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Desde finales del siglo II a. C.

, Roma sufrió una serie de conflictos sociales, conspiraciones


y guerras civiles, al mismo tiempo que consolidaba su influencia más allá de la península
itálica. El siglo I a. C. estuvo marcado por un periodo de inestabilidad formado por
una serie de revueltas tanto militares como políticas que abrieron camino a la
implementación de un régimen imperial.151617 En el año 44 a. C., Julio César fue
proclamado dictador perpetuo antes de ser asesinado.18 Un año después, Octavio,
sobrino-nieto e hijo adoptivo de César, y uno de los generales republicanos más
destacados, se convirtió en uno de los miembros del Segundo Triunvirato —una alianza
política junto a Lépido y Marco Antonio—.19 Después de la batalla de Filipos en 42 a. C., la
relación entre Octavio y Marco Antonio empezó a deteriorarse, lo que condujo a la
disolución del triunvirato y a una guerra entre ambos. Esta finalizó con la batalla de Accio,
en la que Marco Antonio y su amada Cleopatra resultaron derrotados. El
posterior enfrentamiento en Alejandría en 30 a. C. supuso la anexión del Egipto
Ptolemaico por parte de Octavio.18

Principado[editar]
Artículos principales: Dinastía Julio-Claudia, Año de los cuatro emperadores, Dinastía
Flavia, Dinastía Severa y Crisis del Siglo III.
En el 27 a. C, el Senado y el pueblo romano proclamaron a Octavio princeps (primer
ciudadano) y le otorgaron el poder de imperium proconsular y el título de Augusto. Este
evento inició el periodo conocido como Principado, la primera época del periodo imperial,
que duró entre el 27 a. C. y el 284. El gobierno de Augusto puso fin a un siglo repleto de
guerras civiles y dio inicio a una época de estabilidad social y económica denominada
como la Pax Romana (paz romana), que se promulgó durante los dos siglos siguientes.
Las revueltas en las provincias eran poco frecuentes y eran cesadas rápidamente.20 Al ser
el único gobernante de Roma, Augusto pudo llevar a cabo una serie de reformas militares,
políticas y económicas en gran escala. El Senado le atribuyó la facultad de nombrar a sus
propios senadores y la autoridad sobre los gobernadores provinciales, creando de facto el
cargo que más tarde sería denominado como emperador.21

Augusto implementó los principios de la sucesión dinástica, por lo que fue sucedido en
la dinastía Julio-Claudia por Tiberio (r. 14-37), Calígula (r. 37-41), Claudio (r. 41-54)
y Nerón (r. 54-68). El suicidio de este último llevó a un breve periodo de guerra civil
conocido como el año de los cuatro emperadores, que concluyó con la victoria
de Vespasiano (r. 69-79) y la fundación de la efímera dinastía Flavia, recordada por ser la
responsable de la construcción del Coliseo de Roma. Esta fue sucedida por la dinastía
Antonina, en la que figuraron los emperadores Nerva (r. 96-98), Trajano (r. 98-
117), Adriano (r. 117-138), Antonino Pío (r. 138-161) y Marco Aurelio (r. 161-180), los
llamados «cinco buenos emperadores». En el 212, mediante el Edicto de
Caracalla promulgado por el emperador homónimo (r. 211-217), fue concedida
la ciudadanía romana a todos los ciudadanos libres del Imperio. Sin embargo, y a pesar de
este gesto universal, la dinastía Severa estuvo marcada por varias revueltas y desastres a
lo largo de la crisis del siglo III, una época de invasiones, desestabilidad social, dificultades
económicas y peste. En la periodización, esta crisis es generalmente considerada el
momento de la transición de la Antigüedad clásica a la Antigüedad tardía.22

Dominado[editar]
Artículos principales: Bajo Imperio romano, Imperio romano de Occidente e Imperio romano
de Oriente.
Maqueta de Roma durante el reinado

de Constantino (306-337). División del imperio


después de la muerte de Teodosio en 395, superpuesta a las fronteras modernas. Imperio
romano de Occidente Imperio romano de Oriente (bizantino)

Diocleciano (r. 284-305) renunció al cargo de princeps y adoptó el título


de dominus (maestro o señor), lo que marcó la transición del Principado al Dominado —un
estado de monarquía absoluta que se prolongó desde el 284 hasta la caída del Imperio
romano de Occidente en el 476—.23 Diocleciano impidió el colapso del imperio, aunque su
reinado estuvo marcado por la persecución del cristianismo. Durante su mandato, se
estableció una tetrarquía y el imperio se dividió en cuatro regiones, cada una gobernada
por un emperador distinto.24 En el 313, la tetrarquía entró en colapso y, después de una
serie de guerras civiles, Constantino I (r. 306-337) emergió como único emperador. Este
fue el primer emperador en convertirse al cristianismo y estableció Constantinopla como la
capital del Imperio de Oriente. A lo largo de las dinastías constantiniana y valentiniana, el
imperio se dividió en una mitad occidental y otra oriental y el poder fue compartido
entre Roma y Constantinopla. La sucesión de emperadores cristianos fue brevemente
interrumpida por Juliano (r. 361-363) al intentar restaurar la religión tradicional a su
manera. Teodosio (r. 378-395) fue el último emperador en gobernar el imperio en su
conjunto, murió en el 395, después de que el cristianismo se declarara religión oficial del
imperio.25

Fragmentación y declive[editar]
Artículos principales: Caída del Imperio romano de Occidente, Período de las grandes
migraciones, Antigüedad tardía e Historia del Imperio bizantino.
A partir del siglo V, el Imperio romano comenzó a fragmentarse a raíz de las migraciones,
que superaban en número a la capacidad del imperio para asimilar a los migrantes.
Aunque el ejército romano pudo repeler a los invasores, de los cuales el más notable
fue Atila el Huno (r. 434-453; que estaba romanizado), se había asimilado a tantos pueblos
de lealtad dudosa que el Imperio empezó a desmembrarse. La mayor parte de los
historiadores datan la caída del Imperio romano de Occidente en el 476, año en que el
usurpador Rómulo Augústulo (r. 475-476) fue derrocado por Flavio Odoacro (r. 476-493).26
Sin embargo, en lugar de asumir el título de emperador, Odoacro restituyó a Julio Nepote y
juró lealtad a Flavio Zenón, recompensándole el título de dux Italiae (duque de Italia)
y patricio. Durante el siglo siguiente, el imperio oriental, conocido hoy como Imperio
bizantino, perdió paulatinamente el control de la parte occidental. El Imperio bizantino cesó
en 1453 con la muerte de Constantino XI (r. 1449-1453) y la conquista de
Constantinopla por parte del Imperio otomano.27
Geografía y demografía[editar]

Cronología de la expansión territorial de


la República romana (rojo), el Imperio romano (violeta), el Imperio romano de
Occidente (azul) y el Imperio bizantino (verde oliva) hasta 1453. También se muestran
los Estados cruzados (Francocracia) (verde) tras del Sitio de Constantinopla
(1204) durante la cuarta cruzada (Partitio terrarum imperii Romaniae), se consideraron
la continuación del Imperio hasta su reconstrucción después de la Reconquista de
Constantinopla en 1261. Varios estados bizantinos independientes continuaron
reclamando el trono hasta su final definitivo en la conquista otomana del Despotado de
Morea (1460), el Imperio de Trebisonda (1461) y el Principado de Teodoro (1475)
(ambos en verde).
El Imperio romano fue uno de los más grandes de la historia. Dominó una extensión
territorial continua a lo largo de Europa, África del Norte y Oriente Próximo,28 desde
el Muro de Adriano en la lluviosa Inglaterra hasta las soleadas costas del
río Éufrates en Siria, desde las fértiles planicies de Europa Central hasta los exuberantes
márgenes del valle del Nilo en Egipto.29 La noción de imperium sine fine (imperio sin fin)
manifestaba la ideología romana de que su imperio no estaba limitado en el espacio y el
tiempo.30 La mayor parte de la expansión romana se llevó a cabo durante la república,
aunque algunos territorios del norte y centro de Europa no fueron conquistados hasta el
siglo I d. C., periodo que correspondió a la consolidación del poder romano en las
provincias.31 Res gestae, un relato en primera persona del emperador Augusto que narra
su vida y, sobre todo, sus obras, destaca el número de pueblos de las regiones del
imperio.32 La administración imperial realizaba censos con frecuencia y mantenía registros
geográficos meticulosos.33

El Muro de Adriano en el norte de Inglaterra, dividió


al Imperio romano de la constante amenaza de los bárbaros, es el principal testigo
superviviente de la frontera del territorio y la política de consolidación.34
El imperio alcanzó su mayor extensión territorial durante el reinado de Trajano (r. 98-
117),35 correspondiente a una área de aproximadamente 5 millones de km² y actualmente
dividida por cuarenta países.36 Tradicionalmente, se estimó que la población durante este
periodo llegó a ser entre cincuenta y cinco y sesenta millones de habitantes,29 lo que
vendría siendo entre la sexta y cuarta parte de la población mundial y el mayor número de
habitantes de cualquier unidad política de Occidente hasta mediados del siglo XIX.3738 Sin
embargo, estudios más recientes estimaron que la población pudo alcanzar entre los
setenta y cien millones de habitantes.39 Cada una de las tres ciudades más grandes del
imperio —Roma, Alejandría y Antioquía— tenía el doble del tamaño de cualquier ciudad
europea hasta principios del siglo XVII.40 Adriano, sucedor de Trajano, abandonó la política
expansionista y optó por una de consolidación del territorio, así que defendió, fortificó y
patrulló las regiones fronterizas.41

Idioma[editar]
Artículo principal: Lenguas del Imperio romano

Inscripción bilingüe en latín y en púnico en el


teatro Leptis Magna situado en la provincia de África. Si bien el latín es la lengua
franca de los negocios y aquella en la que se redactaron los documentos oficiales del
imperio, convivió con una gran diversidad de lenguas locales como el galo, el arameo y
el copto.
Los idiomas de los romanos eran el latín, que Virgilio destacó como fuente de unidad
y tradición romana.42 Aunque el latín fuera el idioma principal en los tribunales y la
administración pública del Imperio Occidental y del ejército de todo el imperio, no se
impuso oficialmente a los pueblos bajo el dominio romano.43 Al conquistar nuevos
territorios, los romanos conservaron las tradiciones y los idiomas locales e introdujeron
gradualmente el latín a través de la administración pública y los documentos oficiales. 44
Esta política contrasta con la de Alejandro Magno, quien impuso el griego helenístico como
idioma oficial de su imperio.45 Esto hizo que el griego antiguo se convirtiera en la lengua
franca de la mitad oriental del Imperio romano, en todo el Mediterráneo oriental y Asia
Menor.4647 En Occidente, el latín vulgar reemplazó gradualmente a las
lenguas celta e itálica, ambas con las mismas raíces indoeuropeas, lo que facilitó su
adopción.48

Aunque los emperadores julio-claudios alentaron el uso del latín en la realización de


asuntos oficiales en todo el imperio, el griego siguió siendo el idioma literario entre la élite
cultural romana y la mayoría de los gobernantes lo hablaban con fluidez. Claudio intentó
limitar el uso del griego, incluso revocando la ciudadanía a quienes no sabían latín, aunque
en el propio Senado había embajadores nativos griegos.49 En el Imperio de Oriente, las
leyes y los documentos oficiales se tradujeron regularmente del latín al griego. 50 El uso
simultáneo de ambos idiomas se puede ver en inscripciones bilingües compuestas por los
dos idiomas.5152 En 212, cuando se otorgó la ciudadanía a todos los hombres libres del
imperio, se esperaba que los ciudadanos que no sabían latín adquirieran algunas nociones
básicas del idioma.53 A principios del siglo V, Justiniano I se esforzó por promover el latín
como lengua de derecho en Oriente, aunque perdió gradualmente su influencia y
existencia como lengua viva.54
La referencia constante a los intérpretes en la literatura y los documentos oficiales indica la
vulgaridad y prevalencia en el Imperio romano de un gran número de idiomas locales. Los
propios juristas romanos estaban preocupados por garantizar que las leyes y los
juramentos se tradujeran y entendieran correctamente en los idiomas locales, como
el púnico, el galo, el arameo o incluso el copto, predominante en Egipto, o los idiomas
germánicos, influyentes en las regiones del Rin y el Danubio.55 En algunas regiones, como
en la provincia de África, el púnico se utilizó en monedas e inscripciones en edificios
públicos, algunos bilingües junto al latín. Sin embargo, la hegemonía de este último entre
las élites y como idioma oficial de los documentos escritos comprometió la continuidad de
varios idiomas locales, ya que todas las culturas dentro del imperio eran
predominantemente de tradición oral.56

Ejército romano[editar]
Artículos principales: Ejército romano, Legión romana e Historia de la estructura del ejército
romano.

Recreadores como legionarios de la segunda


mitad del siglo I.
El mando supremo del ejército correspondía al emperador. Fuera de Italia, en los territorios
provinciales, el mando correspondía al gobernador provincial (pero este a su vez estaba
supeditado al emperador que podía apartarlo cuando quisiera), pudiendo también asumirlo
temporalmente el emperador. El número de legiones osciló en toda la época imperial, con
un número máximo cercano a la treintena.

Las clases altas de caballeros y senadores fueron desapareciendo del ejército, de modo
que las legiones debían reclutarse entre los ciudadanos, primero en Italia y después
progresivamente en las provincias donde estaban acantonadas (destacaron los mauros,
los tracios y sobre todo los ilirios), de modo que desde Adriano el reclutamiento se hizo
casi exclusivamente en las provincias donde servía la legión, y por fin se recurrió a
mercenarios extranjeros (sobre todo germanos). Con la entrada de los proletarios el
ejército se profesionalizó, si bien estos soldados tenían más facilidad para el motín y el
saqueo. Los ascensos se ganaban por méritos, por favores o por dinero. El tiempo de
servicio fue aumentado progresivamente y no eran excepcionales servicios de treinta o
más años, tras lo cual se conseguía un estipendio económico, la ciudadanía y privilegios
como el acceso a algunos cargos municipales.

La legión disponía de arsenales (armamentos) y de talleres de fabricación y reparación.


Los soldados recibían un sueldo, donativos imperiales en ocasión del acceso al trono, las
fiestas o los motines, regalos (stillaturae) y el botín de guerra. La ración de alimentos diaria
fue creciendo y se le proporcionaba trigo, sal, vino, vinagre, carne fresca y carne salada.

Los campamentos se convirtieron en plazas fuertes. Disponían de murallas y torreones y


se dividían interiormente en cuatro partes marcadas por dos vías perpendiculares.
Contenían sala de baños, sala de reuniones, capillas, oficinas, cárcel, hospital y
almacenes. Los mercaderes, artistas, prostitutas y otros acudían a sus alrededores y se
establecían constituyéndose aglomeraciones urbanas, y crecían los barrios exteriores para
la población civil (canabae) con casas de baños, anfiteatros y otros edificios públicos. Los
terrenos próximos se utilizaban como pastos para el ganado, que se arrendaban a los
agricultores de la zona.

Estructura de la legión[editar]
Una típica legión romana (cuyo emblema era un águila plateada) consistía en diez
cohortes (con su respectivo estandarte) cada una de ellas con cinco o seis centurias de
ochenta hombres subdivididas en diez contubernios (unidad básica de ocho legionarios
que compartían tienda), contando pues cada legión cinco o seis mil hombres de infantería,
divididos en cincuenta o sesenta centurias. Contaba también con las guerrillas regulares
auxiliares y de caballería (alae) con ciento veinte hombres de caballería.

El emperador y en su nombre el gobernador provincial designaban a los legatus legionis,


lugartenientes de la legión con funciones de pretor, y a sus asistentes los tribunos militares
y los centuriones.

Junto a los legados de la legión estaban los benefiaciarii (encargados de misiones de


confianza), los strato (escuderos), los comentarienses (archiveros),
los cornicularii (contadores) y los actuario (escribientes). Los tribunos militares se dividían
en laticlavii (afectos a la administración) y angusticlavii (misiones propiamente militares).
Los centuriones eran los oficiales básicos de infantería (la centuria de 80 hombres) y de
caballería (la turma de 30 hombres). Cada centuria y turma tenía un suboficial
llamado optio (equivalente a sargento), que también ejercía funciones administrativas. Los
decuriones eran suboficiales que en la infantería mandaban una decuria (nueve hombres)
y en la caballería de las unidades auxiliares mandaba un escuadrón o turma (30 jinetes).
Otros suboficiales eran el tesserarius (equivalente a un sargento),
el signifer o vexillarius (portaestandartes), el aquilifer (el portador del águila legionaria),
el campiductor (instructor) y el pecunarius (furriel).

Las cohortes[editar]
Las cohortes se estructuraban en diez filas de 40 o 60 hileras que en tiempos
de Trajano se redujeron a cinco filas. Con Adriano surgió la cohorte familiar (compuesta de
1200 soldados escogidos) mientras las restantes cohortes fueron llamadas quingentaries y
contaban 500 soldados.

Se estructuraron varias cohortes especializadas: las de infantería (peditata), la de


caballería o mixta (equitativa), la policial (togata), la de vigilancia (excubitoria), la de
guarnición en una ciudad (urbana), la encargada de apagar incendios (Vigilio) y la
encargada de la guardia y custodia imperial o de un caudillo (Praetoriana ). Esta guardia
personal del general en jefe fue habitual en el Imperio. Existía el cuartel general (Guardia
Pretoriana o guardia del general en jefe) los miembros tenían más sueldo y estaban
dispensados de los trabajos del campamento, y que llegaron a ser los árbitros del Imperio.

Las centurias[editar]
Las centurias estaban al mando de centuriones (el centurión de más prestigio era
el primus pilus habitualmente el más veterano), por encima del cual había seis tribunos de
la legión de rango ecuestre, y el legatus de la legión, de rango senatorial, que había sido
anteriormente pretor (en las provincias donde solo había una legión, el legatus de la
provincia y el de la Legión era la misma persona).

Equipamiento[editar]
El equipamiento de los legionarios cambiaba sustancialmente dependiendo del rango.
Durante las campañas, los legionarios iban equipados con armadura (lorica segmentata),
escudo (scutum), casco (galae), una lanza pesada y una ligera (pilum), una espada corta
(gladius), una daga (pugio), un par de sandalias (caligae), una sarcina (mochila de
marcha), y comida y agua para dos semanas, equipo de cocina, dos estacas (Sude
murale) para la construcción de muros, y una pala o cesta.

Armada romana[editar]
Artículo principal: Armada romana

Trirreme romano representado en un mosaico.


La Armada romana (en latín classis, literalmente flota) comprendió las fuerzas navales
del antiguo Estado romano. A pesar de desempeñar un papel decisivo en la expansión
romana por el Mediterráneo, la armada nunca tuvo el prestigio de las legiones romanas. A
lo largo de su historia los romanos fueron un pueblo esencialmente terrestre, y dejaron los
temas náuticos en manos de pueblos más familiarizados con ellos, como los griegos y
los egipcios, para construir barcos y mandarlos. Parcialmente debido a esto, la armada
nunca fue totalmente abrazada por el Estado romano, y se consideraba «no romana». 57 En
la Antigüedad, las armadas y las flotas comerciales no tenían la autonomía logística que
en la actualidad. A diferencia de las fuerzas navales modernas, la armada romana, incluso
en su apogeo, no existió de forma autónoma, sino que operó como un adjunto del Ejército
romano.

En el transcurso de la primera guerra púnica la armada fue expandida masivamente y jugó


un papel vital en la victoria romana y en la ascensión de la República romana a la
hegemonía en el Mediterráneo. Durante la primera mitad del siglo II a. C. Roma
destruyó Cartago y subyugó los reinos helenísticos del este del Mediterráneo, logrando el
dominio completo de todas las orillas del mar interior, que ellos llamaron Mare Nostrum.
Las flotas romanas volvieron a tener un papel preponderante en el siglo I a. C. en las
guerras contras los piratas y en las guerras civiles que provocaron la caída de la
República, cuyas campañas se extendieron a lo largo del Mediterráneo. En el 31 a. C.
la batalla de Accio puso fin a las guerras civiles con la victoria final de Augusto y el
establecimiento del Imperio romano.

Durante el período imperial el Mediterráneo fue un pacífico «lago romano» por la ausencia
de un rival marítimo, y la armada quedó reducida mayormente a patrullaje y tareas de
transporte.58

Sin embargo, en las fronteras del Imperio, en las nuevas conquistas o, cada vez más, en la
defensa contra las invasiones bárbaras, las flotas romanas estuvieron plenamente
implicadas. El declive del Imperio en el siglo III d. C. se sintió en la armada, que quedó
reducida a la sombra de sí misma, tanto en tamaño como en capacidad de combate. En
las sucesivas oleadas de los pueblos bárbaros contra las fronteras del Imperio la armada
solo pudo desempeñar un papel secundario. A comienzos del siglo V las fronteras del
imperio fueron quebradas y pronto aparecieron reinos bárbaros en las orillas
del Mediterráneo occidental. Uno de ellos, el pueblo vándalo, creó una flota propia y atacó
las costas del Mediterráneo, incluso llegó a saquear Roma, mientras las disminuidas flotas
romanas fueron incapaces de ofrecer resistencia. El Imperio romano de Occidente colapsó
en el siglo V y la posterior armada romana del duradero Imperio romano de Oriente es
llamada por los historiadores Armada bizantina.
Economía[editar]
Artículo principal: Economía en la Antigua Roma

Véanse también: Relaciones Imperio romano-China, Relaciones Imperio romano-India, Ruta


de la seda, Economía en la Hispania romana y Economía de la Galia romana.

1 aúreo de oro = 25 denarios

1 denario de plata = 4 sestercios

1 sestercio de latón = 4 ases

1 dupondius de bronce = 2 ases

1 as de bronce = 4 cuadrantes

La economía del Imperio se basaba en una red de economías regionales, en las que el
Estado intervenía y regulaba el comercio para asegurarse sus propios ingresos. 59 La
expansión territorial permitió que se reorganizara el uso de la tierra, lo que condujo a la
producción de excedentes agrícolas y una progresiva división del trabajo, particularmente
en el norte de África. Algunas ciudades se definían a sí mismas como los principales
centros regionales de una determinada industria o actividad comercial. La escala de los
edificios en las áreas urbanas indicaba una industria de la construcción completamente
desarrollada. Documentos en papiro demuestran métodos de contabilidad complejos que
sugieren elementos de racionalismo económico en una economía altamente monetizada.60
Durante los primeros siglos del Imperio, las redes de carreteras y transporte se
expandieron significativamente, uniendo rápidamente las economías regionales. El
crecimiento económico, aunque no es comparable al de las economías modernas, fue
superior al de la mayoría de sociedades previas a la industrialización.61

Moneda y banca[editar]
La economía del Imperio se monetizaba universalmente. La normalización del dinero y las
formas de pago impulsó la integración comercial y económica en las provincias.62 Hasta el
siglo IV, la unidad monetaria básica era el sestercio,63 aunque al comienzo de la dinastía
severa también se usó el denario de plata, que valía cuatro sestercios.64 La moneda de
circulación corriente de menor valor era el as de bronce, que valía un cuarto de sestercio.65
El lingote no se consideraba moneda y se usaba solo en negocios en las regiones
fronterizas. Los romanos de los siglos I y II contaban las monedas en lugar de pesarlas, lo
que indica que el valor se atribuía según su valor fiduciario, y no el valor del metal.66

Roma no tenía banco central, por lo que la regulación del sistema bancario era mínima.
Las reservas de los bancos de la Antigüedad clásica eran en general inferiores a los
depósitos totales de los clientes. La mayoría de los bancos tenían solo una sucursal,
aunque algunos de los más grandes tenían hasta quince sucursales.66 Un banquero
comercial llamado argentarius recibía y mantenía depósitos por un tiempo indefinido o
plazo fijo, haciendo también préstamos a terceros.67 Un individuo con deuda podía utilizarla
como forma de pago, transfiriéndola a otra parte y sin ningún cambio de dinero. El sistema
bancario estaba presente en todas las regiones y permitía cambiar grandes cantidades de
dinero en cualquier lugar sin necesidad de transferencias físicas de moneda, lo que
reducía el riesgo asociado al transporte. Se tiene conocimiento de al menos una crisis
crediticia en el Imperio, ocurrida en el año 33, durante la cual el gobierno central intervino
en el mercado con un rescate financiero (mensae) de 100 millones de sestercios.66

El gobierno no pidió dinero prestado: en ausencia de deuda pública, el déficit tuvo que ser
financiado con reservas monetarias.68 Durante la crisis del siglo III, la disminución del
comercio de larga distancia, la interrupción de la minería y la transferencia de valores al
exterior por parte de los invasores redujeron significativamente el dinero en circulación. 6966
Los emperadores de las dinastías antonina y severa devaluaron drásticamente la moneda,
particularmente el denario, debido a la presión con el pago a los militares. 70 La
repentina inflación durante el reinado de Comodo (r. 180-192) puso en riesgo el mercado
crediticio. Aunque la moneda romana siempre tuvo un valor fiduciario, durante el reinado
de Aureliano (r. 270-275) la crisis económica alcanzó su punto máximo, provocando que
los banqueros perdieran la confianza en el dinero emitido por el gobierno
central. Diocleciano (r. 286-305) implementó varias reformas monetarias e introdujo
el sólido de oro, pero el mercado crediticio nunca recuperó su fuerza anterior.66

Transporte y comunicaciones[editar]
Artículo principal: Calzada romana

Calzada romana en la entrada de la ciudad de Gerasa.


Los romanos favorecían el transporte de mercancías por mar o río, ya que el transporte
por tierra era más difícil.71. Los veleros romanos navegaban no solo por el Mediterráneo
(Mare Nostrum), sino también por todos los principales ríos del imperio, incluido
el Guadalquivir, el Ebro, el Ródano, el Rin, el Tíber y el Nilo.72

El transporte terrestre hizo uso de una compleja y avanzada red de calzada romana. Los
impuestos en especie pagados por las comunidades locales requerían viajes frecuentes de
funcionarios administrativos, animales y vehículos de curso público (Cursus publicus, el
sistema estatal de correos y transporte implementado por Augusto).73 La primera vía ,
la Vía Apia, fue creada en el 312 a. C. por Apio Claudio el Ciego, para unir Roma con la
ciudad de Capua.74 A medida que el imperio se expandía, la administración adaptó el
mismo esquema en provincias. En su apogeo, la red de carreteras romanas tenía hasta
400 000 km de carreteras, 80 500 de las cuales estaban pavimentadas.7576

Cada siete o doce millas romanas había una mansio, una estación de servicio para los
funcionarios públicos mantenida por el Estado. Entre los empleados de estos puestos se
encontraban choferes, secretarias, herreros, veterinarios y algunos militares. La distancia
entre las mansiones se determinaba por la distancia que podía recorrer un carro en el
transcurso de un día y algunas podían crecer hasta convertirse en pequeñas ciudades o
almacenes comerciales.77 Además de las mansiones, algunas tabernas ofrecían
alojamiento, alimentación animal y, eventualmente, servicios de prostitución.78 Los
animales de transporte más comunes eran las mulas, que viajaban a una velocidad de
cuatro millas por hora.79 Para tener una idea del tiempo de comunicación, un mensajero
necesitaba nueve días para viaje entre Roma y Mogontiacum, en la provincia de Germania
Superior.80 Los caminos estaban marcados por miliarios colocados en intervalos de unos
mil pasos (1480 metros).81

Sociedad[editar]
Banquete entre generaciones, representado en una
pintura mural de Pompeya, siglo I, hoy en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.
El Imperio romano era una sociedad multicultural, con una sorprendente capacidad de
cohesión capaz de crear un sentido de identidad común asimilando a los pueblos más
diversos.82 La preocupación romana por la creación de monumentos y espacios
comunitarios abiertos al público, como foros, anfiteatros, circos o balnearios, ayudó a
establecer el sentimiento de «romanidad» común.83 Si bien la sociedad romana poseía un
complejo sistema de jerarquías, este es difícilmente compatible con el concepto moderno
de «clase social».84

Las dos décadas de guerra civil previas al gobierno de Augusto dejaron a la sociedad
romana tradicional en un estado de confusión y conmoción.85 Sin embargo, la dilución de la
rígida jerarquía de la república condujo a una creciente movilidad social entre los
romanos,8687 tanto hacia arriba como hacia abajo, y más expresiva que en cualquier otra
sociedad antigua documentada.88 Las mujeres y los esclavos tuvieron oportunidades que
antes les estaban prohibidas.89 La vida en sociedad en el Imperio, particularmente para
aquellos con recursos limitados, fue impulsada aún más por la proliferación
de asociaciones voluntarias y hermandades (collegia y sodalitates) formadas para diversos
fines: gremios profesionales y comerciales, grupos de veteranos, asociaciones religiosas,
gastronómicas clubes90 y compañías artísticas.91 En el gobierno de Nerón no era raro que
un esclavo fuera más rico que un ciudadano nacido libre, o un équite más influyente que
un senador.92

Ciudadanía[editar]
Según el jurista Gayo, la principal distinción entre personas en el derecho romano era
entre ciudadanos libres (liberi) y esclavos (servi).93 El estatus legal de los ciudadanos libres
aún podría especificarse según su ciudadanía. Durante el comienzo del imperio, solo un
número limitado de hombres tenían pleno derecho a la ciudadanía romana, lo que les
permitía votar, presentarse a las elecciones y ser ordenados sacerdotes. La mayoría de los
ciudadanos tenían solo derechos limitados, pero tenían derecho a protección legal y otros
privilegios que estaban prohibidos a quienes no tenían la ciudadanía. Los hombres libres
que vivían dentro del imperio, pero que no eran considerados ciudadanos, tenían la
condición de peregrinus, quienes eran considerados como «no-romanos».94 En el año 212,
mediante el Edicto de Caracalla, el emperador extendió el derecho de ciudadanía a todos
los habitantes del imperio, revocando todas las leyes que distinguían a los ciudadanos de
los no-ciudadanos.95

Esclavos[editar]
Mosaico de Duogga, Túnez ( siglo II ). Los dos
esclavos que llevan jarras de vino lucen la ropa común entre los esclavos y llevan
un amuleto contra el mal de ojo alrededor del cuello.
En la época de Augusto, alrededor del 35% de los residentes en Italia96 eran esclavos.97 La
esclavitud era una institución compleja y económicamente útil que sustentaba la estructura
social romana, puesto que la industria y agricultura dependían de ella. 98 En las ciudades,
los esclavos podían ejercer diversas profesiones, incluidos maestros, médicos, cocineros y
contables, aunque la mayoría realizaba solo tareas poco calificadas. Fuera de Italia, los
esclavos constituían en promedio entre el 10 y el 20% de la población.99 Aunque la
esclavitud disminuyó en los siglos III y IV, siguió siendo una parte integral de la sociedad
romana hasta el siglo V, desapareciendo gradualmente durante los siglos VI y VII. Esto
ocurrió en paralelo al declive de los centros urbanos y la desintegración del complejo
sistema económico.100

La esclavitud romana no se basó en la discriminación racial.101102 Durante la expansión


republicana, período en el que se generalizó la esclavitud, la principal fuente de esclavos
fueron los prisioneros de guerra de las más diversas etnias. La conquista de Grecia trajo a
Roma un gran número de esclavos extremadamente calificados y educados. Los esclavos
también podrían venderse en los mercados y, ocasionalmente, por piratas. Entre otras
fuentes de esclavos se encontraban el abandono de niños y la autoesclavitud entre los
más pobres.103 Los vernas (vernae) eran esclavos nacidos de una madre esclava que
nacieron y se criaron en la casa de sus dueños. Si bien no contaban con ninguna
protección jurídica particular, el propietario que maltrataba o no cuidaba su propiedad era
mal visto por la sociedad, ya que eran considerados parte de su familia, pudiendo incluso
ser hijos de los hombres libres de la familia.104105106

La legislación sobre esclavitud es bastante compleja.107 Según el derecho romano, los


esclavos se consideraban propiedad y no tenían personalidad jurídica. Un esclavo puede
ser sometido a formas de castigo corporal prohibidas a los ciudadanos, como la
explotación sexual, tortura y ejecución. En términos legales, un esclavo no puede «ser
violado», ya que la violación solo puede ejercerse sobre personas libres; el violador de un
esclavo tendría que ser acusado por el propietario por daños materiales.108109 Los esclavos
no tenían derecho a casarse, aunque a veces se reconocían las uniones y podían casarse
si ambos eran liberados.110 Técnicamente, un esclavo no podía poseer propiedades,111
aunque un esclavo que realizaba negocios podía tener acceso a un fondo o cuenta
individual (peculium), del que podía disponer libremente. Los términos de este variaron
según la relación de confianza entre el dueño y el esclavo. Un esclavo con aptitud para los
negocios podría tener una autonomía considerable para administrar empresas y otros
esclavos.112 Dentro de una residencia o taller, era común tener una jerarquía entre los
esclavos, con uno de estos liderando al resto.113 Los esclavos exitosos podían acumular
suficiente dinero para comprar su libertad o ser liberados por los servicios prestados.
La manumisión (liberación de esclavos) se hizo tan frecuente que, en el siglo II a. C., una
ley limitaba el número de esclavos que un propietario podía liberar.114

A raíz de las Guerras serviles (131-71 a. C.), la legislación intentó disminuir la amenaza de
rebeliones de esclavos limitando el tamaño de los grupos de trabajo y hostigando a los
fugitivos.115 A lo largo de los siglos, los esclavos ganaron una protección legal cada vez
mayor, incluido el derecho a presentar cargos contra sus amos. Un contrato de compra
podía evitar la prestación de un esclavo, ya que la mayoría de prostitutos y prostitutas eran
esclavos.116 El crecimiento de la trata de esclavos eunucos a finales del siglo I promovió
una legislación que prohibía la castración de un esclavo contra su voluntad.117

Libertos[editar]
A diferencia de las polis griegas, Roma permitió que los esclavos liberados se convirtieran
en ciudadanos, incluso teniendo derecho al voto.118 Un esclavo que obtuvo libertas fue
llamado liberto (libertus; «persona liberada») en relación con su antiguo amo, quien luego
se convirtió en su patrón (patronus). Sin embargo, las dos partes continuaron teniendo
obligaciones legales entre sí. La clase social de los libertos fue conocida como «libertinos»
(libertini), aunque más tarde los términos liberto y libertino (libertinus) se usaron
indistintamente.119 Un libertino no podía ocupar cargos en la administración pública o en el
sacerdocio estatal, aunque podía ejercer el sacerdocio en el culto imperial. Un liberto
tampoco podía casarse con una mujer de una familia de la orden senatorial ni formar parte
de esta, aunque durante el inicio del imperio los libertos ocuparon importantes puestos de
la administración.120

Órdenes[editar]

La élite de la sociedad romana estaba formada por


dos órdenes aristocráticas: los patricios (imagen) y los équites. Para ejercer cargos
políticos y administrativos era necesario pertenecer a una orden.
En el contexto del Imperio Romano, una orden (ordo; plural ordine ) significa una clase
aristocrática. Uno de los propósitos de los censos era determinar la orden a la que
pertenecía una persona en particular. En Roma, las dos órdenes con el estatus más alto
eran la orden senatorial (ordo senatorius) y la orden ecuestre (ordo equester). Fuera de
Roma, los decuriones (ordo decurionum) representaban a la aristocracia local. El cargo de
«senador» no era un cargo electivo. Un ciudadano fue admitido en el Senado después de
haber sido elegido y de haber servido durante al menos un período como magistrado. Un
senador también debe tener una riqueza de al menos un millón de sestercios.121122 No
todos los hombres que cumplían los criterios de la orden senatorial aceptaron un escaño
en el Senado, que requería domicilio en Roma. Dado que el Senado constaba de 600
escaños, los emperadores solían ocupar los escaños vacantes mediante designación
directa.123 El hijo de un senador pertenecía legítimamente a la orden del Senado, aunque
tenía que calificar por sus propios méritos para ser admitido en el Senado. Los senadores
podrían ser expulsados por violar las reglas de conducta moral; por ejemplo, no podían
casarse con una mujer

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