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INTRODUCCIÓN

En el mundo del derecho, el debido proceso es como el "cimiento" esencial que se

asegura de que las cosas sean justas y correctas en los trámites legales. Cuando hablamos del

ámbito civil, que se refiere a los casos no penales, existen varios principios que guían cómo

deben comportarse las personas involucradas en un caso. Estos principios son como las reglas

del juego que se aplican para garantizar que el proceso sea justo y claro. Es decir, se busca

asegurar que nadie tenga ventajas injustas y que todo el mundo pueda entender lo que está

sucediendo.

Principio de Correcta Conducta de los Actores en el Proceso


Este principio establece la obligación de todas las partes y sus representantes legales

de actuar de manera ética y respetuosa durante el proceso. En palabras de Castro (2018) se

refiere al "deber ineludible de las partes de observar una conducta honesta y leal en el

proceso, evitando prácticas engañosas o maliciosas.

Asimismo, cabe resaltar, que este principio de uno de los pilares fundamentales del

debido proceso civil, ya que establece la necesidad de que todas las partes involucradas en un

litigio actúen de manera ética y respetuosa. De igual forma, impone la obligación de

comportarse con integridad y veracidad, garantizando así que la verdad sea el eje central del

proceso.

Principio de Iniciativa de Parte

El debido proceso civil reconoce el principio de iniciativa de parte como esencial para

equilibrar el sistema legal. Este principio otorga a las partes el derecho de impulsar el

proceso, permitiéndoles presentar sus reclamaciones y pruebas de manera activa. La

iniciativa de parte asegura la participación activa y voluntaria de los involucrados,

contribuyendo a la transparencia del proceso.


Bajo ese contexto, Carnelutti (1936) lo expresa como el "derecho de las partes a

impulsar el proceso, siendo ellas las impulsoras activas del mismo".

Principio de Concentración

La concentración es un principio clave que busca evitar dilaciones innecesarias y

mantener el enfoque en la resolución eficiente de los conflictos. Este principio establece que

el proceso debe ser dirigido de manera concentrada, evitando dispersiones que puedan

prolongar indebidamente el tiempo del procedimiento y afectar la justicia. Para entender

mejor el presente concepto, según Goldschmidt, (1985) la concentración implica "la

necesidad de mantener el enfoque del proceso en la resolución eficiente de la controversia,

evitando distracciones y dilaciones innecesarias que puedan entorpecer la administración de

justicia".

Principio de Imperatividad de las Normas Adjetivas

Este principio señala que las normas procesales deben ser seguidas de manera

rigurosa, asimismo, cabe mencionar que son definidas como "las reglas del proceso deben ser

cumplidas y respetadas de manera obligatoria por las partes y los jueces" (Carnelutti, F.,

1936).

En ese sentido, la imperatividad de las normas adjetivas es esencial para garantizar

que las reglas y procedimientos establecidos por la ley sean cumplidos rigurosamente. Este

principio impone a los actores del proceso la obligación de respetar y seguir las normas

procedimentales, contribuyendo así a la equidad y legalidad de las actuaciones judiciales.

Principio de Pluralidad de Instancias

La pluralidad de instancias es un principio que respalda el derecho de las partes a

presentar recursos y apelaciones en diferentes niveles judiciales. Este principio busca


asegurar que las decisiones judiciales sean revisadas y, si es necesario, corregidas,

promoviendo la justicia y evitando decisiones arbitrarias. Bajo ese contexto, Chiovenda

(1903) define la pluralidad de instancias como "la posibilidad de apelar las decisiones

judiciales a instancias superiores, permitiendo una revisión y corrección adecuada de los

fallos para garantizar la justicia".

Principio de Motivación de las Resoluciones

Este principio requiere que las decisiones judiciales estén debidamente

fundamentadas. En ese sentido, Calamandrei (1936) destaca que la motivación "es esencial

para que las partes comprendan las razones detrás de la decisión judicial, promoviendo la

transparencia y la confianza en el sistema legal".

Cabe mencionar, que este principio impone la obligación de fundamentar las

decisiones judiciales de manera clara y comprensible. Esto garantiza que las partes

involucradas comprendan las razones detrás de las decisiones tomadas, contribuyendo a la

transparencia y confianza en el sistema legal.

CONCLUSION

En síntesis, los principios del debido proceso en lo civil son fundamentales para

mantener la integridad y la equidad en el sistema legal. Estos principios no solo guían el

comportamiento de los actores en el proceso, sino que también aseguran que los

procedimientos sean justos, transparentes y acordes con los principios fundamentales de la

justicia. Su comprensión y aplicación correcta son esenciales para construir una sociedad

basada en el respeto a los derechos y la búsqueda constante de la verdad en el ámbito civil.


BIBLIOGRAFIA

BIBLIOGRAPHYCalamandrei, P. (1936). Estudios sobre el Proceso Civil. Buenos Aires:

Instituto Pacifico.

Carnelutti, F. (1936). "Instituciones del Proceso Civil". Ediciones juridicas: Buenos Aires.

Castro, S. M. (2018). Manual de Derecho Procesal Civil. Lima: Grijley.

Chiovenda, E. (1903). Instituciones de Derecho Procesal Civil. Madrid: Revista de Derecho

privado.

Goldschmidt, J. (1985). Teoría General del Proceso. Chile: Ediciones Jurídicas Olejnik.

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