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Universidad Rafael Landívar

Facultad de Humanidades
Licenciatura en Pedagogía con Orientación en Administración y Evaluación
Educativa

Estudiante: María José Crúz Ordóñez Carné:2297517

REFLEXIÓN:
SER PERSONA EN PLENITUD: LA FORMACIÓN HUMANA DESDE LA
PERSPECTIVA ¡IGNACIANA

El peso de la herida
Como seres humanos los sentimientos son parte de ello, ya sean negativos como tener
miedos, fobias, tristeza o sentimientos positivos como ser felices, agradecidos y amados o
dar amor a los demás. Pero desde el nacimiento esos sentimientos se van transformando y se
van aprendiendo nuevas sensaciones, nuevos aprendizajes, nuevas cosas que forjan a los
seres humanos.

En la adultez algunos de los sentimientos casi siempre son negativas y con forme el tiempo
y el crecimiento muchas de esas palabras de odio, de comparación se vuelven heridas que
nunca sanan y van creciendo y creciendo hasta el punto en el que llegan a convertir en el
monstruo que dijo todo lo negativo o incluso hizo algo que marco desde la infancia.

Parte de la reflexión es dar a conocer los monstruos internos, miedos y temores que hacen al
ser humano en donde está bien porque eso es lo que lo hace ser humano, tener sentimientos…

Como bien la herida al final del día se vuelve un peso real, que no deja vivir en tranquilidad,
por más que se quiera avanzar o tratar de ignorar con distractores de la vida cotidiana como
sumergirse al cien por ciento en el trabajo, estudiar por infinidad de tiempo, salir a tomar o
hasta incluso drogarse evitando así esos temores ya que esa herida que se lleva es demasiado.
Como lo es cargar con el peso del abandono de un padre, es uno de las heridas que se forman
en muchos niños y niñas de la sociedad, pero como seres humanos aún no son sanadas.
Se debe de tener mucha valentía para poder superar esa etapa que se ve totalmente negra
porque es de mucho sufrimiento. En su mayoría con un simple acto de mala fe o una mala
acción o incluso sin ni siquiera pensarlo puede afectar la vida de las demás y marcarlo de por
vida, se le está haciendo o formando un pozo oscuro a la vida de las demás personas.

Una persona relataba que no le gustaba ir a fiestas de cumpleaños o algo similar porque
cuando estaba pequeña fue acompañante de una invitada y en el momento que iniciaron a
entregar las sorpresas a los niños no le dieron sorpresa y esa acción talvez por muy pequeña
o insignificante que parezca en la vida adulta despertó muchos traumas y miedos que
surgieron de esos momentos.

Así es la vida, tiene dos lados de la moneda y muchas veces nos toda el lado oscuro o negativo
que nos afecta en la vida adulta impulsando a realizar actos que no debemos o forjándonos
como personas sin sentimientos y hasta alejándonos de Dios, porque por muy pequeño que
se vea la acción o insignificante que parezca a veces puede marcarse una vida.

Con una palabra, con juzgar a alguien diciéndole que no se le ve bien algún atuendo o
reflejando los monstruos que se llevan dentro que depositándolos en otra persona no se
resolverá o aclara ese pozo de oscuridad.

Cuando se vive más la parte golpeada, la estima personal es baja y esas voces profundas
negativas escuchadas de niña. Surgen de nuevo en la vida adolescente o adulta en momentos
difíciles pueden surgir esos momentos oscuros.

Muchas veces sanar esos pozos oscuros que se encuentran en nuestro interior puede resultar
aterrador adentrarse en ellos porque nos da miedo saber lo que encontraremos pero es lo más
sano que podamos hacer, para no seguir transmitiendo esos sentimientos negativos hacia
otras personas o hacia nuestros propios hijos que en su mayoría del tiempo esos sentimientos
son reflejados hacia ellos por el simple hecho que se puedan parecer a su papá o mamá y uno
en el pasado tuvo problemas con ellos como discusiones o hasta el punto de llegar al divorcio
y ahora en el futuro ese odio es para los hijos y claramente ellos no tienen la culpa de lo
sucedido en aquel momento.

El empuje de la positividad en mi vida personal.


Como en la vida existen dos lados de la moneda y uno de ellos es la oscuridad, pero también
está la claridad o el lado positivo, lleno de colores y alegría que nos hacer seguir viviendo en
tranquilidad, con amor y en paz.

A pesar de las cosas o momentos negativos que nos ofrece la vida, existen momentos
hermosos, llenos de colores en los cuales irradiamos luz. En donde la frase “la vida es bella”,
encierra el deseo por alcanzar la felicidad, por tratar de ver con otro cristal las anomalías,
crisis y demás actos negativos de la vida misma.

En donde el rostro positivo que poco conocemos pues lamentablemente pocas veces nos
permitimos entrar en él, e incluso, pocas veces tenemos alguna conciencia de que existe, de
que es lo más hondo, valioso y auténtico de nosotros mismos.

Pero la vida nos ofrece; la gran y única oportunidad de sentir, ver, oír, tocar, etc., todo lo que
ella nos ofrece, como el cielo, el mar, las montañas, el canto de las aves, etc. Las cuales
debemos de disfrutar al máximo, pero sobre todo darnos la oportunidad de crecer y valorarnos
como seres humanos día con día.

Se debe de construir ese ser de luz y paz trabajando y soltando a los monstruos del interior y
dejando entrar la luz al pozo lleno de oscuridad, para poder dejar que exista un manantial
dentro que es algo que hay y que es inalterable, algo que te saca de la oscuridad.

Conocer la oscuridad que habita dentro de un uno no quiere decir que uno se que en la
profundidad de dicha oscuridad si no que nos ayuda a reconocer lo que debemos trabajar y
cambiar y hacer brotar la luz que también es parte del ser humanos.
Todos los seres humanos tenemos una misión de vida, ya sea como padres, hijos, hermanos,
profesionistas, deportistas, etc., que debemos llevar a cabo.
Ver la vida positivamente, nos eleva la autoestima, nos proporciona seguridad interna y
externa, pero sobre todo nos pone en el camino de la felicidad.

Para encontrar el inicio de este camino rumbo a la felicidad, los seres humanos debemos de
querernos, aceptarnos y valorarnos a nosotros mismos, con todos nuestros defectos y
virtudes, pues si lo logramos, estaremos sintiendo paz y plenitud, con lo que soy, con lo que
poseo en mi interior, y con las herramientas que la vida me ha dado para salir adelante.

Tal vez la frase “me quiero a mí mismo” resulte o suene un poco a egoísmo, pero creo que
esa no es la idea, pues en caso de realmente ser una persona egoísta, esta llega a sentirse
superior ante los demás, tiende a pisotear a los demás sin detenerse a pensar en daños y
consecuencias negativas, con tal de obtener sus fines pues no conoce el respeto por sus
semejantes.

Mientras que, si tu autoestima es alta y te quieres a ti mismo, estarás contento con lo que eres
y con lo que tienes para dar, estarás seguro de ti mismo y querrás transmitir a los demás el
bienestar, la calma, la paz y la alegría de tu interior. Estarás en armonía con la vida. Se estará
preparado para afrontar todo lo que la vida te tenga deparado, de una manera fuerte y
auténtica.

Estarás listo para dar lo mejor de ti a los demás en forma generosa, sin esperar recibir nada a
cambio. Ya que lo das de corazón y desinteresadamente.

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