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En este tema abordaremos la dimensión normativa del Derecho como regla exterior que
regula la conducta humana.
Existen otras normas que también regulan los comportamientos de los seres humanos y que
no son normas jurídicas (ej. normas de carácter moral)
En la actualidad reconocemos las diferencias entre estos diversos tipos de normas, pudiendo
constatar que son realidades normativas peculiares y distintas.
En cambio, en las sociedades primitivas, en los pueblos antiguos, no existían límites entre
estos ámbitos y a menudo se confundían al compartir un patrimonio de creencias y tradiciones
que combinaban las realidades normativas.
La evolución histórica ha ido provocando una mayor diferenciación entre los diversos
órdenes normativos.
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Dentro de los usos sociales se suele distinguir entre:
Prácticas que tienen cierto grado de obligatoriedad y generan presión para cumplirlas,
además, su incumplimiento provoca una reacción negativa del grupo respecto al
infractor.
o El saludo, luto
Los usos sociales normativos comparten similitudes tanto con el Derecho como con la Moral,
aunque no sean normas jurídicas ni en sentido estricto, normas morales.
SEMEJANZAS
1. Contenido
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2. Estructura formal de las normas jurídicas y los usos sociales
5. Presencia de la sanción
DIFERENCIAS
1. No institucionalización de la sanción
3. La justiciabilidad
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En efecto, cuando existe una discrepancia o conflicto con relación a una conducta
prescrita por una norma jurídica (no se sabe si una persona ha cometido un delito o
no), las partes involucradas pueden llevar este asunto a juicio, donde interviene un
tercero imparcial ajeno a las partes, el juez.
DERECHO Y MORAL
Estas relaciones son de importancia capital en la Teoría del Derecho y en la Filosofía del
Derecho.
Moral y Derecho regulan la parte más sobresaliente del comportamiento humano, es decir, se
ocupan de regular aspectos significativos de este, y comparten conceptos fundamentales como
el deber, la obligación, la responsabilidad y la culpabilidad
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Modelos de relación entre el Derecho y la Moral
De acuerdo con este modelo el Derecho sería una parte de la Moral que se hallaría en
relación de subordinación total con respecto a ella: las normas jurídicas son
expresión directa de un determinado sistema moral
Este planteamiento es defendido por los partidarios del positivismo jurídico más
radical, cuyo máximo representante es Kelsen: concepción pura del Derecho libre de
todo condicionamiento ideológico.
Plantea la necesidad de diferenciar Derecho y Moral, pero sin que tal diferenciación
suponga una tajante separación entre ambos.
Quienes defienden este modelo entienden que entre ambos órdenes existen
diferencias, pero también innegables conexiones que necesitan ser clarificadas.
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La ilustración promoverá el concepto de sociedad plural y para garantizar su
realización y mantenimiento planteará una clara delimitación de las fronteras entre la
Moral y el Derecho.
Sin embargo, no existe una separación clara entre lo que hacemos internamente en
nuestras mentes y lo que hacemos externamente en el mundo. Cada acción que
realizamos, por pequeña que sea, tiene una parte interna que involucra nuestra
intención, pensamientos y conciencia, y una parte externa que se manifiesta en el
mundo físico. Por tanto, no existen actos humanos que sean puramente externos,
pero hay actos humanos que no trascienden al exterior
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• Moral se preocupa tanto por las intenciones como por las consecuencias de los actos
(actos interiorizados + actos exteriorizados)
• Derecho se enfoca principalmente en los actos que se manifiestan en el mundo real,
considerando la dimensión interna cuando es necesario (actos exteriorizados) y el
resultado de la acción dependerá de la intención probada del individuo que la lleva a
cabo.
De esto surge la necesidad de revisar este criterio, pues la moral no sólo es individual
ni se desentiende de los fines sociales (ej. gran proyección de las religiones que
promueven una determinada moral social).
Por eso cabe hacer un hincapié en la distinción entre Derecho y Moral, teniendo en
cuenta la existencia de situaciones en que ambos están relacionados, por lo que su
definición deber ser clara y coherente, para establecer límites al alcance del Derecho
y reconocer que hay cuestiones/materias que pertenecen al ámbito de la conciencia
personal y la moral individual, y que no deben ser reguladas por este.
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➢ En el ámbito del Derecho no se pueden negar en la actualidad la existencia de
mecanismos políticos y jurídicos que debilitan la tesis de la heteronomía del
Derecho introduciendo un mayor grado de autonomía: las normas son
producto de grandes consensos sociales basados en mecanismos de
participación ciudadana que recogen en buena parte las convicciones morales
de los individuos.
Se trata del ideal al que tienden los actuales sistemas políticos: democracia
real o deliberativa.
5. Derecho y coacción
Esto hace referencia al grado de presión que el Derecho puede ejercer sobre el sujeto
para obligarle al cumplimiento de la norma. (Eusebio Fernández)
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En efecto:
» Derecho puede ser impuesto, en última instancia hasta recurriendo a la fuerza
física
» Normas morales no pueden ser impuestas recurriendo a la coacción física
puesto que son conductas libremente aceptadas y realizadas; aunque las
normas morales sí están provistas de coactividad o presión social para
impulsar a su cumplimiento
La identificación del Derecho con un mero ‘orden jurídico coactivo’ plantea graves
problemas teóricos que tendremos ocasión de analizar.
Ahora toca analizar brevemente las estrechas conexiones existentes entre el Derecho y la
Moral, fundamentalmente relativas al contenido:
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CONCEPCIONES FUNDAMENTALES DEL DERECHO: IUSNATURALISMO Y
POSITIVISMO JURÍDICO
Esas conexiones han dado lugar a las dos grandes concepciones del Derecho que se centran
en el problema de la conexión entre Derecho y Moral y han marcado la historia del
pensamiento jurídico y de la filosofía del Derecho: el iusnaturalismo y el positivismo
jurídico
• Son dos grandes tradiciones o escuelas de pensamiento, cada una de ellas con
diferentes matices y posiciones en su seno y en función de las distintas épocas
históricas en las que se han ido forjando, pero cada una de ellas tiene un tronco de
doctrina común que las identifica y define.
Directamente relacionado con estas dos grandes tradiciones jurídicas se suscita uno de los
grandes temas de la filosofía jurídica: el problema de la obediencia al Derecho (objeción de
conciencia y desobediencia civil)
IUSNATURALISMO
El iusnaturalismo considera que el Derecho sólo puede calificarse de tal, es decir, sólo merece
ser obedecido) si respeta una serie de exigencias o principios éticos o morales que permiten
calificarlo como “justo”.
A pesar de que no es una doctrina unitaria ya que han existido distintas escuelas
iusnaturalistas, se comparten dos principios básicos:
2. Estos principios del Derecho natural deben informar y ser acogidos por el Derecho
positivo para que éste pueda considerarse justo. Si éste no los recoge o los vulnera,
entonces las normas, aunque sean coactivamente impuestas, ya no tienen el carácter de
Derecho y, por tanto, no obligarían a su cumplimiento.
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• Entendió que esos principios éticos o morales que el Derecho positivo debe respetar
tenían carácter inmutable (fijos) y universal
• Plantea la posibilidad de formular un Derecho positivo perfecto, racional y
universalmente válido para todo tiempo y lugar (el Code Napoleón de 1804,
máximo exponente del racionalismo europeo)
El iusnaturalismo clásico:
• Entiende que esos principios éticos o morales que deben informar el Derecho positivo,
si bien no son arbitrarios ni subjetivos, sí son flexibles y abiertos a la historia y la
cultura
• En cuanto que se adaptan a las circunstancias de cada lugar y momento histórico,
sin comprometer el contenido moral esencial de esos principios.
. POSITIVISMO JURÍDICO
Nace del esfuerzo de transformar el estudio del Derecho en una ciencia exacta, para lo cual
es imprescindible excluir todo lo que no sea susceptible de una demostración o de una
comprobación experimental, por lo que se basa en hechos observables y demostrables; evitan
juicios morales
El Derecho deber ser definido sólo en virtud de criterios formales (los órganos y
procedimientos establecidos para promulgar leyes) y no por su contenido material.
Seña de identidad del positivismo jurídico: “La existencia del Derecho es una cosa, su
mérito o demérito, otra”. John Austin, iniciador del positivismo anglosajón.
o Esto quiere decir que, desde una perspectiva positivista, es necesario separar la mera
existencia del Derecho de cualquier evaluación moral sobre si es bueno o malo.
Se observa ya en los inicios con claridad la escisión/separación entre el ‘ser’ y el ‘deber ser’
o Esta perspectiva busca mantener una distinción clara entre el "ser" (lo que es, como
existen las leyes y las normas establecidas legalmente) y el "deber ser" (lo que debería
ser desde un punto de vista moral)
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Por consiguiente, un aspecto fundamental del Derecho positivista es la avaloratividad
(asepsia valorativa-imparcialidad-)
➔ La exclusión de todo ‘juicio de valor’ y la exclusiva aceptación de los ‘juicios
de hecho’, como los únicos válidos para situar el estudio del Derecho en el
terreno de lo científico.
Esto es el aspecto fundamental que ayuda a establecer una clara definición del enfoque
positivista del derecho (Herbert Hart: El concepto de Derecho)
La separación entre Derecho y Moral nos permite distinguir los siguientes aspectos
definitorios de la concepción positivista del Derecho:
IMPERATIVISMO (VOLUNTARISMO)
Con ello se consagra la primacía y exclusividad de la Ley como única fuente de derecho. O
lo que es lo mismo: la identificación del Derecho con la Ley.
La vinculación entre carácter estatal del Derecho y la concepción imperativista del mismo
aparece ya subrayada en Thomas Hobbes y Austin:
Conclusión: El Derecho es puro mandato del que tiene poder (voluntad del superior).
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➔ Roscoe Pound: Derecho = "ingeniería social", algo que no guarda ninguna
relación con los fines, sino exclusivamente con la eficiencia de los medios
FORMALISMO
Si una norma ha sido creada de acuerdo con los procedimientos legales establecidos; es
jurídica y debe ser obedecida, sin importar si su contenido es justo o injusto desde una
perspectiva ética. Es decir, el cumplimiento de las condiciones procedimentales en los
órganos de producción legislativa es lo que le da validez a una norma para ser jurídica y
obligar, con independencia de su contenido.
Hans Kelsen: Las normas jurídicas pueden tener cualquier tipo de contenido
LA COACCIÓN
Como consecuencia, se niega el carácter de jurídico a aquellos órdenes normativos que, aun
prescribiendo conductas, no tienen capacidad de imponer una sanción de naturaleza
jurídica/legal como castigo por su incumplimiento. (ej. Derecho Internacional).
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❖ La coacción implica la utilización, incluso en el extremo de la fuerza física, para
imponer la conducta prescrita.
» Son aquellas que regulan el comportamiento social básico de las personas (ej. No
dañar a otra persona).
» Dirigidas a los operadores jurídicos y órganos del Estado, por lo que son normas que
regulan el sistema jurídico en si mismo
Su distinción es importante para comprender cómo opera el Derecho y cómo se relaciona con
la moral:
Las normas primarias pueden considerarse como normas morales en su esencia, ya que
establecen principios éticos y de conducta. Por otro lado, las normas secundarias son las que
realmente crean y mantienen el sistema legal, y su función principal es proporcionar un marco
para la aplicación y ejecución de las normas primarias. Además, las normas secundarias
también establecen las sanciones o consecuencias legales por el incumplimiento de las normas
primarias. Por tanto, las normas secundarias proporcionan el marco legal y procesal para
aplicar las normas primarias
Ej. si en una sociedad se establece una norma primaria que prohíbe el robo, las normas
secundarias determinarán cómo se procesará y sancionará a alguien que sea acusado de robo
Hans Kelsen
En su concepción del Derecho, la fuerza pasa de ser el instrumento a ser el objeto mismo
regulado por el derecho:
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o “El problema de la coerción/coacción no es el problema de asegurar la eficacia de las
reglas, sino el problema mismo del contenido de las normas”.
Es decir, resalta la importancia de que las normas legales sean éticas, justas y
apropiadas en su esencia, en lugar de centrarse únicamente en cómo hacer que la gente
las obedezca mediante la coerción o la coacción
El derecho, por tanto, quedaría reducido exclusivamente a la regulación del uso de la fuerza.
Alf Ross (1899- 1979) es el autor que ha llevado más lejos la visión coactiva del Derecho,
pues plantea implicaciones profundas de esta identificación entre Derecho, coacción y Estado
que autores anteriores no se habían planteado:
“Desde un punto de vista cognoscitivo-descriptivo, y tal tiene que ser el punto de vista de la
filosofía del derecho como actividad teorética, es imposible, distinguir entre un ‘orden
jurídico’ y un ‘régimen de violencia’, por cuanto la cualidad de validez que serviría para
caracterizar al derecho no es una cualidad objetiva del orden mismo, sino sólo una expresión
de la manera en que éste es experimentado por un individuo. El mismo orden puede ser un
orden jurídico para una persona y un régimen de violencia para otra”.
Las posiciones radicales del positivismo jurídico se han matizado bastante y reconocen la
existencia de ciertas conexiones entre el Derecho y la Moral
El Derecho no deja de serlo por asumir algunos principios éticos o morales básicos a los que
se refieren los iusnaturalistas
Hart:
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➢ Entiende que hay ciertas características del funcionamiento normal del Derecho que
por sí mismas implican la realización de un mínimo de justicia.
LA OBEDIENCIA AL DERECHO
Desde los orígenes de la historia del pensamiento jurídico ha estado muy presente el problema
de la obediencia al derecho y, en consonancia con ella, si tal obediencia es sólo jurídica o lo
es también moral y política.
La obligación de obedecer al Derecho es en la actualidad más vigorosa (fuerte) que nunca, por
la incorporación de contenidos sustantivos (conocimientos) y morales tanto a las normas
jurídicas como al proceso de razonamiento jurídico -profesionales-, a través de las actuales
constituciones democráticas.
En las actuales sociedades democráticas, en las que los ciudadanos participan en el proceso de
elaboración de las normas y se acepta de manera general la legitimidad del poder político, la
cuestión de la obediencia al Derecho plantea muchos menos problemas que en otros
momentos históricos en el contexto de sociedades no democráticas.
➔ Razón
El Derecho no sólo reconoce y garantiza derechos, sino que también impone deberes y
obligaciones, algunos de los cuales suponen la realización de prestaciones personales
cuyo desempeño puede afectar o chocar directamente con valores morales que
radican en la conciencia de los individuos.
En el seno de los Estados constitucionales se señalan para justificar la obediencia del Derecho
Razones morales
1. Los contenidos de justicia del Derecho. El Derecho positivo tiene una presunción de
justicia que debe mover a su cumplimiento espontáneo.
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2. La concepción de que el Derecho recoge los contenidos básicos de la moral social
vigente expresada en el desarrollo de los principios y derechos constitucionales (base
de la justificación moral de obediencia al Derecho).
“Mientras que no hay fundamento ético para la obediencia al Derecho, sí hay un fundamento
ético absoluto par su desobediencia”
a) Argumentos a favor
Muguerza
Se basa en el imperativo kantiano, el cual el hombre debe ser tratado siempre como un
fin y nunca como medio.
b) Argumentos en contra
Atienza
Tal afirmación sólo sería sostenible “si se niega a la ética toda dimensión social y, por
tanto, se elimina la posibilidad de que exista un campo de coincidencia entre el
Derecho y la ética (lo que no es fácil de aceptar)
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Elías Díaz
Si puede haber en determinados supuestos un fundamento ético para desobedecer al
Derecho, también puede haber un fundamento ético “lo mismo –y el mismo–“para
obedecerlo
Según Hart, la validez formal de una norma no implica que exista la obligación moral de
cumplirla. La posibilidad de desobedecerla se plantea cuando el contenido de la norma puede
considerarse injusto o moralmente inicuo.
OBJECIÓN DE CONCIENCIA
Es aquel supuesto en el que un ciudadano se niega a obedecer una norma jurídica que
pretende imponerle una determinada prestación personal porque contradice sus principios o
convicciones morales o religiosas.
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e) Su pretensión se lleva a cabo de manera pacífica, utilizando los recursos
habitualmente establecidos al efecto. No violencia
f) Se trata de un derecho subjetivo que se considera fundamental en nuestro
ordenamiento. De modo que puede invocarse en cualquier momento, ante cualquier
norma, por cualquier sujeto sin necesidad de procedimiento o legislación que lo
prevea, pero debe ser contemplada por la ley para cada supuesto
DESOBEDIENCIA CIVIL
El desobediente:
En el caso de las dictaduras es más fácil encontrar una justificación a la desobediencia civil,
pues resulta más difícil justificar su obediencia.
En el caso de las democracias es más difícil hallar justificación: pero no se puede descartar
esta posibilidad, ya que pueden surgir situaciones de hecho en las que puedan ser vulnerados
los principios, los valores superiores o dos derechos fundamentales consagrados en las
Constituciones. La depuración de estas situaciones está prevista en los ordenamientos
democráticos, pero pueden darse de modo más o menos encubierto o sutil
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