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HISTORIA DE LA ANTROPOLOÍA II

PEC. ANTROPOLOGÍA SOCIAL Y CULTURAL. 2º CURSO

Francisca Valero Alcudia

JULIO CARO BAROJA, ANTROPÓLOGO E HISTORIADOR SOCIAL

Carmen Ortiz García

El artículo, objeto de nuestro ensayo, presenta una pequeña bibliografía de Julio Caro Baroja. Uno de
los más prolíferos autores del siglo XX. Aunque es difícil de encasillar en una disciplina determinada por la
variedad de su temática, como muestra el sin fin de obras que produjo durante toda su trayectoria, está
considerado figura clave del siglo XX de la Antropología e Historia Social.

En este artículo, Carmen Ortiz García, hace un recorrido bibliográfico del autor exponiendo su
trayectoria profesional, tocando por encima la personal. Nos muestra cómo va madurando intelectualmente
desde sus inicios hasta su muerte, lo que le hace pasar por diversas corrientes antropológicas desde el
difusionismo, por influencia de dos de sus maestros alemanes, hasta el funcionalismo, influenciado por su
estancia en Inglaterra y Estados Unidos. Como aval de sus palabras, Carmen Ortiz, va numerando diversas
obras del autor escritas en distintas etapas de su trayectoria.

Relacionándose con grandes figuras de su época como Foster o Rivers, va obteniendo grandes
reconocimientos profesionales, sin embargo, nunca logró ser reconocido como antropólogo vasco de los
vascos, aun siendo el mejor y mayor estudioso de la “cultura vasca”, tratando puntos como el origen y
evolución de la lengua, análisis de los fenómenos políticos, crítica de la violencia e ideología nacionalista.

Aunque el funcionalismo no reconocía el papel de la historia en la Antropología, Julio Caro defendió


la idea de compatibilidad entre ambos lo que le permitió el desarrollo de un método propio, “el
estructuralismo histórico”, y la definición de una materia que se ajustaba fidedignamente al interés de sus
estudios, “la Antropología histórica”. Esto unido a su forma de obtener datos e información para sus
trabajos, la variedad temática de sus obras, la cantidad de ellas, y la manera de confeccionar bibliografías
para que fueran válidas como método antropológico e histórico, es lo que le lleva, hoy en día, a ser
considerado un historiador y antropólogo atípico ensalzado por su originalidad y postmodernidad.

Tras leer el artículo, nos abordan ciertas preguntas a las que trataremos de dar una respuesta
argumentada a lo largo del ensayo: ¿Debe la antropología separase como disciplina propia y autónoma de
otras disciplinas?, ¿Puede una Bibliografía tener valor antropológico?, ¿Cómo podemos mantener esa
creatividad y originalidad en todos los aspectos de la Antropología, (método, desarrollo, temas de
estudio,…), que tenía Julio Caro? A la primera pregunta la respuesta es obvia, puede y debe separarse pero
deben nutrirse y complementarse entre sí. La respuesta de la segunda pregunta está clara, desde luego que
tiene valor antropológico, ya no solo por lo que muestre directamente, sino por lo que se puede extraer de
ella “leyendo entre líneas” y que un antropólogo tiene que saber vislumbrar e interpretar. Y por último, dar
respuesta a la tercera pregunta es más complejo pero la clave está en no perder la capacidad de
extrañamiento.
Tratemos de dar respuesta a la primera pregunta. La Antropología, como disciplina, se encarga del
estudio de la cultura. La cultura es una forma de vida basada en reglas convencionales que guían la acción
del individuo y las interrelaciones entre individuos que viven en una sociedad; es la forma de relacionarse
con los demás, con las instituciones y con las mismas normas. Un individuo adquiere, aprende y participa
de una cultura a medida que se sociabiliza y se desarrolla como persona dentro una sociedad concreta.

Dicho esto, si queremos estudiar una cultura en profundidad debemos tener una visión holista de la
sociedad en la que se da esa cultura. Eso es, tenemos que estudiar esa sociedad (Ciencia Sociológica). Pero
una sociedad no es solo un conjunto de individuos sino, también, el conjunto de relaciones e interacciones
que se dan en ella. No podemos enmarcar una sociedad culturalmente si no analizamos su sistema
económico (Ciencia Económica), su sistema político (Ciencia Política), su lengua (Lingüística), Su
trayectoria histórica (Historia), su institución básica como es la familia (Parentesco), su entorno geográfico
(Geografía), su medio natural (Ecología), etc. Por esto, es importante que la Antropología se apoye en otras
disciplinas y poder ampliar conocimientos, pero nunca perder su autonomía.

En cuanto a la lengua de una cultura, es importante su estudio y profundización, ya que a través de


ella se expresa, adquiere y transmite la cultura. Una lengua se ha ido creando a través de los siglos según las
necesidades que han ido surgiendo para categorizar elementos en esa sociedad y cultura. Esas categorías han
surgido de la necesidad de esa sociedad para entender ese elemento, por tanto, la existencia de esa categoría
marca una característica cultural propia. De modo que, un individuo percibe y categoriza su entorno según la
lengua de su cultura. A la vez, el lenguaje sirve para transmitir a generaciones futuras esa forma de
categorizar y esas reglas convencionales de acción e interacción que rigen su forma de vida, de las que
hablábamos antes. Por tanto, estudiando su lengua, de esto se encarga la Lingüïstica, podemos obtener
características culturales.

En cuanto a la Historia, la trayectoria histórica de una sociedad y cultura es de suma importancia para
entender, analizar y estudiar esa cultura. Una sociedad, al igual que una cultura, ha llegado a ser lo qué es y
cómo es por su trayectoria histórica, por los acontecimientos que ha experimentado, por estar expuesta a
unas características históricas concretas. Ninguna cultura es igual que otra, ni se ha desarrollado igual y esto
se debe, en parte, a su entorno geográfico y ambiental; y en parte, a las etapas históricas que ha vivido y que
han marcado sus características sociales y culturales en cada momento, lo que ha hecho que cada
cultura/sociedad, se desarrolle de la manera que lo ha hecho.

Un ejemplo que podemos poner es el colonialismo-descolonialismo, (también podría ser la


globalización, o el capitalismo). Antes del colonialismo, a las sociedades y culturas colonizadas podíamos
considerarlas puras, con sus características propias, hechas así mismas. Con el colonialismo ya no quedan
culturas puras porque al entrar en contacto con otras culturas colonizadoras, esas culturas consideradas
puras, fueron recibiendo las influencias recíprocas de las culturas colonizadoras; esto provocó
transformaciones sociales y culturales, dejando de ser puras, adquiriendo unas características que sin el
colonialismo, quizás nunca hubiesen llegado a adquirir o las hubiesen adquirido de otra forma y hoy serían
sociedades y culturas distintas a como son.

Tras la descolonización, esas culturas puras vieron transformados sus sistemas económicos, políticos,
sociales y culturales, dando lugar a culturas totalmente diferentes a las que eran antes, con características
totalmente diferentes que dependen de factores como quién fue su potencia colonizadora, con qué intención
fueron colonizados, de qué manera, cómo fue su reacción ante este hecho, etc.

Todo esto son datos históricos, de los que se encarga la Historia, que debemos conocer para entender
esas culturas.
También debemos recurrir a Ciencias como la Geografía o la Ecología, pues el entorno geográfico y
medioambiental influye en el desarrollo de una cultura y sociedad. Pues no es igual una civilización que se
ha desarrollado a las orillas del Río Nilo a una que se ha desarrollado aislada en el interior de la selva
amazónica o del desierto del Sahara; o una sociedad que se ha desarrollado amurallada entre montañas, que
una que se ha desarrollado en un enclave estratégico portuario. Todas ellas presentaran características
diferentes.

Para dar respuesta a la segunda pregunta, comenzaremos diciendo que una bibliografía expone toda
la vida de una persona, en los años en que transcurrió ésta, la localización en cada etapa, sus proyectos, sus
productos, etc. En su relación existen estructuras subyacente que debemos vislumbrar y que nos ayudan a
detectar rasgos características de su cultura y de la sociedad en qué vivió, pues sabiendo en qué año y lugar
nació, creció, hizo tal cosa o tal otra, su trayectoria académica y profesional, etc., lo estamos enmarcando en
un contexto histórico-geográfico; por tanto, investigando podemos llegar a saber en ese año y en ese lugar
cómo era la sociedad, cómo la cultura, como su sistema económico y político, qué corrientes de pensamiento
predominaban, etc.; en definitiva, podemos vislumbrar las características sociales y culturales de ese lugar
en ese momento. En una bibliografía, también, se expone el material cultural que el personaje ha producido
(ya sean libros, cuadros, una mesa o un tornillo), a través de éste podemos conocer como el individuo se
relacionaba con las normas sociales y con los demás individuos en esa sociedad, por lo tanto podemos
vislumbrar la sociedad, la cultura y las normas existentes.

Por último, tratemos de dar respuesta a la tercera pregunta. Para mantener esa creatividad y
originalidad que Julio caro Baroja tenia, debemos basar nuestros trabajos en el siguiente axioma: Con la
máxima objetividad que la Antropología requiere, no perder nunca nuestra capacidad de extrañamiento, de
sorprendernos con cualquier cosa por convencional que sea, usando como herramienta principal la
curiosidad.

Cuando tienes gran capacidad de extrañamiento y altas dosis de curiosidad, la originalidad y


creatividad aparecen sin buscarlas, en todos los aspectos: temas, métodos, maneras de transmitir la
información, formas de redactarla, etc.

En los temas porque cualquier cosa que nos llame la atención puede ser objeto de etnografía y tema
de Antropología, pues qué es sino la Antropología que el estudio de los individuos y todo aquello que lo
envuelve (sociedad, cultura, acciones, relaciones, etc.). Por tanto, cualquier cosa que percibamos puede ser
tema de estudio antropológico. Más aún asumiendo que tanto la sociedad, como la cultura, son cambiantes;
en ellas se producen cambios continuamente que pueden ser nuevos objetos de estudio.

En los métodos porque la curiosidad lleva al ser humano a querer saber, a no parar hasta conseguir
respuestas, sino todas, las máximas posibles para satisfacer su curiosidad y si por un método no lo consigue,
buscará uno tras otro hasta conseguirlo, hasta explicar qué, cómo, por qué, qué función, cual es su origen,
cómo influye y es influido, con qué se relaciona y de qué manera. Para ello recurrirá a todo lo que esté a su
alcance, observación, libros, preguntará, investigará hasta conseguir su objetivo y si el método no existe, lo
inventará.

En la manera y soporte de transmitir porque según lo que quiera comunicar y el tema lo requiera
buscará la forma que mejor se adapte a sus expectativas. Lo escribirá y reescribirá, de una manera o de otra,
en forma de texto científico o en forma de relato; buscará el soporte adecuado, ya sea en forma de obra
literaria, texto científico o vídeo subido a youtube.

Concluimos, entonces, que la Antropología debe apoyarse en otras ciencias que toca de manera
transversal para ampliar conocimientos, completar sus análisis y reafirmar sus conclusiones y teorías; pero
no por ello, renunciar a su autonomía, pues la Antropología debe contemplarse como ciencia autónoma, ya
no solo por el carácter y profundidad de sus estudios, sino por la autonomía que le otorga el hecho de poseer
un método científico propio como es el método etnográfico, que no es propio de ninguna de las disciplinas
en la que debe apoyarse.

Una bibliografía debe considerarse material antropológico en la medida que seamos capaces de leer
entre líneas y vislumbras e interpretar las estructuras subyacentes que se encuentran encubiertas en ella.

Nuestra capacidad de extrañamiento y curiosidad son las principales herramientas para conseguir
originalidad y creatividad en todos nuestros trabajos antropológicos. Sin ellas estamos destinados a caer en
la tradicionalidad, repetición y monotonía en nuestros temas, métodos y conclusiones haciendo que nuestros
trabajos se vean arcaicos, obsoletos y poco adaptados a los tiempos. Debemos atender a los cambios que se
producen a nuestro alrededor, con ello conseguiremos una Antropología contemporánea, renovada, acorde a
la actualidad.

BIBLIOGRAFÍA:

Alfonso Mola, M. y Martínez Shaw, C.: Historia Moderna: Europa, África, Asia y América. UNED
Editorial; Madrid, 2015.

Bohannan P, Glazer M. Antopología: Lecturas. McGraw-hill; Madrid, 2007.

De Rada AD. Cultlura, Antropología y Otras Tonterías. Trotta Editorial S A; Madrid,2010.

Velasco Maillo, H. Hablar y pensar, tareas culturales. Temas de Antropología lingüística y


Antropología cognitiva. UNED editorial; Madrid, 2013.

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