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8. Las cooperativas. Estatutos de constitución. Órganos.

Disolución. Liquidación. La comunidad de bienes.

ÍNDICE
0. Introducción
1. Las cooperativas.
2. Estatutos de constitución.
3. Órganos.
4. Disolución.
5. Liquidación.
6. La comunidad de bienes.
7. Conclusión.
8. Bibliografía.
9. Relación con el currículo

0. Introducción
En el presente tema desarrollaremos principalmente el concepto de
sociedades cooperativas, que constituyen el máximo exponente de las
empresas de interés social, encuadradas dentro de la denominada
economía social, diferenciándose de otras fórmulasjurídicas tradicionales en
las que los trabajadores son a su vez socios de las empresas, con lo que el
grado de compromiso para defender su empleo y la consolidación de la
empresa es mayor, así como una breve exposición acerca de las sociedades
de garantía recíproca y sociedades profesionales.

Finalmente también explicaremos en en qué consiste y qué características


tiene una comunidad de bienes.

1. Las cooperativas

A diferencias de La sociedad cooperativa es una sociedad constituida por personas que se


otras asocian, en régimen de libre adhesión y baja voluntaria, para la realización
sociedades, las
cooperativas de actividades empresariales, encaminadas a satisfacer sus necesidades y
tienen unas aspiraciones económicas y sociales, con estructura y funcionamiento
leyes muy
distintas en cada democrático, conforme a los principios formulados por la Alianza
CCAA, se Cooperativa Internacional, en los términos resultantes de la presente Ley.
recomienda
adaptar este
tema a la CCAA Esta es la definición acogida en el artículo 1 de la Ley estatal de
concreta a la que
te presentes. cooperativas (Ley 27/1999, de 16 de julio, ley que ha sido modificada en
diversas ocasiones). Con todo, ha de manifestarse, en esta sede, que la
competencia exclusiva en materia de cooperativas corresponde a las
Comunidades Autónomas, "respetando la legislación mercantil" (art. 2 de la
LO 9/1992, de 23 de diciembre, sobre transferencia de competencias y
Estatutos de Autonomía de las Comunidades Autónomas respectivas). La
Ley estatal de cooperativas tiene, por tanto, carácter supletorio respecto a
las leyes autonómicas.

En la definición legal se vislumbran las características de la sociedad


cooperativa:

1
1) Ejercicio de una actividad empresarial en beneficio de sus socios (v., no
obstante, art. 4 LGC).
2) Principio de capital variable y variabilidad o fungibilidad de los socios a lo
largo de la vida social.
3) Organización y funcionamiento social democrático o mayoritario.
Asimismo, ha de destacarse que las sociedades cooperativas pueden
realizar cualquier clase de actividad económica.

En realidad, existen, según los fines o actividades de los socios, distintas


clases de cooperativas. Tradicionalmente se han distinguido las
cooperativas de consumo y de producción. Las primeras persiguen el
suministro de productos a los socios al menor coste o precio. Las segundas
pretenden la remuneración económica de los socios cooperativos.

En el fenómeno de asociacionismo cooperativo se pretende la defensa y


promoción de los intereses de las cooperativas (uniones, federaciones y
confederaciones, v. arts. 117 a 120 LGC), permitiéndose que una o más
cooperativas puedan asociarse con otros empresarios (sean personas
físicas o jurídicas) para promover, coordinar y desarrollar fines económicos
comunes a los socios y reforzar la actividad económica de los mismos (se
trata de las denominadas cooperativas de segundo grado). Frente a éstas, la
ley distingue otro tipo de cooperativas (de primer grado): cooperativas de
trabajo asociado, de consumidores y usuarios, agrarias, de viviendas, de
explotación comunitaria de la tierra, de servicios, del mar, sanitarias, de
enseñanza, de transporte, de seguros y de crédito (v. art. 6 LGC, v. esp.
arts. 80 y ss. LGC).

No hay duda de que las cooperativas de crédito cuyo objeto social se


encamina a "servir a las necesidades financieras de sus socios y de terceros
mediante el ejercicio de las actividades propias de las entidades de crédito"
(especialmente las Cajas rurales vinculadas a una actividad agraria) tienen
la naturaleza de entidades de crédito, son inscribibles en el Registro
Mercantil (art. 16.1.3.ª C. de c. y 254 a 258 RRM) y están sometidas a la
legislación de entidades de crédito y a un régimen especial (v. Ley 13/1989,
de 26 de mayo y RD 84/1993, de 22 de enero). El artículo 104 LGC dispone
que, además de regirse por su ley específica y por sus normas de desarrollo,
serán también de aplicación a las cooperativas de crédito "las normas que,
con carácter general, regulan la actividad de las entidades de crédito, y con
carácter supletorio la presente Ley de Cooperativas cuando su ámbito de
actuación estatutariamente reconocido, conforme a su ley específica, sea
supraautonómico o estatal, siempre que realicen en el citado ámbito
actividad cooperativizada de manera efectiva."

Lo mismo acontece con relación a las sociedades cooperativas de seguros:


son "cooperativas de seguros las que ejerzan la actividad aseguradora en
los ramos y con los requisitos establecidos en la legislación del seguro y,
con carácter supletorio, por la Ley de Cooperativas" (art. 1 LGC, y arts. 9 y
10 RD Legislativo 6/2004, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley
de Ordenación y Supervisión de los Seguros Privados). Asimismo, debe
destacarse la aprobación del Reglamento (CE) 1435/2003, de 22 de julio,

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relativo al Estatuto de la Sociedad Cooperativa Europea, que contempla la
constitución de sociedades cooperativas por personas residentes –o
entidades– en los distintos Estados miembros de la Unión Europea, así
como la Ley 3/2011, de 4 de marzo, por la que se regula la Sociedad
Cooperativa Europea con domicilio en España.

2. Estatutos de constitución

La sociedad cooperativa se constituye mediante escritura pública que ha de


inscribirse en el Registro de Cooperativas, dependiente del Ministerio de
Empleo y Seguridad Social, y regulado por Real Decreto 136/2002, de 1 de
febrero, por el que se aprueba el Reglamento del Registro de Sociedades
Cooperativas, o, en su caso, en el Registro de Cooperativas de la
Comunidad Autónoma correspondiente. Desde la fecha de inscripción de la
escritura de constitución en el Registro, la sociedad adquiere personalidad
jurídica. La Ley exige tres socios fundadores (la disminución del número de
socios sobrevenida es, asimismo, causa legal de disolución de la sociedad,
v. art. 70.1 LGC), salvo en el caso de sociedades cooperativas de segundo
grado, para las cuales se requiere la intervención de dos sociedades
cooperativas (art. 8 LGC).

En cuanto a la escritura de constitución de la sociedad cooperativa, ésta


será otorgada por todos los promotores, y en ella ha de contenerse una serie
de circunstancias:
1) la identidad de los otorgantes;
2) la manifestación de éstos de que reúnen los requisitos necesarios para
ser socios;
3) la voluntad de constituir una sociedad cooperativa y clase de que se trate;
4) la acreditación por los otorgantes de haber suscrito la aportación
obligatoria mínima al capital para ser socio y de haberla desembolsado, al
menos, en la proporción exigida en los estatutos;
5) el valor asignado a las aportaciones no dinerarias (en el caso de que las
haya), debiendo hacerse constar sus datos registrales, con detalle de las
realizadas por los socios;
6) la acreditación de los otorgantes de que el importe total de las
aportaciones desembolsadas no es inferior al del capital social mínimo
estatutario;
7) identificación de las personas que, una vez inscrita la sociedad, han de
ocupar los distintos cargos del primer Consejo Rector, el de interventor o
interventores y declaración de que no están incursas en causa de
incapacidad o prohibición alguna para desempeñarlos;
8) declaración de que no existe otra entidad con idéntica denominación, a
cuyo efecto se presentará al notario la oportuna certificación acreditativa
expedida por el Registro de Sociedades Cooperativas;
9) los estatutos, cuyo contenido se contempla en el art. 11 LGC y que
podrán ser desarrollados por un reglamento interno (v. art. 11.4 LGC): a)
denominación social; b) objeto social; c) domicilio; d) ámbito territorial de
actuación;

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e) duración de la sociedad; f) capital social mínimo; g) aportación obligatoria
mínima del socio, forma y plazo para el desembolso y criterios para fijar la
aportación obligatoria que habrán de efectuar los nuevos socios; h) forma de
acreditar las aportaciones al capital social; i) devengo o no de intereses por
las aportaciones obligatorias al capital social; j) clases de socios, requisitos
para su admisión y baja voluntaria u obligatoria y régimen aplicable; k)
derechos y deberes de los socios; l) derecho de reembolso de las
aportaciones de los socios, así como el régimen de transmisión de las
mismas; m) normas de disciplina social, tipificación de las faltas y sanciones,
procedimiento sancionador y pérdida de la condición de socio; n)
composición del Consejo rector, número de consejeros y periodo de
duración en el respectivo cargo. Lo mismo respecto a los interventores y, en
su caso, al Comité de Recursos;
10) además, en la escritura pueden incluirse todos los pactos y condiciones
que los promotores juzguen conveniente establecer, siempre y cuando no se
opongan a las leyes ni contradigan los principios que configuran la sociedad
cooperativa. A partir del momento en que se otorga la escritura de
constitución, la LGC establece un plazo de un mes para la solicitud de su
inscripción en el registro de cooperativas, estableciéndose el plazo de doce
meses para denegar la inscripción con carácter definitivo (art. 11.2 LGC). De
los actos y contratos celebrados en nombre de la cooperativa antes de su
inscripción, responden solidariamente quienes los hubieren celebrado. Con
todo, las consecuencias de los actos pueden ser asumidas por la sociedad
cooperativa después de su inscripción, así como los gastos de constitución,
cesando la responsabilidad solidaria anunciada, salvo que el patrimonio
social de la cooperativa fuera insuficiente (art. 9 LGC).

El estatuto jurídico del socio constituye rasgo característico de la sociedad


cooperativa, de marcada naturaleza personalista, la libre adhesión y baja
voluntaria de los socios, que tienen igualdad de derechos.

En efecto, el estatuto del socio comporta una serie de derechos y, por


supuesto, obligaciones del socio de la cooperativa. Conforme al artículo 16
LGC, el socio puede ejercitar, sin más restricciones que las derivadas de un
procedimiento sancionador o de medidas cautelares estatutarias, todos los
derechos reconocidos legal o estatutariamente. El socio, especialmente,
tiene derecho a (art. 16 LCG):

1) Asistir, participar en los debates, formular propuestas según la regulación


estatutaria y votar las propuestas que se les sometan en la Asamblea
General y demás órganos colegiados de los que formen parte.
2) Ser elector y elegible para los cargos de los órganos sociales.
3) Participar en todas las actividades de la cooperativa, sin discriminaciones.
4) El retorno cooperativo.
5) La actualización, cuando proceda, y la liquidación de las aportaciones al
capital social, así como a percibir intereses por las mismas.
6) La baja voluntaria.
7) Recibir la información necesaria para el ejercicio de los derechos y
cumplimiento de las obligaciones.

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8) A la formación profesional adecuada para realizar su trabajo los socios
trabajadores. Como contrapartida, el socio está sujeto a un conjunto de
deberes (v. art. 15 LGC), y a un concreto régimen de responsabilidad. La
responsabilidad del socio por las deudas sociales se ve limitada a las
aportaciones a capital que hubiera suscrito, estén o no desembolsadas en
su totalidad (art. 15.3 LGC).

No obstante, el socio que cause baja en la cooperativa responde de las


deudas sociales previa excusión del haber social durante cinco años desde
la pérdida de su condición de socio, por las obligaciones contraídas con
anterioridad a su baja, hasta el importe reembolsado de sus aportaciones al
capital social (art. 15.4 LGC).

3. Órganos
En cuanto a la estructura orgánica de la sociedad, han de distinguirse la
Asamblea General de socios, el Consejo Rector y los interventores de
cuentas (aparte de la posibilidad de que los estatutos de la sociedad
cooperativa prevean la existencia de un Comité de Recursos y de otras
instancias de carácter consultivo o asesor, cuyas funciones determinen que
en ningún caso pueden confundirse con las de los propios órganos sociales,
v. art. 19 LGC).

a) La Asamblea General es la reunión de los socios constituida con el objeto


de deliberar y adoptar acuerdos sobre aquellos asuntos que, legal o
estatutariamente, sean de su competencia (arts. 19 a 31 LGC). Los
acuerdos de la Asamblea General vinculan a todos los socios de la
cooperativa.

En cuanto a los asuntos de la competencia de la Junta General, el art. 21


LGC es muy exhaustivo: examen de la gestión social, aprobación de las
cuentas anuales, del informe de gestión y aplicación de los excedentes
disponibles o imputación de las pérdidas, nombramiento y revocación de los
miembros del Consejo Rector, de los interventores, de los auditores de
cuentas, de los liquidadores, de los miembros del Comité de Recursos,
retribución de los consejeros y liquidadores, modificación de los estatutos y
del Reglamento de régimen interno de la cooperativa, aprobación de nuevas
aportaciones obligatorias, admisión de aportaciones voluntarias,
actualización del valor de las aportaciones a capital social, fijación de las
aportaciones de los nuevos socios, establecimiento de cuotas de ingreso o
periódicas, así como el tipo de interés a abonar por las aportaciones al
capital, fusión, escisión, transformación y disolución de la sociedad, emisión
de obligaciones, títulos participativos, participaciones especiales u otras
formas de financiación mediante emisión de valores negociables, etc. (v., art.
21 LGC).

Los acuerdos de la Asamblea General que sean contrarios a la Ley, a los


estatutos o lesiones, en beneficio de uno o varios socios o terceros, los
intereses de la cooperativa podrán ser objeto de impugnación conforme al
procedimiento y a la legitimación previstos en el art. 31 LGC.

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b) El Consejo Rector es el órgano colegiado de gobierno al que corresponde
la alta gestión, la supervisión de los directivos y la representación de la
cooperativa, con sujeción a la Ley, a los estatutos y a la política general
fijada por la Asamblea General (v., sobre composición, estructura e
impugnación de acuerdos, los arts. 32 a 37 LGC).

En las cooperativas cuyo número de socios sea inferior a diez, los estatutos
pueden establecer un administrador único. Éste habrá de ser persona física
y tener la condición de socio, y asumirá todas las funciones de gestión y
representación de la sociedad previstas en la LGC para el Consejo Rector,
su presidente y secretario (art. 32.1. I LGC).

c) La Intervención de cuentas es el órgano de fiscalización de la cooperativa.


La Asamblea General nombra entre sus socios uno o varios interventores
que tienen como función esencial redactar un informe sobre las cuentas
anuales que ha de presentar el órgano de administración a la Asamblea
General, aunque pueden tener otras funciones asignadas especialmente por
los estatutos, siempre que no correspondan a otros órganos sociales (art. 38
LGC). Las cuentas anuales y el informe de gestión (v. sobre éstos, arts. 60 a
62 LGC), antes de ser presentados para su aprobación a la Asamblea
General, deberán ser censurados por el interventor o interventores, salvo
que la cooperativa esté sujeta a la auditoría de cuentas (art. 39 LGC, que
remite al art. 62 LGC). Con todo, en el caso de que la sociedad no esté
obligada a auditar las cuentas anuales, un cinco por ciento de los socios
puede solicitar del Registro de Sociedades Cooperativas que nombre un
auditor de cuentas con cargo a la sociedad para que realice la revisión de
las cuentas anuales de un ejercicio determinado (art. 62 LGC). La
responsabilidad de los consejeros e interventores por daños causados se
regirá por lo dispuesto para los administradores de las sociedades
anónimas, si bien los interventores no tienen responsabilidad solidaria (art.
43 LGC).

4. Disolución

El capítulo VIII de la Ley de cooperativas de 1999 se ocupa de la disolución.


En el artículo 1 tenemos:

1. La sociedad cooperativa se disolverá:

a) Por el cumplimiento del plazo fijado en los Estatutos.


b) Por acuerdo de la Asamblea General, adoptado por mayoría de los dos
tercios de los socios presentes y representados.
c) Por la paralización de los órganos sociales o de la actividad
cooperativizada durante dos años, sin causa justificada, de tal modo que
imposibilite su funcionamiento.
d) Por la reducción del número de socios por debajo de los mínimos
establecidos en la presente Ley o del capital social por debajo del mínimo
establecido estatutariamente, sin que se restablezcan en el plazo de un año.

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En la cooperativa, la cifra que funciona como garantía para los acreedores
es la cifra de capital social mínimo y no el capital social como en las
sociedades mercantiles convencionales, porque es la reducción de la cifra
de capital social mínimo la que preocupa al legislador y hace que entre en
funcionamiento un sistema que garantice los derechos de los acreedores. El
artículo 70.1 LC considera como causa de disolución cuando el capital social
ha quedado reducido por debajo del capital social mínimo establecido
estatutariamente, sin que se restablezca en el plazo de un año.

Asimismo, indicar que, en las cooperativas de responsabilidad limitada, el


capital social representa la cifra máxima de responsabilidad asumida por los
socios, si estatutariamente no se fija una responsabilidad adicional para el
supuesto de insolvencia.

e) Por la realización del objeto social o la imposibilidad de su cumplimiento.


f) Por fusión, absorción o escisión total.
g) Por cualquier otra causa establecida en la Ley o en los Estatutos.

2. Transcurrido el término de duración de la sociedad, ésta se disolverá de


pleno derecho, a no ser que con anterioridad hubiese sido expresamente
prorrogada e inscrita la prórroga en el Registro de Sociedades Cooperativas.

3. Cuando concurra cualquiera de los supuestos c), d), e) o g) del apartado


1, el Consejo Rector deberá convocar la Asamblea General, en el plazo de
un mes desde que haya constatado su existencia, para la adopción del
acuerdo de disolución. Cualquier socio podrá requerir al Consejo Rector
para que efectúe aquella convocatoria si, a su juicio, existe causa legítima
de disolución. Para la adopción del acuerdo será suficiente la mayoría
simple de votos salvo que los Estatutos exigieran otra mayor.

Si no se convocara la Asamblea o ésta no lograra el acuerdo de disolución,


cualquier interesado podrá solicitar la disolución judicial de la cooperativa.

4. El acuerdo de disolución elevado a escritura pública o, en su caso, la


resolución judicial o administrativa, se inscribirá en el Registro de
Sociedades Cooperativas y deberá publicarse en uno de los diarios de
mayor circulación de la provincia del domicilio social.

5. En el supuesto b) del número 1 de este artículo y habiendo cesado la


causa que lo motivó, la sociedad en liquidación podrá ser reactivada,
siempre que no hubiera comenzado el reembolso de las aportaciones a los
socios. El acuerdo de reactivación deberá ser adoptado por la Asamblea
General por una mayoría de dos tercios de votos presentes o representados,
y no será eficaz hasta que no se eleve a escritura pública y se inscriba en el
Registro de Sociedades Cooperativas.

5. Liquidación

La liquidación de la cooperativa está desarrollada a partir del artículo 71 la


Ley de cooperativas de 1999:

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Artículo 71. Liquidación

1. Disuelta la sociedad se abrirá el período de liquidación, excepto en los


supuestos de fusión, absorción o escisión. Si los Estatutos no hubieran
previsto a quién corresponde realizar las tareas de liquidación, la Asamblea
General designará entre los socios, en votación secreta y por mayoría de
votos, a los liquidadores, en número impar. Su nombramiento no surtirá
efecto hasta el momento de su aceptación y deberá inscribirse en el Registro
de Sociedades Cooperativas.

2. Cuando los liquidadores sean tres o más, actuarán en forma colegiada y


adoptarán los acuerdos por mayoría.

3. Transcurridos dos meses desde la disolución, sin que se hubiese


efectuado el nombramiento de liquidadores, el Consejo Rector o cualquier
socio podrá solicitar del Juez de Primera Instancia su designación, que
podrá recaer en personas no socios, efectuándose el nombramiento en el
plazo de un mes.

Hasta el nombramiento de los liquidadores, el Consejo Rector continuará en


las funciones gestoras y representativas de la sociedad.

4. Designados los liquidadores, el Consejo Rector suscribirá con aquéllos el


inventario y balance de la sociedad, referidos al día en que se inicie la
liquidación y antes de que los liquidadores comiencen sus operaciones.

5. Durante el período de liquidación, se mantendrán las convocatorias y


reuniones de Asambleas Generales, que se convocarán por los liquidadores,
quienes las presidirán y darán cuenta de la marcha de la liquidación.

Artículo 72. Intervención de la liquidación

La designación de interventor, que fiscalice las operaciones de liquidación,


puede ser solicitada, por el 20 por ciento de los votos sociales, al Juez de
Primera Instancia del domicilio social de la cooperativa.

Artículo 73. Funciones de los liquidadores

Incumbe a los liquidadores:

1. Llevar y custodiar los libros y correspondencia de la cooperativa y velar


por la integridad de su patrimonio.

2. Realizar las operaciones pendientes y las nuevas que sean necesarias


para la liquidación de la cooperativa, incluida la enajenación de los bienes.

3. Reclamar y percibir los créditos pendientes, sea contra los terceros o


contra los socios.

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4. Concertar transacciones y compromisos cuando así convenga a los
intereses sociales.

5. Pagar a los acreedores y socios, transferir a quien corresponda el fondo


de educación y promoción y el sobrante del haber líquido de la cooperativa,
ateniéndose a las normas que se establezcan en el artículo 75 de esta Ley.

6. Ostentar la representación de la cooperativa en juicio y fuera de él para el


cumplimiento de las funciones que tienen encomendadas.

Artículo 74. Balance final

1. Finalizadas las operaciones de liquidación, los liquidadores someterán a


la aprobación de la Asamblea General un balance final, un informe de
gestión sobre dichas operaciones y un proyecto de distribución del activo
sobrante, que deberán censurar previamente los interventores de la
liquidación, en el caso de haber sido nombrados.

2. El balance final y el proyecto de distribución deberán ser publicados en


uno de los diarios de mayor circulación de la provincia del domicilio social.
Dichos balance y proyecto podrán ser impugnados en el plazo de cuarenta
días a contarse desde su publicación y conforme al procedimiento
establecido para la impugnación de los acuerdos de la Asamblea General,
por cualquier socio que se sienta agraviado y por los acreedores cuyos
créditos no hubieran sido satisfechos o garantizados. En tanto no haya
transcurrido el plazo para su impugnación o resuelto por sentencia firme las
reclamaciones interpuestas, no podrá procederse al reparto del activo
resultante. No obstante, los liquidadores podrán proceder a realizar pagos a
cuenta del haber social siempre que por su cuantía no hayan de verse
afectados por el resultado de aquellas reclamaciones.

Artículo 75. Adjudicación del haber social

1. No se podrá adjudicar ni repartir el haber social hasta que no se hayan


satisfecho íntegramente las deudas sociales, se haya procedido a su
consignación o se haya asegurado el pago de los créditos no vencidos.

2. Satisfechas dichas deudas, el resto del haber social, sin perjuicio de lo


pactado en la financiación subordinada, se adjudicará por el siguiente orden:

a) El importe del fondo de educación y promoción se pondrá a disposición de


la entidad federativa a la que esté asociada la cooperativa. Si no lo
estuviere, la Asamblea General podrá designar a qué entidad federativa se
destinará.

De no producirse designación, dicho importe se ingresará a la


Confederación Estatal de Cooperativas de la clase correspondiente a la
cooperativa en liquidación y de no existir la Confederación correspondiente
se ingresará en el Tesoro Público con la finalidad de destinarlo a la
constitución de un Fondo para la Promoción del Cooperativismo.

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b) Se reintegrará a los socios el importe de las aportaciones al capital social
que tuvieran acreditadas, una vez abonados o deducidos los beneficios o
pérdidas correspondientes a ejercicios anteriores, actualizados en su caso;
comenzando por las aportaciones de los socios colaboradores, las
aportaciones voluntarias de los demás socios y a continuación las
aportaciones obligatorias.

c) Se reintegrará a los socios su participación en los fondos de reserva


voluntarios que tengan carácter repartible por disposición estatutaria o por
acuerdo de la Asamblea General, distribuyéndose los mismos de
conformidad con las reglas establecidas en los Estatutos o en dicho acuerdo
y, en su defecto, en proporción a las actividades realizadas por cada uno de
los socios con la cooperativa durante los últimos cinco años o, para las
cooperativas cuya duración hubiese sido inferior a este plazo, desde su
constitución.

d) El haber líquido sobrante, si lo hubiere, se pondrá a disposición de la


sociedad cooperativa o entidad federativa que figure expresamente recogida
en los Estatutos o que se designe por acuerdo de Asamblea General.

De no producirse designación, dicho importe se ingresará a la


Confederación Estatal de Cooperativas de la clase correspondiente a la
cooperativa en liquidación y de no existir la Confederación correspondiente,
se ingresará en el Tesoro Público con la finalidad de destinarlo a la
constitución de un Fondo para la Promoción del Cooperativismo.

Si la entidad designada fuera una sociedad cooperativa, ésta deberá


incorporarlo al fondo de reserva obligatorio, comprometiéndose a que
durante un período de quince años tenga un carácter de indisponibilidad, sin
que sobre el importe incorporado se puedan imputar pérdidas originadas por
la cooperativa. Si lo fuere una entidad asociativa, deberá destinarlo a apoyar
proyectos de inversión promovidos por cooperativas.

Cualquier socio de la cooperativa en liquidación que tenga en proyecto


incorporarse a otra cooperativa, podrá exigir que la parte proporcional del
haber líquido sobrante de la liquidación, calculada sobre el total de socios,
se ingrese en el fondo de reserva obligatorio de la sociedad cooperativa a la
que se incorpore, siempre que así lo hubiera solicitado con anterioridad a la
fecha de la convocatoria de la Asamblea General que deba aprobar el
balance final de liquidación.

3. Mientras no se reembolsen las aportaciones previstas en el artículo


45.1.b) los titulares que hayan causado baja y solicitado el reembolso
participarán en la adjudicación del haber social una vez satisfecho el importe
del Fondo de Educación y Promoción y antes del reintegro de las restantes
aportaciones a los socios.
Número 3 del artículo 75 introducido por el apartado cuatro de la Ley
16/2007, de 4 de julio, de reforma y adaptación de la legislación mercantil en

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materia contable para su armonización internacional con base en la
normativa de la Unión Europea («B.O.E.» 5 julio). Vigencia: 1 enero 2008

6. La comunidad de bienes
Según el artículo 392 del Código Civil hay comunidad de bienes cuando la
propiedad de una cosa o de un derecho pertenece proindiviso a varias
personas. Sus características principales son:

- Contrato privado de comunidad de bienes, en el que se detallan la


actividad del negocio, las aportaciones de cada comunero, que podrán ser
en dinero o en especie, el porcentaje de participación que cada comunero
tiene en las pérdidas y ganancias, el uso de elementos comunes y el
sistema de administración. Se recomienda su constitución en escritura
pública, necesaria cuando se aporten inmuebles o derechos reales.
- Mínimo de dos socios. Como empresarios autónomos que son, la
responsabilidad de los socios comuneros por deudas frente a terceros es
ilimitada y solidaria, es decir, responden los comuneros con sus bienes
presentes y futuros y se respaldan el uno al otro.
- La Comunidad de Bienes carece de personalidad jurídica propia.
- Se rige por el Código de Comercio en materia mercantil y por el Código
Civil en cuanto a derechos y obligaciones.
- No se exige aportación mínima, pueden aportarse solamente bienes, pero
no puede aportarse sólo dinero o solo trabajo, estos dos tienen que ir
unidos.

Como ventajas podemos señalar:

- El mantenimiento de la comunidad es voluntario, de manera que cualquiera


de los comuneros puede pedir en cualquier momento la división de la cosa
común.
- Su constitución es rápida y sencilla (sólo será necesaria la escritura pública
cuando se aporten bienes inmuebles).

Y sus inconvenientes serían:

- Frente a terceros responderá la comunidad con todos sus bienes y si éstos


no fueran suficientes, responderán los comuneros con su patrimonio
personal.

Respecto a los aspectos fiscales, en primer término, hay que señalar que las
comunidades de bienes son reconocidas en el artículo 33 de la Ley General
Tributaria como entes sin personalidad jurídica, pero con capacidad de obrar
en el tráfico jurídico y por tanto sujetos pasivos sometidos, en su caso, a
tributación.
Las comunidades de bienes tributarán por los siguientes conceptos:

- Impuesto de Actividades Económicas: la comunidad de bienes actúa como


una unidad. En este impuesto es la comunidad como tal quien debe darse

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de alta y no cada uno de los miembros cuando realice una actividad
industrial, comercial o profesional
- Impuesto sobre la Renta: las comunidades de bienes no tributan por el
impuesto de sociedades por no tener personalidad jurídica. Los rendimientos
obtenidos por una comunidad de bienes en sus actividades serán imputados
a los comuneros como rendimientos de actividades empresariales y por
tanto sujetos al IRPF. En cuanto a los pagos fraccionados, decir que deben
hacerlos trimestralmente, utilizando para ello el impreso normalizado
correspondiente.
- Impuesto sobre Valor Añadido: sobre este impuesto decir que respecto a la
comunidad de bienes debe declararse de forma conjunta por toda la
comunidad.

Los trámites de constitución de una Comunidad de Bienes son similares a


los de otras formas jurídicas: primero será necesario cerrar un acuerdo entre
las partes y después acudir a Hacienda, la Seguridad Social y
probablemente el Ayuntamiento

1. Suscripción del contrato de constitución: Firma de contrato de constitución


de la Comunidad de Bienes. Puede ser en documento privado o público.

2. Hacienda.

- Obtención del CIF. Se debe aportar debidamente cumplimentado el modelo


036, fotocopia del D.N.I del firmante y fotocopia del documento de
constitución.
- Liquidación del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos
Jurídicos Documentados que grava la constitución de la comunidad de
bienes en caso de que se aporten bienes. Sobre esa base se aplica un 1%
del valor de los bienes aportados.
- Alta en el I.A.E.

Superados estos trámites, la creación de la comunidad de bienes ya es


efectiva. Sin embargo, para que ésta pueda iniciar su actividad, es necesario
que completar una serie de obligaciones con la Seguridad Social y el
Ayuntamiento de la localidad donde haya fijado su dirección social, tales
como el alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, la
solicitud del número de patronal en caso de ir a contratar trabajadores o la
solicitud de la Licencia de apertura.

7. Conclusiones
La sociedad cooperativa es una sociedad constituida por personas que se
asocian, en régimen de libre adhesión y baja voluntaria, para la realización
de actividades empresariales, encaminadas a satisfacer sus necesidades y
aspiraciones económicas y sociales, con estructura y funcionamiento
democrático, conforme a los principios formulados por la Alianza
Cooperativa Internacional, en los términos resultantes de la presente Ley.

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El estatuto jurídico del socio constituye rasgo característico de la sociedad
cooperativa, de marcada naturaleza personalista, la libre adhesión y baja
voluntaria de los socios, que tienen igualdad de derechos. En cuanto a la
estructura orgánica de la sociedad, han de distinguirse la Asamblea General
de socios, el Consejo Rector y los interventores de cuentas. La Ley de
Cooperativas de 1999 describe cuál es el proceso de disolución y liquidación
de una cooperativa.

Según el Código Civil hay comunidad de bienes cuando la propiedad de una


cosa o de un derecho pertenece proindiviso a varias personas.

8. Referencias bibliográficas
Derecho mercantil. El empresario individual y las sociedades. Bote García, M.ª Teresa.
UDIMA. (2015).
Uría, R. (2001). Derecho Mercantil. Madrid: Marcial Pons.
Uría, R.; Menéndez, A. (1999-2001). Curso de Derecho Mercantil I y II. Madrid: Civitas
Referencias legales:
Ley estatal de cooperativas (Ley 27/1999, de 16 de julio)

9. Relación con el currículo


Real Decreto 1147/2011, de 29 de julio, por el que se establece la
ordenación general de la formación profesional del sistema educativo.
Real Decreto 1582/2011, de 4 de noviembre, por el que se establece el
Título de Técnico Superior en Asistencia a la Dirección y se fijan sus
enseñanzas mínimas. Así como la Orden ECD/318/2012, de 15 de febrero,
por la que se establece el currículo del ciclo formativo de Grado Superior
correspondiente al título de Técnico Superior en Asistencia a la Dirección.
Real Decreto 1584/2011, de 4 de noviembre, por el que se establece el
Título de Técnico Superior en Administración y Finanzas y se fijan sus
enseñanzas mínimas. Así como la Orden ECD/308/2012, de 15 de febrero,
por la que se establece el currículo del ciclo formativo de Grado Superior
correspondiente al título de Técnico Superior en Administración y Finanzas.
Real Decreto 1631/2009, de 30 de octubre, por el que se establece el título
de Técnico en Gestión Administrativa y se fijan sus enseñanzas mínimas.
Así como la Orden EDU/1999/2010, de 13 de julio, por la que se establece
el currículo del ciclo formativo de Grado Medio correspondiente al título de
Técnico en Gestión Administrativa.
El presente tema podemos relacionarlo con los módulos de “Documentación
jurídica y empresarial” (TSAD) y con “Gestión de la documentación jurídica y
empresarial” (TSAF). En ambos casos, el contenido trabajado sería: “c)
Organización de la documentación jurídica de la constitución y
funcionamiento ordinario de la empresa”.

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