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Universidad Veracruzana
2016
ÍNDICE
Introducción 9
Elka Fediuk y Antonio Prieto S.
Cuerpos cambiantes:
nación y modernidad en el teatro japonés 111
Miyuki Takahashi
Cuerpo y transdisciplinariedad:
fundamentos para una transpoética escénica 131
Domingo Adame
¿De qué maneras habla la memoria de un cuerpo en escena? Las narrativas ex-
presadas por la corporalidad escénica generalmente se han movido dentro del
campo de lo iccional. No obstante, y en particular desde mediados del siglo
xx hasta el presente, surgen formas de esceniicar los testimonios autobiográi-
cos del creador. En el presente capítulo abordo cómo operan los discursos del
testimonio y la confesión en algunas obras recientes de teatro y performance
del ámbito latinoamericano, particularmente en México y Brasil. En dichos
trabajos, la memoria de los realizadores y, en algunos casos, también de los
espectadores, es corporizada de diferentes maneras, lo que implica una puesta
en escena de la subjetividad íntima o ‘secreta’, normalmente oculta de la esfera
pública.119 No obstante, la aparente ‘desnudez’ de la confesión o del testimo-
nio por parte de actores o performers en ocasiones con la epidermis expuesta,
son parte de un dispositivo mayor en el marco de la creación escénica. Es de-
cir, la presencia de una corporalidad explícita o de una narrativa íntimamente
personal no es garantía de estar ante ‘la verdad’. Más bien, lo que demuestran
es que el cuerpo está atravesado por discursos e ideologías, que lo personal es
siempre colectivo, que la realidad de nuestros cuerpos, de nuestras historias
personales y de la historia oicial depende de la interpretación, así como de la
re-presentación que se les dé.
Algunas de las obras discutidas en las páginas que siguen se vinculan
con el llamado “teatro documental”; son obras que, según el investigador bra-
sileño Davi Giordano, articulan una “teatralidad de lo común” y que “legiti-
man la dimensión de lo cotidiano como espectáculo teatral (…) la vida de las
personas como producción artística, social e histórica” (19).120
119
En este trabajo me centro más en la igura del espectador que la del público, ya que, siguien-
do a Marco de Marinis, el público se entiende como “una entidad sociológica homogénea y
bastante abstracta”, mientras que el espectador es una “entidad antropológica mucho más com-
pleja y concreta, determinada no solamente por factores sociales, sino también, y sobre todo,
por factores sociológicos, culturales y biológicos” (106). Sin duda, el espectador ‘privilegiado’
en este caso es el propio autor, quien reconoce sus propias limitaciones subjetivas, así como su
particular posicionamiento sociocultural. En la medida de lo posible, he tomado nota de la
recepción que tuvieron las obras aquí abordadas por parte de otras/os espectadoras/es.
120
Todas las citas que originalmente están en idioma inglés o portugués fueron traducidas
por el autor.
207
•Antonio Prieto Stambaugh
El performance de la memoria
Las obras que abordo en este trabajo se esceniican en formas híbridas que van
de lo más ‘teatral’ a lo más ‘performático’. El desdibujamiento de la frontera
entre teatro y arte acción ha dado lugar a las nociones de “teatro posdra-
mático” (Lehmann) “escenarios liminales” (Diéguez) y “teatro performativo”,
términos que sirven como paraguas para identiicar una enorme variedad de
experiencias contemporáneas que subvierten los binarismos teatro/perfor-
mance, representación/presentación, texto/cuerpo, actor/espectador, arte/
vida, público/privado, icción/realidad. El término “teatro performativo” fue
propuesto recientemente por Josette Féral para hablar de formas escénicas
que combinan la (anti)estética conceptual del arte acción con atención a las
formas de juego, la ritualidad y la política emanadas de los planteamientos de
Richard Schechner y los Performance Studies. Sobre todo, el teatro performa-
tivo es un teatro del hacer, que destaca la corporalidad expresiva y afectiva de
los realizadores, de allí que se le llame “performer” al intérprete de este tipo de
obras para distinguirlo del actor de teatro dramático o representacional. Féral
sostiene que en el teatro performativo “se juega con los sistemas de representa-
ción, un juego de ilusión en el que la icción y la realidad se interpenetran”
(205). Para efectos del presente trabajo me interesa el énfasis que pone la
autora en cómo el teatro performativo “toca la subjetividad del performer. Más
allá de los personajes evocados, él impone el diálogo de los cuerpos, de los
gestos, y toca en la densidad de la materia, sea del performer en escena o de
las máquinas performativas: videos, instalaciones, cine, arte virtual, simula-
ciones” (énfasis de la autora, 207-208).
En los ejemplos de obras que discuto en las páginas siguientes me
interesa cómo se toca la subjetividad tanto del performer como del espectador.
En ocasiones esto se hace con un alto grado de construcción plástica y poética,
abierta a múltiples lecturas; en otras, lo subjetivo se presenta de forma más
narrativa, a manera de relato autobiográico alejado de la construcción teatral.
Si bien en lo general es el performer el que se encarga de enunciar o corporizar
el relato testimonial, abordo el ejemplo de una obra de arte acción en la que
se generó un dispositivo para hacer que espectadores individuales ‘confesaran’
sus experiencias con el acoso sexual en un espacio privado ante la performer.
En estas obras, se plantean diferentes corporizaciones performáticas, ya sea
del testimonio, la confesión, la memoria o la autobiografía, mediante recursos
escénicos diversos, pero todas ellas generan una articulación de lo personal
con lo colectivo, así como de lo real con lo iccional.
Un aspecto que me interesa destacar es el de la actuación de la me-
moria en escena, particularmente en experiencias contemporáneas de teatro
testimonial y documental. No es aquí el lugar para incursionar en una ex-
posición exhaustiva de las dimensiones ilosóicas, psicológicas y culturales
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•Memorias inquietas: testimonio y confesión en el teatro performativo
La memoria cultural es, entre otras cosas, una práctica, un acto de imagina-
ción y de interconexión […] La memoria es corporizada y sensual, esto es,
convocada a través de los sentidos; vincula lo profundamente privado con
prácticas sociales e incluso oiciales. A veces la memoria es difícil de evocar,
pero es muy eiciente; opera en conjunción con otras memorias (82).
121
Diana Taylor propone el término “performático” para designar acciones que están más allá
de los efectos de un discurso dado (“Introducción” 24).
209
•Antonio Prieto Stambaugh
Testimonios esceniicados
El performance o arte acción ha sido durante al menos cinco décadas un
medio que privilegia la manifestación pública de la intimidad física, emo-
cional o subjetiva del artista. Richard Schechner señala que desde mediados
de los años cincuenta del siglo pasado los artistas dedicados al happening y
después al arte acción “han explorado diversas maneras de representarse a
sí mismos” (Performance Studies 73). Por su parte, la investigadora mexica-
na Joseina Alcázar airma que el performance es “un arte del yo”. En este
sentido, se puede decir que históricamente una vertiente del performance se
asocia con el testimonio, la confesión y la autobiografía. En el performance,
la corporalidad autobiográica tiene el objetivo de articular un universo sub-
jetivo normalmente reprimido o silenciado, lo que constituye una puesta en
escena de la memoria personal en el campo de la esfera pública. La corriente
feminista del arte acción desde principios los años setenta ––particularmente
en los Estados Unidos, con artistas como Faith Wilding y Carolee Schnee-
mann— buscó hacer de las situaciones personales enunciados públicos y, por
lo tanto, políticos.122
También artistas varones practicaron el performance del universo
personal con relatos autobiográicos que abordan la fragmentación del in-
dividuo en la sociedad postindustrial, como hizo Spalding Gray en los años
ochenta, o tornan visible subjetividades estigmatizadas, como hizo el perfor-
mer gay Tim Miller en los años noventa. En lo que se reiere a la corporalidad,
cada artista tiene su propia estrategia, pues mientras Gray aparecía completa-
mente vestido, sentado frente a una mesa con su micrófono y un vaso de agua,
Miller acompañaba su relato con acciones performáticas a menudo cargadas
de sensualidad, su cuerpo desnudo casi siempre presente en algún momento
de la obra. El performance como recurso para esceniicar identidades mar-
ginadas por el poder también ha sido importante para artistas latinos en los
Estados Unidos, tales como Marga Gómez, Alina Troyano (Carmelita Tropi-
cana), Mónica Palacios, David Zamora-Casas y Luis Alfaro. Todos/as ellos/as
trabajan con narrativas que mezclan lo testimonial con lo iccional, a menudo
cargadas de humor para obtener la complicidad de su público. De allí que
estos performances no son tanto un “arte del yo” como un arte del nosotros. El
testimonio de estos artistas opera como un enunciado performativo que dice
“estoy aquí, existo, aunque te incomode”. Airman y celebran su diferencia
frente al imaginario dominante, a la vez que retan a los espectadores a exa-
minar sus propios prejuicios, especialmente cuando se trata de artistas como
Marga Gómez y Luis Alfaro, que abordan sus identidades simultáneamente
queer (lésbico-gay) y latinas, es decir, doblemente estigmatizadas.
122
Fue la activista Carol Hanish quien en 1969 propuso la frase “lo personal es político”. Ha-
nish “sostenía que incluso las situaciones más personales (…) demuestran cómo la sociedad está
organizada de maneras que le roban el poder a las mujeres” (Schechner, Performance Studies 158).
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•Memorias inquietas: testimonio y confesión en el teatro performativo
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•Antonio Prieto Stambaugh
alguien actúa y narra frente a alguien que mira y calladamente escucha. ¿De
qué maneras se puede subvertir esta economía espectatorial? A continuación
abordo ejemplos de teatro performativo y arte acción que esceniican la vio-
lencia de género mediante obras que procuran espacios de tensión entre quien
dice y quien escucha el testimonio.
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•Memorias inquietas: testimonio y confesión en el teatro performativo
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•Antonio Prieto Stambaugh
chos teníamos los ojos llorosos, algo que nunca había visto en el marco de
estos Encuentros. Tocar así afectivamente a los espectadores fue posible no
mediante la manipulación melodramática, sino gracias a una estética de la
crueldad en la que el cuerpo errado del protagonista se movía entre el desafío y
la vulnerabilidad, inalmente vencido por la homofobia. Baskerville nos hizo
ver que el error no estaba en ese cuerpo, sino en la violencia que lo rodeaba,
misma que le robó el derecho de vivir con dignidad.
Más recientemente, asistí en Brasil a la presentación de un joven
colectivo de mujeres que también abordan la violencia de género mediante
narrativas testimoniales, en el marco de una obra que facilitó un amplio es-
pectro de lecturas. Integrado por mujeres universitarias formadas en danza,
teatro e investigación, el colectivo Mapas e Hipertextos presentó en septiem-
bre de 2015 la obra Sem Cabimento (que se traduce como “sin cupo, sin sen-
tido”) durante la Semana Performática de la Universidad del Estado de Santa
Catarina (Florianópolis, Brasil).125 Podría decirse que se trata de una obra de
danza-teatro performativa que se mueve entre los lenguajes de la danza con-
temporánea, el teatro y el arte acción. En algunos momentos, las performers
se representaban a sí mismas, y en otros realizaban coreografías abstractas. El
manejo gestual, coreográico y el agudo sentido del humor irónico que atra-
vesó gran parte de la pieza, me hizo recordar al Tanztheater de Pina Bausch,
o al trabajo de la performer española Cuqui Jerez (ver imágenes 1 y 2 al inal
de este texto).
Justo antes de iniciar la función, mientras esperábamos ingresar al
pequeño foro del centro cultural SESC, cuatro de las performers preguntaron
de forma individual a los espectadores que esperábamos afuera acerca de las
maneras como experimentamos físicamente el sentimiento de indignación.126
Entre las respuestas obtenidas iguraban hormigueo en la piel, respiración ace-
lerada, sudor, ganas de gritar en pugna con la represión del grito; manifestacio-
nes somáticas todas ellas que algunas de las acciones usaron como material. En
entrevista, Cecilia Lauritzen y Paloma Bianchi me explicaron que el colectivo
lleva un par de años trabajando el tema de la indignación, sentimiento que a lo
largo de su trabajo descubrieron que todas comparten de una manera u otra,
desde la que sienten por el acoso sexual hasta la que produce el estado de la
política nacional. A ellas les interesó entonces explorar situaciones personales y
corporizar la indignación de los espectadores y la de ellas mismas (2015).
125
Mapas e Hipertextos se fundó en 2012 en la ciudad de Florianópolis, Brasil, y está integra-
do por Michele Louise Schiocchet, Milene Duenha, Paloma Bianchi, Raquel Purper, Cecília
Lauritzen, Diana Gilardenghi, Diana Piazza, Jussara Belchior y Mayana Marengo. En la obra
analizada participaron siete de ellas.
126
El público, de unas 50 personas, se componía principalmente de estudiantes, jóvenes crea-
dores y profesores, además de un par de reporteros de medios culturales. El foro era una “caja
negra” con capacidad para aproximadamente 80 espectadores, con dos secciones paralelas de
asientos bordeando el piso de duela, sobre el cual se realizó la obra.
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•Memorias inquietas: testimonio y confesión en el teatro performativo
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•Antonio Prieto Stambaugh
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•Memorias inquietas: testimonio y confesión en el teatro performativo
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•Antonio Prieto Stambaugh
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•Memorias inquietas: testimonio y confesión en el teatro performativo
tanto si lo que se esceniica es ‘verdad’ o no, sino, más bien, cómo el crea-
dor planteaba su memoria personal como una construcción colectiva.
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•Antonio Prieto Stambaugh
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•Memorias inquietas: testimonio y confesión en el teatro performativo
Nosotros trabajamos con tres ejes: la memoria personal, la Historia con ma-
yúscula (la compartida), y la icción. Esos tres ejes articulan todo lo que ha-
cemos y en el único lugar donde cobran sentido es en el teatro, en la medida
en que el teatro es un ediicio cargado de una historia. Esa es la negociación
que nos interesa establecer en un espacio tradicionalmente consagrado a la
icción (2015).
131
Gabino Rodríguez ha actuado en películas mexicanas como La niña de piedra (2006), Per-
petuum mobile (2009) y Asalto al cine (2011). Por esta última película ganó el premio al mejor
actor en el Festival de Cartagena.
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•Antonio Prieto Stambaugh
Montserrat para nosotros era, más allá de la historia personal, una tentativa
de darle la vuelta en términos estructurales al marco documental. Queríamos
trasladar a la historia una estructura de novela de aventura del siglo XIX como
Los tres mosqueteros (risas). Para nosotros siempre ha sido muy importante la
enunciación del yo, como el que dice, como sujeto responsable de lo que está
diciendo, pero queríamos jugar con ese discurso de otra manera (2015).
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•Antonio Prieto Stambaugh
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•Memorias inquietas: testimonio y confesión en el teatro performativo
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•Antonio Prieto Stambaugh
Conclusión
Los últimos años han visto un boom de teatro documental y testimonial que,
como se vio al inicio del presente trabajo, tiene antecedentes en las primeras
décadas del siglo pasado. En una época en la que se desconfía de lo real por-
que toda imagen puede ser alterada por Photoshop, y los simulacros ––tanto
políticos como empresariales— rigen la existencia de las personas, el público
se acerca a obras escénicas que prometen mayor ‘verdad’ que la expuesta en
los medios masivos de comunicación. Este interés lo comparten también los
creadores, lo que condujo en las últimas cuatro décadas a un replanteamiento
de la estética teatral, de tal forma que la cuarta pared y la creación de una
ilusión realista se consideran rebasadas (aunque el realismo se mantiene fuerte
en el cine y la televisión). Cada vez hay menos interés por ver espectáculos
con actores técnicamente virtuosos, de allí la proliferación de la actuación
“no matrizada”, así como la creciente participación de personas sin formación
teatral en los montajes o, como en las obras del catalán Roger Bernat, la trans-
formación de los espectadores en únicos actores de la pieza.
Este deseo por lo real es problemático, como bien señaló desde el psi-
coanálisis Jacques Lacan, ya que la realidad siempre será mediada por el orden
de lo simbólico, es decir, del lenguaje, las leyes, la ideología, la sociedad (ver
Evans 162-164). El teatro desde sus inicios ha sido escenario del oxímoron de
una icción verdadera (ver Adame), de cuerpos materiales que representan na-
rrativas imaginadas. En ese sentido el teatro es un arte que nos invita a recono-
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•Memorias inquietas: testimonio y confesión en el teatro performativo
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•Antonio Prieto Stambaugh
Fuentes consultadas
Adame, Domingo. Elogio del oxímoron. Introducción a las teorías de la
teatralidad. Xalapa: Universidad Veracruzana, 2005. Impreso.
Alcázar, Joseina. Performance. Un arte del yo. México: Siglo XXI, 2014.
Impreso.
Araujo Madera, Raquel. “Del teatro y sus rendijas. 20 años de Teatro de la
Rendija, génesis y contaminación”. AV Investigación. Revista del
CINAV-ESAY. 1 (2012): 27-40. Impreso.
Bianchi, Paloma. “A violência contra a mulher nas ações do coletivo Mapas
e Hipertextos”. Texto inédito redactado para el curso “Teorías y
prácticas del performance en México”. Universidad del Estado de
Santa Catarina, Florianópolis, 2015. Impreso.
Brownell, Pamela. “Proyecto Archivos: El teatro documental según Vivi Tellas”.
E-misférica. 9.1. En línea: http://hemisphericinstitute.org/hemi/
es/e-misferica-91/brownell, 2012. Digital.
De Marinis, Marco. En busca del actor y del espectador. Buenos Aires: Galerna,
2005. Impreso.
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Consultado marzo de 2015. Digital.
Diéguez Caballero, Ileana. Escenarios Liminales. Teatralidad, Performances y
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Durozoi, Gérard, André Roussel. Dicionário de ilosoia. San Paulo, Brasil:
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Evans, Dylan. An Introductory Dictionary of Lacanian Psychoanalysis. Londres
y Nueva York: Routledge, 1996. Impreso.
Fala Cultura, “Documentário-cênico ‘Luis Antônio – Gabriela’ traz história
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antonio-gabriela/. Digital.
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usp.br/salapreta/article/view/57370. Impreso y digital.
Fernández Morales, Martha. “Voces contra la desigualdad. El teatro
testimonial de Emily Mann e Eve Ensler”. Asparkía. 23 (2012):
145-166. Impreso.
Fischer-Lichte, Erika. Estética de lo performativo. Madrid: Abada Editores.
2011. Impreso.
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•Antonio Prieto Stambaugh
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•Memorias inquietas: testimonio y confesión en el teatro performativo
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•Antonio Prieto Stambaugh
• Imagen 3, Gabino Rodríguez en Montserrat, colectivo Lagartijas Tiradas al Sol (2014). Foto
de Nacho Ponce.
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