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En el libro álbum, la imagen se articula con el texto, se impone una “presencia cada

vez más fuerte de la imagen que origina una propuesta visual en la que la palabra y la
imagen están interconectadas”. Uno de los principios constructivos que define a este
género editorial es que el texto y la narración son interdependientes (lo que no está
dicho con palabras queda enunciado por la imagen y viceversa), no existe el libro álbum
sin esa lectura interconectada.
Exponen a los lectores y a las lectoras que se inician a discursos complejos y
aspectos de la narración y de la comunicación literaria con los que se encontrarán más
adelante al leer otro tipo de literatura. Ofrecen una puerta de entrada a la alfabetización
artística por el tratamiento de lo visual.
Estimula el desarrollo de competencias semiológicas para leer en la clave propuesta.
En general tienen gran potencial interpretativo y se prestan para la discusión en grupo,
admiten lecturas diversas y potencian el trabajo colaborativo. Esta dinámica obliga a
elaborar un lenguaje que se haga comprensible para otros.
Esta interdependencia entre imagen y palabra se da en la totalidad del libro como
objeto, es ahí donde se construye el sentido. En este juego entre imagen y palabra de
crea un juego de perspectivas concebido como producto multidisciplinar. Hay trabajo
polifónico
Algunos utilizan la metaficción como procedimiento, es decir, exponen la “costura”
de la construcción de la ficción, dejan a la vista los procedimientos constructivos, en la
conferencia de Ana Siro se habla de dejar la butaca de terciopelo rojo y pasar a
bambalinas a ver el tras de escena. Esto es un “campo de estudio sobresaliente para la
lectura crítica y reflexiva de la literatura”. Otro recurso es oponer lo que se escribe y lo
que se ilustra; la intertextualidad también es otro procedimiento muy utilizado. Hay
metonimia. “Palabra, imagen y edición articulan el sentido narrativo”.
En esto reside la posibilidad de construir sentido, de construir lo que no está dado, lo
que necesita de la colaboración del lector para completarse. Se deposita así confianza
en el receptor, dándole un lugar activo desde el que tiene que decodificar, comprender,
interpretar y significar.
Al abordar temáticas vitales, no siempre fáciles (por ejemplo “Emigrantes” del
australiano Shaun Tan) desde un lugar estéticamente cuidado y muchas veces con
sentido del humor, desarrolla el espíritu crítico. A medida que lx lectxr se identifica con
lo que ven y leen, es posible llenar de sentido algo que a primera vista parece simple.
El hecho de que la imagen sea el soporte del texto y viceversa y que lxs lectorxs
tengan que completar el sentido, más todos los recursos narrativos mencionados
anteriormente (intertextualidad, metonimia, etc.) hacen a la complejidad narrativa del
libro álbum

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