Está en la página 1de 6

Historia del Pensamiento Económico I

ENSAYO 2
“La teoría Marxista en el análisis de la financiarización económica”
Alumno: Salvador Alvirde Martínez

La economía en el siglo XXI se ha caracterizado por la hegemonía del capital


financiero, a este fenómeno se le ha denominado como financiarización, de acuerdo
con Epstein esto es “[...] el papel cada vez más importante de los motivos
financieros, los mercados financieros, los actores y las instituciones financieros en
el funcionamiento de las economías nacionales e internacionales” (2005, pág. 3).

La financiarización de la economía fue un fenómeno previsto por el propio


Karl Marx en el tomo tres del capital, primeramente, al analizar la escisión de la tasa
de ganancia, es decir entre la porción de la tasa del capitalista “productivo” y la del
capitalista “financiador” del capital anticipado, Marx observo que este último, el
financiador de recursos monetarios, se vería beneficiado aún sin haber producido
nada, pues solo al aportar el capital se obtendría una tasa de interés sobre el préstamo
de modo que el ciclo del capital financiero se plasmaría como: D-D´, mientras que
el prestatario, sí debería de realizar todo el ciclo del capital de forma completa, es
decir: D-M…P…M´-D´. Este análisis es muy interesante, pues deja entrever que
aunque ambos son capitalistas, uno está mayor ventaja que otro.

El capital adelantado jugo un papel relevante en la dinámica del desarrollo


del capitalismo industrial, pues si bien, hubo grandes inventos tecnológicos y
técnicos, estos debieron ser financiados por grandes sumas de dinero, los cuales una
vez desarrollados, la generación de recursos económicos futuros debería ser mayor.
Por ejemplo, la inversión inicial para la construcción de una maquina textil era un

1
costo muy alto, sin embargo, una vez creada y puesta en marcha, esta generaría
grandes ingresos que recuperarían la inversión realizada e incluso una tasa de
rentabilidad excedente al financiamiento inicialmente obtenido.

El segundo hallazgo de Marx en el análisis del sistema capitalista


financiarizado, es el capital ficticio, ya que todas las empresas en la búsqueda de una
mayor rentabilidad, estas debían expandirse hacia otros puntos geográficos del
mundo, sin embargo, esto solo fue posible a través de la colocación de títulos
accionarios entre el público inversionista, esto es, mediante documentos que
amparaban la posesión y/o el derecho sobre los beneficios futuros que la empresa
generaría, esto resulto ser una opción bastante interesante a aquellos capitalistas que
buscaban mayores beneficios sin comprometer demasiado su inversión, por
supuesto, esto no quiere decir que siempre se garantizaban ganancias exorbitantes,
pues como se ha visto a través del tiempo, muchas empresas también desaparecieron
por no ser lo suficientemente rentables, debido a la competencia intercapitalista, la
aparición de nuevos productos o servicios, o algún fenómeno no económico como
las guerras durante el siglo XX, etc.

Con base en lo antes mencionado, se puede confirmar que el análisis de Marx


continúa siendo vigente, pues el sistema capitalista no ha abandonado su fase
industrial, y ahora se ha sobrepuesto la fase financiera como la fase predominante
en el sistema capitalista, pues ahora son los mercados financieros, los espacios
(virtuales) óptimos para la generación de grandes ganancias, es decir, son los
espacios ideales para la conservación de elevadas tasas de ganancias. Por ejemplo,
durante la pandemia del año 2020 y 2021, el PIB de muchas economías se contrajo,
sin embargo, el S&P 500 o el precio de las acciones de compañías como Apple y
Amazon continuaron al alza. Es decir, pareciera que lo que acontece en economía
real se contrapone a la economía financiera en el mundo.

2
Un elemento importante en la descripción de la financiarización es que
comportamiento organizacional ha ido cambiando, pues las empresas en vías de
crecimiento fueron aumentando su participación en los mercados financieros,
primero a través de la compraventa de instrumentos financieros derivados,
posteriormente a acciones y por último títulos de deuda. Cual sea la forma del
vehículo financiero, es un hecho, que estos son sumamente importantes para
cualquier empresa y economía en el mundo, y la continuidad del sistema capitalista
depende de la constante realización de este tipo de transacciones financieras.

Aquí yace otro de los temas controversiales en la teoría económica actual, y


es que si bien, existe una diversidad amplia en teorías del valor, la teoría valor trabajo
propuesta por Marx se contrapone de forma directa a la teoría subjetiva del valor que
yace en la teoría financiera actual. Para Marx el valor yace en la producción de
mercancías, pues es en estas donde hay valor agregado por el trabajador y, que este
nunca será compensado de forma absoluta por su trabajo en la creación de dichas
mercancías. Mientras que, para la teoría subjetiva del valor, los precios de las
mercancías son las expresiones de la oferta y la demanda de ese bien en el mercado,
por lo tanto, el precio es a su vez la representación de la utilidad o satisfacción que
un individuo otorga a un bien, sin embargo, este análisis llevado de forma agregada,
solo “se puede confirmar” a partir de supuestos de equilibrio (entre la oferta y la
demanda) de forma estacional, es decir, de equilibrios temporales, y por lo tanto,
cualquier desequilibrio en la economía es derivado de una externalidad, los modelos
matemáticos con funcionales, si y solo sí, todo lo demás permanece constante.

En la teoría financiera, la optimización de rentabilidad solo es posible, a través


de una diversificación de riesgo (es decir, no teniendo solo un tipo de inversión) y
una racionalidad optima al momento de la elección, sin embargo, cualquiera que sea
3
la elección siempre se llevará a cabo si las ganancias son potencialmente superiores
a la inversión, esto sin tomar en consideración el valor agregado por el trabajador,
pues solo importará si es útil (satisfactorio en términos económicos) al inversionista.

Por lo tanto, la teoría subjetiva deja de lado el proceso social y colectivo en la


generación del valor, aun y cuando, las acciones o títulos de deuda son de empresas
o corporaciones, las cuales funcionan de forma colectiva, sin mano de obra las
organizaciones no podrían generar los recursos que respaldan los crecimientos que
las acciones tienen en sus precios. El dominio del capital ficticio tiene su fundamento
en una cada vez mayor aceptación de teorías ficticias del favor, teorías que solo
funcionan bajo supuestos ideales de racionalidad económica, información perfecta,
precios justos, nula regulación, etc. Postulados meramente utópicos, sin embargo, en
la realidad las crisis financieras son evidencias de los fallos en estas teorías hasta la
fecha vigentes.

La financiarización de la economía, descrita inicialmente por Marx en El


Capital, podría ser considerada como la fase más elevada de este sistema económico,
sin embargo, ante los riesgos ambientales y ecológicos vistos recientemente, las
finanzas están evolucionando hacia las finanzas verdes, modelos financieros que
buscan la inversión y el financiamiento en proyectos que contribuyan al bienestar y
rescate de zonas verdes o bien, a fomentar actividades económicas sustentables; sin
embargo, los modelos propuestos continúan partiendo de ideales utópicos, es decir,
no hay un reconocimiento pleno de la búsqueda de rentabilidad a costa de no pagar
sueldos y salarios justos, de los costos ambientales ya generados por la actividad
económica de las empresas y por no mencionar menos, la inequidad de genero en las
organizaciones, ya sea no remunerando de forma equitativa a las mujeres en
comparación con los hombres.

4
La transición hacia las finanzas verdes, parecieran ser una nueva etapa de la
financiarización económica mundial, pues la sustentabilidad se busca para no perder
las rentabilidades futuras que tanto empresas como inversionistas buscan en las
bolsas de valores, lejos de cambiar de paradigma solo se encubre el trasfondo
inequitativo y depredador de los intereses financieros de los agentes.

Conclusión

El trabajo del pensamiento económico de Marx del siglo XIX continua siendo
vigente, si bien muchos de sus ideales puedan ya no tener vigencia o aplicación en
el siglo XXI, su descripción “evolucionista” del sistema capitalista sí lo es, pues no
solo describió de forma completa y detallada este sistema dinámico, sino que acertó
en la descripción en el comportamiento del capital global, pues el capital ficticio se
desplaza de forma más optima, pues gracias a los avances tecnológicos, ahora todas
las transacciones financieras se hacen en cuestión de segundos, mientras que las
empresas fabriles o industriales tardan meses o años en poder conseguir realizar
varias de sus transacciones en los mercados.

Por último, debe continuar la critica hacia los modelos o teoremas de las
finanzas verdes, pues estas adoptan o esconden los principios básicos más
rudimentarios del sistema capitalista, es decir, los intereses por optimizar o
maximizar las ganancias, que a través del interés compuesto generen una mayor
rentabilidad, dejando de lado las implicaciones sociales que se den a su paso. La
vigencia de la teoría Marxista debería de continuar para realizar un análisis más
heterodoxo y menos matemático de la economía y las finanzas.

5
Bibliografía:

Arrighi, G. (1994). El largo siglo XX (2da ed.). Madrid-España: Akal.

Marx, K. (2017). El capital. Tomo. II.Ciudad de México: FCE.

Marx, K. (2019). El capital, Tomo III; El proceso global de la producción capitalista, vol. 6. Ciudad
de México: siglo XXI

Toporowski, J. (2013). El neologismo como una inovación teórica en la Ecnomía: el caso de la


financiarización. En N. Levy, & T. López, Financiarización y el modelo de acumulación(págs. 31-
46). México: UNAM.

También podría gustarte