Además, mencionó que anteriormente se les hacía firmar un contrato cada
cuatro o seis meses, lo que no les proporcionaba continuidad ni certeza
laboral. Sin embargo, se les ofreció firmar un contrato que les ha brindado seguridad laboral por un período de un año. Reconoció que la inconformidad surgió cuando ingresaron al programa de caravanas como residentes en lugar de médicos generales, lo que les lleva a ganar alrededor de dos mil pesos menos a la quincena. Además, el personal solicitaba que se les considerara para un contrato definitivo similar al de los médicos que trabajan en un centro de salud. Aseguró que, aunque actualmente se están llevando a cabo las negociaciones para cambiar su clasificación de residentes a médicos generales, este proceso no se puede llevar a cabo de manera inmediata, enfatizó que este asunto no se ha descuidado, sino que se está promoviendo activamente para mejorar la situación. Suscríbete aquí a la edición digital de El Sudcaliforniano "Ellos están en su perfecto derecho de expresar su inconformidad, pero como mencioné anteriormente, la respuesta no está disponible en este momento. Incluso si han enviado un exhorto al gobernador a través de algún político, la solución no está en manos del gobernador, del Congreso del Estado ni de IMSS Bienestar”. “La Secretaría del Bienestar ya ha elevado este asunto a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y se necesita su aprobación y acuerdo, especialmente en términos de financiamiento, para poder llevar a cabo cambios en la contratación." Actualmente, se está en espera de que esta instancia tome medidas para satisfacer las necesidades de estos trabajadores, que son fundamentales para el funcionamiento de los hospitales IMSS- Bienestar y las caravanas de salud.