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334 PARTE 1V.

SOCIALIS1iü y DEMOCRACIA

cae con la teoría que Je si d d ·


La democracia no es u::eex~ pu~;o ~apoyo: en un mo~ento da,
truir una teoría del roceso d epc10~. . n reahdad, es posible co.
las realidf!des del oi!ar col t~mocrahco que ten~a en cuenta· tQd.,.
teoría será presentada en el ~e I~to ly de la mentalidad pública. \E¡'' CAPITULO XXI
la suerte que puede predecirseap1 Ju ~XXII, y ~ntonces _podremos. de.
socialista. a a emocracia en un orden de cri · LA TEORIA CLASICA DE LA DEMOCRACIA

l. EL BIEN COMÚN Y iA VOLUNTAD DEL PUEBLO

* La filosofía· de la demOcracia- del siglo XVIII- puede ser compen.


ai~da en la siguiente definición: 'el método democrático es aqúel
1~fema iristitucional de gestación de las decisiones políticas que
~,~_liza el bien .común dejando al pueblo decidir por sí mismo las
\t~·Stiones en litigio medil'tllte la elección de los individuos . que han
a~·~congregarse para llevar a cabo su voluntad. Vamos a desarrollar
}~1;;-ciue esto implica.
U}/Se ____ soStiene. _pues, __ qµ_e ___ e_:iciste_ µn b_ien ___cor:n~_ll, -faro _ ()rie11tador
.:·~·:-_la política, q~e si~m~pre -es-,-'fácil-- d~ definir Y que puede hacerse
• ~,~tCibi:f a_ toda persona normal, por medio de la argumenta~ión
~ácÍonal No hay, por tanto, excusa pB.ra no verlo- ni hax, en realidad,
.~~'tj'_guna explicación para la existencia de geñte que no lo vea, a no
~~y:: por ignorancia -que puede ser eliminada-, estupidez o -inte-
~fS. aÍ1tisocia1. AdemáS, este- bien común implica respuestas. definidas
~l~ódás las cuestiones, de forma que todo hecho social y toda medida
?~:optada o por adoptar puede clasificarse inecjuívocamente como
f¿b-Ueno" {o "buena") o "malo" ( o "mala"). -C.omo todo el mundo
¡~~ne, pár 1tanto, que _estar de acuerdo, -al menos en principio, hay
f~mbiéll una voluntad coÍnún del pueblo (voluntad de tódos lo_s indi-
~ªuos con- uso de razón) que se corresponde exactamente con el
';~i_én común o el interés común o el bienestar común. Lo único que
~bifede ocá.Sionar un desacuer~o, aparte de la estupidez y de los inte-
'¡féses siniestrqs; y e:Xplicar la existen'cia de una oposiCión es una
'a_ifi::rencia- de "opinión en cuanto a la rapidez con que· hay que llegar
~~óla meta, la cual es común a cB.Si todos. Así, cada miembro de la
vq:OririI-~idad, ·consciente de esa meta, saRiendo lo ·que quiere y dis~
~9~~riiendo lo -que es bueno, y lo qµa es malo, toma paife, activa y
·fCsporisablemen_te, en el fomento del 'bien y en la lucha contra el mal,
~;todos los miembros juntos fiscalizan los negocios públicos.
$?.-"Es cierto que' la dirección de -algunoS de estos negocios requiere
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336 PARTE IV. SOCIALISMO Y DEMOCRACIA CAPÍTULO X~l(]. LA TEORÍA CLÁSICA DE LA D~lVIOCRl¡..CIA 337
"I ',

aptitudes y técnicas especiales y han de sei, por .tanto, confiaq_ ;:{:::En primer lugar, no hay tal bien com~n, unívocamente determi-
especialistas que las pose4n. Sin embargo, esto no afecta al p! \:dá, en el que todo el mundo pueda estar de acuerdo.? pue\d.a ha-
pío, porque estos especialistas actúan simplernente para llt;!V~ :~ele estar de acuerdq en virtud de una argumentac1on racional.
efecto la voluntad del pueblo, exactamente igual que un médico ~:::~ o no se, debe primordialmente al_ hecho de que algunos pued':"
para llevar a efecto la voluntad del paciente, que es curarse.·<[ ·,¿fer cosas distintas del bien común, sino al hecho -mucho mas
bién es cierto que en una comunidad de cualquier magnitud, espe_· .::damental de que, par~ los distintos individuos y grupos, el bien
me_nte si acusa el fenómeno de la división del trabajo, sería_ iliún ha de signifiCar necesariamente cosas diferentes. Es:e. ~echo,
mamente inconveniente para todo ciudadano individlJ,al tener'.fJ 'ulto a los utilitaristas, a causa, de la estrechez de su~ v1s1on del
ponerse en contacto con todos los demás ciudadanos con ocas.ióil_''. ÜÍido de las· valoraciones humanas, introduci_rá hendiduras en
1
cadalcuestió:rÍ pendiente, a fin de contribuir con su parte en el maii '~~Íiones de principio que no podrán reconciliarse mediante una
o gobierno. Será más conveniente reservar tan sólo las decisione_~{'.': >~ m.entación racional, porque los valores últimos ~nuestras con-
importantes para que se pronuncien sobre ellas los ciudadanos __$;{ 'Ciónes de lo que deben ser la vida y la sociedad- están más allá
i viduales -medíante el referendum, por ejemplo- y dejar las d~~.·, Ia categoría de la mera lógica. -En algunos casos pue~e tenderse
a cargo de una comisión nombraba por eilos, esto es, a una asa~ -~_puente sobre ellos, pero en ot:os cásos no. Los ame~1canos que
o parlamento, y cuyos miembros se elegirían por sufragio popµ :_en· "queremo_s que nuestro _pais _se .arme has~a lo~, dientes par~
Esta comisión o cuerpo de delegados no __ representará, conio ~~ · ar en todo el globo por lo que consideramos Justo , y los ame.r1-
visto, al pueblo· en un sentido jurídico, sino que lo representar~/· :_0s que dicen "queremos que nuestro país resuelva sus propios
Un sentido menos técnico: interpretará, refleja;rá o representa..-~ O~lem_~s_, que --~s __ la __ ú_~i-~a Ir}_a_11_e_rél: __ c_omo __ p11e_de __servir__ a __la_.. huma-
voluntad del electo~-ª~~·-- ~-¡~11_?0 num~rosa ___~st~ __c_ornisión~- _puede.,-:, -¡i(l';--, están enfrentcidoS por- diferencias irreductibles de valores
membrarse,- -í:ambiért por razones de conveniencia, en comisi,"· húos que un compromiso sólo podría mutilar y degradar.
menores para las distintas secciones de los negocios públicos.-~~ '.-'En segundo lugar, aun cuando resultase aceptable par~ tQdos un
mente, entre estas comisiones menores habrá una para ·asunto~ ·If ~h común suficientemente definido, -Como, por ejemplo, el
-~imo de satisfacción econólr,lica de los utilitaristas-, esto no
2
rales, principalmente para tratar de los asuntos corrientes de a,·
nistración, llamada gabinete o gobierno -y "dirigida posiblement~ plicaría respuestas _igualmente definidas para~los pro~lemas. si~-
un sec_retario general o cabeza .de turco, esto es, 18.res. Las opiniones acerca de es_tos problemas podrian _diferir
ministro, como así se 11arna.1 '$ta una extensión de importancia suficiente para producir la ma-
1
Tan pronto como aceptemos todas las hipótesis formuladas -~ía de los efecto~ de una discrepancia "fundamental" acerca de
esta teoría de la política -o que estén implícitas en la mis _:mismos fines: Los problemas que se plantean a propósito de la
la democracia adquiere, en realidad, una significacióii inequívQ· IUación· de la satisfacción de las necesidades presentes frente a l_as
no planéta ningún problema, a excepción de] de cómo irnpla.rlt_~, ' r~s incluso ·en el caso de la elecci~Il del socialismo frente 'al
Además, tenemos que sobreponernos a unos cuantos escrúpulos) italÍsmo, qu~darían sin resolver después de la conversión de cada
cos para poder añadir que, en este caso, e] sistema demoCrátic·b: -'(Iadano singular, Por ejemplo, al utilitarismo. La "sa~ud" puede
sólo sería el mejor de todos los concebidos, sino que poca_ g~U_ ' -~:'deseada- por todos, y, sin embargo, la gente puede discrepar en
preocuparía de tomar en consideración ningún otro. No es_-,,Ili 'nto a la vacunación y la vasectomía. Y ~sí sucesivamente.
cierto, sin embargo, que estas hipótesis Son otras -tantas afi~ (~os padi-es utilitar-istas de la' teoría democrática no vieron to?a l~
cienes de -hecho, cada una de las cuales tendría que ser proba~~fr c,Qrtancia de esto, simplemente porque ninguno de ellos considero
hemos de llegar a esa conclusión. Y es mucho más fácil refllti3:f!
''i_ El propio significado de "la mayor felicidad" es suscepti~Ie de una seria duda.
: aun cuando esta duda pudiera· -rlesvanece-rse, . y pudiera asignarse un significado
;_ a la suma total de satisfacción de necesidades eco!lómicas de un grup? de
1 La teoria 'Oficial de las funciones de un :rn1rustro de gabinete sostfoi~~;-':­ )~s, "este máximo seria todavía relativo respecto de situaciones Y va1or_ac1ones
efecto, que es nombrafio para cuidar de que en su departamento se cumpla la '{ol , que tal vez sea :imposible alterar o hacerles objeto de un compromiso por
tad del pueblo. · ·· s detnocráticos.
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seriamente una modificación substancial del cuadro económic_ -ta, construímos no meramente una teoría dife_re~te de la misma en-
de los J:iábítos de una sociedad burguesa. Veían poco más allá_: cid, sino una- teoría de algo completamente distinto. Tenemos toda
mundo de un herrero del siglo XVIII. razón para est3.r en guardia contra los peligros q~e s~ ocul~an en
En tercer lugar, siri erµbargo, como consecuencia ?e las dqs_,-·_. senda de esos defensores de la democracia que, a. . mismo tiempo
posiciones anteriores, el concepto particular de la vohL."ltad del,~ ~ reconocen en medida creciente los hechos del proceso ,Aemocrá-
blo, o de la volonté générale, adoptado -por los ·utilitaYistas se d_~: _:o; bajo la presión de las pruebas que se van acumula~~o, trat~n
nece en aire. Piles ese concepto presupone la existencia de u4· · .. ungir los resultados a que da lugar ese proceso con aceite sacatjo
común claramente determ:L.J.ado y discernible por todos. En cónt-- ~.las tinajas del siglo XVIII. .
sición a los románticos, los utilitaristas no tenían noció.n de esa ~
,,Pero auJ.1que todavía pue da decirse
- · .Je -,-
que su13e _un~ ~spec1e c.· 'u~
dad semi~mística dotada de una voluntad propia, esto es, d~,- tad común o de opinión pública de la marana 1nfm1tamente ..com-
" ,. . ~ 1 T1 " ,_ • b l - j ., ... ~
esp1r1tu ae~ puen10 que tan10. aprec~a a ~-a, escue a ms~or1ca_ ;_.,
1 • -

•a -ae las situaciones voliciones, influencias, acciones y reacciones


jurisprudencia. Deriyaban ingenuamente su voluntad del pue~!,_
J ' ,, d
ividuales y aolectivas, q_~e ~ntran_ ,en, el :pro?es~ _e~oc;~~1co~:
1 • "

18.s voluntádes de los individuos. Y a menos que haya un ~~~­ ;resultado careca(ia no sbio c:.e uruaao. :ae1ona1, s1r>.o ram.n1en a.e
el bien común, hacia eI cual graviten todas Ias voluntades lli- " eión racional. La falta de unidad racional significa que, aunque
duales, a Iargo plazo al menos, no obtendremos ese tipó espec_i.!:i, de el punto de vista del análisis el proceso democrático no es sim-
·volonté générale ~'natural". El centro d~e gravedad utilitarist~.·: mente- caótico -para·. el .;i.nalista no es caótico nada que pueda
fica, de una parte, . las voluntades individuales, tiende a fun~irlas; .rse dentro del alcance de principios. explicativos-, sin embargo,
medio de la discusión racionalj en ]a ·va!untad del puebloj y, .d~:, ~o ser de una manera fortuita, los resultados no t'endr,ían sentido
parte, confiere a la última Ja dignidad ética exclusiva pretendid.~: 'r.· sí mismos, al modo que lo tendría, por,ejemplo, la realización
el credo democrático clásico. Este credo lJ,O consiste simplemeñt' ··'--cualquier fin ._o ideal. Lá falta de sanción racional significa qu~,,
un culto a·la volz~ntad del pueblo como tal, sino que descansa-~'-' esto que esta volunta_d no se aco~o-~~ _Y.ª,-ª. ~i:1~n "bi:n"i se~á
ciertos s_upue_s_tos_acerca del _óbleto_ ''natu:rae' de .esta--Voluntad,-ob ora necesario, a fin de reclamar una d1gn1dad etica para el result~a
que e~ sa~cionado por la razln utilitaria. Tanto ,la exist?ncia .. ~. replegaTse en una confianza ilimitada en la$ fo:m~s. democr~­
1
la dignidad de esta especie de volonté générale desap8.rece~----, as de uobierno en cuanto tales, confianza que, en pr1nc1p10, tendr1a ,
pronto cOmo ·nos :falta la idea del bien común. Y ambos pilare e ser independiente de la-deseabilidad de los resultados. Como ya
la teoría clásica se éleSmoronan en polvo inevitablemente. ~os viste,- no es fácil colocarse en este plinto de ·vista, P~:ro aU:n
~·ando nos pongamos e11_, él,· el ab~ndo~o del.. ~ie: com.~~ ~.tiI~ta­
-ta nos deja entre las manos una nuena can-i:idaa de d1r1culrades ..
<, Jí; LA VOLUNT AL DEL PUEBLO Y L;\ VOL1CIÓN "-En uarticular, sub_siste todavía la necesidad práctica de atribub.·
la voluntad del indivíduo una in'dependencia y ~alidad racional
1
:INDIVIDUAL
µ~ son completamente irreales. Si pretendemos sostener que- la
Por muy Concluyerites g_Ue seari les a:rgumcnto3 a?..ter:i~:J:es ~Untad de los ciudadanos tonsti~uye per se un. factor po1~tico que
esta concepción particular de la voluntad del pueblo, -no debén tamos oblio-ados a respetar, primero es preciso que exista esta
dirnos tratar de construh· otra concepción más reaHSta. No :~ riiuntad. Es decir, -tiene qÚe ser algo más que un haz indeterminado
intención poner en tela de juicio ni la realidad ni la imporf --_-Vagos impulsos que se- mueven, en toi:n? a tópic~s da? y a
os i~~
de los hechos socio~psicológicos en los que pe!'~sa!Y'_Ü~ cu.s.ndD h" ·siones erróneas. 'Tocio el mundo tendría que saber oe; un mod.o
mos de la voluntad de una nación. Su an~lisis es, ciertameht :~iso lo aue quiere defender. Esta precisión de las voliciones ten-
requisito previo_para abrirse paso en el estudio de.los probleniá,~'. _1 a- que esl:ar fundada en 1a capacidad para obser;a_r e interpretar
la democracia. Sería preferiblej sin embargo, no conservar ~st.1> rectamente los- hechos que son directamente accesibles a cada uno,
presión, p_otque tiende a <?scurec¡;r el hecho de que, tan proni:ó_·~:.­ ·ra uasar por e1 tamiz de· la crítica Ja información sobre los hechos
hayamos separado la voluntad del pueblo de su connot2c:iórr 1.!( e ~o lo s-on. Finalmente, de estas voliciones deíin:ldas y de estos
CAPÍTULO XXI. LA TEORÍA CLÁSI<;:A DE LA -DENIOCRACIA 341:.
340 PARTE IV-. SOCIALISMO -Y DElHOCRACIA
l]_ales, repr~Sentase algo que, en un sentido convincente,· pudiera
-hechos índagados tendría ,que derivarse una conclusión clara --.y_ :_-denominado voluntad del pueblo. Es, pues, no sólo concebible,
"fRda respecto a los proble-ma:S -esp'eciales, conform·e a las reglas' Q muY probable que las decisiones políticas a que se lleguen m_e_·
-ia deducción lógica, y esto 'C-on un grado tan ,alto -de eficiencia :. te'_ ese proceso no concuerden con ''lo que el pueblo quiere real·:-
neral, ·que pudiera sosteners't~ sin notorio absurdo, -que l~ ·opi~ ·: te'.\ sobre todo cuando las voluntades están muy .divididas. Tam·
JI.e - un ·ciudadano sería aproximadamente tan buena co·mo 1~­ puede negarse que se obtendrá, si no exactamente lo 'que el .
Cualquiet otro. 3 Y todo esto tendría que realizarlo ·e1 ciudad lo quiere, sí, al menos, un "compromiso honrado"·, Esto puede
-medio 'po'r sí mismo e independientemente ·de la presión dés" ,-así. Las probabilidades de que esto suceda son mucho mayores_
'"grupos y de la propaganda:/ pues las voliciones y las 'COnciu:si'·· ndo los problemas planteados son de índole cuantitativa o per·
·:que se ilnpohen al eleCtotado ::fio=pueden tenerse como dato:s ú1ti ten una gradación, como cuando se plantea la cuestión de cuánto
del proce-so, democrático": L·a ouestiórt de -si ·estas condiciones sé·t. be gastarse en ayuda a los parados, ya que todo el mundo propugna
}llen b no en la medi'da neéesaria ·para. hacer funcionar a _la d&~_ '~ n-gasto para· este· fin. Pero cuando los problemas que se plantean
-~Cracia nb -debe. ser :contest'ada por una. _afiTmación _precipifadá_'; · cualitativos, tales como los de si . se ha' de perseguir o no a los-
-po·r una negativa igualmente JfteciPitada ..solamente puede .set?_'. éjes o entrar-O: ·no en una guerra, el resultado obtenido puede dis·
·~t€St:ada ·mediante u.na -apre·ciá'cion· Ja:hor}osa de todo un Jabetifif·r Y _r -si bien por razones _diferentes.,.- igualmente a todo el pueblo,_ ,
pruebas ·contradictoriaiS. · "" ' ~pt:t:_as que la decisión impuesta por un organismo no·-deníocrático _
Sin embargo, antes ·ae··pollemos a ello quiero asegurarme ·dei' -·-'ría resultar mucho más aceptable para el mismo. _ ':
-='~1 lector- aprecia plenamerite -·o~rb -P~nto -que ya ·he señalado. Repe <Esto se ilustrará mediante un ejemplo, Yo admito que el gobierno __
-p~r___,~Il~_I)_,___~~-: á!J:E:_:l'.:~~~4-~- ~~-~"' op_i_ij~-~~-~?___ y___ .:l_~s-e(J_~_ ele _lo_s __ci11d-~'d' · ___a,p_q}eón, __cua11_do__ ~_r_é!-____P_:rim_er__ ~ó11s~l._ Plle~e clasifi_c_a!se ~(} __di~ta~
j~dividuales fuesen datos_ Í-1er~écrB.Ilrent~ definidos e indepen:dici- ·a riiilitar. Una de l_as necesidades políticas que más presionaban,,
·,.:a--:ela'borar por el p:toce·s_o 'democtático, y -aun -cuando todn -el -in - el ·momento era un concierto religioso que aclarase el caos de- ..
fádtuase ·respecto de ellos ?ºn Tacibnalidad y rapidez ideales, no --:s if por la revolución y el directorio -y llevase-la paz a millones. de.
t~;uir_ía ·neces·aria~enle · que las deói.sion·es políticas produc.idá~ -~ cizoneS. Esto lo consiguió Napoleón mediante una ~serie_ de golp.es-
·-:ese J>tOceSb, ·partiendo de l~ ,:materia ·prima de ·esas voli:cíones -·.. estros que culminaron en el concordato con el Papa (1801) y los
.tículos orgánicos" (1802), que, reconciliando lo irreconciliable,
s -Esto -explic'a ·e1 carácter 1uei'temente Igualitario tanto de 'la teoría dá:sl':"' \on justamente la debida cantfdad. de libertad al culto religioso al,
~~- ?en:ipcraci~_._c.omo -de .las_ creenqias- democráticas :popuJa:res. Más adelante ·, nlo tiempo que mantenían con vigor- la autoridad del Estado.·
cara como puede adquirir la igUaldad el Sta.tus :de un postulado -ético. Péro
·fú~P\'! el ·sentid0, que se aWibuya a esta expresión_, no puede aplicarse -en nin. '~ bién reorganizó y refinanció -la Iglesia Católica francesa, resol·_
a _los hofl\bres, tal como son. En reco_nocimiento de esta imposibíUdad i;;e 'ha re~
'l:ado ·con .:frecuencia er postulado -mismo -dándole el sentido ·de "igualdad ·ae -0 ·la delicada cuestión del clero "constitucion.ar' y puso en marcha ..
ni_d~P,' '_.· ,,P~r9, pre,scin_<lien_q:,<? -in.~us~-, rle, la~ dif.i_¡;ultades inherentes a l_a palabra_ •
l\ifilfü:ÚÍ , ·esta reforrni1lamón no nos: Sirve de -mucho -porque es -una igu<ildad ef b.eva ordenación de la- manera más faverable con un mínimo.· de
(y.no pote:ncia.1") de racion_alidad del ,comwr._tamlento -politico .Ja que se requ
(ca;lia. voto de-1\.ln -hombre 'ha ·de -tener -el ·mismo :Peso 'e'n la decisión de las conttov- ·ón. Si ha ]íabido alguna vez una .medida política que responda_
Debe observarse de .pasada que la fraseo_logia democrática ha servido ,pilra
Ta. á::So_Ciación ehti'e las ·desigua:ldades de toda especie y -la ""injusticia" ·que Qazmente- a un deseo_ específico de un, pueblo, esta ordenación pro--
elemento_ tan_ importante en -el complejo '_psiQuico del _f.racasado y en el' -a rciona uno dé los mejores ejemplos. de la historia. Esto tiene que
·po1It.ic~ que :1a uti!iza: U.no 'ele lo¡; sfntoml;!.s más curiosos de este fenómeno':
ínanife_stado ~n Ia institución_ ateniense _clel ·ostracismo o más bien -el 'uso qúe. 'ª últar notorio para todo el· que contemple la estructura clasist¡¡¡,
se hacia de ella. _El ostracrsmo consistía en la proscripción de ·un -indivld
voib!};io'l)ulat, pero no necesa1'iamente ·POr·alguna razón especial: a veces servia la Francia de aquella época, y se confirmará plenamente por el ,
.método_ de ell_tninac_lón de un ciudaQano. prominente molesto que daba la Jin
'ªe <ieontat- -por mas 'de uno". -. -_ - ¡- ·.ho de que esta política eclesiá$tica cóntrjbuyó grandemente a la
.,~ 4 E.Sta ·eXpÍ'esión se ·usa -aqu"i en ~U se~Údo 'ol'iginario y ·no ·én ·e1 setitÍd'. ·--.-hlarid~d casi ulliversal de que gozó el régimen ,eopsular. Pero.
el!-_ Ja 8:~_tualidaq_ e,stá fi:~q,uiriendo rápidamente, y que sugiere -la siguiente def!ri.
Propaganda ·es toda manifestación -que emana de ·una fuente ·que no nos gu:st ifícil ver cómo podría haber sido obtenido este resultado de
po~g~ :q~~ la_ palabr_a se· c\etfiyS: del -tít_ul0_,_de'-l*, com_lsión _de ·cardenales qu
Jl. su e.argo las cuestiones reTativftS ~ _la díf.usión de la fe ca:tóliCa, esto 'es; ·
·_m,anera detlloer~tica. El sentimiento anti-eclesiá$tÍcQ- no había
·gatio ·de¡1'Topagan~a fiije. Por t~~o. ·no 'lleva -con_sigo •nlngú.n significado -de rto y no estaba eñ modo. alguno confinado a los Jácohinos. ven~--
y, ·en especial, no_ implica, una .distor_sión de ,los hechos. Puede hacerse prop
¡p6r·•efemplb, -de lln modb CientffiCb. :s1grtlfica 'simplemente ·Ja presentaoión-•d
·f argumentos- co11 el-propósito~de .lnflufr en las acciones u opiniones de_.Jos hó
9s·. Las personas de esta convicción~ o sus: dirigentes,_ nd pOdíañ"'.
ien una 'dirección tléterintiiada. -
342 PARTE JV. SOCIALI~MO Y DEMOCRACIA CAPÍTULO ·xx1. LA TEORÍA CLÁSICA _DE LA DEMOCRACIA 343

de ningún modo haber -cóncertado un compromiso .. Durante la segunda mitad del siglo pasado, la idea .de la perso·
. sión. 5 En .el otro extremo de la escala, se e~tendía ·rápidanientey-i_:~ idad humana como una unidad homogénea,-·-y la Idea de una
fuerte ola. de furioso sentimiento católico. Los que compartían·__ _ i'untcid como el móvil principal de la acción, se han ido desvane-
sentimiento, o los dirigentes que dependían de su buena voluntadi!,( údo cada vez más, incluso antes de los tiempos de -Théodule Ribot
podrían haberse detenido en el límite napoleónico; en especial;}_ de Sigmund Freud. En particular, estas ideas han ido desestimán·
podrían haber tratado tan firmemente con la 'Santa Sede, par~_;~ ·e progresivamente en el campo de las ciencias sociales, donde
cual no habría habido, además, ninguna razón para ceder en.';Vi_,á ·- a vez recibe más atención la importancia de los elementos extra-
del sesgo que· tomaban las cosas. Y la voluntad de los campesiJl fortales o irracionales de nuestra conducta, como atestigua el Trai-
que ante todo querían sus sacerdotes, sus iglesias y suS procesi'Oh,· de' Sociologie de Pareto. De las muchas pruebas que se han acu-
habría sido inhibida por el miedo muy natural de que la solúc\ lado contra la hipótesis de ~a racionalidad, únicamente voy a
revolucionaria del problema de la tierra podría peligrar una ncionar dos de ellas.
que el clero --especialmente, los obispos- estuviesen de nuey((. \Una, a pesar del trabajo posterior, mucho más cuidadoso, pu~de
su si11a. El resultado más prbhable de cualquier intento-de resolv~ · '@lirse asociando al nombre de_Gustave Le.Bon, ,.el fundador,~ al
cuestión democráticamehte habría siOo una situación de estancanii enos el primer exponente efectivo de la ps1colog1a de las multitu 4

to o de lucha interminable que· engendraría una creciente ·irritacd. S' {Psychologie des joules}. 8 Al poner de manifiesto, si bien exage-
Péro Napoleón pudo. resolverla ·razonablemente, precisamente pá~~­ >ndolas, las realidades del comportamiento humano bajo la influen 4

todos estos grupos, que no_ habrían podido ábandonar sus puntO~~ á de la aglomeraciOn -especialmente,_ la súbita desaparicióri,. e~
vista. por su propio acuerdo, podían y querían al mismo tiellipo' -~f' -,._estado de excitación, de los frenos morales y de los modos c1v1·
t3.r la ordenación, si les era impuesta. . ··_ ;,ados de--pensar---y de- sentir;--1icsf1bita erupción- cie impulsos pririii~­
Este. -no---es-,--por- -supuesto; urr ejemplo- ·aislad0.6 Si los reSUitfid :Vos, de infantilismos y tendencias criminales-, nos enfrentó con
que ·se muestran a largo plazo satisfactorios para el pueblo, -ert_:._· ;gChos sÍniestl-os que todo el mundo conocía, pero que nadie quería
neral,--constituyen una prueba· de gobierno para el pueblo, el gohi ,-,~, y con ello dió un serio golpe a la concepción de la nafur~leza
ñ.o por el pueblo, tal corllo lo concebía la teoría clásica de la de -umana ·en la que se basaba la teoría 'clásica de la democracia Y
Cracia, dejaría a menudo de satisfacerla. creen~ia popular delliocrática acerca de las revoluciones. Sin du~a;
-ay mucho que decir sobre la estrechez de. la base fáctica de las con-
ÍUsiones de Le Bon, que, _por ejemplo, no se acomoda nada de bien
III. LA NATURALEZA HUMANA EN LA POÚTICA comportamiento normal de' una multitud inglesa o angloameri-
":;\. ;rina. Los críticos, especialmente aquellos que no simpatizaban co~
Falta por contestar nuestra cuesti6n acerca de la ·certidufuh~-'-·•: ·~a rama de la psicología social, no dejaro~ de sacar partido de
independencia de las voliciones de los votantes, de su capacida·c_t;'
obserVación e interpretación de los hechos, y de su aptitud'·. ·pa: t~e se ha escrito desde entonces sobre la materia, y especialmente a pesar de.- todos -
deducir· de ulla manera clara y rápida las consec-uencihs raciona ós._estudlos -detallados del caso que hacen ahora posible Verla mucho mru:i claraménte,
eSte libro puede aún recomengarse como la mejor introducción a la ps1cologia polI-
de amb<lS cüsas. Este tema pertenece· a un capítulo de psicología/' tl'éa. -No Obstante, después de haber llevado con admirable honestidad su ataque con·
_tÍ'ÉÍ la aceptación sin critica de la teorla clásica, el autor no saca_ de ello la con-
*ial que podr_Ía titulafse ~'La naturaleza humáÍla en -la po~ítica"_}.-'-,,- _éluslón· obvia. Esto es -tanto más notable cuanto que Wallas: insiste con razón en
la- ·necesidad de una actitud mental clenUflca y no deja .de c~nsur_ar.. a Lord -_Brye,~
pOr haberse declarado, en su libro sobre Ja commonwealth americana, rabiosami:nte
~ ~ Los cuerpos legJslativos. aunque éstaban ·acobardados.- dejaron, en efecto' decidido a ver algo de cielo azul en medio de las nubes de los h¡¡!chos desllus10na-
apoyar a. Napoleón en est_a poUtica .. Y algunos de, sus paladines más fi~les se op 1 , • ¿y qué tendrfainos que decir, excl~ma Graham WaUas, de un metereól9go
ron a ella. · ' antes de haber abierto- su ventana lnsIStiera - en que ha visto un poco de cielo
t? No obstante, en la ·parte constructiva de_ este libro, adopta 11:proximadam~nte.
, ª De Ja actuación dé NaJ¡Jole_ón jJodrlan citárse; én efecto, -otros ejenipltiS._' misrno punto de vista, ·
un autócrata que, siempre que no resultaban afectados sus intereses dlnástl ·
su' polftica--exterior; "prccuraOa hacer si'mplemente lo que· él creía qi.ie el puebl _i'. 1 s· Lti. -paiabra alemana, Massenpsychologie sugiere una advertenCia: la pslcolO-
ria o necesitaba. Esto es lo que quería decir el consejo que dió a Eugene de BeB. g¡ft de las. multitudes _no debe ser confundida con.la psicología de las masas.,.I,a
nais relativo a· su administración de Italia del Norte;- · -· primera ·no contiene necesariamente ninguna connotación clasista, Y no tiene de por
,- · 1 Este es el titulo de un libro siri'cero ·y encaittador de uno ae'- ló's' '·ril.dlca_I~¿,j ~¡,nada que ver con un estudio de -los _modos de pensar_ y de sentir de la __ cl,ase.
gle_aes más amables que jamás han exlstl~o:, Graham \Vallas,. A :P~sar, _(jtLt9_dO'. é¡bréra,- por ejemplo.
344 PARTE IV. SOCIALISMO Y -DEMOCRACIA CAPÍTULO XXI. LA TEORÍA CLÁSICA DE LA DEMOCRACIA 345

sus puntos vulnerables. Pero, de otra parte, no hay que olvidax:F., ente el deseo de los consumidores en cuanto al calzado puede
1

l?s fenómenos de psicología de las multitudes no están confinlf ;r 'sid~ configur8.do, al menos en parte, poi la acción de un
en m~do algun.o a las turbas que bullen en las. calles eStrech¡;_¡._~;:; · ~ctor que les ofrecía zapatos atractivos y hacía propaganda de
una ciudad latina. Todo parlamento,- .toda comisión, todo Con~_~, _;::sin embargo, es en todo tiempo una- necesidad autén~ca, cuya
de guerra compuesto de una docena de generales sexagenarios,- :mi( isión se extiende más allá de "los zapatos ·en general , Y cuya
tra, aunque sea en -una forma atenuada, alguno de loS raSgps ,;- \, ·-itimentación prolongada ha eliminado muchas de las irraciona·
aparecen tan claramente en el caso de la Chusma, especialmente, :des que pueden haberla rodeado originariarnente. 9 Además, bajo
sentido de responsahilidad reducido, un nivel inferior de en"ei tímulo de esos móviles simples, los consumidores aprenden a
intelectual y una _sensibilidad mayor para las influencia$ extralóg' --~en ciertas Cosas (casas, automóviles) conforme al consejo de
Además, esos fenómenos no quedan limitados a una multitud e1'1, >-rtos imparciales, y .ellos mismos se hacen expertos en otras. Es,
sentido de Una aglomeración "física -de mucha gente. Los lect~re,s_,'.· '.-'illamente incierto que las amas de casa sean engañadas fácil-
' . d .
periódicos, los r_&dioe;:;cuchas, los ·miembros de un partido, aun cu'·•; '.te en cuestiones de artículos alimenticios, artículos ornést1cos
do no estén reunidos físicamente 1 tienen una enorme facilidad ~idos y de vestido. Y, como todo vendedor sabe por propio ~s~
__!ransformarse en una multitud psicológica y para llegar a _est iento, la ma-yoría de ellas insisten en el artículo exacto que quie·
tuación de frenesí en la que un intento de argumentación rai;:Í 1_-sin apartarse de su idea.
no hace más. que avivar los e.spíritus animales. ;Esto apa!éce 'de un modo aun más manifiesto si se obs~IfVa del
Lo ·otra fuente -de prueba desilusionadora que voy a menciO :de los productores. Es indudable que un fabricante puede ser
e~ mucho más humilde: de ella no n;iana sangre; tan sólo :m,~, ente, un mal juzgador de las_ oport~idad~s _c~mercia~e-~~ o____i:~1~
dISlat~. Los e~o~o~i-~_tas, al ___ ~pre,n_d_e_:r_ )l_,_oPs~_rvar~los___ hechos- de. etente por- otra·--causa.:;·--pero ·hay-un mecanismo eficaz qlle le

modo ·rnás-preciso, hán coineñzado -d8~cubrir que los consun)lc á. reformarse a le eliminará, El taylorismo se -basa, en realidad,
res, aun en los actos más corrientes de la vida diaria, no viven; =~i hecho de que el hombre puede ·ej-ecutar operaciones manuales
nam_ente de acuerdo con la )dea- que solían mantener acerca de e nte miles de años y, no obstante, seguirlas realizando de un modo
los libros de texto de econOmía. De una parte, sus necesidadé~::__ fi iciente. Pero ni -la intención de obrar lo más racionalmente po-
son apenas definidas, y sus acciones a propósito de estas ·necesi~:\ fe.--ni una presión constante hacia una mayor racionalidad pue·
des no son apenas racionales ni apresuradas. De otra parte, son_-t·:·· ·. ponerse en duda, Cualquiera que sea el nivel de actividad in-
sensibles a la influencia de la propaganda y de otros -método.:;" rial o rr1ercantil que contemplernos. 10
p~rsuasión, que a menudo parece que son loSJproductores los que;f· ~-y así acontece con la mayoría de las decisiones de ·la vida diaria
~ictan su voluntad en vez de se-r manda.dos por ellos. La técni{::1;l:,·: ~--caen dentro del pequeño campo qµe abai:ca la mente del ciuda-
la J?r~paganda de éxito es particularmente instructiva. Es cierto :cJ o individual con u:n pleno sentido de su realidad. Grosso moáo,
casi .~1empre ~ay alguna apelación a, la ·razón. Pero una simple af; '·Piprende las· coSas que _conciernen dir~Ctamente a _él, a su ·famili~,
ma~1on, repetid~, con frecuencia, tiene más peso que un argum_e~ Sus negoCios,_ a sus aficiones, a sus anugos y enemigos, a su muni-
rac1ona1, Y otro tanto ocurre con el a~aque directo a, lo ~s-ubconscien .·icr o barrio, a su clase, iglesia, sindicato o a cualquier otro grupo
que torna la forma de intentos de evocar y cr~stalizar asociacion
agradables, de una naturaleza plenamente extra.racional y con -in-: _,a En el pasaje: de: más arriba, Jrraclona.Udad sJgnifi~a· incapacidad p_ara obrar
· nalmente oon relación a un deseo dado'. No se refiere a la racionalidad que
cha frecuencia, sexual. ' el deS:eo mismo, en opinMn del observador. Es importante tener esto en cuenta,
ue los consumidores la exageran a veces, confundiendo las dos ~osas. AsI, el
La conclusión, aunque obvia, debe ser deducida con cu-idado.~ dQ .de una obrera de fábrica puede parecer a un profesor un lndicw de compo~­
nto Irracional, para el que no hay otra expUca~ión que- Jos _artificios publl-
el curso ordinario de las decisiones que se repiten a menudó1 :··. os~ En realidad, tal vez sea lo ú,nicQ a que- as~1ra. Si esto es..asI, el gasto
individuo está sometido a la influencia salúdable y racionalizad¿ reallza pa,.r~ ello puede ser de una racionalidad ideal en el sentido expresado
?e sus e;perime~t?s fav~rables y .d~sfavorahles. Está tambié'n haj_o.,
, ániha.
'.~~-Q. ·Este nt-Vel vadaL por s~puesto, no- sólo con relación ~ las ép?ci:i-s Y lt1gares,
m{lueneia_ de mov1les e mlereses simples y nada problemáticos 'l tambié_n dentro de- una époGa y de un. lugar- dados, segun los distintas ~ectore--s
Íitrial<;!S ~ Jas clas_es. No hay nada pareclde a una pauta '<lniversal de- rado~
tan sólo ocasionalmente sufren perturbación por excitacfones. IÍlS~ \iad'. ~
CAPÍTULO XXI. LA TEORÍA CLÁSICA DE LA DEMOCRACIA
347
346 PARTE IV. soc1ALIS.l\-IO y DEMOCRACIA

social del que sea un mieznbro- activo, esto es, las cosas que para todos por qué, cuando se trata de llegar a l,as decisiones
hajo su observación personal, ]as cosas que le-· son fami1iares- i:icas, hemos de prestar culto a sus altares, y todav1a. menos por
pen.dientemenie de lo que ]e diga su periódico, las cosas en -la~{ _--hemos de sentirnos obligados a contar co~o una ~n1dad a cada
puede influir directamente o puede dirigir ·y por las que desari :de ellos a ninguno como máS de _una unidad. S1, _~o obstante,
y
la especie de responsabilidad engendrada por toda la relació~:'' --idimos rendir culto a la voluntad del pueblo, no encontraremos,
recta entre la línea_ de conducta seguida y s.us efectos favorabt -~Ilos el altar vacío. 12 ' •

desfavorables. ;Ahor~ bien esta relativa precisión de las voliciones y esta rac10-
, Repetimos una vez más: la precisión y la racion~lidad en el, ,, 'fdad del co~portamiento no desaparecen súbitamente ~l apa:ta;:-
samiento y la_ acción 11 no están garantizados por su familia:ri ., en Ja casa y }os negocios, de }as inquietudes de la VI~a d1,ar1~
con los hombres y las cosas ni por ese sentido de la" realidad-:!¡_- '.nos educan y nos disciplinan. En el reino de los negocios pubh-
la responsabilidad. Para esto serían necesarias otras ,condicioneS'· :·.hay sectores que están más al alcance que otros de la mente del
a menudo dejan de cumplirse. Por ejemplo, generaCión tras ·g ,:: adano. Esto es aplicable, en primer .lugar,. a .los asuntos :ocale~.
raci6n puede padecer por -un compo:rtamiento irracional fn-.nía,·( ·cb-incluso ahí encontramos ._una capacidad limitada para discernir
de higiene y, no obstante, dejar de relacionar sus sufrimientOS::;-_ hechos una disposición limitada para actuar de acuerdo con
sus hábitos nocivos. En tanto que esta relación no se establezéB: b's, un s~ntido liÍríitado de responsabilidad. Todos noso:ros cono-
consecuencias objetivas, por muy regulares que sean, no produci oS al hombre - a menudo .muy buen modelo- que dice q~e l~
por supúesto, una experiencia subjetiva. Así ha resultado increí 'inistrabión local no es cosa suya y se encoge de homh.ros, ~.di­
mente difícil para la humanidad llegar al conocimiento de Ja-<r. --ente ante prácticas que antes de padecerlas en su pr~pia ?f:cina
ció_n existente e_11:tr~-- _el_ c_ont_agio _y_ Ja!:'í ___ ep_idemias_, los_ _ hechosJa . Sé ·eferiría--:n:ioTir. Los- ciudadanos- de-espí-ritu--elevado -y d~spos1c1ones
lañan con una Claridad que - a ~osotro; nos parece inequív~ca i. ortatorias que predican la responsabilidad_ de_ los electores .o con-
embargo, al final del siglo XVIII, los médicos no hacían casi .ií buyentes individuales, descubren in:'a~iablemente el hecho de que
para evitar que las personas atácadas de enfermedades infect:ÍQ~· f elector 0 -·contribuyente no se siente responsable por lo que
tales como sarampión o viruelas, estuviesen en cOntacto cdn-laS:( :ze~ los polític-os locáles. Con todo, el patrio~smo local puede ser \
más. Y es de suponer que las cosas tienen ·que ser todavía -P .x ·.;.~factor muy impÓrtant{{ para el '~funcionam1en~o de la demo_cra-
cuando no sólo haya incapacidad, sino también repugnancia a ¡',, especllilmente en las comunidades no demasiado gran~es para
nocer las relaciones causales, o haya intereses que luchen en ·Cq_ ·. p;dir el contacto personal. En muchos aspectos, los proble~as de
de que se reconozcan. · ' d d son• también afin~s a los de un concern Jndustrial. El
a cm a d b"' 1 ·
No obstante, y a pesar de. todas 18.s limitaciones que :se impori'' )robre que comprenda estos -últimos compren e tam ien os pri-
hay para todos, dentro de un horizonte mucho más amplio, uri e-· : ~os hasta-_un cierto grado. . .
pO m~s reducido- que difiere ampliamente en extensióii, segút1;·: ,- ~El fabricant.e, el tendero o el ob~ero no; necesitan sahr de ~u
distintos grup_os o individuOs, y_ está limitado por una zona aJ1 · 1).ndo para te -er una opinión defendible racionalmente (•que puede
11
más· bien que por una lí:~1ea sutil-, ·que Se·distingue por sU sellti. ?i: .

de la realidad o familiaridad o responsabilidad. Y este campo albe!


t.- l h blar de voliciones definidas y auténticas,_ no
voliciones individua1es relativamente definidas. Estas pueden pa' º 12 Hay que observar que, ª alin s datos ara todas las especies de análisis
Q.ulero significar que las t exalto d~ct~ltdelo proceso iocial y del medio social. Lo. 11i:ico
cernos a veci:¡s inint~Iigentes, estrechas y-egoístas, y puede no -r'eSUf: '¡;p_ciales. Son, por supues º'dpro servir como datos par;L la especie de análisis de fines
que quiero decir es que r~e tfene en la imaginación cuando hace derivar los precios
especiales que el econdoadm s ª siderados como "datos" en un instante concreto Y que
. '-. . __ ,_-, ' los gustos o ne~es1 es con . da vez De ún modo semejante, podemos
11 Racionalidad del pensamiento y racionalidad· de Ja aCclón son dos cosas: necesitan segull' sle:;ido anahza~1~n~:- auténticas y definidas que, en todo mo~
rent~s. La racionalidad del pensamiento no garantiza siempre la racionalidad·· ar vara nuestr1sd fmesd d~;ºJ~ los intentos de fabricarlas, si bien reconocemos
?-CCion. Y la últim.a puede existir sin ninguna deliberación consciente e -in to, se d<1;n con n open_ en uténtlcas son resultado de las Influencias ambiental~s
dlentemente de toda capacidad para formular correctamente las razones gµe estas rmsmas vol1c1ones a ¡ Esta distinción entre voll-
fican los propios actos. El observador, especialmente el observador que émplea pasado, incluyendo las influencias pr~pag~n~Ir ~~s.una distinción dificil Y no
métodos de encuestas y cuestionarlos, pierde_ de vista a menudo esta distlnción·'y 0
ello lidquiere una Idea exagerada de-Ja importáncia- de la irracionalidad en ei'l.!0
J()nes_ auténticas i
uede aplicarse a 0 9§
Jªbi~~~~!o;v;a~;rii t~d~ ~J~ fliles. Para nuestr~ propós~to, sin
,¡á evidentemente fundada: en el sentido comun.
portamiento, Esta es otra causa de las exageraciones que tan a menudo enconfriitíl _- _bargo, basta con sena1ar que e .
~ -
...... ......,......------------~-------·-
_..;¡

348 PARTE IV. SOCIALISMO Y DEMOCRACIA.


CAPÍTULO XXI. LA TEORÍA <;::LÁSICA DE LA DEMOCRACIA 349
ser, por supuesto, acertada o errónea) sobre la li~pieza
Hes o el emplazamiento de los mercados. . ,; 'O~ pueden no· máferializarse en absoluto y, si se materializasen,
,., En se~un?~ lugar, hay muchas ~ontroversias nacionales q.ue-~i;'. -: se mostrarían demasiado graves;' el Ciudádano tiene, en el fondo,
nen a los ind1v1duos y los grupos tan directa e inequívocamente_ co. ·. . ·-::impresión' de moverse en un mundo ficticio.
para dar origen en ellos a voliciones perfectamente auténticas y -4~_, ·:Este sentido limitado de la realidad explica no sólo ·un sentido li·
nidas. EI ejem~lo más importante lo constituyen aquellas medi_d~ ~·::¡tado de la resp-onsabilidad, sino también la falta de voliciones
que n_eva_n. consigo una ventaja pecuniaria y pt'.:rsonal para los ele/ ,~~Ctivas. C<ida uno· -tiene, pór supuesto, frases propias y· deseos e
t~res ind1v1dpales y para los grupos de electores, tale1?.como los pa"·-· 'siünes y quejas propias; especialmente tiene cada uno sus prefe·
d:1;ectos, los.aranceles aduaneros de protección, la política de p:rote ,ricias y sus aversiones. Pero ordinariamente esto no corresponde a
c1on de la plata, etc. Una experiencia que se remonta a la antigüed.-, ''.'que llamamos una voluntad, esto es, la ·contrapartida psíquica de
muestra que los electores reaccionan casi siempre de una mán·-- '"a acción responsable y consciente de su finalidad. En efecto, para
rápida y racional ante toda oportunidad de esta naturale,za. p ;·Ciudadano particular que medita sobre los asuntos nacionales, no
la teoría clásica de la, democracia tiene,. evidentemente, poco.~ ,. Y lugar para una volllntad ta]·ni para ·ninguna labor que pueda
ganar de muestras de racionalidad de esta índole. Los electores. - _Sarrollar. E& mienlbro de una comisión incapaz de funcionar, de
mues~ran ~~n ellas ser jueces malos e incluso ?orroinpidos ~~-!­ de "Cnmisión constituida por toda la nación, y por ello es por lo qtie
'Vierte menos esf~erzo disciplínado- en dominar un problema polí-
?uest10.nes, y a menudo demuestran ser malos J.Ueces de sus propi_
in~ereses a largo ~lazo, pues es tan sólo la promesa a corto pl~i;, ~o ·que en una ·partida de bridge. 15
lo que toman en consideración políticamente, y la racionalidad';'. El debilitamiento del sentido de la responsabilidad y la falta de
corto plazo la única que prevalece efectivamente. -·· , ·'.·licione_~ efe~t_i~ª-~-- e~plican~--~ __s_l] v~_z esta _ i~ora~c_i_ª---~~I __ciu~adano
~J:n __embargo,_ ;~ando--nos- alej-amos---de---}ag·preocupaCiólleS- -~_e·:_:.··~ ''rrienie y la falta de' Juicio en cuestíOnes de Política nilcional y-e~---­
familia y de la of1c1na, y nos internamos -en las regiones de los_-~ anjera, que son más sorprendentes, si esto puede sorprender, en
gor;ios nacionales_ e internacionales, que carecen de un_ nexo diréé ,'·-caso de personas instruidas y de personas que actúan con éxito en
e inequívoco Con aque1las preocupaciones privadas la volición -fud'' -ttraciones de la _vida ajenas a la política que en el caso de per-
vidual, el conocimiento de 1os hechos y el método d; inferencia der:, as poco instruidas y de condición humilde. Estos privilegiados
pronto de desempeñar el pa_pel que les atribuye la teoría clásic~;-, ~, 'Sponen de ·una información abund_ante y fácilmente accesible. Pero
que más me sorprende de todo, y lo que me parece que es la .· ta ventaja ·no parece servirles de nada, y tampoco debemos mara-
dula de todas las dificultades, es el hecho de que se haya peral Üiarnos por ello. Sólo necesitamos comparar 1a actitud de un abo-
tan por c?mpleto ~!.sentido de la realidad. 14 Normalmente, las_·g·' -d_o en su 'informe y la actitud del mismo abogado frente a las expo-
des cuesh~nes pohtic~s. comparten su .lugar, en la economía esp{ iones de la situación política que presenta su -periódico, para ver
tu al del ciudadano t~p1co,. con aquellos intereses de las h_or_as-': 'mo se d~senv-uelve. En' el primer caso, el abogado está capacitado
asueto que no ha_n· alcanzado el rango de aficiones y con los {e Ta apreciar 'la relevancia jurídica de los hechos por los años de
de conversación irresponsable. Estas cosas parecen aquí fuera de_ bajo consciente de,-SU finalidad que ha reali:.r;ado bajo el estímulo
gar; no son nada parecido a ·una propuesta de negocios; los__p~-_:• _inido del interés por su competencia profesional; bajo un estímulo
-. .-menos Poderoso concentra -sus conociffiientos, su_ intelecto y su
. lll La -razQn_por Ja-que Ios-part:iQarlos__ de ~enthf!.:tn pasaron por a~tu esto\:··_;: 'lliluntad en el ·contenido del informe. En el segundo ·caso, no se
por completo, es que no consldarar_,on 111$ po¡¡JbiUdades- de la corrupción ele la.. ·
en ~l capitallsm0o modet:nQ. Al come~r en su teoria :imUtica el misml) erro!'
comeUeron ,?n su teor~~· e<:onómlca, n(l -han encontrado ntngún lnc:onvenlente.· {iíi.~
tular que las g~ntef,l ai'an. el mejor juez- Qe. 5Wl propios lnte:resea individual ts Nos ayudará a aclararnos este punto preguntarnos por -qué nos mostramos con
que éstos tenian que coincidir n_ecesariamente con l<:!S intere:se:s de todo el - I! inteligencia y claridad de pensamiento tan superiores en una mesa de bridge
t~mado en su COllJunto. Por supuesto,, e11t0- ¡¡e bacía má1,1 fácil I!ara ello.$, ' e,. por ejemplo, en una discusión pol!tica entre no poiíticos, En la mesa -de bridge
fiJosofaban efei;Uvament11. aun.que no inte"cl@na.damente, en términos- de P ·.emos una tarea definida; tenemos reglas que nos dlsciplinan; el éxito y el fr;<caso
burguese~ qu¡¡ tenian n:i<is que ganar de un Eatado sobflo qu,e. de cuale1:1qut á!). claramente definidos, Y nos impide un comportamiento Irresponsable el hecho
hornos dU'ectQ$. - ' ·q11e ·cada érror ·que ·cometamos no sólo se nos manifestará inmediatamente, sino
H El "sentl;d;o_ ¡;n,in_zante de_ la :r:eaildl;l.d" de_ Wnuam James. La tropoi;t,án'ci'ii: e .también nos será inmediatamente _imputado. Estas condiciones, al dejar de cum-
este punto ha Sl_do especialmente s.ubraya:da :por Graha.m Wf!.!Ias.. - -:: se en el comportamiento político del ciudadano corriente, muestran por qué en Ja
ftica le falta toda circunspección y el jui~io que puede desarrollar en su
festón. J
-;¡

350 PARTE IV. SOCIALISMO Y DEMOCRACIA CAPÍTULO XXI. LA TEORÍA CLÁSICA DE LA DEMOCRACIA 351
\. - - -~-
ha. tomado .1;1 m?lestia ~e capacitarse; no se preocupa de diá·: _. ~.':1-'.E_n· segundo lugar, sin embargo, cuanto más débil sea el elemento
la mformac1on ni de aplicarle los- cánon~s de la crítica que trui .-b ··-·. q_o en la formación de la opinión pública, y más completa la falta
sabe manejar, y se impacienta ante una argumentación. larga __9-;b_:~ :·Crítica racional de la influencia racionalizadora de la experien-
pl~ada. Todo esto viene a poner de mar,iifiesto que, Sin la ini_y~_~f ·;y la -responsabilidad personales, mayores son las oportunidades
que desa-rro1Ia la responsabilidad directa, persistirá la ignor_ -~, ,_. los grupos que persigan fines interesados. Estos grupos pueden
política, aun Cuando el_ pú~lico disponga de la información más,-~;b _r integrados p-Ór políticos profesionaleS o por defensores de un
dante y completa. Persiste, a pesar de ·los meritorios esfuer~~~~~;; ~Tés económico, o por idealistas de una u otra esPeci~,. º.por per-
se hacen para ir más aIIá de la presentación,de conferencia~-.-~¿{­ 'as interesadas simplemente en pbner en escena y dirigir las re-
y grupos de discusión. Los result,ados no son nulos, pero son ;~~~­ -~entaciones políti~as. La sociología de tales -grupos es irrelevante
No puede hacerse remontar la escala al púPlico. __ -_:_,, ' el presente argumento. El único punto que i~t~resa aquí es
Así, pues, el ciudadano normal desciende a un nivel inferióf:' ·,., siendo como es la naturaleza humana en la pohtica, son capa-
i:::restación mental tan ~ronto como penetra en el campo de l<i J{ \_,de-,configurar la vol~ntad del pliebfo e incluso de crearla de~tro
t1ca. Argumenta y anahza de una manera que él mismo califica:rf µhos límites muy amplios. La voluntad que observamos al a~ah~ar
infantil si estuviese dentro de la esfera de sus intereses efecii' rprocesos políticos no es ni con mucho ui:a voluntad autentica,
Se hace de nuevo primitivo. Su pensamiento se hace a~ocÍatÍ; ¿:·una voluntad fabricada. Y con frecuencia este artefacto es lo-
efectivo. 16 Y esto -neva consigo dos consecuencias ultétiore~'-::: -ico' qu~ corresponde a la volonté générale de -1a teoria clásica.
p~orables. ' '-. tanto que esto es así, la voluntad del pueblo es el proc1-_ucto Y
\.En primer Illgar, aun cuando no hubiese grupos ·po1ítico-S/ .if'la __fljerza _ pra,p_u~~?i_~-- d_el _J>r?~~~o ~_o_l_~~ic<?_·_ _ _ __ _--.-
tr_13-tas~ _d~____influir_ sobre_ el-ci-udadano--corriente;:- éste·tendería,-:e:_ _:.i"'·LoS piocedirñientOs- para fabricar los problemas que apasionan a
cuestión política, a someterse a prejuicios e impulsos extra-raC( i(\:tpinión, y ·a ,la vcilulltad popular acerca de estos problemas son
les o- irracionales. La debilidad del proceso racional que él a_pif~ inilares exacta'n:iente a los ql)e se emplean en la propaganda co-
la política y la falta de dominio lógico efectivo de los resultadó :~rcial. En ellos encontramos los mismos esfuerzos por llegar a un
que llega bastarían .por sí para explicar esto. Además por la sifu ·;:,:-i:acto con lo subconsciente. Encontiamos la misma técnica de crear /
consideració? de que "no c;s n~die en ·esto", re1ajará,~us exi&~~: -- ciaciones favorables y desfavorables, que sOn más eficaces cuanto
morales habit~ales y cedera a- impulsos oscuros que las condici -- '·~nos racionales sean. Encontramos las mismas evasivas y reticen·
de la vida privada le ayudarán a reprimir. Pero en cua~to al Ú ~S, y el mismo ardid para _crear ;11: conve~cimiento a fuerza .de
criterio o racionalidad de sus inferencias y concl~siones, ést~ P~. . ·rmaciones reiteradas, que tienen exito precisamente en la medida
se¡ tan malo como abandonarse a una explosión de generosa indi'. ,: ·-que evitan la argumentación racional, ~ue a~enazarían dc;spertar
c~ón. EII~ le_haría aún.~más difícil ver las cosas en sus debidas pi:q· facultades críticas del pueblo. Y asi sucesivamente. Solo que
ciones e _incluso ver mas de un aspecto de una cosa al mismo tie as estas trabas tienen infinitamente más alcance en la esfera de
De ahí el que, .si. sale una vez de su vaguedad habitual y mti. :,. . negocios públicos que en la esfera de la vida privada Y ~r~fe­
la voluntad definida que postula la teoría clásica de la democra·· nal. El retrato de la muchacha más bella que haya ex1sudo
es muy probable que resulte más ininteligente e irresponsable d_~::. ~ás resultará a _la larga ineficaz para mantener las ventas de un
que es ha_bitualmente. En ciertas coyunturas puede esto resu1tar_-f¿ garrillo malo. En el caso de las deci~i~nes políti~as, no ha! ninguna
asupaís. 17 ' ·i
)vaguardia tan eficaz. Muchas dec1sione~ ~e importancia .funesta
Ii de tal índole, que hace imponsible al publico hacer experimentos
16 Véase Cap. XII.
~\:in ellas en sus r'atos de ocio y a un costo mod~rado. Aun cuando
17
La ~mportancia de tales explosiones de cólera no puede ponerse eJÍ sÍo fuése posible, no es fácil,_ sin embargo, 'llegar por regla general
Pero es posible po~er en duda su a1;1tentfcidad. El anáUsis mostrará 'en muchoS_-,-
plos que están excitados por la accrón de algún grupo y no surgen espontruiea' ';_un juicio, como en el caso del cigarrillo, porque los efectos son
del _pueblo .. En este caso entran en una clase de fenómenos de la que va
tratar seguidamente. Personalmente, creo que existen ejemplos auténticos p enos fáciles de· interpretar.
p_ue~o estar seguro de c,ue un analista más a fondo no revelase algún esfuerzo
tecn1co en el -fondo de ellos. -; Pero tales artificios vician también, en tina extensión completa-
'o.....¡¡l

352 PARTE IV. SOCIALISMO Y DEMOCRACIA CAPÍTULO XXI. LA TEORÍA CLÁSICA DE LA DEMOCRACIA 353

mente desc_onocida en el campo -'de la propaganda comercial, aqtj~_ i- rdad en el dicho de Jefferson de que el pueblo es en definitiva
formas de la propaganda política_ que declaran dirigirse a la rq?' ás inteligente de lo que puede serlo un individuo singular, o en
Para el observador, la apelación anti-racional o, en tOdo caso. e:Ú' _'-de Linco1n acerca-de la imposibilidad de "tener engañado siempre
ra.cional al subconsciente, y Ia. indefensión de Ia vícti_ma fre~tb:-,~; -~·tOdo el pueblo". Pero' ambos dichos subrayan el aspecto a largo
~1sma, destacan con más claridad cuando dicha apelación está_e~-: _azo del problema de una manera muy: significativa. No hay duda
, h1e,~ta tr:is 1?~ ~ec~os y .argumentos._ Ya hemes' visto más arriba;~~__, -~e puede argumentarse crie, dando tiemp? a la psiche colectiva,
que es tan d1f1c1l difundir entre el p'úblico una información imp~i­ ~sarrollará opiniones que nos sorprenderán a menudo por su ca-
acerca de los problemas políticos y las inferencias lógicarnenteL cter sumamente razonable e incluso ,por su perspicacia. Sin em-
rrect~s de la misma, y_por qué esa información y argumentos 8 - rgo, la historia consiste en una sucesión de situaciones a corto
cuestiones política~ tan sólo "se toman en conSideración" cu~ -azo que pueden alterar para siempre el curso de los -aconteci-
concuerdan con las ideas preconcebidas- del ciudadano. Por- ;· . _ientos. Si a corto plazo puede "engañarse" a todo el mundo, y
general, sin embargo, estas ideas no son bastante definid;~.- ... 'nducirlo paulatinamente a algo que realmente no quiere, y si éste
dete:m!nar conclusiones especiales. Como· ellas rn,ismas puede~r·:. Cf es un· caso excepcional que podamos permitirnos paSar por
fabr1cadas,--._~na argumentación política eficaz implica casi in~·­ -tO, entonces ninguna cantidad de sentido común retrospectivo aJte-
blemente el intento de moldear las premisas volitivas existente$ __ í-á el hecho de que, en realidad, el pueblo no plantea ni decide
una forma especi.al, y no simplemente e] intento de compleinent~~ · cont'roversias, sino que estas cuestiones, que determinan su des-
o de ayudar al ciudadano a formar su opinión. . - o, se plantean y deciden normálmente para el pueblo. El amante
Así, pues, lo más probable es que la información- y lps -a. ~--.la democracia, más que nadie, tiene to'da la razón al aceptar este
mentos que _se presentan _com_o pr_ll~-~-ª~-- ir:f~fµ_ta_b1es_ estén__ ::i l__ <uoo~ ~cho--- Y-- defender----así--- a--- su-- credo- -contra los cáhiiiiriiadüres que ___ lo
de--una--in-téqción- política. -como lo _pr.inlerO--que- -~1 hombr;-h~~~ y.
,"_\1san, de estar basado en· una engañifa.
su ideal o por su interés es_ mentir, es de esperar., y de hech~,'.
~o ~nc.ontramos, que en materia política la información eficaz,-:fl
ca.si s1emp~e adu~ter~da o seleccionada, 18 y . que el razonan;i~ª-· IV. RAZONES DE LA SUPERVIvENc1A DE LA TEORÍA CLÁSICA
ef1?az con1?1sta principalmente en tratar de ·exaltar ciertas _afir:
ciones ~ la dignidad de axiomas y horrar otras de Ja lista, i;:OJi; ¿Pero cómo es posible qu~-- una teoría tan patentemente contraria
que se viene ª.parar a la psicotecnia mencionada más arriba. El lfi{i ~Íos hechos haya sobrevivido hasta nuestros días y continúe 9cu-
~ue me,crea Indebidamente pesimista_ no tiene más-.que pregun · "~ndo su lugar en el corazón del pueblo y en ·el lenguaje oficial
si ha oido o no_ alguna vez ~o ha -dicho él mismo- que eS-t '~:los g'obiernos? Los hechos que la contradicen son conocidos de
a~ueI h~cho embarazoso .no debe ser referido en público, 0 qn~- · Ó_dos; todo el mundo los reconoce con una franqueza completa y a
cierta hnea de razonamiento, aunque válida, e:S indeseable. Si: '~nudo cínica. Su base teórica, el racio.nalismo utilitarista, está
hombres que, con arreglo a la p·auta .habitual, son perfectamente~ ~\iérta; nadie la acepta como teoría correcta del cuerpo po~ítico.
norahles o incluso de espíritu el~vado se avienen con las hn I ,. i'~ embargo, esta pregunta no es difícif de .responder. :
ciones de estos ~u~terfu~ios,: ¿no muestran con ello ]o que pi~~: ., En primer lugar, aunque la teoría clásica de la acción colectiva
acere~ de los meritos e _incluso de la existe:qcia de la voluntad·~ ~- puede sel- apoyada por los resultados de un anáHsis empírico,
pueblo?
t_á apoyada fuertemente por aqúella asociación con la fe ·religiosa
Hay, PI?. ~. supuesto, límites para todo esto. 1 9 y hay
_·.bre la cual he llamado ya la atención. Esto puede no ser obvio
·.·primera vista-. Los maestros del utilitarismo· eran todo, menos reli~
18
_Una Información selecCionada, aunque sea· exacta de por si i"osos en el sentido habitual de la ¡expresión. Ellos se creían, efecti-
intento de :mentir diciendo. la verdad. '
~~ente, antirreligiosos, y así eran considerados casi universalmente.
Es posi.bl.e que estos lhnites se móstrasen con más claridad s! las'. ~¿~·-i
19

verslas se dec1d1es~n niás a .menudo .por_ ferendum. Es de presumir ue !o's'<' ·Siában orgullosós de su actitud, que ellos cfeían que era p-recisa·
ticos sepan por que son casi invariablemente hostiles a ·esta 1nstituc16n.q ::";'-,_;
,-CAPITALISMO.
354 PARTE IV. SOCIALISI\10 Y ,DEiVIOCRACIA CAPÍTULO XXI. LA TEORÍA CLÁSICA DE LA' DEl\IIOCRACIA 355

mente no inetafísica, y no tenían ninguna simpatía por,Ias instit~~ }i'nente, explica la actitud del creyente frente a la: ~rític~: nueva•
nes religiosas y los movimientos religiosos de su tiempo. p·er9i; <nt'e, lo mismo qlie en el caso del socialismo, la disidenc~a funda·
tenemOs más que dirigir otra mirada al cuadro que trazaron:~ ··htal es considerada no sólo merame:nte como un e_rror,.sino . c~mo .
proceso social, pa'ra d~$cubrir que -contenía rasgos esenciales-tle:.Ji_· ->pecado; -es causa no meramente de un contraargumento logico,
de la cristiandad protestante, y que, en realidad, su doctriria q~ ·o también de Ia indignación moral. .
vaha de esa "fe. Para los intelectuales que habían abandonado su:'· ·:·Podemos plantear nuestro problema de un modo diferente -y de·
ligió:~1, el credo utilitarista les -prororcionab.a un su~titutivo de -~H: ,que-la democracia, cuando está impulsada de esta suerte, de3a de_
lla. Para muchos de lo~ que habían conserV-ada. Su _fe religios_a¡ ,:':un simple método que puede ser discutido ra~ionalmente c?i:no-
teoría clásica se convirtió en el complemento de }f!. misma.20 _._:,:e-. : :ináquina de vapor o un desinfectante. En realidad, se c~nvierte
Transpuesta así en las categorías de la religión, esta, teorÍá' __\~_, úligo que, desde otro punto de vista, he afirm~do que era inc~paz
por consiguiente, la especie de convicción democrática que se,._ ;~coilvertirse, a saber: en ün ideal y más bien en, parte de un
en ella- cambia su misnia naturaleza. y;a no hay necesidad de _q~: ·a_:._ ideal de cosas. La misma palabra puede convertirse en una
w en un. símbolo de todo lo que es más quer1"d o para un
ners~ _ante escrúpulos lógicos acerca del "bien común" y de-los_--'fX -'-Jera
lores últimos". Todo esto nos es dado por 'el plan del. Creador,-_ qti · -bre' de todo lo que ama de su nación, exista o no un nexo
propósito define y siinciona todo. Lo que antes parecía indefinid_b ionai entre ambas cosas. De una parte;'Ia cuestión de sahe7 ~asta
inmotivado es de repente perfectamente definido y. convincente\;:_'~ ~ - unto los hechos de la política están concordes c9n las d1st1ntas
p d ,. d. t
voz del pueblp, por ejemplo, es ahora la voz de Dios ..'- O to.ni~ ,:J. '·posiciones contenidas en el credo emocratico, eviene en º;1~es
la igualdad. Su significado preciso permanece--dudoso, y apenas_ ·- el demócrata tan irrevelante como es para el creyente catohco
j1!~tificélcié)11 __ r_ac_ioi::i:al _p~~-11- ___ex_a]t_a_~~<l_____c_o_:rp_Q ___ p_o_s_tlllado__ en ____ tan~o; -.;-
, •1• 1 .J ~ .J ____ A_l~~~~.-l-- 1;TT_ ~~---1~
cuestión·-de ·co1no- se-· conc111a--1a conu_ucra uc .n.1cp:u1u-1.v vi '--'VH :ª
rioS--lliOVellios -en -18. esfera del análisis espírico, Pero la Cristiail; '-:eola sobrenatural que rodea al papado. De otra suerte, e: de~o·
alberga un fuerte elemento igualitario. ,Ef-Redentor murió por to -'¡;· de este tipo no obstante aceptar postulados que entranan 1m·
El no hizo diferencias entrt: los individuos de los distintos sil4 ;it:ntes implica~iones acerca de la igualdad .Y la !raterni~ad, estará
sociales. Al obrar así, atestiguó el valor intrínseco del alma_"i1{ -· bién en situaciones de aceptar con toda srncer1dad casi todas l~s
-vidual, ·un valor que no amite gradaciones. ¿No es esto un<i §_~ '\.iiaciones de. dichos principios a que puede dar lugar su r,r~p10
ción -y, a mi parecer,- la única -sanción posible 21- de la fó:tiÚíf portamiento o su propia posición. Es:o no es tampoco l~gic,o.
')cada uno c_uenta como uno; nadie cuenta como más de uno"; _ Ú .- -:mera distahcia que los separa de la realidad no const:tt~ye nrngun
sanción que vierte un significado supraterreno en los artículO,~t:' umento contra un precepto ético o una esperanza mistica. ·
credo democrático para los que no es· fácil encontrar ninguna Oti ::;En segtindo lugar, debe te~ers~ _en cu~nta el .hecho de "que las
Esta interpretación no abarca, pq_r supuesto, todo el -i:erreno~:'. · as y frases de la democracia clas1ca estan asociadas para muchas
m . . h" .
embargo,_ hasta donde llega parece expJicar muchas -cosas qUe'_::_ "ciones _a acolltecimientos y evoh!-ciones de ~u istor1a ~e. ~on en·
otro modo quedarían sin explicar y, en realidad, sin sentido.- E_S.B 'Siásticainente aprobados por grandes mayor1as. Una op_os1c1on a un
-. en establecido ·es probable que utilice estas formas y_ frases,
m '
-,-_alesquiera que sean su significa~o _Y sus ra1c~s ~ocia es.
. l ,,. s· t
I es a
20 Obsérvese la analogia con la fe_ socialista, que es también un sustitutivo
la fe cristiana para unos y un complemento de ella para otros.. - ' -. · ·' triunfa y si sus desenvolv1m1entos subsiguientes se muestran
,.~
os1c1on_ ., º]'"al
21 Podría objetarse que, por dificil que sea asignar un significado Ueneiái J. t· factorios estas formas enraizaran en la ideo og1a nac1on .
palabra Igualdad, .tal significado puede derivarse de.~¡ contexto en la mayoria de~
casos, si no en todos ellos. Por ejemplo, podría in:i;erirse de las circunstancias;' ~Los Estados lTnidos constituyen el ejemplo más notable de- esta
que se Qirlg!ó la alocución de Gettysburg que con la "afirmación de que todoS
hombres son creados libres e iguales", quería dar a entender simplemente.·
Igualdad del status jurídico trffiite ?- la esPecie de desigualdad que va ünpll
en el reconoclmie11tto de la esclaVitud. Este significado seria bastante definido; ~· . d heria hacerse una excepción con las opo51iciones que
'si preguntamos por qué esa afirmación debe obligarnos moral y poIItlcamerif :
22
~od~Ia ~!ri~~ 1 r:i~e:es francamente autocráticos. Pero incluso la mayor fa
si rehusamos contestar ''porque todo hombre es pqr nq.tura1eza exactamente J gen e~ ro rg'clo históricamente de una maneÍ'a (jemocráttca Y han basado su
que todo otro hombre", entonces sólo podemos recurrir a la sanción divina que'· éstos .. an sula 1aprobación del pueblo. César no fué matado por los plebeyos.
porciona la fe cristiana. Esta solución va Implicada posiblemente en la pal lnf~~º~u~~rcas aristócratas que lo mataron empleaban también frases demo-
"creados". · :-
356 PARTE IV. SOCJALISlVIO Y DÉl\i!OCRACIA
:1[~,~- CAPÍTULO XXI. LA TEORÍA CLÁSICA DE LA DEMOCRACIA 357
asociación de ideas. Su propia existencia como Estado soberanO;e~·
asociada a una ·lucha contra una .Jnglatei:ra monárquica, y ariStocf:' .~t·e que no estén demasiado diferenciadas . y no alberguen pro·
tica. A excepci_Ori- de una minoría de realiStas, en la época ·de;:'.: ~p_l~mas graves. Suiza es el mejor ejemplo. Hay-·f:an poco por .qué
administración de Grenville, los americanos habían dejado, prbb. a
'8.~~putar en un mundo de campesinos que, excepción de los hoteles
blemente, de considerar al monarca inglés como su Rey y a la .a~J !~J?s- bancos, no contiene ninguna gran industria capitalista, y cuyos
tocracia inglesa como su aristocracia. En la Guerra de lndepe'ride: 'Pfi:>blemas políticos son tan simples y tan estables, que es de esperar
cia combatieron contra los qtie_ de hecho y según su ~entimien~o·P '9üe los comprenda y esté de acue¡do en cuanto a ellos una abru-
habían convertido en un monarca extranjero -y una aristocracia- -e @-~dOra mayoría. Pero si Podemos concluir c¡ue en tales casos la
tranjera, que intervenían en su política y en sus ·intereses económici'_- ·,·-~?ría clásica se aproxin1a a la realidad, tenemos que.. añadir inme-
A partir ya de un estadio anterior de las turbulellcias, preseiitaiQ_ ~;iatamente que esto es así, no porcjue describa un mecanismo eficaz
su contienda, que era_ realmente nacÍonal, como una, contienda- á' "ij~-,_ decisión política, sino tan sólo porque no hay gtandes decisiones
''pueblo" contra sus' ''dominadores", fundándose en los "derech-- 7ffa€ ,tomar. Finalmente, puede invocarse nuevamente el caso_ de los
inalineables del hombre" y a la lllz de Jos principios generalés_:;·-~:-' , : ~t~dos Unidos a fin de mostrar que la teqría clásica parece a: ve·
la democracia clásica. El texto de la Declaración de Independérf'' :fli-?onc.ord<;tr con los hechos, incluso en una sociedad grande ~ alta-
y el. de la Constitución adoptaron estos principios. Siguió un desar. ;_~i:te diferenciada, y en la que hay grandes problemas que resolver,
llo prodigioso que absorbió y satisfizo a la mayoría del puebl9~ _..~ ~j.~lPpte que circunstancias favorables neutralicen la ponzoña de estos
creyó comprobar con ello el buen fundamento de la teoría entl/' ;~pplemas. Hasta la entrada de este país en )a· Primera Guerra Mun-
samada en los documentos sagrados de la nación. . !tJ~_l, la opinión p_íibl_ica se ocupaba principalmente de los negocios
Las o~~s~~iOn~~ _ra_r~- _i,rez _consi_g?~~ _ l_a v~_~t_()ria,_ ClJa11do _los_:!!"tün:·. ~:,~~:-~xpl_o_ta_Gión_ de_ las . posibiiidades---económicas de--- su- prnpio-·-ll_ledio~
Y
<lnminantes están ei11a cuñíEre de su pod~r de ;u éxito. En :P·- la ~ie~tra~ estos negocios no fu.eren seriamente interferidÜs por 1a po-
mera mitad del siglo XIX se levantaron oposiciones que -profesa ' ·,1ic:a, nada de ella importaba seriamente al ciudadano medio, que
>Cl credo clásico de la_ democracia y terminaron por prevalecer :CO íí°9.~templaba con bondadoso desprecio las piruetas de los políticos.
ira gobiernos, algunos de los cuales -especialmente en Italli:f'. :-~p_dJan irritarse algunos sectores por las tarifas aduaneras, por la
1
.estaban notoriamente _en un estado de decadencia y estaban,-::::'. ' :'.Qlíp9a de la' plata, por el mal gobierno ]ocal o por una disputa
boca de la gente por su proverbial incompeten-6ia, brutalidad ~~~Sional con Inglaterra. LB. gran 'mayoría del pueblo no se -intere-
corrupción. Esto redundó naturalmente, aunqu( no lógic&mente \ ' }9,8. por la política, a excepción de un caso de desacuerdo ·grave
todo, en beneficio del credo democráti_co, que se mostraba, ad~ni_ *'.~h~-_condujo a un desastre nacional: la Guerra de Secesión.
superior -cuando Se le comparaba con las supersticiones oscuran.tiS f¡~>Y ~n cuarto 1-Uga~, aprecian los políticos, por supuesto, uruífra-
propugnadas por aqueilos gobiernos. En estas circunstanci_as Ia--re-;: ~~Jp_g1a. que les ·pe~rm1te adular ª. las m';ls~s, y les. ~frece ~na excelente
lución democrática ¡Significó el advenimiento de la-libertad' y la " op_o_rtunidad no s01o para evadir la responsabilidad, sino también -
cencia, y el credo democrático, un evangelio de la razón y deL-pf_ ifa.-
P.-:=' -
confundir a sus adversarios en nombre del pueblo.
greso. Naturalmente, esta ventaja estaba destinada a perders'e;;_:j'./ ~/

abismo entre la teoría y la práctica .de la ·democracia estaba deS


nado a ser· descubierto. Pero el encanto de la aurora tarda -en . -
lidecer.
En tercer lugar, no hay que olvidar que hay síntomas- ¡socúi
en los que la teoría clásica se a·dapta efectivamente a los hechoS-
un grado suficierlte de aproximación. Como ya se ha señalado
es el casO de muchas sociedades pe-queñ~s y primitivas que, e~_
lidad, han servido corno prototipo para· los autores de esa- ·
Puede ser también el c~so de sociedades que no son- primiti:vas,
,.,......,.,......,.,......------------~--,-li

CAPÍTULO XXII. OTRA TEORÍA DE LA DEMOCRACIA 359

defensa y exJ)Iicaci'ón -de esta idea va a demostrarnos en·


:$uida que constituye un gran :Progreso respecto a la teoría del
_-, ~oceso democrático, tanto en la verosimilitud de_ sus supuestos
CAPITULO XXII ,~:mo ~n la solidez de sus proposiciones. .
):'.-'_En primer lugar, esta concepción nos proporCiona un criterio
<~fonah!e.mente eficiente, mediante el cual diSitinguir lo_s gobi~rnos
OTRA TEORIA DE LA DEMOCRACIA emocraticos de los demás. Y'.a hemos visto que la teoría clásica
opieza con _dificultades en esta esfera, porque tanto la voluntad
J. LA COIVIPETENCIA POR EL CAUDILLAJE POLÍTICO _,_ ~::?mo el bien del pueblo pueden ser servidos, y lo han sido en
\
·:_uchos ejemp.l~s históricos, tan, ~ien o m~jor ~por gobiernos que
Y o creo que la mayoría de los estudiosos de la política se · Q- pueden cahf1carse de democrat1cos, con arreglo a cualquier uso

decidido ya a aceptaJ;_la crítica que se hace en el capítulo pr..ecede. ;·,·eptado ~n este término. Ahora estamos e~ una posición en cierto
a la teoría clásica de la democracia. Creo también que casi tO' ()do me1or, porque hemos decidido_ lanzar como piedra de toque
·-ellos están de acuerdo, o lo estarán antes de mucho, en aceptar.-Ó. _ modus proced~ndi cuya existencia o cuya ausencia es fácil de com- r
teoría que está_muchu más próxima a la realidad y, al mismo tié ·., robar en la mayoría de los casos. 2 .

salva del nauf:fagio mucho de lo que los defensores del nié~iJ.''. Por éjemplo: .una mon.arquía p_arlam~ntaria como la inglesa
demcicrático entienden realmente por esta expresión. Lo_ mismó::··4'.: ,mple los requ1s1tos del sistema democrático, porque el monarca
-1a---teo-ría clásica;-- -se- -definirá-- con--- gran--- concisión; ___ , . J-ª=_____pr;;lc_ti_cam_ente____,_obligado__ _a_ ___ .nombrar---- para--- -el-- -Gabinete-- ---a las
Se recordará que nuestras principales dificultades acer¿~~;¡, -_ismas personas que habría elegido el parlamerito. Una monar-
la teoría clásica se centraban en la afirmación de que "el p~eRf. uía "constitucional" no está calificada para llamarse democrática
tiene una opinión definida y racional sobre toda cuestión singu ·· ,."arque los electorados y los parlamentos, aunque tengan todos los
y que lleva a efecto esta opinión -en una democracia___:_- eligi~.H -:~más der~chos que tienen los electorados y los parlamentos en
'.'representantes" que ·cuidarán de que esa opinión sea puésta'!:' -:s monarquías parlamentarias, carecen del poder de imponer sus
práctica. Así, pues, la elección de los. representantes ·se coris( 1· __e.se.os en cuanto ~ la composición de la comisión gobernante: los
como el fin que se subordina al fin primario d"el sistema dem.ó',' ~,,in1stros del gabmete son en este _caso servidores del monarca
tico,._ que consiste en investir al electorado del poder de decidii'. {~t? :n esencia como en el nombr_e, y en principio pueden se;
contrOversias políticas. Supongamos que invertimos el ordeµ"" ?eshtu1dos y nombrad!?s por él. -Tal sistem·a puede satisfacer al
~stos dos elementos y ponemos en segundo luisar la decisió ~ehlo. El electorado puede confirmar eSte hecho votando- contra
las controversias por el elect.orado, y en pr'imer lugar, la el~C~ .:da prop.uesta de reforma. El monarca puede ser tan popular como
de los hombies que ha,n de efect.uar la decisión. Para expreSB.í-lQ '.-. ra sentlrse capaz de derrotar a todo competidor para la magif?-
otra-mañera, ahora adoptamos el criterio de que el papel del p11e ; atura su~rema. Pero como . no exist~ ningún mecanismo para
es crear un gobierno o algún otro organismo intermediario, et-~ _a~er efectiva esta c.ompetenc1a, el caso de la monarquía consti-
crearía, a su vez,-. un ejecutivo 1 nacional o gobierno. Entone~:( .u~1?nal no entra dentro de nuestra definición de régimen demo-
definiremos así: método democrátimo es aquel sistema instituciotl rahco.
-para llegar a las decisiones políticas, en el que los individuo-SY' '_, - - En segundo lugar, la teoría incorporada en esta definición
quieren el poder de decidir por medio de una lucha de compe_té eja· todo el espacio que deseemos para un r'econocimiento apro-
por el voto del pueblo. )ado del hecho vital del caudillaje. La teoría: clásica no hacía esto
~j_no que, c?mo hem~s. vjst?, atribuía #al electorado un grado com~
1 La palabra equivoca "ejecutivo" sefiala, en realidad, una dirección _\fá letamente irreal de 1n1c1at1va, que practicamente llegaba a -ignorar
-- Pero deja Ue desorientarnos si la utili2amos en el sentido en que hablamos- dr¡,,
"órganos ejecutivos" de una compañia, los cuales hacen también bastante m{ls-
"ejecutar" la voluntatl de los accionistas. , -véase, sin embargo, el punto cuatro de más adelante.

358
360 PARTE IV; SOCIALISl\110. Y DEIVIOCRACIA CAPÍTULO xxn: OTRA TEORÍA DE LA DEl\lOCRACIA 361

el c~udiIJaje. Pero las colectividades actúan casi exclusivan1e-:'; illir la democracia, más que el caso de la libre competencia por
mediante la ac;,~ptación del caudillaje; éste es el mecanismo esend; :jbr_e voto. La _justificación de esto es que la- démocracia parece
de .toda ac~i~n colectiva que sea algo más que un slmple ref - ilcar la aplicación de un método reconocido a la conducta .de
Las p:opos1c1ones acerca del funcionamiento y de los resulta:d' ':_i'i'cha de la competencia, y que el método electoral es práctica-
del n:etod~ d.e~ocráct~o q~e tie~en en cuenta este factor son_'._ p '\e: el único de que disponen para este fi¡;_ las com'unidades de
~eces1dad mf1n1tamente mas realistas que las proposiciones- qué\- !quier magnitud. Pero aunque esta restricción excluye muchos
1~noran. No se limitarán a la ejecuci6n de una volonté généT' , ..~edimientos para alcanzar el caudillaje que deben ser excluí-
sino que sobrepasarán ésta para mostrar' cómo se forma 0 _- có '_/ tales como la competencia mediante la insurrección militar,
se s~stituye o cómo se adultera. Lo que hemos llam~do válu~ -· :.excluye Ciertos casos- que son sorprendentemente análogos a los
fabr~ca~a. ~no queda ~a fuera de la teoría, aberración por- 'Cu _ómenos económicos a los que ponemos la 'etiqueta de competellcia
desa~aricion oramo.s piadosamente; tiene cabida, como debei ser'; '";sleal'' o "fraudulenta" o de restricción "de la coinpetencia. Y no
la misma planta baja de nuestra construcción. , , emos excluirlos· porque; sí 'lo hiciéramos, nos quedaríamos redu-
,,E_n tercer lugar, sin embargo, en tanto que haya auténli': ps a una democracia -ideal completamente ajena a la realidad. 5 •
vol~c~ones de g~u~o -por ejemplo, la voluntad de las parados'-:: tre este caso ideal, que no existe, y los casos en que toda conl-
:rec1b1r un subsidio _por. paro, o la voluntad de socorrerlo~ ei¡:{·_ .t~ncia con el leader -establecido en el poder es impedida por la-
sada por ?tros grupos--:-, nuestra teoría no las pasa por alto. ;-p:~ _rza, hay una serie continua de variaciones, dentro de la cual
el_ contrario, _Pº_delllos _ins_e~ar~as_ ahora exactamente en ·el pa¡j' :~pasa.- del método de gobierno democrático hasta el autocrático
que--dese;mpeñarr -en -realidad. Tales-vollciones--n-o· ·se- ·afíTllüiri_ _ dítecf- -'i~pasos----imperceptibles-.---Pero--- s-i---lo---que .queremos-- TI(L es __ filos.ofar ~­
mente, por regla g_eneral. Aun cuando sean vigorosas y definii;f:·-" ; ()' comprender, tenemos que reconocer que las democracias son
permanecen latentes, con frecuencia por espacio de décadas h_á_ ,. -,m_o ·deben ser. El valor de nuestro criterio no se perjudica seria~
q~e- son llamadas a 1a vida por algún leader político que l~s -é 'ente por la diversidad de especies de democracia.
~ierte_entonces en facto.res políticos. Esto lo hace (o lo hacen_,--:-, En quinto lugar, nuestra teoría parece aclarar la relación que
el _sus agentes) organizando estas- voliciones estimulálidolas:· iste entre la democracia y la libertad individual. Si entendemos
por último, incluyendo puntos apropiados de' las mismas ei-i _or- esta última la existencia de una esfera de autonomía individual
~rograma para la compet~ncia electoral. La interacción entre~'J · yos límites son variables históricamente -ninguna sociedad tolera
intereses parciales y la opinión pública, y la manera_ como.-'-H -<-libertad absoluta, ni siquiera de conciencia ni de manifestación
lugar a la pau~a que llamamos situación polític-a, aparecen,- d~S--_-_1 ~l pensamiento, ninguna sociedad reduce a cero esa esfera-, la
este punto de vista, a una luz nueva y mucho más clara. ,_;:_~_,_i/ ':::-estión se convie'tte claramente en una cuestión de grado. Ya hemos
. En cuarto lugar, nuestra teoría no es,_ por sup~esto, más_;_p_·:· , ºsto que el método democrático- no garantiza necesariamente una
c1sa que el concepto de competencia por el caudillaje. Este ·-c-- :,'.ayor cantidad de libertad individual de la que permitiría otrO 'mé·
cepto presenta dificultades similares a las que son ir{herenteS;,;_ )_Jdcr políticó -en circunstancias semejantes. Puede muy bien ser lo
concepto· de competencia en la esfera económica, con el cual Pu~:i~ Contrario. Pero no por ello deja de existir una relación en las-dos.
ser compa!ado de un modo prC?vechoso. En la vida econóiniCá-f: :); en principio al menos, todo el mundo es libre de entrar e~ com 4

comp~tenc1a no fa~ta nunca por completo,- pero difícilme~icf';_;


algun~ vez perfecta. 8 De un modo semejant~, en la vida -pol(- ~ También excluye métodos que no deberían se_r excluidos, por ejemplo, lá adqui4
hay. siempre algo de .~ompetencia, aunque tal vez sea tan sól_o-_:_· t;ión del caudillaje político por la aceptación tacita del pueblo o por una elección
asi Per inspirationem. Esta difiere de la elección por votación tan sólo en -su tec-
tencial, por la adhes10n del pueblo. Para simplificar la cueoiti; smo. Pero la primera nO carece por completo de importancia ni s1qu!era en la po~
moderna; el predominio ejercido por un jefe de partido dentro de su partido
no hemos retenido, como especie de competencia que · basa a menudo más que en la aceptación tácita de su caudillaje. Hablando en
'téi'flllnos ·relativos, sin embargo, -éstos son detalles que, en mi opinión, pueden ser ,
pasados por alto en un Qosquejo como éste.
a En la Patte II tuvimos ej
ción de Ja competencia.
¡ a ¡
emp os e os problemas que plantea la ,'- ·- . 6 Lo mismo que en el terreno económico, en los principios juridlcos y morales
de la comunidad. hay implicitas algunas restriccl_ones.
, DEMOCRACIA
363
362 PARTE IV. SOCIALISMO Y DElHOCRACIA
CAPÍTUÍ.ü xxn. OT~A TEDRIA DE LA
·::" . una "re·
::··::·_, t . d los autores de los diversos: planes para
petencia por el caudillaje polítíco, 6 presentándose as por par e e
r esta facultad se traducirá en la mayoría de los casos, aunque rl" _:~§entación proporcional". r do una crítica adversa basada ~~ razo·
todos, en- una considerable cantidad de libertad de discusión-_\ .·.¡:'Estos planes han encont a " '\ e la representac1on pro-
·.. -. - b . fecto no so o qu d
todos, y especialmente, en los casos_ normales, en una cantidad_-_;_ ... : --.·.prácticas. Es o vio, en __e ' d firmarse a todas las clases e
.. rtun1dades e a ,- ·
Siderable. de libertad de prensa-. Esta relación entre la<demociá_ ~.·.·.·.Cional ofrecera opo d . pedir a }a democracia crear
, b"' quepue eim ... 1
y la libertad_ no es absolutamente rígida y puede ser alterada.·-f!~-­ i. .'Osincrasia, sino tam 1en , . en épocas de tens1on.
·º • • ultar as1 un pe1igr 0 . h
desde el punto de vista del inteléctual, es muy importante. Al i\ri- --.b_iernos ef1c1entes y res 1 . , de que la democracia se ace
tiempo esto es todo lo que hay que decir sobre esta relación. ·'}_fo -a.ntes de l~egar ª.la conc us1~~cto su principio de ~~a ~an~ra
En sexto lugar, debe observar.se que, al hacer de la funció1f} ··apaz de í~nc1onar s1 se lleva a t s si este princ1p10 implica
crear un gobierno (directamente o por medio de un organismo -irif' '.sécuente', es justo ·que ~os preg1:n eml ºEn realidad," no lo implica..
·, proporciona · d ¡
medio) la' función primaria del electorado, era mi intención -iiiCl~ 1.mente la rep.resentac1on . l <ladera funcíón del voto e
.,
--: _la aceptac1on e cau 1 d l d"llaie es a ver . ,. roporcional se derrumb a,
'
en esta frase también la función de disolverlo. Lo uno significa. Sf
plemente la aceptá._ción de un leader o de un- grupo de leaders_t' ·b-~t6rado-, la defensa de la repres~nl.tdac1onEÍprincipio de la democra-
- . osonyava1as. - b" d
otro significa simplemente rechazar esta -aceptación. Con estO::;:{. otque sus prem1s11s n . ente ue las riendas del go :erno e-
toma _en ~onsideración un elemento qlle el lector puede h~ber ech~~ ·
·'.a··-'sio-rüfica entonces s1mplemd
o· da 1 · divi uos o equ1p
q . os q·ue disponenen de un
de menos. Puede haber pensado que el electorado no sólo iri_st~ : n ser entrega s a os in 1 demás que entran en la com·
al gobierno en el poder, sino que también lo fiscaliza. Peró /::9 ' ·y
º..
'p' oyo electoral más poderoso que s. . rar la permanencia __ d_el___ s~s-
ez pa_r~_ce_ as_eg_u --- ---- ---- ------ --- ,. . . b'
los electorados no fiscalizan nor1na]mente a sus leculers po)it( -1.encia.___· _est_o_,_ _ a __ s_u _y__d_, ____¡. l' . . de-! método democratico, s1 ien
, , d tro e a og1ca ]' ·
de ninguna manera, __ a___Il_o____s_l::!.l'_ _negáílose----a----reelegirl-os o· negana; jna de mayor1as _en . ;. d nos en razones ajenas a esta og1ca.
a---ree1egir· laá--:ii:üi:YOiías pa~lamentarias q·ue los apoyan; es conveni'~q :-·od riam
, os condenarlo basan o
-,.-1
reducir nuestras ideas aceréa de esta fiscalización a los niedios 1~'
cadas en nuestra_ definición. En ocasiones tienen lugar subver~iOii II. LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO

espontáneas que derriban directamente a un gobierno---Ó a un:-·~· , la sección precedente, va-


nistro individ!lal, o bien los fuerzan a seguir una .determinada Úii .-. H~biendo esbozado nuestral teor1a ;n lcis rasgos más importantes
de conducta. Pero estos casos no solamente son excepcionales,-,:/' .~ -os ahora a contrasta~_la c?n a g?n~s deel mecanismo político de los
que, como veremo,s, son contrarios al espíritu del método -cle~ ·e la estructura y del func1on,am1en o
cráti-co. - '~íses democráticos. ' . o a he dicho, la función primaria
En -séptimo lugar, nuestra teoría arroja una- luz muy necesa- l. En una democracia, coro y b", Esta función puede ser
d rear un go ierno. ~ f .
sobre una_ antigua controversia; quien acepte ]a teoría clásica de::. ae1_ voto del electo:a o es cl Ción de un equipo completo de unc~o­
democracia y crea, en consecuencia, que el método democrático-'.· -'desempeñada mediante la e ec
·.,-. - d los cargos In em ª

b rgo esta práctica caracteriza
' si
de garantizar que se· decidan las cuestiones 'Y se configu're la poiiC ·:t1arios para to os . •,. del gg_bierno local, y, por con .
· de acuerdo con la voluntad del pueblo, tiene que encontrarse coni~ ;fundamentalmente la. formac1on lado s Considerando única~ent.e. el
hecho de que, aun cuando esa voluntad fuese innegablemente-''ré~ :_gu.iente, vamos a de1adrla a ud 'r ~ue crear un gobierno s1gn1f1ca
y definida, la decisión por simples mayorías la tergiversaría en_ m_~,. ~~góbierno nacio;a~o ~~;s de~~1ser- el hombre que lo acaudille.º Po-
chos casos más bien que le daría efectividad. Evidentemente, la vo_lu· pr.ácticamente eci ·r q t "Primer ivlinistro". '
tad de la mayoría es la voluntad de la mayoría y no la vOluntad Yd_ '_·demos llamarle como an es
-__ ·_ ·_- . roporcional ha sido m~y
pueblo". La-segunda constituye un mosa)co que la primera no_·,~--­ .-:
16
entactón en contra de la repi;s~;,;_!~~ Ti-ofan Hotse of J?emocracy ·
presenta" en absoluto. Equipafar ambas por definición no es resol :- 7 Lte~f:u;gr el profesor F. A. Hermens e ,_
~~~a~~esearch., noviembre 1938: otivos de simplicidad. El fenómeno se adapta
el problema. Sin embargo. se han hecho intento~ de soluciones vereip . s Hacemos esto únicamente por m
_ ·''-rfectamente a nuestro esqUema. t! El voto de ros electores lleva,
Libre se emplea aquí en el sentido de - tjue tcdo el mundo tiene llbertl!._d ", v•rdad tan sólo aproxlmadamen e.
poner una nueva fábrica de tejidos. , D Esto es
- .
CAPÍTULO XXII. OTRA TEORÍA DE LA DEMOCRACIA 365
364 PARTE IV. SOCIALISlVIO Y DEMOCRACIA
vez -se usa. 12 Pero pone de manifiesto la naturaleza del proce-
Sola~ente hay una democracia ,efi la que el voto del .iento mejor que todos los d~más. Además, los otros métotlo.s
realiza esto directamente, a Jsaber: los Estados Unidos. 10 En t9'á' tl'eden reducirse todos al mismo, porque el hombre que llega a pr1·
los demás casos, el sufragio del electorado no crea directamente)" ·r ministro es, eh todos fos casos normales, el único a quien ele-
gObiérno, sino un órgano illtermedio, que en lo sucesivo llanlare'.iti:· í8. el parlam~'nto. La manera como efectivamente es designad?
parJamento,1 1 a] cual transmite la función ~de crear gobierno. P~~i~: ·ra el cargo. -por un monarca, como en Inglaterra;. ~~r un Pr:s1-
parecer fácil explicar la adopción o más bien la evolución de_ ~$ nte como en Francia, o por un organismo o com1s1on especial,
sistema, Jauto por razones hist&ricas c~mo por razones de convenii:_, ·ni-P' en el Estado Libre de Prusia ell el período de Weimar- es
cia, e igu:"almente las Q_istintas formas que ha adoptado en los a· plemente una cuestión de forma. , .
rentes sistemas ~ociales. Pero lo delegación parlamentaria no e_s - _:._ La práctica 'inglesa· clásica es ésta: despues de unas e1ecc1on~s
construcción lógica.;-" es un :Producto natural cuyos sutiles mat~c.e . '_:-erales, _el partido trjunfante dispone normalment~ de u~a m~yor1a
res~Jtados escapan por completo a las teorías oficiales; y mucho._~~( é·_\asientos en el parlamento, y de esta forma esta en situac1on de
a las legales. ;Ílzar un voto de desconfianza contra todos, menos contra su leader,
¿Cómo crea un gobierno un parlamento? El método más se_nCUI_: ú~· de esta manera negativa es designado ~'por el Parlamento' para
es elegirlo o, de una manera más realista, elegir aÍ primer minisl[_ ·~rcer -~¡ caudillaje nacional. Recibe su comisión del monarca -en
y después votar la lista de ministros que esté presente. Este méto_·_ --_"besamanos"- y presenta al mismo su ·Ii_sta de ministros, de ·Ia
·-al forma parte la lista d~ ministros del gabinete. En esta incluye,'
efectivamente, al podet a un grupo, que en todos los casos Il!?rmales reconoce
leador individual; pero. por lo general, hay leaders de segundo y tercer rangb · primer lugar, algunos veteranos del partido, que reciben ~º. que
gozan de influencia política personal, y a quienes el leader no tiene -más ·rem?
que confiar cargos apropiados. De este hecho nos ocu_paE_ein_os_ de_n_tro 'de __ poc0_ ---:;
hdiera llamarse_ un cargo __ honorífico-;---en- segundo 1-ugar;--los d-1r1gen~
: ___ _otro_':punt-o. es-- necesa-l"ic- tener -presente;- Aunque- hay razón para esperar qw;_ - de segunda fila, los hombres con quienes cuenta para -ia po~émica
hombre que se eleva a una P<Jsiclón de mando supremo será, por lo general.e~
hombre dotado de energía personal considerable, quienquiera que· sea -más adelif bitual en el Parlamento, y que deben su encumbramiento, en parte,
volveremos sobre esto------, no se sigue de aqu.I que siempre será este el caso. Por tan
la expresión leader o ''dirigente'' no lmplica que los individuos así destgnados_est :~,::;u valor político positivo y, en parte, a su valor como elementos
necesariamente dotados de cualidades de caudillaje o que siempre impriman
tivas persqnales, Hay situaciones P-Oliticas favorables para la eleVación de hombfés_ perturbación potenciales j en tercer lugar, los hombres que se
faltos de cualidades de caudillaje (y de otras cualidades) ·y desfavorables para:~-¡¡i_
establecimiento de posiciones individuales fuertes. Por tanto, un partido o una_ com:;_ án elevando a quienes invita al círculo mágico del c~rgo a fin
binación de partidos pueden ser ocasionalmente acéfalos. Pero' todo el mundci recoi "extraer lo~ úer~bros de la ganga~'; y a veces, en cul!rto lugar,
noce que ésta es una situación patológica y una de las causas típicas de derrota. - > ,, os pocos hombres a los que considera especialmente calificados
1-0 En mi of)inión. podemos pasar por alto el colegio electoral. Al llamar"
Presidente de los Estados Unidos, Primer Ministro, quiero subrayar la semeja
fundamental de su posicíón con la de los primeros ministros de otras democrac
a desempeñar ciertos puestos. 13 Pero, repito, en todos los casos
_ Pero no quiero desestin,ar las dfferencias que existen entre uno y otro, aunque \tinales, esta práctica tiende a producir el mismo resultado que da-·
gunas de ellas son más formales que reales. -La menos importante consiste en;
el Presidente desempeña también aquellas funciones principalmente de ceremo ¡·la elecciÓIIJ: del Pri_mei _Mini&tro poi:" el Parlamento. El lector·verá
propias de los presidentes franceses, por ejemJ?lO. Mucho mas importan~e es que
puede disolver el Congreso; pero tampoco podria hacerlo el Primer Ministro ftan rµbién, que ~llí donde, como en Inglaterra, e:,P:i.m~r Ministi:_o,,tiene
Por otra parte, su posición es mas fuerte que la del Primer Ministro Ingl_és,_ ·:poder efeCtivo de disolver el Parlamento ( d1r1g1rse al pa1s ) , el
virtud del hecho de que su caudillaje es independiente de contar con una mayor
en el Congreso, al menos legalmente, pues. de hecho resulta derrotado si no -tie
mayoría. Puede también nombrar y destituir los miembros del 'gabinete (casi)
-' ultado se aproxima;rá en cierta medida al que debería esperarse~ de
voluntad. Estos apenas pueden llamarse ministros en el sentido inglés de la pala --:a elección-directa del gabinete por el electorado, en tanto que este
y en realldad, no son otra cosa que "secretarios" en la acepción corriente de
p~labra. Podríamos -decir, P-Or tanto, que en cierto- sentido el Presidente no ·<~poye. 14 ESto puede ilustrarse con un ejemplo famoso.
solamente el Primer Ministro, sino el único ministro, a no ser que encontremqs
analogía entre las funnones. d~ un. minJStro del Gabinete inglés y laSc funciones~
los jefes de las 1 tuerzas admmIStrativas en el Congreso. ,
.- No hay dificultad para interpretar y explicar éstas y muchas otras peculiarida 12 Se adoptó. por ejemplo, en Austrfa-----nespués del derrumbamiento de 1918 .
de los Estados Unidos o de cualquier otro pais que emplee el método democril,~
Pero a fin de ahorrar espacio, tendremos en consideración principalmente el •· 13 Lamentar, como hacen ·algunos, lo poco _que cuenta Ja capacidad para un
Inglés y consideraremos todos los demás casos como "desviaciones" más o me '.,:{ 0 en estos sistemas, es apartarse del punto que ha de ten_er <;l"I: cuenta una des-
Importantes, basándonos en la teoría de 9ue. ,hasta aq~i, la lógica del go~ierno_ de: ¡ ~ión. es esencial al gobierno democrático q~e los valores pohticos sean los q_ue
mocrático se ha logrado con mayor plenitud en la practica Inglesa, sl bien- no e J>nten 'primordialmente, mientras que la idoneidad para los cargos cuenta tan solo
sus fbrmas legales. :·.;·;~-; jdentalmente. Véi::_s,e más adelante, Cap. XXIII.
11 Se recordará que he definido el parlamentp como un órgano del Esta9(¡' u s· orno sucede en Francia (en la III República), e.l primer ministro no
Aunque lo he definido simplemente por razones de lógica formal, esta definición e tali, p~der, las onteries parlamentarias adquieren tanta independencia, que se
adapta especialmen~e bien a ---mi concepción del método democrático.- El mandato - píii',~
lamentarlo es, por tanto, una magistratura.
366 •
PARTE IV. SOCIALISMO Y DEMOCRACIA CAPÍTULO XXII. OTRA TEORÍA' DE LA DE:WIOCRACIA 367

2. En 1879, cuando el gobierno de Beaconsfield (Disraeli);i rr0, 1-r.; nüestro ejemplo muestra que está compuesto de tres elemen-
pués de casi seis años de próspero ejercicio dei poder, que c.'9l 1:'distintos que no deben ser confundidos, y que en cadá caso se
en el éxito espectacular del Congreso de Berlín,1 5 se créía: ::·ª- _clan__. en distintas proporciones, cuya dosificación determina el
:nado, con arreglo a todos los preCedentes habituales, a un é:x:itQ :ácter del gobierno de cada Primer Ministro singular. Según este
las. elecciones, Gladstone conmovió súbitamente "al país Inedianté:,, _mplo 1 el Primer Ministro llega al cargo como jefe de su partido
serie de arengas de insuperable vigor (campaña Midlothian), e~i >el.Parlamento. Sin embargo tan pronto corno se instala en el po-
qu_e manejó las atrocida4es turcas con taLéxito, que le colocaf~ri,~{.'." ':i se convierte; en un cierto sentido, en el leader del Pailamento,
personalmente~ en la cresta de una ola de eritusias~o popular;'n,. eCtamente de la Cámara de que es miembro e indirectamente tam-
partidó oficial de Gladstone no tuvo nada que ver con .eSto.,.\f_=· · ., 4e la otra. Esto es algo más que un eufemismo oficial, más
de sus dirigentes incluso lo desaprobaron. Gladstone había ah·_ , .bién qu~ el reconocimiento del poder parlamentario·inherente al
nado -años antes el caudillaje del partido, y ahofa conquistó- _eJ- fgo de Primer Ministro sobre su pr_opio partido. Adquiery igual-
sin ninguna ayi'.ida. Pero cuando el partido liberal había ganado- __:µte influencia Sobre los demás partidos, así como sobre su·s miem-
este ímpetu- una victoria aplastante, resultó evidente para_ tod Ps individuales, o bien excita su antipatía, y ·estas acciones y reac-
mundo que Gladstone tenía que ser aceptado de nuevo· como ze- P.es son suSceptibles de modificar grandemente sus probabilidades
del partido, y no sólo eso, sino que tenía que llegar a ser le ·~xito. En el caso límite, cuyo nlej or ejemplo es el de Sir Robert
del partido en virtud de su caudillaje nacional, y que no hñbíá··_'. e1, pu~de ejercer coacción 'Sobre_ su propio Partido apoyándose en
pacio sencillamente para~nin'gún otro. Llegó al poder con una- aure' o/-Finalmente, aunque en todos los casos normales será también
de gloria. ·' _ Cabeza de su pa~tido en él país, el ejemplar bien desarrolládo de
_A_h_p;r¿¡___ hien, _es_te__ eie_mp_l_o__ IIO.S __enseñ_a __ m_u_ch_o_ acerca_ del__ f_ullbi
namie~to del método deID~rático. Ante todo, hay que darse cu_é~­ 16 Es ..caracteristlca de la manera Inglesa. de hacer ·la.s cosas - que el reconocl-
to oficial de la existencia ·del cargo de Primer· Ministro fuese aplazado hasta
de que es único en su cualidad dramática,, pero sólo en este -aspe,;·:· , en cuya ~cha se le concedió figurar en el orden de preferencia oficial en
Es el ejemplar excepcional de una especie normal. El caso de-10-s'._~ rte. Pero el cargo es tan antiguo como el gobierno democrático, Sin embargo,
e! gobierno de~ocrático no fué nunca introducido mediante un Acta especial,
Pitt, de Peel, de Palmerston, de Disraeli, de Cambell Bannermall :: que se desarrollo lentamente como parte de un amplio proceso social, no es
indicar ni siqµlera aproximadamente su fecha o incluso su período de naci-
otros difieren de éste tal} sólo en grado.~ o. Hay un largo lapso de tiempo que presenta casos en embrión. Es tentador ver
mienzo de la institución a partir del reinado de - Guillermo III, cuya posición,
En primer lugar, en ~nanto al caudillaje político del Pri~ef o más débil que la de sus predecesores autóctonos, parece dar una apariencia
rosimilitud a tal hipótesis. Sin embargo, la objeción a esto no es que Inglaterra
-\
a entonces una "d~mocracia" -el lector recordará que no definimos la demo-
por la extensiór. de las franquicias-, sino que, de una "parte, el caso en
n de Danby babia ocurrido bajo Carlos II, y que, de otra parte, Guillermo
debilita o destruye este paralelismo entre l_a aceptación de un hómbre por el pa o se reco.qcilió nunca con esta ordenación y logró conservar en sus manos
m·ento y -1a aceptación del mismo hombre por el electorado. En tal situación' s poderes. No ten(·mos que confundir los prllu!rcis ministros con meros canse-
deporte de la política _parlamentaria degenera en confusión. Desde nuestro_ ¡( ,· por mucho poder que tengan sobre sus soberanos y por muy firmemente a.trin-
de vista, esto es un defecto de construcción cometido al delinear el plan de lá ados que puedan Estar en el mismo centro del organismo generador del poder
quina' constituclonal. Raymond Poi'ncaré era de la misma opinión. , .. --_:-:~~ ico, ·como era el caso, por ejemplo. de hombres como Richelieu, Mazarino o
__ Tales situaciones se _dan también, por supuesto, en Inglaterra. Pues e1·,-p1 ford. Godolphin y Harley, bajo la Reina A-na, fueron 'claramente C!i-SOS de transi-
de disolución del Primer Ministro -en términos estrictos, el poder de ''aCOI)Sej . El primer hombrt que fué/ reconocido universalmente como Primer ministro
al monarca la disolución de la Cámara de los Comunes- es- inoperante, bien su época y por los historiadores políticos fué Sir Robert Walpole. Pero tanto- a
caso de que el circulo dirigente de su partido se ¡janga frente ·a1 mismo o bie11 orno -a.1 Duque de Newcastle (o -su hermano Henry Pelham, o ambos cotijunta-
hay probabilidad de que las elecciones vigoricen su dominio sobre el Parlameni te), y de hecho a todos los hombres que ejercieron el caudillaje hasta Lord
decir, el _Primer Ministro, pqede ser mas fuerte (aunque también posiblemente burne (incluyendo a Pitt el viejo, que aun como Secretario del Exterior estuvo
débil) en el Parlamento que en el país. Tal estado de cosas tiende------a desarro cerca de cumplir in substanoe nuestros requisitos) faltó una u otra de las carac-'
con cierta regularidad después que un gobierno há estado en el' poder por es as. El primer- ejemplar plenamente desarrollado ·:rué Pitt el joven. '
de algunos afíos. Pero, en el sistema inglés, esta desviación de la norma no intere!;ante observar que lo .que su ·propio tiempo reconoció en el caso de Sir
durar mucho tiempo. Walpole (y más tarde en el de Lord Carteret, _Conde de Granville) no fué
bía um órgano esencial para el gobierno democrático que se estaba abrlen-
1~ No quiero decir con ello que. la soluCión temporal de las" cuestiones J)lant ino a través de los tejidos atrotlados. Por el contrario, la opinión pú-
por la -guerra ruso-turca y la adquisición, perfectamente intítil, de la isla de no vela en él más que la organización de un -tumor maligno, cuyo crecimiento
constituyera por sI mismas tales ol:iras maestras del arte politlco. Pero sI _q una amenaza 2ara el bienestar nacional y para Ja democracia; "ministro l1nico"
decir que, desde_ el punto de vista de la poUtica interior, estos resultados f 'primer ministro" era· entonces una expresión dl¡l oprobi(}----lanzada a Walpole .por
precisamente la especie de éxito ostentoso que adularia - normalmente la vantda · enemigos. Este hecho ef? significativo. No. sólo indiefa la resistencia con que
ciudadano medio y mejoraría grandemente las perspectivas del gobierno /€n almente tropiezan las instituciones nuevas. Indica ___ también que esta institución
atmósfera de ·patriotismo "jingo" (agresivo). En efecto, la opinión general et ·-:se consideraba compatible con la teoría clásica de la democracia, que no tenia,__
Dlsraell habría ganado la elección si hubiera disuelto el Parlamento inmedtatame .,efecto, lugar para el caudillaje político, en nuestro sentido, y, por tanto·, tampoco
después de volver de BerHn. Ia lugar para las realidades de la posición de un Primer ministro.
368 PARTE IV. SOCIALIS1'IO Y -DEMOCRACIA CAPÍTULO XXII. OTRA TEORÍA DE LA DEMOÍ:RACIA 369

la especie Primer lVIinistro tendrá una situación en el país~-,. iilete. 18 Es algo, curiusamerite bifronte; ·u;n producto conjunto
tinta de Ja que adquiere automáticamente por la jefatura de la-Ó- . ·:Rarlamento y· del Primer Ministro. Este designa sus miembros
nización de partido. Dirigirá la opinión del partido de una ma <liante un nombramiento, como henios visto, y el primero acepta
creadora -dándole forma- y al final Se elevará ha~ia un _caudil · "-~ ..'elección; pero también influye sobre ella.· Considerado desde el
formativo de la opinión PiJ,blica, más allá de -los límites del ·parti hto·de vista del-partido, es·una asamblea de subleaders que refleja
hacia el caudillaje nacional, que puede llegar a ser independiente:":-" 'll_s._o_ menos ·su propia estructura. Desde el punto de vista del Primer
cierto grado de opinión más estrecha- de su partido. No es neces~ "p.istro, es una asamblea no sólo de camaradas de armas, sino
decir lo personal que es una realización taÍ y la importancia_·) {:hombres de partido que tienen que tener en consideración sus
grande que tiene un apoyo tal fuera del partido y del ParlanieP: .. 'pios intereses y ·perspectivas, un Parlamento en· miniatura. Para
Pone una fusta en manos· del leader, cuyo chasquido,¡puede traer:a· y~r a ·cabo la- combiriación y para que funcione, es necesa'rio que-
obediericia a los partidos reaciOs y conspiradores, aunque su.';/. :S;_:rD.iriistroS_del gabinete en perspectiva estén dispuestos -no neCesa·
'rrea lacerará duramente a la mano que la emplee desafortun· ' -i{lnente por_ un amor entusiasta- a servir bajo Mr. X, y que Mr. X
mente. ·tablezca su programa a fin de que sus colegas en el gabinete no
Esto sugiere una importante limitación a nuestra ·afirmacióri;: ,-_Sienta_n tentados;cori demasiada frecuencia a "reconsiderar su po-
que, en un sistema ·parlamentario, la función de crear el gObi~f· _°ión", como -dice- lá fraseolOgía oficial, o a hacer una hllelga de
incumbre ·al Parlamento.- El Parlamento decide normalmente- quf ;stencia.-Así, pues, el gabinete -y lo mismo-puede aplicarse a todo
ha de ser Primer Ministro, pero al hacerlo así no es completam~;· 1
L;:rilinisterio~- que en Inglaterra comprende también funcionarios po-
li~re. Decide por aceptació;ri más ·bien que por iniciativa. Exée _t.iQos qu~ no Jorman parte del gabinete- tiene en el proceso cierno-
t_uai:i?? _ _ l_()~_ _c_a_~o_s p_<J._to1~g~C·()_s, _____c_o_mo_ __ el__ ___de ____ la ____ chambre -frane"' ,--# tico-- -una- -función:·-distinta . -de·--Ia---del ---Primer-- -rviiüíStro·;- -de:-.·1a--·cter
los- .deseos -de- ¡¿~---diputados- no son, por regla general, los d.~
1
-;tído, de la del Parlamenté>· y de la del electorado. Esta función'. o
finales del proceso del que surge el gobierno. Los d ip~i~ '. dillaje va asociada a lOs negocios corrientes (en nÍodo- alguno
no sólo están maniatados por sus obligaciones con el partido.--- ordinada a ellos) que despachan los miembros individuales -del
también manejados por el hombre a quien ellos "eligen", .maneJíf l;iinete el1 los .. distintos-' departamentos para los que son desi'gnados
incluso en el acto de la elección misma, exactamente igual que._S: fin.de manejar las palancas--del mando de la máquina burocrá-
manejados por él una vez que le han "elegido". Todo _caballo es 1.il)i {l·- Y '!:¡obre todo tiene una relaci'.ón. remota, si es ·que la_ tiene, con
por supuesto, de cocear las bridas y no siempre obedece al -fr~O ,;;le' "vigilar que la volllÍltad del pueblo se cumple en cada' uno de
Pero la sublevación o la resistencia Pasiva contra la direcció~/-_:' ,os 'departamentos". Precisamehte en los ejemplos mejores, ·se en-
leader sólo pone al descubierto la relac'ión ·normal. Y esta telUéf e_ptra el -pueblo con resultados en los que -nunca pensó y que no
normal pertenec a la esencia del método democrático. La victorici".JJ- J.)ría aprobado si se le hubieran sometido antes de ~u promul-
sonal de Gladstone en 1880 constituye la réplica a la teoría off ción.
de que el Parlamento crea y depone al gobierno. 17 Volvamos a la cuestión del Parlamento. Y a he definido la
3. ConSideremos ahora lo 'relativo al: carácter 'e me parece ser su función _primaria, con las reservas consiguien-
'
11 1EI mismo Gladstone apoyó firmemente esta teoría. En 1874, cuando -fuée' ;_1~ Todavía m;is boi-rosa que la evolución del cargo de primer ministro está la
rrotado en las elecciones, propugnaba todavía presentarse ante el Parlamento>_' gabinete, a causa de la continuidad histórica, que disimula los cambios operados
que, según él,_ competía al Parlamento confirmar la resolución de destitlicióil·-' la_ ·naturaleza de una- lnstitución. Hasta la fecha, el gabinete inglés constituye
nunciada por el cuerpo electoral. Pero esto no significa nada, por supuesto".-_, !mente la sección ejecutiva del·Privy Oouncil, que ·era, por supuesto, un instru-
mismo modo, profesaba con fervor un respeto ilimitado a la corona. Uno tras to ·de-- gobiérno en tiempos claramente pred_emocráticos. Pero por d¡,!bajo de esta
de sus biógrafos se han maravillado de esta actitud cortesana del gran leadrá ' rficie se ha desarrollado un órgano completamente diferente_. _Tan pronto como
crata. Pero la Reina Victoria. mostró, seguramente, mejor discernimiento que-- ibamos la existencia de este órgano, encontraremos la tarea de sefíalar la fecha
llos biógrafo'll, a juzgar por ~a fuerti: aversión que mostró a Gladstone a partir: nacimiento en cierto modo más fácil que_ en el caso del primer ministro.
1879, Y_ que los biógrafos atribuyen simplemente a la funesta influencia de Disfa' ijpque en la· época: de Carlos II existieron gabinetes en embrión (el Ministerio "de
lEs realmente necesario señalar que esas profesiones de respeto pueden slgñifj .triga" fué'uno.~Y el- Comité_de los Cuatro tiue se formó en conexión con eLexperi·
dos cosas diferentes? El hombre que trata a su mujer con rebuscada cortesfa·,riCi:': ehto. del Temple fué otro), Ja Whig "junto" bajo Guillermo III es un buen can-
por regla general,_ el hombre que acepta la camaradéria entre los sexos en tér- ' d!!.to para el-primer lugar. Desde el_ reinado de_la Reina Ana en adelante Sólo hay
de igualdad. De· hecho, la actitud cortesana es precisamente un método para·; ~~tipnes de poca_ ·importancia en las que pueda haber un desacuerdo acerca de su
tal camaradería. cia o funcionamiento.

-CAPITALISMO.

(
370. PARTE· IV. :soci:ALISMO y DEl\IIOCRACIA'
CAPÍTULO XXII. OTRA TEORÍA DE LA DEl\IIOCRACIA 371
tes.¡Pero pudiera objetarse .que. mi definición_ no tóma e~ c~s-~~~~­ 'á.za· ·el caudillaje del Primer Ministro. 2 ° Con las excepciOnes que
ción el .reSto -de sus -funciones. El Parlamento hace, ev1denteme_n
Onto-Sé-mencionarán, cada voto es··un voto de confianza o de des-
bastantes otras cosas, además de establecer-y derribar gobiernosúL
~hfiailza, y·- los votos que se llaman así técnicamente nO hacen más
gisla e incluso administra. Pues aunque todo acto del P_arlcimcintl?f1'
·e--poner de relieve in abstracto el elemento esencial que ~s .c?~ún
excepción de las resoluciones-y declaraciones polítiCa.s, 'es "~ey~':-1:;~ -todOs. De esto .podemos convencernos observando que la in1c1at1va
sentido for_mal, hay muchas leyes que deben s~r cons1de:ad~s e?~:_ '.~ir :-traer las cuestiones a la decisión parlamentaria pertenece, -por
medidas administrativas. El presupuesto constituye'- el e1emplo·:-.m~ ·la general, al gobierno, o, en caso contrario, al gabinete pre~
importante. Su elaboración es.:una función- a~ministrativa. -No __ ób
to de- la -oposición,_ pero no a los miembros particulares del Par.
tante en los Estados Unidos es elaborado por el:Congreso. -Pero 1tl_-
ento.
cuando fuese elaborado .por el ministro de Haciend~ con -la apró
1>Es el Primer Ministro-quien elige,- de entre el torrente ininterrum·
bación del gabinete, como en Inglaterra, el Parlamento- tiene qU:e.-,v_·
j4o -ae problemas cor-rientes, aquelloS que_ va- a convertir en prohle·
tarl9, y_ en virtud de este voto se convierte en una ley; ¿No :refut
--:;_as··'parlamentarios, es decir, aquellos sobre los cuale~· se propone
esto nuestra teoría? . ___ ,_ :: Í.igObierno presentar proyecto·s- de ley, o, si no se siente seguro en
Cuando dos ejér~itos operan uno contra Otro, sus movi~ie?r: é-~·terreno, al ruellos, proyecto·s de· resolución. Por supuesto, todo
respectivos se centran siempre en- objetivos particulares que están
;-bietno recibe de su predecesor un legado de cuestiones pendientes
terminados por sus situaciones estratégicas o tácticas. Pueden 1uc
·-é-tal vez sea:·incapaz de esquivar; otras cuestiones se acogen como
por una extensión pafticular de t_er.reno o por una- cól~~a parti_c~l. -;.-estión de rutina "política; sólo en ·el caso de un éxito especialmente
Pero el interés que presenta conquistar aquella extens1on de -terr
fillante está un Primer Ministro en· situación ~~ __ i_mpq_~~!- _l_Ilajid_as ___ _
o .aque!Ia--coli-na·,--tiene-que--derivars·e-del---fin- est-ratégico--o--táctic?'·' ·:::bte:·-una .cúeStlón · polít1ca CTCildci___totaI-ffiente pOr él mismo~ En todo
consiste en batir al enemigo. Sería, -evidentemente, absurdo in_~e'
~o~·- sin embargo,· 1a elección o la dirécción del gobierno, ya sea o
derivarlo de cualesquiera propiedades extra-militares que püdi_e
"libre, es el factor que domina la ~ctividad parlamentaria~ Si se
tener ese terreno o esa -colina. De UÍl modo semejante, el fin prime'
' senta una prbposicióll de ley por la opcisiCión, ello quiere decir
y principal de cada partido político es pTevalec~er sohr~ los __ de~__,
·ofre'ce batalla: tal proceder constituye un átaque que el gobierno
a fin de conseguir el poder -o de peru+anecer· en el. LQ -mismo· g:ue_'
conquista del trozo de terreno o de la colina;-la decisión de--JaS e;
ene -:que -desarticular apropiándose la cuestión controvertida o
'ign_·i haciendo rechazar la 'proposición. Si un grupo del partido
troversias políticas es, desde el punto de vista del _político, Ill? etr:
·_- bernamental presenta uria proposición de ley imi)Ortante qne no
sino solamente la materia prima de la actividad parlamentaria. Co' "
'gura en la lista del gobierno, esto si~ifica una insurrección, y es __ .
los polític·os disparan· palahrB.s en vez" ·de balas, -Y como\,estas- _·r:~
de este punto'-de vist&, y no desde el· de- los méritos ·extra-tácticos -
bras se dirigen inevitablemente hacia los pr?blemas puestos a de~a
_-caso, desde el que será considerado por los ministros. Esto es
la finalidad real de la actividad parlamentaria puede no result
ÚCable inclllso al planteamiento de un debate. A no ser que -sea
siempre tan clara como la de la actividad militar. Pero lo
'gerido o sanCionado por el gobierno, esto es síntoma_ de 'que al
de ambos juegos es la victoria sobie el adversario. 19
Pierno se le va el po~er de las inanos. Finalm_ente, la adopción de.
Fundamentalmente, pues, la producción corriente de decision
parlamentarias sobre cuestiones nacionales constit11:ye_- _precisai;p.~h..,
el métóc1o por el- que el Parlafuento mantiene o _se niega__ a µia11:~~~­ ~;'.j~o Esto es aplicable, por supuesto, a la prácti<;a parlamentária francesa anterlor-
Vichy y a la_ práctica italiana anteriol;' al fascismo, exactamente igual que a- la
a un gobierno en el poder, o por el que· el Parlamento acept~ o,-, áctica inglesa. Sin emOargo, puede caber la duda en el caso de los Estados- Unidos,
nde la derrota de la Administración en una cuestión .importante no lleva consigo 18¡.'-'
',
ón del Presidente. Pero esto se debe simplemente al hecho .de que la Consti-
que está inspirada en una teoría política -diferente, no permite que la práctica
19 A veces los politlcos surgen de entre las nieblas fraseológlcas. Para cit~r, 'entarla se desarrolle con arreglo a_ su lógica.- Pero, de hecho, esta lógica no
ejemplo al que no pueda oponerse_ninguna o_bjeción por motivo de ~rlvolidad,, cit de afirmarse -por completo. Las derrotas en cuestiones .de Importancia, aunque
remos la frase de un poJitlco de la talla de Str Robert Pee!,_ qulen caracterlzó- la-- eden despta2ar. al Presidente, debllltarán tanto sµ prestigi<.? comp para desalojarlo
turalieza de su o!icio cuando dijo, _después de -SU victoria parlamentaria sobre. et. posición de caudillaje. Par el momento, esto_ crea una situación anormal. Pero
bierno Whig en. el debate sobre la. politlca de este íiltim<.? en Jamaica: "Jamaica'' ne o pierda la elección presidencial siguiente, el: confllc_to se resuelve entonces _de-
un buen caballo para arrancar." El lector debería meditar sobre esto, --. a·.manera que_ no difiere fundamentalmente de la manera como trata una cuestión
ejante un Primer Miñlstro inglés cuando disuelve el Parlamento.

)
372 PARTE lV. S0t:IALI$MO Y UEMOCRACIA CAPÍTULO xxu~- OTRA' TEORÍA ·DE LA DEMOCRACIA 373
una m~dida mediante -un conve¡;J.io-6ntre los partidos signifiCa-:q_:'- con-Cierto· del· gobierno, podrán salirse con la suya en cuestiones
batalla no decidida o una batalla: evitada por razones estratégic;~-- '.--pOca importaricia, o, en todo caso, en cuestiones que el -Primer
, S. Las excepciones a este _ principio- del caudillaje del gobi~: a
"ístro ·se sienta -inducido considerar como- -de -poca importancia
en- las asambleas "representatiVas" sirven sólo- para poner de-·n;i ·, ;:de'.importancia parcial. De esta manera,,grupos de prosélitos o in-
fiesto su carácter realista.-Estas excepciones son de dQs clases. ,_:,új Úso miembros individuales pueden: en ocasiones tener la -oportuni--
En primer lugar, ningún caudilfaje es absoluto. El caudill~j : d-_, de-, conseguir la aprobación ·de ·proposiciones de ley propias, y
político ·eje'rcido con arreglo al método democrátic6 es meno.s: a ,•-. '&yor·-tolerancia -aún- se dispensará, por- supuesto, a la mera erí-
luto'aÚn que los demás.a causa de ese elemen~o de competencia a::.o ·ah,dejar· de votar-mecánicamente ·por cada propliesta del go-
es esencial a la democracia. Como teó-ticamen-te todo prosélii:o;Ji rno ,-_. Feto: sólo necesitamos considerar estas concesiones con un
el. ,derecho de desplazar a su ,~zeader, y como casi- siempre ·hay¡ i írit~--Práctico; para· percibir,-por los 1ímhes' impuestos al uso de
gunos que tienen una oporfunidad real de hacerlo,_ e~ miembro J:L._ _,---libe:ftad, que norconstituye el' principio del funcionamiento de
ticular del partido y el -ministro -si siente que podría consegu~:c:~;:''
0

-\f·parlamento, sino una desviación: del ·.mismo. .


puesto más elevado--, colocado deritro o fuera del círculo encadt~­ :¿;_h!EIT' segundo lugar, hay casos en :los que el organismo' -político
adoptan una línea -de _conducta intermedia entre una adhesión :iriC_'.;' --·_a-' de hacerse cargo de ciertos prüblemcis, -bien porque los altos
dicional a la pauta del leader y el establecimiento incondicionah' ndos· de- las-fuerzas· del :gobierno -y-. de· la oposición no :;iprecien
'una pauta propiá, sopesando los rasgos y las opottunidades ;· _,;, _µ".valor -político- -o ·-porque dicho valor. sea, en realidad, dudoso. 2 ~
una meticulosidad que a veces es realmente admirable. 22 -El __e· -files- problemas ·pueden entonces ser acogidos por los secesionistas
responde a su vez adoptando _una línea de conducta -Intermedia, e~­ ·'ue· prefieren aspirar al poder como-.independientes- a servir en --las
insistir __én__el___manteriimiento: de_Ja __ disciplin~L-Y-_-Permitir. Ja,_ oposii;:i .. 'las·-,:dé·--uno --de--'los·-·partidos~-éxistentes~----Esta--·-es~---por·- S!:Jpu-e-sto, --una
Suaviza la presión.con concesiones más o ·menos juiciosas-,. loS :é_nJ~f'' ·olítica pei;:fectamen_te normal. Pero hay otra posibilidad: Un hombre
con cumplimientos, los- castigos con recompensas-. Este juego da ,éd 'u-ede tomar con-tanta resolución una cuestión. particular, que puede
resultado, según la fuerza relativa de los -individuos y según_'i · · tFar en la-arena política simplemente para tratar de--resolverla a &u
posiciones, una cantidad de libertad- -muy variable, pero en l~_ -~,á nera y sin albergar ningún deseo de iniciar una carrera política
ría de los casos considerable. En especial, los grupos que -s9n<. )~rlnal. Sin eriibarg6,--"esto- es tan inusitado, que es difícil encontrar
tante fuertes para hacer sentir su descontento, pero .no bastant~1 ."f ·emplos.'de.-este proceder que-tengan importancia de primer rango.
tes para beneficiarse incluyendo sus personajes y sus pr9g...rarn~_:"> a} vez,füé uno el de Richard Gibden. Es cierto qudos ejemplos de
Q, ,., • portancia secundaria son -más frecuentes, especialmente.los ejenl-
21 En relación con esto puedti inenclon_arse otro ejemplo muy slgnificativ_o-,' bs--del tipo de- ·cruzados. Pero nadie sostendrá ·que son otra cosa
té_cnica inglesa, Un proyecto de ley importante no pr_ospera, por lo general, o_ no_
peraba -si la mayoría que lo apoyaba se reduce, en segunda lectura, .a una ,cjj'.rfl ue- desviaciones·.de la_ práctica ,normal.
baja. Esta práctica equivale, en primer lugar, a admitir_ una limitación lmport,a
principio mayoritario, tal como se aplica e~ectiva;mente en las democracias bien f:;t1Podemos;resumir coffio sigue.-Al observar las sociedades huma-
gidas· no sería correcto decir que en una democracia Ja minoría está siempre.o
a·ren°dirse. Pero hay un segundo punto. Si blen la minoria no··siemPre está· o ·ás~-,por regla general, no encohtramos difícil especificar, al mengs
a someterse a la mayor la en la _controversia especial que se debate, prácUc
está Siempre obligada a someterse a ella -'-hay excepciones a esto- en lll- ·e ria ínallera tosca del- mero sentido común, los diversos fines por
de si el gabinete ha de permanecer o no en -el poder. Un voto tal, en segunda_ 1
sobre una medida importante del gobierno puede decirse que constituye una s-·que luchan las sociedades que aquí estudiamos. Puede decirse que
nación de un voto de· confianza cvn un voto para dar carpetazo a un ·proyecto- d
Si lo únicn "importante fuese el conten_ldo del- proyecto, apenas tendría sentido ._V tos. fines proporcionan la- razón de ser o el significado de las activi-
en favor del-mismo si no ha _de ser convertido en ley. Pero si el Parlamento está; es individuales correspondientes. Pero de aquí no se sigue que el
resada primordialmente en mantener al gabinete en ·su puesto, entonces estas· tác
se hacen ·Inmediatamente comprensibles. .. , , -~,: __-; _;alOJ;'- social ·de- un tipo de actividad sea necesariamente el móvil de-
2~ un.o de los 'ejemplos más instructivos con los que puede ilustrarse- esta:,_~á ;erminante de esta actividad y, por lo_ tanto, la expllcación de la
lo constituye la Unea de conducta adoptada por Joseph Chamberlain en :e!_
decertio del sigló pasado con· relación- a ·1a cuestión .irlandesa .. Al final desba
Gladstone, :peró- inició la campaña como adicto oficialmente a-. el. Y el_ caso es._. -· 23- Una cuestióo qu<:_ no se ha acometido nunca coristítuye el ejemplo tipico de. los
cional sólo por la _fuerza y la brlllantez -de este hombre. -Com_o todo capitán':. qÍ:i~emas de la primera clase. Las razones ti picas por las que gobierno y_ un gabinete
sabe,· tan sólo las_mediocridades pueden ser tenidas en cuenta por.su lealtad; .. terl.cial de la opoSic!ón pueden convenir tácitamente en dejar en. paz un problema,
por qué algunos de los capitanes-más grandes, como.DlsraeU, por eJemplo, .se rod~.' --p'esar de tener conci~ncia de su alcance, son las dificultades técnicas para su trataw
de hombres de segunda fila. · _. ,- ---,· ento y el temor de que causará dificultades locales.
CAPÍTULO XXII. OTRA TEORÍA DE LA DEMD!==RACIA 375
r.-1..ttTJ;; IV. SOCIALIS~IO- Y DE.?l-IOGR.-1..CI..;.

misma. Si no es así, una teOría que-se contenta con un ana11s1s,. :::: Pero cualquiera que sea _Ja interpretación q_~e pueda darse, tanto
fin. o necesidad- social a que hay que servir no puede aceptarse.e.O . .:la iniciativa del electorado como a la aceptac1on de uno de los can-
una explicación adecuada de las actív_idades a, que sirve. -Por -.eje_ Ídatos en comDetenci':!~ s 1i 3.lC2.!!c.e está, a. si; ~;ez, :nuy ¡-t;st:ringido
plo; la razón por la que existe ur.. ·fenórneno-- como 1a- actividad -é ,_-,,-- r Ja existenci~ d~ los partidos. Un- .partido no es, com~ nos baria
nómica es; p_or- supuesto, que,.Jas personas necesitan come!',, vestir~ eer la teoría clásica (O Edmulid Burke), un grupo de hombres que
etc. Proveer Ios medios para satisfacer esas necesidades es el f tenían fomentar el bienestar público "a base de un principio sobre
- puesto de acuer¿-"T."
, que se han . l" ·~ es pe¡·igrosa
o • r.,sta ;ra~1onai1zac1or:
sentido socia1 de la producción. No obstante, todos -esta.moa de ac.ué
-do -en que esta tesis constituiría un punto de partida de lo más ir:r - orque es seductora. Pues todos los partJ.dos se .e!f~I~an, por su-
para-una teoría de la a·ctividad económica en una sociedad-mercan ·.uesto en· una época dada, con un arsenal de pr1nc1p1os o puntos
y en que procederíamos Con much·o más acierto si pa:rtiése~o,s-, :·rogr;rri_ácicos 1 l~s cuales pueden ser tan ca~a?ter:ísticos del_ par~ido
--P5Í<: .,..,,.¡.., ... ~~-º - 7
1
~ ~ nd- : - - • . - ·'., f
L, _., ·--~"-w.>'aS a1 !:Ucro. !Je UH mv u seme1anre, el sennao e unciq
- }p _µe -los adopta y. tan importantes para su ex1to como lo -son par:
social de la actividad parlamentaria es 1 . indudablemente hacer le~ - ~11,_gran almacén las- ma~cas de las me:rcancias q.u.e vende: Paro v.1
Y: en parte, adoptar medidas administrativas. Pero. p_ara' compre'nd: , almaoén puede ser definido por sus marcas, n1 un partido p~ede
c_o~o 1~ ~olítica-~de:nocrática sirve a este fin soeiaI,_ tenerpc;; que -p .;. ;;ini:rse por sus principios. Un partido es un grupo cuyos m1em-
!:1:r ue 1a iucb.a de la competencia por el poder y. las magistraturá .._ros se _;proponen actuar de cons~uno en ~la lu~h~ de l~ compef~~cia
Y darnos clienta de que la función socia1 se cumple uor decirlo as _or.- el. poder político. Si esto no fuera as1~ seria 1mpos1ble a. parndos
subsidiaxiame."1te en el mismo sentido -en que la prod~c¿i6n es su -:,· :iferentes adoptar el mismo _programa exactamente -1 0 casi exacta-
diaria a ]a obtención de un lucro. , - ··; - mente •. t~o obstante? esto sucede,_ como todo e1 mundo sabe. Los pard
6. · finalmente, por Io que se refie.re al papel dei electoraG_o~,·'~ -; dos-- y }o§ agentes electorales de partido ~on shri.p~emente la ::spues~
lamente hay que mencionar un punto adiGionaL Y a hemos visto.. a?ral hecho cle que. la masa .electoral es mea paz· de _ot~a acc1on ~e
ios deseos de los miembros de un pai]amento ·no son Ios datos-Jin ~, estampida, y r~presentan un in~tent.o ~e- regula! ~~ ~ompetenm~
les'" del pi-Óceso creador del gobierno. Con relación al e1ect~:z;ad' política de una mane:ra exactamen·re s:múa:i. a l;s p.t~Cll_cas _:co:~e.s
puede hacerse una aÍirmacíón sirniiar. Su decis-ión __ -:--g1o_rifi~ad'. '. ..J• _,. __ .J~ i-- ___ ...,_:o;¡u-'-uº u..Je co1nere1antes.·., La-us1cotecn1a de la
0!1ule1nc:~: U.C: lU~ Ul">VL'l... '-''1"-' , ~ ,

ideo1ógicamente---en ·la e-xp1esión- ~·namada aeI- pueblo)!- no ,fhI:t:_ irección..:de -un partido -y la propagan.da- de patbdo, las cons1gnas .-y
de sµ iniciativa, sino que es configurada 1 y su configuración-:_es 1;iU/ ~¡"- 8 .i-marcha3 -musicales- no son simples accesorios. Son elementos
~a º ~ ¡ . 1 ~" ~' r -- • ' ~ ... •
parte esencia:! del :proceso democrátícb.= Los electo.res no deciden, Pr~-, ú.~senciales de-la -politica.; Tamb1en u -as c.i., DüSS-- t¡_;ac1que; ponnco.
b1emas pendientes. Pero tampoco eJigen a -Jos miembros deL-pB.if'_
- -
mento, con,p1ena libertad, ent;;2 la publaci'ón elegible: En: tbdos;~r'
casos normales~ la iniciativa :radica en eI c8.nd:i.dato que hace -ú
oferta para obtener el cargo de :miemhro- de1 parlamenta .7 eL_c·á~d
llaje-local que puede llevar- cdnsigo; Les electores se 1_ir;1ítan a a9er:{
·su ofert_a con preferencia' a Jas demás -o a rechazarla, Iné1u.So:·~
ma~ot~a de -los casos excepcionales en que ur,_- bornb:re- es el~§·.~
{J,u,tenücamenle por los electores, entran en la -misma ·-categoría(D
-una de estas dos razones: es natural que un hombre no necesite-ha.~~
ningún oÍreci:miento pa!a obtener~el- Caudillaje si ya -10 ha ad-d~
rido; o bie!'l puede suceder que un leade-r 1oca1, -que· puede domina~c
influir en el voto, pero que no puede o no quiere competíi pon'
mir;;,mo·- en Ia elección,_ designe, a _otro, q'l,!e puede parecer ento~~
haber -sido descub_i~rto por Ios -electores obrando por su -· _,,
iniciativa.

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