Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La economía como disciplina ha sido moldeada a lo largo de los años por una serie de
supuestos y teorías básicas que han guiado la comprensión de la gente sobre cómo
funciona el mundo económico.
Desde los supuestos clásicos que formaron gran parte de la teoría económica del siglo
XIX hasta las ideas revolucionarias de Keynes y la síntesis neoclásica-neokeynesiana del
siglo XX, estas ideas han dejado una marca indeleble en el pensamiento económico. En
este artículo que invita a la reflexión, exploramos y cuestionamos algunos de estos
supuestos y teorías fundamentales que han dado forma a la economía durante décadas.
A través de este análisis crítico, intentaremos abrir el espacio para una discusión más
amplia y rica sobre los fundamentos de la economía y su importancia en el mundo
moderno.
1. Los Supuestos Clásicos
La economía clásica durante mucho tiempo ha sido una guía en el mundo de la teoría
económica. Los postulados de figuras como Adam Smith, David Ricardo y John Stuart
Mill han establecido la base sobre la cual se ha construido gran parte de la disciplina
económica moderna. Sin embargo, en un mundo en constante cambio, es esencial que
reflexionemos sobre estos supuestos clásicos y consideremos su relevancia e importancia
en la economía contemporánea.
Uno de los supuestos clásicos más conocidos es la idea de que los individuos actúan de
manera racional para maximizar su utilidad. Según este supuesto, las personas toman
decisiones basadas en una evaluación cuidadosa de costos y beneficios.Si bien este
supuesto es esencial para el análisis económico, también es importante reconocer que la
toma de decisiones de las personas a menudo está influenciada por emociones, sesgos
cognitivos y circunstancias cambiantes. La economía del comportamiento, desarrollada
en las últimas décadas, nos recuerda que el comportamiento humano no siempre es
estrictamente racional y tiene importantes implicaciones para la teoría económica.
La teoría clásica también asume que los mercados se autorregulan y que el pleno empleo
es la norma. Sin embargo, las crisis económicas y las recesiones periódicas han
demostrado que los mercados pueden ser propensos a fluctuaciones significativas. La
economía keynesiana, que surgió en respuesta a la Gran Depresión, nos recordó que el
papel del gobierno puede ser fundamental para estabilizar la economía y evitar altos
niveles de desempleo.
Uno de sus supuestos más importantes, puede ser considerado el de la demanda agregada,
refiriéndose a esto como, el gasto total, en toda la economía, en bienes y servicios
domésticos. Sin dejar de lado que dicha demanda es la suma de cuatro componentes: gasto
de consumo, gasto de inversión, gasto gubernamental y gasto en exportaciones netas
(exportaciones menos importaciones).
Aunque la escuela clásica entendía que la ocupación podría ser dada por factores como:
la curva de demanda de ocupación y la oferta, para Keynes la ocupación dependía de: la
propensión marginal de consumo, la tasa de interés y la eficiencia marginal del capital.
Por otro lado, otro supuesto que puede ser mencionado es cómo Keynes percibía la
dependencia del ahorro e inversión. El supone que el ahorro y la inversión dependen de
factores distintos del tipo de interés y pueden no alcanzar el equilibrio. Del mismo modo
que la base de la demanda, especialmente el gasto de consumo, depende de los ingresos
reales que recibe el sector familiar.
Para Keynes, la propensión a consumir, es causada por factores como: formas de reservas
para contingencias, seguridad para futuro, el disfrute de una sensación de independencia,
satisfacer la avaricia. Otro factor que, según Keynes, puede influir, pero de manera
sencilla es la tasa de interés, destacando que las modificaciones son muy sencillas, pues
no es que hagan gran efecto dentro de las decisiones para ahorro o consumo. Del mismo
modo, la misma establece relaciones entre la ocupación e ingresos totales y, por supuesto,
la tasa de inversión.
Keynes estudia la tasa de interés y su forma tan profunda de concentrar todo, uno de los
elementos más importante dentro de la política monetaria. Para Keynes la tasa de interés,
(al igual que los clásicos), era “el factor que equilibra la demanda de inversiones con la
inclinación al ahorro.
-Se parte de la premisa de que, en el corto plazo, la oferta de bienes y servicios permanece
constante y se ajusta de forma gradual.
-Se supone que el mercado de dinero también opera en el corto plazo, y que la cantidad
de dinero permanece invariable en dicho horizonte temporal.
-La tasa de interés se modifica para equilibrar la demanda de dinero y la oferta de dinero
en el mercado.
-La relación entre el nivel de ingreso y la tasa de interés se representa mediante la curva
LM, que ilustra todos los niveles de ingreso donde el mercado de dinero alcanza un
equilibrio.
-La función de consumo se modela como lineal, lo que implica que el consumo aumenta
proporcionalmente con el ingreso disponible.
-Se asume que la función de inversión es independiente de la tasa de interés, es decir, que
la inversión no se ve influenciada por las variaciones en las tasas de interés.
-La función de demanda de dinero se representa de manera lineal, lo que significa que la
demanda de dinero se incrementa de manera proporcional al Producto Interno Bruto real.
Para comprender mejor estos efectos, es esencial analizar cómo influye en variables
macroeconómicas clave, como la demanda agregada (AD), la renta (Y), el consumo (C),
la demanda de dinero (L), la tasa de interés (i), y la inversión (I).
Estímulo al Consumo: Con una mayor renta disponible debido al gasto público, los
consumidores tienden a gastar más. Esto puede impulsar aún más la demanda de
productos y servicios, lo que beneficia a las empresas y respalda el crecimiento
económico.
Efectos sobre las Tasas de Interés: Aunque un aumento en el gasto público puede
estimular la economía, también puede aumentar la demanda de dinero, lo que puede
presionar al alza las tasas de interés. Esto podría desalentar la inversión privada, ya que
el costo de pedir prestado se vuelve más alto.
Impacto en la Inversión: Las tasas de interés más altas pueden desalentar a las empresas
a invertir en nuevos proyectos. Esto podría contrarrestar parcialmente los efectos
positivos del aumento del gasto público en la inversión privada.
Recordemos que en 2008, tuvo lugar una crisis económica global causada por la caída del
mercado hipotecario de alto riesgo en EE. UU, conocida como “La Gran Recesión”.
Los gobiernos tomaron medidas de rescate y reformas regulatorias para abordar la crisis.
El ARRA, conocido como la Ley de Recuperación y Reinversión Estadounidense de
2009, fue un plan de estímulo económico en respuesta a la Gran Recesión de 2008. Su
objetivo principal era impulsar la economía a través de inversiones en infraestructura,
recortes de impuestos y apoyo a desempleados.
En este caso, el aumento del gasto público a través del ARRA ayudó a estabilizar la
economía de Estados Unidos durante una época de crisis financiera. Sin embargo,
también planteó cuestiones a largo plazo sobre la deuda y la necesidad de equilibrar
cuidadosamente la política fiscal para garantizar una recuperación económica sostenible.
• Las reducciones de impuestos en favor de aquellos que tienen ingresos más altos
pueden resultar más beneficiosas para el PIB, la oferta laboral, la polarización y la
desigualdad del ingreso, al incrementar la inversión. También un recorte impositivo
orientado a los grupos de medianos ingresos permitiría reducir la disparidad y
polarización del ingreso, pero su aporte al crecimiento podría ser menor. Si la
reducción de impuestos no se compensa con recortes de gastos o con el aumento de
otros ingresos, puede generar déficits fiscales y aumentar la deuda pública. Esto
puede tener implicaciones a largo plazo para la estabilidad fiscal del gobierno.
6. Efecto del aumento de la oferta monetaria
El aumento de la oferta monetaria, es la cantidad de dinero en circulación en una
economía. El impacto de un aumento en la oferta monetaria puede variar según las
condiciones económicas, la política monetaria y fiscal en vigor en un país.
Los efectos que pueden ocurrir del aumento de la oferta monetaria son:
-Tasas de Interés: El aumento de la oferta monetaria también puede influir en las tasas
de interés. Si el aumento en la oferta monetaria es excesivo, puede conducir a tasas de
interés más altas a medida que los bancos buscan controlar la inflación.
Conclusión
En un mundo económico en constante evolución, es esencial reflexionar sobre los
supuestos que han guiado la teoría económica a lo largo del tiempo. Los supuestos
clásicos, como la racionalidad individual y la competencia perfecta, han sido
fundamentales, pero también han demostrado tener limitaciones en la comprensión de la
economía contemporánea.
En última instancia, la economía es una disciplina dinámica que debe adaptarse a los
desafíos cambiantes del mundo, como la globalización, la tecnología y los problemas
ambientales. Las políticas económicas deben equilibrar cuidadosamente el estímulo a
corto plazo con la sostenibilidad a largo plazo y la equidad para todos los sectores de la
sociedad. En este proceso de reflexión y adaptación, podemos construir una base sólida
para abordar los complejos desafíos económicos de nuestro tiempo y promover un
crecimiento económico que beneficie a todos.