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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 1

Profesor Derecho Comercial

APUNTES DE CLASES
ACTOS DE COMERCIO Y EMPRESA

EMPRENDIMIENTO COLECTIVO
TEORIA DE LAS SOCIEDADES
ELEMENTOS ESENCIALES
SOCIEDADES EN PARTICULAR

EL EMPRENDIMIENTO COLECTIVO

Cuando el empresario desea emprender junto a otras personas, ya sea


porque requiere la idea, concepto, esfuerzo y trabajo de otros empresarios, o
porque requiere de ellos capital, entonces estamos en presencia de un
emprendimiento colectivo, esto es, donde se emprende a partir de dos o más
personas. Este emprendimiento se hará siempre a través de una forma jurídica de
organización colectiva que en el derecho comercial se les denomina sociedades.
Entonces, necesitamos entender el concepto de sociedad, su origen y
desarrollo, sus elementos esenciales, para luego estudiar las formas societarias
más importantes y más utilizadas en el derecho comercial chileno.
Durante el semestre, vamos a utilizar preferentemente una clasificación de
sociedades que distingue entre las sociedades de personas y las de capital.
Entre las sociedades de personas estudiaremos la sociedad colectiva civil, la
sociedad colectiva comercial y la Sociedad de Responsabilidad Limitada.
Y entre las sociedades de capital estudiaremos la sociedad anónima y la
sociedad por acciones.

I. TEORIA DE LAS SOCIEDADES


Las sociedades surgen a partir de la necesidad de emprendimientos donde
se requiere la voluntad, capital y participación de dos o más personas, con el
objetivo de la explotación de un negocio de una manera colectiva, plural, donde
también las utilidades que provengan de dicho negocio, serán repartidas entre
todos los participantes del negocio.
Las sociedades son de múltiple naturaleza y se encuentran dispersas en
nuestra legislación nacional: En el Código Civil; en el Código de Comercio; en la
ley N° 18.046 "Sobre Sociedades Anónimas"; en la ley N° 13.918 sobre Sociedad
de Responsabilidad Limitada; y, en la ley Nº 20.190 sobre Sociedad Por Acciones.

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Las reglas comunes están en el Código Civil, se refiere a las sociedades


como contrato general. El Código de Comercio trata en forma particular la
Sociedad Colectiva Comercial, la Sociedad en Comandita y la Sociedad Por
Acciones. En leyes especiales se tratan las Sociedades Anónimas, las Sociedades
de Responsabilidad Limitada y la Sociedad Por Acciones que fue incorporada al
Código de Comercio.

CONTRATO DE SOCIEDAD
La sociedad nace a partir de un contrato, el contrato de sociedad, que surge
en nuestra legislación en forma primigenia en el Código Civil. En efecto, el
concepto de sociedad está definido en el Código Civil, artículo 2053: "La sociedad
o compañía es un contrato en que dos o más personas estipulan poner algo en
común con la mira de repartir entre sí los beneficios que de ello provengan.
La sociedad forma una persona jurídica, distinta de los socios
individualmente considerados".

La Sociedad como Contrato


La Sociedad en sus inicios aparece como un contrato que se caracteriza por
ser atípico respecto de los restantes existentes a la época de su creación, ya que
de su celebración se siguen trascendentales consecuencias poco tradicionales: No
obstante requerir de las voluntades contestes de las partes contratantes, una vez
que se da este concurso, nace una persona jurídica diversa de las personas que
originalmente concurren con sus voluntades a la celebración del contrato de
sociedad.
Ahora bien, generalmente en los contratos bilaterales, las partes se
encuentran en una posición de oposición entre si dado que buscan las mayores
concesiones reciprocas dando, a su vez, las menos posibles. En cambio, en el
contrato de sociedad esta situación no ocurre. Acá, los futuros socios al estipular
el aporte con que contribuyen a la formación de la sociedad no pretenden generar
ventajas respecto de los otros socios que concurren a dicho efecto, sino que, muy
por el contrario, pretenden sacar ventajas comunes en virtud de la nueva cosa
común.
En consecuencia, las partes del contrato de sociedad lejos de encontrarse en
una posición de oposición de intereses entre ellas se encuentran en una posición
de colaboración y coordinación con miras a un fin común. Esta situación, cambia
el carácter confrontacional del contrato bilateral conmutativo y eso, es una
particularidad del contrato de sociedad que sacudió el mundo jurídico de su época.
En efecto, solo en la fase precontractual encontraremos a los futuros socios en
una posición de antagonismo, en un conflicto de intereses contrapuestos que
están en pugna, en una etapa de negociación sobre los elementos de la sociedad,
y sobre todos los aspectos económicos, jurídicos y administrativos de la misma.
Cuando se han puesto de acuerdo y han ordenado sus intereses, pasarán a la
etapa contractual donde esos intereses contrapuestos desaparecen para solo
tener un solo interés común: el éxito de la compañía.
A su vez, la sociedad nace en el campo del derecho contractual, pero la
importante evolución que ha sufrido la institución ha hecho que paulatinamente
ciertas especies o tipos de sociedades se alejen del paradigma contractual arriba
mencionado desprivilegiando, cada día más, el hecho creador de una persona
jurídica nueva. Esto ocurre fundamentalmente tratándose de sociedades de
capital, en donde el elemento personal pierde importancia al lado del elemento
económico. Tan es así, que en muchas legislaciones comparadas se plantea la
idea de que la sociedad subsista aun cuando quede, por diversas razones, un sólo
socio (como es el caso de la actual Sociedad Por Acciones, por ejemplo).

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A mayor abundamiento en este sentido, hay que mencionar la nueva


legislación recientemente promulgada que permite la posibilidad de crear
sociedades unipersonales de responsabilidad limitada, en donde no es necesario
el concurso de dos o más voluntades para generar un tipo societario.

La Sociedad como una Persona Jurídica


El artículo 2053 Inciso 2º del Código Civil señala que "La sociedad forma una
persona jurídica distinta de los socios que la componen individualmente
considerados". Esto permite que las sociedades puedan participar en negocios de
gran envergadura, porque van a tener todos los atributos de la personalidad
radicados en ella.
La sociedad, a su vez, queda comprendida dentro de las personas jurídicas
tal y como se conciben dentro de nuestra legislación civil. De esta manera, son
capaces de crear, modificar y extinguir obligaciones y de ser representadas tanto a
nivel judicial como extrajudicial.
Consecuencia lógica de lo anterior, es que, por tener la condición de tal, la
sociedad posea todos los atributos de la personalidad que se les otorgan a las
personas jurídicas, es decir, patrimonio propio, nombre, nacionalidad, domicilio,
etc.
Sobre este particular ya vimos la personalidad jurídica a propósito del
emprendimiento individual, y más precisamente sobre la Empresa Individual de
Responsabilidad Limitada, en el apunte anterior.

La Sociedad & La Comunidad

Diferencias Y Semejanzas.
Ambas instituciones, la sociedad y la comunidad, se semejan entre si ya que
representan a los tipos asociativos entre personas que se contemplan en nuestro
derecho.
No obstante, ambas instituciones presentan importantes diferencias a saber.
1. Respecto de su nacimiento, hay que decir que la comunidad nace,
generalmente, de un hecho jurídico que da lugar a la gestación de un
cuasicontrato, no así la sociedad, que nace de un acto jurídico como los es,
paradigmáticamente, el contrato.
2. A su vez, la sociedad posee personalidad jurídica propia no así la
comunidad. Respecto de los derechos de sus integrantes, los comuneros pueden
generarlos dentro de la misma comunidad (se los pueden transferir), en cambio,
dentro de las sociedades de personas estos derechos no pueden ser libremente
cedidos.
3. Respecto a su duración en el tiempo, la sociedad puede ser pactada por
un término indefinido, o así la comunidad cuya duración no puede ser superior a
cinco años por expresa prohibición legal. Por otra parte, las comunidades pueden
ser a título universal o singular, cosa que no ocurre respecto de las sociedades,
las que necesariamente habrán de constituirse a título singular.
4. Por otra parte, respecto del quórum necesario para tomar acuerdos dentro
del grupo, en la sociedad se sigue la regla de la mayoría y no la de la unanimidad
como ocurre dentro de la comunidad.
Ahora bien, no obstante, las numerosas diferencias arriba anotadas, la
sociedad y la comunidad se asemejan entre si no tan sólo por presentar
caracteres asociativos comunes, sino que, además, representan la voluntad
concordante de sus miembros en el sentido de perseguir fines u objetivos
comunes.

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ETAPAS DE UNA SOCIEDAD


En una sociedad o en un contrato de sociedad podemos advertir tres etapas
más o menos definidas: a) La etapa precontractual, b) La etapa contractual; y, la
etapa post contractual o de sociedad en marcha.

Etapa Precontractual
La etapa precontractual es aquella que se desarrolla durante el proceso de
formación de la sociedad, en virtud de la cual los interesados en formar parte de la
futura institución comienzan a revelar sus intereses y a negociarlos, para poder
alinearlos en vistas de la prosecución del fin común. En realidad, lo que podemos
observar en esta etapa es el proceso de negociación de los futuros socios sobre
todas los elementos esenciales y no esenciales de la compañía: el capital que se
va reunir; los aportes que se aceptarán para la formación de este capital; el tipo de
aportes, quienes lo aportarán y que valor se les dará a aquellos que no consistan
en dinero; el giro u objeto, a qué actividad económica se va a dedicar la sociedad,
si tendrá uno o varios; la administración de la sociedad, cuál será el sistema de
administración, quienes participarán en la conducción de los negocios sociales y
quienes estarán excluidos; las utilidades y su reparto, si las utilidades serán
proporcionales a los aportes o no, y en caso contrario cómo se repartirán las
utilidades; y como se repartirán las pérdidas; etc.
Por eso se dice que el contrato de sociedad, más que ser un contrato
bilateral, es un contrato multilateral, porque a él concurren no dos partes, sino una
multiplicidad de intereses. Estos intereses son los que están en conflicto durante
esta etapa, y son estos intereses contrapuestos los que deben en definitiva
alinearse para ponerse todos de acuerdo en una estructura y elementos en el que
todos los socios, unánimemente, estén de acuerdo para pasar a la etapa
contractual.

Etapa Contractual
Cuando todos los intereses en conflicto logran conciliarse y ponerse de
acuerdo para dar a luz al contrato de sociedad y sus estatutos, nace la etapa
contractual, que derechamente es la constitución formal de dicho contrato. Esta
etapa está constituida por la redacción final de la minuta de sociedad que va a ser
enviada a la Notaría respectiva para convertirse en escritura pública, la que
contendrá la constitución de la sociedad y sus estatutos, para luego continuar con
el cumplimiento de todas las solemnidades que la ley exige según el tipo
societario.
Como la mayoría de las sociedades en Chile son solemnes, esta etapa se
caracterizará por el cumplimiento de las solemnidades legales, que en la mayoría
de los casos consistirán en la escritura pública de constitución, la inscripción del
extracto de la escritura en el Registro de Comercio respectivo, y la publicación del
mismo extracto en el Diario Oficial.

Etapa Post Contractual


Es también llamada la de la sociedad en marcha. Comienza cuando la
sociedad ya está formalmente constituida y termina con la disolución y liquidación
de la misma. Durante esta etapa se desarrolla el proyecto societario, el proyecto
de negocios con todas sus vicisitudes jurídicas, económicas y financieras
(conflictos entre los socios, modificaciones de estatutos, transformaciones,
arbitrajes, quiebra (hoy liquidación concursal), etc.).

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CARACTERÍSTICAS DEL CONTRATO DE SOCIEDAD


1.- Es un contrato conmutativo.
2.- Es un contrato Bilateral.
3.- Es un contrato Oneroso. (Hay que hacer aporte y va a reportar utilidades
a ambas partes).
4.- Es un contrato Consensual por regla general. Pero esta regla general ya
ha pasado a ser la excepción porque hoy la mayoría de las sociedades son
solemnes.
5.- Es un contrato intuito personae por regla general, salvo las sociedades de
capital como las Sociedades Anónimas.

CLASIFICACIÓN DE LAS SOCIEDADES

1.- Según si se aportan bienes determinados o una universalidad, las


sociedades pueden ser Sociedades a título universal o singular. El Código
Civil en su artículo 2056 prohíbe las sociedades a título universal, salvo la
sociedad conyugal, que se discute su carácter de sociedad. Artículo 2056 Código
Civil: "Se prohíbe toda sociedad a título universal, sea de bienes presentes y
venideros, o de unos u otros. Se prohíbe asimismo toda sociedad de ganancias, a
título universal, excepto entre cónyuges. Podrán con todo ponerse en sociedad
cuantos bienes se quiera, especificándolos".
¿Cuál es el sentido de prohibir las sociedades a título universal?: Porque una
persona no puede aportar su patrimonio, toda vez que el patrimonio es un atributo
de la personalidad. Luego, nuestra legislación prohíbe expresamente la
constitución de sociedades a título universal de bienes y a título universal de
ganancias con excepción, en este último caso, de la sociedad constituida entre
cónyuges. No obstante, la ley establece que una persona si puede aportar todos
sus bienes a una sociedad, siempre y cuando estos sean especificados. ¿No entra
esto en evidente contradicción con la regla enunciada anteriormente? La
contradicción es meramente aparente, por cuanto lo que busca el legislador
estableciendo ambas situaciones es el prohibir el aportar la totalidad del
patrimonio de una persona a la sociedad, que para los efectos de la prohibición
legal hay que entender que también comprende los derechos de la personalidad
del individuo.
Todo lo anterior es consecuencia directa de lo establecido en el artículo
2.056 del Código Civil que no es otra cosa que una similar aplicación de la norma
contenida en el artículo 1.811 del mismo código, referido a la compraventa.
En consecuencia, en nuestra legislación los socios han de ser
obligatoriamente a título singular respecto de los aportes que hacen a la sociedad.

2.- Según sea el objeto, independiente de la naturaleza de los actos que


celebren, las sociedades pueden ser Sociedades Civiles o Comerciales.
Artículo 2059 del Código Civil: "La sociedad puede ser civil o comercial. Son
sociedades comerciales las que se forman para negocios que la ley califica de
actos de comercio. Las otras son sociedades civiles". Importancia de saber si la
sociedad es civil o mercantil. El carácter civil o comercial de una sociedad, está
dado por el objeto social de esta, que ha de constar necesariamente en el acta de
constitución de toda figura societaria. De esta manera, si se incluyen en la
determinación de este objeto los actos establecidos en el artículo 3° del Código
Civil, estas sociedades tendrán el carácter de comercial. Si esta situación no
ocurre, el carácter de la sociedad será civil. Pero, ¿Qué ocurre si la cláusula
referida al objeto social plantea que no sólo se realizaran los actos contenidos en
el mencionado artículo, es decir, si plantea que se realizaran tanto unas como

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otras actividades?, ¿Qué carácter tiene ahora la sociedad? Pues bien, basta con
que la sociedad se proponga tan sólo un objeto social que tenga el carácter de
comercial para que la sociedad toda adquiera dicha calidad. Esta conclusión la ley
no la plantea, pero ha de extraerse claramente de lo dispuesto por el artículo
2.059 del Código Civil.
Ahora bien, ¿Qué importancia tiene esta distinción en nuestro derecho? El
tener la distinción entre sociedades comerciales y civiles bien clara es de gran
importancia en nuestro ordenamiento jurídico, no así en otras legislaciones
comparadas, en donde todas las sociedades poseen el carácter de comercial,
cosa que ha de extenderse a nuestra realidad sólo respecto de las sociedades
anónimas y las recientemente introducidas sociedades unipersonales. No así,
respecto de las sociedades colectivas en donde subsiste la referida distinción, que
se hace relevante a la hora de analizar la sociedad en cuanto:
a) La constitución de la sociedad:
i) La constitución de la sociedad civil es eminentemente consensual.
ii) En cambio, la constitución de la sociedad comercial es formal.
b) La responsabilidad de los socios:
i) Los socios de la sociedad civil, responde limitadamente a prorrata de sus
aportes
ii) En cambio, los socios de la sociedad colectiva comercial lo hacen
solidariamente.
c) Su forma de liquidación:
i) La sociedad civil se liquida de igual manera como si fuera un cuasicontrato
de comunidad.
ii) No así la sociedad comercial, que se liquida como una sociedad
propiamente tal.

3.- Según la importancia de las características objetivas y subjetivas de


la persona con la cual se va a celebrar el contrato de sociedad, las
sociedades puede ser Sociedades de personas o de capital.
a) Las sociedades de personas son aquellas en que la consideración de la
persona y características del socio es más importante que su aporte de capital
para conformar la sociedad. Distinguir a una sociedad de personas, tiene
importancia respecto de la muerte de uno de los socios y de la incapacidad
sobreviniente o la insolvencia del socio. El artículo 2103 del Código Civil dispone
al respecto: "Disuélvese asimismo la sociedad por la muerte de cualquiera de los
socios, menos cuando por disposición de la ley o por el acto constitutivo haya de
continuar entre los socios sobrevivientes con los herederos del difunto o sin ellos.
Pero aun fuera de este caso se entenderá continuar la sociedad, mientras los
socios administradores no reciban noticia de la muerte. Aun después de recibida
por éstos la noticia, las operaciones iniciadas por el difunto que no supongan una
aptitud peculiar en éste deberán llevarse a cabo"
A su turno, el artículo 2106 del Código Civil señala: "Expira asimismo la
sociedad por la incapacidad sobreviniente o la insolvencia de uno de los socios.
Podrá, con todo, continuar la sociedad con el incapaz o el fallido, y en tal caso el
curador o los acreedores ejercerán sus derechos en las operaciones sociales"
Son típicamente de personas, las sociedades colectivas civiles, las
sociedades colectivas comerciales, la sociedad de responsabilidad limitada, la
sociedad en comandita, y la cuentas en participación.
b) Las sociedades de capital son aquellas en que la característica e
individualidad de la persona del socio no tiene relevancia para su participación en
la sociedad, sino el aporte que realizará para la conformación del capital social.
Luego, tiene importancia respecto del patrimonio y no de las personas. La
responsabilidad es limitada al monto del aporte. Por eso algunos autores señalan

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que más que una sociedad, estas son un patrimonio de afectación cuyo titular es
una gran cantidad de personas.
En las Sociedades de capital, entonces, la característica principal de éste
tipo de sociedad radica en el hecho que aquí lo que importa no es la persona del
socio, sino que el aporte que éste pueda hacer a la sociedad. Especial importancia
tiene en estos tipos societarios la Sociedad Anónima, en la cual la Ley de
Sociedades Anónimas, en su artículo 13 prohíbe de forma expresa el aporte
industrial, al prescribir “se prohíbe la creación de acciones de industria y de
organización”. Esto último se entiende ya que, en las sociedades de capital, en
que como ya señalábamos ejemplo característico es la Sociedad Anónima, el
capital se encuentra protegido con una serie de normativas tendientes a cumplir
con ciertos principios, como el denominado «principio de la efectividad del
capital». Es por ello que se necesita que el capital sea real y efectivo.
Por el contrario, en la Sociedad de personas resulta mucho más relevante la
persona, y no el aporte que éste pudiese dar. Si bien igualmente están obligados a
aportar algo en común para establecer la sociedad, estos aportes pueden ser de
variados tipos, ya que lo importa es la persona con la cual se pretende asociarse.
Es por ello que, en ésta clase de sociedades, se permite la presencia del socio
industrial, socio que podrá aportar su trabajo, servicio o mera industria, sin
perjuicio de poder realizar siempre otros tipos de aportes.
Luego, ¿en qué se diferencia una de otra específicamente?: que en las
sociedades de personas el elemento preponderante resulta ser la persona del
socio y sus condiciones individuales, de manera tal que la muerte de uno de ellos,
su quiebra, incapacidad o insolvencia, produce la disolución de la sociedad, siendo
los socios responsables a su vez ilimitadamente por las deudas sociales, ya sea a
prorrata o solidariamente, distinto es en las sociedades de capital, donde lo
preponderante es el patrimonio formado por la reunión de un fondo común
suministrado por accionistas responsables sólo por sus respectivos aportes. Dicho
capital social se divide en acciones. Si tuviéramos que nombrar ejemplos típicos
de cada tipo societario, claramente mencionaríamos a la Sociedad Colectiva como
ejemplo de las Sociedades de Personas, y a la Sociedad Anónima, como
Sociedad de Capital, ya que en el primer caso lo más relevante al momento de la
constitución de la sociedad es la persona del socio, mientras que en el segundo
caso es el aporte realizado por él. Aunque existen otras más como veremos más
adelante, por lo menos a lo que respecta a la Sociedad de Personas.
Son típicamente de capital, la sociedad en comandita por acciones, la
sociedad anónima, y la Sociedad por Acciones.

ELEMENTOS ESENCIALES DEL CONTRATO SOCIAL


Para referirnos a los elementos esenciales del contrato de sociedad
debemos distinguir previamente entre aquellos elementos comunes o esenciales a
todo contrato (consentimiento, capacidad, etc.), y aquellos elementos esenciales
propios del contrato de sociedad (aportes, utilidades, etc.).
Los elementos de la esencia de todo contrato, al tenor del artículo 1.444 del
Código Civil, son aquellos sin los cuales el contrato no produce efecto alguno o
degenera en otro diverso.

La Capacidad para Celebrar el Contrato de Sociedad


De todos los elementos esenciales comunes a todo contrato, nos interesa
revisar la capacidad para celebrar el contrato de sociedad, como quiera que es un
tema no pacifico en la práctica forense chilena.
Hay que decir que, tratándose de sociedades civiles y anónimas, al no haber
norma especial que las regule, se aplican las normas generales sobre capacidad
contempladas en el Código Civil.

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Respecto de las sociedades colectivas y en comandita comerciales, en las


de responsabilidad limitada y en las empresas individuales de responsabilidad
limitada (E.I.R.L.), la norma básica es el artículo 349 de Código de Comercio, el
cual dispone que “puede celebrar contrato de sociedad toda persona que tenga
capacidad para obligarse”, lo que se ha interpretado por parte de la doctrina, como
tener capacidad de ejercicio. Lo anterior, impide que puedan celebrar el contrato
de sociedad todos los incapaces, ya que no tienen dicha capacidad, con la
excepción del menor adulto que hace el inciso 2º del artículo mencionado, como
veremos más adelante.
La aplicación a las E.I.R.L. del artículo antes señalado, emana de lo
dispuesto en el artículo 18 de la ley 19.857, el cual señala que se aplicarán a la
empresa individual de responsabilidad limitada, las disposiciones legales y
tributarias, aplicables a las sociedades comerciales de responsabilidad limitada,
incluyendo las normas sobre saneamiento de vicios de nulidad establecidas en la
ley Nº 19.499. Por su parte, el artículo 4º de la ley 3.918 sobre sociedades de
responsabilidad limitada, establece que en lo no previsto por dicha ley estas
sociedades se regirán por las reglas establecidas para las sociedades colectivas.

Capacidad del Menor


Sociedades colectivas y en comandita comerciales, sociedades de
responsabilidad limitada y E.I.R.L.
El impúber (hombre menor de 14 y mujer menor de 12 años)
Según la norma del artículo 349 del Código de Comercio, antes transcrita, los
impúberes no pueden, ni aún representados, celebrar el contrato de sociedad,
porque carecen de capacidad para obligarse, no tienen capacidad de ejercicio. Al
desarrollar en lo sucesivo este tema veremos argumentos que favorecen esta
idea.

El menor adulto
Menor adulto que tiene un peculio profesional o industrial.
El menor adulto que tiene peculio profesional o industrial puede celebrar el
contrato de sociedad, actuando personalmente, sin necesidad de representación
ni autorización de su representante legal, bastando para ello que este menor
exprese o aduzca tener un peculio profesional o industrial, puesto que la ley no
exige, en parte alguna, que pruebe, en la celebración misma del contrato de
sociedad que efectivamente tiene tal peculio. Esto es una consecuencia lógica del
dispuesto en el artículo 349 ya transcrito, puesto que el menor adulto, según lo
preceptuado en el artículo 251 del Código Civil, “se mirará como mayor de edad
para la administración y goce de su peculio profesional o industrial”, es decir,
respecto de este patrimonio tiene la capacidad de ejercicio que exige el Código de
Comercio.
Para asegurar la prueba del aserto del menor adulto que actúa en la manera
señalada, es recomendable exigir cuando no conste en la escritura, que presente
instrumentos privados o públicos de los cuales se acredite, a satisfacción de la
contraparte contratante, la existencia del peculio profesional o industrial que
señala tener.
No obstante, si el menor adulto quiere aportar a la sociedad un bien raíz que
forme parte de su peculio profesional o industrial, requerirá para ello de la
“autorización del juez con conocimiento de causa”, según lo dispuesto en el
artículo 254 del Código Civil.

Menor adulto que no tiene peculio profesional o industrial.


Reafirmando el principio sobre capacidad que establece, el inciso segundo
del artículo 349 del Código de Comercio establece una formalidad habilitante para

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que el menor adulto, que carece de peculio profesional – lo que no puede


entenderse de otra forma, y da sentido al artículo en su conjunto, ya que el que
tiene dicho peculio tiene capacidad para obligarse a su respecto, por lo que se le
aplica el inciso primero – requiere de una autorización especial de la justicia para
celebrar el contrato.
Del mismo modo que el menor adulto que tiene peculio profesional o
industrial, para aportar bienes raíces, este menor también requiere autorización
específica del juez para ello.

Menor adulto sujeto a curaduría


Respecto del menor adulto sujeto a curaduría se aplican los mismos
principios enunciados anteriormente, debiendo aplicarse de igual manera la
distinción entre aquel que tiene o no un peculio propio, ya que el artículo 439 del
Código Civil señala que este menor tendrá las mismas facultades administrativas
que el hijo sujeto a patria potestad, respecto de los bienes adquiridos por él en el
ejercicio de un empleo, oficio, profesión o industria. De lo anterior se concluye que
si el menor dispone de un peculio profesional o industrial puede constituir la
sociedad en la medida que exprese que lo hace en virtud de ese peculio, si no lo
tiene debe obtener autorización de la justicia.
Con todo, existe una diferencia con el menor no sujeto a curaduría, en lo que
se refiere al aporte a la sociedad de bienes raíces, aporte que en este caso no se
puede efectuar, toda vez que los artículos 393 y 394 del Código Civil disponen que
además de la autorización judicial, la enajenación de los bienes raíces del pupilo
se deberá hacer en pública subasta. Salvo que se trate de bienes raíces que
formen parte de su peculio profesional o industrial, caso en el cual se podrán
aportar previa autorización judicial (artículo 439 y 254 del Código Civil).

Sociedades civiles y anónimas


El impúber
No habiendo normas especiales, se aplican las reglas generales, en virtud de
lo cual el impúber puede comparecer representado por su representante legal.
Si el menor está sujeto a guarda no podrá aportar bienes raíces, ya que para
su enajenación se requiere autorización judicial y venta en pública subasta.

El menor adulto
Menor adulto con peculio profesional o industrial
Como se dijo antes, el artículo 251 del Código Civil señala que el menor se
mira como mayor de edad para la administración y goce de su peculio profesional
o industrial, por lo que nada obsta para que pueda constituir una sociedad,
expresando que actúa en virtud de dicho peculio.
En caso que quiera aportar bienes raíces que formen parte de su peculio,
deberá obtener para ello autorización de la justicia.

Menor adulto sin peculio profesional o industrial


Siguiendo las reglas generales, el menor puede constituir una sociedad para
lo cual deberá actuar por medio de su representante legal o debidamente
autorizado por éste.
Respecto del aporte de bienes raíces, se repite el caso anterior, se debe
hacer previa autorización de la justicia.

Menor adulto sujeto a curaduría


Se aplica la misma regla del número anterior. Sin embargo, no podrá aportar
bienes raíces a la sociedad, ya que como se dijo antes, los artículos 393 y 394 del
Código Civil disponen que además de la autorización judicial, la enajenación de

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los bienes raíces del pupilo se deberá hacer en pública subasta. Excepto si dichos
bienes forman parte de su peculio profesional o industrial, caso en el que requiere
autorización judicial para aportarlos.

Capacidad de la mujer casada


El análisis de la capacidad de la mujer casada para celebrar el contrato de
sociedad, no requiere distinguir entre sociedades comerciales, por un lado, y
civiles y anónimas por otro, ya que no existen normas especiales en materia
mercantil que regulen esta materia. Lo anterior, en el entendido que el inciso
segundo del artículo 349 del Código de Comercio, en lo que dice relación con la
mujer casada que no está totalmente separada de bienes, fue tácitamente
derogado por la ley 18.802, que estableció la plena capacidad de la mujer casada.
De lo anterior, se deriva que la mujer es plenamente capaz para celebrar el
contrato de sociedad. Siendo a su respecto irrelevante e ineficaz la comparecencia
de su cónyuge autorizándola a celebrar el referido contrato.
Sin embargo, respecto de la mujer casada en sociedad conyugal, que no
disponga de un patrimonio reservado en los términos del artículo 150 del Código
Civil, esto es, la que desempeñe algún empleo o que ejerza una profesión, oficio o
industria, separados de los de su marido, y que tampoco administre bienes como
separada parcialmente en los casos de los artículos 166 y 167 del Código Civil,
existe un problema de patrimonio, ya que como el marido es el jefe y
administrador de la sociedad conyugal y, además, administrador de los bienes
propios de la mujer, (artículos 1749 y 1752 del Código Civil), ésta no tiene bienes
para aportar a la sociedad, salvo su trabajo, con lo que faltaría uno de los
elementos de la esencia del contrato.
La forma de acreditar el patrimonio reservado de la mujer casada en
sociedad conyugal, es por medio de instrumentos públicos o privados en que
aparezca que la mujer ejerce o ha ejercido un empleo, profesión o industria
separados de los de su marido, por ejemplo, boletas de honorarios, liquidación de
remuneraciones, declaración de impuesto a la renta sobre remuneraciones
percibidas en conformidad al artículo 42 Nº 1 de la Ley de Impuesto a la Renta. La
mayor seguridad existe cuando se transcribe o se hace referencia a dichos
documentos en la misma escritura social, ya que en ese caso los terceros quedan
amparados por la presunción de derecho que establece el inciso 4º del artículo
150 del Código Civil. Sin embargo, nada obsta a que se pueda acreditar el
patrimonio a la época en que se celebró el acto, mediante la sola entrega de estos
documentos al abogado informante.
Nada impide, por las mismas razones, que la mujer casada bajo régimen de
sociedad conyugal pueda ser socia industrial.

ELEMENTOS ESENCIALES ESPECIALES DEL CONTRATO DE


SOCIEDAD

La mayoría de los autores están contestes en que los elementos esenciales


especiales del contrato de sociedad serían los siguientes:

1.- El aporte para conformar el capital social.


2.- La participación en las utilidades.
3.- La contribución a las pérdidas.
4.- La affectio societatis.

Veremos uno a uno estos elementos.

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1. PRIMER ELEMENTO ESENCIAL


EL APORTE DE LOS SOCIOS
El aporte es la suma de dinero o el bien corporal o incorporal mueble o
inmueble que el socio transfiere a la sociedad en formación para conformar el
capital social. Por eso se dice que el capital social inicial es la sumatoria de todos
los aportes de los socios. Se requiere de la estipulación de un aporte de todos y
cada uno de los socios. Así lo disponen los Artículos 2053 y 2055 del Código Civil.
No hay sociedad si cada uno de los socios no pone a disposición común algo de
su propiedad. Este aporte puede estar constituido por dinero, efectos, bienes
inmuebles (una industria, por ejemplo), o bien, por servicios o trabajo apreciable
en dinero, etc.
Estos aportes pueden ser de cualquier naturaleza, es decir, pueden estar
constituidos por cosas corporales o incorporales, ya sean estas muebles o
inmuebles. En suma, se puede aportar a la sociedad cualquier cosa, salvo una
importantísima excepción: los cargos u oficios públicos de exclusivo nombramiento
del Presidente de la República o de otro nombramiento de origen legal.
Importante es recalcar a este nivel, que lo esencial en el contrato de
sociedad es la estipulación de este aporte y no su materialización real. Esto, ya
que el contrato de sociedad bajo ningún respecto es un contrato real que se
perfecciona con la entrega de la cosa (aportes en este caso). Basta para su
perfeccionamiento la mera estipulación de ellos. Todo esto al tenor del artículo
2.055 del Código Civil.
Artículo 2055 Código Civil:
"No hay sociedad, si cada uno de los socios no pone alguna cosa en común,
ya consista en dinero o efectos, ya en una industria, servicio o trabajo apreciable
en dinero.
Tampoco hay sociedad sin participación de beneficios.
No se entiende por beneficio el puramente moral, no apreciable en dinero".
Finalmente, y de acuerdo a la definición legal del artículo 2053 del código
Civil ya citado, es de vital importancia entender que siempre será un elemento
esencial de la sociedad el aporte de los socios, pues no hay sociedad sin
patrimonio, y el patrimonio se encuentra constituido por los aportes, al cual la Real
Academia Española, lo define como “contribución, participación, ayuda”.
Con la suma de los aportes de los socios se conformará el llamado «capital
social», que es requisito sine qua non para que exista legalmente la sociedad. El
capital social, también llamado por la ley «fondo social», es el conjunto de los
aportes entregados o prometidos por los socios. Así se desprende, entre otros, de
lo prescrito en los artículos 352 Nº4 y 375, ambos del Código de Comercio, y
artículo 2082 del Código Civil.
De esta forma la importancia del Fondo Social radica en que:
a) Refleja la más importante obligación de los socios con la sociedad, la
obligación de aportar;
b) Importa el cumplimiento de un requisito esencial de toda sociedad
(aportar);
c) La proporción entre el total del capital social y el capital de cada socio
señala los derechos de éstos en caso de disolución; y a falta de norma
contractual, sus derechos sobre las utilidades, fondos de revalorización y otros
que puedan existir (Álvaro Puelma Accorsi).
Por lo mismo, la no existencia del aporte acarrea la nulidad absoluta de la
sociedad. Y el no cumplimiento de la obligación de aportar por parte del socio que
la ha contraído, acarrea otras sanciones. Dicha materia la tratan en forma
específica los artículos 2083, 2101 y 2108 del Código Civil y el artículo 379 del
Código de Comercio:

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i) La sociedad tiene el derecho a exigir el cumplimiento de la obligación; y en


todo caso la indemnización de perjuicios, aún en el evento del aporte tardío;
ii) Cualquiera de los socios puede pedir, en este caso, la disolución de la
sociedad.

Características del Aporte

1.- Tiene una relación teleológica con el objeto o giro de la sociedad.


Esto significa que el aporte debe tener una relación de utilidad al fin común,
porque a través de los aportes se va a realizar, desarrollar y/o materializar el
objeto social que es el bien común.
En otras palabras, el aporte que haga un socio es un medio para lograr el fin
de la sociedad: obtener utilidades, lucro.

2.- Es una prestación & Contraprestación.


El socio al hacer un aporte a la sociedad, efectúa una prestación porque a su
turno él recibirá una contraprestación que equivale a los derechos que como socio
obtendrá en la sociedad. Con su aporte habrá adquirido un complejo de derechos:
derecho a la utilidad, derecho a la cesibilidad de sus acciones, el derecho a retiro,
derecho a la administración, derecho a la información, etc.

3.- Marca el grado de compromiso del socio.


(Ejemplo de clases de la sociedad de la gallina, la vaca y el cerdito).
El socio va a aportar tal suma de dinero o tal valor de bienes, no solo porque
ese porcentaje pretende que se le reintegre a título de utilidades, sino porque ese
valor es el estoy dispuesto a arriesgar en el proyecto. De manera que se estimará
que el socio que más aporte es el que más está arriesgando si a la compañía le va
mal, de manera que su compromiso con la sociedad y su destino estaría
directamente relacionado con el aporte que hace.
Esto también tiene importancia en otras áreas societarias. Por ejemplo,
entenderemos que quien debería administrar es el o los socios que más arriesgan,
esto es, los que más aportan.

Requisitos de los Aportes

1.- Que sea determinado.


Esto significa que debe tener certeza en cuanto a su calidad, naturaleza,
identidad y valor. Debe además ser cierto, ya que no pueden ser condicionales los
aportes, es decir, sujetos a una condición. Si pueden estar sujetos a un plazo.

2.- Debe ser productivo.


Debe ser útil e idóneo para cumplir el objeto social. Su incorporación al
patrimonio de la sociedad para conformar el capital debe tener por objeto la
adecuada explotación del giro, de manera que, si el aporte no aporta
productividad, directa o indirecta, no cumple con este requisito.

3.- Deber ser susceptible de valoración económica.


No se admiten los aportes que no pueda estimarse en dinero, que tengan un
valor simplemente moral o sentimental, sino aquellos que agreguen valor
económico al capital social. Así, por lo demás, lo exige la ley: artículo 352 Nº 4
Código de Comercio.
a) Debe tratarse de un valor económico.

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Es decir, de un valor de mercado. Si no hay clara valoración debe ser tasado.


En la sociedad anónima los aportes deben ser en dinero, los muebles o inmuebles
deben ser tasados por peritos externos salvo si al momento de constituirse la
unanimidad socios lo valora. Más tarde, todo aumento de capital pagado con
bienes que no sean dinero, requiere de una tasación que debe ser aprobada por la
junta de accionistas. Artículo 15 inciso 4º Ley Nº 18.046.
b) Debe ser susceptible de ser contabilizado.
Debe quedar incorporado a la contabilidad de la sociedad, en la cuenta de
activo respectiva. Y, en consecuencia, debería también quedar incorporado y
reflejado en el balance. El aporte de trabajo o aporte industrial no puede ser
llevado a la contabilidad.
c) Deber ser objetivo, no puede ser discrecional.
El aporte debe tener relación con el objeto tanto en su naturaleza como en su
valor. El valor que se le da al aporte debe ser un valor que sea posible determinar
objetivamente. Si todos los socios están de acuerdo en su valor, debe entenderse
que ese es objetivamente el valor. Si el aporte es sobrevalorado o subvalorado, el
perjuicio será para los propios socios. Si no hay acuerdo en su valor, deberá ser
tasado por peritos.

En qué pueden consistir los aportes


En general se pueden aportar todo tipo de cosas (res), con tal que reúnan los
requisitos señalados precedentemente. La doctrina y la práctica forense han
aceptado, en general, que pueden aportarse todos aquellos bienes que tengan la
calidad de cosa (res en el Derecho Romano), ya sean corporales o incorporales,
muebles o inmuebles.
Sin que la enumeración sea taxativa, en general se admite que se pueden
aportar a una sociedad las siguientes cosas:

1.- Dinero.
En relación al dinero, debemos advertir que, si aportamos de contados
grandes sumas de dinero en efectivo, deberemos poder acreditar de donde obtuvo
ese dinero el socio ante el Servicio de Impuestos Internos (presunción de gastos
ordinarios de vida de la ley sobre Impuesto a la Renta: artículo 70).
No resulta recomendable aportar grandes cantidades de dinero de contado si
el socio no tiene una fuente de ingresos declarados que justifiquen dicha
capacidad económica.

2.- Muebles.
El gran problema del aporte de bienes corporales muebles es su valoración,
siempre esta valoración es mal mirada por los terceros (bancos), porque su valor
generalmente es “inflado” por los socios. Para evitar este problema, se
recomienda o tasar los bienes por peritos para darle un valor objetivo, o tasarlo por
los socios a un valor de mercado a partir de antecedentes objetivos.

3.- Inmuebles.
Debe precisarse si se aporta el dominio o el usufructo, o el derecho de uso y
habitación (importancia por efectos de un embargo). Debe hacerse un acucioso
estudio de títulos por parte de los socios para aceptar dicho aporte.

4.- Créditos de dinero.


Existen dos posibilidades de cesión de créditos:
a) Socio aporte un crédito personal que tiene con un tercero. Aquí tenemos
los problemas de la cesión de créditos personales y la insolvencia posterior del

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deudor. Si al momento del aporte el deudor es insolvente, no vale el aporte, sobre


todo si el título aportado es nominativo. Si el título es un título de crédito a la orden
o al portador, no importa la insolvencia del deudor, porque acá regirá el rigor
cambiario: literalidad, abstracción, etc. Si la insolvencia del deudor es posterior en
el caso de un título nominativo, el riesgo es de la sociedad.
b) socio le presta dinero a la sociedad y posteriormente sociedad aumenta
capital; entonces socio puede aportar su crédito contra la sociedad, por lo que
estaría capitalizando un crédito en su favor.

5.- Trabajo e industria.


El trabajo e industria es un aporte que consiste en el trabajo personal que
uno de los socios hará por un tiempo determinado o por toda la vida de la
sociedad, destinado a la realización del objeto social. No es una cosa, no es un
bien, y difícilmente podrá ser contabilizado. Es, por ello, que es el único aporte
permitido por la ley que no reúne todos los requisitos de los aportes.
En la sociedad anónima están prohibidas porque son indeterminados, no
constituyen dinero ni un producto avaluable en dinero y de fácil liquidación
(artículo 13 Ley Nº 18.046).
En las sociedades de personas es admitido, pero tienen las siguientes
problemáticas:
a) No es bien mirado porque no tienen certeza. Y no siempre se determinan
de una manera clara, permanente e incuestionable.
b) Nunca son específicos. Y el aporte en trabajo no puede ser un aporte
abstracto, debe especificarse qué tipo de trabajo desarrollará el socio, en qué
consistirá puntualmente, cuáles serán sus obligaciones, deberes y derechos, cómo
se ejercerá, y por qué plazo se ejercerá.
c) Su valoración siempre es arbitraria y no siempre obedece a patrones
objetivos. Deben ser valorados, y esto generalmente lleva a una subvaloración o a
una sobrevaloración, dependiendo de la capacidad de negociación del socio
industrial en la fase o etapa precontractual. El Profesor Gabriel Rioseco estima
que la valoración de la industria no forma parte del capital contable sino solo forma
parte del capital nominal principalmente para efectos de la distribución de
utilidades y de la liquidación.
El Art. 376 del Código de Comercio señala que uno de los posibles aportes
que un socio puede dar en una sociedad de personas es su trabajo manual o mera
industria. En el mismo sentido el Código Civil en su artículo 2055 señala que el
aporte también puede consistir en industria, servicio o trabajo apreciable en
dinero. Pese a ello, ninguna de las dos normas define expresamente con mayores
detalles que es, por lo que se infiere que es cualquier aporte que realice un socio
consistente en su trabajo, ya sea físico o intelectual. A esta clase de socio la ley le
denomina socio industrial; y al aporte, aporte de trabajo o industria. Así las cosas,
entenderemos como socio industrial, aquel socio que haya aportado u haya
ofrecido aportar al fondo social, en términos generales, su trabajo, servicio o
industria.

Problemáticas del aporte industrial.


La doctrina estima que dentro de las problemáticas que trae consigo el
aporte industrial, hay tres que en la práctica atraen la atención por su importancia
forense: Descripción del Aporte Industrial; Valorización del Aporte Industrial; y la
Simulación del contrato de trabajo.1

1
Los apuntes sobre aporte industrial se basan en la Tesis “Problemas del aporte Industrial en las
sociedades de personas”, de los alumnos Luis Rene Coña Vergara y María José López Ojeda.

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1. Descripción del Aporte Industrial.


El primer problema que se presenta respecto del socio industrial, dice
relación con la descripción de su aporte; ya que dependerá de la descripción
detallada, específica y concreta que realicen los socios en el contrato de sociedad
de la actividad del servicio, trabajo o mera industria que se realizará, el que
durante el desarrollo de la sociedad no surjan malentendidos o problemas que
terminen por desestabilizar la armonía societaria. Descripción detallada, específica
y concreta, que en muy pocas ocasiones se realiza, siendo la mayoría de las
veces una descripción deficiente y muy poco detallada.
Coña y López estiman que el problema radica aquí en cómo se describe el
aporte en industria, o sea, que elementos deben estipularse para su adecuada
comprensión, ya que es en el contrato de constitución de la sociedad en el que se
omite muchas veces, las menciones a cuáles serán exactamente los servicios,
industrias o trabajo que se realizará, en qué tiempos, horarios y cómo y en qué
calidad los realizará el socio industrial, quedando la mayoría de las veces estas
circunstancias al mero arbitrio de los socios, lo que más a breve plazo que al largo
plazo ocasionara que surjan dudas con posterioridad de que es lo que
exactamente aportó el socio, dudas que sumadas al descontento que se pueda ir
dando acorde al reparto de utilidades que se vayan generando, ocasionando
pugnas entre los socios, que llevaran en la mayoría de las veces inevitablemente a
la disolución de la sociedad.
El problema surge porque al estar en presencia de un socio industrial, es
decir, aquel socio cuyo aporte a la sociedad se materializará en trabajo y no en
dinero, se debe describir al igual que todo otro aporte, la diferencia radica en que
esta descripción pasa por la voluntad e intereses de todos los socios, en tal motivo
debe ser negociado, lo que muchas veces ocasiona incomodidad entre los
potenciales socios, por cuanto se debe estipular claramente la naturaleza de su
aporte, las labores a que se dedicará, así por ejemplo, si se trata de una sociedad
dedicada a la comida típica chilena, y el socio industrial es buscado como tal
porque es un reconocido chef de la comida nacional, su labor en la empresa se
referirá claramente a la cocina y ejecución de dichos platos. Estoy es muy
importante de precisar al momento de describir este aporte en la constitución de la
sociedad, ya que así se sabrá claramente que el socio cocinará ese tipo de
comida, y no se le podrá exigir preparación de comida internacional,
circunstancias que como podemos imaginar son muy engorrosas y se evitan por
todos, muchas veces prefiriendo la omisión de estas circunstancias en el
respectivo contrato social.
Otro aspecto que genera problemas en la descripción de la sociedad son los
horarios o tiempo de ejecución del trabajo. Un tema bastante álgido también, pues
no teniendo claro cuánto tiempo de su trabajo el socio aportará a la sociedad,
ocasionará confusiones y en definitiva muchos problemas. Siguiendo el ejemplo
anterior, podemos entender que el chef es la base de nuestra empresa
gastronómica, y seguramente fue la misma razón por la que se decidió
incorporarlo como socio a la sociedad, en este sentido resulta fácil de entender
que para los demás socios, no bastará que este chef se presente a trabajar una
vez a la semana y solo por cuatro horas, debido a que en ese caso no se cumpliría
el objetivo social, pero por otro lado este chef encontrará injusto tener que
encargarse del local todos los días teniendo que abrirlo y cerrarlo, mientras que
sus demás socios pueden realizar otras actividades. Bajo esa circunstancia resulta
notorio los problemas de no dejar consignado un horario práctico y detallado que
deba cumplir el socio industrial, ya que si no se encuentra claramente estipulado,
con mucha facilidad se recurrirá a los extremos de no presentarse nunca a
trabajar, o ir muy pocas veces, o terminar abriendo y cerrando el local todos los
días en una jornada extenuante e injusta para cualquier persona, terminando en

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cualquiera de los casos en un conflicto que podría inclusive acabar con la


sociedad.
De esto último, señalan los tesistas Coña y López, se deriva un tema no
menor, ¿qué sucede en el caso de incumplimiento por parte del socio industrial de
su aporte? que al igual que las situaciones anteriores, vemos que en los hechos lo
único que sucederá será el surgimiento de problemas, por cuanto en la inmensa
mayoría estos aspectos tampoco se encontraran regulados. Es en este sentido es
clave estipular y describir bajo qué condiciones o circunstancias se va a entender
que nuestro socio industrial no está cumpliendo con su aporte, claro que si hemos
descrito con particularidad el servicio que éste debía prestar, el horario y bajo qué
condiciones lo haría, nos será fácil darnos cuenta de esto e interpelar al socio, ya
que de lo contrario, con muy pocas bases podríamos argumentar lo contrario,
generándose discusiones entre los socios que como mencionábamos podrían
acabar con la sociedad, todo ello derivado de lo importante que es en este tipo de
sociedades la persona, y aún más de nuestro socio industrial, el que claramente
ha sido reclutado en razón de una habilidad, que quizás difícilmente podrá ser
reemplazada o sustituida con facilidad, o que muy por el contrario los socios
podrán darse cuenta que les sería más beneficioso contratar a otra persona que
tener a un socio industrial.

2. Valorización del Aporte Industrial.


El segundo problema, dice relación con la valoración que se le da al aporte
que realiza el socio industrial, puesto que en dicho caso se pueden dar dos
situaciones conflictivas:
- La sobrevaloración del aporte.
- La subvaloración del aporte.
En primer lugar, respecto de la sobrevaloración del aporte, este se presenta
al asignar un valor económico a la prestación que realizará el socio mayor a lo que
en la realidad objetiva corresponde, o por el contrario en el segundo caso una
subvaloración o infravaloración, otorgándole un valor ínfimo o menor que el real, lo
que en definitiva dejará vulnerable y establecida las bases para un posterior
conflicto social durante el desarrollo y crecimiento de la sociedad.
Así, de la adecuada valoración que se hagan a los aportes por parte de los
socios en la etapa pre-contractual dependerá la ausencia de conflictos que se
puedan originar con posterioridad. Dichos conflictos pueden originarse
principalmente al momento de repartir las utilidades y para los efectos de liquidar
la sociedad, que son los dos casos principales en los cuales se presentan
problemas de derivados de una valoración inadecuada del aporte del socio
industrial.
En relación al reparto de utilidades entre los socios el Código de Comercio
en su artículo 383, se refiere tanto al socio que aporta capital como al que aporta
trabajo estipulando que, en cuanto a las ganancias correspondientes al socio
industrial, se estará a lo que se hubiere estipulado en el contrato, y en caso de no
haber estipulación, el socio industrial llevará en las ganancias una cuota igual a la
que corresponda al aporte más módico. Entonces la norma nos señala que, si no
se pacta con anterioridad lo que recibirá el socio industrial, en su defecto a éste se
le será entregado la misma cantidad que le corresponda al aporte más módico, o
sea, tendrás las mismas ganancias que aquél socio capitalista que aportó menos
dinero. Y en relación al mismo tema del conflicto en cuanto el reparto de utilidades
el artículo 2069 Código Civil también se refiere en similares términos, al señalar
que, en el caso del socio industrial, no habiendo estipulación que determine su
cuota en los beneficios sociales, se fijará esta cuota en caso necesario por el juez.
Como podemos apreciar, los cuerpos normativos ofrecen soluciones distintas
para el caso de definir cuál será la ganancia que llevará el socio, en este caso el

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industrial, cuando no se haya estipulado con anterioridad su valor. Por su parte el


Código Civil señala que en tal caso será el juez quien decida cuál será su cuota en
los beneficios sociales, mientras que la norma del Código de Comercio se limita a
igualar la utilidad del socio industrial con la del socio capitalista que menos haya
aportado.
En este sentido, respecto de la última norma en comento, el profesor Rafael
Gómez Pinto señala; “se produciría así un problema si el socio que aporta el
trabajo es el que aporta la inventiva del negocio y la creatividad, pues la regla
mercantil constituiría un verdadero castigo al fijar su participación en las ganancias
según el aporte más bajo de los socios capitalistas”. Dicha afirmación tiene mucho
sentido, puesto que generaría un grave problema, traducido en discusiones entre
los socios, el que el socio industrial vea reducida sus ganancias al aporte de otros
socios, que quizás aportó mucho menos de lo que vale su trabajo.
Todo lo recientemente explicado dice relación para el caso en que
derechamente no se valorice el aporte industrial. Sin embargo, ¿qué problemas se
presentan cuando efectivamente queremos darle un valor en dinero? He aquí el
problema relevante, cómo evaluar el trabajo en dinero. Difícilmente podremos dar
con la fórmula para darle un valor exacto y correcto, mediante el cual todos los
socios estén de acuerdo, especialmente nuestro socio industrial quien puede
señalar que su trabajo vale mucho más que lo que los demás socios creen y por el
monto que lo pretenden valorizar, y, por el contrario, sus consocios estimarán que
el valor asignado o propuesto por el socio trabajador, es muy alto. Y es importante
dicha valoración, como quiera que conforme a dicha valoración es que recibirá su
parte en las ganancias y más tarde, es conforme a esa valoración que recibirá su
parte al momento de liquidar la sociedad. El valor que se le dé al aporte industrial
tendrá repercusiones durante toda la vida de la sociedad, es por ello que no
incurrir en una sobre o infra valoración es el principal problema que tienen los
socios al momento de recibir aporte en industria, para no generar discusiones que
en el peor de los casos terminen por acabar con la sociedad en base al
descontento que se pueda producir.
Como ya se adelantó, otro ámbito en el que repercute el problema de la
valorización del aporte industrial dice relación con la etapa de liquidación de la
sociedad, al respecto se prescribe que al momento de la liquidación de la sociedad
debe procederse a la restitución del valor de los aportes a quienes lo hayan
efectuado o a sus cesionarios, según el valor estimado de ellos a la época del
aporte. En la misma línea el profesor Álvaro Puelma nos indica, “en cuanto a las
prestaciones en favor de los socios, luego de solventado el pasivo social y sin
perjuicio de la restitución de los bienes aportados en usufructo, debe primero
procederse a la restitución del valor de los aportes a quienes los hayan efectuado
o a sus cesionarios, según el valor estimado de ellos a la época del aporte, de
acuerdo a las normas establecidas en el artículo 352 nº 4 del Código de Comercio.
Creemos, además, que es de toda justicia que estos valores se corrijan
monetariamente desde esa época hasta aquella del reparto, mediante el índice o
sistema de reajuste que se estime apropiado. El remanente que pudiera existir,
que estaría constituido por utilidades no retiradas, se reparte entre los socios o sus
cesionarios o causahabientes, de acuerdo a las normas de repartición de las
utilidades vigentes a la época de la disolución”.
Como podemos observar, a lo largo de la vida de la sociedad, juega un papel
muy importante el que los aportes se encuentren valorados y determinados
correctamente, para que no se presenten problemas, ya sea a la hora de repartir
las utilidades, o al momento de liquidarla. Valorización que resulta fácil en otros
tipos de aportes, más no en el aporte industrial, debido a su naturaleza que impide
que se pueda valorizar de una manera objetiva. También podemos apreciar que,
de no colocar el valor del aporte, el socio industrial podría verse gravemente

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afectado como lo estudiamos de la norma respectiva, por lo que lo más justo sería
enfrentarse al momento de tener que entrar a valorar el aporte, ya que lo contrario
nos veríamos enfrentados a todos los problemas ya mencionados.

3. El aporte industrial como simulación del contrato de trabajo.


Hemos dejado en último lugar, uno de los problemas del aporte industrial,
que quizás sea el más conocido por ser visto y estudiado, o a lo menos señalado
al estudiar la legislación del Trabajo, esto es, la utilización del contrato de
sociedad, y especialmente la utilización de aporte industrial, para encubrir una o
más relaciones laborales.
Es en este sentido que en incontables ocasiones se ha visto por parte de los
empleadores, al aporte industrial, como un mecanismo para eludir y evitar las
consecuencias previsionales y laborales que implica el contrato de trabajo, y al
contrario no como en esencia y naturalmente es, un mecanismo admitido por la ley
para formar alguna entidad societaria cuya utilización y fundamentación responda
en todo sentido a la affectio societatis. Toda vez que obligándose uno de los
pretendidos socios a aportar su trabajo, éste «el socio industrial» no celebra un
contrato de trabajo con la sociedad, por tanto, no le será aplicable el estatuto
laboral, el que se caracteriza por ser un régimen con alto contenido tutelar y de
protección.
De este modo se puede vislumbrar cómo entre los socios Industriales y los
socios Capitalistas se va produciendo un distanciamiento, el cual con el tiempo se
va acentuando cada vez más, toda vez que el hecho de haber aportado su trabajo,
servicio o industria para el socio industrial, le será en gran parte de los casos un
caldo de cultivo para problemas entre él y los demás socios, por cuanto serán
estos últimos, los que exigirán y/o velarán por que el socio industrial cumpla un
horario, no descuide su trabajo, ni mucho menos ausentarse o faltar, e incluso
este último tendrá que recibir y seguir las órdenes de parte de sus socios,
marcándose de esta forma un rasgo distintivo en la relación laboral como lo es la
subordinación o dependencia, misma que a nuestro parecer afecta y vicia
gravemente al affectio societatis por cuanto no permite, ni hace posible el grado de
igualdad en que deben encontrarse los socios, mismo que los llevo en definitiva a
comenzar un emprendimiento o negocio juntos.
Es en este mismo sentido que la Dirección del Trabajo, cuya misión es, entre
otras, velar por el adecuado cumplimiento de la legislación laboral, a través de la
fiscalización, interpretación, y orientación de la correcta aplicación de la normativa,
que a través de múltiples dictámenes uniformes ha señalado que el elemento
idóneo para distinguir la calidad de socio o trabajador de una sociedad de
personas, viene dado por la ya mencionada subordinación o dependencia, la cual
solo podrá existir en aquellos casos en que la voluntad de la empresa NO se
confunda con la del trabajador, señalando para estos efectos que aquel socio que
sea; Mayoritario, tenga la Representación y Administración de la Sociedad, no
puede ser trabajador de la sociedad, por cuanto la voluntad de la sociedad se
confundiría con la del trabajador, no pudiéndose de esta manera hablar de un
subordinación o dependencia, en caso contrario en que falte uno de estos
elementos, la Dirección del Trabajo ha sido categórica en que debe procederse a
la escrituración del contrato de trabajo, por cuanto se está indiscutiblemente ante
una relación laboral y no societaria.
En la línea jurisprudencial los tesistas Coña y López citaron sentencia del
Juzgado de Letras del Trabajo de Temuco, de septiembre del 2012, que señaló
que lo que hace la diferencia entre una relación de socios o de trabajador, es el
plano de subordinación en la que se encuentra el trabajador con su empleador, y
por otro lado el plano de igualdad, que existe entre los socios, siendo posible solo

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en el primero de los casos la existencia de un contrato de trabajo, siempre y


cuando concurran además los indicios de subordinación o dependencia.
De esta forma podemos señalar, que en aquellos casos en que el aporte
consistente en el “trabajo, servicio o industria”, de uno de los socios, cuyo importe,
o valoración no le signifique una participación mayoritaria, en ésta, nos
encontraremos frente a una situación que, estando además investida de los
indicios de subordinación o dependencia, siempre habrá que considerarla como
una relación laboral.

6.- Cosas corporales e incorporales.


Se puede aportar todo tipo de cosas corporales e incorporales, muebles y/o
inmuebles, en la medida que reúnan los requisitos de los aportes. Pero lo que
aporto no es el derecho mismo sino lo que representa ese derecho para la
sociedad: utilidad, productividad y garantía.

2. SEGUNDO ELEMENTO ESENCIAL


LA PARTICIPACION EN LAS UTILIDADES

A este respecto, y al tenor de los artículos 2.053 y 2.055 del Código Civil, es
de la esencia del contrato de sociedad el pactar la participación en las utilidades o
beneficios que ha de reportar la sociedad, los que han de ser necesariamente
apreciables en dinero y no meramente morales. Nadie puede participar en una
sociedad sin participar en las utilidades sociales, aunque sea en su porcentaje
más mínimo.
¿Cómo han de repartirse dichos beneficios? Estos han de repartirse en la
forma en que se haya pactado en la escritura que da forma al contrato de
sociedad. No obstante, la regla supletoria y subsidiaria a la anteriormente
planteada, es que, ante el silencio de los socios, las utilidades que genere la
sociedad han de repartirse en proporción a los aportes por ellos efectuados.
Ahora bien, las utilidades son los beneficios que reporta el negocio o
actividad lucrativa a que se dedicarán los socios. Estas van a existir en la medida
que el negocio tenga flujos positivos, es decir, que las ventas de los bienes y/o
servicios sea superior a los costos de producir esos bienes y/o servicios.
Como ya se dijo, generalmente y como costumbre ya arraigada en la práctica
comercial, los socios van a prorrata de sus aportes en la partición de los
beneficios, salvo disposición en contrario. Pero esto es solo posible en las
sociedades de personas, y no es posible en las sociedades de capital, toda vez
que la participación en las utilidades se encuentra directamente relacionada con la
participación en el capital: el reparto de utilidades del ejercicio es a prorrata del
número de acciones que se posea.

El Derecho a la Utilidad
Cuando el artículo 2053 del Código Civil define la sociedad como un contrato
en que dos o más personas estipulan poner algo en común “…con la mira de
repartir entre sí los beneficios…” está señalando que uno de los elementos
esenciales de dicho contrato es el reparto de utilidades; pero, además, está
consagrando un derecho que tiene el socio sobre las utilidades de la compañía.
Es frecuente que, en la práctica profesional, este elemento esencial se pase
por alto, muchas veces redactando estatutos, acuerdos, contratos o pactos de
accionistas que violan flagrantemente este derecho a la utilidad. Por ello, es
necesario sobre el particular, hacer las siguientes precisiones:
1.- La utilidad está vinculada al concepto de sociedad.

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No hay sociedad sin reparto de utilidades dice el artículo 2053 del Código
Civil. En la sociedad existe un fin común, que es el que explica este ánimo
corporativo, de afección social: obtener utilidades económicas de la actividad
lucrativa. Nadie se asocia para desarrollar una actividad sin un resultado lucrativo.
Y nadie se asocia para no repartir las utilidades que esté generando el negocio.
Por último, la utilidad es un elemento vinculante de los socios.
2.- Contenido del derecho a la utilidad.
En primer lugar, hay que decir que se trata de un derecho abstracto: a) Este
derecho implica en un comienzo el derecho a que la utilidad se declare por la
compañía. En la Sociedad Anónima, es la Junta de Accionistas la que declara la
existencia de utilidades. b) Luego, este derecho implica el derecho del socio a que
la utilidad o dividendo declarado se reparta efectivamente.
3.- El derecho a la utilidad es inderogable.
Esto significa: a) No puede existir cláusula que prohíba el reparto de
utilidades en los estatutos sociales; b) No puede existir acuerdo de mayoría de la
Junta de Accionistas que prohíba o limite arbitrariamente este derecho a la utilidad
del socio.

3. TERCER ELEMENTO ESENCIAL


LA PARTICIPACION EN LAS PÉRDIDAS
Este elemento se discute por algunos autores porque dicen que cuando uno
forma una sociedad, no la forma para tener pérdidas, por lo tanto, no sería un
elemento del contrato de sociedad. Este requisito no está expresamente
consagrado en la ley, pero, su esencialidad radica en ser una lógica e inmediata
consecuencia del elemento anteriormente citado.
Pues bien, ¿Cómo se contribuye a las perdidas, en consecuencia? A prorrata
de la división de utilidades o beneficios hecha por los socios. Sin embargo, en las
sociedades de personas podría pactarse que un socio contribuya a las perdidas en
una proporción mayor a su aporte.

4. CUARTO ELEMENTO ESENCIAL


LA AFFECTIO SOCIETATIS
Al tenor del precedente elemento, lo que se requiere para la constitución de
una sociedad es la intención o animo de constituir una sociedad. Este elemento es
de trascendental importancia, ya que para poder determinar si se está o no en
presencia de una figura societaria habrá que estar a este ánimo o intención de
eminente carácter subjetivo. No obstante, este elemento ha ido desapareciendo en
forma paulatina, en la medida de que se requieren más solemnidades para la
constitución de la sociedad.
Sin embargo, este elemento se erige como esencial, por cuanto, ab initio, la
sociedad nace como un contrato consensual, carácter que se conserva hasta hoy
respecto de las sociedades de personas de forma evidente.
Ahora bien, ¿con que contrato podría confundirse el contrato de sociedad?
Se podría confundir, el contrato de sociedad, con el contrato de mandato o el
contrato de mutuo siempre y cuando se den ciertas circunstancias especiales (v.
gr. “te mando a comprar y repartimos el vuelto a medias”), incluso con el contrato
de trabajo. De ahí la importancia de la afecctio societatis como elemento que da la
luz sobre la existencia de la sociedad.
No obstante, el primer elemento a vislumbrar para determinar la concurrencia
o no de este especial ánimo, es observar de qué naturaleza es la relación
existente entre las partes contratantes. Hay que atender a si esa relación es de
subordinación o no. Lo anterior es de suma importancia, por cuanto los socios se

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encuentran, entre si, en un pie de plena igualdad, que es absolutamente


independiente del monto o naturaleza de los aportes que ellos efectúen a la
sociedad. Eso sí, es importante establecer a este nivel, que todas las salvedades
anteriormente anotadas se hacen teniendo como modelo de análisis a la sociedad
colectiva de personas y no a las sociedades anónimas, las que, con creciente
habitualidad se alejan del paradigma clásico de sociedad.
Pues bien, luego de este análisis, respecto de las relaciones existentes entre
las partes contratantes y de la consecuente concurrencia o no de la affectio
societatis, es que podremos despejar las dudas sobre si la relación que se nos
presenta es de carácter laboral u obedece a una forma societaria.
De esta manera, llegamos a la conclusión que el elemento subjetivo en
comento, descansa sobre un plano de igualdad y coordinación entre los socios y
no sobre un plano de subordinación respecto de uno de ellos.
Ahora bien, este elemento esencial, si bien es reconocido como tal a nivel
doctrinario y jurisprudencial, no se encuentra definido en nuestra legislación; ni en
el Código Civil ni en el Código de Comercio, por lo que sólo podemos encontrar
definiciones proporcionadas por autores, y en ocasiones las entregadas por los
jueces, especialmente arbitrales, al momento de dictar sentencias en casos en
que la affectio societatis se vea involucrada de alguna manera importante.
A modo de dar un concepto para su adecuada compresión, nos referiremos a
algunas definiciones procuradas por algunos autores citados por el profesor
Fargosi.
En este sentido, Savatier la define como un requisito de validez del contrato
de sociedad, consistente en “la voluntad de las partes de comportarse como
socios, sobre un pie de igualdad moral, y participando todos en las pérdidas como
en los beneficios de la sociedad”.
Por otra parte, Soprano define a la affectio societatis como “la conciencia de
los socios de actuar como miembros de la colectividad, vinculados el uno al otro,
encaminados en la senda de la finalidad común”.
En Chile, el profesor Rafael Gómez señala que la affectio societatis es “la
intención de celebrar el contrato de sociedad y no otro distinto”. A la vez, algunos
autores la señalan como un elemento esencial de la sociedad, en especial para las
sociedades de personas, que se expresa en la idea de constituir expresamente
una sociedad. Por otro lado, nuestra Corte Suprema ha definido como affectio
societatis, “la intención de los contratantes claramente orientada a formar una
sociedad, gozando en común de los beneficios que la actividad social arroje y de
compartir, también en común, las pérdidas que de ella se sigan”, reconociéndola
también como elemento esencial de la sociedad, lo que ha sido seguido
ampliamente por la jurisprudencia de nuestros Tribunales.
A través de las múltiples definiciones dadas es posible apreciar que la
affectio societatis cuenta con un grupo de elementos o características distintivas,
que podemos reunir de la siguiente manera:
a) La voluntad de agruparse con otros socios para realizar una sociedad y no
otro contrato distinto de aquél.
b) Comprende la intención de trabajar juntos por parte de los socios.
c) Origina un plano de igualdad entre los socios; y se manifiesta con la
colaboración activa entre los socios, para lograr el objetivo en común que se
traduce en repartirse los beneficios que provengan de la unión de sus actividades,
sin perjuicio de tener que soportar conjuntamente también las pérdidas.
Dos comentarios más: 1) en primer lugar, la circunstancia de que este
elemento sólo se da respecto de las sociedades de personas, dado que es aquí
donde el contrato de sociedad se celebra en consideración a la calidad y
valoración que los socios tienen entre sí y no en las sociedades de capital, en
dónde no se toma en consideración a la persona, resultando lo importante en este

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caso el capital que el socio pueda aportar. 2) Y, en segundo lugar, que la affectio
societatis va más allá del querer asociarse con otros socios para la conformación
de una sociedad, ya que ese ánimo se daría en razón de determinadas personas y
no otras, ya sea por afinidades, habilidades o capacidades personales.
Con todo, hay que decir que la affectio societatis ha sido discutida a nivel
doctrinario, en el sentido de que hay autores que le niegan su calidad de elemento
esencial de un contrato de sociedad. Así Georges Ripert, citado por Fargosi, en su
obra «Tratado elemental de Derecho Comercial», se muestra contrario a la affectio
societatis. En Chile por otro lado encontramos en esa línea, entre otros, a Luis
Morand, Julio Olavarría y Álvaro Puelma.
El principal argumento dado para rechazar a la affectio societatis como
elemento de la esencia, dice relación con las definiciones que se le da a la misma
en donde se la trata de la «voluntad» de querer formar una sociedad, elemento
que los autores en contra señalan que no sería otra cosa más que el
consentimiento que está detrás de todo contrato, y que cuya ausencia anula el
contrato o lo hace degenerar en otro distinto en relación al artículo 1444 del
Código Civil Chileno. En este sentido, Fargosi señala que se igualaría la voluntad
de querer formar la sociedad con el consentimiento que el socio debe entregar
para constituirla, por lo tanto, la affectio societatis no sería un elemento
diferenciador.
Por el contrario, y siguiendo a una amplia mayoría estimaremos en esta
asignatura que quedarse sólo con la affectio societatis entendida de manera
estricta en el plano de la «voluntad», resulta incorrecto y poco práctico, puesto que
como analizamos con anterioridad, cuenta con otros elementos aparte que
consiguen diferenciarla y hacerla única. Por ejemplo, se estipula que la affectio
societatis no es sólo la voluntad de unirse, sino que a esto se agrega de querer
correr ciertos riegos juntos para obtener finalmente un beneficio; otro elemento
importante ya mencionado: la igualdad que debe estar presente entre los socios,
de tal manera que ninguno de ellos se encuentre bajo subordinación de uno o más
socios, posición de igualdad de la cual deriva la colaboración mutua que deben
tener entre ellos para poder lograr el objetivo social.
Además, no sólo estos elementos mencionados nos hacen señalar que la
affectio societatis sí es un elemento de la esencia del contrato. Por otra parte, este
elemento era reconocido desde la época romana, en donde Ulpiano la indicaba
como un elemento de la esencia de la sociedad, de modo tal que podríamos
establecer que éste elemento ya era considerado desde entonces parte del
contrato de sociedad. Además, es reconocida por tratadistas que sobresalen en el
campo de las ciencias jurídicas; en este sentido Malagarriga, Catillo, Fernández,
Escarrá, Savatier, Marins Ferreira, por mencionar algunos. Todos con opiniones
muy contrarias y distantes a la aseveración de que la affectio societatis debe ser
excluida o no considerada.
Otra circunstancia que resalta y evidencia que la affectio societatis es un
elemento vigente y práctico de la sociedad, radica en el hecho de que en
innumerables ocasiones los jueces han tenido en consideración este elemento
para verificar si se está en presencia de una sociedad o de otro contrato que
posea características similares, como por ejemplo un mandato, un contrato de
depósito, un contrato de trabajo, etc. Esta es una situación que no sólo ocurre a
nivel internacional, sino que también nuestra jurisprudencia la ha recogido, en este
sentido la Corte de Apelaciones de San Miguel ha entendido a la affectio
societatis, “como el espíritu y propósito de colaboración entre socios”, agregando
que puede ser “un elemento esencial del contrato de sociedad, como lo entiende
una parte de la doctrina y la jurisprudencia”. Lo que evidencia que la affectio
societatis lejos de ser desconocida o ignorada, en la práctica toma mucha
relevancia. Al punto que su ausencia en la Sociedad ha sido entendida como una

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causal de término del contrato social, dando lugar a la disolución y posterior


liquidación de la misma.

DIFERENCIAS RELEVANTES ENTRE LOS DIFERENTES TIPOS DE


ORGANIZACIÓN JURIDICA EMPRESARIAL

I. La Responsabilidad.
Como ya lo dijimos en su oportunidad, la sociedad forma una persona
jurídica distinta de los socios
¿Qué ocurre cuando la sociedad no puede responder?
¿Cómo responden los socios de las obligaciones sociales?
Hay que distinguir el tipo de sociedad de que se trata. Los socios de una
sociedad responderán o no de las deudas sociales según el tipo de sociedad de
que se trate.

Sociedades Colectivas.
En la Sociedad Colectiva Civil.
Los socios responden ilimitadamente y a prorrata; la cuota del socio
insolvente gravará a los otros (art. 9025 Código Civil).
Las normas de las sociedades colectivas civiles, que se encuentran en el
Código Civil son supletorias a las demás sociedades, salvo que se haya dispuesto
lo contrario u otro procedimiento.
Los socios de denominan “socios colectivos”.

En la Sociedad Colectiva Comercial o Mercantil.


Los socios responden ilimitadamente y de forma solidaria. Los socios no
pueden oponer limitación a la responsabilidad, debido a la solidaridad. No pueden
los socios eliminar la solidaridad.
Los socios responden de esta manera sólo respecto de las obligaciones
legalmente contraídas bajo la razón social.

Sociedades En Comandita.
Sociedad En comandita Civil.
Los socios gestores responden de la misma forma que los socios colectivos
civiles, esto es, ilimitadamente y a prorrata de sus aportes.
Los socios comanditarios responden limitadamente al monto de sus aportes.

Sociedad En comandita Comercial o Mercantil.


Simples: Tienen dos tipos de socios, los gestores y los comanditarios.
Los socios gestores son los encargados de la administración de la sociedad,
son ellos los que contratan. El Código Civil erróneamente dice que sólo aportan
trabajo, sin embargo, también pueden aportar capital. Ellos responden de la
misma manera que los socios de las sociedades colectivas mercantiles, esto es,
ilimitadamente y solidariamente.
Los socios comanditarios no participan en la razón social, no administran,
sólo aportan capital. Les está prohibido inmiscuirse en la administración de la
sociedad. Aportan una parte del capital social, pero no por acciones. Responden
limitadamente al monto de sus aportes.

Por acciones: Los socios comanditarios suscriben acciones. Se puede decir


entonces que los socios comanditarios tienen una responsabilidad limitada.
El artículo 2063 del Código Civil señala que, si el socio comanditario
interviene en la administración, responde igual que si fuera un socio gestor.

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Este tipo de sociedades no son muy comunes en la vida jurídica, al igual que
las sociedades colectivas.

Sociedades de Responsabilidad Limitada.


Sea civil o mercantil, esta sociedad es siempre solemne (ley 3.918).
Los socios responden ilimitadamente por el monto de sus aportes o por la
suma mayor que se haya pactado. Si no se incluye la cláusula de estilo que
expresamente y por escrito determina la limitación de responsabilidad, los socios
responden como sociedad colectiva. Esta cláusula es requisito de la escritura, no
del extracto.

Sociedad Anónima.
Tienen limitación de responsabilidad a sus aportes (ley 18.046, art. 1). Existe
un fondo común suministrado por accionistas responsables sólo por sus
respectivos aportes y administrada por un directorio integrado por miembros
esencialmente revocables. Esta sociedad siempre es mercantil.

Sociedades por Acciones.


La sociedad por acciones, o simplemente la "sociedad" para los efectos de
este Párrafo, es una persona jurídica creada por una o más personas mediante un
acto de constitución perfeccionado de acuerdo con los preceptos siguientes, cuya
participación en el capital es representada por acciones (Artículo 424 del Código
de Comercio).
De acuerdo al Artículo 429 del Código de Comercio, los accionistas sólo
serán responsables hasta el monto de sus respectivos aportes en la sociedad.

Empresas Individuales de Responsabilidad Limitada


De acuerdo con la Ley 19.854 solo la puede constituir una persona natural,
que responde limitadamente por el monto de sus aportes.

Asociación en cuenta de participación


Según el Artículo 507 del Código de Comercio la participación es un contrato
por el cual dos o más comerciantes toman interés en una o muchas operaciones
mercantiles, instantáneas o sucesivas, que debe ejecutar uno de ellos en su solo
nombre y bajo su crédito personal, a cargo de rendir cuenta y dividir con sus
asociados las ganancias o pérdidas en la proporción convenida.
El Artículo 510 nos explica que el gestor es reputado único dueño del
negocio en las relaciones externas que produce la participación. En consecuencia,
los terceros sólo tienen acción contra el administrador, del mismo modo que los
partícipes inactivos carecen de ella contra los terceros.

II. Transferibilidad o cesibilidad de los derechos sociales.

Sociedades de Personas.
El socio requiere de autorización de los demás socios para poder ceder sus
derechos sociales (Artículo 404 N° 3 del Código de Comercio y 2088 del Código
Civil).

Sociedades de Capital.
En la Sociedad Anónima existe libertad para ceder las acciones; la ley
18.046 hace una distinción:
Si es Sociedad Anónima abierta: no puede limitarse de manera alguna la
libre transferibilidad de las acciones (generalmente se transan en bolsa).

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Si es Sociedad Anónima cerrada: la regla general es que se ceden


libremente los derechos sociales. Sin embargo, se pueden pactar ciertas
restricciones en un pacto de accionistas. Este pacto debe estar inscrito en el
registro de accionistas, que es un libro que lleva la sociedad anónima. No son
públicos; se pueden consultar libremente con autorización (generalmente no se
transan en bolsa).

Esta distinción en la transferibilidad de los derechos sociales nace del


propósito que busca cada una de estas figuras jurídicas.
Las sociedades de personas se constituyen en atención a la persona del
consorcio; es un contrato intuito personae, además, el interés de los socios es
formar una sociedad con una determinada persona. En este tipo de sociedades, lo
normal es que, si un socio muere, conlleva consigo la muerte o terminación de la
sociedad. Sin embargo, se pueden ceder derechos con la autorización explícita de
los consocios.

II. SOCIEDADES DE PERSONAS

SOCIEDAD COLECTIVA COMERCIAL


CONSTITUCION
ESTATUTOS

LA SOCIEDAD COLECTIVA COMERCIAL

DEFINICIÓN
Definición de sociedad en general.
De acuerdo c o n l a disposición del a r t í c u l o 2053 del Código Civil
chileno, tomado del artículo 1832 del Código Civil francés: “La sociedad o
compañía es un contrato en que dos o más personas estipulan poner algo en
común con la mira de repartir entre sí los beneficios que d e ello
provengan.
La sociedad forma una persona jurídica, distinta de los socios
individualmente considerados”.

Definición de sociedad colectiva comercial.


Primero debemos decir que la sociedad colectiva civil es una especie de
sociedad de personas. Y hay que reconocer que, en Chile, en general, no han
recibido la misma atención del legislador ni el regulador sectorial que sí han tenido
las sociedades de capital. Luego, su normativa no se encuentra del todo
actualizada ni responde a las nuevas necesidades que el tráfico comercial
moderno requiere del ordenamiento jurídico. Por ello, vamos a recurrir a normas
decimonónicas, que eran muy pertinentes a esa época mas no al tráfico mercantil
societario del siglo XXI.
Definiremos a la Sociedad Colectiva Comercial como “aquella cuyo giro es
comercial y en que todos los socios administran por sí o por sus delegados socios

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o extraños, y responden solidaria e ilimitadamente de todas las obligaciones


legalmente contraídas bajo la razón social.”
Estudiar las normas de la sociedad colectiva es de la más alta importancia,
como quiera que, no obstante estar actualmente en desuso, sus normas son de
aplicación supletoria de la Sociedad de Responsabilidad Limitada.
Las sociedades colectivas son sociedades que se constituyen en base a la
confianza recíproca entre los asociados, en la cual todos administran y
tienen, en principio, el uso d e l a razón s o c i a l , y responden con todos sus
bienes de las deudas d e la sociedad. La razón social en esta clase de
sociedades está formada por e l nombre de uno o varios de los socios,
seguido de la expresión “y compañía”.
Los socios no pueden ceder su cuota de interés e n la sociedad p o r
tratarse de un contrato que se perfecciona en consideración a la persona,
intuito personae, a menos que cuenten con el consentimiento de los demás
socios.

Diferencias con la Sociedad Colectiva Civil


La Sociedad Colectiva Comercial difiere de la Sociedad Colectiva Civil en
que esta última tiene como giro una actividad civil; es consensual a diferencia de
la comercial que es solemne; la responsabilidad en la civil es ilimitada, pero a
prorrata de sus aportes; la liquidación de la civil se hace conforme a la partición
de bienes; etc.
La Sociedad Colectiva Civil hoy en día se encuentra en completo desuso,
pero a veces es utilizada para emprendimientos de bajo riesgo, donde los socios
no quieren ningún tipo de publicidad.

CONSTITUCIÓN DE LA SOCIEDAD COLECTIVA COMERCIAL


Escritura Pública
Como ya se dijo anteriormente, la Sociedad Colectiva Comercial es una
sociedad de personas, solemne y cuyo giro es comercial. Desde el punto de vista
de su formalidad la sociedad colectiva comercial se forma y constituye por
escritura pública cuyo extracto debe inscribirse en el Registro de Comercio del
Conservador de Bienes Raíces de su domicilio. Art. 350 Inc. 1° del Código de
Comercio: "La sociedad colectiva se forma y prueba por escritura pública inscrita
en los términos del artículo 354".
Entonces, las formalidades de constitución de la Sociedad Colectiva
Comercial son dos: 1) escritura pública e 2) inscripción del extracto.
La escritura pública de constitución, además de contener el contrato de
sociedad, contiene los estatutos de la misma, es el pacto social, las normas que
regulan el funcionamiento de la sociedad.

Inscripción del extracto de la escritura pública


Se inscribe el extracto de la escritura pública, en el Registro de Comercio que
corresponde al domicilio social y si se hubiere omitido el domicilio social se
entenderá domiciliada en el lugar de otorgamiento de la escritura pública.
El artículo 354 Código de Comercio dispone:
"Un extracto de la escritura social deberá inscribirse en el registro de
comercio correspondiente al domicilio de la sociedad.
El extracto contendrá las indicaciones expresadas en los números 1., 2., 3.,
4., 5. y 7. del artículo 352, la fecha de las respectivas escrituras, y la indicación del
nombre y domicilio del escribano que las hubiera otorgado.
La inscripción deberá hacerse antes de expirar los sesenta días siguientes a
la fecha de la escritura social".

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Modificación del pacto social


El artículo 350 Inc. 2° y 3° Código de Comercio señala textualmente:
"La disolución de la sociedad que se efectuare antes de vencer el término
estipulado, la prórroga de éste, el cambio, retiro o muerte de un socio, la alteración
de la razón social y en general toda reforma, ampliación o modificación del
contrato, serán reducidos a escritura pública con las solemnidades indicadas en el
inciso anterior.
No será necesario cumplir con dichas solemnidades cuando se trate de la
simple prórroga de la sociedad que deba producirse de acuerdo con las
estipulaciones que existan al respecto en el contrato social"
A su turno, el artículo 351 del Código de Comercio regula:
"El contrato consignado en un documento privado no producirá otro efecto
entre los socios que el de obligarlos a otorgar la escritura pública antes que la
sociedad dé principio a sus operaciones".

¿Qué pasa si no se cumplen las solemnidades legales?


Hay que tener en cuenta el artículo 355 A del Código de Comercio. Esta
norma señala que: "La omisión de la escritura pública de constitución o de
modificación. O de su inscripción oportuna en el Registro de comercio, produce
nulidad absoluta entre los socios…"
Esta nulidad opera de pleno derecho. Y no puede ser saneada. Esto hay
que relacionarlo con el Artículo 356 Inc. 1° y Artículo 361 del Código de Comercio.
El Artículo 356 Inc.1° del Código de Comercio dice: "La sociedad que no
conste de escritura pública, o de instrumento reducido a escritura pública o de
instrumento protocolizado, es nula de pleno derecho y no podrá ser saneada".
Más tarde el artículo 361 del Código de Comercio expresa:
"La modificación cuyo extracto no ha sido oportunamente inscrito en el
Registro de Comercio no producirá efectos ni frente a los socios ni frente a
terceros salvo el caso de saneamiento en conformidad a la ley y con las
restricciones que ésta impone. Dicha privación de efectos operará de pleno
derecho, sin perjuicio de la acción por enriquecimiento sin causa que proceda.
La modificación oportunamente inscrita en el Registro de Comercio, pero que
adolezca de vicios formales, produce efecto frente a los socios y terceros,
mientras no haya sido declarada su nulidad.
La declaración a que se refiere el inciso anterior no produce efecto
retroactivo y sólo regirá para las instituciones que ocurran a partir del momento en
que esté ejecutoriada la sentencia que la contenga".

Reglas si no se cumplen las solemnidades legales


1. Primera regla. Si se omite la escritura pública de constitución o de
modificación. O de su inscripción oportuna en el Registro de Comercio, la sanción
es la nulidad absoluta entre los socios.
El cumplimiento oportuno de la inscripción producirá efectos retroactivos a la
fecha de la escritura.
La modificación oportunamente inscrita en el Registro de Comercio, pero que
adolezca de vicios formales, produce efecto frente a los socios y terceros,
mientras no haya sido declarada su nulidad.
Excepción:
La declaración a que se refiere el inciso anterior no produce efecto
retroactivo y sólo regirá para las instituciones que ocurran a partir del momento en
que esté ejecutoriada la sentencia que la contenga.

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2. Segunda regla. La sociedad que no conste de escritura pública, o de


instrumento reducido a escritura pública o de instrumento protocolizado, es nula
de pleno derecho y no podrá ser saneada.
Sin perjuicio de lo anterior si existiere de hecho dará lugar a una comunidad.
Las ganancias y pérdidas se repartirán y soportarán y la restitución de los aportes
se efectuará entre los comuneros con arreglo a lo pactado y, en subsidio, de
conformidad a lo establecido para la sociedad.
Los miembros de la comunidad responderán solidariamente a los terceros
con que hubieren contratado y en interés de ésta; y no podrán oponer a los
terceros la falta de los instrumentos mencionados en el inciso primero. Los
terceros podrán acreditar la existencia de hecho por cualquiera de los medios
probatorios que reconoce el Código de Comercio, y la prueba será apreciada de
acuerdo a las reglas de la sana crítica.

3. Tercera regla. La sociedad que adolezca de nulidad por incumplimiento


de lo prescrito en el artículo 350 del Código de Comercio, gozará de personalidad
jurídica y será liquidada como una sociedad si consta de escritura pública o de
instrumento reducido a escritura pública o protocolizada. Todo ello, sin perjuicio
del saneamiento del vicio en conformidad con la ley.
Los socios responderán solidariamente a los terceros con quienes hubieren
contratado a nombre y en interés de la sociedad de hecho. (Art. 357 Código de
Comercio)
La ejecución voluntaria del contrato de sociedad no purga la nulidad de que
adolezca por incumplimiento de solemnidades legales, sin perjuicio del
saneamiento a que alude el artículo 357 del Código de Comercio. (Art. 358 del
Código de Comercio).
El que contratare con una sociedad que no ha sido legalmente constituida,
no puede sustraerse por esta razón al incumplimiento de sus obligaciones. (Art.
359 del Código de Comercio).
Estas normas son aplicables a las sociedades colectivas y sociedades de
personas que tengan que aplicar las normas de las sociedades colectivas en
forma supletoria.

MENCIONES DE LA ESCRITURA PÚBLICA DE CONSTITUCIÓN


De acuerdo con lo dispuesto en el Artículo 352 Código de Comercio: "La
escritura social deberá expresar:
1.- Los nombres, apellidos y domicilios de los socios;
2.- La razón o firma social;
3.- Los socios encargados de la administración y del uso de la razón social;
4.- El capital que introduce cada uno de los socios, sea que consista en dinero,
en créditos o en cualquiera otra clase de bienes; el valor que se asigne a los
aportes que consistan en muebles o en inmuebles; y la forma en que deba
hacerse el justiprecio de los mismos aportes en caso que no se les haya asignado
valor alguno;
5.- Las negociaciones sobre que deba versar el giro de la sociedad;
6.- La parte de beneficios o pérdidas que se asigne a cada socio capitalista o
industrial;
7.- La época en que la sociedad debe principiar y disolverse;
8.- La cantidad que puede tomar anualmente cada socio para sus gastos
particulares;
9.- La forma en que ha de verificarse la liquidación y división del haber social;
10.- Si las diferencias que les ocurran durante la sociedad deberán ser o no
sometidas a la resolución de arbitradores, y en el primer caso, la forma en que
deba hacerse el nombramiento;

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 29
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11.- El domicilio de la sociedad;


12.- Los demás pactos que acordaren los socios.”

MENCIONES ESENCIALES DE LA ESCRITURA PÚBLICA DE


CONSTITUCIÓN
Vamos a señalar que consideraremos como menciones esenciales, a aquellas
que no pueden ser suplidas por la ley, y cuya omisión acarrea la nulidad absoluta
e insaneable de la sociedad.
Son menciones esenciales:
1.- Nombres, apellidos y domicilio de los socios.
2.- El capital que introduce cada uno de los socios, sea que consista en dinero,
en créditos o en cualquiera otra clase de bienes; el valor que se asigne a los
aportes que consistan en muebles o en inmuebles; y la forma en que deba
hacerse el justiprecio de los mismos aportes en caso que no se les haya asignado
valor alguno. Y,
3.- Las negociaciones sobre que deba versar el giro de la sociedad.

MENCIONES NO ESENCIALES DE LA ESCRITURA PÚBLICA DE


CONSTITUCIÓN
Las menciones no esenciales son aquellas que los socios pueden o no indicar
en la escritura pública de constitución, y si no lo hacen, la ley suple esta omisión,
fijando la norma que se aplica en cada caso.
Estas son las siguientes:
1.- Si los socios no la designan la razón social, será la formula enunciativa de
los nombres de todos los socios.
2.- Los socios encargados de la administración y del uso de la razón social. Si
los socios no designan a los administradores, ésta corresponde a todos y cada
uno de los socios y estos pueden desempeñarla por si mismos o por sus
delegados sean socios u otros extraños (artículo 385 del Código de Comercio).
3.- La parte de beneficios o pérdidas que se asigne a cada socio capitalista o
industrial. Si no se indica, capitalistas dividirán sus ganancias y pérdidas a prorrata
de sus aportes, y los socios industriales llevarán como ganancia y pérdida una
cuota igual al porcentaje más módico que corresponda a un capitalista.
4.- La época en que la sociedad debe principiar y disolverse. Si nada se dice,
principia con la fecha de la escritura pública de constitución, y finaliza junto con el
negocio para lo que fue contraída, o por la muerte de uno de los socios.
5.- La cantidad que puede tomar anualmente cada socio para sus gastos
particulares. No es esencial y la ley no la suple.
6.- La forma en que ha de verificarse la liquidación y división del haber social.
Nombramiento del liquidador debe hacerse por la unanimidad de los socios y en
caso de desacuerdo por el juzgado de comercio (artículo 409 del Código de
Comercio).
7.- Si las diferencias que les ocurran durante la sociedad deberán ser o no
sometidas a la resolución de arbitradores, y en el primer caso, la forma en que
deba hacerse el nombramiento. Si nada se dice, la doctrina discute. Unos
sostienen que los conflictos se resolverán por la justicia ordinaria. Otros sostienen
que lo que dice la norma es que, si nada se dice, siempre habrá arbitraje, pero
estos serán arbitradores.
8.- El domicilio de la sociedad. Si no se indica, se entenderá domiciliada en el
lugar de otorgamiento de la escritura pública de constitución.

RAZÓN SOCIAL DE LA SOCIEDAD COLECTIVA Y SU USO


Articulo 352 N° 2 y 3 del Código de Comercio.

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 30
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Esta Materia está regulada en el Título VII "DE LA SOCIEDAD" Párrafo 2 "De
la razón o firma social en la sociedad colectiva", artículos 365 a 374 del Código de
Comercio.

Razón social
El artículo 365 del Código de Comercio define a la razón social y al respecto
señala que “La razón social es la fórmula enunciativa de los nombres de todos los
socios o de algunos de ellos, con la agregación de estas palabras: y compañía"
No debe confundirse la razón social con el nombre comercial.
El uso de la razón social es la facultad que tiene el o los socios
administradores para obligar a la sociedad con terceros, celebrar actos y contratos
del cual deriven derechos y obligaciones.
Así, la razón social de una sociedad podrá ser “Martínez, Silva y Bolton” o
también “Martínez y Compañía”.

Mal uso de razón social


El artículo 367 del Código de Comercio señala que "El uso que se haga de la
razón social después de disuelta la sociedad, constituye un delito de falsedad, y la
inclusión en aquélla del nombre de una persona extraña es una estafa.
La falsedad y la estafa serán castigadas con arreglo al Código Penal"
De la inserción del nombre de un extraño en la razón social, se responde
solidariamente: artículo 368 del Código de Comercio: "El que tolera la inserción de
su nombre en la razón de comercio de una sociedad extraña, queda responsable a
favor de las personas que hubieren contratado con ella".
El artículo 370 del Código de Comercio al respecto también dispone:
"Los socios colectivos indicados en la escritura social son responsables
solidariamente de todas las obligaciones legalmente contraídas bajo la razón
social.
En ningún caso podrán los socios derogar por pacto la solidaridad en las
sociedades colectivas".

Transmisibilidad de la razón social


El artículo 369 del Código de Comercio señala que "La razón social no es un
accesorio del establecimiento social o fabril que constituye el objeto de las
operaciones sociales, y por consiguiente no es transmisible con él".

Como se usa la razón social


El artículo 371 del Código de Comercio declara que:
"Sólo pueden usar de la razón social el socio o socios a quienes se haya
conferido tal facultad por la escritura respectiva.
En defecto de una delegación expresa, todos los socios podrán usar de la firma
social".
Quienes pueden usar de la razón social son precisamente los
administradores de la sociedad. Para administrar la sociedad y realizar las
negociaciones tendientes a cumplir con el objeto social, es indispensable el
uso de la razón s o c i a l , que n o puede prácticamente separarse de la
administración.

Consecuencias del uso de la razón social


Cuando los administradores, que normalmente tienen el uso de la razón
social, actúan en representación de la sociedad, e s t a última q u e d a
obligada. No es necesario que la obligación se haya contraído en uso de la
razón s o c i a l por lo s administradores, para que la sociedad resulte obligada,
pero en caso de litigio corresponderá a los terceros acreditar que aquélla s e

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Profesor Derecho Comercial

contrajo en e l interés social. Estos sufren así una sanción por su negligencia
de no exigir que se consigne el hecho de que el representante actúa en
nombre de la sociedad y en u s o de la razón social.
El giro d e l a sociedad será u n e l e m e n t o que facilitará la prueba de que
la obligación se contrajo bajo la razón o firma social. El artículo 370 del
Código de Comercio indica que los socios colectivos mencionados en la
escritura social son responsables solidariamente de todas las obligaciones
legalmente contraídas bajo la razón social.

Requisitos para que la sociedad colectiva resulte obligada


Para que la sociedad se obligue y de ello resulte l a responsabilidad
ilimitada y solidaria d e los socios, se requiere la concurrencia de dos
requisitos:
a) Que l a s obligaciones hayan s i d o contraídas legalmente, o sea, por
las personas que t en ía n facultad p a r a e l l o . No es necesario, como
h e m o s v i s t o , que s e exprese el uso de la razón social, pero es necesario,
en cambio, que el administrador obre dentro de sus facultades. Cuando e l
a d m in ist ra d o r se excede en s u s facultades, de todas maneras, la
sociedad responde por e l provecho experimentado, de acuerdo con el
artículo 2094 del Código C i v i l , que c o n s a g r a e l principio del
enriquecimiento sin causa.
Ahora bien, actuando dentro de sus atribuciones, sean éstas
estatutarias o legales, se estima que el administrador obra en interés d e la
sociedad, l a que resulta obligada, como asimismo los socios.
b) Que el representante de la sociedad h a ya manifestado que o b ra a
nombre de la sociedad.
Cuando un socio, investido de poder suficiente, contrata en su propio
nombre negocios que interesan a la sociedad, ésta no q u e d a obligada, ni
tampoco los socios, ni aun en razón de enriquecimiento sin causa. Lo
anterior se deduce interpretando, a contrario sensu, la disposición del
artículo 2094 del Código Civil. Y,
c) Que el acto y/o contrato que se celebre diga relación con el giro u objeto
social, en otras palabras, que le concierna el negocio a la sociedad.
El artículo 374 del Código de C o m e r c i o expresa: “La sociedad no es
responsable de los documentos suscritos con la razón social, cuando las
obligaciones que los hubieren causado no le conciernan y el tercero los
aceptare con conocimiento de esta circunstancia”. La ley atiende, en este
caso, a la causa que motivó la emisión de los documentos suscritos bajo la
razón social, pero sobre negocios extraños a los intereses de la sociedad.
Es la sociedad la que debe acreditar que el negocio del cual emanen los
documentos es ajeno a los intereses sociales y la excepción sólo puede
hacerse valer contra e l que creó estos instrumentos y no contra q u i e n e s los
han recibido por endoso u otra forma de cesión.
Dicho de otra manera, los actos celebrados por el o los administradores,
deben ser actos “Intra Vires”.
Hablemos, entonces, de los actos intra vires y ultra vires.

TEORÍA DE LOS ACTOS ULTRA VIRES DENTRO DEL DERECHO


SOCIETARIO
Origen etimológico del término Ultra Vires.
Como ya lo vimos a propósito de la Empresa Individual de Responsabilidad
Limitada, y lo repetiremos aquí, la locución latina Ultra Vires, se encuentra
conformada por dos vocablos que son ultra y vires. La primera significa más allá
(Ultra) y la segunda Competencia, fuerza o autoridad (vires); de la unión de los

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dos vocablos latinos se desprende la expresión más allá de sus fuerzas, de su


competencia o de su autoridad; asimismo para nosotros in extenso también
podría ser entendido como “más allá de lo debido”. El término traído a colación,
también por algunos es empleado para describir actos realizados más allá (Ultra)
de las facultades legales (Vires) de aquéllos que pretenden realizarlos.
En oposición, tenemos los actos Intra (dentro) Vires (competencia), es decir,
aquellos que se realizan dentro de los ámbitos de legalidad, de competencia o de
facultades de quien los realiza.
Ámbito de aplicación de los actos Ultra Vires.
Jurídicamente se ha empleado esta locución, para referirse a los actos de los
entes públicos o privados que se desbordan de la ley. Por ejemplo, una actuación
administrativa que no se ajuste al principio de la estricta legalidad, la
extralimitación de funciones de un funcionario público, o los actos de una entidad
privada que rebase los límites de su esfera de actuación, son ultra vires; porque
todos estos actos van más allá de la fuerza, competencia u autoridad que confiere
la ley. Para otros ultra vires es una locución latina que juristas y funcionarios
públicos usan para describir actos realizados más allá (Ultra) de las facultades
legales (Vires) de aquéllos que pretenden realizarlos. El Principio Ultra Vires, es el
principio jurídico que considera nulos los actos de las entidades públicas o
privadas que rebasan el límite de la ley, y cuyo objetivo es prevenir que una
autoridad administrativa o entidad de derecho privado o público actúe más allá de
su competencia o autoridad. En este sentido, este principio es aplicable en todas
las ramas del derecho. Por ejemplo, en el derecho administrativo se considera
Ultra Vires la extralimitación de funciones en las que incurren los funcionarios
administrativos; en el Derecho Societario, se considera Ultra Vires la actuación de
los órganos de administración de una sociedad como son o bien el Directorio o
bien la Gerencia que exacerban el objeto social plasmado en el estatuto social. La
aplicación del Principio Ultra Vires determina el campo de acción dentro del cual
la sociedad puede desarrollar sus actividades. Ergo, se le considera como un
mecanismo destinado a prevenir que la sociedad con personalidad jurídica
(debidamente inscrita y registrada), realice alguna transacción que exceda el
límite de su capacidad contractual, la misma que ha sido previamente delimitada
en el pacto social dentro de la cláusula que señala el objeto de la sociedad. En el
derecho anglosajón, el Principio Ultra Vires es entendido en tres acepciones
diferentes. En un sentido estricto, concierne al ente como tal; vale decir si tiene
capacidad para actuar. A menos que el ente esté incorporado, esto es, tenga una
personalidad diferente a la de sus miembros, esta cuestión, normalmente no
surgirá. El ente si carece de personalidad jurídica diferenciada, es simplemente
una asociación de personas físicas, todas o la mayoría de ellas con plena
capacidad. De aquí que el Principio Ultra Vires, en este aspecto no se presente
en relación a las Partnerships (sociedades de personas), a diferencia de las
Corporations (sociedades de capitales). En un segundo sentido, es habitual decir
que, si quienes actúan a nombre de una sociedad que sí tiene personalidad
jurídica (por ejemplo, el órgano de administración) se ha excedido en su
autoridad, han actuado o incurrido en actos Ultra Vires. En tercer lugar, los
tribunales ingleses han tomado el infortunado hábito de describir como Ultra Vires
cualquier acto que la sociedad no pueda lícitamente realizar (por ejemplo, infringir
las previsiones sobre mantenimiento del capital, o violar la intangibilidad del
capital social, pagando dividendos que no surjan de ganancias líquidas y
realizadas que surjan de un balance aprobado según la ley, el estatuto, etc.).

El Principio Ultra Vires como “Leading Case” dentro del Derecho


Comparado.
Casi a finales del siglo XIX se aplicó el Principio Ultra Vires dentro del Derecho

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Corporativo Comparado. El Leading Case en la materia tuvo su génesis el año de


1875, a raíz de un fallo emanado de la “House of Lords” (Casa de los Lores,
Tribunal del Reino Unido), respecto al caso “Ashbury Railway Carriage & Iron
Company Ltd.” & “Riche. Ashbury Railway Carriage”. La “Iron Company Ltd.” era
una sociedad constituida bajo los términos de la “Companies Act de 1862”, (ley de
sociedades, emanada del parlamento británico). El objeto de la sociedad en
mención, estaba destinada a construir, vender o arrendar vagones de pasajeros y
carga; asimismo toda clase de maquinaria ferroviaria, accesorios, máquinas y
material rodante; llevar a cabo el negocio de ingenieros mecánicos y contratista
generales; vender, como comerciantes, maderas, carbón, metales u otros
materiales, ídem comprar y vender cualesquiera de estos materiales como
comisionistas o agentes. Esta sociedad firmó un contrato para financiar la
construcción de un ferrocarril en Bélgica, con Mr. Riche. Posteriormente no quiso
honrar sus obligaciones, alegando que el contrato era, con relación a ella, Ultra
Vires. En este caso, las partes debatían sobre la interpretación de la norma que
regulaba del objeto social en el “Companies Act de 1862”. El debate de las partes
se centró en determinar si la cualidad de personas de las sociedades les permitía
a éstas, al igual que las personas naturales, realizar libremente todo tipo de
actividades lícitas, o si las actividades realizadas por las sociedades que no
estuvieren autorizadas expresamente en la cláusula del objeto social se
consideraban prohibidas y por lo tanto ilegales. El tribunal falló a favor de la
segunda interpretación, ya que consideraba que al mantenerse un control sobre
los actos realizados por las sociedades se confería protección a los accionistas y
a los terceros contratantes, por las siguientes razones: 1). Se protegía a los
accionistas porque estos mantenían pleno conocimiento de las actividades que
realizaba su compañía y se les garantizaba que su inversión no se aplicaría en
actividades distintas de las que ellos habían decidido invertir. 2). Se protegía a
terceros contratantes y acreedores porque estos podían evaluar si las actividades
que desarrollaba la sociedad al momento de la contratación eran productivas,
bajo la certeza de que las mismas no iban a variar. De esta forma, podían
determinar si las condiciones de la contratación o de otorgamiento del crédito
eran favorables. La House of Lords, al resolver en última instancia que la
transacción era Ultra Vires, agregó que la sociedad tenía sólo aquéllos objetos
(actos) que había sido especificados en la cláusula de objetos, Incluso rebatió la
opinión sobre la ratificación del acto sosteniendo que el acto era nulo y que no era
posible ratificar un acto nulo: es decir que, si una sociedad incorporada por o bajo
una ley, actuaba más allá del ámbito de su objeto establecido en la ley que la
autorizó o en su Memorándum of Association, dichos actos eran nulos, ya que
estaban más allá de la capacidad de la sociedad, aún si fueran ratificados por
todos sus miembros . En este fallo por primera vez se dejó sentado como
precedente, que la actuación de una sociedad fuera de los límites de su objeto
social se consideraba Ultra Vires.
A raíz de este caso, este principio fue ampliamente acogido por la
jurisprudencia inglesa, norteamericana y otras. Empero el fallo emanado de la
“House of Lords” no generó efectos positivos ni populares en los negocios
empresariales, puesto que las sociedades mercantiles corroboradas por sus
abogados, procuraron los medios posibles de burlarlo. Ello se logró asegurando
que las cláusulas sobre objetos en los “Memoranda of Association” se extendieran
en una proliferación de objetos y poderes cuyos límites parecía ser tan sólo la
imaginación de los abogados. Los tribunales reaccionaron ante este actuar
antípoda, adoptando la llamada regla interpretativa del objeto principal. Lo
efectuaron en el caso “Haven Gold Mining Co.” (1882). Bajo esta premisa
interpretativa, cuando los objetos de una sociedad eran expresados en una serie
de parágrafos, los tribunales buscaron aquel que aparecía como enmarcando el

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objeto principal o dominante y trataron a todos los otros, aunque genéricamente


expresados; como auxiliares del objeto considerado principal y así, limitados. Este
criterio no contribuyó a la felicidad de los hombres de negocios por lo que ipso
facto se empezó, como reacción, a incluir en los contratos (agreement) una
cláusula relacionada al objeto, disponiendo aquélla, que no debían ser
interpretados restrictivamente y que cada uno de los parágrafos, debían ser
considerados como confiriendo un objeto separado e independiente. Esta
cláusula específica fue ignorada por los tribunales en el caso “Stephens & Mysore
Reefs (Kangundi) Mining Co. Ltd” en 1902. Sin embargo, la validez de tal
cuestionada cláusula encontró aprobación en el caso “Cotman & Brougham”
(1918), resuelta por la “House of Lords”, lo que motivó fuertes desaprobaciones
en la misma House por parte de muchos de sus miembros.
La jurisprudencia siguió su curso de aplicación del estricto Ultra Vires,
desechando la doctrina del fallo “Cotman & Brougham in re Introductions Ltd.”
(1970). “Introductions Ltd.” era una sociedad constituida para promover
exhibiciones durante el Festival de Gran Bretaña de 1951. Más tarde se dedicó,
sin éxito, a la cría de cerdos. Cuando estuvo ad portas de ser declarada
insolvente, surgió el problema del otorgamiento de debentures a su banco para
garantizar un importante sobregiro en sus cuentas, anterior a su quiebra. Se
resolvió que esta sociedad había actuado Ultra Vires y, por lo tanto, el Banco no
podía ejecutar los debentures ni pedir la liquidación.

Teorías que pretenden aplicar y explicar el principio de los actos Ultra


Vires.
Existen a lo menos tres teorías más universalmente aceptadas en el Derecho
Comercial que buscan explicar o determinar cuándo un representante de una
sociedad o ente corporativo se encuentra actuando dentro del ámbito de sus
competencias: La teoría clásica, la Teoría Moderna, y la Teoría Intermedia.
La Teoría Clásica.
Esta teoría parte de la premisa de ser la personalidad jurídica de las
sociedades una ficción jurídica, una excepción en el mundo del derecho. Como
excepción, toda la normativa relativa a las personas jurídicas y su actuación, debe
interpretarse en forma restrictiva. Así las cosas, vamos a entender que una
sociedad solo puede actuar en el mundo de los negocios o en el mundo del
derecho, para realizar aquello para lo que estrictamente fue autorizada, o para
aquello que estrictamente se le reconoció su personalidad jurídica: la realización
de su objeto o giro social. En consecuencia, cada vez que el representante de la
sociedad esté actuando y ejecutando actos o contratos que no esté n
directamente relacionados con el giro social, ese acto tendrá la calidad de acto
ultra vires. Y serán actos Intra Vires aquellos ejecutados y que tenga estricta y
directa relación con el objeto social.
Esta teoría está en línea con la teoría clásica que pretende explicar la
naturaleza jurídica de las personas jurídicas: La teoría de la ficción. Esta teoría
recibe esta denominación debido a que según ella es necesario fingir el fin al cual
está destinado la persona jurídica por parte de la ley, para de esta manera
atribuirle un estatus de persona. En esta filosofía la personalidad es basada en la
voluntad de los seres como premisa fundamental para ser persona. Es decir que
no se es persona sin capacidad para manifestar su voluntad, es de esta manera
como se ven obligados a tener un representante, principalmente para manifestar
su voluntad. En otras palabras, la persona jurídica existe solo por ficción de la ley,
y para el cumplimiento estricto de los fines para los cuales fue creada.
La Teoría Moderna.
La teoría moderna señala que la persona jurídica es una realidad jurídica, no
es una simple ficción. Siguiendo a la Teoría de la Realidad jurídica o de La

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Personalidad y el Substrato, se basa en afirmar que las personas morales se


forman por la unión de dos elementos fundamentales, estos son la personalidad y
el substrato. Entonces para estos la personalidad no es innata solo en el ser
humano, como critica de las otras teorías. La personalidad es una herramienta del
sistema jurídico para enmarcar o delimitar los elementos “sujetos”
(etimológicamente entendido) a este sistema y que deben regirse por sus normas.
De esta manera le dan a la personalidad un sentido unitario, independiente de
sobre quien recaiga, una connotación diferente al substrato sobre el cual si va a
recaer la personalidad. Al respeto de este substrato esta teoría dice que para
darle a algo el título declarativo de persona es necesario que este ente cumpla
una característica como mínimo y fundamental, esta es la de ser capaz de tener
voluntad y, por consiguiente, ser capaz de expresar la ya mencionada. Entonces
estos tratadistas aclaran que la voluntad de estas personas se realiza por medio
de órganos, dispuestos en los estatutos y otorgadas sus potestades para
manifestar dicha voluntad, es por esto que también se menciona que dicha
voluntad es de carácter artificial. Se ejemplifica claramente diciendo que él
represéntate legal son las manos de dichas personas y su órgano máximo de
dirección su cabeza.
Como consecuencia de lo anterior, la persona jurídica está facultada para
realizarlo todo, sin límites ni restricciones, por lo que todo lo que un representante
de una persona jurídica, de una sociedad, haga en su representación, se
encuentra en el ámbito de su competencia. No existen, para esta teoría, los actos
Ultra Vires. Todas las actuaciones del representante, serán actos Intra Vires.
Teoría Intermedia.
Como crítica tanto a la teoría clásica como a la intermedia, surge una tercera
teoría, un poco más ecléctica, que afirma como error conceptual, tanto las
afirmaciones de la teoría clásica como la de la Teoría moderna.
De la clásica dice que es demasiado restringida, al limitar las competencias de
la administración de las personas jurídicas con fines de lucro solo al desarrollo
estricto y literal de su giro, o de actuaciones que estén directamente vinculadas
con el objeto social, dejando afuera actuaciones que si bien es cierto no tienen
relación directa, pudieran tener por finalidad el desarrollo del objeto a través de
actos colaborativos, complementarios, o subsidiarios.
En relación a la teoría moderna, afirman que es demasiado abierta. Es verdad
que la personalidad jurídica moderna está más acorde con la realidad jurídica y
las necesidades de dotar a los instrumentos e instituciones del derecho comercial
de más dinamismo y creatividad, pero no puede llevar a una libertad extrema en
que un representante pueda hacer todo lo que crea y lo que quiera, vulnerando la
seguridad jurídica de los contratantes.
Por eso, esta teoría afirma que serán actos Intra Vires, aquellos que tengan
directa y estrictamente relación con el objeto social o giro de la sociedad
representada, pero también aquellos actos que, no teniendo aparentemente una
relación directa con el objeto o giro social, su celebración y/o ejecución tengan por
objeto complementar, colaborar, coadyuvar o subsidiar dicho objeto. Los demás,
tendrán el carácter de actos Ultra Vires.

Los actos Ultra Vires en el Derecho Chileno.


No existen normas que directamente se refieran a los actos Ultra Vires en el
Derecho Comercial, pero si normas que dispersas en distintas normas legales se
refieren al ámbito de actuaciones que representantes de personas jurídicas con
fines de lucro, deben observar en el desempeño de sus funciones y actuaciones.
1.- El Artículo 40 de la Ley Nº 18.046 sobre Sociedades Anónimas, que reza:
“El directorio de una sociedad anónima la representa judicial
y extrajudicialmente y para el cumplimiento del objeto social, lo que

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 36
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no será necesario acreditar a terceros, está investido de todas las


facultades de administración y disposición que la ley o el estatuto no
establezcan como privativas de la junta general de accionistas, sin
que sea necesario otorgarle poder especial alguno, inclusive para
aquellos actos o contratos respecto de los cuales las leyes exijan
esta circunstancia”.
Esta norma consagra que la Sociedad Anónima está obligada hacia aquellos
con quienes ha contratado y frente a terceros de buena fe por los actos de sus
representantes celebrados dentro de los límites de las facultades que les haya
conferido, aunque tales actos requieran, según la ley, poderes especiales.
Sin embargo, la ley solo reconoce que las facultades para obligar y
representar a la Sociedad Anónima se dan solo “para el cumplimiento del objeto
social”, es decir, en la medida de que se trate de actos Intra Vires.
2.- Artículo 2077 del Código Civil: “El socio administrador debe ceñirse a los
términos de su mandato, y en lo que éste callare, se entenderá que no le es
permitido contraer a nombre de la sociedad otras obligaciones, ni hacer otras
adquisiciones o enajenaciones, que las comprendidas en el giro ordinario de ella”.
Es esta norma, quizás, la expresión legal más clara de la Teoría Clásica de los
actos Ultra Vires, como quiera que le impide al administrador de una sociedad
civil contraer a nombre de la sociedad otras obligaciones que no sean de aquellas
que estén comprendidas en el giro u objeto social de la compañía. Si obra fuera
del ámbito del objeto, solo él será responsable. Esta sanción está contemplada en
el Artículo 2079 del Código Civil, que dispone: “En todo lo que obre dentro de los
límites legales o con poder especial de sus consocios, obligará a la sociedad;
obrando de otra manera, él solo será responsable”.
3.- Artículo 387 del Código de Comercio: “En virtud del mandato legal, cada
uno de los socios puede hacer válidamente todos los actos y contratos
comprendidos en el giro ordinario de la sociedad o que sean necesarios o
conducentes a la consecución de los fines que ésta se hubiere propuesto”.
Nuevamente la ley chilena, y ahora en relación a las sociedades colectivas
comerciales, establece una relación directa entre administración y objeto social,
en el sentido de que los actos de administración de cualquiera de los socios, solo
serán actos validos en la medida que se encuentren comprendidos en el giro
ordinario de la sociedad. Pero agrega que podría tratarse de actos necesarios o
conducentes a la consecución de los fines sociales, y de esta manera pudiere
estar dentro de los actos Intra Vires a que se refiere la Teoría Intermedia con la
denominación de actos complementarios.
4.- Artículo 12 Ley Nº 19.857 sobre Empresa Individual de Responsabilidad
Limitada: “El titular responderá ilimitadamente con sus bienes, en los siguientes
casos: a) Por los actos y contratos efectuados fuera del objeto de la empresa,
para pagar las obligaciones que emanen de esos actos y contratos; …”.
La ley permite al empresario individual desdoblarse en una persona jurídica
unipersonal, con el solo fin de que pueda desarrollar un giro, negocio o giro
determinado. Si mal usando esta forma jurídica, el titular de la EIRL contrata con
terceros en un ámbito que se encuentre fuera del giro ordinario de su empresa
individual, los acreedores que tengan créditos en contra de dicha EIRL, podrán no
solo dirigirse en contra del patrimonio de la EIRL sino también en contra del
patrimonio personal del titular, como sanción por haber realizado actos Ultra
Vires.

La razón social se puede delegar


El artículo 372 del Código de Comercio dispone que:
"El uso de la razón social puede ser conferido a una persona extraña a la
sociedad.

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 37
Profesor Derecho Comercial

El delegatario deberá indicar en los documentos públicos o privados que firma


por poder, so pena de pagar los efectos de comercio que hubiere puesto en
circulación, toda vez que la omisión de la antefirma induzca en error acerca de su
cualidad a los terceros que los hubieren aceptado".
Si un socio usa la firma social sin estar autorizado, la sociedad no es
responsable del cumplimiento de las obligaciones salvo provecho para la
sociedad. Así está contemplado en el artículo del Código de Comercio: "Si un
socio no autorizado usare la firma social, la sociedad no será responsable del
cumplimiento de las obligaciones que aquél hubiere suscrito, salvo si la obligación
se hubiere convertido en provecho de la sociedad.
La responsabilidad, en este caso, se limitará a la cantidad concurrente con el
beneficio que hubiere reportado la sociedad
Los socios colectivos responden solidariamente de las obligaciones contraídas
bajo la razón social (artículo 370 del Código de Comercio:
"Los socios colectivos indicados en la escritura social son responsables
solidariamente de todas las obligaciones legalmente contraídas bajo la razón
social.)
En ningún caso podrán los socios derogar por pacto la solidaridad en las
sociedades colectivas".
Art. 374 Código de Comercio:
"La sociedad no es responsable de los documentos suscritos con la razón
social, cuando las obligaciones que los hubieren causado no le conciernan y el
tercero los aceptare con conocimiento de esta circunstancia".

EL CAPITAL SOCIAL
Articulo 352 N°4 del Código de Comercio.
Esta Materia está en el Título VII "DE LA SOCIEDAD" Párrafo 3 "Del fondo
social y de la división de las ganancias y pérdidas en la sociedad colectiva",
artículos 375 a 383.

Composición del fondo social


El capital o fondo social se compone de los aportes que cada uno de los
socios entrega o promete entregar a la sociedad. Es requisito esencial de toda
sociedad el que cada socio haga un aporte, y este aporte debe consistir en una
cosa comerciable.
El artículo 375 del Código de Comercio dispone que:
"El fondo social se compone de los aportes que cada uno de los socios
entrega o promete entregar a la sociedad".

Que se puede aportar


Art. 376 Código de Comercio "Pueden ser objeto de aporte el dinero, los
créditos, los muebles e inmuebles, las mercedes, los privilegios de invención, el
trabajo manual, la mera industria, y en general, toda cosa comerciable capaz de
prestar alguna utilidad"
El Art. 376 distingue entre socio capitalista y socio industrial, y respecto de la
distribución de las ganancias o pérdidas hay un tratamiento distinto. (Art. 382 y
383)

Falta de aporte
Art. 2101 Código Civil: "Si cualquiera de los socios falta por su hecho o culpa
a su promesa de poner en común las cosas o la industria a que se ha obligado en
el contrato, los otros tendrán derecho para dar la sociedad por disuelta"
Si se aporta usufructo: (El aporte puede ser en propiedad o en usufructo). Art.

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 38
Profesor Derecho Comercial

2084 Inc. 2° Código Civil "Si sólo se aporta el usufructo, la pérdida o deterioro de
la cosa, no imputable a culpa de la sociedad, pertenecerá al socio que hace el
aporte"

No son materia de aporte


Art. 377 Código de Comercio: “Los oficios públicos de corredor, agente de
cambio y cualquier otro que sea servido en virtud de nombramiento del Presidente
de la República, no pueden ser materia de un aporte"

Época y forma de enterar los aportes


Art. 378 Código de Comercio:
"Los socios deberán entregar sus aportes en la época y forma estipuladas en
el contrato.
A falta de estipulación, la entrega se hará en el domicilio social luego que la
escritura de sociedad esté firmada".

Retardo en la entrega del aporte


Art. 379 Código de Comercio:
“El retardo en la entrega del aporte, sea cual fuere la causa que lo produzca,
autoriza a los asociados para excluir de la sociedad al socio moroso o proceder
ejecutivamente contra su persona y bienes para compelerle al cumplimiento de su
obligación.
En uno y otro caso el socio moroso responderá de los daños y perjuicios que
la tardanza ocasionare a la sociedad".
Art. 2083 Código Civil:
"El socio que aun por culpa leve ha retardado la entrega de lo que le toca
poner en común, resarcirá a la sociedad todos los perjuicios que le haya
ocasionado el retardo.
Comprende esta disposición al socio que retarda el servicio industrial en que
consiste su aporte".

Inembargabilidad del aporte


Art. 380 Código de Comercio:
“Los acreedores personales de un socio no podrán embargar durante la
sociedad el aporte que éste hubiere introducido; pero les será permitido solicitar la
retención de la parte de interés que en ella tuviere para percibirla al tiempo de la
división social.
Tampoco podrán concurrir en la quiebra de la sociedad con los acreedores
sociales; pero tendrán derecho para perseguir la parte que corresponda a su
deuda en el residuo de la masa concursada".
Los socios no pueden exigir la restitución de sus aportes antes de concluir la
liquidación de la sociedad: Art. 381 Código de Comercio "Los socios no pueden
exigir la restitución de sus aportes antes de concluirse la liquidación de la
sociedad, a menos que consistan en el usufructo de los objetos introducidos al
fondo común"
El socio que aporta es responsable del saneamiento de evicción: Art. 2085
Código Civil "El que aporta un cuerpo cierto en propiedad o usufructo, es
obligado, en caso de evicción, al pleno saneamiento de todo perjuicio".

LAS NEGOCIACIONES SOBRE QUE DEBA VERSAR EL GIRO DE LA


SOCIEDAD
Articulo 352 N° 5 del Código de Comercio.

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 39
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Ya dijimos anteriormente que el giro u objeto está constituido por las


actividades lucrativas a que se va a dedicar la sociedad. El giro no está constituido
por actos y contratos, como generalmente es descrito en los estatutos sociales por
os abogados, sino por actividades de carácter lucrativo.
Estas actividades lucrativas podrán ser civiles, que es la regla general, o
mercantiles, que es la excepción. En el primer caso estaremos ante sociedades
civiles y en el segundo ante sociedades comerciales.
En nuestro caso, para estar frente a una sociedad colectiva comercial, el giro
de la compañía debe estar compuesto por actividades lucrativas de carácter
comercial.
El párrafo 2° del título XXVI de nuestro Código Civil hace una clasificación de
las distintas especies de sociedad, partiendo por la distinción entre la sociedad
civil y comercial, según el objeto que tenga dicha sociedad (Art. 2059). Por lo
tanto, toda sociedad cuyo objeto estipule la ejecución de algún acto que la ley
califique como “acto de comercio” será comercial y todas las demás serán civiles,
siendo este un criterio de fondo que debe determinarse caso a caso para cada tipo
social. Sin embargo, y como lo veremos más adelante en este mismo apunte, en
el caso de la sociedad anónima, la empresa individual de responsabilidad limitada
y la sociedad por acciones el legislador hace una excepción y usa un criterio
formal para clasificar a dichas sociedades, ya que por ley estas últimas son
siempre mercantiles sin importar su objeto.
La importancia de la clasificación de comercial o civil, en términos generales,
radica principalmente en la regulación que se les aplica a las sociedades (en caso
de ser civiles o comerciales), ya que unas quedarán sujetas a las reglas que se les
aplican exclusivamente a los comerciantes (Código de Comercio) y las otras se
someterán a las normas del Código Civil. Lo anterior se traduce, por ejemplo, en
que las sociedades civiles se pueden constituir, modificar y disolver de manera
consensual, no requieren de publicidad, no existe solidaridad entre los socios (a
diferencia de la sociedad colectiva comercial) y no tienen la obligación de llevar
contabilidad (dejando de lado las obligaciones tributarias de general aplicación).

Descripción del objeto


Como ya lo advertimos, el objeto debe describirse como la o las actividades
lucrativas a las que se va a dedicar la sociedad, y nunca describirlo enumerando
los actos y contratos posibles que pudiera ejecutar en el cumplimiento de su giro.
Así, es posible describir un giro de una sociedad que se va a dedicar al negocio de
compraventa de vehículos nuevos, señalando en los estatutos: “El objeto de la
sociedad será la importación, comercialización y distribución de vehículos
motorizados …”. El mismo giro u objeto nunca debería describirse así: “El objeto
de la sociedad será la importación, compra, venta, arrendamiento, y permuta de
vehículos motorizados, …”.
Requisitos del objeto
La mayoría de la doctrina nacional está de acuerdo en que son dos los
principales requisitos del objeto:
1. Que sea licito.
2. Que sea determinado.
Que sea licito significa que debe estar permitido por la ley, y a lo menos que no
se encuentre prohibido.
Que sea determinado significa que la descripción del objeto no debe dejar
dudas acerca de su contenido, el cual debe ser especifico y acotado a la o las
actividades a que se quieren dedicar los socios.
La determinación es importante porque determina las facultades de los socios
administradores y que tienen el uso de la razón social, ya que solo podrán ejecutar

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y celebrar actos y contratos que digan relación con el giro, es decir, que le
“conciernan” a la sociedad.
Los giros u objetos que no cumplen con el requisito de la determinación son
aquellos que, obviamente, son indeterminados o, siendo determinados en
principio, contienen una indeterminación que los vuelve indeterminados.

Importancia de distinguir entre un tipo de objeto de otro


En general, el giro tiene importancia para:
a) Determinar la naturaleza civil o mercantil de la sociedad (art. 2059 C.C.) y
con ello la ley aplicable a la sociedad.
b) Para establecer la prohibición de los socios de explotar por cuenta propia el
ramo de industria en que opere la sociedad sin el consentimiento de los demás
socios (art. 404 N° 4 Código de Comercio).
c) Puede ocasionar la nulidad de la sociedad en caso que el giro verse sobre
un objeto ilícito.
d) Determina el estatuto aplicable en materia de ciertos aspectos concursales.
Y,
e) Delimita las facultades de el o los administradores de la sociedad (art. 387
Código de Comercio)

REPARTO DE LAS GANANCIAS Y DE LAS PÉRDIDAS


Articulo 352 N° 6 del Código de Comercio.
El Artículo 352 N°6 del Código de Comercio establece que en el contrato social
se pacta la forma como los socios van en los beneficios y las pérdidas (No es
mención esencial): "La escritura social deberá expresar: “6. La parte de beneficios
o pérdidas que se asigne a cada socio capitalista o industrial"
Como ya lo vimos con anterioridad en este mismo apunte, se trata de una
mención no esencial, de manera que, si nada se dice, los artículos 382 y 383
regulan la situación.
El artículo 382 del Código de Comercio al respecto expresa: "Los socios
capitalistas dividirán entre sí las ganancias y las pérdidas en la forma que se
hubiere estipulado. A falta de estipulación, las dividirán a prorrata de sus
respectivos aportes".
Sobre el mismo particular, el artículo 2068 del Código Civil dispone: "A falta
de estipulación expresa, se entenderá que la división de los beneficios debe ser a
prorrata de los valores que cada socio ha puesto en el fondo social, y la división de
las pérdidas a prorrata de la división de los beneficios".
Y el artículo 383 del Código de Comercio señala que: "En cuanto a las
ganancias y pérdidas correspondientes al socio industrial, se estará a lo que se
hubiere estipulado en el contrato; y no habiendo estipulación, el socio industrial
llevará en las ganancias una cuota igual a la que corresponda al aporte más
módico, sin soportar parte alguna en las pérdidas".
A su turno, el artículo 2069 del Código Civil, norma supletoria del Código de
Comercio, señala: "Si uno de los socios contribuyere solamente con su industria,
servicio o trabajo, y no hubiere estipulación que determine su cuota en los
beneficios sociales, se fijará esta cuota en caso necesario por el juez; y si ninguna
estipulación determinare la cuota que le quepa en las pérdidas, se entenderá que
no le cabe otra que la de dicha industria, trabajo o servicio".
En las sociedades colectivas, no es en principio problemático realizar
retiros por montos más allá de las utilidades líquidas del ejercicio, pues los
terceros acreedores de todas formas pueden dirigirse contra el patrimonio de los
socios, quienes son responsables por las deudas sociales. Esta responsabilidad
es solidaria en las sociedades colectivas mercantiles (artículo 370 Código de

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Comercio) o simplemente conjunta en las colectivas civiles salvo pacto en


contrario (artículo 2095 Código Civil).
Es por esto que, a propósito de las sociedades colectivas, no existe una
regla que impida expresamente realizar retiros a partir de fondos que no
provengan de utilidades del ejercicio o retenidas. El principio es que los
terceros contratan con la sociedad, a partir de la solvencia de ésta y/o de sus
socios. De hecho, ese es el sentido de que el nombre de la sociedad colectiva
corresponda al nombre de dos o más de los socios.
Desde luego, este estado de cosas produce un problema cuando se le
agrega limitación de responsabilidad a la sociedad colectiva, que fue la forma
ideada por Claro Solar para construir la regulación de la sociedad de
responsabilidad limitada.
En cambio, y como lo veremos durante el transcurso de esta asignatura, en
la sociedad anónima, un tipo social diseñado a partir de la idea de limitación de
responsabilidad de sus socios, los retiros se encuentran limitados a las utilidades
líquidas del ejercicio, precisamente con la finalidad de proteger a terceros (artículo
78 Ley N°18.046). La ley permite el reparto de dividendos provisorios, pero bajo
responsabilidad personal de los directores que lo acuerden (artículo 79 Ley
N°18.046). Asimismo, establece restricciones a la disminución o reducción de
capital como a la adquisición de acciones propias (artículos 28 y 29 Ley
N°18.046) por motivos análogos. En este sentido, también es importante regular
los préstamos que los socios realizan a una sociedad de responsabilidad limitada,
pues sustancialmente son formas de capitalización que alteran el diseño de la
sociedad con personalidad jurídica y responsabilidad limitada donde el socio es
acreedor residual. Por esto, probablemente la mejor opción sea subordinar estos
créditos respecto a los de los acreedores sociales.

ADMINISTRACIÓN DE LA SOCIEDAD COLECTIVA


Articulo 352 N° 3 del Código de Comercio.
Quizás una de las materias donde con mayor fuerza y claridad se expresa el
principio de la autonomía de la voluntad y la libertad contractual, es en materia de
regulación de la administración en la Sociedad Colectiva Comercial. Esto quiere
decir que los socios son soberanos para establecer el régimen de administración
que estimen conveniente según la naturaleza del negocio, el número y
características de los socios, etc.
En consecuencia, la primera norma que deben observar los socios en
materia de administración, es la que ellos mismo convinieron en el estatuto de la
sociedad o pacto social.
Y si no han pactado nada hay que estarse a las reglas del Código de
Comercio.
Entonces:
Regla General: Art. 384 Código de Comercio: “El régimen de la sociedad
colectiva se ajustará a los pactos que contenga la escritura social, y en lo que no
se hubiere previsto en ellos, a las reglas que a continuación se expresan".
Si los socios han regulado en los estatutos la administración social, la
organización de administración va a depender de la capacidad de imaginación y
creación jurídica y administrativa de los socios.
En este sentido pueden determinar que la administración quede radicada en
uno o más socios. Pueden determinar la forma en que varios socios pueden
actuar. Pueden crear un sistema colegiado de administración, muy similar a un
directorio de una sociedad anónima; etc.

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Regla Supletoria: Art. 385 Código de Comercio: “La administración


corresponde de derecho a todos y cada uno de los socios, y éstos pueden
desempeñarla por sí mismos o por sus delegados, sean socios o extraños".

Administración por socios o extraños


El nombramiento puede ser en el pacto social o en acto posterior.
1. Nombramiento de administrador en el contrato social: Se producen varios
efectos.
a) El administrador no puede renunciar a su cargo, salvo que medie alguna
causa contenida en el contrato social y que tiene que ser aceptada por la
unanimidad de los socios.
b) No puede ser removido, sino por las causas previstas o causas graves.
(Ej.: Cualquier situación que lo haga indigno de la confianza que se le ha otorgado
para que administre la sociedad)
c) La remoción del administrador sin causal pone fin a la sociedad. Art. 2071
Código Civil. "La administración de la sociedad colectiva puede confiarse a uno o
más de los socios, sea por el contrato de sociedad, sea por acto posterior
unánimemente acordado.
En el primer caso las facultades administrativas del socio o socios forman
parte de las condiciones esenciales de la sociedad, a menos de expresarse otra
cosa en el mismo contrato".
2. Nombramiento de administrador en acto posterior: No se aplica lo anterior
es perfectamente posible renunciar o remoción del administrador, se requiere de la
mayoría de los consocios, y se rige por el mandato ordinario. Art. 2074 Código
Civil "La administración conferida por acto posterior al contrato de sociedad,
puede renunciarse por el socio administrador y revocarse por la mayoría de los
consocios, según las reglas del mandato ordinario"

La administración no es transmisible:
La facultad de administrar es intransmisible a los herederos,
independientemente si se ha estipulado que la sociedad va a subsistir con los
socios sobrevivientes y herederos del presunto gestor.
Art. 401 Código de Comercio "La facultad de administrar es intransmisible a
los herederos del gestor, aun cuando se haya estipulado que la sociedad haya de
continuar entre los socios sobrevivientes y los herederos del difunto"

¿Qué pasa con los socios una vez delegada la facultad de administrar?
Una vez delegada la facultad de administrar el resto de los socios que no la
tiene queda inhibida de toda injerencia en la administración social.
Art. 392 Código Civil "Delegada la facultad de administrar en uno o más de
los socios, los demás quedan por este solo hecho inhibidos de toda injerencia en
la administración social"

Facultades que tiene el administrador


El delegado tiene las facultades que emanan del título y los excesos en que
incurra importan una responsabilidad para con la sociedad.
Art. 394 Código de Comercio "El delegado tendrá únicamente las facultades
que designe su título; y cualquier exceso que cometa en el ejercicio de ellas, lo
hará responsable a la sociedad de todos los daños y perjuicios que le
sobrevengan"
Si no se le designa en el título el ámbito de atribuciones que él tiene, de
acuerdo al Art. 402 del Código de Comercio, se le considera un simple
mandatario.

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Art. 402 Código de Comercio "Si al hacer el nombramiento de administrador


los socios no hubieren determinado la extensión de los poderes que le confieren,
el delegado será considerado como simple mandatario, y no tendrá otras
facultades que las necesarias para los actos y contratos enunciados en el artículo
387"

Uso de la firma social


Art. 393 Código de Comercio: "La facultad de administrar trae consigo el
derecho de usar de la firma social".

Venta de inmuebles sociales por el administrador


Para efectos de vender inmuebles sociales, dentro del giro, no hay necesidad
de facultades especiales.
Art. 397 Código de Comercio: “No necesitan poder especial los
administradores para vender los inmuebles sociales, siempre que tal acto se halle
comprendido en el número de las operaciones que constituyen el giro ordinario de
la sociedad, ni para tomar en mutuo las cantidades estrictamente necesarias para
poner en movimiento los negocios de su cargo, hacer las reparaciones
indispensables en los inmuebles sociales, alzar las hipotecas que los graven o
satisfacer otras necesidades urgentes". Aquí se habla de inmuebles sociales.

Representación legal de la sociedad (En juicio)


Art. 398 Código de Comercio “Los administradores tienen la representación
legal de la sociedad en juicio, sea que ella obre como demandante o como
demandada".

El administrador representa judicial y extrajudicialmente a la sociedad


Art. 395 Código de Comercio "Los administradores delegados representan a
la sociedad judicial y extrajudicialmente; pero si no estuvieren investidos de un
poder especial, no podrán vender ni hipotecar los bienes inmuebles por su
naturaleza o su destino, ni alterar su forma, ni transigir ni comprometer los
negocios sociales de cualquiera naturaleza que fueren"

¿Qué pasa si son varios los administradores y quieren obrar de


consuno?
Art. 399 Código de Comercio "Habiendo dos administradores que según su
título hayan de obrar de consuno, la oposición de uno de ellos impedirá la
consumación de los actos o contratos proyectados por el otro.
Si los administradores conjuntos fueren tres o más, deberán obrar de
acuerdo con el voto de la mayoría y abstenerse de llevar a cabo los actos o
contratos que no lo hubieren obtenido.
Si no obstante la oposición o el defecto de mayoría se ejecutare el acto o
contrato, éste surtirá todos sus efectos respecto de terceros de buena fe; y el
administrador que lo hubiere celebrado responderá a la sociedad de los perjuicios
que a ésta se siguieren".

Derecho de oposición
En el caso que se esté frente a un administrador nombrado por una cláusula
especial del contrato social, éste puede ejecutar a pesar de la oposición de los
consocios (que están excluidos de la administración) todos los actos y contratos
comprendidos en el giro ordinario de la sociedad, con tal que los verifique sin
fraude, siempre y cuando se encuentren dentro del giro ordinario de la empresa.

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Art. 388 Código de Comercio "Cada uno de los socios tiene derecho de
oponerse a la consumación de los actos y contratos proyectados por otro, a no ser
que se refieran a la mera conservación de las cosas comunes"
Art. 400 Código de Comercio “El administrador nombrado por una cláusula
especial de la escritura social puede ejecutar, a pesar de la oposición de sus
consocios excluidos de la administración, todos los actos y contratos a que se
extienda su mandato, con tal que lo verifique sin fraude"

Efectos del derecho de oposición


Art. 389 Código de Comercio: “La oposición suspende provisoriamente la
ejecución del acto o contrato proyectado hasta que la mayoría numérica de los
socios califique su conveniencia o inconveniencia
Art. 390 Código de Comercio "El acuerdo de la mayoría sólo obliga a la
minoría cuando recae sobre actos de simple administración o sobre disposiciones
comprendidas en el círculo de las operaciones designadas en el contrato social.
Resultando en las deliberaciones de la sociedad dos o más pareceres que no
tengan la mayoría absoluta, los socios deberán abstenerse de llevar a efecto el
acto o contrato proyectado".
Art. 391 Código de Comercio: “Si a pesar de la oposición se verificare el acto
o contrato con terceros de buena fe, los socios quedarán obligados solidariamente
a cumplirlo, sin perjuicio de su derecho a ser indemnizados por el socio que lo
hubiere ejecutado".

Sanción si la ejecución de estos actos irroga perjuicios a la sociedad


1. Se le puede nombrar un coadministrador; o
2. Solicitar la disolución de la sociedad.

Obligaciones del administrador


Tienen la obligación de llevar libros (los mismos que los comerciantes) y
tienen la obligación de exhibirlos.

Conveniencia de introducir un sistema de administración mayoritario en


la sociedad de personas y su efecto en la debida protección de los intereses
de socios minoritarios.
Como ya se ha explicado precedentemente, en general, la regla de quórum
en las decisiones de la sociedad colectiva civil es la contenida en el artículo 2054
del Código Civil.
En las deliberaciones de los socios que tengan derecho a votar, decidirá
la mayoría de votos, computada según el contrato, y si en éste nada se
hubiere estatuido sobre ello, decidirá la mayoría numérica de los socios.
Exceptúense los casos en que la ley o el contrato exigen unanimidad, o
conceden a cualquiera de los socios el derecho de oponerse a los otros.
La unanimidad es necesaria para toda modificación substancial del contrato,
salvo en cuanto el mismo contrato estatuya otra cosa.
Esta regla pugna con el hecho de que, en la práctica, al contenerse el
estatuto de la sociedad en una escritura pública, sea necesario contar con la
concurrencia de todos los socios para que una decisión social que suponga
modificación de estatutos pueda llevarse a cabo, a pesar de que no sea una
“modificación substancial del contrato”.
Por otro lado, el modelo de protección de minoritarios en una sociedad
colectiva comercial, que por extensión corresponde a la sociedad de
responsabilidad limitada, es el siguiente:
En cuanto a la administración: si existe un administrador designado en
estatutos, los demás socios no pueden oponerse a sus actos, y sólo se contempla

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como tutela nombrar un coadministrador o s o l i c i t a r l a d i s o l u c i ó n d e l a


s o c i e d a d , s i e m p r e q u e s e d e m u e s t r e judicialmente que la gestión produce
“perjuicios manifiestos” a la sociedad (artículo 400 Código de Comercio).
En cuanto a las decisiones sociales de gobierno: regla del artículo 2054 del
Código Civil, o bien, provocar la disolución por renuncia, salvo sociedad a plazo,
en cuyo caso debe demostrarse “grave motivo” (artículo 2108 Código Civil).
En silencio del pacto social, la administración corresponde de derecho a
todos los socios en los términos del Art. 385 y siguientes del Código de Comercio.
Como se puede apreciar, la regulación actual produce los siguientes
problemas en silencio del pacto social:
1.- Es difícil distinguir, en ocasiones, cuál es una decisión administrativa
propia del administrador y cuál es una decisión de gobierno que corresponde a los
socios.
2.- Respecto a estas segundas, es difícil saber cuándo se trata de una
modificación sustancial del contrato y cuando es una cuestión de gobierno que
sólo requiere de mayoría.
3.- Finalmente, respecto de estas últimas, si se trata de una decisión de
gobierno, pero que requiere modificación de estatuto, se requiere acuerdo
unánime de los socios por la cuestión formal reseñada, lo que otorga un poder de
bloqueo exagerado a minoritarios disidentes.
Cuestiones todas, que a la fecha de estos apuntes (2018), esperamos sean
abordadas y resueltas por el próximo Código de Comercio en estudio.

Naturaleza jurídica del vínculo que existe entre administradores y la


sociedad.
Respecto a la naturaleza jurídica que reviste el vínculo entre administradores
y la sociedad, se ha discutido si se trata de una relación orgánica, institucional o
una más propia de un mandato. La doctrina mayoritaria, fundada en disposiciones
expresas del Código Civil y del Código de Comercio, acepta la teoría del mandato
para explicar la relación entre sociedad, que ocuparía la posición jurídica del
mandante, y el administrador, a quien correspondería la de mandatario.
En tal sentido, para que la sociedad se entienda obligada por el acto de un
administrador, se requiere que en el contrato respectivo se exprese que se está
contratando por la sociedad o que las circunstancias del caso lo manifiesten de un
modo inequívoco. Si existe duda, se entiende que se ha contratado personalmente
(art. 2094 del Código Civil y 372 Código de Comercio).
Tales son las mismas reglas que se aplican al mandato civil y mercantil (2151
del Código Civil y 254 a 257 del Código de Comercio). Así, la sociedad no será
responsable de los documentos, incluso suscritos con la razón social de la
compañía, “cuando las obligaciones que los hubieren causado no le conciernan” y
el tercero los aceptare con conocimiento de esta circunstancia (Artículo 374 del
Código de Comercio).

Carga de la prueba respecto de las facultades del administrador para


obligar a la sociedad.
La determinación de las facultades del administrador para obligar a la
sociedad impone en el tercero que contrata con la sociedad desplegar un nivel de
diligencia que incluya conocer el giro de la sociedad con que contrata o, incluso
más, tener que saber si las obligaciones que hubieren causado los documentos
que suscribe con la sociedad, le conciernen a la compañía.

RESUMEN DE PROBLEMATICAS ACTUALES EN MATERIA DE


QUORUM, ADMINISTRACION Y USO DE LA RAZON SOCIAL EN LA

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SOCIEDAD COLECTIVA CIVIL Y EN LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD


LIMITADA
Como ya lo hemos estudiado a lo largo de estos apuntes, la regla de quórum
en las decisiones de la sociedad colectiva civil es la contenida en el artículo 2054
del Código Civil. En las deliberaciones de los socios que tengan derecho a votar,
decidirá la mayoría de votos, computada según el contrato, y si en éste nada se
hubiere estatuido sobre ello, decidirá la mayoría numérica de los socios.
Exceptúense los casos en que la ley o el contrato exigen unanimidad, o conceden
a cualquiera de los socios el derecho de oponerse a los otros.
La unanimidad es necesaria para toda modificación substancial del contrato,
salvo en cuanto el mismo contrato estatuya otra cosa. Esta regla pugna con el
hecho de que, en la práctica, al contenerse el estatuto de la sociedad en una
escritura pública, sea necesario contar con la concurrencia de todos los socios
para que una decisión social que suponga modificación de estatutos pueda
llevarse a cabo, a pesar de que no sea una “modificación substancial del contrato”.
Por otro lado, ya se habrán dado cuenta los alumnos que el modelo de
protección de minoritarios en una sociedad colectiva comercial, que por extensión
corresponde a la Sociedad de Responsabilidad Limitada, es el siguiente:
1. En cuanto a la administración: si existe un administrador designado en
estatutos, los demás socios no pueden oponerse a sus actos, y sólo se contempla
como tutela nombrar un coadministrador o solicitar la disolución de la sociedad,
siempre que se demuestre judicialmente que la gestión produce “perjuicios
manifiestos” a la sociedad (artículo 400 C. Com.)
2. En cuanto a las decisiones sociales de gobierno: regla del artículo 2054
del Código Civil, o bien, provocar la disolución por renuncia, salvo sociedad a
plazo, en cuyo caso debe demostrarse “grave motivo” (artículo 2108 C.C.). En
silencio del pacto social, la administración corresponde de derecho a todos los
socios en los términos del Art. 385 y siguientes del Código de Comercio.
Entonces, como se puede apreciar, la regulación actual del Código de
Comercio chileno y de las leyes especiales que reglan las sociedades de
personas, produce los siguientes problemas en silencio del pacto social:
a) Es difícil distinguir, en ocasiones, cuál es una decisión administrativa
propia del administrador y cuál es una decisión de gobierno que corresponde a los
socios.
b) Respecto a estas segundas, es difícil saber cuándo se trata de una
modificación sustancial del contrato y cuando es una cuestión de gobierno que
sólo requiere de mayoría.
c) Finalmente, respecto de estas últimas, si se trata de una decisión de
gobierno, pero que requiere modificación de estatuto, se requiere acuerdo
unánime de los socios por la cuestión formal reseñada, lo que otorga un poder de
bloqueo exagerado a minoritarios disidentes.

SOLUCION DE CONFLICTOS EN LA SOCIEDAD COLECTIVA


COMERCIAL
Articulo 352 N° 10 del Código de Comercio.
El articulo 352 N° 2 del código de comercio señala que la escritura debe
indicar si las diferencias que les ocurran durante la sociedad deberán ser o no
sometidas a la resolución de arbitradores, y en el primer caso, la forma en que
deba hacerse el nombramiento.
El art. 227 N° 4 del Código Orgánico de Tribunales (COT) dispone que: “Las
diferencias que ocurrieren entre los socios de una sociedad anónima, o de una
sociedad colectiva o en comandita comercial, o entre los asociados de una
participación, en el caso del artículo 415 del Código de Comercio”.

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Enseguida, el art. 415 del COT dispone que: “Si en la escritura social se
hubiera omitido hacer la designación que indica el número 10 del artículo 352, se
entenderá que las cuestiones que se susciten entre los socios, ya sea durante la
sociedad o al tiempo de la disolución, serán sometidas a compromiso”
Luego, el art. 441 del mismo Código expresa que: Las diferencias que
ocurran entre los accionistas, los accionistas y la sociedad o sus administradores o
liquidadores, y la sociedad y sus administradores o liquidadores, deberán ser
resueltas por medio de arbitraje. El estatuto deberá indicar:
1. El tipo de arbitraje y el número de integrantes del tribunal arbitral (…);
2. El nombre o la modalidad de designación de los árbitros y sus
reemplazantes. En silencio del estatuto, los árbitros serán designados por el
tribunal de justicia del domicilio social”.
Esto nos lleva a sostener que en Chile existe la obligatoriedad del arbitraje,
esto es, el arbitraje es forzoso porque es impuesto imperativamente por la ley
como único procedimiento para resolver litigios societarios. Se excluye la
competencia de los tribunales ordinarios otorgándoselo a los árbitros para conocer
de determinados asuntos.
Ahora, no queda claro si el arbitraje es forzoso siempre o solo lo es si las
partes nada han señalado a este respecto. La jurisprudencia mayoritaria es
enfática al señalar que el arbitraje societario establecido en el Art. 227 Nº 4 del
COT es obligatorio y si las partes estipulan otra cosa aquello adolecería de nulidad
absoluta, por contravenir una norma de orden público.
Por otro lado, parece ser que tanto en materia de conflictos societarios como
contractuales privados, la opción generalizada es arbitraje ante arbitro arbitrador o
mixto.
El Art. 223 Código Orgánico de Tribunales al respecto sostiene:
“El árbitro puede ser nombrado, o con la calidad de árbitro de derecho, o con
la de árbitro arbitrador o amigable componedor.
El árbitro de derecho fallará con arreglo a la ley y se someterá, tanto en la
tramitación como en el pronunciamiento de la sentencia definitiva, a las reglas
establecidas para los jueces ordinarios, según la naturaleza de la acción
Deducida.”
El arbitrador fallará obedeciendo a lo que su prudencia y la equidad le
dictaren, y no estará obligado a guardar en sus procedimientos y en su fallo otras
reglas que las que las partes hayan expresado en el acto constitutivo del
compromiso, y si éstas nada hubieren expresado, a las que se establecen para
este caso en el Código de Procedimiento Civil.
Sin embargo, en los casos en que la ley lo permita, podrán concederse al
árbitro de derecho facultades de arbitrador, en cuanto al procedimiento, y limitarse
al pronunciamiento de la sentencia definitiva la aplicación estricta de la ley.
Más tarde, el Art. 235 del Código Orgánico de Tribunales ha dispuesto: “Si
las partes no expresaren con qué calidad es nombrado el árbitro, se entiende que
lo es con la de árbitro de derecho.”
Ahora, ¿qué es un árbitro arbitrador? Recordaremos el art. 223 del COT que
define arbitro arbitrador: El que falla obedeciendo a lo que su prudencia y la
equidad le dictaren.
Una reciente jurisprudencia de la Corte Suprema, del año 2013, ha señalado
que el Arbitro arbitrador tiene las máximas facultades que se pueden entregar a un
juez y sus únicas restricciones son:
1. Respetar las formas de la sentencia del 640 Código de Procedimiento Civil
2. Respetar la prueba rendida
3. Entregar en su fallo razones de prudencia y equidad para fundarlo

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PROHIBICIONES QUE TIENEN LOS SOCIOS EN UNA SOCIEDAD


COLECTIVA
Estas prohibiciones sólo son aplicables a las sociedades de personas, no se
aplican a las sociedades de capital, en atención a que la consideración de la
persona en la sociedad de capital no importa, lo que importa es el capital.
Art. 404 Código de Comercio: “Se prohíbe a los socios en particular:
1. Extraer del fondo común mayor cantidad que la asignada para sus gastos
particulares. La mera extracción autoriza a los consocios del que la hubiere
verificado para obligar a éste al reintegro o para extraer una cantidad proporcional
al interés que cada uno de ellos tenga en la masa social.
2. Aplicar los fondos comunes a sus negocios particulares y usar en éstos de
la firma social. El socio que hubiere violado esta prohibición llevará a la masa
común las ganancias, y cargará él solo con las pérdidas del negocio en que
invierta los fondos distraídos, sin perjuicio de restituirlos a la sociedad e
indemnizar los daños que ésta hubiere sufrido. Podrá también ser excluido de la
sociedad por sus consocios.
3. Ceder a cualquier título su interés en la sociedad y hacerse sustituir en el
desempeño de las funciones que le correspondan en la administración. La cesión
o sustitución sin previa autorización de todos los socios es nula.
4. Explotar por cuenta propia el ramo de industria en que opere la sociedad,
y hacer sin consentimiento de todos los consocios operaciones particulares de
cualquiera especie cuando la sociedad no tuviere un género determinado de
comercio. Los socios que contravengan a estas prohibiciones serán obligados a
llevar al acervo común las ganancias y a soportar individualmente las pérdidas que
les resultaren". Este número 4 hay que relacionarlo con el Art. 331, a propósito de
los factores y dependientes, y con el Art. 448 a propósito de las sociedades en
Comanditas.
Art. 331 Código de Comercio: “Se prohíbe a los factores y dependientes
traficar por su cuenta y tomar interés en nombre suyo o ajeno en negociaciones
del mismo género que las que hagan por cuenta de sus comitentes, a menos que
fueren expresamente autorizados para ello.
Por el hecho de contravenir a esta prohibición, se aplicarán al comitente los
beneficios que produzcan las negociaciones del factor o dependiente, quedando
las pérdidas de cargo exclusivo de ellos"
Art. 488 Código de Comercio "El comanditario que forma un establecimiento
de la misma naturaleza que el establecimiento social, o toma parte como socio
colectivo o comanditario en uno formado por otra persona, pierde el derecho de
examinar los libros sociales, salvo que los intereses de tal establecimiento no se
encuentren en oposición con los de la sociedad"

Normas relacionadas con prohibiciones a los socios


Art. 405 Código de Comercio: “Los socios no podrán negar la autorización
que solicite alguno de ellos para realizar una operación mercantil, sin acreditar que
las operaciones proyectadas les preparan un perjuicio cierto y manifiesto". Se
aplica generalmente respecto de los socios capitalistas.
Art. 406 Código de Comercio: “El socio industrial no podrá emprender
negociación alguna que le distraiga de sus atenciones sociales so pena de perder
las ganancias que hubiere adquirido hasta el momento de la violación".

DISOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD COLECTIVA


Tenemos que reconocer que, en relación a las causales de disolución, la
actual normativa se muestra insuficiente para abordar las necesidades actuales de
las sociedades modernas.

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En efecto, Nuestro Código Civil, atendido los criterios y tradición vigentes a la


época de su dictación, establece la disolución total de la sociedad cuando se
produce un hecho que afecta a la normal permanencia de un socio, apoyada
en la rígida concepción intuito personae de la sociedad colectiva.
La política legislativa actual y la doctrina se orientan, en cambio, a superar la
inestabilidad derivada del riesgo que implica que ciertos hechos que afectan en lo
particular a un socio determinen obligatoriamente, o al menos como regla general
imperativa, la consecuente disolución total de la sociedad.
Para impedir la disolución, los contratos sociales suelen incluir cláusulas de
subsistencia de la compañía, y exclusión del socio afectado. Ello se fundamenta
principalmente en la conveniencia jurídica de la mantención de la vigencia de la
sociedad por sobre su disolución, y más bien en la conservación de la empresa
organizada como sociedad.
En el Código Civil y en el Código de Comercio se observa que, en variadas y
aisladas disposiciones, se regula en forma particular e incompleta la existencia de
ciertas causales sobre exclusión del socio, separación voluntaria de éste y
disolución total, sin que ellas se integren en un sistema general.
La ley no ha contemplado causales expresamente aplicables a los socios que
tienen la condición de ser personas jurídicas.
Al respecto, estimamos que debe respetarse la libertad de los socios
para estipular el régimen de disolución en el contrato social de la forma que
estimen más conveniente para sus legítimos y lícitos intereses, y que la ley salvo
en materias de orden público económico, sea simplemente supletoria de la
voluntad de las partes.
Art. 407 Código de Comercio “La sociedad colectiva se disuelve por los
modos que determina el Código Civil".

Para abordar las causales de disolución de una sociedad colectiva civil,


partiremos de la Clasificación causales de disolución ideada por el jurista francés
Georges Ripert.
Ripert clasificó las causales de disolución de una sociedad en los siguientes
grupos:
1) Las que importan falta de elemento esencial.
2) Las que dependen de la voluntad de los socios.
3) Causales personales que afectan a un socio.
4) Las que resultan de una declaración judicial.
Y nosotros vamos a agregar:
5) Otras causales.

Veremos una a una esta clasificación.

1. Las que importan falta de elemento esencial


1.1 Supresión del tipo social. En este caso, a través de una reforma
constitucional o legal, el tipo societario regulado en un ordenamiento jurídico
desaparece, es suprimido o excluido. Un ejemplo común de esto fue la supresión
de las sociedades comerciales, tanto de personas como de capital en los países
de la órbita socialista durante la guerra fría, y la supresión de todos los tipos
societarios después de la revolución cubana. En estos países, aparece con
posterioridad un régimen de sociedades, pero donde el Estado tenia siempre una
participación mayoritaria junto a inversionistas extranjeros (La hotelería española
en la península de Varadero). Los derechos sociales en manos de un solo socio.
La sociedad es esencialmente un contrato multilateral, entre dos o más personas,
por lo que no es posible una sociedad de una sola persona. Sin embargo, ya la

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dogmática comercialista, por necesidades prácticas y del mundo de los negocios,


ha aceptado sociedades con un solo socio (SpA).
1.2 La falta de afecctio societatis. Diversos fallos arbitrales y de la justicia
ordinaria han acogido la tesis de la mayoría de la doctrina comercialista, en orden
a aceptar que, durante la vida de una sociedad de personas, si la afecctio
societatis se agota o desaparece, la sociedad debe disolverse.
1.3 La pérdida del objeto. Aquí estamos frente a un objeto que existía o era
aceptado por el ordenamiento jurídico respectivo, pero luego de una modificación
legal ya no es permitido o se transforma en un objeto ilícito.

2. Las que dependen de la voluntad de los socios


2.1 Vencimiento del plazo. Artículo 352 del Código Civil: "La sociedad se
disuelve por la expiración del plazo o por el evento de la condición que se ha
prefijado para que tenga fin. Podrá, sin embargo, prorrogarse por unánime
consentimiento de los socios; y con las mismas formalidades que para la
constitución primitiva. Los codeudores de la sociedad no serán responsables de
los actos que inicie durante la prórroga, si no hubieren accedido a ésta".
2.2 Renuncia de un socio. Artículo 2108 del Código Civil: "La sociedad puede
expirar también por la renuncia de uno de los socios. Sin embargo, cuando la
sociedad se ha contratado por tiempo fijo, o para un negocio de duración limitada,
no tendrá efecto la renuncia, si por el contrato de sociedad no se hubiere dado la
facultad de hacerla, o si no hubiere grave motivo, como la inejecución de las
obligaciones de otro socio, la pérdida de un administrador inteligente que no
pueda reemplazarse entre los socios, enfermedad habitual del renunciante que le
inhabilite para las funciones sociales, mal estado de sus negocios por
circunstancias imprevistas, u otros de igual importancia". Art. 2109 Código Civil
"La renuncia de un socio no produce efecto alguno sino en virtud de su notificación
a todos los otros. La notificación al socio o socios que exclusivamente administran,
se entenderá hecha a todos. Aquellos de los socios a quienes no se hubiere
notificado la renuncia, podrá n aceptarla después, si vieren convenirles, o dar por
subsistente la sociedad en el tiempo intermedio".
2.3 Mutuo disenso. Artículo 2107 del Código Civil: "La sociedad podrá expirar
en cualquier tiempo por el consentimiento unánime de los socios".

3. Causales personales que afectan a un socio


3.1 Muerte de un socio (Salvo que se haya establecido otra cosa). Artículo
2103 del Código Civil: “Disuélvese asimismo la sociedad por la muerte de
cualquiera de los socios, menos cuando por disposición de la ley o por el acto
constitutivo haya de continuar entre los socios sobrevivientes con los herederos
del difunto o sin ellos. Pero aun fuera de este caso se entenderá continuar la
sociedad, mientras los socios administradores no reciban noticia de la muerte. Aun
después de recibida por éstos la noticia, las operaciones iniciadas por el difunto
que no supongan una aptitud peculiar en éste deberán llevarse a cabo". Artículo
2104 Código Civil: "La estipulación de continuar la sociedad con los herederos del
difunto se subentiende en las que se forman para el arrendamiento de un
inmueble, o para el laboreo de minas, y en las anónimas". Artículo 2105 del
Código Civil: "Los herederos del socio difunto que no hayan de entrar en sociedad
con los sobrevivientes, no podrán reclamar sino lo que tocare a su autor, según el
estado de los negocios sociales al tiempo de saberse la muerte; y no participarán
de los emolumentos o pérdidas posteriores sino en cuanto fueren consecuencia de
las operaciones que al tiempo de saberse la muerte estaban ya iniciadas. Si la
sociedad ha de continuar con los herederos del difunto, tendrán derecho para
entrar en ella todos, exceptuados solamente aquellos que por su edad o por otra
calidad hayan sido expresamente excluidos en la ley o el contrato. Fuera de este

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caso los que no tengan la administración de sus bienes concurrirán a los actos
sociales por medio de sus representantes legales o por medio de quien tenga la
administración de sus bienes".
3.2 Incapacidad sobreviniente de un socio. Artículo 2106 Código Civil: "Expira
asimismo la sociedad por la incapacidad sobreviniente o la insolvencia de uno de
los socios. Podrá, con todo, continuar la sociedad con el incapaz o el fallido, y en
tal caso el curador o los acreedores ejercerán sus derechos en las operaciones
sociales".
3.3 Insolvencia o quiebra de un socio. Art. 2106 del Código Civil ya citado, si
uno de los socios cae en insolvencia o es sometido a un procedimiento de
liquidación voluntario o forzoso, se disolverá la sociedad.
En relación a esta causal, debería aclararse por el Código qué se entiende
por insolvencia de la sociedad en el art. 2100 y por insolvencia del socio en el
art. 2106, vinculando esos conceptos con las normas de la Ley N°20.720 sobre
Insolvencia y Re emprendimiento. Normas de esta ley que tienen efecto en el
contrato social, por ej. el art. 289 sobre acción revocatoria de reforma a pactos
sociales que como en el caso del retiro o exclusión de un socio importaren una
disminución del patrimonio de la sociedad deudora.

4. Las que resultan de una declaración judicial


Resultan de una declaración judicial (justicia arbitral u ordinaria) porque no
operan automáticamente, y como su concurrencia dará lugar a una controversia,
requerirá ser alegada y demostrada en un tribunal, y resuelta en definitiva por un
juez.
4.1 Incumplimiento de la obligación de aportar de un socio. Artículo 2101
Código Civil y 379 Código de Comercio: "Si cualquiera de los socios falta por su
hecho o culpa a su promesa de poner en común las cosas o la industria a que se
ha obligado en el contrato, los otros tendrán derecho para dar la sociedad por
disuelta". Si el aporte social es el usufructo, y no se aporta se disuelve la sociedad.
4.2 Disolución por grave motivo. Art. 2108 Código Civil: “La sociedad puede
expirar también por la renuncia de uno de los socios. Sin embargo, cuando la
sociedad se ha contratado por tiempo fijo, o para un negocio de duración limitada,
no tendrá efecto la renuncia, si por el contrato de sociedad no se hubiere dado la
facultad de hacerla, o si no hubiere grave motivo, como la inejecución de las
obligaciones de otro socio, la pérdida de un administrador inteligente que no
pueda reemplazarse entre los socios, enfermedad habitual del renunciante que le
inhabilite para las funciones sociales, mal estado de sus negocios por
circunstancias imprevistas, u otros de igual importancia.”.
4.3. Disolución como sanción. De acuerdo al art. 26 letra b) del D.L. N° 211,
de 1973, el Tribunal de la Libre Competencia puede ordenar la disolución de la
sociedad que hubiere intervenido en operaciones contrarias a las disposiciones de
dicha ley.

5. Otras causales
5.1 Fin del negocio para el cual se contrajo. Artículo 2099 del Código Civil: "La
sociedad se disuelve por la finalización del negocio para que fue contraída. Pero si
se ha prefijado un día cierto para que termine la sociedad, y llegado ese día antes
de finalizarse el negocio no se prorroga, se disuelve la sociedad".
5.2 Insolvencia de la sociedad. Art. 2100 Código Civil: “La sociedad se
disuelve asimismo por su insolvencia, y por la extinción de la cosa o cosas que
forman su objeto total.”
5.3 Extinción de las cosas que forman el objeto social y la pérdida de cosas
aportadas en dominio. Artículo 2100 del Código Civil: "La sociedad se disuelve
asimismo por su insolvencia, y por la extinción de la cosa o cosas que forman su

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objeto total. Si la extinción es parcial, continuar la sociedad, salvo el derecho de


los socios para exigir su disolución, si con la parte que resta no pudiere continuar
útilmente; y sin perjuicio de lo prevenido en el siguiente artículo".
Artículo 2102 del Código Civil: "Si un socio ha aportado la propiedad de una
cosa, subsiste la sociedad aunque esta cosa perezca, a menos que sin ella no
pueda continuar útilmente. Si sólo se ha aportado el usufructo, la pérdida de la
cosa fructuaria disuelve la sociedad, a menos que el socio aportante la reponga a
satisfacción de los consocios, o que éstos determinen continuar la sociedad sin
ella".
5.4 Por el evento de cumplirse la condición que se ha prefijado para que
tenga fin. Artículo 2098 del Código Civil: “La sociedad se disuelve por la expiración
del plazo o por el evento de la condición que se ha prefijado para que tenga fin.”

LIQUIDACIÓN DE LA SOCIEDAD COLECTIVA COMERCIAL


Por liquidación debe entenderse el conjunto de operaciones complejas que
van a permitir, en primer lugar, concluir las operaciones ya iniciadas, en seguida
reunir los elementos del activo (realizarlo) para pagar a los acreedores de la
sociedad y reembolsar, en la medida de lo posible, los aportes, con lo cual se
obtendrá finalmente un activo neto, llamado también “superactivo” o “bono de
liquidación”, que será repartido entre los asociados.
Eventualmente, la liquidación consiste también en determinar la parte que
cada socio debe tomar a su cargo del pasivo social cuando este último no puede
ser cubierto por el activo de la sociedad.
Es materia de arbitraje forzoso en las sociedades colectivas civiles.
En las sociedades colectivas mercantiles, se realiza por medio de
mandatarios especiales denominados liquidadores.
En consecuencia, los objetivos del proceso de liquidación son los siguientes:
1º. Concluir los asuntos ya iniciados.
2º. Reunir y realizar los bienes que integran el activo de la sociedad.
3º. Pagar a los acreedores de la sociedad y entre ellos a los socios, a quienes
se les reembolsará, en principio, su aporte. Y,
4º. Distribuir el activo neto entre los asociados de acuerdo con su cuota de
interés en la sociedad.

Subsistencia de la personalidad jurídica durante la liquidación de


sociedades colectivas comerciales
Disuelta la sociedad, debería en estricta lógica desaparecer también la
personalidad moral mediante la cual ésta se expresa como un ente diverso a los
asociados. La jurisprudencia chilena ha señalado sobre este particular: “Esto que
está bien en la lógica formal, sería una incongruencia en el plano de los negocios,
porque si la sociedad no subsistiera como persona jurídica entre el momento de su
disolución y el momento del último acto de liquidación, sería una simple
comunidad.
Ahora bien, no siendo ya el haber social de un sujeto de derecho (la sociedad
en liquidación) sino una masa de bienes que pertenecen pro indiviso a varios, los
acreedores personales de los socios van a concurrir a pagarse sobre ellos
conjuntamente con los acreedores de la sociedad, en enorme perjuicio de éstos”.
En el derecho chileno no existe, como en el derecho francés de sociedades
comerciales, una disposición legal que señale que la personalidad jurídica de la
sociedad subsiste para los efectos de su liquidación hasta el término de ésta. Sin
embargo, este principio puede deducirse de algunos preceptos legales y es
admitido en forma general por la jurisprudencia y por los autores nacionales.

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Por ejemplo, la disposición del artículo 413 Nº 6º del Código de Comercio


establece que el liquidador estará obligado “a vender las mercaderías y los
muebles e inmuebles de la sociedad, aun cuando haya algún menor entre los
socios...”. Esta frase empleada por el legislador nos está indicando que la
personalidad jurídica subsiste durante la liquidación, pues, en caso contrario,
habría que estimar que se forma una comunidad de bienes entre los socios, y el
liquidador estaría obligado a cumplir con las formalidades habilitantes cuando
hubiere entre los asociados un menor. Aquí se supone que los bienes siguen
perteneciendo a la sociedad y no a los socios, y, en consecuencia, subsiste la
personalidad moral de la sociedad.
Por otra parte, el artículo 22 Nº 4º del Código de Comercio indica que deben
inscribirse en el Registro de Comercio las escrituras en que los socios nombren
gerente de la sociedad en liquidación. Esto significa que la sociedad, aun cuando
se encuentre en proceso de liquidación, subsiste como tal y conserva por ende su
personalidad jurídica (art. 410 del Código de Comercio).

Consecuencias de que la sociedad en liquidación conserve su


personalidad jurídica
1) El patrimonio sigue siendo social y, en consecuencia, los socios no tienen
derecho sobre él. Por otra parte, los acreedores sociales pueden hacer valer sus
créditos, con preferencia a los acreedores personales de los socios, sobre los
bienes de la sociedad. Los acreedores personales de los socios sólo pueden
embargar la parte que como activo neto o superactivo o bono de liquidación le
corresponda a su deudor, al término de la liquidación.
2) El liquidador puede vender libremente, sin formalidades habilitantes, los
inmuebles sociales, aun cuando haya entre los socios personas incapaces, pues
tales bienes pertenecen a la sociedad y no a los socios.
3) La sociedad puede ser objeto de liquidación forzosa, pues subsiste como
sujeto de derecho, como persona moral.
4) Subsistiendo la sociedad, el liquidador es representante de ella y no de los
socios, y
5) La persona moral sociedad sigue teniendo un domicilio o sede social
propia.

Quién puede ser nombrado liquidador


Artículo 408 Código de Comercio: "Disuelta la sociedad, se procederá a la
liquidación por la persona que al efecto haya sido nombrada en la escritura social
o en la de disolución".
Artículo 409 Código de Comercio: "Si en la escritura social o en la de
disolución se hubiere acordado nombrar liquidador sin determinar la forma del
nombramiento, se hará éste por unanimidad de los socios, y en caso de
desacuerdo, por el juzgado de comercio. El nombramiento puede recaer en uno de
los socios o en un extraño.
Sólo en el caso de hallarse todos conformes, podrán encargarse los socios de
hacer la liquidación colectivamente".
La importancia del nombramiento radica fundamentalmente en la inamovilidad
del liquidador. Si es nombrado en el pacto social, no puede renunciar a su cargo,
salvo causas previstas en el contrato, ni removido sino por causas previstas en el
contrato. Básicamente porque el Art. 417 Código de Comercio se remite al Art.
2072 del Código Civil.
Artículo 417 Código de Comercio “Los liquidadores nombrados en el contrato
social podrán renunciar a ser removidos por las causas y en la forma que señala el
artículo 2072 del Código Civil.

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El que fuere nombrado en otra forma podrá renunciar a ser removido según
las reglas generales del mandato".
Artículo 2072 Código Civil: “El socio a quien se ha confiado la administración
por el acto constitutivo de la sociedad, no puede renunciar su cargo, sino por
causa prevista en el acto constitutivo, o unánimemente aceptada por los
consocios.
Ni podrá ser removido de su cargo sino en los casos previstos o por causa
grave; y se tendrá por tal la que le haga indigno de confianza o incapaz de
administrar útilmente. Cualquiera de los socios podrá exigir la remoción,
justificando la causa.
Faltando alguna de las causas antedichas, la renuncia o remoción pone fin a
la sociedad".

Facultades del Liquidador


Hay que estarse al título por el que se le nombra.
Artículo 410 Código de Comercio: "El liquidador es un verdadero mandatario
de la sociedad y, como tal, deberá conformarse escrupulosamente con las reglas
que le trazare su título y responderá a los socios de los perjuicios que les resulten
de sus operaciones dolosas o culpables".
Artículo 411 Código de Comercio: “No estando determinadas las facultades
del liquidador, no podrá ejecutar otros actos y contratos que los que tiendan
directamente al cumplimiento de su encargo.
En consecuencia, el liquidador no podrá constituir hipoteca, prendas o
anticresis, ni tomar dinero a préstamo, ni comprar mercaderías para revender, ni
endosar efectos de comercio, ni celebrar transacciones sobre los derechos
sociales, ni sujetarlos a compromiso".
Si el liquidador es un socio, debe hacer mención de que obra en el
desempeño de su cargo de liquidador, por la sociedad en liquidación.
Si el liquidador es un extraño, debe hacer mención de que obra por poder de
la sociedad en liquidación.

Obligaciones del liquidador


El Código de Comercio consigna las facultades precisas a que el liquidador
está obligado, independientemente de que en el título se puedan imponer otras.
El Artículo 413 del Código de Comercio dispone que aparte de los deberes
que su título imponga al liquidador, tendrá legalmente ñas siguientes obligaciones:
1.- A formar inventario, al tomar posesión de su cargo, de todas las
existencias y deudas de cualquiera naturaleza que sean, de los libros,
correspondencia y papeles de la sociedad.
2.- A continuar y concluir las operaciones pendientes al tiempo de la
disolución.
3.- A exigir la cuenta de su administración a los gerentes o cualquiera otro que
haya manejado intereses de la sociedad.
4.- A liquidar y cancelar las cuentas de la sociedad con terceros y con cada
uno de los socios.
5.- A cobrar los créditos activos, percibir su importe y otorgar los
correspondientes finiquitos.
6.- A vender las mercaderías y los muebles e inmuebles de la sociedad, aun
cuando haya algún menor entre los socios, con tal que no sean destinados por
éstos a ser divididos en especie.
7.- A presentar estados de la liquidación cuando los socios lo exijan.
8.- A rendir al fin de la liquidación una cuenta general de su administración.
Por último, agrega dicha norma que, si el liquidador fuere el mismo gerente de
la sociedad extinguida, deberá presentar en esa época la cuenta de su gestión.

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Qué pasa si los socios llevan el proceso de liquidación


El Código de Comercio señala que deben someterse a lo dispuesto en los
artículos 387 y siguientes hasta el 391 inclusive.
Artículo 418 Código de Comercio “Haciendo por sí mismos la liquidación, los
socios se ajustarán a las reglas precedentes, y en sus deliberaciones observarán
lo dispuesto en los artículos 387 y siguientes hasta el 391 inclusive".

Diferencias de la liquidación de una sociedad comercial y una civil


El artículo 2115 del Código Civil señala que: “Disuelta la sociedad se
procederá a la división de los objetos que componen su haber. Las reglas relativas
a la partición de los bienes hereditarios y a las obligaciones entre los coherederos,
se aplican a la división del caudal social y a las obligaciones entre los miembros
de la sociedad disuelta, salvo en cuanto se opongan a las disposiciones de este
título.”
Esto significa que tenemos al frente a lo menos dos grandes diferencias entre
ambas formas de liquidación.
La primera es que al disolverse una sociedad civil se forma una comunidad de
bienes entre los socios, porque la personalidad jurídica de la sociedad no subsiste
después de su disolución para los efectos de su liquidación.
La segunda, es consecuencia de la primera diferencia descrita. Como al
disolverse una sociedad civil se forma una comunidad y no subsiste su
personalidad jurídica, su liquidación se hace conforme a las normas de la partición
de bienes del Código Civil, esto es, de conformidad a las normas de los artículos
1317 y siguientes del Código Civil. En cambio, la liquidación de la comercial se
hará conforme a las normas que hemos visto precedentemente en el presente
apunte.

PRESCRIPCIÓN DE LAS ACCIONES PROCEDENTES DE LA SOCIEDAD


COLECTIVA
El Código de Comercio, en relación a los créditos, obligaciones o deudas que
puedan surgir a propósito del contrato de sociedad, fija plazos de prescripción
especiales según la cuestión de que se trate:
1. De acciones dirigidas contra los socios no liquidadores, sus herederos o
causahabientes. Esta prescripción no se suspende, salvo que esté en quiebra o
que ellos lleven la liquidación.
Art. 419 Código de Comercio "Todas las acciones contra los socios no
liquidadores, sus herederos o causahabientes prescriben en cuatro años contados
desde el día en que se disuelva la sociedad, siempre que la escritura social haya
fijado su duración o la escritura de disolución haya sido inscrita conforme al
artículo 354.
Si el crédito fuere condicional, la prescripción correrá desde el advenimiento
de la condición"
Art. 421 Código de Comercio "Pasados los cuatro años, los socios no
liquidadores no serán obligados a declarar judicialmente acerca de la subsistencia
de las deudas sociales"
2. De acciones dirigidas contra los menores y personas jurídicas
Art. 420 Código de Comercio “La prescripción corre contra los menores y
personas jurídicas que gocen de los derechos de tales, aunque los créditos sean
ilíquidos, y no se interrumpe sino por las gestiones judiciales que dentro de los
cuatro años hagan los acreedores contra los socios no liquidadores"
Art. 2115 Código Civil “Disuelta la sociedad se procederá a la división de los
objetos que componen su haber.

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Las reglas relativas a la partición de los bienes hereditarios y a las


obligaciones entre los coherederos, se aplican a la división del caudal social y a
las obligaciones entre los miembros de la sociedad disuelta, salvo en cuanto se
opongan a las disposiciones de este título"
Excepción:
Art. 822 Código de Comercio “Las acciones que procedan de las obligaciones
de que trata el presente Libro y que no tengan señalado un plazo especial de
prescripción, durarán cuatro años.
Las prescripciones establecidas en este Código corren contra toda clase de
personas".
3. En cuanto a los socios liquidadores
Art. 423 Código de Comercio “Las acciones de los acreedores contra el socio
o socios liquidadores, considerados en esta última cualidad, y las que tienen los
socios entre sí prescriben por el transcurso de los plazos que señala el Código
Civil".
Artículo 422 excepción a la prescripción: Art. 422 Código de Comercio “La
prescripción no tiene lugar cuando los socios verifican por sí mismos la liquidación
o la sociedad se encuentra en quiebra".

MODELO DE SOCIEDAD COLECTIVA CIVIL


A continuación, un modelo clásico de minuta de sociedad colectiva comercial,
que se usaba en el Derecho Notarial Chileno:
“Comparecen: FULANO y MENGANO, y exponen: que vienen en celebrar un
contrato de sociedad colectiva comercial que consta de las cláusulas que siguen:
PRIMERO: Los comparecientes constituyen una sociedad colectiva comercial,
cuya razón social será “FULANO Y COMPAÑÍA” y que se regirá por las
estipulaciones de este contrato, por los preceptos legales contenidos en el Código
de Comercio y por las demás disposiciones legales pertinentes. SEGUNDO: El
objeto de esta sociedad colectiva es dedicarse al ramo de .............., y toda clase
de actividades similares y conexas y muy especialmente a la explotación del
establecimiento comercial denominado “...............................” que se encuentra
ubicado en calle ......... ........... Nº ........ de la ciudad ................. y, sucursales que
en adelante puedan acordar los socios. TERCERO: El domicilio será la ciudad
de…............................, sin perjuicio de las sucursales que puedan instalarse en
otras localidades. CUARTO: El plazo de duración de esta sociedad será de cinco
años, contados desde la fecha de la presente escritura, y se entenderá prorrogado
en las mismas condiciones, por iguales períodos sucesivos de cinco años, si
ninguno de los socios expresare su voluntad de ponerle término por medio de una
escritura pública con seis meses de anticipación, a lo menos, al vencimiento del
plazo estipulado prorrogado. De ella se tomará nota al margen de la inscripción de
la sociedad en el Registro de Comercio respectivo. QUINTO: El uso de la razón
social y la administración general corresponderá a ambos socios, pudiendo actuar
conjunta o separada e indistintamente, con las más amplias facultades para
obligar y representar a la sociedad en toda clase de actos, declaraciones y
contratos, y ante cualquiera persona, autoridad, institución, fundación o
corporación y ante toda persona natural o jurídica. Cada uno de los socios podrá
contratar en los bancos comerciales, Banco Estado de Chile y demás instituciones
de crédito, cuentas corrientes de depósito o de crédito y girar y sobregirar en ellas,
endosar, avalar, cancelar y protestar cheques, letras de cambio, pagarés y demás
documentos mercantiles y bancarios; solicitar avances contra aceptación; retirar
depósitos a plazo vista, condicionales y de ahorro, constituir prenda sobre
acciones, debentures, bonos, certificados de warrants y otros valores, ya sean
nominativos, a la orden o al portador; entregar acciones, bonos, debentures y

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otros valores, y firmar los traspasos y escrituras respectivas; firmar recibos de


dinero y cobrar y percibir cuanto se adeudare a la sociedad; endosar y retirar
cualquier documento que diga relación con la sociedad; retirar giros postales y
telegráficos, piezas certificadas, encomiendas y cuanto valor, especie o artículo
venga destinado a nombre de la sociedad; celebrar contratos de mutuo, de
seguros y de arrendamiento, retirar documentos de embarque, pólizas de Aduana,
certificados consulares, manifiestos y otros documentos que digan relación con la
sociedad. En el orden judicial podrán representar a la sociedad ante cualquier
tribunal con las amplias facultades que se requieran, pudiendo delegar el
mandato; tendrán al efecto todas las facultades que se conceden en el artículo 7º,
ambos incisos, del Código de Procedimiento Civil, que se dan por reproducidas
expresamente una a una. SEXTO: Queda prohibido a los socios que, obrando en
representación de la sociedad, se constituyan en codeudores solidarios o realicen
cualquier otro acto semejante que no tenga estricta relación con los negocios
sociales. SEPTIMO: El capital social es la suma de $ .................. que los socios
aportan en dinero efectivo, por iguales partes. OCTAVO: Las utilidades o pérdidas
se distribuirán por iguales partes entre los socios. NOVENO: Cada socio podrá
retirar con la anuencia del otro hasta el total de lo que le corresponda en
utilidades. DECIMO: Los balances de la sociedad serán anuales, realizándose los
días 31 de diciembre sin perjuicio de que los socios puedan acordar realizarlos en
otras fechas, quedando facultados para solicitar la correspondiente autorización a
la Dirección de Impuestos Internos. DECIMO PRIMERO: Si falleciere uno de los
socios, la sociedad continuará con sus herederos, los que deberán hacerse
representar por una sola persona, que no tendrá la representación ni el uso de la
razón social, pero podrá fiscalizar la marcha de los negocios con las facultades y
atribuciones que confiere el Código de Comercio. DECIMO SEGUNDO: Toda
cuestión que se suscite entre los socios o sucesores acerca de la aplicación,
interpretación o subsistencia del presente contrato, sea durante su vigencia, al
tiempo de la disolución de la sociedad, durante la liquidación o durante el período
de comunidad, será resuelta por un árbitro arbitrador, quien no se sujetará a
procedimiento alguno, quedando ejecutoriada la resolución que dicte por el solo
hecho de notificarse a las partes, quienes no podrán intentar recurso alguno en su
contra, renunciando desde ya a todos ellos. Las partes nombrarán al árbitro
arbitrador de común acuerdo y si no se llegase a ningún acuerdo se nombrará por
la justicia, en subsidio, un árbitro de derecho, cuyas resoluciones serán
susceptibles de todos los recursos legales. DECIMO TERCERO: La liquidación de
la sociedad se hará por los socios de común acuerdo, y si éste no se produjere las
partes convienen en que designarán de común acuerdo un liquidador, y si ello no
se produce, se nombrará un liquidador por la justicia en subsidio. DECIMO
CUARTO: El socio que deseare enajenar sus derechos en la sociedad, deberá
venderlos al otro socio, siempre que éste iguale o mejore las ofertas más
convenientes de terceros.

SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA


CONSTITUCION
ESTATUTOS

LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA


La mayor extensión con que se abordan los diversos elementos de esta
sociedad se debe a la gran proporción de sociedades de este tipo que se hacen
en Chile, debido a que la sociedad de responsabilidad limitada, junto con la
sociedad anónima en forma creciente, y más recientemente las SpA, acaparan la

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casi totalidad de las preferencias de los constituyentes al momento de elegir un


tipo social.

DEFINICIÓN
La sociedad de responsabilidad limitada es aquella en que todos los socios
administran por sí o por mandatarios elegidos de común acuerdo y en que la
responsabilidad de los socios está limitada al monto de sus aportes o a la suma
que a más de éstos se determina en los estatutos sociales.
De acuerdo con Olavarría Ávila, surge como fruto de la necesidad de permitir
a los interesados de limitar los riesgos al monto de sus aportes al ingresar a la
sociedad y al mismo tiempo de eliminar solemnidades complicadas y costosas que
su propia estructura impone a las sociedades de capitales, permitiendo a los
socios ejercitar la posibilidad de participar personalmente en su administración.
Estas sociedades, que son nuevas en la historia del derecho comercial, se
apartan del principio generalmente observado de que quien tiene el poder de
administrar responde en forma ilimitada de las deudas sociales (todos los socios
en las colectivas; los socios gestores en las en comandita), y quien tiene ilimitada
la responsabilidad al monto del aporte está desprovisto del poder de gestión
(socios comanditarios, los accionistas en las sociedades anónimas).
Don Ricardo Sandoval López sostiene que en el fondo lo que se ha
pretendido con la creación de las sociedades de responsabilidad limitada, cuyo
origen se encuentra en el derecho alemán, es conciliar las ventajas de las
sociedades de personas con la utilidad de las sociedades de capital, consistente
en poder limitar la responsabilidad al monto del aporte.

CARACTERÍSTICAS DE LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD


LIMITADA
1) Existencia de un capital determinado como garantía para los acreedores.
2) Reducida cantidad de asociados (50 máximos).
3) El capital está representado por partes o cuotas sociales que no son
negociables y cuya transferencia se somete a restricciones.
4) El capital social no se forma mediante suscripciones públicas, tampoco el
aumento del mismo.
5) En ciertos casos, existencia de una responsabilidad común y solidaria (art.
3º inc. 3º de la Ley Nº 3.918).
6) Solemnidades de constitución y funcionamiento más simples que las
sociedades anónimas.

ORIGEN
La Sociedad de Responsabilidad Limitada se encuentra regida por la Ley
3.918 de 14 de marzo de 1923, y en lo no previsto por esa ley y la escritura
social, por las reglas establecidas para las sociedades colectivas y, en subsidio,
por las que sean aplicables del Código Civil.
La sociedad de responsabilidad limitada se constituye por escritura pública,
cuyo extracto debe inscribirse y publicarse en forma y tiempo. El abogado debe
examinar las escrituras de constitución y de modificaciones para apreciar si estas
cumplen con los requisitos que la ley establece para ser válidamente consideradas
escrituras públicas (artículo 405 del Código Orgánico de Tribunales), sin perjuicio
de los prescritos para este tipo de sociedad. En el evento que el Conservador de
Bienes Raíces no contemple la anotación al margen de la inscripción social
original de las modificaciones (provincias) debe solicitarse certificado del
conservador que acredite si la sociedad las ha tenido.
Su característica es que su responsabilidad está limitada al monto de sus
aportes o a la suma que se indique en la escritura social de constitución, siempre

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que éste sea superior al aporte del respectivo socio. Y además el número reducido
de socios.

Pueden ser de giro civil o comercial


Artículo 1 Ley sobre sociedades de responsabilidad limitada "Se autoriza el
establecimiento de sociedades civiles y comerciales con responsabilidad limitada
de los socios, distintas de las sociedades anónimas o en comanditas".
En lo no previsto en el pacto social se rigen por las reglas establecidas para
las sociedades colectivas y les serán también aplicables las disposiciones del
artículo 2104 del Código Civil y de los artículos 455 y 456 del Código de Comercio.

CONSTITUCION
Artículo 2° Ley sobre sociedades de responsabilidad limitada "Las
sociedades con responsabilidad limitada, sean civiles o comerciales, se
constituirán por escritura pública que contendrá, además de las enunciaciones que
expresa el artículo 352 del Código de Comercio, la declaración de que la
responsabilidad personal de los socios queda limitada a sus aportes o a la suma
que a más de éstos se indique. Estas sociedades no podrán tener por objeto
negocios bancarios, y el número de sus socios no podrá exceder de cincuenta".

Publicidad de la constitución de la sociedad y plazo


Artículo 3° Ley sobre sociedades de responsabilidad limitada "Un extracto de
la escritura social será registrado en la forma y plazo que determine el artículo 354
del Código de Comercio. Se publicará también, dentro del mismo plazo, dicho
extracto, por una sola vez en el Diario Oficial. La omisión de cualquiera de estos
requisitos, produce nulidad entre los socios y hace responsable solidariamente a
los socios fundadores de todas las obligaciones contraídas en interés de la
sociedad"

Menciones de la Escritura de Constitución


Las menciones de la Sociedad de Responsabilidad Limitada son las que se
indican en el artículo 352 del Código de Comercio, más las especiales que indica
la Ley 3.918. Para efectos del presente apunte, solo comentaremos aquellas
menciones que deban ser modificadas y adecuadas a la naturaleza de esta
sociedad.

Nombre
Artículo 4, inciso 1, Ley 3.918:” La razón o firma social podrá contener el
nombre de uno o más de los socios, o una referencia al objeto de la sociedad. En
todo caso deberá terminar con la palabra “limitada”, sin lo cual todos los socios
serán solidariamente responsables de las obligaciones sociales.”
La sociedad debe tener nombre y sólo un nombre (art. 4, inc. 1 ley 3.918,
arts. 352 N°2, 365 a 372 Código de Comercio); es legalmente inaceptable que la
sociedad tenga dos o más nombres; no es raro encontrar fórmulas como “El
nombre de la sociedad será Servicios Computacionales González Limitada
pudiendo usar Servicomp González Limitada “. Las sociedades deben tener un
solo nombre, que es un atributo único, indivisible y particular tanto de la persona
natural como jurídica, que cumple con el objetivo de permitir su individualización y
así actuar como titular de derechos y obligaciones. Es habitual el uso, consagrado
por la costumbre mercantil, de los nombres de fantasía, para fines de propaganda
y similares, aceptándolos las instituciones financieras cuando se establecen
expresamente en tal carácter en la escritura respectiva.
Si bien la Ley 3.918 señala que el nombre debe terminar con la palabra
Limitada, se acepta el uso de la abreviatura Ltda., sobre cuyo significado no

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existen dudas, ya que se cumple con la intención del legislador de dar a conocer a
los terceros la clase de responsabilidad que asumen los socios en este tipo social.
Tampoco es motivo de reparo la inclusión en el nombre de palabras en idioma
extranjero cuando su uso y significado es de general conocimiento (ver art. 404
Código Orgánico de Tribunales), como podrían ser “Fast Air Cargo Limitada”,
“Fittnes and Health Limitada”, etc.
Hay que tener presente la exigencia legal de que el nombre debe contener,
ineludiblemente, o el nombre de uno o más de los socios o una referencia al objeto
social.
Las expresiones “comercial o “industrial” no obstante su amplitud, sirven para
identificar el tipo de actividad que desarrolla la sociedad, salvo que el objeto sea
muy específico.
Es pertinente mencionar que son admisibles las denominaciones sociales
que incluyen sólo el apellido de un socio o que hacen referencia únicamente a
alguno de los objetos o fines de la entidad. Si se retira un socio cuyo nombre
forma parte de la razón social, debe exigirse que esta sea modificada para que se
cumpla la disposición legal respectiva; aunque es discutible que la sanción para el
incumplimiento sea la nulidad de la sociedad.
Cabe destacar que el cambio del nombre de una sociedad no afecta la
vigencia y eficacia de las garantías otorgadas por la sociedad bajo su nombre
anterior. No obstante, sólo para el orden y claridad de los títulos puede
recomendarse que se tome nota de la escritura modificatoria respectiva al margen
de la inscripción de la garantía en el respectivo registro.
Los vicios que afectan al nombre social son saneables de conformidad a lo
dispuesto por el artículo 1 de la ley 19.499 de 1997.

Objeto
Deben mencionarse en la escritura pública “Las negociaciones sobre las que
debe versar el giro de la sociedad”, según expresa el artículo 352 Nº 5 del Código
de Comercio. Constituye una mención esencial de la escritura y del extracto, cuya
omisión se sanciona con la nulidad.
Debe tenerse presente que algunos giros no pueden ser desarrollados por
sociedades de responsabilidad limitada, como el financiero, de seguros, la
administración de fondos de pensiones o de fondos mutuos.
En otros casos, teniendo en cuenta la particular naturaleza de las actividades
a que se dedicará la sociedad, la ley exige que la sociedad tenga un objeto
exclusivo o único, como las dedicadas a la administración de mutuos hipotecarios
y las sociedades clasificadoras de riesgo.
La regla general es que no existe inconveniente en que el objeto de una
sociedad sea múltiple, o muy heterogéneo, como sucede con frecuencia. Y
especialmente en el caso de las Sociedad de Responsabilidad Limitada, pueden
tener un giro civil o comercial.

Socios
Art. 352 N° 1. La escritura debe contener “Nombre, apellidos y domicilio de
los socios.”
Como se ha dicho, en el otorgamiento de la escritura también debe darse
cumplimiento a las exigencias contenidas en el Código Orgánico de Tribunales; sin
embargo, en opinión de algunos tratadistas la omisión de algunos requisitos
respecto de la individualización de los comparecientes no acarrearía la nulidad o la
inexistencia de la escritura pública (Puelma Accorsi, Álvaro; Sociedades, pág. 244.
Baeza Pinto, Sergio; Sociedades Mercantiles de Personas).
Capacidad para ser socio: Nos remitimos en este punto a lo tratado antes
respecto de la capacidad de las personas naturales para ser socio.

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Socios personas jurídicas: Deben estudiarse los antecedentes legales de la


sociedad socia para comprobar su legalidad y que quien la representó en la
constitución o modificación tenía poder suficiente.
¿Pueden las corporaciones, personas jurídicas sin fines de lucro, concurrir a
la constitución de una sociedad de responsabilidad limitada? Estimamos que sí, si
ello colabora con el cumplimiento del objeto de la corporación (ver tesis de la
Escuela).
El Artículo 2 de la ley 3.918 contiene una norma especial sobre el número de
los socios: estos no pueden exceder de cincuenta.

Domicilio
Art. 352 Nº 11: “El domicilio de la sociedad”
No se acepta que, por ejemplo, si la sociedad tiene domicilio estatutario en la
ciudad de Santiago sólo se inscriba en el Registro de Comercio del Conservador
de Bienes Raíces de San Miguel. Tampoco sería aceptable indicar como domicilio
la Región Metropolitana, lo que exigiría la inscripción del extracto en todos los
Conservadores ubicados en la Región. Si la sociedad tiene varios domicilios debe
comprobarse que se inscriban los extractos en todos los Conservadores
correspondientes, tanto respecto de la constitución como de las modificaciones de
los estatutos. Si la modificación tiene por objeto el cambio de domicilio, el extracto
debe inscribirse tanto en el Registro de Comercio del que se modifica como en el
que corresponda al nuevo y será en este último donde se seguirán efectuando las
anotaciones marginales correspondientes a modificaciones o a otras causas.

Número de socios de la sociedad de responsabilidad limitada


Artículo 2° Inc. Final Ley sobre sociedades de responsabilidad limitada "el
número de sus socios no podrá exceder de cincuenta".

Razón Social
Artículo 4° Ley sobre sociedades de responsabilidad limitada "La razón o
firma social podrá contener el nombre de uno o más de los socios, o una
referencia al objeto de la sociedad. En todo caso deberá terminar con la palabra
"limitada", sin lo cual todos los socios serán solidariamente responsables de las
obligaciones sociales…"

Capacidad para celebrar actos y contratos


Artículo 4 inc. Final Ley sobre sociedades de responsabilidad limitada "la
mujer casada y separada parcialmente de bienes, siempre que la separación sea
convencional, y la que ejerza un empleo, oficio, profesión o industria con arreglo al
artículo 150 del Código Civil, no requerirán la autorización especial de que trata el
artículo 349 del Código de Comercio para celebrar una sociedad comercial de
responsabilidad limitada, con relación al patrimonio que separadamente
administren".

Conveniencia de establecer en una futura reforma, la mercantilidad


formal o per se para la sociedad de responsabilidad limitada
Explicación
Como lo dijimos al principio del semestre, el párrafo 2 del título XXVI de
nuestro Código Civil hace una clasificación de las distintas especies de sociedad,
partiendo por la distinción entre la sociedad civil y comercial, según el objeto que
tenga dicha sociedad (Art. 2059). Por lo tanto, toda sociedad cuyo objeto estipule
la ejecución de algún acto que la ley califique como “acto de comercio” será
comercial y todas las demás serán civiles, siendo este un criterio de fondo que
debe determinarse caso a caso para cada tipo social. Sin embargo, en el caso de

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la sociedad anónima, la empresa individual de responsabilidad limitada y la


sociedad por acciones el legislador hace una excepción y usa un criterio formal
para clasificar a dichas sociedades, ya que por ley estas últimas son siempre
mercantiles sin importar su objeto.
La importancia de la clasificación de comercial o civil, en términos generales,
radica principalmente en la regulación que se les aplica a las sociedades (en caso
de ser civiles o comerciales), ya que unas quedarán sujetas a las reglas que se les
aplican exclusivamente a los comerciantes (Código de Comercio) y las otras se
someterán a las normas del Código Civil. Lo anterior se traduce, por ejemplo, en
que las sociedades civiles se pueden constituir, modificar y disolver de manera
consensual, no requieren de publicidad, no existe solidaridad entre los socios (a
diferencia de la sociedad colectiva comercial) y no tienen la obligación de llevar
contabilidad (dejando de lado las obligaciones tributarias de general aplicación).
No obstante, esa distinción, ésta no tiene ninguna relevancia en cuanto a los
tribunales que deben conocer de las disputas en que es parte una sociedad (no
es relevante si es comercial o civil) y el procedimiento aplicable considerando que
actualmente existe unidad de jurisdicción y no existe diferencia entre un juicio civil
y otro mercantil. Lo mismo se puede decir respecto de la aplicación de la
regulación sobre insolvencia, que con la reciente Ley 20.720 (que sustituyó la ley
de quiebras) instaló un régimen de reorganización y liquidación de empresas y
personas sin hacer diferencia si el fallido ejerce o no una actividad comercial.
Esa falta de relevancia de la distinción entre sociedad civil o sociedad
comercial en la sociedad de responsabilidad limitada (“SRL”) es aún más evidente
por las siguientes razones (siendo lo natural que sean siempre consideradas
mercantiles):
1. Las sociedades de responsabilidad limitada fueron creadas con el objeto
de limitar la responsabilidad de los socios hasta el monto de sus respectivos
aportes e incentivar que las sociedades de persona sirvieran como vehículo para
el desarrollo de negocios, sin que sus socios se arriesgaran a comprometer su
patrimonio propio, al igual que en las sociedades d e c a p i t a l , las q u e
c o m o y a m e n c i o n a m o s a c t u a l m e n t e s o n consideradas mercantiles
por su tipo social y no por su objeto.
2. Las sociedades de responsabilidad limitada siempre se constituirán por
escritura pública debiendo contener las menciones que estipula el artículo 352
del Código de Comercio, lo que significa que debe cumplir con los mismos
requisitos que las sociedades comerciales. Además, deben cumplir para su
constitución y modificación con las mismas formalidades que aquellas sociedades
que por su tipo social la ley califica como comerciales (escritura pública y extracto
inscrito en el Registro de Comercio y publicado en el Diario Oficial).
3. La calificación de mercantil de la sociedad de responsabilidad limitada,
sin importar su objeto, evita la incerteza o poca seguridad del régimen aplicable a
ella: le será aplicable siempre la regulación mercantil, en caso de duda respecto
de aquellas materias que tratan tanto el Código Civil como el Código de Comercio.
4. La tendencia e n l a s l e g i s l a c i o n e s m o d e r n a s e s c o n s i d e r a r
m e r c a n t i l e s l a s sociedades que adoptan ciertas formas jurídicas, con
independencia de que su objeto sea o no mercantil (como ocurre en la legislación
italiana, francesa y española).
En este mismo sentido el profesor Raúl Varela Morgan el año 2005 ya
indicaba que “no parece razonable mantener el art. 1 de la Ley N°3.918 en virtud
del cual hay sociedades de responsabilidad limitada civiles y comerciales. Todas
las sociedades de responsabilidad limitada deberían ser comerciales, al igual que
las anónimas. Así es en otros países. La tendencia a la unificación del Derecho
Privado lleva implícita la idea de dar un régimen unitario a la actividad económica
ya sea que se desarrolle en forma individual o a través de una sociedad”.

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MODELO BASICO DE CONSTITUCION DE UNA SOCIEDAD DE


RESPONSABILIDAD LIMITADA.
Comparecen: don XXXXXXXXXXX, casado y separado totalmente de
bienes, chileno, agricultor, domiciliado en calle Catedral Nº 1.151 de Villarrica,
Cédula Nacional de Identidad y Rol Único Tributario Nº..........; doña
XXXXXXXXXXX, casada y separada totalmente de bienes, profesora, chilena,
domiciliada en calle Catedral Nº 1.151 de Villarrica, Cédula Nacional de
Identidad y Rol Único Tributario Nº ......; y don XXXXXXXXXXX, casado y
separado totalmente de bienes, chileno, agricultor, domiciliado en Vicente Reyes
Nº 605 de Villarrica; Cédula Nacional de Identidad y Rol Único Tributario Nº
...............; todos mayores de edad, a quienes conozco por haber acreditado sus
identidades con sus respectivas cédulas, y exponen: Que por el presente
instrumento y a contar de esta fecha forman una sociedad de responsabilidad
limitada que se regirá por los presentes estatutos y, en su silencio, por las
disposiciones de la Ley Nº 3.918 y sus modificaciones posteriores y por las
normas del Código Civil y de Comercio que fueren aplicables: TITULO PRIMERO:
Del Nombre, Domicilio, Duración y Objeto. PRIMERO: Se forma entre don
XXXXXXXXXXX, doña XXXXXXXXXXX, y don XXXXXXXXXXX, una sociedad de
responsabilidad limitada, con domicilio en la comuna de XXX, sin perjuicio de las
agencias o sucursales que se instalen en otros puntos del país o del extranjero,
cuya razón social se denominará "SOCIEDAD GASTRONOMICA APOI PITRA
LIMITADA” y que girará bajo ese nombre, sin perjuicio de que además podrá
operar con los nombres de fantasía "XXXXXXXXXXX Ltda.". SEGUNDO: La
sociedad tendrá por objeto toda clase de operaciones, negocios e inversiones en
el área comercial, gastronómica y turística, por lo que podrá explotar el giro,
negocio o rubro de cafeterías, confiterías, expendio de bebidas alcohólicas y sin
alcohol, restaurantes, bares, confiterías, pastelerías, panaderías, pizzerías,
helados, cigarrillos, suministros de comidas y servicios gastronómicos de toda
especie; y, toda otra actividad que diga directa relación con el giro social.
TERCERO: La duración de la sociedad será de XXXXX años contados desde esta
fecha, plazo que se entenderá tácita y automáticamente prorrogado por períodos
iguales y sucesivos de XXX años cada uno, a menos que cualquiera de los socios
manifieste su voluntad de que la prórroga no opere, mediante escritura pública
anotada al margen de la inscripción primitiva de la sociedad en el Registro de
Comercio de XXX, a lo menos con seis meses de anticipación a la fecha en que
vaya a expirar el plazo o la prórroga en vigencia, en su caso. TITULO SEGUNDO:
Del Capital Social y de la responsabilidad de los socios. CUARTO: El capital social
es la suma de $XXX que se entera y paga por los socios de la siguiente forma:
1).- El socio Don XXXXXXXXXXX, aporta a la sociedad el 33,333% del capital
social, esto es, la suma de $XXX.-, aporte que se hace efectivo de la siguiente
manera: a) Con la suma de $ XXX; que el socio paga y entera en este acto, al
contado y en dinero efectivo a la caja social; y b) Mediante la suma de $ XXX;
que el socio se obliga a enterar a la caja social dentro del plazo de XXX años
contados desde esta fecha, a medida que lo requieran las necesidades sociales.
Saldo que no devengará reajustes ni intereses. 2).- El socio doña
XXXXXXXXXXX, aporta a la sociedad el 33,333% del capital social, esto es, la
suma de $ XXX, aporte que se hace efectivo de la siguiente manera: a) Con la
suma de $ XXX; que el socio paga y entera en este acto, al contado y en dinero
efectivo a la caja social; y b) Mediante la suma de $ XXX; que el socio se obliga a
enterar a la caja social dentro del plazo de XXX años contados desde esta fecha,
a medida que lo requieran las necesidades sociales. Saldo que no devengará
reajustes ni intereses. 3).- El socio don XXXXXXXXXXX, aporta a la sociedad el
33,333% del capital social, esto es, la suma de $ XXX.-, aporte que se hace

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efectivo de la siguiente manera: a) Con la suma de $ XXX; que el socio paga y


entera en este acto, al contado y en dinero efectivo a la caja social; y b) Mediante
la suma de $ XXX; que el socio se obliga a enterar a la caja social dentro del plazo
de XXX años contados desde esta fecha, a medida que lo requieran las
necesidades sociales. Saldo que no devengará reajustes ni intereses. De esta
manera quedan enterados los aportes de los socios. QUINTO: Los socios limitan
su responsabilidad al monto de sus respectivos aportes. TITULO TERCERO: De la
Administración social. SEXTO: La administración, representación de la sociedad, y
el uso de la razón social, corresponderá exclusivamente al socio don
XXXXXXXXXXX, quien anteponiendo a su firma la razón social obligará y
representará a la sociedad en todos los actos relativos a su objeto o giro ordinario,
y con las siguientes facultades especiales: 1) abrir y cerrar cuentas corrientes
bancarias de depósito, de crédito, de ahorro y especiales, en moneda nacional o
extranjera; girar y sobregirar en dichas cuentas; Imponerse de su movimiento,
aprobar y objetar sus saldos, retirar talonarios de cheques o cheques sueltos; dar
órdenes de no pago; 2) contratar préstamos con instituciones de crédito y/o
fomento, derecho público o privado, asociaciones de ahorro y préstamo, y en
general, con cualquiera persona natural o jurídica, estatal o privada, sean
nacionales o extranjeras; 3) Contratar préstamos sean como créditos en cuenta
corriente, créditos simples, documentarios, líneas de crédito, avances contra
aceptación, sobregiros, créditos en cuentas especiales; factoraje y otros; 4) Dar y
tomar dinero y otros bienes en mutuo girar; 5) Arrendar cajas de Seguridad,
abrirlas y poner término a su arrendamiento; Colocar y retirar dinero y valores, en
depósito, custodia o garantía; Contratar acreditivos; 6) Ceder y aceptar cesiones
de crédito; 7) girar, suscribir, aceptar, reaceptar, revalidar, prorrogar, endosar en
dominio, avalar, cobro o garantía, depositar, protestar, descontar, cancelar, cobrar,
transferir, extender y disponer de cualquier forma de cheques, letras de cambio,
pagarés, libranzas, vales y demás documentos mercantiles o bancarios, sean
nominativos, a la orden o al portador, en moneda nacional o extranjera y ejecutar
todas las acciones que a la sociedad correspondan en relación con tales
documentos; 8) realizar operaciones de comercio exterior y cambios
internacionales; 9) Cobrar y percibir judicial y extrajudicialmente cuanto se adeude
a la sociedad o se le pueda adeudar en el futuro a cualquier título que sea y por
cualquier persona, natural o jurídica, incluso el Fisco, instituciones fiscales,
semifiscales, de administración autónoma, instituciones privadas, etc.; 10) otorgar
recibos, finiquitos y cancelaciones. Facultades para representar a la sociedad ante
Instituciones y Autoridades: 11) Representar a la sociedad ante el Servicio de
Impuestos Internos por cualquier gestión o declaración que sea necesaria,
especialmente para obtener el Rol Único Tributario de la mandante y efectuar la
Declaración de Iniciación de Actividades; 12) representarla ante el Servicio
Nacional de Aduanas; ante la Dirección Nacional del Trabajo y la Comisión Para El
Mercado Financiero de Valores y Seguros, de Bancos e Instituciones Financieras,
de AFP y de Isapres, Corporación Nacional del Medio Ambiente, Departamento de
Propiedad Intelectual y/o Departamento de Propiedad Industrial del Ministerio de
Economía para inscribir la propiedad intelectual; ante los Bancos comerciales o de
fomento, nacionales o extranjeros, estatales o particulares, incluido el Banco
Central de Chile, con las más amplias facultades que puedan necesitarse; darles
instrucciones y cometerles comisiones de confianza; 13) en general, representar a
la mandante ante cualquier institución o autoridad, pública o privada, centralizada
o descentralizada o de administración autónoma. Facultades Relativas a la
Contratación en General.- 14) Comprar, vender, permutar, adquirir y enajenar a
cualquier título, toda clase de bienes, muebles e inmuebles, corporales e
incorporales, valores mobiliarios, acciones, bonos; 15) Solicitar para la sociedad
concesiones administrativas de cualquier naturaleza u objeto, quedando

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expresamente autorizado el mandatario para participar y representar a la


mandante ante cualesquiera persona natural o jurídica, de derecho público o
privado, en todo tipo de concursos, licitaciones o propuestas, sean públicas o
privadas. 16) En general, el mandatario contará con las más amplias facultades
para representar a la sociedad durante todo el proceso de la licitación propuesta,
pudiendo adquirir bases y toda otra documentación relativa al concurso, presentar
propuestas y responder toda clase de consultas; 17) Celebrar contratos de
promesa y otorgar los contratos prometidos; exigir judicial o extrajudicialmente su
cumplimiento; 18) dar y tomar en arrendamiento, comodato, administración y
concesión, toda clase de bienes corporales o incorporales, raíces o muebles; 19)
Dar y recibir bienes en hipoteca, incluso con cláusula de garantía general;
posponer, alzar y limitar las hipotecas; 20) Dar y recibir en prenda bienes muebles,
valores mobiliarios, derechos, acciones y demás cosas corporales o incorporales,
sea en prenda civil, mercantil, agraria, industrial, warrants, de cosas muebles
vendidas a plazo y otras especiales, sustituirlas o cancelarlas; 21) Constituir a la
sociedad como fiadora y codeudora solidaria; Celebrar contratos de transporte, de
fletamento, de cambio, de correduría, de seguros, pudiendo acordar primas, fijar
riesgos, plazos y demás condiciones; celebrar contratos de transacción, ya sea
judicial o extrajudicial; celebrar contratos de leasing, franchising, factoring, seguro,
censo, de renta vitalicia, de avío, de iguala y de anticresis; 22) Recibir y dar en
donación toda clase de bienes, incluso bienes raíces; 23) Celebrar contratos de
trabajo, colectivos o individuales, contratar y despedir trabajadores, otorgar
finiquitos, pagar sueldos, salarios, gratificaciones, bonificaciones, conceder
anticipos; Celebrar contratos de sociedad de cualquier clase u objeto, sean civiles,
comerciales, colectivas, anónimas, en comandita, de responsabilidad limitada,
ingresar a sociedades ya constituidas, autocontratar, formar parte de
comunidades, asociaciones, representar a la mandante con voz y voto, pudiendo
modificarlas, ampliarlas, disolverlas anticipadamente y liquidarlas; Celebrar
cualquier otro contrato nominado o no. 24) En los contratos que la mandante
celebre, el apoderado queda facultado para convenir y modificar toda clase de
pactos y estipulaciones contenidos en ellos o que los complementen, estén o no
contempladas especialmente por las leyes, sean de su esencia, de su naturaleza o
meramente accidentales; 25) fijas precios, intereses, rentas, honorarios,
remuneraciones, reajustes, indemnizaciones, plazos, condiciones, deberes,
atribuciones, época y forma de pago y entrega, establecer reglamentos de
propiedad, fijar cabidas, deslindes y otros; percibir, entregar, pactar indivisibilidad,
activa o pasiva; convenir cláusulas penales a favor o en contra de la sociedad; 26)
aceptar toda clase de cauciones reales o personales y toda clase de garantías en
su beneficio, fijar multas a favor o en contra de ella; 27) convenir pactos arbitrales
o insertar cláusulas en tal sentido en todo tipo de contratos en que le cupiere
intervenir a la mandante; 28) pactar prohibiciones de gravar o enajenar; ejercitar y
renunciar sus acciones como las de nulidad, resolución, evicción u otras y aceptar
la renuncia de acciones y derechos; rescindir, resolver, resciliar, dejar sin efecto,
poner término y/o solicitar la terminación de los contratos; 29) exigir rendiciones de
cuentas, aprobarlas u objetarlas, y en general, ejercitar y renunciar todos los
derechos que competen a la sociedad; 30) Extinguir obligaciones ya sea por pago,
dación en pago, consignación, subrogación, cesión de bienes, novación, remisión,
compensación u otra forma; 31) constituir servidumbres activas y pasivas;
conceder quitas y esperas. Facultades para representar a la sociedad
Administrativa y Judicialmente. 32) Concurrir ante toda clase de autoridades,
políticas, administrativas, de orden tributario, aduaneras, municipales, judiciales o
cualquier persona de derecho público o privado, instituciones fiscales, semifiscales
de administración autónoma, organismos, servicios u otros, para efectuar toda
clase de presentaciones, declaraciones, modificarlas o desistirse de ellas; 33)

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Representar a la sociedad en todos los juicios o gestiones judiciales en que ésta


tenga interés o pueda llegar a tenerlo, ante cualquier tribunal ordinario, especial
arbitral, administrativo o de cualquier naturaleza, así le corresponda a la mandante
intervenir como demandante, demandada o tercero, pudiendo ejercer toda clase
de acciones, sean ordinarias, ejecutivas, especiales, de jurisdicción no
contenciosa o de cualquier otra naturaleza, solicitar medidas precautorias o
prejudiciales, incluso las contempladas en el artículo doce de la ley catorce mil
novecientos cuarenta y nueve, entablar gestiones preparatorias de la vía ejecutiva;
solicitar embargos, señalar bienes, alegar o interrumpir prescripciones, someter a
compromiso, nombrar, solicitar o concurrir a la fijación de sus facultades; 34)
nombrar, solicitar o concurrir al nombramiento de síndicos, liquidadores,
depositarios, peritos, tasadores, interventores, pudiendo fijarles sus facultades,
deberes, remuneraciones, plazos y demás condiciones, removerlos o solicitar su
remoción, solicitar declaraciones de quiebra, verificar créditos, ; proponer, aprobar,
rechazar o modificar convenios judiciales o extrajudiciales con los acreedores o los
deudores, conceder quitas o esperas, pactar garantías, intereses, descuentos o
condonaciones. 35) Representar a la mandante con todas las facultades ordinarias
y extraordinarias del mandato judicial, en los términos previstos en los artículos
séptimo y octavo del Código de Procedimiento Civil, pudiendo desistirse en
primera instancia de la acción entablada, contestar demandas, aceptar la
demanda contraria, renunciar a recursos o a términos legales, transigir,
comprometer, otorgar a los árbitros facultades de arbitradores, prorrogar
jurisdicción, intervenir en gestiones de conciliación o avenimiento; señalar
domicilio; designar abogados patrocinantes y procuradores, a quienes podrá
delegar las facultades que le fueron conferidas, a excepción de contestar
demandas sin previo emplazamiento de la sociedad y que tampoco podrán
absolver posiciones; 36) Delegar en todo o parte el presente mandato, sin perjuicio
de la facultad de reasumir. En caso de larga ausencia, fallecimiento, incapacidad o
insolvencia del socio administrador, la representación y administración de la
compañía se radicará ipso facto en la socia doña XXXXXXXXX con todas y cada
una de las facultades señaladas en este título. TITULO CUARTO: Del Balance y
las Utilidades. SEPTIMO: La sociedad practicará balance de sus operaciones al 31
de diciembre de cada año y, en esa misma fecha, efectuará un inventario de sus
existencias. OCTAVO: Las utilidades se distribuirán entre los socios en proporción
a sus respectivos aportes, esto es: a) El socio don XXXXXXXXXXX, obtendrá el
33,333% de las utilidades que obtenga la sociedad; b) El socio doña
XXXXXXXXXXX obtendrá el 33,333% de las utilidades sociales; y c) El socio don
XXXXXXXXXXX obtendrá el 33,333% de las utilidades que obtenga la sociedad.
Las eventuales pérdidas, estando estas últimas limitadas a los aportes de los
socios a la compañía, serán soportadas por los socios en la proporción de un
33,333%, cada uno de ellos. NOVENO: Los socios podrán retirar durante el
ejercicio, a cuenta de las utilidades que a cada uno de ellos corresponda en la
sociedad, las cantidades y en los períodos que por acuerdo de mayoría
dispongan. En caso de no haber acuerdo de mayoría, las sumas serán
determinadas por el administrador. Sin perjuicio de ello, acuerdan que a lo menos
se repartirán dividendos anticipados cada XXX meses. TITULO QUINTO: De la
Disolución y Liquidación de la sociedad. DECIMO: La sociedad se disolverá por
las causales que establece la ley. En caso de fallecimiento de uno de los socios, la
sociedad no se disolverá y continuará con los herederos del causante. Ocurrida la
muerte de uno de los socios, los herederos deberán dentro del plazo de 60 días
contados desde el hecho de la muerte, designar un mandatario común para que
los represente en la sociedad. Esta designación deberá efectuarse por escritura
pública y subinscribirse en el Registro de Comercio respectivo. Si el socio
fallecido fuere el administrador, se disolverá la sociedad, salvo que la unanimidad

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de los socios sobrevivientes acordare lo contrario, mediante escritura pública de


modificación de la compañía. Además, la sociedad se disolverá por las siguientes
causas: a) xxxxxxxxx b) xxxxxxxxx c) xxxxxxxxx. DECIMO PRIMERO: La
liquidación de la sociedad será practicada por los socios de común acuerdo. En
caso de desacuerdo, la liquidación será practicada por el árbitro que más adelante
se señala en calidad de liquidador, o por las personas que este designe. Se
presumirá el desacuerdo, por el solo hecho de recurrir a la Justicia ordinaria a fin
de provocar el nombramiento del árbitro. TITULO SEXTO: Del Arbitraje y
Disposiciones varias. DECIMO SEGUNDO: Cualquier duda o dificultad que se
suscite entre los socios o entre uno de ellos con la sociedad, ya sea que ellas se
refieran a la existencia, inexistencia, validez o nulidad, cumplimiento o
incumplimiento, interpretación, aplicación, ejecución, terminación, disolución,
resolución, liquidación, o por cualquier otro motivo relacionado directa o
indirectamente con el presente contrato de sociedad y sea que se produzca
durante la vigencia de esta o estando pendiente su liquidación, será resuelta
por un árbitro arbitrador o amigable componedor de única instancia. El árbitro
será don XXXXXXXXXXX, de profesión abogado, domiciliado en la ciudad de
XXXXXX-. En caso de sobrevenir incapacidad sobreviniente o de no aceptar el
cargo, el árbitro será designado por los socios de común acuerdo. En caso de
desacuerdo, por el Juez de Letras de XXXXXX. Los comparecientes acuerdan que
en contra de las resoluciones del árbitro procederá solo el recurso de reposición, y
en ningún caso procederá recurso de apelación. El recurso de queja, siempre
procederá en contra de cualquier resolución arbitral. El nombramiento del árbitro
deberá recaer en una persona que tenga domicilio en la comuna de XXXXX. El
arbitraje se sujetará a las normas del procedimiento que el árbitro señale, lo que
hará en el primer comparendo o audiencia. La primera notificación deberá siempre
efectuarse en forma personal por un ministro de fe, ya sea un receptor judicial o un
notario público. La sede del arbitraje será la ciudad de XXXXX. DECIMO
TERCERO: Para todos los efectos del presente contrato y los derivados de las
relaciones sociales, los socios constituyen y fijan domicilio especial en la ciudad de
XXXXXX, y se someten a la jurisdicción de sus tribunales de justicia. DECIMO
CUARTO: Se faculta al portador de la presente copia autorizada del extracto de la
presente escritura para requerir las inscripciones, subinscripciones y anotaciones
que procedan en el Registro de Comercio de XXX y sus publicaciones en el Diario
Oficial.

SOCIEDAD EN COMANDITA
CONSTITUCION
ESTATUTOS
FUNCIONAMIENTO

La sociedad en comandita La sociedad en comandita es regulada en el


Código de Comercio, en los artículos 470 y siguientes, donde en primer lugar se
establece una definición y clasificación de este tipo de sociedades.
La misma disposición define a esta sociedad como aquella que se celebra
entre una o más personas que prometen llevar a la caja social un determinado
aporte, y una o más personas que se obligan a administrar exclusivamente la
sociedad por si o sus delegados y en su nombre particular. Señala a continuación
que existen dos tipos de socios que la integran: socios comanditarios, quienes
aportan el capital a la sociedad, y socios gestores cuya labor es administrarla.

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Finalmente, establece que la sociedad en comandita se divide en dos tipos


de sociedades: sociedad en comandita simple y sociedad en comandita por
acciones.

Sociedad en Comandita Simple


Concepto y tipo de sociedad.
El Código de Comercio dispone que la sociedad en comandita simple es
aquella sociedad en comandita que se forma por la reunión de un fondo
suministrado en su totalidad por uno o más socios comanditarios o por éstos y los
socios gestores a la vez. Se trata de una sociedad de personas a la que le son
aplicables subsidiariamente las normas relativas a la sociedad colectiva mercantil
en todo lo que no sea contrario a su naturaleza ni contradiga sus normas.

Existencia y constitución.
Respecto a la constitución de este tipo de sociedad, el Código de Comercio
señala que se forma y prueba del mismo modo que la sociedad colectiva, es decir,
su constitución y reforma es solemne, tal y como lo señalan los artículos relativos
a la sociedad colectiva. La única diferencia que se establece es en atención a que
los nombres de los socios comanditarios no deben ser incluidos en el extracto que
señala el artículo 354.

Responsabilidad de los socios por las obligaciones sociales.


Para desarrollar este punto es necesario hacer la diferencia que el Código
establece en atención a los socios.
En primer lugar, los socios gestores son solidaria e indefinidamente
responsables por aquellas obligaciones que válidamente contraiga la sociedad, así
como de las pérdidas que en ésta se produzcan, mientras que respecto de los
socios comanditarios se establece responsabilidad sólo hasta el monto de sus
aportes prometidos o enterados.
El legislador establece que la responsabilidad del socio gestor sea más
amplia que la del comanditario en atención a la función que estos cumplen en la
sociedad, ya que la administración de la sociedad es entregada exclusivamente a
los socios gestores.

Administración.
La administración de la sociedad en comandita simple es entregada en forma
exclusiva y excluyente a los socios gestores, así se establece en el concepto de
ésta, donde se entrega de forma exclusiva la administración a este tipo de socio.
Más adelante se prohíbe a los socios comanditarios ejecutar cualquier acto
que pueda ser entendido como de administración previendo para el caso supuesto
la misma responsabilidad que los socios gestores. Con todo, los socios
comanditarios si podrán asistir a las asambleas que se convocaren e inclusive
ejercer su derecho a voto consultivo.
Los socios gestores no pueden ceder su calidad de socio ni tampoco
retirarse de la sociedad sin reforma de estatutos adoptada con el consentimiento
unánime de todos los socios comanditarios.

Capital social.
Rigen las mismas normas que regulan la sociedad colectiva por lo que el
capital es tratado del mismo modo.

Sociedad en comandita por acciones.


Para efectos del presente apunte, debemos aclarar que este tipo de sociedad
es una sociedad de capital, y deberíamos estudiarla más adelante, a propósito de

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las sociedades de capital (Sociedad Anónima, sociedad por acciones y sociedad


en comandita por acciones); pero por razones prácticas lo haremos a continuación
de la sociedad en comandita simple.

Concepto y tipo de sociedad.


La sociedad en comandita por acciones se constituye, en palabras del
Código, por la reunión de un capital dividido en acciones o cupones de acción y
suministrado por socios cuyo nombre no figura en la escritura social. En
consecuencia, podemos afirmar que se trata de una sociedad por acciones en el
sentido de que el capital aportado por los socios se divide en acciones cuya cesión
o transferencia es una cuestión ajena al estatuto social, no siendo necesaria, al
celebrarse eventuales transferencias, la reforma de los estatutos.
Del mismo modo se trata de una sociedad de capital puesto que cualquier
situación que sobrevenga a los socios no importa la disolución de la sociedad, con
la salvedad de cuestiones que ocurra con los gestores pues en ese caso se
aplican subsidiariamente las normas aplicables a la sociedad colectiva mercantil
según mandato del Código.
Este tipo de sociedades en comandita tiene mayor aplicación práctica que la
simple, ya que inclusive se pueden organizar siendo el socio gestor una sociedad
de responsabilidad limitada, lo cual vendría a solucionar el problema que presenta
esta sociedad respecto de los socios gestores al disponer la responsabilidad
ilimitada y solidaria de estos.
En cuanto a la normativa aplicable, el Código establece ciertas normas, sin
perjuicio de disponer la aplicación subsidiaria de la sociedad en comandita simple
en todo cuanto no sea contrario a sus normas.

Existencia y constitución.
En primer lugar, esta sociedad se caracteriza por ser solemne en cuanto le
son aplicables las normas de la sociedad en comandita simple, por lo que para su
constitución se requieren las mismas exigencias y procedimiento que en aquel tipo
de sociedad, sin perjuicio de que el Código dispone ciertas salvedades en cuanto
a esta materia.
Cumplidas las reglas generales de constitución, la sociedad no quedará
constituida del todo mientras no haya sido suscrito todo el capital y los socios no
hayan enterado al menos la cuarta parte del importe de sus acciones, lo cual se
verificará mediante escritura pública.
Luego es necesario también que, si se produce aporte por parte de alguno
de los socios que no consista en dinero o bien se establezca para sí ciertas
ventajas particulares, la asamblea general haga estimar su valor y aprobar dicha
estimación en junta ulterior, disponiendo que ante la omisión de este requisito la
sociedad no quedara legalmente constituida.
Finalmente, se destina un artículo a prescribir que la sociedad en comandita
será nula siempre que sea constituida en contravención a las normas pertinentes,
sin perjuicio de que conforme a la ley proceda su saneamiento.

Administración.
En este tipo de sociedad la ley establece distintos órganos para el
cumplimiento de las diferentes funciones dentro de ésta, otorgando de este modo
un carácter más técnico a cada área.
En cuanto a la administración de la sociedad se otorga de manera exclusiva
a los socios gestores que acá se denominan gerentes.
Así, el órgano encargado de la administración de la sociedad se denomina
gerente, el cual es designado por la asamblea y además de administrar debe
también representar a la sociedad en conformidad a las directrices que la

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asamblea le ordene. Dicha designación es solemne puesto que debe ser por
escritura pública, la cual debe ser inscrita el Registro de Comercio competente.
Es un cargo de confianza por lo que la asamblea puede revocarlo en
cualquier momento y sin necesidad de expresar la causa.
Existe otro órgano al cual la ley entrega la dirección de la sociedad, cuya
importancia radica en que frente a éste responden tanto el gerente como la junta
de vigilancia y cualquier otro funcionario de la sociedad. Como tal, este órgano es
la autoridad máxima de la sociedad y está conformada por todos los accionistas
pertenecientes a ésta, entendiendo por accionistas a los socios comanditarios.

Capital social.
El capital social en este tipo de sociedad se divide en acciones o títulos
nominativos, sin embargo, la norma no regula en forma general el tratamiento de
dichas acciones por lo que son de especial importancia las estipulaciones que los
socios hagan en la escritura social con relación a esto. Con todo el Código de
Comercio regula un par de cuestiones en relación a las acciones.
En primer lugar, determina que las acciones deben ser nominativas, por lo
que estas deben estar inscritas a nombre de algún accionista, estableciendo
además que para su transferencia requiere dar aviso por ambas partes a la
empresa a fin de actualizar el registro que ésta lleva de sus accionistas.
Luego señala que dichas acciones no son negociables mientras no sean
entregadas a la sociedad las dos quintas partes de su valor.

Responsabilidad de los socios por las obligaciones sociales.


La responsabilidad en este tipo de sociedad es diferenciada según el tipo de
socio que estemos tratando. De este modo los accionistas tienen una
responsabilidad limitada que se encuentra regulada en el artículo 495 del Código
de Comercio. Dicha disposición establece que los subscriptores de acciones serán
responsables del monto total de las acciones que hubieren tomado en la sociedad,
señalando además que dicha responsabilidad no es modificable según pacto o
disposición de cualquier tipo.
Respecto de los socios gestores se establece la responsabilidad solidaria e
ilimitada de estos por las obligaciones contraídas válidamente por la sociedad.

Fiscalización.
En cuanto a este punto la sociedad en comandita está sujeta a la
fiscalización interna de la junta de vigilancia y dependiendo del caso puede ser
fiscalizada por la Comisión Para El Mercado Financiero de Valores y Seguros (Hoy
la Comisión Para El Mercado Financiero).
La junta de vigilancia es el órgano encargado de fiscalizar la legalidad de las
actuaciones de la administración de la sociedad. En toda sociedad en comandita
por acciones debe existir una junta de vigilancia compuesta al menos por tres
accionistas.
Dentro de las competencias que se otorgan a este órgano se encuentra la de
examinar si la sociedad ha sido legalmente constituida, inspeccionar los libros,
comprobar la existencia de los valores sociales en caja, en documentos o de
cualquier otra forma y presentar a final de cada año a la asamblea general una
memoria acerca de los inventarios y de las proposiciones que haga el gerente
para la distribución de dividendos. Existe también una fiscalización externa a este
tipo de sociedades en el caso de que se ofrezcan acciones al público, ya que en
este supuesto corresponde a la Comisión Para El Mercado Financiero de Valores
y Seguros ejercer fiscalización.

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ASOCIACION O CUENTAS EN PARTICIPACION


CONCEPTO
FUNCIONAMIENTO
Aparece definida en el artículo 507 del Código de Comercio, que expresa:
“La participación es un contrato por el cual dos o más comerciantes toman interés
en una o muchas operaciones mercantiles, instantáneas o sucesivas, que debe
ejecutar uno de ellos en su solo nombre y bajo su crédito personal, a cargo de
rendir cuenta y dividir con sus asociados las ganancias o pérdidas en la
proporción convenida”.
Puede señalarse, de acuerdo con la definición legal apuntada, que la
asociación reúne características y elementos que la hacen semejante a una
verdadera sociedad; así, las partes deben hacer aportes, se forma para un objeto
determinado y existe la participación en las utilidades y la concurrencia en las
pérdidas. Al igual que en las sociedades colectivas y de responsabilidad limitada,
los derechos de las sociedades están representados por “cuotas de interés”.
Se trata de un contrato bilateral, oneroso, intuito personae, que puede ser
civil o comercial según el objeto para el cual se forme, y su constitución no está
sujeta a formalidad alguna (art. 508 inc. 1º). “Su formación, modificación,
disolución y liquidación, pueden ser establecidas con los libros, correspondencia,
testigos y cualquiera otra prueba legal” (art. 509 inc. 2º del Código de Comercio).

Normas aplicables.
La asociación se rige, en primer lugar, por el convenio de las partes, el cual
determina el objeto, la forma, el interés y las condiciones de la participación (art.
508 inc. 2º).
En lo que no se estipule en el contrato, se aplican, como reglas supletorias,
las normas sobre “sociedades mercantiles” en todo lo que no sea contrario a su
naturaleza (art. 511 del Código de Comercio). La aplicación de estas normas
supletorias resulta del carácter de sociedad que tiene la participación.
Con todo, al hacer aplicación de las reglas generales sobre sociedades
deben respetarse dos características que son típicas de la asociación; ellas son:
a) carece de personalidad jurídica, y b) es oculta.

Características
a) No tiene personalidad jurídica.
El artículo 509 del Código de Comercio señala que la participación no
constituye una personalidad jurídica y carece, en consecuencia, de razón social,
patrimonio colectivo y domicilio.
Como no existe patrimonio colectivo, los bienes aportados entran al
patrimonio del gestor, quien aparece frente a los terceros como dueño de
dichos bienes. Los negocios, actos jurídicos, se celebran en nombre del
gestor, pero en interés de los asociados; él se constituye en deudor o en
acreedor de las obligaciones que nazcan de los contratos. Los acreedores
por los negocios que forman parte del objeto de la asociación se pagan con
todo el patrimonio del asociado, comprendiendo también los bienes que no
forman parte de la cuenta en participación.
Asimismo, los acreedores personales del gestor pueden hacer efectivos
sus créditos sobre todo su patrimonio, aun sobre los bienes aportados por
los demás partícipes (art. 510 del Código de Comercio).
Los demás partícipes no pueden ser objeto de la acción de los acreedores,
salvo que se les ceda la acción a éstos en forma legal (art. 510 incisos 2º y 3º del
Código de Comercio).
b) Es una asociación oculta.

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Se trata de una asociación esencialmente privada (art. 509), no


aparece frente a los terceros. Los terceros pueden tener conocimiento de la
existencia de la cuenta en participación, sin que por ello se vulnere el carácter
oculto de este contrato, que puede celebrarse perfectamente por escritura
pública.
El carácter oculto desaparece en el caso de que las partes del contrato actúen
en forma colectiva, vale decir, que celebren los contratos con terceros en nombre
e interés de todos los asociados, en cuyo caso no estamos en presencia de una
cuenta en participación, sino frente a una asociación de dos o más personas que
aportan y trabajan en común, lo que equivaldría a una sociedad colectiva. Sin sus
formalidades de constitución, se trataría, más bien, de una sociedad de hecho.
La existencia del contrato puede establecerse o acreditarse entre las partes
por todos los medios de prueba legales porque su constitución, modificación,
disolución y liquidación no son solemnes.

III. SOCIEDADES DE CAPITAL

SOCIEDAD ANONIMA
CONSTITUCION
ESTATUTOS
FUNCIONAMIENTO
DISOLUCION Y LIQUIDACION

LAS SOCIEDADES ANÓNIMAS

Antecedentes Históricos
El antecedente más preciso del origen de las sociedades anónimas, se
encuentra en la época de la organización de las compañías colonizadoras de los
siglos XVII y XVIII, con el gran auge que tuvieron entre las potencias de la época:
Francia, Inglaterra y Holanda. En esta última figura la Compañía Holandesa de
Indias Orientales, que data del año 1602.
Estas sociedades recogieron principios de otras instituciones propias de la
Edad Media, como fueron la copropiedad naval y el contrato de comenda, contrato
que inspiró a su vez a la sociedad en comandita.
En Chile, la primera ley de sociedades anónimas fue la Ley N° 451, que data
del año 1854 y surgió al tiempo que se estaba desarrollando el proyecto de código
de comercio por don Gabriel Ocampo. Una vez que entró a regir como ley de la
república el referido proyecto, se incorporó a éste.
De esa manera, se encontró regida por dicho cuerpo normativo hasta que el
año 1981 se dictó la ley 18.046 que las derogó y reguló en una ley especial. Sin
embargo, no toda la regulación relativa a las sociedades anónimas se contiene en
dicha ley, sino que existen otros cuerpos normativos, como son por ejemplo el
DFL 252 del año 1960 que rige las instituciones bancarias y financieras; el DL.
1097 que rige la Comisión Para El Mercado Financiero de Bancos e Instituciones
Financieras; el DL. 251 del año 1931, modificado por la ley 18.660 de 1987 que
regula a las Compañías de Seguros; la ley 18.876 que rige a las sociedades
anónimas de Depósito y Custodia de Valores; la ley 18045 que producto de una
reforma del año 1994 incluyó a las Sociedades Securitizadoras; etc. Por tanto,

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resulta muy difícil sistematizar toda la legislación, pero el tronco básico será la ley
18.046.

Definición de sociedad anónima


La ley 18046 define a la sociedad anónima como una persona jurídica
formada por la reunión de un fondo común, suministrado por accionistas
responsables solo por sus respectivos aportes y administrada por un Directorio
integrado por miembros esencialmente revocables.
Para mantener la unidad conceptual, la propia ley 18046 en su artículo 138
modificó los artículos 2061, 2064 y 2070 del código civil.

1. Es una persona jurídica


El que entrañe una persona jurídica proviene de lo dispuesto en el artículo
2053 inciso 2º del código civil. Por su parte, los artículos 6 y 109 de la ley son
novedosos, toda vez que señalan la subsistencia de la personalidad jurídica de la
sociedad anónima en el evento de disolución.
Consecuencia que la sociedad anónima sea una persona jurídica es que
posee todos los atributos de la personalidad jurídica, esto es un patrimonio,
domicilio, un nombre (que se conoce como denominación social), una voluntad
propia que se expresa a través de sus órganos de administración (sean colectivos
como la junta de accionistas y el Directorio, o unipersonales como el gerente),
salvo los propios de las personas naturales, como el estado civil.

2. Formada por la reunión de un fondo común


Este concepto destaca el carácter de sociedad de capitales que tiene este
tipo social y que la diferencia de los demás. Es así como el accionista se diluye en
cuanto a persona en la sociedad, pasando a ser relevante solamente su aporte; de
la misma manera, no se identifica con la sociedad, como ocurre con los socios de
los demás tipos sociales, al no pasar a formar parte su nombre en la
denominación social; además el socio no se identifica con su gestión en la
administración social, conferida a un órgano especializado; por la misma razón el
patrimonio del accionista no interesa para responder de las operaciones sociales;
y, por último, aquí el retiro, muerte o incapacidad del accionista no es causa de
disolución de la sociedad anónima.
Conforme al artículo 4 de la ley que señala las menciones que ha de
contener la escritura social, en su número 5º exige la designación del capital
social, del número de acciones en que es dividido, con indicación de sus series y
privilegios si los hubiere y si las acciones tienen o no valor nominal; la forma y
plazos en que los accionistas deben pagar su aporte, y la indicación y valorización
de todo aporte que no consista en dinero.
En el título III de la ley trata extensamente el capital social. Así es como el
artículo 10 expresa que el capital social deberá fijarse en forma precisa en los
estatutos y solo podrá ser aumentado o disminuido por reforma de los mismos,
salvo que se trate de la revalorización que de pleno derecho ha de producirse,
cada vez que la junta ordinaria de accionistas apruebe el balance general.
Por su parte, ya en el artículo 11 aparece un principio constante en la ley de
sociedades anónimas, cual es el de preservación o protección del capital social, al
exigir que al momento de constitución de la sociedad anónima se haya suscrito la
totalidad del capital inicial de la sociedad, debiendo en todo caso quedar pagado el
total en un plazo no superior a tres años. Si en el plazo indicado no se paga el
total del capital suscrito, se reduce de pleno derecho el capital a lo efectivamente
pagado. Esta misma regla, rige respecto del acuerdo de aumento de capital,
acordado en junta extraordinaria de accionistas (artículo 57 nº2) al exigir reforma
de los estatutos sociales. Dicho acuerdo, no podrá establecer un plazo superior a

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tres años para la suscripción y pago de las respectivas acciones, cualquiera sea la
forma de su entero (artículo 24 de la ley, 27 y 28 del reglamento de sociedades
anónimas).
El capital se forma por el aporte que suministran los accionistas, los cuales
solamente son responsables hasta la concurrencia de sus respectivos aportes.
El capital se encuentra dividido en acciones que habrán de ser de igual valor.
Así lo señala el inciso 1º del artículo 11 de la ley. Resulta de ello entonces, que la
acción es la unidad o parte alícuota en que se divide el capital social.
Según el artículo 12 de la Ley 18.046, las acciones pueden tener o no un
valor nominal. Esta circunstancia explica que, si por ejemplo: el capital social es de
10 millones de pesos y está dividido en 10 mil acciones, si el pacto social expresa
que a cada acción se le asigna un valor de mil pesos, cada acción tiene un valor
nominal; pero si en el pacto social no se señala el valor en dinero representativo
de cada acción, debe indicarse necesariamente la proporción que le corresponde
a cada acción respecto del total del capital social, caso en el cual, las acciones no
tiene valor nominal.
Esto interesa por la necesidad de emitir títulos diferentes cada vez que se
produzcan aumentos de capital.
En efecto, las acciones pueden concebirse desde tres puntos de vista:
- Como parte proporcional en que se divide el capital social;
- Como un título representativo del aporte que hace cada accionista a la
sociedad; y
- Como el documento que da cuenta de un conjunto de derechos que tiene el
accionista en la sociedad anónima.
De conformidad a lo establecido en el artículo 12 de la Ley 18.046, todas las
acciones son nominativas, y, en consecuencia, deben ser emitidas por la cantidad
suficiente de modo que reflejen o den cuenta del efectivo aporte que en el total del
capital social representan cada una de ellas.
Por su parte, el artículo 14 contiene el principio de la libre cesibilidad de las
acciones, principio de carácter absoluto en las sociedades anónimas abiertas
respecto de los estatutos sociales, y relativo, en los pactos de accionistas de
sociedades anónimas cerradas siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos
que la ley establece. En este último caso, dicho principio queda entregado a la
voluntad de los accionistas y si nada dicen se aplica en forma supletoria.
Los accionistas, tal como lo señalan los artículos 1º y 19 de la ley 18.046,
son responsables exclusivamente del pago íntegro de sus respectivas acciones,
respondiendo incluso solidariamente el cedente y el cesionario de las acciones
suscritas y no pagadas.

3. Administrada por un Directorio integrado por miembros


esencialmente revocables
Con esto se perfeccionó el alcance del derogado artículo 424 del Código de
Comercio, que les otorgaba a los miembros del Directorio un carácter revocable en
forma individual, de modo que, ahora estando la administración de la sociedad
anónima consagrada al directorio como órgano colegiado, la revocación y elección
de sus miembros es total y no parcial, cuyo antecedente es que el directorio
representa a la sociedad y no a los accionistas.
En efecto, no estando la administración entregada a los miembros de este
órgano, los directores no podrían actuar de manera separada o individual. De lo
anterior se desprende que el Directorio para adoptar acuerdos, ha de reunirse en
sala legalmente constituida. En caso, contrario, cualquier acuerdo resulta ser
inexistente, al no ser un acto del Directorio. Así, aparece de lo dispuesto en el
artículo 31 inciso 1º que dispone que la administración de la sociedad anónima la
ejerce un Directorio elegido por la junta de accionistas, en relación, con el artículo

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39 inciso 1º de la ley, el cual dispone que las funciones de director de una


sociedad anónima no son delegables y se ejercen colectivamente, en sala
legalmente constituida.
Por su parte, el cargo de Director es un cargo temporal, pues no puede
exceder de tres años en ningún caso; pero si se omite la mención relativa al plazo,
se entiende que la elección es sólo por un año (artículo 31). Nada obsta a que el
directorio sea reelecto indefinidamente en sus funciones, ya sea por elección
formal o por prórroga tácita, pero no por nombramiento que exceda los tres años
desde su elección.
El Directorio puede ser revocado por voluntad de la junta de accionistas
antes de completar su período, debiendo incluir siempre a la totalidad de sus
miembros conforme lo dispone el artículo 38. Ello trae consigo la renovación de
éste, renovación que ha de hacerse por la junta de accionistas. Lo anterior no
busca sino el proteger la proporcionalidad entre los accionistas.
El número de los directores es fijado por los estatutos sociales, no pudiendo
ser inferior a 5, si se trata de una sociedad anónima abierta, o a 3 si es una
cerrada.
Las funciones del Directorio no son delegables y se ejercen colectivamente
en salas legalmente constituidas, en conformidad a lo dispuesto en el artículo 47
que exige para constituir sala a la mayoría absoluta del número de directores
titulares señalados en los estatutos, y para adoptar acuerdos, la mayoría absoluta
de los directores asistentes con derecho a voto, decidiendo en caso de empate
(salvo acuerdo en contrario en los estatutos sociales) el voto del presidente.
Si bien los directores no pueden delegar sus facultades, el Directorio, como
órgano, puede delegar parte de sus facultades en el gerente, subgerentes o
abogados de la sociedad, en un director o comisión de ellos, siempre y cuando se
trate de objetos especialmente determinados, conforme lo dispone el artículo 40
inciso final.
Las facultades del Directorio están señaladas en el artículo 40, estando
investido de todas las de administración y disposición que la ley o el estatuto no
establezca como privativas de la junta general de accionistas, sin requerir poder
especial alguno, aunque la ley así lo exija.
Por su parte, el artículo 39 inciso final se encarga de hacer responsable del
ejercicio de sus funciones al director frente a la sociedad, aunque haya sido
nombrado por un grupo de accionistas; en fin, busca que el director no sea un
representante de los accionistas que lo eligieron.

4. La sociedad anónima es siempre mercantil, aun cuando se forme


para la realización de negocios civiles.
En este caso, la forma societaria se impone sobre el fondo del negocio
social, constituyendo una suerte de acto de comercio formal.
Antes el Código de Comercio definía a las sociedades en función del objeto a
que la sociedad estaba destinada. Ello actualmente se omitió, ya que las
sociedades anónimas según la ley 18.046, salvo en las sociedades anónimas
especiales, pueden tener un objeto múltiple o plural, pudiendo ejercer cualquier
actividad lucrativa siempre y cuando no sea contraria a la ley, a la moral, al orden
público o la seguridad del Estado (artículo 9 y 4 Nº3). Puede tener, por
consiguiente, tantos objetos como se pacte, siempre que y cuando se
especifiquen.
Al poder tener objeto múltiple, al legislador no le interesa que se haga una
referencia al objeto social en la denominación social, pudiendo incorporar la que
los accionistas discurran, pero debiendo siempre indicar las palabras “Sociedad
Anónima” o la abreviatura “S.A.”.

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Si la denominación social que discurrieron los socios es idéntica o semejante


a otra ya existente, esta última tendrá derecho a demandar su modificación en
juicio sumario. En este caso, no se contará plazo de prescripción porque el
nombre de la persona no se encuentra en el comercio humano.

CLASES DE SOCIEDADES ANÓNIMAS


Atendiendo a diversos criterios, podemos clasificar a las sociedades
anónimas de la siguiente manera:
1.- Abiertas y Cerradas.
2.- Matrices, Filiales y Coligadas.
3.- Nacionales y Extranjeras.
4.- Generales y Especiales.
5.- Controladoras y Controladas.

Sociedades anónimas abiertas y cerradas


El criterio para distinguir a una y otra, lo da el artículo 2º de la ley.
Según dicha norma, son sociedades anónimas abiertas:
a) “Aquellas que hacen oferta pública de sus acciones en conformidad a la
ley de mercado de valores”.
El artículo 4 de la ley 18.045 sobre Mercado de Valores, define lo que se
entiende por oferta pública, siendo aquella que va dirigida al público en general o a
ciertos sectores o a grupos específicos de éste. El mismo texto permite además
que la Comisión Para El Mercado Financiero de Valores y Seguros en caso de
dudas, determine mediante resolución de carácter general, si ciertos tipos de
oferta constituyen ofertas públicas (dicha norma se encuentra contenida
actualmente en la norma general Nº 21 de la Comisión Para El Mercado
Financiero de Valores y Seguros).
b) “Aquellas que tienen 500 o más accionistas; o aquellas en las que a lo
menos el 10% del capital suscrito pertenece a un mínimo de 100 accionistas”. El
Decreto Supremo 587 de 1982 que contiene el reglamento de la ley de
Sociedades Anónimas, agrega en su artículo 1º que en el cómputo del porcentaje
indicado han de excluirse los accionistas que individualmente excedan de dicho
porcentaje.
Estos dos últimos criterios buscan una mayor protección a los accionistas
minoritarios.
Son sociedades anónimas cerradas las que no se encuentran en alguna de
las categorías anteriores.
Antes de la ley 18.046 no se distinguía entre sociedades anónimas abiertas o
cerradas. Era así como todas las sociedades anónimas eran supervigiladas por la
Comisión Para El Mercado Financiero de Valores. Pero por su gran número y el
consiguiente desgaste del órgano de control, se decidió que, si cumplían con
alguno de los criterios antes señalados, fueren fiscalizadas, principalmente por
tratarse de sociedades destinadas a captar la inversión privada por medio de la
oferta pública de títulos valor que ellas emitan, existiendo así un interés público en
su sano y recto manejo, sin comprometer así la fe pública.
La consecuencia principal de ser calificadas de sociedades anónimas
abiertas, es que se encuentran sujetas a la fiscalización de la Comisión Para El
Mercado Financiero de Valores, debiendo cumplir además con la obligación de
inscripción de la sociedad en el Registro Nacional de Valores, dentro del plazo de
60 días siguientes a la fecha en que se reúna uno de los requisitos
correspondientes. Ha de observar especialmente las disposiciones de la Ley sobre
Mercado de Valores y las normas especiales contenidas en la ley 18.046, que en
su oportunidad enunciaremos.

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La ley y el reglamento de sociedades anónimas permiten a las sociedades


anónimas cerradas sujetarse a las normas de las sociedades anónimas abiertas,
lo que debe ser acordado en junta extraordinaria de accionistas, según lo dispone
el artículo 2 del reglamento, o en los estatutos sociales, ya sea en la escritura de
constitución o en la de reforma. En dicho evento quedan, según el reglamento,
sometidas a la fiscalización de la Comisión Para El Mercado Financiero, debiendo
así inscribirse en el registro de valores y observar las disposiciones legales,
reglamentarias y administrativas aplicables a las sociedades anónimas abiertas.
No obstante lo anterior, desde que la potestad de un órgano público (como lo
es la Comisión Para El Mercado Financiero) requiere ser previa y expresamente
conferida por una fuente exclusiva cual es la ley, en virtud del principio de
legalidad y juridicidad establecido Constitucionalmente en los artículo 6 y 7 de la
Constitución Política de la República, si no se le confiere expresamente a la
Comisión Para El Mercado Financiero la potestad fiscalizadora respecto de las
sociedades anónimas cerradas, no podrá esta atribuírsela. Es así como el inciso
3º del artículo 2 de la ley de sociedades anónimas establece que son sociedades
anónimas cerradas las no comprendidas en el inciso anterior, sin perjuicio que
voluntariamente puedan sujetarse a las normas que rigen a las sociedades
anónimas abiertas. De dicha norma no se puede derivar la facultad de fiscalizar
como norma obligatoria, sino tan solo cuando expresamente lo acuerden los
accionistas de la sociedad anónima cerrada. Además, porque la fiscalización de la
actividad económica de los particulares constituye una situación excepcional y por
lo mismo de derecho estricto, y ha de interpretarse restrictivamente, no pudiendo
presumirse la autorización a fiscalizar.
Menos aún podrá un reglamento de ejecución como es el de sociedades
anónimas atribuírsela, dado que la potestad, en virtud de la juridicidad y legalidad,
ha de ser conferida por la ley o una fuente superior, no por una fuente de rango
inferior como sería el referido reglamento. En efecto, conforme lo señala la
doctrina el reglamento de ejecución se encuentra sometido formal y materialmente
a la ley, toda vez que debe encuadrarse dentro de la pauta que la misma le da, no
pudiendo en caso alguno contrariar sus preceptos, modificarlos, restringirlos o
ampliarlos. El reglamento de ejecución es siervo de la ley que detalla, como quiera
que su razón de ser es desenvolver las reglas generales de la ley, pero no crear
nuevas reglas o ampliar las excepcionales.
No por el hecho de que la sociedad anónima cerrada pueda sujetarse a las
normas de las abiertas, deja de ser cerrada; sin embargo, si llega a reunir alguna
de las condiciones para ser abierta, desde ese momento dicha sociedad ha de
adecuar sus estatutos sociales a las normas restrictivas que la ley impone a las
abiertas y ha de inscribirse en el registro de valores dentro del plazo de 60 días,
según el artículo 3 del reglamento de sociedades anónimas y el artículo 2 inciso 2º
de la ley 18.045.
Las sociedades anónimas especiales, aunque no reúnan los requisitos del
artículo 2 para ser abiertas, siempre han de entenderse sociedades abiertas,
según lo disponen los artículos 126 y siguientes de la ley 18.046.

REQUISITOS DE CONSTITUCIÓN DE LAS SOCIEDADES ANÓNIMAS


Conforme lo dispone el artículo 3 y 5 de la ley 18.046, la sociedad anónima
se forma, existe y prueba por escritura pública inscrita en el registro de comercio
correspondiente al domicilio de la sociedad en un extracto autorizado por el notario
respectivo, y publicado por una sola vez en el diario oficial, dentro del plazo de 60
días contado desde la fecha de la escritura social.
Los requisitos son:
1. Escritura pública que contenga las menciones del artículo 4º;

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2. Extracto autorizado por el notario ante el cual se otorgó la escritura pública


de constitución;
3. Que dicho extracto se inscriba en el registro de comercio correspondiente
al domicilio social;
4. Que además el extracto se publique por una sola vez en el diario oficial; y,
5. Que los requisitos 2, 3 y 4 se cumplan dentro del plazo de 60 días contado
desde la fecha de la escritura social.
La infracción a dichos requisitos puede entrañar como sanción la inexistencia o
la nulidad de la sociedad, y en ambos casos genera el efecto de hacer
solidariamente responsables a los otorgantes del pacto respecto de los terceros
con quienes hubieren contratado a nombre y en interés de la presunta sociedad.

COMO SE CONSTITUYE LA SOCIEDAD ANONIMA


Hay que distinguir entre lo que es la conformación de su patrimonio y lo que es
su constitución legal:

1. La conformación del patrimonio


En forma simultánea, la sociedad nace en un solo acto en que concurren
todos los accionistas que suscriben las acciones conformando la totalidad del
capital.
En forma sucesiva, la sociedad se constituye por una serie de actos que
culminan con una suscripción íntegra del capital, o sea los fundadores se limitan
exclusivamente a la redacción del proyecto respectivo, y en algunas ocasiones, a
la colocación de las acciones.

2. Su constitución legal
Escritura Pública: La Sociedad Anónima se forma, existe y prueba por
escritura pública inscrita en el Registro de Comercio correspondiente al domicilio
de la sociedad y publicada en el D.O.
El cumplimiento oportuno de la inscripción y publicación producirá efectos
retroactivos a la fecha de la escritura.
Las actas de las juntas generales de accionistas en que se acuerde modificar
los estatutos sociales o disolver la sociedad, serán reducidas a escritura pública
con las solemnidades anteriores.
No se admitirá prueba de ninguna especie contra el tenor de las escrituras
otorgadas en el cumplimiento de los incisos anteriores, ni aun para justificar la
existencia de pactos no expresados en ellas.

MENCIONES DE LA ESCRITURA SOCIAL


1. El nombre, profesión y domicilio de los accionistas que concurran a su
otorgamiento.
2. El nombre y domicilio de la sociedad.
3. La enunciación del o los objetos específicos de la sociedad.
4. La duración de la sociedad, la cual podrá ser indefinida y, si nada se dice,
tendrá este carácter.
5. El capital de la sociedad, el número de acciones en que es dividido con
indicación de sus series y privilegios si los hubiere y si las acciones tienen o no
valor nominal; la forma y plazos en que los accionistas deben pagar su aporte, y la
indicación y valorización de todo aporte que no consista en dinero.
6. La organización y modalidades de la administración social y de su
fiscalización por los accionistas.
7. La fecha en que debe cerrarse el ejercicio y confeccionar el balance y la
época en que debe celebrarse la junta ordinaria de accionistas.
8. La forma de distribución de las utilidades.

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9. La forma en que debe hacerse la liquidación.


10. La naturaleza del arbitraje a que deberán ser sometidas las diferencias
que ocurran entre los accionistas en su calidad de tales, o entre éstos y la
sociedad o sus administradores, sea durante la vigencia de la sociedad o durante
su liquidación. Si nada se dijere, se entenderá que las diferencias serán sometidas
a la resolución de un árbitro arbitrador.
11. La designación de los integrantes del directorio provisorio y de los
auditores externos o de los inspectores de cuentas, en su caso, que deberán
fiscalizar el primer ejercicio social.
12. Los demás pactos que acordaren los accionistas.

El extracto
El extracto de la escritura de constitución deberá expresar: Art. 5 del
Reglamento:
1. Fecha de la escritura.
2. Nombre y domicilio del notario ante el cual se otorgó.
Art. 5 Inc. 3 y 4 ley 18.046.
3. El nombre, profesión y domicilio de los accionistas que concurran a su
otorgamiento.
4. El nombre, el o los objetos, el domicilio y la duración de la sociedad.
5. El capital y número de accionistas en que se divide, con indicación de sus
series y privilegios si los hubiere, y si las acciones tienen o no valor nominal.
6. Indicación del monto del capital suscrito y pagado y plazo para enterarlo,
en su caso.

Si es extracto de modificación
1. Se deberá expresar además la fecha de la escritura y el nombre y
domicilio del notario ante el cual se otorga
2. No será necesario hacer referencia a la individualización de los accionistas
que concurrieron a la junta que aprobó la reforma.

Sanciones y Efectos del Incumplimiento de las solemnidades legales


De esto se ocupa el artículo 6 de la ley, norma que distingue dos clases de
vicios para dilucidar la sanción que ha de aplicarse como consecuencia del
incumplimiento de las solemnidades legales.
En ese sentido distingue:
a) Los indicados en el inciso 1º del artículo 6, que son constitutivos de
Inexistencia, y
b) Los consignados en el inciso 2º, que son constitutivos de Nulidad
Absoluta.

Vicios que causan la inexistencia de la sociedad


El artículo 6 inciso 1º dispone que no existe la sociedad en cuya constitución
se haya omitido el otorgamiento de la escritura social o la oportuna inscripción o
publicación de su extracto ni la reforma en que se ha incurrido en similares
omisiones.
Son entonces vicios constitutivos de inexistencia los siguientes:
a) La omisión de la escritura social;
b) La omisión de la inscripción del extracto;
c) La omisión de la publicación de extracto;
d) La inscripción del extracto fuera de plazo; y
e) La publicación del extracto fuera de plazo.
Lo mismo se aplica a la reforma del pacto social en que se incurra en
similares vicios.

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Vicios que causan la Nulidad Absoluta de la Sociedad.


El inciso 2º del artículo 6 dispone que la omisión en la escritura de
constitución de las menciones exigidas en los números 1º, 2º, 3º, 5º y 11º del
artículo 4 de la presente ley y la omisión en su extracto de cualquiera de los
números señalados en el artículo precedente, producirán la nulidad absoluta del
pacto social. De la misma nulidad adolecerán las reformas de estatutos en cuyo
extracto se omitan las menciones exigidas en el inciso final del artículo
precedente. Igual nulidad originará cualquiera disconformidad que exista entre las
escrituras y las inscripciones o publicaciones de sus respectivos extractos.
Son vicios que causan la nulidad absoluta:
a) La omisión de las menciones esenciales de la escritura social;
b) La omisión de las menciones esenciales del extracto;
c) Cualquier disconformidad que exista entre las escrituras y las inscripciones
o publicaciones de sus respectivos extractos.
Esto último resulta trascendente, ya que el concepto mismo de extracto
denota de acuerdo al léxico común, a su sentido natural y obvio, la idea de
resumen, de compendio, síntesis o abreviación, de concreción o deducción
general del contenido de un texto. Por consiguiente, siempre va a existir una
disconformidad entre la mención correspondiente al elemento esencial de la
escritura social y la del extracto porque el último va a tener que reducir
necesariamente el contenido de esas menciones.
La expresión disconformidad significa que se trata de una diferencia esencial,
oposición o contrariedad fundamental, no accidental ni fortuita.
El problema se complica porque el legislador agrega el calificativo de
cualquiera, que ha resultado un factor de confusión. Sin embargo, creemos que el
correcto significado es que el extracto no sea una simple transcripción del texto de
la escritura social, como ha sido la práctica generalizada, buscando así el evitar
configurar esta causal de nulidad, sino permitir la disconformidad natural que
conlleva la preparación de un extracto, siempre y cuando ella no sea fundamental.
Respecto de las reformas de estatutos, adolecerán también de nulidad
cuando se omitan en el extracto la fecha de la escritura y el nombre y domicilio del
notario ante el cual se otorga, o cuando no se haga referencia al contenido de la
reforma que altera una mención esencial del extracto.

Efectos del incumplimiento


La sanción a la falta de los requisitos es o la inexistencia o la nulidad. En
ambos casos se produce un efecto particular que señala el inciso final del artículo
6, en términos que los otorgantes del pacto respectivo responderán solidariamente
a los terceros con quienes hubieren contratado a nombre y en interés de la
sociedad.
Desde esta perspectiva, tanto la inexistencia como la nulidad producen el
mismo efecto, en cuanto éste se traduce pura y simplemente en hacer responder
solidariamente a los otorgantes del pacto social frente a terceros, de todo contrato
o acto a nombre y en interés de la sociedad.
El criterio legislativo fue el llegar al mismo efecto por caminos diferentes:
perseguir la responsabilidad solidaria de los accionistas que concurrieron al pacto
social ya sea en el caso de inexistencia sin previo pronunciamiento judicial, o en el
caso de la nulidad, después de una sentencia judicial que así lo declare.
Resultan vías diferentes porque la inexistencia como negación del ser o
existencia legal, no requiere ser declarada judicialmente; en cambio la nulidad
priva al acto de efectos mediante una sentencia que así la establezca, en
conformidad al artículo 1687 del código civil. El acto inexistente jamás produce

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efectos; el acto nulo produce sus efectos en cuanto no desaparezca de la vida del
derecho.
La ley autoriza a su vez dos formas de purgar la nulidad de una sociedad,
contenidas en el inciso 4º del artículo 6 de la ley. Es así como no podrá pedirse,
en primer lugar, la nulidad de una sociedad disuelta; ni tampoco podrá solicitarse
luego de transcurridos 4 años desde la ocurrencia del vicio que la origina. Se
recurrió en este último caso al plazo de 4 años al ser la regla general de
prescripción en materia mercantil, conforme lo dispone el artículo 822 del código
de comercio. Por otro lado, como la inexistencia es imprescriptible, puede alegarse
en cualquier momento.
Antes de que sea declarada la nulidad o constatada la inexistencia, la
sociedad ha estado funcionando como cualquier otra. ¿qué ocurre entonces con
los actos y contratos que ella haya celebrado en el tiempo intermedio?
Para dar una respuesta, se entrelazan los efectos de la inexistencia y
nulidad, con la presencia de un vicio en un contrato de tracto sucesivo como es el
de sociedad y que se va desarrollando y ejecutando a lo largo del tiempo,
renovándose constantemente con todos los actos que realiza.
El fin práctico del legislador fue el hacer responsable a la sociedad de todas
sus obligaciones, y si ella no pudiese cumplir con el pago de sus obligaciones,
responder los otorgantes del pacto social de todos aquellos actos o contratos que
hayan ejecutado o celebrado a nombre y en interés de la sociedad.
Declarada la nulidad de la sociedad, ésta entrará en liquidación subsistiendo
su personalidad jurídica para tal efecto, conforme lo señala el artículo 6 inciso 3º
de la ley.
Frente a la inexistencia, ¿ha de frenarse la vida de la sociedad, se debe
solicitar su disolución?
No precisamente; ha de liquidarse la sociedad, pero conforme a las reglas
del cuasicontrato de comunidad, al no poderse aplicar el pacto social, ya que éste
es inexistente. A dicho respecto opera el artículo 2057 del código civil.

EL CAPITAL SOCIAL DE LA SOCIEDAD ANÓNIMA


El capital social en las sociedades anónimas se encuentra dividido en
acciones. Así lo disponen los artículos 6 Nº 3, 10 y 11 de la ley.
El capital de la sociedad anónima es el fondo común suministrado por los
accionistas, dividido en títulos negociables representativos de una parte en él,
denominados acciones, todos de igual valor. Si estuviere dividido en acciones de
distintas series, las acciones de una misma serie tendrán igual valor.
En las sociedades de personas, particularmente en aquellas en que los
socios responden solidaria e ilimitadamente frente a los acreedores por las
obligaciones válidamente contraídas bajo la razón social, estos últimos cuentan
con el patrimonio social y con el de los socios para hacer efectivos dichos créditos.
En éstas sociedades en que se comunican las deudas del patrimonio social al de
los socios, la garantía de los acreedores radica precisamente en esta
circunstancia; de ahí que no existan exigencias relativas a la constitución,
efectividad, conservación, aumento o disminución del capital social.
En cambio, en las sociedades de capitales en que se ofrece como ventaja al
inversionista el beneficio de la limitación de la responsabilidad en relación con el
aporte realizado, no hay esta comunicabilidad de las deudas del patrimonio social
al patrimonio del socio, quien en realidad deviene, en definitiva, sin
responsabilidad por ellas. Siendo esto así, resulta evidente que el legislador tiene
que reglamentar estricta y minuciosamente el capital social, elemento tipificador de
esta clase de sociedades.

Principios del Capital Social

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1. Principio de la efectividad del capital


Lo que busca este principio es que el capital sea real, teniendo en la
legislación las siguientes manifestaciones:
Los aportes no consistentes en dinero deben ser avaluados, según se
desprende de los artículos 4 Nº 5 y 15 inciso 3º y final. En los casos de aumento
de capital, la junta debe además aprobar los aportes y su estimación.
Se prohíbe la creación de acciones de industria y de organización. (artículo
13) Esta prohibición está destinada a garantizar que todas las acciones de la
sociedad sean de capital, que correspondan a una parte de él y representen un
valor real pagado.
Al constituirse la sociedad debe suscribirse y pagarse a lo menos 1/3 del
capital inicial de la sociedad y el saldo dentro del plazo de tres años, bajo sanción
de reducirlo al capital suscrito y pagado. (artículo 11 inciso 2º).

2. Principio de la conservación del capital.


Mediante este principio se logra que el capital social mantenga el valor que
tenía al tiempo de la constitución. Esto se trasunta en las siguientes disposiciones:
El capital se ajusta al resultado del ejercicio automáticamente, incorporando
la revalorización del capital propio (artículo 10 incisos 2º y 3º).
Se establece el reajuste en Unidades de Fomento para el saldo de precios
insoluto en las acciones (artículo 16 inciso 1º).
Se prohíbe a la sociedad adquirir sus propias acciones, salvo los casos
excepcionales del artículo 27 de la ley. La adquisición de acciones por la propia
sociedad significa una disminución del capital social que sólo puede tolerarse en
casos excepcionales, con ciertas restricciones.
Se reglamenta de manera estricta la posibilidad de efectuar una disminución
del capital social, requiriendo incluso ciertas medidas de publicidad (artículo 28).
Se establece que es obligatorio sacar los dividendos de los intereses líquidos
del ejercicio, previa absorción de las pérdidas, si las hubiere (artículo 78).
Por último, no se encuentra en la actual regulación la norma paradigmática,
manifestación del principio de conservación contractual contenida en el antiguo
código de comercio y del DFL. 251 de 1931 que se traducía en la disolución de la
sociedad cuando ésta perdiera un porcentaje determinado del capital social
indicado en la ley o los estatutos sociales. Sin embargo, nada impide que se fije
contractualmente.

Forma de fijar el capital social


Este capital social deberá ser fijado de manera precisa en los estatutos
sociales, pudiendo sólo ser aumentado o disminuido por reforma de los mismos.
Así lo dispone el inciso 1º del artículo 10: “Artículo 10.º El capital de la sociedad
deberá ser fijado de manera precisa en los estatutos y sólo podrá ser aumentado o
disminuido por reforma de los mismos”.
De la norma antes transcrita aparece una característica del capital, esto es,
el de ser fijo e invariable. Demuestra, por otro lado, la función que cumple el
capital social respecto de los acreedores, como una garantía del cumplimiento de
las obligaciones sociales, en razón de su derecho de prenda general consagrado
en el artículo 2465 del código civil. Es dicha garantía la que justifica una minuciosa
regulación de estas materias, como ya se explicó al inicio de este apartado.

Revalorización del capital social


Esta materia se encuentra regulada en los artículos 10 inciso 2º y 3º de la ley
18.046, 6, 7 y 8 del Reglamento.
No obstante lo dispuesto en el inciso 1º del artículo 10 en cuanto a que es
necesario una reforma de los estatutos sociales para modificar el capital social, el

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inciso 2º de dicho artículo establece una hipótesis especial, que se ha denominado


revalorización automática del capital social; conforme a ella, el capital ( y el valor
de las acciones, al representar una parte alícuota de dicho capital ) se entenderán
modificados de pleno derecho cada vez que la junta ordinaria de accionistas
apruebe el balance del ejercicio. Por consiguiente, el balance deberá expresar el
nuevo capital y el nuevo valor de las acciones, resultante de la distribución de la
revalorización del capital propio.
Por su parte, el reglamento en su artículo 6 dispone que la revalorización no
afectará al número de acciones emitidas por la sociedad y sólo incrementará el
capital social, el pagado de ésta y el valor de sus acciones, favoreciendo incluso a
aquéllas de la sociedad que ésta posea en cartera, por haberlas adquirido en
conformidad a la ley.
Ello significa que no existe una nueva emisión de acciones por la
revalorización, sino solo un incremento del valor de las ya emitidas. Por otra parte,
cuando habla de acciones que la sociedad posea en cartera, se refiere a las
hipótesis en que la sociedad puede adquirir acciones de su propia emisión,
conforme al artículo 27 de la ley de sociedades anónimas, norma que
estudiaremos más adelante. Por último, cuando habla de Capital Pagado, se
refiere al que ha sido efectivamente enterado en arcas sociales, en cumplimiento
del contrato de suscripción de acciones, contrato que analizaremos a propósito del
capital pagado.
Estas disposiciones buscan conciliar el valor contable del capital social, con
el capital social establecido en la escritura social (capital nominal). Resulta de tal
modo, una mayor garantía para el pago de las acreencias sociales.
La revalorización conforme a la ley se genera de pleno derecho con la
aprobación de la junta general ordinaria de accionistas del balance respectivo. El
Directorio por su parte, se encuentra obligado a efectuar planes de distribución.
Así lo dispone el inciso 3º del artículo 10, al exigir que el Directorio, al someter el
balance del ejercicio a la consideración de la junta, deberá previamente distribuir
en forma proporcional la revalorización del capital propio entre las cuentas del
capital pagado, las de utilidades retenidas y otras cuentas representativas del
patrimonio.
La revalorización del capital se efectúa a través de una cuenta del activo
denominada “revalorización del capital social”, que se distribuye o divide
proporcionalmente entre las cuentas del pasivo no exigible, representativas de
patrimonio y derechos de los accionistas, como son las cuentas “Capital pagado”,
“utilidades retenidas” y “reservas”. Dicha distribución proporcional de la
revalorización entre tales cuentas representativas del patrimonio, ha de efectuarse
de manera que se respeten los diversos montos y permanencia de cada una de
estas cuentas durante el ejercicio correspondiente (artículo 7 del reglamento).
Por último, el capital de la sociedad y el valor nominal de sus acciones (si
hubiere acciones con valor nominal), aumentarán en la misma proporción que lo
hiciere el Capital pagado, luego de aprobada la distribución proporcional por
revalorización.

CLASIFICACIÓN DEL CAPITAL SOCIAL


La ley de sociedades anónimas distingue tres clases o tipos de capital:
1. Capital nominal;
2. Capital suscrito, y
3. Capital pagado.

El capital nominal es aquel fijado por los estatutos sociales, sea en el acto
fundacional o en sus modificaciones posteriores, que, si no es enterado

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completamente dentro del plazo de tres años contado desde la constitución, se


reduce de pleno derecho.
El capital suscrito es aquel colocado entre el público (o los accionistas de la
sociedad) y que al suscribirlo le convierte en accionista, obligándose a enterar al
fondo social el monto que representa la acción.
Este capital suscrito se constituye mediante el contrato de suscripción de
acciones.
Dicho contrato podemos definirlo siguiendo a Georges Ripert como “un acto
jurídico bilateral por el cual una persona se obliga a formar parte de una Sociedad
Anónima y a aportar una suma en principio igual al monto nominal de su título”
Por otra parte, la doctrina nacional lo define como un “contrato solemne que
debe constar por instrumento público o privado, en virtud del cual una sociedad
anónima emite o se obliga a emitir un determinado número de acciones de pago y
el suscriptor paga o se obliga a pagar dichas acciones”.
Si bien no existe mención expresa por la ley de este contrato, se colige de lo
dispuesto en el artículo 11 inciso 2º, cuando señala que, al momento de otorgarse
la escritura de constitución, deberá suscribirse y pagarse a lo menos un tercio. Lo
mismo cuando dispone que en todo caso el capital social deberá quedar
totalmente suscrito y pagado. De la misma manera el artículo 12, al disponer que
las acciones serán nominativas y su suscripción deberá constar por escrito en la
forma que determine el reglamento.
De las normas antedichas se colige la existencia del contrato de suscripción
de acciones, además de la circunstancia que dicho contrato puede celebrarse
inclusive antes del contrato de sociedad o coetáneo a él. En esta última hipótesis
el contrato de suscripción de acciones, según don Fernando Fueyo Laneri,
constituye un contrato preparatorio del de sociedad anónima.
Del punto de vista de las características del contrato de suscripción:
 Es bilateral;
 Es oneroso conmutativo;
 Es preparatorio o accesorio;
 Es puro y simple, y
 Es solemne.
Respecto a esta última característica, el artículo 12 de la ley en relación con
el artículo 12 del Reglamento, exigen los siguientes requisitos:
 Instrumento público o privado firmado por las partes;
 Expresión del número de acciones que se suscribe;
 Expresión de la serie de acciones a la que pertenecen;
 La fecha de entrega del título respectivo, y
 Valor y forma de pago de las acciones suscritas.

En la antigua legislación se conocía la “promesa de acciones” como distinta


de las acciones suscritas y no pagadas.
En cuanto al valor del contrato, esto es el precio de la suscripción, lo
constituye el valor de colocación de las acciones, valor que lo decide la junta de
accionistas según el artículo 26 de la ley en relación con el artículo 28 del
reglamento.
Cabe preguntarse, entonces, lo siguiente: El contrato de suscripción de
acciones, ¿constituye o no un acto de comercio? Lo anterior dependerá del
carácter que le demos al artículo 3º de la ley, esto es si se trata de una
enumeración taxativa o comprende otros actos que no se contemplan en sus
numerandos. Por lo pronto, este contrato de suscripción de acciones constituye ya
una adhesión al contrato de sociedad anónima, el cual es siempre mercantil. Más
aun la doctrina comparada lo incluye como acto de comercio. Por último, este
contrato incluye todas las características que hemos dado para definir un acto de

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comercio, esto es, todo acto de intermediación, realizado con ánimo de lucro y que
tiene por finalidad la circulación de la riqueza.

Incumplimiento del contrato de suscripción. Formas de compeler al


accionista al pago de las acciones. En el evento que el asociado no cumple con
su obligación fundamental de enterar su aporte pagando el valor de su acción, la
sociedad puede disponer de los siguientes medios:
 Vender en una Bolsa de Valores, por cuenta y riego del moroso, el número
de acciones necesaria para pagarse de los saldos insolutos y los gastos,
reduciéndole su título a las acciones que le resten.
 Aplicar las demás medidas y arbitrios que puedan contener los estatutos
sociales (artículo 17), o
 Demandar judicialmente el cumplimiento forzado de la obligación de enterar
el aporte estipulado, valiéndose de las reglas del juicio ejecutivo.
Capital pagado es aquel capital que ingresa en el patrimonio social en
cumplimiento del contrato de suscripción de acciones. Dicho cumplimiento debe
hacerse en el plazo que designen los estatutos, debiendo suscribir y pagarse a lo
menos la tercera parte del capital inicial de la sociedad al constituir ésta. Este
capital inicial (capital nominal) deberá quedar totalmente suscrito y pagado en un
plazo no superior a tres años. Si de hecho no se cumple con lo anterior, la sanción
será la reducción de pleno derecho del capital a lo efectivamente suscrito y
pagado.
Respecto a las acciones suscritas y no pagadas, según el artículo 16 de la
ley el saldo insoluto se reajusta por la Unidad de Fomento. Según el inciso 3º,
gozan estas acciones suscritas y no pagadas de los mismos derechos que las
íntegramente pagadas, salvo la participación en los beneficios sociales y las
devoluciones de capital, que se efectúan en proporción a lo pagado.
Respecto a la reforma del capital, como es el aumento de éste según el 67
es objeto de una junta extraordinaria de accionistas, que acuerda el aumento del
capital por los 2/3 de las acciones emitidas con derecho a voto.
El acuerdo, según el artículo 24 de la ley, relacionado con el artículo 27 y 28
del reglamento, no puede haber un plazo superior a tres años contados desde la
fecha del acuerdo para la emisión, suscripción y pago de las acciones respectivas.
Si no se enteran en ese plazo, queda reducido a la cantidad efectivamente
pagada.
Existe una situación especial según el inciso 2º del artículo 24, en la cual no
se aplica el plazo de tres años, cuando esté pendiente una emisión de bonos
convertibles en acciones (relacionar con el artículo 103 y siguientes de la ley
18.045).

Bienes susceptibles de ser aportados


Esta materia se encuentra regulada en los artículos 13,15 y 67 Nº 6 de la ley.
La regla general es que pueden aportarse a la sociedad todo tipo de bienes,
siempre que sea susceptible de apreciación pecuniaria.

Existen ciertas normas especiales relativas al aporte en los siguientes


casos:
Según el artículo 13 de la ley se prohíben las acciones de industria (trabajo
personal) y de organización (especie de trabajo personal), no pudiendo, por
consiguiente, aportarse dicho trabajo personal. La legislación anterior permitía la
existencia de este tipo de acciones y aportes, pero con la expresa prohibición de
enajenar durante los dos años siguientes.
Si bien se prohíbe aportar el trabajo personal, no impide la ley el trabajo
personal aplicado a una industria o al comercio, expresado por ejemplo en know

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how. Lo que se aporta en estos casos es el resultado de una labor, y no la


obligación de trabajar.
Conforme al artículo 15, respecto de los aportes no dinerarios, la ley dispone
que, salvo acuerdo unánime de las acciones emitidas, ellos deben ser estimados
por peritos y aprobados por junta extraordinaria de accionistas con un quórum de
a lo menos 2/3 de las acciones emitidas con derecho a voto (artículos 15 inciso 3º
y 67 Nº 6 de la ley de sociedades anónimas). Si el aporte se efectúa en el acto de
constitución, la escritura social ha de contener la avaluación (artículo 4 Nº 5).
Las acciones pueden pagarse en dinero efectivo u otros bienes. Si los
estatutos nada dicen, se pagan en dinero. Si los Directores o gerentes aceptan
una forma de pago distinta al dinero o la de los estatutos sociales, son
solidariamente responsables del valor de colocación de las acciones pagadas en
esa otra forma.

Valorización de las Acciones


Valor nominal, que representa la parte del capital fijado aritméticamente en los
estatutos. (Valor del capital dividido por el Número de acciones = valor nominal de
la acción.) USA, Argentina, por ej. no se contempla el valor nominal.
Valor Real, que es la estimación actual del patrimonio de la sociedad,
máquinas, deudas, reservas, etc., que van a determina cual es el valor efectivo
que tiene la sociedad.
Valor Bursátil, es el que se determina en Bolsa. Como un título que acredita la
calidad de socio fijando los derechos, obligaciones y responsabilidades de éste.
La acción fija la posición del socio frente a la sociedad y determina su
responsabilidad frente a terceros por las obligaciones que haya contraído con la
sociedad; sabemos que la responsabilidad del socio es limitada al monto de sus
aportes.

Suscripción de Acciones
Estamos en presencia de un contrato, Acto Jurídico bilateral, por el cual una
persona se obliga a formar parte de la sociedad y a aportar una suma, en
principio, igual al monto nominal del título.
La Ley en el Art. 11 inc. 2 y 3 establece que el capital debe quedar
íntegramente suscrito y pagado en el plazo no superior a tres años.
Art. 11 inc. 2 y 3 Ley 18.04: El capital inicial deberá quedar totalmente
suscrito y pagado en un plazo no superior a tres años. Si así no ocurriere, al
vencimiento de dicho plazo el capital social quedará reducido al monto
efectivamente suscrito y pagado.
Lo dispuesto en el inciso anterior es sin perjuicio de lo previsto en leyes
especiales”

Derecho de Opción Preferente


La sociedad debe entregar el título correspondiente por las acciones que se
están suscribiendo. Normalmente este contrato se suscribe con motivo de
aumento de capital en que el accionista tiene el Derecho de Opción Preferente,
esto es, para la compra de dichas acciones, caso contrario queda abierta esta
posibilidad a terceros para efectuar este contrato de suscripción. ART. 25 Ley S.A.
Art. 25 Ley 18.046 “Las opciones de suscribir acciones de aumento de capital de
la sociedad y debentures convertibles en acciones de la sociedad emisora, o de
cualesquiera otros deberes que confieran derechos futuros sobre estas acciones,
deberán ser ofrecidas, a lo menos por una vez, preferentemente a los accionistas,
a prorrata de las acciones que posean. En la misma proporción serán distribuidas
las acciones liberadas emitidas por la sociedad.
Este derecho es esencialmente renunciable y transferible.

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Profesor Derecho Comercial

El Derecho de Preferencia de que trata este artículo deberá ejercerse o


transferirse dentro del plazo de 30 días contado desde que se publique la opción
en la forma y condiciones que determine el Reglamento”

Clasificación de las Acciones


1) Pagadas o Definitivas, aquellas cuyo valor ha sido enterado
efectivamente en la caja social (en plazo no superior a tres años, Art. 11 inc. 2);
esta misma obligación corre para el evento que se emitan nuevas acciones por
aumento de capital. Art. 24 inc. 1.
2) Acciones Suscritas, aquellas que la sociedad ha emitido y que el
accionista ha suscrito, pero no ha pagado la totalidad de su valor Art. 19 inc. 2.
3) Acciones que corresponden a aportes en dinero o a otra clase de
bienes, estamos en presencia de otros bienes que deben ser avaluados por
peritos idóneos Art. 15.
No se admite las acciones de industria y de organización Art. 13.
4) Acciones de Pago, aquellas que se han pagado en dinero.
5) Acciones Liberadas de Pago o Crías de Acción, aquellas que la
sociedad emite sin la obligación de ser pagadas por los accionistas, Por Ej.: las
pagadas con cargo a dividendos. Se da este caso cuando se quiere aumentar el
capital. Requieren reforma de estatutos y junta general de accionistas.
6) Acciones Ordinarias o Comunes, son las simplemente ordinarias que
tiene los derechos propios que establece la ley para este tipo de acciones.
7) Acciones Privilegiadas, aquellas que gozan de un régimen de privilegios
o preferencias, o sea, ciertos derechos especiales por sobre los comunes. Ej.: a)
Preferencia en el reparto de utilidades; b) Derecho de restituirse preferentemente
del valor de la acción cuando la sociedad se disuelve o liquida, c) Mayor número
de votos por acción, etc.
Estas preferencias tienen que tener un plazo de vigencia y la ley establece
algunas prohibiciones.
8) Acciones Nominativas, sólo tienen valor histórico. Tenían importancia
porque tenían que cederse por instrumento privado e inscribirse en el registro de
Comercio.
9) Acciones al Portador, aquellas que se transfieren por la entrega del
título. ART. 15 Reglamento.
10) Acciones de Capital, aquellas que son pagadas en dinero en efectivo u
otros bienes avaluables en dinero por peritos.
11) Acciones de Trabajo, corresponden a una nueva forma introducida por
el Derecho y que ha permitido que los trabajadores tengan participación en la
sociedad, sistema que en Chile está prohibido.
En Chile, se permiten sólo acciones de capital en Sociedad Anónima.
12) Acciones con Valor Nominal, aquellas que llevan en el título en que
constan las acciones, una referencia que indica su valor, que corresponde a una
parte alícuota del capital.
13) Acciones sin Valor Nominal, aquellas que no llevan valor alguno en el
título.
Nuestra legislación permite ambas formas, Art. 32 Reglamento y Art. 4 Nº 5
de la Ley.
La acción sin valor nominal tiene su origen en Estados Unidos, donde se
consideró innecesario que el monto del capital se determinara por una referencia
valor nominal de las acciones, no le daban importancia alguna.
La actual Ley de Sociedades Anónimas autoriza la emisión de acciones sin
valor nominal. La decisión, en doctrina, radicó en que las acciones con valor
nominal no reflejan el estado real de la empresa, de la sociedad, por lo tanto, el

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valor real de la acción no está debidamente reflejado en la sociedad, luego habrá


que determinar cuál es el valor efectivo de la acción.
Las acciones sin valor Nominal facilitan los aumentos de capital (hoy, las
acciones son sin valor nominal).
14) Acciones que nacen de la emisión de Debentures o Bonos convertibles
en Acciones de Soc. Anónimas.
La regla general es que la acción tenga su fuente en la emisión que haga de
ella la sociedad. La sociedad emite acciones, ya sea con motivo del acto
constitutivo o con motivo del aumento de capital.
La Ley de mercado de Valores, en su Art. 21 establece que, cuando una
sociedad emite bonos podrá conceder a sus tenedores la facultad para canjearlos
por acciones de la misma sociedad, de conformidad con el contrato de emisión de
esos bonos.
Se establece la acción para suscribir acciones que provengan de debentures
o bonos convertibles en acciones.

DERECHOS DEL ACCIONISTA


Consisten básicamente en los siguientes:
1. Derecho de Información
2. Derecho a formar parte de la Junta de Accionistas
3. Derecho a ceder las acciones libremente
4. Derecho a participar en los dividendos
5. Derecho a retirarse de la sociedad
6. Derecho a que se le restituya el capital, junto a los demás socios, cuando
se disuelva o liquide la sociedad.
Veamos a continuación, para efectos de esta clase, cada uno de ellos en
forma pormenorizada:

1. Derecho de Información
Art. 54 Ley 18.046: La memoria, balance, inventario, actas, libros y los
informes de los auditores externos y, en su caso, de los inspectores de cuentas,
quedarán a disposición de los accionistas para su examen en la oficina de la
administración de la sociedad, durante los 15 días anterior a la fecha señalada
para la junta de accionistas. Los accionistas sólo podrán examinar dichos
documentos en el término señalado.
Durante el período indicado en el inciso anterior, estos accionistas tendrán el
derecho de examinar iguales antecedentes de las sociedades filiales, en la forma,
plazo y condiciones que señale el Reglamento.
No obstante lo dispuesto en los incisos anteriores, con la aprobación de las
tres cuartas partes de los directores en ejercicio, podrá darse el carácter de
reservados a ciertos documentos que se refieran a negociaciones aún pendientes
que al conocerse pudieran perjudicar el interés social. Los directores que dolosa o
culpablemente concurran con su voto favorable a la declaración de reserva,
responderán solidariamente de los perjuicios que ocasionaren.
El Art. 62 Ley dice que, si el accionista quiere participar con derecho a voz y
voto en la junta debe tener sus acciones inscritas en el registro de accionistas, con
una anticipación de 5 días a la Junta.
El Art. 75 dice que, cada vez que se cite a junta Ordinaria de accionistas,
está la obligación de enviar el balance y memoria de la sociedad a los accionistas,
incluyendo el dictamen de los auditores y sus notas respectivas.
El Art. 104 Reglamento dice que, si al accionista le corresponde un
determinado derecho social, sólo se considerarán aquellos inscritos en el Registro
de Accionistas con la antelación de 5 días.

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El Art. 17 Reglamento dice, que, en caso de cesión de derechos de acciones,


sólo produce efecto respecto de la sociedad y de terceros una vez inscritas en el
respectivo registro de accionistas. Esto es fundamental si se quiere reclamar algún
derecho respecto de la sociedad.

2. Derecho a voz y voto en la junta de accionistas


Lo consagra Art. 62, Inc. 1o. (En Relación con Art. 104 y 17 Reglamento) Art.
62 inc. 1 Ley 18.046 “Solamente podrán participar en las juntas y ejercer sus
derechos de voz y voto, los titulares de acciones inscritas en el Registro de
Accionistas con cinco días de anticipación a aquel en que haya de celebrarse la
respectiva junta.
Los titulares de acciones sin derecho a voto, así como los directores y
gerentes que no sean accionistas, podrán participar en las juntas generales con
derecho a voz.
Para los efectos de esta ley, se entiende por acciones sin derecho a voto
aquellas que tengan este carácter por disposición legal o estatutaria”
El Art. 21 dice que, cada acción es un voto, no existen acciones de voto
múltiple. Pueden existir acciones con derecho preferente, sin derecho a voto, o
con derecho a voto limitado, esto último significa que algunos titulares de acciones
no pueden participar con su voto en determinadas materias que se indican en los
estatutos o que se suscriben con posterioridad.

3. Derecho a ceder libremente las acciones


El Art. 14 Ley dice que, cualquier pacto particular entre los accionistas por
cesión de acciones debe estar depositado en la compañía y a disposición de los
demás accionistas y terceros interesados. Hay que hacer referencia a estos
pactos en el registro de accionistas, caso contrario carecen de valor.
En Chile las acciones son nominativas, no existen al portador.
El Art. 16 Reglamento dice, a la sociedad no le corresponde pronunciarse
sobre la transferencia de las acciones y está obligada a inscribir sin más trámite
los traspasos que se le presenten, a menos que éstos no se ajusten a las
formalidades que establece el artículo precedente.

4. Derecho a participar y percibir dividendos


Menciones están contenidas en Art. 78 y 79 de la Ley.
El Art. 78 Ley 18.046 dice, Los dividendos se pagarán exclusivamente de las
utilidades líquidas del ejercicio, o de las retenidas, provenientes de balances
aprobados por junta de accionistas.
No obstante lo dispuesto en el inciso anterior, si la sociedad tuviere pérdidas
acumuladas, las utilidades del ejercicio se destinarán primeramente a absorberlas.
Si hubiera pérdidas en un ejercicio, éstas serán absorbidas con las utilidades
retenidas, de haberlas.
El Art. 79 Ley 18.046 dice, salvo acuerdo diferente adoptado en la junta
respectiva, por la unanimidad de las acciones emitidas, las sociedades anónimas
abiertas deberán distribuir anualmente como dividendo en dinero a sus
accionistas, a prorrata de sus acciones o en la proporción que establezcan los
estatutos si hubiere acciones preferidas, a lo menos el 30% de las utilidades
líquidas de cada ejercicio. En las sociedades anónimas cerradas, se estará a lo
que determinen los estatutos y si éstos nada dijeren, se les aplicará la norma
precedente.
En todo caso, el directorio podrá, bajo la responsabilidad personal de los
directores que concurran al acuerdo respectivo, distribuir dividendos provisorios
durante el ejercicio con cargo a las utilidades del mismo, siempre que no hubiere
pérdidas acumuladas.

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5. Derecho a la participación de los accionistas en el reparto de capital


que queda una vez disuelta y liquidada la sociedad
Considerado en Art. 116 Y 117 LEY.
El Art. 116 Ley 18.046 dice, los repartos que se efectúen durante la
liquidación, deberán pagarse en dinero a los accionistas, salvo acuerdo diferente
adoptado en cada caso por la unanimidad de las acciones emitidas. No obstante lo
anterior, la junta extraordinaria de accionistas, por los dos tercios de las acciones
emitidas, podrán aprobar que se efectúen repartos opcionales, siempre que las
opciones ofrecidas sean equitativas, informadas y se ajusten a las condiciones
que determine el Reglamento.
El Art. 117 Ley 18.046 dice, la sociedad sólo podrá hacer repartos por
devolución de capital a sus accionistas, una vez asegurado el pago o pagadas las
deudas sociales.
Los repartos deberán efectuarse a lo menos trimestralmente y en todo caso,
cada vez que en la caja social se hayan acumulado fondos suficientes para pagar
a los accionistas una suma equivalente, a los menos, al 5% del valor del libro de
sus acciones, aplicándose lo dispuesto en el artículo 84 de esta ley.
Los repartos deberán ser pagados a quienes sean accionistas el quinto día
hábil anterior a las fechas establecidas para su solución.
Los repartos no cobrados dentro del plazo de cinco años desde que se
hayan hecho exigibles, pertenecerán a los Cuerpos de Bomberos de Chile y el
Reglamento determinará la forma en que se procederá al pago y distribución de
dichas cantidades.

6. Derecho a retiro
Existen acuerdos adoptados en juntas extraordinarias que implican muchas
veces reforma de estatutos, con quórum especiales para ser aprobados, sean S.A.
abiertas o cerradas. En las abiertas, estarse al quórum establecidos en los
estatutos; en las cerradas se debe contar con mayoría absoluta de los accionistas
con derecho a voto.
Hay ciertos casos, en que algunos acuerdos requieren una mayoría especial,
que es 2/3 de las acciones emitidas con derecho a voto.
El Art. 69 Ley, otorga al accionista el derecho a Retiro, sea por:
1) La transformación de la sociedad;
2) La fusión de la sociedad;
3) La enajenación del activo y pasivo de la sociedad o del total de su activo;
4) La creación de preferencias para una serie de acciones o el aumento o la
reducción de las ya existentes. En este caso, tendrán derecho a retiro únicamente
los accionistas disidentes de la o las series afectadas;
5) El saneamiento de la nulidad causada por vicios formales de que adolezca
la constitución de la sociedad o alguna modificación de sus estatutos que diere
este derecho.
6) Los demás casos que establezcan los estatutos.
El accionista disidente debe ejercer su derecho dentro del plazo de 30 días.
El retiro se ejerce por comunicación escrita, por carta certificada, o a través
de notario público que certifique el hecho.
El derecho a retiro caduca en el evento que una nueva junta modifique los
acuerdos que motivaron ese derecho a retiro Art. 71 Ley.
¿Qué derechos tiene el accionista una vez que está ejercido este derecho a
retiro?
La sociedad deberá pagarle el valor de las acciones que posee.
En el caso de S.A. Cerradas: valor de libro de la acción. ART. 77 indica como
calcular valor de libro.

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En el caso de S.A. Abiertas: valor de mercado. ART. 79 indica que en caso


de pago parcial el accionista recibirá la proporción que corresponda.
Si se pagaron dividendos antes de ejercer este derecho a Retiro, debe
deducirse este valor para determinar el valor de la acción.
El valor de mercado de la acción que se deberá pagar a los accionistas que
ejercieren su derecho y retiro en las sociedades anónimas y abiertas se sujetará a
las siguientes normas:
1) Se deberá distinguir entre las acciones que tienen o no transacción
bursátil;
2) Se entiende por acciones de transacción bursátil aquellas que así sean
calificadas por la Comisión Para El Mercado Financiero, la que deberá tener
presente el volumen, periodicidad, número y diversificación de quienes participen
en las transacciones bursátiles, como cedentes o adquirentes, cuantía de éstas y
cualquier otra circunstancia de las transacciones;
3) Cuando se trate de acciones de transacción bursátil, el valor de la acción
será el promedio ponderado de las transacciones bursátiles de la acción en los
dos meses precedentes al día de la junta que motiva al retiro;
4) Si las acciones no tuvieren transacción se considerará que su precio de
mercado es igual al de su valor libros, determinado de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 77 del presente Reglamento.

Efectos que produce el derecho a retiro (art. 27 Ley)


Implica que al accionista disidente se le va a pagar el valor de acción de libro
o mercado (Según si es S.A. cerrada o abierta), y en ese caso habrá que dejar
constancia en el registro de Accionistas y las acciones se inscriben a nombre de la
sociedad (uno de los casos).
Sin embargo, esta adquisición no puede ser permanente, sino que la
sociedad tiene la obligación de enajenarlas en plazo un año, contar fecha
adquisición. Si no lo hace el capital de la sociedad queda disminuido de pleno
derecho. Art. 27 Ley 18.046
Las sociedades anónimas sólo podrán adquirir y poseer acciones de su
propia emisión cuando la adquisición:
1) Resulte del ejercicio del derecho de retiro referido en el artículo 69;
2) Resulte de la fusión con otra sociedad, que sea accionista de la sociedad
absorbente;
3) Permita cumplir una reforma de estatutos de disminución de capital,
cuando la cotización de las acciones en el mercado fuere inferior al valor de
rescate que proporcionalmente corresponda pagar a los accionistas.
Mientras las acciones sean de propiedad de la sociedad, no se computarán
para la constitución del quórum en las asambleas de accionistas y no tendrán
derecho a voto, dividendo o preferencia en la suscripción de aumentos de capital.
Las acciones adquiridas de acuerdo con lo dispuesto en los números 1) y 2)
del presente artículo, deberán enajenarse en una bolsa de valores dentro del plazo
máximo de un año a contar de su adquisición y si así no se hiciere, el capital
quedará disminuido de pleno derecho.
Para la enajenación de las acciones deberá cumplirse con la oferta
preferente a los accionistas a que se refiere el artículo 25.

7. Derecho de opción preferente para suscribir acciones


Frente a un aumento de capital los accionistas tienen un Derecho de Opción
Preferente para suscribir esas acciones, sea que sean liberadas de pago o de
pago.

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Lo mismo ocurre frente al Derecho de Retiro: cuando la sociedad quiera


volver a enajenar esas acciones deberá ofrecerlas primeramente a los accionistas
y, en subsidio, a terceros. Art. 25 Ley y Art. 80. Ley.

8. Derecho especial para aquellos accionistas que posean o


representen el 10% o más de las acciones de una sociedad abierta
Estos accionistas pueden formular comentarios o proposiciones sobre la
marcha de los negocios sociales en el ejercicio correspondiente. Sólo se puede
formular una presentación por escrito, pero, el directorio de la S.A. está obligado a
incluir estos comentarios en la memoria, en un anexo.

OBLIGACIONES Y RESPONSABILIDADES DE LOS ACCIONISTAS


Pagar el valor de las acciones, en dinero o con otros bienes avaluables por
peritos, en plazo de tres años máximo, según Art. 11. (Permite distinguir entre
acciones suscritas y pagadas).
Si no se cumple esta obligación por el accionista, existen alternativas para la
sociedad:
1) Intentar una acción ejecutiva y exigir el pago del valor al accionista.
2) Puede vender en bolsa estos valores mobiliarios.
Todos los saldos insolutos de estas acciones suscritas y no pagadas se
expresan y reajustan en UF. Si valor está expresado en moneda extranjera, saldo
debe pagarse en esa moneda o de acuerdo al cambio oficial.
El hecho que las acciones no estén pagadas no las priva de sus derechos,
salvo en el tema del reparto de los dividendos.
El accionista tiene doble responsabilidad para con la sociedad: es
responsable para con la sociedad con todo su patrimonio, pero respecto de la
obligación que la sociedad tenga con terceros, va a responder sólo hasta el monto
de sus aportes.

FORMAS DE LAS ACCIONES SU TRANSFERENCIA Y TRANSMISIÓN


Las acciones son valores mobiliarios, especies de títulos de créditos, porque
son causados. Sin embargo, no se le puede aplicar con estrictez los principios de
los títulos de crédito, razón por la cual las acciones deben constar por escrito, de
ahí entonces que se utiliza la expresión Títulos de Acciones para referirse al tema.
Estos títulos de acciones constituyen los documentos representativos de una
o muchas acciones.
Estos títulos deben cumplir una serie de formalidades que establece el
reglamento y la ley. ART. 12 Inc. 1 y 2.
En Chile las acciones son nominativas, no al portador y está determinada la
forma en que se pueden transferir.

Forma de las Acciones


Los Títulos de acciones deben contener ciertas indicaciones.
El Art. 19 Reglamento dice, los títulos de acciones llevarán:
1) El nombre del dueño,
2) El nombre y sello de la sociedad,
3) La fecha de la escritura social y notaría en que se haya otorgado,
4) La indicación de la inscripción de la sociedad en el Registro de Comercio
correspondiente,
5) El número total de las acciones en que se divide el capital de la compañía,
6) El número de acciones que el título represente y, en su caso, la serie a
que pertenezcan,
7) El número total de acciones correspondientes a dicha serie, y
8) Una referencia a las preferencias si las hubiere.

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9) Igualmente deberán constar en el título las condiciones de pago de la


acción si se tratare de acciones que no estuvieren pagadas íntegramente.
En el caso de sociedades anónimas sujetas a resolución de autorización de
existencia se expresará además en el título la fecha y número de ésta. Los títulos
e acciones serán numerados correlativamente y se desprenderán de un libro
talonario.
El talón correspondiente será firmado por la persona a quien se haya
entregado el título. Los títulos serán firmados por el presidente del Directorio y por
el gerente o las personas que hagan sus veces. Las sociedades podrán establecer
sistemas para que la firma de uno de ellos quede estampada mediante
procedimientos mecánicos que ofrezcan seguridad.
El Art. 12 inc. Final Ley 18.046 dice, la Comisión Para El Mercado Financiero
podrá autorizar a las sociedades sometidas a su control, para establecer sistemas
que sustituyan la obligación de emitir títulos o que simplifiquen en casos
calificados la forma de efectuar las transferencias de acciones, siempre que dichos
sistemas resguarden debidamente los derechos de los accionistas.

Inutilización del Título


En estos casos, tanto en el título como en el talón debe constar la expresión
Inutilizado, (se pegan) y se debe emitir nuevos títulos. Lo mismo ocurre cuando
hay canje de títulos.

Extravío de Títulos o Robo de Títulos


La persona puede solicitar que se le emita uno nuevo, cumpliendo requisitos
como publicación del extravío en un diario de amplia circulación nacional, etc. En
S.A. abiertas, se debe remitir copia de la publicación a las bolsas respectivas.
En el nuevo título se debe dejar constancia del cumplimiento de estas
obligaciones.
Las acciones pueden ser objeto de Transmisión o adjudicación por causa de
muerte: En tal caso efectuar la inscripción en el registro de accionistas, exhibiendo
testamento inscrito, si lo hay, la inscripción de auto de posesión efectiva en
herencia y del acto de adjudicación, si se adjudicó de otra manera. En estos casos
la sociedad debe anotar la transferencia y no se puede pronunciar sobre ella.
En cuanto al Registro de Accionistas: Lo establece el Art. 13 Reglamento,
que indica las menciones del mismo.
El Art. 13 Reglamento dice, las sociedades anónimas deberán llevar un
Registro de Accionistas en el que se anotará, a lo menos, el nombre, domicilio y
cédula de identidad de cada accionista, el número de acciones de que sea titular,
la fecha en que éstas se hayan inscrito a su nombre y tratándose de acciones
suscritas y no pagadas, la forma y oportunidades de pago de ellas. Igualmente, en
el Registro deberá inscribirse la constitución de gravámenes y de derechos reales
distintos al de dominio.
En caso de que algún accionista transfiera el todo o parte de sus acciones
deberá anotarse en el Registro esta circunstancia.
La apertura del Registro de Accionistas se efectuará el día del otorgamiento
de la escritura de constitución.

AUMENTOS Y DISMINUCIONES DE CAPITAL EN LA SOCIEDAD


ANONIMA

AUMENTOS DE CAPITAL
1) Aumento de capital mediante la emisión de nuevas acciones de pago.
Art. 25 Ley.
Esto implica reforma de estatutos y Junta Extraordinaria de Accionistas.

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Existe un Derecho Preferente para suscribir estas acciones (Art. 29,30 y 31


Reglamento).
Las Acciones de nueva emisión deben ser ofrecidas a los accionistas al
menos una vez, en proporción a la cantidad de acciones inscritas. Los accionistas
deben manifestar por escrito su intención de suscribirlas en plazo no superior a 30
días; estas opciones se publican.
Debe dejarse constancia de esta circunstancia mediante certificado suscrito
por el gerente de la sociedad. Este derecho de Opción es transferible. Si el
accionista no expresa su voluntad se entiende que renuncia a su derecho,
renuncia puede ser expresa o tácita. (Plazo de caducidad).
La cesión de acciones produce efectos una vez que la sociedad toma
conocimiento de ella, a través de la inscripción y el certificado de derecho de
Opción.
Se puede acreditar que la sociedad tomó conocimiento de la Cesión, con la
notificación que puede efectuar un notario público o Corredor de la Bolsa.
Concordar con Art. 3 Inc. 1 Ley Mercado Valores.

2) Aumento de capital mediante la emisión de acciones liberadas de


pago.
2.1. vía capitalización de utilidades. Art. 78, 79 Y 80 Ley.
Expliquemos previamente que cuando existen utilidades en un ejercicio,
puede la sociedad por acuerdo de Junta repartir dividendos, de conformidad a lo
que señala la ley, sus estatutos y el propio acuerdo de dicha Junta.
Así podemos estar en presencia de los siguientes tipos de dividendos:
Dividendo mínimo obligatorio: Salvo acuerdo en contrario la sociedad está
obligada a repartir dividendos con cargo al 30% de las utilidades del ejercicio. (79
Inc. 1°).
Dividendo provisorio: El directorio podrá, bajo la responsabilidad personal de
los directores que concurran al acuerdo respectivo, distribuir dividendos
provisorios durante el ejercicio con cargo a las utilidades del mismo, siempre que
no hubiere pérdidas acumuladas. (79 Inc. 2°)
Dividendos eventuales: La parte de las utilidades que no sea destinada por la
junta a dividendos pagaderos durante el ejercicio, ya sea como dividendos
mínimos obligatorios o como dividendos adicionales, podrá en cualquier tiempo
ser capitalizada, previa reforma de estatutos, por medio de la emisión de acciones
liberadas o por el aumento del valor nominal de las acciones, o ser destinadas al
pago de dividendos eventuales en ejercicios futuros. (80)
La parte de las utilidades restante, puede ser capitalizada para lo cual se
requiere reforma de estatutos y Junta Extraordinaria de Accionistas.
Como se puede capitalizar: Mediante emisión de acciones liberadas de pago,
se pagan con cargo a esa utilidad retenida que no se reparte, o también a través
del aumento del valor nominal de las acciones. Art. 27 Inc. 2 Reglamento confirma
esto.
Resumiendo, es un acto jurídico plurilateral por el cual los accionistas de una
persona jurídica incrementan su capital social, haciendo que cierta cantidad que
tienen derecho a retirar de la sociedad, se mantenga de manera permanente en la
sociedad a título de capital social.
Lo característico de esta forma de aumento es que existe una renuncia de
los socios a un derecho para exigir el cumplimiento de una determinada obligación
de dar, cual es el pago de las utilidades por la sociedad. Los socios renunciantes
adquieren del haber social una parte proporcional a lo que representa su renuncia.
2.2. Aumento por vía de capitalización de reservas.

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Por medio de este acto jurídico, los socios hacen que las sumas que se
encontraban en el patrimonio social con un fin específico, dejen de estar
destinadas al cumplimiento del mismo y pasen a incrementar al capital social.
Este acto engendra y extingue obligaciones; engendra la obligación de no
retirar las sumas constitutivas del aumento de capital, y extingue la obligación de
destinar tales dineros al cumplimiento del fin para el cual se creó la reserva.

2.3. Aumento por vía de capitalización de créditos que tengan los


socios contra la sociedad.
Es un acto jurídico por el cual uno o más socios que son acreedores de la
sociedad, aumentan su capital social mediante el aporte en dominio que le hacen
de uno o más créditos de los que son titulares contra ella.
Se suscitan dudas respecto a la naturaleza jurídica del aumento por esta vía.
Patrimonialmente, la sociedad extingue un pasivo por confusión. Sin embargo, ello
no varía la circunstancia de haber adquirido un bien consistente en un derecho
personal o crédito por un valor determinado.
Para algunas personas, en este caso existiría una compensación entre el
crédito que los socios tenían con la sociedad y la deuda que ellos adquirieron con
el acuerdo de aumento; sin embargo, la obligación que asumieron los socios con
el acuerdo no fue la de enterar una determinada suma de dinero a la sociedad,
caso en el cual sí operaría la compensación.

3) Aumento de capital por disminuciones o aumentos de Pleno Derecho.


Art. 10 Ley 18.046
El capital y el valor de las acciones se entenderán modificados de pleno
derecho cada vez que la junta ordinaria de accionistas apruebe el balance de
ejercicio. (Concordar con Art. 6 Reglamento, que dice algo parecido.)
Cada vez que se constituya la Junta Ordinaria de Accionistas y se pronuncie
aprobando la Memoria, el Balance y el Estado de Resultados que le presente el
Directorio, los valores contables que arrojen esos instrumentos, incidirán en el
valor contable del capital y del valor de las acciones, haciéndolas varias año a
año. O ejercicio en ejercicio.

DISMINUCIÓN DE CAPITAL
La ley también admite esta posibilidad, es un caso de Junta Extraordinaria de
Accionistas con quórum de 2/3 de las acciones emitidas con derecho a voto,
porque es una situación que no sólo afecta a los socios sino también a los terceros
con quien la sociedad hubiere contratado, Es el mismo quórum para S.A. abiertas
o cerradas.
Mecanismos por los cuales se puede producir disminución de capital:
1) Disminuir el valor nominal de las acciones: Se le devuelve a cada
accionista la parte disminuida en dinero.
2) Ajuste del capital de la sociedad al activo de ella: El Art. 27
Reglamento dice que, en los aumentos de capital de las sociedades anónimas
cerradas la junta de accionistas deberá acordar, que previa a la emisión de
acciones de pago, la sociedad capitalizará todas las reservas sociales
provenientes de utilidades y de revalorizaciones legales existentes a esa fecha.
Lo anterior podrá hacerse mediante el aumento del valor nominal de las
acciones, si lo tuvieren, o a través de la emisión de acciones liberadas de pago,
situación que deberá ser prevista en la reforma de estatutos que apruebe el
aumento de capital.
No obstante lo dispuesto en los incisos anteriores, si la sociedad tuviere
pérdidas acumuladas, las utilidades del ejercicio y las reservas de utilidades se
destinarán primeramente a absorberlas.

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 96
Profesor Derecho Comercial

Con todo, los fondos de utilidades destinadas a ser distribuidos como


dividendos, entre los accionistas, podrán no ser capitalizados si la junta de
accionistas acordare su pago para la fecha que determine dentro del ejercicio en
que se adoptó el acuerdo respectivo y éste se efectúe antes de la emisión de las
acciones de pago.
3) Castigo de los activos a su valor real: Se vuelven a tasar los activos de
la sociedad anónima, y si estos arrojan un valor real inferior al valor original de los
aportes, se castigan a la baja, reduciéndose, en consecuencia, el valor del capital
social.
4) Por reducción al monto suscrito y pagado: El Art. 11 Inc. 2 Ley 18.046
dice que, el capital inicial deberá quedar totalmente suscrito y pagado en un plazo
no superior a tres años. Si así no ocurriere, al vencimiento de dicho plazo el capital
social quedará reducido al monto efectivamente suscrito y pagado
5) Por disminuciones o aumentos de Pleno Derecho: Disminuido de pleno
derecho. Art. 10 Ley. Relacionado con el Art. 33 Reglamento. El Art. 10 Ley
18.046 dice que, el capital de la sociedad deberá ser fijado de manera precisa en
los estatutos y sólo podrá ser aumentado o disminuido por reformas de los
mismos. No obstante lo dispuesto en el inciso anterior, el capital y el valor de las
acciones se entenderán modificados de pleno derecho cada vez que la junta
ordinaria de accionistas apruebe el balance. El balance deberá expresar el nuevo
capital y el valor de las acciones resultante de la distribución de la revalorización
del capital propio. Para los efectos de lo dispuesto en el inciso anterior, el
directorio, al someter el balance del ejercicio a la consideración de la junta, deberá
previamente distribuir en forma proporcional la revalorización del capital propio
entre las cuentas del capital pagado, las de utilidades retenidas y otras cuentas
representativas del patrimonio. El Art. 33 Reglamento dice que, cada vez que se
produzca una disminución de capital de pleno derecho, el gerente de la sociedad
deberá dejar constancia de ella, por escritura pública, anotada al margen de la
inscripción social dentro de los 60 días siguientes a la ocurrencia del hecho que la
motiva.

ÓRGANOS ENCARGADOS DE LA ADMINISTRACION DE LA SOCIEDAD


ANONIMA
1. El Directorio
2. El Gerente
3. La Junta de Accionistas

EL DIRECTORIO
Art. 1 Ley 18.046 La sociedad anónima es una persona jurídica formada por
la reunión de un fondo común, suministrado por accionistas responsables sólo por
sus respectivos aportes y administrada por un directorio integrado por miembros
esencialmente revocables.
La sociedad anónima es siempre mercantil, aun cuando se forme para la
realización de negocios de carácter civil.
Art. 31 Inc. 1 Ley 18.046 La administración de la sociedad anónima la ejerce
un directorio elegido por la junta de accionistas.
Art. 49 Ley 18.046 Las sociedades anónimas tendrán uno o más gerentes
designados por el directorio, el que les fijará sus atribuciones y deberes, pudiendo
sustituirlos a su arbitrio. Al gerente o gerente general en su caso, corresponderá la
representación judicial de la sociedad, estando legalmente investido de las
facultades establecidas en ambos incisos del artículo 7º del Código de
Procedimiento Civil, y tendrá derecho a voz en las reuniones de directorio,
respondiendo con los miembros de él de todos los acuerdos perjudiciales para la
sociedad y los accionistas, cuando no constare su opinión contraria en el acta.

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Elección del directorio:


Art. 66 Ley 18.046 En las elecciones que se efectúen en las juntas, los
accionistas podrán acumular sus votos en favor de una sola persona, o
distribuirlos en la forma que estimen conveniente, y se proclamarán elegidos a los
que en una misma y única votación resulten con mayor número de votos, hasta
completar el número de cargo por proveer.
Si existieren directores titulares y suplentes, la sola elección de un titular
implicará la del suplente que se hubiere nominado previamente para aquel.
Lo dispuesto en los incisos precedentes no obsta a que por acuerdo unánime
de los accionistas presentes con derecho a voto, se omita la votación y se proceda
a elegir por aclamación.
Art. 34 Reglamento Las sociedades que tengan directores titulares y
suplentes, se deberá postular al titular y a su respectivo suplente. La elección se
hará en una misma y única votación y los votos que favorezcan a un determinado
director titular, necesariamente favorecerán al director suplente que postule
conjuntamente con éste.
Estas disposiciones consagran lo siguiente:
1) El derecho que tiene el accionista a participar teóricamente en la
administración de la sociedad.
2) La facultad o posibilidad de elegir al directorio a través de la voluntad de
todos los accionistas.
3) La facultad de revocar al directorio; es un elemento de la esencia y
constituye una norma de orden público.

Concepto
EL DIRECTORIO es un organismo que está formado por un conjunto de
individuos en calidad de titulares y suplentes, cuyos cargos tienen el carácter de
ser temporales y esencialmente revocables (en este sentido se revoca al órgano
como tal, no a los integrantes por separado), y quienes están investidos de la
facultad de administrar la S.A. en los términos establecidos en la ley.

Características del Directorio


1) Su Temporalidad; y
2) La Revocabilidad de sus miembros.

Características del cargo de Director


1) La calidad de director de S.A. se adquiere por la aceptación del cargo,
expresa o tácitamente.
El director que adquiera una calidad que lo inhabilite para desempeñar dicho cargo
o que incurriere en incapacidad legal sobreviniente, cesará automáticamente en él
(Art. 37)
2) Los estatutos de la Sociedad Anónima deben contener un numero
invariable de directores, directorio que debe ser renovado totalmente al final del
período que le corresponde ejercer funciones de tal, este período dura 03 años, y
pueden reelegirse indefinidamente. Si nada se dice en los estatutos, se entiende
que los directores se renuevan cada un año.
3) Los directores pueden ser reelegidos indefinidamente.
4) En los estatutos se deberá indicar si tendrán o no una remuneración, caso
positivo su cuantía, determinada por la Junta Ordinaria de Accionistas. Art. 33 Ley
en relación Art. 35 Reglamento.
Los directores pueden tener dieta por asistencia, participación en las
utilidades u otra suma expresamente determinada. Si se hacen pagos no
autorizados a estos directores, están obligados a devolverlos, y quienes los hayan

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autorizado son solidariamente responsables.


Asimismo, el Art. 33 Inc. 2 dice que la memoria anual debe indicar las
remuneraciones recibidas por los directores en ejercicio.
La ley es extremadamente rigurosa en esta materia, y le da publicidad a este
hecho, a fin de que se conozca claramente el gasto en que ha incurrido la
sociedad por este concepto.
5) El Directorio debe designar un Presidente, y lo hace:
(a) En la primera reunión después de celebrar la junta Ordinaria en que fue
designado, y este presidente los es también de la Sociedad.
(b) Los directores pueden o no ser socios de la sociedad.
(c) El directorio funciona en sala legalmente constituida

Inhabilidades para ser director


Art. 35 consagra inhabilidades de la Sociedad Anónima Abierta o Cerrada, en
tanto que Art. 36 consagra inhabilidades específicas.
Art. 35 Ley 18.046 No podrán ser directores de una sociedad anónima:
(1) Los menores de edad;
(2) Las personas afectadas por la revocación a que se refiere el artículo 77
de esta Ley;
(3) Las personas encargadas reos o condenadas por delito que merezca
pena aflictiva o de inhabilitación perpetua para desempeñar cargos u oficios
públicos, y los fallidos o los administradores o representantes legales de personas
fallidas o encargadas reos o condenadas por delitos de quiebra culpable o
fraudulenta y demás establecidos en los artículos 203 y 204 de la Ley de
Quiebras. La inhabilidad a que se refiere este número cesará desde que el reo
fuere sobresueldo o absuelto;
(4) Los funcionarios fiscales, semifiscales, de empresas u organismos del
Estado y de empresas de administración autónoma en la que el Estado efectúe
aportes o tenga representantes en su administración, en relación a las entidades
sobre las cuales dichos funcionarios ejercen, directamente y de acuerdo con la ley,
funciones de fiscalización o control. Las personas que adquieran la calidad de
funcionarios en los organismos o empresas públicas indicadas, cesarán
automáticamente en el cargo de director de una entidad fiscalizada o controlada.
Art. 36 Ley 18.046 Además de los casos mencionados en el artículo anterior,
no podrán ser directores de una sociedad anónima abierta o de sus filiales:
(1) Los senadores y diputados;
(2) Los ministros y subsecretarios de Estado, jefes de servicio y el directivo
superior o inmediato que deba subrogar a cada uno de ellos, con excepción de los
cargos de director de las sociedades anónimas abiertas en las que el Estado,
según la ley, deba tener representantes en su administración, o sea accionista
mayoritario, directa o indirectamente a través de organismos de administración
autónoma, empresas fiscales, semifiscales, de administración autónoma, o
aquellas en que el Estado sea accionista mayoritario;
(3) Los funcionarios de la Comisión Para El Mercado Financiero de Valores y
Seguros;
(4) Los corredores de bolsa y los agentes de valores, salvo en las bolsas de
valores.

Directores Suplentes
Art. 32 Ley 18.046. Los estatutos podrán establecer la existencia de
directores suplentes, cuyo número deberá ser igual al de los titulares. En este
caso cada director tendrá su suplente, que podrá reemplazarle en forma definitiva
en caso de vacancia y en forma transitoria, en caso de ausencia o impedimento
temporal de éste.

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 99
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Los directores suplentes siempre podrán participar en las reuniones del


directorio con derecho a voz y sólo tendrán derecho a voto cuando falten sus
titulares.
A los directores suplentes les serán aplicables las norma establecidas para
los titulares, salvo excepción expresa en contrario o que de ellas mismas aparezca
que no les son aplicables.
Si se produjere la vacancia de un director titular y la de su suplente, en su
caso, deberá procederse a la renovación total del directorio en la próxima junta
ordinaria de accionistas que deba celebrar la sociedad y en el intertanto, el
directorio podrá nombrar un reemplazante.

Responsabilidad de los directores de acuerdo a la Doctrina del Derecho


Comercial
Mientras que en la Ley Nº 18.045 sobre Mercado de Valores existen figuras
delictivas tipificadas en relación a una administración desviada y/o corrupta de los
directores, estas no existen en la Ley N0 18.046.
La gran figura de la Ley Nº 18.045 se vincula al uso indebido de la
información privilegiada, que va a constituir un tipo delictivo.
Cuando José Yurazek (caso Chispas Endesa 1998) fue acusado de usar
información privilegiada, su defensa señaló que el ejecutivo estaba actuando en el
ámbito del derecho privado, y por lo tanto no tenía el Consejo de Defensa del
Estado competencia para querellarse. El Consejo de Defensa del Estado, sin
embargo, señaló que las sociedades anónimas son el principal motor de la
economía del país, luego la economía del país estaba en juego, y con ello, los
intereses de la comunidad nacional; por lo que el caso era de una cuestión de
orden público económico (ver apunte adjunto de Emilio Pffeffer).
Pero en términos generales, nos va a interesar tratar la responsabilidad civil
(o comercial) de los directores.
Esta responsabilidad se encuentra vinculada a ciertos deberes: Nuestra ley
solo contiene un deber de contenido general y se refiere a la conducta debida;
pero no dice cómo debe desempeñarse el cargo.
El artículo 41 de la Ley N0 18.046 señala que los directores deben emplear
el cuidado y diligencia que los hombres emplean ordinariamente en sus propios
negocios. Pero no explica en qué consiste esa conducta.
Por ello, se ha dicho que el concepto general que rodea este concepto es el
concepto general de la Buena Fe: es decir, que, sobre mis intereses particulares,
como director, voy a preferir los intereses de la sociedad.

Contenido doctrinal de los deberes de los directores


La doctrina comercialista ha elaborado una teoría sobre los deberes de los
directores de sociedad anónima. Estos serían una serie de deberes vinculados al
ejercicio de su cargo.
Estos deberes son:
1) El deber de Diligencia.
2) El Deber de Lealtad.
3) El Deber de Obediencia.

1) Deber de Diligencia
Es el grado de dedicación, trabajo y profundidad con que el director enfrenta
sus deberes y tareas. Artículo 44 Ley N0 18.046. Este deber en principio se asocia
al actuar como buen padre de familia del derecho civil. Pero este ejemplo del buen
padre de familia no se condice con el derecho comercial; por eso los tratadistas
prefieren hablar de "modelo de conducta", y este modelo de conducta sería la de
un “empresario eficiente".

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 100
Profesor Derecho Comercial

De qué estamos hablando: a) De un tipo de dirigencia: la del empresario; y,


b) De un grado de dirigencia: la del eficiente.
Tipo de dirigencia: Al hablar de un empresario, ¿Hablamos de un profesional
empresario? Si así fuera, pocos podrían ser directores. Solo nos referimos a una
persona que se compromete a actuar como empresario, que tiene la capacidad, la
visión y el éxito ordinario de un empresario.
Grado de dirigencia: En cuanto al grado, es un grado medio, no de éxito.
Pero no existe norma en Chile que nos indique quién o quiénes son este
empresario de grado medio. En este caso, se ha dicho que deberemos recurrir a
los "casos” como en el derecho comparado (Ejemplos: USA e Inglaterra).

Este deber de diligencia tiene tres expresiones:


a) Deber de informarse.
b) Deber de investigar, y
c) Deber de controlar.

a) Deber de informarse.
Este deber tiene, a su vez, dos aspectos:
i) La deliberación.
ii) El acuerdo.
La deliberación. Consiste en que el director cuando asiste a las sesiones de
directorio, debe provocar la discusión, el debate y la profundización del asunto
sometidos a su conocimiento. No puede simplemente ser un actor presencial o
mero actor informado de resoluciones que vienen pre acordadas. A veces se
comete el error de dejar estampado en las actas de sesiones del directorio, solo
los acuerdos adoptados, y no de las deliberaciones, de cómo se informaron los
directores, qué preguntaron, qué información requirieron, etc.
El acuerdo. El director debe pronunciarse sobre si está de acuerdo o en
oposición a la moción propuesta en la sesión, y como consecuencia de ello, dar
razones fundadas de su voto afirmativo, y con mayor razón y fuerza si es voto
negativo o de minoría.

b) Deber de investigar.
Este deber consiste en obtener toda la información posible acerca de la
marcha de la compañía; obtener la información financiera, económica, jurídica y
administrativa vigente y actual; no adoptar ninguna decisión sin antes estar
completa y suficientemente informado; etc.

c) Deber de controlar.
Este deber es parecido al de investigar. Dice relación especialmente con la
supervigilancia de los gerentes y mandatarios de la compañía. Se trata de que el
director debe velar por el desarrollo y ejecución de los acuerdos adoptados por el
Directorio. Cómo se está cumpliendo; quien los está cumpliendo; cuales han sido
las consecuencias; etc.

2) Deber de Lealtad.
Consiste en que, enfrentado el director a un conflicto de intereses entre los
suyos y los de la compañía, debe privilegiar los intereses de la compañía (Caso
Yuraszek).

3) Deber de Obediencia.
Es la convicción que debe tener el director, de que por sobre él se
encuentran los accionistas, cuya suma actúa en sala a través de la Junta de
Accionistas, órgano máximo de la sociedad anónima.

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 101
Profesor Derecho Comercial

Obligaciones y deberes legales de todo el directorio


1) Le compete la administración de la sociedad, debiendo emplear en el
ejercicio del cargo la diligencia que los hombres emplean ordinariamente en el
cuidado de sus negocios. Responden solidariamente de los perjuicios que les
causen a los accionistas en virtud de sus acciones dolosas o culposas Art. 41 Ley
18.046 Los directores deberán emplear en el ejercicio de sus funciones el cuidado
y diligencia que los hombres emplean ordinariamente en sus propios negocios y
responderán solidariamente de los perjuicios causados a la sociedad y a los
accionistas por sus actuaciones dolosas o culpables.
Es nula toda estipulación del estatuto social y todo acuerdo de la junta de
accionista que tienda a liberar o a limitar la responsabilidad de los directores a que
se refiere el inciso anterior.
La aprobación otorgada por la junta general de accionistas a la memoria y
balance presentados por el directorio o a cualquier otra cuenta o información
general, no libera los directores de la responsabilidad que les corresponda por
actos o negocios determinados; ni la aprobación específica de éstos los exonera
de aquella responsabilidad, cuando se hubieren celebrado o ejecutado con culpa
leve, grave o dolo.
2) Guardar reserva de los negocios que esté llevando la sociedad, e incluso
de las informaciones a que tengan acceso. Art. 43 Ley 18.046 Los directores están
obligados a guardar reserva respecto de los negocios de la sociedad y de la
información social a que tenga acceso en razón de su cargo y que no haya sido
divulgada oficialmente por la compañía.
No regirá esta obligación cuando la reserva lesiones el interés social o se
refiera a hechos u omisiones constitutivas de infracción de los estatutos sociales,
de la legislación aplicable a las sociedades anónimas, o de sus normas
complementarias.

Casos en que el director tiene interés en el acto o contrato en que


participa la sociedad
Operaciones deben ser aprobadas por el directorio siempre y cuando se
ajusten a condiciones de equidad, similares a las que operan en el mercado
(negociación incompatible)
Art. 44 Ley 18.046: Una sociedad anónima sólo podrá celebrar actos o
contratos en los que uno o más directores tengan interés por sí o como
representantes de otra persona, cuando dichas operaciones sean conocidas y
aprobadas por el directorio y se ajusten a condiciones de equidad similares a las
que habitualmente prevalecen en el mercado. Los acuerdos que al respecto
adopte el directorio serán dados a conocer en la próxima junta de accionistas por
el que la presida, debiendo hacerse mención de esta materia en su citación.
Se presume de derecho que existe interés de un director en toda
negociación, acto, contrato u operación en la que deba intervenir él mismo, su
cónyuge o sus parientes hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad, o
las sociedades o empresas en las cuales sea director o dueño directo o a través
de otras personas naturales o jurídicas de un 10% o más de su capital.
No se entenderá que actúan como representantes de otra persona, los
directores de las sociedades filiales designadas por la matriz, ni aquellos que
representen al Estado, a los organismos de administración autónoma, empresas
fiscales, semifiscales o de administración autónoma que, conforme a ley, deben
tener representantes en la administración de la sociedad o ser accionistas
mayoritarios de ésta. La infracción a este artículo no afectará la validez de la
operación, pero además de las sanciones administrativas en su caso y penales

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 102
Profesor Derecho Comercial

que corresponda, otorgará a la sociedad, a los accionistas o a los terceros


interesados, el derecho de exigir indemnización por los perjuicios ocasionados y
pedir el reembolso a la sociedad por el director interesado, de una suma
equivalente a los beneficios que, a él, a sus parientes o a sus representados les
hubieren reportado dichas negociaciones.

Prohibiciones a las que están afectos los directores


Art. 42 Ley 18.046 Los directores no podrán:
1) Proponer modificaciones de estatutos y acordar emisiones de valores
mobiliarios o adoptar políticas o decisiones que no tengan por fin el interés social,
sino sus propios intereses o los de terceros relacionados;
2) Impedir u obstaculizar las investigaciones destinadas a establecer su
propia responsabilidad o la de los ejecutivos en la gestión de la empresa;
3) Inducir a los gerentes, ejecutivos y dependientes o a los inspectores de
cuentas o auditores, a rendir cuentas irregulares, presentar informaciones falsas u
ocultar información;
4) Presentar a los accionistas cuentas irregulares, informaciones falsas y
ocultarles informaciones esenciales;
5) Tomar en préstamo dinero o bienes de la sociedad o usar en provecho
propio, de sus parientes, representados o sociedades a que se refiere el inciso
segundo del artículo 44, los bienes, servicios o créditos de la sociedad, sin previa
autorización del directorio otorgada en conformidad a la ley;
6) Usar en beneficio propio o de terceros relacionados, con perjuicio para la
sociedad, las oportunidades comerciales de que tuvieren conocimiento en razón
de su cargo, y
7) En general, practicar actos ilegales o contrarios a los estatutos o al interés
social o usar de su cargo para obtener ventajas indebidas para sí o para terceros
relacionados en perjuicio del interés social. Los beneficios percibidos por los
infractores a lo dispuesto en los tres últimos números de este artículo
pertenecerán a la sociedad, la que además deberá ser indemnizada por cualquier
otro perjuicio. Lo anterior, no obsta a las sanciones que la Comisión Para El
Mercado Financiero pueda aplicar en el caso de sociedades sometidas a su
control.

Presunciones de culpabilidad para los directores que establece la ley


Art. 45 Ley 18.046: Se presume la culpabilidad de los directores
respondiendo, en consecuencia, solidariamente de los perjuicios causados a la
sociedad, accionistas o terceros, en los siguientes casos:
1) Si la sociedad no llevare sus libros o registros;
2) Si se repartieren dividendos provisorios habiendo pérdidas acumuladas,
respecto de los directores que concurrieron al acuerdo respectivo;
3) Si la sociedad ocultare sus bienes, conociere deudas supuestas o
simulare enajenaciones.
Se presume igualmente la culpabilidad del o de los directores que se
beneficien en forma indebida, directamente o a través de otra persona natural o
jurídica de un negocio social que, a su vez, irrogue perjuicio a la sociedad.

Efecto de la no designación del directorio en el estatuto social


Antiguamente se establecía que la sociedad era nula absolutamente Art. 6.
Hoy ya no pasa esto, por lo que dice el Art. 5A que dice que si no se designa el
directorio se puede designar en una junta general de accionistas.

Número de miembros del directorio

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 103
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El Art. 31 Inc. 3 Ley 18.046 establece que, el directorio de las sociedades


anónimas cerradas no podrá estar integrado por menos de tres directores y el de
las sociedades anónimas abiertas por menos de cinco, y si en los estatutos nada
se dijere, se estará a estos mínimos.

Funcionamiento del directorio


1) Después de la Junta Ordinaria de Accionistas, el directorio en su primera
reunión designa a su presidente, que los es también de la sociedad.
2) Quórum para Sesionar: se requiere mayoría absoluta del número de
directores titulares establecidos en los estatutos, y los acuerdos se va a adoptar
por la mayoría de los directores con derecho a voto, que asistan. Si empate, dirime
el voto de quien preside la reunión.

En cuanto a las sesiones del directorio


Estas pueden ser ordinarias o extraordinarias.
1) Ordinarias, en fechas prefijadas.
2) Extraordinarias, citadas por el Presidente del Directorio o por indicación de
uno o más directores (califica presidente), salvo que sea por la mayoría absoluta
de los directores.

Frecuencia de las reuniones del directorio


En las sociedades anónimas abiertas el directorio celebrará sesiones
ordinarias, a lo menos una vez al mes, y en las sociedades anónimas cerradas se
está a lo que determine el estatuto social y en su silencio, a lo dispuesto
precedentemente.

Citación a reuniones ordinarias o extraordinarias


Art. 40 Reglamento. La citación a sesiones extraordinarias de directorio se
practicará mediante carta certificada despachada a cada uno de los directores, a
lo menos, con tres días de anticipación a su celebración. Este plazo podrá
reducirse a 24 horas de anticipación, si la carta fuere entregada personalmente al
director por un notario público.
La citación a sesión extraordinarias deberá contener una referencia a la
materia a tratarse en ella y podrá omitirse si a la sesión concurriere la unanimidad
de los directores de la sociedad.

En relación a las sesiones


El directorio deberá llevar un libro de actas dejando constancia de los
acuerdos y deliberaciones de este órgano, libre de enmendaduras, supresiones,
etc.
El acta lleva la firma de los directores que concurran a la reunión.
El acuerdo del directorio sólo puede llevarse a cabo sólo una vez aprobada el
acta con dichos acuerdos en la sesión posterior, salvo que el acta fuese firmada
por todos los directores, salvo excepción legal del Art. 48, Inc. 2 Ley.
Es importante el acta porque si un director quiere dejar salvada su
responsabilidad frente a algún acuerdo, debe quedar constancia en acta, debiendo
darse cuenta de ello en la próxima junta ordinaria de accionistas.

Otras obligaciones del directorio


Proporcionar a los accionistas y público en general información suficiente
acerca de la situación económica, legal fundada de la sociedad, incluso debe
proporcionar los antecedentes a requerimiento de la Comisión Para El Mercado
Financiero, respecto Art. 46 Nº 1 Ley, en relación con algunas normas del
mercado de valores. Esto se funda en el principio de mantener transparente el

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 104
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mercado financiero, así la ley establece la responsabilidad solidaria de los


directores que causen perjuicio
omitiendo esta obligación.
El cargo de director es delicado, exige y se establecen una serie de
responsabilidades solidarias. El Art. 134 establece responsabilidad de los
contadores auditores por la información falsa que se dé.

Revocación del directorio


Sólo es revocado en su totalidad, art. 38 ley, no cabe revocar a uno o parte
del directorio. Esto salvo en el caso del balance, en que este se presente, se
rechaza, se presenta de nuevo y si se rechaza por segunda vez todo el directorio
debe irse.

EL GERENTE
Puede tener uno o más que son designados, es un empleado de la sociedad,
facultado para representarla judicialmente.
No existe ningún inconveniente en el derecho chileno para que la sociedad
anónima tenga uno o varios gerentes, a condición de que cada uno de ellos
cumpla una función determinada en los estatutos. En la práctica, todas las
sociedades de este tipo tienen por lo menos un gerente, pero son numerosas las
que poseen varios de estos mandatarios.
El gerente de la sociedad anónima es nombrado por el directorio, que fija al
mismo tiempo sus atribuciones y deberes, pudiendo sustituirlo a su arbitrio (art. 49
inc. 1º de la Ley Nº 18.046).
Para ser gerente, lo mismo que para ser miembro del directorio, no es
necesario ser accionista de la sociedad. Pero, a diferencia de los miembros del
directorio, que son en la mayoría de los casos accionistas, los gerentes son, por
regla general, extraños de la sociedad, elegidos en razón de su calificación
profesional (tecnócratas).
Por otra parte, los estatutos de la sociedad no pueden estipular que el
gerente, por el hecho de ser tal, sea considerado como miembro del directorio.
Tal principio ha sido sentado por la jurisprudencia administrativa del
organismo público encargado del control de la sociedad anónima en Chile.

Revocación del Gerente


La revocación del gerente debe ser decidida por el directorio de la sociedad
(art. 49 inc. 1º Ley Nº 18.046). La duración de las funciones del gerente está
limitada entonces por la posibilidad de su revocación en cualquier momento y en
las condiciones previstas en el acto de su designación. Cuando el gerente es al
mismo tiempo director en una sociedad anónima cerrada, su revocación está
sometida a las mismas condiciones de las de los otros mandatarios sociales.

Remuneración del Gerente


Cuando el gerente es al mismo tiempo miembro del directorio, en la sociedad
anónima cerrada los estatutos sociales deben contener su remuneración, de
acuerdo a los límites fijados por la ley. Sin embargo, tratándose de una función
diferente de la de los otros miembros del directorio, la Junta de Accionistas puede
acordarle una remuneración especial. Si el gerente es un extraño a la sociedad, él
será retribuido como un empleado de la compañía.

Los poderes del Gerente


Las atribuciones del gerente están determinadas en el acto de su
nombramiento. Muchas veces se distingue en la Sociedad Anónima entre las
funciones de administración y de dirección de la sociedad, y esta diferencia debe

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 105
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ser necesariamente despejada a través de una adecuada redacción de los


estatutos de la misma.
El gerente debe ser considerado entonces como un órgano que acompaña al
presidente en la función de la dirección superior de los asuntos de la sociedad.
Con todo, en el derecho chileno el gerente ha sido siempre considerado como un
simple mandatario investido de los poderes que el directorio ha tenido a bien
delegarle, como consecuencia del hecho que la distinción entre las diversas
funciones que integran la gestión social no ha estado nunca determinada con
precisión.
Cuando las atribuciones del gerente no derivan de los estatutos sociales, es
el directorio el que hace delegación de algunos de sus poderes en este
mandatario por acto jurídico especial (el mandato mercantil).
Como órgano de dirección, al gerente le corresponde dirigir las operaciones
de la sociedad según los estatutos y las decisiones del directorio. No cabe duda
en cuanto a la calificación del órgano directivo que hemos atribuido al gerente
desde el momento en que él debe dirigir los negocios sociales de acuerdo con los
estatutos y con las decisiones del órgano administrativo, el directorio, a quien
corresponde la misión de definir en términos generales, a mediano y largo plazo,
la política económica y financiera de la empresa.
Sea que las funciones directivas le sean conferidas por los estatutos
sociales, sea que ellas las adquiera por un acto jurídico especial, el gerente de la
sociedad anónima chilena es un órgano de dirección. Por lo mismo, él no puede,
al igual que el presidente del directorio, verse investido de atribuciones de orden
administrativo que deben permanecer dentro de la esfera de competencia del
directorio.
Aparte de la función primordial de dirigir los asuntos sociales según el
estatuto de la sociedad y las decisiones del directorio, el gerente tiene además las
siguientes atribuciones:
a) Proponer, al directorio, los empleados de la sociedad y la remuneración
que deben tener, vigilar su conducta y proponer su destitución en caso necesario,
pudiendo suspenderlos en casos que él califique como urgentes y graves,
mientras se reúne el directorio;
b) Impartir a los empleados de la sociedad las órdenes e instrucciones
necesarias para el buen desempeño de sus funciones, guardando estricta
conformidad con los acuerdos del directorio;
c) Representar a la sociedad en conformidad al artículo 8º del Código de
Procedimiento Civil o en virtud del poder que el directorio le confiera;
d) Servir de secretario del directorio y de las asambleas generales de
accionistas, salvo que se designe a un empleado de la sociedad especialmente
para este objeto;
e) Hacer las inscripciones, registros y publicaciones que los estatutos exijan y
las que determine la ley;
f) Hacer que la contabilidad sea llevada al día y expedir la correspondencia, y
g) Atender las demás obligaciones que los estatutos le imponen y que la buena
marcha de las operaciones sociales haga necesarias.

LA JUNTA DE ACCIONISTAS
Es un órgano de la administración de la Sociedad Anónima en el cual reside
la facultad de decisión que se ejerce por los accionistas mediante acuerdos. Es el
órgano supremo.
Funciona en la forma y condiciones que establece la ley y los estatutos, por
medio de reuniones de los accionistas convocados legalmente y que se
denominan Junta de Accionistas. Aquí reside el poder soberano de la sociedad y
es donde los socios pueden ejercer a plenitud sus derechos.

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Las Juntas de Accionistas se clasifican en ORDINARIAS Y


EXTRAORDINARIAS. Art. 55 Ley 18.046: Los accionistas se reunirán en juntas
ordinarias o extraordinarias.

Las Juntas de Accionistas Ordinarias


Se celebrarán una vez al año, en la época fija que determinen los estatutos,
para decidir respecto de las materias propias de su conocimiento sin que sea
necesario señalarlas en la respectiva citación.

Las Juntas de Accionistas Extraordinarias


Podrán celebrarse en cualquier tiempo, cuando así lo exijan las necesidades
sociales, para decidir respecto de cualquiera materia que la ley o los estatutos
entreguen al conocimiento de las juntas de accionistas y siempre que tales
materias se señalen en la citación correspondiente.
Cuando una junta extraordinaria deba pronunciarse sobre materias propias
de una junta ordinaria, su funcionamiento y acuerdo se sujetarán, en lo pertinente,
a los quórums aplicables a esta última clase de junta.

Materias de junta ordinaria


Art. 56 Ley 18.046 Son materias de la junta ordinaria:
1) El examen de la situación de la sociedad y de los informes de los
inspectores de cuentas y auditores externos y la aprobación o rechazo de la
memoria, del balance, de los estados y demostraciones financieras presentadas
por los administradores o liquidadores de la sociedad.
Con esta facultad la Sociedad toma conocimiento del desarrollo que va
teniendo la empresa. Manifiesta su opinión frente a las informaciones que se le
van suministrando. La aprobación del balance no libera a los directores de su
responsabilidad, Art. 77.
2) La distribución de las utilidades de cada ejercicio y, en especial, el reparto
de dividendos;
3) La elección o revocación de los miembros titulares y suplentes del
directorio, de los liquidadores y de los fiscalizadores de la administración; Por esto
en estas sociedades se designan directores que se denominan provisorios.
4) En general, cualquiera materia de interés social que no sea propia de una
junta extraordinaria.

Materias de junta extraordinaria


Art. 57 Ley 18.046 Son materia de junta extraordinaria:
1) La disolución de la sociedad;
2) La transformación, fusión o división de la sociedad y la reforma de sus
estatutos.
3) La emisión de bonos o debentures convertibles en acciones;
4) La enajenación del activo fijo y pasivo de la sociedad o del total de su
activo;
5) El otorgamiento de garantías reales o personales para caucionar
obligaciones de terceros, excepto si éstos fueren sociedades filiales, en cuyo caso
la aprobación de directorio será suficiente, y
6) Las demás materias que por Ley o por los estatutos, correspondan a su
conocimiento o a la competencia de las juntas de accionistas.
Las materias referidas en los números 1), 2). 3) y 4) sólo podrán acordarse
en junta celebrada ante notario, quien deberá certificar que el acta es expresión
fiel de lo ocurrido y acordado en la reunión.

Como se celebran las juntas de accionistas y procedimientos

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Art. 58 Ley 18.046 Las juntas serán convocadas por el directorio de la


sociedad.
El directorio deberá convocar:
1) A junta ordinaria, a efectuarse dentro del cuatrimestre siguiente a la fecha
del balance, con el fin de conocer de todos los asuntos de su competencia;
2) A junta extraordinaria siempre que, a su juicio, los intereses de la sociedad
lo justifiquen;
3) A junta ordinaria o extraordinaria, según sea el caso, cuando así lo
soliciten accionistas que representen, a lo menos, el 10% de las acciones emitidas
con derecho a voto, expresando en la solicitud los asuntos a tratar en la junta.
4) A junta ordinaria o extraordinaria, según sea el caso, cuando así lo
requiera la Comisión Para El Mercado Financiero, con respecto a las sociedades
sometidas a su control, sin perjuicio de su facultad para convocarlas directamente.
Las juntas convocadas en virtud de la solicitud de accionistas o de la
Comisión Para El Mercado Financiero, deberán celebrarse dentro del plazo de 30
días a contar de la respectiva solicitud.
Art. 62 Reglamento Los avisos de citación a juntas de accionistas deberán
publicarse dentro de los 20 días anteriores a la fecha de su celebración. El primer
aviso no podrá publicarse con menos de 15 días de anticipación a la junta El aviso
deberá señalar la naturaleza de la junta y el lugar, fecha y hora de su celebración
y en caso de junta extraordinaria, las materias a ser tratadas en ella Los avisos de
la segunda citación a junta deberán cumplir con todos los requisitos señalados en
los incisos anteriores.

Formalidades para celebrar las juntas de accionistas


En materia de formalidades existen reglas comunes sean S.A. abiertas o
cerradas, sin perjuicio de que existan normas específicas para cada una de ellas.
Así dentro de las normas comunas están aquellas que dicen relación con la
convocatoria y citación para este tipo de juntas, sean S.A., cerradas o abiertas. El
Art. 58 Inc. 1º establece que las juntas serán convocadas por el directorio de la
sociedad y la junta Ordinaria debe efectuarse dentro del cuatrimestre siguiente a la
fecha del balance.

Formalidades especiales de la Sociedad Anónima abierta


1. Citación por correo a cada accionista, mínimo 15 días antes de la junta,
indicando materias a tratar.
2. Omisión de citación, junta se celebra igual, pero surgen responsabilidades
respecto de los gerentes liquidadores y directores, respecto de los perjuicios que
le puedan ocasionar a los socios.
3. En fecha que no puede ser posterior al primer aviso de la convocatoria a la
junta ordinaria, el directorio debe enviar una copia del balance y memoria de la
sociedad con informe de los auditores. Este se puede limitar con aprobación de la
Comisión Para El Mercado Financiero, sobre todo si el número de accionistas es
muy grande.
4. Deben confeccionar balance al 31 de diciembre de cada año o según
indiquen los estatutos.
5. En la memoria se pueden incluir anexo de proposiciones de los accionistas
que posean el 10% o más de las acciones con derecho a voto.
6. Publicar toda información sobre estado de ganancias y pérdidas de la
sociedad.
Art. 59 Ley 18.046. La citación a la junta de accionistas se efectuará por
medio, de un aviso destacado que se publicará, a lo menos, por tres veces en días
distintos en el periódico del domicilio social que haya determinado la junta de
accionistas o, a falta de acuerdo o en caso de suspensión o desaparición de la

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circulación del periódico designado, en el Diario Oficial, en el tiempo, forma y


condiciones que señale el Reglamento.
En las sociedades abiertas, además deberá enviarse una citación por correo
a cada accionista con una anticipación mínima de 15 días a la fecha de la
celebración de la junta, la que deberá contener una referencia a las materias a ser
tratadas en ella.
La omisión de la obligación a que se refiere el inciso anterior no afectará la
validez de la citación, pero los directores, liquidadores y gerente de la sociedad
infractora responderán de los perjuicios que causaren a los accionistas, no
obstante las sanciones administrativas que la Comisión Para El Mercado
Financiero pueda aplicarles.

Formalidades en relación a la celebración de juntas generales de


accionistas ordinarias o extraordinarias en la Sociedad Anónima cerrada
Hay que tener en cuenta las formalidades comunes, agregando que el
balance y la memoria hay que enviarlo a los accionistas que lo soliciten y lo
relacionado con el Art. 60.
Art. 60 Ley 18.046 Podrán celebrarse válidamente aquellas juntas a las que
concurran la totalidad de las acciones emitidas con derecho a voto, aun cuando no
hubieren cumplido las formalidades requeridas para su citación.

Formalidades en relación a la celebración de juntas de accionistas


ordinarias o extraordinarias
En 1ra citación por mayoría absoluta de las acciones con derecho a voto y en
segunda citación con las acciones que estén representadas.
La mesa es presidida por el presidente o quien lo reemplace, actúa como
secretario el titular del cargo el gerente de la empresa.
Art. 61 Ley 18.046 Las juntas se continuarán en primera citación, salvo que
la ley o los estatutos establezcan mayorías superiores, con la mayoría absoluta de
las acciones emitidas con derecho a voto y, en segunda citación, con la que se
encuentren presentes o representadas, cualquiera que sea su número, y los
acuerdos se adoptarán por la mayoría absoluta de las acciones presentes o
representadas con derecho a voto.
Los avisos de la segunda citación sólo podrán publicarse una vez que
hubiere fracasado la junta a efectuarse en primera citación y en todo caso, la
nueva junta deberá ser citada para celebrarse dentro de los 45 días siguientes a la
fecha fijada para la junta no efectuada.
Las juntas serán presididas por el presidente del directorio o por el que haga
sus veces y actuará como secretario el titular de este cargo, cuando lo hubiere, o
el gerente en su defecto.
Art. 62 Ley 18.046 Solamente podrán participar en las juntas y ejercer sus
derechos de voz y voto, los titulares de acciones inscritas en el Registro de
Accionistas con cinco días de anticipación a aquel en que haya de celebrarse la
respectiva junta.
Los titulares de acciones sin derecho a voto, así como los directores y
gerentes que no sean accionistas, podrán participar en las juntas generales con
derecho a voz.
Para los efectos de esta ley, se entiende por acciones sin derecho a voto
aquellas que tengan este carácter por disposición legal o estatutaria.

Tramite de calificación de poderes


Los accionistas que no concurran ellos mismos, sino por sus representantes
pueden ser o no accionistas de la sociedad, pero deben contar con poder escrito
por la totalidad de las acciones de que el accionista sea titular.

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Al momento de celebrar la junta se debe ver si los poderes otorgados lo


están conforme a la ley y el reglamento.
Art. 66 Reglamento. La calificación de poderes se practicará el mismo día de
la junta a la hora en que ésta debe iniciarse. No obstante lo anterior, podrá
prepararse el proceso de calificación con una anticipación de hasta tres días
anteriores al día de la junta, si así se hubiere anunciado previamente en algunos
de los avisos de la convocatoria, pero la resolución definitiva de la aceptación de
los poderes presentados se adoptará en la misma junta.
Adoptará la resolución definitiva a que se refiere el inciso anterior, no podrán
presentarse nuevos poderes, sin perjuicio de los que accionistas asistentes a la
junta otorgaren durante el curso de ésta o de las delegaciones que en la misma
asamblea efectuaren, apoderados acreditados.
Art. 67 Reglamento Durante el proceso de calificación de poderes, sólo
deberán examinarse y decidirse las siguientes situaciones:
1) El cumplimiento de las exigencias establecidas en el artículo 63.
2) Los poderes repetidos, entendiéndose por tales aquellos otorgados por un
mismo accionista más de una vez, y
3) Los poderes que algunos accionistas objetare específica y fundadamente.
Art. 63 Reglamento Los accionistas podrán hacerse representar en las juntas
por otra persona, sea o no accionista. El poder deberá constar por escrito y
contendrá las siguientes menciones:
1) Lugar y fecha de otorgamiento.
2) Nombre y apellidos del apoderado.
3) Nombre y apellido del poderdante.
4) Indicación de la naturaleza de la junta para la cual se otorga el poder y la
fecha de su celebración.
5) Declaración de que el apoderado podrá ejercer en las juntas de
accionistas todos los derechos que correspondan al mandante en ellas, los que
podrá delegar libremente en cualquier tiempo.
6) Declaración de que el poder sólo podrá entenderse revocado por otro que
se otorgue con fecha posterior.
7) Firma del poderdante.
Los poderes otorgados por escritura pública contendrán, a lo menos, las
menciones de los números 1, 2 y 3 de esta disposición.
Los poderes no otorgados por escritura pública no podrán contener otras
menciones que las exigidas en este artículo y si se incluyeren se tendrán por no
escritas.
Art. 68 Reglamento En las sociedades anónimas abiertas la calificación de
poderes será efectuada sin forma de juicio por el abogado que corresponda, de
acuerdo al orden de inscripción en el Registro de Abogados calificadores. Este
Registro será llevado por la Comisión Para El Mercado Financiero quien lo
actualizará cada dos años.
En las sociedades anónimas cerradas la calificación de poderes será
efectuada sin forma de juicio por un calificador nombrado de común acuerdo por
los interesados; si éstos no se pusieren de acuerdo, la sociedad deberá recurrir al
Registro a que se refiere el inciso anterior y hará la calificación el abogado que
corresponda de acuerdo al orden de precedencia.
La Comisión Para El Mercado Financiero establecerá las normas de
funcionamiento de Registro, los plazos para inscribirse, y la documentación e
información que deban proporcionar los abogados que se inscriban en él. El
Registro será confeccionado considerando las regiones en que se divide el país.
No obstante lo dispuesto en este artículo, en las sociedades anónimas
abiertas, si asistiere a la junta un delegado de la Comisión Para El Mercado
Financiero, será éste quien exclusivamente califique los poderes.

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Art. 69 Reglamento La calificación de poderes se efectuará cuando lo estime


conveniente el directorio de la sociedad o cuando uno o más accionistas así lo
hubieren solicitado por escrito a la sociedad, dentro del plazo que media entre los
60 y los 10 días anteriores al día de la junta.
No se podrá celebrar una junta de accionistas en la que por cualquier causa
no pudiere verificarse la calificación de poderes legalmente solicitada.
Art. 70 Reglamento Las decisiones adoptadas en el proceso de calificación
de poderes son sin perjuicio de lo que en definitiva resuelva la justicia ordinaria o
el árbitro, si se recurriere a ella.
Art. 71 Reglamento Los concurrentes a las juntas firmarán una hoja de
asistencia en la que se indicará a continuación de cada firma, el número de
acciones que el firmante posee, el número de las que representa y el nombre del
representado.
Cada vez que en la ley de sociedades anónimas o en este Reglamento se
haga referencia a acciones asistentes a una junta, se entenderá por tales, a los
que estén presentes en la junta sea por sí o representados.
Art. 64 Reglamento En los poderes no otorgados por escritura pública, el
lugar, fecha y el nombre del mandatario deberán ser llenados de puño y letra por
el poderdante.
Si en los poderes se omitiere la designación del mandatario, las acciones a
que éstos se refieren no tendrán otro derecho en la junta que el ser consideradas
para la formación del quórum de asistencia.

Calificación de los poderes para la junta de segunda citación o de


reemplazo
Art. 65 Reglamento. Los poderes otorgados para una junta de accionistas
que no se celebrare en primera citación por falta de quórum, defectos en su
convocatoria o suspensión dispuesta por el directorio o la Comisión Para El
Mercado Financiero, en su caso, valdrán para la que se celebre en su reemplazo.
Lo dispuesto en el inciso anterior, se aplicará sólo cuando la junta de
segunda citación o de reemplazo citada para tratar las mismas materias, se
celebre dentro de los 45 días siguientes a la fecha fijada para la junta no
efectuada.

Derecho a voz y voto en la junta


Art. 21 Ley 18.046. Cada accionista dispondrá de un voto por cada acción
que posea o represente. Sin embargo, los estatutos podrán contemplar series de
acciones preferentes sin derecho a voto o con derecho a voto limitado.
No podrán establecerse series de acciones con derecho a voto múltiple.
Las acciones sin derecho a voto o las con derecho a voto limitado, en
aquellas materias que carezcan igualmente de derecho a voto, no se computarán
para el cálculo del quórum de sesiones o de votación en las juntas de accionistas.
En los casos en que existan series de acciones preferentes sin derecho a
voto o con derecho a voto limitado, tales acciones adquirirán pleno derecho a voto
cuando la sociedad no haya cumplido con las preferencias otorgadas en favor de
ésta, y conservarán tal derecho mientras no se haya dado total cumplimiento en
dichas preferencias. En caso de duda, en las sociedades anónimas abiertas, la
adquisición del pleno derecho a voto será resuelta administrativamente por la
Comisión Para El Mercado Financiero con audiencia del reclamante y de la
sociedad, y en las cerradas, por el árbitro o la justicia ordinaria en su caso, en
procedimiento sumario de única instancia y sin ulterior recurso.
Las acciones pertenecientes a los fondos mutuos tendrán derecho a voto
sólo en las materias a que se refiere el artículo 67, con exclusión de las que

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pudieren incorporarse al estatuto de acuerdo a lo establecido en el Nº 11 de dicha


disposición.

Efectos de la acción embargada o gravada


Art. 23 Ley 18.046. La constitución de gravámenes y de derechos reales
distintos al del dominio sobre las acciones de una sociedad, no le serán oponibles
a ésta, a menos que se le hubiere notificado por ministro de fe, el cual deberá
inscribir el derecho o gravamen en el Registro de Accionistas.
El embargo sobre acciones no priva a su dueño del pleno ejercicio de los
derechos sociales, excepto el de la libre cesión de las mismas que queda sujeta a
las restricciones establecidas en la ley común.
En los casos de usufructo, las acciones se inscribirán en el registro de
Accionistas a nombre del nudo propietario y del usufructuario, expresándose la
existencia, modalidades y plazos del usufructo. Salvo disposición expresa en
contrario de la ley o de la convención, el nudo propietario y el usufructuario
deberán actuar de consuno frente a la sociedad.
En caso de que una o más acciones pertenezcan en común a varias
personas, los condueños estarán obligados a designar un apoderado de todos
ellos para actuar ante la sociedad.
Art. 13 Reglamento. Las sociedades anónimas deberán llevar un Registro de
Accionistas en el que se anotará, a lo menos, el nombre, el domicilio y cédula de
identidad de cada accionista, el número de acciones de que sea titular, la fecha en
que éstas se hayan inscrito a su nombre y tratándose de acciones suscritas y no
pagadas, la forma y oportunidades de pago de ellas. Igualmente, en el Registro
deberá inscribirse la constitución de gravámenes y de derechos reales distintos el
de dominio.
En caso de que algún accionista transfiera el todo o parte de sus acciones
deberá anotarse en el Registro esta circunstancia.
La apertura del Registro de Accionistas se efectuará el día del otorgamiento
de la escritura de constitución.

Quórum de algunas materias


Art. 67 Ley 18.046. Los acuerdos de la junta extraordinaria de accionistas
que impliquen reforma de los estatutos sociales o el saneamiento de la nulidad de
modificaciones de ellos causada por vicios formales, deberán ser adoptados con la
mayoría que determinen los estatutos, la cual, en las sociedades cerradas, no
podrá ser inferior a la mayoría absoluta de las acciones emitidas con derecho a
voto.
Requerirán del voto conforme de las dos terceras partes de las acciones
emitidas con derecho a voto, los acuerdos relativos a las siguientes materias:
1) La transformación de la sociedad, la división de la misma y su fusión con
otra sociedad.
2) La modificación del plazo de duración de la sociedad cuando lo hubiere;
3) La disolución anticipada de la sociedad;4) El cambio de domicilio social;
5) La disminución del capital social;
6) La aprobación de aportes y estimación de bienes no consistentes en
dinero;
7) La modificación de las facultades reservadas a la junta de accionistas o de
las limitaciones a las atribuciones del directorio;
8) La disminución del número de miembros de su directorio;
9) La enajenación del activo y pasivo de la sociedad o del total de su activo;
10) La forma de distribuir los beneficios sociales;
11) Las demás que señalen los estatutos, y

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12) El saneamiento de la nulidad, causadas por vicios formales, de que


adolezca la constitución de la sociedad o una modificación de sus estatutos
sociales que comprenda una o más materias de las señaladas en los números
anteriores.
Las reformas de estatutos que tengan por objeto la creación, modificación o
suspensión de preferencias, deberán ser aprobadas con el voto conforme de las
dos terceras partes de las acciones de la serie o series afectadas.

Funcionamiento de las juntas


Art. 71 Reglamento Los concurrentes a las juntas firmarán una hoja de
asistencia en la que se indicará a continuación de cada firma, el número de
acciones que el firmante posee, el número de las que representa y el nombre del
representado.
Cada vez que en la ley de sociedades anónimas o en este Reglamento se
haga referencia a acciones o a accionistas asistentes a una junta, se entenderá
por tales, a los que estén presentes en la junta sea por sí o representados.
Art. 72 Reglamento Las juntas serán presididas por el presidente del
directorio o por quien haga sus veces y actuará como secretario el titular de este
cargo, cuando lo hubiere o el gerente en su defecto.

Formalidades posteriores a la celebración de la junta


Art. 72 Ley 18.046. De las deliberaciones y acuerdos de la junta se dejará
constancia en un libro de actas, el que será llevado por el secretario, si los
hubiere, o en su defecto, por el gerente de la sociedad.
Las actas serán firmadas por quienes actuaron de presidente y secretario de
la junta, y por tres accionistas elegidos en ella, o por todos los asistentes si éstos
fueren menos de tres.
Se entenderá aprobada el acta desde el momento de su firma por las
personas señaladas en el inciso anterior y desde esa fecha se podrán llevar a
efectos los acuerdos a que ella se refiere. Si algunas de las personas designadas
para firmar el acta estimara que ella adolece de inexactitudes u omisiones, tendrá
derecho a estampar, antes de firmarla, las salvedades correspondientes.
Las deliberaciones y acuerdos de las juntas se escriturarán en el libro de
actas respectivo por cualquier medio, siempre que éstos ofrezcan seguridad que
no podrá haber intercalaciones, supresiones o cualquier otra adulteración que
pueda afectar la fidelidad del acta. Lo anterior es sin perjuicio de las atribuciones
que sobre estas materias a su control.

Constancia de actas y observaciones a ella


Art. 73 Reglamento En las actas se dejará constancia, necesariamente, de
los siguientes datos: nombre de los accionistas presentes y números de acciones
que cada uno posee o representa; relación sucinta de las observaciones e
incidentes producidos; relación de las proposiciones sometidas a discusión y del
resultado de la votación; y lista de accionistas que hayan votado en contra.
Sólo por consentimiento unánime de los concurrentes podrá suprimirse en el
acta la constancia de algún hecho ocurrido en la reunión y que se relacione con
los intereses sociales.
Art. 75 Reglamento Cuando se reduzca a escritura pública el acta de una
junta de accionistas no será necesario transcribir el nombre de los asistentes,
bastando que el notario certifique su número y el total de acciones que poseían y
representaban, conforme al texto de la misma.

Situación posterior al caso del balance

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Art. 56 Nº 1 Ley 18.046. Son materia de Junta Ordinaria. El examen de la


situación de la sociedad y de los informes de los inspectores de cuentas y
auditores externos y la aprobación o rechazo de la memoria, del balance, de los
estados y demostraciones financieras presentadas por los administradores o
liquidadores de la sociedad.
Art. 74 Ley 18.046 Las sociedades anónimas confeccionarán anualmente su
balance general al 31 de diciembre o a la fecha que determinen los estatutos.
El directorio deberá presentar a la consideración de la junta ordinaria de
accionistas una memoria razonada acerca de la situación de la sociedad en el
último ejercicio, acompañada del balance general, del estado de ganancias y
pérdidas y del informe que al respecto presenten los auditores externos o
inspectores de cuentas, en su caso. Todos estos documentos deberán reflejar con
claridad la situación patrimonial de la sociedad al cierre del ejercicio y los
beneficios obtenidos o las pérdidas sufridas durante el mismo.
En las sociedades abiertas, la memoria incluirá como anexo una síntesis fiel
de los comentarios y proposiciones que formulen accionistas que posean o
representen el 10% o más de las acciones emitidas con derecho a voto, relativas a
la marcha de los negocios sociales y siempre que dichos accionistas así lo
soliciten.
Asimismo, en toda información que envíe el directorio de las sociedades
abiertas a los accionistas en general, con motivo de citación a junta, solicitudes de
poder, fundamentación de sus decisiones y otras materias, deberán incluirse los
comentarios y proposiciones pertinentes que hubieren formulado los accionistas
mencionados en el inciso anterior.
El Reglamento determinará la forma, plazo o modalidades a que deberá
sujetarse a este derecho y las obligaciones de información de la posición de las
minorías a que se refieren los incisos anteriores.

Junta ordinaria debe pronunciarse sobre el balance (casos)


1) Se aprueba el balance y la memoria. (77 Inc. 1ª)
2) Que se rechace, y si existe plazo presentar un nuevo balance dentro plazo
no mayor de 60 días después del rechazo. (77 Inc. 2ª)
3) Si se vuelve a rechazar el balance, se entiende revocado el directorio y en
ese mismo acto se elige uno nuevo, estando inhabilitados los ya revocados para
ser elegidos. (77 Inc. 3ª)

LOS DIVIDENDOS
La ley no los define.
Concepto: Es una parte de las utilidades que la sociedad entrega a sus
socios y que obviamente ingresan a sus patrimonios y que constituyen la
retribución del negocio. Este dividendo se tiene que pagar en dinero.
Art. 78 Ley 18.046 Los dividendos se pagarán exclusivamente de las
utilidades líquidas del ejercicio, o de las retenidas, provenientes de balances
aprobados por juntas de accionistas.
No obstante lo dispuesto en el inciso anterior, si la sociedad tuviere pérdidas
acumuladas, las utilidades del ejercicio se destinarán primeramente a absorberlas.
Si hubiere pérdidas en un ejercicio, éstas serán absorbidas con las utilidades
retenidas, de haberlas.
Art. 56 Nº 2 Ley 18.046 Son materias de Junta Ordinaria: 2. La distribución
de las utilidades de cada ejercicio y, en especial, el reparto de dividendos.
Art. 74 Inc. 2 se refiere al balance e indica que los dividendos se pagan con
cargo a las utilidades del ejercicio y a las utilidades retenidas.
Art. 74 Inc. 2 Ley 18.046 El directorio deberá presentar a la consideración de
la junta ordinaria de accionistas una memoria razonada acerca de la situación de

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la sociedad en el último ejercicio, acompañada del balance general, del estado de


ganancias y pérdidas y del informe que al respecto presenten los auditores
externos o inspectores de cuentas, en su caso. Todos estos documentos deberán
reflejar con claridad la situación patrimonial de la sociedad al cierre del ejercicio y
los beneficios obtenidos o las pérdidas sufridas durante el mismo

Clasificación de los dividendos


1. Dividendo mínimo obligatorio:
Art. 79 Ley 18.046 Salvo acuerdo diferente adoptado en la junta respectiva,
por la unanimidad de las acciones emitidas, las sociedades anónimas abiertas
deberán distribuir anualmente como dividendo en dinero a sus accionistas, a
prorrata de sus acciones o en la proporción que establezcan los estatutos si
hubiere acciones preferidas, a lo menos el 30% de las utilidades líquidas de cada
ejercicio. En las sociedades anónimas cerradas, se estará a lo que determinen los
estatutos y si éstos nada dijeren, se les aplicará la norma precedente.
En todo caso, el directorio podrá, bajo la responsabilidad personal de los
directores que concurran al acuerdo respectivo, distribuir dividendos provisorios
durante el ejercicio con cargo a las utilidades del mismo, siempre que no hubiere
pérdidas acumuladas.
2. Dividendos adicionales: Son aquellos devengados por sobre los mínimos
obligatorios.
3. Dividendos provisionales: Son aquellos con cargo a utilidades del mismo
ejercicio; los acuerda el directorio.
4. Dividendos eventuales: Son aquellos que corresponden a la parte de las
utilidades que se destina al pago de dividendos de ejercicios futuros.
5.-Dividendos definitivos: Son los acordados por la junta respectiva a
proposición del directorio.
6.-Dividendos opcionales: Son aquellos que de acuerdo al Art. 82 Ley, se
confiere esta posibilidad a las S.A. Abiertas, básicamente porque este artículo se
relaciona con Art. 85 al 92 del Reglamento, y son dividendos que se pagan y que
exceden a los mínimos obligatorios y otorgan la opción a sus accionistas para
recibirlos, ya sea en dinero o en acciones liberadas de pago de la propia emisión,
o de acciones de la S.A. abierta de que la sociedad sea titular.
Art. 82 Ley 18.046 Salvo acuerdo diferente adoptado en la junta respectiva
por la unanimidad de las acciones emitidas, los dividendos deberán pagarse en
dinero. Sin embargo, en las sociedades anónimas abiertas se podrá cumplir con la
obligación de pagar dividendos, en lo que exceda a los mínimos obligatorios, sean
éstos legales o estatutarios, otorgando opción a los accionistas para recibirlos en
dinero, en acciones liberadas de la propia emisión o en acciones de sociedades
anónimas abiertas de que la empresa sea titular.
El dividendo opcional deberá ajustarse a condiciones de equidad,
información y demás que determine el Reglamento. Sin embargo, en el silencio del
accionista, se entenderá que éste opta por dinero.
Art. 85 Reglamento Por acuerdo de la unanimidad de las acciones emitidas
adoptadas en la junta respectiva, podrá resolverse el pago de dividendos
opcionales conforme al procedimiento que en ese mismo acuerdo se determine.
No obstante lo anterior, en las sociedades anónimas abiertas se podrán ofrecer
dividendos opcionales de conformidad a las normas que se consignan en los
artículos siguientes.
Art. 86 Reglamento Es materia de junta ordinaria de accionistas, el acuerdo
de pago durante el ejercicio de dividendos opcionales con cargo a las utilidades
del balance respecto del cual dicha junta debe pronunciarse. Podrá también
decidir esta materia la junta extraordinaria de accionistas, si el dividendo fuere a
pagarse con utilidades retenidas de ejercicios anteriores.

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Art. 87 Reglamento Sólo podrá acordarse el pago de dividendos opcionales


cuando esta materia se haya indicado en los avisos de citación a la junta.
Art. 88 Reglamento La opción de que se ofrezcan acciones de la misma
sociedad sólo podrá hacerse con aquellas de que ésta sea titular, o con las que
pudiere emitir con cargo a un aumento de capital ya legalizado que contemple la
capitalización de parte de las utilidades destinadas a ser repartidas.
Art. 89 Reglamento La opción deberá ejercer dentro del plazo de 30 días
anteriores a la fecha fijada para su solución mediante comunicación escrita a la
sociedad y tendrán derecho a ésta, aquellos accionistas inscritos en el Registro de
Accionistas con a lo menos cinco días hábiles anteriores al inicio del plazo de
opción o las personas a quienes éstos cedieren su derecho a optar.
Art. 90 Reglamento La opción deberá anunciarse a lo menos por un aviso
que se publicará en forma destacada en el diario en que deban realizarse las
citaciones a juntas de accionistas. Este aviso deberá aplicarse dentro de los 10
días anteriores a la fecha de iniciación del plazo de la opción y en él se informará
la fecha del pago, el valor de las acciones que se ofrezcan y el lugar en que se
podrán examinar los antecedentes a que se refiere el artículo 92 de este
Reglamento.
Art. 91 Reglamento El pago de los dividendos opcionales que acordare la
junta de accionistas, se hará dentro del ejercicio en que se adopte el acuerdo y en
la fecha que ésta determine o en la que fije el directorio si la junta le hubiere
facultado al efecto.
Art. 92 Reglamento Durante el plazo de opción las sociedades deberán
mantener en sus oficinas a disposición de los interesados, toda la información
jurídica, económica y financiera que determine la Comisión Para El Mercado
Financiero.

Época del pago de dividendos:


1.-Dividendos Mínimos: Art. 81 Inc. 1 Ley
2.-Dividendos Adicionales: Art. 81 Inc. 2 Ley
3.-Dividendos Provisorios: Art. 81 Inc. 3 Ley
Art. 81 Ley 18.046
El pago de los dividendos mínimos obligatorios que corresponda de acuerdo
a la ley o a los estatutos, será exigible transcurridos 30 días contados desde la
fecha de la junta que aprobó la distribución de las utilidades del ejercicio.
El pago de los dividendos adicionales que acordare la junta, se hará dentro
del ejercicio en que se adopte el acuerdo y en la fecha que ésta determine o en la
que fije el directorio, si la junta le hubiere facultado al efecto.
El pago de los dividendos provisorios se hará en la fecha que determine el
directorio.
Los dividendos serán pagados a los accionistas inscritos en el registro
respectivo el quinto día hábil anterior a las fechas establecidas para su solución.
Dividendos no pagados se reajustan:
Art. 84 Ley 18.046 Los dividendos devengados que la sociedad no hubiere
pagado o puesto a disposición de sus accionistas, dentro de los plazos
establecidos en el artículo 81, se reajustarán de acuerdo a la variación que
experimente el valor de la unidad de fomento entre la fecha en que éstos se
hicieron exigibles y la de su pago efectivo, y devengarán intereses corrientes para
operaciones reajustables por el mismo período.
4.-Dividendos Opcionales: Art. 89 y 91 Reglamento
Art. 89 Reglamento La opción deberá ejercerse dentro del plazo de 30 días
anteriores a la fecha fijada para su solución mediante comunicación escrita a la
sociedad y tendrán derecho a ésta, aquellos accionistas inscritos en el Registro de

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Accionistas con a lo menos cinco días hábiles anteriores al inicio del plazo de
opción o las personas a quienes éstos cedieren su derecho a optar.
Art. 90 Reglamento La opción deberá anunciarse a lo menos por un aviso
que se publicará en forma destacada en el diario en que deban realizarse las
citaciones a juntas de accionistas. Este aviso deberá publicarse dentro de los 10
días anteriores a la fecha de iniciación del plazo de la opción y en él se informará
la fecha del pago, el valor de las acciones que se ofrezcan y el lugar en que se
podrán examinar los antecedentes a que se refiere el artículo 92 de este
Reglamento.
Art. 91 Reglamento El pago de los dividendos opcionales que acordare la
junta de accionistas, se hará dentro del ejercicio en que se adopte el acuerdo y en
la fecha que ésta determine o en la que fije el directorio si la junta le hubiere
facultado al efecto.
Art. 93 Reglamento El precio de las acciones de la opción lo fijará la junta de
accionistas o el directorio si la junta le hubiere facultado al efecto y no podrá ser
inferior al precio promedio ponderados de las transacciones que se hubieren
registrado en bolsa en los dos meses anteriores al quinto día que anteceda a la
fecha de publicación del anuncio de la opción.
Si durante el período señalado en el inciso anterior, no hubieren tenido
transacción bursátil las acciones, no podrán éstas ser ofrecidas a un valor inferior
al de libros a la fecha del último balance de la sociedad.
Se aplicará igualmente lo dispuesto en este artículo, cuando una sociedad
enajene acciones de su propia emisión que hubiere adquirido en conformidad a la
ley.

FISCALIZACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN
Sociedades anónimas cerradas
La fiscalización le corresponde a 2 Inspectores de cuentas; es un cargo
indelegable y es esencialmente revocable por la junta de accionistas.

Características de los inspectores de cuentas:


Art. 43 Reglamento Los Inspectores de cuentas deberán ser personas
naturales mayores de edad, libres administradores de sus bienes y que no hayan
sido condenados por delitos que merezcan pena aflictiva. Lo anterior es sin
perjuicio de los requisitos adicionales que puedan establecer los estatutos
sociales.
Derecho del Inspector de cuentas:
1) Pueden concurrir a la junta de accionistas con derecho a voz solamente.
2) Están facultados para examinar los libros, registros y documentos y
antecedentes de la Sociedad, examen que debe efectuarse en las oficinas de la
sociedad. (Art. 47 Reglamento).

Responsabilidad:
Art. 46 Reglamento Los Inspectores de cuentas responderán hasta de la
culpa leve por los perjuicios que causaren a los accionistas con ocasión de sus
actuaciones e informes.
Limitación:
Art. 45 Reglamento No podrán ser Inspectores de cuentas los directores o
liquidadores de la sociedad, Los Gerentes y demás trabajadores de ésta.
Art. 54 Ley 18.046 La memoria, balance, inventario, actas, libros de los
Inspectores de cuentas, quedarán a disposición de los accionistas para su examen
en la oficina de la administración de la sociedad, durante los 15 días anteriores a
la fecha señalada para la junta de accionistas.

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Sociedades anónimas abiertas:


La fiscalización le corresponde a Auditores Externos y que designa
anualmente la junta de accionistas. Estos deben ser auditores externos
independientes que van a examinar la contabilidad e inventario, el balance y otros
estados financieros de la sociedad, y deben informar de éste en la próxima junta
ordinaria de accionistas. (Art. 52 Ley concordar con Art. 48 y siguientes del
reglamento).
Art. 52 Inc. 1 Ley 18.046 La junta ordinaria de accionistas de las sociedades
anónimas abiertas deberá designar anualmente auditores externos independientes
con el objeto de examinar la contabilidad, inventario, balance y otros estados
financieros de la sociedad, y con la obligación de informar por escrito a la próxima
junta ordinaria de accionistas sobre el cumplimiento de su mandato
Art. 48 Reglamento Podrán hacer auditoria externa los contadores auditores,
los ingenieros comerciales y, en general, cualquier otra persona que de
conformidad a la ley esté facultada para emitir informes de auditoría de estados
rentables financieros y que acrediten ejercicio profesional de a lo menos 3 años.
Art. 49 Reglamento Tratándose de sociedades de auditoria externa deberán
reunir los requisitos y estar sujetos a las obligaciones que se exigen en el presente
reglamento para los auditores externos.
Art. 50 Reglamento Los auditores externos de los S.A., sean estas personas
naturales o jurídicas deberán estar inscritas en el Registro de Auditores que lleva
la Comisión Para El Mercado Financiero. En el mismo registro, además, deberán
estar inscritas las personas a que se refiere el artículo anterior.
Art. 51 Reglamento Los auditores externos se deben ser independientes de
los Sociedades Auditadas, no pudiendo, en consecuencia, poseer directamente o
a través de otras personas naturales o jurídicas más del 3% de su capital suscrito.
Art. 52 Reglamento Los Auditores que deben designar anualmente la junta
de accionistas de acuerdo a aquellos auditores inscritos en el registro que lleva la
Comisión Para El Mercado Financiero.
Art. 53 Reglamento La Comisión Para El Mercado Financiero aceptará,
suspenderá o cancelará las inscripciones de auditores externos, habida
consideración a la idoneidad y cumplimiento de sus labores.
Art. 54 Reglamento Los auditores están facultados para examinar todos los
libros, registros, documentos y antecedentes de la Sociedad, incluso las de sus
filiales, debiendo éstas y aquellas otorgarles todas las facilidades necesarias para
el desempeño de su labor. (Facultades).
Art. 55 y 56 Reglamento Son más facultades de los Auditores externas en el
desempeño de sus labores.
Art. 57 Reglamento Los “Inspectores de cuentas” y los “Auditores externos”
entregarán su informe escritas a la Sociedad, a lo menos con 15 días de
anticipación a la fecha de la celebración de la junta, a fin de que los accionistas
puedan, dentro de dicho plazo, imponerse del contenido del informe Art. 58
Reglamento Los cargos de inspectores de cuentas y de auditores externos son
indelegables y esencialmente revocables por la junta de accionistas.
Art. 59 Reglamento Los Inspectores de cuentas y Auditores externos
deberán guardar reserva respecto de la información de la sociedad, no difundida
oficialmente al público, a que tenga acceso con ocasión del desempeño de sus
funciones.
Art. 60 Reglamento Los Auditores externos y los Inspectores de cuentas en
las S.A. abiertas están sujetas a la fiscalización de la Comisión Para El Mercado
Financiero, la que podrá impartir las normas respecto al contenido de sus
dictámenes y requerirles cualquier información o antecedente relacionado con el
cumplimiento de sus funciones.

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DE LA DIVISION, TRANSFORMACION Y FUSION DE LAS SOCIEDADES


ANÓNIMAS

DIVISIÓN
Art. 94 Ley 18.046. La división de una S.A. consiste en la distribución de su
patrimonio entre sí y una o más sociedades anónimas que se constituyan al
efecto, correspondiéndole a los accionistas de la sociedad dividida, la misma
proporción en el capital de cada una de las nuevas sociedades que aquella que
poseían en la sociedad que se divide.
Se divide una sociedad, disminuye su capital y se crea otra sociedad nueva.
Art. 95 Ley 18.046
La división debe acordarse en junta general extraordinaria de accionistas en
la que deberán aprobarse las siguientes materias:
1) La disminución del capital social y la distribución del patrimonio de la
sociedad entre ésta y la nueva o nuevas sociedades que se crean;
2) La aprobación de los estatutos de la o de las nuevas sociedades a
constituirse, las que podrán ser diferentes a los de la sociedad que se divide, en
todas aquellas materias que se indiquen en la convocatoria. Esta aprobación
incorpora de pleno derecho a todos los accionistas de la sociedad dividida en la o
las nuevas sociedades que se formen.
Formalidades Comunes:
Art. 57 Nº 2 Ley 18.046 Son materia de junta extraordinaria:
Nº 2. La transformación, fusión o división de la sociedad y la reforma de sus
estatutos.
Art. 67 inc. 2 Nº 1 Ley 18.046 Requerirán del voto conforme de las 2/3 partes
de las acciones emitidas con derecho a voto, los acuerdos relativos a las
siguientes materias:
Nº 1; La transformación de la sociedad, la división de la misma y su fusión
con otra sociedad.
Norma Común:
Art. 100 Ley 18.046 Ningún accionista, a menos que consienta en ello, podrá
perder su calidad de tal con motivo de un canje de acciones, fusión, incorporación,
transformación o división de una S.A.

TRANSFORMACIÓN
Existen distintos tipos de sociedades: Sociedades Colectivas, Sociedades de
Responsabilidad. Ltda., las S.A., etc.
Desde siempre se ha estudiado la posibilidad de que una Sociedad Civil, por
ejemplo, se convierta en una sociedad comercial, se requiere para éstos efectos
na expresa manifestación de los socios, para restringir o cumplir el objeto.
El problema que se presenta es que obviamente implica la admisión de
nuevas responsabilidades y lo mismo ocurre, por ejemplo, si una Sociedad de
Responsabilidad Ltda., se transforma en una Sociedad Anónima.
Antiguamente se sostenía que para efectuar una transformación se requería
disolver y liquidar la sociedad y luego constituir una nueva sociedad.
Para algunos autores el problema se resolverá señalando que, en la
modificación del pacto social, que la transformación se llevaba a efecto bajo la
condición suspensiva de que se autorizará la existencia de una Sociedad
Anónima.
Hoy en día, toda esa discusión carece de fundamento, porque la
transformación se lleva a cabo por la simple reforma de los estatutos de la
Sociedad Anónima, la que requiere de junta extraordinaria de accionistas y,
además, este es un caso en que se pueda dar lugar al derecho a Retiro.

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Art. 96 Ley 18.046. La transformación es el cambio de especie o tipo social


de una sociedad, efectuado por Reforma de sus estatutos, subsistiendo su
Personalidad Jurídica.
Formalidades Comunes:
Art. 57 Nº 2 Ley 18.046 Son materia de junta extraordinaria:
Nº 2. La transformación, fusión o división de la sociedad y la reforma de sus
estatutos.
Art. 67 inc. 2 Nº 1 Ley 18.046 Requerirán del voto conforme de las 2/3 partes de
las acciones emitidas con derecho a voto, los acuerdos relativos a las siguientes
materias:
Nº 1; La transformación de la sociedad, la división de la misma y su fusión
con otra sociedad.

Solemnidades o formalidades de la transformación:


(1) De otro tipo de sociedades en S.A.
Art. 97 Inc. 1 Ley 18.046 En la transformación de otras tipos o especies de
sociedades en S.A., sólo deberá cumplirse con las formalidades señaladas en el
Art. 5º de esta ley y si se tratare de transformación en S.A. especiales, con las que
específicamente se hubiere consignado para éstas. (formalidades).
Art. 5º Ley 18.046
El extracto de la Escritura pública de constitución deberá expresar:
1) Nombre, profesión y domicilio de los accionistas. -
2) Nombre, objeto, y domicilio y la duración de la sociedad.
3) El capital y Nº de acciones en que se divide, con indicación de sus series y
privilegios.
4) Indicación del monto del capital suscrito y pagado y plazo para enterarlo.

(2) De Sociedad Anónima a otro tipo de sociedades


Art. 97 inc. 2 Ley 18.046 Si la transformación fuere de S.A. a otro tipo o
especie de sociedad, deberá cumplirse con las formalidades propias de ambos
tipos sociales.
No elimina responsabilidades:
Art. 98 Ley 18.046 Las transformaciones de Sociedad en comandita o
colectivas en S.A., no libera a los socios gestores o colectivos de la Sociedad
transformada de su responsabilidad por las deudas sociales contraídas con
anterioridad a la transformación de la sociedad, salvo respecto de los acreedores
que hayan consentido expresamente en ella.
Norma Común:
Art. 100 Ley 18.046 Ningún accionista, a menos que consienta en ello, podrá
perder su calidad de tal con motivo de un canje de acciones, fusión, incorporación,
transformación o división de una S.A.

FUSIÓN
La razón para que las S.A. se fusionen pueden ser variadas como, por
ejemplo, la necesidad de tener mayor capital, o competir de manera más agresiva
en el mercado, para algunos autores éstas fusiones se producen en períodos de
crisis económica.
Naturaleza de la Fusión:
La fusión se produce cuando una sociedad se disuelve desapareciendo en
otras, luego, sin disolución no hay fusión. Algunos autores afirman que la fusión se
estudia como un supuesto especial de la disolución de la S.A.
Teorías respecto de la fusión:
(1) Teoría de la absorción:

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Hay fusión cuando una sociedad se deja absorber por otra. Da lo mismo si
una es más antigua que la otra (absorbida - absorbente). Básicamente se hace
para seguir con la explotación del giro, caso típico es el de los bancos.
(2) Teoría del acto Corporativo:
La fusión opera cuando dos o más sociedades previa disolución de algunas
de ellas confunden su patrimonio y los socios pasan a ser accionistas de la nueva
sociedad.

Requisitos Generales para que haya fusión:


(1) Que haya 2 sociedades.
(2) Que se produzca la disolución de al menos una de ellas.
(3) Que haya transferencias de dominio de por lo menos uno de los
patrimonios sociales.
(4) La admisión en una de las sociedades de todos los accionistas de la
otra.
En Chile:
Art. 99 inc. 1º Ley 18.046 La fusión consiste en la reunión de 2 o más
sociedades en una sola que las sucede en todos sus derechos y obligaciones, y a
la cual se incorporan la totalidad del patrimonio y accionistas de los entes
fusionados.
En Chile se dan 2 tipos de fusión:
(1) Fusión por creación: (Teoría del acto Corporativo) Art. 99 inc. 2º Ley
18.046 Hay fusión por creación cuando el activo y pasivo de dos o más
sociedades que se disuelven, se aporta a una nueva sociedad que se constituye.
(2) Fusión por Incorporación: (Teoría de la absorción). Art. 99 inc. 3º Ley
18.046 Hay fusión por incorporación, cuando uno o más sociedades que se
disuelven, son absorbidas por una sociedad ya existente, la que adquiere todos
sus activos y pasivos.
Art. 99 inc. 4º Ley 18.046 En estos casos no procederá la liquidación de las
sociedades fusionadas o absorbidas.
Formalidades Comunes:
Art. 57 Nº 2 Ley 18.046 Son materia de junta extraordinaria: Nº 2: La
transformación, fusión o división de la sociedad y la reforma de sus estatutos.
Art. 67 inc. 2 Nº 1 Ley 18.046 Requerirán del voto conforme de las 2/3 partes
de las acciones emitidas con derecho a voto, los acuerdos relativos a las
siguientes materias: Nº 1; La transformación de la sociedad, la división de la
misma y su fusión con otra sociedad. También es una materia que da pie para
exigir el derecho a Retiro.
Norma Común:
Art. 100 Ley 18.046 Ningún accionista, a menos que consienta en ello, podrá
perder su calidad de tal con motivo de un canje de acciones, fusión, incorporación,
transformación o división de una S.A.

DE LAS FILIALES Y COLIGADAS


Concentración de Sociedades
Para tener el control de una sociedad, no es necesario adquirir todo su
patrimonio, basta con tener la mayoría de las acciones con derecho a voto.
La concentración se puede obtener por 2 vías:
1) Por que el accionista compra la mayoría de las acciones
2) Por la compra de la mayoría de votos. Es decir, los accionistas acceden a
prestar sus acciones para celebrar la junta de accionistas respectiva.
Formas de hacerlo:
a) Accionistas pueden conservar sus títulos y haber cedido el derecho a voto
solamente.

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b) Accionistas hayan confiado su título a los llamados fiduciarios y a cambio


de las acciones les dan certificados que le dan derecho a dividendos, reparto de
activos, etc. (propio del derecho anglosajón)
Sociedades de Cartera, otra forma de concentración:
Es lo que se denomina las Sociedades de Carteras, que significa que se
concentran las acciones de varias sociedades, a través de una compañía Holding,
que en el fondo es una “sociedad financiera” y que tiene la mayoría de las
acciones de otra sociedad y participa también.
El principio fundamental es que participan estas sociedades financieramente
en otras, pero no pueden intervenir modificando su objeto, su atributo de la
personalidad.
La personalidad jurídica de la Sociedad Holding, no se confunde con las
sociedades participantes.
Nuestra ley establece algunas normas sobre el particular. Distingue entre:
1) Sociedades Coligadas.
2) Sociedades Filiales.

Sociedades filiales
Art. 86 Inc. 1 Ley 18.046 Es Sociedad filial de una S.A., que se denomina
matriz, aquella en la que ésta controla directamente o a través de otra persona
natural o jurídica más del 50% de su capital con derecho a voto o del capital, si no
se tratare de una sociedad por acciones o pueda elegir o designar o hacer elegir o
designar a la mayoría de sus directores o administradores.
1) La sociedad matriz debe ser siempre una S.A.
2) La sociedad filial puede ser cualquiera
Si estamos dentro de una S.A., basta con obtener el 50% o más del capital
con derecho a voto, o sea, el 50% de acciones emitidas con derecho a voto.
Si la filial no es S.A., hay que tener el 50% o más de su capital.
En ambos casos puede elegir o designar a la mayoría de sus directores o
administradores.
En ambas situaciones el control se puede efectuar directa o indirectamente:
1) Es Directamente: Cuando es la misma Sociedad matriz la que posee el
capital o ejerce el control.
2) Es Indirecto: Cuando se realiza a través de otra persona natural o jurídica.
Es decir, un mandatario, el cual va a poseer por cuenta de la sociedad matriz
el 50% o más del capital o va a ejercer el control.

Sociedades coligadas
Art. 87 Ley 18.046 Es Sociedad coligada con una S.A. aquella en que ésta,
que se denomina coligante, sin controlarla, posee directamente o a través de otra
persona natural o jurídica el 10% o más de su capital con derecho a voto o del
capital, si no se tratare de una sociedad por acciones o pueda elegir o designar o
hacer elegir o designar por lo menos un miembro del directorio o de la
administración de la misma.
1) La Sociedad coligante debe ser una S.A.
2) La sociedad coligada puede ser cualquiera.
3) La coligante no ejerce el control, sino que puede intervenir en la
administración.
Tampoco tiene el control del capital, basta con que tenga un 10% o más,
pero menos del 50% porque de ser así estaríamos frente a una sociedad filial.
Caso contrario respecto de Filiales y Coligadas: (inversión cruzada).
Se trata aquí de una situación inversa a la relación “matriz - filial” o “coligante
- coligada”.

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De lo que se trata al final es que la sociedad filial o coligada sea accionistas


de la matriz o coligante.
Se trata de evitar inversiones cruzadas de capitales.
Tal es así que no se puede tener participación ni directa ni indirecta.
Art. 88 Ley 18.046 Los Sociedades filiales y coligadas de una S.A. no podrán
tener participación recíproca en sus respectivos capitales, ni el capital de la matriz
o de la coligante ni aun en forma indirecta a través de otras personas naturales o
jurídicas.
La participación reciproca que ocurra en virtud de incorporación, fusión,
división o adquisición del control por una sociedad anónima, deberá constar en las
respectivas memorias y terminar en el plazo de un año desde que el evento
ocurra.
Esta prohibición también regirá aun cuando la matriz o la coligante, en su
caso, no fuere una S.A. siempre que si lo sea a lo menos una de sus filiales o
coligadas.

Operaciones entre Sociedades Matrices y Filiales y entre las Coligadas


Los negocios y operaciones que efectúan las sociedades entre si y que
tienen participación una en otra son de general ocurrencia.
El problema se presenta en negocios u operaciones que se efectúan bajo
condiciones especiales y que pueden ir en desmedro de la otra. Pero puede
suceder de que haya accionistas de una de las sociedades que no participan
activamente de la operación y por eso pueden sufrir las pérdidas del negocio, sin
culpa alguna. Luego aquí hay desequilibrio y justo es en las expectativas de
nulidad que podrían tener, raíz de lo anterior, es que está incorporado a nuestra
legislación el Art. 89 de la Ley 18.046 y exige para poder efectuar estas
operaciones condiciones de equidad similares a las que prevalecen en el
mercado.
Actos o contratos de la sociedad filial en que tengan interés los directores de
una sociedad matriz:
Art. 44 Inc. 1 Ley 18.046 Una S.A. sólo podrá celebrar actos o contratos en
los que uno o más directores tengan interés por si o como representantes de otra
persona, cuando dichas operaciones sean conocidas y aprobadas por el directorio,
y se ajusten a condiciones de equidad similares a las que habitualmente
prevalecen en el mercado. Los acuerdos que al respecto adopte el directorio serán
dados a conocer en la próxima junta accionistas por el que la presida, debiendo
hacerse mención de esta materia en su citación.

DISOLUCIÓN Y LIQUIDACIÓN DE LAS SOCIEDADES ANÓNIMAS

DISOLUCIÓN
La ley establece casos de disolución. Art. 103 Ley 18.046 La sociedad
anónima se disuelve:
1) Por el vencimiento del plazo de su duración, si lo hubiere. Hay que
armonizar este precepto, con el Nº4, del artículo 4º, que se refiere a las menciones
de la escritura pública, a cuyo respecto, si nada se dice en el pacto social, la
Sociedad Anónima será indefinida y no tendría cabida así esta causal.
2) Por reunirse todas las acciones en manos de una sola persona. En Chile
no existe la hipótesis de la: “One man company”, prevista en el derecho inglés,
pues el contrato social supone, como elemento esencial, la existencia de 2 o más
personas. (2.053 del C.C.).
El artículo 107 tiende a evitar que se esfume la sociedad sin antes
resguardar los intereses de terceros que hubieren contratado con la sociedad

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exigiendo el VºBº de la Comisión Para El Mercado Financiero en las Sociedades


Anónimas Abiertas, como requisito previo al último traspaso.
3) Por acuerdo de junta general extraordinaria de accionistas.
4) Por revocación de la autorización de existencia de conformidad con lo que
disponga la ley. Según el artículo 126, requieren de esa autorización para su
formación: Las Compañías Aseguradoras, Reaseguradoras, Las Administradoras
de Fondos Mutuos, Las Bolsas de Valores y otras que la ley exija, Los Bancos
Comerciales, Las Instituciones Financieras, Las Casas de Cambio, etc… En todo
caso, las resoluciones que revoque la autorización de existencia de una sociedad
especial deberán ser fundadas. El artículo 104 determina que esa revocación
podrá decretarse por infracción grave a la ley, al reglamento u otras normas
aplicables.
5) Por sentencia judicial ejecutoriada en el caso de las sociedades no
sometidas a la fiscalización de la Comisión Para El Mercado Financiero en razón
de esta ley o de otras Leyes. 1) Demanda de 20% de accionistas; 2) por infracción
de la ley; y, 3) El tribunal procederá breve y sumariamente y apreciará la prueba
en conciencia. El artículo 105 establece a este respecto, que la demanda podrá
deducirse cuando accionistas que representen a lo menos un 20 % de su capital
así lo decidan, siempre que existiere una causa para ello, considerándose como
tal, una infracción grave a la ley, al reglamento y a las demás normas que sean
aplicables y se acreditare que de ello se siguiere un prejuicio, sea para los
accionistas o para la sociedad; se consideran también causales para perseguir la
disolución, la quiebra de la sociedad, su administración fraudulenta, así como
otras situaciones de igual gravedad.
6) Por las demás causales contempladas en el estatuto. Por ejemplo,
finalización del negocio o pérdida del 50% del capital social.

Formalidades
El artículo 3º. Inc. 2º, de la ley, dispuso que las actas de las juntas en que se
acuerde disolver la sociedad, deben reducirse a escritura pública y el extracto
autorizado por el notario debe inscribirse y publicarse (60 días). Si así no se
hiciere, al igual que para la reforma, interpretando la ley, la disolución sería
inexistente y no produciría efecto (artículo 6º inc. 1º).
Ahora bien, la disolución que no emane de un acuerdo de Junta, como el
vencimiento del plazo, la reunión de todas las acciones en una sola mano o la
sentencia judicial o Resolución que la revoque, debe cumplir con el requisito de
consignarse el hecho por el Directorio, en los términos del artículo 108, (a.- por el
Directorio ; b.- plazo: 30 días), pero ello no es una solemnidad que perfeccione la
disolución, sino que es una formalidad que hace oponible el hecho respecto de
terceros, porque la fuerza de la disolución no emana de un acuerdo, sino que de la
ley, del acto de la revocación o de la sentencia. El propio artículo 108 lo deja
sobreentendido, en el inciso final.

Personalidad Jurídica de la Sociedad disuelta


La disolución de la sociedad no produce la terminación inmediata de la
persona jurídica, pues el artículo 109 la declara subsistente para los efectos de su
liquidación y como tal, quedan vigentes sus estatutos, en lo que le fueren
pertinentes.
Dice el artículo 109, al final del inc. 1º, que deberá agregar a su nombre la
expresión “En liquidación”.
La personalidad jurídica es para concluir sus operaciones y no para continuar
la explotación del giro: El inc. 2º del artículo 109 así lo dispone: Esto está en
armonía con el artículo 114 = que rige las facultades de los encargados de la
liquidación.

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LIQUIDACIÓN
Subsiste la personalidad jurídica y queda vigente lo establecido en sus
estatutos en lo que fuere pertinente. Art. 109 Ley 18.046 La sociedad anónima
disuelta subsiste como persona jurídica para los efectos de su liquidación,
quedando vigentes sus estatutos en lo que fuere pertinente. En este caso, deberá
agregar a su nombre o razón social las palabras “en liquidación”.
Durante la liquidación, la sociedad sólo podrá ejecutar los actos y celebrar
los contratos que tiendan directamente a facilitarla, no pudiendo en caso alguno
continuar con la explotación del giro social. Sin perjuicio de lo anterior, se
entenderá que la sociedad puede efectuar operaciones ocasionales o transitorias
de giro, a fin de lograr la mejor realización de los bienes sociales.
Liquidación de sociedad nula
Art. 6 inc. Nº 1 Ley 18.046. Sin perjuicio de lo que dispone el artículo 6º A, la
sociedad anónima que no sea constituida por escritura pública o en cuya escritura
de constitución se omita cualquiera de las menciones exigidas en los números 1,
2, 3, o 5 del artículo 4.º, o cuyo extracto haya sido inscrito o publicado tardíamente
o en el cual se haya omitido cualquiera de las menciones que para él se exigen en
el artículo 5º, es nula absolutamente, sin perjuicio del saneamiento en conformidad
a la ley.
Declarada la nulidad de la sociedad, ésta entrará en liquidación.
Excepción: La sociedad nula, sin embargo, gozará de personalidad jurídica y
será liquidada como una sociedad anónima si consta de escritura pública o de
instrumento reducido a escritura pública o protocolizado. La regla general es que
la sociedad sea liquidada por la comisión liquidadora, salvo la excepción anterior.
Comisión Liquidadora
Art. 110 Ley 18.046 Disuelta la sociedad, se procederá a su liquidación por
una comisión liquidadora elegida por la junta de accionistas en la forma dispuesta
por el artículo 66, la cual fijará su remuneración. De igual manera se procederá
para la liquidación de las sociedades declaradas nulas. Si la sociedad se disolviere
por reunirse las acciones en manos de una sola persona, no será necesaria la
liquidación. Si la disolución de la sociedad hubiere sido decretada por sentencia
ejecutoriada, la liquidación se practicará por un solo liquidador elegido por la junta
general de accionistas de una quina que le presentará el tribunal, en aquellos
casos en que la ley no encomiende dicha función a la Comisión Para El Mercado
Financiero o a otra autoridad.
Art. 111 Ley 18.046 Salvo acuerdo unánime en contrario de las acciones
emitidas con derecho a voto y lo dispuesto en el artículo anterior, la comisión
liquidadora estará formada por tres liquidadores.
La comisión liquidadora designará un presidente de entre sus miembros,
quien representará a la sociedad judicial y extrajudicialmente y si hubiere un solo
liquidador, en él se radicarán ambas representaciones.
Los liquidadores durarán en sus funciones el tiempo que determinen los
estatutos, la junta de accionistas o la justicia ordinaria en su caso, plazo que no
podrá exceder de tres años y si nada se dijere, la duración será precisamente de
tres años. Si el liquidador hubiere sido designado por la justicia ordinaria, vencido
su período se procederá a designar al reemplazante en la forma que se establece
en el inciso final del artículo precedente.
Los liquidadores podrán ser reelegidos por una vez en sus funciones.
Art. 112 Ley 18.046 Los liquidadores no podrán entrar en funciones sino una
vez que estén cumplidas todas las solemnidades que la ley señala para la
disolución de la sociedad.

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Entretanto, el último directorio deberá continuar a cargo de la administración


de la sociedad. A los liquidadores les serán aplicables, en lo que corresponda, los
artículos de esta ley referentes a los directorios.

Revocación de comisión liquidadora


Art. 113 Ley 18.046 La junta de accionistas podrá revocar en cualquier
tiempo el mandato de los liquidadores por ella designados, salvo cuando hubieren
sido elegidos de las quinas propuestas por la Comisión Para El Mercado
Financiero o la justicia, casos en los cuales la revocación no surtirá efectos
mientras no cuente con la aprobación de la Comisión Para El Mercado Financiero
o de la justicia, según corresponda.

Remuneración de liquidadores delegados


Art. 120 Ley 18.046 Cuando la liquidación sea efectuada por liquidadores
delegados del Superintendente o designados a propuesta de éste o de la justicia,
la remuneración total de éstos no podrá ser inferior al 1/2% del total del activo, ni
superior al 3% de los repartos que se hagan a los accionistas, sin perjuicio de la
facultad de la junta de accionistas para fijarles una remuneración superior.
Cuando la liquidación sea efectuada por la Comisión Para El Mercado
Financiero o sus funcionarios, la remuneración pertenecerá a la Comisión Para El
Mercado Financiero y constituirá un ingreso propio de ésta.

Facultades de la comisión liquidadora


Art. 114 Ley 18.046. La comisión liquidadora o el liquidador, en su caso, sólo
podrán ejecutar los actos y contratos que tiendan directamente a efectuar la
liquidación de la sociedad; representarán judicial y extrajudicialmente a ésta y
estarán investidos de todas las facultades de administración y disposición que la
ley o el estatuto no establezcan como privativos de las juntas de accionistas, sin
que sea necesario otorgarles poder especial alguno, inclusive para aquellos actos
o contratos respecto de los cuales las leyes exijan esta circunstancia. No obstante
lo anterior, las juntas que se celebren con posterioridad a la disolución o la que la
acuerde, podrán limitar la facultad de los liquidadores señalando específicamente
sus atribuciones o aquellas que se les suprimen. El acuerdo pertinente deberá
reducirse a escritura pública y anotarse al margen de la inscripción social.
Cuando la liquidación sea efectuada por liquidadores propuestos por el
tribunal o por la Comisión Para El Mercado Financiero, o directamente por esta
última, en su caso, los liquidadores actuarán legalmente investidos de todas las
facultades necesarias para el adecuado cumplimiento de su misión, no pudiendo
la junta restringírselas o
limitárselas de manera alguna.
La representación judicial a que se refiere este artículo es sin perjuicio de la
que tiene el presidente de la comisión liquidadora o el liquidador, en su caso,
conforme al artículo 111 de esta ley. En ambos casos, la representación judicial
comprenderá todas las facultades establecidas en los dos incisos del artículo 7º
del Código de Procedimiento Civil.

Funciones de la comisión liquidadora


Art. 115 Ley 18.046 Durante la liquidación, continuarán reuniéndose las
juntas ordinarias y en ellas se dará cuenta por los liquidadores del estado de la
liquidación y se acordarán las providencias que fueren necesarias para llevarla a
cumplido término. Los liquidadores enviarán, publicarán y presentarán los
balances y demás estados financieros que establece la presente ley y sus normas
complementarias. Los liquidadores convocarán extraordinariamente a junta
general, de conformidad con el artículo 58 de esta ley.

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 126
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Las funciones de la comisión liquidadora o del liquidador en su caso, no son


delegables. Con todo, podrán delegar parte de sus facultades en uno o más
liquidadores si fueren varios, y para objetos especialmente determinados, en otras
personas. Cuando la liquidación la practique el Superintendente por sí o por
delegados, convocará a junta de accionistas sólo cuando lo estime necesario o se
lo soliciten para fines de información, accionistas que posean a lo menos el 10%
de las acciones emitidas. Concluida la liquidación, comunicará esta circunstancia
por tres avisos consecutivos en un periódico del domicilio social y proporcionará
una información general del proceso de liquidación a aquellos accionistas que lo
soliciten dentro del plazo de 60 días contado desde la fecha de publicación del
último aviso.

Reglas de repartos y restitución de aportes


Art. 116 Ley 18.046 Los repartos que se efectúen durante la liquidación,
deberán pagarse el dinero a los accionistas, salvo acuerdo diferente adoptado en
cada caso por la unanimidad de las acciones emitidas. No obstante, lo anterior, la
junta extraordinaria de accionistas, por los dos tercios de las acciones emitidas,
podrán aprobar que se efectúen repartos opcionales, siempre que las opciones
ofrecidas sean equitativas, informadas y se ajusten a las condiciones que
determine el Reglamento.
Art. 94 Reglamento La junta de accionistas por acuerdo de la unanimidad de
las acciones emitidas podrá resolver el pago de repartos opcionales durante la
liquidación, conforme al procedimiento que en ese mismo acuerdo se determine.
Las sociedades también podrán ofrecer repartos opcionales durante la
liquidación de conformidad a la ley, a los artículos 87 y 89 del presente
Reglamento y a las normas que se consignan en los artículos siguientes. Estos
repartos deberán ser acordados por los dos tercios de las acciones emitidas en
junta extraordinaria de accionistas.
Art. 87 Reglamento Sólo podrá acordarse el pago de dividendos opcionales
cuando esta materia se haya indicado en los avisos de citación a la junta.
Art. 89 Reglamento La opción deberá ejercerse dentro del plazo de 30 días
anteriores a la fecha fijada para su solución mediante comunicación escrita a la
sociedad y tendrán derecho a ésta, aquellos accionistas inscritos en el Registro de
Accionistas con a lo menos cinco días hábiles anteriores al inicio del plazo de
opción o las personas a quienes éstos cedieren su derecho a optar.
Art. 95 Reglamento La opción deberá comunicarse en la forma y tiempo a
que se refiere el artículo 90 de este Reglamento. El aviso contendrá la indicación
de la fecha del pago, los bienes a que se refiere la opción, el valor que se les
asigna y el lugar en que se podrán examinar los antecedentes a que se refiere el
artículo 92 de este Reglamento.
Art. 90 Reglamento La opción deberá anunciarse a lo menos por un aviso
que se publicará en forma destacada en el diario en que deban realizarse las
citaciones a juntas de accionistas. Este aviso deberá publicarse dentro de los 10
días anteriores a la fecha de iniciación del plazo de la opción y en él se informará
la fecha del pago, el valor de las acciones que se ofrezcan y el lugar en que se
podrán examinar los antecedentes a que se refiere el artículo 92 de este
Reglamento.
Art. 96 Reglamento El pago de los repartos opcionales que acordare la junta
de accionistas se hará en la fecha que ésta determine o en la que fije quien
efectúe la liquidación si la junta le hubiere facultado al efecto.
Art. 97 Reglamento Durante el plazo de la opción la sociedad deberá
mantener en sus oficinas a disposición de los interesados todos los antecedentes
que hayan servido de base para fijar el precio de los bienes ofrecidos. En especial

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mantendrá un informe efectuado por perito independiente y si se tratare de valores


o títulos de crédito, el último balance de la empresa emisora y el último estado de
situación que de ella se tuviere.
Art. 98 Reglamento El precio de los bienes de la opción será fijado por la
junta de accionistas o por quien efectúe la liquidación si la junta le hubiere
facultado al efecto y no podrá ser inferior, en su caso, al que determine el informe
pericial o tratándose de acciones a aquel a que se refiere el artículo 93 del
presente Reglamento.
Art. 117 Ley 18.046 La sociedad sólo podrá hacer repartos por devolución de
capital a sus accionistas, una vez asegurado el pago o pagadas las deudas
sociales. Los repartos deberán efectuarse a los menos trimestralmente y en todo
caso, cada vez que en la caja social se hayan acumulado fondos suficientes para
pagar a los accionistas una suma equivalente, a los menos, al 5% del valor de
libros de sus acciones, aplicándose lo dispuesto en el artículo 84 de esta ley.
Los repartos deberán ser pagados a quienes sean accionistas el quinto día
hábil anterior a las fechas establecidas para su solución. Los repartos no cobrados
dentro del plazo de cinco años desde que se hayan hecho exigibles, pertenecerán
a los Cuerpos de Bomberos de Chile y el Reglamento determinará la forma en que
se procederá el pago y distribución de dichas cantidades.
Art. 84 Ley 18.046 Los dividendos devengados que la sociedad no hubiere
pagado o puesto a disposición de sus accionistas, dentro de los plazos
establecidos en el artículo 81, se reajustarán de acuerdo a la variación que
experimente el valor de la unidad de fomento entre la fecha en que éstos se
hicieron exigibles y la de su pago efectivo, y devengarán intereses corrientes para
operaciones reajustables para el mismo período.

Responsabilidad
Art. 118 Ley 18.046 Los liquidadores que concurran con su voto serán
solidariamente responsables de los daños o perjuicios causados a los acreedores
de la sociedad a consecuencia de los repartos de capital que efectuaren.
Art. 119 Ley 18.046 La Comisión Para El Mercado Financiero, en las
sociedades sujetas a su fiscalización, en casos graves y calificados y a petición de
accionistas que representen a los menos el 10% de las acciones emitidas, podrá
citar u ordenar se cite a junta de accionistas, con el objeto de que ésta modifique
el régimen de liquidación y designe un solo liquidador de la quina que se le
presentará al efecto. En las sociedades cerradas, corresponderá ejercer este
derecho ante la justicia ordinaria, la que resolverá con audiencia de la sociedad,
conforme al procedimiento establecido para los incidentes. Se presume de
derecho que existe caso grave y calificado, cuando el proceso de liquidación no se
termine dentro de los seis años siguientes a la disolución de la sociedad, o en el
plazo menor que la junta de accionistas determine al momento de nombrar la
comisión liquidadora.
Lo dispuesto en este artículo es sin perjuicio de la facultad al
Superintendente en la ley para efectuar la liquidación por sí o por delegados
respecto de determinadas sociedades.

AGENCIAS DE SOCIEDAD ANÓNIMA EXTRANJERA


Procedimiento
Art. 121 Ley 18.046 Para que una sociedad anónima extranjera pueda
constituir agencia en Chile, su agente o representante deberá protocolizar en una
notaría del domicilio que esta tendrá en Chile, en el idioma oficial del país de
origen, traducidos al español si no estuvieren en ese idioma, los siguientes
documentos emanados del país en que se haya constituido, debidamente
realizados.

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1) Los antecedentes que acrediten que se encuentra legalmente constituida


de acuerdo a la ley del país de origen y un certificado de vigencia de la sociedad.
2) Copia auténtica de los estatutos vigentes, y
3) Un poder general otorgado por la sociedad al agente que ha de
representarla en el país, en el que consten la personería del mandante y se
exprese en forma clara y precisa que el agente obra en Chile bajo la
responsabilidad directa de la sociedad, con amplias facultades para ejecutar
operaciones en su nombre y en que se le otorguen expresamente las facultades a
que se refiere el inciso segundo del artículo 7.º del Código de Procedimiento Civil.
Art. 122 Ley 18.046 Por escritura pública de la misma fecha y ante el mismo
notario ante el cual se efectúe la protocolización a que se refiere el artículo
anterior, el agente deberá declarar a nombre de la sociedad y con poder suficiente
para ello.
1) El nombre con que la sociedad funcionará en Chile y el objeto u objetos de
ella;
2) Que la sociedad conoce la legislación chilena y los reglamentos por los
cuales habrán de regirse en el país, sus agencias, actos, contratos y obligaciones;
3) Que los bienes de la sociedad quedan afectos a las leyes chilenas,
especialmente para responder de las obligaciones que ella haya de cumplir en
Chile.
4) Que la sociedad se obliga a mantener en Chile bienes de fácil realización
para atender a las obligaciones que hayan de cumplirse en el país.
5) Cuál es el capital efectivo que va a tener en el país para el giro de sus
operaciones y la fecha y forma en que éste ha de ingresar en la caja de la agencia
en Chile, y
6) Cuál es el domicilio de la agencia principal.

Formalidades de la constitución
Art. 123 Ley 18.046 Un extracto de la protocolización y de la escritura a que
se refieren los artículos precedentes, debidamente certificado por el notario
respectivo, en que conste la fecha y número de la protocolización y de la escritura
antes mencionada; el nombre de la sociedad y aquel con que funcionará en Chile;
el domicilio que tendrá en el país; el capital de la agencia y el nombre del agente o
representante, deberá inscribirse en el Registro de Comercio correspondiente al
domicilio de la agencia principal y publicarse, por una sola vez, en el Diario Oficial;
todo ello, dentro de los 60 días contados desde la fecha de la protocolización.

Formalidades de la modificación
Art. 124 Ley 18.046 El agente deberá cumplir con las mismas formalidades
señaladas en los artículos anteriores de este Título, respecto de cualquiera
modificación que se produzca en relación con los documentos o declaraciones a
que estas disposiciones se refieren, excepto la mencionada en el Nº 4 del artículo
122.
El agente deberá publicar el balance anual de la agencia en un diario del
domicilio de ésta, dentro del cuatrimestre siguiente a la fecha del cierre del
ejercicio.

ARBITRAJE EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA


Art. 125 Ley 18.046 En los estatutos sociales se establecerá la forma como
se designarán el o los árbitros que conocerán las materias a que se refiere el Nº
10 del artículo 4 de la presente ley. En caso alguno podrá nominarse en ellos a
una o más personas determinadas como árbitros.

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El arbitraje que establece esta ley es sin perjuicio de que, al producirse un


conflicto, el demandante pueda sustraer un conocimiento de la competencia de los
árbitros y someterlo a la decisión de la justicia ordinaria.
Art. 4 Nº 10 Ley 18.046 La naturaleza del arbitraje a que deberán ser
sometidas las diferencias que ocurran entre los accionistas en su calidad de tales,
o entre éstos y la sociedad o sus administradores, sea durante la vigencia de la
sociedad o durante su liquidación. Si nada se dijere, se entenderá que las
diferencias serán sometidas a la resolución de un árbitro arbitrador;

SOCIEDADES SUJETAS A FORMALIDADES ESPECIALES


Art. 126 Ley 18.046 Las compañías aseguradoras y reaseguradoras, las
sociedades anónimas administradoras de fondos mutuos, las bolsas de valores y
otras sociedades que la ley expresamente someta a los trámites que a
continuación se indican, se forman, existen y prueban por escritura pública,
obtención de una resolución de la Comisión Para El Mercado Financiero que
autorice su existencia e inscripción y publicación de un certificado especial que
otorgue dicha Comisión Para El Mercado Financiero.
Las escrituras públicas deberán contener, a más de las menciones generales
exigidas por esta ley, las especiales requeridas por las leyes particulares que las
rijan.
La Comisión Para El Mercado Financiero deberá comprobar que estas
sociedades cumplen con
las exigencias legales y económicas requeridas al efecto, para autorizar su
existencia.
Las resoluciones que revoquen autorizaciones concedidas serán fundadas.
Aprobada la existencia de una sociedad, la Comisión Para El Mercado
Financiero expedirá un certificado que acreditará tal circunstancia y contenga un
extracto de las cláusulas del estatuto que determine dicho organismo, el que se
inscribirá en el Registro de Comercio del domicilio social y se publicará en el Diario
Oficial dentro del plazo de 60 días contado desde la fecha de la resolución.
Art. 127 Ley 18.046 La modificación de los estatutos de las sociedades a que
se refiere el artículo anterior y su disolución anticipada acordadas por sus
respectivas juntas de accionistas, luego de ser reducidas sus actas a escrituras
públicas, deberán ser aprobadas por la Comisión Para El Mercado Financiero,
efectuándose en lo pertinente la inscripción y publicación indicada en el artículo
anterior.

INEXISTENCIA Y NULIDAD ABSOLUTA


Art. 128 Ley 18.046 No existen las sociedades a que se refiere al artículo 126
en cuya constitución se haya omitido la escritura, la resolución aprobatoria o la
oportuna inscripción y publicación del certificado que expida la Comisión Para El
Mercado Financiero, ni las reformas en las que se haya incurrido en similares
omisiones.
Cualquiera disconformidad que exista entre el certificado que otorgue la
Comisión Para El Mercado Financiero respectiva y su inscripción o publicación
originará la nulidad absoluta del pacto social o de los acuerdos modificatorios en
su caso.
En lo no modificado, regirá lo dispuesto en el artículo 6 de esta ley.

Normas comunes
Art. 129 Ley 18.046 Las sociedades a que se refiere el artículo 126 de esta
ley se regirán por las disposiciones legales y reglamentarias aplicables a las
sociedades anónimas abiertas en todo lo que no se oponga a lo dispuesto en los
artículos precedentes de este Título y a las disposiciones especiales que las rigen.

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 130
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Caso Particular las A.F.P.


Art. 130 Ley 18.046 Las sociedades administradoras de fondos de pensiones
deberán constituirse como sociedades anónimas especiales en conformidad a las
disposiciones siguientes:
Para iniciar su constitución, los organizadores deberán presentar a la
Comisión Para El Mercado Financiero de Administradoras de Fondos de
Pensiones un prospecto descriptivo de los aspectos esenciales de la sociedad y
de la forma como desarrollará sus actividades. Este prospecto será calificado por
el Comisión Para El Mercado Financiero especialmente en cuanto a la
conveniencia de establecerla.
Aceptado un prospecto, se entregará un certificado provisional de
autorización a los organizadores, que los habilitará para realizar los trámites
conducentes a obtener la autorización de existencia de la sociedad y los actos
administrativos que tengan por objeto preparar su constitución y futuro
funcionamiento. Para ello, se considerará que la sociedad tiene personalidad
jurídica desde el otorgamiento del certificado. No podrá solicitarse la autorización
de existencia de la sociedad transcurridos diez meses desde la fecha de aquél.
Dichos organizadores estarán obligados a depositar en alguna institución
bancaria o financiera y a nombre de la sociedad administradora en formación los
fondos que reciban en pago de suscripción de acciones. Estos fondos sólo podrán
girarse una vez que haya sido autorizada la existencia de la sociedad y que entre
en funciones su directorio. Los organizadores serán personal y solidariamente
responsables de la devolución de dichos fondos.
Los organizadores no podrán recibir remuneración alguna por el trabajo que
ejecuten en tal carácter.

Responsabilidades y sanciones comunes


Art. 133 Ley 18.046 La persona que infrinja esta ley, su reglamento o en su
caso, los estatutos sociales o las normas que impartan la Comisión Para El
Mercado Financiero ocasionando daño a otro, está obligada a la indemnización de
perjuicios. Lo anterior es sin perjuicio de las demás sanciones civiles, penales y
administrativas que correspondan.
Con las personas jurídicas responderán además civil, administrativa y
penalmente, sus administradores o representantes legales, a menos que constare
su falta de participación o su oposición al hecho constitutivo de infracción.
Los directores, gerentes y liquidadores que resulten responsables en
conformidad a los incisos anteriores, lo serán solidariamente entre sí y con la
sociedad que administren, de todas las indemnizaciones y demás sanciones
civiles o pecuniarias derivadas de la aplicación de las normas a que se refiere esta
disposición.
Art. 134 Ley 18.046 Los peritos, contadores o auditores externos que, con
sus informes, declaraciones o certificaciones falsas o dolosas, indujeren a error a
los accionistas o a los terceros que hayan contratado con la sociedad, fundados
en dichas informaciones o declaraciones falsas o dolosas, sufrirán la pena de
presidio o relegación menores en sus grados medios a máximo y multa a beneficio
fiscal por valor de hasta una suma equivalente a 4.000 unidades de fomento.
Art. 135 Ley 18.046 Cada sociedad deberá llevar un registro público
indicativos de sus presidentes, directores, gerentes o liquidadores, con
especificación de las fechas de iniciación y término de sus funciones. Las
designaciones y anotaciones que consten en dicho registro harán plena fe en
contra de la sociedad, sea en favor de accionistas o de terceros.
Los directores, gerentes y liquidadores, en su caso, serán solidariamente
responsables de los perjuicios que causaren a accionistas y a terceros con

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 131
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ocasión de la falta de fidelidad o vigencia de las informaciones contenidas en el


registro a que se refiere este artículo. Lo anterior es sin perjuicio de las sanciones
administrativas que pueda aplicar la Comisión Para El Mercado Financiero a las
sociedades anónimas abiertas.

MODELO DE CONSTITUCIÓN DE SOCIEDAD ANÓNIMA CERRADA.


Comparecen: don ..., chileno, abogado, casado y separado totalmente de
bienes, domiciliado en calle., Oficina número. de la ciudad de ………, Cédula
Nacional de Identidad y Rol Único Tributario Nº ………; doña..., chilena,
comerciante, casada y separada totalmente de bienes, domiciliada en calle.,
número. de la ciudad de ………, Cédula Nacional de Identidad y Rol Único
Tributario Nº ………; doña ..., chileno, arquitecto, casado y separado totalmente de
bienes, domiciliado en calle., número. de la ciudad de ………, Cédula Nacional de
Identidad y Rol Único Tributario Nº ………; y, don ..., chileno, constructor civil,
casado y separado totalmente de bienes, domiciliado en calle ..., número .. de la
ciudad de ………, Cédula Nacional de Identidad y Rol Único Tributario Nº ………..;
todos los comparecientes mayores de edad, quienes acreditaron sus identidades
con las cédulas antes citadas y exponen: PRIMERO : Que vienen en constituir una
sociedad anónima que se regirá por las disposiciones de la Ley Número dieciocho
mil cuarenta y seis, su reglamento y los siguientes estatutos: TITULO PRIMERO,
Nombre, Objeto, Domicilio y Duración: Artículo primero: La sociedad será una
sociedad anónima cerrada, la que se regirá por las disposiciones contenidas en
los presentes Estatutos, las normas de la Ley Número dieciocho mil cuarenta y
seis y su respectivo reglamento, y subsidiariamente por el Código de Comercio y
el Código Civil en lo que fuere pertinente.- Artículo segundo: El nombre de la
sociedad será " INVERSIONES... SOCIEDAD ANONIMA”, sin embargo, la
sociedad podrá usar el nombre de fantasía "... S.A." para todos los efectos
comerciales, propagandísticos, legales, bancarios y tributarios.- Artículo tercero:
El objeto de la sociedad será la realización de inversiones en toda clase de bienes
muebles corporales e incorporales, tales como acciones, bonos, debentures,
cuotas o derechos en sociedades y cualquier clase de títulos o valores mobiliarios,
con la facultad de administrar dichas inversiones. La sociedad podrá, asimismo,
para un mejor y adecuado cumplimiento de su objeto social, constituir, adquirir,
integrar como asociada o en otra forma directamente, o con terceros o sociedades
filiales, sociedades, instituciones de cualquier clase o naturaleza, o con terceros o
sociedades filiales, sociedades, joint ventures, e instituciones de cualquier clase o
naturaleza tanto en Chile como en el extranjero. Comercialización y administración
de acciones de sociedades de personas; operaciones con bonos, debentures,
pagarés, títulos de créditos y otros valores mobiliarios, efectos de comercio e
instrumentos financieros; y, en general, efectuar todas las inversiones mobiliarias
rentables que los socios acuerden. Artículo cuarto: El domicilio de la sociedad
será la ciudad de Temuco sin perjuicio de las agencias y sucursales que puedan
establecerse en otras ciudades o localidades del país y en el extranjero. Artículo
quinto: La sociedad tendrá una duración indefinida. TITULO SEGUNDO: Del
Capital y de las Acciones. Artículo sexto: El capital de la sociedad es la suma de
cien millones de pesos, dividido en cien mil acciones nominativas de igual valor
inicial de mil pesos cada una y sin valor nominal, todas de una misma serie, el que
se suscribirá y pagará en la forma y plazos indicados en el artículo primero
transitorio de estos Estatutos. Artículo séptimo: Las acciones serán nominativas
y su suscripción deberá constar por escrito en la forma que determine el
reglamento respectivo. Sus títulos deberán contener las menciones que el mismo
reglamento señale. Artículo octavo: Se llevará, por el Gerente general de la
compañía, un registro de todos los accionistas con mención del número de

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 132
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acciones que cada uno posee. Artículo noveno: Cuando un accionista no pagaré
oportunamente el todo o parte de las acciones por él suscritas, la sociedad podrá
vender en una bolsa de valores mobiliarios, por cuenta y riesgo del moroso, el
número que sea necesario para pagarse de los saldos insolutos, reduciéndose el
título a la cantidad de acciones que le resten, sin perjuicio de los demás derechos
para exigir el cumplimiento de la obligación. Artículo décimo: Las opciones para
suscribir acciones de aumento de capital de la sociedad deberán ser ofrecidas a lo
menos una vez preferentemente a los accionistas a prorrata de las acciones que
posean inscritas a su nombre, el quinto día hábil anterior a la fecha de la
publicación de la opción. En la misma proporción serán distribuidas las acciones
liberadas emitidas por la sociedad. Este derecho es esencialmente renunciable y
transferible. El derecho a preferencia de que trata este artículo deberá ejercerse o
transferirse dentro del plazo de treinta días contados desde la publicación en que
se anuncie la opción. Esta publicación se efectuará a lo menos una vez mediante
un aviso destacado en el diario en que deben realizarse las citaciones a Juntas de
Accionistas. Artículo decimoprimero: El que desee enajenar el todo o parte de
sus acciones, deberá previamente comunicarlo por carta certificada al Presidente
del Directorio o al Gerente de la sociedad, quien deberá notificar el hecho en la
misma forma anterior al resto de los accionistas, dentro del plazo de quince días
de recibida tal comunicación. Dicha comunicación deberá contener el precio y
condiciones de la venta o enajenación, pudiendo el resto de los accionistas optar a
la compra preferente de ellas, dentro de los treinta días siguientes de recibida la
notificación. En el evento de que fueren varios los accionistas que deseen
adquirirlas, las acciones ofrecidas se distribuirán entre todos ellos a prorrata del
porcentaje de acciones que cada uno posee. Si vencido el plazo de treinta días
señalado precedentemente ninguno de los accionistas hiciere valer su opción
preferente, el accionista oferente podrá enajenar libremente a terceros, pero en un
precio y en condiciones no inferiores en términos reales a las de su oferta
formulada a los accionistas. TITULO TERCERO: De la administración de la
sociedad. Artículo decimosegundo: La administración de la sociedad será
ejercida por un Directorio compuesto por tres miembros que podrán no ser
accionistas de la sociedad. Los Directores durarán en sus funciones por el período
de tres años, pudiendo ser reelegidos indefinidamente. Cada Director titular
deberá tener un Director suplente que podrá reemplazarle en forma definitiva en
caso de vacancia, y en forma transitoria, en caso de ausencia o impedimento
temporal del titular superior a un mes, lo que no será necesario acreditar ante
terceros en caso alguno. Los Directores suplentes siempre podrán participar en las
reuniones del Directorio con derecho a voz y sólo tendrán derecho a voto cuando
falten sus respectivos titulares. La elección de la totalidad de los miembros del
Directorio, tanto titulares como suplentes, se verificará cada tres años en la Junta
General Ordinaria de Accionistas en que corresponda. Si se produjere la vacancia
de un Director titular y la de su suplente, en su caso, deberá procederse a la
renovación total del Directorio en la próxima Junta General Ordinaria de Accionista
y, en el intertanto, el Directorio podrá nombrar un reemplazante. Para la elección
de Directores titulares y de sus respectivos suplentes regirá el procedimiento
establecido más adelante en estos Estatutos. Artículo decimotercero: Los
Directores titulares serán remunerados por sus funciones y la cuantía de la
remuneración será fijada anualmente en la Junta Ordinaria de Accionistas. No
obstante lo anterior, los Directores suplentes percibirán la remuneración que
corresponda a sus respectivos titulares en aquellos períodos en que se
encuentren reemplazándolos. Artículo decimocuarto: El Directorio deberá
reunirse a lo menos una vez cada cuatro meses. Las sesiones de Directorio serán
ordinarias y extraordinarias. Las primeras se celebrarán en las fechas
predeterminadas por el Directorio. Las segundas se celebrarán cuando lo citen

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 133
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especialmente el Presidente por sí o a solicitud de uno o más Directores, previa


calificación que el Presidente haga de la necesidad de la reunión, salvo que esta
sea solicitada por la mayoría absoluta de los Directores, caso en el cual deberá
necesariamente celebrarse la reunión sin calificación previa. En las sesiones
extraordinarias sólo podrán tratarse los asuntos que específicamente se señalen
en la convocatoria. Artículo decimoquinto: Las reuniones del Directorio se
constituirán con la mayoría absoluta de los Directores y los acuerdos se adoptarán
por la mayoría absoluta de los Directores asistentes. En caso de empate se
entenderá que no hay acuerdo. Artículo decimosexto: Las deliberaciones y
acuerdos del Directorio se escriturarán en el Libro de Actas por cualquier medio,
siempre que estos ofrezcan seguridad de que no podrá haber intercalaciones,
supresiones, o cualquiera otra adulteración que pueda afectar la fidelidad del acta.
Esta será firmada por los Directores que hubieren concurrido a la sesión. Si alguno
de ellos falleciere o se imposibilitare, se dejará constancia en la misma del
impedimento para firmar. Se entenderá aprobada el acta en el momento de su
firma, conforme a lo expresado precedentemente, y desde esa fecha se podrán
llevar a efecto los acuerdos a que ella se refiere. El Director que quiera salvar su
responsabilidad por algún acto o acuerdo del Directorio, deberá hacer constar su
oposición en el acta, debiendo darse cuenta de ello en la próxima Junta Ordinaria
de Accionistas por el que presida. El Director que estimare que un acta adolece de
inexactitudes u omisiones, tiene el derecho a estampar, antes de firmarla, las
salvedades correspondientes. Artículo decimoséptimo: La primera reunión
después de la Junta Ordinaria de Accionistas en que se haya efectuado su
elección, el Directorio elegirá de entre sus miembros titulares un Presidente que lo
será también de la sociedad. En caso de empate decidirá la suerte. En la misma
oportunidad y forma, y entre sus miembros titulares, se elegirá un Vicepresidente
que reemplazará al Presidente cuando éste estuviere ausente o impedido de
desempeñar el cargo. El Presidente y el Vicepresidente podrán ser reelegidos
indefinidamente. Artículo decimoctavo: El Directorio tendrá la representación
judicial y extrajudicial de la sociedad y para el cumplimiento del objeto social, lo
que no será necesario acreditar ante terceros, estará investido de todas las
facultades de administración y disposición que la Ley o estos Estatutos no
establezcan como privativas de las Juntas Generales de Accionistas. Lo anterior
no obsta a la representación que compete al Gerente General conforme a lo
dispuesto en el artículo cuarenta y nueve de la Ley número dieciocho mil cuarenta
y seis. Artículo decimonoveno: El Directorio podrá delegar parte de sus
funciones en los Gerentes y Subgerentes o Abogados de la sociedad, en un
Director o en una Comisión de Directores, y para objetos especialmente
determinados, en otras personas. Artículo vigésimo: El Directorio queda
facultado para que bajo la responsabilidad personal de los Directores que
concurran al acuerdo respectivo, se distribuyan dividendos provisionales durante
el ejercicio, con cargo a las utilidades del mismo, siempre que no hubiere pérdidas
acumuladas. Artículo vigésimo primero: Sin perjuicio de las otras obligaciones
que le corresponden son atribuciones y deberes especiales del Presidente de la
sociedad: a) Representar a la compañía y firmar en su nombre las escrituras y
documentos a que haya lugar, cuando así lo determine el Directorio; b) Convocar
a reuniones del Directorio y de Juntas Generales de Accionistas en la forma
establecida en estos Estatutos; c) Presidir las reuniones del Directorio y de las
Juntas de Accionistas, dirigir los debates y someter las proposiciones a votación.
En ningún caso el voto del Presidente dirimirá los empates; d) Firmar con el
Gerente General los títulos de las acciones; e) Dar en las Juntas Generales todos
los datos que soliciten los accionistas y que se relacionen con los intereses de la
sociedad; f) Presentar la memoria que, previa aprobación del Directorio, debe
someter, en unión del balance, a la Junta ordinaria de Accionistas; g) Cumplir y

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 134
Profesor Derecho Comercial

hacer cumplir lo dispuesto en la Ley, los Estatutos y las resoluciones del Directorio
y de las Juntas Generales de Accionistas; h) Ejercer directamente o por intermedio
de un Gerente General el control de la sociedad. En caso de ausencia o
impedimento del Presidente, lo reemplazará el Vicepresidente con iguales
atribuciones y deberes. Artículo vigésimo segundo: La sociedad podrá tener un
Gerente General que será designado por el Directorio y estará premunido de todas
las facultades propias de un factor de comercio y de todas aquellas que
expresamente le otorgue el Directorio. El Gerente General tendrá también los
siguientes deberes y atribuciones: a) Representar judicialmente a la sociedad con
las facultades contempladas en los dos incisos del artículo séptimo del Código de
Procedimiento Civil; b) Estudiar todos los negocios concernientes a la sociedad y
presentarlos al Directorio; c) Ejercer todos los acuerdos del Directorio dentro de
las facultades que le competen; d) Proponer al Directorio el nombramiento o
remoción de administradores o empleados superiores; e) Nombrar y remover a los
administradores y empleados inferiores de las oficinas y establecimientos de la
sociedad; f) Fiscalizar la conducta de todos los trabajadores de la sociedad y dar
cuenta al Directorio de todas las medidas disciplinarias que haya estimado
prudente aplicar; g) Velar por el cumplimiento de los reglamentos; corregir los
defectos que notare en su aplicación y proponer al Directorio las medidas que
estimare conveniente adoptar a este respecto; h) Custodiar los libros y registros
sociales y velar para que estos sean llevados en forma legal; i) Expedir la
correspondencia de la sociedad, firmar los títulos de acciones y cuidar que la
emisión de éstos se haga en debida forma; j) Celebrar y firmar todos los actos
jurídicos que acuerde el Directorio. Si fuere menester acreditar el acuerdo del
Directorio, bastará insertar una copia de dicho acuerdo en una escritura y que un
Notario certifique que dicha inserción está conforme con el acta respectiva; k)
Proporcionar a los Inspectores de Cuentas y a los Auditores Externos, en su caso,
todas las informaciones relacionadas con la marcha del negocio social que
recaben para ejercicio de sus funciones; l) Servir de secretario de las Juntas de
Accionistas y del Directorio cuando no lo hubiere y llevar los Libros de Actas
respectivos y los Registros de Accionistas; m) Ejercer las funciones que el
Directorio le delegue. El cargo de Gerente General es incompatible con el de
Presidente, Vicepresidente, Auditor, o Contador de la sociedad. Artículo
vigésimo tercero: El Gerente General que no sea Director, sólo tendrá derecho a
voz en las reuniones del Directorio y responderá con los miembros de él de todas
las resoluciones y acuerdos ilegales o perjudiciales para los intereses sociales
cuando no constare su opinión en contrario al acta respectiva. TITULO CUARTO:
De las Juntas Generales de Accionistas. Artículo vigésimo cuarto: Las Juntas
Generales de Accionistas serán ordinarias y extraordinarias: Las primeras se
celebrarán una vez al año en el primer trimestre posterior a la fecha del balance,
con el fin de conocer todos los asuntos de su competencia, sin que sea necesario
señalarlos en la respectiva citación. Son materias de competencia de las Juntas
Ordinarias de Accionistas: a) El examen de la situación de la sociedad, la
aprobación o rechazo de la memoria, del balance y el conocimiento de los
informes de los Inspectores de Cuentas o de los Auditores Externos si los hubiere,
y de los estados y demostraciones financieras presentados por los
administradores o liquidadores de la sociedad; b) La distribución de las utilidades
de cada ejercicio y, en especial, el reparto de dividendos; c) La elección o
revocación de los miembros del Directorio, de los liquidadores y fiscalizadores de
la administración; d) Fijar la remuneración del Directorio, y e) En general de
cualquier materia de interés social que no sea de la competencia propia de una
Junta Extraordinaria. Las Juntas Extraordinarias de Accionistas podrán celebrarse
en cualquier tiempo, cuando así lo exijan las necesidades sociales, para decidir
respecto de cualquier materia que la Ley o estos Estatutos entreguen al

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 135
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conocimiento de estas Juntas y siempre que tales materias se señalen en la


citación correspondiente. Cuando una Junta Extraordinaria deba pronunciarse
sobre materias propias de una Junta Ordinaria, su funcionamiento y acuerdos se
sujetarán, en lo pertinente, a los quórums aplicables a estas últimas clases de
Juntas. Serán materia de competencia de las Juntas Extraordinarias: a) La
disolución de la sociedad; b) La transformación, fusión o división de la sociedad y
la reforma de sus Estatutos; c) La enajenación del activo fijo y pasivo de la
sociedad o del total de su activo; b) El otorgamiento de garantías reales o
personales para caucionar obligaciones de terceros, excepto si estos fueren
sociedades filiales, en cuyo caso la aprobación del Directorio será suficiente, y e)
Las demás materias que por Ley o por estos Estatutos corresponden a su
conocimiento o competencia. Las materias referidas en las letras precedentes de
este artículo, sólo podrán acordarse en Juntas celebradas ante Notario, quien
deberá certificar que el acta es expresión fiel de lo ocurrido y acordado en la
reunión. - Artículo vigésimo quinto: Las Juntas serán convocadas por el
Directorio de la sociedad. El Directorio deberá convocar: a) A Junta Ordinaria a
efectuarse dentro del trimestre siguiente de la fecha del balance con el fin de
conocer de todos los asuntos de su competencia; b) A Junta Extraordinaria
siempre que, a su juicio, los intereses de la sociedad lo justifiquen; y c) En los
demás casos establecidos en la Ley. Artículo vigésimo sexto: La citación a la
Junta de Accionistas se efectuará por medio de un aviso destacado que se
publicará, a lo menos, por dos veces en días distintos en cualquier periódico del
domicilio social o de la provincia de cautín, o en caso de suspensión o de
desaparición de la circulación del periódico designado, en el Diario Oficial. No
obstante, las Juntas Ordinarias y Extraordinarias podrán celebrarse válidamente
sin la publicación indicada si a ella concurren la totalidad de las acciones emitidas
con derecho a voto. Artículo vigésimo séptimo: Las Juntas se constituirán en
primera citación, salvo que la Ley o estos Estatutos establezcan mayorías
superiores para casos especiales, con la mayoría absoluta de las acciones
emitidas con derecho a voto, y en segunda citación con las que se encuentren
presentes o representadas, cualquiera que sea el número, y los acuerdos se
adoptarán por la mayoría absoluta de las acciones presentes o representadas con
derecho a voto, sin perjuicio de las excepciones establecidas en la Ley o en estos
Estatutos. Los avisos de la segunda citación sólo podrán publicarse una vez que
hubiere fracasado la Junta a efectuarse en primera citación, y en todo caso, la
nueva Junta deberá ser citada para celebrarse dentro de los cuarenta y cinco días
siguientes a la fecha fijada para la Junta no efectuada. Las Juntas serán
presididas por el Presidente del Directorio o por el que haga sus veces y actuará
como Secretario el Titular de este cargo, cuando lo hubiere, o el Gerente General,
en su defecto. Artículo vigésimo octavo: Solamente podrán participar en las
Juntas y ejercer sus derechos de voz y voto, los titulares de acciones inscritas en
el Registro de Accionistas con cinco días de anticipación a aquel en que haya de
celebrarse la respectiva Junta. Los titulares de acciones sin derecho a voto, así
como los Directores y Gerentes que no sean accionistas, podrán participar con
derecho a voz. Artículo vigésimo noveno: Los accionistas podrán hacerse
representar en las Juntas por medio de otra persona, aunque esta no sea
accionista. La representación deberá conferirse por escrito por el total de las
acciones de las cuales el mandante sea titular a la fecha señalada en el artículo
vigésimo octavo de estos Estatutos. Artículo trigésimo: En Las elecciones que se
efectúen en la Junta los accionistas podrán acumular sus votos en favor de una
sola persona, o distribuirlos en la forma que lo estimen conveniente, y se
proclamarán elegidos a los que en la misma y única votación resulten con mayor
número de votos hasta completar el número de cargos por proveer. La sola
elección de un Director Titular implicará la del suplente que se hubiere nominado

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 136
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previamente para aquél. En caso de empate se repetirá la votación, y si este se


mantuviere, decidirá la suerte. Lo dispuesto anteriormente no obsta a que, por
acuerdo unánime de los accionistas presentes o representados con derecho a
voto, se omita la votación y proceda a elegir por aclamación. Artículo trigésimo
primero: Los acuerdos de las Juntas Generales de Accionistas se tomarán por
mayoría absoluta de votos de las acciones presentes o representadas con
derecho a voto. Sin embargo se requerirá el voto conforme de a lo menos el
sesenta y siete por ciento de las acciones emitidas con derecho a voto para tomar
los siguientes acuerdos: a) La modificación de los Estatutos Sociales; b)
Cualesquiera de las materias que se señalan en el inciso segundo del artículo
setenta y siete de la Ley número dieciocho mil cuarenta y seis, aunque no implique
la modificación de los Estatutos; c) La enajenación del activo fijo y pasivo de la
sociedad o del total de su activo; y d) El otorgamiento de garantías reales o
personales para caucionar obligaciones de terceros. Artículo trigésimo segundo:
De las deliberaciones y acuerdos de las juntas, se dejará constancia en un libro de
Actas, el que será llevado por el Secretario si lo hubiere, o en su defecto por el
Gerente General de la sociedad. Las Actas serán firmadas por quienes actuaron
de Presidente y de Secretario de la Junta y por tres Accionistas elegidos por ellos,
y por todos los asistentes, si éstos fueren menos de tres. TITULO QUINTO: Del
Balance y de la distribución de utilidades. Artículo trigésimo tercero: Al treinta y
uno de diciembre de cada año, la sociedad practicará un balance general e
inventario de todas sus operaciones. Artículo trigésimo cuarto: La sociedad
deberá distribuir anualmente como dividendo en dinero a sus accionistas a
prorrata de sus acciones, a lo menos el veinte por ciento de las utilidades liquidas
de cada ejercicio, salvo acuerdo diferente adoptado en la Junta respectiva por el
sesenta y siete por ciento de las acciones emitidas con derecho a voto. Para los
efectos de lo dispuesto en estos artículos no se discriminará entre acciones
suscritas, sea que estén o no pagadas. TITULO SEXTO: De los Inspectores de
cuentas y de los auditores externos. Artículo trigésimo quinto: La Junta
Ordinaria de Accionistas designará anualmente dos Inspectores de Cuentas Titular
y dos Suplentes, o bien, Auditores Externos Independiente, con el objeto de
examinar la contabilidad, inventario, balance y otros estados financieros, debiendo
informar por escrito a la próxima Junta Ordinaria sobre el cumplimiento de sus
funciones. Los Inspectores de Cuentas podrán, además, vigilar las operaciones
sociales y fiscalizar las actuaciones de los administradores y el fiel cumplimiento
de sus deberes. TITULO SEPTIMO: De la disolución y la liquidación. Artículo
trigésimo sexto: La sociedad se disolverá por las siguientes causales: a) Por
reunirse todas las acciones en manos de una misma persona; b) Por acuerdo de
la Junta General Extraordinaria de Accionistas; y c) Por sentencia judicial
ejecutoriada. Artículo trigésimo séptimo: En el caso mencionado de la letra b)
del artículo precedente, la liquidación de la sociedad será practicada por una
Comisión Liquidadora, elegida por la Junta de Accionistas en la forma dispuesta
en el artículo sesenta y seis de la Ley dieciocho mil cuarenta y seis. La Comisión
Liquidadora estará formada por tres liquidadores quienes podrán ser accionistas o
no. La Comisión designará un Presidente de entre sus miembros quien
representará a la Sociedad judicial y extrajudicialmente. Los liquidadores durarán
tres años en sus funciones, pudiendo ser reelegidos por una vez. Si la disolución
de la sociedad hubiere sido decretada por sentencia ejecutoriada, la liquidación se
practicará por un solo liquidador elegido por la Junta General de Accionistas de
una quina que le presentará al Tribunal respectivo. Artículo trigésimo octavo:
Las diferencias que ocurran entre los Accionistas en su calidad de tales, o entre
estos la sociedad y sus administradores, sea durante la vigencia de la sociedad o
durante su liquidación, serán resueltas por un árbitro arbitrador o amigable
componedor. El árbitro será designado de común acuerdo por las partes, o en su

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 137
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defecto por la Justicia Ordinaria. SEGUNDO: Para todos los efectos del presente
contrato y los derivados de las relaciones sociales, los socios constituyen y fijan
domicilio especial en la ciudad de …, y se someten a la jurisdicción de sus
tribunales de justicia; todo ello, sin perjuicio del arbitraje acordado en los estatutos
sociales. TERCERO: Todos los socios constituyentes vienen en este acto en
otorgar mandato especial a don …, abogado, domiciliado en la ciudad de …, para
que en sus nombres y representación concurra a salvar los errores u omisiones en
que se haya incurrido en la presente escritura social, tanto respecto de sus
artículos permanentes como transitorios, respecto a individualizaciones, cabidas,
deslindes, nombres, apellidos, cantidades, porcentajes, facultades,
enumeraciones, fojas, números, registros, etcétera, y en especial para que
proceda a sanear la nulidad derivada de cualquier vicio formal que afecte la
constitución o modificación de la presente sociedad, de conformidad a lo dispuesto
en la Ley número diecinueve mil cuatrocientos noventa y nueve, publicada en el
Diario Oficial con fecha once de Abril de mil novecientos noventa y siete;
facultándolo expresamente para firmar las escrituras públicas o privadas
rectificatorias, saneatorias o complementarias que sean necesarias para dar cabal
cumplimiento a la voluntad de las partes o al saneamiento de los vicios
respectivos, pero con tal que no altere la esencia del presente contrato; mandato
que será irrevocable y que subsistirá aún después de la muerte de cualquiera de
los socios. CUARTO: Se faculta al portador de la presente copia autorizada del
extracto de la presente escritura para requerir las inscripciones, subinscripciones y
anotaciones que procedan en el Registro de Comercio de … y su publicación en el
Diario Oficial. ARTICULOS TRANSITORIOS. Artículo primero transitorio: En
este mismo acto, se emiten para su suscripción y pago 1.000 acciones que forman
el capital social, las que se suscriben y pagan en este acto por los socios
constituyentes, de la manera que a continuación se señala: 1) Don ……….
suscribe en este acto 50.000 acciones equivalentes a la suma de $50.000.000 por
concepto de capital, las que entera y paga a la sociedad en este acto, en dinero
efectivo, y que se entiende enterado y pagado en la forma antedicha, en este acto,
por la suma indicada a la caja social; 2) Doña .. suscribe en este acto 20.000
acciones equivalentes a la suma de $20.000.000 por concepto de capital, las que
entera y paga a la sociedad de la siguiente manera: a) Mediante el pago de la
suma de $10.000.- que entera a la caja social en dinero efectivo, en este acto y al
contado; b) El saldo, esto es, la suma de $10.000.000, se obliga a enterarlo a la
caja social dentro del plazo de tres años, contados desde la fecha de la presente
escritura de constitución. 3) Don .. suscribe en este acto 20.000 acciones
equivalentes a la suma de $20.000.000 por concepto de capital, las que entera y
paga a la sociedad de la siguiente manera: a) Mediante el pago de la suma de
$15.000.- que entera a la caja social en dinero efectivo, en este acto y al contado;
b) El saldo, esto es, la suma de $5.000.000, se obliga a enterarlo a la caja social
dentro del plazo de tres años, contados desde la fecha de la presente escritura de
constitución. De esta manera quedan suscritas 90.000 acciones, de las cien mil
que conforman el capital social, quedando por suscribir y pagar 10.000 acciones.
Artículo segundo transitorio: Los comparecientes designan en este acto el
primer Directorio de la sociedad, el que tendrá el carácter de Directorio Provisorio
y que estará integrado por los siguientes señores: Don ... don ..., y doña...;
quienes a su vez durarán en sus funciones hasta la celebración de la primera
Junta Ordinaria de Accionistas que se celebren en conformidad con estos
Estatutos, en cuya oportunidad deberá designarse su reemplazante o bien
proceder a su reelección ya sea en forma total o parcial. Se faculta en este acto a
cualquiera de los directores provisorios para gestionar, tramitar y efectuar todas
las acciones administrativas e inscripciones, subinscripciones, necesarias para la
puesta en marcha de la sociedad, entre ellas obtención de RUT e iniciación de

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 138
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actividades en el Servicio de Impuestos Internos, tramitaciones Municipales de


obtención de Patente Municipal, permisos sanitarios y de todo orden y para
presentar solicitudes que sean, a su vez, necesarias ante las autoridades públicas.
El Directorio podrá designar un Secretario sin perjuicio de las facultades del
Gerente de la Sociedad. Artículo tercero transitorio: Los Directores designados
en el artículo que precede se constituirá de inmediato como Directorio Provisional,
y como mandatario de los suscriptores del Capital Social, con todas sus
atribuciones, facultades y obligaciones que el Estatuto otorga e impone al
Directorio Definitivo. En el carácter ante dicho quedan expresamente facultados
para designar al Gerente General y otorgar mandatos Generales o Especiales,
todos los cuales quedarán en plena vigencia, mientras no sea expresamente
revocados por el Directorio Provisional o por el Directorio Definitivo. Artículo
cuarto transitorio: Se designan como Inspectores de Cuentas Titular para el
primer ejercicio al señor don .., contador auditor, casado, domiciliado en calle …
de la ciudad de Santiago, Cédula Nacional de Identidad y Rol Único Tributario Nº
..., y a don ..., contador auditor, domiciliado en calle … de la ciudad de Temuco,
Cédula Nacional de Identidad y Rol Único Tributario Número .... –

PACTO DE ACCIONISTAS
DEFINICION
PROBLEMATICAS
CONTENIDO

PACTO DE ACCIONISTAS
De que se trata
En general podemos entenderlos como aquellos contratos que celebran los
propietarios de acciones de las sociedades anónimas con el objeto de crear
derechos y obligaciones entre ellos. En otras palabras, se configuran en relación a
la autonomía de la voluntad y a los derechos que de dichas acciones emanan,
entre los que se encuentran: el derecho a voz y voto, derecho a recibir dividendos,
a recibir repartos de capital durante la liquidación, derecho preferente a suscribir
acciones de pago en caso de aumentos de capital, derecho a recibir acciones
liberadas de pago en caso de capitalización de fondos, derecho a ceder las
acciones y a gravarlas con prenda, derecho de información, derecho a formular
observaciones, derecho a retiro, entre otros.
Otros los han definido como “acuerdos celebrados entre un grupo de sus
accionistas, al margen de los Estatutos, destinados a regular el procedimiento a
adoptar en caso que deseen desprenderse de sus respectivas acciones
(estableciendo, por ejemplo, un derecho de adquisición preferente a favor de los
otros), limitando así el tradicional derecho a la libre cesión de las acciones; o bien,
destinados a unificar su respectivo poder de voto para una o más juntas (por
ejemplo, votando todos por un determinado candidato a Director) y/o comprometer
el voto de aquellos que tengan la calidad de Directores con relación a
determinadas decisiones (por ejemplo, estableciendo de antemano la persona que
será elegida como Presidente del Directorio); o bien, destinados a regular otras
materias tales como los actos de competencia de los accionistas frente a la
sociedad, sus deberes de confidencialidad, compromisos de efectuar futuros
aportes de capital, etc.” .
Las principales diferencias entre los Pactos de Accionistas y los Estatutos de
la sociedad consisten en que, los primeros, sólo tienen fuerza obligatoria entre
quienes los celebran y han consentido en ellos. Por el contrario, los Estatutos
constituirían un acto jurídico colectivo que obliga a todos los accionistas, actuales

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 139
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o futuros, sin importar si de hecho están de acuerdo o no con su contenido.


Asimismo, los Estatutos regulan las relaciones entre la sociedad y los accionistas.
Los Pactos de Accionistas, por el contrario, rigen o se aplican respecto de los
vínculos entre los accionistas que los suscriben. Los Estatutos se preocupan del
“interés social”; los Pactos de Accionistas sólo amparan el “interés particular” de
los accionistas que los celebran.
El Art. 14 de la Ley 18.046 se refiere un tipo particular de pacto, esto es,
aquel que tiene por finalidad restringir la libre cesibilidad de acciones. Al respecto
señala: “Los estatutos de las sociedades anónimas abiertas no podrán incluir
limitaciones a la libre disposición de las acciones. Los pactos particulares entre
accionistas relativos a cesión de acciones, deberán ser depositados en la
compañía a disposición de los demás accionistas y terceros interesados, y se hará
referencia a ellos en el Registro de Accionistas. Si así no se hiciere, tales pactos
serán inoponibles a terceros. Tales pactos no afectarán la obligación de la
sociedad de inscribir sin más trámites los traspasos que se le presenten, de
conformidad a lo establecido en el artículo 12”.
De este precepto surgen al menos tres interrogantes:
1. ¿Qué justifica que los estatutos sociales no puedan incluir restricciones a
la libre disposición de acciones en las sociedades anónimas abiertas?;
2. ¿Es eficiente la sanción frente al incumplimiento de la obligación
impuesta?; y
3. ¿Cuál es la importancia y trascendencia de estos pactos?
Habiendo estudiado ya en clases las sociedades anónimas, trataremos estas
problemáticas a continuación.
Respecto de la primera pregunta debemos considerar que la sociedad
anónima típicamente está destinada a realizar actividades empresariales de cierta
envergadura. Para cumplir tal función se configura como una sociedad anónima en
las que se reconoce al socio la posibilidad de transferir su condición y así liquidar
su inversión. La estabilidad financiera que requieren estas empresas no podría
alcanzarse si el socio tuviera derecho a renunciar al contrato y separarse de la
sociedad libremente, por ello este derecho se sustituye por la facultad de transferir
sus acciones, sin que ello implique la extinción de un vínculo con la sociedad, ni la
modificación del contrato social. En tal sentido, la facultad de transferir la condición
de socio se entiende como un derecho subjetivo patrimonial que no puede
limitarse de modo general en las sociedades anónimas abiertas, pues el mercado
de capitales requiere ante todo de liquidez. Las limitaciones a la libre transferencia
de acciones se aceptan sin inconvenientes en las sociedades anónimas cerradas
porque estas tienen un perfil tipológico más cercano a una sociedad personalista,
donde la entrada de terceros puede suponer la ruptura de las bases sobre las que
se constituyó la sociedad. En base a lo anterior, es perfectamente comprensible
que las sociedades anónimas cerradas puedan establecer restricciones a la libre
cesibilidad de acciones por vía estatutaria o por medio de pactos privados;
mientras que en las abiertas se inhibe a la sociedad de hacerlo por medio de sus
estatutos, se le faculta a realizar tales restricciones por medio de pactos privados,
pero incorporando un mecanismo obligatorio de información sobre dicho contrato.
En relación a la segunda interrogante, hay que enfatizar que existe pleno
consenso en la doctrina sobre la necesidad inequívoca de publicitar estos pactos,
pues estas piezas de autorregulación inciden directamente en la estructura de la
propiedad y el control de la sociedad. En tal sentido, los deberes de publicidad se
entienden con el objeto de reducir posibles distorsiones en la formación de los
precios, resguardar la seguridad de los mercados, y transparentar el control
societario. En base a ello, el Derecho chileno plantea que estos pactos deben ser
depositados en la compañía a disposición de los demás accionistas y terceros
interesados, y se hará referencia a ellos en el Registro de Accionistas. El problema

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 140
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que se presenta es que frente al incumplimiento de esta obligación, el legislador


plantea como sanción la inoponibilidad respecto de terceros, lo que no parece
apropiado, primero, porque los contratos tienen precisamente un efecto relativo
respecto de los contratantes, de manera que la sanción frente a su falta de
comunicación debiera ser distinta a la inoponibilidad de aquellos; y, segundo,
porque esta norma tiene por objeto proteger al mercado, de manera que dicha
sanción no resulta simétrica a los intereses en juego.
Esta sanción resultó de la modificación legislativa realizada a partir de la ley
20.382. Curiosamente el legislador pasó de tener a estos pactos “por no escritos”
(sanción estipulada en la ley 18.046 antes de la reforma señalada) a la
mencionada “inoponibilidad” respecto de terceros. La sanción anterior advertía la
ineficacia del contrato respecto de todos, mientras que la sanción actual posee un
alcance bastante menor, pues se trata de una ineficacia relativa. La reforma en
comento introduce, además, una frase final que señala que tales pactos no
afectarán la obligación de la sociedad de inscribir sin más trámites los traspasos
que se le presenten, de conformidad a lo establecido en el Art. 12, lo que resta
importancia a la inscripción del pacto aún en el caso de las sociedades anónimas
abiertas.
En tal escenario, y dada la trascendencia de estos contratos en los gobiernos
corporativos de la sociedad y el mercado, María Fernanda Vásquez estima
conveniente repensar esta sanción en dos sentidos: cambiarla por la nulidad
absoluta del pacto, considerando al acto de publicidad como un requisito esencial
del mismo; e incorporar —además del enforcemet privado— uno público que dé
lugar a sanciones administrativas. Así se ha resuelto en Derechos societarios más
avanzados que el nuestro.
El tercer aspecto debemos observarlo desde una perspectiva más global, y
no solo en lo relativo al pacto que restringe la libre cesión de acciones. En tal
sentido, si bien no se encuentran tipificados legalmente, estos contratos se
entienden plenamente admisibles en base a la autonomía de la voluntad de los
socios. Su configuración no altera la esencia de la sociedad y posee variados
beneficios, como, por ejemplo: separar los derechos políticos de los económicos;
generar filtros subjetivos para la incorporación de nuevos socios, posibilitando el
acceso a ciertas operaciones financieras que exigen requerimientos personales;
adelantar la toma de ciertas decisiones, brindando seguridad en las mismas, entre
otros.
En este orden de ideas, uno de los aspectos más relevantes se relaciona con
el ámbito de libertad de los socios para suscribir estos pactos y los efectos que
aquellos poseen, pues en la práctica pueden afectar el radio de competencia de la
Junta de Accionistas. Esto sucede porque los accionistas que suscriben estos
pactos tienen la facultad de decidir las materias más relevantes de la sociedad de
manera anticipada lo que provoca que la Junta de accionistas pierda fuerza y
protagonismo. Tal situación puede contravenir, a su vez, uno de los principios del
buen gobierno corporativo en orden a lograr la participación de todos los
accionistas en las decisiones sociales, incluidos los accionistas minoritarios. En tal
sentido, un pacto de accionistas puede aunar a un grupo de accionistas
controladores o no para que ellos ejerzan sus derechos en determinado sentido en
materias que pueden corresponder —en principio— a la decisión de la junta de
accionistas, lo que sin duda puede provocar tensiones entre los intereses
protegidos por aquéllos y el interés social, o afectar en la práctica el buen gobierno
corporativo. En vista de lo anterior, debiera revisarse la configuración y
requerimientos normativos de estos contratos, junto a la sanción prevista
actualmente frente a su falta de publicidad.
Ahora bien, considerando que estos contratos se entienden y desarrollan en
el plano del Derecho privado, no pueden entenderse —a priori— como pactos

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ilícitos, a menos que se atribuyan decisiones en un ámbito material de


competencia que no poseen (Ej. directorio). Los accionistas son libres para
suscribirlos, debiendo respetar los intereses de la sociedad y demás accionistas
(art. 30 y 22). Un Conjunto de normas de derecho material o de fondo y
procedimentales que dicen relación con el funcionamiento orgánico de la
sociedad, para la adecuada implementación (ejecución) de un proyecto.

Su importancia
Se trata de la reglamentación orgánica o forma de disciplinar, ordenar y
vincular los intereses de los socios frente a un proyecto.
Siempre es previsible que surjan conflictos entre los socios.
Siempre el conflicto se da cuando se va terminando la llamada “affectio
societatis” que generalmente los estudiantes piensan es una mera afirmación
teórica, pero que la práctica profesional demuestra que es más importante que lo
que se puede pensar, es realmente un requisito esencial para la existencia de las
sociedades.
La “affectio societatis” podría definirse como la intención socios de asociarse
con el fin de alcanzar un objetivo común. Y la experiencia confirma que los
conflictos con los socios empiezan cuando alguno de ellos comienza a considerar
que no hay equivalencias en las prestaciones que cada uno aporta a la sociedad.
Una vez que alguno de los socios llega a esa conclusión, comienza a producirse la
desafección societaria y a nacer en germen, los conflictos societarios, primero muy
disimulados para explotar en cualquier momento de la vida de la sociedad.
¿Cuáles son los conflictos típicos entre socios? En general son los
siguientes:
1.- Licuaciones de participaciones a través de aumentos de capital
2.- Contratos asociativos viles con otras sociedades controladas por el socio
mayoritario.
3.- Fijación de altas remuneraciones al administrador o a empleados afines al
administrador, en perjuicio de los socios o accionistas que no integran ese órgano
de gobierno.
4.- Falta de distribución de dividendos en tiempo y forma.
5.- Constitución de garantías reales a favor de créditos personales de los
directores o administradores.
6.- Fusiones o adquisiciones con otras sociedades controladas por alguno de
los socios.
7.- Resoluciones sociales que cambian el objeto de la sociedad.
8.- Concreción de negocios de la sociedad con los directores o accionistas
mayoritarios a título personal.
9.- Falta de información de los administradores a los socios.
10.- Opresión de las mayorías a las minorías.
11.- Salida de los socios originarios por perder la mayoría del directorio o de
la administración.
12.- Etc.

Maneras de evitar los conflictos entre los socios.


Los conflictos entre los seres humanos son inevitables e impredecibles y no
importa cuán talentoso y creativo pueda ser una persona para prever un conflicto,
siempre habrá alguna alternativa no pensada que hace que el conflicto estalle.
Sin embargo, la práctica fue ideando medios para circunscribir los conflictos a la
mínima expresión o, al menos, saber cómo conducirse y que reclamar una vez
que el mismo aparece.
Uno de esos medios preventivos es el pacto de accionistas.

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Estos pactos, también llamados “acuerdos de socios” buscan generar


normas de buen gobierno, consensuar el conflicto de interés, diagramar esquemas
de salidas pacíficos y eficaces, reducir costes transaccionales, evitar la
incorporación de herederos conflictivos, evitar situaciones de extorsión y planificar
el traspaso generacional ayudando a planificar el futuro de la empresa y
consolidando el crecimiento.
En estos convenios se establecen reglas que TODOS LOS ACCIONISTAS
se deben comprometer a cumplir y ellas estarán relacionadas con algunos temas
de interés general a todos ellos.

Objeto
En cuanto al objeto de los Pactos de Accionistas, se han mencionado
algunos en la definición indicada al comenzar este apunte.
Los Pactos de Accionistas se refieren, en general, al gobierno de la sociedad
y, en especial, tratan asuntos tales como la libre cesión de las acciones. Como se
ha indicado, el propósito básico de los Pactos de Accionistas es regular las
relaciones y/o vínculos entre los accionistas de la sociedad. En cuanto a las
materias que, en concreto, suelen ser objeto de los Pactos de Accionistas,
podemos mencionar, de forma meramente ilustrativa, los actos de competencia de
los accionistas frente a la sociedad, los deberes de confidencialidad, eventuales
compromisos de efectuar futuros aportes de capital, imponer restricciones al
traspaso de las acciones o limitaciones a la libre cesión de las acciones,
implementar estrategias de salida, pronunciarse respecto de la composición del
Directorio, establecer mecanismos de protección para los accionistas minoritarios,
acordar cláusulas penales para el evento de incumplimiento, etc.

Materias más comunes de Pactos


Qué materias y/o situaciones de facto pudieren ser acordados
anticipadamente o regulados por los socios de una sociedad anónima (aunque
también se ha sostenido que pudiere pactarse en otro tipo de sociedades):
1- Comparecencia.
2- Definiciones varias en que estén de acuerdo los socios.
3- Declaraciones de interés de los socios y seguridades.
4- Poderes y representaciones.
5- Representación de control de grupos, y empresas relacionadas.
6- Conducción de la compañía. Directorio. Integración. Número de miembros.
Elección del directorio. Se establece la obligación de votar de determinada
manera. Condición de que se mantengan los porcentajes iniciales.
7- Conducta ambiental.
8- Votaciones en sesiones de Directorio y Junta Accionistas. Se obligan a
que sus directores elegidos por cada uno votaran en cumplimiento del pacto. Si no
cumple el director, el directorio debe convocar a Junta para revocación del
directorio.
9- Voto afirmativo de un socio en ciertas materias. Aprobación y voto en
Junta Accionistas con mayorías calificadas. Cuánto durará ese voto afirmativo.
10- Reemplazo directores. Designación Gerente General.
11- Aumento de Capital Social.
12- Aumento del capital inicial. Oportunidad para enterar aumento "K" (k=
Capital) inicial. Omisión de concurrir al aumento “K” Inicial: Cumplimiento forzado
más multas estipuladas e indemnizaciones. Los accionistas diligentes pueden
suscribir y pagar las acciones a los incumplidores y estos se obligan a recomprar
las acciones y en esto consistirá el cumplimiento forzado de la obligación.
13- Renuncia a suscribir aumento del “K” inicial.
14- Obligación de no retirarse ni reducir participación.

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15- Obligación no retirarse. Por ejemplo, accionistas del pacto no pueden


retirarse mientras “NN sociedad anónima” se encuentre en mora de obligaciones
según contrato financiamiento y en todo caso jamás antes del pago 50% deuda, ni
de 5 años después de partida.
16- Termino de restricción de no retiro. Por ejemplo: Transcurrido ciertos
plazos, las partes no estarán obligadas a efectuar nuevos aportes o mantener su
participación.
17- Obligaciones de no hacer. Las partes no pueden: Competir por sí o por
un tercero con “NN sociedad anónima”; Vender, transferir, negociar bienes o
derechos comprendidos en el objeto social; etc.
18- Incumplimiento obligaciones de no hacer. Se considerará incumplimiento
la incorporación de sus controladas, controladoras o relacionadas cuyo giro
comprende las actividades del giro. No se considerará incumplimiento si la
controladora, controlada o relacionada, decida desarrollar alguna actividad
mencionada en giro social cuando haya efectuado todo aquello razonablemente
necesario o conveniente para impedirlo.
19- Duración de la obligación de no hacer. Por ejemplo: Mientras sea
accionista y 5 años después que haya dejado de serlo.
20- Proyectos competitivos y excepciones a la obligación de no competir.
21- Restricción a transferencias de acciones. Transferencias permitidas. Solo
transferir en forma autorizada este acuerdo. Pueden estipular conceder primera
opción de compra y por otros derechos preferentes de compra en proporción a su
participación en el “K”.
22- Prohibición de Transferir. Se prohíbe enajenar en forma alguna, incluye
gravar, salvo que la enajenación se haga conforme lo pactado. Derecho a primera
opción. Si un accionista desea vender debe ofrecerlas restantes accionistas
conforme siguiente procedimiento: a) Poner conocimiento directorio, mediante
carta indicando número de acciones, Precio, forma pago y nombre adquirente, si
existe. El presidente cita a Directorio que toma conocimiento y acuerda transmitirlo
a demás partes; b) Se notifica por medio carta demás partes, para que ejerciten
derechos adquisición preferente. Cada parte que desea ejercitar su derecho debe
notificar su propósito plazos 60 días, por escrito aceptando precio, etc. Quedando
obligada por su aceptación de la oferta venta; c) Si las partes interesadas en
adquirir fuere mayor que el número de acciones ofrecidas vender, la oferta se
entenderá: Cada parte tendrá derecho a comprar igual porcentaje de su
participación en el “K”. Si una oferta de compra fuere inferior a su porcentaje, las
sobrantes acrecerán, la oferta de compra de los demás optantes; d) Las cesiones
deben efectuarse dentro del plazo 60 días desde la aceptación oferta compra; e)
Si no se ejerce opción preferente comprar la vendedora durante 3 meses se
vuelve al procedimiento regulado en cláusula “X”; f) El adquirente de las acciones
debe aceptar el presente acuerdo. Si no fuere así no se inscribirán las acciones a
su nombre en el Registro Accionistas.
23- Transferencias de acciones a competidores. Ninguna de las partes, sin
consentimiento de todas, puede vender, permutar, ceder, donar o dar en garantía
sus acciones, en favor de terceros que tengan la calidad de competidores, ya sea
que tenga una sociedad controlada que sea competidor, o sea controlada por un
competidor de “NN sociedad anónima”; etc.
24- Leyenda en los títulos. Los títulos tendrán al dorso la siguiente leyenda:
“Durante la vigencia del acuerdo de estas acciones estará sometida al
cumplimiento del acuerdo depositado en la Cía. Por el sólo hecho de adquirir una
acción con infracción a las normas sobre enajenación, el adquirente queda
solidariamente responsable del pago de multas e indemnizaciones que afecten
accionista infractor, queda obligado a cumplir acuerdo y aceptar que su
incumplimiento sea sancionado conforme al mismo”.

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25- Depósito títulos. Todas las partes entregan al árbitro los títulos de
acciones y se obligan a hacerlo en el futuro por las que adquieran. El gerente
general queda facultado para hacer entrega de las acciones al árbitro. El árbitro
las conservará hasta cumplimiento acuerdo. El árbitro queda facultado para
adoptar medidas a que la prohibición de celebrar actos se respete. Se otorga
mandato especial a Gerente, para entregar acciones al árbitro. En caso de
disolución, división o fusión de un accionista, las acciones de “NN sociedad
anónima” no pueden ser adjudicadas en virtud prohibición que aquí se pacta.
26-. Apertura de la Compañía. Solicitud apertura en Bolsa. Aquí se pacta que
después de 5 años de la explotación del giro de “NN sociedad anónima”, puede
solicitarse inscripción Registro Valores.
27- Duración del pacto de accionistas y eventos de incumplimiento. Se pacta
que durará mientras no ocurra: a) “NN sociedad anónima” se disuelva; b) Las
acciones hayan sido transferidas en rueda de bolsa; c) Así lo declare el árbitro; d)
Lo convengan las partes; e) Se cumplan 15 años desde esta fecha.
28- Información confidencial. Obligación de confidencialidad. Obligación
durante vigencia acuerdo y 5 años después que cese de ser parte: a) Reserva
absoluta de toda información confidencial; b) No revelar ninguna de dichas
informaciones y no utilizarlas; c) Liberación de obligación de confidencialidad; d)
Conocimiento general por medio legítimo de terceros; e) Se pueda probar que
estaba en legítima posesión de ello con anterioridad; f) Revelada por un tercero
que pudo hacerlo; g) Autorización a la parte.
29- Misceláneo. Seguridades adicionales. Cada parte hará mejores
esfuerzos para cumplir sus obligaciones este acuerdo. Garantía de pago de
obligaciones de $XX en favor demás partes. Multas e indemnizaciones u otras
obligaciones prenda sobre acciones de Cía. a favor demás partes. No incluye
dividendos. Encabezamientos. No constituyen precedentes interpretación.
Reajuste alternativo en caso que UF deje de existir. Se aplicará IPC. Avisos.
Serán dadas por escrito y por medio de Notario. Registro y depósito del acuerdo.
El presente acuerdo es suscrito en 8 ejemplares y el original es depositado en al
Cía. Disponible para su inspección por partes y terceros interesados, con
referencia a él en el Registro Accionistas, en los folios correspondientes a las
partes según art. 14 Ley 18.046.
30- Propiedad intelectual de la Cía. Patentes, marcas, modelos, secretos
comerciales, derecho de anotar, desarrollando por Cía. son de propiedad Cía. Si
se otorga licencia a alguna parte deben ser en condiciones iguales para todos.
31- Domicilio y apoderados especiales. Domicilio cada parte en Temuco.
32- Apoderados. Para designar apoderados por escritura pública según
mandato tenor que se indica. Se designa mandatario para ser notificado
válidamente en virtud acuerdo. Las facultades son irrevocables. Sustitución
apoderada. Por escritura pública y notificado a cada parte y a la Cía.
33- Multas. Las partes se someten a penas en $ para asegurar cumplimiento
acuerdo. Facultades del árbitro. El árbitro queda facultado para aplicar multas que
oscilan entre 1.000 UF y un máximo de 400.000 UF. Por cada infracción. Las
multas pasarán a las partes cumplidoras a prorrata de su interés; estas multas son
sin perjuicio de indemnizaciones por daños efectivos. Para aplicación de la multa
basta incumplimiento sin necesidad de probar perjuicios.
34- Responsabilidad solidaria. Codeudor solidario de un socio.
35- Condiciones suspensivas. El acuerdo no regirá sino a partir de la fecha
en que se cumplan las siguientes condiciones: a) La suscripción por parte de “NN
sociedad anónima” del contrato de financiamiento con XX; y, b) La aprobación del
Banco ZZ del crédito para la construcción de MM.
36- Ley aplicable. Este acuerdo se rige y será interpretado conforme ley
chilena.

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37- Arbitraje.

SOCIEDAD POR ACCIONES


GENERALIDADES
CONSTITUCION
SOCIEDAD DE UN SOLO ACCIONISTA
CAPITAL
ADMINISTRACION

LA SOCIEDAD POR ACCIONES


HISTORIA DE LA LEY N° 20.190
La creación de las nuevas Sociedades por Acciones, busca objetivos
específicos, y así fue plasmado en el Mensaje Presidencial. A mayor
abundamiento, se expresó que actualmente la legislación nacional contaba con
varios tipos sociales, ninguno de los cuales resultaba completamente apropiado
para el desarrollo de la industria de capital de riesgo. Por lo anterior, era necesario
contar con un tipo social donde la participación de cada socio fuese fácilmente
transable, de manera de permitir una salida expedita de la propiedad de la
sociedad, creando con ello los incentivos necesarios para participar en la industria
del capital de riesgo. A criterio del Poder Ejecutivo la restricción de salida de la
sociedad dejaba fuera a todos los tipos sociales existentes en nuestra legislación,
con excepción de las Sociedades Anónimas. No obstante lo anterior, las
estructuras de las Sociedades Anónimas, incluso las cerradas, se consideraban
extremadamente rígidas. Lo anterior se encontraba fundado en el hecho de que,
para el desarrollo de proyectos de capital de riesgo, el vehículo que canaliza la
inversión resulta ser uno de los elementos determinantes a la hora de medir los
costos y las contingencias involucradas en el mismo. Así, una estructura liviana y
flexible permite que los inversionistas en capital de riesgo puedan, a través de
tecnología contractual más sofisticada, hacer valer directamente sus derechos en
la forma pactada y no pasando por medio de intrincadas alternativas legales
diseñadas para dar cabida a las especificidades puntales de un proyecto y sus
condicionantes financieras.
En el caso de las Sociedades Anónimas, prima un Modelo de Imperatividad
de Fondo, en que la Ley es el instrumento de conformación del tipo social. En ellas
al operador le interesa descubrir la voluntad del legislador, teniendo la autonomía
privada escasa intervención creadora. Tal paradigma se refleja en las llamadas
cláusulas de salvedad: “a menos que la ley lo permita”.
Por su parte, en las nuevas Sociedades por Acciones reina un modelo
dispositivo, donde la ley tiene por fin facilitar la voluntad de las partes. A su vez, en
ellas el criterio de producción e interpretación del derecho no coincide con la
voluntad del legislador, sino con la voluntad de las partes. Así, el paradigma se
refleja en las llamadas cláusulas dispositivas o de integración: “Frente al silencio
de las partes, rige supletoriamente la ley”.

GENERALIDADES
La sociedad por acciones, nos dice el art. 2 del Código de Comercio, "es una
persona jurídica creada por una o más personas mediante un acto de constitución
perfeccionado de acuerdo con los preceptos siguientes, cuya participación en el
capital es representada por acciones".
Las sociedades por acciones (SPA) son una notable creación de la Ley Nº
20.190 del año 2008, con muy pocos ejemplos en el derecho comparado, y que

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probablemente harán cosa del pasado a las sociedades anónimas cerradas por
ser un instrumento jurídico mucho más flexible que aquellas y cuyas desventajas
en paralelo son de verdad, en nuestro parecer, muy insignificantes. Con todo,
cualquiera sea el futuro de la sociedad anónima cerrada, lo cierto es que el futuro
de estas SPA se ve muy promisorio, como lo demuestran además las
innumerables constituciones de este tipo social que figuran en el Diario Oficial
todos los días.
El fundamento de esta normativa, como ya se ha explicado a propósito de la
historia de esta ley, es la rigidez de la normativa para las sociedades anónimas en
contraste con la flexibilidad que debe tener la forma societaria capitalista mediana
en la industria de los capitales de riesgo. El mensajista de la Ley Nº 20.190 nos
dice que la sociedad anónima se estructura esencialmente sobre el andamiaje de
la sociedad anónima abierta y que este hecho "incrementó el número de rigideces
estructurales de las sociedades anónimas cerradas, siendo éstas suplidas por
artificiosos mecanismos legales que buscaban superar dichas dificultades por
medio de pactos privados, paralelos a la estructura estatutaria de la sociedad
anónima cerrada", con la consecuente "pérdida de transparencia estatutaria e
incremento de los costos necesarios para la creación de una sociedad dedicada al
capital de riesgo".
Lo que resultó de esas aspiraciones del Ejecutivo fue lo que podríamos
definir como una sociedad anónima subordinada al principio de la autonomía de la
voluntad, que pudo ser pensada para la industria de capital de riesgo, pero que se
ha empleado ya para múltiples otros usos, pues en muchos sentidos sirve también
como una empresa individual de responsabilidad limitada "enajenable" por su
titular. Lo relevante en todo caso es que esta es una sociedad de capitales, una
sociedad por acciones y por eso, no obstante la libertad de los accionistas,
tampoco es una sociedad stricto sensu.
Don Andrés Jara Baader no ve en las SPA chilenas "una forma novedosa
que demuestre la creatividad legislativa nacional", sino un mero "compendio de
proyectos legislativos foráneos, reducidos y sistematizados", entre otros los
proyectos de Francia, Alemania y Estados Unidos, que han creado institutos
análogos. La normativa de este tipo social merced a la misma ley se injertó en
nuestro centenario Código de Comercio en su Parágrafo 8 del Título VII del Libro
II, arts. 2 a 6, ambos inclusive.
Una lectura superficial de la normativa e inspiración de la Ley Nº 20.190, que
crea las SPA no deja espacio a dudas de que su molde está tomado de las Limited
Liability Companies norteamericanas (conocidas por sus siglas LLC) introducidas
en los Estados Unidos en el año 1977, primero en el Estado de Wyoming y luego
en Florida, para expandirse a toda la Unión por las reformas federales a los
tributos a principios de los 80.

NORMAS APLICABLES
Las SPA se rigen en primer lugar por las reglas de los artículos 424 a 446 del
Código de Comercio.
En segundo término, estos entes se ajustan por lo estipulado libremente en
los estatutos de la sociedad. Esta circunstancia no es un accidente, sino un
elemento fundamental de esta institución, pues tiende a crear un mecanismo
societario capitalista, pero con una flexibilidad estatutaria desde luego mayor que
la de las sociedades anónimas, mayor inclusive que la de las sociedades de
responsabilidad limitada de la Ley Nº 3.918.
Aquí la autonomía de la voluntad es soberana en muchos sentidos, como
veremos más adelante, y con ello se crea lo que los economistas y banqueros
llaman un nuevo "producto financiero", pues las acciones de estas sociedades
deberán leerse no como un título autónomo regido esencialmente por la ley, como

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ocurre con las acciones de las sociedades anónimas, sino como un título cuyo
contenido y valor dependerá mucho de lo previsto en el estatuto de la sociedad.
En tercer término, estas sociedades se ordenan por los preceptos que
regulan en la Ley Nº 18.046 y otras leyes a las sociedades anónimas cerradas. De
hecho, para efectos tributarios, estas sociedades se consideran sociedades
anónimas, esto es, están obligadas a llevar contabilidad completa, están afectas al
impuesto normal de primera categoría sobre rentas efectivas; pagan una tasa del
35% por gastos rechazados, etc. Y por lo mismo sus distribuciones de utilidades
se ordenan en relación a las acciones y no como en las sociedades de personas, y
no están amparadas por el beneficio de reinversión de la letra c) del Nº de la letra
A) del art. De la Ley de la Renta.
Luego, en subsidio de estas normas, habrá que recurrir a las normas
pertinentes en materia de sociedades del Código de Comercio, dado el objeto
siempre comercial de estas sociedades (art. 425 Nº 2 del Código de Comercio).
El art. 425 Nº 2 dispone que el objeto de estas sociedades será siempre
mercantil. Esta regla es más pronunciada que la del art. 1º de la Ley Nº 18.046, en
el sentido de que aquí no se dice que la sociedad como ente es acto de comercio,
sino que su objeto, su actividad, cualquiera esta sea, es mercantil. Esto debe
leerse necesariamente como que el legislador quiere someter siempre estas
sociedades a una lectura mercantilista y que estas siempre serán sociedades que
se reputarán sujetos calificados del Libro IV del Código de Comercio, porque
cualquiera sea la actividad que ejerzan, ella será reputada jurídicamente mercantil.
Si esa fue la intención del legislador, ello afirmaría aún más nuestra tesis de que la
sociedad anónima, por más que sea mercantil, no por eso es comerciante ni por
eso está comprendida en el artículo referido, esto es, bien puede ejercer una
actividad civil, pues si a la fecha de la Ley Nº 20.190 ya se debatía arduamente
sobre este tema y el legislador pone este acento aclaratorio para la SPA y no para
la sociedad anónima -que también se modificó por esta Ley Nº 20.190, pero no en
este punto- las dudas sobre qué quiere el legislador para las sociedades anónimas
ya no pueden ser muchas.

CONSTITUCION, EXISTENCIA, NULIDAD Y SANEAMIENTO DE LA SpA


El art. 425 del Código de Comercio previene que esta sociedad "se forma,
existe y prueba por un acto de constitución social escrito, inscrito y publicado" en
los términos del art. 426.
Desde luego el instrumento de constitución puede adoptar dos formas: i) la
escritura pública, y ii) el instrumento privado suscrito por los otorgantes cuyas
firmas sean autorizadas por el mismo notario que en su registro protocolice dicho
documento.
La escritura pública o privada debe contener:
1.- El nombre de la sociedad, que deberá concluir con la expresión SPA.
2.- El objeto de la sociedad.
3.- El capital de la sociedad y el número de acciones en que el capital es
dividido y "representado".
4.- Forma como se ejercerá la administración de la sociedad y se designarán
sus representantes; con indicación de quienes la ejercerán provisionalmente en su
caso.
5.- Duración de la sociedad, la cual podrá ser indefinida, y si nada se dijere
tendrá ese carácter.
El art. 433 del Código de Comercio agrega que la sociedad deberá tener un
domicilio, pero si su mención se hubiere omitido en la escritura social, se entiende
domiciliada en el lugar de otorgamiento de esta, esto es, en el domicilio
jurisdiccional del notario autorizante de la escritura o del que la protocolice, en su

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caso. Como quiera que sea, el domicilio de la sociedad no es un elemento


esencial para el extracto de la escritura.
Otorgada la escritura o hecha la protocolización, es menester hacer un
extracto de la escritura de constitución, que deberá indicar: 1) nombre de la
sociedad; 2) nombre de los accionistas concurrentes al instrumento de
constitución; 3) objeto social; ) monto a que asciende el capital suscrito y pagado
de la sociedad, y 5) fecha de otorgamiento, nombre y domicilio del notario que
autorizó la escritura o que protocolizó el instrumento privado de constitución que
se extracta y el registro y número de rol o folio en que se ha protocolizado dicho
instrumento.
El extracto debe ser inscrito en el Registro de Comercio del domicilio social y
si nada dice la escritura, del domicilio del notario autorizante, y debe ser también
publicado en el Diario Oficial, todo dentro de un mes desde la fecha de la escritura
pública o de la protocolización.
El estatuto puede ser alterado por acuerdo de la junta de accionistas, que
debe traducirse en un acta que tendrá que ser protocolizada o reducida a escritura
pública. Por excepción no hace falta la junta antedicha si la totalidad de los
accionistas suscribieren una escritura pública o un instrumento privado
protocolizado en que conste tal modificación. Un extracto del documento de
modificación o del acta respectiva, según sea el caso, será inscrito y publicado en
la misma forma establecida en el artículo precedente. El extracto deberá hacer
referencia al alcance de la reforma solo cuando se haya modificado alguno de los
contenidos señalados en dicho artículo.
En el evento de omitirse las formas previstas para constituir estas sociedades
o si existe una disconformidad esencial, esto es, que induzca a una errónea
comprensión de la escritura extractada, entre las escrituras de constitución y los
extractos, la sociedad es nula absolutamente, pero saneable con arreglo a la Ley
sobre Saneamiento de Sociedades, Ley 19.499.
La nulidad declarada por estos vicios es causa de disolución y da principio a
la liquidación de la misma sociedad, gozando durante dicho proceso, al igual que
la sociedad anónima, de personalidad jurídica. Esta nulidad opera también ex
nunc, o sea, como una verdadera causal de terminación de un contrato de tracto
sucesivo.
Tanto la constitución de una sociedad por acciones como sus modificaciones
pueden ser saneadas en sus vicios formales por el procedimiento de la Ley Nº
19.499 , por disposición expresa del art. 428 del Código de Comercio. Si de
acuerdo a lo dispuesto en dichas normas se declara nula la sociedad o no es
procedente su saneamiento, los accionistas podrán liquidar por sí mismos la
sociedad de hecho o designar uno o más liquidadores. Vale decir, ante esta causal
de nulidad, hay disolución y liquidación y no la formación de una comunidad.

SOCIEDAD DE UN SOLO ACCIONISTA


Una de las grandes innovaciones de la Ley Nº 20.190 es por primera vez
haber permitido en Chile la creación y subsistencia de una sociedad de un solo
accionista y anónimo. Esto hace de la sociedad un objeto de comercio, pues una
misma persona puede tener varias de estas sociedades y enajenarlas como
unidad de negocios sin tener que acudir al arbitrio del prestanombres como ocurría
con otras formas sociales. El art. 424 del Código de Comercio expresamente
consagra la posibilidad de que la sociedad tenga un solo miembro. Y el artículo
441 del mismo Código refuerza la idea señalando que "salvo que el estatuto
disponga lo contrario, la sociedad no se disolverá por reunirse todas las acciones
en un mismo accionista".
Vale decir, esta sociedad está pensada como instrumento con accionista
singular y tiene la ventaja sobre la empresa individual de responsabilidad limitada

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en que las acciones de la SPA con un accionista pueden enajenarse, en tanto que
los derechos del empresario sobre su EIRL solo pueden enajenarse vía aporte a
otra sociedad con arreglo a los arts. 15 letra c) y 16 de la Ley Nº 19.857.
Además, las EIRL deben tener por denominación el nombre del empresario,
en cambio la SPA es un instrumento que mantiene el nombre del titular en el
anonimato, siendo solo relevante el nombre del ente.

LA AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD CONSAGRADA EN LA


CONSTITUCION, ESTRUCTURACION Y ESTATUTOS DE LA SpA
Aparte de aquellas cláusulas que libremente pueden ser modificadas por los
constituyentes de una sociedad anónima, en las SPA, la libertad es mayor. Este
propósito más liberal, desregulado y creativo nos lo advierte la propia ley cuando
nos dice que "la sociedad tendrá un estatuto social en el cual se establecerán los
derechos y obligaciones de los accionistas, el régimen de su administración y los
demás pactos que, salvo por lo dispuesto en este párrafo, podrán ser establecidos
libremente.
En el fondo este instrumento permite regular estatutariamente lo que en la
sociedad anónima era solo posible a nivel de pactos de accionistas. Esto tiene sus
ventajas, sin duda, pero tiene como gran desventaja que las acciones ya no
cuentan con un alcance objetivo definido solo en la ley, sino que muchos
elementos que solo pueden ser comprendidos mediante un detenido estudio de
los estatutos sociales y sus reformas, lo que afecta desde luego su negociabilidad
y libre transferencia y, por lo mismo, incide sobre la finalidad de fomentar la
inversión. El art. 446 del Código de Comercio se hace cargo de esta debilidad
exigiendo que en los traspasos de acciones se exprese que el adquirente conoce
y acepta los estatutos de la sociedad, pero lamentablemente la infracción a esta
declaración no acarrea la nulidad de la cesión, sino solo la responsabilidad civil del
cedente. Además, esa cláusula, inserta en los traspasos de acciones, de verdad
será un ritualismo sin mucho sentido.
Veamos cómo es que se manifiesta esta libertad creativa:
1) Desde luego, puede organizarse un sistema de administración
absolutamente autónomo, con uno o varios administradores individuales o
colectivos, con o sin directorio, con administradores o gerentes simultáneos o
subrogantes unos de otros. La única exigencia legal es que la institucionalidad del
órgano administrador, aunque sea un administrador único, debe figurar en los
estatutos de la sociedad y, desde luego, en la escritura de constitución. Este
fenómeno es un gran avance, porque en muchas sociedades anónimas cerradas
uno de los inconvenientes era el exceso de estructura de administración.
2) Hoy es posible incorporar en los propios estatutos lo que para las
sociedades anónimas era forzoso estipular a nivel de pactos de accionistas: la
primera opción de venta (first refusal); el pacto de obligación de vender con los
accionistas minoritarios, denominado tag along; los pactos de designación de
administradores en forma distinta a la supletoria legal; los pactos de dilución, etc.
3) Puede prescindirse de los títulos de acciones, si se previene en los
estatutos la omisión de "láminas físicas" para los títulos. La ley erradamente habla
de que las acciones no figuren en láminas fijas, pero a lo que se refiere es a los
títulos de acciones (art. 431 del Código de Comercio), con lo que se avanza en la
desmaterialización de las acciones, como debe ser en la era tecnológica.
4) En materia de creación de series de acciones o acciones privilegiadas o
preferidas, existe mayor libertad que en materia de sociedades anónimas. Pueden
haber varias series de acciones ordinarias (art. 436 del Código de Comercio); no
existe límite temporal para las preferencias; se acepta la creación de acciones con
voto múltiple; se acepta la creación de acciones con dividendo de monto fijo, lo
que es posible en las sociedades anónimas, pero la flexibilidad de su manejo es

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mayor. Se admite una preferencia inédita en nuestro derecho: acciones asociadas


a inversiones específicas de la sociedad que se pagan sobre la base de las
utilidades de esa inversión específica y no sobre los resultados generales de la
sociedad y, es más, si esas rentas se distribuyen, no se conjugan con los
resultados generales de la sociedad, lo que solo va a ocurrir si no se reparten en
el ejercicio pertinente entre los accionistas de "esa" inversión, pues entonces se
confunden con "los resultados generales del ejercicio correspondiente".
5) Se permite la creación y emisión de acciones por la administración. Esto
es común en el derecho norteamericano, pero una rareza a la que tendremos que
acostumbrarnos sólo a partir de este instituto.
6) Por regla general las acciones no pagadas no gozan de derecho alguno
(art. 431 del Código de Comercio), pero otra cosa pueden estipular los estatutos.
7) Se permite establecer estatutariamente límites mínimos o máximos de
acciones que puede tener una misma persona directa o indirectamente.
8) Se permite mayor flexibilidad en el régimen de adquisición de acciones por
la propia sociedad emisora (art. 438 del Código de Comercio).
9) El derecho de suscripción preferente de acciones de nueva emisión ya no
es de la esencia, sino meramente accidental en la SPA, pues debe ser
expresamente pactado y no solo para las acciones, sino también para los bonos
convertibles (art. 439 del Código de Comercio).
10) Se permite regular el régimen de disminución de capital estatutariamente
fijando las mayorías que los constituyentes pacten; pero si nada se pacta, la ley
previene que dicho acuerdo requiere del voto de la unanimidad de las acciones
con derecho a voto.
11) En materia de avisos y publicaciones que sirvan de comunicación entre
la sociedad y los accionistas, el art. 445 del Código de Comercio permite crear o
estipular cualquier sistema "siempre que den razonable seguridad de su fidelidad"
y, es más, en el silencio de los estatutos se deja de lado el sistema de los avisos
vía periódicos, siendo el sistema supletorio legal el correo certificado. Muchas
veces en las sociedades anónimas cerradas las comunicaciones vía periódico
eran una formalidad "tramposa", porque nadie lee las publicaciones legales en los
periódicos o en el Diario Oficial, como se exige para las sociedades anónimas (art.
5 LSA), salvo que ya esté advertida del advenimiento de dicha publicación.
12) También es posible regular el funcionamiento, frecuencia, poderes,
asistencia a distancia y materias de las juntas de accionistas. No se está obligado
a los objetos de cada una de ellas: pueden ser ordinarias, extraordinarias y
especiales, etc., porque la ley no obliga a ceñirse por las reglas de las sociedades
anónimas cerradas sino cuando los estatutos guardan silencio.
13) Adicionalmente es posible crear un sistema absolutamente original en
materia de control de la administración. No es necesario que existan ni los
inspectores de cuentas, ni los auditores externos independientes, sin perjuicio de
que tampoco esté prohibido acoger dicha normativa de las sociedades anónimas
cerradas.
14) Pueden fijarse obligaciones adicionales para los accionistas. Es cierto
que ellos sólo serán responsables hasta el monto de sus respectivos aportes a la
sociedad (art. 429 del Código de Comercio), pero el art. 435 se abre a que el
estatuto establezca "los derechos y obligaciones de los accionistas" y como en
otros países contemple obligaciones adicionales para los accionistas, como
aportes de trabajo u otros aportes adicionales e incluso fijar cláusulas penales por
no pago oportuno de las acciones y por el incumplimiento de otras obligaciones
previstas en los estatutos.
15) Como la ley nada dice, todos los asuntos establecidos en el art. 67 LSA
que requieren 2/3 de las acciones para ser acordados, como la transformación,
división y fusión de la sociedad, la disolución anticipada, la emisión de bonos

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convertibles; la modificación de las facultades de la administración; la enajenación


de activos determinantes; la creación de preferencias, etc., pueden acordarse por
mayorías distintas (v. Gr., simple mayoría o mayoría absoluta de las acciones) si
así se prescribe en los estatutos de la sociedad. En silencio de los estatutos, cobra
plena vigencia el art. 67 LSA.

DEL CAPITAL Y LAS ACCIONES


En vista a la inspiración que tuvo el legislador para introducir este instituto
dentro de nuestro ordenamiento jurídico privado, a saber, esencialmente crear un
instrumento flexible para las inversiones de capital de riesgo, no cabe duda que es
en las normas atingentes al capital y las acciones de las SPA donde se registran
las innovaciones más audaces en relación a la sociedad anónima cerrada. No es
fácil hacer un tratamiento sistemático a dichas innovaciones, por lo que optamos
por ir de disposición en disposición y contrastarla con las normas de las
sociedades anónimas cerradas.

DEL CAPITAL
Mayor extensión en el texto del Código de Comercio ha tenido las
disposiciones referentes al capital y su aplicación. En efecto, se ha señalado que
el capital social debe ser fijado de forma precisa en los estatutos y debe
encontrarse dividido en acciones nominativas. Las acciones, como regla general
deberán constar en títulos, sin perjuicio de ello se autoriza determinar en el
estatuto que los títulos no sean emitidos.
Adicionalmente, pueden estipularse en los estatutos límites en cuanto al
número de votos que un mismo accionista puede emitir.
Se ha incorporado la institución del “capital autorizado”, mediante el cual se
delega en la administración la facultad de efectuar los aumentos de capital de la
sociedad. Esta delegación puede ser general o específica, toda vez que primará la
autonomía de la voluntad en su delimitación. A su vez, la facultad puede otorgarse
en forma indefinida, o bien, limitarse a un determinado tiempo y puede tener por
propósito financiar la gestión ordinaria o fines específicos. La finalidad de esta
institución es la de otorgar mayor flexibilidad para adaptar los procesos de
captación de recursos a la evolución de los mercados.
Ahora buen, el capital debe ser fijado en los estatutos y en eso nada hay que
la diferencie de las sociedades anónimas cerradas (art. 3 del Código de
Comercio).

Suscripción y pago del capital


Ya es novedoso el hecho de que el término para pagar el capital inicial o sus
aumentos puede fijarse sin límites en los estatutos y solo si nada dicen los
estatutos el plazo, que no es el de tres años de las sociedades anónimas, es de
cinco años, con el mismo efecto, eso sí, de que, si no se paga dentro del plazo, el
capital social quedará reducido al monto efectivamente suscrito y pagado.
Pero a diferencia de lo que ocurre en las sociedades anónimas, y salvo
disposición en contrario en los estatutos, las acciones de las SPA cuyo valor no se
encuentre totalmente pagado no gozarán de derecho alguno, en circunstancias
que, en aquellas, salvo disposición especial de sus estatutos, las acciones no
pagadas solo privan al accionista del derecho a dividendo y del derecho a
restitución del aporte y solo en la proporción no pagada (art. 6 LSA), pero no de
sus derechos políticos.

Facultad de los administradores para aumentar el capital

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Donde está la gran novedad es que el capital puede ser aumentado por la
junta de accionistas igual que en las sociedades anónimas, pero también por los
administradores de la sociedad, siempre que los estatutos lo autoricen.
Esta autorización puede ser general, esto es, que el directorio pueda en
cualquier momento aumentar el capital; o limitada, esto es, fijada
circunstanciadamente en los estatutos en cuanto a montos. También puede ser
temporal -esto es, una facultad que sólo se puede ejercer en un determinado
período de tiempo- o permanente, esto es, una facultad que puede ejercerse
durante toda la vida de la sociedad. La ley no limita de verdad los objetos de este
aumento, que puede ser para financiar la gestión ordinaria de la sociedad -capital
de trabajo- o para fines específicos.
Esta norma puede ser contradictoria con el art. 429 del Código de Comercio
en el sentido de que los accionistas no son sino responsables hasta el monto de
sus respectivos aportes a la sociedad y este gesto del directorio puede forzar una
dilución de los accionistas que no quieran financiar dicho incremento.

Disminución del capital


Las normas sobre disminución de capital son análogas a las de las
sociedades anónimas. Este capital se disminuye de pleno derecho si no se pagan
las acciones en plazo estatutario o legal (art. 434 del Código de Comercio) o si la
sociedad no enajena acciones de tesorería dentro del plazo estatutario o legal. Lo
novedoso es que pueden fijarse estatutariamente mayorías distintas a las de las
sociedades anónimas para que la junta acuerde una disminución de capital.
Novedoso es también en el sentido de que, si nada dice el estatuto, este acuerdo
debe ser adoptado por la unanimidad de los accionistas, y como la ley no
distingue, aun de aquellos accionistas sin derecho a voto.
Al igual que en el caso de las sociedades anónimas, no podrá procederse al
reparto o devolución de capital o a la adquisición de acciones con que dicha
disminución pretenda llevarse a efecto, sino desde que quede perfeccionada la
modificación estatutaria, esto es, una vez inscrito y publicado el extracto de la
escritura que contiene el acta en que se acordó la disminución de capital, lo que
pasa por el trámite previo de la autorización del SII.

Las acciones
Sabemos que el capital de la sociedad se encuentra dividido en acciones,
cuyo número y valor es determinado por los accionistas, pero no debemos olvidar
que dichas acciones deben ser nominativas.
Creemos pertinente destacar que las acciones en comento carecen de
cualquier derecho, en la medida que su valor no haya sido totalmente pagado.
Gran novedad, puesto que en las sociedades anónimas, conforme lo dispone el
artículo 16 de la Ley 18.046, como regla general, las acciones cuyo valor no haya
sido enterado, solo carecen del derecho a participar de los beneficios sociales y de
las devoluciones de capital, casos en los que concurren en la proporción a la parte
pagada.
Las acciones pueden ser ordinarias o preferidas, y en el caso de existir
series de acciones, los estatutos deben indicar las cargas, obligaciones, privilegios
o derechos que afecten o gocen una o más series de acciones. Conveniente es
destacar que no se ha considerado de la esencia de las preferencias la vinculación
a una o más limitaciones en los derechos de que pudieren gozar las demás
acciones, con lo que se permite poseer series de acciones que compartan iguales
derechos. Adicionalmente, se permite que estatutariamente se disponga que
ciertas series de acciones posean uno o más votos.
Asimismo, se ha permitido a los accionistas establecer cláusulas estatutarias
por medio de las cuales se pueda exigir la venta de acciones. La disposición en

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cuestión no es más que el reflejo de una costumbre que ya se había radicado en


nuestro país y que emana del derecho anglosajón, consistente en cláusulas que
con frecuencia introducidas en pactos de accionistas de sociedades anónimas en
general. Con ello, bajo determinadas circunstancias se pueda exigir la venta de
acciones a todos o parte de los accionistas, sea a favor de otro accionista, de la
sociedad o de terceros. Con el propósito de otorgar certeza respecto de sus
efectos, se ha exigido que se regule los efectos, las obligaciones y derechos que
nacen de tales disposiciones, y en su defecto se ha sancionado con la inexistencia
de la cláusula específica. Podemos identificar como cláusulas usuales para este
tipo de estipulaciones las siguientes: a) Buyback right: La sociedad tiene el
derecho a recomprar acciones, si tienen lugar ciertos eventos, como por ejemplo,
el accionista dejó de ser empleado de la compañía; b) Buy-sell agreement: El
accionista está obligado a vender a otro accionista si tienen lugar ciertos sucesos,
por ejemplo, su muerte o la caducidad de un derecho que aportó a la compañía o
actuar deslealtad; c) Drag-Along: El accionista que recepcionó una oferta puede
forzar la venta del 100% del capital social; d) Squeeze-Outs: El Controlador puede
forzar la salida forzosa de los minoritarios, al obtener una participación significativa
en el capital social (90 a 95%)
El capital de las SPA también debe estar dividido en acciones. Pero al
parecer hasta aquí llega el parecido de esta sociedad con la sociedad anónima,
porque las diferencias son notables.
En primer lugar, no existe la exigencia de que todas las acciones de una
serie sean del mismo valor. Claro, por regla general nos dice el art. 437 del Código
de Comercio que cada accionista dispone de un voto por acción, pero en las SPA
se admiten acciones con voto múltiple, y eso puede justificarse precisamente por
tener acciones de distinto valor.
Veremos a continuación, con más detalle, las características que el Código
de Comercio le da a las acciones de una SpA.

Tratamiento de las preferencias


En segundo término, en materia de acciones preferidas o privilegiadas, la
libertad para la creatividad parece irrestricta, con la única limitación de que las
preferencias deben figurar, al igual que en las sociedades anónimas, en los
estatutos (art. 436 del Código de Comercio). Se permite crear distintas series
iguales, pues la ley señala que "no es de la esencia de las preferencias su
vinculación a una o más limitaciones en los derechos de que pudieran gozar las
demás acciones". No se entiende para qué puede servir crear dos series distintas
con los mismos derechos, fuera de que las series sin tener privilegios de ningún
tipo tengan acciones de distinto valor.
En materia de derecho a voto, la gran diferencia de las SPA con las
sociedades anónimas es que en aquellas se permiten acciones con voto múltiple,
lo que está expresamente prohibido para éstas. Cuando se fijen derechos de voto
especial, esto es, acciones sin derecho a voto, acciones con derecho a voto
limitado o acciones con derecho a voto múltiple, es menester fijar en el estatuto la
forma en que dichos votos se van a computar y creemos que en esto el art. 437
del Código de Comercio está también llamando a fijar si existe o no voto
acumulativo.
Si nada dicen los estatutos, se aplica el principio general de cada acción un
voto.
Además, el art. 442 del Código de Comercio prescribe que si la preferencia
es el derecho a un dividendo fijo, determinado o determinable, estos se pagan con
preferencia a las demás acciones y eso no admite modificación estatutaria. Lo que
sí puede ser modificado estatutariamente si el estatuto admite esta preferencia es
que no se apliquen las reglas supletorias de dicho artículo, que establecen que en

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el evento de que los resultados de un ejercicio no permitan pagar ese dividendo


fijo, el titular de las acciones puede optar por:
a.- Crear una cuenta de patrimonio donde se acumulen esos dividendos
impagos. Esto genera que la sociedad no puede distribuir dividendos a los demás
accionistas sino una vez saldada esta cuenta, y si se disuelve la sociedad no se
pueden restituir aportes o utilidades retenidas, sin antes pagar esta cuenta.
b.- Ejercer el derecho de retiro de la sociedad. En este caso al accionista que
se retira se le debe pagar el valor de rescate de la acción, si alguno se fijó en los
estatutos, o el valor libro, más los dividendos fijos no pagados, en el silencio de
estos.
Otra forma de acciones preferentes en las SPA son aquellas conexas a una
inversión específica de la sociedad. Por ejemplo, la sociedad es una sociedad
inmobiliaria y para la construcción de un edificio emite acciones para financiar ese
proyecto específico. En ese caso, las acciones en cuestión siguen la pérdida o
ganancia de ese proyecto en particular. La ley obliga en ese caso a crear una
contabilidad separada para ese proyecto y la distribución -o no- de dividendos
dependerá solo de esta cuenta, sin importar para nada el resultado general de la
sociedad, de forma que podemos encontrarnos con que la sociedad tenga
pérdidas en un ejercicio determinado y que, sin embargo, distribuya dividendos a
las acciones de esa cuenta separada si esta arroja utilidades. También puede
ocurrir lo opuesto, naturalmente. La ley añade algo que es muy importante tener
presente. Estas utilidades de cuentas separadas son utilidades sociales y tributan
como cuentas separadas. Pero si ellas no se distribuyen en el ejercicio siguiente a
su gestación, deben confundirse y colacionarse con los resultados generales del
ejercicio en que no se vayan a distribuir esas utilidades. Esto permitirá a las SPA
funcionar casi como verdaderas administradoras de fondos mutuos y en algunos
aspectos como una suerte de securitizadoras, pero con notables diferencias en
orden a la flexibilidad del manejo de esas inversiones y colocaciones de títulos
asociadas a ellas.

Adquisición por la sociedad de acciones de propia emisión


Puede estipularse en el estatuto la prohibición para la sociedad de adquirir
acciones de su propia emisión. Naturalmente esta prohibición ha de referirse a los
casos en que la sociedad las adquiere en forma directa, porque en los casos del
ejercicio del derecho a retiro o de adquisición por fusión con otra sociedad
tenedora de acciones de esta SPA la prohibición sería ilegítima.
Al igual que en el caso de las sociedades anónimas, cuando la SPA tenga
acciones de propia emisión, estas no se cuentan para nada, esto es, no se
computarán para la constitución del quórum en las asambleas de accionistas o
aprobar modificaciones del estatuto social, y no tendrán derecho a voto, dividendo
o preferencia en la suscripción de aumentos de capital.
Tampoco es irrestricto el plazo de tenencia de sus acciones por la sociedad
emisora. Debe enajenarlas, pero en el plazo que contemplen los estatutos, que
puede ser cualquier plazo. En silencio de los estatutos, el plazo es de un año
desde la adquisición, cualquiera sea la causa de dicha adquisición. Si no se
respetan los plazos estatutarios o legales de enajenación, "el capital quedará
reducido de pleno derecho y las acciones se eliminarán del registro".

El derecho de suscripción preferente de acciones o valores de nueva


emisión
Lo anterior se complementa con la circunstancia de que la sociedad podrá
emitir acciones de pago, que se ofrecerán al precio que determinen libremente los
accionistas o quien fuere delegado al efecto por ellos, que puede ser precisamente
la administración si el estatuto lo previene.

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El estatuto puede establecer que las opciones para suscribir acciones de


aumento de capital o de valores convertibles en acciones de la sociedad, o de
cualesquiera otros valores que confieran derechos futuros sobre estas, sean de
pago o liberadas, deban ser ofrecidos, a lo menos por una vez, preferentemente a
los accionistas, a prorrata de las acciones que posean. Sin embargo, en el silencio
de los estatutos, los accionistas carecen del derecho de opción preferente para
suscribir acciones de pago de nueva emisión, como ocurre en las sociedades
anónimas.

Límites mínimos y máximos de tenencia de acciones


En los estatutos de sociedades anónimas abiertas y cerradas es posible fijar
normas de desconcentración accionaria, fijando límites estatutarios de
concentración, como de hecho se exige para que las acciones de sociedades
anónimas abiertas puedan ser adquiridas por algunos inversionistas institucionales
(v. Gr., las AFP). Pero en las SPA la regla es mucho más plástica, pues se admite
que vaya en el estatuto social una regulación de los porcentajes máximos de
tenencia de acciones, y que este fije porcentajes o montos mínimos o máximos del
capital social que podrá ser controlado por uno o más accionistas y no solo en
forma directa, sino también indirecta. Esos estatutos deberán entonces contener
disposiciones que regulen los efectos y establezcan las obligaciones o limitaciones
que nazcan para los accionistas que quebranten dichos límites, según sea el caso.
Esto es, deben fijar plazos para incrementar o disminuir la participación del
accionista que sobrepase los límites y sanciones a los infractores. Normalmente
estos pactos obligan al infractor que se excede a enajenar sus acciones a los
restantes accionistas para mantener las proporciones. La ley señala que, si no se
pactan en detalle estos asuntos, el pacto mismo que fija los límites máximos o
mínimos carece de valor ("se tendrá por no escrito", dice la ley) sin necesidad de
sentencia que declare tal invalidez.

Tag along, drag along, buyback right y first refusal estatutario


Otros pactos susceptibles de rango estatutario en materia de SPA son los
asociados a las restricciones a la compraventa de acciones para los accionistas.
La ley ha permitido también el pacto de que si vende el mayoritario debe
invitar a participar en dicha venta al mismo precio al o a los accionistas
minoritarios en la proporción que a cada uno le corresponda en el número de
acciones que se oferte adquirir por un tercero (pacto denominado tag along).
Es legítima asimismo la cláusula denominada drag along, que permite a un
accionista que recibe una oferta por sus acciones bajo la condición de que vendan
los demás (normalmente el 100%), forzar a los restantes a adherirse a dicha oferta
y vender al tercero. Esta cláusula es común en los pactos de accionistas en que
no hay accionistas mayoritarios tenedores de paquetes de control.
También puede ir en los estatutos el pacto de que si un accionista quiere
vender o recibe una oferta de un tercero por sus acciones debe primero ofrecerlas
a los restantes accionistas (pacto denominado first refusal).
Es también cláusula estatutaria legítima en estas sociedades aquella que
estipule que ante determinadas circunstancias un accionista debe enajenar sus
acciones obligatoriamente a la sociedad o a sus accionistas, como es el caso de
acciones de ejecutivos clave de la compañía, cuando estos se retiran, o
accionistas que en forma directa o indirecta se inmiscuyan en negocios que
compiten con los de la sociedad (pacto denominado buyback right).
Estos pactos son habituales en las sociedades anónimas cerradas, pero la
ley los incorpora ahora en el estatuto, precisamente porque esos pactos tienen un
efecto sobre el ser y valor de las acciones.

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Dice el art. 435 del Código de Comercio que el estatuto también podrá
establecer que bajo determinadas circunstancias se pueda exigir la venta de las
acciones a todos o parte de los accionistas, sea a favor de otro accionista, de la
sociedad o de terceros. En caso de existir tales normas, el estatuto deberá
contener disposiciones que regulen los efectos y establezcan las obligaciones y
derechos que nazcan para los accionistas. Si este régimen no está normado en
los estatutos, estos pactos también se tienen por no escritos.

Reglas especiales para los traspasos de acciones


Los traspasos de acciones se regulan por las normas sobre los mismos
aplicables a las sociedades anónimas cerradas. Pero los estatutos sociales
pueden modificar esas reglas y fijar normas distintas en orden a sus formalidades.
Sin embargo, ellos deben siempre otorgarse por escrito, pues el art. 6 del Código
de Comercio previene que en ellos debe constar la declaración del cesionario en
el sentido de que conoce la normativa legal y estatutaria y "las protecciones que
en ellos puedan o no existir respecto del interés de los accionistas". Vale decir, la
ley asume que el traspaso será por escrito. Claro, la ley no invalida el traspaso sin
esta declaración, sino que hace responsable al cedente de los perjuicios derivados
de dicha omisión, pero siempre asumiendo que el traspaso es escrito.
Estas SPA deben también tener un Registro de Accionistas, que es muy
similar y sirve para los mismos propósitos que el Registro de Accionistas de las
sociedades anónimas (art. 3 del Código de Comercio), pero se establece
expresamente que "los administradores y el gerente general de la sociedad serán
solidariamente responsables de los perjuicios que causaren a accionistas y
terceros con ocasión de la falta de fidelidad o vigencia de las informaciones
contenidas en el registro a que se refiere este artículo".

Las acciones de industria


Parte de la doctrina estima que en este tipo de sociedades no son admisibles
las acciones de industria, esto es, la participación de socios o accionistas
industriales, que aportan trabajo. Ven dicha prohibición en razón de la aplicación
de las normas atingentes a las sociedades anónimas cerradas a este tipo de
sociedades y entre ellas la del art. 3 de la Ley sobre Sociedades Anónimas que
expresamente las proscribe.
Juan Esteban Puga estima que ello no es tan claro. Señala que se debe
recordar que la Ley sobre Sociedades Anónimas se aplica a estas sociedades en
subsidio de los estatutos libremente formulados. De modo que la aplicabilidad del
art. 3 de la Ley sobre Sociedades Anónimas queda subordinada a lo que digan los
estatutos de la SpA. En segundo término, las acciones de industria en nada se
oponen a la naturaleza de una sociedad por acciones, porque en Chile antes y en
otros países en el derecho comparado se admiten las acciones remuneratorias, de
organización o de industria, como hemos visto. Pero además piensa que si no
existe la prohibición expresa en el Código de Comercio ello puede no ser un
accidente, pues estas sociedades se concibieron para generar proyectos
innovadores atractivos para los capitales de riesgo, en que el "emprendedor" es
dueño de ideas, productos o proyectos atractivos y de capacidad técnica para
implementarlos, pero pobre en capital. A ese emprendedor nada mejor que
pagarle con acciones de industria por las que se remunere su trabajo. Por eso es
que muy en la línea de la razón de ser de estas sociedades, le parece
perfectamente legítimo que se emitan acciones de industria o de organización.
Por último, Puga Vial dispone que si estas acciones se pagan mediante una
valorización del trabajo, eso habrá que dejarlo claro en los estatutos. Si, por otro
lado, se emplea la fórmula habitual que ellas serán pagadas con las utilidades que
distribuya la sociedad, entonces debe dejarse así expresamente previsto en la

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constitución social, pues recordemos que las acciones suscritas pero no pagadas
en las SpA no tienen derecho alguno, salvo que otra cosa digan los estatutos (art.
3 del Código de Comercio).

LA ADMINISTRACION DE UNA SPA


No han sido consideradas normas expresas que orienten al usuario común
en la forma y fondo del quehacer administrativo de este tipo social. Sin embargo,
en diversas disposiciones se indica que debe existir un órgano denominado Junta
de Accionistas, cuyas competencias y funciones, frente a la ausencia de
disposiciones concretas, quedará al arbitrio de la autonomía de la voluntad.
No obstante, la existencia de esta Junta de Accionistas no parece ser un
requisito esencial y un órgano que necesariamente debe estar presente en la
sociedad, pues es evidente que la única materia donde es citada la Junta puede
ser sustraída de su conocimiento en el evento que los socios concurran en una
escritura modificatoria.
De tal forma, y citando lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 424
introducido al Código de Comercio por la ley en estudio, solo podemos concluir
que la forma y el fondo de la administración queda nuevamente encomendada a la
autonomía de la voluntad.
Ahora bien, en silencio de los estatutos, la sociedad será administrada por un
directorio de tres miembros en todos aquellos asuntos, que son la generalidad,
que la ley o los estatutos no confíen a la junta de accionistas, pues ello surge de la
aplicación supletoria de las normas de las sociedades anónimas cerradas a las
SPA (art. 425 N° 4 del Código de Comercio en relación con los arts. 31 y 40 LSA).
Pero los estatutos pueden establecer otra forma de administración y en esto
la creatividad de los constituyentes y/o de los accionistas pareciera irrestricta,
pues se pueden fijar formas de administración unipersonal, bipersonal, orgánica o
no, etc., y distribuir los poderes entre la junta de accionistas y la administración
también en la forma que más acomode a esa sociedad. Nada impide que la
administración se confíe a una o varias personas jurídicas y que estas actúen
como administradores de una sociedad de personas o como un órgano colegiado
a modo de directorio de personas jurídicas o de mezcla entre personas jurídicas y
físicas. Puede también dotar de carácter irrevocable a todos o alguno de los
administradores y admitir su renovación, en caso de administradores plurales, por
parcialidades. Es posible fijarles plazos indefinidos para el ejercicio de la función.
Es posible que deban ser elegidos por voto acumulativo o de bloque o por otra
forma de votación que fijen los estatutos. En síntesis, en este ámbito prima el
principio de derecho privado de que todo está permitido excepto aquello prohibido
por las leyes o contrario al orden público o a las buenas costumbres, a condición,
siempre, de que todo esto esté regulado en los estatutos.

De las Juntas de Accionistas


Si nada dicen los estatutos, las juntas de accionistas deben ajustarse a las
normas de las sociedades anónimas cerradas. Empero, para modificar los
estatutos el acta de la junta puede ser reducida a escritura pública o protocolizada,
a elección de la sociedad; no hace falta que siempre sea una escritura pública.
Excepcionalmente, la ley exime a esta sociedad de la necesidad de junta para
modificar los estatutos si la totalidad de los accionistas suscriben la escritura
pública o el instrumento protocolizado de modificación. Para formalizar esa
modificación siempre debe inscribirse y publicarse un extracto dentro del plazo
fatal de un mes contado desde la escritura.
En todo lo demás, las juntas pueden ser reguladas libremente por los
accionistas.

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En otros países se ha debatido mucho en atención a si no sería contrario al


orden público aceptar que para todos o ciertos asuntos baste el voto de minoría
para adoptar el acuerdo pertinente. Eso es inadmisible en las sociedades
anónimas, pero podría ser posible en las SpA, creando acciones de voto múltiple
para una minoría de acciones. Pero no nos parece que sea posible aceptar que
los votos de minoría se puedan imponer a los votos de mayoría, siendo ambos de
una misma serie, pues eso es contrario al sistema mismo de sociedades por
acciones.

LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS EN UNA SPA


A diferencia de lo que ocurre con las normas sobre solución de conflictos de
las sociedades anónimas, las diferencias entre los accionistas, entre los
accionistas y la sociedad, entre los accionistas y los administradores y
liquidadores de la sociedad por acciones y entre estas y esos administradores o
liquidadores son de arbitraje forzoso, pues la ley no se abre a la posibilidad de
llevarlos a la justicia ordinaria (art. 441 del Código de Comercio).
Si nada dice el estatuto, el arbitraje forzoso será de derecho (mixto dice la
ley, pero el Código Orgánico de Tribunales no reconoce esa categoría) con
facultades de arbitrador y es designado por la justicia ordinaria.
Pero los estatutos pueden alterar esas reglas modificando el tipo de arbitraje
y la conformación del tribunal arbitral, como asimismo la forma de nombramiento
de los árbitros y sus reemplazantes e incluso designar nominativamente a dicho
árbitro, cosa no permitida en materia de sociedades anónimas.

CUADRO COMPARATIVO DE LA SOCIEDAD POR ACCIONES CON


OTROS TIPOS SOCIETARIOS.

Sociedad por Acciones y Sociedad de Responsabilidad Limitada.


Tipo de sociedad.
En primer lugar, la Sociedad de Responsabilidad Limitada se caracteriza por
ser una sociedad de personas, por lo que se forma principalmente en
consideración de los socios que concurren en su constitución. Es por esto que
cualquier situación que pudiera afectar a alguno de ellos incide considerablemente
en la existencia de la sociedad.
Por el contrario, la Sociedad por Acciones por ser una sociedad de capital
subsiste con independencia de las personas que la componen, favoreciendo el
desarrollo económico a que aspiran los constituyentes al formar un tipo social
determinado, dando seguridad a los socios de que la sociedad no se verá afectada
por cuestiones ajenas a ella que afecten quizá a un socio minoritario o de poca
relevancia dentro de la organización.

Existencia y constitución.
En primer lugar, es posible establecer una primera diferencia entre ambas
sociedades que dice relación con la posibilidad que se dispone respecto de la
Sociedad por Acciones de ser constituida por sólo una persona, al contrario de lo
que sucede con la Sociedad de Responsabilidad Limitada donde se sigue la regla
general de concurrencia de dos o más personas.
Esta especial característica permite a una persona natural que quiera captar
capitales, hacerlo mediante una estructura formal que ofrezca seguridad acerca de
las obligaciones que se contraigan, pensando además en la responsabilidad
limitada que ofrece este tipo de sociedad. De este modo quien quiera formar una
sociedad sin intervención de más personas, puede hacerlo mediante ésta

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 159
Profesor Derecho Comercial

estructura formal denominada Sociedad por Acciones, cuestión que no es posible


de realizar en una Sociedad de Responsabilidad Limitada.
De éste modo también se evitan actos tendientes sólo a burlar el mandato
legal, en que se forman sociedades con personas no interesadas en el negocio
propuesto sólo para dar cumplimiento al requisito legal.
Luego, es importante también que en la Sociedad por acciones, al contrario
de lo que sucede con la Sociedad de Responsabilidad Limitada, la reunión de
todas las acciones, todo el capital, en un único accionista no importaría la
disolución del ente social precisamente por permitirse su constitución sin más que
una persona. Cuestión que en la Sociedad de Responsabilidad Limitada no sería
posible ya que no se permite la continuación de ésta en caso de que en algún
momento posterior a su formación se reúna en una sola persona todo el capital
social.
En el caso de la Sociedad de Responsabilidad Limitada existe un límite de
personas que la pueden componer, que no puede ir más allá de 50 socios. Esto es
claramente una desventaja frente a la Sociedad por Acciones que no limita en
número las personas que la conforman, dando claras posibilidades de expansión.
Es así como dicha sociedad, si bien fue instaurada para personas que pretendan
negocios emergentes, en algún momento tendrá pretensiones de expansión, para
lo que será necesaria, por ejemplo, la inserción de nuevos socios que aporten
mayor capital, incrementando de este modo las acciones del ente social. Este
efecto es poco probable en una Sociedad de Responsabilidad Limitada
precisamente por el límite que impone la ley.
Ahora bien, en relación a la forma de constitución de la Sociedad por
Acciones, como se dijo anteriormente, el legislador ofrece la flexibilidad necesaria,
al dar posibilidad de ser perfeccionado el acto de constitución mediante escritura
pública o bien por instrumento privado protocolizado, así mismo es mucho menos
exigente respecto de las menciones que debe constar en el estatuto social, como
en el extracto de éste.

Capital.
Este es un punto relevante de análisis, puesto que aquí se presenta una
diferencia importante entre ambas sociedades, diferencia que se traduce en una
clara ventaja de la Sociedad por Acciones respecto de la Sociedad de
Responsabilidad Limitada. Dicha ventaja se da en relación a la forma en que se
trata el capital en ambas, adoptando distintas formas en cada una de ellas. En la
Sociedad de Responsabilidad Limitada se forma un fondo social compuesto por
cada aporte que realicen los socios al ente social, en el cual participan por medio
de cuotas o porcentajes del mismo, por lo que requieren necesariamente reforma
estatutaria para poder ceder sus derechos en él, no existiendo, por lo tanto, libre
cesibilidad de los derechos. De este modo, se limita la cesibilidad de los derechos
sociales y por lo tanto la entrada y salida de los socios, lo cual también repercute,
de algún modo, en el desarrollo económico de la sociedad y los negocios que
pretenda emprender. Por el contrario, en la Sociedad por Acciones el capital se
divide en acciones, las cuales son transferibles sin necesidad de contar con el
consentimiento de los demás socios, lo cual incentiva la renovación de los socios
que participen en ella.

Limitación de responsabilidad.
Recién acá encontramos un punto de convergencia entre ambos tipos
sociales, ya que el legislador establece en los dos el mismo sistema de
responsabilidad en términos similares. Es así como en la Sociedad por Acciones
los accionistas son responsables sólo hasta el monto de sus respectivos aportes,
cuestión que ya antes estaba consagrado para la Sociedad de Responsabilidad

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 160
Profesor Derecho Comercial

Limitada. Precisamente esta fue la causa por la que ciertos tipos sociales que
declaraban responsabilidad ilimitada y solidaria cayeron en desuso luego de que
se creara la Sociedad de Responsabilidad Limitada.
De este modo, esta característica da seguridad a los socios acerca de su
responsabilidad en las obligaciones que contraiga la sociedad y por ende saber
que ésta recaerá sobre el patrimonio que se aportó a la sociedad y no así sobre
aquel que se ha reservado como propio.

Administración.
Esta es otra característica que comparten ambas sociedades, puesto que en
relación al sistema de administración de cada sociedad el Código de comercio
guarda silencio y no establece normas de aplicación obligatoria, dejando al arbitrio
de los socios definir el régimen de administración aplicable.
Así en ambas sociedades se establece que en su administración se regirán
por sus propios estatutos, lo cual es acertado, puesto que, por ejemplo, en
sociedades que están comenzando un negocio, con uno o dos socios, el hecho de
que la ley le imponga la obligación de designar necesariamente un director externo
o sistema obligatorio de administración es a todas luces una carga que la sociedad
por acciones no presenta, precisamente por el afán del legislador de dotarla de la
flexibilidad necesaria para alcanzar los fines propuestos.

Empresa individual de responsabilidad limitada y Sociedad por


Acciones.
Concepto y tipo de organización.
Antes que todo es necesario señalar que en la doctrina nacional no existe
certeza acerca de la naturaleza jurídica de este tipo empresarial. Es así como en
virtud de las particularidades que ésta presenta se proponen diversas alternativas.
Se postula que la Empresa Individual es asimilable a la institución denominada
“Patrimonio de afectación” que consiste en dos patrimonios distintos que
pertenecen a un único sujeto de derecho, en este caso, el comerciante.
Un patrimonio derivado de la persona y otro de afectación, esto es, un
conjunto de derechos y obligaciones que están afectos a la conclusión de un fin
específico. Luego, también se postula una institución denominada “Empresa
Individual de Responsabilidad Limitada” que se caracteriza por la existencia de
dos sujetos de derecho, la persona del titular y la persona jurídica de la empresa.
Con todo, y como lo dijimos en estos apuntes a propósito de la EIRL, es
posible postular que dicha entidad no sería una sociedad propiamente tal.
Esto se debe principalmente a que no consiste en un contrato, puesto que
sólo puede ser constituida por una persona sin que sea aceptable la incorporación
de más sujetos, por lo que no es posible el reparto de beneficios a que alude la
definición de sociedad. Aquí lo que existe es una persona natural que se organiza
en una persona jurídica distinta con patrimonio propio y distinto al de su titular,
persona jurídica capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones.
En este sentido se diferencia de la Sociedad por Acciones, en que ésta,
independiente de que pueda ser constituida por una sola persona, es reconocida
por el legislador como un verdadero tipo social, ya que así lo determina
expresamente el Código de Comercio.

Existencia y constitución.
Respecto al acto de constitución, en una Empresa Individual de
Responsabilidad Limitada, debe ser solemne, por escritura pública, además de
imponer obligación de inscribir y publicar un extracto de ella en el Registro de
Comercio y Diario Oficial respectivamente, en el plazo de 60 días contados desde
la fecha de la escritura, cuestión que como se ha explicado con anterioridad se

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 161
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estipula en términos similares en la Sociedad por Acciones con la salvedad de


admitirse la perfección del acto por instrumento privado protocolizado.
Existe una característica que comparten en términos más o menos similares,
sin embargo existen diferencias sustanciales que implican la conveniencia de
crear una Sociedad por Acciones por sobre la empresa citada. Dicha característica
en el caso de la Empresa Individual se refleja en que el acto de constitución es
unilateral, ya que se requiere la sola declaración de voluntad del constituyente,
mientras que en el caso de la Sociedad por Acciones se admite la posibilidad de
constituirse por una persona o más.
Aquí radica principalmente la diferencia apuntada, ya que si bien en ambas
es posible dicha constitución, en el caso de la Empresa no es posible admitir la
inserción de nuevas personas con posterioridad a su constitución, a menos que se
transforme en algún tipo societario cumpliendo todos los requisitos que se exigen
para la constitución de dicho tipo social, o bien se fusione con alguno de los
mismos tipos sociales, lo cual significa trámites complejos de procedimiento a
través de los cuales se hacen efectivas dichas operaciones jurídicas. Esto implica
que dicha organización jurídica no respondería satisfactoriamente a eventuales
pretensiones de crecimiento y expansión al no permitir que nuevas personas se
integren con posterioridad a su constitución lo cual supondría, por ejemplo,
aumentos considerables de capital, pensando en que tampoco la ley regula el
procedimiento a través del cual se realicen aumentos o disminuciones de capital.
Ahora bien, si existieran pretensiones de crecimiento o expansión por parte de
ésta tendría que necesariamente realizar operaciones jurídicas complejas y
engorrosas que se pueden salvar constituyendo una Sociedad por Acciones.

Administración.
En esta materia, respecto de la Empresa Individua, el legislador establece
como imperativo legal que la administración recaerá en el titular de la misma, sin
perjuicio de que éste podrá delegar dicha función con “todas sus facultades” a un
gerente general, además de poder entregar mandatos generales o especiales para
actuar a nombre de la empresa. De este modo se establece un sistema legal pero
con cierto matiz de flexibilidad, asemejándose quizá en esto a la Sociedad por
acciones que ostenta un sistema libre de administración. Sin embargo, existen
ciertos aspectos de estos sistemas que hacen aconsejable optar por una Sociedad
por Acciones.
Es así como en la empresa, si bien la administración recae en el titular, este
la puede delegar “con todas sus facultades” a un gerente, cuestión que parece
inapropiada pensando en que el titular no perdería la administración, ya que
conserva su representación, pudiendo presentarse en la práctica pluralidad de
órganos administrativos, lo cual produce incertidumbre respecto de terceras
personas que quieran contratar con la empresa o bien respecto de sus
acreedores.
Por otro lado, el hecho de que el titular pueda delegar todas las facultades de
administración en un gerente es a todas luces un peligro pensando en dos cosas
fundamentales.
En primer lugar, no se establecen responsabilidades específicas para el
gerente que ejerza dicha administración, lo cual es aún más peligroso si
pensamos que la empresa sigue respondiendo ilimitadamente por las obligaciones
que contraiga éste a nombre de ella. Todo esto contrasta con la seguridad que
ofrece la Sociedad por Acciones en cuanto a que los socios determinen la forma
de administración en los estatutos y de este modo los terceros, e inclusive los
mismos socios, tengan certeza acerca de esto.
En este punto es importante hacer referencia a la auto contratación, puesto
que en este tipo de empresas el legislador la permite expresamente con la

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condición de que se cumplan efectivamente ciertas formalidades exigidas por la


ley. Ahora bien, si analizamos esta cuestión en relación a la Sociedad por
Acciones, observamos una nueva falencia de la Empresa Individual, puesto que
en dicha sociedad no existe prohibición ni limitación en este sentido, donde
independiente de que exista un solo accionista no se prohíbe que éste contrate
libremente y sin limitación alguna con su sociedad, no siendo necesario el
cumplimiento de exigencias adicionales, tal y como sucede en la Empresa
Individual, formalidades que implican un mayor costo para la persona e incluso
mayor retraso en el desarrollo económico de ésta.

Capital social.
La Empresa Individual, como ya se explicó anteriormente, posee patrimonio
propio consistente en el aporte que realiza el titular en la escritura, por lo que el
constituyente por un lado posee un patrimonio propio, ajeno a la empresa, y una
parte de éste que aporta y sobre el cual se hacen efectivas las obligaciones
válidamente contraídas por la empresa.
Ahora bien, en la Sociedad por Acciones se da un trato distinto al tema, ya
que divide su capital en acciones libremente transables como aplicación de la libre
circulación de los bienes. Si bien ambas formas de organización están dirigidas al
fomento de pequeños negocios en formación, la empresa individual presenta, en
éste aspecto, desventajas considerables que dicen relación con el hecho de que
su capital sea un fondo común, lo que no permite la inserción de nuevas personas,
por ejemplo, a través de la división del capital en acciones transables libremente,
lo que impide también aumentos considerables de capital a través de inyecciones
de capital por parte de terceros inversionistas interesados en participar de ella.
Por otro lado, la ley que regula este tipo de organización no da cuenta del
procedimiento a través del cual se lleva a cabo aumentos o disminución de capital,
cuestión que si es tratada por las normas regulatorias de la Sociedad por
Acciones. Si bien en el caso de la Empresa Individual no hay socios involucrados
o interesados en este tema a los cuales se les pudiera perjudicar en sus intereses
con una disminución de capital, es necesario precisar que como persona jurídica
capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones, dicha empresa dentro de su
giro realizará operaciones y contratos con terceras personas que si se pueden ver
afectados eventualmente por una disminución de capital. Así, terceros acreedores
pueden ver reducido el patrimonio sobre el cual hacer efectivo su derecho de
prenda general por las obligaciones contraídas, como también terceras personas
interesadas en contratar con la empresa verán en ésta una organización que no
asegura satisfactoriamente su interés.

Responsabilidad por las obligaciones sociales.


Respecto a cómo se trata la responsabilidad en la Empresa Individual, el
legislador atiende a la diferencia que existe entre ésta y el titular como dos
personas completamente distintas, estableciendo la responsabilidad ilimitada de la
Empresa por las obligaciones válidamente contraídas a su nombre, y por otro lado
la responsabilidad limitada del titular al monto de su aporte, sin perjuicio de
establecer ciertos casos en que éste responde ilimitadamente por actos de la
empresa.
En el mismo sentido, se establecen normas de responsabilidad respecto de
la Sociedad por acciones, ya que del mismo modo se establece la responsabilidad
limitada de los socios por las obligaciones de la sociedad, acertadamente en
ambos casos a mi entender, puesto que al tratarse en ambos casos de fomentar
insipientes negocios es necesario establecer mecanismos de defensa respecto de
aquel patrimonio que no se invierte.

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Objeto.
En el análisis de esta organización empresarial incorporamos un nuevo
apartado que dice relación con el objeto de la Empresa, puesto que el legislador
establece que en el acto de constitución es necesario precisar la actividad
económica que constituirá el objeto o giro de la empresa y el ramo o rubro
específico en que dentro de ella se desempeñará, dando a entender que dicho
objeto debe ser uno solo y especifico. Lo cual es consecuente con que la empresa
responde sólo y exclusivamente por las obligaciones que válidamente contraiga
dentro de su giro.
Esta determinación en cuanto al objeto implica una importante restricción,
puesto que la Empresa no podrá desarrollar otra actividad más allá de las
determinadas en el giro, cuestión que implica una clara desventaja frente a la
Sociedad por Acciones que en relaciona esta materia no establece limitaciones de
algún tipo.

Sociedad por Acciones y Sociedad anónima.


Concepto y tipo de sociedad.
Una cuestión importante en la cual ambos tipos sociales coinciden es en que
tanto la Sociedad por Acciones como la Sociedad Anónima son sociedades de
capital, lo que implica que el capital social se divide en acciones, las cuales son de
libre transferencia, lo cual permite la entrada y salida de los socios sin mayor
trámite, facilitando de este modo la circulación de bienes en el mercado. Que sean
sociedades de capital implica además que, independiente de la situación en que
se encuentren los socios, la sociedad existe y subsiste sin problemas, esto es, no
importa cuales sean los acontecimientos que le sobrevengan a los socios para la
existencia de la sociedad.

Existencia y constitución.
Primero que todo, al referirnos a la forma que el legislador establece para la
constitución de las distintas sociedades hay que precisar que respecto de la
Sociedad por Acciones es menos exigente en cuanto a las formalidades que se
exigen e inclusive se permite que el acto se perfeccione mediante instrumento
privado protocolizado ante notario, mientras que la Sociedad Anónima sólo puede
constituirse por escritura pública, lo que se traduce en un acto un tanto más
engorroso que implica más formalidades que finalmente se traduce en costos más
altos para las personas que concurren a su constitución.
Por otro lado, los requisitos y menciones que deben cumplir los distintos
extractos son diferentes en ambas sociedades ya que respecto de la Sociedad por
Acciones el legislador es menos exigente dejando muchas cosas al arbitrio de los
socios en virtud del ejercicio de la autonomía de la voluntad. Cuestión que no
sucede en la Sociedad Anónima, donde la mayor parte de las cuestiones relativas
a ella están regladas.
Todo lo anterior da cuenta de la intención que tenía el legislador al crear la
Sociedad por Acciones, ya que evitó el establecimiento de formalidades que
hicieran de la constitución un trámite complejo y de altos costos para los socios,
dotándola de mayor flexibilidad para crear dicha sociedad como en su
administración, cuestión que se verá más adelante.
Luego, la diferencia más importante en este sentido se da respecto de la
posibilidad de constituir una Sociedad por Acciones por una persona o más,
cuestión que respecto de la Sociedad Anónima no parece ser relevante por el fin
para el que fueron creados ambos tipos sociales. Por ejemplo, es difícil pensar en
una Sociedad Anónima creada o constituida por una sola persona, ya que este
tipo social está pensado para negocios de gran envergadura, quizá consolidados,
en que se requiera la inversión y participación de grandes capitales. No sucede lo

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mismo en una Sociedad por Acciones donde sus especiales características están
dadas para el fomento de pequeños negocios en crecimiento donde la posibilidad
de ser creada por una persona nada más facilita emprender dicho tipo de
negocios.
Sin perjuicio de lo explicado precedentemente, si existe un caso en el que se
manifiesta como una ventaja el hecho de que la Sociedad por Acciones sea
susceptible de constituirse por una sola persona. Pensemos, por ejemplo, en la
situación que un tercero pretenda adquirir el 100% de las acciones de una
Sociedad Anónima con la intención de que dicha sociedad subsista y no
desaparezca. Actualmente aquella persona tendría que comprar el 99% de las
acciones y el 1% restante es adquirido por una persona relacionada, quizá sin
mayor interés en el negocio y con un porcentaje ínfimo de participación. Todas
estas acciones, un tanto complejas, estarían dirigidas a evitar la disolución de la
sociedad, cuestión que no sucedería si se tratara de una Sociedad por Acciones,
ya que al permitirse su constitución por una sola persona ésta no se disolvería por
reunirse todas las acciones en una sola mano o, en el caso propuesto, que sea
adquirida en su totalidad por un solo individuo, por lo que no serían necesarias
cualquier otra maniobra para burlar la legalidad vigente.

Responsabilidad de los socios por las obligaciones sociales.


Respecto a esta materia rige la misma norma para ambos tipos sociales,
donde los accionistas son obligados sólo por el aporte que hagan a la sociedad,
sin que su responsabilidad personal vaya más allá.

Capital.
En ambos tipos sociales se establece por mandato legal que el capital debe
dividirse en acciones, siendo éstas representativas de los derechos de los socios,
cuestión que facilita, como ya se ha explicado anteriormente, la libre transferencia
de los derechos sociales y del capital, permitiendo de este modo la salida y
entrada de los socios, como la inserción de nuevos socios que eventualmente
pudieran significar aumentos considerables en el capital de la sociedad.

Administración.
Esta es una de las cuestiones que diferencian a estas dos sociedades,
precisamente por esa intención del legislador de dotar a la Sociedad por Acciones
de la flexibilidad necesaria para facilitar su constitución y organización de modo
que pueda servir al fin pretendido. Es así como en esta materia, ambas
sociedades difieren considerablemente siendo casi opuestas, donde se
contraponen dos cosas de primordial importancia al momento de decidir constituir
una u otra: la autonomía de la voluntad y el mandato o regulación legal.
En consecuencia, tenemos que la Sociedad por Acciones establece un
sistema libre de administración, donde los socios pueden autónomamente
determinar la forma de administración que mejor se acomode a sus intereses,
entregando en esta materia la flexibilidad necesaria al tipo social. Por otro lado,
nos encontramos con la Sociedad Anónima donde el sistema de administración
está impuesto por ley, existiendo expresa regulación normativa donde se limita la
autodeterminación de los socios. De estos dos supuestos podemos hacer ciertas
precisiones. En primer lugar, el hecho de que se entregue esta materia a la libre
determinación de los socios implica cierto atractivo para quienes quieran constituir
una sociedad, en el sentido de que existe cierta adaptabilidad de materias
importantes a los intereses específicos de la o las personas que quieran formar
una sociedad. Esto es precisamente lo que sucede con la Sociedad por Acciones,
sin embargo, respecto de la Sociedad Anónima esto significaría una desventaja
puesto que por la envergadura de los negocios a tratar es conveniente que exista

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 165
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precisión y seguridad acerca de una cuestión tan importante como lo es la


administración de la sociedad. Lo que se torna aún más necesario si abordamos el
tema desde la perspectiva de un tercero que pretende contratar con ella o bien
pretenda invertir o participar de ella como accionista, especialmente cuando se
trata de sociedades que ofrecen sus acciones al público o cuando ellas se transan
en Bolsas de Valores.
Ahora bien, que exista expresa regulación normativa en esta materia entrega
seguridad y certeza de la forma en cómo se administra la organización, sin
embargo presenta el inconveniente de que al ser la administración impuesta por
imperativo legal dota de cierta rigidez que quizá a los intereses de los socios no es
conveniente.
Ante todo lo expuesto sólo resta concluir que de la forma en que se trata la
administración en cada uno de los tipos sociales citados, con sus diferentes
particularidades, es imposible determinar a priori cual es más ventajosa que otra,
sino que es necesario atender a las circunstancias particulares, de modo que se
preferirá una u otra dependiendo de los intereses específicos de quienes
pretenden constituir una sociedad, no pudiendo entregar un pronóstico
generalizado del tema como ya se hizo con los otros tipos sociales.

Fiscalización.
Finalmente, un aspecto a tomar en cuenta en un análisis comparativo entre
estos dos tipos sociales dice relación con el control al que esté sujeto cada uno de
ellos. Es importante esta cuestión puesto que el hecho de que de existan
mecanismos de fiscalización o no existan puede ser un aspecto determinante al
momento de decidir constituir un tipo social u otro.
Como ya se expuso anteriormente, la Sociedad Anónima se encuentra por
ley sujeta a un sistema de fiscalización, tanto interno como externo, cuestión que
no sucede en la Sociedad por Acciones, donde la materia puede ser regulada
libremente por los socios a través de pactos que se celebren entre ellos.
Ahora bien, si analizamos las dos sociedades desde este punto podemos
establecer similares conclusiones a las alcanzadas respecto a la administración
del tipo social. En este sentido, el hecho de que exista algún órgano destinado a
controlar y fiscalizar la regularidad del tipo social puede en algunos casos ser
necesario, como en la Sociedad Anónima donde es importante que dicho sistema
para el control de la sociedad. Cosa que no es tan necesaria en la Sociedad por
Acciones ya que la regulación de estos órganos contralores implica un costo
superior en la constitución de la sociedad, restando la flexibilidad que alcanza esta
sociedad.
Es por esto que tampoco la libertad en la fiscalización implica una ventaja de
la Sociedad por Acciones respecto de la Sociedad Anónima, donde la fiscalización
es una cuestión necesaria para la seguridad de los actos que se realicen dentro de
ella o con efectos hacia el exterior.

IV. SANEAMIENTO DE SOCIEDADES


GENERALIDADES
HISTORIA
HIPOTESIS

EL SANEAMIENTO DE SOCIEDADES

HISTORIA DE LA LEY N° 19.499

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 166
Profesor Derecho Comercial

Antes de la dictación de la ley 19.499, la normativa sobre el tema que nos


ocupa era muy compleja. los errores de constitución de sociedades se sucedían
con relativa facilidad, lo que producía incertidumbre jurídica y atraso en el
emprendimiento empresarial de la colectividad.
Aparece la Ley N° 19.499, que establece normas sobre saneamiento de
vicios de nulidad de sociedades en general.
Por ejemplo, en el caso de la sociedad de responsabilidad limitada, el
antiguo texto del art. 358 del Código de Comercio señalaba que el cumplimiento
tardío de las solemnidades prescritas, la ratificación expresa y la ejecución
voluntaria del contrato no la purgan del vicio de nulidad. El actual texto, contenido
en el art. 358 del Código de Comercio, en actual vigencia, sólo reproduce
parcialmente la norma anterior. En efecto, prescribe que la ejecución voluntaria del
contrato de sociedad no purga la nulidad de que adolezca una sociedad por
incumplimiento de solemnidades legales, sin perjuicio del saneamiento que
contempla la ley 19.499, pero dicho precepto no se refiera a la ratificación y al
cumplimiento tardío de solemnidades.
Su artículo 1° establece que "La nulidad derivada de vicios formales, que
afecte la constitución o modificación de una sociedad, puede ser saneada del
modo que se señala en esta ley.
Sus disposiciones son aplicables a las sociedades colectivas mercantiles, a
las de responsabilidad limitada, a las en comandita simple mercantiles, a las en
comandita por acciones y a las sociedades anónimas.
Considérense vicios formales aquellos que consisten en el incumplimiento de
alguna solemnidad legal, tales como la inscripción o publicación ardía del extracto
de la escritura, o la falta de cumplimiento o el cumplimiento imperfecto de las
menciones que la ley ordena incluir en las respectivas escrituras como, por
ejemplo, lo relacionado con la razón social. Los defectos relativos al contenido de
las escrituras no se considerarán vicios formales, sino de fondo, si implican la
privación de algún elemento esencial al concepto de sociedad o algún vicio de
carácter substancial de general aplicación a los contratos.
Sin perjuicio de otras exigencias que se indican más adelante, para que sea
saneable la nulidad por vicios formales de que adolezca la constitución o
modificación de una sociedad, es necesario que estos actos consten de escritura
pública, o instrumento reducido a escritura pública o protocolizado.”

ÁMBITO DE APLICACIÓN DE LA LEY


La ley se aplica a las sigs. formas societarias, las que en su mayoría se
encuentran identificadas en el mismo artículo 1° y la SpA por la ley que la creó.
Estas son:
1. Sociedad colectiva mercantil;
2. Sociedad de responsabilidad limitada;
3. Sociedad en comandita simple mercantil;
4. Sociedad en comandita por acciones; y
5. Sociedad anónima.
6. SpA.

Durante todo este semestre hemos estudiado los requisitos de constitución


de las sociedades de personas y de capital, de los cuales, se desprende que
pueden distinguirse según sean de forma o de fondo, o simples errores
gramaticales o aritméticos:

Requisitos o exigencias de Fondo


Son aquellas que contienen la escritura pública de constitución según sean
esenciales o de la naturaleza de la sociedad en consideración a la importancia que

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 167
Profesor Derecho Comercial

revisten y las normas supletorias del colector. Son los relativos al contenido de las
escrituras, si implican la privación de algún elemento esencial al concepto de
sociedad o algún vicio de carácter substancial de general aplicación a los
contratos. (Ej.: no puede faltar el aporte.).
Estos no son vicios formales y en consecuencia no son saneables, y su
omisión acarrea la nulidad insanable de nulidad.

Requisitos de Forma
Aquellos que consisten en la exigencia establecida por el artículo 352 del
Código de Comercio, artículo 4° de la Ley 18.046, y artículo 425 del Código de
Comercio, a través del instrumento que corresponda, y además del cumplimiento
de su inscripción en la forma y el plazo determinado, tales como: 1. Inscripción
o publicación tardía del extracto de la escritura; 2. Falta de cumplimiento o el
incumplimiento imperfecto de las menciones que la ley ordena incluir en las
respectivas escrituras (Ej.: lo relacionado con la razón social).
Estos vicios se sanean a través del procedimiento que veremos a
continuación.

Simples errores gramaticales o aritméticos


Son aquellos que no consisten en errores de fondo ni de forma, sino que
aquellos que puedan contener las correspondientes escrituras públicas, o sus
extractos inscritos o publicados, como por ejemplo errores ortográficos o
gramaticales o la contracción o resumen de palabras, errores cometidos en la
individualización de socios, accionistas o representantes, o errores numéricos o de
cifras o porcentajes, que manifiestamente no sean de carácter sustancial.
Estos errores no son saneables, y en cualquier momento podrán subsanarse
estos errores mediante escritura pública suscrita por alguna de las personas a que
se refiere el artículo 3º, letra a), inciso segundo, o alguno de los administradores
de la sociedad.

ESTRUCTURA DE LA LEY
A continuación procederemos a analizar la Ley Nº 19.499, publicada en el
Diario Oficial el 11 de abril de 1997, la cual establece normas sobre el
saneamiento de vicios de nulidad de sociedades y modifica el Código de Comercio
y otros cuerpos legales. Esta ley consta de 14 artículos. Los 10 primeros tratan
sobre el saneamiento de las sociedades. Y los 4 artículos restantes, modifican los
artículos 355 al 361 y la ley 18.046.

REQUISITOS PARA QUE PUEDA SER SANEADA LA NULIDAD DE LA


SOCIEDAD
Debe tratarse de vicios formales. (art. 1 inciso3º y art. 9).
Estos vicios formales deben constar en escritura pública. (art. 1 inciso final).
No puede sanearse la nulidad de una sociedad disuelta.
El plazo para solicitar el saneamiento de la nulidad de una sociedad, es de 2
años, contados desde la fecha del otorgamiento de la escritura social. (Art.6).
No se puede solicitar el saneamiento de la nulidad de una sociedad, sino
antes que se encuentre ejecutoriada la sentencia que declara la nulidad.

FORMALIDADES DEL SANEAMIENTO


1. Que se otorgue una escritura pública en la cual, se corrija el vicio de la
constitución o modificación de la sociedad.
2. Que un extracto de la escritura de saneamiento sea inscrito en el registro
de comercio, del conservador de Bienes Raíces correspondiente al domicilio de la
sociedad.

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Álvaro Rodríguez Sepúlveda 168
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Contenido del Extracto


Art. 4:
1.- Fecha de la escritura de saneamiento.
2.- Nombre del notario que autoriza la escritura.
3.- Fecha de la escritura pública que se sanea.
4.- Modificaciones de la escritura pública que se sanea.

EFECTO DEL SANEAMIENTO


El saneamiento del vicio de nulidad producirá efecto retroactivo a la fecha de
las escrituras públicas o de la protocolización, según corresponda.
Pero si se trata de una modificación que no haya sido oportunamente inscrita
y, en su caso publicada, el saneamiento producirá efecto retroactivo a la fecha de
la inscripción o publicación tardía, y si ambas formalidades se practicaron con
retraso, a la fecha en que se haya realizado la última.

COMO SE SANEA
Quedará saneada la nulidad a que se refiere el artículo 1°, una vez que se
cumplan los siguientes requisitos:
1.- Que se otorgue una escritura pública en la cual se corrija el vicio de la
constitución o modificación. No será necesario reproducir íntegramente el estatuto
social. A esta escritura deberán concurrir quienes sean los titulares de los
derechos sociales al tiempo del saneamiento de la constitución o modificación.
Si el vicio incide en una cesión de derechos sociales, además, deberán
concurrir a esa escritura el cedente - o sus causahabientes - y quienes al tiempo
del saneamiento sean los titulares de los derechos materia de la cesión. En los
casos de sociedades anónimas o en comanditas por acciones, la exigencia
establecida en el primer párrafo se entenderá cumplida mediante la escritura
pública a la que se reduzca el acta de la junta extraordinaria de accionistas en la
cual, mediante acuerdo adoptado con los quórum y mayorías necesarias para
reformar el estatuto social, se corrija el vicio incurrido en la constitución o
modificación cuya nulidad se desee sanear.
No obstante, lo anterior, en las sociedades en comandita por acciones, en
cuanto a los socios colectivos se refiere, se aplicará, además, lo dispuesto en el
párrafo segundo.
2.- Que un extracto de la escritura de saneamiento sea inscrito y, sin fuere
del caso, publicado, en el plazo que corresponda, según sea el tipo de sociedad
de que se trate.
En aquellos casos en que la causa de nulidad de la constitución de una
sociedad consista en la falta de oportuna inscripción o publicación del extracto de
la respectiva escritura, la exigencia de corrección del vicio, se entenderá cumplida
con la inscripción y, en su caso, la publicación oportuna del extracto de esta
escritura de saneamiento.

PLAZO PARA ALEGAR LA NULIDAD


La nulidad de la constitución o modificación de una sociedad, derivada de
omisiones de que adolezca el extracto inscrito o publicado, o de contracciones
entre éste y la correspondiente escritura pública, o de defectos en la convocación
o desarrollo de juntas de accionistas de sociedades anónimas o en comanditas
por acciones, no podrá ser hecha valer después de dos años contados desde la
fecha del otorgamiento de la escritura.
Esta prescripción correrá contra toda persona y no admitirá suspensión
alguna. Vencido ese plazo las disposiciones de la escritura prevalecerán sobre las
del extracto.

Derecho Comercial I Escuela de Derecho Universidad Católica de Temuco


Álvaro Rodríguez Sepúlveda 169
Profesor Derecho Comercial

OPORTUNIDAD PARA PRACTICAR EL SANEAMIENTO


El saneamiento podrá practicarse aun después de que la nulidad haya sido
hecha valer en juicio, pero antes de que quede ejecutoriada la sentencia de
término.

ACREDITACIÓN DE PERJUICIO DE CARÁCTER PECUNIARIO


La alegación de que una sociedad o su modificación es nula por afectarle un
vicio de carácter formal, será desestimada si no se acredita en el proceso que la
existencia de ese vicio causa un efectivo perjuicio de carácter pecuniario a quien
lo hace valer.

ERRORES QUE NO CONSTITUYEN VICIOS FORMALES


No constituyen vicios formales de nulidad de una sociedad o de sus
modificaciones y, por lo tanto, no requieren ser saneados, los siguientes errores
que puedan contener las correspondientes escrituras públicas, o sus extractos
inscritos o publicados:
1. Errores ortográficos o gramaticales o la contracción o resumen de
palabras, si de ello no puede derivarse dudas en cuanto al sentido de la
estipulación. Esta regla se aplicará aun cuando se trate de expresiones que
constituyan una formalidad legal.
2. Errores cometidos en la individualización de socios, accionistas o
representantes, si de ello no puede derivarse dudas en cuanto a la identidad de la
persona de que se trata.
3. Errores numéricos o de cifras o porcentajes, que manifiestamente no sean
de carácter sustancial.
4. Errores en los datos o características de los aportes, si de ello no puede
derivarse dudas en cuanto a su determinación, y
5. En general, las disconformidades no esenciales que existan entre las
escrituras y las inscripciones o Publicaciones de sus respectivos extractos.
Se entiende por disconformidad esencial aquella que induce a una errónea
comprensión de la escritura extractada.
Estos errores podrán subsanarse en cualquier momento, mediante escritura
pública.
No podrá alegarse en juicio la nulidad fundada en vicios formales que afecten
la constitución o modificación de una sociedad, una vez que ésta se encuentra
disuelta.

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