de amparo se realiza contra sentencias definitivas de los


Tribunales Unitarios o del Tribunal Superior Agrario y este solo
procede ante el Tribunal Colegiado de Circuito Correspondiente.
CONCLUSIÓN

Con el Licenciado Carlos Salinas de Gortari, Presidente en ese tiempo


de los Estados Unidos Mexicanos, en fecha 26 de febrero de 1992, se
presenta una Nueva Ley publicada en el Diario de la Federación: LEY
AGRARIA.

Esta Ley Agraria nos muestra a lo largo de IX Títulos el fondo de ella


en sus artículos para conocer desde sus Disposiciones preliminares
que nos muestra que es reglamentada del artículo 27 Constitucional;
el Desarrollo y Fomento Agropecuario; los ejidos y comunidades; Las
Sociedades Rurales; La Pequeña Propiedad Individual de Tierras
Agrícolas, Ganaderas y Forestales; La Procuraduría Agraria; El
Registro Agrario Nacional; y los Terrenos Baldíos y Nacionales. Una
vez conociendo el fondo podemos pasar a la forma, que es el
procedimiento: Todo conflicto que puede surgir en el fondo, tiene
un procedimiento llamado “justicia agraria”.

El juicio agrario tiene por objeto sustancial dirimir y resolver las


controversias que se suscriben con motivo de la aplicación
de las disposiciones contenidas en la Ley Agraria y apoyada en
algunas excepciones por el Código Federal de procedimientos Civiles,
esto de la mano con el derecho procesal agrario.
Todos tenemos el derecho de exponer una problemática, que esta sea
atendida, analizada y que se le trate de dar solución, aunque en el
proceso surjan una controversias, una Litis esto hace valer nuestros
derechos, siguiéndose en un proceso justo, debidamente asesorado y
asistido por el Tribunal Unitario Agrario, esto también genera
responsabilidades que implica hacer todo en tiempo y forma, darle
seguimiento al proceso como debe de ser, presentar buenos
argumentos y pruebas que demuestren que busco hacer justicia real,
sin perjudicar a otros.

La importancia del Derecho Agrario en nuestro país es muy grande, ya


que el campo mexicano tiene una gran extensión de zonas rurales y
esta tiene un gran potencial económico y ecológico, que
lamentablemente no ha sido explotado debida y justamente.

Esperemos en algún momento la Ley Agraria logre cumplir todo lo


establecido en ella para que el campo tenga sus mejoras en cuestión
de reglamentación, trasto justo, proyectos que estén bien cimentados
para una mejor derrama económica y un respeto a la tierra, la
naturaleza, su cuidado y protección, ya que también la Ley Agraria
cuida y protege esta importante parte de nuestro país.

“LA TIERRA ES PARA QUIEN LA TRABAJA”


Emiliano Zapata
Bibliografía

Manual del Juicio Agrario

Ley Agraria

Código Federal de Procedimientos Civiles

Rafael de Pina Vara. Diccionario Jurídico. Editorial Porrúa. Año 2006. Página 228.)

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