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Causas de Justificación:
Zabala de González señala las causas de justificación “Son factores axiológicos que excluyen la
antijuricidad. Se trata de razones excepcionales que legitiman el acto, ponen de relieve que, a
pesar del mal inferido por el agente, su conducta es justa y el ordenamiento jurídico lo autoriza
y aprueba.”
Como lo expresa la parte final del art 1717 del CCyC, solo la justificación de la acción u omisión
dañosa barrará la antijuricidad de la conducta.
El CCyC enumera expresamente en el art 1718 a 1720 las causas de justificación más
importantes, con lo que deja sin efecto la necesidad de acudir por analogía del art 34 del CP.
Estas suprimen la Antijuricidad, es decir, hay supuestos en donde el obrar antijurídico por
parte del deudor resulta justificable.
El CCyC dispone en el art. 1718 inc a) “Está justificado el hecho que causa un daño: en ejercicio
regular de un derecho…” Asimismo, el art 10 del CCyC establece que: “El ejercicio regular de
un derecho propio o el cumplimiento de una obligación legal no puede constituir como ilícito
ningún acto…”
En primer lugar, cabe aclarar que el ejercicio de los derechos propios deben realizarse en
forma regular y no abusiva, es decir, este debe realizarse sin lesionar los derechos de los
demás ni los fines de la ley y sin causar daños injustos.
b) Legítima defensa
Concepto
La legítima defensa es el supuesto en que alguien causa daños a otros usando medios
racionales a fin de repeler una agresión ilegítima.
El problema surge a raíz de los daños causados por quien se defiende, lo que exige determinar
si dicho daño admite o no una justificación jurídica, pues el agresor debe soportar civilmente
los perjuicios que sean resultado de su propio accionar.
Requisitos
La norma fija una serie de requisitos para poder evaluar cuando estamos en presencia de
legítima defensa:
1) Agresión ilegítima: es necesario que el ataque sea contrario a la ley. Si el que lo hace
ejercita regularmente un hecho propio no puede caber la legítima defensa. Por
ejemplo: si un oficial de justicia, cumpliendo con una orden judicial, promueve el
desalojo de una casa el desalojado no podrá oponer una legítima defensa. Además de
ilícita, la agresión debe ser actual, la actualidad significa inminencia del daño, no es
suficiente la mera amenaza y mucho menos el daño consumado. La agresión debió
dirigirse hacia la persona o sus bienes, o hacia otro que se sienta necesitado a proteger
(cónyuge, hijos, padres, amigos), o aún a personas desconocidas sobre las cuales surja
un sentimiento súbito de ayuda.
2) Racionalidad del medio empleado: este requisito hace al comportamiento de quien se
defiende. La racionalidad hace a la proporción entre el ataque, los derechos llamados a
proteger, y los medios utilizados para su defensa. Ejemplo: no sería racional que una
persona para evitar ser mojada en carnaval, recurra a un arma de fuego para repeler la
agresión. La desproporción o irracionalidad de los medios empleados, con relación a
los utilizados para la agresión, hacen caer en el “exceso de defensa” (35 CP) y en este
caso, tanto el agresor como el agredido, deben asumir la carga de responsabilidad en
consideración al grado de causalidad y culpabilidad que se les atribuya.
3) Falta de provocación suficiente: es necesario analizar que las actitudes o
comportamientos del defendido no hayan sido la causa de la agresión.
Efectos
Esta figura importa una causal de justificación, y por ende, el agente no responde por los daños
y perjuicios. Y tiene derecho a ser indemnizado: “… el tercero que no fue agresor ilegítimo y
sufre daños como consecuencia de un hecho realizado en legítima defensa, tiene derecho a
recibir una reparación plena”, conforme lo dispuesto en la parte final del art 1718 última parte.
c) Estado de Necesidad
Concepto
Se ha interpretado que el estado de necesidad “es un peligro que solo puede evitarse
mediante la lesión a un bien jurídico ajeno”. Por ejemplo: un capitán de un barco, para evitar
el naufragio, hecha la carga al mar, o del conductor de ómnibus, que chocó contra un árbol
para evitar embestir a un menor que se le cruzó imprevistamente en el camino. En estos casos,
se daña un bien para salvar otro más valioso.
El CP refiere a esta figura en el art 34 inc 3 aclarando que no es punible “… el que causara un
mal para evitar otro mayor inminentemente a que ha sido extraño”.
El CCyC introduce una regulación expresa de esta figura en el art. 1718 inc c), al disponer que
está justificado el hecho que causa un daño “...c) para evitar un mal, actual o inminente, de
otro modo inevitable, que amenaza al agente o a un tercero, si el peligro no se origina en un
hecho suyo; el hecho se halla justificado únicamente si el mal que se evita es mayor que el que
se causa. En este caso, el damnificado tiene derecho a ser indemnizado en la medida en que el
juez lo considere equitativo”. Supone un conflicto de intereses en el que se sacrifica el de
menor entidad.
Requisitos
a) La existencia de un peligro actual o inminente de sufrir un daño en la persona o en las
cosas.
b) ) Tal peligro no debe ser imputable al autor de un daño, ni debe estar obligado a soportar
la situación de peligro.
c) ) El daño causado debe ser de naturaleza patrimonial ya que no se admite que un hombre
para salvar su propia vida ataque la vida de otro, salvo en caso de defensa propia.
d) Que no exista otra manera de eludir el peligro.
e) Que el daño que se procura evitar sea cualitativa o cuantitativamente mayor al que se
ocasión al tercero.
Efectos
Esta figura importa una causal de justificación, y por ende, el agente no responde por los daños
y perjuicios. Y tiene derecho a ser indemnizado en la medida en que el juez lo considere
equitativo, conforme lo dispone la parte final del art 1718 inc. C
La primera dificultad en este tema, consiste en establecer que significa “asumir riesgos”. La
mayor parte de los actos de la vida moderna entrañan un riesgo: viajar en avión, en automóvil,
etc. El problema jurídico reside en saber qué trascendencia tiene la decisión del damnificado
de realizar tales actos riesgosos sobre el régimen de la responsabilidad civil.
Lo que importa es lisa y llanamente el hecho o la falta de la víctima, por constituir un riesgo
extraordinario y anormal que si puede actuar como eximente, en su caso, como atenuante.
“La aceptación de riesgos no cubre sino los riesgos que fueran objeto de esta aceptación”, por
ejemplo el enfermo da su conformidad para ser operado conociendo los peligros de la
intervención; el boxeador que acepta el reto de su adversario, etc. Prestan su aquiescencia
para correr los riesgos de la operación o del match, pero, los riesgos propios a los mismos y
nada más que ellos. Si el cirujano o el boxeador adversario cometen en el curso de la actividad
riesgosa, un acto culpable, deben responder de las consecuencias dañosas de su culpa, sin que
el consentimiento de la víctima en aceptar los riesgos baste para liberarlos de esa obligación.
Actos de abnegación
Concepto, régimen legal, aspectos caracterizantes
Consiste en: es el acto de una persona que no tiene obligación jurídica alguna, y acepta
sacrificar o correr riesgo de su vida o integridad corporal para auxiliar a otro.
El Art. 1719 CCyC. 2da. Parte dice al respecto: “Quien voluntariamente se expone a una
situación de peligro para salvar la persona o los bienes de otro tiene derecho, en caso de
resultar dañado, a ser indemnizado por quien creó la situación de peligro, o por el beneficiado
por el acto de abnegación. En este último caso, la reparación procede únicamente en la
medida del enriquecimiento por el obtenido.”
Son casos donde la víctima asume el riesgo del daño, por su arrojo o actos heroicos. Es el caso
en el cual una persona se expone voluntariamente a una situación de peligro para salvar a la
persona o a los bienes del otro (por ejemplo, quien ingresa a un inmueble incendiado para
rescatar a sus ocupantes y sufre quemaduras). El agente tiende derecho a ser indemnizado, y
así lo establece el CCyC, por el responsable, es decir quien creó la situación de peligro o por el
beneficiado por el acto de abnegación, pero, solo en la medida del enriquecimiento por él
obtenido.
El CCyC eleva al rango de una causa de justificación al consentimiento libre e informado del
damnificado, en el art. 1720 “Sin perjuicio de disposiciones especiales, el consentimiento libre
e informado del damnificado, en la medida en que no constituya una cláusula abusiva, libera
de la responsabilidad por los daños derivados de la lesión de bienes disponibles.”
El artículo exige ciertos requisitos para que la voluntad de la víctima quite la Antijuricidad al
daño por ella sufrido, ellos son:
a) Que el consentimiento del damnificado sea libre e informado, con libre se refiere a un acto
voluntario en los términos del art 260 y con informado hace referencia a las situaciones en las
cuales por existir una desigualdad real entre las partes (de conocimiento, poder, etc.) la ley
pone a cargo de la “parte fuerte” el deber de suministrar información a la otra. En estos
supuestos, el consentimiento únicamente operará como causa de justificación si previamente
se hubiere cumplido con los recaudos exigidos expresamente por la ley.
Ninguna persona con discapacidad puede ser sometida a investigaciones en salud sin su consentimiento
libre e informado, para lo cual se le debe garantizar el acceso a los apoyos que necesite.
Nadie puede ser sometido a exámenes o tratamientos clínicos o quirúrgicos sin su consentimiento libre
e informado, excepto disposición legal en contrario.
Si la persona se encuentra absolutamente imposibilitada para expresar su voluntad al tiempo de la
atención médica y no la ha expresado anticipadamente, el consentimiento puede ser otorgado por el
representante legal, el apoyo, el cónyuge, el conviviente, el pariente o el allegado que acompañe al
paciente, siempre que medie situación de emergencia con riesgo cierto e inminente de un mal grave
para su vida o su salud. En ausencia de todos ellos, el médico puede prescindir del consentimiento si su
actuación es urgente y tiene por objeto evitar un mal grave al paciente.
Y si bien las disposiciones citadas se refieren específicamente al ámbito de la salud,
constituyen sin duda una referencia necesaria para el consentimiento informado exigible en
todas las relaciones entre profesionales y personas no informadas en determinado arte u
oficio.
¿Qué efecto tendrá la prestación del consentimiento informado ante una propuesta
profesional, si luego de su práctica el interesado sufre un daño? Se ha dicho que el médico o el
abogado no se eximirán de responsabilidad si incurrieron en actos negligentes, imprudentes o
con falta de pericia. En cambio la prestación adecuada y oportuna de información al paciente o
cliente y su consentimiento previo al evento dañoso, podrán impedir que se resposanbilice al
profesional por la materialización de riesgos conocidos, comunicados y asumidos por el
interesado directo.
El solo hecho de que el medico haya omitido proporcionar la información al paciente o lo haya
efectuado de manera deficiente no lo hace responsable civilmente, ya que este solo constituye
un presupuesto de la responsabilidad (antijuricidad).
En principio, el único legitimado para prestar el consentimiento informado es el propio titular
del derecho o interés protegido, ya que, de no ser así, el consentimiento brindado sería
ineficaz. Salvo que nos encontremos frente a determinadas situaciones, como el supuesto de
intervenciones quirúrgicas o tratamientos médicos para un menor o un incapaz o de pacientes
imposibilitados de dar su consentimiento a causa del estado psicofísico, en las cuales las leyes
especiales determinan que el consentimiento puede ser prestado por sus representantes
legales o las personas que expresamente indique la norma.
Consentimiento informado
Hoy en día la dignidad de las personas es el fundamento de todo ordenamiento jurídico. De ahí
que el derecho al consentimiento informado en las prácticas médicas esté catalogado como
uno de los derechos humanos más importantes.
El formulario debe dividirse en dos grandes partes. En la primera se vuelca toda la información
brindada al paciente, y en la segunda los datos del paciente.
Debe tenerse en cuenta que “la carga de la prueba corresponde al médico, y ello de acuerdo
con el criterio establecido en materia de información, en el sentido de que pesa sobre quien lo
afirma la carga de la prueba de la prestación.
Deber de información
La conformidad expresada por el paciente debe ser manifestada por escrito y seguida de la
obtención de una información adecuada.
(art 59 CCyC)
La razón del instituto está en que en toda contratación haya un cierto equilibrio jurídico
económico en base al cual las partes regulan sus prestaciones, pero posteriormente se altera
por la aparición del acontecimiento imprevisible y fuera de lo normal, que modifica las bases
del contrato y obligan a una revisión de lo pactado.
Concepto
La imprevisión es una herramienta jurídica que permite modificar ciertos contratos de tracto
sucesivo o de ejecución continuada en el tiempo, que se han visto alterados en su ecuación
económica por causas ajenas a las partes, generalmente provenientes de modificaciones
macroeconómicas sobrevenidas.
Régimen legal
Art. 1091: “Imprevisión. Si en un contrato conmutativo de ejecución diferida o permanente, la
prestación a cargo de una de las partes se torna excesivamente onerosa, por una alteración
extraordinaria de las circunstancias existentes al tiempo de su celebración, sobrevenida por
causas ajenas a las partes y al riesgo asumido por la que es afectada, ésta tiene derecho a
plantear extrajudicialmente, o pedir ante un juez, por acción o como excepción, la resolución
total o parcial del contrato, o su adecuación. Igual regla se aplica al tercero a quien le han sido
conferidos derechos, o asignadas obligaciones, resultantes del contrato; y al contrato aleatorio
si la prestación se torna excesivamente onerosa por causas extrañas a su alea propia”.
En el nuevo régimen legal el contratante afectado podrá pedir la resolución total o parcial o
bien la adecuación del contrato, sea como acción o excepción en el ámbito judicial, como
asimismo, mediante un planteo extrajudicial.
c) Puede ofrecer una mejora equitativa en la prestación para mantener el vínculo jurídico.
Teoría de la imprevisibilidad
Es una figura que atenúa el cumplimiento del contrato, al igual que el caso fortuito, para que
se aplique se requiere dos requisitos.
Sin embargo, existen excepciones a esta regla, donde el ordenamiento jurídico concede una
indemnización a favor de una persona que pudiera experimentar un acto lícito dañoso.
Supuestos
Estos supuestos solo proceden de manera excepcional, es decir, en los casos y con el alcance
que expresamente la ley lo determine: