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JOSÉ MARÍA ARGUEDAS

José María Arguedas Altamirano, nació el 18 de enero de 1911 en


Andahuaylas, Apurímac. Fue un escritor peruano muy reconocido por las
novelas, cuentos, ensayos y poemas escritos por él, pero más por el dolor de
este impregnados en sus escrituras. Arguedas era un autor de ascendencia
española, con fluidez en el idioma quechua nativo, mismo que obtuvo al
convivir en dos hogares quechua desde los 7 a los 11 años de edad. Arguedas
tenía tan solo 7 años cuando su madre murió y su padre se mudó con su
nueva pareja, una rica hacendada de San Juan de Lucanas. Doña Grimanesa,
madrastra de Arguedas, dueña de la mitad de un pueblo, despreciativa y
rencorosa, decidió que José María debería vivir con los indios, según ella
porque los despreciaba al igual que a ellos, pero los efectos no fueron los que
la madrastra deseaba, al contrario, Arguedas se sintió feliz al encontrar entre
la indiada el amor que necesitaba. Los indios se convirtieron en sus
auténticos amigos, lo criaron con ternura y difundieron su amor a las cosas
que ellos amaban, la naturaleza, los valles, los pájaros, los ríos, las montañas,
pero también su desprecio hacia quienes los hacían sufrir.
Arguedas, además de su madrastra, tenía un hermanastro que lo trataba
como sirviente y tenía con el pequeño un trato totalmente despótico. Un día,
considerando su situación insoportable, el niño decidió escaparse y se refugio
en la hacienda biseca donde vivía un tío suyo, después de dos años en la
hacienda comienza otra etapa importante en su vida, recorre con sus padres
gran parte del sur del Perú, Ayacucho, Ica, Mollendo, Arequipa, Cuzco,
Abancay y a la vez va enriqueciendo sus conocimientos de la música, la danza
y en general de todo el folclore indio de estas regiones.
En 1926, iniciada la adolescencia, Arguedas abandonó los escenarios que
habían señalado su infancia, así como los continuos viajes que habían
realizado junto a su padre y es internado en un colegio de Ica. A los 18 años
llega a Lima, allí a pesar de las dificultades para adaptarse a la vida capitalina,
no tarda en relacionarse con un grupo de jóvenes.
En 1931, Arguedas se matricula en la Universidad de San Marcos para
estudiar letras, al año siguiente murió su padre, con lo que perdió el apoyo
económico y espiritual que le brindaba, obligado a ganarse la vida, entró
como auxiliar en la administración de correos y empezó a compaginar su
trabajo con los estudios y la creación literaria.
En 1935 publicó su primer libro de cuentos “Agua”, en esta época de
estudiante, vive en plena actividad universitaria y literaria.
En 1936, funda junto a Don Alberto, Augusto Tamayo Vargas y otros, la revista
“Palabra” cuya trayectoria está marcada por la ideología de Mariátegui.
En 1937 termina la especialidad de literatura, pero no llega a graduarse
porque es encarcelado en la prisión de “El Sexto”, a raíz de su participación en
una manifestación antifascista que tuvo lugar en la universidad. Según
Arguedas, esta experiencia fue tan importante para él, como lo había sido en
su infancia, la relación con su madrastra, porque en la cárcel había conocido
lo mejor y lo peor del Perú. Cuando queda libre en 1939, obtiene la
licenciatura y comienza su carrera docente, al mismo tiempo contrae
matrimonio con Celia Bustamante. Poco después es invitado por el gobierno
Mexicano al congreso indigenista de Pátzcuaro y permanece cerca de dos
años en México.
En 1941 comienza su labor en el ministerio de educación colaborando en
la reforma de los planes de educación secundaria. Este mismo año publica
su primera novela “Yawar Fiesta”.
En 1944 sufre una crisis de índoles psíquica que será su primer foco de su
posterior suicidio. En 1948, la crisis volvió a repetirse, ahora por motivos
económicos. Fue acusado de comunista y se le reduzco el horario de clases y
por lo tanto el sueldo. Sin embargo, este mismo año es nombrado jefe de la
sección del folclore y bellas artes del ministerio de educación.
En 1950 termina sus estudios de antropología y se incorpora como profesor
a la universidad de San Marcos. Durante estos años y los sucesivos lleva a
cabo simultáneamente las actividades docentes en esta materia y en la de
literatura, a la vez que los cargos oficiales del ministerio de educación lo
llevan a distintos lugares dentro y fuera del Perú a efectuar investigaciones.
En 1953 lo nombran director del instituto de estudios tecnológicos del
museo de cultura y en 1954 publica su tercera obra, la novela corta
“Diamantes y
Pedernales”. En ella, se escribe la historia de Don Aparicio, un gabenal
obsesionado por el sexo, a su lado vive un indio “El pupa mariano” que le
guarda fidelidad absoluta. Por una serie de complicaciones este personaje se
ve envuelto en un problema con una de las mujeres aquel, que al descubrirlo
lo mata. La muerte del indio produce un aliento purificador en Don Aparicio,
quien superado sus obsesiones, parte sin rumbo fijo. La marcada diferencia
de dos mundos viene expresa en el título, sin dudas para Arguedas el
diamante encierra lo valioso del espíritu indígena rodeado y aprisionado por
el pedernal, el que a de desprenderse para poder vivir libremente. Al escribir
este relato, Arguedas mantenía vivo el recuerdo de su infancia despreciada y
maltratada por su hermanastro, al que refleja en el gamonal y al tiempo
reforzada el cariño recibido por los indios, quienes sin embargo también le
enseñaron a odiar a aquellos que los oprimieron reduciéndolos a la categoría
de esclavos.
El año 1958 es bastante significativo para Arguedas, no sólo porque publica
“Los Ríos Profundos” después de cuatro años de silencio literario, sino por
varios acontecimientos más. Es el año en que el escritor realiza su primer
viaje a Europa, becado por la UNESCO, para efectuar estudios en España y
Francia durante siete meses, seis de ellos los pasó en España haciendo
investigaciones para su tesis doctoral “Las Comunidades de España y del
Perú”, en ella trata de demostrar la supervivencia de la organización comunal
de algunos pueblos amoranos de España en las comunidades indígenas que
componen la ciudad de Puquillo. A su regreso es nombrado jefe interino del
departamento de tecnología de la universidad de San Marcos, donde tiene a
su cargo sucesivas cátedras de quechua, antropología cultural, estudios de
literatura a través de la literatura oral, etc.
Arguedas recibió en el transcurso del año 1960, el premio Ricardo Palma por
“Los Ríos Profundos” y en 1961 publicó “El Sexto”, veinticuatro años después
de su encarcelamiento, relató en esta obra las experiencias que tuvo y el
mundo que observo a su alrededor, por tanto es también, una novela
autobiográfica y narrada en primera persona. Con esta novela, recibió
Arguedas en 1962 y por segunda vez el premio Ricardo Palma, ese mismo año
asiste en Berlín-Oeste al primero coloquio de escritores sudamericanos y
alemanes, organizado por la revista Humboldt e inmediatamente ingresa a la
universidad agraria de la molina.

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