Está en la página 1de 13

ASOCIACIONES BAJO FORMA DE SOCIEDAD COMERCIAL(*)

Horacio Roitman

SUMARIO:
1. Las Asociaciones en el derecho civil; 2. Asociaciones bajo la forma
de sociedad; 3. La cuestión sustancial; 4. La cuestión formal; 5. La
recepción del sistema; 6. Nuestra posición; 7. Anteproyecto de
Reformas 2004; 8. Bibliografía.

1. Las Asociaciones en el derecho civil.


En nuestro derecho, las asociaciones civiles carecen de un régimen preciso y
detallado1 como el de las sociedades comerciales. Hacen referencia a ellas principalmente
los arts. 33, 39, 40, y 45 a 50 del Código Civil [CC].

Sin embargo las asociaciones han tenido un largo desarrollo en nuestro país y han
servido para dar marco a clubes deportivos, asociaciones diversas sin fines de lucro,
sociedades de beneficencia; incluso varias universidades privadas en Argentina están
constituidas como tales2.

Esta imprecisión del régimen legal del CC, se debe a que en las épocas de su
redacción (1871) estas formas jurídicas no tenían mayor desarrollo ni arraigo, tanto en las
legislaciones que le sirvieron de antecedente como en nuestro país 3. No obstante ello,

1
El Código Civil siquiera es preciso a la hora de definirlas. No da un concepto de las mismas, sino que
a través de los distintos artículos que las regula delinea sus caracteres fundamentales.
2
En las sociedades contemporáneas, el fenómeno asociacionista ha adquirido una extraordinaria
importancia. En efecto; el desarrollo del capitalismo y de la técnica ha reducido a muy poco las posibilidades
del individuo como tal. Pero lo que él solo no puede hacer, esta al alcance de las asociaciones. Es pues, por
imperio de las necesidades que el hombre se asocia a otros en sindicatos, agremiaciones profesionales,
mutualidades, entidades culturales, religiosas, científicas, artísticas, partidos políticos, clubes deportivos o
sociales etc..(Guillermo Borda, Tratado de Derecho Civil, Abeledo Perrot, Tomo 1, pág. 584).
3
En nuestro país no existe una legislación sobre asociaciones; sólo pueden señalarse algunas normas
aisladas del Código Civil o de leyes especiales sobre cierto tipo de ellas, especialmente las sociedades
mercantiles. (Guillermo Borda, Tratado de Derecho Civil, Abeledo Perrot, Tomo 1, pág. 585).

1
mediante la labor reglamentaria de las entidades encargadas del control de las personas
jurídicas (Inspección General de Justicia en Buenos Aires, y Dirección de Personas
Jurídicas en Córdoba, etc.), estas asociaciones han desarrollado una vida fecunda, y las
diversas entidades que adoptaron su forma se han podido expandir en el seno social.

2. Asociaciones bajo la forma de sociedad

La falta de existencia de una legislación específica para las asociaciones llevó a que
muchas de éstas adoptaran, por razones de conveniencia organizativa, la forma de
sociedades anónimas, aún antes de la sanción de la LS.4 Ante esta realidad consumada el
legislador de 1973 sancionó el Art. 3 LS 5, que textualmente dispone: “Las asociaciones,
cualquiera fuere su objeto, que adopten la forma de sociedad bajo algunos de los tipos
previstos, quedan sujetas a sus disposiciones.”,.

3. La cuestión sustancial

Debe tenerse entonces en claro la distinción entre sustancia y forma. En su esencia,


la asociación, es una entidad sin fines de lucro para satisfacer cuestiones de interés general
en beneficio de sus asociados6, siendo ésta la principal característica sustancial que la

4
“Puede suceder que una entidad, que por sus características deba calificarse como asociación, por
cualquier motivo adopte la forma de sociedad comercial. En este sentido en nuestro ámbito tenemos más de
un ejemplo...[los que] tienen o tuvieron la estructura de sociedad anónima aunque el lucro fuere ajeno a su
finalidad. Se trató de situaciones anómalas, originadas en motivos de orden práctico: posibilitar que en caso
de disolverse la entidad su patrimonio pase a manos de los accionistas (ya que en una asociación civil debe
destinar al fondo de educación común) y por otra parte, entregar al inversionista un título que le asegure su
parte en la liquidación” (Cfr. ZALDIVAR, MANOVIL, RAGAZZI, ROVIRA, SAN MILLAN, Cuadernos de
derecho societario, Tomo I, Ed. Macchi, Año 1973, págs. 48/49)
5
El art. 3º, soluciona de acuerdo con los precedentes doctrinarios nacionales, la cuestión de las
asociaciones constituidas bajo forma de sociedad (Exposición de Motivos, Ley 19.550, Ed. Astrea, 11ª ed,
pág. 21, § 3.
6
La doctrina las ha definido como: “…la personificación de un conjunto de individuos, agrupados
con miras a conseguir un fin común” ( BELSUCIO – ZANONI, Código Civil comentado…, T. 1, pg. 153);
“…las agrupaciones humanas reunidas con el propósito común de realizar una idea u objetivo de bien
general”, (BORDA Guillermo, Tratado…, Parte General I, pg. 584); “…toda unión voluntaria, duradera y
organizada de personas que ponen sus fuerzas en común para lograr un fin determinado” (HALPERIN,
Curso…, pg. 290)

2
diferencia de las sociedades. Se puede afirmar entonces que doctrinariamente existen
diferencias sustanciales7 entre las asociaciones y la sociedades8

Sin embargo, la ley de sociedades adopta el criterio de la comercialidad formal 9, por


lo que resulta indiferente a los fines de la aplicación de su estatuto, la comercialidad o no de
actividad que desarrolle el ente, siempre y cuando cumpla con los requisitos del art. 1. El
art. 3 por su parte autoriza expresamente a las asociaciones adoptar el régimen de las
sociedades comerciales, bajo alguno de sus tipos sociales.

Sustancialmente, se puede distinguir una asociación de una sociedad; pero nuestro


ordenamiento jurídico permite a una asociación en su “sustancia”, vestirse con dos ropajes
jurídicos diferentes: uno el de las asociaciones civiles que regula los arts. 33, 39, 40 y
concs. del CC; y el otro es el de una sociedad de las reguladas por la LS. La elección de una
vestimenta u otra no cambia el aspecto sustancial del objeto de la asociación (la finalidad
que persigue)10.

7
La doctrina ha sabido distinguir las sociedades de las asociaciones, indicando los elementos
esenciales caracterizantes que diferencia un instituto del otro. Cfr: BELUSCIO – ZANONI, Código civil…,
T. 1, pg. 153; BORDA, Tratado…, Parte General I, pg. 581; ZALDIVAR…,”Cuadernos…”, Tomo 1., pg.
48; VERON…, Sociedades comerciales…, Tomo.1, pg. 33; LLAMBIAS…Código…, Tomo I, pg. 80
HALPERIN, Curso…, pg. 290
8
Y doctrinariamente, hay también quien sostiene que con la redacción del artículo 1º LS, ha
desaparecido la diferencia conceptual teórica entre sociedad y asociación, ya que el objeto de la sociedad ha
de ser la producción o intercambio de bienes y de servicios, y no una actividad económica, con el objeto de
participar en los beneficios (y no partirlos) y soportar pérdidas. Para tal postura, el art. 3º es superfluo e inútil
(ARECHA y GARCIA CUEVA…, Sociedades comerciales…, pg. 13

9
En efecto, el art. 1 LS dispone que habrá sociedad comercial cuando “dos o más personas en forma
organizada, conforme a uno de los tipos previstos en esta Ley, se obliguen a realizar aportes para aplicarlos a
la producción o intercambio de bienes o servicios participando de los beneficios y soportando las pérdidas.”
(el subrayado nos pertenece).

10
Así también parece entenderlo la IGJ. Vid. infra nota Error: Reference source not found, pto. 6

3
4. La cuestión formal
Bajo la forma de Sociedad, una asociación debe cumplir con exigencias distintas a
que si fuere regida por el régimen del CC, derivadas del organicismo establecido por la LS,
entre las que puede mencionarse:

(i) El régimen de asambleas;

(ii) la organización de su dirección y administración;

(iii) la forma de exigirle a los socios el cumplimiento de sus obligaciones, y


eventualmente su exclusión;

(iv) la forma de restringir el acceso de nuevos asociados, o someterlos a


condiciones, etc.;

(v) la impugnación de las decisiones asamblearias, el régimen de nulidad de los


actos, la responsabilidad de los administradores y síndicos;

(vi) la “restricción a la transferencia de acciones” a terceros;

(vii) la adopción de un “reglamento”;

(viii) un régimen de disolución.

En definitiva, la ventaja que trae aparejada el régimen societario de la Ley 19.550 es


que una asociación civil estará regida por un sistema de mayor precisión en cuanto a su
forma y estructura de funcionamiento.

5. La recepción del sistema


La doctrina no recibió en forma pacífica el sistema implementado por la Ley de
Sociedades. Ha tenido fuertes críticas de un sector, aceptación por otro, pero sí ha merecido
el reconocimiento por parte de la jurisprudencia y la Inspección de Justicia de la Nación.
(en sus anteriores composiciones a la actual).

(ix) Las posiciones adversas:

(1) Ricardo A. Nissen sostiene que: (a) contradice el art. 1, (b) implica la
intención de lograr fines extrasocietarios, (c) a los actos de la sociedad le es

4
susceptible de aplicar la sanción del art. 54 LS (responsabilidad solidaria de
los socios), (d) admite que se han utilizado para la organización de “clubes
de campo” o “countries”11;

(2) Alberto V. Verón señala la incongruencia en la finalidad de las asociaciones,


violación del principio de tipicidad, se cuestiona si una asociación deja de
ser tal para ser sociedad, pero que ante la ausencia de normas claras y
precisas en el CC se acude a este mecanismo12;

(3) Laura Filippi se opone a su aplicación, y entiende que aún con la


incorporación del art. 3º a la LS resulta impensable pues la causa fin no es la
misma13;

(4) María Acquarone y Ricardo Nissen, en ponencia presentada al VI Congreso


de Derecho Societario sostuvieron que debía derogarse el art. 3º LS. Si bien

11
NISSEN sostiene que este art. 3º LS constituye una contradicción con el ordenamiento societario,
porque es de la esencia de este el fin de lucro. Textualmente: “La constitución o actuación de una asociación
bajo forma de sociedad implica, lisa y llanamente, la intención de lograr “fines extrasocietarios”, que la ley
19.550, en su art. 54, in fine, prohíbe bajo las sanciones previstas en esa norma”. Agrega más adelante este
autor “Sin embargo, en la práctica se ha echado mano a la posibilidad prevista por el art. 3º, LSC, ya sea
dentro de la investigación científica o en los llamados “country club” o “club de campo” por aplicación del
art. 64, ley 8912 de la Provincia de Buenos Aires” (Ley de sociedades comerciales, ed. Abaco, 2ª. Ed, I, pág.
83).
12
ALBERTO VICTOR VERON: “Estimamos que la asociación, desprotegida por la inexistencia de
un regulación normativa especial, nace y se desarrolla en un mundo que poco o nada de común tiene con las
sociedades comerciales; luego, el desvío jurídica que propicia el art. 3° sujetando a los principios de la ley
comercial societaria la asociación que adopte cualquier tipo de éstas representa una posibilidad que se le
brinda para probables encubrimientos de la verdadera esencia del principio asociacional” (Sociedades
comerciales, tomo 1, Ed Astrea, Año 1982, pág 34).
13
LAURA FILIPPI, expresa: “..La asociación civil no es un "tipo" de sociedad, sino un contrato
asociativo constituido con una causa determinada: la obtención del bien común. Es por ello que el régimen
de aportes, votación en las asambleas, régimen de ganancias y destino del remanente liquidatorio es
sustancialmente diferente al de las sociedades comerciales. En efecto, si analizamos dichas entidades desde
la realidad de su funcionamiento, podemos afirmar que en la misma no hay aportes iniciales, sino meros
desembolsos periódicos efectuados por los asociados a los fines de mantener los costos de la institución y es
por ello que el voto de éstos en las asambleas se computa por persona y no por capital. Por su parte, los
asociados carecen del derecho al dividendo o cuota liquidatoria, características estas últimas, que son
obviamente incompatibles con la naturaleza y finalidad de las asociaciones civiles y que es línea congruente
con lo dispuesto por el art. l° de la ley 19.550. En otras palabras, aun con la incorporación a la legislación
societaria del referido artículo tercero, pretender aplicar a las asociaciones civiles el régimen de
funcionamiento de las compañías mercantiles es sencillamente impensable, pues la causa fin de esos
contratos asociativos es sustancialmente diversa. (Publicado en: LA LEY 2000-D, 210. Fallo comentado: -
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, sala D (CNCom)(SalaD) ~ 1999/06/30 ~ C., F. V. c. Altos
de Los Polvorines S. A.).

5
sus argumentos son terminantemente opuestos al régimen, la propuesta de
derogación implica un reconocimiento a su vigencia14.

(x) Las posiciones favorables:

(1) Gervasio Colombres, uno de los redactores de la LS critica el instituto como


“desvío jurídico” en relación a la causa fin diversa del contrato, pero termina
admitiendo su licitud, con la sola observación que si una asociación se
constituye “en forma de sociedad” deja de ser asociación y pasa a ser

14
MARIA ACQUARONE y RICARDO NISSEN, en una ponencia conjunta sostienen: “...La
jurisprudencia ha hecho verdaderos esfuerzos para compatibilizar la finalidad de estas asociaciones con los
principios que gobiernan a la sociedad anónima, sin llegar a resultados satisfactorios...Por nuestra parte,
sostenemos que en las sociedades comerciales en general y en las sociedades en particular, por una parte, y
en las asociaciones bajo forma de sociedad, por la otra, se persiguen fines diversos que es imposible
compatibilizar, por lo que proponemos de derogación del art. 3 de la ley 19550.”

La síntesis de los argumentos adversos sostenidos por estos autores puede resumirse de la siguiente
forma:

En la sociedad comercial el socio busca la percepción de dividendos en tanto que el asociado de la asociación
civil persigue la utilización de los servicios que brinda la entidad.

La ley 19550 se encamina a la reglamentación del ejercicio de derechos patrimoniales y políticos (igualdad de
derechos de accionistas por clases de acciones, derecho de preferencia, derecho de receso), en cambio en las
asociaciones civiles se reglamenta la utilización que sus asociados de aquellos servicios que ésta ofrezca.

En relación al capital social en las sociedades éste se suscribe al momento de la constitución o en etapas
posteriores, al decidirse posteriores aumentos. En las asociaciones, en cambio, resulta fundamental la
contribución periódica que los socios efectúan a fin de proveer al mantenimiento y utilización de las
facilidades.

En relación a la transmisibilidad de las acciones de sociedades comerciales, la regla la constituye su libre


disposición con la sola restricción prevista por el art 214 de la LS. En tanto, en las asociaciones civiles, la
intransferibilidad de la condición de asociado –entre vivos o mortis causa- es condición esencial,
estableciéndose procedimientos específicos para que los asociados se pronuncien a favor o en contra de la
incorporación de un nuevo miembro.

En cuanto al régimen disciplinario que rige en las asociaciones civiles y que incumbe a todos sus asociados,
éste resulta absolutamente incompatible con el régimen de las sociedades comerciales.

Por último, en materia de disolución en el caso de sociedades comerciales, una vez realizado el activo
cancelados los pasivos del ente, los socios tienen derecho a percibir la cuota liquidatoria en proporción al
capital aportado. En las asociaciones civiles por el contrario, producida la liquidación, los bienes pasan a otra
entidad destinada al bien público.

Cfr. en: Derecho societario argentino e iberoamericano, VI congreso argentino de derecho societario, Ad
Hoc, tomo I, pág. 448.

6
sociedad (ello debe entenderse en términos formales: constitución,
funcionamiento, administración, asambleas, etc.)15;

(2) Alicia Strata se cuenta entre los primeros autores que se ocuparon del tema,
señala las contradicciones que puede haber en el seno de la ley de
sociedades, pero con un espíritu amplio interpreta el beneficio que puede
traer la norma, el uso en clubes de campo (incluso menciona algunos que
adoptaron la estructura). Uno de los aspectos que señala es el derecho de los
socios a recibir el remanente de los bienes en caso de liquidación de la
sociedad16;

(3) Ariel A. Dasso en el año 1990, comentando el fallo “Mapuche Country Club
c/ López”17 destaca una de las consideraciones importantes de dicho fallo:
“El tribunal concluye que la asociación civil que nuclea al club de campo
es un todo unitario compuesto por los bienes comunes que administra
sumados a las unidades o lotes destinados a la edificación de vivienda: es
decir es un club de campo en los términos de la ley 8912 y su decreto
reglamentario 9404/86 y el carácter de socio de la asociación civil aparece
como una simple ficción por el que el objetivo perseguido es la
conservación y continuidad del club de campo como institución al servicio
de los propietarios y no como asociación sin éstos.” 18. El caso en discusión
era sobre el cobro de una cuota por expensas, y en ambas situaciones la
Cámara se pronunció por la licitud de la forma asociativa adoptada;

(4) Isaac Halperín uno de los más destacados comercialistas en el país, y


coautorde la LS dice “cuando la asociación se constituye bajo forma de

15
GERVASIO COLOMBRES,: “esta caracterización importa un desvío jurídico, porque en derecho
societario la forma juega como criterio calificatorio específico de la tipicidad societaria, resultando inhábil
en consecuencia, para la fijación de una modalidad aplicable a una figura jurídica que, como la asociación,
importa una causa diversa. Si una asociación se constituye “en forma de sociedad”, deja de ser asociación y
pasa a ser sociedad... Esta construcción no resulta compatible con el criterio distintivo substancial que entre
ambos esquemas he expuesto. (Curso de Derecho Societario, Parte general, Abeledo Perrot, pág. 57).
16
LA LEY 80-D, pág. 1042.
17
CNCiv. A, 2.6.89, LL 1990-C, pág. 375.
18
LA LEY 90-C, pág. 370 y cita en 379.

7
sociedad, será considerada sociedad y sometida a todas las reglas legales
de ésta, incluso la quiebra, aunque el fin sea de pura beneficencia: el art. 3,
LS les aplica el régimen de las sociedades mercantiles, cualquiera que sea
el tipo adoptado. La LS es lógica consigo misma porque se adoptó el
criterio de la comercialidad por la forma19;

(5) Zaldivar, Ragazzi, Manovil, San Millan y Rovira, sostienen: “El art. 3º de
la Ley... da una clara solución legal a la cuestión que indicamos. Por otra
parte, como se indica en la Exposición de Motivos de la misma Ley, se han
seguido al respecto precedentes doctrinarios nacionales. Añadiremos que
ello implicó también incorporar a la Ley un criterio pragmático aceptado
desde tiempo atrás por la ex Inspección General de Justicia”20

(xi) La jurisprudencia

En general la jurisprudencia se ha pronunciado por la validez de esta forma


asociativa. Destacamos las siguientes:

(1) Es válida la decisión asamblearia que dispone encuadrar un “club de campo”


constituido como sociedad anónima en la forma de “asociación civil”, si la
adopción del tipo societario original encubría la realidad de una
configuración de carácter asociacional no societario, emanando ello
claramente del objeto estatutario declarado y de las precisiones del
reglamento interno que excluyen como causa final asociativa la obtención de
utilidades; ello, con fundamento en lo dispuesto en el art. 3 de la LS y por
tratarse de una simulación lícita, no provocando la referida transición
ninguna modificación sustancial en el status original21;

19
HALPERIN, Isaac, Curso…, pg. 290
20
ZALDIVAR, MANOVIL, RAGAZZI, ROVIRA, SAN MILLAN:Cuadernos de derecho societario,
Tomo I, Ed. Macchi, Año 1973, págs. 49
21
(CN Comercial, Sala B, mayo 4-1995.- Arce, Hugo c/ Los Lagartos Country Club). JA, 1996-II-57
con nota de Dante Cracogna.

8
(2) Eugenio H.J. Griffi, comenta una resolución de la IGJ y llega a la conclusión
que es una herramienta útil, y una variante de la simulación lícita22;

(3) Otro caso interesante es el planteado con motivo del cuestionamiento si


terceros no socios de la sociedad anónima pueden ser admitidos como
“socios” (con otro carácter que el de titular de una acción) en la “asociación
constituida como sociedad anónima”·y el pronunciamiento fue afirmativo,
sosteniendo además que “...Tal organización debe encuadrarse como la de
una asociación que ha adoptado el tipo de sociedad anónima, situación
prevista en el art. 3º de la ley 19.550, cuyo esquema produce algunas
dificultades en el orden a compatibilizar la organización societaria con los
principios asociativos”23;

22 Revocación de una Resolución por vía del recurso administrativo de reconsideración - Art. 3° de la Ley N° 19.550 (Comentario a la Res. I.G.J. N° 1093/00, en “San Isidro

Golf Club S.A. s/ inscripción”


.Cfr: http://www.jus.gov.ar/minjus/ssjyal/igj/ (La primera resolución no admitiendo la
petición puede consultarse en Revista de las Sociedades y Concursos, nº 3, año 2000, pág. 239).
“...El "San Isidro Golf Club S.A.", se constituyó como sociedad anónima en los términos del art.3°, es decir, es una asociación civil con forma de sociedad comercial. Así funcionó durante
muchos años hasta que, por insistencia de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), debió introducir una modificación estatutaria que le permitiría gozar de ciertas exenciones

impositivas. Acorde con la ausencia de finalidad lucrativa, debió establecer en sus estatutos que no se distribuirían dividendos de liquidación entre sus accionistas.

Inicialmente la Inspección General de Justicia no admitió la modificación estatutaria propuesta, por entender que ella contravenía principios esenciales a toda sociedad comercial, según los
cuales, su finalidad es la obtención de ganancias de suerte que no cabía admitir una cláusula estatutaria que expresamente vedara el eventual dividendo de liquidación. Dicha resolución fu
recurrida.

El Sr. Inspector General dispone que la anterior resolución merece reexaminarse "atendiendo a los caracteres sustanciales y distintivos" de la sociedad recurrente, es decir, su naturaleza de
asociación civil que adoptó la forma de una sociedad anónima. En definitiva se trata de una cuestión de mérito, pues se apreció que la resolución revocada no lo tenía en tanto interpretó el

art. 3° de la ley 19.550, con un alcance opuesto a su letra y finalidad.

En cuanto a la interpretación del art. 3° de la ley 19.550, la resolución repasa las distintas posturas exhibidas por la doctrina, en su mayoría coincidentes en punto a la dificultad de aquella

tarea, por tratarse de un precepto acusado de asistematicidad.

Sin embargo, y asumiendo que se trata de una norma positiva vigente y de obligatorio acatamiento, la resolución fija sus alcances interpretativos, entendiendo que se trata de una herramienta
útil que reglamenta el derecho constitucional de asociarse con fines útiles, que debe admitirse como una variante de la simulación lícita bajo la técnica del negocio jurídico indirecto, cuestión
ésta que la doctrina comercialista viene propiciando desde tiempo atrás.

Expresa por último en el comentario al precedente “... No podemos sino coincidir respecto a que la adopción de una forma asociativa típicamente mercantil, como lo es la sociedad anónima,
no modifica la esencia de la persona jurídica: siempre será una asociación civil, y como tal deberá exhibir todas sus notas sustanciales (objeto de bien común, no distribución de ganancias, no

distribución de cuota final de liquidación). Aunque la doctrina sentada en la resolución tal vez podría ser acusada de crear un nuevo supuesto de hipóstasis de la personalidad jurídica
(Colombres, Gervasio, "Curso de Derecho Societario", Parte General, 1972, pág 72), diferenciándola del tipo adoptado, lo cierto es que provee una solución práctica que compatibiliza

adecuadamente las finalidades altruistas propias de las asociaciones civiles, con la comodidad de sujetar las relaciones de los socios entre si, con la sociedad y de ésta con los terceros, a las
normas organizativas de las sociedades anónimas....”.

23
Es interesante la transcripción de la síntesis de la decisión:
Resulta particular la situación jurídica que se configura en el caso con la sociedad anónima titular del
campo de deportes, y la utilización por sus accionistas que deben contribuir para el mantenimiento del
mismo, en la medida que quieran incorporarse a ese sistema de modo voluntario. Es decir, que puede haber

9
(4) En el conflicto por eficacia de una votación asamblearia, se termina
decidiendo que una asociación que se ha organizado en el marco del art. 3º
de la LS es “sustancialmente una asociación urbanística y residencial... no
ante una depurada y rigurosa organización de capitales” y se pronuncia por
la licitud 24;

(5) En la compleja realidad de los clubes de campo conviven dos regímenes


distintos para dar un marco legal al derecho de propiedad de cada uno de los
lotes o unidades funcionales y a los derechos personales de los propietarios.
En el ámbito del derecho de propiedad, corresponde analizar lo establecido

socios de la anónima y “socios asociados” que, además de ser titulares de acciones, tienen derecho al uso
del campo de deportes, debiendo pagar la correspondiente cuota de mantenimiento. Tal organización debe
encuadrarse como la de una asociación que ha adoptado el tipo de sociedad anónima, situación prevista en
el art. 3º de la ley 19.550, cuyo esquema produce algunas dificultades en el orden a compatibilizar la
organización societaria con los principios asociativos . Conforme lo establecido por el art. 218, inc. 4º del
Código de Comercio, los pagos de las contribuciones que hizo el demandado de modo inmediato a la
adquisición de la acción, indican que esa fue la intención de las partes: la de la sociedad de dar al
demandado el uso de las instalaciones deportivas, en tanto que el accionista pagaba la correspondiente
contribución reglamentaria.
La adhesión del “socio asociado” al reglamento de la asociación constituida bajo la forma de sociedad, no
le impide que en algún momento decida retirarse, pues principio básico de las Asociaciones el de la libertad
asociativa, de manera que es posible que existan dimisiones que pueden ser unilaterales y hasta inducidas de
la falta de pago de las contribuciones.
La organización de la explotación del campo de deportes para los socios y sus grupos familiares debe ser
hecha mediante un sistema que requiera proyectar gastos e ingresos en tiempos mas bien prolongados,
aunque de ninguna manera ello puede llevar a considerar al socio como cautivo. Por otro lado, no es
razonable que quien pretende retirarse de la organización a la que voluntariamente se incorporó se limite a
mantener una actitud silente, cuando pudo ser bien preciso, como lo establece el reglamento.
No puede quedar en atribución de la sociedad y sine die la posibilidad de no excluir a un miembro que en los
hechos revela su total desinterés, pues ello ciertamente puede constituirse en una situación abusiva. Por ello,
y en orden a determinar un término razonable de manera de componer los intereses de ambas partes y
teniendo en cuenta que se trata de una relación asociativa, la sociedad sólo debe continuar devengando las
cuotas de mantenimiento por el término de cinco años que establece el art. 4027 inc. 3º del Código Civil,
toda vez que esa vinculación requiere de contribuciones devengadas mensualmente.
En punto al cómputo de la prescripción del pago de las cuotas de mantenimiento en una asociación
constituida bajo forma de sociedad, y partiendo de la base que no hubo suspensión, dado que se trata de
contribuciones como las referidas, que tienden a la organización del funcionamiento del campo de deportes
explotado bajo esa forma de organización, no resultan aplicables a las disposiciones del Código de
Comercio, sino las del Código Civil, en el caso, lo dispuesto por el art. 4027 inc. 3º del referido
ordenamiento.- (CN Comercial, Sala E, septiembre 23-2000.- Country Ranch SA c/ Pollarsky, Ricardo
s/Ordinario). "Revista de las Sociedades y Concursos",Nº 7, año 2.000, pag. 137.
24
Siendo que la ostensible y formal sociedad anónima, en la cual se suscitó el conflicto sobre la
eficacia de una votación asamblearia, con más abstenciones que pronunciamientos, es sustancialmente una
asociación urbanística y residencial, deportiva y cultural, permite establecer que se está en el campo
aprehendido por la LS, artículo 3º; no ante una depurada y rigurosa organización de capitales dedicada a
producir bienes, o intercambiarlos, para obtener lucro de ello. (CN Comercial, junio 30-1999.- Castro,
Francisco Vicente c/ Altos de Los Polvorines SA). Solo sumario en el Boletín de Jurisprudencia de El
Derecho, año 1999, nº4, pag. 24.-

10
en el Reglamento de Copropiedad, por haberse organizado bajo el régimen
de propiedad horizontal y respecto de los derechos personales, al estatuto de
la sociedad 25.

6. Nuestra posición.

Nuestra postura es favorable a la solución adoptada por la LS. Si bien existen


diferencias sustanciales entre las asociaciones y las sociedades, la LS adopta el sistema de
la comercialidad por la forma y expresamente autoriza a las asociaciones constituirse como
sociedades comerciales

El hecho de que una asociación adopte la forma de una sociedad comercial no hace
cambiar su sustancia, sin embargo deberá regirse de acuerdo a las disposiciones de la LS en
cuanto a su organización y funcionamiento.

La solución del Art. 3º LS, que no hizo más que reconocer lo que en la práctica venía
ocurriendo desde mucho antes de su sanción, es una opción que da el sistema normativo
para vestir jurídicamente la actividad grupal sin fines de lucro o de bien común.

Adoptar el régimen de la LS, conlleva para la asociación la ventaja de que estará regida
por un sistema de mayor precisión en cuanto a su forma y estructura de funcionamiento.

No encontramos ningún óbice de orden público a la validez legal del art. 3º, ya que
el hecho de que se organice de tal manera la actividad grupal asociativa no lesiona ningún
interés público ni derechos de terceros.

El adoptar las formas de la LS para vestir una asociación, es una elección de los socios
de la misma, que eligen teniendo en cuenta sus intereses y necesidades concretas y que
pueden dejar de lado si entienden que no les conviene. Por ello, la del artículo 3º es una
opción instrumental más que da la ley para organizar la actividad grupal asociativista.

25
(CN Comercial, Sala C, diciembre 3-1999.- Spergberg, Gualterio s/ Quiebra. Incidente de
verificación por Maschwitz Club). Citado en "Revista de las Sociedades y Concursos", Nº 3, año 2.000, pag.
177.-

11
Ponemos en cambio ciertos reparos a posturas que, fundándose en la sustancia
asociativista del caso terminan distorsionando aspectos esenciales del estatuto normativo de
la LS, como por ejemplo permitir que no se distribuyan dividendos o que puedan votar en
la toma de decisiones sociales quienes no son socios de la sociedad sino “asociados” de
conformidad a un reglamento interno, ya que en tales caso sí se podría terminar lesionando
derechos de terceros. Si se quiere organizar la actividad de esa manera, deberá emplearse el
régimen del CC y no el de la LS

7. Anteproyecto de Reformas 2004.

ARTÍCULO 3°.- Asociaciones bajo forma de sociedad- Las asociaciones, cualquiera


fuere su objeto, que adopten la forma de sociedad bajo alguno de los tipos previstos en el
Capítulo lI, quedan sujetas a sus disposiciones".

El anteproyecto de reforma de la ley de sociedades mantiene el criterio de la ley


vigente.

8. Bibliografía.

Acquarone, María T. “Los clubes de campo. Utilización de una SA para su


estructuración” en: Negocios Parasocietarios (ps. 297 y ss.), Ad-Hoc, Buenos Aires, 1992.-
Cracogna, Dante “Las asociaciones bajo forma de sociedad”en: JA, 1996-II-61. Giuntoli
María C., “Asociaciones bajo formas de sociedad”. “Negocios parasocietarios”, Ad Hoc,
Bs.As., 1ª Edición; Meglioli Mauricio y Yubrin Carlos, “Las S.A. deportivas”, Doctrina
Societaria nº 116, Errepar, Bs.As., 1997; Nissen Ricardo, “Las S.A. deportivas”, LL 1996-
D; Páez Juan L. El derecho de las asociaciones, 2ª Ed., (falta editorial) Bs.As., 1946;
Páez, Juan L. “Tratado teórico-práctico de las Asociaciones”, Ediar, Buenos Aires,
1964.; Ragazzi Guillermo E., El gerenciamiento financiero externo de los clubes
deportivos y la S.A.”, Doctrina Societaria nº 124, Errepar, Bs.As., 1998; Stratta, Alicia J.
“De las Asociaciones bajo forma de sociedad”en: LL, 1980-D-1037.

12
(*)
Publicado en Sociedades Comerciales, suplemento especial de la Revista Jurídica La Ley, Diciembre 2004.

También podría gustarte