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Colección

IZQUIERDA FREUDIANA
dirigida por
Dra. Marie Langer CUESTIONAMOS
Paul R. Robinson: DOCUMENTOS LAURA ACHARD de DEMARIA
La izquierda freudiano DE CRBTICA GREGORIO BAREMBLITT
ARMANDO BAULEO
Erich Fromm, Otto Fenichel A LA UBICACION CARLOS G. BIGLIANI
y otros: ACTUAL DEl LEA N. de BIGLIANI
Marxismo, psicoanálisis PSICOANALISIS JOSE BLEGER .
y Sexpol MIRTA CASAS de PEREDÁ
SANTIAGO DUBCOVSKY
LUIS MARIA ESMERADO CAPDOUZE
HERNAN KESSELMAN
MARIE LANGER
JULIO C. MAROTTA
MIGUEL MATRAJT
EDUARDO PÁVLOVSKY
JOSE RAFAEL PAZ
LEA R. de PAZ
ALBERTO PEREDA VALDEZ
J. CARLOS PLA
GILBERTA ROYER de GA�IA REINOSO
FANNY E. de SCHUTT
MAREN ULRIKSEN de VI�AR
FERNANDO ULLOA
MARCEI..O VI�AR
Compilación de MA�IE LANGER .

rn gran1ca
.

rn editor
Freud y Marx han descubierto por igual,
detrás de una realidad aparente, las fuerzas
verdaderas que nos gobiernan: Freud, el in­
consciente; Marx, la lucha de clases.

Marie Langer

·.�
PROLOGO

Pero ¿quiénes, qué1 desde cuándo, por qué, para qué y


paro quiénes? :Vciyamos por· partes.

¿Quiénes? Los que cuestionamos aquí somos personas


concretas que firman con nombre y apellido, desde Laura
Achard de Demaría hasta Fernando Ulloa y los dos Viñar.
Somos veintitrés. Pero con nosotros hay muchos más. Des­
de luegp1 incluyo a Enrique Pichon Riviere1 el primero de
nosotros que cuestionó las limitaciones autoimpuestas por
el psicoanálisis, buscando nuevas aperturas y sufriendo el
destino de los pioneros. Hay otros que, desde ya, forman
parte y comparten nuestro cuestionamiento1 pero que no
tenían un trabajo a mano que trasmitiera·su pensamiento,
como ocurrió, por ejemplo, con Diego Garcío Reinoso o con
Emilio Rodrigué. Hay otros, y son muchos, que cuestionan
en su práctica, en discusiones con compañeros, en la ense­
ñanza que reciben e imparten, en su actividad política y
en su búsqueda de un nuevo estilo de trabajo y de vida.
Pero no son forzosamente gente que escribe sus ideas e
inquietudes. Además1 están los que no son analistas pero

13
:.;
..

FAC n¡:; t-'�,-�,_, .,. .!"' - -:--

slaLJi�;r���,_-
.

igu?lm�nte cuestionan� Entre ellos cuento, por ejemplo, a al Freud ideológico que torna la _sociedad como dada y al
Raul Sc1arretta, el gran amigo, cuya "lectura" de Freud y de_ hombre como fundamentalmente incambiable.2 Cuestiona­
Mar>:- nos h� enseñado mucho. Y hay otros, analistas y no mos, además, la institucionalización actual del psicoanálisis
analistas, ps1coterapeutas y psicólogos, en fin, un sinnúme­ ·y su pacto con la clase dominante. Compartimos la amar­
ro de gente que pronto empezarán a cuestionar. Podría gura de Anna Freud, pero no su resignación, cuando ella
darse, por eso, que este cuestionomiemto no sea nada más expresa que los jóvenes no se interesan más por el análi­
que el prim�r volum;m de una larga serie. O no, porque sis, porque temen que los qdapte a una sociedad que ya no
puede_ .ocurnr tambien que en el futuro ya no tengamos respetan. Cuestionamos una práctica que tenga, consciente
la tranquilidad y estabilidad suficientes como para dedi­ o inconscientemente, esta finalidad, y que se vuelve eli­
tista. Cuestionamos la. limitación del conocimiento psico­
�arnos a este tipo de actividad. Precisamente por eso creo analítico tanto para los que quieren formar a otros, como
Importante que se publique ahora este primer tomo de cues­
tionamiento rioplatense. para los que quieren formarse y, desde ya, para los que lo
necesitan como terapia. Cuestionamos el aislamiento de
¿Cuestionamos qué? ¿El psicoanálisis en sí? ¿La ciencia las instituciones psicoanalíticas, sus estructuras verticales de
que tiene por objeto teórico el inconsciente' con todas sus poder y el liberalismo aparente de su ideología.
implicancias? No la cuestionamos. Por el contrario. So•
mos psicoanalistas y nos importa el psicoanálisis. Hemos ¿Desde cuándo cuestionamos? Crónica de un proceso . . .
con;probado que sirve para que el hombre se conozca mejor Antes de describir lo nuestro, daré un breve resumen de -un
.
a SI '!lismc: y al otro, para que se mienta menos y sepa cuestionamiento diferente y similar, ocurrido hace mucho.
, .
mane¡ar mas lucidamente su destino. Esto último ya suena Nuestro proceso porteño empieza a tomar forma concreta
a Marx, pero eso no :s extraño. Desde ya, hoy analogías desde el Cordobazo. El de los colegas uruguayos se inicia
Y pu�tos de cont?cto importantísimos entre psicoanálisis y con la muerte del estudiante Líber Arce. Leyendo a Wilhelm
mar-:<ismo. �uest10��mos las omisiones que comete el pen­ Reich 3 descubrí la similitud de los hechos que llevan a los
samiento ps1coanal1t1CO corriente. Escotomiza el modo en psicoanalistas a asumirse políticamente: El 16 de julio de
qLJe la estructura de nuestra sociedad capitalista entra a 1927 hay huelga en Viena. Se realiza una gran manifes­
'
través de la familia, como cómplice en la causáción de las tación. No se sabe bien cómo ocurrió, pero súbitamente la
neur�sis, y en que se introduce, a través de nuesÚa perte­ policía hizo fuego sobre la gente desarmada. Reich estaba
nencia de clase, en nuestra práctica clínica invade· nuestro entre ella. Definirá posteriormente lo vivido como "una
'
encuadre y distorsiona nuestros criterios de curación. Cues­ lección práctica de sociología". A partir de esta experiencia
tionamos las omisiones que se hacen de ciertos conceptos tomó la decisión de instrumentar su saber psicoanalítico en
de Freud. Hay citas muy citadas y otras que sucumben a favor de la lucha de liberación. "Si yo me dediqué al mo­
un olvido que no es inocente. ¿Un ejemplo? "Una cultura vimiento de higiene mental, no fue precisamente para curar
qu� deja insatis�echo a un número tan grande de sus par­ a unas cuantas personas o· mejorar su salud: comencé des­
tiCipantes y los 1mpulsa a la rebelión, ni tiene probabilidad pués del 16 de julio de 1927, cuando s� mató a cien per­
de· conservarse definitivamente, ni se lo merece." 1 sonas en la calle y fueron heridas unas mil."
No cuestiona mos al Freud científico que nos muestr�
, . ,
como la 1deologia de la clase dominante se trasmite a tra­ 2 "Para Freud la historio no era un proceso dialéctico, sino eterno­

vés del superyó, de generación en generación y vuel;e lerdo mente evolutivo. Por eso no entendía los guerras imperialistas o lo lucho
de clases." Franz Sterberg, en "Marxismo y represión", capítulo de
al hombre en su capacidad de cambio. Pero cuestionamos Marxismo, psicoanálisis y Sexpol, Granice Editor (en prenso).
3 Ramón Gordo: "Contribución al estudio de Wilhelm Reich", en Psi­
1 Sigmund Freud: El futuro de una ilusión. Obras Completas, Vol. 1, coanálisis y sociedad, 1, Cuadernos Anagrama, Barcelona, 1971.
Editorial Biblioteca Nuevo, Madrid, 1948.

15
14
Para Reich la lucha contra el fascismo y en pos del so­ xismo. Cuando escribí el trabajo que figura corno último
cialismo pasa por la lfberación sexual. El padre de la fa­ capítulo de este libro, desconocía las investigaciones y dis­
milia actual, llena de tabúes, el tiránico padre edípico que cusiones de este grupo de analistas marxistas. No entra­
reprime las manifestaciones eróticas y rebeldes del niño, leí bqn a las sociedades analíticas de entonces (¿o estas no
trasforma en un ser sumiso, pres9 fácil para cualquier dic­ les daban entrada?) y sus publicaciones fueron destruidas
tador. Para cambiar al hombre no basta eliminar su explo� cuándo el nacionalsocialismo tomó el podér. Sus autores,
tación económica. Hay_ qué cambiar la familia. (¿Y la a salvo, pero desarraigados y dispersos en países lejanos, no
posesividad de las madres? Este tema Reich lo omite. Es tuvieron ya la fuerza suficiente como para retomar la
urgente tratarlo. Pero sigamos con Reich.) Además, los discusión.5
marxistas denuncian la miseria económica en que viven las En rni crónica dejaré de lado a Marcuse, Adorno y otros,
masas. ¿Pero quién se dedica a desenm_ascarar la miseria para hablar de nuestro proceso argentino. Los colegas uru­
sexual del proletariado? ¿Cómo puede gozar el obrero con guayos expliéltan el suyo a través de sus trabajos. Además,
su compañera exhausta en su vivienda precaria, en plená no tienen problemas institucionales.
promiscuidad? ¿Y cómo podrá gozar ella, expuesta cons­ Ya lo mencioné; a nosotros, como institución, nos des-
tantemente a la amenaza de un nuevo embarazo que se -pertó el Cordobazo. En esos días la gran mayoría de los
trasformará en un nuevo hijo, al que no podrán mantener? psicoanalistas argentinos pedimos que nuestra sociedad se
El Estado no la provee de anticonceptivos y hasta le niega pronunciara políticamente. Nos respondió. Además, había
el d�recho al aborto, es decir, el derecho inalienable _de tolerado antes y seguiría .tólerando después cuestionamientos
todo ser humano de disponer de su· propio cuerpo. Las ma­ dentro o_ fuera del ámbito institucional, siempre que no se
sas, frustradas sexualmente, se neurotizan, y el neurótico mezclaran ambos terrenos.n Cuando finalmente se produjo
sobé sufrir, pero no sabe luchar. Por eso la miseria sexual esta mezcla, provocada con cierta inocencia por ambos la­
conviene a la sociedad capitalista, a la cual la Iglesia pro­ dos, resultó explosiva. Lo cual es decepcionante, si tene­
vee de argumentos morales para justificar fa represión.4 mos en cuenta que, como analistas, deberíamos superar di­
Reich se lanza. a fa lucha. No habrá libertad sexual sociaciones y aspirar a la integración; pero efectivamente
verdadera sin socialismo, ni socialismo verdadero sin liber­ el adentro ·Y el afuera resultaron inintegrables.
tad sexual. Pero por el momento hay que dedicarse al Ocurrió así: la mayoría de nosotros, miembros de APA
esclarecimiento del proletariado y hay que encontrar una (Asociación Psicoanalítico Argentina), éramos también, aun­
plataforma común para las exigencias sociales y sexuales. que solo formalmente, miembros de FAP (Federación Ar­
La fucha por mejores viviendas y contra fa ley que prohíbe gentina de Psiquiatras). · Pero inmediatamente antes del
y pena el aborto; volcará a las masas simultáneamente con­ C0rdobazo·unos cuantos de .nosotros asumimos activamen­
tra el fascismo y por fa revolución. te un papel en FAP. Hubo una huelga general. FAP dis­
Reich no es el único analista que tornó una posición ideo­ tribuía los volantes que fijaron su po?ición frente al paro
lógica definida y de izquierda. Pero es el más absoluto y ·
en todos los lugares donde trabajan y/o se forman psi­
concreto. Se integra, ,por un tiempo por lo menos, a la lucha quiatras. Y por lo tanto también en APA� O desde luego
obrera contra el fascismo que se avecina. Otros -entre
ellos Fenichel, Sternberg y Bernfeld- se limitan al trabajo 5 Solo hoce poco tiempo ·fue posible reunir los textos de un intento

teórico. Intentan reivindicar el psicoanálisis para el mar- . olvidado que- ahora adquiere sumo actualidad. Yo lo mencioné: Granice
Editor publicará dentro de poco Marxismo, psicoanálisis y' Sexpol, fruto
' de este primer cuestionamiento.
4 Se troto de lo Iglesia de entonces, pero solo parcialmente de la de
hoy. Los euros obreros y los sacerdotes del Tercer Mundo emprenden . G José Bleger, en el 11afuera11 siempre había investi ado y éscrito so­
g
simultáneamente lo lucho por io liberación de los masas y por uno nuevo . bre psicoanálisis y ma_rxismo. Pero en el 11adentro11 nunca se mencionaron
moral sexual. sus publicaciones.

17
en APA ya que APA éra casa, mientras que FAP, orga�is­ ¿Por qué cuestionamos?· Justamente ·por uno necesid
mo gre � ial, científico y político, �ro casi circun�tanc1al. ad
de integración. Pero también por considerar que el análisi�,
Estábamos allí, porque nos fascino ha?er descubierto un cuestionado, repensado, enriquecido por investigaciones he­
campo, un locus politicus, como lo llamabamos cultamente, chas desde un abordaje marxista y· con nuevas aperturas
donde poder aprender, en un curso ace} erad?, lo que .n?s hacia lo social, puede ser un instrumento más útil en el
había faltado durante tanto tiempo. All1 yu��mos ,�dqwnr, presente e indispensable en el futuro.
nosotros, psicoanalistas de .al!a cat�gona, calle en un
sentido político. Pues distnbwamos mocentemente -ven, ¿Para qué cuestionamos? Para rescatar al anólisis de su
nos faltaba "calle" todavía- nuestro volant� en ���· Y anquilosamiento y de su preciosismo actual. Cur',e-:amente,
APA reaccionó mal. Nuestro presidente de �AP rec1b1o una en el último congreso psicoanalítico, que se re.:Jiizó hace
carta indignada y abierta de nuestro pres1dente de AP�, unos meses en Viena, el pedido de rescate vino desde aden-
quien, en nombre de "la población de APA", e.t . c., nos �r�h.1;
·

tro mismo de la Asociación Psi.coonalítica Internacional. El


bía terminantement�. . . Nosotro7 contest?r:;os. Se m1�1� tema central del encuentro era la agresión. Y el vocero del
un epistolario. Plataforma Argentma adqumo nuevos bno, pedido de rescate fue Mitscherlich, que no es ningún revo­
y prácticamente independizó sus planteas de APA. Se for­ lucionario, ni rebelde, sino sencillamente un analista de
mó un núcleo de disidentes dentro de,APA, l �a�ado grupo prestigio y con sentido común. Declaró que "los factores
Documento ya que cúestionó a troves de d1stmtos docu­ sociales son los verdaderos responsables de las conductas
mentos y � ctitudes la estructura vert.ical d� �o�er en la agresivas y destructivas. Pronto nadie tomará ya en serio
institución y el monopolio de los analistas didactlcos.- Pu­ al psicoanálisis, si se sigue insistiendo en que las guerras
so además en duda las reglas de juego vigent.e:, en ":PA se producen porque los padres odian a sus hijos y los· man­
y por primera vez desde decenios, una com1s1on direc­ dan al frente para hacerlos matar".
t iva no fue elegida por unanimidad, sino h.asta con, voto� Mitscherlich se refiere obviamente a la teoría del fili­
en contra. y así seguimos. N � pue�o contmuar mas olla cidio, sostenida por Arnaldo Rascovsky. Esta puede ser
con la crónica de nuestro cuest10nOm1ento, porque para es­ aceptada o rechazada dentro de un campo estrictamente
cribir historia, esta debe pertenecer al pasado .Y nosotros psicoanalítico. (Por ejemplo: ¿es cierto, como afirma este
estamos en un "aquí y ahora" pres�nte y caliente.. Pero autor, que los padres inconscientemente quieren matar a
hemos aprendido algo: mientras se s1ga la regla de JUego sus hijos como tales, o eso ocurre porque reviven con ellos,
según la cual una sociedad analítica es un lugar ton �par­ desde papeles invertidos, su propio complejo edípico? Si
todo y no contaminado con el afuer_a como un �rata�1ento fuera así, los atacarían, por confundirlos con sus propios
psicoanalítico de encuadre perfecto,' no se podre ser r��o­ padres. ) Pero creo. que la problemática planteado por
lucionario" dentro de ella.H Por separado, afuera t�m?1en, Mitscherlich no pasa por una discusión meramente analí­
siempre que no se mezcle y siempre que uno se lim1te a tica, sino por la extrapolación del psicoanálisis como campo
puras palab.ras. Pero no hay que pasar del pens?r al ac­ clínico y bipersonal, al campo social. . .
tuar; porque, como ya es. sabido,9 esto es mal v1sto ana- Desde ya no 'debemos extrapolar, pero sí aplicar el psico­
líticam
- ente. análisis ·al campo social, aunque con suma cautela y cpn
rigor metodológico. Al· ocuparnos de un problema social,
7 Véase el capítulo escrito por Fernando Ulloo.
. . no­ debemos ubicarlo dentro de la estructura socio-económico­
s Nosotros 1 los psicoanalistas, siempre nos cons1dera
épOCO en el compo
.
pSiCO

mos revoi C:'o
.
OQICO­ política pertin�nte. La teoría del filicidio como factor cau­
rias 1 y eS ciertO que lo fuimos en UnO
ult·urol Pero no lo fuimos en el campo de lo lucho �,
d clases. . . sante de las guerras se vuelve insostenible por esta omisión.
e 0 E ilio Rodrigué, en "The fifty thousand
rr: hour potien . lnternahonal
Tomemos como ejemplo la violencia dentro de una so­
Jaurnal of Psychoanalysis,· Vol. 50, Port.· 4, 1969.
ciedad clasista. Podemos establecer la siguiente analogía:·
18
19
FA�� DE PSICOi l"'l r v �,
BiS LIOTEC��" .Jl.f!.:
.

la clase dominante se comporta frente a la clase dominada consec�:ncias, todas las posibilidades de aplicación del psi-
cómo padres violentos frente a sus hijos dependientes, y coan�, l }sls en la lucha por una. nueva sociedad y ·por 1a
estos, a su vez, luchan violentamente por su liberación. creac1on del hombre nuevo.
Pero no nos olvidemos de que esta explicación no agota
el problema y que nos estamos moviendo en el terreno de MARRE lANGER
una metáfora. O no nos olvidemos de la situación de po-
der económico vigente y concreta. .
No es por su tendencia hacia el filicidio por lo que los pre­ Buenos Aires, octubre de
1971
sidentes y generales norteamericanos mandan a sus hijos a
agredir a Vietnam, aunque puedan morir en esta empresa. Pone � fecha y lugar a este pró
. logo no significa cumplir
La tendencia al filicidio, a lo sumo, les facilita la realiza- , con un �rmalJsm o. Importa est ubicación. Por
y a plJo
, . � uenos . ? eso rep ito
ción de una guerra neocolonialista, en la cual, metafórica­ ;n , r•ca, 197
A �res, Argentina, Montevi
deo' Uruguay,
L�hnoame
mente, los Estados Unidos asumen el papel de Cronos-p:Jdre 1.
filicida, frente a un pueblo rebelde y en desarrollo que
lucha por su liberación. Si nos olvidamos de esta situació:-�
básica, podríamos suponer que el Pentágono, seducido por
su tendencia al filicidio, intervendría indiscriminadamente
en cualquier guerra y en cualquier bando. En síntesis: la
interpretación psicoanalítico puede complementar nuestra
cómprensión sociológica y política, . pero pierde sentido si
la emitimos aisladamente, en vez de ubicarla dentro de
una estructura social que Marx nos volvió inteligible.

Cuando empecé a escribir, pensé comentar cada capítulo


de este libro, para unificar nuestro cuestionamiento. Desis­
tí, sabiendo que le falta cierta cohesión y ordenamiento,
que se mezcla lo anecdótico-ideológico con lo crítico-cien­
tífico; que, además, hay opiniones discordantes sobre los
mismos temas y hay temas importantes que ni aparecen.
Pero me di cuenta de que vale la pena ser modesto: mien­
tras nos quedamos en el proceso de cuestionar lo existente,
todas estas fallas son inevitables. Por el momento, solo por
el momento, este cuestionamiento, planteado desde una basa
marxista, nos da suficiente unidad. Pero si no logramos
abrir nuevos caminos, lo ya hecho perderóparte de su valor.
¿O no? Porque:
/

¿Para quiénes cuestionamos? Para todos los que se in­


cluyan en nuestro proceso y estén capacitados y dispuestos·
a seguir trabajando a fin de desarrollar, hasta sus últimas

20
21
f
¡;

\1'!
NESTOR. A. BRAUNSTEIN
MARCELO PASTER.NAC
Premisas ideológicas de Ja investigación psiquiátrica 139
MARIE lANGER
ARMANDO BAULEO

EDUARDO PAVLOVSKY
Los fantasmas en los grupos. La poesía en psicoterapia 181 .t
-..,.¡:1
DIEGO GARCIA R.EINOSO
Fractura y apertura 209

JUAN CARLOS VOLNOVICH


El concepto de reaiidad en el niño: una aproximación L
psicoanalítica
·

223

·EMILCE DIO DE BLEICHMAR
Hacia un replanteo del psicoanálisis de niños 235
Prólogo
MARIE LANGER
La mujer: sus limitaciones y potencialidades 255

lndice de CUESTIONAMOS 1 278


"El arma de la crítica no podrá reemplazar a la crítica
de las armas": frase de Marx utilizada por Wilhelm Reich
en el prólogo a la primera edición de Psicología de masas
del fascismo.
Escribiendo este prólogo nos sacudió el proceso chileno.
· Entonces ¿qué decir?
El encabezamiento en Reich continúa así: "Si este tra­
bajo está capacitado para recorrer el difícil camino que con­
duce a la crítica de las armas, habrá alcanzado su objetivo".
'
Septiembre de 1933.
Septiembre de 1973. ¿Este trabajo servirá para ese mis­
mo objetivo? ¿0, por lo menos, será un indiGador de ese mismo
camino?
Demos una ojeadá a los materiales que componen este
hito. Con algunos estaremos en parte de acuerdo, con otros
totalmente y con ·otros nada, pero creemos que nuestra fun­
ción es facilitar un ámbito de polémica y esclarecimiento.
Podemos decir· en general que la intención común, al-.
canzada o no, de los diferentes artículos es la de apuntar' a

9
las institucionalizaciones mentales que nos convierten .en ·re­
mos que su verdad o su error, como tambi' én el nuestro, ser­
productores de la ideol-ogía, en nuestra especificidad. Esta, virá siempre para la lucha que definimos anteriormente.
apúnta a la investigación de los procesos mentales; es decir Hagamos un retorno al comienzo de lo hasta ahora ex­
a uno de los medios por los cuales los sujetos están inserta­ presado.
dos en un sistema social determinado. Reich, 40 años atrás, pretendía encontrar el instrumen­
Dicho de otra manera, los agentes productores desem­ to para contrarrestar la seducción que el fascismo ejercía
peñan funciones, ocupan espacios y tiempos en el proceso de sobre las masas.
producción; en. una palabra el efecto fetichista es que "lo En Chile la situación fue muy distinta. La clase obrera
hacen pero no lo saben". ente·ra, junto con parte de estudiantes, profesionales e inte­
Nuestra especificidad y nuestro problema --que lleva lectualés luchó y, no lo dudamos, seguirá luchando por el
muchas veces a los límites del campo de la política-, es el socialismo. Pero gran parte de estudiantes, profesionales e
cómo se toma concienéia o no de lo que se hace. intelectuales participaban en esa lucha activamente del lado
A su vez el e.studio de los procesos mentales converge del fascismo. La acción del sector profesional fue factor im­
con el campo dE? la ideología. Y es esta la que produce nue­ portante en la derrota del 1 1 de septiembre; eso es induda­
vamente una mala pasada: al limitarnos a observar solo el ble.
tránsito de ella por nuestro campo, nos ubica meramente co­ Es por todo ello que la problemática gira alrededor de
mo observadores "científicos" y nos convertimos así en es­ la posibilidad de que el esclarecimiento, la discusión y la
pectadores de un juego que creemos que no jugamos. Pero utilización de los instrumentos específicos de los cuales dis­
si, para evitar eso, hablamos de esta ideología, perdemos ponemos, sirvan para efectuar una "profilaxis" de esa de­
nuestra especificidad. cadencia y degradación del intelectual.
Es como si se nos planteara esta alternativa: o perde­ Leamos parte ·de la dramática carta de un compañero
mos la cientificidad, a riesgo de que nos llamen ideólogos, que recibimos, ya tarde, en la Federación Argentina de Psi­
o la mantenemos con el· peligro. de transformarnos en agentes quiatras. Dice:
sabios del sistema. "En consideración de la situación que está viviendo nues­
Pero ¿es así o se nos enfrenta con una doble ilusión, tro vecino país de Chile por el paro médico reaccionario y
con un dilema, planteado desde la burguesía? criminal, hago la siguiente petición:
Nosotros sostenemos que somos más científicos cuanto " 1) Estudiar la posibiljdad de que la FAP tome la urgen­
más podemos aplicar a nosotros mismos y a la ciencia nues­ te iniciativa para una amplia convocatoria de médicos, que nos
tros conocimientos, sobre todo allí donde nuestra inserción traslademos a Chile a prestar atención médica, a su sufrido
ideológica pueda aparentar una cosa y ser otra. Ahí, donde y combativo pueblo.
la falsedad recubre la conciencia y el prestigio tapa la fun-
·. ción social.
· ·
"2) De ser esto factibié, elevar el ofrecimiento al más
Por lo tahto nuestra función será siempre la crítica, el alto nivel en Chile para que allanen toda cuestión formal,
levantar las resistencias, señalar lo reprimido y hacer cons­ que permitá a médicos revolucionarios, progresistas y hu­
ciente lo inconsciente. manistas de nuestro país, hacer un aporte de solidaridad
internacional para con el pueblo hermano, duramente cas­
Interpretaremos y denunciaremos, si lo creemos nece­
tigado por esta prolongada huelga.
sario, en el campo individual y social.
"Según la información, .no hay posibilidades inmediatas
Este libro tendrá materiales de los más diferentes pero de solución al conflicto y en la provincia de Valpa·raíso han
·en ellos estarán siempre las situaciones diversas/ por las cua­ paralizado hasta las guardias médicas con el enorme costo
les los autores creen que pasa io recién expresado. Espera- de vida� que ello significa ..."
10
11
Sí, esta carta llegó demasiado tarde. La transcribimos,
porque nos señala nó solamente una situación de emergen­
cia, sino otros caminos de lucha dentro de nuestra especifi­
cidad: la· importancia del trabajo gremial y la posibilidad de
una actuación concreta y directa.
Parece que hay varios caminos. . . O un solo camino
pero zigzagueante . ..
El objetivo es solo uno, la liberación de América lati­
na, y es esto lo que nos motiva en septiembre de 1973 a
dedicar este libro a das grandes médicos que lucharon, ca­
da uno a su manera, según su criterio, pero consecuentes
hasta el fin por lograr este objetivo.
Nuestro homenaje a Ernesto Che Guevara y a Salvador
Allende.

Un documento más

México, D.F., marzo 1, 1973.


DÓctor Víctor Manuel Aíza
Presidente de la Asociación Psicoanalítica Mexicana
Presente

Estimado colega:
Pienso que el trabajo psicoanalítico es esencialmente el
ejercicio de la crítica de las estructuras personales y so­
ciales. Solo. de esta manera entiendo que el análisis puede
ser un camino para obtener la calidad de ser humano pleno,
responsable y comprometido. Congruente con esta convic­
ción, me ·siento obligada a renunciar a mi condición de
miembro de la Asociación Psicoanalítica Mexicaña y, conse­
cuentemente, también a mi membrecía én la Asociación
Psicoanalítica 1 nternacional.
La incompatibilidad de mi trayectoria personal y profe­
sional con estos organismos no deriva de fricciones o roces
individuales, sino precisamente de lo que percibo como el
estado actúa! de las propias instituciones. Entiendo que por
voluntad de Freud, la Asociación Psicoanalítica Internacional
surgió como una posibilidad real de custodiar y transmitir
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