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Equidad Desarro. n.

º 13: 119-126 / enero - junio de 2010

Políticas de salarios mínimos en Colombia.


Una lectura entre la teoría y la realidad

José Gersaín Cortés P.*

RESUMEN

Se analiza el comportamiento histó rico del salario


a quienes se les reajusta su remuneració n con base
mínimo mensual legal vigente (SMMLV) en Colom-
en este ú ltimo, en la prá ctica la mayoría de los tra-
bia desde el punto de vista del marco de política
bajadores colombianos. La política de negociació n
utilizado para su fijació n y de sus efectos sobre la
del salario mínimo, basada en procesos de concerta-
capacidad de compra real de los trabajadores duran-
ció n entre trabajadores, productores y Gobierno, se
te el periodo 1950-2009, teniendo como referente
centra de manera exclusiva en el tema salarial, sin
conceptual los principios bá sicos de la Teoría de
referencia explícita sobre las condiciones de empleo
Rentas. Los resultados muestran que el SMMLV en
(desempleo) existentes en el país. En consecuencia,
2009 ($496 900) fue en términos reales ligeramente
se plantean algunos argumentos teó ricos bá sicos
superior al 40% del establecido por primera vez en
acerca de las implicaciones prá cticas de las políticas
1950 ($60), comportamiento a su vez equivalente a
de salarios mínimos en economías con alto desem-
la tasa promedio anual de inflació n vivida durante
pleo, como la colombiana.
dicho periodo, lo que significa que, pese a los ajus-
tes de enfoque a que ha sido sometida, la política Palabras clave: Salario mínimo, capacidad de com-
salarial aplicada en el país durante los ú ltimos 59 pra, políticas salariales.
añ os ha servido, en el mejor de los casos, para man-
tener la capacidad de compra de los trabajadores
que perciben el SMMLV como la de todos aquellos

* Economista y Magíster en Economía, Universidad de los Andes. Docente de cá tedra, Economía, Universidad de La Salle.
Correo electró nico: jcortes@unisalle.edu.co–gersain_cortes@wvi.org

Fecha de recepció n: 15 de marzo de 2010


Fecha de aprobació n: 1 de junio de 2010

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POLICY OF MINIMUM WAGE IN


COLOMBIA. A READING BETWEEN
THEORY AND REALITY

ABSTRACT

The minimum monthly wage (SMMLV) in Colombia


in Colombia is based on processes of consultation
is analyzed since its fixation policy framework and
between workers, producers and Government
its effects on the real purchasing power of workers
focuses exclusively on the wages question, without
during the period 1950-2009, and using basic
any explicit reference about the employment
conceptual principles of the Theory of Revenue.
(unemployment) conditions in the country. It was
The results show that the SMMLV force in 2009
therefore present some basic theoretical arguments
($496,900) was in real terms slightly higher than
about the practical implications of minimum wage
40% respect the first established in 1950 ($60), in
policy in economies with high unemployment and
turn equivalent to the average annual rate of
Colombia. Therefore, as a complement, the
inflation experienced during the period, which
document includes some theoretical arguments
means that, despite the settings approach has been
about the practical implications of applying
made, the wage policy applied in the country during
minimum wage policies in economies facing high
the past 59 years has served, at best, to maintain the
unemployment rates such as those currently
purchasing power of workers perceiving the
present in Colombia.
(MMW), as well as, all those who have adjusted their
monthly payment based on the latter, in practice the Keywords: Minimum monthly wage, purchasing
majority of Colombian workers. The negotiating power, wage policy.
policy On MMW

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INTRODUCCIóN COMPORTAMIENTO HISTóRICO


Y CAPACIDAD DE COMPRA DEL
Luego de las ya acostumbradas discusiones entre el SMMLV
Gobierno y los representantes de los trabajadores y
empresarios, ante la imposibilidad de llegar a una Aunque la posibilidad legal de aplicar salarios míni-
cifra concertada, el primero de éstos estableció , mos en Colombia data de la Ley 6 de 1945, só lo
mediante Decreto 1053 del 4 de enero de 2010, en cobró vigencia a partir de 1950, cuando, por medio
$515.000 el nuevo salario mínimo mensual legal del De- creto 3871 de 1949, se fijó en $60
vigente (SMMLV) que recibirá n cerca de cinco millo- mensuales; valor que se mantuvo inmodificado
nes de colombianos a partir del 1 de enero de 2010, hasta octubre de 1956, cuando se incrementó a $135
valor que representa un aumento de 3,64% respecto mensuales, en julio de 1957 se ajustó nuevamente
del SMMLV en 2009. Por su parte, el auxilio mensual hasta $150 mensuales, y de nuevo en mayo de 1960
de transporte se estableció en $61 500, resultado de hasta $198 mensuales. Como se observa, al
un incremento igual al aplicado a la remuneració n comienzo no existió un ciclo re- gular para el ajuste
bá sica mensual1. de la asignació n salarial de los trabajadores2.
Ademá s, el SMMLV se diferenciaba segú n que la
En la secció n 1 se analiza el comportamiento real actividad econó mica se ejecutara en el sector rural
del SMMLV en Colombia desde 1950 hasta nuestros o en el urbano, e inclusive segú n el tamañ o de las
días, en términos de sus implicaciones sobre la capa- empresas. La prá ctica que ocasionó que el nuevo
cidad de compra de los trabajadores. Las secciones 2 salario mínimo entrara en vigencia a comienzos de
y 3 se dedican a aspectos teó ricos sobre el tema. En cada añ o se adoptó a partir de enero de 1979. Só lo
la primera se discute el significado econó mico de las hasta 1984 se decretó su unificació n a nivel
variables utilizadas para la fijació n del SMMLV y en nacional. Esta ú ltima se hizo por medio de la
la ú ltima se hace un aná lisis microeconó mico de las igualació n de todos los salarios al nivel de los má s
políticas de salarios mínimos y sus efectos sobre el altos por entonces vigentes.
equilibrio del mercado laboral.
Hasta mediados de la década del noventa, la política
Con los anteriores referentes, finalmente se hace un de reajuste del SMMLV se basó fundamentalmente
breve aná lisis crítico de la propuesta hecha por el en un enfoque de expectativas adaptativas, consis-
Departamento Nacional de Planeació n (DNP) sobre tente en aplicar incrementos anuales equivalentes a
la posibilidad de aplicar una política de salarios mí- la tasa de inflació n registrada durante el añ o inme-
nimos diferenciales a nivel regional. diatamente anterior, lo que equivalía a devolverle a
los trabajadores, de manera rezagada, la capacidad
de compra que ya habían perdido. Contrario a esto,
desde mediados de los noventa se viró hacia un

1 Las negociaciones se efectú an por medio de una comisió n tripartita


creada por medio del Artículo 56 Inciso Segundo de la Constitució n
Política de 1991, orientada a fomentar las buenas relaciones labora- 2 Esta erraticidad en la política salarial debió estar influenciada por
les, contribuir a la solució n de los conflictos colectivos de trabajo y la inestabilidad política vivida en el país durante la década del
a concertar las políticas salariales y laborales, a la que la Ley 278 de cincuenta: en 1953 el General Gustavo Rojas Pinilla derrocó al pre-
1996 denominó Comisió n Permanente de Concertació n de Políticas sidente constitucional Laureano Gó mez, en 1957 hubo un corto
salariales y laborales, adscrita al Ministerio de la Protecció n Social, proceso de transició n durante el cual la regencia del estado estuvo a
con sede principal en Bogotá y con subcomisiones a nivel departa- cargo de una Junta Militar y a partir de 1858, por acuerdo entre los
mental. Es de anotar que desde su creació n só lo en una oportunidad partidos políticos dominantes, Liberal y Conservador, se instituyó el
(2007) se ha logrado pactar el SMMLV por consenso y en los demá s denominado Frente Nacional, que establecía la alternancia de éstos
ha sido por decreto. en el poder.

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enfoque basado en el principio de expectativas ra-


En la figura 1 se muestra el comportamiento del
cionales, en el que los reajustes salariales han
SMMLV desde 1950 a precios constantes de 2009,
venido haciéndose con base en la inflació n esperada
uti- lizando el IPC como deflactor. En estos términos,
para el añ o siguiente y en estimaciones del
la figura 1 puede considerarse como representativa de
desempeñ o del sistema productivo proyectado3.
la evolució n de capacidad real de compra de los
trabaja- dores colombianos durante el periodo en
referencia4.

Figura 1. Comportamiento del salario mínimo mensual en Colombia 1950-2009 (2009=100).

Se observa que si se exceptú an los periodos 1950-1955


mediados de los añ os setenta. El pico salarial má s
y 1976-1986, cuando decreció , el SMMLV real presen-
alto en el salario mínimo real se presentó en esta
tó una tendencia de crecimiento inestable durante la
época, mientras que a partir de los noventa, por
mayor parte del periodo analizado. Como se mencio-
razones de la política y metodología de ajuste
nó antes, durante el primer lustro de los cincuenta el
aplicadas, la curva se ha hecho má s suave y estable.
SMMLV se mantuvo inalterado en $60 mensuales, la
inflació n promedio del 13% durante este periodo Es evidente que la diferenciació n entre salarios
ex- plica la caída presentada en el salario real. El urba- nos y rurales vigente entre 1950 y 1979 só lo
segundo caso coincide con el periodo de alta presió n sirvió para exaltar la desigualdad existente entre ellos
inflacio- naria vivida en el país a raíz de la bonanza y, de mane- ra particular, el rezago del ú ltimo respecto
cafetera de del primero.

Es significativo observar que los $60 mensuales en


3 El concepto de expectativas adaptativas corresponde a la conside-
ració n “inercial” de la inflació n segú n la cual el comportamiento que se fijó el SMMLV inicial de los colombianos
creciente de los precios en el pasado tiende a repetirse en los perio-
dos posteriores. Por su parte, el concepto de expectativas racionales
de Lucas y Sargent considera que tanto empresarios como consu-
midores se comportan como si entendieran el “verdadero” modelo presiones excesivas en salarios.
econó mico y sobre él basan sus pronó sticos y comportamientos. De
esta manera, definido un panorama confiable de precios se evitan

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4 Esta generalizació n se fundamenta en que, aunque el SMMLV es Equidad Desarro. n.º 13 / enero - junio de
percibido por una parte de los trabajadores, de todas maneras
suele utilizarse en la prá ctica como referente para el ajuste de
los demá s salarios y procesos contractuales en el país.

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en 1950 equivalen a $297 593, cuando se calcula


Existe abundante literatura que muestra que el
a precios del añ o base (2009). Por tanto, si se tiene
SMMLV de los colombianos es insuficiente para ad-
en cuenta que en este ú ltimo fue de $496.900, el
quirir la canasta típica de consumo utilizada por el
aumento real de la remuneració n mensual de los
Dane. La razó n para que, por norma, esto no tenga
trabajadores durante el periodo (59 añ os) fue ligera-
eco al momento de tomar las decisiones obedece a
mente superior al 40%, equivalente, a su vez, a una
que la política salarial en el país tiene implícito el
tasa promedio anual muy similar al de la inflació n
supuesto que en cada hogar por lo menos dos perso-
promedio (17%) vivida en el perido 5, resultado con-
nas perciben el SMMLV, el cual no necesariamente
secuente con la política de reajuste aplicada durante
se cumple en la prá ctica. En los casos que este
la mayor parte del periodo en consideració n. En este
supues- to no se cumpla, las necesidades de
orden de ideas, es de esperar que, si se cumplen los
sobrevivencia llevará n a las personas a disminuir su
estimativos de inflació n utilizados para el reciente
consumo per cá pita o a recomponer la canasta a
ajuste salarial, la capacidad de compra del SMMLV
partir de crite- rios de precios relativos o calidad de
de los trabajadores colombianos, en el mejor de los
los productos. Segú n sea el caso, el efecto se verá
casos, se mantendrá prá cticamente inalterada
reflejado, en la misma direcció n, sobre su condició n
duran- te el 2010.
nutricional y calidad de vida. Tema que desborda el
objetivo espe- cífico de este documento.
SALARIO MÍNIMO Y NIVEL DE VIDA

SALARIOS, PRECIOS Y PRODUCTIVIDAD


La capacidad de compra del SMMLV en Colombia
que, como acaba de verse, ha tendido a mantenerse
Como se dijo en la secció n anterior, desde mediados
estable en el tiempo debido a la estrecha cercanía
de la década del noventa el SMMLV ha venido ajus-
en- tre la variació n de precios y el reajuste perió dico
tá ndose anualmente con base en la tasa de inflació n
de los salarios, no necesariamente implica que
esperada para el añ o siguiente y en estimativos del
quienes lo perciben hayan logrado mantener
comportamiento de las ganancias de productividad
también su ni- vel de satisfacció n de necesidades en
esperadas para el mismo periodo. El objetivo con
el tiempo. Con los resultados anteriores, en el mejor
esto es hacer que ademá s que el ajuste salarial pre-
de los casos las personas lograron conservar su
serve la capacidad de compra de los trabajadores,
acceso a una misma canasta de consumo. El impacto
sea también compatible con los objetivos de
sobre la calidad de vida estará mediatizado por el
estabilidad macroeconó mica (precios y actividad
tamañ o del hogar (nú - mero de personas que
productiva)6.
dependen del salario recibido) y por la calidad y
cantidad de los productos invo- lucrados. Los Conceptualmente, cuando los salarios crecen en
hogares de mayor tamañ o y aquellos en los que el mayor proporció n que la productividad de quien lo
ingreso haya sido má s inestable habrá n tenido recibe se incrementan los costos medios y
menores posibilidades de escogencia en la cantidad marginales
o de calidad en su consumo per cá pita y, por ende,
en su nivel relativo de vida.
6 En la literatura especializada, este enfoque se conoce como Teorías
de Rentas. Aunque en Colombia ha venido aplicá ndose de manera
explícita desde finales de los añ os noventa, de todas maneras se
5 El trabajo de Montenegro et ál. demuestra por medio de la aplica- encuentran algunos antecedentes de propuesta para uso en los ar-
ció n del concepto de causalidad de Granger que la postura teó rica gumentos preelectorales de Alfonso Ló pez Michelsen (1974). Fue
que plantea al aumento de salarios como una causa de la inflació n durante el gobierno de este ú ltimo (1974-1978) en el que se adoptó
no se cumple en el caso colombiano. Por el contrario, constata que la estrategia de diá logo “tripartita” gobierno–sindicatos–patronos
han sido los primeros los que histó ricamente se han venido adap- para la fijació n del SMMLV, en buena parte como recurso político
tando a esta ú ltima. para apaciguar la agitada situació n de huelgas y paros laborales
pro- movida por las centrales obreras como protesta al deterioro

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social y econó mico de los trabajadores durante dicho periodo. Equidad Desarro. n.º 13 / enero - junio de

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de producció n de la correspondiente actividad y, por


desde luego, en caso de ser un comportamiento ge-
neralizado, también a nivel agregado. Cuando así
suceda, el aumento de costos se transferirá al precio
final de los productos, es decir, el ajuste salarial
efec- tuado será inflacionario. Lo contrario sucedería
en caso que el aumento de la productividad
superara el incremento salarial.

Por esta misma razó n, el impacto del ajuste salarial


sobre la actividad econó mica y el empleo es diferen-
cial segú n sectores o actividades econó micas. Para
aquellas con menores niveles de productividad, bien
sea por limitaciones de escala, de acceso a tecnolo-
gías de punta o al mercado, el incremento salarial se
constituirá en un aumento real de sus costos y, por
ende, en causa de menores ingresos netos(o pérdi-
da) operacionales, con sus correspondientes efectos
negativos sobre la estabilidad o sobrevivencia de las
empresas avocadas a esta circunstancia. Lo contra-
rio sucederá con las actividades de mayor tamañ o y
posicionamiento en el mercado, las cuales podrá n
superar el incremento de los costos salariales vía
ma- yor productividad o inclusive mayores precios
en sus productos sin debilitar su posició n en el
mercado.

Esta ú ltima observació n valida los procesos de


concertació n salarial con los gremios de la pro-
ducció n y pone de presente la importancia que la
representatividad y capacidad de negociació n de los
representantes gremiales puede llegar a tener para
la sobrevivencia de muchas sus empresas afiliadas,
en particular las má s pequeñ as y con menores
índices de competitividad.

EMPLEO. ¿qUÉ TAN CONVENIENTE


ES UNA POLÍTICA DE SALARIOS MÍNIMOS?

Como ya se mencionó , los procesos de concertació n


salarial no garantizan los ajustes teó ricamente má s
apropiados en la remuneració n de los trabajadores.
A este riesgo está n sujetas las decisiones adoptadas

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medio de mecanismos de administració n de
precios, es decir, por fuera de las condiciones
propias del mercado, en este caso en el de trabajo.
Observemos brevemente esta situació n desde una
perspectiva teó rica y grá fica sencilla.

Ceteris paribus las condiciones y características


distributivas del ingreso, teó ricamente en condicio-
nes de libre mercado, es decir, sin que existiera la
prá ctica de fijar el SMMLV mediante procesos de
ne- gociació n entre Gobierno, trabajadores y el
gremio de la producció n, el salario de equilibrio
corres- pondería al a la intersecció n entre la oferta
SL y la demanda (DL) de trabajo a un salario de
equilibrio Wo, como se muestra en la figura 2.

Figura
2.

A diferencia de lo anterior, por norma, las políticas


de concertació n salarial tienden a establecer el
salario en niveles superiores a los del equilibrio de
mercado, como W1 en la figura 2, nivel salarial
que motivará a las personas ofrecer sus servicios
en una cantidad Ls1, mientras que la demanda, a
ese mismo nivel salarial será apenas de Ds1,
ambas distintas a las que regirían en condiciones
de mercado (SL, DL)0.

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En otras palabras, al ser el W1 un precio de desequi-


a quienes, seguramente por la misma circunstancia,
librio, las condiciones de ocupació n, así definidas,
no han podido cualificarse o acceder a la tecnología
también lo será n. La política de fijació n concertada
necesaria para mejorar su competitividad, aducen,
del SMMLV al nivel W1 genera una brecha de des-
contribuirá a abrir má s la brecha entre pobres y
empleo equivalente a la distancia entre Ls1- Ds1,
ricos en el país7. Los diferenciales salariales
lo cual, independientemente de los demá s aspectos
interregiona- les contribuirá n a desestructurar aú n
involucrados en las negociaciones, tiene claramente
má s el mercado y por ende los procesos de inversió n
como contrapartida un alto costo de oportunidad so-
empeorando, de esta manera, aú n má s las
cial en términos de personas desocupadas y
condiciones de desempleo y pobreza a nivel local
carentes de ingresos con todas sus implicaciones
como general, aseguran otros.
tanto micro como macroeconó micas.

No obstante, sin el á nimo de polemizar, ni mucho


Es de anotar que en el caso colombiano las discusio-
menos descartar estas opiniones expertas, a continua-
nes anuales en la Comisió n Concertació n de Políticas
ció n se hace una breve reflexió n sobre la propuesta
Salariales y Laborales se concentran de manera
en referencia desde la perspectiva de los conceptos
exclusiva en el tema de fijació n del SMMLV y su ca-
teó ricos y el marco histó rico del SMMLV presentado
pacidad de compra, sin ninguna referencia al papel
en las primeras secciones de este documento.
que éste desempeñ a en problemá ticas tan sensibles
como la del desempleo que histó ricamente ha vivido En primer lugar, la propuesta es coherente con los
el país, hecho que, si bien no obedece a un criterio principios teó ricos microeconó micos neoclá sicos,
explicito de política, sí puede atribuirse a un reco- segú n los cuales la remuneració n de los factores pro-
nocimiento tá cito del impacto que, como se explicó , ductivos debe guardar una relació n directa con su
tienen los salarios mínimos en el mercado laboral. productividad, condició n de equilibrio en la asigna-
ció n de recursos, que al mismo garantizaría que los
¿SALARIOS MÍNIMOS DIFERENCIALES
salarios puedan ser fuentes de presió n inflacionaria.
A NIVEL REGIONAL?
No obstante, es necesario pasar este aspecto por el
filtro de la experiencia histó rica vivida en el país
El director de Planeació n Nacional, Esteban Pie-
que, conforme se planteó má s arriba:
drahita, ha planteado recientemente la posibilidad
de fijar el salario mínimo en Colombia de manera
• Desde 1950 y por cerca de treinta añ os en el país
diferencial segú n regiones, en razó n a la existencia
se manejó una política de salarios mínimos di-
de los diferenciales de productividad existentes en-
ferencial entre las actividades urbanas y rurales,
tre las mismas.
la cual, antes que resolver, só lo sirvió para evi-
denciar las brechas de ingreso existente entre los
Las críticas de los expertos, que no se hicieron esperar,
dos sectores que, unidas a serias dificultades téc-
se centraron en las implicaciones que una propuesta
nicas, finalmente condujeron a su eliminació n.
como ésta puede acarrear sobre las ya lamentables
Basta tener en mente este referente para imaginar
condiciones de desigualdad socioeconó mica exis-
lo que podría suceder en un ambiente con tantos
tentes, así como sobre los efectos desestabilizadores
diferenciales salariales como regiones haya en el
sobre el mercado laboral en el país. Premiar con
salarios mayores a los má s productivos, al mismo
tiempo que se castiga con menores remuneraciones 7 Segú n Naciones Unidas, Colombia es el tercer país latinoamericano
con los peores índices de desigualdad econó mica en Latinoamérica,
siendo superado apenas por Brasil y Guatemala.

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país, unido a los costos y posibilidades reales de


dad que, sin lugar a dudas, puede surgir de llegar
medirlos de manera objetiva y permanente.
a implantarse la propuesta de diferenciales sala-
riales hecha por el director del organismo rector
• Validando la exposició n teó rica presentada en la
del desarrollo econó mico en el país.
secció n 2 de este trabajo, la propuesta
equivaldría a, en adelante, tener tantos
En pocas palabras, estamos frente a una propuesta
panoramas salariales como diferencias
de política salarial que antes que resolver puede, de
regionales de productividad se presenten. Como
lle- gar a implementarse, acarrear nuevas
se explicó para un solo caso por medio de la
dificultades de diseñ o y manejo a una problemá tica
figura 2, teó ricamente las políticas de salarios
que ha estado lejos de resolver la situació n de
mínimos no resuelven el problema de ingresos
desempleo y pobreza a que ha estado abocada la
y, al contrario, pueden tener efectos negativos en
mayoría de la població n en el país, y cuyos
materia de empleo. Esto sin entrar en detalles
resultados muestran que, aun el escenario má s
acerca de las limitaciones que en ma- teria de
optimista, la capacidad de compra del SMMLV al
aplicació n, como para la consolidació n de
final de la primera década de este nue- vo siglo es
resultados, pueden surgir en un contexto ins-
apenas comparable con la que tuviera cuarenta añ os
titucional y técnico como el del sector pú blico
atrá s, cuando las tasas de inflació n promedio se
colombiano.
mantuvieron en promedio seis veces por encima de
las utilizadas hoy día para ajustar los ingresos no
• La ya bastante disminuida capacidad de inciden-
só lo de la població n má s pobre, sino de la totalidad
cia de los gremios sindicales en la fijació n del
de los colombianos, habida cuenta que, por norma,
salario mínimo en el país se verá abocada a los
el ajuste del SMMLV es el referente para el de los
efectos de la creciente atomizació n y
demá s salarios.
heterogenei-

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