Patología cardiaca

en el medio laboral
Patología laboral
CONTENIDO
1. Introducción

2. Objetivos

3. Definición

4. Clasificación

5. Factores de riesgo cardiovascular

Factores somáticos
Factores del estilo de vida
Factores psicosociales y estrés
6. Factores ocupacionales que afectan al
sistema cardiovascular
Factores físicos
Factores químicos
Factores biológicos
7. Programas de prevención y promoción en
el lugar de trabajo

8. Bibliografía

Introducción
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son unas de
las causas más frecuentes de morbilidad y mortalidad
en la población económicamente activa, sobre todo,
de los países industrializados, aunque en los países
en desarrollo también está aumentando su frecuencia.
Entre los 45 y 64 años de edad ocurre más de la tercera
parte de las muertes de los varones y, más de la cuarta
parte, de las muertes de las mujeres están causadas
por ECV. A causa de su compleja etiología, solo una
proporción muy pequeña de los casos de ECV se
reconocen como enfermedad ocupacional; sin embargo,
existen publicaciones que consideran la exposición
laboral como una actividad muy relacionada con el
desarrollo de ciertas ECV e inclusive han postulado
definirlas como enfermedades cardiovasculares
relacionadas con el trabajo.
Las condiciones de trabajo y las exigencias en el
puesto de trabajo desempeñan un rol importante en
el proceso multifactorial que origina las mencionadas
enfermedades, pero diferenciar y establecer el papel
específico que constituye cada componente causal
individual es muy difícil. Dichos factores patológicos
asociados interactúan relacionándose entre sí de
forma estrecha y cambiante y la enfermedad suele
desencadenarse por una combinación o acumulación
de diferentes aspectos etiológicos incluidos los
relacionados con el puesto de trabajo.
Objetivos
• Conocer y analizar las principales enfermedades
cardiovasculares relacionadas con el medio
laboral.
• Definir las características de los principales
factores de riesgo cardiovascular y los factores
ocupacionales relacionados.
• Evaluar las características de los programas de
prevención y promoción en el lugar de trabajo.
Definición
El término enfermedades cardiovasculares (ECV) se
refiere a los trastornos orgánicos y funcionales del
sistema cardíaco y circulatorio. Es decir, incluye tanto
enfermedades del corazón, por ejemplo, enfermedad
isquémica cardiaca, como del sistema circulatorio, tal
como las enfermedades cerebrovasculares o ictus.
En conjunto pueden producir algo más del 60 % de la
mortalidad cardiovascular en España.
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Clasificación
Las ECV relacionadas con el medio laboral se pueden
clasificar en:
• Coronariopatías o enfermedades de los vasos
sanguíneos que irrigan el músculo cardíaco
(miocardio) y que pueden provocar isquemia.
Probablemente son las ECV más significativas de
la población económicamente activa, sobre todo,
en los países industrializados. Este trastorno se
produce por una constricción del sistema vascular
que suministra la sangre al miocardio, un problema
causado sobre todo por la arteriosclerosis.
• Enfermedades inflamatorias son aquellas que pueden
afectar a las válvulas cardíacas o al propio corazón. Son
menos comunes en los países industrializados, aunque
se observan con más frecuencia en los países en
desarrollo, lo que quizás refleja la mayor prevalencia de
trastornos nutricionales y de enfermedades infecciosas
como ocurre por ejemplo con la fiebre reumática
causada por bacterias estreptocócicas.
• Trastornos del ritmo cardíaco. Aunque son
relativamente raros se ha prestado una gran
atención a casos de incapacidad y muerte súbita
en atletas profesionales. Pueden tener un impacto
significativo sobre la capacidad de trabajo, pero
con frecuencia son asintomáticos y transitorios.
• Las miocardiopatías o trastornos en los que se produce
un engrosamiento del miocardio al estrecharse los
vasos sanguíneos y debilitar el corazón son un grupo
importante de ECV relacionadas con el medio laboral.
Gracias a los avances tecnológicos en los métodos
diagnósticos actualmente se detectan con mayor
frecuencia, aunque su patogenia en numerosos casos
no está clara. Se ha atribuido su origen a infecciones,
enfermedades metabólicas y a la exposición a
sustancias tóxicas en el lugar de trabajo.
Pueden dividirse en tres tipos tal como se muestra en
la Tabla 1:
• Enfermedad arterial periférica o afectación de los
vasos sanguíneos que irrigan los brazos y las piernas.
En ella se incluyen los trastornos circulatorios
funcionales de las extremidades superiores como la
enfermedad de Raynaud o la palidez pasajera de los
dedos de la mano. Estos trastornos relativamente
raros pueden ser provocados por algunas condiciones
ocupacionales como la exposición a frío intenso,
la exposición prolongada a cloruro de vinilo y la
exposición de las manos a las vibraciones. Por
otro lado, la alteración venosa de las extremidades
inferiores o varicosidades que, suelen considerarse
inadecuadamente solo como un problema estético,
pueden producirse en relación a condiciones como
permanecer de pie sin moverse durante períodos
prolongados (en los que aumenta la presión estática
en las venas). Con frecuencia esta alteración requiere
el cambio de puesto de trabajo o la modificación del
tipo de trabajo ya que produce molestias intensas y
edematización de las piernas.
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Clasificación de las miocardiopatías

Miocardiopatía dilatada La forma más frecuente se asocia al debilitamiento funcional del corazón

Miocardiopatía
Provoca insuficiencia relativa de las arterias coronarias
hipertrófica

Miocardiopatía
La forma más rara está limitada a las contracciones miocárdicas
restrictiva

Tabla 1. Clasificación de las miocardiopatías. Fuente: elaboración propia.

• Alteraciones ateroscleróticas en los vasos

sanguíneos que causan enfermedad de los órganos
a los que aportan el suministro sanguíneo. La
principal de ellas es la enfermedad cerebrovascular,
que puede provocar ictus por infarto y/o hemorragia.
Es importante considerar estas alteraciones en el
lugar de trabajo porque una proporción muy elevada
de los trabajadores puede padecer aterosclerosis
asintomática y las exigencias laborales pueden
precipitar acontecimientos sintomáticos agudos.
• La hipertensión o aumento de la tensión arterial
sistólica y/o diastólica es considerada la enfermedad
circulatoria más frecuente ya que puede afectar entre
al 8 y 12 % de la población económicamente activa
en los países industrializados.
Factores de riesgo
cardiovascular
Se denominan factores de riesgo a aquellas características
genéticas, fisiológicas, del comportamiento y/o
socioeconómicas de ciertos individuos que les sitúan en un
grupo poblacional en el que es más probable el desarrollo de
una enfermedad concreta. Este concepto suele aplicarse para
enfermedades multifactoriales en las que no se conoce una
causa única precisa. Debe señalarse que presentar uno o más
factores de riesgo de una enfermedad concreta no significa
necesariamente que un individuo vaya a desarrollar esa
enfermedad ni que un individuo, sin ningún factor de riesgo,
nunca la vaya a padecer.
Los factores de riesgo cardiovascular
clasificarse en las siguientes categorías:
• Factores somáticos: hipertensión arterial,
trastornos del metabolismo lipídico y sobrepeso.
• Factores del estilo de vida: tabaquismo, nutrición
desequilibrada, inactividad física y consumo
excesivo de alcohol.
• Factores de tensión en los campos laboral o social.
Figura 1. Factores de riesgo cardiovascular por sexo. Instituto Nacional
de Seguridad e Higiene en el Trabajo, España (2015).
Es importante mencionar que, a causa de algunos
factores de riesgo, el individuo puede sufrir más de
una enfermedad, por ejemplo, el consumo de tabaco
puede asociarse a coronariopatías, a ictus o a cáncer
de pulmón. En España, al analizar los factores de riesgo
cardiovascular según el sexo en el ámbito laboral, se ha
observado que los hombres tienen un mayor prevalencia
en la mayoría de ellos, a excepción de la inactividad física
y del estrés laboral tal como se muestra en la figura 1.
Factores somáticos
Los factores somáticos más comunes son:
• Hipertensión: definida por el aumento de la tensión
arterial constituye una enfermedad propia y a la vez
un factor de riesgo de otras ECV. Se ha establecido
pueden que determinados puestos de trabajo junto con el
estrés laboral pueden influir en el desarrollo de la
hipertensión.
• Hiperlipidemia: se ha demostrado una relación
entre las anormalidades del metabolismo de
los lípidos y el aumento del riesgo de ECV. Es
predominante si se registra elevación de los
niveles de colesterol total y LDL (lipoproteínas de
baja densidad) y/o reducción de los niveles de HDL
(lipoproteínas de alta densidad).

• Sobrepeso: el exceso de grasa u obesidad, más que el
aumento de la masa muscular, es un factor de riesgo
somático. Se sabe que el patrón de distribución del
exceso de grasa en el varón (abdominal) se asocia a
un riesgo mayor de ECV que el patrón de distribución
de la grasa en la mujer (pélvico). El índice de masa
corporal (IMC) es el indicador más utilizado tanto
en hombres como en mujeres para valorar el exceso
de grasa corporal. Se calcula a partir de la fórmula:
peso(kg)/talla2(m). Se utiliza este criterio para
identificar a los sujetos con sobrepeso (IMC entre 25,0
y 29,9) y aquellos con obesidad (IMC superior a 30)5.
Factores del estilo de vida
Los factores de estilo de vida más comunes son:
• Consumo de tabaco: el tabaquismo es uno de los
factores de riesgo más importantes de ECV. El riesgo
se relaciona de forma directa con el número de
cigarrillos que se fuman, el período de tiempo que se
ha fumado y la edad a la que se comenzó a fumar.
El riesgo relativo del consumo de tabaco disminuye
después de abandonar el hábito, pero de manera
progresiva. En España, al analizar el consumo de
tabaco por sexo se reportaron porcentajes relevantes
tal como se muestra en la figura 2.
• Nutrición desequilibrada y excesivo consumo de
sal: una nutrición saludable (consumo de frutas,
verduras y/o hortalizas, reducir el consumo de
grasas a menos del 30% de la ingesta calórica diaria,
hidratarse adecuadamente y moderar el consumo de
sal) reduce el riesgo de aterosclerosis u obesidad. Se
ha demostrado que el consumo excesivo de grasas
saturadas, azúcares libres y de sal contribuyen de
manera importante al desarrollo de ECV.
• Inactividad física: se ha definido a la actividad física
como cualquier movimiento corporal producido por los
músculos esqueléticos con el consiguiente consumo
de energía. El término «ejercicio físico» es el tipo de
actividad física que se planea, está estructurada, es
repetitiva y tiene como objetivo mejorar o mantener el
estado físico. La falta de actividad física o de ejercicio,
ya sea en el trabajo y/o en el tiempo libre, también
conocido como sedentarismo conlleva a la inactividad
física que es un factor de riesgo significativo de ECV.
Figura 2. Consumo de tabaco por sexo. Instituto Nacional de Seguridad
e Higiene en el Trabajo, España (2015).
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• Alcohol: un consumo excesivo de alcohol, sobre todo de
bebidas de alta graduación, se ha asociado a un riesgo
elevado de ECV. En España, al analizar el consumo de
alcohol por sexo se reportaron porcentajes relevantes
tal como se muestra en la figura 3.
Factores psicosociales y estrés
Estos factores abarcan el efecto combinado del medio
ambiente laboral, el objeto del trabajo, las exigencias del
mismo, las condiciones organizativas y también factores
personales como capacidad y sensibilidad psicológica.
El efecto del estrés agudo sobre las personas que ya
sufren ECV es irrefutable. El estrés se entiende en
general como estrés físico agudo, sin embargo, cada
vez hay más datos a favor de que el estrés psicosocial
agudo puede tener también efectos deletéreos. El papel
de los factores de estrés laboral está asociado con un
riesgo moderadamente elevado de ECV.
En un colectivo profesional como el personal sanitario,
por ejemplo, los factores psicosociales por la naturaleza
del trabajo, la característica de un desempeño laboral por
turnos, con horarios laborales prolongados, así como el
denominado «desgaste mental», estrés físico y psicológico
que conlleva la atención a pacientes y las crecientes
demandas de las personas que no quedan satisfechas
con los servicios recibidos están provocando efectos
nocivos que pueden manifestarse en un nivel de estrés
que conllevaría al desempeño profesional inadecuado y al
deterioro de la relación con las personas que reciben su
atención, todo ello incrementa el riesgo de aparición de
enfermedades cardiovasculares.
En este contexto existen publicaciones que se ocupan de
los riesgos para la salud que suponen el trabajo nocturno y
por turnos. Se suele admitir que el trabajo por turnos es un
factor de riesgo que, junto con otras exigencias relevantes
relacionadas con el trabajo y asimismo con las expectativas
profesionales, provoca efectos negativos entre ellos la
modificación de aquellas oscilaciones regulares de las
variables biológicas conocido como «ritmo circadiano». En
la última década, la investigación sobre el trabajo nocturno
y por turnos se ha centrado sobre todo en los efectos a largo
plazo y en su relación con ECV. En resumen, los factores de
riesgo constituyen una amplia variedad de características
psicosociales, de comportamiento y fisiológicas que reflejan
la probabilidad de un trabajador para desarrollar ECV.
Figura 3. Consumo de alcohol por sexo. Instituto Nacional de Seguridad
e Higiene en el Trabajo, España (2015).

Factores ocupacionales
que afectan al sistema
cardiovascular
El sistema cardiovascular intacto es notablemente
resistente a los efectos nocivos de los riesgos físicos,
químicos y biológicos que puedan encontrarse en el
puesto o lugar de trabajo. Salvo escasas excepciones,
estos riesgos rara vez causan de forma directa ECV.
Por otro lado, una vez que la integridad del sistema
cardiovascular está comprometida y, esto puede suceder
de forma totalmente silente y pasar desapercibido,
la exposición a dichos riesgos puede contribuir al
desarrollo de una patología. Este hecho obliga a
identificar de forma precoz a los trabajadores con ECV
incipientes y a modificar sus tareas en el trabajo o su
ambiente laboral para reducir el riesgo de sufrir efectos
perjudiciales. A continuación se detallan brevemente
algunos factores ocupacionales relevantes:
Factores físicos
La presencia de ciertos factores ocupacionales que
desde el punto de vista físico, se han relacionado con
ECV son los siguientes:
• Ruido: la pérdida de audición debido al ruido en
el lugar de trabajo se reconoce como enfermedad
profesional desde hace muchos años. Las
ECV se han estudiado también como posibles
efectos crónicos extrauditivos del ruido. Así, lo
mayormente establecido es la relación entre la
exposición al ruido y la hipertensión, sin embargo,
es necesario afirmar que el factor de riesgo del
ruido para las ECV es menos significativo cuando
se compara con los factores del estilo de vida
(tabaco, malnutrición o inactividad física). El
conocimiento experimental del estrés y los cambios
en la vasoconstricción periférica, por un lado, y la
observación realizada que, por otro lado, incluyan
un nivel alto de ruido en el lugar de trabajo (>85
decibelios A) induce el desarrollo de hipertensión y
permite incluir al ruido como un estímulo de estrés
inespecífico en el riesgo multifactorial de ECV.
Vibraciones: se ha establecido que las vibraciones
transmitidas a la mano por determinadas
herramientas pueden causar trastornos vasculares
periféricos además de lesiones del sistema
musculoesquelético y trastornos de la función
nerviosa periférica en la zona de la mano y el brazo.
• Calor o frío: se estima que la exposición al calor
o al frío extremos influye sobre la morbilidad
cardiovascular. Los efectos agudos de las
temperaturas extremas (ya sean muy elevadas
o frías) sobre el sistema circulatorio están bien
documentados. Se ha observado un aumento de la
mortalidad por ECV con las temperaturas invernales
bajas (inferiores a 10°C) en países septentrionales
y también con temperaturas superiores a 32°C1.
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• Trabajo físico intenso: clásicamente se han
descrito los efectos de la «falta de movimiento»,
como factor de riesgo de ECV y de la actividad
física en la mejora de la salud. Así, se han señalado
los efectos positivos de la actividad física ya que
reduce la incidencia de ECV, sin embargo, se ha
encontrado también una prevalencia e incidencia
más elevada de factores de riesgo cardiovascular
en las personas que realizan trabajos físicos de
muy elevada intensidad. La actividad física en el
lugar de trabajo moderno a menudo se reduce al
levantamiento o transporte de cargas pesadas
y una gran parte del trabajo se realiza mediante
actividad muscular estática. Por esto, no sorprende
que la actividad física en profesiones de este tipo
no tenga un efecto protector frente a ECV. Desde
el punto de vista de la Medicina del Trabajo, cabe
concluir que la actividad física estática sobre
el sistema musculoesquelético sin movimiento
aeróbico supone un riesgo para la salud muy
superior al que se le atribuía previamente.
Factores químicos
El papel etiológico de los materiales químicos en las
ECV de perfil ocupacional está poco claro. En general
se reconoce el efecto sobre el sistema cardiovascular
de algunas sustancias como el disulfuro de carbono
y los compuestos orgánicos nitrogenados, pero no se
ha demostrado fehacientemente con otros agentes
químicos. En la literatura se ha relacionado con
monóxido de carbono, cloruro de metileno, nitratos,
disolventes, pesticidas, hidrocarburos entre otros.
Factores biológicos
Bacterias, virus, hongos y protozoos se encuentran
entre los agentes biológicos que pueden afectar al
sistema cardiovascular ya sea mediante un contacto
intencional (introducción de agentes biológicos asociada a
procedimientos técnicos) o no intencional (contaminación
de materiales de trabajo no relacionada con procedimientos
técnicos). Además del tipo y virulencia del patógeno, la
eficiencia del sistema inmunitario desempeña un papel en
la forma en que reacciona el corazón frente a una infección.
A partir de heridas infectadas por microorganismos como
estafilococos o estreptococos puede producirse un proceso
infeccioso cardíaco, lo que podría ocurrir en cualquier grupo
ocupacional tras un accidente en el lugar de trabajo.

Programas de prevención
y promoción en el lugar
de trabajo
La prevención de las enfermedades ocupacionales
es uno de los objetivos principales de los programas
de prevención y promoción de la salud en el lugar de
trabajo. Este tipo de programas prestan especial
atención al comportamiento en relación con la salud y
se centran en el estilo de vida, los factores de riesgo
asociados y la eliminación o superación del estrés. Todo
ello tiene gran valor, sobre todo, en la prevención de ECV
ya que las medidas preventivas consisten en gran parte
en actividades de educación sanitaria centradas en
dietas para reducir el colesterol, abandono del tabaco,
control del peso corporal, aumento de la actividad física
y control de la hipertensión lo que contribuye de forma
significativa a reducir la morbimortalidad cardiovascular.
Resumen
• Las enfermedades cardiovasculares son
aquellas referidas a los trastornos orgánicos y
funcionales del sistema cardíaco y/o circulatorio
e incluyen las coronariopatías o enfermedades
de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón,
las enfermedades inflamatorias de las válvulas
cardíacas o el propio corazón, los trastornos
del ritmo cardíaco, las alteraciones del musculo
cardíaco, de los vasos sanguíneos periféricos y la
arteriosclerosis e hipertensión arterial.
• Para que se produzca una enfermedad cardiovascular
influyen una serie de factores de riesgo que pueden
clasificarse en somáticos (hipertensión arterial,
trastornos del metabolismo lipídico, sobrepeso), del
estilo de vida (consumo excesivo de tabaco y alcohol,
nutrición desequilibrada, inactividad física) y de tensión
en los campos laboral o social (psicosociales y estrés).
• En el caso de la hipertensión se ha establecido
que determinados puestos de trabajo junto con el
estrés laboral pueden influir en su desarrollo y, ello
asociado a los otros factores de riesgo mencionados,
contribuyen a incrementar la morbimortalidad. Los
factores organizativos estresantes en el trabajo
y dentro de ellos el trabajo nocturno y por turnos
pueden incrementar el riesgo.
• En el ámbito laboral se han descrito ciertos
factores relacionados con las enfermedades
cardiovasculares que se dividen en físicos
(exposición a ruido, a temperaturas extremas, a
vibraciones o el trabajo físico intenso), químicos
(sustancias como el disulfuro de carbono y los
compuestos orgánicos nitrogenados) y biológicos
(bacterias, virus, hongos y protozoos).
• Finalmente, es importante destacar los programas
de prevención y promoción de la salud en el lugar
de trabajo para minimizar los factores de riesgo y
reducir la morbimortalidad cardiovascular.
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