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CONTRATOS
ELEMENTOSDEESENCIALES
TRABAJO
DE LA ÉTICA PROFESIONAL
Elaborado por:
PhD. Michael Vásquez López
CONTRATOS DE TRABAJO
“
Los profesores españoles López y Álvarez (2016) señalan que:
”1
El Código de Trabajo establece lo siguiente:
ARTÍCULO 4.- Trabajador es toda persona física que presta a otra u otras
sus servicios materiales, intelectuales o de ambos géneros, en virtud de
un contrato de trabajo, expreso o implícito, verbal o escrito, individual o
colectivo.
Si se tiene claro los dos sujetos de los contratos laborales, se procede a definir
qué se entiende por contrato individual de trabajo.
Se presume la existencia de
este contrato entre el traba-
TRABAJADOR ES TODA PERSONA FÍSICA QUE jador que presta sus servicios
PRESTA A OTRA U OTRAS SUS SERVICIOS y la persona que los recibe.
MATERIALES, INTELECTUALES O DE AMBOS De este artículo, se infiere que
GÉNEROS, EN VIRTUD DE UN CONTRATO DE para que un contrato de trabajo
TRABAJO, EXPRESO O IMPLÍCITO, VERBAL O nazca, debe contener tres ele-
ESCRITO, INDIVIDUAL O COLECTIVO. mentos básicos. El primero es
que se brinde una prestación
personal de cualquier servicio,
lo que establece que el trabajo
debe ser realizado única y exclusivamente por esta persona y no otra, es im-
portante anotar que debe ser una persona física.
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El segundo es la subordinación, se entiende este aspecto como el deber de obe-
diencia del trabajador al patrono sobre aspectos laborales. Esta se puede enten-
der desde dos parámetros; el primero desde el punto de vista del patrono que le
permite tener un poder general de dirección únicamente sobre los aspectos del
trabajo teniendo en cuenta las cualidades del trabajador. El segundo parámetro
será desde el punto de vista de la persona trabajadora, quien deberá acatar las
órdenes de su patrono; y en caso de no hacerlo, se verá expuesta a las sanciones
correspondientes.
En los casos en los cuales la distinción no es clara, debe siempre recurrirse a prin-
cipios; tales como, el de primacía de la realidad para brindar una justa respuesta,
tratando de establecer la existencia de aquel elemento definidor. Además, no puede
dejarse de lado, el análisis de una serie de indicios típicos que
apuntan hacia la existencia del contrato de trabajo y, aun-
que no son determinantes, sí permiten, de alguna medida,
clarificar la situación. Dichos indicios son: la exclusividad,
el lugar de trabajo bajo control empresarial, la retribu-
ción fija y periódica, el sometimiento a jornada y horario
de trabajo, el no tener la facultad de aceptar o
rechazar el asunto encomendado, la faci-
litación al trabajador de los medios ma-
teriales y personales necesarios para
el desempeño de sus tareas, la afilia-
ción a la seguridad social, duración
y permanencia de la relación de
servicio. Y, si aun así, prevalece
la duda en los llamados “casos
frontera” o zonas grises, se ha
optado por preferir y establecer
la existencia de un contrato de
índole laboral.
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El tercer elemento es el salario o remuneración, este se entiende como la cantidad
de dinero que obtiene el trabajador de parte del patrono, por consecuencia del
trabajo que realiza.
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El voto 697-2008de la Sala Segunda (2008) con número afirma que:
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El voto 1054-05 de la Sala Segunda (2005) señala lo siguiente:
Ese instituto jurídico viene definido, a partir del ordinal 162 del Código de
Trabajo, como “la retribución que el patrono debe pagar al trabajador en
virtud del contrato de trabajo”. Precisamente, dado el carácter sinalagmá-
tico o bilateral de la contratación, y según lo establecido en el numeral 18
ídem, la remuneración puede efectuarse de cualquier clase o en cualquier
forma. En efecto, la obligación principal que la relación laboral le impone al
patrono, es la de cancelarle el respectivo sueldo al trabajador, como con-
traprestación por los servicios brindados; de conformidad con lo que esta-
blece el ordinal 164 ibídem, el salario puede pagarse por unidad de tiempo,
por pieza, por tarea, o a destajo; en dinero o en especie; e inclusive por la
participación de las utilidades, ventas o cobros que realice el empleador.
“
según Cabanellas (2001):
”
6
La resolución de la Sala Segunda (1992) N° 25-1992, en lo que interesa expresó:
7
La convención colectiva tiene carácter de ley profesional y a sus normas deben
adaptarse todos los contratos individuales o colectivos existentes o que luego se
realicen en las empresas, industrias o regiones que afecte. En toda convención co-
lectiva deben entenderse incluidas, por lo menos, todas las normas relativas a las
garantías sindicales establecidas en los convenios de la Organización Internacional
del Trabajo (OIT), ratificados por nuestro país. Por medio de estas dos figuras, se
busca darles más seguridad jurídica tanto a los patrones como a los trabajadores.
Sobre este tema, López y Álvarez de la Rosa (2016)consideran que ese tipo de con-
tratación (a plazo) no debe darse en actividades normales de la empresa, porque
debe estar reservado para circunstancias especiales. Al respecto han señalado
“
que los contratos de trabajo a plazo pueden ser utilizados
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En el voto número 666 de la Sala Segunda (2008) se estableció:
9
Asimismo, se regula la posibilidad de que el contrato por tiempo fijo se extienda
expresa, implícitamente, si vencido el término permanecen las causas que le dieron
nacimiento y la materia de trabajo, el contrato se tendrá por tiempo indefinido, en
cuanto beneficie al trabajador, siempre que la naturaleza de las respectivas labo-
res sea de permanencia. Por su parte, el artículo 31 del mismo código establece las
eventuales indemnizaciones que surgen para las partes, ante un posible rompi-
miento anticipado e ilegítimo del contrato.
Este articulado busca prevenir que un contrato por tiempo indeterminado sea con-
cebido como un contrato por tiempo definido, con el fin de evitar las consecuen-
cias legales que la ruptura de ese otro contrato pueda significar para la parte
empleadora.
“
En relación con lo anterior, el voto 320-01 de la Sala Segunda (2001) señala que
”
El contrato de trabajo por tiempo indefinido existe cuando la relación laboral ex-
cede el año aún si existía un plazo al principio; será indefinido si la naturaleza del
servicio no es ocasional, sino permanente. Es importante aclarar que el estar inte-
rino por varios años no da derecho a ser nombrado en propiedad.
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La Sala Segunda (2004) en su voto 04-686 establece
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EL CONTRATO POR OBRA DETERMINADA
Se establece como contratos por obra determinada cuando la naturaleza del ser-
vicio es por la realización de una obra; si finaliza la obra, termina la relación, pero
si concluida ésta el trabajador sigue laborando, se le tendrá como un contrato de
tiempo indefinido.
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El voto 560-12 de la Sala Segunda (2012) establece:
(…) debe recordarse que el seguro de protección contra los riesgos del
trabajo configura un deber de previsión de todos los patronos para el
resguardo de sus trabajadores, aun cuando se trate de trabajos ocasio-
nales o temporales, bien sea de unos días o de unas horas. Ello es así,
con independencia del tipo de contrato de trabajo de que se trate, por
tiempo indefinido, a plazo o por obra, al buscarse la tutela contra todo
accidente derivado o propiciado por la ejecución de un trabajo ajeno, a fin
de asegurarle a los(as) trabajadores (as), en el momento en que suceda
un riesgo, las indemnizaciones necesarias para solventar el menoscabo
generado en su capacidad laboral.
En este sentido es que se pronuncia el ordinal 201 del Código de Trabajo al declarar
obligatorio, universal y forzoso, el seguro contra los riesgos del trabajo en todo tipo
de actividad laboral, con las responsabilidades correspondientes para el empleador
(a) que no lo cumpla. Asimismo, el artículo 202 del Código de Trabajo establece la
prohibición para los funcionarios, empleados, personeros o apoderados del Esta-
do para suscribir contratos o autorizar permisos para la realización de obras o
trabajos, si el interesado(a) no presenta previamente los documentos en que se
constaten la existencia de esos seguros.
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CONTRATO DE TRABAJO POR TEMPORADA
Sala Segunda (2014) voto 145-14
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CONTRATO DE TRABAJO A DESTAJO
El trabajo a destajo, también denominado por unidad de obra, según Cabanellas
(2001) “consiste en un sistema por el cual se calcula la retribución directa con el
rendimiento del trabajador; es decir, el salario no es fijo, varía según el esfuerzo
que el trabajador realiza y el resultado que obtiene, aumentando o disminuyendo
de acuerdo con la cantidad de piezas producidas por el trabajador en un tiempo
dado. Así, dicho a modo de ejemplo, por cada pieza se asigna una retribución fija y
la cantidad de unidades producidas durante la jornada multiplicada por esa base
remuneratoria constituye el salario diario”.
Ahora bien, es necesario acotar que pese a que ese sistema de remuneración tiene
directa relación con el rendimiento del trabajador y con los resultados obtenidos,
ello no puede incidir negativamente en los derechos laborales, el respeto a las jor-
“
nadas legales de trabajo. Por ese motivo se ha dicho que:
”
(Cabanellas, 2001, p. 525).
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CONTRATO DE TRABAJO A DOMICILIO
Sala Segunda (2005) voto 413-05
16
CONTRATO A TIEMPO PARCIAL
Sala Segunda (2010) voto 1554-10
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CONTRATO DE TRABAJO OCASIONAL
Sala Segunda (2013) voto 176-2013
“(…) dentro de tal grupo, se incluyen las inestables, opuestas a las per-
manentes o de duración indeterminada. Así apunta que, dentro de esta
categoría, están las de trabajo eventual, accidental u ocasional e incluso
el de temporada; pero, respecto de esta última, señala que, el trabajador
de temporada, se desempeña con permanencia. Expone también que, el
trabajo transitorio, surge a raíz de tareas ocasionales o por un aumento
extraordinario en las actividades de una empresa, pero siempre de índo-
le pasajera. El trabajo eventual es imprevisto, tanto en lo referido a su
iniciación, como respecto de su duración, y está referido a servicios que
no se incorporan dentro de la actividad normal de la empresa. El trabajo
ocasional o accidental, es el que se realiza una única vez, sin posibilidad
de una repetición inmediata, dentro del marco de lo que constituyen las
actividades normales de una empresa; pues, la prestación, viene impues-
ta por una exigencia momentánea. De otra parte, define el trabajo inter-
mitente como aquél que no es instantáneo o para una obra determinada
y, al trabajador intermitente, como aquél cuya labor se caracteriza por la
eventualidad y la prestación, a intérvalos desiguales. Señala que ´la situa-
ción típica del trabajo intermitente corresponde al estibador o cargador
de puerto. Este trabajador, si bien se encuentra unido a uno o varios pa-
tronos durante todo el año, depende de que la llegada o salida de barcos
originen las tareas de carga o descarga de los mismos. Por lo general, no
tiene obligación de presentarse al empleo y se les contrata y paga por
día´. Asimismo indica que, ´caracterizando mejor la especial naturaleza
jurídica de este trabajo, se ha estimado que en el caso de los estibadores
no se puede excluir la nota de continuidad, aunque sí la de permanen-
cia. Existe contrato de trabajo entre el obrero estibador y la respectiva
empresa cuando aquél pueda considerarse con lógicas posibilidades de
perdurar en sus tareas; así cuando resulte que el número de días traba-
jados supera el límite de una relación de trabajo transitoria, y también si
se acredita que su trabajo con la empresa se efectúa en forma habitual´.
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DIFERENCIAS ENTRE RELACIÓN LABORAL Y
SERVICIOS PROFESIONALES
La autora Mangarelli (2000) enumera los siguientes factores para determinar si
en un caso concreto prevalece una relación laboral o una relación por servicios
profesionales:
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Luego la Sala Segunda (2007) en el voto 954-2007 cita el informe de la 91ª reunión
de la Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada en el 2003, al referirse en que
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Posteriormente, el tema fue abordado en la Recomendación número 198, adopta-
da el 15 de junio del 2006, que puede ser citada como la Recomendación sobre la
relación de trabajo, 2006, en la cual se puntualizaron esos indicios de la siguiente
manera:
Para sintetizar, se puede señalar que existe una gran diferencia y es determinada
por los tres elementos del contrato de trabajo, especialmente la “subordinación”.
Solo cuando existen esos tres elementos se puede decir que hay contrato de
trabajo. Especialmente se debe analizar si hay subordinación de la persona traba-
jadora respecto a la persona empleadora; es decir, si este le da órdenes, le indica
la forma de hacer el trabajo, si le puede aplicar sanciones, etc. Pero si la persona
trabajadora cumple con prestar un servicio a la hora y de la forma que desee, sin
estar sujeto a sanciones disciplinarias, si los errores cometidos corren por su
cuenta, entonces es un contrato por servicios profesionales, y no hay contrato de
trabajo. Cada caso concreto debe analizarse por separado para poder determinar
la presencia de los elementos del contrato de trabajo.
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La persona trabajadora que firma un contrato por servicios profesionales puede
reclamar derechos laborales y siempre se debe analizar cada caso concreto. En
estas situaciones rige el principio de contrato de realidad, el cual estipula que,
aunque la persona trabajadora haya firmado un contrato por servicios profesiona-
les si se encuentran presentes los tres elementos del contrato de trabajo, aquel
contrato firmado no tiene validez, y la persona trabajadora podrá reclamar sus
derechos laborales porque son irrenunciables, y cualquier renuncia que se haga a
esos derechos es absolutamente nula.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Asamblea Legislativa de Costa Rica. (29/08/1943). Código de Trabajo. [Ley N°2] Recuperado
el 01/12/2016 de: http://www.pgrweb.go.cr/scij/Busqueda/Normativa/Normas/
nrm_texto_completo.aspx?param2=NRTC&nValor1=1&nValor2=8045&strTipM=TC
López, M., & De la Rosa, J. (2016). Derecho del trabajo. (24ª ed.). España: Editorial
Centro de Estudios Ramón Areces S.A.
Mangarelli, C. (2000). Aplicación supletoria del derecho civil en el derecho del trabajo:
doctrina y jurisprudencia. Uruguay: Fundación de Cultura Universitaria.
Vargas, E. (2009). El contrato individual con jurisprudencia. (2ª ed.). San José: IJSA.
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