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CONFESIONES DE FE
Fundador de la Orden del Lirio y el Águila 
(Al ingreso en la Escuela de los Hermanos de Oriente)
 
Hermanos y Maestros, ¡Saludos!
Que la Paz y la Gracia de nuestro Señor y Maestro
Supremo, Jesús de Nazaret, Hijo de José el Creador,
Hijo divino de María, la Santísima Madre, esté con
nosotros.
Vino a la Tierra para ofrecer la Salvación a la raza
humana,
Vendrá de nuevo para juzgar a los vivos y a los
muertos, a los buenos y a los malos, y a dar a cada
uno, por medio de Sus Poderes Celestiales, una
recompensa o castigo eterno.
Vivió en la Tierra para predicar la Fe a las personas
degradadas por sus obras e infelices por sus pecados.
Vino a la Tierra a predicar la Fe, no la Racionalización.
Maestros y hermanos,
Estamos aquí mismo, en el Camino que marcó el
Destino para andar.
Caminamos juntos y seguimos al Señor para lograr
una Doble Acción: la de Posesión y la de Transmisión
de la Fe.
Es verdad y no hay en ello contradicción, que cuando
la lógica es guiada por un espíritu perfecto en todas
sus acciones y en todas sus expresiones, es el único
Faro que guía directamente al Hombre al Camino de
Dios. Pero para las personas que no tienen perfección
en las acciones y en todas sus expresiones, la lógica
es el instrumento más peligroso. Es el timón torcido lo
que los convierte en peones de este mundo.
Después de todo, la lógica se puede aplicar de dos
maneras: para el bien, pero también para el mal,
mientras que por el contrario a través de la Confianza
en Dios, que tiene una sola Fuente, el Amor, todas sus
aplicaciones tienden al Bien y a la Belleza.
Es esta Confianza la que debe guiar a los seres hacia
la Perfección. Apoyada en la Lógica, esta Fe se
convertirá en el fundamento de la Redención de los
seres.
La sabiduría es la fuente de la lógica. 
El amor es la fuente de la fe.
El primero puede ser destruido por error. El segundo
es indestructible.
El primero hace al Hombre Inmortal. El segundo hace
al Hombre Eterno.
Entonces el Camino más puro es el del Amor. Aunque
esté lleno de espinas y cardos, renazcamos y
crezcamos en este Camino único elegido por el Dios
Encarnado para ascender al Cielo.
Iniciadores, nunca enseñéis la venganza o el miedo a
vuestros hijos, porque así los despojáis de la vida. 
El amor, en sus múltiples expresiones, aparece
radiante en tres niveles de nuestra vida:
La belleza es una de sus manifestaciones terrenales.
La bondad es una de sus manifestaciones psíquicas y
La Justicia es una de sus manifestaciones Espirituales.
El amor es el Camino seguro que ilumina a los ciegos
y les permite llegar al Cielo. Se ofrece a sí mismo y así
permite que incluso los cojos se arrastren hasta las
Puertas del Paraíso. Se mueve de tal manera que
atrae hasta al Paralítico al Reino de Dios.
¿Ves la grandeza de este Camino?
¡Maestros! Optemos todos por seguirlo y
asegurémonos de que nuestros esfuerzos podrán
coronar con éxito nuestro anhelo.
Frente al Amor, toda la Naturaleza se regocija. Frente
a la Racionalización, se levanta y se rebela.
¡Los hermosos frutos del Amor son la Alegría de la
Creación!
¡El amor es siempre infinito e inmortal!
¡El amor es amor para siempre!
¡Amor a Vosotros, Hermanos y Maestros, Alegría y
Paz, Fe en el Señor Hijo de Dios, que ascendiste al
Cielo por Amor!
Amén