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IMPERIO ROMANO

El Imperio romano llegó a ser durante su esplendor (117 EC) la civilización con la
estructura socio-política más extensa del occidente.

Hacia el 285 EC, el Imperio había crecido demasiado para ser regido por el
gobierno central de Roma as que fue dividido por el emperador Diocleciano (r. 284-305
EC) en dos partes: el Imperio de oriente y el de occidente. El Imperio romano comenzó
cuando César Augusto (r. 27 AEC-14 EC) se convirtió en el primer emperador de Roma y
terminó en occidente, cuando el último emperador Romano, Rómulo Augusto (r. 475-476
EC) fue depuesto por el rey germano Odoacro (r. 476-493 EC). El este continuó siendo el
Imperio bizantino hasta la muerte de Constantino XI (r. 1449-1453 EC) y la caída de
Constantinopla ante los Turcos Otomanos en 1453 EC. La influencia del Imperio romano
en la civilización occidental fue profunda y sus contribuciones perduraron virtualmente en
cada aspecto de la cultura occidental.

Las primeras dinastías

Después de la Batalla de Actio en el 31 AEC, Cayo Octavio Turino, sobrino y


heredero de Julio César, se convirtió en el primer emperador de Roma y tomó el nombre de
César Augusto. A menudo se considera a Julio César como el primer emperador de Roma
pero esto no es correcto; él nunca tuvo el título de “Emperador” pero sí el de “Dictador”,
título que el senado se vió obligado a concederle ya que César tenía el mando supremo del
ejército, y poder político al mismo tiempo.

En cambio, el senado sí le otorgó a Augusto el título de emperador adulándolo y


concediéndole poder, ya que había destruido a los enemigos de Roma logrando así la tan
ansiada estabilidad.

AUGUSTO: “ENCONTRÓ A ROMA HECHA DE LADRILLO, PERO LA DEJÓ


HECHA DE MÁRMOL.”

Augusto gobernó el Imperio desde el 31 AEC hasta el 14 EC cuando muere.


Durante este tiempo, tal y como él mismo cuenta: “ encontró a Roma hecha de ladrillo pero
la dejó hecha de mármol”. Augusto reformó las leyes de la ciudad y por extensión, las del
imperio, aseguró las fronteras romanas, inició grandes obras públicas (llevadas a cabo por
su fiel general Agripa (l. 63-12 AEC), quién construyó el primer panteón), y aseguró la
fama del Imperio por tener el mayor poder cultural y político conocido hasta entonces. La
“Pax Romana” (Paz Romana), también conocida como “Paz Augusta”, que él mismo inició,
fue un periodo de paz y prosperidad desconocida hasta entonces y que duraría más de 200
años.

Cuando Augusto muere, el poder pasa a manos de su heredero, Tiberio (r. 14-37
EC), que continúa muchas de las políticas de Augusto pero que no tuvo la fuerza de
carácter y la visión que definió a Augusto. Su línea de trabajo continuó, más o menos
constante, con los emperadores que le sucedieron: Calígula (r. 37-41 EC) , Claudio (r. 41-
54 EC)y Nerón (r. 54-68 EC) . A estos cinco primeros gobernantes del Imperio se les
conoce como la dinastía Julio Claudia, debido a ser descendientes de la familia/gens (por
nacimiento o mediante la adopción), Julia y Claudia. Si bien Calígula se hizo famoso por su
depravación y aparente locura, la primera parte de su reinado fue encomible como la de su
sucesor, Claudio, quien logró expandir el poder de roma y las fronteras en Britania. El
gobierno de Nerón fue un caso diferente. Calígula y Claudio fueron asesinados durante su
reinado (Calígula por su guardia pretoriana y Claudio aparentemente por su esposa). El
suicidio de Nerón dio fin a la dinastía Julia-Claudia e inició un periodo de inestabilidad
social conocida como “El año de los cuatro emperadores”.

Los cuatro emperadores fueron: Galba, Otón, Vitelio y Vespasiano. Después del
suicidio de Nerón en el 68 EC, Galba asume el mando del Imperio(69 EC) y casi de forma
inmediata se vió que no encajaba en el puesto. Fue asesinado por la guardia pretoriana.
Otón le sucedió el mismo día de su muerte y algunos registros antiguos comentan que se
esperaba que fuera buen emperador. Sin embargo, el general Vitelio buscó acaparar todo el
poder y comenzó una breve guerra civil que terminó con el suicidio de Otón y el ascenso al
trono de Vitelio, quien demostró no ser mejor que Galba dedicándose a una vida de lujo y
ocio, dejando de lado sus responsabilidades. Las legiones declararon al general Vespasiano
emperador y marcharon contra Roma. Vitelio fue asesinado por los hombres de Vespasiano
y éste tomó el mando justo cuando hacía un año que Galba había ascendido al trono.

Con Vespasiano comienza la dinastía Flavia que se caracterizó por promover


grandes proyectos de obras públicas, prosperidad económica y la expansión del imperio.
Vespasiano gobernó desde el 69 al 79 EC, y durante este periodo comenzó las obras del
anfiteatro Flavio (el famoso Coliseo de Roma) que sería completado durante el reinado de
su hijo Tito (gobernó desde el 79 hasta el 81 EC). Durante el principio del gobierno de Tito,
se produjo la erupción del monte Vesubio (79 EC) que enterró las ciudades de Pompeya y
Herculano.

Las fuentes antiguas coinciden en alabar la gestión del desastre incluyendo el gran
incendio de Roma en el 80 EC. Tito murió de unas fiebres en el 81 EC y fue sucedido por
Domiciano que gobernó desde el 81 EC hasta el 96 EC. Domiciano aseguró y expandió las
fronteras de Roma y reparó los daños causados por el gran incendio de Roma; continuó con
los proyectos de obra pública iniciados por su hermano y mejoró la economía del imperio.
A pesar de eso, su métodos y políticas autocráticas lo hicieron impopular entre el senado
romano. Fue asesinado en el 96 EC.

Los cinco emperadores buenos

El sucesor de Domiciano fue su consejero, Nerva, quien funda la dinastía Antonina


que gobernó Roma entre el 96 y el 192 EC. Este periodo estuvo marcado por una creciente
prosperidad debido a los llamados “Cinco buenos emperadores de Roma”. Entre los años
96 y 180 EC, cinco hombres excepcionales gobernaron Roma y llevaron al Imperio romano
a un nuevo periodo de esplendor:

Nerva (r. 96-98 EC)

Trajano(r. 98-117 EC)

Adriano (r. 117-138 EC)

Antonino Pío (r. 138-161 EC)

Marco Aurelio (r. 161-180 EC)

Bajo su mandato, el Imperio romano se hizo más fuerte, estable, y se expandió en


tamaño y alcance. Lucio Vero y Cómodo son los dos últimos emperadores de la dinastía
Antonina. Vero fue coemperador con Marco Aurelio hasta su muerte en el 169 EC y parece
que fue una unión poco efectiva. Cómodos (r. 180-192 EC) , hijo y heredero de Aurelio fue
uno de los emperadores más despreciados en la historia de Roma, y fue conocido por su
tren de vida lujoso a costa del imperio. Murió estrangulado por su compañero de lucha en la
bañera en 192 EC; con la muerte de Cómodo termina la dinastía Antonina y sube al poder
el prefecto Pertinax (del que se dice que planeó el asesinato de Cómodo).

La dinastía severa. Pertinax gobernó durante tres meses hasta que fue asesinado. Le
siguieron en rápida sucesión otros cuatro emperadores en un periodo conocido como “ El
año de los cinco emperadores” que terminó con el ascenso al poder de Séptimio Severo.
Éste emperador gobernó Roma entre el 193-211 EC, fundó la dinastía severa, que derrotó a
los los partos, y expandió el imperio. Sus campañas en África y Britania fueron enormes y
costosas contribuyendo a las dificultades financieras de Roma. Fue sucedido por sus hijos
Caracalla y Geta siendo este último asesinado por Caracalla.

Caracalla gobernó hasta el 217 EC, cuando fue asesinado por su guardaespaldas.
Fue bajo su gobierno cuando la ciudadanía romana se extendió a todos los hombres libres
del imperio. Esta ley se creó con el propósito de recaudar impuestos ya que después de su
promulgación, el Imperio tenía más habitantes a los que aplicar las leyes de recaudación. La
dinastía severa continuó bajo la manipulación de Julia Maesa (a la que refiere como
emperatriz), hasta el asesinato de Alejandro Severo (r. 222-235 EC) en el 235 EC que llevó
al Imperioa un periodo de caos conocido como la crisis del siglo III (duró desde el 235
hasta el 284 EC)

Dos imperios: Oriente y Occidente. A este periodo se conoce también como La


crisis del Imperio y se caracteriza porque Roma se encuentra en una guerra civil constante,
ya que varios líderes militares luchan entre sí por el control del Imperio. La crisis además
es notoria por la inestabilidad social y económica generalizada (debida en parte a la
devaluación de la moneda romana que impulsaron los severos), y finalmente, la disolución
del imperio que se dividió en tres regiones diferentes.El imperio fue reunificado por
Aureliano (270-275 EC), cuyas políticas fueron desarrolladas y mejoradas aún más por
Dioclesiano quien estableció la Tetrarquía (gobierno de cuatro) para mantener el orden a lo
largo y ancho del imperio.
A pesar de esto, la extensión territorial del imperio era tal que Diocleciano en el 285
EC lo dividió en dos mitades para facilitar la gestión. Así es como se crea el Imperio
Romano de Oriente (también conocido como Imperio Bizantino) y el Imperio Romano de
Occidente. Dado que una de las principales causas de la crisis imperial era la falta de
claridad en la sucesión, Dioclesiano decretó que los sucesores deberían ser elegidos y
aprobados desde el comienzo del reinado de un individuo. Dos de estos sucesores fueron
los generales Magencio y Constantino. Dioclesiano se retiró voluntariamente en el 305 EC,
y la tetrarquía se disolvió ya que las regiones rivales en el imperio se enfrentaban entre sí
por el predominio. A la muerte de Diocleciano en el 311 EC, Majencio y Constantino
llevaron al imperio a una nueva guerra civil.

Constantino y el cristianismo. En el año 312 EC Constantino venció a Majencio en


la batalla del puente Milvio y se convirtió en único emperador del Imperio oriental y
occidental (gobernó desde 306-337 EC, pero teniendo el poder supremo entre 324 y 307
EC). Dado que Constantino creía que Jesucristo era responsable de su victoria, Constantino
decretó una serie de leyes, tales como el Edicto de Milán (313 CE), por las que ordenaba
tolerancia religiosa en todo el imperio y más específicamente tolerancia con el cristianismo.

Constantino eligió la figura de Jesús para legitimar y aumentar su autoridad y poder


del mismo modo que otros emperadores habían usado la misma técnica (Caracalla se
identificaba con Serapis y Diocleciano con Júpiter). El primer Concilio de Nicea (325 EC)
fue presidido por Constantino para establecer los elementos de la nueva fe y para decidir
sobre aspectos tales como el origen divino de Jesús; en este concilio se decidió cuáles
manuscritos serían compilados para formar el libro conocido como Biblia. El emperador
Constantino estabilizó el imperio, revaluó la moneda y reformó el ejército; además fundó la
ciudad de Nueva Roma sobre la antigua Bizancio (Estambul), que terminó llamándose
Constantinopla. Este emperador es conocido como Constantino el Grande, y es llamado así
por los autores cristianos posteriores que lo vieron como a un paladín de la fé cristiana sin
embargo, y tal y como comentan historiadores recientes, el título de Grande se le podría
atribuir fácilmente a sus reformas religiosas, culturales y políticas, como así también a sus
destrezas en batalla y a sus proyectos de construcción a gran escala. Después de su muerte,
sus hijos heredaron el imperio y rápidamente se sumieron en una serie de conflictos
familiares que llegaron a amenazar todo el trabajo de Constantino.

Sus tres hijos, Constantino II, Constante II y Constancio se dividieron el imperio


pero comenzaron a luchar entre ellos para ver quién merecía más. Durante estas disputas,
Constantino II y Constante murieron. Constancio II murió después de nombrar a su primo
Juliano su heredero y sucesor. El emperador Juliano gobernó dos años (361-363 EC) y
durante ese tiempo, intentó devolver a Roma su gloria pasada mediante una serie de
reformas que tenían el objetivo de aumentar la eficiencia de gobierno. Juliano era un
filósofo neo platónico y por ello rechazaba la doctrina cristiana y achacaba la crisis del
imperio a la relación de Constantino con la religión. A pesar de que la política oficial de
Juliano era de tolerancia con el cristianismo, terminó por quitar de puestos de gobierno de
responsabilidad a personajes cristianos; también prohibió la enseñanza del cristianismo y su
difusión; además vetó a los cristianos la entrada al ejército. Juliano murió en la campaña
contra los persas y con él se terminó la dinastía que Constantino había comenzado. Fue el
último emperador pagano de Roma y se le llegó a conocer como a “Juliano el apóstata” por
su oposición al cristianismo.

Después del corto mandato de Joviano, que restableció el cristianismo como la fé


del imperio y que revocó los edictos de Juliano, la responsabilidad del imperio recayó en
Teodosio I, Teodosio (379-395 EC) quien puso fin a las reformas religiosas iniciadas por
Constantino y continuadas por Joviano. Prohibió el culto pagano, convirtió los templos
paganos en iglesias cristianas, y cerró escuelas y universidades, tras proclamar al
cristianismo como la religión estatal de Roma en 380 EC.

Fue durante esta época cuando la famosa academia de Platón fue cerrada por
decreto del emperador Teodosio. Muchas de sus reformas fueron impopulares para la
aristocracia romana y para el pueblo llano que aún mantenían el culto pagano. La unidad de
las tareas sociales y la creencia religiosa que aportaba el paganismo fue apartada por la
institución de una religión que quitó el nexo de los dioses con la tierra y los humanos y
proclamó a un solo dios que gobernaba desde el cielo. Este nuevo dios, a diferencia de los
dioses antiguos, no sentía ningún interés especial por Roma –era el dios de todas las
personas– y esto distanció la religión de Roma respecto del Estado romano. Anteriormente,
las creencias religiosas romanas eran promovidas por el Estado y los rituales y los festivales
venían a fortalecer el estatus del gobierno. Teodosio I destino tantos esfuerzos a propagar el
cristianismo que dejó de lado sus tareas como emperador y fue el último que gobernaría los
imperios De Occidente y Oriente.

La caída del Imperio romano: Desde el 376 hasta el 382 EC, Roma luchó una
serie de batallas contra los invasores góticos conocidas como las Guerras Góticas. El
emperador romano Valente (r. 364-378 EC) fue vencido en la batalla de Adrianópolis, el 9
de Agosto del año 378 EC y muchos historiadores marcan esta fecha como clave en la caída
del Imperio romano de occidente. Hay otras teorías que intentan explicar el inicio del
declive pero a día de hoy no hay un acuerdo universal en los factores de la caída del
Imperio romano. Edward Gibbon argumentó en su famosa “The History of the Decline and
Fall of the Roman Empire” que el cristianismo jugó un papel fundamental ya que la nueva
religión minó las costumbres sociales del imperio que proporcionaba el paganismo. .

La teoría de que el cristianismo fue una causa clave en la caída del imperio ya se
debatía mucho antes de que Gibbon expusiera su teoría. Orosio (siglo V, CE) argumentó a
favor de la inocencia del cristianismo durante el declive de Roma ya en el 418 EC. Orosio
decía que fueron las prácticas paganas las que contribuyeron a la caída de Roma. Otros
factores que contribuyeron a la decadencia de Roma incluyen:

-Inestabilidad política debida al tamaño del imperio.

-Los intereses propios de las dos mitades del imperio.

-La invasión de las tribus bárbaras.

-Corrupción en el gobierno.

-Ejércitos mercenarios.

-Sobre-dependencia en el trabajo esclavo.

-Desempleo e inflación masivos.

La ingobernable vastedad del imperio, incluso dividido en dos, lo hacían difícil de


administrar. El Imperio Oriental florecía mientras el Imperio Occidental subsistía y ninguno
pensó mucho en ayudar al otro. Roma Oriental y Roma Occidental se veían más como
competidores que como compañeros de equipo y trabajaban principalmente persiguiendo su
interés particular. El creciente poderío de las tribus germánicas y sus constantes incursiones
en Roma podrían haber sido manejados más efectivamente, sino fuese por la corrupción
gubernamental, especialmente entre los gobernadores de provincias, y si los romanos en
general hubiesen dado un trato justo a los godos.

El ejército romano, formado en gran medida por mercenarios bárbaros que no tenían
lazos étnicos con Roma, ya no podían salvaguardar las fronteras tan eficientemente como lo
habían hecho alguna vez ni el gobierno podía seguir recaudando impuestos fácilmente en
las provincias. Más aún, la depreciación de la moneda, que comenzó durante la dinastía de
los Severos, había alentado sostenidamente la inflación, y el trabajo esclavo, que era el más
extendido, privaba a los ciudadanos de las clases bajas de sus empleos y así los niveles de
paro se disparaban. La llegada de los visigodos al imperio en el siglo III CE, huyendo de
los invasores Hunos, y sus subsiguientes rebeliones, han sido citadas como factores que
contribuyeron a la decadencia.

El Imperio romano de occidente terminó oficialmente el 4 de septiembre del año


476 de la Era Común, cuando el emperador Rómulo Augústulo fue depuesto por el rey
germano Odoacro (si bien algunos historiadores datan el acontecimiento en el 480 EC con
la muerte de Julio Nepote).

Invasiones del Imperio Romano: El Imperio romano del este continuó como el
Imperio bizantino hasta 1453 y a pesar de que al principio se le llamaba Imperio romano,
ya no se asemejaba al mismo. El Imperio romano occidental se convertiría en el Sacro
Imperio romano (962-1806 EC), que era un imperio solo en el nombre.

El legado del Imperio romano: Los inventos y la innovación que se generó en el


Imperio romano alteraron las vidas de sus antiguos habitantes y continúan aplicándose en
distintas culturas de todo el mundo aún hoy día. Los avances en la construcción de
caminos, en la arquitectura, fontanería, la construcción de acueductos, e incluso cemento de
rápido secado fueron inventadas o mejoradas por los romanos. El calendario usado en
occidente viene del que Julio César proclamó y los nombres de los días de la semana (en
lenguas romances como el español) y meses y años también provienen de Roma. Incluso la
práctica de devolver alguna compra que uno ya no quiere viene de Roma, cuyas leyes
consideraban legal que un consumidor retornara alguna mercancía defectuosa o no deseada
al vendedor.

Los complejos de apartamentos (conocidos como ínsulas), retretes públicos,


candados y llaves, periódicos e incluso los calcetines, todos son inventos romanos: zapatos,
el sistema postal (copiado de los persas), cosméticos, lupa y el concepto de la sátira en
literatura. Durante la época del imperio se hicieron muchos avances en los campos de la
medicina, leyes, religión, el gobierno y la guerra. Los romanos eran adeptos a coger
prestado y mejorar aquellos elementos o conceptos que encontraron en las tribus locales de
las regiones que iban conquistando. Es por ello que es difícil saber qué es invención romana
y qué es una mejora o en un concepto, técnica o herramienta que ya existía. Sin embargo
podemos estar seguros de que el Imperio romano dejó un legado que continúa afectado a la
forma de vida de las personas incluso en nuestros días.

AUGUSTO Y LA TRANCICIÓN DE LA REPUBLICA AL IMPERIO

El período comprendido entre los 133 y 27 a.C. será una etapa tremendamente
convulsa en la historia de Roma. La compleja situación económica, social y política llevará
a momentos de tensión como los vividos con los Gracos o las guerras sociales donde se
enfrentarán los nobles con la plebe. El gran paso hacia un sistema político en el que se
acumula el poder en manos de una sola persona lo dará Sila. La sistematización de Sila
desde su cargo de dictador (82-79) fue muy importante en tanto en cuanto supuso una
ampliación de la clase dirigente y, en general, una mayor adecuación de los mecanismos
estatales a la nueva situación de Roma como cabeza de un imperio.

Una de las consecuencias de la reforma de Sila que influyó en gran medida en la


política y en el propio final de la República estriba en el hecho de que él había concentrado
todo el poder político en manos del Senado, pero no sucedía lo mismo con el poder
ejecutivo. Se inició un camino sin retorno que conducía constantemente al Senado a confiar
el ejecutivo a un hombre fuerte, a un general que, además, fuese político. Al mismo tiempo,
los populares iniciaron una enloquecida carrera por ocupar el poder, provocando un
fortalecimiento del personalismo a la hora de gobernar. El fortalecimiento del poder
personal conducirá a medio plazo a los triunviratos y las dictaduras de César o Augusto,
suponiendo el fin de la República y el principio de una nueva etapa: el Imperio. A pesar de
tan convulsa situación, Roma sigue incorporando nuevos territorios.

Cuando muera César, en el año 44 a.C., se habrá sumado al mundo romano toda la
Galia. También serán provincias romanas el África Nova, Cirene y Creta. Por último, se
han incorporado las provincias de Bithinia-Pontus, Cilicia, Chipre y Siria. El Primer
Triunvirato se inicia en el año 60 a.C. Pompeyo, Craso y César, como miembros de él,
controlaron la vida política romana, provocando una crisis que conduciría a la
desintegración del Senado y de la clase de los optimates, especialmente por las decisiones
de carácter popular que se llevaron a cabo. Entre el año 58 y 51 a.C. se desarrolla la guerra
de las Galias donde César resultará vencedor, subiendo su influencia política en Roma. La
candidatura de César al Senado en el año 49 a.C. provocará intensas controversias en
Roma. La Curia ordenó al general que depusiese su poder y regresara a Italia. La postura
beligerante del Senado -cuyas tropas serían dirigidas por Pompeyo- provocaría la Guerra
Civil. La Guerra Civil que vive Roma entre 49 y 45 a.C. enfrentará a Pompeyo como líder
del partido senatorial y César como jefe de los populares. Tras tomar César toda Italia en
unos meses sin encontrar resistencia, las luchas se celebraron en África, Hispania y Grecia,
donde tuvo lugar la definitiva batalla de Farsalia, en la que Pompeyo cayó derrotado.

En Munda César venció a los hijos de Pompeyo, poniendo fin a la contienda. En el


año 46 a.C. César será nombrado dictador, poniendo en marcha una reforma legislativa de
carácter estatal, intentando superar los partidos. La concesión de ciudadanía, la creación de
colonias o la ley agraria fueron algunas de las medidas que César dispuso antes de su
asesinato en las puertas del Senado en marzo del año 44 a.C. La llegada de Octavio a Roma
tras la muerte de César, su padre adoptivo, supondrá el inicio de la carrera política del
futuro Augusto. Entre los años 43 y 33 a.C. M. Antonio, Octaviano y Lépido formaron el
Segundo Triunvirato para repartirse el gobierno del mundo romano. Durante este tiempo se
pondrá en marcha buena parte del programa político de César.
En el reparto del gobierno de las provincias entre los triunviros, le correspondió a
Antonio la Cisalpina y la Galia Comata, a Lépido la Narbonense y las dos provincias de
Hispania, mientras Octaviano se quedaba con las islas de Cerdeña y Sicilia además de
la Numidia y Africa. Los asesinos de César, Bruto y Casio, murieron en la batalla de
Filipos y con ellos cayeron los ideales republicanos. Cuando Marco Antonio dejó de tener
derechos sobre el gobierno de la Galia Cisalpina decidió coger las armas, provocando la
guerra de Módena (44-43 a.C.) de la que salió vencedor el Senado. Octavio presionó a
la Curia para ser designado cónsul y desde ese momento cambió su política, tomando a
César como inspiración. La ruptura entre Octavio y los republicanos era un hecho. El
tratado de Bríndisi (40 a.C.) supuso la partición del territorio bajo control romano: el
gobierno de Oriente quedaba en manos de Antonio, para Octavio queda el Occidente y para
Lépido África. Antonio continuó la lucha contra los partos y se alió con Cleopatra, lo que
fue presentado en Roma como el inicio de la sumisión de Occidente a Egipto. Esta
maniobra publicitaria permitió a Octavio ganarse la voluntad del Senado y las legiones para
luchar contra Antonio. La batalla de Accio (31 a.C.) ganada por Octavio motivará que éste
se convierta en el único dueño del poder. En el año 27, el Senado reconoce el gran poder
acumulado por Octavio y le otorga el título honorífico de Augusto, con lo que se inicia el
imperio romano.

Principado

El Principado se produce en el tercer período de Roma que abarca desde el año 27


a.C. con la llegada de Augusto al gobierno, hasta la llegada de Dioclesano en el 284 d.C.

El Principado fue una monarquía colegiada, al cual luego le va a proceder el


Dominado (cuarto período) que se va a caracterizar por ser una monarquía absoluta, sin
asociados al gobierno; a diferencia del principado, que es una democracia autoritaria.

El Principado fue evolucionando notoriamente hacia una autocracia fundada en el


poder militar desde Augusto hasta Dioclesano.

Los romanos concibieron al Principado como un régimen temporal de acuerdo a las


circunstancias del momento, pero lo cierto es que esto no se dio de esta manera.
Esta etapa en la historia de Roma ha recibido varios nombres:

 Principado: en relación con el título que recibe Augusto (Octavio) y sus


sucesores: princeps (que más tarde será reemplazado por un dominus)

 Diarquía: palabra de origen griego que significa “gobierno de dos cabezas”.


Según Lapieza Elli significa “dos entes soberanos”: el príncipe y el senado.

 Alto Imperio o Imperio Republicano: por las particulares características de


régimen donde se entremezclan elementos de la constitución republicana con los de un
gobierno absoluto y autocrático. Las causas son las siguientes:

 Expansión territorial de Roma como consecuencia de las guerras de conquista


(perfeccionamiento de su hegemonía).

 La falta de adecuación de la constitución política republicana a las mismas


necesidades del imperio.

 Desequilibrio socioeconómico: los ciudadanos están obligados a participar en las


campañas militares, por lo tanto no pueden cosechar las tierras y en consecuencia
tampoco pueden afrontar el pago de los tributos.

El Principado se inicia con la dinastía Julio-Claudia (luego le seguirán los Flavios,


los Antoninos, etc.), pertenecientes a la aristocracia romana. La dinastía Julio-Claudia (la
primera dinastía imperial romana, formada por miembros de las gens Julia y Claudia) se
inicia con Agusto (27 a.C.-14 d.C.). Le sucede Tiberio (14-37 d.C.). A Tiberio le sigue
Calígula (37-41 d.C.). A Calígula se sucede Claudio (41-54 d.C), y el último de la disnastía
Julio-Claudiana es Nerón (54-68 d.C).

A partir de la dinastía de los Severos (de territorios remotos, de la zona oriental


menos romanizada), con Lucio Septimio Severo -emperador romano, fundador de la
dinastía de los Severos, que reinó desde el 193 hasta el 234 con la llegada de Severo
Alejandro- se acentuó el carácter militar y despótico del poder imperial. El régimen se
tornó autocrático y finaliza con el asesinato de Alejandro Severo en el 234 que es el último
de la dinastía.

A partir de este asesinato, comienza la anarquía militar del siglo III.

Característica del Principado en general.

La subsistencia en el aspecto exterior de todos los órganos de gobierno del régimen


republicano: subsisten todas las magistraturas, el senado y los comicios.

Se trata entonces de una original estructura política donde superviven todas


instituciones de la respública al lado del creciente poder autocrático del princeps, que irá
absorbiendo todo el poder político.

Naturaleza política del Principado.

Existen diversas teorías al respecto:

 El principado fue una monarquía insertada en una estructura republicana.

 Se habla de una dualidad del régimen: por un lado, la república tradicional como
estado protegido y, por el otro, una monarquía como estado protector.

 El principado sería la continuación de la República, pero destacando su carácter


aristocrático por la primacía del senado.

 La teoría de Theodor Mommsen (historiador alemán especialista en historia


romana, cuya obra principal es “La historia de Roma”) sostiene que dada la división del
imperio entre el príncipe y el senado, el Principado fue una diarquía.

 Se considera al régimen político como una democracia autoritaria: democracia


porque el acceso a los distintos puestos del poder estaba abierto a todos los ciudadanos, y
autoritaria porque el príncipe es el titular de un poder soberano y no estaba sometido a
control alguno.
Formación del Principado.

Esta es la estructura burocrática en la que se va a apoyar el príncipe.

El príncipe irá, poco a poco, absorbiendo el poder de los órganos respublicanos


(senado, magistraturas y comicios).

Poderes del Príncipe.

Augusto va a recibir las distintas atribuciones de forma sucesoria y a través del


senado. Estas son rectificadas por el pueblo en los comicios. Los sucesores de Augusto
reciben atribuciones en bloques.

Atribución típica de Roma.

Cura Et Tutela auctoritas (ratificación del senado).

A través de ella, el príncipe va a poder dirigir la política exterior, poder declarar la


guerra o concretar la paz. Tendrá la facultad de distribuir el Ager Publicus sobre el
territorio conquistado, conceder la ciudadanía, dictar ordenanzas de carácter general o
particular, va a poder designar candidatos a las magistraturas (Dominatio), recomendar
candidatos (Conmendatio) para que pudieran presentarse a la magistratura superior, es
decir, que alteraba el Cursus Honorum.

Otra facultad es que no está limitado en su accionar ni por las leyes ni por el veto de
los tribunos. Recibe también el Imperium Pro Consular: podrá gobernar las provincias que
estaban reservadas al senado y al pueblo romano (afueras de Italia), y el Imperium
Consular: el príncipe gobierna Italia. Va a poder supervisar la gobernación del territorio
reservado al senado (provincias senatoriales). Podrá tener también el mando del senado y
los ejércitos del imperio romano. Recibe la Potestad Censoria: poderes y atribuciones del
censor, y la Potestad Tribunicia: es decir, los poderes del tribuno

Dominado (Romano)
El Dominado (235 d. C. - 476 d. C.) fue la despótica última de las dos fases de
gobierno en el antiguo Imperio romano entre su establecimiento en 27 a. C. y la fecha
formal del colapso del Imperio de Occidente, en 476. En el año 235 d. C. muere el último
emperador de la dinastía de los Severos, Alejandro Severo, la cual había mantenido el
orden, una relativa paz y el esquema del Imperio romano. Tras esta muerte se inicia un
período caracterizado por la anarquía militar. Constituye la evolución del principado, se
implantará un gobierno absoluto y el dominus (emperador) es el único que implantará
derecho mediante tres vías: Leyes generales, pragmáticas y rescriptos.

El principio básico de creación del derecho es: 'Lo que el príncipe place en forma de
ley, es derecho.'

Durante los 50 años siguientes el ejército tiene cada vez más protagonismo a la hora
de tomar decisiones y de elegir los emperadores, lo cual será un elemento desestabilizador.
Durante esos 50 años se suceden más de 20 emperadores.

En el año 212 d. C. el emperador Antonino Caracalla concede la ciudadanía romana


a todos los habitantes del Imperio romano, lo que crea una pérdida de los valores y
tradiciones más antiguos.

Latín dominus, que significa señor o dueño, como un propietario frente a


su esclavo esto había sido usado servilmente para dirigirse a los emperadores desde la
época Julio-Claudia en adelante, pero nunca como un título a Tiberio en particular se le
conoce por haberlo vilipendiado abiertamente. Se hizo común con Diocleciano, que es por
tanto el lógico elegido para encabezar la lista de gobernantes del dominado temprano. Es en
esta época también que aparecen sobre las monedas y demás piezas, y la titulación imperial,
las palabras Dominus noster, ‘nuestro señor’.

La primera fase del gobierno imperial, conocida como el Principado, cuando las
formalidades de la nunca constitucionalmente abolida República eran todavía la imagen
«políticamente correcta», también suele concluirse con la llegada de la Crisis del siglo
III de 235–284, que concluyó a su vez cuando Diocleciano se convirtió en Emperador.
Cambiando el concepto de emperador de las formalidades republicanas de los primeros tres
siglos del Imperio, Diocleciano introdujo un nuevo sistema de reinado de una coalición de
cuatro personas, la Tetrarquía, eligiendo el deshuso del título princeps, además de
manifestar abiertamente la cruda realidad del poder imperial y adoptar un estilo de gobierno
helenístico, más influenciado por la veneración de las deidades orientales del
antiguo Egipto y el Imperio persa que por la tradición de cooperación civil entre la clase
gobernante transmitida desde la República Romana.

Se puede argumentar que más crucial que el título escogido fue la anterior adopción
del estatus divino como divus, originalmente un honor póstumo excepcional reconocido por
el Senado, y más tarde entregado al emperador en vida (y a otros miembros de su familia),
convirtiéndose en un privilegio no escrito de la corona.

Otro claro síntoma del elevado estatus imperial fue que éste llegó a encarnar la
noción (abstracta durante la República) de la majestad de Roma, así que cualquier crimen
contra ésta podía ser castigado como si se tratara de alta traición.

Los historiadores contemporáneos rechazan la interpretación de una transición del


Principado al Dominado tan claramente ocurrida; más bien la tildan de una transformación
más sutil y gradual, en la cual las reformas de Diocleciano en el oficio imperial, aunque
significativas, son solo un punto de una larga lista. Sin embargo, la distinción entre las dos
fases principales del gobierno imperial se antoja importante y útil.

FRAGMENTACIÓN Y DECLIVE ROMANO

Fuera de las fronteras del Imperio Romano vivían los bárbaros (para los romanos
este término significaba extranjero; también tosco, inculto, salvaje):
hunos, en las estepas de Asia
germanos, en el Norte y Este de Europa: organizados en tribus dirigidas por
una asamblea de guerreros que elegía al jefe, eran agricultores y ganaderos
itinerantes y tenían relaciones con los romanos (unas veces pacíficas y otras
violentas, por eso los romanos fortificaron la frontera en el Rin y Danubio).
A partir del siglo III, empezó una profunda crisis en el Imperio Romano: los precios
de los productos subieron, el comercio disminuyó y la economía se estancó; a la muerte de
un emperador, estallaban guerras civiles entre los ejércitos imperiales partidarios de uno u
otro candidato. Aprovechando esta debilidad, algunos pueblos bárbaros cruzaron las
fronteras del Imperio.

En el 395 el emperador romano Teodosio dividió el Imperio en dos partes para


facilitar su defensa, asignando cada una de ellas a uno de sus hijos:

-Imperio Romano de Occidente, con capital en Roma, para su hijo Honorio.

-Imperio Romano de Oriente, con capital en Constantinopla, para su hijo Arcadio.

Cada uno de estos territorios tenía, pues, su propio emperador y sus instituciones.

El Imp. Romano de Oriente se mantuvo hasta 1453 y pasó a llamarse Imperio


Bizantino.

división del imperio

En el Imp. Romano de Occidente los emperadores eran muy débiles y no pudieron


frenar a hunos y germanos. Los hunos, dirigidos por Atila, invadieron violentamente
territorio romano en el siglo V pero fueron derrotados en la Batalla de los Campos
Cataláunicos (451) y expulsados.

Los germanos, atacados por los hunos, entraron y se asentaron en territorio romano,
a veces como aliados a los que -a cambio de tierras y recursos- se les encargaba la defensa
de la frontera del Danubio de futuros atacantes. Pero la convivencia entre romanos y
germanos era cada vez más difícil y surgieron enfrentamientos.

En el 476 el jefe germano Odoacro destronó al último emperador del Imperio


Romano de Occidente, un niño de 10 años llamado Rómulo Augústulo. Así se puso fin al
Imperio Romano de Occidente.
Esta fecha, el 476, marca el fin de la Edad Antigua y se considera el comienzo de un
nuevo periodo histórico: la Edad media.

periodo histórico: la Edad Media.

BIBLIOGRAFÍA

https://www.worldhistory.org/trans/es/1-100/el-imperio-romano/

https://www.artehistoria.com/es/contexto/final-de-la-rep%C3%BAblica-y-transici
%C3%B3n-al-imperio

https://html.rincondelvago.com/principado-en-roma.html

http://i3campus.co/CONTENIDOS/wikipedia/content/a/dominado.html

https://sites.google.com/site/eliniciodelaedadmedia/la-fragmentaci%C3%B3n-del-
imperio-romano

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