Está en la página 1de 42

FRANCISCO REYES VILLAMIZAR

Superintendente de Sociedades y Presidente de la Comisión de las Naciones Unidas


para el Derecho Mercantil Internacional. Profesor de la materia.

DERECHO SOCIETARIO
Tomo I

Tercera edición

Fa /or no escribir ni subrayar


(SE=Q) (SE35) los libros y revistas Orm-.ua
Sistema de B'.tnioieeas
Universidad de I....

EDITORIAL TEMIS S. A.
Bogotá - Colombia
2016
Tipos
de sociedad
Sumarlo: 1. Principio de tipicidad. 2. Tipos de sociedad. A) Sociedad co
lectiva; a) responsabilidad de los socios: b) régimen de los socios; c) admi
nistración y representación legal; d) causales de disolución; B) Sociedad en
comandita; a) régimen y responsabilidad de los socios; b) administración y
representación legal; c) causales de disolución; C) Sociedad de responsabilidad
limitada; a) responsabilidad de los socios; b) administración y representación
legal; c) capital; d) causales de disolución; D) Sociedad anónima; a) respon
sabilidad de los socios; b) administración y representación legal; c) capital;
d) causales de disolución; e) formas de sociedad anónima; E) Sociedad por
acciones simplificada; a) responsabilidad de los accionistas; b) administración
y representación legal; c) capital; d) causales de disolución.

1. P r in c ipio d e t ipic id a d

Como ocurre en otras disciplinas del derecho privado, en el ámbito de las socie
dades mercantiles las posibilidades de estipulación contractual están restringidas
por normas imperativas de orden público. Sin embargo, en materia societaria,
estas reglas jurídicas están contenidas no solamente en preceptos individuales que
prohíben en forma expresa ciertos acuerdos1, sino también en la normativa gené
rica definida por el principio de tipicidad, cuya apbcación es propia del sistema
jurídico de las sociedades2*.
En efecto, la legislación societaria en vigor, contenida en el Libro Segundo
del Código de Comercio y demás normas concordantes, mantiene una rígida dife-

1Por ejemplo, los artículos 374, 424 y 434 del Código de Comercio, que se refieren, respec
tivamente, a la imposibilidad de constituir sociedades anónimas con menos de cinco accionistas,
pactar menos de quince días hábiles para la convocatoria de la reunión de la asamblea en que hayan
de aprobarse balances y constituir la junta directiva con menos de tres miembros.
2 El sistema de la tipicidad acogido en la generalidad de los ordenamientos jurídicos de los
países latinos europeos (España, Francia, Italia, Portugal, etc.), también conocido como el de nu-
tneriis clausus, consiste en que “[...] al constituir una sociedad, los contratantes solo pueden esco
ger uno de los varios tipos de sociedades comerciales taxativamente consagrados en la ley” (Luis
B r it o C o r r e ia , Direito comercial, sociedades comerciáis, vol. n, 35 tiragem, Lisboa, Associacao
Académica da Faculdade de Direito, 1997, pág. 93). No obstante, debe anotarse, como lo hace J o s é
d e O l iv e ir a -A s c e n s á o , que la propia ley siente la necesidad de ir especificando otros tipos o subtipos
(Direito Comercial, Sociedades Comerciáis, Parte Geral, vol. iv, Lisboa, 2000, pág. 44). Sobre
este mismo principio, vid. J o s é M a r ía d e E iz a g u ir r e , Derecho de sociedades, Madrid, Civitas,
2001, pág. 48).
70 DERECHO SOCIETARIO

renciación entre las diversas formas asociativas allí establecidas. Dicho estatuto,
después de regular en términos generales los principios aplicables a la formación
y prueba de la sociedad, los aportes, utilidades, reformas estatutarias y demás
aspectos aplicables indistintamente a todas las compañías, se ocupa in extenso en
el señalamiento de normas específicas para cada especie asociativa.
De acuerdo con la orientación de origen romano-germánico, los denominados
tipos de sociedad son modelos abstractos integrados por principios jurídicos, que
corresponden a las finalidades económicas que se intentan con cada una de las
formas de asociación3. A pesar de que dichos principios no están explícitamente
señalados en la ley, su vigencia se infiere con claridad de la regulación sistemática
propia de cada forma asociativa. Tal como afirma E scura, “[...] en las distintas
legislaciones cada tipo social ha ido consolidando sus rasgos peculiares, circuns
tancia esta que ha producido una paulatina pero tajante diferenciación de tipos”4.
Y más adelante agrega que la tipicidad “[...] implica la adecuación contractual a un
esquema, arquetipo o estructura legal, que establece los elementos característicos
de cada forma jurídica. El encuadramiento en un tipo implica necesariamente la
negación y exclusión de cualquier otro”5.
Por ello, es claro que quien tiene interés en formar una sociedad debe decidir
entre las distintas opciones que ofrece la legislación y escoger el tipo que resulte
más adecuado a circunstancias tales como la actividad de explotación económica,
el tamaño de la compañía, el carácter personal o capitalista de la asociación, el
número de socios o accionistas, la magnitud de los aportes de capital, etc. Ade
más, debe considerar el grado de participación de los asociados en el desarrollo
del objeto social, cuya definición también determinará la posibilidad de regular los
incumplimientos a las obligaciones impuestas, de acuerdo con el tipo societario
escogido6.

3 En opinión de G e o r g e s R ipe r t , una sociedad comercial debe “estar constituida según un tipo
determinado. Estos tipos han sido creados por la práctica y algunos de ellos son muy antiguos.
La codificación los ha perfilado netamente [...] Los interesados son, en principio, libres de elegir
entre los diferentes tipos legales y hacen esta elección en consideración a sus intereses” (Tratado
elemental de derecho comercial, t. n, trad, de Felipe de Solá Cañizarez, Buenos Aires, Ediciones
Jurídicas Labor, 1988, págs. 40 y 41).
4 Ig n a c io E s c u t t i, Receso, exclusión y muerte del socio, Buenos Aires, Edic. Depalma, 1978,
pág. 13.
5 Ibidem.
6Con acierto afirma F r a n k E a s t e r b r o o k que los socios fundadores y administradores iniciales
de una firma escogen si se organizan como sociedad por acciones, fiducia, sociedad colectiva, com
pañía mutual o cooperativa. “Deciden también la actividad a que se dedicará la empresa y si lo hará
con ánimo lucrativo, sin él o si tomará el camino intermedio de procurar beneficios económicos,
sin perjuicio de lograr otros objetivos (tales como los perseguidos por los editores de periódicos).
TIPOS DE SOCIEDAD 71

El ordinal 14 del artículo 110 del Código de Comercio consagra irrestrictamente


el postulado de la autonomía de la voluntad privada en materia de sociedades,
al preceptuar que podrán convenirse todas aquellas estipulaciones que, sin ser
contrarias a la ley, los asociados consideren convenientes pára la buena marcha
del contrato. La norma precitada agrega, sin embargo, que es indispensable,
además, que las cláusulas así convenidas sean compatibles con la índole de cada
tipo de sociedad. Lo cual significa que no puede ejercerse esta amplia autonomía
de estipulación contractual en aquellos casos en que la estipulación contraríe el
sistema de normas jurídicas que definen los contornos de cada una de las distintas
formas de asociación previstas en el código citado. Si ello no fuera así, carecería
de sentido la cuidadosa definición de especies que se hace en la parte especial del
Libro Segundo del estatuto citado. Esta rigurosa delimitación normativa evita
que mediante la inadecuada simbiosis de los caracteres propios de varias especies
asociativas, se creen tipos amorfos no deseados ni permitidos por la legislación.
Ese sistema jurídico se convierte así en norma imperativa de orden público,
contra la cual no es posible estipular contractualmente. Así, la cláusula estatutaria
que contraríe la tipicidad societaria podría dar lugar a la aplicación de la causal
sancionatoria de los actos jurídicos prevista en el artículo 899 del Código de
Comercio, según la cual, el negocio será nulo absolutamente “cuando contraría
una norma imperativa”7. Esta es la tesis que ha sostenido la Superintendencia de
Sociedades desde 1991, cuando dicho organismo de fiscalización se pronunció
sobre esta modalidad de cláusulas estatutarias. En el mencionado pronunciamiento
se puso de manifiesto la idea de darle aplicación irrestricta al criterio de tipicidad
explicado, cuya vigencia surge inequívocamente de lo dispuesto en el ya tan citado
ordinal 14 del artículo 110 del Código de Comercio8.

Escogen, además, si se permitirá que el público invierta o si, por el contrario, la firma será cerrada”.
(“Contractual Freedom in Corporate Law: The Corporate Contract”, en Columbia Law Revieiv, num.
1416, noviembre de 1989, pág. 2).
7 Es pertinente traer a colación la drástica facultad otorgada a la Superintendencia de Socieda
des por el num. 2 del art. 87 de la ley 222 de 1995, según la cual, a petición de uno o varios ac
cionistas que representen por lo menos el diez por ciento del capital suscrito de la compañía o de
cualquier administrador, la entidad podrá impartir “la orden para que se reformen las cláusulas o
estipulaciones de los estatutos que violen normas legales”. Esta atribución implica, prácticamente,
el ejercicio de una facultad jurisdiccional de parte de la referida entidad oficial, pues encierra un
pronunciamiento de fondo acerca de la legalidad del contrato social.
8 Conviene observar con detenimiento el siguiente acápite de la doctrina que sobre el particu
lar ha sostenido la Superintendencia de Sociedades: “La sociedad anónima es esencialmente capi
talista, de manera que los inversionistas no asumen responsabilidades ni compromisos diferentes
al [sic] de pagar su aporte. Son extraños a este tipo de compañía los convenios que impongan a
los accionistas prestaciones adicionales, tales como responder por obligaciones sociales distintas
72 DERECHO SOCIETARIO

2. T ipo s d e s o c ie d a d

De acuerdo con lo expuesto, existen cinco formas asociativas típicas en la le


gislación comercial. Se trata de la sociedad colectiva, la comanditaria (simple y
por acciones), la limitada, la anónima9 y la sociedad por acciones simplificada10.

Gráfica 1

80000

70000
<n
ra
■o
ra 60000
o>
s
tn
50000
ra
> 40000
ac
O)
BSAS

a
(O
30000
ao O OTROS TIPOS SOCIETARIOS

20000

10000

0
2012 2013 2014 2 01 5
Año

de las tributarias o, en general, asumir compromisos mayores que los exigidos por la ley. Dichos
pactos desnaturalizan el tipo de la sociedad anónima y por ello son incompatibles con la índole de
la compañía” (res. 2023 de 6 de enero de 1991).
9La Superintendencia de Sociedades se refiere a estos cuatro tipos de sociedad en oficios 220-
28545 de 13 de julio de 2001 (CD-35).
10 El legislador ha creado tipos societarios específicos que responden bien a actividades de
explotación económica predeterminadas o a la finalidad de crear incentivos o beneficios para ciertos
grupos de asociados. Como ejemplo de las primeras, pueden menconarse las denominadas socie
dades agrarias de transformación (SAT), creadas por la ley 811 de 2003. Se trata de un nuevo tipo
de sociedad de gestión, especialmente diseñado para facilitar las transformaciones, el empaque y
la comercialización de los productos perecederos relacionados con actividades agropecuarias (art.
109). En estricto sentido, estas entidades se distinguen de las sociedades tipificadas en el Código de
Comercio, por carecer de ánimo de lucro subjetivo, puesto que en ellas está prohibido el reparto
de utilidades. Dentro de las características principales de estos tipos de sociedad pueden mencionarse
el objeto social exclusivo (art. 109), la limitación de responsabilidad de los socios al monto de sus
aportes (art. 119), el carácter constitutivo —y no meramente declarativo— de la inscripción de la
escritura de constitución en la Cámara de Comercio (art. 109), su designación con la sigla SAT (art.
I ll) , la duración indefinida, salvo determinación estatutaria en contrario (art. I ll) , la pluralidad
TIPOS DE SOCIEDAD 73

Tabla 1*10

M a tr íc u la s a c t iv a s r e g is tr o m e rc a n til - S o c i e d a d e s

• O r g a n iz a c ió n ju r íd ica

GRAN MEDIANA PEQUEÑA MICRO- NO


TIPO SOCIETARIO TOTAL
EMPRESA EMPRESA EMPRESA EMPRESA DETERMINADA
7 ■
E m p r e sa s a so c ia tiv a s d e
4 12 107 19.023 1.539 20.685
trabajo
E m p r e sa s ind ustriales y
4 3 5 6 1 19
c o m e r c ia le s d el E stad o

E m p r e sa s u n ip erso n a les 12 137 16.83 59.661 1.412 62.905

O tras s o c ie d a d e s 38 116 320 1.256 2.972 4.702


S o c ie d a d agraria d e
0 0 0 33 2 35
transform ación

S o c ie d a d an ón im a 3.721 6.567 10.339 18.021 2.474 4.1122

S o c ie d a d co lectiv a 14 10 24 505 231 784


S o c ie d a d e n com an d ita por
198 562 963 1.567 717 4.007
a c c io n e s

S o c ie d a d e n com an d ita sim p le 187 959 4272 20.517 4149 30084

S o c ie d a d extranjera 368 388 627 1.624 190 3.197


S o c ie d a d limitada 819 4.614 28.372 319.907 83.741 437.453
S o c ie d a d e s por a c c io n e s
3.480 13.839 53.564 287.309 5012 363.204
sim p lificad as (S A S )

TOTAL 8.845 27.207 100.276 72.9429 102.440 968.197

Fuente: Confederación de Cámaras de Comercio. Tabla actualizada a 30 de septiembre de 2015.

mínima exigida de tres socios (art. 114) y la división del capital en cuotas (art. 120) (cff. Trro Li-
vio C a l d a s , Sociedades agrarias de transformación, 2- ed., Bogotá, D. C., Edit. Legis, 2005, págs.
33-34). La experiencia con las sociedades agrícolas de transformación no ha sido halagüeña, pues
en la práctica son muy pocas las que se han creado (véase tabla 1).
Como ejemplo de las formas asociativas creadas en beneficio de un conjunto específico de
individuos pueden citarse las denominadas empresas asociativas de trabajo, creadas por la ley
10 de 1991. Según la definición contenida en el art. Ia de esa ley, se trata de “[...] organizaciones
económicas productivas, cuyos asociados aportan su capacidad laboral, por tiempo indefinido y
algunos además entregan al servicio de la organización una tecnología o destreza, u otros activos
necesarios para el cumplimiento de los objetivos de la empresa”. Estos tipos societarios gozan de un
beneficio fiscal, consistente en una exención del impuesto sobre la renta (art. 16) (sobre el particular,
vid. Corte Constitucional, sent. C-007 de 2002).
74 DERECHO SOCIETARIO

Las estadísticas transcritas son elocuentes respecto de la preferencia de los


empresarios colombianos por la sociedad por acciones simplificada. La tabla
muestra, en efecto, que los primeros siete años de vigencia de la norma que le dio
vida (ley 1258 de 2008) se habían creado en el país 363.204 SAS. Se trata de una
variación significativa en comparación con lo que ocurría antes del advenimiento
de este tipo de sociedad cuando la preferencia de los empresarios se inclinaba
hacia las sociedades de responsabilidad limitada.

A) Sociedad colectiva

Es la forma asociativa típica del régimen personalista11. De ahí que pueda


utilizarse en sociedades de dimensiones modestas, en las que prevalece el carácter
cerrado y muchas veces familiar de la asociación. En estas sociedades los vínculos
de confianza se manifiestan en relaciones estrechas entre los asociados. También
es frecuente la existencia de condiciones de contratación, que tienen que ver con
la idoneidad de sus integrantes o su vinculación a un núcleo familiar o de amistad.
A continuación se analizan algunas de sus principales características.
a) Responsabilidad de los socios. De conformidad con su naturaleza persona
lista, la responsabilidad de los asociados en este tipo social es solidaria, subsidiaria
e ilimitada. Es decir, los socios comprometen la totalidad de su patrimonio perso
nal como prenda general de los acreedores de la compañía12. Esta circunstancia
origina una intensa reticencia para utilizar esta forma de sociedad. En expresión
de Jim énez S á n c h e z , a pesar de que la sociedad colectiva “[...] históricamente cons
tituyó un marco asociativo idóneo para determinadas actividades empresariales,
ofrece hoy escasa importancia en su estricta significación económica, por cuanto,
en la práctica, se prefiere acudir a otros tipos sociales que, por sus características,
responden más adecuadamente a las necesidades del tráfico moderno, a la vez que
ofrecen el beneficio de la limitación de la responsabilidad de los socios”13.

11Debe ponerse de presente que en las sociedades colectivas “[...] el capital se divide en partes
de interés, cada una de las cuales confiere al socio un voto, sin que sea necesario hacer entrega de
los aportes de capital a que los socios se obligan, al momento de la constitución, dada la respon
sabilidad solidaria que asumen, ya que los socios se vinculan personalmente con los terceros que
contratan con la sociedad; de ahí que basta con que prometan los aportes teniendo en cuenta, desde
luego, que la obligación de cubrirlos se sujeta a la regla general de pago en el lugar, forma y tiempo
previamente estipulados” (Oficio 220-0039 de 28 de febrero de 2001).
12En consecuencia, en caso de liquidación de la sociedad, si los activos sociales son insuficien
tes para pagar su pasivo externo, los liquidadores deben recaudar el faltante de los socios, de acuerdo
con lo previsto en el art. 243 del C. de Co.
13G u ille r m o J. Jim enez S á n c h e z , Lecciones de derecho mercantil, 6a ed., Madrid, Edit. Tecnos,
2000, pág. 169.
TIPOS DE SOCIEDAD 75

La personificación jurídica de la sociedad colectiva, previa constitución regular,


genera para los socios una especie de beneficio de excusión, muy semejante al
que se da en el contrato accesorio de fianza14. La responsabilidad que asumen los
socios colectivos, no obstante ser solidaria e ilimitada, es merámente subsidiaria.
Esta circunstancia protege el patrimonio personal de los socios ante los acreedores
sociales mientras no se demuestre que se ha requerido vanamente a la sociedad
para el pago. Por tanto, quienes pretendan hacer valer sus créditos respecto de
los asociados deberán intentar primero el cobro al obligado principal, que es la
compañía15.
Este beneficio ocasiona cierta separación patrimonial entre los socios y la
sociedad colectiva. Y, aunque esta independencia no es tan amplia como en las
sociedades de capital, sí se presenta para los socios en forma más beneficiosa que en
las sociedades de hecho. En estas últimas no se crea una persona jurídica diferente
de los socios. Por tanto, deben estos responder en forma directa y personal ante
los acreedores. El asociado de la colectiva, como es lógico, cuenta además con la
posibilidad de alegar las excepciones que tenga la sociedad contra sus acreedores16.
Por la extensión de responsabilidad existente en las sociedades colectivas,
esta forma asociativa es escasamente utilizada17. Sin embargo, el mencionado
sistema de intercomunicación patrimonial propio de este tipo de sociedad puede,

14En algunos sistemas jurídicos la asociación personalista equivalente a la colectiva carece de


personalidad jurídica. Así, por ejemplo, en el régimen inglés, cada asociado es responsable de ma
nera personal por las obligaciones contraídas en desarrollo del objeto de la compañía (partnership),
de tal forma que los acreedores deben perseguir a los asociados por separado. En idéntico sentido,
el derecho alemán le niega personalidad jurídica a la sociedad colectiva (offene Handelsgesell-
schaft, OHG) y a la comanditaria (Kommanditgesellschaft, KG) (Cfr. G. R j pe r t y R. R o b l o t , Traité
de droit commercial, Les sociétés commerciales, 18“'“ éd., Paris, L .G .D .J., 2002, pág. 102). Para
un análisis de la personalidad jurídica en la sociedad personalista estadounidense, vid. F r a n c is c o
R e y e s V il l a m iz a r , Derecho societario en Estados Unidos y la Unión Europea, 4a ed., Bogotá, Ed.
Legis, 2013, capítulo m.
15El art. 294 del Código de Comercio establece que este requerimiento previo debe hacerse “aun
extrajudicialmente”. Según lo expresado anteriormente, se discute acerca del momento a partir del
cual debe entenderse requerida infructuosamente la sociedad para el pago. Por razones de simple
celeridad, parece razonable pensar que fuera suficiente acreditar la existencia de una notificación
escrita a la sociedad, aunque no se haya presentado demanda en contra de la persona jurídica. Esta
interpretación les facilitaría a los acreedores el cobro subsidiario de las obligaciones no cubiertas
por la sociedad y podría evitar mecanismos de insolvencia o fraude pauliano de parte de los socios.
Sin embargo, tal como también se explicó, desde un punto de vista procesal, lo recomendable sería
demandar de modo simultáneo a la sociedad y a sus socios de manera subsidiaria.
16 C. de Co., art. 294, inc. 3°.
17 Más frecuente resulta la utilización de la sociedad de hecho, en razón de la carencia de
formalidades en su creación.
76 DERECHO SOCIETARIO

en ciertas circunstancias, convertirse en una ventaja para facilitar la financiación


de la compañía, en virtud de la garantía subsidiaria que los asociados asumen
ante las obligaciones de terceros. Por ello la transformación de una sociedad de
capitales en esta forma asociativa podría resultar, en ocasiones, apropiada como
fórmula de reestructuración concursa! o preconcursal.
b) Régimen de los socios. La importancia que tiene la persona del socio
y su directa responsabilidad en la gestión de los negocios sociales hace que la
sociedad colectiva y sus asociados estén sujetos a un régimen riguroso respecto
de la actividad social, la cesión de las partes de interés y la admisión de nuevos
socios. En los términos del artículo 296 del Código de Comercio, todo socio
deberá contar con la aquiescencia de sus consocios para ceder su parte de interés,
delegar en extraños las funciones de administración o vigilancia de la sociedad o
explotar en alguna forma aquellos negocios que estén relacionados con el objeto
de la compañía. La misma regla se aplica respecto de la posibilidad de participar
en otras sociedades por cuotas o por partes de interés cuyos objetos sociales sean
similares al de la sociedad colectiva.
Además, como es apenas obvio, los asociados no pueden retirar bienes de la
sociedad ni utilizar la firma social en negocios personales o ajenos a ella. La vio
lación de cualquiera de estas prescripciones faculta a los consocios del individuo
incumplido para excluirlo de la compañía. Además, el socio excluido está obligado
a indemnizar a la sociedad por los perjuicios causados18.
Así mismo, la existencia de causales de exclusión de orden legal determina
una ventaja acerca de la preservación de la reserva industrial y la comercial de la
sociedad. La posibilidad de exclusión por vía estatutaria — también viable en el
esquema de la sociedad colectiva— puede representar beneficios muy significativos
en aquellos casos en que existe interés en vincular a los socios a la explotación
económica prevista en el objeto social, como cuando todos o algunos de ellos
realizan una actividad industrial en favor de la compañía. En estos casos, el incum
plimiento de las obligaciones derivadas de aquella gestión que se ha previsto en los
estatutos sociales puede originar la sanción de exclusión del socio en que recaiga.

18 Las disposiciones consagradas en los arts. 296 a 298 del C. de Co. tienen consecuencias
de diverso orden respecto de la posible disminución del capital social. En el caso de violación de
lo previsto en los nums. 3 y 4 del art. 296, el sancionado es excluido, pero conserva el derecho a
la devolución de su aporte. Este se descuenta del monto total del capital social, de manera que se
origina como resultado una disminución en ese rubro. Ahora bien, cuando la exclusión proviene de
la sanción derivada del retiro de bienes de la sociedad o del uso de su firma para negocios ajenos
al objeto social, no obra tal disminución de capital, pues por mandato legal (C. de Co., art. 298) el
aporte del socio excluido debe mantenerse en el haber de la sociedad. (Superintendencia de Socie
dades, Oficio SL-21730 de 14 diciembre 1987).
TIPOS DE SOCIEDAD 77

Ello se explica por la naturaleza misma de la sociedad colectiva, cuyos cimientos


se construyen con fundamento en la confianza recíproca entre los asociados19.
Por lo demás, debe tenerse en cuenta que, en ciertas circunstancias, la especie
de sociedad que se comenta ofrece ventajas significativas para los socios, por el
carácter cerrado que impide el acceso de terceros y permite la consagración del
elemento intuitu personae, que se refleja en toda su regulación20.
Aun cuando la sociedad colectiva responde al criterio personalista de clasifi
cación, está permitido que formen parte de ella tanto las personas naturales como
las jurídicas y, en especial, otras sociedades de cualquiera de los tipos previstos
en el Código de Comercio21. Desde luego que para este efecto será necesario el
voto unánime de los asociados. La misma votación es indispensable para aprobar
la cesión del interés de un asociado, aun cuando el cesionario también forme parte

19 Sobre el procedimiento que sigue a la exclusión de un socio, vid. Superintendencia de So


ciedades, oficios 220-21097 del 16 de marzo de 2000 (CD-36) y 220-38141 de 17 de septiembre
de 2001 (CD-37). La misma Superintendencia ha considerado viable el pacto de exclusión también
en la sociedad de responsabilidad limitada (Cfr. oficio 100-20613 de 23 de mayo de 2001). Por
el contrario, tanto la doctrina como la jurisprudencia han considerado que el pacto de exclusión
no se considera legalmente posible en las sociedades anónimas (Cfr. oficio 100-20613, citado y
Corte Const., sent. T-356 de 1999). Otra posibilidad de estipulación consistiría en pactar que solo
podrán estar vinculados a la sociedad aquellas personas que tengan una relación laboral con ella.
Esta cláusula podría estructurarse a partir de la estipulación en el contrato social de una obligación
sujeta a condición suspensiva, por cuyo efecto un asociado que deje de trabajar para la sociedad
debe proceder a enajenar su participación de capital. La viabilidad de un pacto estatutario de esta
naturaleza se ha admitido por la doctrina oficial en el contexto específico de las sociedades de
responsabilidad limitada. Por ello, debería estimarse viable también en las colectivas, por la pre
sencia más acentuada del elemento intuitu personae (cfr. Superintendencia de Sociedades, Oficio
220-11077 del 28 de febrero de 2000) (CD-38). Por lo demás, respecto de la responsabilidad que
tienen los socios que votan la exclusión frente a los excluidos, cfr. C. S. de L, Sala de Casación
Civil, sent, de 22 abril 1992.
20El art. 301 del C. de Co. define la cesión del interés social como una reforma estatutaria, cuya
adopción requiere unanimidad en la junta de socios, según lo previsto en su art. 302 . Como ya se
vio, otra característica prominente del régimen de las sociedades personalistas está dada por la forma
como se estructura su nombre, conocido como razón social. De acuerdo con el art. 303 del Código
de Comercio, la razón social “[...] se formará con el nombre completo o el solo apellido de alguno
o algunos de los socios seguido de las expresiones «y compañía», «hermanos», «e hijos», u otras
análogas, si no se incluyen los nombres completos o los apellidos de todos los socios”. Es decir,
los socios quedan vinculados de manera personal aun en la denominación de la sociedad, hasta el
punto de que no puede incluirse el nombre de un extraño en la razón social. Quien lo tolere, será
responsable en favor de las personas que hubieren contratado con la sociedad.
21 Se puede pensar en una sociedad anónima que sea a su vez socia de una sociedad colectiva.
En este caso no se alterará el régimen de responsabilidad solidaria e ilimitada respecto de este socio
personificado jurídicamente. Desde luego que la responsabilidad que asume la sociedad anónima
socia solo podrá hacerse efectiva contra su patrimonio.
78 DERECHO SOCIETARIO

de la compañía. Por este motivo, el artículo 296 del Código le exige al cedente
obtener autorización expresa de sus consocios, para efectos de la enajenación de su
parte de interés. Si se infringe esta disposición, el acto no producirá efecto alguno
respecto de la sociedad ni del cesionario. Además, tanto la admisión de nuevos
socios como la cesión del interés social deben solemnizarse en escritura pública22.
c) Administración y representación legal. Como característica propia de las.
sociedades intuitu personae, se establece que todos los socios tienen vocación
directa para ejercer la administración y representación legal de la compañía. Es
decir, la gestión social es conjunta y directa, salvo que se delegue en un tercero
o en un consocio por disposición expresa de los estatutos de la sociedad. Varias
consecuencias se derivan de ese hecho. En primer lugar, aunque es jurídicamente
viable la potestad de delegar la administración en terceros ajenos al organismo
social, quien pretenda acogerse a esa prerrogativa debe contar con la autorización
expresa de los demás socios. Si este consentimiento no se obtiene, la delegación no
produce efecto alguno respecto de la-sociedad ni de los demás socios. En segundo
término, aun cuando los socios hayan delegado la administración en un tercero,
conservan el derecho de fiscalización individual permanente sobre las actividades
y documentos de la sociedad.
Finalmente, los asociados tienen el derecho de veto sobre cualquier operación
de la sociedad que no verse sobre la mera conservación de los bienes sociales. Se
trata de la posibilidad que la ley les otorga de oponerse a cualquier negocio que
pretenda celebrar la persona jurídica. El efecto principal de esta facultad consiste
en la posibilidad de que se suspenda la operación hasta que se decida sobre el
particular, por mayoría de votos. La realización del negocio, a pesar del veto de
un asociado, libera de responsabilidad al socio que se opuso.
d) Causales de disolución. También es significativo el hecho de que en la so
ciedad colectiva la disolución se produzca con sustento en causales concebidas en
tomo al estatus personal de los socios. Por ello, según lo dispuesto en el artículo
319 del Código de Comercio, la disolución de la compañía se dará por muerte,
incapacidad sobreviniente, declaración de liquidación obligatoria, enajenación
forzada o retiro justificado de alguno de los socios. Las referidas causales no di
suelven la sociedad cuando se acuerde la continuidad de esta con la presencia de
uno o varios terceros que asuman la posición del socio respecto de cuyo vínculo
se presenta la causal de disolución23.

~ AI admitir la posibilidad de que el interés social sea embargable, se afirma en el art. 299 del
Código de Comercio que “[...] no se enajenará en subasta pública si uno o más consocios lo adquie
ren por el avalúo judicial del mismo”. :En caso de que no se autorice la cesión en esos términos y .
se proceda a la subasta, los socios que hagan postura serán preferidos en igualdad de condiciones.
23 El autor argentino E m il io R a d r e s a afirma que la sociedad colectiva puede constituir una
forma eficaz de organización societaria en los siguientes casos: “a) Cuando se trate de una sociedad
TIPOS DE SOCIEDAD 79

B) Sociedad en comandita

Se las considera formas asociativas mixtas, en la medida en que se integran


por dos categorías de asociados sujetos a regímenes jurídicos distintos*24. Por
disposición legal, la sociedad en comandita se compone de uno o varios socios
que comprometen su responsabilidad solidaria e ilimitadamente por las opera
ciones sociales y otro o varios que limitan la responsabilidad a sus respectivos
aportes. Los primeros se denominan socios gestores o colectivos y los segundos,
socios comanditarios o capitalistas. Por tanto, es de la esencia de este tipo social
que exista, por lo menos, un asociado perteneciente a cada una de las categorías
mencionadas25.

cuyo capital inicial sea pequeño y cuya posibilidad de aumento sea, por lo menos, lenta, b) Cuando
la empresa no requiera una organización interna compleja y pueda realmente ser atendida por sus
propios socios, c) Cuando la utilización de crédito comercial y bancario mantenga una proporción
pequeña respecto del capital en giro, d) Cuando el negocio por emprender no cree expectativa de
grandes riesgos económicos, ya sea por la situación en plaza como por el sistema de ventas” (Socie
dades colectivas, Buenos Aires, Edit. Astrea, 1973, pág. 23). Y sobre la desventaja principal de la
sociedad colectiva, afirma lo siguiente: “Si la empresa, por el tipo de negociación que va a emprender,
va a estar sujeta a importantes riesgos económicos, es elemental la inconveniencia de la sociedad
colectiva. Se impone entonces la limitación de la responsabilidad de tal modo que la desgracia en
el manejo de los negocios no signifique la ruina de los integrantes de la sociedad” (ibíd., pág. 23).
24Sobre los orígenes históricos de la sociedad en comandita es inevitable considerar la importan
cia del contrato de commenda, cuya significación en la actividad marítima medieval es reconocida
por todos. “En estos contratos existía un socio commendator o socius stantas que aportaba el cien
to por ciento del capital o las mercaderías o el buque; por su parte, el tractator o commendatario
utilizaba dichos bienes para efectuar la expedición marítima. La distribución de los dividendos era
en un 75 por ciento para el commendator y el resto para el commendatario. Sin embargo, el socius
stantus asumía todo el riesgo de la empresa, ya que si la expedición fracasaba, él soportaba todas
las pérdidas. Este, a su vez, no se daba a conocer frente a los terceros; solo se tenía conocimiento
del tractator. La vinculación entre ambos era intema y se regulaba por escrito. Así, los terceros
que pudieran contratar solo conocían nombre y patrimonio del tractator” (M a r ía C e l ia M a r s il i ,
Sociedades comerciales, El problema de la tipicidad, Buenos Aires, Rubinzal-Culzoni Editores,
2003, pág. 17).
25 J o s é I g n a c i o N a r v á e z señala las siguientes ventajas principales de las sociedades en coman
dita: a) frente a la asociación en participación, ostentan la superioridad de ser personas jurídicas con
todos los atributos inherentes a ella; b) Frente a las sociedades colectivas, se presentan los siguientes
beneficios: Ia) Es viable la participación de menores como socios comanditarios; 2a) Mientras los
socios de la colectiva comprometen su patrimonio en las operaciones sociales, en las sociedades
comanditarias ese riesgo queda adscrito a los gestores; 3S) Como los comanditarios no administran
el patrimonio y los negocios sociales, nunca se convierten en empresarios, como sí acontece con los
socios de la colectiva y los gestores de las en comandita; 4a) Los gestores reciben de los comandi
tarios aportaciones que en ocasiones suman cifras de magnitud; 5a) Mientras en la colectiva todos
los socios aportan capital y simultáneamente mayor o menor dedicación a los negocios sociales, en
las comanditarias se conjugan el trabajo o industria del gestor y las aportaciones de capital de los
80 DERECHO SOCIETARIO

Existen dos modalidades de sociedades comanditarias: simple y por acciones.


La gran diferencia entre estas dos formas asociativas se refleja en el régimen ju
rídico aplicable a los socios comanditarios. En la sociedad en comandita simple
los aportes de los socios capitalistas están representados en cuotas sociales. Y en
la otra modalidad de las sociedades en comandita, los aportes de los asociados
se reflejan en acciones que forman parte del capital suscrito. Por esta razón, en
lo no previsto de manera expresa para las sociedades en comandita simple y por
acciones en el Código de Comercio, se aplicarán las disposiciones que gobiernan
el funcionamiento de las sociedades de responsabilidad limitada y anónimas,
respectivamente26. Claro que el punto de encuentro entre las sociedades coman
ditarias simples y por acciones está regulado de manera esencial en el régimen
de los socios gestores, ya que la regulación contenida en el estatuto mercantil es
homogénea sobre este particular27.

a) Régimen y responsabilidad de los socios. Al paso que los socios gestores


ostentan el privilegio exclusivo de la administración de los negocios sociales, los
comanditarios están separados definitivamente de la administración de la sociedad.
Por supuesto, como contrapartida necesaria al privilegio de gestión, los socios
colectivos están sujetos a responsabilidad solidaria e ilimitada, mientras que para
los comanditarios el riesgo de su vinculación al negocio social está reducido hasta
la cuantía determinada por el monto de sus aportes de capital28. Sin embargo, es

comanditarios (La sociedad en comandita simple, Bogotá, D. C., Ed. Bonnet & Cía., 1985, págs.
15 y 16); c) Frente a las demás formas asociativas, N a r v á e z menciona las siguientes ventajas de las
sociedades comanditarias: “ l e) Para los socios gestores existe la posibilidad de recibir financiaciones
necesarias en el desenvolvimiento y progreso de los negocios, sin interferencia de los comanditarios
en la gestión intema y [la] extema; 2°) Son instrumentos muy eficaces para precautelar e incrementar
patrimonios familiares, porque el padre o la madre, o ambos, asumen la condición de gestores y los
hijos la de comanditarios. Entonces, antes que el reparto periódico de rendimientos entre los socios,
se procura el robustecimiento del patrimonio de la compañía. [...] Precisamente, la circunstancia de
que los socios gestores son los únicos que administran y representan a la sociedad, brinda al padre o
a la madre, o a ambos, la facilidad de participar en esa condición para seguir dirigiendo los negocios
y continuar así disponiendo a su talante de su patrimonio [...]” (ibíd., págs. 16 y 17).
26Es el caso de la emisión y colocación de acciones en la sociedad en comandita, lo mismo que
el de la expedición de títulos de acciones, cuyo régimen jurídico es el previsto para las sociedades
anónimas, tal como lo establece el art. 347 del Código de Comercio. Además, los accionistas de la
comanditaria deben ser al menos cinco, al igual que en la sociedad anónima.
27 En cuanto a los socios gestores, el capital de la sociedad se divide en partes de interés. Esta
circunstancia resulta coherente con el derecho de cada gestor a administrar con exclusividad su
responsabilidad solidaria e ilimitada y ;el hecho de que cada socio tenga derecho a un voto, entre
otras características.
28 Se discute, de manera especial, si la responsabilidad solidaria e ilimitada que surge para los
socios gestores es de carácter subsidiario o si, por el contrario, es directa. Una primera aproximación,
TIPOS DE SOCIEDAD 81

evidente que estos últimos socios o accionistas no se limitan tan solo a efectuar
un aporte al fondo social. La contribución que hacen a la integración del capital
social se refleja, correlativamente, en la posibilidad de ejercer todas las prerroga
tivas que se derivan de su vinculación a la compañía, excepto la de participar en
la gestión de los negocios sociales29. Le asiste razón a Ef r a ín Ric h a r d cuando
afirma que “el comanditario no es un mero suministrador de capital, y en tal sen
tido advertimos que, salvo la prohibición de inmixión [le está vedado intervenir
en la administración social], goza de todos los derechos propios del estatus de
socio: vigilar, fiscalizar y designar administradores, considerar la aprobación del
balance de ejercicio, con voz y voto”30. De conformidad con lo anterior, los socios
comanditarios están facultados para inspeccionar en cualquier tiempo los libros y
demás documentos de la compañía. El ejercicio de este derecho está sujeto a una

con la que nos identificamos, permite sostener que los socios gestores solo pueden ser obligados a
responder después que la sociedad haya sido requerida vanamente para el pago. Así, su responsabilidad
sería apenas subsidiaria, de manera que estos socios podrían aducir el beneficio de excusión mientras
se requiere al deudor principalmente obligado, tal como ocurre en el contrato accesorio de prenda.
Esta interpretación encontraría sustento en la previsión normativa contenida en el inciso segundo
del art. 98 del C. de Co., según el cual la sociedad, una vez constituida en forma legal, configura
una persona jurídica distinta de los socios individualmente considerados. Este análisis conduciría
a pensar que los acreedores sociales deben acudir primero a la sociedad en demanda de pago. Con
todo, ciertas normas contenidas en el régimen de las sociedades en comandita han llevado a algunos
autores a afirmar que la responsabilidad de los socios gestores es personal y directa. Así, por ejemplo,
N a r v á e z sostiene lo siguiente: “[...] a favor de los socios de la colectiva el legislador consagró una
salvedad a la regla común y ordinaria y, en cierta medida, sus patrimonios ocupan un segundo plano
en el cumplimiento de las obligaciones sociales, puesto que su responsabilidad es subsidiaria y solo
puede hacerse efectiva después de intimidar aun extrajudicialmente a la sociedad y demostrar que
el requerimiento ha sido vano. Además, les permite invocar las excepciones que esta tenga contra
sus acreedores. Para los socios gestores de las comanditarias no existe este burladero defensivo, ya
que es legalmente factible deducir su responsabilidad sin exigirle previamente a la sociedad que
satisfaga el crédito insoluto ni acreditar que ésta ha sido requerida infructuosamente para obtener el
pago” (J o s é I g n a c i o N a r v á e z , Tipos de sociedad, Santa Fe de Bogotá, Edit. Legis, 1998, pág. 169).
29 Los socios gestores efectúan un aporte de industria que no forma parte del capital de la
sociedad. Con todo, la ley los faculta además para suscribir acciones, sin que por esa circunstancia
pierdan su calidad de socios colectivos. Los comanditarios, por su parte, contribuyen a integrar el
capital suscrito o social, según se trate de sociedades en comandita por acciones o simples. Por este
motivo, el socio gestor que quiera convertirse en comanditario deberá hacer aportes de capital para
adquirir la doble calidad. A pesar de la previsión normativa consagrada en el art. 325 del C. de Co.,
según la cual el comanditario no podrá en ningún caso ser socio industrial, la Superintendencia de
Sociedades ha precisado que esta disposición significa, simplemente, que, con independencia de su
calidad de socio comanditario, este podrá aportar “trabajo o industria y adquirir también la calidad
de socio gestor” (Oficio DAL-26345, del 8 de octubre de 1991).
30 R i c har d , ob. cit., pág. 341.
82 DERECHO SOCIETARIO

significativa excepción para aquellos casos en que el asociado sea propietario de


un establecimiento de comercio o forme parte de alguna compañía que se dedique
a las mismas actividades de la comanditaria. Por obvias razones, la ley excluye
el derecho de fiscalización individual en estos casos.
En la doctrina del derecho comercial se ha discutido la viabilidad jurídica de una
estructura de sociedad comanditaria que resulte de la simbiosis entre una sociedad
de capitales (anónima o de responsabilidad limitada), en calidad de gestora, y uno o
varios aportantes de capital en calidad de comanditarios. Este esquema societario,
como es evidente, le confiere enormes ventajas a quien controla la sociedad gestora,
puesto que obtiene el privilegio exclusivo de la administración de la sociedad en
comandita, sin exponer su riesgo más allá de lo aportado al capital de la sociedad
gestora; los comanditarios, por su parte, quedan excluidos de gestionar en los
negocios sociales y asumen un riesgo que se restringe al monto de lo aportado;
los terceros se atienen, para garantía de sus créditos, a la cuantía a que ascienda el
patrimonio de la sociedad en comandita, sumado al de la compañía gestora. Estos
valores patrimoniales determinan el límite de garantía de tales créditos. Como es
también evidente, el patrimonio de los socios o accionistas de la sociedad gestora
no queda afecto a satisfacer las obligaciones de la sociedad con terceros.
Las disposiciones previstas en el Código de Comercio vigente son propicias
para esta estructura societaria. Puede afirmarse que la regulación de las sociedades
comanditarias es incompleta, pues existe un principio de remisión para aquellos
asuntos que no están expresamente previstos para ellas en el correspondiente títu
lo del Libro Segundo del Código de Comercio. Por ello, al no existir en el régimen
de las sociedades comanditarias una regla específica que trate sobre la posibilidad de
que una sociedad participe en calidad de socia gestora, debe acudirse a las re
glas que gobiernan este mismo asunto en el sistema jurídico de las sociedades
colectivas. Este régimen, de acuerdo con el sistema de remisión contenido en el
Código de Comercio, se aplica en todo lo no previsto para los socios gestores, tan
to en las sociedades en comandita simple como en las por acciones. Por tanto, las
disposiciones aplicables son los artículos 99 y 295, ibidem, de los cuales se infiere
que cualquier compañía puede formar parte de sociedades colectivas, siempre que
se cumplan dos requisitos: 1) que su objeto social tenga una relación de medio a
fin con la actividad de explotación económica que realice la sociedad receptora del
aporte, y 2) que la determinación de participar en la sociedad colectiva sea apro
bada por unanimidad por la asamblea o junta de socios de la sociedad aportante.
Este último requisito obedece, desde luego, a la exposición de riesgo que asume
la compañía que participa en calidad de socia de la colectiva, por el compromiso
patrimonial que se deriva de la responsabilidad solidaria e ilimitada propia de ese
régimen societario.
TIPOS DE SOCIEDAD 83

Se ha afirmado que la estructura comentada origina una burla al sistema de


responsabilidad propio de las sociedades comanditarias, porque la limitación de
riesgo propia de la compañía gestora hace nugatorios los derechos de garantía
patrimonial de que gozarían los acreedores respecto de una sociedad comandita
ria en que los gestores son personas naturales. En este sentido se pronuncia, por
ejemplo, Na r v á ez , en cuya opinión el elemento intidtu personae que se encuentra
en cabeza de los gestores, no puede estar representado por un ente ficticio de ca
pacidad limitada por la ley: “La práctica consistente en que varias personas cons
tituyen una sociedad de responsabilidad limitada [...] y luego esta con sus socios
forma una comanditaria en la que aquella es gestora y sus propios socios son los
comanditarios, es injurídica”31. Esta crítica, sin embargo, comienza a parecer un
tanto anacrónica si se considera el amplio reconocimiento de que goza la estructura
comentada en el derecho societario actual. En efecto, la discusión referida suele
citarse como una simple reminiscencia histórica: “Muchos autores compartieron la
tesis contenida en múltiples sentencias judiciales en el sentido de que permitir que
una compañía de capital participara como gestora en una sociedad en comandita
era inherentemente contrario al orden público. En un artículo publicado a fina
les del siglo diecinueve, se criticaba esta combinación de formas asociativas, al
denominársela como un «engendro jurídico». Aquella sociedad comanditaria en
que el gestor es una sociedad de capitales, no mereció gran atención doctrinaria
hasta la primera década del siglo veinte”32.
Con todo, la Superintendencia de Sociedades le ha dado vía fibre a la estruc
tura en examen, con fundamento en la consideración acertada de que el sistema
de responsabilidad ilimitada que se proclama acerca del gestor de las sociedades
comanditarias no se desvirtúa cuando este es una persona jurídica de naturaleza
societaria; también en esta hipótesis la totalidad del patrimonio del deudor solidario
(que para el caso es la sociedad gestora) está afecto al cumplimiento de las obliga
ciones que la sociedad en comandita contraiga ante terceros. La Superintendencia
señala que en caso de que una sociedad de responsabilidad limitada actúe como
socia gestora en una comanditaria por acciones, responderá en forma ilimitada
con su patrimonio, “[...] independientemente de la responsabilidad que cobija a
cada uno de los socios, los cuales están obligados hasta el monto de sus aportes”33.

31 N ar váez, Tipos de sociedad...,ob. cit., pág. 171.


32 W F. E b k e , “The Limited Partnership and Transnational Combinations of Business
er n er

Forms: Delaware Syndrome Versus European Community Law”, en The International Lawyer, vol.
22, núm. 1, Chicago, American Bar Association, 1988, pág. 193.
33 Oficio 220-12979 de 12 marzo 1997. Del mismo modo, la Superintendencia de Sociedades
ha considerado factible la constitución de una sociedad en comandita, en la cual el socio gestor sea
una empresa unipersonal de responsabilidad limitada (cfr. oficio 220-43148 de 18 octubre 2001)
(CD-39).
84 DERECHO SOCIETARIO

Por supuesto que si el patrimonio de la sociedad gestora es exiguo, tal garantía


perderá efectividad, tal como ocurriría si el gestor persona natural careciera de
recursos patrimoniales para responder ante los terceros acreedores de la sociedad
en la que actúa. Los terceros están en el deber de verificar la condición patrimonial
de la sociedad deudora antes de asumir el riesgo crediticio. Su situación no será
necesariamente menos favorable que la del acreedor de sociedades comanditarias
en las que exista un socio gestor persona natural, pues lo que determina la efectividad
de la garantía no es la naturaleza jurídica del sujeto, sino su solvencia patrimonial.
La visión del derecho extranjero tampoco suele ser hostil a la estructura en
comento. En el sistema alemán, por ejemplo, se considera útil la estructuración de
sociedades comanditarias en las que la gestora es una sociedad de responsabilidad
limitada. P e t e r U l m e r presenta información empírica sugestiva sobre el frecuente
uso del esquema mencionado: “Un tercer tipo de sociedad difundido en el tráfico es
el de su utilización como socio colectivo en el marco de una «sociedad limitada y
Cía., sociedad en comandita». Según los datos disponibles, entre el 15 y el 25 por
100 de todas las sociedades limitadas inscritas responden a esta configuración”34.
También el derecho societario estadounidense ha avanzado de manera sig
nificativa en la estructuración de un esquema práctico de sociedad comanditaria
en el que los socios gestores gozan de inmunidad total ante terceros. Ello se
comprueba con la introducción del tipo societario denominado limited liability
limited partnership, en la que, como su denominación misma lo sugiere, el gestor,
además de gozar del privilegio exclusivo de gestión, carece de responsabilidad
ante terceros. Se dirá, quizá, que es un esquema demasiado audaz y que deja a los
terceros y a los socios comanditarios en estado de indefensión. La verdad es que,
en términos prácticos, no resulta más audaz que la estructura comentada antes (en
especial cuando la sociedad gestora está infracapitalizada), porque la garantía de
los terceros se verá restringida casi exclusivamente al patrimonio de la sociedad
en comandita. Además, el tipo estadounidense que acaba de analizarse ofrece la
innegable ventaja de la claridad, pues los terceros conocen de antemano que no
existirá recurso contra el patrimonio del socio gestor.
b) Administración y representación legal. Las dos modalidades de sociedades
comanditarias ofrecen reglas comunes, en especial, en lo que respecta al régimen
jurídico aplicable a los socios gestores. Así, por ejemplo, la facultad de admi
nistración de los negocios sociales se radica de manera exclusiva en los socios
gestores35. Esta característica representa el principal beneficio que se les confiere,

34 P e t e r U l m e r , Principiosfundaméntales del derecho alemán de sociedades de responsabilidad


limitada, Madrid, Civitas, 1998, pág. 39.
35 De acuerdo con el art. 327 del Código de Comercio, los socios comanditarios no pueden
ejercer funciones de representación de la sociedad, a menos que actúen como delegados de los socios
TIPOS DE SOCIEDAD 85

pues, como regla general, está prohibida la injerencia. Por supuesto que los gesto
res también están facultados para delegar esta facultad. Pero en este caso deben
cumplir los procedimientos previstos para el efecto en el régimen de las socieda
des colectivas. La administración no puede delegarse en un socio comanditario,
salvo que se cumplan especiales requisitos que garanticen el mantenimiento de la
estructura básica de las sociedades en comandita. Ante todo, se requiere que los
socios comanditarios delegados actúen por poder y que la delegación se cumpla
tan solo para negocios determinados. Si tales condiciones no se dan, el asociado
comanditario delegado puede verse expuesto a responder en forma solidaria con
los gestores por las operaciones sociales que celebren o ejecuten36.
En general, se puede afirmar que el régimen jurídico aplicable a los gestores
en las sociedades comanditarias guarda rigurosa simetría con el sistema aplicable
a los socios de compañías colectivas. De ahí que aquellos resulten sometidos a
las mismas prohibiciones y deberes aplicables a estos. Por lo demás, la cesión del
interés social se sujeta a iguales formalidades previstas para la misma operación
en las sociedades colectivas, es decir, que requiere una reforma estatutaria solem
nizada en escritura pública e inscrita en el registro mercantil37.
c) Causales de disolución. Además de los supuestos de disolución previs
tos para todas las sociedades en el artículo 218 del Código de Comercio, la ley
mercantil prevé como causales especiales para las sociedades en comandita los

colectivos y solo para negocios determinados. No obstante, en caso de que un socio gestor sea a la
vez comanditario, podrá representar las acciones que tenga en la asamblea de asociados, indepen
dientemente de la norma señalada, “pues una cosa es la representación legal de la compañía y otra
la representación de sus propias acciones”. (Superintendencia de Sociedades, oficio DAL-26344,
de 8 octubre 1991). En este último caso, el hecho de que un socio gestor ostente simultáneamente
el carácter de comanditario no altera, en forma alguna, el régimen de responsabilidad ilimitada que
le corresponde como socio colectivo (cff. Superintendencia de Sociedades, oficio 220-103447 de
17 noviembre 1999). Con todo, la misma entidad ha reconocido que, en caso de muerte del socio
gestor, puede asumir dicha calidad uno comanditario, siempre y cuando que así se haya dispuesto
en los estatutos (cfr. Superintendencia de Sociedades, oficio 220-93788 de 4 octubre 2010).
36 Según R ip e r t y R o b l o t , la regla es la consecuencia de la limitación de responsabilidad del
comanditario y se destina a proteger a los terceros. “El comanditario que administra la sociedad
aparece ante terceros como si fuera un socio colectivo: Su actitud dará lugar a confusión. No es
sino por su inmixión como el comanditario crea la apariencia de estar respondiendo eventualmente
por el pasivo de la sociedad” (ob. cit., pág. 156).
37Otra de las reglas en común de las sociedades en comandita simple y en comandita por acciones
se refiere a la presencia de los socios gestores, indispensable en el acto constitutivo de la sociedad.
Por el contrario, la ley no exige la presencia de los comanditarios, aunque en la escritura siempre
se debe expresar el nombre, domicilio y nacionalidad de los suscriptores, el número de acciones
suscritas, su valor nominal y la parte pagada de ellas (C. de Co., arts. 337 y 343).
86 DERECHO SOCIETARIO

mismos casos previstos para las colectivas, siempre que ocurran respecto de los
socios gestores38. También emerge otra causal especial de disolución aplicable a la
sociedad en comandita simple, que se da cuando existen pérdidas que reducen el
capital a la tercera parte o menos (C. de Co., art. 342). En este sentido, el legislador
introduce un elemento que es propio de los tipos societarios capitalistas, pues tiene
como base la situación patrimonial de la compañía. El tratamiento de esta causal
de disolución es casuista en el Código de Comercio, pues se apoya en presupuestos
porcentuales diferentes según el tipo de sociedad afectado por el desequilibrio
patrimonial que la origina. Así, en el caso de la sociedad en comandita por accio
nes, su configuración se da cuando ocurran pérdidas que reduzcan el p a tr im o n io
neto a menos del cincuenta por ciento del capital suscrito (C. de Co., art. 351)39.

C) Sociedad de responsabilidad limitada

Este tipo de sociedad, que bien puede denominarse híbrido o mixto, participa
de algunas características propias del régimen personalista y de otras propias de
las sociedades de capitales40. Desde un punto de vista mercantil, tiende a ser una
sociedad intuitu rei, puesto que las normas aplicables de manera subsidiaria son
las previstas para las sociedades anónimas. Sin embargo, su sistema supletorio de
administración y representación legal se nutre del régimen jurídico de las sociedades
colectivas41. Esta ambivalencia se presta también para ambigüedades relativas a

38 C. de Co., art. 333 ord. 2°


39 Con todo, no es aplicable ni por remisión ni por analogía la causal de disolución propia de
las sociedades de responsabilidad limitada que ocurre cuando se excede la pluralidad máxima de
veinticinco socios (art. 356). Sobre este particular ha sido enfática la doctrina de la Superintendencia
de Sociedades (cfr. oficio 220-108559 de 29 noviembre 1999) (CD-40).
40 Respecto a la justificación de la naturaleza híbrida de las sociedades de responsabilidad
limitada, la Superintendencia se pronunció, señalando: “Es de anotar que su avenimiento a nuestro
derecho positivo provocó prácticamente una casi total respuesta favorable, toda vez que se dieron
numerosas transformaciones de sociedades en nombre colectivo al nuevo tipo social y se constitu
yeron muchas bajo el molde jurídico, atraídas por evidentes ventajas, cuales fueron la simplicidad
de los requisitos legales para su constitución y la sencillez de su estructura”. (Superintendencia de
Sociedades, oficio DAL-02273, de 6 febrero 1990).
41 Como principales ventajas de la sociedad de responsabilidad limitada pueden citarse, entre
otras, las siguientes: a) capital dividido en cuotas que no son libremente negociables (el derecho de
preferencia es rígido); b) es una sociedad cerrada; c) no tiene una estructura tan compleja como la
de la sociedad anónima (en principio, no requiere junta directiva y solo por excepción requiere un
revisor fiscal); d) los socios tienen acceso permanente a los documentos y papeles de la sociedad
(el derecho de fiscalización individual es continuado); e) no se regulan legalmente, ni se mencionan
como prohibidas, figuras como la junta directiva, la prima por colocación, la disolución social por
reunirse en una sola persona el 95 por ciento o más de las cuotas sociales, las cuotas privilegiadas.
TIPOS DE SOCIEDAD 87

la aplicación de diversos regímenes jurídicos, tal como ocurre con las normas de
derecho laboral, según se explicará en seguida.
Antes del advenimiento de la sociedad por acciones simplificada en 2008, la
limitada gozó de indudable favoritismo en el sector empresarial. En aquel entonces
se consideraba que la estructura muy liviana de este tipo de sociedad, sumada al
principio de limitación de riesgo, hacía de la sociedad de responsabilidad limita
da una formá idónea para la pequeña y mediana empresas42. Las características
tipológicas de la SAS, como se verá más adelante, han desplazado la utilización
de la limitada y de los otros tipos tradicionales de sociedad.
a) Responsabilidad de los socios. Por disposición legal, los socios solamente
responden hasta el monto de sus aportes. Sin embargo, esta limitación, establecida

la readquisición de cuotas, la propiedad sobre los dividendos pendientes de pago, la limitación


a la negociación de cuotas por los administradores (es una sociedad menos regulada por normas
imperativas); f) se permite la prenda sin tenencia de las cuotas sociales, sometida al derecho de
preferencia. Como principales desventajas de la sociedad limitada, pueden señalarse estas: a) la
cesión de cuotas supone una reforma estatutaria que deberá aprobarla una mayoría calificada; b)
las cuotas sociales deben pagarse desde la constitución de la sociedad o en el momento en que
se aumente el capital; c) el capital social debe estar enteramente pagado en todo momento; d) en
principio, las cuotas están excluidas de la posibilidad de inscribirse en bolsa de valores; e) no puede
emitir bonos obligatoriamente convertibles en cuotas del capital social para financiar su opera
ción; f) existe solidaridad ante las obligaciones fiscales y laborales de la sociedad, para todos los socios,
tanto en cabeza de los que han cancelado íntegramente su aporte, como de los que no lo han hecho.
42 En este sentido, afirma R a f a e l B e r n a l G u t i é r r e z que “[...] si bien las críticas enunciadas
[por G e o r g e s R ip e r t ] tienen su fundamento lógico, no es menos cierto que la forma social, sociedad
de responsabilidad limitada, ha tenido un gran desarrollo, debido en buena parte a las múltiples
ventajas que para las empresas medianas y pequeñas presta” {La sociedad de responsabilidad limi
tada, Bogotá, Edit. Legis, 1977, pág. 12). En sentido análogo se pronuncia H e r n á n V i l l e g a s S i e r r a ,
que afirma: “[...] a las ventajas anteriores [de limitación de responsabilidad] deben agregarse como
factores determinantes del éxito alcanzado por la s. d. r. 1., la sencillez de su constitución, mucho
más simple que la de la sociedad anónima; la posibilidad de constituirla entre dos asociados única
mente, y la simplicidad de su estructura interna”. (De la sociedad de responsabilidad limitada, 2- ed.,
Bogotá, Edit. Temis, 1987, pág. 2). J o s é I g n a c i o N a r v á e z también se refiere a las ventajas de esta
especie de sociedad, cuando señala que, mientras que la sociedad anónima está sujeta a innúmeros
preceptos imperativos, “[...] la normación de la sociedad de responsabilidad limitada es menos
rígida. Esta flexibilidad ofrece un mayor grado de libertad para acordar estipulaciones que adapten
su funcionamiento a los requerimientos de su finalidad social”. (La compañía de responsabilidad
limitada, Bogotá, Edit. Bonnet & Cía., 1987, pág. 28). Por último, G a b i n o P i n z ó n expresa sobre esta
forma asociativa que “[...] la limitación de responsabilidad de los asociados —que en sus orígenes
se presenta con carácter de verdadero privilegio subordinado a autorización gubernamental, como
ocurrió en las primeras sociedades anónimas— constituye un evidente estímulo para la asociación;
y este se acrecienta cuando a esa posibilidad de asumir riesgos limitados a los aportes se agrega la
libertad de formación y funcionamiento de la compañía” (ob. cit., pág. 90).
88 DERECHO SOCIETARIO

en el Código de Comercio, tiene excepciones de variada índole. En primer lugar,


existe una excepción en materia fiscal, consagrada a partir de la expedición de la
ley 75 de 1986 (art. 26). De acuerdo con esta norma, tal como fue modificada por
el artículo 30 de la ley 863 de 2003, “en todos los casos los socios, copartícipes,
asociados, cooperados, comuneros y consorciados, responderán solidariamente
por los impuestos, actualización e intereses de la persona jurídica o ente colectivo
sin personería jurídica de la cual sean miembros, socios, copartícipes, asociados,
cooperados, comuneros y consorciados, a prorrata de sus aportes o participaciones
en las mismas y del tiempo durante el cual los hubieren poseído en el respectivo
período gravable”. La misma norma aclara, sin embargo, que dicha responsabili
dad no les será aplicable a los accionistas de sociedades anónimas y asimiladas a
anónimas. Tal mecanismo significa que si los recursos de la persona jurídica son
insuficientes para satisfacer las deudas fiscales, podría extenderse la responsabilidad
a los asociados. Esta norma es aplicable no solo a las sociedades de responsabilidad
limitada, sino también a las comanditarias simples y colectivas. A pesar de que en
la regla comentada se establece un régimen de ‘solidaridad’ para el pago de im
puestos a cargo de la sociedad, la exigibilidad de este sistema de extensión de res
ponsabilidad está sometida a un doble prorrateo. Por consiguiente, los asociados
responden en forma proporcional a su participación porcentual en el capital social
y solo por el tiempo durante el cual hubieren permanecido en la compañía.
En segundo lugar, el principio de limitación de riesgo de los socios encuentra
una excepción en el ordenamiento laboral. El artículo 36 del Código Sustantivo
del Trabajo dispone que los socios de las sociedades de personas son solidaria
mente responsables por las deudas laborales de la compañía434. No obstante que
el artículo 372 del Código de Comercio prevé un principio de remisión por cuyo
efecto se le aplican a la sociedad de responsabilidad limitada las normas propias
de las anónimas en todo aquello que no esté expresamente ordenado en la regula
ción típica de aquella, la Corte Suprema de Justicia ha indicado que para efectos
laborales debe ser tratada como una sociedad de personasM.

43 También durante la fase liquidatoria es factible hacer valer la solidaridad prevista en el art.
36 del C. S. del T. en contra de los socios de una compañía de personas, sin que sea necesario diri
gir la acción contra el liquidador, como representante de los socios. (C. S. de J., Sala de Casación
Laboral, sent, de 10 mayo 1995). (Sobre este particular, vid. Superintendencia de Sociedades, oficio
220-35291 de 24 agosto 2001) (CD-41).
44En criterio de la Corte, “todas estas características, que alejan a la sociedad de responsabilidad
limitada de la sociedad de capitales y la aproximan a la de personas, siguen dándose en el actual
Código de Comercio, por lo que, a pesar de que ahora su régimen supletorio sea el de las sociedades
anónimas, puede seguírselas considerando como compañías en las que el factor más importante que
mueve a su constitución es el de la calidad y condiciones personales de los asociados” (C. S. de J.,
Sala de Casación Laboral, sent, de 26 noviembre 1992). Ajuicio de esa corporación, las sociedades
TIPOS DE SOCIEDAD 89

Así mismo, hay fuentes de responsabilidad adicionales derivadas de normas


contenidas en el Código de Comercio. En primer lugar, es viable que tales sistemas
de ampbación del riesgo de los asociados sean definidos por vía estatutaria. En
efecto, en los términos del artículo 353 del Código de Comercio, en el contrato
social se puede pactar que los socios asumirán una mayor responsabilidad, presta
ciones accesorias o garantías suplementarias, “siempre que se exprese su naturaleza,
cuantía, duración y modalidad”. Por lo demás, existen algunas excepciones a la
limitación de la responsabilidad de los socios que se derivan de las actuaciones
mismas de los socios en la compañía. Por ello, el artículo 355 del estatuto citado
prescribe que cuando el aporte de los asociados no se haya pagado en su totalidad
en el momento de la constitución, los socios responderán sofidariamente por las
obligaciones sociales. Pero también, el artículo 354 ibidem, determina que “los
socios responderán sofidariamente por el valor atribuido a los aportes en especie”.
Por último, en los términos del artículo 357 del estatuto mercantil, la omisión de
la palabra ‘limitada’ o de su abreviatura ‘Ltda.’ en la denominación o razón social
de la compañía da lugar a una responsabilidad solidaria e ilimitada de los socios
ante terceros.
b) Administración y representación legal. Como acentuada característica per
sonalista de la sociedad de responsabilidad limitada se encuentra el principio legal
supletorio, por cuya virtud, tanto la administración como la representación legal
de la sociedad les corresponde a todos los socios. Claro que tales funciones son
susceptibles de ser delegadas en gestores temporales y revocables, como ocurre en
el régimen de la sociedad anónima45. Como consecuencia lógica del derecho de
gestión en cabeza de los socios, estos tienen el derecho de inspección permanente
sobre la contabilidad, libros de registro de socios, actas y demás documentos de
la compañía.

de responsabilidad limitada se deben tener como sociedades de personas, de modo que “siguen
comprendidas dentro de la hipótesis de solidaridad laboral existente entra la persona jurídica y sus
miembros y de éstos entre sí, en relación con el objeto social” (ibíd.).
45 Los socios tienen la posibilidad lícita de sustraerse al régimen legal supletorio que implica
su participación directa en la administración y representación legal de la compañía, mediante la
creación de un órgano de administración independiente. La Superintendencia de Sociedades ha
señalado con respecto a esta facultad legal que las atribuciones que se le confieran a la junta di
rectiva, si se decide crearla, deberán señalarse expresamente en los estatutos, pues de lo contrario
los administradores no tendrán restricciones en la ejecución de actuaciones dirigidas a cumplir el
objeto social, conforme a los artículos 438 y 372 del Código de Comercio. La Superintendencia
señala que esa libertad contractual no se extiende a las disposiciones sobre la forma como se elige
la junta y la duración de sus miembros en el ejercicio del cargo, de modo que estas circunstancias
deberán ceñirse a lo consagrado en los artículos 197 y 198 del estatuto mercantil (Superintendencia
de Sociedades, oficio SL-15389 de 30 julio 1987).
90 DERECHO SOCIETARIO

c) Capital. Como se señaló al comienzo, el capital de las sociedades de res


ponsabilidad limitada se divide en cuotas de igual valor. A diferencia de lo que
ocurre con las acciones, las cuotas de capital que cada asociado adquiera deben
pagarse en su totalidad en el momento de constituirse la compañía o de la refor
ma estatutaria por la cual se incremente el capital social. La consecuencia de
no cubrir la totalidad del valor prometido en la escritura de constitución o en las
posteriores modificaciones contractuales que se realicen consiste en la responsa
bilidad solidaria ante terceros (C. de Co., art. 355). Además, la circunstancia de no
integrarse en efecto el capital social, puede ocasionar que la Superintendencia de
Sociedades ordene la disolución de la sociedad46. Además, vale la pena recordar
que, con criterio eminentemente capitalista, cada socio tiene en la junta de socios
tantos votos cuantas cuotas posea en el capital social. No sobra insistir en que las
cuotas sociales no son libremente negociables; se trata, como quedó explicado,
de derechos cuya cesión se ha de realizar por medio de una reforma estatutaria.
No obstante, conviene precisar que la cesión de cuotas es un derecho del socio, de
modo que cualquier pacto que la impida se tendrá por no escrito (art. 362, ibid.)47.
d) Causales de disolución. Según lo previsto en el artículo 370 del Código
de Comercio, “Además de las causales generales de disolución, la sociedad de
responsabilidad limitada se disolverá cuando ocurran pérdidas que reduzcan el
capital por debajo del cincuenta por ciento o cuando el número de socios exceda
de veinticinco”. Esta disposición atiende a la naturaleza híbrida de este tipo so
cial. Por consiguiente, existe una causal de disolución propia de las sociedades
de capitales (disminución del patrimonio) y otra que se ajusta a la naturaleza

46 La Superintendencia de Sociedades se pronuncia acerca de las consecuencias que pueden


derivarse del no pago íntegro del capital al momento de constituirse la sociedad, y concluye que
esta situación no afectará la existencia ni la validez de la compañía ni la eficacia de los actos reali
zados por esta, pues no existe en el Código de Comercio ninguna norma que prevea tales sanciones
por dicha circunstancia. No obstante, la misma Superintendencia aclara que no es competente para
pronunciarse sobre aspectos jurídicos relativos a la existencia y validez de la sociedad, pues para ese
efecto habrá que sujetarse a lo que disponga la justicia ordinaria en cada caso en particular (oficio
DAL-28106 de 31 octubre 1991). Sobre este mismo punto, ha dicho también la entidad que los
mecanismos de apremio que la Superintendencia puede imponer para el pago del capital (multas)
se dirigen contra la sociedad, no contra el o los socios incumplidos (cff. oficio 220- 007172, de 30
enero 2012).
47 Otra característica de las sociedades por cuotas consiste en el carácter cerrado que se deriva
del derecho de preferencia supletorio consagrado en los arts. 362 y siguientes del C. de Co. para
la cesión de cuotas. Estas normas, además de establecer un procedimiento estricto para ese efecto,
determinan la obligatoriedad de que el acto jurídico en mención se solemnice en escritura pública, so
pena de ineficacia. Además, para efectos de oponibilidad ante terceros, la operación debe inscribirse
en el registro mercantil (art. 366, ibid.).
TIPOS DE SOCIEDAD 91

personalista (número de socios). Como se verá48, se ha entendido que la causal


de disolución por pérdidas debe calcularse con fundamento en una reducción del
patrimonio neto por debajo del cincuenta por ciento del capital social, tal como
ocurre en el caso de la sociedad anónima (art. 457, ibid.). Se trata de una hipótesis
que está asociada con el principio de conservación de la empresa y que se orienta
a garantizar los derechos de los terceros acreedores en aquellos casos en que la
situación patrimonial de la compañía pueda convertirse en un factor que origine
incumplimiento en el pago de las obligaciones sociales.
Ahora bien, la causal de disolución por exceso de la pluralidad máxima obe
dece a la exigencia legal contenida en el artículo 356 del Código de Comercio,
según el cual el número de socios no puede exceder de veinticinco. En la misma
norma se expresa que será nula de pleno derecho la sociedad que se constituya
con un número mayor. Si tal límite numérico se supera durante la existencia de la
sociedad, ocurre una causal de disolución que puede originar la liquidación de
la compañía, si no se adoptan las medidas correspondientes para su enervamiento
en el término legal49. Después que ocurra el hecho que implica exceder la pluralidad
máxima, la junta de socios puede decidir la transformación en otro tipo de sociedad
o reducir el número de sus socios a veinticinco. Pero tales determinaciones deben
adoptarse dentro del reducido plazo de dos meses siguientes al acaecimiento del
hecho que origina la causal de disolución.
No se justifica en la actualidad el mantenimiento de estos límites dogmáticos
a la vigencia de la vida activa de las sociedades. En realidad, las causales de diso
lución que son ajenas a la voluntad de los socios no se justifican cuando no exista
riesgo para los terceros m problemas sustanciales para la continuidad de la empresa
social. Además, se trata de un límite numérico, desde todo punto de vista arbitra
rio, pues si de lo que se trata es de mantener la sociedad dentro de dimensiones
propias de sociedades de personas, no se entiende por qué no existe esta misma
restricción para la sociedad colectiva.

D) Sociedad anónima

Es el prototipo de las sociedades de capital. De ahí que con frecuencia se uti


lice como medio para acometer proyectos de grandes dimensiones50. El elemento
intuitu reí se refleja en diversos rasgos de su regulación normativa. La limitación

48 Cfr. c a p ítu lo vh d e l to m o n.

49 Esta exigencia no es aplicable por analogía a la sociedad en comandita simple. Cfr. Super
intendencia de Sociedades (oficio 220-108559 de 29 de noviembre de 1999).
50 Según lo ha puntualizado V é r o n i q u e M a g n j e r , “[...] la sociedad anónima es un formidable
dispositivojurídico al servicio de la economía capitalista. Ella permite la agrupación de los capitales
requeridos para acometer empresas de grandes dimensiones” (ob. cit., pág. 211).
92 DERECHO SOCIETARIO

del riesgo de los accionistas, sumada a su relativa separación de la gestión de los


negocios sociales, justifica la existencia de una infraestructura normativa compleja
y amplia.
La sociedad anónima se caracteriza esencialmente por su índole impersonal,
que se refleja en el carácter no dirimente de los vicios del consentimiento que se
relacionen con el ámbito personal de los accionistas, la limitación del riesgo de
estos hasta el monto de lo aportado5152,la libre negociabilidad de las acciones y la
administración de los negocios sociales mediante gestores temporales y revoca
bles32. Estas características, consagradas de manera expresa en el artículo 373
del Código de Comercio, denotan inequívocamente la orientación legislativa que
tiende a preservar la conspicua línea divisoria entre el patrimonio personal de los
accionistas y el de la compañía, y la clara diferenciación entre la actividad indi
vidual de los asociados y las obligaciones de gestión de la empresa social, cuya
responsabilidad se radica en forma exclusiva en los administradores53.
Es claro que a pesar del carácter eminentemente capitalista de la sociedad
anónima, los accionistas pueden convenir en morigerar su carácter impersonal,
mediante estipulaciones que impidan el acceso de extraños, tales como las que
establecen derechos de preferencia tanto en la suscripción como en la enajenación
de acciones. Así mismo, puede alcanzarse la participación de algunos o de todos
los accionistas en los órganos de administración de la compañía —junta directiva
y representación legal— para lograr la injerencia directa de los inversionistas en

51 G e o r g e s R ip e r t expresa que en las sociedades de capitales “[...] la personalidad de los socios


es indiferente: cada uno de ellos hace un aporte y no es responsable más que hasta la concurrencia
del mismo [...]” (ob. cit., págs. 40 y 41).
52 En la opinión de F r a n c is c o Jo sé L e ó n S a n z , “[...] en la sociedad anónima como forma de
organización especificada, en principio, en atención a la gran empresa, la limitación del riesgo al
capital invertido se corresponde con su estructura de financiación y, también, con la subordinación de
la decisión individual al principio mayoritario y con la exclusión de la gestión social” (en comentarios
a la obra de P e te r U lm e r intitulada Principios fundamentales del derecho alemán de sociedades
de responsabilidad limitada, Madrid, Civitas, 1998, pág. 28). Sobre las principales características
de la sociedad anónima, vid. Superintendencia de Sociedades, oficio 220-37669 de 4 de mayo de
1999 (CD -42), 220-51100 de 6 diciembre 2001 (C D -43) y 220-20886 de 2 mayo 2002 (CD -44) y
220-48774 de 24 septiembre 2002.
53 La separación de actividades entre los administradores y sus asociados les impone a los
miembros de la junta directiva la obligación de rendir cuentas a los socios del curso de los nego
cios comerciales, de manera que estos tengan un control de cómo se invierten sus aportes y cómo
se desarrollan los negocios de los cuales esperan obtener ciertas utilidades. Así las cosas, se hace
indispensable la exigencia legal impuesta a los administradores y los representantes legales, de
presentar ante la asamblea general, al final de cada ejercicio social, un informe detallado sobre la
situación económica y financiera de la sociedad, junto con el proyecto de distribución de utilidades.
(Superintendencia de Sociedades, oficio AN-12922 de Is julio 1987).
TIPOS DE SOCIEDAD 93

la gestión social. Puede incluso lograrse, por medio de contratos autónomos y


ajenos a los estatutos, que los accionistas respondan en forma solidaria por obli
gaciones de la sociedad u otorguen garantías a esta. Todas estas posibilidades de
acercamiento de los accionistas a la actividad de la sociedad son viables dentro
de la estructura normativa vigente. De este modo, se obtiene que el esquema de
la sociedad anónima — concebido, como quedó dicho, para empresas de grandes
dimensiones en las que cuenta más el capital aportado que la persona de los apor
tantes— se aproxime en alguna medida a la concepción de las sociedades de per
sonas54. Desde luego, la estructura de capital de la sociedad anónima y su división
tripartita hace expedita la consecución de recursos para la compañía. Además,
el fraccionamiento del capital en acciones facilita la circulación de tales títulos y
permite la negociación simple de estos en los mercados públicos55.
a) Responsabilidad de los accionistas. El rasgo principal de la sociedad anó
nima es que la responsabilidad de los accionistas está restringida al monto de sus
aportes, aun en el ámbito laboral56. Sin embargo, hay ocasiones en que este principio

54 Con todo, no puede desnaturalizarse la índole del tipo de la sociedad anónima con cláusu
las del todo incompatibles con el carácter intuitu rei propio de esta forma asociativa. Así, por ejem
plo, “[...] no es viable establecer causales estatutarias de exclusión en una sociedad anónima, pues
amén de la autonomía de la voluntad privada, cláusulas de esta índole no resultan compatibles con la
índole del tipo social” (Superintendencia de Sociedades, oficio 100-20613 del 23 mayo 2001) (CD-45).
35 Como ventajas muy significativas de la sociedad anónima pueden mencionarse, en síntesis,
las siguientes: a) limitación real de la responsabilidad hasta el monto de los aportes (incluida la
limitación ante obligaciones laborales y fiscales); b) facilidad de emitir acciones mediante la sim
ple reglamentación de parte de la junta directiva y sin necesidad de reforma estatutaria, mientras
existan acciones en reserva; c) facilidad de negociación de las acciones por medio de entrega del
título, endoso y registro en el libro de accionistas; d) posibilidad de establecer un derecho de pre
ferencia en la enajenación de acciones, en favor de la sociedad, los accionistas o ambos, mediante
cláusula estatutaria; e) organización de la administración a partir de la participación porcentual
de las distintas facciones de accionistas, mediante elección de la junta directiva por el mecanismo
del cuociente electoral. Como desventajas de la anónima pueden mencionarse, entre otras, las si
guientes: a) carencia de vocación directa de los accionistas para participar en la administración de
los negocios sociales (salvo elección efectuada por los órganos de la compañía); b) estructura más
compleja y costosa que en las demás formas asociativas (requiere por lo menos diez funcionarios
obligatorios: tres principales de la junta directiva y tres suplentes, un revisor fiscal y su suplente y
un representante legal y su suplente); c) derecho de fiscalización individual limitado a los quince
días hábiles anteriores a la realización de la asamblea general de accionistas en que se hayan de
aprobar balances de fin de ejercicio u operaciones de transformación, fusión o escisión; d) requiere
una pluralidad mínima de cinco accionistas; e) la revisoría fiscal es obligatoria y la debe ejercer un
contador público matriculado; f) se configura una causal de disolución si más del 95 por ciento de
las acciones recaen en un solo accionista, y g) el proceso liquidators es más complejo y engorroso
que en las otras formas de sociedad.
56Sin embargo, debe tenerse en cuenta una curiosa sentencia de tutela emitida por la Corte Cons
titucional en la que el alto tribunal expresó, entre otras cosas, que respecto de las obligaciones
94 DERECHO SOCIETARIO

no rige y genera unas pocas excepciones que conviene señalar. Tal es el caso de
la acción de desestimación de la personalidad jurídica consagrada en el parágrafo
del artículo 148 de la ley 222 de 1995, para hipótesis de concurso de una sociedad
filial en aquellos casos en que los activos resulten insuficientes para pagar el pasivo
externo. Lo propio ocurre en las acciones que surgen de lo previsto en el artículo
207 de la misma ley, en el cual se determina una responsabilidad subsidiaria en
procesos de bquidación obbgatoria. Este último mecanismo solo procede cuando
se ha comprobado que los asociados han obrado de manera fraudulenta57.
b) Administración y representación legal. Como quedó dicho, este tipo de
sociedad está concebido para empresas de grandes dimensiones. Esta circunstan
cia justifica la regulación de una estructura más compleja que la prevista para los
demás tipos de sociedades. Por ello, además del órgano de dirección, que es la
asamblea general de accionistas, existe un órgano de administración denominado
junta directiva58, y un órgano de representación legal, que recibe la denominación
de gerente. Además, las normas vigentes establecen la existencia de un revisor
fiscal en las sociedades por acciones, cuya función principal es la de controlar la
actividad de los administradores.
De lo anterior se infiere que los accionistas no participan, en principio, en la
administración de los negocios sociales, aun cuando pueden acceder al órgano de ad
ministración si son elegidos para ocupar el cargo de director. Para el efecto, se
ha previsto en la legislación el sistema de cuociente electoral, que garantiza la
participación proporcional de los diferentes grupos de accionistas en el órgano de
administración. Incluso, dentro de la estructura jerárquica prevista en las normas

laborales de una sociedad anónima son “[...] solidariamente responsables no solo la empresa sino
sus socios” (T-014 de 21 de enero de 1999). A pesar de que esta sentencia fue declarada nula por
violaciones del debido proceso, el contenido sustancial de la providencia no ha sido revisado y la
tesis podría ser retomada por la Corte en cualquier momento. En este mismo sentido, conviene tener
presente la sent. SU-1023 de 2001, emitida por la misma Corte Constitucional, en la que se hace
una interpretación excesiva del parg. del art. 148 de la ley 222 de 1995 (cfr. capítulo v del tomo n).
37 Sobre la limitación de responsabilidad en la sociedad anónima, véase el oficio 220-73857 de
2 agosto 1999, expedido por la Superintendencia de Sociedades (CD-46).
58 La existencia de la junta directiva en una sociedad anónima, o en cualquiera otra, le permite a
la sociedad contar con la colaboración de varias personas que se suponen elegidas por su especialidad
en el manejo de los negocios comerciales. Por esta razón, y a pesar de que las deliberaciones son
colectivas por tratarse de la expresión de un órgano colegiado, su responsabilidad es individual. Al
respecto señala la Superintendencia: “Sin perjuicio de la responsabilidad que les incumbe al tenor
del artículo 200 del Código de Comercio, individual y no colectiva, es decir, que queda a salvo la
posición de quienes no intervienen en las decisiones o actos que puedan perjudicar a la sociedad,
a los socios o a terceros” (Superintendencia de Sociedades, oficios AN-12922 de Is julio 1987 y
220-004788, de l9 febrero 2007).
TIPOS DE SOCIEDAD 95

vigentes, la junta directiva designa, salvo estipulación contractual en contrario,


al representante legal de la sociedad. Este esquema hace que el control sobre la
administración lo ejerzan quienes detentan la mayoría absoluta en aquellos casos
en que el capital está concentrado, o el grupo que logre consolidar una mayoría
relativa cuando el capital está disperso.
La circunstancia de que los accionistas no participen por ministerio de la ley en
la administración de la sociedad ni estén sujetos a una responsabilidad subsidiaria
por las obligaciones sociales hace innecesaria la fiscalización permanente sobre
los libros y demás documentos sociales. Así mismo, la cantidad de accionistas
que la sociedad puede llegar a tener — en especial si se negocian sus acciones en
el mercado público de valores— podría convertir el procedimiento de fiscalización
individual en un expediente engorroso y perjudicial para la administración de la
compañía. Por ello, la ley restringe el ámbito temporal de ejercicio de esta prerro
gativa a los quince días hábiles anteriores a la reunión de la asamblea general de
accionistas en la que hayan de aprobarse balances de fin de ejercicio. Así pues, se
entiende que durante el resto del período contable el ejercicio de la fiscalización
de la sociedad recae en el revisor fiscal y, si las circunstancias legales se cumplen,
en la entidad gubernamental que ejerza la vigilancia sobre la sociedad59.
c) Capital. Como ya se estudió al analizar la estructura del capital en las so
ciedades constituidas intuitu pecuniae, las normas del Código de Comercio esta
blecen la tradicional división tripartita del capital en las sociedades por acciones,
por cuyo efecto se permite la emisión continuada de acciones en cartera. Estas,
que corresponden a la diferencia entre el número de acciones autorizadas y la
cantidad de ellas que están en circulación, facilitan la continuada obtención de
recursos, mediante el simple expediente de la colocación de acciones. Así, en la
medida en que el capital autorizado sea suficiente, la compañía podrá capitalizarse
sucesivamente, previa aprobación del reglamento por el órgano competente según
la ley o los estatutos.
El capital autorizado a que se refiere, entre otras normas, el ordinal 59 del ar
tículo 110 del Código de Comercio, como ya se estudió, representa el límite máxi
mo de capitalización fijado por los accionistas en el momento de constituir la
compañía, cuya cuantía no se puede aumentar sin que se cumpla una reforma esta
tutaria adoptada conforme a los estatutos y a la ley. También se expresó antes que
este rubro representa un límite nominal que hace las veces de punto de referencia

59 La asamblea general de accionistas está constituida por los accionistas reunidos con el quo
rum y en las condiciones previstas por los estatutos. Una de sus funciones es la de elegir a la junta
directiva de la compañía, mediante el sistema de cociente electoral. Al representante legal, por su
parte, lo elige la junta directiva y debe tener uno o varios suplentes. Sin embargo, los estatutos
pueden conferirle a la asamblea la atribución de designar al representante legal.
96 DERECHO SOCIETARIO

para futuros incrementos del capital suscrito, mediante la liberación de acciones


en reserva. El capital suscrito, a su vez, es la parte del autorizado que los socios
se comprometen a pagar. La legislación vigente permite, en las sociedades anó
nimas del sector real, que el pago del capital suscrito se difiera en instalamentos
o cuotas, siempre que el plazo de pago no exceda de un año y que en el momento
de la suscripción se cancele efectivamente por lo menos la tercera parte del va
lor de cada acción (arts. 376 y 387 del estatuto mercantil)60.
Es también suficientemente conocida la proporcionalidad inicial que debe
existir entre los montos del capital autorizado y el suscrito. En los términos del
artículo 376 del estatuto mercantil, “Al constituirse la sociedad [anónima] deberá
suscribirse no menos del cincuenta por ciento del capital autorizado [...]”. Pero
es claro que tal relación porcentual solo existe en el momento de constituirse la
compañía. Así las cosas, resulta evidente que, una vez superado ese momento,
la sociedad puede proceder a variar la referida proporcionalidad, mediante la co
rrespondiente reforma estatutaria. En ese instante posterior no podrá invocarse
el artículo 376 del Código de Comercio, cuya vigencia se limita a la fecha de
creación de la compañía.
Además, conviene recordar que el aumento del capital suscrito de la sociedad
anónima puede efectuarse en cualquier momento en que así lo disponga el órgano
competente. Los aumentos de este rubro pueden obtenerse, como regla general,
en diversas modalidades, tales como la capitalización de créditos, de plusvalías
del activo o reservas, de la cuenta de revalorización del patrimonio, de la cuenta
de superávit de capital, entre otras.
Por supuesto que el mecanismo principal para aumentar el capital suscrito
consiste en la aportación de nuevos recursos externos de parte de los accionistas.
Cuando los nuevos aportes se hacen en dinero, deben efectuarse en moneda co
lombiana de curso legal. Por esta razón, a esta clase de incrementos de capital
suscrito les son aplicables las disposiciones legales propias de las denominadas

60 Sobre este particular, la Superintendencia de Sociedades ha precisado que “[...] ha de distin


guirse entre el capital social, el capital suscrito y el capital pagado. El primero, que no representa
sino el total de las acciones que la sociedad puede colocar entre los inversionistas, en forma de
presupuesto de la empresa social; el segundo, que es la parte de ese capital social que los suscriptores
de acciones se han obligado a llevar a la caja social; y el tercero, que es la parte del capital suscrito
que ha sido pagado” (oficios OA-19573 de 3 octubre 1980 y 220-036645 de 23 mayo 2008). Según
J o s é I g n a c i o N a r v á e z , el capital autorizado, “también llamado capital nominal o capital programa,
es el señalado en los estatutos como meta ideal, susceptible de suscribirse en un lapso más o menos
largo [...] el capital suscrito equivale a la cantidad de acciones que los accionistas han pagado a
la sociedad o se han obligado a cubrir con aportes en dinero u otros bienes [...] el capital pagado
equivale al monto efectivamente cubierto a la sociedad por las acciones suscritas”. (Las sociedades
por acciones, Bogotá, Ediciones Doctrina y Ley, 1993, págs. 27 y 28).
TIPOS DE SOCIEDAD 97

obligaciones dinerarias. De ahí que deban pagarse en los términos y demás con
diciones definidas en el correspondiente reglamento de emisión y colocación de
acciones61.
d) Causales de disolución. Además de las enunciadas en el artículo 218 como
causales generales de disolución, la sociedad anónima se disuelve por dos causales
específicas previstas en el artículo 457 del Código de Comercio. Dentro de las
causales de disolución específicas para la sociedad anónima, resalta la que tiene
que ver con las pérdidas que implican reducción patrimonial significativa. En los
términos del ordinal 2- del artículo 457 de ese estatuto, la sociedad anónima se
disuelve cuando experimente pérdidas que reduzcan su patrimonio neto por debajo
del cincuenta por ciento del capital suscrito. Con esta hipótesis de disolución
se pretende salvaguardar la prenda común de los acreedores si se preserva una
relación porcentual mínima entre los recursos inicialmente aportados (capital) y
la situación económica de la sociedad en determinado momento (patrimonio).
También debe recordarse que el artículo 374 del Código de Comercio preceptúa,
de manera imperativa, que el número mínimo de accionistas para la formación y
el funcionamiento de la sociedad anónima es de cinco. Se trata, como en el caso
de la pluralidad máxima en la sociedad de responsabilidad limitada, del rezago de
una legislación formalista en la que parece considerarse el número de asociados
como factor referente a la dimensión de la compañía. Algunas orientaciones con
temporáneas, por el contrario, le dan mayor importancia a la cuantía del capital
suscrito y a su efectiva integración que a la cantidad de aportantes62. No parece
clara, por lo demás, la consecuencia jurídica de la inobservancia del artículo 374,
citado. Prima facie, podría pensarse en la nulidad del contrato social (si la falta de
pluralidad mínima se verifica en el acto constitutivo) o en una causal de disolución
de la persona jurídica (si ocurre durante la vigencia de la sociedad).
Por último, la ley establece una causal específica de disolución para aque
llos casos en que el noventa y cinco por ciento o más del capital suscrito de la

61 La forma de acreditar el pago del capital consiste en presentar el correspondiente certificado


expedido por la cámara de comercio del domicilio social (C. de Co., arts. 376 y 392). Una vez
vencido el término de la oferta para suscribir acciones, el representante legal y el revisor fiscal de
la compañía deben informar a la cámara de comercio el número de acciones suscritas, el capital
pagado a cuenta de estas, y la cifra en que se eleva el capital suscrito y el pagado. En todo caso, a
estos documentos se los puede reemplazar con una certificación emitida por el revisor fiscal de
la sociedad, pues el art. I9de la ley 145 de 1960 faculta a los contadores públicos para dar fe pública
de determinados actos. (Superintendencia de Sociedades, Oficio AN-14349 de 25 de julio de 1989).
62 Tal es el caso, por ejemplo, de la legislación española de sociedades anónimas de 1989, en
la cual se establecía un requisito de capitalización mínima para esa forma asociativa. La misma
legislación, en desarrollo de la Duodécima Directiva Comunitaria, permite la constitución de socieda
des anónimas unipersonales. Así, el requisito de pluralidad mínima pierde importancia.
98 DERECHO SOCIETARIO

sociedad se concentra en un solo accionista. Esta previsión normativa también


obedece — como ocurre con la pluralidad mínima ya comentada—1a la presunta
utilidad que el legislador encuentra en la desconcentración y dispersión de las
participaciones de capital. Como se verá en su oportunidad, este enfoque tiende
a ser superado mediante la adopción en algunos sistemas jurídicos de la sociedad
anónima unipersonal. Aunque esta solución no se ha adoptado aún en Colombia,
la ley 222 de 1995 permite, como mecanismo de enervamiento de estas causales
de disolución, la conversión de la sociedad anónima en empresa unipersonal de
responsabilidad limitada (art. 81), y a partir de 2008 resulta viable también su
transformación en sociedad por acciones simplificada. En efecto, conforme al
parágrafo del artículo 35 de la ley 1258 de ese año, “Las causales de disolución por
unipersonalidad sobrevenida o reducción de las pluralidades mínimas en los demás
tipos de sociedad previstos en el Código de Comercio también podrán enervarse
mediante la transformación en sociedad por acciones simplificada, siempre que así
lo decidan los asociados restantes de manera unánime o el asociado supérstite”..
e) Formas de sociedad anónima. Aunque, en estricto sentido, el legislador
no ha previsto dos modalidades de sociedades anónimas, las normas propias del
mercado público de valores han configurado una fisonomía diferenciada para
aquellas compañías que negocian sus acciones en bolsas de valores. Por ello, en
la terminología contemporánea, puede hablarse de sociedades anónimas abiertas
o cerradas, según el régimen de circulación de las acciones en que se divide su
capital63. Aunque tales subtipos no están definidos en el Código de Comercio, es
posible identificarlos por medio de diversas disposiciones normativas como las
contenidas en la resolución 400 de 1995, en la cual se compilan las principales
normas vigentes relativas al mercado público de valores64. Además, la ley 222 de

63 Las sociedades abiertas o cerradas no constituyen tipos societarios autónomos. De ahí que
se hable más bien de subtipos o de formas de la sociedad anónima. Resulta claro que la mayor o
menor circulación de las acciones no implica que la sociedad deje de participar en los elementos
esenciales y naturales del tipo regulado en el Libro Segundo del Código de Comercio.
64 Los antecedentes de la sociedad anónima abierta en Colombia pueden encontrarse en la ley
9a de 1983, que consagró beneficios tributarios especiales para este subtipo (cfr. Superintendencia
de Sociedades, oficio 220-60163 de 25 junio 1999) (CD-47). Con todo, la tendencia contemporánea
parece apuntar hacia un mayor énfasis en esta distinción. Una prueba de ello lo constituyen los regí
menes previstos en la Ley del Mercado de Valores (964 de 2005) en relación con los denominados
emisores de valores y sociedades inscritas, a los que se les atribuyen regímenes jurídicos diferentes
de los aplicables a las sociedades anónimas que no realizan operaciones de emisión de valores,
según se verá más adelante en este capítulo. La doctrina extranjera también informa acerca de esta
tendencia a la regulación dicotómica. “La distinción entre las sociedades inscritas (cote) y las no
inscritas está destinada a adquirir una importancia cada vez mayor en el derecho societario francés,
y podría predecirse que algún día constituirá la summa divisio de esta disciplina. Esta tesis ha hecho
carrera en los últimos años, debido al hecho de que no todos los accionistas actúan, en realidad,
como asociados. Algunos no son más que simples aportantes de capital o ahorradores cuyo interés
TIPOS DE SOCIEDAD 99

1995 previo diversas regulaciones, tales como las de quorum y mayorías deciso
rias en reuniones de asamblea656, reparto de utilidades en especie y acciones con
dividendo preferencial y sin derecho a voto, entre otras, que se refieren, en forma
especial, a las sociedades anónimas abiertas65.
La sociedad anónima cerrada es aquella cuya enajenación de participaciones
de capital no se realiza en el mercado público de valores. Por tal motivo, este
subtipo es utilizado a menudo para estructurar sociedades de carácter familiar
en las que, por lo general, se pacta un derecho de preferencia en la negociación
de acciones67 y se estipulan cláusulas que permitan la participación de los accio
nistas en la administración de los negocios sociales. Este esquema asociativo, de
gran auge en Colombia por razón de las ventajas de limitación de responsabilidad
propias de la sociedad anónima, ha venido reemplazando paulatinamente a la
sociedad de responsabilidad limitada.
Ahora bien, a partir de la expedición de la ley 964 de 2005, se establecen dos
sistemas jurídicos diferenciados para compañías que participan en el mercado
público de valores. Por una parte, se habla de las sociedades inscritas, definidas
como aquellas sociedades anónimas que tengan acciones o bonos obligatoriamente
convertibles en acciones, inscritos en el registro nacional de valores o emisores68.
Así mismo, se regulan los denominados emisores de valores, entendidos como
aquellos sujetos de cualquier tipo que coloquen derechos negociables diferentes
de acciones en el mercado público de valores. Como puede observarse, la distin
ción, un tanto artificiosa, separa las categorías de emisores en razón del carácter
de renta variable (acciones) y renta fija (otros valores). Después de efectuada la
distinción, somete a cada categoría a pautas de organización societaria diferentes.
En cuanto a las sociedades inscritas, la ley 964 prescribe normas imperativas
de naturaleza especial. En primer lugar, las relacionadas con la integración de la

está más en obtener rendimientos financieros, que en participar activamente en el funcionamien


to de la sociedad. Lo anterior se hace patente mientras que la sociedad está inscrita en la bolsa. A pe
sar de las importantes diferencias jurídicas existentes entre las sociedades inscritas y no inscritas,
todos sus accionistas siguen regidos por las mismas «reglas de juego», aunque en realidad parti
cipen en juegos distintos. Lo anterior da lugar a numerosas dificultades e incoherencias” ( A l e x i s
C o n s t a n t i n , ob. cit., págs. 10-11).

65 Ley 222 de 1995, art. 68 .


66Sobre esta distinción, pueden verse los oficios 220-66676 del 14 de julio de 1999 ( C D - 4 8 ) y
220-57845 de 4 de noviembre de 2004, expedidos por la Superintendencia de Sociedades.
67 C. de Co., art. 407.
68 La norma citada excluye de la definición a aquellas compañías que emitan bonos volunta
riamente convertibles en acciones. Aunque los efectos de esta clase de emisiones son semejantes a
los que se producen cuando la conversión es obligatoria, las sociedades emisoras de aquellos bonos
quedarían exentas de las normas aplicables a las sociedades inscritas.
100 DERECHO SOCIETARIO

junta directiva. Sobre el particular, el artículo 39 de la ley citada dispone la po


sibilidad de pactar en los estatutos de una sociedad inscrita sistemas de votación
diferentes del de cuociente electoral69. Igualmente, el artículo 40, ibidem, crea
un sistema que les permite a los accionistas minoritarios someter determinadas
propuestas a consideración de la junta directiva, para que este órgano las responda
por escrito, con indicación de las razones que motiven la decisión que se adopte
sobre el particular70. Así pues, salvo que se trate de asuntos relacionados con
secretos industriales o información estratégica para la compañía, el órgano de
administración debe pronunciarse, obligatoriamente, sobre la propuesta formulada
por los accionistas. Otro asunto que se les aplica de modo específico a las socie
dades inscritas es el de la flexibilización de las normas relativas al reglamento de
suscripción de acciones (art. 41), y las reglas sobre la readquisición de acciones
y su posterior enajenación (art. 42)71. Por lo demás, los acuerdos entre accionis
tas de sociedades inscritas quedan sometidos a un régimen de divulgación en el
mercado público de valores, mediante su inscripción en el registro nacional de va
lores y emisores (art. 43)72.
Así también, la misma ley 964 de 2005 alude a los denominados emisores de
valores, a los que les asigna igualmente diversas obligaciones específicas. Las
reglas a que se hace referencia corresponden, en general, a lo que se conoce como
pautas de organización societaria (“principles of corporate governance”). Se

69A pesar de la aparente laxitud de la norma, lo cierto es que su efectividad se limita de modo
significativo por lo previsto en su inciso 2S, según el cual, “los mecanismos a que se refiere el
presente art. serán válidos siempre que con su aplicación los accionistas minoritarios aumenten
el número de miembros de junta directiva que podría elegir si se aplicara el sistema previsto en el
art. 197 del Código de Comercio”. Así las cosas, con fundamento en esta disposición podría pen
sarse en el otorgamiento de cúrales a las miñonas, aunque matemáticamente estas no alcanzaran
el porcentaje necesario bajo el sistema de cociente electoral para lograr una representación en ese
órgano colegiado. Por el contrario, no sena lícito convenir un sistema que le permitiera a la mayoría
elegir a la totalidad de los miembros de la junta, sin contar con el voto de las minorías, tal como
se permite en otros sistemas jurídicos. Por ejemplo, en Estados Unidos en la mayoría de estados se
autoriza la elección de la junta directiva por mayoría absoluta. Este sistema de designación mayo-
ritaria suele considerarse beneficioso en comparación con el del cuociente electoral (cfr. S t e p h e n
B a i n b r i d g e , Corporation Law and Economics, New York, Foundation Press, 2002, pág. 446). En
todo caso, habrá que esperar a la regulación que el gobierno nacional establezca para determinar el
modus operandi del nuevo sistema.
70Según el tenor de esta norma, “cuando un número plural de accionistas que represente cuando
menos, el cinco por ciento (5%) de las acciones suscritas presente propuestas a las juntas directivas
de las sociedades inscritas, dichos órganos deberán considerarlas y responderlas por escrito a quienes
las hayan formulado. Indicando claramente las razones que motivaron las decisiones”.
71 Para un análisis de estas normas, cfr. capítulo vm, infra.
12 Cfr. capítulo xn, infra.
TIPOS DE SOCIEDAD 101

trata, en general, de aquellos principios que rigen las relaciones existentes entre
los administradores sociales, incluida la junta directiva, los accionistas y los terce
ros que tengan interés frente a la sociedad. Dentro de las pautas contenidas en
ley 964 se encuentran las relativas a la presencia de directores independientes,
que haya comités de auditoría, reglas específicas sobre la certificación de estados
financieros y otros informes relevantes, normas sobre responsabilidad de repre
sentantes legales con respecto al establecimiento de sistemas de revelación de
información financiera, entre otras73.

E) Sociedad por acciones simplificada

El más reciente de los tipos de sociedad existente en Colombia es la sociedad


por acciones simplificada74. Fue creada mediante la ley 1258 de 2008 y constituye
la innovación más importante del derecho societario colombiano en varias décadas75.
Su configuración típica, caracterizada por una regulación leve y de espectro
generalmente dispositivo, la convierte en un instrumento útilísimo para la realiza
ción de negocios en todas las escalas76. La figura es ventajosa tanto en el ámbito
de las empresas familiares como en el de las que no lo son. Aunque la SAS no está

73 Para un análisis detallado de estos asuntos, cfr., capítulo, xn, infra.


74Para un análisis detallado sobre la sociedad por acciones simplificada, puede verse F r a n c i s c o
R e y e s , SAS, la sociedad por acciones simplificada, 33 ed., Bogotá, Legis, 2013.

75Uno de los antecedentes normativos que se tuvieron en cuenta para la redacción de la ley 1258
de 2008 fue el régimen de la SAS francesa. Esta constituyó uno de los avances más sugestivos del
derecho societario de los últimos tiempos. Fue creada en Francia mediante ley de 3 de enero de 1994
y modificada más adelante en 1999 y 2001. La SAS se ha convertido en una opción asociativa que
ofrece ventajas para los empresarios de ese país. Las características simplificadas del tipo implican
que su regulación queda, en general, sujeta a las pautas contractuales que sus asociados escojan.
76 La configuración legal prevista para estas formas asociativas se ve en el derecho societario
contemporáneo como un contrato estandarizado que el legislador les ofrece a los empresarios, cuyo
contenido es fundamentalmente dispositivo. Por ello, como lo afirma la doctrina, “es de esperarse que
los usuarios de la forma asociativa intenten ‘diseñar’ el contrato social para ajustarlo a sus propias
necesidades de gestión” ( C h a r l e s R . O ’ K e l l e y y R o b e r t B. T h o m p s o n , Corporations and Other
Business Associations, Cases and Materials, 2"ded., Boston, Little Brown and Co., 1996, pág. 504).
En idéntico sentido, Stephen Bainbridge afirma lo siguiente: “En el modelo del nexo contractual,
el derecho societario se concibe como una forma estandarizada de contrato que es voluntariamente
adoptada por las partes, tal vez con algunas modificaciones. El propósito de un modelo estándar
de contrato consiste, por supuesto, en reducir los costos de negociación. Las partes que consideren
que las reglas supletorias de la voluntad son suficientes, pueden tomarlas del modelo legal, sin
necesidad de realizar una negociación con respecto a tales reglas. Por el contrario, aquellas partes
que consideren inapropiadas las reglas supletorias pueden libremente negociar la exclusión de tales
normas dispositivas” (S t e p h e n B a i n b r i d g e , The New Corporate Governance in Theory and Practice,
New York, Oxford University Press, 2008, págs. 30-31).
102 DERECHO SOCIETARIO

autorizada para negociar sus valores en bolsa77, es un instrumento especialmente


idóneo para acometer empresas de gran dimensión78. En esta normativa no solo

77La justificación de la imposibilidad de negociar las acciones en bolsa de valores parece obvia:
la enorme flexibilidad de la estructura de la SAS es claramente incompatible con las disposicio
nes proteccionistas de orden público que gobiernan al mercado público de valores. Según D o m i
n i q u e V i d a l : “La SAS es una sociedad cerrada. Esta es la contrapartida de la libertad contractual.

No puede, por tanto, acudir al mercado'público de valores (L. 227-2). El carácter abierto de una
sociedad da lugar, cada vez más, a una importante distinción normativa en el derecho societario
[...] Se ha visto, por tanto, la aparición de tres grandes categorías de sociedades: 1) sociedades
rígidas que acuden al mercado público de valores; 2) sociedades rígidas que no acuden al mercado
público de valores; y 3) sociedades flexibles que no acuden al mercado público de valores. La SAS
pertenece a la 3§ categoría” ( D o m i n i q u e V i d a l , Droit des sociétés, 5“ ,e éd., Paris, L.G.D.J., 2006,
pág. 585). La Superintendencia de Sociedades ha expresado la obvia circunstancia según la cual,
para la transformación de una sociedad anónima cotizada es necesario que se cancele previamente
su inscripción en el Registro Nacional de Valores e Intermediarios (cfr. oficio 220-060558 de 15
mayo 2011). Así mismo, la entidad ha sido explícita en señalar que una SAS no puede “inscribir
sus acciones en bolsa, pues una norma legal imperativa se lo impide y el Registro Nacional de
Valores no lo realizaría” (ibíd.).
78 Por el carácter especial de las normas pertinentes (estatuto excepcional), es evidente que la
SAS no podrá utilizarse para acometer actividades financieras ni de seguros (cfr. Estatuto Orgánico
del Sistema Financiero). Estas actividades se sujetan a precisas regulaciones que implican vigilancia
especial, requieren la utilización de tipos societarios predefinidos y no pueden constituirse sino para
desarrollar un objeto exclusivo. Muy diferente es la situación relacionada con las actividades inhe
rentes a los servicios públicos domiciliarios. La exigencia prevista en el art. 17 de la ley 142 de 1994,
según la cual las empresas que se dediquen a ese objeto social deben llevarse a cabo por conducto
de sociedades por acciones, se cumple con suficiencia al utilizar la SAS. La Superintendencia de
Servicios Públicos se ha referido a la idoneidad de la SAS para acometer actividades inherentes a
la prestación de esta clase de servicios. En concepto 43 de 2009, la referida Superintendencia parte
de la existencia en la legislación colombiana de tres tipos de sociedades por acciones: la anónima,
la comanditaria y la sociedad por acciones simplificadas. Con fundamento en esta premisa, la Su
perintendencia concluye: “De manera que la ley, al definir la naturaleza de las empresas de servicios
públicos estableciendo que son sociedades por acciones cuyo objeto es la prestación de los servicios
públicos de que trata la ley 142 de 1994, permite a quienes estén interesados en crear esta clase
de empresas la posibilidad de escoger entre cualquiera de los citados tipos societarios”. Lo propio
puede afirmarse con respecto a las sociedades de comercialización internacional, pues, según los
términos del art. 3- del decr. 636 de 1984, para beneficiarse del régimen establecido en tal norma,
estos sujetos, además de estar inscritos ante la Junta de Comercializadoras (Proexport [hoy denomi
nado Procolombia]), deberán tener el carácter de persona jurídica constituida en cualquiera de las
formas previstas en el Código de Comercio. No sucede lo mismo con las denominadas sociedades
administradoras de planes de autofinanciamiento comercial. Estas se sujetan al régimen especial
prescrito en la resolución 330-002979.de 2006, expedida por la Superintendencia de Sociedades,
según la cual estas entidades deben constituirse como sociedades anónimas, “sin que se admita la
posibilidad de adoptar algún otro tipo societario” (cfr. oficio 220-073146 de 15 mayo 2009, expe
dido por la misma Superintendencia). En realidad, no se ve justificación sólida para mantener esta
restricción, máxime si se considera que la propia Superintendencia tiene la facultad reglamentaria
TIPOS DE SOCIEDAD 103

es viable estructurar contratos de sociedad que incluyan complejos acuerdos de in


versión, sino que, además, se permite una gama amplísima de modalidades de capi
talización, determinada por la admisión de múltiples clases de acciones. Por su
puesto, su utilidad también es palpable en el contexto de negocios de dimensiones
más modestas —medianas o pequeñas— en las que suelen prevalecer elementos
de carácter personalista. A sí mismo, las denominadas microempresas pueden
encontrar en esta nueva forma asociativa un mecanismo expedito para la forma
lization de su actividad, por la reducción de costos derivada de la simplificación
del proceso constitutivo, la levedad de la estructura orgánica y la posibilidad de
pactar salvaguardias para los diferentes accionistas*79.
Mediante la SAS se ha iniciado una competencia normativa entre tipos de so
ciedad, de manera que los empresarios son quienes deciden conforme a sus pre
ferencias. Así, este vehículo de inversión, útil para todos los propósitos, ha dado
lugar a un paulatino desvanecimiento de los tipos de sociedad que existían con
anterioridad a la vigencia de la ley 1258 de 2008. La inferioridad comparativa de
los tipos tradicionales para estructurar negocios en compañías cerradas ha hecho
poco útil su utilización en los últimos años, si se tienen en cuenta las ventajas

sobre estas sociedades (decr. 1970 de 1979, art. Is, lit. b, incorporado en el decr. 663 de 1993, cono
cido como Estatuto Orgánico del Sistema Financiero). Las SAS tampoco son idóneas para acometer
empresas relacionadas con la vigilancia. “El hecho de que las empresas de vigilancia y seguridad
privada estén obligadas a constituirse y funcionar solo como sociedades de responsabilidad limitada,
impide que las mismas se puedan crear bajo el tipo societario denominado sociedad por acciones
simplificada, habida cuenta de que prevalecen las normas especiales del decreto 356 de 1994 frente
a la ley 1258 de 2008. Por la misma razón indicada en el párrafo precedente, en concepto de esta
Superintendencia no resulta jurídicamente viable que las empresas de vigilancia y seguridad pri
vada que revisten la forma de sociedades de responsabilidad limitada, se transformen en socieda
des por acciones simplificadas” (oficio 220-099861 de 20 julio 2009, expedido por la Superintenden
cia de Sociedades). Tampoco es factible utilizar la SAS para realizar actividades portuarias regidas
por la ley Is de 1991. Ello obedece a la restricción prevista en el art. 5,20 de esa norma, según el
cual estas entidades solo pueden constituirse bajo la forma de sociedades anónimas.
79 Con toda razón, afirma P i e r r e - L o u i s P é r i n que la SAS es una sociedad útil para toda clase de
empresas: “En verdad, en la actualidad la SAS es utilizada por empresas de todos los tipos y todas las
actividades” (P i e r r e - L o u is P é r i n , SAS, La sociétépar actions simplifiée. Études. Formules, 3™' éd.,
Paris, Joly Editions, 2008, pág. 23). En particular, resulta muy útil para constituir filiales de grupos,
Pyme, empresas familiares y sociedades de capital de riesgo (ibíd.). Entre nosotros, la utilidad de la
SAS en el ámbito de las microempresas es innegable, sobre todo si se considera la enorme cantidad
de empresarios que pertenecen a la denominada economía informal. Esta situación obedece en parte
a los considerables costos que implica el acceso a la economía formal. Fuera de las erogaciones que
conciernen a la creación y al mantenimiento de las sociedades (registro mercantil, matrícula, etc.),
se tienen los costos relativos a tributación y aportes parafiscales, caracterizados por gran cantidad de
trámites burocráticos, formalidades y constantes declaraciones. La SAS reduce barreras de entrada
a la actividad formal al disminuir de modo significativo parte de los costos indicados.
104 DERECHO SOCIETARIO

prácticas que ofrece la SAS80. Esta afirmación encuentra respaldo no solo en am


plios sectores de las doctrinas local y comparada, sino también en el crecimiento
exponencial en el número de estas especies societarias en aquellos países en que
se han introducido.
a) Responsabilidad de los accionistas. Una de las principales ventajas de la
SAS, que es propia de las sociedades de capital, consiste en la limitación del riesgo
de los accionistas al monto del capital aportado. Esta consecuencia surge de la
personificación jurídica que la ley le atribuye a la SAS, después de su constitución
regular.
En la ley 1258 de 2008 se ha procurado que la limitación de responsabilidad
de los accionistas de la SAS sea plena. En el artículo l 9 de dicha ley se señala, de
modo categórico, que “el o los accionistas no serán responsables por las obligacio
nes laborales, tributarias o de cualquier otra naturaleza en que incurra la socie
dad”81. La única excepción a este régimen está definida en el artículo 42 ibidem,
relativo a la desestimación de la personalidad jurídica de la sociedad.
El objetivo del régimen previsto en el artículo Is al que se ha hecho referen
cia es evitar que se produzcan inconvenientes fisuras en el sistema de limitación
de responsabilidad en este tipo de sociedad, pues es claro que las ventajas de este
beneficio son notorias. Con razón, afirma Ric h a r d P o s n e r que “la responsabili
dad limitada en las sociedades no es un sistema de eliminar los riesgos de fracaso
empresarial, sino un mecanismo para transferir ese riesgo del inversionista indivi
dual a los acreedores voluntarios o involuntarios de la sociedad. Son ellos quienes

80En opinión de N i c o l á s P o l a n ía , el andamiaje normativo previsto en el Código de Comercio


para las formas asociativas resultó claramente superado por las complejidades del mercado. Por
ello, afirma que dicho sistema jurídico pasó de ser herramienta principal para la gestión de intereses
comunes a convertirse en un pesado lastre para las estructuras económicas y en una infranquea
ble talanquera para la llegada de nuevas inversiones. En su criterio, la excesiva rigidez de las normas
y los modelos codificados hicieron que el esquema general entrara en franca contradicción con las
demandas de los empresarios, que debían someter sus perspectivas negocíales a la forma por la
forma ( N i c o l á s P o l a n ía , “El régimen de responsabilidad en la sociedad por acciones simplificada”,
en Estudios sobre la sociedad por acciones simplificada, cap. m, Bogotá, Universidad Externado
de Colombia, 2010).
81 Desde luego que la limitación de responsabilidad a que se refiere el art. I9 de la ley 1258
de 2008 no se extiende a los administradores sociales, que deben responder por sus actuaciones
conforme al régimen general contenido en la ley 222 de 1995. En este sentido, la Superintendencia
de Sociedades ha expresado que los administradores no están “exentos del cumplimiento de los de
beres y correlativamente de la responsabilidad que como tales les corresponda por actuaciones que
involucre dolo o culpa o sean violatorias de la ley o de los estatutos” (oficio 220-119345 de 20
octubre 2011).
TIPOS DE SOCIEDAD 105

asumen los riesgos de falencia de la empresa”82. P o s n e r agrega, desde luego, que


los acreedores deben ser recompensados económicamente por soportar esos
riesgos83.
b) Administración y representación legal. El artículo 26 de la ley SAS deter
mina que la representación legal de la sociedad por acciones simplificada estará
a cargo de una persona natural o jurídica, designada en la forma prevista en los
estatutos84. /
El régimen de la SAS permite que se regule la representación legal en forma
variable. Puede tratarse de gestión directa o delegada, atendiendo al grado de con
trol que los accionistas quieran darle a la compañía. Si se trata de una estructura
cerrada con mayor énfasis en elementos personalistas, es factible atribuirles a los
accionistas el carácter de representantes legales, de manera que todos ellos podrían
tener vocación para ejercer el cargo, independientemente de su mayor o menor
participación en el capital suscrito.85 Por el contrario, si se trata de sociedades de
mayor dimensión, con elementos marcadamente capitalistas, puede excluirse a los
accionistas de la representación legal, de modo que esta pueda ser ejercida por
gestores temporales y revocables. En este caso, la designación del representan
te legal puede deferírsele a la asamblea o a la junta directiva, según el nivel de
injerencia que los accionistas quieran ejercer sobre el funcionario que hará presente
a la sociedad ante terceros86. Los estatutos sociales habrán de definir la forma de
designación del funcionario y el período durante el cual debe ejercer sus funciones87.

82 R i c har d A. P o s n e r , Economic Analysis o f Law, Boston, Little Brown & Co., 1986, pág. 370.
83 Ibidem.
84 En el art. 26 de la ley 1258 de 2008 se exige la designación de un representante legal para
la sociedad por acciones simplificada. A causa de la flexibilidad de este tipo de sociedad la ley no
establece que sea obligatoria la designación de un suplente. Claro que, como lo ha sostenido la
Superintendencia de Sociedades, nada “impide que los asociados de la compañía consideren la ne
cesidad de crear el cargo de suplente del representante legal, fijándole sus facultades e imponiéndole
límites a su actuación” (oficio 220-117587 de 17 octubre 2011).
85 Según lo ha sostenido la Superintendencia de Sociedades, es perfectamente viable que una
misma persona ostente la calidad de accionista de una sociedad y al mismo tiempo su representación
legal (oficio 220-045655 de 15 junio 2012).
86 La Superintendencia de Sociedades ha señalado que el nombramiento o remoción del re
presentante legal de una sociedad por acciones simplificada le compete al máximo órgano social,
porque no se exige junta directiva para el funcionamiento de este tipo de sociedad. Ahora bien, en
el evento de existir dicho cuerpo colegiado por mandato estatutario, lo atinente a la designación del
representante legal le corresponde al órgano que tenga asignada dicha función (oficio 220-045655
de 15 junio 2012).
87 Claro que, según el principio de la revocatoria ad nutum, los representantes legales podrán
ser removidos en cualquier tiempo, sin necesidad de acreditar una justa causa y sin peijuicio de las
106 DERECHO SOCIETARIO

En todo caso, el artículo 26 de la ley incorpora la regla supletoria en cuya virtud


la falta de previsión estatutaria frente a la designación del representante legal dará
lugar a que la competencia quede radicada en la asamblea o en el accionista único.
Respecto de la conducta de los administradores en la SAS, se dispone en el
artículo 27 de la ley 1258 de 2008 que las reglas relativas a la responsabilidad
de administradores contenidas en la ley 222 de 1995 se les aplicarán tanto al re
presentante legal como a su junta directiva y demás órganos de administración,
si los hubiere.
c) Capital. Uno de los aspectos más relevantes de la ley 1258 tiene que ver
con la gran flexibilidad de las reglas en materia de capitalización de la SAS.
Ciertamente, este tipo de sociedad permite tal variedad de instrumentos de finan
ciación, que supera en este aspecto incluso a la sociedad anónima88. Y aunque las
acciones y los demás valores que emita la sociedad por acciones simplificada no
podrán inscribirse en el Registro Nacional de Valores y Emisores ni negociarse
en bolsa, su disposición para obtener recursos de capital la sitúa en una posición
privilegiada, especialmente para grandes empresas89.

indemnizaciones laborales a que haya lugar. Ahora bien, en los estatutos sociales puede preverse el
término para el cual se designa el representante legal. En este caso, tal como ocurre con cualquiera
otra cláusula estatutaria, este lapso puede ser modificado para ampliarlo o reducirlo, siempre y
cuando que se cumplan los requisitos previstos para las reformas del contrato social. En caso de
no haberse incluido en los estatutos el plazo durante el cual el representante legal ha de cumplir
sus funciones, se entenderá que este las ejerce en forma permanente, sin perjuicio de que pue
da ser removido en cualquier tiempo por el órgano competente o por el accionista único, según el
caso. Sobre este particular, puede verse el oficio 220-101484 de 31 agosto 2011, expedido por la
Superintendencia de Sociedades.
88 Por lo demás, los trámites de emisión de acciones no requieren, en general, procedimien
tos administrativos ante la Superintendencia de Sociedades. En efecto, la propia entidad ha seña
lado explícitamente que las sociedades por acciones simplificadas no requieren autorización de la
superintendencia mencionada para la colocación de acciones, salvo que se trate de acciones con
dividendo preferencial y sin derecho a voto o acciones privilegiadas que pretendan llevar a cabo
sociedades vigiladas por la Superintendencia. Así mismo, requieren autorización para la colocación
de cualquier clase de acciones las sociedades sometidas al control de esa entidad (oficio 220-113100
expedido por la Superintendencia de Sociedades el 7 septiembre 2009).
89Cualquier oferta pública de valores que se hiciera en una SAS sería ineficaz de pleno derecho,
sin perjuicio de las sanciones que por la realización de esa operación pudieran derivarse (cfr. oficio
220-007581 de 16 enero 2011, expedido por la Superintendencia de Sociedades). Ello obedece a
que cualquier oferta de esta naturaleza “requiere de la previa autorización de la Superintendencia
Financiera de Colombia en los términos del artículo 104 del decreto 2150 de 1995 [...]. En caso
contrario éstas [operaciones] serán ineficaces de pleno derecho, sin perjuicio de las sanciones admi
nistrativas que se puedan imponer por tal hecho, según lo establece el artículo 49 y siguientes de la
ley 964 de 2005” (oficio 220-087094 de 2 agosto 2009, expedido por la misma Superintendencia).
TIPOS DE SOCIEDAD 107

El artículo 99 facilita la integración del capital al consentir que se alteren las


proporciones previstas en el Código de Comercio para los montos de capital au
torizado, suscrito y pagado90. Además, se admite que el pago del capital suscrito
se efectúe en un plazo de dos años, contados a partir de la suscripción91.
Por lo demás, conviene señalar que la ley 1258 de 2008 amplía el abanico de
modalidades de acciones que la compañía puede emitir92. La redacción claramente
dispositiva defartículo 10 del estatuto sobre la SAS, según el cual podrán crearse
diversas clases y series de acciones, incluidas las que se mencionan en la norma,
suministra la mayor amplitud de estipulación para los accionistas.
d) Causales de disolución. Son escasos los cambios introducidos en la ley 1258
de 2008 en materia de disolución y liquidación de sociedades. Se conservan las
causales generales de disolución que tradicionalmente se encuentran previstas en
el artículo 218 del Código de Comercio93. Se excluyen, por supuesto, las causales

En este mismo sentido, es fácil deducir que “una sociedad que desee transformarse a una socie
dad por acciones simplificada y tenga sus acciones inscritas en bolsa, debe necesariamente, previo
[jí'c ] a la realización de la reforma estatutaria que el cambio conlleva, proceder a cancelar el registro
correspondiente” (Oficio 220-060558 de 15 mayo de 2011 de la Superintendencia de Sociedades).
De esta manera, cabe precisar que “los valores que emitan las SAS solo podrán ser objeto de oferta
privada, es decir, aquella que se dirige a noventa y nueve personas determinadas o a los mismos
accionistas de la empresa pero cuando estos sean menos de quinientos” (oficio 220-127317 de 27
octubre 2009, expedido por la misma entidad). En el mismo sentido, puede verse el oficio 220-
065556 de 26 agosto 2010, proferido por este órgano de control.
90 Sobre este punto, ha expresado la Superintendencia de Sociedades que si bien para la emi
sión y colocación de acciones en la SAS se aplican, por regla general, las disposiciones previstas
sobre el particular en el Código de Comercio y la ley 222 de 1995, “tal hecho no impide que para la
suscripción y pago del capital se puedan establecer condiciones, proporciones y plazos distintos a
los previstos en las citadas normas de sociedades anónimas, de conformidad con lo previsto por el
inciso 1- del artículo 9Bde la ley 1258 de 2008” (oficio 220-099862 de 20 julio 2009). Esta posición
fue reiterada por la Superintendencia de Sociedades mediante oficio 220-011580 de 17 febrero 2012.
91 Como ya se mencionó, el término previsto en el Código de Comercio para el pago del capi
tal en las sociedades anónimas es de un año.
92Sin embargo, no se permite la existencia de acciones al portador. Por ello, en contra de lo que
algunos sostienen erróneamente, no es factible utilizar la sociedad por acciones simplificada como
instrumento para mimetizar la identidad de los accionistas. Sobre este aspecto, es contundente la doc
trina de la Superintendencia de Sociedades, tal como se aprecia en oficio 220-081222 de 5 junio 2009,
93 En los términos del art. 34 de la ley 1258 de 2008, la sociedad por acciones simplificada se
disolverá: “1) Por vencimiento del término previsto en los estatutos, si lo hubiere, a menos que fue
re prorrogado mediante documento inscrito en el Registro Mercantil antes de su expiración; 2) por
imposibilidad de desarrollar las actividades previstas en su objeto social; 3) por la iniciación del
trámite de liquidación judicial; 4) por las causales previstas en los estatutos; 5) por voluntad de los
accionistas adoptada en la asamblea o por decisión del accionista único; 6) por orden de autoridad
competente; y 7) por pérdidas que reduzcan el patrimonio neto de la sociedad por debajo del 50%
del capital suscrito”.
108 DERECHO SOCIETARIO

contenidas en el ordinal 3s ibidem, relativas a la “reducción del número de asocia


dos a menos del requerido en la ley para su formación y funcionamiento”, pues no
existe un número plural para el efecto, así como “el aumento que exceda el limite
máximo fijado en la misma ley”, por la carencia de tal restricción para la SAS.
Tampoco rige, obviamente, la causal especial de disolución prevista en el
ordinal 39 del artículo 457 del Código de Comercio, relativa a la concentración
en un mismo sujeto del 95 por ciento o más de las acciones en las que se divide el
capital suscrito de una sociedad anónima. Ello se debe a la inexistencia de dichos
límites, derivada, entre otras razones, de la admisión de la unipersonalidad para
la constitución y funcionamiento de la SAS94.

94 Esta anacrónica causal de disolución crea engorrosas dificultades prácticas, sin que pueda
apreciarse ninguna ventaja en cuanto a esta compulsiva desconcentración de capital. En el contex
to de los grupos de sociedades, genera múltiples problemas que se suman a la exigencia de un
mínimo de cinco accionistas para operar bajo la modalidad de sociedad anónima.

También podría gustarte