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Méndez, Laura.

“El sentido de las efemérides


escolares. Una mirada histórica”
En; Méndez, Laura. Las efemérides en el aula. Ed. Novedades
Educativas. Bs. As. 2011
La autora propone que “pocas prácticas han permanecido vigentes por tanto tiempo como la
conmemoración en las aulas de las fechas patrias y la proliferación de actos alusivos a
algunos hechos elegidos del pasado nacional y americano” (15) e identifica 3 momentos
acerca del tratamiento de las efemérides en la escuela:

• Primer momento: 1810-1870


• Segundo momento: 1870-1910
• Tercer momento: a partir de 1910…….

Preguntas problematizadoras:
¿En qué se basa para hacer esta periodización?
¿Qué es hacer una periodización?
Características del
período 1810-1870:
“La escuela no era el
centro del recuerdo
festejado” (15)
La conmemoración de las
efemérides era motivo para
organizar fiestas populares,
competencias, juegos, bailes, y
alegrías compartidas…
La escuela participaba de los
mismos trasladando a maestros y
alumnos a la plaza o calle principal.
“El proceso masivo de migración hizo que para muchos su Patria fuera su país
Características del de origen: España, Italia, Inglaterra, Alemania, etc. Para un país que se
Segundo Período: consideraba como nación esta multiplicidad era inadmisible, lo que hacía
Dice Laura Méndez que a partir de aquí comienza
imperiosa la necesidad de establecer mecanismos confiables para construir
una: ciudadanos argentinos.” (16)
a. “Función nacionalizante de la enseñanza
primaria….
El artículo 27 de un Reglamento publicado en
b. “…que pretendía generar, a través de la El Monitor de la Educación Común, en el año
identificación…”
1900, indicaba:
c. “…y el orgullo…”
“En los tres días que preceden a las fiestas cívicas se
d. “…sentimientos de pertenencia a la nación destinará una hora diaria a la lectura, recitaciones y
argentina” (16) cantos patrióticos; las diversas lecciones que se den ese
día se relacionarán directamente, en cuanto sea posible,
“Por un lado a un vasto número de inmigrantes con los hechos, las fechas y los nombres más
(…) y también a provincianos pobres, habitantes memorables de nuestra revolución e independencia” (16)
de pequeños pueblos, a la gente del <interior>, a
la que le resultaba difícil hacer propios los
discursos civilizatorios y progresistas de una elite
de la que no formaban parte”. • Pregunta problematizadora:
En este período, agrega la autora, las
conmemoraciones pierden 3 características de la
etapa previa: ¿Por qué creen que el modo de recordar hechos del
A. Espontaneidad pasado –las efemérides- habrá perdido
B. Participación popular
espontaneidad, participación popular y alegría?
C. y alegría
Los actos patrios se reglamentaron

Se volvieron solemnes

Y rígidos…

Surgió una barrera entre quienes los organizaban y quienes eran sus espectadores

Muchos de los antiguos protagonistas se convierten en gente del <público>

El mundo de las formas, colores y manifestaciones de la risa popular se fue desvaneciendo…

Y adquirieron más fuerza los actos oficiales con un estilo serio, que se instituye con la pretensión de lo PREVISTO, LO PERFECTO Y LO INMUTABLE

La escuela participa del acto ya no por OPCIÓN sino por OBLIGACIÓN: la NORMA así lo dispone. (16-17)
“Recién hacia la segunda mitad de la década
del ‘80 se puso en marcha un emprendimiento
–a través de un conjunto de mecanismos de
acción, comunicación y control- para la
encarnación de la nacionalidad, respaldada en
la tradición patria, que tuvo en la escuela y en
la celebración de las fiestas patrias sus
instrumentos decisivos” (19)
“Estos cambios producidos en la concepción y conmemoración de las efemérides solo pueden ser
comprendidos en un contexto (…) de debate acerca de los significados de nacionalismo, nación y
nacionalidad. Con la llegada masiva de inmigrantes europeos a la Argentina, comenzaron los debates
en torno a la cuestión de la nacionalidad argentina, que ocuparon al parlamento e interesaron a la
opinión pública. Existieron dos ideas diferentes, que lucharon por imponerse como hegemónicas” (17)
LA NACIÓN COMO CONTRATO LA NACIÓN HOMOGÉNEA
• Concepción sostenida por un grupo, entre • A partir de 1890 toma fuerza otro grupo, que
quienes se encontraban Sarmiento y Alberdi, concibe a la nación como con un mismo origen
que pensaban a la nación como un cuerpo étnico, raza, lengua, tradiciones, costumbres,
político basado en un contrato, producto del retomando ideas del movimiento romántico. Para
crisol de razas. Consideraban que el vínculo de estos la nación NO ERA UN VÍNCULO JURÍDICO,
pertenencia a la nación era un vínculo sino que debía existir una unidad cultural. Era
voluntario, y en que todos los habitantes, más necesario –según esta visión- defender la nación
allá de su nacionalidad de origen, tenían contra fuerzas que pudieran dañarla, y defender el
derechos y obligaciones. Ni la lengua ni la raza idioma nacional, concebido como vínculo de
eran considerados constitutivos de las unidad. Además concibieron que la nación era algo
preexistente, que venía de un pasado, con rasgos
nacionalidad. La construcción de la nacionalidad distintivos y permanentes. Además se ponía como
la consideraban enriquecida por la diversidad de objetivo nacionalizar a los extranjeros,
orígenes. Esta concepción quedó plasmada en la construyendo en ellos un espíritu nacional
Constitución de 1853, en la Ley de Inmigración argentino al que le debían fidelidad absoluta. Su
de 1876 o en la de ciudadanía de 1869. Para concepción del PATRIOTISMO exigía la
ellos el PATRIOTISMO era integrador de lo HOMOGENEIDAD cultural.
distinto, sustentado en valores universales.
La Argentina del Centenario: el
triunfo de la concepción CONTEXTO DE
CONFLICTIVIDAD

esencialista POLITICA Y
SOCIAL

“No fue la victoria de unos jóvenes apasionados; fue la concordancia


entre sus ideas y la de grupos políticos y económicos poderosos lo que
hizo posible su triunfo en 1910 y la perduración en la historia argentina
de sus improntas” (19)
“En la primera década del siglo XX la escuela consolida su protagonismo
como transmisora del discurso patriótico y forjadora de la identidad
nacional. En esos años las palabras se HOMOGEINIZAN, y el mandato se
materializa en símbolos, canciones, rituales, composiciones y
ornamentaciones. (…) La convicción de los que diseñaron la política
educativa era que uno se hace patriota por hábito.
En esos años se pautaron y multiplicaron las efemérides patrias: entre
1908 y 1909 se instituyeron la <Semana de Mayo>, el 2 de noviembre
como <Día de los muertos por la Patria>, la estandarización del Himno
Nacional y la “Fórmula del Juramento a la bandera”.
“El contexto de 1910 en el escenario nacional se presentó como un momento de gran prosperidad, pero
a la vez de gran tensión, en el que las debilidades del modelo agroexportador (…) provocaron un gran
descontento en amplios sectores de la sociedad. Entre los síntomas preocupantes figuraban el temor a
la desintegración nacional como consecuencia del impacto migratorio y la debilidad del sistema político
vigente –que se sostenía a través del fraude electoral-, así como por (…) las organizaciones obreras. En
este momento la postura que consideraba a la NACIÓN como un todo homogéneo y al inmigrante como
un sujeto a nacionalizar se convirtió en hegemónica.” (19)

Ricardo Rojas fue uno de los representante de la concepción triunfante. “Creía que era necesario
desplegar una intensa acción de formación nacional mediante la educación y la ENSEÑANZA DE LA
HISTORIA…(para) lograr un patriotismo político concebido como nacionalismo, a partir de
sentimientos de pertenencia, amor y fidelidad absoluta a la nación. Al poner en circulación estas
ideas y defenderlas con pasión, el grupo de jóvenes nacionalistas en 1910 –entre los cuales se
encontraba Rojas- logró identificar al nacionalismo con la concepción cultural de la NACIÓN
centrada en la HOMOGENEIDAD, y así expulsar del campo nacional toda otra concepción nacional
compatible con la diversidad o heterogeneidad.” (19)
En la primera década del siglo XX:

“La escuela consolida su protagonismo como transmisora del discurso patriótico y forjadora de la identidad
nacional. (…) el mandato se materializa en símbolos, canciones, rituales, composiciones, ornamentaciones. (…)
La convicción de los que diseñaron la política educativa era que uno se hace patriota por hábito: <de
repetición en repetición, se puede llegar a construir el hábito definitivo e indestructible de un culto. Y
entonces, el día en que tuviéramos en las escuelas cien mil niños capaces de sentir y comprender la grandes
que entraña el sentimiento de la patria, habríamos dado a la nacionalidad actual su base más utilitaria y
fundamental>”. (20)

“Ernesto Bavio, un entrerriano de la Escuela Normal de Paraná, quien fuera el autor de los planes de
enseñanza primaria que se aprobaron en 1910, explica los propósitos de la educación patriótica. <Para
amar conscientemente a la Patria es necesario conocer su historia y apasionarse por ella, por sus
grandes benefactores, por sus instituciones y sus leyes. (…) la historia es el ramo por excelencia para
despertar y vigorizar el nacionalismo y el amor a la patria> (Bavio, 1910)”. (21)
“La etapa que se inicia en 1930 con un golpe militar y que
culmina con otro golpe –el de 1943-, se caracteriza por una
agudización en las orientaciones pedagógicas autoritarias y
nacionalistas que se evidencia también en el tratamiento de
las efemérides en la escuela”. (21)
En 1936 se actualizan los programas de enseñanza con una orientación
nacionalista, patriótica y moral. Se incluye como efeméride el 18 de
mayo como día de la escarapela y se disponen premios a los mejores
trabajos anuales que los alumnos realizaran sobre San Martín.

“Astolfi, educador y autor de varios libros de texto de educación masiva, sostenía, hacia 1940, <¿Cómo aplicar en
la escuela la mística del nacionalismo? Por tres medios: primero, por el culto a los símbolos(…) El segundo medio
es dirigirse al razonamiento, explicar que somos una entidad histórica, constituida naturalmente, sin artificios ni
usurpaciones(…) El tercer medio reposa en el ejemplo personal y en la educación moral>” (21)
“Hace casi cien años, el Consejo Nacional de Educación
expresaba, en el Monitor de la Educación Común, impreso
que difundía sus ideas y prescripciones, que la escuela
debía formar en el espíritu patriótico y en la disciplina, con
el fin de doblegar su conducta, a los niños y jóvenes quienes
se consideraban propensos al desorden y, en consecuencia,
a lo que se veía como conductas antipatrióticas. El respeto
se asocia con el amor a la patria y la disciplina.” (25)

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