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El liderazgo en la gestión de calidad

El proceso de gestión de la calidad es una parte integral de cada organización y se centra en una
mejor productividad, una mejor calidad y un menor coste de producción. Pero dentro de la gestión
de calidad, un buen liderazgo es esencial con el fin de mejorar la calidad en toda la organización,
como la fuerza encargada de establecer objetivos y ayudar a los empleados para implementar
estos objetivos.

Sin un liderazgo sólido, el proceso de control de calidad probablemente sería mucho menos
efectivo. Una organización puede tener el mejor empleado, pero se necesita liderazgo interno
para llevar la gestión de calidad a un nivel que colocará a la empresa en la mejor posición posible
para tener éxito.

Características del liderazgo en la gestión de calidad


1. Ser proactivo y guiar con el ejemplo en lugar de dictar

Los verdaderos líderes son capaces de liderar de una manera activa en la implementación y el
seguimiento de las acciones, en lugar de simplemente dar órdenes sin dar ejemplo.

2. Comprender y reaccionar a las fluctuaciones en el entorno externo

La gestión de calidad no puede existir en un vacío, por lo que es importante que los líderes de la
organización estén al tanto de los cambios en el entorno externo y puedan adaptarse a ellos. Esto
puede incluir cambios en la economía, la tecnología, los cambios regulatorios, entre otros. Al
comprender estas fluctuaciones y adaptarse a ellas, la organización puede mejorar su eficiencia,
eficacia y adaptabilidad.

3. Tener en cuenta las necesidades de todas las partes implicadas

La gestión de calidad no solo se trata de la organización en sí, sino de todas las partes interesadas
(Stakeholders). Cada grupo de partes interesadas tiene sus propias necesidades y expectativas que
deben ser consideradas. Esto incluye a los clientes, propietarios, proveedores, empleados,
comunidades locales y el público en general. Al entender y satisfacer estas necesidades, la
organización puede mejorar su reputación y su éxito en el largo plazo.

4. Establecer una visión clara de las expectativas de la organización

Una visión clara es esencial para la planificación y el éxito a largo plazo de la organización. Esta
visión debe ser compartida por todos los empleados y debe ser clara y precisa. Al establecer una
visión clara, la organización puede centrarse en sus objetivos y trabajar en conjunto para lograrlos.
5- Establecer valores comunes y modelos éticos en toda la organización

Los valores y la ética son fundamentales para la gestión de calidad. Los líderes deben ser modelos
a seguir y establecer valores comunes para que todos los empleados puedan trabajar juntos de
manera efectiva. Al infundir estos valores y ética en toda la organización, se puede establecer una
cultura corporativa positiva y fomentar el compromiso y la lealtad de los empleados. Además, los
valores y la ética también son importantes para mantener una buena reputación de la
organización y construir relaciones duraderas con las partes interesadas.

5. Desarrollar confianza y erradicar el miedo

Una buena empresa depende de un liderazgo efectivo para desarrollar la confianza en entornos
internos y externos, sin la necesidad de utilizar el miedo como un factor motivador.

6. Equipar a los empleados con los recursos necesarios y la libertad para luchar por el deber y
la responsabilidad

Toda la organización puede participar para mejorar la calidad en todos los ámbitos mediante una
gama bien desarrollada de estrategias que incluyan a todos los niveles y recursos que equipen a
los empleados para alcanzar los objetivos.

7. Inspirar, motivar y reconocer las contribuciones de cada nivel de empleados

La capacidad de inspirar y motivar al personal en todos los niveles permite que los mismos
participen activamente y que aporten en iniciativas de gestión de la calidad.

8. Fomentar la comunicación abierta y honesta

La comunicación es esencial para que todos los niveles (dentro de la organización) trabajen juntos
para implementar estrategias de mejora, y como líder, el papel es fomentar la comunicación
abierta de todos los empleados.

9. Enseñar, entrenar y preparar a los empleados

A través del aprendizaje y el entrenamiento en diversas estrategias de mejora (y otras iniciativas),


los empleados pueden obtener una mejor comprensión no solo de lo que están haciendo, sino
también de por qué están desempeñando sus tareas.
10. Desarrollar objetivos y metas desafiantes

A través del establecimiento de objetivos, los líderes pueden fomentar el crecimiento, así como el
desarrollo constante en toda la organización, mejorando continuamente los estándares de las
metas dentro de cada uno de los departamentos.

Los objetivos de calidad pueden variar dependiendo del tipo de organización, el sector en el
que opera y los requisitos y expectativas de las partes interesadas. Algunos ejemplos de objetivos
de calidad incluyen:

Reducir los costes de producción mientras se mantiene o mejora la calidad del producto o servicio.

Aumentar la satisfacción del cliente mediante la mejora de la calidad del producto o servicio, la
reducción de tiempos de espera o la mejora en el servicio al cliente.

Mejorar la eficiencia de los procesos de la organización mediante la reducción de errores y la


mejora de la productividad.

Cumplir con los requisitos y estándares de calidad, seguridad y medio ambiente aplicables a la
industria o sector.

Desarrollar y mantener una cultura de calidad en toda la organización, fomentando la


participación de los empleados y el compromiso con la mejora continua.

El papel de liderazgo en la gestión de la calidad es la columna vertebral de cualquier estrategia de


mejora. Los líderes proporcionan una unidad de propósito al tiempo que establecen la dirección
de la organización. Como tal, la responsabilidad de los líderes consiste en crear y mantener el
ambiente interno. En este ambiente, los empleados pueden involucrarse completamente en el
logro de los objetivos y metas de la organización.
Resumen

2.- El contexto de la organización es un conjunto de cuestiones externas e internas que son


pertinentes para su propósito y su dirección estratégica, y que afectan a su capacidad para lograr
los resultados previstos de su sistema de gestión de la calidad.

Este es un nuevo requerimiento en ISO 9001- 2015. La organización debe considerar las cuestiones
internas y externas que pueden impactar a sus objetivos estratégicos y a la planificación del SGC2.

El contexto de la organización (capítulo 4.1 de la ISO 9001:2015) son todos aquellos factores
internos o externos que afectan la organización, ya sea de manera positiva o negativa.

Cuando la norma nos habla de la comprensión de la organización y su contexto, no es más que


sepamos «dónde estoy y pa’ donde voy«, y para eso hay una serie de herramientas comúnmente
desarrolladas en la planificación estratégica, pero antes veamos más de fondo cómo se puede
componer el contexto de la organización.

Factores internos y externos del contexto de la organización


En los factores internos consideramos todos los aspectos de puertas para adentro:

 Estructura de funcionamiento, productos y servicios: Analizamos los procesos, los roles y


las personas, es decir, los aspectos que hacen que nuestro producto o servicio se logre.
 Recursos y conocimiento: Los activos, el dinero y el capital intelectual, que consiguen
agregar o quitar valor a lo que hacemos.
 Cultura y valores: Qué siente nuestro personal y qué es lo que se respira en el día a día de
nuestra labor, que se ve proyectado en nuestros productos, servicios y relaciones.
 Políticas y normas: Nuestra visión, misión, política y normas; nuestra fachada como
empresa.

¿y los externos? De puertas para afuera. Los podemos agrupar así:

 Grupos de interés: Proveedores, clientes, competidores, accionistas, sindicato, periodistas,


etc. Cómo se relacionan con la empresa y qué es lo que piensan, nos puede poner arriba o
abajo.
 Contexto país: Las políticas del país, sus leyes, las estrategias económicas y la relación país
– exterior. Igualmente, su gente, lo que piensan, la cultura y la sociedad que impulsan o
frenan la actividad empresarial.
 El mercado: Qué dice el mercado, qué están haciendo los otros que yo no estoy haciendo.
Que puedo hacer yo que ellos no están haciendo.

Hecho el análisis del contexto de la organización, ya tenemos una entrada para gestionar el riesgo.

Volviendo al contexto, para lograr determinar cuáles son los efectos de las cuestiones internas o
externas, hay numerosos análisis que evalúan una serie de características para dimensionarlo.
Matriz DOFA, cinco fuerzas de Porter, cadena de valor y Pestel son solo algunos de ellos. El análisis
que se haga, debe ir enfocado al producto o servicio.

Monitereo de los factores

Igualmente estos temas deben ser monitoreados. La frecuencia podrá variar de acuerdo al tipo de
organización, de acuerdo a los riesgos que la rodeen. Por ejemplo las organizaciones que importan
materia prima para sus procesos deben de estar preparadas para las fluctuaciones que pueda
sufrir el dolar. Cada evento que arremeta, requiere ser analizado. De hecho, antes de que pueda
suceder, debería haber sido previsto, pues de ésto se trata el pensamiento basado en riesgos.
Es importante que los factores que se detecten en el monitoreo y análisis sean discutidos por
expertos en el tema, pues no se trata (como pasa en muchas empresas) de colocar un analista de
riesgos y que sea él quien se ‘eche al hombro todo el tema de riesgos en la empresa.

Betancourt, D. F. (14 de noviembre de 2015). Contexto de la organización en ISO 9001:2015.


Recuperado el 07 de enero de 2024, de Ingenio Empresa: www.ingenioempresa.com/contexto-
organizacion-iso-9001.

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