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BIOGRAFÍA JOSÉ MARÍA ARGUEDAS

(Andahuaylas, 1911 - Lima, 1969) Escritor y


etnólogo peruano, renovador de la literatura de
inspiración indigenista y uno de los más destacados
narradores peruanos del siglo XX. Sus padres
fueron el abogado cuzqueño Víctor Manuel
Arguedas Arellano, que se desempeñaba como juez
en diversos pueblos de la región, y Victoria
Altamirano Navarro.

En 1917 su padre se casó en segundas nupcias (la


madre había muerto tres años antes), y la familia se
trasladó al pueblo de Puquio y luego a San Juan de
Lucanas. Al poco tiempo el padre fue cesado como
juez por razones políticas y hubo de trabajar como abogado itinerante, dejando
a su hijo al cuidado de la madrastra y el hijo de ésta, quienes le daban
tratamiento de sirviente.

En 1921 se escapó con su hermano Arístides de la opresión del hermanastro.


Se refugiaron en la hacienda Viseca, donde vivieron dos años en contacto con
los indios, hablando su idioma y aprendiendo sus costumbres, hasta que en
1923 los recogió su padre, quien los llevó en peregrinaje por diversos pueblos y
ciudades de la sierra, para finalmente establecerse en Abancay.

Después de realizar sus estudios secundarios en Ica, Huancayo y Lima,


ingresó en 1931 a la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos de Lima para estudiar Literatura. Entre 1932 y 1937 trabajó como
auxiliar de la Administración Central de Correos de Lima, pero perdió el puesto
al ser apresado por participar en una manifestación estudiantil a favor de la
República Española.

Después de permanecer alrededor de un año en la prisión El Sexto, fue


nombrado profesor de castellano y geografía en Sicuani, en el departamento de
Cuzco, cargo en que descubrió su vocación de etnólogo. En octubre de 1941
fue agregado al Ministerio de Educación para colaborar en la reforma de los
planes de estudios secundarios.

Tras representar al profesorado peruano en el Congreso Indigenista


Interamericano de Patzcuaro (1942), reasumió su labor de profesor de
castellano en los colegios nacionales Alfonso Ugarte, Nuestra Señora de
Guadalupe y Mariano Melgar de Lima, hasta que en 1949 fue cesado por
considerársele comunista. En marzo de 1947 fue nombrado Conservador
General de Folklore en el Ministerio de Educación, para posteriormente ser
promovido a Jefe de la Sección Folklore, Bellas Artes y Despacho del mismo
ministerio (1950-52).

En 1953 fue nombrado Jefe del Instituto de Estudios Etnológicos del Museo de
la Cultura Peruana, y el mismo año comenzó a publicar la revista Folklore

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Americano (órgano del Comité Interamericano de Folklore, del que era
secretario), la cual dirigió durante diez años.

A este cargo sucedieron el de director de la Casa de la Cultura del Perú (1963-


1964) y director del Museo Nacional de Historia (1964-1966), desde los cuales
editaría las revistas Cultura y Pueblo e Historia y Cultura.

También fue profesor de etnología y quechua en el Instituto Pedagógico


Nacional de Varones (1950-53), catedrático del Departamento de Etnología de
la Universidad de San Marcos (1958-68), y profesor en la Universidad Nacional
Agraria de la Molina desde 1964 hasta su muerte, ocurrida a consecuencia de
un balazo que se disparó en la sien y que ocasionaría su fallecimiento cuatro
días después.

Fue galardonado con el Premio Fomento a la Cultura en las áreas de Ciencias


Sociales (1958) y Literatura (1959, 1962) y con el Premio Inca Garcilaso de la
Vega (1968).

La depresión de Arguedas hizo crisis en 1966, llevándolo a un primer intento de


suicidio por sobredosis de barbitúricos el 11 de abril de aquel año. Desde
algunos años atrás, el escritor venía recibiendo múltiples tratamientos
psiquiátricos, describiendo sus padecimientos en sus escritos:

“Yo estoy sumamente preocupado con mi pobre salud. He vuelto fatigadísimo,


sin poder dormir y angustiado. Tengo que ir a donde el médico nuevamente;
aunque estos caballeros nunca llegan a entender bien lo que uno sufre ni las
causas. Lo malo es que esto me viene desde mi infancia (carta a John Murra,
28 de abril de 1961).”

“Un poco por miedo otro poco porque se me necesitaba o creo que se me
necesitaba he sobrevivido hasta hoy y será hasta el lunes o martes. Temo que
el Seconal no me haga el efecto deseado. Pero creo que ya nada puedo hacer.
Hoy me siento más aniquilado y quienes viven junto a mí no lo creen o acaso
sea más psíquico que orgánico. Da lo mismo. Tengo 55 años. He vivido
bastante más de lo que creí (carta a Arístides Arguedas, 10 de abril de 1966).”

A partir del intento de suicidio, su vida ya no volvió a ser la misma.

Se aisló de sus amigos y renunció a todos los cargos públicos que ejercía en el
Ministerio de Educación, con el propósito de dedicarse solamente a sus
cátedras en la Universidad Agraria y en la de San Marcos.

Para tratar su mal se puso en contacto con la psiquiatra chilena Lola Hoffmann,
quien le recomendó, a manera de tratamiento, que continuara escribiendo.

De este modo publicó otro libro de cuentos: Amor mundo (en ediciones
simultáneas en Montevideo y en Lima, en 1967), y trabajó en la que sería su
obra póstuma: El zorro de arriba y el zorro de abajo. Finalmente renunció a su
cargo en la Universidad Agraria y el 28 de noviembre de 1969 se encerró en el
baño de dicha universidad y se disparó un tiro en la cabeza, a causa del cual

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murió, después de pasar cinco días de penosa agonía (2 de diciembre de
1969). El mismo día del disparo fatal, le había escrito lo siguiente a su esposa
Sibyla:

“¡Perdóname! Desde 1943 me han visto muchos médicos peruanos, y desde el


62, Lola, de Santiago. Y antes también padecí mucho con los insomnios y
decaimientos. Pero ahora, en estos meses últimos, tú lo sabes, ya casi no
puedo leer; no me es posible escribir sino a saltos, con temor. No puedo dictar
clases porque me fatigo. No puedo subir a la Sierra porque me causa
trastornos. Y sabes que luchar y contribuir es para mí la vida. No hacer nada es
peor que la muerte, y tú has de comprender y, finalmente, aprobar lo que
hago.”

El mismo año en que suicidó, Arguedas dijo en una entrevista concedida a Ariel
Dorfman para la revista Trilce: "Entiendo y he asimilado la cultura llamada
occidental hasta un grado relativamente alto; admiro a Bach y a Prokofiev, a
Shakespeare, Sófocles y Rimbaud, a Camus y Eliot, pero más plenamente
gozo con las canciones tradicionales de mi pueblo; puedo cantar, con la pureza
auténtica de un indio chanka, un harawi de cosecha. ¿Qué soy? Un hombre
civilizado que no ha dejado de ser, en la médula un Indígena del Perú;
indígena, no indio. Y así, he caminado por las calles de París y de Roma, de
Berlín y de Buenos Aires. Y quienes me oyeron cantar, han escuchado
melodías absolutamente desconocidas, de gran belleza y con un mensaje
original. La barbarie es una palabra que inventaron los europeos cuando
estaban muy seguros de que ellos eran superiores a los hombres de otras
Razas y de otros continentes 'recién descubiertos'

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OBRAS

La producción intelectual de Arguedas es


bastante amplia y comprende, además de obras
de ficción, trabajos, ensayos y artículos sobre el
idioma quechua, la mitología prehispánica, el
folclore y la educación popular, entre otros
aspectos de la cultura peruana. La circunstancia
especial de haberse educado dentro de dos
tradiciones culturales, la occidental y la indígena,
unido a una delicada sensibilidad, le permitieron
comprender y describir como ningún otro
intelectual peruano la compleja realidad del indio
nativo, con la que se identificó de una manera
desgarradora.

Por otro lado, en Arguedas la labor del literato y


la del etnólogo no están nunca totalmente
disociadas, e incluso en sus estudios más
académicos encontramos el mismo lenguaje
lírico que en sus narraciones. Y aunque no era
diestro en el manejo de las técnicas narrativas
modernas, su literatura (basada especialmente en las descripciones) supo
comunicar con gran intensidad la esencia de la cultura y el paisaje andinos.
Arguedas vivió un conflicto profundo entre su amor a la cultura indígena, que
deseaba se mantuviera en un estado "puro", y su deseo de redimir al indio de
sus condiciones económicas y sociales. Se puede decir que la añoranza a las
formas tradicionales de la vida andina hizo que postulara un estatismo social,
en abierta contradicción con su adhesión al socialismo.

Su obra revela el profundo amor del escritor por la cultura andina peruana, a la
que debió su más temprana formación, y representa, sin duda, la cumbre del
indigenismo peruano. Dos circunstancias ayudan a explicar la estrecha relación
de Arguedas con el mundo campesino. En primer término, que naciera en una
zona de los Andes que no tenía mayor roce con estratos occidentalizados; en
segundo lugar, que a la muerte de su madre, su madrastra lo obligara a
permanecer entre los indios. De esa manera asimiló la lengua quechua, y lo
mismo sucedió con las costumbres y los valores éticos y culturales del poblador
andino. Esta precoz experiencia, vivida primero y simbolizada en su escritura
por la oposición indios/señores, se vería más tarde reforzada con los estudios
antropológicos. Como resultado de esta trama, la vida de Arguedas transcurrió
entre dos mundos no sólo distintos, sino además en contienda. De allí surgió su
voraz voluntad de interpretar la realidad peruana, la permanente corrección de
sus ideas sobre el país y la definición de su obra como la búsqueda de una
imagen válida de éste.

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Ya desde sus primeros relatos se advierte la problemática que terminaría por
presidir toda su escritura: la vida, los azares y los sufrimientos de los indios en
las haciendas y aldeas de la sierra del Perú. Allí también se presenta esa
escisión esencial de dos grupos, señores e indios, que será una constante en
su obra narrativa. El espacio en que se desarrollan sus relatos es limitado, lo
que permite a esta oposición social y cultural mostrarse en sus aspectos más
dramáticos y dolorosos. Ya el derrotero de Arguedas está trazado; aunque en
su fuero interno vive intensamente la ambigüedad de pertenecer a dos mundos,
su actitud literaria es muy clara, en la medida en que determina una adhesión
sin atenuantes al universo de los indígenas, generando dos cauces de
expresión que se convertirán en sendos rasgos de estilo: la representación
épica y la introspección lírica.

Su primer libro reúne tres cuentos con el título de Agua (1935), que describen
aspectos de la vida en una aldea de los Andes peruanos. En estos relatos se
advierte el primer problema al que se tuvo que enfrentar en su narrativa, que es
el de encontrar un lenguaje que permitiera que sus personajes indígenas
(monolingües quechuas) se pudieran expresar en idioma español sin que
sonara falso. Ello se resolvería de manera adecuada con el empleo de un
"lenguaje inventado": sobre una base léxica fundamentalmente española,
injerta el ritmo sintáctico del quechua.

En Agua los conflictos sociales y culturales del mundo andino se observan a


través de los ojos de un niño. El mundo indígena aparece como depositario de
valores de solidaridad y ternura, en oposición a la violencia del mundo de los
blancos.

En Yawar fiesta, de 1941, Arguedas plantea un problema de desposesión de


tierras que sufren los habitantes de una comunidad. Con esta obra el autor
cambia algunas de las reglas de juego de la novela indigenista, al subrayar la
dignidad del nativo que ha sabido preservar sus tradiciones a pesar del
desprecio de los sectores de poder. Este aspecto triunfal es, de por sí, inusual
dentro del canon indigenista, y da la posibilidad de entender el mundo andino
como un cuerpo unitario, regido por sus propias leyes, enfrentado al modelo
occidentalizado imperante en la costa del Perú.

En Los ríos profundos, de 1958, propone la dimensión autobiográfica como


clave interpretativa. En esta obra se nos muestra la formación de su
protagonista, Ernesto (que recobra el nombre del niño protagonista de algunos
de los relatos de Agua), a través de una serie de pruebas decisivas. Su
encuentro con la ciudad de Cuzco, la vida en un colegio, su participación en la
revuelta de las mujeres indígenas por la sal y el descubrimiento angustioso del
sexo son algunas de las etapas a través de las cuales Ernesto define su visión
del mundo. El mundo de los indios asume cada vez más connotaciones
míticas, erigiéndose como un antídoto contra la brutalidad que tienen las
relaciones humanas entre los blancos.

La novela siguiente, El Sexto, publicada en 1961, representa un paréntesis con


respecto al ciclo andino. "El Sexto" es el nombre de la prisión de Lima donde el
escritor fue encarcelado en 1937-1938 por la dictadura de Benavides. El

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infierno carcelario es también una metáfora de la violencia que domina toda la
sociedad peruana.

Con Todas las sangres, de 1964, Arguedas reanudó, sobre bases más amplias,
la representación del mundo andino. Del relato autobiográfico se pasa a un
cuadro general que comprende las transformaciones económicas, sociales y
culturales que suceden en la sierra peruana. A través de la historia de una
familia de grandes latifundistas, el autor afronta las consecuencias del proceso
de modernización que avanza sobre un mundo todavía feudal.

Todas las sangres es un proyecto narrativo de largo aliento y mucho más


ambicioso, pues pretende sopesar todos los modelos que se presentan como
alternativos para construir y configurar la sociedad peruana. A ello obedece su
estructura coral, en la cual se enfrentan el proyecto capitalista, el orden feudal y
un boceto de capitalismo nacional. Pero el autor invalida cada uno de ellos,
proponiendo como legítimo un modelo social comunitario que no desdeña,
empero, la modernización.

Todas las sangres elevan el problema indígena a problema nacional, e incluso


le brinda un tinte universal, en la medida en que el conflicto expresado en la
novela corresponde ya en ese momento al llamado Tercer Mundo.

La última novela de Arguedas, El zorro de arriba y el zorro de abajo, que se


publicó póstuma en 1971, quedó inacabada por el suicidio del escritor. Los
capítulos que consiguió escribir están ambientados en Chimbote, un puerto
pesquero del norte, que sufre un desarrollo impetuoso y caótico. El autor
alterna la representación dramática de los costes humanos de este crecimiento,
especialmente la pérdida de identidad cultural de los indios trasplantados a la
ciudad, con apuntes de diario, de los cuales emerge la decisión, cada vez más
inexorable, de suicidarse.

La imagen literaria de Arguedas se completa también con sus Relatos


completos, reunidos en 1975, y con importantes investigaciones antropológicas
y folclóricas, además de su producción poética en lengua quechua.

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2. Diamantes y pedernales

Lima: Norma, 2004

Esta selección de textos realizada por Ricardo González


Vigil reúne lo mejor de la narrativa breve de uno de los
escritores que exploró con maestría la "quechuización!
del español. Afín al mestizaje de nuestras artes plásticas
del siglo XVII.

3. Los ríos profundos


Lima: Horizonte, 2001
Esta novela de Arguedas es importante, según el crítico
Julio Ortega, no sólo "por habernos descubierto un
mundo nativo sino también la de revelarnos una nueva
literatura, que él iniciaba con esta novela, clausurando
por una parte el viejo indigenismo de buena voluntad y
comenzando, por otra, nuestra moderna lectura de ese
mundo discordante que resultaba ser el más nuestro, el
más próximo y propio".

4. Un mundo de monstruos y de fuego


Selección de Abelardo Oquendo
México: FCE, 1993

La literatura de Arguedas fue fruto de un esfuerzo por


revelar un mundo que nadie había logrado expresar
cabalmente antes que él: el mundo que vivió en su
infancia y lo marcó para siempre. Para la reunión de los
textos que contiene este libro se ha elegido entre los que
de modo más directo contribuyeron a forjar la imagen de
este autor peruano.

5. El zorro de arriba y el zorro de abajo


Lima: Horizonte, 1983

El zorro es en muchos sentidos una novela-límite de


clasificación difícil. Ultima obra de Arguedas, último
producto narrativo del indigenismo teorizado por
Mariátegui-Valcárcel, última de la serie de novelas
urbanas "sociales" hincada en el Perú en los años
cincuenta.

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6. Agua. Breve antología didáctica

Lima: Horizonte, 1981

Esta antología contiene los textos completos de los cuentos


Agua, Warma Kuyay, ¿qué es el folklore? y No soy un
aculturado.

7. El Sexto

Lima: Horizonte, 1980 (6ta. Edición)

Esta novela tiene como escenario la cárcel, el Sexto,


escuela del vicio y -extrañamente-, como Arguedas mismo
lo sugiere en sus palabras citadas, "escuela de
generosidad". En la cárcel se encuentra lo peor que la
sociedad ha elaborado y la esperanza de los que, por
cambiarla, lucharon a viva voz y en la acción.

8. Páginas escogidas
Lima: Universo S.A., 1974 (2da. Edición)

Selección de la obra de Arguedas, efectuada por Emilio


Wesphalen, tiene el propósito de mostrar las diversas
facetas de este gran escritor: como cuentista, novelista,
etnólogo y folklorista y poeta, que revelan a un creador y
estudioso de un vasto sector del Perú menospreciado por
el país oficial. Con prólogo de Abelardo Oquendo,.

9. Todas las sangres


Buenos Aires: Losada, 1970

En esta obra, Arguedas nos entrega un cuadro


estremecedor de ese Perú hervidero de las más diversas
y complejas formas de cultura, paisaje de ásperos
contrastes raciales y sociales, que él supo interpretar con
exactitud documental pero sin el más mínimo sacrificio
para su encendido y hondo lirismo.

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10. Cuentos olvidados

Lima: Imágenes y Letras, 1973

Contiene cuentos perdidos en periódicos y revistas de los


años 34 y 35. No tenían la madurez de los cuentos que le
dieron fama en su primera época (agua, Warma Kuyay),
pero son el testimonio de sus primeros esfuerzos por
encontrar un estilo propio. Contiene también unas notas
críticas a la obra de Arguedas por José Luis Roulillon.

11. Los ríos profundos


Lima: Retablo de Papel, 1972

Con esta obra, José María Arguedas alcanza su plenitud


literaria. "Esta no es únicamente una novela acerca del
mundo andino y provinciano, sino una reformulación radical
de los modelos que han configurado nuestra percepción
nacional. En este sentido, es un texto literario que actúa
también como un texto de cultura" (Julio Ortega, 1982).

12. La agonía de Rasu - Ñiti


Lima: Populibros Peruanos

Esta es una selección de las narraciones de Arguedas que


toma el nombre del primer cuento que aparece en ella. En
la Agonía de Rasu - Ñiti aparece el rico fondo humano de la
gran población quechua peruana, en el que se esconde
esa reserva de vida futura que el campesino del Ande
peruano espera ver un día despertada por la justicia y la
dignidad.

13. Yawar Fiesta

Lima: Juan Mejía Baca, 1958

Este libro consagró a Arguedas ante la opinión del Perú y


del continente. Su tema, fuerte y tierno, cargado de
propósito crítico y, al mismo tiempo, sin fanatismo ni
apasionamiento, es una epopeya del pueblo indio, al que
tan bien conocía el autor.

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14. Relatos completos
Buenos Aires: Losada

Esta edición contiene catorce relatos de Arguedas: Agua,


Los escoleros, Warma Kuyay, El barranco, Diamantes y
Pedernales, Orovilca, La muerte del Arango, Hijo solo, La
agonía de Rasu-Ñiti, El sueño del pongo, El horno viejo,
La huerta, el ayla y don Antonio.

A continuación, una lista de sus creaciones literarias en prosa:

 1935 - Agua: Colección de cuentos integrada por: Agua, Los escoleros y


Warma kuyay. Segundo premio en el concurso internacional promovido
por la Revista Americana de Buenos Aires. Traducida al ruso, alemán,
francés e inglés por La Literatura Internacional, de Moscú.

 1955 - «La muerte de los Arango». Cuento. Primer premio del Concurso
Latinoamericano de Cuento en México.

 1965 - El sueño del pongo. Cuento, en edición bilingüe (castellano-


quechua).

 1967 - Amor mundo. Colección de cuatro cuentos de tema erótico: «El


horno viejo», «La huerta», «El ayla» y «Don Antonio».

Recopilaciones póstumas:

 1972 - El forastero y otros cuentos (Montevideo, Sandino). Contiene «El


barranco», «Orovilca», «Hijo solo» y «El forastero».

 1972 - Páginas escogidas (Lima, Editorial Universo S.A.). Selección de


la obra de Arguedas, editada por Emilio Adolfo Westphalen.

 1974 - Relatos completos (Buenos Aires, Editorial Losada). Contiene los


siguientes importantes relatos: «Agua», «Los escoleros», «Warma
kuyay», «El barranco», Diamantes y pedernales, «Orovilca», «La muerte
de los Arango», «Hijo solo», La agonía de Rasu Ñiti, El sueño del pongo,
«El horno viejo», «La huerta», «El ayla» y «Don Antonio».

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Poesía

Escritos primero en quechua, y luego traducidos al español por el mismo autor,


los poemas de Arguedas asumen conscientemente la tradición de la poesía
quechua, antigua y moderna, convalidan la visión del mundo que la anima,
revitalizando sus mitos esenciales y condensan en un solo movimiento la
protesta social y la reivindicación cultural.

 1962 - Túpac Amaru Kamaq taytanchisman. Haylli-taki. A nuestro


padre creador Túpac Amaru. Himno-canción.

 1966 - Oda al jet.

 1969 - Qollana Vietnam Llaqtaman / Al pueblo excelso de Vietnam.

 1972 – Katatay y otros poemas. Huc jayllikunapas. Poemas en


versiones quechua y española. Publicado póstumamente por Sybila
Arredondo de Arguedas.

Estudios etnológicos, antropológicos y del folclore

Estos conforman la mayor parte de su producción escrita (solo un 12 % de esta


corresponde a su narrativa).

 1938 - Canto kechwa. Con un ensayo sobre la capacidad de creación


artística del pueblo indio y mestizo. Edición bilingüe preparada en la
prisión.
 1947 - Mitos, leyendas y cuentos peruanos. Recogidos por los maestros
del país y editados en colaboración con Francisco Izquierdo Ríos.
 1949 - Canciones y cuentos del pueblo quechua.
 1953 - Cuentos mágico-realistas y canciones de fiestas tradicionales -
Folclor del valle del Mantaro.
 1956 - Puquio, una cultura en proceso de cambio.
 1957 - Estudio etnográfico de la feria de Huancayo.
 1957 - Evolución de las comunidades indígenas. Premio Nacional
Fomento a la Cultura Javier Prado en 1958.
 1958 - El arte popular religioso y la cultura mestiza.
 1961 - Cuentos mágico-religiosos quechuas de Lucanamarca.
 1966 - Poesía quechua.
 1966 - Dioses y Hombres de Huarochirí. Hermosa traducción directa al
castellano, de los mitos de la creación del mundo de la recopilación
hecha por el sacerdote cuzqueño Francisco de Ávila a fines del siglo
XVI, en la provincia de Huarochirí.
 1968 - Las comunidades de España y del Perú.
 1975 - Señores e indios - Acerca de la cultura quechua. Compilación de
Ángel Rama.
 1976 - Formación de una cultura nacional indoamericana. Compilación
debida a Ángel Rama y cuyo título «busca interpretar... una
preocupación central de Arguedas».

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OBRA CUMBRE
En 1958 publicó Los ríos profundos, novela autobiográfica, por la cual recibió
en 1959 el Premio Nacional de Fomento a la Cultura «Ricardo Palma». Esta
novela ha sido considerada como su obra maestra. Por entonces empezó a
ejercer como catedrático de Etnología en la Universidad de San Marcos (de
1958 a 1968). De la misma disciplina fue también profesor en la Universidad
Nacional Agraria La Molina (de 1962 a 1969).

En 1961 publicó su novela El Sexto, por la cual se le concedió, por segunda


vez, el Premio Nacional de Fomento a la Cultura «Ricardo Palma» (1962).
Dicha obra es un relato novelado de su experiencia carcelaria en el famoso
penal situado en el centro de Lima, que sería clausurado en 1986.

En 1962 editó su cuento La agonía de Rasu Ñiti. Viajó en ese mismo año a
Berlín Occidental (Alemania), donde se llevó a cabo el primer coloquio de
escritores iberoamericanos, organizado por la revista Humboldt.

En 1963 fue nombrado Director de la Casa de la Cultura del Perú, donde llevó
a cabo una importante labor profesional; sin embargo, renunció al año
siguiente, como gesto de solidaridad para con el presidente de la Comisión
Nacional de Cultura.

En 1964 publicó su obra más ambiciosa: Todas las sangres, novela de gran
consistencia narrativa, en la que el escritor quiso mostrar toda la variedad de
tipos humanos que conforman el Perú y a la vez los conflictos determinados
por los cambios que origina en las poblaciones andinas el progreso
contemporáneo.

Sin embargo, esta novela fue criticada severamente durante una mesa redonda
organizada por el Instituto de Estudios peruano el día 23 de junio de 1965,
aduciéndose que era una versión distorsionada de la sociedad peruana. Estas
críticas fueron devastadoras para Arguedas, quien aquella misma noche
escribió estas líneas desgarradoras:

Casi demostrado por dos sabios sociólogos y un economista, que mi libro


Todas las sangres es negativo para el país, no tengo nada que hacer ya en
este mundo. Mis fuerzas han declinado creo que irremediablemente

No obstante, su labor intelectual siguió recibiendo reconocimientos oficiales. En


ese mismo año de 1964 su labor de docente mereció el otorgamiento de las
«Palmas Magisteriales» en grado de Comendador y una Resolución Suprema
firmada por el presidente Fernando Belaúnde Terry dándole las «gracias por
los servicios prestados a favor de la cultura nacional». Fue nombrado también
Director del Museo Nacional de Historia, cargo que ejerció hasta 1966.

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LOS RÍOS PROFUNDOS
JOSÉ MARÍA ARGUEDAS
En los ríos profundos, obra cumbre de la literatura hispanoamericana, Ernesto
y su padre llegaban a la ciudad del Cuzco dirigiéndose a la casa de su tío
llamado el viejo, quien los recibid fríamente y Sin atención les condujeron a un
cuarto que mas parecía una cocina, por lo cual el padre decidid irse al día
siguiente de la casa después de conversar con su tío, Ernesto aprovechando la
ausencia de su padre empieza a recorrer la ciudad de Cuzco admirándose.
Al día siguiente siguieron su viaje pasando por hermosos paisajes de los andes
peruanos, llegando hacía la ciudad de Abancay, donde fue el ultimo recorrido
con su padre.
Dejándole en el Colegio Particular teniendo como Director al Padre Linares, En
el internado Ernesto no estuvo contento siempre se sintió solo y triste ya que
estaba acostumbra a su padre. Paso muchas aventuras como tristes y alegres
obtuvo amigos y enemigos a la luz. Cierto día en el mes de mayo Antero Ilega
al Colegio con el primer zumbayllu; para los demás era algo nuevo y novedoso,
que hacía recordar al tonkallu, que era un danzarín cubierto de espejos, pero
también era un insecto volador.
Los niños al ver la oscilación del trompo hacían parecer como a los ríos
profundos del Perú, provocando la rivalidad entre los niños mayores por
obtener este juguete.
Vino después la sublevación de las chicheras por que les hacía falta la sal, lo
cual fue el motivo para el asalto de las salineras, donde se produjo muchas
muertes y tragedias, en esta sublevación participo doña Felipa, quien encabezo
el motín, a consecuencia de esto se produce la persecución a lis chicheras en
especial a doña Felipa por los militares.
Ernesto al estar en el internado se inspiraba para escribir poemas y cartas de
amor, esto hizo que sea admirado por Antero y crecer una amistad entre ellos.
Se produjo una riña entre el Padre Miguel y Llera quien falto el respeto al
hermano, lleva a que reaccione golpeando al Lleras, pero después de la
participación Lleras se disculpa del hermano Miguel y después del Padre
Linares, de un tiempo Lleras abandona el internado.
Después llegó al pueblo una gran peste donde padecieron muchos; Los
colonos siguieron persiguiendo a doña Felipa pero no lograron capturarla,
Ernesto tuvo que salir de Abancay para esto se despide de Salvinia con un
ramo de flores, ya en su recorrido por las quebradas, recordé los consejos que
el Padre Director le había dado y los relatos de su compañero Antero.

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GÉNERO:
Narrativo.

CORRIENTE LITERARIA:
La obra “Los Ríos Profundos” pertenece a la corriente literaria del
Indigenismo, de la narrativa contemporánea.

TEMA PRINCIPAL.
Es el sentimiento profundo al mundo andino.

ASPECTO FORMAL DE LA OBRA


La estructura de la Obra “Los Ríos Profundos” se divide en 11 capítulos. Cada
uno consta de un suceso estrechamente relacionado con la vida y experiencia
de Ernesto en la ciudad de Abancay.
PERSONAJES PRINCIPAL.

Ernesto: Representa al autor, quien nos narra su vida.

SECUNDARIOS
- El padre de Ernesto.
- El viejo : Hermano del padre de Ernesto.
- El notario : A-ligo del padre de Ernesto.
- Padre Linares: Director del Internado.
- Hermano Miguel.
- Hermano Augusto.
- Lleras : Estudiante tardo, abusaba de sus menores, era protegido por los
padres.
- Añuco : Amigo de Lleras y provenía de Chile.
- Palacitos : Niño callado.
- Romero : Estudiante del internado, amigo de Palacitos
- Antero : Amigo da Ernesto, conocido como el Mar-kask"a.
- Salvinia : Amiga de Alcira.
- Alcira : Joven de quien se enamoro Antero.
- Doña Felipa: Chichera que dirigid el asalto de las sales.

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CONCLUSIÓN
José María Arguedas fue un peruano bilingüe. Su creación literaria es un caso
excepcional, ya que Arguedas elaboró un lenguaje literario experimental en
cuyo espacio se refleja la situación del Perú contemporáneo, construido en el
legado de dos tradiciones totalmente diferentes: la cultura oral del pueblo
quechua y la cultura occidental europea, Arguedas, que vivió personalmente
esta convivencia, intenta armonizar su carácter

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BIBLIOGRAFÍA
http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa_Arguedas#Su_narrati
va_cumbre

http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa_Arguedas

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/arguedas.htm

http://www.monografias.com/trabajos27/rios-profundos/rios-profundos.shtml

Arguedas, José María Arguedas: Todas las sangres. Lima, PEISA, 2001. Gran
Biblioteca de Literatura Peruana El Comercio, Tomo 5, con guía de lectura.
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