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Lo primero que debemos hacer es una buena definició n de que son los há bitos, las
actitudes y los comportamientos, para así mismo saber como intervenirlos y como lograr en
forma adecuada implementar estrategias para cambiarlos o modificarlos .
Un há bito es hacer una misma cosa todo el tiempo sin esfuerzo alguno; es un acto repetitivo, es
decir, para que algo sea considerado como un há bito debe haberse dado varias veces, es una
acció n automá tica. Los há bitos no son malos ni buenos por que está n basados en el acuerdo que
tenemos con nuestra propia realidad.
De acuerdo a lo anterior, podemos decir que un há bito es un acto que se lleva a cabo en forma
repetida y se realiza en forma automá tica.
Como se generan nuestros há bitos?
Son el producto de aquello que hemos visto, escuchado pero sobre todo el producto de todo
aquello que hemos vivido en forma cotidiana a lo largo de nuestros días.
Estos nacen a partir de conductas o pensamientos que creemos inofensivos o intrascendentes y
que por medio de la repetició n se instauran como tales.
Existen dos tipos de há bitos: Há bitos de conducta y há bitos de pensamiento. De todos nuestros
há bitos, algunos nos ayudan a obtener resultados positivos otros nos generan resultados
negativos.
El nú mero de repeticiones, dado que cada repetició n fortalece la disposició n producida por el
ejercicio anterior.
Su frecuencia: un intervalo muy prolongado de tiempo hace que la disposició n se debilite
mientras que uno muy corto no ayuda a que haya suficiente reposo, lo cual produce fatiga
orgá nica y mental.
Su uniformidad: el cambio debe ser lento y gradual y los elementos nuevos deben añ adirse
poco a poco.
No obstante, no se puede dar regla general alguna para distinguir estrictamente tales factores.
Por ejemplo, la determinació n de la frecuencia con la que las acciones deben ser repetidas, o
de la velocidad con la que se deba incrementar la complejidad de las mismas, dependerá no
só lo de los factores psicoló gicos comprobables de interés, atenció n y aplicació n, sino de la
naturaleza de las acciones que han de realizarse y de las tendencias y aptitudes naturales. Los
há bitos decrementan o desaparecen negativamente a causa de la falta de ejercicio, y
positivamente a base de actuar en la direcció n contraria, antagó nica a los há bitos que ya
existen.
Ahora bien, en la actitud ( preá mbulo para ejercer una conducta ), podemos encontrar varios
elementos, entre los cuales se encuentran los pensamientos y las emociones. Por ejemplo, en
el estudio de una carrera, si la actitud es favorable, encontraremos pensamientos positivos
referentes a ella; así como emociones de simpatía y agrado por los estudios. Las emociones
son así ingredientes normales de las actitudes.
Todos tenemos determinadas “ actitudes” ante los objetos que conocemos y formamos
actitudes nuevas ante los objetos que para nosotros son también nuevos. Podemos
experimentar sentimientos positivos o negativos hacia los alimentos congelados, etc.
Una vez formada, es muy difícil que se modifique una actitud, ello depende en gran medida del
hecho de que muchas creencias, convicciones y juicios se remiten a la familia de origen. En
efecto, las actitudes pueden haberse formado desde los primeros añ os de vida y haberse
reforzado después. Otras actitudes se aprenden de la sociedad, como lo es la actitud negativa
ante el robo y el homicidio; por ú ltimo otros dependen directamente del individuo.
Pese a todo hay veces que las actitudes pueden modificarse, lo cual obedece a diversos
motivos. Por ejemplo, una persona puede cambiar de grupo social y asimilar actitudes de éste.
Lo que en mayor grado puede cambiar una actitud es la informació n que se tiene acerca del
objeto.
ACTITUD EMOTIVA
Cuando dos personas se tratan con afecto, se toca el estrato emocional de ambas. Esta se basa
en el conocimiento interno de la otra persona.
El cariñ o, el enamoramiento y el amor son emociones de mayor intimidad, que van unidas a
una actitud de benevolencia .
ACTITUD DESINTERESADA
Esta no se preocupa, ni exclusiva ni primordialmente, por el propio beneficio, sino que tiene
su centro de enfoque en la otra persona y que no la considera como un medio o un
instrumento, sino como un fin.
ACTITUD MANIPULADORA
Solo ve al otro como un medio, de manera que la atenció n se le otorga tiene como meta la
bú squeda de un beneficio propio
ACTITUD INTERESADA.
Puede considerarse como la consecuencia natural de una situació n de indigencia del sujeto:
cuando una persona experimenta necesidades ineludibles, busca todos los medios para
satisfacerlas; por ello ve también en las demá s personas un recurso para lograrlo.
ACTITUD INTEGRADORA
TEORIAS DE LA CTITUD
Segú n esta teoría, aprendemos actitudes del mismo modo en que aprendemos todo lo demá s.
Al aprender la informació n nueva, aprendemos los sentimientos, los pensamientos y las
acciones que está n en relació n con ella. En la manera en que seamos recompensados
(reforzados) por ellas, el aprendizaje perdurará .
Estas teorías del aprendizaje conciben a las personas como seres primariamente pasivos,
cuyo aprendizaje depende del nú mero y de la fuerza de los elementos positivos y negativos
previamente aprendidos.
TEORIAS DE LA CONSISTENCIA COGNITIVA :
Segú n las teorías de la consistencia cognitiva, la incoherencia entre dos estados de conciencia
hacen que las personas se sientan incomodas. En consecuencia cambian o bien sus
pensamientos o bien sus acciones con tal de ser coherentes.
Festinger sostiene que siempre que tenemos dos ideas, actitudes u opiniones que se
contradicen, estamos en un estado de disonancia cognitiva o desacuerdo. Esto hace que nos
sintamos incó modos psicoló gicamente y por eso hemos de hacer algo para disminuir esta
disonancia.
Otras situaciones que pueden producir disonancia cognitiva son aquellas en las que hacemos
algo contrario a nuestras creencias má s firmes sobre lo que es correcto y apropiado, cuando
sostenemos una opinió n que parece desafiar las reglas de la ló gica, cuando ocurre algo que
contradice nuestra experiencia pasada o cuando hacemos algo que no va con nuestra idea
sobre quiénes somos y para qué estamos.
De acuerdo con el aná lisis atributivo de la formació n y cambio de actitudes. Las personas
contemplan sus comportamientos y atribuyen lo que sientes a lo que hacen.
Comportamiento en psicología
Aspectos psico-sociales
Debemos tomar que en cuenta que el término de satisfacció n en el trabajo siempre será un
punto clave que debamos de tratar ya que de ello depende que el empleado se sienta
conforme y demuestre que tan productivo es. Sin embargo, los valores son formas bá sicas de
modos de conducta que afectan el comportamiento del empleado y también los debemos
tomar en cuenta.
Todas las personas poseemos un sistema de valores con base a la jerarquía de importancia
relativa que nosotros le damos.
Los valores son objeto de estudio pues son la base para entender las actitudes y las
motivaciones y porque influyen en nuestra percepció n., todos los valores de cada persona
tienen una fuente de donde provienen que son la familia, los amigos, la escuela con los
maestros, la cultura del país donde se viva; pero los valores que regularmente mostramos son
los que adquirimos en los primeros añ os de nuestra vida. Es así que los valores pueden
clasificarse y así poder determinar de una forma ló gica que tipo de comportamiento tendrá el
empleado a partir de esta tipolología. No se puede dejar de lado que los valores forman parte
de la personalidad lo que representa que este tipo de convicciones estará n presentes durante
toda la vida del individuo y que estas manifiestan una visió n de lo correcto e incorrecto desde
el punto subjetivo de la persona. Reflejado en saber si es o no buena la pena capital, si es o no
bueno tener poder y dinero, etc.
Las actitudes de las personas son sumamente cambiantes situació n que los gerentes han
observado y que buscan encontrar solució n, se hace referencia a que las situaciones que el
empleado anteriormente asumía son posibles limitantes para un desarrollo de la persona en
el presente y en el futuro.
Por lo que las empresas invierten en entrenamientos que permitan moldear nuevamente las
actitudes de los empleados.
El trabajo no solo es realizar tus tareas especificas, ademá s existe el roce con otro personal,
normas y procedimientos establecidos, es decir, que la satisfacció n en el trabajo tiene como
base la suma de todas estas actividades.
Escala global ú nica.- Preguntar a los empleados "considerando todo, ¿Cuá n satisfecho estas
con tu trabajo? Las respuestas se adoptan en una escala del 1-5 la cual establece dos extremos
como respuesta "altamente satisfecho" y "altamente insatisfecho".
Calificació n de la suma.- este identifica puntos clave del trabajo de las personas y pregunta
acerca de ellos, sumando los resultados a través de una escala.
La satisfacció n en el trabajo puede ser determinada por el tipo de actividades que se realizan
(es decir, que el trabajo tenga la oportunidad de mostrar tus habilidades y que ofrezcan un
cierto grado de desafío para que exista el interés). Que los empleados sean bien
recompensados a través de sus salarios y sueldos acorde obviamente a las expectativas de
cada uno. Que las condiciones del trabajo sean adecuadas, no peligrosas o incomodas lo cual
hace mejor su desempeñ o. Ademá s los empleados buscan dentro del trabajo que su jefe
inmediato sea amigable y comprensible y que los escuche cuando sea necesario.
La mayoría de las actitudes que nos interesan pueden clasificarse como emocionalmente
desfavorables, y son, quizá , las má s difíciles de cambiar. Ahora veremos por que los prejuicios
son principalmente actitudes desfavorables y rígidas. Para nuestro propó sito parece
conveniente subrayar el problema de mejorar las actitudes mejor que el de manipularlas.
Nuestra discusió n sobre la mejora de las actitudes tratara de establecer a las personas menos
hipó critas en sus opiniones concernientes a una zona determinada de prejuicios. Cualquier
aumento en tolerancia ayudará a la prevenció n de errores.
Aquí se trata de desarrollar actitudes favorables por el método de cambiar ciertos aspectos de
los hechos que han de ser interpretados.
Por otro lado se puede decir que son numerosos los ejemplos de este método en situaciones
prá cticas.
Ejemplo:
En una ocasió n se utilizo una campana como señ al para las pausas de descanso; fue una causa
de perturbació n, por que los empleados, muchos de los cuales acababan de salir de la escuela,
en donde se utilizaba la campana para entrar a clases, en la cual la consideraban como
reglamentació n. Esto llevo al cambio de la campana a implementar otro sistema que redujo
esta desfavorable opinió n.
Puesto que las actitudes está n influidas por la experiencia de pertenecer a un grupo, cualquier
cosa que una compañ ía pueda hacer para que sus empleados se consideren una parte vital de
ella deberá encaminarse a conseguir unas mejores actitudes hacia la compañ ía.
El supervisor inmediato debe hacer lo posible para que sus empleados se consideren
miembros del grupo.
Saber escuchar:
Escuchar las diversas ideas y sentimientos que pueden llegar a tener los empleados. El hecho
de que los empleados se sintiesen libres de expresar sus sentimientos conduce a esclarecer
los problemas existentes, esto conlleva a un cambio en los sentimientos y en las actitudes
asociadas con los sentimientos.
El empleo del método de la discusió n esta estrechamente asociado con el saber escuchar. Las
discusiones conducidas adecuadamente, crean la oportunidad para los miembros de un grupo
de poner de manifiesto sus sentimientos.
La discusió n de grupo une a las personas y puede formar un equipo de una serie de personas
desligadas.