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! I
donde el individuo se convierte en una persona, adquiere y
mantiene una identidad y lleva a cabo los diversos proyec- por los hombres de esa misma realidad, quieoes la traosfor-
tos que constituyen su vida. El hombre no puede existir m·an nuevament e de estructuras del mundo objetivo en es-
fuera de la sociedad. Las dos afirmaciones, que la sociedad tructurns de la conciencia subjetiva .. La· sociedad llega á"ser
es producto del hombre .yque el hotiibre es producto "de la
soaecf:icf,ñosoñ contracliüo rfas: M~s bien reflejan el car~c
rei:j rJ:'~rÍnseéamente dialéctico del fenómeno societal. Solo
un producto humano por· In ext'ero'alizaclón. Se convierte en
t;ña realidad' St1i'-ge11em por la ob1et1v:ici0n. y por Ja in-
ternaltzac16_n _por IOqijeeflioml?re es -Y.~~2!".Q...~~!º-::1~ Ja
sociedad.3 ·---- ·. ·~ -- ...
a
. .
si se reconoce este carácter se comprende rá la socicdnd en
términos adecuados a su realidad empírica. 2 ta 6Cfün:~.i.Z!l~ÍÓp es ll!l.a_nece_:;idad ªºE:9.PajQ8i9· El hom-
El proceso dialéctico fundament al de la sociedad pasa por bre, · tal "éomo lo coñocemós·-empHicamente, no puede ser
concebido fuera de su continuo vuelco hacia el mundo en
tresfüome nto-s", o etapas:- E!Icis..son . ia _extc"rnal.!7.~Sjón, la el cual se encuentra. No puede comprenderse al ser huma·
<?~ie. !!J~.~ión y la )!]terry~IJ.zació~. Solo si se compren~~~
juntos estos tres momentos puede alcanzarse una concepc1on no como una criatura que-se ·aísla "dentro de -s'Cinls~~ ea
empíricam ente correcta de la sociedad. La _c¡xt;gi¡i!i.z-?ción
olguna"esfééa- ce'ciada- Q_e~inleriorídad, -para . Luego -tr~a~~r de
es el vuelco permanent e del ser humano hacia el mundo, expresa'tse e-n-·el mundo circundant e. El ser humano se ex-
iérrialiiá. ·por eséncla y -desde· el' ci:ifójeñfo::• . Este.. heéhó ao-
tanto en .la actividad física como men!al. L.a ·Jbj~J)vació~ ,es
la ·conquista por los productos de esta acttv1 ad (tamb1cn, tropo!ógico básico s'c! funda, muy probablem ente, en la cons-
física y mental) de una realidad que se enfrenta con sus titución biológica del hombre.;; ·~l.f!.<?~'!E sapie!!!. ~~~p~- ~a
pi:oductóres origíoales como una facticidad~xterna a ellos posición peculiar en_ el .!'einc:i a_ni!D..111. ·sta· peculiarid aa se
manifíesta.. enfo ·relacion del hombre con su propio cuerpo
--
Y oiferente 'de ellos. La internalización es la n~ª-propiación º(,;'~
. \
2 Sostenemos que esta comprensión dialéctica del hombre y In so- r..;
y con el mundo. A diferencia de Jos otros mamíferos supe-
riores, que f!.ªC~~ ~.Q1_1.,_l.1ll _9tgam~mo eseñCíáLDeifrecomple -
io, el hombre ·se halla curiosame nte «inccinc!ü·s o;)alnáce r.t
ciedad como productos mutuos permite la síntesis teórica ele los ,
enfoques ele Webe.r y Du.rkheim de la sociología sin que se pierda 1"""·º t C)
- -·-- ·------ -._, .. ' --·· ·- ·----·-- ---
la intención fundamental de uno y otro (pérdida que se ha proelu. J Los términos «externalización» y «obíetivación» c!erinn de Hegd
cido, según nuestra 2E!_inión, en la síntesis de Parsons). La concep-
cióñ-óe ·weber- Cie- la reálidad social como constituida constanteme n-
(E111ae11sserr111g y Vemzchlicbtmg), y SQn cnteñdiaosr ª9{{, en lo
te por sigru1ícac'íones hwnanas, y la ele Durkheim, que le atribuye
ese.~ci~._sn. el Qlj_91p~e!IJ!~.~!l. $11:1~. ~~a.r::(füs. :i~lf~<f .~ ..os., e~~~
colccT1vos. EñtcnClemos el termino <t1ntcrnal1zac1ono> ~gun el uso
d carácter de 'c!Jouilé ea contraste con' el 1ncliv1duo, soñ-áñi{jas co- c¡ue 'se le da en l_a' p,$icolog(;i social ·norteamericana. - I::-fúñd:iiñei:iCo
fr'éctas:·Apü ntan, -respectivam ente, al fundamento subjetivo y 11 la 1córíco - de esiá és, sobre todo, la obra de George Herbert Mead;
facticidad objetiva del fenómeno societal, con lo cual ponen de re· véase su Mind, Self a11d Society, ,,". Chicago: UniversiC? of Chicagc
lieve-Ípso' facio fo re111ción dialéct ica de la subíetividad con su ob· Prcss, 19J4¡ Anselm Strauss, ed., George Herher/ Me.id 011 Social
jeto: Por" lo mismo, los dos ~nf~9J!S~. so!.g~QQ.,:9?.!'r~.~o!U,étor. Un Psychology, Chicago; University of Chicago Press, 19.56. La expre-
cñfasis semiweberi anoeñlasüfi ¡etividiid soro conduce a una. d~for sión ((realidad sui generís» nplicad3 a la sociología fue desarroUach
I mación idealista del (cnómeno societal. Un énfasis semielurkhe1m1ano
en la objetividad IOfo lleva a la cosific:idón sociológica, la m:ís de·
! samosa ele las deformacion es, a la cual ha tendido buena parte de
Por Durkhcim en sus Rules of Sociofogicol .Method, .". Glencoc, Ill.:
Free Prcss, 1950.
4 Ln tesis de la necesidad antropológica ele extcrna.liz.lción fue de-
la sociología norteamerica na contemporán ea. Debemos subrayar que sarrollnda por Hegel y Marx. Para desarrollos más rooeernos de el.la
no es nuestra intención afirmar que tal síntesis dialéctica habría además de Scheler, véase Hdmut Plessner, Die Sl:lfen der Organi.s-
siOOdeT iigrndo de esos dos autores. Nuestro interés es sistemático, no che11 u11d der Me11sch, l928, y Arnold Gehlcn, Der .'·fmsch, 1940.
cxegéti~~~ lo"cual nos ·permite adoptar una actitud ecléctica frente a .5 Sobre el fundamento biológico de estn tesis. véase F. J. J. Bu:r--
las- construccion es teóricas antetiores. Cuando decimos, pues, que rcndiík, Me11scb mrd Tiet, Hamburgo: Rowohlt 1958: Adolf Pom-
ellos «apuntan» a tnl síntesis, lo afirrnnmos en el sentido de l:i monn, Zoologic und das neue Bild des Me11rchen, 1-L.mburgo: R(.'o
lógica intrínseca de la teoría, no en el de las intenciones históricas wohlt, 19.56. L:t aplic3ci6n más importante de estas ié~as biológ.icas
de esos autores.
~ los problem:ts sociológicos se encontrará en la obra d.e Gehleo.
~Es to ~~~o expuesto de rnancrn sucin!a en la tt.3Sc inicial ~
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debe hacerse un mundo. La actividad constructora
de mun-
el desa-
Los pnsos esenciales en el proceso de «com pletªn> fetal #Oslf _:I_ ho!'!l ~re~ p~r 1o 'tanto , no es-
u-n fenóm eno bioJóg ica-
an en el perío do
rrollo del hombre, etapas que se realiz ment e extraño, sino la consecuenc i:l direct a de la const itu-
en Jos otros mamíferos super iores, se cump len en el _p riJDer
ción b1ológicn detiCj~r -··--···---- - - - · · · ··
··- ·· ·
re. Esto
;iño posterior a l_.P.f!Cimit;.1)!9_~_ri__~¡, c~so del homb La'Situiiélon del organismo humnno en el mundo
se corac-
en homb re» se
es,- el proce so .biológico de «convertirse inte- térizn , ..pues', ·¡,or· urinº inesta bilida d intr!_n sec;a. El homb re no
en que el infan te se halla en
realiza -en un momento e'ñéüfoira ..Ünn ·reiaciOn · d11dá con el mund o, sino que debe
medio cxtrao rgánic o, que ab:trcn canto el
racción con un ínces:rntemence tratar de establ ecerla . La mism a inestn bili-
Exist e un
rñüñdó- fíSico como el mund o humano del niño. dad distin gue a ln relaci ón del homb re con su propi o cuer-
en hom-
füñdáménto biológico del proceso de «conv ertirse y b po.7 <;:~riosnmente, _el hombre está «en desequilibr
io» con-
bre>>, en el sen tido del desar rollo de la perso na lidad te en reposo,
~e sjgo mismo .. No puede permanecer intern amen
apropinción de la cultur :l . Los tíl timos desnr rollos no llegar a un acuer do
rollo bio- sino que debe, de mane ra const ante,
sobreimpon en como mutac iont:s ex:rrnñns al desar la activi dad. La
consigo mismo mediante su expresión en
lógico del hombre, ~ino que se basan en él. existencia humana es un ermanente ~« cto e uilibra
c!OTh'""
nacer se
El carácter «inconcluso» del organismo humano al Crifre e .. orñbré y su cuerp o, el homh ié' ·y ·su iñuña o:-o-f ra
íñd1iú1 relnci 6n con el caníc ter relati vame nte no halla
haflii-en-
1 l no hu- rñañei3 delo rmular 'c!s'to es decit que el hombre se
especi:ilizado de su estruc turn instintiva. 1;. anima
os y constantemente en proceso de «ponerse al din consig IO - én
o mis-
espec ializad
mano entra en el mund o con impu
result
lsos
ado
muy
de ello, vive en un mo». Elnéí rñore ·crea- un ..müñd oen esre proce so~o
firmemente orientados. Como realizar-su
rn más o meno s com· tñrñi ündo creado por eI mismo pueC!e ubicarse y
!
mund o que está deterr ninnd o, de tJrnne o-·qüT cOñS truyéS ü·müñ CIO tam-
cerrado vid:C Peró ·ei·mi siJiO( froces
pleta, por su estruc tura instintiva. Ese mundo escá bíen -«cerrüinn;;.··5u púipió .ser·: En..otias --f?ñla 5r3s~ el l1óiribre
en lo que respecta a sus posibiljdad es; escú progr amad
Por
o, por
consi- no solo' cre:t.ºüñ · rnuñdo1 sino "'iüe- ·t;mSr en' 'Se'cr ea-i" ' sí
l.
así decir, por la propin const
l vive en
itució
un
n
111eJi
del
o
anima
que es ~'>pec ífico Je mís.rñei-."p~;;¡ 'ciéd~Jo
ITIO en un münJo-:---·~-..i-.._
'conmayo r' précis 1'ón-; 'seº'ére a-(sn
__.._..-.,.._.;¡..,r..·~,...,.,. .. ~4;-
ñis-
..._ -
e
-para
es el
el homb
muy
produ
re en una «Se-
difere
cto de
nte de la
la propi a
los otros ma.ñ1 íferós; -·este ·mun do no manera
Pero a difere ncia dé actividad del homb re. Este debe crear y recrea r de
te dado, prefa oricad o para él. El homb re
eS'tá simplemen . 1 0 -
para referir se a esta
7 Plessn er acuñó el términ o ~ex~ntricidad» ron su propio cuerpo ;
- -·· ' ..
16 j 17
continua la cultura. Por ende, sus estructur as son intrínse-
camente precarias y se hallan predestin adas al cambio. El tivos. No tiene ningún ser, ninguna realid2d aparte de esta
1
imperativ o cultural de la estabilida d y el. carácter intrínsec a· actividad . Sus pautas, siempre relativas en el tiempo y el
mente inestable de la cultura plantean, ¡untos, el problema espacio, no se encuentra n en la naturalez a ni pueden ser
deducida s de una tnanera específica a partir de la «natu-
1 fundamen tal de la actividad construct ora de mundos pro·
pia del hombre. Un poco m~s ad~la~te nos ocuparem os con raleza del hombre» . Si se quiere utilizar ese término para
detalle considera ble de sus tmplicac1ones de largo alcance. designar algo más que 'determinadas constante s biológicas,
Por el momento baste decir que, si bien es necesaria la cons- solo puede decirse que está en la .:<naturaleza del hombre»
trucción de mundos, es muy difícil mantener los en funcio- crear un mundo. Lo que en cualquier momento histórico
namien to. ~parti cular aparece como la «naturaleza .!~.un:i~n~~> e~.. en sí
La cultura consiste en la totalidad de los producto s ~~Lhom· ,_m_is~o . u~ -~.!f.du~to <;le la-:3dividad construct ora de mundos
.. del nombre:.1.!..l
br¿!~ Algunos de eIIOs son materialCS; ofrOsño To so~. El .
llombre elabora herramie ntas de todos los tip?s concebib les, Sin embargo, nunque la sociednd a¡parece como solo un as-
mediante las cuales modifica su medio físico y doblega la pecto de la cultura, ocupa una po.sición privilegiada entre
natur:ileza a su volurJtad . El hombre también crea el len· las formaciones culturales del hombre. Esto responde a otro
guaje y, sobre su base y por medio de él, un elevado edifi- hecho antropoló gico básico, a Sllber, la ese~c~al. soc_iab\liqad
cio de símbolos que impregha n todos los aspectos de su I de1homfile~ 1 2-El"Homo-:rap1e11 T&~ -lfl1 arili.naL.$9c1al. Esto
, vida. Hay buenas razetnes para pensar que la producci ón de sigñifial 'mucho"..rñcfs ºque' el hecñc~uperficial de "que e]
\ la cultura no material ha marchado siempre a la par de la hombre siempre vive en colectividades y, en verdad, pierde
; actividad del~ombre en el plano de la modificac ión física su humanida d cuando se lo aísb de: otros hombres . Mucho
de su medicf!/S ea como fuete, la sociedad, por supuesto , no más importan te es que la actividad constructo~a de mµµ-
' es más que una parte de la cultura no material. L3. soci_:~ad \ dos del hombre es, siem -re
-e inevit!!blemente, una empresa
es .ese ..aspecto 9e · esta .última q~e estr~ctura_ ¡~-s reifiCioqes co ecuva. 1 1en es posi e, ta ve:z con fines heurístico s,- \ ( )
permanen tes del hornlbre con sus seme¡an te~. Como solo analiz:ir l:t relación del hombre con su mundo en· términos
un elemen to de la cultura, la sociedad comparte totalmen te purament e individuales, la realidad empírica de la cons-
el cadcter de esta de :ser un producto humano. La sociedad trucción humana de mundos tiene siempre u;c¡¡-rác ter so-
se constituy e y se mantiene por obra de seres humanos ac- cial. Juntos, los hombres fabrican herramie ntas, inventan
lcngm1jcs, adhieren a valo res, crean institucio nes, etc. No
8 El uso de Ja voz «cultuta» para designar la total idad de las crea· solo l:i panicipnc ión individual en una cultura se realiza !JOr
: dones del hombre sigue la práctica corriente en la an1ropofogía un proceso social (a snber, el proceso llamado de socializa-
· cultural norteamericana. Los sociólogos han tendido a usar el término
en un sentido más estricti:> para referirse solamente a la llama.da es-
fera simbólica (por ejemplo, Parsons en su conc~pto de ~(Sts ten;a
Con~1clcr3r 1.1 anaruralcza humnnn» como una creación humana
¡))
es un3 idt:a que t:imbién prO\·iene de Marx. Señalo. la división fun.
'. cultural») . Si bien hay buenas r11zones para prefem el sentido mas : cbmc;.n1al cp1r11 una ª!ltropologfo dialéctica ;;··ori'arw ·aialé<:tica.
: estricto en otros contextois teóricos, hemos consídcmd~ -~lll? el uso . Dcrmo ·del pensamicmo· socfologicó, los ºmejores reprcsén1aotes de
. más amplio resulta más apropiado en la presente expos1c1?º· · esas :1n1í~cl:ts antropológicas son, respecti\·amentc, Marx y Pareto.
9 El dnculo de la produ.cción material con la !1º m:11erial fue de· ; La--añiropologfa - rrcüdiana~ - diclio · sea · ~~-~.Q......J-ªm.!:lt~n_fl_~ser
sarrolhiao- ·por· Marx en .el concepto de «tr~ba¡o» (que no puede · cons1ilefñá:lcomo eseñcralíñcnre no drnlect1c:1, punto que a menudo
eñc-énderse como una mera eategorla económica).
10 Por supuesto, circulan entre los sociólogos diferentes conceptos ~por alto los intentos rcaentes C!e""eraOorar uon slotesis entre
.....~Jreudismo y el marxismo ,
de la sociedad. Una disClllsión acerca de los mismos sería de poca i / !}) ~¡ c:mícter esencialmenr¿ social del hoaabre f~e comprendido con
utilidad para nuestra expc1sición. Por ello, hemos usado una de!;ni- ~ "";t@fandad por Marx, pero, por supues10, es propio de toda la tracli-
ción muy simple, que se relaciona con el concepto de cultura ya
mencionado.
I; ~iói:i sociológica. La obra de Mead brinda una base psicosociológica
md1spensablc para las concepciones antropológicas de Marx. .
f ' 1) _A h
t
~1 _,
1
ción) , sino que su existencia cuhur:il permanente depende ra, es decir, debe remitir las imponentes configuraciones de
del mantenimiento de una organizaci6n social específica. La la estructura social a los seres humanos que las han creado. 13
sociedad, por ende, no es o ~esultado de la cultura, La s ci ad -)ues,:-es u11. p_r.o~l!cto del__hombre basado en el
t srno una condid n necesaria cl,e esta. La soc1eéíaCJesl'.tnetu-
ra, distribuye y coorC!Iñalas actividades constructoras de
mundos de los hombres. Y soJo en la sociedad pueden
feo meno __ e a externa izac!j~á.~ri._vé~ se_funéfá -eii la
' inisñfa'cons tituc1 n w og1ca del hombre....-Pero "taii pronto
CO'iñOl'iab.tamos .deprodUcicis externalizados se 'supone que
persistir en el tiempo los productos de esas actividades. est'Osakáñzan cierto grado de diferenciación"ºcon respecto a
La comprensión de la sociedad como arraigada en la extcr- si[produéffir:--Esta-·transformación de los ¡:iróductos ºd el
/ nalización del hombre, esto es, como producto de la activi- hombre en un munao que no solo deriva del hombre, sino
dad humana, reviste particular importancia si se considera que . flüñOien·- Jb enfrent:l como "una realidad 'exterior a él
el hecho de que la sociedad aparece ante el sentido común mismo, es lo que quiere significar el concepto de qpj~a
como algo muy diferente, como independiente de la activi- _ción. El mundo creado por el hombre se convierte en a go
.. dad humana y como comparriendo el carácter inerte de · lo queest:í «allí afuera». Consiste en objetos, materiales y no
\ dado que posee la naturaleza. Volveremos enseguida al pro- materiales, CTlpaces de resistir los deseos de su productor.
'\ ceso de objetivación que hace posible tal apariencia. Baste Unn vez creado, este mundo no puede ser disipado de ma- fh"
decir aquí que una de las conquistas más importantes de b nera sencilla. Aunque roda cultura se origina y tiene sus ra~- lf'
perspectiva sociológica es su reiterada reducción de las en- ces en b conciencia subjetiva de los seres humanos, una vez
tidadesr hipostasiaclasq ue constituyen la sociedad en La ima- creada no puede ser reabsorbida a voluntad en la concien-
ginación 'delhombre común a fa actividad humana de la cia. Est:í fuera de la subjetividad del individuo, como un ,
cual son producto esas entidades y sin la cual no teJ11drían verdadero mundo. En otras palabras, el mundo creado por 'J
existencia en la realidad. La «materia» de la cual están . 1et hombre alcanza el cadcter de realídad objetiva. -1
hechas lu sociedad y todas sus formaciones consis:te en 1 Esta objetividad adquirida de los productos culturales del
significados humanos externalizados en la actividad huma- '. hombre h poseen tamo las creaciones materiales como fas
na. Las grandes hipóstasis societales (tales como ~<In fami- no materiales. Esto puede comprenderse fácilmente en el
1
Si se concede a la cultura el rango de la ob1et1v1dad, esto .ktT~ai:i:ii.iiic.:-Opacá coercí ti~~ :1G En realidad~. el hoinbre -
y.
tiene un doble significado. La cultura es objetiv a en cuanto suele percibirla como algo virtualmente equivalente al uni-
enfrent a al hombre con un conjun to de objetos del mundo verso físico, eo cuanto a su presencia objetiva -como una
real, que existen fuera de su conciencia. La cultu.ra está allí. «segunda....naturaleza»,· en verdad -. La experimenta como
Pero la cultura es también objetiva en el sentido de que algo d~~.º~ «allí afu~ai>, ~xtraño aJ!t-f9.~c.i~1:1cia, subjeti va
· puede ser experim entada y aprehendida, por asi decir, en ' e· incontrolapie por esta.~ I:as iépresentac1ones de la fanta-
\comp añía. 1:.~ C1flcu~a está .al.tí part}:; todo~t!~d? . Esto sí::i solitaria ofrecen-TClativamente poca resistencia a La vo-
· significa que Jos objetos óe la' cuJtura (nueva mente, tanto
14 Se eocontrar:í un .desarrollo de la concepción de la objetivid
los materiales como los inmateriales) pueden ser compar- compartida en las obras ya· citadas de ~·
ad
tidos con otros. Esto los distingue en forma tajante de 5 Nuestro examen de la objetividad dela sociedad sigue de cerca
cualqu ier construcción de la conciencia subjeti va del indi- Durkhcim en este puntb. Véanse especialmente fas Reglas del mé·
viduo solitario. Ello se hace obvio cuando compar:amos una U oda sociol6gico.
1 o
socied~d
¡"'-"\ <l.'~Wa"'l
Jición del individuo. Las representacio nes de la El caso paradigmático de esto es el lenguaje. Es improbá-
son inmensamen te más resistentes. El individuo puede so- ble que alguien niegue, por muy lejos que esté del peosa- ...-
ñar con sodedades diferentes e imaginarse en diversos con- miento sociol6gico, que el lenguaje es un producto humano.
textos. Pero a menos que sufra de una lowra solipsista, 1 Todo lenguaje particular es el resultado de una larga his-
conocerá las diferencias entre , esas fantasías y la T.ealiaaá toria de inventiva, imaginación y hasta capricho humanos.
de su vida concreta eo la sociedad, que le prescribe un Si bien los órganos vocales del hombre imponen cieétas li-
contexto comúnmente reconocido y se lo impone sin con- mitaciones fisiológicas a su fantasía lingüística, no hay le-
sideración a sus deseos. Puesto que el individuo encuen- yes de la naturaleza que puedan explicar el desarrollo, por
tra la sociedad como una realidad externa a él, puede su- ejemplo, de la lengua inglesa. Ni esta tiene categoría alguna
'I ceder a menudo que su funcionamie nto esté más allá de
su comprensión . No logra descubrir el significado de un
.. en la naturaleza de las cosas que no sea su categoría de pro- 1
dueto humano. La lengua irÍglesa se originó en circunstancia s
fenómeno social mediante la introspecció n. Con tal fin, debe 1 humanas específicas, se desarrolló a lo largo de su historia
salir fuera de sí mismo y empeñarse en el mismo ti¡po, bá- 1· por la actividad humana y solo existe en la medida en que
sicamente, de indagación empírica que se necesita para com- :. haya seres humanos que continúen usándola y compren-
prender cualquier cosa que se halle fuera de su mente. Y so- diéndola. No obstante esto, la lengua inglesa se presenta al
l bre todo, la sociedad se manifiesta por su poder coercitivo. ¡ individuo como una realidad objetiva, que debe reconocer
La prueba final de su realidad objetiva es su capacidad de . ¡1· como tal o sufrir las consecuencias. Sus reglas están dadas
imponerse al rechazo de los individuos. La sociedad dirige, objetivamente. Deben ser aprendidas por el individuo, como
sanciona, controla y castiga la conducta individual. En sus lengua materna o como lengua extranjera, y no las puede
. más poderosas apoteosis (término que no ha sido elegido l modificar a voluntad. Existen normas objetivas para deter-
!, descuidadam ente, como veremos más adelante). la sociedad í minar el inglés correcto y el incorrecto, y aunque pueda
\ hasta puede destruir al individuo. ~· haber diferencias de opinión acerca de detalles secundarios,
\La objetividad coercitiva de la sociedad puede verse de J la existencia de tales normas es una condición para el uso
del lenguaje, en primer lugar. Por supuesto, hay castigos
· manera más clara, por supuesto, en sus procedimie1itos de g
control social, esto es, en aquellos procedimien tos dirigidos ¡ p:ira la violación de esas normas, castigos que van desde
específicamente a «poner en línea» a individuos o grupos ~ el fracaso en la escuela hasta las dificultades sociales en la
recalcitrantes. Las instituciones políticas y legales pueden j vida posterior, pero la realidad objetiva de la lengua in-
servir como ejemplos obvios de esto. Es importante corn- l glesa no está constituida primordialm ente por esos castigos.
coercitiva ~La lengua inglesa tiene realidad objetiva en virtud del sim-
. prender, sin embargo, que la misma objetividad 1·_··
1 caracteriza a la sociedad en coniunto y se halla pres•ente en ple hecho de existir, de ser un universo del discurso ya
· todas las instituciones sociales, inclusive aquellas que se . creado y colectivamente reconocido dentro' del cual los in
1
basaron en el consenso. Esto no significa ( señalémoslo en- .. dividuos pueden entenderse unos a otros y a sí mismos. cs
\ fáticamente) que todas las sociedades no sean más que va- · ·¡ La sociedad, como realidad objetiva, brinda al hombre un
riantes de la tiranía. Lo que sí significa es que ininguna ~ ) mundo para que lo habite. Este mundo abarca la biografCa '
1
construcción humana puede ser llamada con propiedad un {del individuo, que se desarrolla como una serie de sucesos
fenómeno social si no ba alcanzado ese grado de objeti-
16 La concepción del lenguaje como paradigma de la objetividad de
vidad que compele al individuo a reconocerla como real. los fenómenos sociales también deriva de Durkheim. Se hallará un
En otras palabras, el car:íctet coercitivo fundamental de Ja examen del lenguaje en té.rminos esencialmente durkheimianos eo
sociedad no reside en sus mecamS'iñOs ae control soc1íá[Si;0,... · A. Meillet, Linguislique historique et Jinguistique générale, Par{s:
5n su ~ara constituirse e 1mp0fierse como realidad. Ch~mpion, 1958.
denLro de ese mundo. En verdad, la biografía del individuo
sol.o es objetivamente: real en Ja medida en que puede ser dividuo en el contexto institucional mencionado, aunque
ub1~ada .dentro de ~as .e~tructuras significativas del mundo pueda suceder que no le guste en partiicular su desempeño.
. social. s~ duda, el. md1v1duo puede tener cualquier número Por ejemplo, los rplcs de marido, padre o tío están definí.
de auto~terpretac1ones muy subjetivas, que pa(eccrán a dos objetivamente y se presentan corno modelos para la
' otros cur10sas o llwamente incomprensibles. Sean cuales 1 conducta individual. Al desempeñar estos roles, el individuo
~eren ~s~as l\utointerpretaciones, subsistirá la interpreta· llega a representar las objetividades institucionales de una
c16n obJcttva de Ja bi.ograffa del individuo que lo ubica en manera que es aprehendida, por sí mismo y por otros, como
un marco de referencia reconocido colectivamente. Los he- separada de los «meros» accidentes de su existencia indi-
'chos objetivos de esta biografía pueden determinarse al me· vidual.18 P uede «ponerse» el rol, corno objeto cultural, de
1 nos
consultando los documentos personales del individuo. manera análoga al hecho de «ponerse» un objeto físico como
. El nombre, Ja ascendencia legal, la ciudadanía el estado ci-
vil y la ocupación son solo algunas de las in~crpretacion~s
l . vestimenta o adorno. Puede, además, conservar la concien-
cía de sí mismo como distinto del rol, .que entonces se re-
: «o~ic~ales» de la existencia individual, que tienen validez
objetiva, no solo por la fuerza de la ley, sino también por
• la fundamen tal facultad de otorgar realidad que posee el
1 laciona con lo que él considera su «yo real», como la más-
cara con el actor. Así, hast:i puede decir que no Je gusta
realizar este o aquel detaUe del rol, pero debe hacerlo con-
\ cuerpo social. Más aún 1 el individuo mismo, a menos -nue· tra su voluntad, porque así se lo dicta la descripción obje-
vamente- que se encierre en un mundo solipsista apartado tiva del rol. Además, la sociedad no solo contiene Mº con-
de la realidad común, tratará de convalidar sus autointer- junto objetix_airn;ote disj)ooibie:ae .institm:ionés · Ofes sino·
pretadones comparándolas con las . coordenadas objetiva- también un re ertorio de identidades ·dotadas e s o
mente disponibles de :su biografía/ Dicho de otro modo, la S]iiJiiS e rea i ad.-~ La socíedadoosolb'- ásign·a al
--. propia v acld lndivtclüo apar~?:'é como objetivamente real individuo uncOnffñfro'"de roles, sino también una identidad
para él mismo como para los otros, solo en cuanto está establecida. En otras palabras, no solo :se espera que el in-
ubicada dentro de un mundo social que posee el carácter dividuo se desempeñe como marido, padre o tío, sino que
de una realidad objeti'va.17 sea un marido, un padre o un tío; y más básicamente aún,
La objetividad de la sociedad se extiende a todos los ele- que sea un hombre, sea lo que fuere lo que implique «Sen>
mentos que la constituyen. Las instituciones, los roles y esto en la sociedad en cuestión. Así, en liltima instancia, la
las identidades existen como feoómenos con t:ealidad obje- objetivación de la actividad humana significa que el hombre
tiva en el mundo social, aunque ellos y este mundo sean al es capaz de objetivar una parte de sí mismo dentro de su
mismo tiempo creaciones hurnanas. Por ejemplo, la famjlja,_ pi:opia conciencia, y enfrentarse a sf mismo dentro de s{
. tomo íñ5tituciortaüzact6:n-de-1asex';:rnlidad humana en una mismo en figuras que están por lo general disponibles como
1sociedad particular, es experimentada y aprehendida
como e~e1!1entos objetivos del mundo social. Por ejemplo, el ín-
una ~e.alid~d obj~tiva. La instituci6n está allí, exterior y
J coercmva, imponiendo sus pautas definidas prcvinmente so- ( d.1~1d~o, como «y_o real.», puede clesarrollar una conversa-
c1on mterna consigo mismo como arzobispo. En realidad
br.e el in~iv~d~o en es1te ámbito particular de su vida. La '. la socialización es posible, ante todo, s;olo por medio d~
l m1sma ob¡euvidad tienen Jos roles que se esperan del io- Jal diálogo interno con las objetivaciones de s{ mismo. 19
1
17 Para la realid~d de las autointerpretaciones como una uhicacióo 18 ~e llega al con~epto de los roles como representación objetiva
en un mundo social de realidad objetiva, véase la obra de Mauricc m~diante una _combmofión de los puntos de vista de Mead y Dutk·
HalbwacJ:is sobr~ la memoria, especialmente Les cadres sociaux de ) heun. Del ulllruo, véase sobre todo la obra Scciology and Philoso-
la mémo1re, Pans: Presscs Universitaires de Francc, 1952. phy, .•. Londres: Cohen & Wcst, 195J, pág. l y sigs.
19 El con~epto ele «conversación in1ema» deriva de Mead. Véase
su obra Mmd, Sel/ 1111d Socil!ty, pág. 135 y sigs.
El mundo de las objetivaciones sociales, creado poi: la ex- existente y teóricamente imposible, aunque solo sea en ra-
temalización de la conciencia, se enfrenta con esta como zón de Ja variabilidad biológica de los individuos. Pero hay
una facticidad exteml!¡. Se lo aprehende como tal. Esra apre- grados de éxito en la socialización. La socialización muy
hensión, sin embargo, no puede ser descripta todavía como exitosa establece un alto grado de simetría entre Jo objetivo
internalizacióo, como n,o. puede describirse as( la aprehen- y lo subjeúvo, mientras que las fallas de socialización dan
sión del mundo de la 'naturaleza. La internalizaci.§n ;es, más ' origen a diversos grados de asimetría. Si la socialización no
bien.t )~-~~~~.sordón en_la concie~~i!l !}el m~d<:> ·objeúvado, logra interngHzar al menos los significados más importan-
~anera t~ ·g_q_e::.Ias es~~.piras...de est.!!. ..muncJo Ulegan a tes de una sociedad dada, esta se hace difícil de mantener
determinar Jªs_.estructuras subjetivas de la conciencia mis- como empresa viable. Específicamente, tal sociedad no se
ma:-"Es-dC°cir, la ~foI_lciona ..ªb.9.r~ ~~mo=eL agente hallatía en condiciones de establecer una tradición que ase-
tQ!.fll_ati:Y,o de. .~l!.s..onciencfa'· íñ~!Yldual. En la medida ·en. que gurara su persistencia en el tiempo.
se ha realizado -la-inrerñalización, el individuo aprehende La actividad constructora de mundos.del hombre_es_siem-
\ ahora vatios elementos del mundo objetivado como fenó- .pié-~~ria- empreºs.a.::ollectiv;·:· Lii'-apropiaci6~···¡~terna d~ un
\ menos internos de su conciencia, al mismo tiempo que los 'mundo póret-liombi:e . debe también realizarse en una co-
• aprehende como fenómenos de la realidad externa. lectividad. Hoy es ya un lugar común de las ciencias socia-
(Toda sociedad que persiste en el tiempo se enfrenta con el les decir que resulta imposible llegar a convertirse en un
, problema de transmitir sus significados objetivados de una ser humano, en cualquier forma empíricamente reconocible
( que vaya más allá de las observaciones biológicas, como no
.._generación a la siguiente. Se aborda este problema mediante
los .E!.2f.~fil!L9~ ..sociJ.llzaci~. esto es, los procesos por los sea en sociedad. Esto resulta menos común si se agrega que
cuales se ensena a una ·nuéva geheración a vivir de a1cue.tdo la internalización de un mundo depende también de la so-
con los tJrogramas institucionales de la sociedad. Por s1,1- ciedad, pues con esto se afirma que el bombre es incapaz
puesto, puede describirse P-sic9Jggica01i:;r.J~. Ja __ so~i;i.li.:?l!c;.ión de concebir su experiencia de una manera ampliamente sig-
~oqi9_~{21'.Q.E.,eso de 3.Efendizaje.. Se inicia a la nueva gene- nificativa a menos que tal concepto se le transmita por me-
/ ración en los signifkadoSde'la cultura, se le enseña a par- dio de procesos sociales. Los procesos que internalizan el ) ~
/ ticipar en sus tareas establecidas y a aceptar los roles y las .mundo socialmente objetivado son los mismos que inte r
1identidades que constituyen su estructura social. Sin em- ; naliz.1n las í<lcncidades socialmente asignadas. El individuo
bargo, la socialización tiene una dimensión fundamental que
no queda adecuadamente expreSada al hablar de proceso l
l
es soci:i!izado para que sen una persona determinada y ha-
bite un mundo determinado. La identidad subjetiva y la
de aprentlízaje. El_indivfauo n<;i sofoaprenáel~~fj~ica rcalid:id subjetiv:t surgen en la misma dialéctica (entendida
dos objet1vaél.os sino que también ~~ con los mis- aqu{ en el sentido etimológico liceral) entre el individuo
ínos""y es mofcféi(J~E_a . ~llos: Los irisorpora:a ~u ·mtertor y y esos otros significativos que están a cargo de su sociali-
·1o~sus ~~· 1ca ~Se convierte ·en ·álguien que-·no z:ición.~ Es po~ible resumir la formación dialéctica de la
sofo· posee "'esos sigñífíciidos, sino que también los repre- identid:id diciendo que el individuo se convierte en aquello
senta y los expresa. El é~ito de la socializ~~.deRert.ck del que es considerado por los otros. Podrínrnos agregar que
establecimiento de una simetr1a entre-el mundo objetivo 1el individuo se apropia del mundo en conversación con
de íaSOiied.a!Ly _~Cnwñéló-sühíeHvo· dél iñéfiv_idú'O':-i:>Cirna- / orros y, además, que tanto la identidad como el mundo
ginamos un individuo ·totalmente -socializado, cada signifi- < son reales para él solo en la medida en que puede continuar
cado con existencia objetiva en el mundo social tendría su f esta conversación.
!
iduo no es mold eado como un obje to pasiv da~ es una em-
o e inert e. 'Í)res a cons truct ora de mun dos equiv ale
Por el contr ario, se lo form a en el curso de a afum ar que es
una prolo ngad a
conv ersac ión (un proo eso dialé ctico , en fi( una activ idad orde nado ra, o regul
la palab ra) de la que él es un participan
el senti do litera l ?e
fI indicado 1 el fund amen to de esto seadora . Com o ya hemo.s
encu entra en la coos~ f.
I\'
te. Esto es, el rn- tución biol6gica del Rom o sapiens. El homb
divid uo no abso rbe 'p::,isivamente el mun re, a quie n se [ ""
do social (con sus
~
instituciones, roles e iden tidades. apro piad as), sino · le han nega do en el plano biológico los mec~
lo apropia de mane ra activ a. Adem ás, una qu~
v~ que. el mdt-
s: nadores de los que están dotad os otros
nismos orde -
aruroal7s, ~e ve
...
vidu o se ha form ado como perso na, con comp elido a impo ner su prop io orde n a
una iden tidad ob- la e,xpenenc1a. . El
jetiv a y subje tivam ente recon ocibl e, debe carác ter social del hom bre presu pone el
cont inua r parti - carac ter colec uvo
cipan do en la conv ersac ión que lo suste de esta activ idad orde nado ra. El orde nami
nta como perso na ento de la expe - ,e
'rienci_a es .prop io ~e todo tip~ d~. intera
.cci?n. social. ~ad.a
en su bioor afía en marc ha. Vale decir que
el indiv ri duo con- .
tinúa sie;d o un co roductor del mun do acció'n social impl ica que el s1gmf1ca~o
socia l, or ende ind1~i_dual e.sta .di-
e s1 mism o: · of ·¡;;equeno que sea su po rigido hacia otros y la perm anen te. 1.0te
er para camb iar racoon so~tal 1m·
Ías defin icion es sociales de la realid ad, plica que los diver sos signi ficad os de los
debe al meno s con- actor es se Integ ran
tinua r asint iendo a aque llas que lo deter en un orde n de significado común. 2 ~ -Seria errón
mina n com o pe rso- eo supo ner
na. Aunq ue niegue esta copr oduc ción que esta consecuencia i:,egu.lad.Qta de la
(diga mos, como so- inter acció n social
ciólo go o psicólogo posit ivist a), lo mism debe crear desd e el comi enzo , un nomos
o sigue . ~iendo un que abar que todas
l:is experi~ncias y signi ficad os discret~s
rnproduct_or de su mun do y, en verd ad,
su nega oon de este de los individ~os
bech o entra en el proc eso dialé ctico como parti cipan tes. Si cabe imag inar una soae
facto r forma- dad en sus comi en-
tivo tanto de su mundo ·como de sí mismo. Una zos (algo que, por supuesto, no se da emp
vez más, íricamente), po- \
· pued e toma rse la relac ión del indiv iduo demos supo ner que el ámbi to del nomos
con el lengu aje comú n se expa n?e
~ como un parad igma ·del proc eso dialé :l medi da que la inter acció n
social llega a abarc ar áreas aun
ctico de Ja socializa-
. ción. El lengu aje se prese nta ante el más vastas de signi ficad o comú n. No tiene
indiv iduo com o una senti do supo ner
facti cidad objet iva. Se lo apro pia subje que este nomos llega rá algun a vez a inclu
tivam ente 1entrando ir la total idad ~e
en una inter acció n lingü ística con otros . los significados indiv idual es. Así como no
Pero en el curso de pued e habe r mn-
esta inter acció n, inevi table ment e lo modi ¡::ún indiv iduo total ment e socializado,
fica, aunq ue (por así tamb ién habr á
ejem plo, como gram ático form alista ) .nieg siem pre significados iodiv. idual es que perm
ue la. ~tilli~;z de anezcan fuera del
estas modificaciones. Adem ás, su conti nua \ nomos comú n o sean marg inale s con respe cto a este.
parttCJpac1on en ' verdad como verem os un poco más adela En
el lengu aje form a parte de la actívid~d nte, las expe rien-
única base ontológica de dich o lengua¡e.
huma na! que es la ci:is m~rginales de Jos indiv iduo s son de
Este cons idera ble impo r-
él y otros conti núan empl eánd olo. Para decir existe: porq ue t:inci:i parn la comp rensi ón de la exist encia
social. Con todo ,
lo de otra ma- existe una lógica intrín seca que impe le a
nera, tanto con respe cto al leogu aje como todo nomos a ex-
con respect~ al pand irse a áreas más ampl ias de significac
mun do socia lmeo te objet ivado en conju ión. Si bien la
nto, pued e decirse :tctiv idad o rden ador a de la sociedad nunca
que el indiv iduo sigue «con testandOI> al alcanza Ja to-
mun do qu<! lo for-
mó y, de este modo , cont inúa mant enien
do la reallidad de
~
3 El 1érmino «nom os» deriv a indire
este. Ji2111e la invers ión, por asi decir, de su
ctame nte de Durk heim me-
ollad o por ve-1. prime ra en su obra ,Suic «~· Este
T:il vez ahorn pued a comp rend erse la afirm conce pto de
ad6n ele que el oc doarr
- mun do cons truid o ..cihlm ente es, !JOr sobr 111.: Free Press , 1951; vé:inse esp. las págs. ide,:. Glenc oe,
e . ti:?~ª~'~ cosas, 241 y sigs.
_:un or ¡¡~i9ot9 de In expener:crn. 2-1 La defini ción de acción social en términ
o nomos, se impo ne a las exper1enc11 as 9---º~ e~ ,.~1~n~~hvo, de Wcba . Las implic acion es de esta defini os de signif icado deriva
ción en térmi nos del
y s1gniE1ca os_d1scre-.: •mun do• social fuero n desurroUadus sobre
/l \ iodo por Schu u.
~staoteJsto se ~ puede describir como
~
talidad, no
talizadora.~:;
to- Consiste en esquemas interpretativos, máximas morales y
alecciones de la sabiduría tradicional que eJ hombre co-
El ~~ndo s~cial _c9p_s. i~l1Y~ '9.l]..ft..O!tN?!, !ªn.to objetiva.SOJl:!.? ' mún comparte frecuentemente
sub1et1vam;:~te, El 11 mos ob¡etivo está dado en el proceso
con los teóricos. Las socie-
1 dades varían en el gr:ido de diferenciación de sus corpus de
1aé0Wer1 vac1on com'c1 tal. Puede verse fácilmente que el «conocimienl:o». Sean cuales fueren estas variaciones, toda
hecho del lenguaje, aun considerado de manera aislada, es sociedad brinda a sus miembros un corpm objetivamente
la jmposición del orden a la experiencia. ·El lenguaje regula . disponible de «conocimiento». Participa r en Ja sociedad es
imponiendo diferenciaciones y estructur as al flujo continuo compartir su «conocimiento», vale decilr, cohabitar su·
de Ja experiencia. Cu1ando se nombra un elemento de la 1. nomos.
experiencia, ipso facto• se lo saca de ese flujo y se le da es- El 1101aos_ pbjetivo se internaliza e.n el curso de la sociali-
tabilidad como la entidad así nombrad a. El lenguaje, ade- zaéi3n. Así, el individuo ·se lo apropia para convertirlo en
más, suministr a un orden fundame ntal de relaciones me- supropio ordenamiento subjetivo de la experiencia. En vir·
diante la adición al v·ocabulario de la sintaxis y lá gramá- tud de esta apropiación el individuo puede llegar a «dar
tica. Es imposibl e usar el lenguaje sin participar en este sentido» a su biograHa. Ordena los eleme1ntos discrepantes
orden. Puede decirse c¡ue todo lenguaje empírico constituye de su vida pasada en términos de lo que «conoce objetiva-
un nomos en formación o, con igual validez, que es la con- mente» acerca de su propia condición y la de otros. Inte·
secuencia histórica de la actividad reguladora de muchas gra su constante experiencia en el mismo orden, aunque
generaciones de hombres . El acto regulador original con- este quizá deba ser modificado para permitir tal integración.
siste en decir que un elemento es esto, y por ende 110 aque- El futuro adquiere una forma signlficativa porque se pro-
llo. Como a esta incorporación original del elemento en un yecta en él ese mismo orden. Dicho de otra manera, vivir
orden que incluye otros elementos le siguen designaciones en el mundo social es vivir una vida ordernada y signT(ka:"°
lingüísticas más definidas (el elemento es masculino y no · tm~asociedad es el guardián del orden y el signlficado,
femenino, singular y no• plural, un sustantiv o y no un verbo, no solo en el !ano ob'etivo, en sus estructur as institucio-
etc.), el acto regulado r tiende a un orden que abarque todos
los elementos que puedan ser objetivad os lingüísticamente,
nales, sino también en e su 1euvo1 en su e:structurac1on
la conciencia individual.
de
esto es, tiende a un nomos totalizador.
, Sobre el cimiento del lenguaje, y por medio de él, se cons-
! truye el edificio cogno:scitivo y normativ o que es conside-
. ~_s...;~ta .la razón gor Ja c~la sepa,raciÓl.!..f.Q!!lPleta qel mun:
dó social, 9 :morn1¡i consmu e una amenaza tan grande para fci
~ 1ll YJ uo. - o 5o o· p·orque el m ·viduo· pierde en tales
~ rado como el «conocimkll.tg» por una sociedad. En lo que ' casos ' vínculos emocionalmente satisfactorios, sino también
' «sabe», toda sódedad impone un orden común de interpre- porque pierde su orientación en la experiencia. En los casos
1 tación a la experienc ia que se convierte en
«Conocimiento ( extremos, hasta pierde su sentido de realidlad e identidad.
objetivo» por medio del proceso de objetivación que ya Se hace anómico en el sentido de Juedar :sin mundo. Del
hemos mencionado. Solo una parte relativamente pequeña . mismo modo que cl 11omos del 'in ividuo se"é'OñStrtlye y
de este edificio está coinstituido por teorías de uno u otro : ~ustenta en conversación con otros significativos, así tam-
tipo, aunque el ((Conocimiento» teórico es de particulnr im- j, bién el individuo se sumerge en la anomia cuando tal
portancia porque habitualm ente contiene el conjunto de las con-
versación se interrumpe de manera radical. Las circunstaa-
\ interpretaciones «oficial1~s» de la realidad. La mayor parte , ,
.\ del «conocimiento» objetivado socialmente es .P.!C_teéti.c:g. 26 El término inglés a~omy es unn adaptación de la onomie de·
J:?urkhcim propiciada JK>r varios sociólogos norteameri canos, cxccp-
25 El ténnino «totalizaci 6nx• está tomado de Tean·Paul Sartre· véase a6n hecha de Robert Merton (quien trató de integrar cl concepto
r:
su Critique de la roiron dial.~ctique, :. París: Gallimard, vol. 1960. a su teorfa estructural -funcionali sta conservand o la grafía francesa).
cías de esta altera ción nómica puede n, por supue sto,
variar.
~
Pueden abarcar grandes fuerzas. colectivas, como la1 pérdida puede buscarse la existencia dentro de un mund o nom1c
d~ slaltls de todo el grupo social al que pertenece: o
el indi· a costa de toda suerte de sacrificios y sufrimientos
v1;fu? . Puede n ser. ro~~ lii~ita damente biográficas, como aun a
costa ele la vida misma si el indivi duo cree que es;e
perdida de otros s1g01f1cat1vos por la muert e el divorc la ficio suprem o tiene significación nómica.'.!:7
sacri-
io o
la separació~ física. _E.s'. p~sj~le. ~,_habl~_t!!..í!~J
l ~s colectivos como md1v1duales de anomia.
casos, eI orden fundamentar--eñ" términ os del cual el
de es-
En ambos ¡
La cuilid ad protectora...del orden social se pone claram ente
de ífu!!iiliesta_cuaodq_~~...f9ñsJaerá;;1;;-srtüaaofiesma
rgi
indi- nales de la vida del individuo, o sea, las s1tuac1ones
- yidu~ puede «dar sentid o» a su vida y reconocer su enº l:is
-·- ~/~de~t~dad se hallará en vías de desintegración.
propia a·
que -ie"áceréa fos lúñitc:~.i;Ielorden..que.. determina su
exis-
No solo el ~~1~. -~~!!~~- -Y éoridiana o cµando _lQs~-traspasa. 25 -Está's
md1v1duo comenzará a perde r su orientación mo,ral s1ruac1ones :nargmales aparecen PEJ:Jo C?,~ en su~~s
..
, con .. Y..
des~strosas ~onsec~encias psicológicas, sino que tambi en la fontas~a. Puede n aparecer en el "horiz onte de la con-
én que-
dara en. ~a mcert tdumb re en lo que respecta a su ·equip c1enc1a como acuciantes sospechas de que el mund o
o puede
· cognosc1t1vo. El mund o comienza a vacilar en el ten:r. otro aspecto diferente del «normal», esto es, que
instante las
. mismo en que empieza a mengu ar su conversació def1n1ciones aceptadas previa mente de la realidad puede
n sus- n
i tentadora. ~r frágiles o hasta fraudu]entas. 20 Tales sospechas
Así, el nomos establecido socialmente puede ser entend se ex-
., , . ido tiende ?.ª. b identidad de sí mismo y de otros, y plante
an
qu1zas en su aspecto mas impor tante, como un escudo con-' la pos1b1ltdad de mecamorfosis violentas. Cuando tales
tra el terror. Dicho de otro modo , la función más sos-
pechas invaden las áreas c;ntra les de la conciencia, adopt
t
impar · . an,
. tante de la sociedad es la nomizació~El-p1'esupuestc
l pológico de esta es el ansia humana de significad.o,iliñm ; por supuesco, las formaciones que la psiqui
atría mode rna
que llam:ar!a neur6t~cas o psicóticas. Cualquiera que sea
parec,e .tener la fuerza ~e un ~stinto. Los hombres el sta-
se ven lus ep1s1emol6g1c? de estas formaciones (por lo común ,
juz-
ill:on erutamente com ehdos a Jm oner un orden si~ni
ica- ~Jdas con den:i:is1ado ar?or por la psiquiatría, precis
tivo a la rea 1 a . amente
. a ·~ porqu e esra nene sus firmes raíces en las definiciones
/ soci:lll ~ constJ;~ión orclena®ui AeJ JIWD.dQ, Estar se· so-
Ia ciales cotidi.ana~ y «ofi~ial~s.» de la realid ad), el profun
parado e la _sacie a expon e al indivi duo a múltiples peli- rcrro: que 1nspm1n al md1v1duo reside en la amenaza
do
que
gros que es incapaz de eo.f rentar por sí solo, y en d con~tllu~C:" para .su nomo s anteri ormen te
caso operativo. Pero
extremo al peligro de la extinción inmin ente. La separa b__s11uacion _marginal por _~xcelencia es la
ción 1e t .ªº Al pre-
de la socied ad tambi én acarrea al indivi duo tensiom~s sc:nc1:1r :i muert e e otros so re to o, por supue sto,
psi- de
c?l?gicas j~soportables,. q~e se funda n en el hecho arntrop
¡ 1og1co bás1~0 de la soc1al1dad. Pero ...cJ. ,pelig¡o~JUWie,
o·
. 27 Esro su~icre que hay suicidi os nómie-0s y suicidio
s an§.mioos,
1tal se aractón es el de la ausencia de sionificado. Este pe- E,un10 .m~nc~o_n~d~ ~~"!" no des~rr9,ilado por Durkhc
1gro es a pesa · a por excelencia, en la que el indivi
se sumerge en un mund o de desord en, falta de sen1tid
duo 1 men dc_I usu1od10 altruist a» (Suicide, pág."217 y sigs.) tm en su eJCa·
18 E~ concc~ro de ~situado~~ m3rgiñ ales» (Gr-en
: ·- · · --- - -
uituationen) está
o y ;~~;. o de: Karl Jaspers . Véase en particu lar su obra
locura. La realidad y la identi dad se transform:m mulign Philorophíe, .*.
a·
j mente en horrorosas figuras carent es de signifi
\ e_n la sociedad es estar «cuer do», precisamente en
! udo de estar protegido de la «insania» de tal terror
cado. Estar
el sen-
r i.n
'l9
0
't:iónMdc:l «otro asP«to» de la r~lidad ha sido desarro
rt usihn 'S'u gTan aó·vera -incon dusa Der
- 1~nscha/len, en la_ ~al constit uye un tema import ante.Mann ohne
llada
l
el mundo de la anomia y a elu dir mu ndo social pro bab lem ent e del
1lfmítes del nomos estableciper do.
ma nec er den tro de los seg
uros nes «científicas» acerca de
ado pte la forma de'-·pr op·osici
la naturaleza de los hombre
ef-
El mu ndo social tien de, en lug ar de la naturaleza del uni ver so.32 s, en
la medjda de lo posíbl·e, Sean cuales fueren las
se lo dé por sen tad o.31 La a que v:iriantes históricas, subsis
socialización logrn éxito en te la tendencia a proyectar
\l se intcrnaliza esta cualidad.
sid ere los significados fun
"'" útiles, convenientes o
No bas ta que el individuo
damentales del orden soc
tan to
con-
ial como
uni
los
verso como tal los significa
hom bres. ~uede verse sin dif
33
dos del orden construido po
en el
icultad que esta proyec-
r
correctos. Es mucho mejor
(va le de. 2 El térm ino «cosmizaci6m
......., Jl El concepto de mun obr a Cosmos añi f11 1rto h-;N~ está tom ado de Mircea Elia de· véase sU -
do- ucv a Yo rk: Harpo-, 1959,
Véanse sob re tod o sus Col que-se-da-por-sentado deriva de Schutz. J~ El concepto de _«proye pág
lected Papen, vol. r, p~g . 207 cción» fue desarrollado prim . '10 y sigs.
y sigs. .1g Feuerbach; Marx y Nie ero por Lud ·
rueuscheana fue la que adq tzsc he lo tomaron de él.
uiri ó importancia en Fre La dcr ivaci6n
ud.
.38
c1on tiende a estabilizar las delicadas construccio
nes nómi- grado. Las manifestaciones históricas de lo sagra
cas, aunqu e el modo de tal estabilización deber do prese n-
á ser inves- rao una ampli a varied ad, aunqu e existen cierta
tigado con mayor detalle. En todo caso, cuando s unifo rmi-
se da por dades que puede n obser varse en muchas cultu ras
senta do el nomo s qomo pro,eio de la «natu raleza
sas», eñWf<l1ao= cosmol!fi~
1asco-
de resa aquí que se las interp rete como un result
(no inte-
ado de la
antro ol<S iéame nte se lo difusión cultu ral o de una lógica intern a de la
N o ta ue imaginación
ó\0 que e rws 1stoncos_. etiv:a. _ e uentes miís oderosas
e os sei:~;;- umanos. s este
religiosa del homb re ). Se conte mpla lo sagr ado
como alg~
que «resal ta» con res ecto a las rutina s norm
el punto en el cual la religión entra s1gn1h cat1v
amente en ales de Ja ~e
nuest ra exposición. vida coti iana, como aloo extrao rdina rio otenc ialme nte V
" · - ·· --· --
l\ .L~ religión ~~ I.a empre~a huma na por la cual se establece e ioroso aun ue sus e ros ue an ser
y su
t" un cosmos sagrad o.3 Para decirlo de otra manera, la re- . ! Aunqu orencia ada tada a las necesi a es e a v1 a
coti ana. b(
e se conte mp a o sagrado como diferente del
ligión esia cosm lzadó n de un modo sagrado. Entendemo s
¡ ' bre, con todo, se refier e a este, se relaciona con él como
hom-
~ J aquí por_ « o no
u na cualidad de ~er mjsterioso ' ~ : se relacionan otros fenóm
msble 9_1 erente del 10mbre ero relac10naoa enos no huma nos ( específicamen-
con él u~ ' te, los fenóm enos de natura leza
-seg un se cree - resi e en cierto s objeto s de. no sacra ). As{, el cosmos
la experien- ;[stul ado por la relti n trasci ende e incluye
cfo .3~de atribu irse esta cualid ad a objeto s aI homb re
artifi ciale s, a animales o a homb res, o a las
naturnles o mismoueme o. El ombr e eñfie nti al cosm os
te sagra aó
objetívacionés como· una reá'tfd ad inmen samen te poderosa separ
de la cultur a huma na. Hay rocas sagradas, herra ada de él
mient as sa- mismo, Pero esta realid ad se dirige a él y ubica
grada s, vacas sagradas, etc. El caudillo puede su vjda en
ser sagrado,
como puede serlo una costu mbre o una institu ción 1un orden que posee una significación última.
par ticu- En cierto nivel, el ntónímo de lo sagrado es
lar. Pued e atribu irse la mism a cualid ad al espac , \L
tiemp o, como en el caso de las localidades sagrad
io y al que se e me e roaner~ s1 e como a carencia · e carac- t!: ~
as y las es- tér sagra o.- on pro anos to os os enómenos
taciones sagradas. Po r últim o, dicha cualid ad puede que no /
encar- «tcsal tan» ·como sagrados. Las rutina s de la vida diaria
narse en ·seres sagra dos, desde espíri tus emine nteme son
nte _lo- profanas, a meno s que se prueb e lo contrario, por
cales hasta las grand es divin idades cósmicas. Estas así decir,
últimas; a
su vez, pueden ser transf ormad as en fuerzas
o principios 1enorro
cuyo caso se las concibe como impregnadas de
modo de poder sagra do (com o en el trab:ijo sagra
uno u
supre mos que gobie rnan el cosmos, no concebidos do,
ya con por ejemplo). Pero aun en tales casos, la cualid
forma perso nal pero dotados aún de ln jerarq uía ad sagra da
de lo sa- :nribuida a los sucesos comunes de la vida mism
a conse rva
. 34'Es tn definición deriva de Rudol f Otto y su c:irácter extrao rdina rio, carác ter que se reafir
Mircca Elbde . Se ha· ma típíca-
lJar:í un examen del proble ma de definir la mence media nte una varied ad de rituales y cuya
l
religió
conte.'CtO sociológico en el apéndi ce l. Defini mos n dentro de un
pérdi da
equivale a la secularización, esto es, a una conce
como empresa human a l?.Q~_qy_s., es asi comp se aqui la religió n pción ~e
manifiesia enculidad los sucesos aludid os que los conte mpla como nada
Cleféñ6méno-é!J!P'(lico. Dentro"C!e-esa·definición,~el
··¡;roblema · de· si
más qt1e
, larelij iiOnp ú"ééle ser tambié n algo m:ís queda profanos. La dicotomización de la realid:i.d en
una
· estarlo -por supues to- en lodo intent o de
marginado, como debe s:tgrnda y orra profa na , cualquiera que sea la mace esfera
comprensión cientific:1. ta como
35 Se hallará una clarificací6n del concep de se r~ lacionen, es P.topia de la empre sa religiosa.
1 Otro, Dor Heilige, :. Munic h: Eeck, 1963to Jo sagrado en Rudolf Como tal,
; Gcraro íiSVañoer Lecuw ,
· Religio11 i11 Bsu11ce and Ma11ifestntio11, Londr es: \ ob~r~mence, es impo rtante para todo análisis del fenóm eno
rd1g1oso.
' Unwin 1938; Mircca E líade, Das Heilige 1md das Profn11ee, Allen
Georg lle
!, burgo: , Rowoh ••• Ham·
lt, 1957. Ln dicotomln de {Q_ sagra.9,g._y.J? profan
o es
Sin embargo, en un nivel más r9fun..Q~1• lo _sagui.f!.o~tien.e
' u tilizada por Durkh eim en 1'he Elementary-FOrms otra categoría opues ta, a e
· Li/e, ~ Nuevn York: CoUier Books, 1961. of tbe ReTigloi11 "'- '" - ... . · - ¡$ ;:
1
rado. Per o det rás de est
~ está el otr o, mu cho má s e peligro
' con exi ón con hor rib le, a sab er, el de per der
lo sag rad o y ser tra gad o tod a
· las construcciones nómica por el cao s. To das
s, como hemos visto, es:t
gidas a alejar est e ter ror án diri- ·
. Y en el cosmos sag rad
c?nst.rucciones alcanzan su o, estas
1. sis, lite ral me nte .
culminación suprema, su.
apo teo -
La existencia hum ana es,
una actividad ext ern aliz ado man~ra esencial e in1evitable, .~
de
ra. En el curso de la ext
zaci6n, los hom bre s vuelca ernali-
pP sociedad .h~mana es un .ed
n significado en la realida
d. To da
dos y ob1etlvado s, gue tien io ~e significados exter~
ific
den sie mp re a una tot alid
nificativa. To da soc ied ad ad sig·
est á em eña da en la em
nun ca se com eta , e con re:sa, que
stru ir un mu n o uman:
sign· ·ca tivo. a cosmizaci amente
ón sup one i ent i icar est e
hu ma nam ent e sig nif ica tiv mu ndo
o con el mu ndo en sí; el
se basa ahora en el seg und pri me ro
o, y lo ref leja o deriva de
est ruc tur as fun dam ent ale él sus
s . Est e cos mo s, como fun
·y convalidación últ imo s dam ent o '.
de los 11omoi hum 11nos, no
ser sagrado. En rjempos necesita ;
mo der nos , en par tic ub r,
vis to int ent os com ple tam se han ;
ent e
tre los cuales el más im por seculares de cosmizació1n, en- ¡
tan te es, con mu cho , la cie
, mo der na. Per o pue de afir ncia
m:irse i;g~e,zJLq~~u_
g~ . cos!DiZác 1ó:!["_~i ori 1'
'éiie un ~a~ácter sagr11cJ..o. 37 Vfo e Eliadc, Das Heilige
Est o es b csst sich als ''W elt' ' als "Ko tmd das Profane, pág. 38. «Die We lt
hcilige Wclt offc nbart,,. smos" insofcrn fasseo, als
sic sich als.
42
2. Religión y mantenimiento del I que a menudo simplemente prop onen lo que
es. P~r ejem-
mu nd o plo la étic:i del parentesco, expresada en .>-
co~o «no debes dorm ir con X, tu herm un enunciado tal
ana» es, a todas
luces, legitimadora. Pero las aserciones
acerca del parentes-
co tales como «eres el hermano de X
y ella es tu herm
50 ~ legitimadoras en un sentido aún mi!! fundamental. ana» Para
,
decirlo de modo un poco tosco, la fJegt
rnñac16n comienza
con declaraciones acerca de «qu é es
qué}>. Solo sobr e esta
Todos los mundos construidos socialme base cognoscitiva pued en tener significa
nte padecen de una normativ do las proposiciones
intrínseca precariedad. Sustentados por a~.Por últim o, incurriríamos en.. un
la activ idad huma- 19~1n_1[1plr~ _~giQ...eJ:.Wr .si
~
de los hechos hu-! «ideas», sin mos -la; !:~~U!n~9~!1.cº7rj]i! ~i~ffe.~ción teóric~. 2 Las
na, se hallan bajo la constante amenaza
manos del egoísmo y la estu duda, pueden ser imp orta ntes para los""
P r> l"/ciona les sufren el sabotaje depide z. Los prograiirias institu- la legitimación; pero lo que enti ende 'fmes de
por «conocimiento»
t-. individuos con intereses an-l una
tag6nicos. A menudo los individuos simp
lemente los olvidan• «ideas» exis
socie dad no es en mod o alguno idéntico
al cuerpo de
o son incapaces de aprenderlos en prim tente en ella. Siempre hay personas inter
er lugar. Los proce- ·, en las «ide esadas
sos fundamentales de la socialización as», pero nunca han constituido más
y el cont ron social, e:i . pequeña que una
. •Ja medida en que tienen éxít" minoría. Si Ja legitimaci6n debiera
1
~ i 1nifzTS:-'Láséicfaliíación·-trata O;sÜ veñ para mTt1ga1:'esas ame:, sistir
de ·ase gura r-un-- consenso per- ¡
en proposiciones teóricamente coherent
tentaría el orde n social para esa minoría
siempre con-
es, solo sus-
mnnente en· lo ·concerniente- a los··aspe de intelectuales con
.._.o ( del mundo ''social. El
ctos mls irnp ortn ntes ; inrcrcses teóricos, lo cual, como es obvi
cont ro l social trata .d e...contener las o, no es un progra-
resistencias· individua tero ··grupales dent ma '?u~ prácti~o. La mayo1: part e de !ª~
ro de límites tole- 1cons1gu1 legitimaciones, por\
r°ib1es:-rrxrs~ · aún Ofropr"°~cesomliYlmP<irr ente, tienen un caracter preteortco.
WJ.)CUÉui'..e a apuntalar el tamb alea nte wit~ --q¡u eCOñtri /Lo anterior aclara que, en ciert /
-edificio del orden social . . mien o s entido, todo «Conosi-r
_ Es el1f6ées<?_d~ Jé~aci~n. 1 to» ~i;icL~m~te o!úetiy;iao._es Jegit~
• Oe una socieaid~ttt
. El nomos
Se entiende por IegmmacLQll un «con
ocimiento» i;ocialmen- má-arit'etOéfcf·a Si mtsmo por )a
t~vad_? que si~~ifu:L~~~.~Ü~!~~~) simple existencia de esta. Las institucio
nes estructuran la
ciar .Did iOa e o~o m.odo,Ja .o!~
s.Jeg1umaooq~~ son respuesras
n so- actividad humana. A medida que los sign
ificados de las ins-
arad os los interrogantes acerca del tiruciones se inte gran nómicamente, qued
an
[ ~-TnStitu «po rqué .»Ci e'IO
cionale;-· Ca0 e·-de sracarrugr111o1ipsorde- /Jeto, hasta el pun to de que las acciones legitimadas ipso
unto s · parecen «evidentes por sí institucionalizadas
acer rn-a eesr a-defíñieióri. Las legitimac mismas» a quienes. las ejecutan.
iones perll~nec en al
I dominio de las objetivaciones sociales,
esto es, de lo que
Este nivel de legitimación se halla ya
implícito al hablar de
) ~ntie.nde por ~<conocimie~to» de,termin b objetividad del orde n social. En otra
ad_a ~o~ectivida<l. ~llo . c9nstruido soci s palabras, e~ \
1mpl1ca que tienen una ¡erarqma de almente se legitima a sí mis~n vÍ!_
ob1et1v1dad muy d1fe- ( ~ de_
rente de las reflexiones meramente indi
,- «porqué» y del «motivo» de los suce vidu ales acerca del · 2 El hinca pié en la ideación teórica ha sido una
de las mayores
1tim:iciones, además, pueden tener un sos sociales. Las legi- . debiüdades de Ja sociología del cono
carácter cognoscitivo 1 enc.cn cimie
dido en general hasta ahor a. La labo nto, tal como se la ha
\ o normativo. No solo dice n a la gent ~n el campo de la sociologfa r del auto r de este libro
e lo que debe ser, sino anfluencia
del cono cimie nto ha recibido gran
1 de la persi stent e afirmación de Schu
tz, según la cu:il .el
l
1 El término «legitimación» proviene de conocimiento de mayo r relev1mcia
sQciQ.lógica es, precisamente, J
aquí en un sentido mas amplio. Web er, 11unquc l'.o usamos e§: hj}m bk:j §ún, esto es, el «con imie
mas que las construcciones te neas de nto cIC sentido ~
los intc ectu cs.
l sid
~ici dad ~~'~Sin em bar go,
mv ana ble me nte en tod a soc ied ad son 'cidad uto l · itim ado ra el
nec1~sarias
otr as legitimaciones. de las le itima · ne ecun-
ad se fun E...fil.íLJl~ce-. ·as or así ecir , cuya l)ec~i a
da en los_Q!Oblemas de la soC sur$._.dU.aulucl~s...P.lan-
tro l soc rnl Si el nom os de ializacióo y el ~ es as acerca efe: la facticidad.
una soc ied ad se tran smi te de
gen era ció n a otr a, de mo do
que la nue va gencr:m on tam
una · ereores ni les ele Ad em ás, podemos dist ing uir
est e últi mo tin.oAJ.eg.iti.mnci fV'
bié n «ha bite » el mi:;mo mu - nive l rcteó1} Co, ones. En
ndo social, h:ibrá fórm ula s se enc ont rará n simples afir
giti ma dor as par a res pon der
a los inte rro gan tes que , de
le- ua aon a es; cuy o paradigma es: «A sí es com
maciones
o se hacen Jas
ine vita ble , se pla nte atá la nue mo do · cosas». Sigue un nivel teó
va gen era ció n. Los niños qui rico inci ieo te (qu e no pue
ten sab er <<por qué ». Sus e- · ·ocluirse, sin em bar go, en de _
ma estr os deb en dar les resp a cate gor ía e las «id eas ») en
con vincen tes. Ad em ás, com ues tas al la leg itim ació n ado pta la for ma de pro el
o hem os vist o, la socializac ver bio s, máximas
··) nun ca es com ple ta. No sol ión morales y sab idu ría tradicio
o los niñ os sin o tambié1l' fos- nal. Est e tipo de sab er pop
t€«0I\lla~- !~~~~es~as legi :tdul- legitimador pue de ser des ula r
coroarscl3S» siem pre . "Dicho .t !~~~ ~~ras.
Es arro
ne~esario «r~- de mitos ley endfil,_ o cue nto llad o y tra.nsmitido en forma
s 12.. lares. Sol o ent onces
/ repetir' fasfói:iñuJ de otr o mo do, es necesario
ns- lcg itim ado ras. Evi den tem·ent c~~!tim.ªfJ..~=~eq icas opu ex Ifcitas, por las cua~es
en·
tici ón ser á de par ticu lar e tal repe- · se e:<phcan y--7U'S
imp orta nci a en bs ocasion tftit'an sec tore s esp ec 1cos del ord en
~lectiva o ind ivid es de mec!fante cuerpo!; esp
ecializados de «conocim.icol
social
ual , cu:indo el ~J igro de <<o o». Por
es más agu do. Tod o eierci92 lvidan> • úlLimo, está n las con
._iÍ~l i:~ntrol . ~o.~ial .exige stru ccio nes !!_e_~JtQ. niycl teó
rico que
bié n legitimación -po r enc tam · legitiman in loto efnomos
ima y má s allá de Ja fac de una soc ied ad y en fos cua
autofcglumaclora de ·1ó5o~ tici dad se integran teó rica me nte tod les
dé~ñiTénios.. iñstitücionales, pre as las legitimaciones menore
s
ttSa lñé nte- pofqrn~-csfo ·-factic - en una Weltanschauun om
ním oda . Pue de describirs~e
por· fos ·reriue ntc sa· qui ene s ida d es pue sta eñ tela · dé~juic
io
se debe controlar. Cua nto más último nlvé'FdfcfeñO~que~!!....~ªsº.i...!L!!!?~~~
ste
-es
dur a esa· res iste nci a y más drá stic s~~SfadJlegaala ºcon~~n~ -A~l-1.0ª
os los medios emp lead os ..t~q#~a.
par a dob leg arla , tan to .más La le!!i t!_m'ac~n -~1ene-0 ·
le- Las leg1ttma1:ttfnes exi !-a~E~~<?-2.~Í~~~~~].~~~~~bjetiv?.
imp orta nte será dis pon er de 0
giti ma cio nes adi cio nales. Tal
mo tiem po par a explica.r por
es leg itim acio nes sirv en al
mis- como definiciones disp oni
sten com o 061 euv am ent e
validas y
A7 Té
qué no pue de tolerarse la ble s de la rea ljda d. For ma n
sistencia y par a jus tific ar re- del «conocimiento»> obj par te
los me dio s por los cuales etiv ado de la sociedad. Sin
se la go, para ten er efec:tiv em bar ·
1
deb e acallar. Pod ría diecirse idnd en la sus ten tac ión del
, pue s, que la focticid:ld
~ mu ndo social o de cua lqu iera del cial, deberá n ser inte rna ord en so-
de sus par tes bas ta par a su liza das y ser vir par a def inir
aut ole giti ma ció n mienUlllS no dad subjetiva. En otra s pal la reali-
sur jan dud as. Cua ndo apa rec abr as, la legitimación efec
una dud a, se:l cua l fue re su e implica el esta ble cim ien to tiva '
form a, ya no pue de dar se de una sim etrí a ent re las ae
sen tad a la fac tici dad . Es me por ciones obj etiv as y las sub lOl·
nes ter, ent onc es, aclarar la jeti vas de la rea lida d. La rea
lide z del ord en social, tan to va· del mundo def inid o soc ialm lida d
par a los dis ide nte s como par ent e deb e ma nte ner se en
los que deb en enf ren tar las a externo, en la con ver sac ión lo
dud as. Ha y que con ven cer ent re los hom bre s, y en
niiios, per o tam bié n a sus a los inte rno, en el mo do en que el. ind ivid uo cap 1
ma
oen ser con den ado s con conViCCcstr os.' LO s-T fáñ sg·rés6rcs.. _de-
Jcntro de su pro pia concien ta el mu ndo
efica9~}e )'!.Jsgi!i!"aci6n
humano
r=- Pt.~de
~ando
exponerse claramente la
¡(I> ª''-;- ~
f (\, . r· -liiimémosla
una preguma-formüfa'
delafoii i:¡¡"9J: on Oc @"s· mundos. Si alguien
se unag1na como Iiiñ1daaor pfenamenre-·consciente de una
/ sociedad, una suerte de mezcla de Moisés y Maquiavelo,
puede plantearse la siguiente cuestión : ¿cuál es la mejor
'.!!.~!l
a de asegurar 13 . ermanencia futura dél orden institu-
cional, esta lecido aho:ra ex ni ilc3Ttxí steu·ñiíc éSpuest a ob.
vJa;-forñiüliíd~en terrriiñC>Saepoder. Pero súpongi lmos. que
se han empleado de :modo efectivo todos los medios de
! poder: han sido aniquilados los oposirores, los medios de
coerción están por entero en nuestras manos y se han adop-
tado todas las medidas razonab lemente segnras para fa
transmisión del poder :i1 los sucesores que hemos designado.
Aún queda en pie.el problem a de la legitimación, problema
ur~~~e e.n_yir~~d 9~1__c:1rá~~~-~ novedosLa o del nuevo orden y,
mejor manera de
/__: por ende....de..:_s_u notoria precarie dad.
,.V/':"ríresóiverlo sería aPJ1cafl as'i'guiéi 1ré -receta: que el 9rdeo ins-
~~}ºª' taido de manera de _ocultar todo lo 1
u carácter de orden comtmi~ Que lo que se ha
sea interp.re
p
e>.."traído dd suelo ex nil.íi!o aparezca como la manifestación
de algo que ha existido desde Jos comienzos del tiempo, o al
f menos desde Jos comienzos de este grupo. ue los hombres
y~
~eñtimleñfo losfiombres::<.)ü~
J olviden que este orden fue establecido por hom res
/·.; de
~~e: a•.uevar a cabO]fü~ institucionale~é se
¡, J., hon impuesto, solo món '"'liu.nd o fas upiudo n? más
1 profundas ~o,e!_oser y poniénd ose en armon1a con
1 el orden fuodame ntaI Oerliñlv
..
erso. En resumen:. establezca-
.
48
humana refleja la
es
tido de que la re tructura del cosmos 1 no solo en
presenta, sino ta el sen-
O también, en ot mbi
ro caso fundamen én de qu e Ja encarna.
simplemente extie tal, 1a es tr uc dr a
mos-divincr.-hr- nde a la esfera hu m an a el po P.Qlítica
autoridadpOlític
te de los ruases, a-es conCebida co er de l ~os
o, mo er ag cn -
divina. Así, el po idealmente, ha st a como una co
de r, el gobierno c:irnación
convierten en fe
nómenos sacram y el castigo hu m an os se
po r los qu e se en
hace a las fuerza tales, es to es , en canales
~ vidas de l~s s divinas in fl ui
hombres. El _8_? r sobre ]as
f o es un dios, ~rnante habla
y obedecerle equt pg r los dioses,
c1ones con el m un vale
do de los dioses a es ta r en buenas rcla-
EL esguem~cro-m
acrocósmico
.
social, típico ~ de legitirpación
1f fi ilt ra ns fo m ra ras só~~~~~es p_r~?:i~t~;;a:s_ y
del orden
oo n- en -las gran ar ca ic
\ bablemente sean áes av1l1zapones 5 as sufre
inevrta~daCl . Estas pro-
pensamiento hu ouñ -éi.e rto ·des
mano más allá arrollo del
estrictamente m de un a visión
l
itológica , es de del mundo
en Ja cual la g! J_ un a ~is~ón
__ , experiencia s tu erzas sagraéfaSfmpregnan co del _!l1UJJ<lQ..
humana. E n las nt in ua m en te la
las legitimacione civilizaciones de
sm l Asia oriental,
filosóficas y teol itol6gicas se transformaron en
ógicas sumamen categorías
manecieron intact te
os los aspectos es abstractas, aunque per-
, cro-macrocósm 0 enciales del esqu
- . logización, m ico. E n China, po r ejemplo, au ema mi-
uy raciona! y pr n la desmito-
concepto de la o ác ticamente secula
(e rizador
de hacer lasCO'Sa l <{Qrdeo j11s.ton...o....l~ne.(tL a, del
Sotrecta»
ll
s.) permitió subs
estructura institu istir a la concep
"<.,,, la In di a po ci on al co m o reflejo del or de ci ón de la
r ot ra pa rt e, la n cósmico. E n
cia~parúcular no ción de dharma
(e l de
Dl lñd:!v1duo con elel de be r hacia lá casta )- ;q üe-refacbe r so-
yoría de las rein or de n del univ er ionaba
terpretaciones ra so:-sobrevivió a la ma·
es te último. E n dicales de l sign
Is ra el , se quebró ificado de
f 1
D ios -t ra ns ce nd el esquema po r
en te en es en ci la fe en un
cia mediante la a- de la historia
..._ nn
--~st ul ad ón del alma hu
, y en Gre-
m an a co m o ~'
5 Sobre las trans 1
Vocgelfo, op. cit formaciones del esquema ruic l
6 Sc br e las im . en particular el capítulo in r~macrocósmico, véase 1
pll tro
mico , véanse las caciones sociológicas de l esqu ductorio.
de la In di a y Chobras de W eb er sobre la socio em;i micr~m:icrocós
noise, París: AJbiwa¡ véase, además, Marccl Grlog ía de las rcligi
an el , La penséc ooes
n Michel, 1934 .
chi-
§ 9. 1J..A .1 !,.
trucc ione s intrí nseca- cualnosesolo ba-1
cambian las ex1genc1as e a a~
e la as
~1empreb.,
supr ema, universal y sagra da. Las cons . · d J tivid ad amen sobrazad
Ja idad hum ana recE
men te ,e.t;tcarias y tr:!nsiror
~_!Sf la., ªPEi enci a de la
ias
se?1:
de
Jrida d
actjy
y la perm anen cia su- 1 san. Las insti tucio nes. mpo
d l t
están
sino taro 1en P
ot los 'conf
ctivi dade s prete nden
licto s
dades
los homb
cas iden tifica
soci::
~es
iles y
olvi
sus
dad
ciones en 1es Jueº
ro
~n ~e
corre
otra.
·¡d
spo
,"
,
3
cosa s
soci~
son
dad.
o endiente s son asignados a
sus
Las iden ti-
4
Es.te es uno de los n:doma's rn Is-
Cua ndo el hom bre ha juzg
esf_uerzo ha ido :icompnñado ;d:° es~ac1a, más dura dero ·r.¡e
15 /,La1954
rn:is. tttjante forrnulaci6n de este
pun to ea la. liter atur a soc~o
d necesano crearse una merns ( ... ) . .-
Fr1edrích Nietzsche, Tht Ce11t~l~orturns, ori:i su
sang re! sacrificio»; ;éas e
lógica es la e.le Maurice Halbwac
Jlement une mémoire»; véase hs: «La pensée soc1ale e~t csse
nue-
Y.: Doubled;1y-/\nchor 1956 •
• • pag.gy192/ yM~ra °ls,
s1gs . u Gar den City' N ·
Halb
mémoire, Pnrís: Presscs Universit wachs, Ler cadres socia11x 1le la
aires de Fran ce, 1952, p:íg. 296.
1
La interacción dialéctica entre la actividad religiosa y la
ideación religiosa señala otro hecho importante: el .arraigo
de la religión en las preocupacíones prácticas de la vida co-
~~3clClDCS-.J:eligio.sa~~Lm!'!nqs..la_QJ_;iyo
tidiana.1ª
rfa de ellas, tienen poco sentido si se las concibe como
c~~os~e
~mbHós_.e_arti~ares
aplkad;s~)~.ego, . ex
son post
¡ . _:e· ¿
de s1guu1ca os qu
e se conv1er . t en en parte de una tradición
.
; 9ue un «refl.e/?»
mtere es cottd1ános y pract1cos de los ue cttv!!:-Ef termi- amplio precisamente
q
ie· e.s~s l realidad de la vida coud1a-
no «dialéctic~ es un r ·samente para evitar esta ue se pone en tela e ¡u1c10 at sítuaciones son raras. Por
# j~;: mala
· cióll:- :\s legitimaciones re ígfosas surgen· ·de ·Ja
•S , , eo creer que es as
na.11 eoa erron . . 'd
. .,
asa por una s1tuac1on se e-
el contrario, todo mdlV1 ~o P enos en la experiencia del
m
• act1v1 a mmana, pero una vez cristalizadas en conjuntos
jnnte cada veinte horas m: l~smmom~ntos de transición e~
sueño y -sobre t?~~En el mundo de los sueños, la reali-
~léctica
:?Este estudio debe mucho a la concepción marxista de fa relación
entre subestructura )/ superestructura ( Unterbau y Ueber- tte el sueño y la v1!St~la. eda definidamente atr ás. En los
r bau); la primera no debe ser identificada con una «base» económica,
.
sino coa la praxis en general. Un problema interesante es el de de-
dad de la vida coti?i~?ª ql dormirse y al despettarse, nue·
l
terminar hasta qué punto esta concepción se ha!Ja en contradicción
lógica con la tesis de Weber de la «afinidad electiva» (\'Vahlverwand·
momentos de transtcrond al realidad cotidiana son, por lo
vamcnte los contornos e a el estado de conciencia plena-
mcnos, má~ bouosos qllda~n de la vida cotidiana, pue~, está
1
~
\ schq/t) entre ciertos ideas religiosas y sus «portadores» (Tracger)
soda.les. Weber, por supuesto, pensaba que así era, Pero creemos mente despierta. La rea penumbra de realidades
; que esta convicción no es independi.entc del hecho de que su obr~
rodeada continuamente)?º~ d1~a son segregadas en la con-
\ , fuera anterior en más de una década a In reinterpretndón de Marx
estimulada por el redescubrimiento, en 1932, de lo$ Ma.1111scritos
1 v diferentes. Estas, sm u '
mu, uso
-eco116micos y filosóficos de 1844. ,.\ Un examen muy interesante de
17 El t€rmino ~s11uhac1Uon t3:;~h:ente influido por Schutz, en r~rd
. ., . al» deri vn de Jaspers, pero su .
"la religión ( específic!lmente, de la religión en fa Francia del siglo
.,..lrVIJ) en términos de una sociologfo ma c.x ista de la religión .es el de
Tucien Goldmann, Le Dieu caché, ..\ París: Gallimard, 1956.
en este examen se a. a ~e . d la relación entre la «te~ l. a
cular por el análi~is que. h.1zo estÍo ~ue llnmab~ «provincias f1mt~s
suprema»
del significado». easecotS1dh~n~
de la vV1d,a e ., . fcollected Papers, :. La Haya: N11·
hoff, 1962, vol. r, pág. 207 y s1gs.
58
ciencia con una jera rqu ía . lite ral e
cognoscitiva especial (je
rar quí a · · del ~éxt · s»
perien 0 -stasis:
que en la conciencia del hom c1a lid . 1 a- tal
bre mo der no es inf eri or) erm ane cer uera e la d --o 1r com o
··
lo cual se imp ide en gen , con a mu ndo de los sue ños
la realidad pri ma ria de la eJc
era l qu e amenacen en con
jun to a ~~ efine c~:;e;,t;J. d de es ex-
istencia de plena vi,gilia.
Au n tátfCOcon respe a mu n o rim ari o aencot
la vid idiana,. y .est~
entonces, sin embargo, los la con;ienc1a sl
<cdiques» de la realid~1d solo pue de conservar su sta
na no son sie mp re imperm
eables á la. invasión de esa
cot idi a·
cue ntr a alguna ma ner a
tt~e )eg itim ar los éxtas1sf den
s otr as tdo
realidades que se ins inú an
~t enn marco de referencia que . 1 a a ambas es eras e
ño. Sie mp re hay «pesadilla
en la conciencia dur ant e
s» que con tin úan rondar.ido
el sue · e u rd d mf uyt ambién pro duc en éx-
me nte dur ant e el día, esp
ecí fica me nte en la idea <<d
po r Ja 1a rea i a : Otr os estados cor por a es dos por ení erm eda ·
tasis seme¡antes, en art icu lar los causa f tami
d o ertu rba cio nespemoc1. ales agudas. El~- . den~
dílla» de que la rea lid ad e pesa·
diu rna pue de no ser lo
apa ren ta, de que det rás de que '· es pl mu ert e (se a pre on. d eal me nte la mu ert e e
ella acecha una realidad sencian o r
todo dif ere nte que pue de en un c n. a
ten er igual validez, de: que ant icip and o la pr~pta · mu ert e en la ima"'oinaci6n)
~~~ºs~lt~~~' . al ás imp ort ant e. 10
ver dad el mu ndo y el yo en
muy dif ere nte de !:is definic
pue den ser -en deí ini tiv
iones bri nda das por la soc
·a- algo
iedad
11 dtal
La mu ert e ~a!!:--. ~
v[;z,d~~~~:~ó~cl~ntod~i lasde~nid~º}~~
en la que llevamos nue stra
mayor par te de la his tor ia
exü ten cia diurna. Du ran
hum ana , esas otr as rea lida
te lri -~ocíafmente_o§ifv:::r rea lida ~uº- 1 --
teepo~iCalme~e en ~a~~~~ ... . . .
lad o noc tur no de la concie
me nte , como realidades,
ncia fue ron tomadas, m1u
des del
y ser ia· ~~~lW.~!á;e ~a.r .1as cosas es~~ ~~~~~élt~ ~u~ ~uº: pe~te·
religión sirvió par a int egr
aun que de un, tip o di.fer•~
ar esas realidades a Ja rea
nte. La en- Ji,e.~eQdCÍ!\di~o~ ;2&' ~xistencia 1a en la socie~ad l~e~~:
lidacl de ece al mu n o urn
la vida cotidiana, asignád
oles a veces ( en con tra
ste con
n
una masiva.· am ena za de «tr
. r d dl» est o es, to o
rea 1 a ¿' d
nue stra s ideas mo der nas ) eve ntu alm ent e
una
' rior. Los sueños y las vision jer arq uía cognoscitiva supe- ertenece a ese mu ndo se vue lve \le oso, E
p cos tum bra mo s pen sar . n 1a
con In vid a cot idi:ma de
es noc tur nas era n relacio
nados 1rreal y ¿·1c l
erente de lo que a d 1 mu ert e no pue de ser
div ers as maneras: como medida en q~e el cono~1. • to e a
d~d n leg itimaciones de. l.a redr~
cias, profecías o enc uen tro adv ert en- las
s dec isiv os con lo sag rad evi tad o en nm gun a. soc e
tenían consecuencias especí o, que ' la mu erle son req uis
ficas par a la con duc ta cm dad del mu ndo so~ 1al fre
eo Ja sociedad. De ntr o de
un ma rco de referencia mo
idi ana
.. nt~
de tod a sociedad. Es oªbvia la import anc ia de la rel i·
itos .
(«c ien tífi co» ), por sup ues
to, la reli gió n es menos cap no
der
1 CISl VOS
oión en tales leg•1ur . ' S
~
. encía en l . . .
. • e e¡erc1c10. «of tctal» dee 1~1~ sas d ·
a quieren sin embargo, será útil concen
con tex to d.e nuestra exposición
,
. , a la vio- trarnos en los ejemplos de
tal, va acompgue rra o e:n la adm· .
añada casi invaria ., d mundos legitimados por la reli
gí6n. As:í, el JDUD~oJeligios.o
blntstrac1on e. la pen a capi-
1religiosas. En estos cas·os ¡
l .e.men~e de s.m:iholizaciones · del Per ú precolombino fue
2hle
mie 1m ass u estrucfürá- dep lau ti~!!--Y--~~J?i~tiv.E9!: ºt~ real
i··'1«ventaja» ya mencionada de
a eeg1~u:nac16.n ~el.1g1osa .ti~ne la 1 dáctJñCaíca __préco}o.mhiO:f.~ri sib llid ad -a ~~~, la socie-
ent re su «yo real» (qu e sieo
fe r:~~ al 1~d1v1duo ?1st1ngui !ian:e~:i6. intacta. Objetiva-
su yo como e~utot de un rol r me nte , ias-legiumaciones . reÍi
giosas...-redbr:inº constante con
se:i', en cuyos ro~ pue de act {g r o tiene descrupulos) y . firmaci6n en la. actividad col -
uar uer reto , ver ugo o lo que
- .! del armazón de este mu ndoectiva que se realizaba den tro
ón mcomo h~roe, veo ga? ?r
.placable, etc .). Por esta raz
. las ·autoridades legítima·s . ha i·d' ata im- 1par a el individuo cuya vida se. des Subjetivamente, era n reales
arro:Uaba en la misma ac-
. 3:11~1guas has ta la actualida · o acomp r baL
anao<ll0os ausp1c1os de tivi dad colectiva (de jan do aqu
d d d , [ de lad o la cuestión del pe-
por el apa
•n..tQ!fs españoles destruyero cam ent e, ~~~-~~~- l.~~-· <;.<?_n9u,i~
\ ltgtosos. Los hombres \lan l L es. e epocas rua no «in ada pta do» ). Red pro
1medio de. plegarias bendiciona esª l ra o y os rituales re-
yguerra y s?n muertos en ~~a reálíd:iclc~~-·qiüñd§ ~o~sái:loe~·- i;U~ ~o!
n esta estr uct ura de plaus1b
t ?s med ios se ma ntie nen
'.
cia den tro de Jos límites Jos éxtasis del
de 1
encnotamtentos p
. ~r es-
d tem or Y la vmlen-
· mteg~::irsC\:o!Íaferradorl! . rap1dez. Cua
Si'clósuslñtencroneS,JC.~!l!:lgo lesquie
ne~~~.. ·d~s~
ra que hayan
ª
ih-
\ realidad del mu ndo social. a «cor ura», esto es, de la Piz arro ma tó a ~tah~ajpa co-
menzó la destrucción de u~
do ü:~~l i§a...f!O..~olo
~era' el~..~~sen:~n.~~.-~n~-: e!-,sopo~te_a~
Par a volver una vez más 1
vidad religiosa y Ja ideaci
él que es sumamente impó~ort~:l~~~s~ ta ;cu co ent re la acti-
d. I' .
s:KUCITo un munoo, redefm10 _e:if.llcial_, Con es7 a~to,
la real1d;a
nimiento de la realidad que
ant eº a, existe otr o aspecto de te:tcdel~=~~ís-teñcia· ·de d y, por cons1gwen-
lo·s que bab fan sido ·«habitan
lJ para o Ita rea de rnante-
aspecto se relaciona con los eva a ca bla li · , E ·
re . . ~ re g10n. • ste 20 El concepto de «estructura
conq~~~ty~: soc_io dcstructura~
de todo proceso religioso (y
cs
de plausibiliclnd», tal como
ide~~ fundamen1talcs de lo defin.i·
razon, e cualquier
tmos aqul, incluye algunas
Schutz.
Marx, Mead y
pren der esto probable-
había sido la existencia bud ista o el indio peru ano. No com
tes» de ese mun do. Lo que antes orta ntís imo s desarrollos
convirtió prim ero en. una men te ciegue con respecto a los imp
en el ."º~nos del mun do incaico se históricos que se han prod ucid o en
todas esas tradiciones.
existencia más o me- sibili.dad alcanza a los
anom.ta inen arra ble, y lueg o en una El requ isito de las estr uctu ras de
plau
nos nom12ada en fas ~enes del
·lrnu ndo de los españoles, así com o a las legitimaciones des-
poderoso que- ·re- im- \ mun dos religiosos totales,
ese otro mun do extr ano y sum ame nte hacerse una distinción
tinadas a man tene rlos , pero pue de
pus~ como ~0$[.CleJJ!ili..o.!iii-de.la
reii iiai1a··a Ja ado r- la estr uctu ra de plausibili-
a~?s:-Euena· parce ele Ja .: adicional. Cua nto más firme es
mecida con:_1_:~~Í!_ ~~-- ~~~9-~c¡~ist ; dad , tant o más firme será el mun do «bas ado» en ella. En el
füs~~~1~ -~~~te¿:_1~-- d_el J~e~ sy de de. !\mé~i~aJa~tiná en general a en la real idad ), esto sig-
esa catá stro fe que derr ibó ·· caso lími te (que no se encu entr
c~ en las cons ecue ncia tea, por así decir, ni re-
--- - - - -·- - - --- · ' nificar:í que el mun do no se plan
un mun do. -- te de su mera presencia. Se
. quie re otra legitimación apar
Esta s cons~d~ra;iones tie~en implicnc
iones de larg o alcance roba ble, aun que solo sea porq ue
trata dt: un caso muy imp
.
pmc a gene ral, siem pre que entendam
teológicamente bast ante poco acep
permaneore plausibilidad. La
depe nde _de la presencia de estr uctu
real
tabl
idad
os salus en un sent ido
e, a sabe r, el de una
del mun do cris tian o
ras sociales en las que
l sos elab orar legi timaciones
1 do con tra el opu esto (y que ,
que
l
en las que generaciones miaje intelectual esen -
esta :cal idad _se _d? por sen.rada y 1 ricos anta gón icos emp
leat on un anda 21
soci aliza das de tal manera que os cont radi ctor ios.
sucesivas de md1v1duos son cial men te simila r para sus prop ósit
real para ellos . Cua ndo esca estruc- sis que nues ttas tesis
este mun do llegue a ser /
! Deb emo s dest acar con el may or énfa
cter inalterable o conti- dete rmin ista de la
tura de plausibilidad pier de su cará · 110 implican una teoría
soci ológ icarn ente
a tambalearse y su teali- r sistema religioso part i-
nuo, el_ rnun~o cris tiano comienza reügión. No implican que cualquie
o verd ad evid ente por s( misma. o el «reflejo» de procesos
. dad de¡a de imp one rse corn l culnr no sea más que el efecto
o -el cruz ado, por· misma ·actividad humana
~sto es lo que suce_de con el individu sociales. . uid onsiste en ue la
f e¡emplo- - ~ue ha sido capturado y se ve
¡ en un_ ~rnbiente musulrn:ln. Es
~ colect1v1dades, com o dem uest ra
tamb
con
ién
imp
el
resi
obli gado a vivi r
caso de grandes
onan te clarido1d
occident desd e la Eda d
al
l ue crea l:i soc1edad tam bién
. entre las dos crenciones es siem
men te posible que en un esar
crea
ro
la reli ión, y a re aci n
re ia ecuca. si, es 1gua ·
o isco rico pan icul ar un
toda la hist oria de Ja cristiandad
pesa r de las peculiaridades his- cuestión se hallará en Gust avc
Media. En este resp ecto -a 21 Un excelente análisis sobre esr:i Chicago: University o[ Chicago
crist iana _:_, el cristi::ino está suje to von Grunebnum, J.fttdiev<1l Islam
,
tóricas de Ja com unid ad
que el mus ulm án, el Press, 1961 , pág. 31 y sígs.
a la misma dialéctica psicosociológica
proceso social sea el efecto de la ideación
f tras que en otro desarrollo suceda lo inverso.religio sa, mien-
El hecho de
amenazado desde a/uera, como fue el caso deL~Dfrent.a
tocrrSl[1nc:fuusul mán duraa te'lá. Eéiácr1".ledia. En tal mien
situa-
que la religión tenga sus rafees en la activídad huma
i~pli~a que sea si~mpre ~na variab le depen
na no .cíóñ, el-pro oléiná"Clc -«ingeñier'La- sodaT>?,
además de _su~-
diente en Ja 1nistcar el contexto institucional necesario para la socializa.
h}stor ta de_ ~a soc1ed!ad, sino que deriva su realid ad :,ción y la resocialización bajo auspicios «corre
obje· ctos» (dado s,
uva y subJetlva de lc1s seres human os, quienes la crean
en los dos casos, por los monopolios religiosos en la
reproducen en el cur:so de sus vidas. Esto, sin embar
y
,f ción el saber y el derec ho), supone proteg er los
~d~ca·
go, limites
plante a un problema de «ingeniería social» para quien
de- ! terr{toriaJes de cada estruc tura de
see mante ner la realid ad ae un--sisterna religioso partic plausibilidad (pues la
ular, ; frontera militar entre los dos mundos es también una
pues para mante ner s.u religión debe mante ner (o fron-
si es . tera cognoscitiva), extenderlos si es posible (medi ante
necesario, fabricar) una aprop iada estruc tura de pl;usib ~ru-
ili- zadas y guerras sagradas) y mantem:r co.nttoles efec~1
dad. Las dificultades prácticas que esto supone, por vos
supues- sobre las desviaciones peligrosas o potencrnlmen~e peligr
to, variar án hist6ricruniente. o·
sas dentro de los respectivos territorios. Esto úlumo
!!na ~iferencia impor tante en el plano teórico surge puede
entre lograrse <le difere ntes maneras, Jas má:s típicas de las
s1tuac1ones en las que: toda una sociedad sirve como cual.es
es- son la des~r.uc~ión__fí~i~~~ JQ_s !ri?i~i<Lu.?~~-Jl~R°.s _d~vrn
dos (la manera favorita ~~--l~s ~nstta~1~s:, como suced1 ·
tructu ra de plausibilidad de un mund o religioso y situac
io-
. nes en las que solo sirve a tal fin una subsociedad 22 0 en
. En la Jiqi.1idacióri ·de . herejes por la Inqu1.s1c1on y la de
!Otras palabras, el proble ma de «ingeniería social» difiere subco·
en munidades· heréticas a lo largo de la cruzada contra
: los monopolios religiosos y en los grupo s religio los
sos que albigens~~) ~ y la ~egrega"Ción.lísicul~cs.ci.s ind_~vi_duos o gru-
tratan de mante nerse en una situación de competencia pos·· para iiñpooirles el contacto con l~s~a~~tantes»
plu- .del
ralista. No es dilfcil comp rende r que el proble ma del man• munc hr«eo ttecto » ·na.-·nfanera favotWCCie los musulmanes
tenim iento del mund o presen ta menos obstáculos para
solución en el prime r c:aso. Cuand o toda una sociedad
su raf como se e~presa 'eii:IáS: estip~aciones co:ánicas para l~s,
sirve «pue5.tOs-CféC libro» no musulmanes y el stst~ma Ael
como estruc tura de plausi bilida d para un mund o legitim
9.~de ºellas, aurÍq~~i~Fis'tianda? ;itili7.Ó-Ull..~ét?do
1111¡0
ado
por la religión, todos los procesos sociales impor tantes
·I se producen en él confirman y vuelven a confirmar la reali- que sr§Ja r p_!ra ·tra~~ (.cQ.nJos-_JUd!<.:?~,Au~~1v1ru:i ~~l.! . Ill.e_d!~)
¡En Iil"medida en que el sistema rcl1g1oso partic ular puede
·
dad de este mund o. Esito sucede aun cuand o el mund
o sea : mante ner su monopolio sobre una base que abarque
'I a toda
a en que pue de conuo~ .
.
; la sociedad, esto es, en la medid
1utilizando toda la sociedad como su e:structura de plaus1ba.r
~22 Una de las debilid ades import antes en
la teoría sociológica de
lla religión, elabora da por J:?urkh~, es la dificul 1-
tad de interpr et.u
!dentro ele su aan:lZÓn los fenóme nos religiosos que
no abamm :1
1! lidad, estas maneras de resolver el proble ma úenen una
j tocia la soci;da ?; o, en 101: t~rmiuos usados aquí, Ja difi<.-ultad de elevada probabilida d de éxito:
tratar en termin as · durkhe 1m1anos las estruct uras de plausibilidad
1
· subsa<;ícr~es. E l aoálisi~ de Wc~~X de las diferencias entre
Pero la situación cambia radicalmente,, por supuesto,
los tipos
cuan-
«ecles1ásttco» y «sectario» ·de sociación religiosa es muy sugercn do diferentes sistemas religiosos, y sus respectivos «porta
1e ·
en ~t~ respecto, aunq~e W ebcr no di:sarroUó las dores» institucionales, se hallan en competencia plural
norettwos ( eo el senttdo de una soc1ologín del implicaciones cog· ista
. unos con orros. Duran te un tiempo puede n ensaya
1 sectarismo. Con respecto a la psicología social dd
conocimiento) Je! rse l~s
la realidad, véase L,con Fcstin~r, A Tbeory of Cognil m:tnrcnimicnto de ¡ viejos métodos de externú~io (como en las guerras de r;!t·
ive Dissononce, gión en la Europ a po~tertor a la Refor ma) y segreg
Evanst on, Ill.: Row, Pcters.o n & Co., 1957; Milton
Open 1md the Clou~ Mind, Nueva York: BasícBOOFs:
I::Jans_ Toch, Tbe Socrol Psychology o/ Social Movem
P@1s:-Bo"'btis-M euill, 1965.
Rokcach, The
· 1960, y
cnts, Indiana ·
l (como en Ja «fórmula territo rial» de la paz de Westf
' que dio fin a la más viole;nta de esas guerrn s). Pero
ac 1 ~n
alia,
puede
ser muy difícil suprim ir o poner en cuaren tena los mund
os
·, desviados. El problema de Ja «ingenier ía social» se transfor- taba limitado por los confines del ghetto era mucho menos
, ma entonces en el de construir y mantener subsociedades propenso a la conversió n que el judío que vive en las «So-
1 que puedan se~vjr como estructur as de plausibili dad parn ciedades abiertas» de los países occidentales modernos 1 por
los sistemas reltgtosos desmonop olizados. Abordare mos nue- {Q!l¡ersiál! entendero os aquí la «emí~~i.Qn>~~del.J~.claísmo
vamente este problema , con mayor detalle 1 en una sección era icioñaI a cualquier aoeIOS"c {íversos mu~<~tgente~~
posterior de este li?r?: Baste decir · en , este punto que fos eñ-rnt~sscic1edades, no necesaria mente conversió n al__ _c.ns-
'~,.- estn1ct~ras de plau:1btl1dad subsodetales tienen típicamen te. uanismo) . 1 anto las medidas- te6r1cas paray.revC:1~]~_ con-
) un, c~racter «s,e~tano», que e.rea por sí mismo dificuJtades vjillón. (la «ap?f~gétiéiÍ>>. é.ñ ·todas sus _'fo_rmas} -cóm~ sus
_, practicas y teoncas a los grupos religiosos aludidos, sobre ¡ equivalentes practtcos (diversos proced1_m1e_nto~ de «mge-
todo a los que conserva n los hábitos institucionales e inte- niería de mantenim iento»: desarroll o de 10st1tuc1ones subso-
restr~cc~ones
lectuales. de. l~s felice.s ?fas en que eran monopoli os. 1cietale,s de «defensa», educación y sociabilidad,
~ voluntari as para el mantemm 1ento
?ara_ el 1n~1v_1duo, ex1st1r en un mundo religioso particula r a los con tactos sociales
1mpI1ca ex1st1r en el contexto social particula r dentro deJ ·. de la realidad, endogam ia grupal voluntari a, etc.) aument~n
cual ese mundo puede conserva r su plausibili dad. Cuando de compleji dad 70 tales situ?cion es. !le;JJ;>f2Cl!_me~.~e,_ el, m-
el nomos de In vida individua l es más o menos coextenso dividuo que qut_e re .. COl)_'{~rtirse y (O:~~ importan te aun)
con ese mundo religioso, In separació n de este supone la ((semi ir convertid o» ·debe estructur ar su vida ~qcial de acuer-
\amenaza de la anomia. Así, viajar por regiones donde no 4; ~on este propósito . Así, debe disociarse de aquellos !n~~-
l/1abía ninguna comunjda d judfa no solo era ritualmen te viduos o grupos que constituín n la estructur a de plaus1b1l1
imposible , sino intrínsec amente anómico (esto es, amena- dad de su real idad religiosa pasada, y asociarse más inten-
zaba con Ja desintegr ación anómica de la únka forma «co- samente aún y (si es posible) exclusiva mente con los que
\\rrecta» C?~cebible de vida) P~ra el judío tradiciooal, como ; contribuy en a mnntener su nueva vida religi?~ª· Di~ho .de
~!o era ~l~Jar fuera de la India para el hindú tradicional. · manera sucinta la mi<>ración entre mundos rel1g1osos implica
In migr:ición e~tre s:S respectiv as estructur as ~e plausibiJi-
fales VtaJes a la oscuridad debían ser evitados no solo 1
70