Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
SALA PLENA
Expediente: 05158-2013-11-AIA
Departamento: La Paz
Por otra parte, indica que nuestro ordenamiento jurídico enumera una serie de razones para
establecer un orden de diferencias consideradas discriminatorias, entre ellas la edad (14.II de la
CPE); asimismo, la Constitución exige de la ley la neutralidad, sin tomar partido por nadie,
basándose en criterios reales, objetivos y proporcionales.
I.3. Alegaciones del personero del Órgano que generó la norma impugnada
Mediante informe cursante de fs. 39 a 44 vta., Álvaro Marcelo García Linera, en calidad de
Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia y Presidente de la Asamblea Legislativa
Plurinacional, expresó lo siguiente: a) “…la función que debe cumplir el Ministerio Público es
una labor fundamental dentro de la sociedad, siendo determinante que esta institución cuente
con servidoras públicas y servidores públicos que tengan la preparación y capacidad intelectual
correspondiente, pero también cuenten con la capacidad física…” (sic), para el ejercicio de la
dirección en la investigación de los supuestos hechos delictivos; es decir, garantizar los
intereses de un colectivo por encima de los derechos del individuo. El artículo observado,
tiende únicamente a garantizar el eficiente y eficaz ejercicio de las funciones de las y los fiscales
(art. 225 de la CPE); b) El art. 24.I.8 de la LOMP, no vulnera ninguno de los derechos alegados,
ni la Norma Suprema, tampoco obliga a quienes ejercieron funciones como fiscales a que se
jubilen al haber cumplido sesenta y cinco años, tal cual como se afirma erróneamente en la
acción; y, c) En la acción se confunde “cesación” con “jubilación”, aclarando que el cese laboral
constituye la edad en la que se deja de trabajar en determinada actividad, de acuerdo a las
causales previstas en la norma “…que al no cumplirlas no le permitan seguir en el ejercicio de
sus funciones” (sic), extinguiéndose la relación laboral en un cargo específico, lo que no limita a
la persona a poder incorporarse al mercado laboral desempeñando otras actividades laborales;
asimismo, no puede ser considerada discriminatoria, porque responde a situaciones ineludibles
que imposibilitan a la persona para continuar efectuando su actividad laboral. En cambio la
jubilación es la edad en la que la persona abandona la vida laboral y comienza a recibir
beneficios o prestaciones por el resto de su vida, en función a los aportes acumulados en su
cuenta individual. El citado artículo, no constituye una sanción y no es correcto asimilar esta
figura a la “destitución”, pues esta última responde a causales atribuibles al desempeño de las
labores de la servidora o servidor público.
II. CONCLUSIONES
El art. 24.I.8 de la LOMP, que señala: “Las o los Fiscales cesarán en el ejercicio de sus funciones
por: (…) Haber cumplido 65 años de edad”
“I. Todo ser humano tiene personalidad y capacidad jurídica con arreglo a las leyes y goza de
los derechos reconocidos por esta Constitución, sin distinción alguna.
II. El Estado prohíbe y sanciona toda forma de discriminación fundada en razón de sexo, color,
edad, orientación sexual, identidad de género, origen, cultura, nacionalidad, ciudadanía,
idioma, credo religioso, ideología, filiación política o filosófica, estado civil, condición
económica o social, tipo de ocupación, grado de instrucción, discapacidad, embarazo, u otras
que tengan por objetivo o resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio,
en condiciones de igualdad, de los derechos de toda persona.
III. El Estado garantiza a todas las personas y colectividades, sin discriminación alguna, el libre y
eficaz ejercicio de los derechos establecidos en esta Constitución, las leyes y los tratados
internacionales de derechos humanos”.
Artículo 46
(…)
Artículo 49
“III. El Estado protegerá la estabilidad laboral. Se prohíbe el despido injustificado y toda forma
de acoso laboral. La ley determinará las sanciones correspondientes”.
Artículo 410
“I. Todas las personas, naturales y jurídicas, así como los órganos públicos, funciones públicas e
instituciones, se encuentran sometidos a la presente Constitución.
II. La Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico boliviano y goza de primacía
frente a cualquier otra disposición normativa. El bloque de constitucionalidad está integrado
por los Tratados y Convenios internacionales en materia de Derechos Humanos y las normas de
Derecho Comunitario, ratificados por el país. La aplicación de las normas jurídicas se regirá por
la siguiente jerarquía, de acuerdo a las competencias de las entidades territoriales:
3. Las leyes nacionales, los estatutos autonómicos, las cartas orgánicas y el resto de legislación
departamental, municipal e indígena.
El Defensor del pueblo impugna el art. 24.I.8 de la LOMP, que señala: “Las o los Fiscales
cesaran en el ejercicio de sus funciones por: (…) Haber cumplido 65 años de edad”, alegando
que los obliga a jubilarse estableciendo un sistema de jubilación diferente al general; pues, el
sistema de aportaciones hoy vigente no responde a la edad sino al saldo acumulado que una
persona tiene en su cuenta individual, de ahí que entiende que obligar a una persona por el
sólo hecho de contar con sesenta y cinco años de edad, implica una discriminación, en razón de
la edad, vetada por la Constitución.
Por su parte el Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia y Presidente de la
Asamblea Legislativa Plurinacional, sostuvo que el accionante confunde los términos de
“cesación” y “jubilación”; es decir, que la norma obliga a que la relación jurídica laboral se
extinga pero no obliga a las y los fiscales a jubilarse pues los mismos pueden desempeñar otras
actividades laborales.
La Constitución Política del Estado, establece en su art. 14, que: “El Estado prohíbe y
sanciona toda forma de discriminación fundada en razón de sexo, color, edad…” (el subrayado
y resaltado es nuestro); en ese sentido, el personero del Órgano que generó la norma
impugnada, aclara la posición del accionante en el entendido que la norma no implica una
causal de jubilación automática y obligatoria sino más bien una causal de cesación, aspecto con
el cual concuerda este Tribunal en atención a que ni la Norma Suprema, ni la Ley de Pensiones
establece una edad obligatoria de jubilación.
La importancia del principio de igualdad del cual deriva el derecho a no ser discriminado se
constituye en un principio de jus cogens, por lo que forma parte bloque de constitucionalidad
(art. 410.II de la CPE). En efecto la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados
establece en su art. 53. Tratados que están en oposición con una norma imperativa de
derecho internacional general (jus cogens) que: “Es nulo todo tratado que, en el momento de
su celebración esté en oposición con una norma imperativa de derecho internacional general.
Para los efectos de la presente Convención, una norma imperativa de derecho internacional
general es una norma aceptada y reconocida por la comunidad internacional de Estados en su
conjunto como norma que no admite acuerdo en contrario y que sólo puede ser modificada
por una norma ulterior de derecho internacional general que tenga el mismo carácter”;
asimismo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos considerando la jurisprudencia de los
órganos internacionales universales y regionales de protección de los derechos humanos
entendió en su Opinión Consultiva OC-18 de 17 de septiembre de 2003, que: “…el principio
fundamental de igualdad y no discriminación forma parte del derecho internacional general, en
cuanto es aplicable a todo Estado, independientemente de que sea parte o no en determinado
tratado internacional. En la actual etapa de la evolución del derecho internacional, el principio
fundamental de igualdad y no discriminación ha ingresado en el dominio del jus cogens”.
Ahora bien, debe considerarse que las personas adultas mayores tienen especial
protección constitucional; así el art. 68.II de la CPE, prohíbe “…toda forma de maltrato,
abandono, violencia y discriminación a las personas adultas mayores” y en desarrollo de dicha
norma constitucional, el art. 2 de la Ley General de las Personas Adultas Mayores establece:
“Son titulares de los derechos las personas adultas mayores de sesenta (60) o más años de
edad, en el territorio boliviano”.
Asimismo y de lo anterior, se extrae que la protección que las autoridades deben brindar a las
personas adultas mayores, debe traducirse en la formulación de políticas públicas (generales)
pero también a momento de tomar decisiones particulares que afecten a dicho grupo social,
ello en virtud al efecto normativo de los derechos de las personas adultas mayores reconocidos
en el art. 67 de la CPE, y la prohibición de abandono establecido en el art. 68 de la Norma
Suprema, que conforme al art. 108.1 de la Ley fundamental, alcanza a las autoridades
jurisdiccionales”.
En efecto, toda persona adulta adquiere a lo largo de su vida cierta experticia o destreza en una
determinada materia, y, la mera acumulación de años y específicamente el cumplimiento de
sesenta y cinco años, no necesariamente impide que los mismos puedan seguir desempeñando
sus funciones, de ahí que pueda observarse diversidad de funcionarios estatales con dicha
edad que cumplen eficientemente sus labores. Por otra parte, en un mercado laboral
competitivo los adultos mayores, por su edad justamente, son susceptibles a ser víctimas de
discriminación, de forma que puede resultarles más dificultoso encontrar una nueva fuente
laboral respecto a una persona más joven.
POR TANTO
No interviene la Magistrada, Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños, por ser de voto disidente.
PRESIDENTE
MAGISTRADA
MAGISTRADO
MAGISTRADO
MAGISTRADA