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Lucia Cabrera Cruz

Arlette Cruz Pérez


Ana Cecilia Morales Silva
Vanessa Guzmán Barrios
Comprender el libro álbum.

Cuando los niños no dominan la lectura, necesitan de una mediación, que el


adulto les lea en voz alta, y eso es una ayuda para que se álbum cobre realidad.

Un aprendizaje pasa por dominar a los niños intuitivamente, pero cuando lo pones
en práctica se aprende, es recomendable poner a los niños a crear sus propias
historias gráficas, ya que así los aprendizajes se convierten en procesos.

No es necesario explicar a los niños todo lo que sabemos de los álbumes, pero
tenemos que estar conscientes sobre qué tipo de experiencias les ofrecemos, qué
les aporta en su formación como lectores de literatura.
La Meta ficción y la intertextualidad.

Para los niños es como encontrarse con viejos amigos, entonces se puede decir
que la intertextualidad se puede dar de forma natural.

Hay veces en que los niños no la conocen esa referencia y el mostrarles ese
significado les da idea de la densidad de la literatura en un álbum.

El metalenguaje.
Es importante para que los niños puedan hablar de las partes de un libro, que
puedan saber qué tipo de narrador es, si está en primera o tercera persona.
¿Por qué son recomendables los libros álbum en la promoción de la lectura?
Los libros álbum son obras que favorecen que haya más de una posición y de una
interpretación.
1. La extensión.
2. La posición en la que coloca a sus lectores.
3. Son fructíferos para la discusión.
4. Están dirigidos a una doble audiencia: niños y adultos.

Como editora, ¿qué buscas en los libros que publicas?


Libros como una experiencia para un lector
La coherencia en la narración y una historia bien contada está pidiendo ilustraciones que
funcionen para esa historia. Queremos hacer libros bonitos, nos interesa el disfrute
estético, pero nos interesa la coherencia narrativa y que sea una historia emocionante y
bien contada.
Cuando tienes que trabajar en un álbum escrito por un autor e ilustrado por
otro, que es lo más frecuente ¿Hay mucha dificultad en ese trabajo a la par?
No es un trabajo a la par.
Siempre que llega un manuscrito, una historia, el autor sabe que si nuestro interés
es hacer un álbum posiblemente deberá modificar el texto en función de las
ilustraciones. Una vez que el ilustrador ha hecho su interpretación de la historia —
ilustrador elegido por la Directora de Arte para ese texto—, a veces te encuentras
con cosas que aparecen redundantes. Y frente a eso casi siempre lo que hay que
contener es el texto para no dar esa sensación de redundancia.
Cuando tienes que trabajar en un álbum escrito por un autor e ilustrado por
otro, que es lo más frecuente ¿Hay mucha dificultad en ese trabajo a la par?
No es un trabajo a la par.
Siempre que llega un manuscrito, una historia, el autor sabe que si nuestro interés
es hacer un álbum posiblemente deberá modificar el texto en función de las
ilustraciones. Una vez que el ilustrador ha hecho su interpretación de la historia —
ilustrador elegido por la Directora de Arte para ese texto—, a veces te encuentras
con cosas que aparecen redundantes. Y frente a eso casi siempre lo que hay que
contener es el texto para no dar esa sensación de redundancia.

Las relaciones entre literatura y ética han sido históricamente problemáticas. Por
lo general, la teoría literaria no ha mostrado gran interés por establecer
relaciones con la filosofía, y en específico con la filosofía moral.

La literatura infantil, por el contrario, es estimada sobre todo como depósito de


valores morales, o como se suele decir de modo simplista, de valores. Las
cualidades estéticas o literarias de la obra quedan a menudo desfiguradas o
anuladas en beneficio del tema, más apreciado cuantos más valores refleje. La
consideración de la literatura infantil y juvenil como una provisión de enseñanzas
morales, que se propagarían por medio de la lectura, es una secuela de la vieja
concepción de la literatura para niños como un instrumento didáctico.
Hablar prioritariamente de valores con respecto a la literatura infantil es, sin
embargo, un modo de rebajarla a la condición de instrumento didáctico o
doctrinario. Parecen entenderse los libros para niños como reservorios de
valores que los lectores perciben, digieren y asimilan cuando los leen. Es usual
escuchar a padres, profesores o bibliotecarios frases como "este libro
transmite valores" o "este álbum sirve para trabajar valores".

La literatura infantil, como la literatura de adultos, permite imaginar


posibilidades, ir al encuentro de mundos desconocidos, conocer nuevas formas
de pensar y actuar, simular lo que se quiere ser. Y eso, para los niños que están
aprendiendo a vivir, supone una experiencia de carácter ético. La lectura
puede ofrecerle la oportunidad de enfrentarse al presente y proyectarse al
futuro.
Muchos libros escritos para niños, y también para jóvenes, suelen abordar de
manera profunda, sutil y delicada los grandes problemas que afectan a los
seres humanos.
Las guerras
La marginación
La pobreza
El poder
La mayoría de los problemas existenciales que afectan a los seres humanos están
tratados de manera bella y profunda en la literatura infantil.
Aprender a leer de ese modo curioso, atento y reflexivo, es decir, ético, debería
ser un elemento clave de la formación literaria.
Hay libros infantiles que aún incomodan o enojan a los adultos. Sus recelos
responden a la concepción de la infancia como un territorio puro e inocente,
protegido de las contaminaciones del mundo real. (Pingüinos-
homosexualidad) (Cuerpos desnudos – desdramatizar la desnudes)
Cuando se le asigna un carácter puramente instrumental, la literatura pierde su
fundamento.
La virtud de la literatura reside en las sugerencias más que en las evidencias.
Es un uso específico del lenguaje:
Metáforas:
Referencias
Sutilezas
Simbolismos
Ambigüedades
Figuras
… lo que le otorga cualidad literaria.
El lector es siempre el protagonista del acto de leer, quien establece su relación
con la obra, quien aporta al mundo del texto su propio mundo, quien elabora
finalmente el significado.
La restricción u obligación interpretativa de la lectura hacia los libros con
imponerle un sentido predeterminado, anula al lector, que deja de ser un intérprete
para convertirse en un mero receptor.
Son necesarios libros en los que las realidades del mundo y los conflictos de los
seres humanos se ofrezcan sin que estén contaminados por el didactismo o el
adoctrinamiento.
Que las buenas historias sean un estímulo para pensar y no un utensilio para
instruir. (Elefante entre manada de búfalos-identidad, ¿A dónde pertenezco?)
Estimulan el razonamiento moral, avivan emociones, aguzan la mirada sobre
la realidad, lo que demuestra que las mismas consideraciones críticas de la
literatura de adultos pueden ser aplicadas a la literatura infantil.
El contexto en que se lee y la comunidad en la que se lee determinan el
significado de un texto.
Leer con otros, entre otros, resulta así una actividad relevante. (Enriquecer la
lectura)
El diálogo entre lectores se instituye como el andamiaje del aprendizaje cultural
y social, como la base de la comprensión y la creación de sentido.

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