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1ºPublicidad y RRPP MARIA CROUS

Introducción al Derecho Profesora: Isabel


Sanchez

AEC1 . LAS NORMAS JURÍDICAS


DEL ORDENAMIENTO ESPAÑOL

Resumen-esquema sobre las diferentes normas jurídicas que


integran el Derecho positivo español

1.- La Constitución Española de 1978 (en adelante CE 1978) y todos los tipos de LEYES, que se
explican a lo largo de la Unidad 3.1. Pequeña explicación sobre: qué es un reglamento, y cuáles
son las normas de las Comunidades Autónomas.

Las constituciones no se clasifican entre las leyes, sino que se consideran super- leyes o normas
supremas del ordenamiento jurídico.

La Constitución de 1978 distingue entre:

Leyes parlamentarias
Disposiciones del Gobierno con fuerza de ley

(todas ellas con el mismo rango jerárquico o las misma fuerza de ley.)

Las leyes parlamentarias:

Leyes orgánicas. Regulan los derechos fundamentales y las libertades públicas, las que aprueba
los estatutos de autonomía y el régimen electoral general y cualesquiera otras previstas en la
Constitución.
Leyes ordinarias. Pueden regular cualquier materia, salvo las que necesiten lay orgánica, y solo
requieren para su aprobación la mayoría simple de los diputaos, o sea, más votos a favor que en
contra, cualquiera que sea el número de abstenciones.

Las disposiciones gubernamentales con fuerza de ley pueden ser:

Reales decretos legislativos. que no pueden regular las materias reservadas a las leyes
orgánicas, tienen dos modalidades:

- Textos articulados: el Parlamento aprueba una ley de bases y faculta al Gobierno para su
articulación posterior, habiendo de respetar los principios y criterios que la ley de bases contiene.

- Textos refundidos: el Parlamento habilita al Gobierno mediante ley ordinaria para fundir
disposiciones legales precedentes, con los preceptos contenidos en la ley de delegación.
Reales decretos-leyes. Son disposiciones del gobierno que solo pueden dictarse en casos de
extraordinaria y urgente necesidad y que, posteriormente, requiere la convalidación del Congreso
de los Diputados. En ningún caso estas disposiciones excepcionales pueden afectar al
ordenamiento de las instituciones básicas del Estado, a los derechos, deberes y libertades de los
ciudadanos, al régimen de las comunidades autónomas tampoco al Derecho electoral general.

Los reglamentos la Constitución española atribuye al Gobierno la potestad reglamentaria ejercitada


de acuerdo con la Constitución y las leyes (art. 97). Los reglamentos pueden adoptar dos formas, la
de reales decretos y la de órdenes de los ministros que forman el Gobierno o de las comisiones
delegadas que puedan constituirse por ellos. Ejemplo de reglamentos con forma de real decreto son
los que regulan la oficina de patentes y marcas (1997).

Son también leyes las disposiciones generales dictadas por las comunidades autónomas en las
materias de sus competencias exclusivas o de sus competencias compartidas con el Estado. Las
normas con rango de ley, o leyes, suelen dictarse por las respectivas Asambleas, y las normas
reglamentarias por los respectivos Gobiernos (decretos) o por los consejeros (órdenes).

2.- LA COSTUMBRE

Las costumbres de los pueblos rigieron las relaciones jurídicas durante muchos siglos. Los estándares
sociales se utilizaron para resolver los conflictos de interés y se volvieron a aplicar si era más práctico.

En el ordenamiento español la costumbre está reconocida como norma e incluso como fuente del
Derecho objetivo, aunque subordinada a la ley. En todo caso, para que la costumbre se considere
norma jurídica ha de cumplir tres requisitos: no contrariar a la moral ni al orden público, resultar
probada y ser de ámbito local. La exigencia de moralidad desautoriza los usos sociales, por muy
asentados que puedan estar, incompatibles con el bienestar de los ciudadanos.

De las costumbres hay que diferenciar los hábitos sociales, llamados también usos, que constituyen
normas sociales desde luego pero que carecen de la naturaleza de costumbres y, por ello, de la
fuerza reservada a las normas jurídico-positivas.

3.-LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO


Los principios generales del Derecho se diferencian de las leyes en que no se formulan por escrito, ni
están sujetos a las exigencias de entrada en vigor y derogación en fechas determinadas o
determinables. Pero se asimilan a las leyes en que respecto de ellos no es exigible prueba de su
existencia ya que, por hipótesis, se encuentran en la mente de los juristas y en particular de los
jueces. Comparados con las costumbres, los principios generales del Derecho se asemejan a ellas en
la ausencia de escritura, pero se diferencian en que las costumbres sí han de ser probadas para que
revistan el carácter de normas jurídicas.

La función de estos principios generales del Derecho es doble,

Integrar las lagunas del Derecho en defecto de ley y de costumbre


Servir para la interpretación de las propias leyes; más discutible, «inspiradores» del Derecho,
pues los principios generales se obtienen a través de procesos de síntesis del Derecho positivo,
lo que significa que se encuentran implícitos en el ordenamiento legal, infiriéndose de un bloque
de normas o del ordenamiento como totalidad.

Por esa razón, es inaceptable un principio general del Derecho opuesto el orden constitucional u
orden público.

Pirámide normativa española que establece el Art. 1 del C Civil.

Bibliografía:

Gil, D. L. L. V. E. (2020). Manual de introducción al derecho. UDIMA


Constitución española de 1978
Código civil español

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