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Visitas de Estado

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Juan de Dios Orozco López

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Índice

Introducción............................................................................................... 5

1. El trabajo previo y la finalidad..................................................... 7

2. Los séquitos.......................................................................................... 8

3. El programa......................................................................................... 10
3.1. Día 1.º .......................................................................................... 10
3.2. Día 2.º .......................................................................................... 17
3.3. Día 3.º .......................................................................................... 20

Bibliografía................................................................................................. 21
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Introducción

Antes de comenzar a estudiar la organización de una visita de Estado, conviene


dejar bien claro algunos aspectos que afectan a estas y que quedan resumidos
a continuación:

• Una�visita�de�Estado�es�la�que�cursa�un�jefe�de�Estado de una nación


extranjera a España, invitado por su jefe de Estado. En nuestro caso, el rey
don Felipe VI.

• Los�jefes�de�Estado�no�suelen�llevar�a�cabo�más�de�una�visita�de�Estado
a otro país durante todo su mandato.

• Cuando�un�jefe�de�Estado�de�una�nación�cursa�una�visita�a�otra�nación,
lo�normal�es�que�se�produzca�reciprocidad y que el jefe de Estado de la
nación invitada haga lo mismo formalmente con el jefe de Estado de la
nación que lo acogió como anfitriona.

• Una�visita�de�Estado�no�es�igual�que�una�visita�oficial en aspectos for-


males, de fondo y de representación. Mientras que las visitas de Estado son
encabezadas por jefes de Estado, las visitas oficiales suelen ser lideradas
por los jefes de Gobierno que no son, además, jefes de Estado. En otras
ocasiones, como es el caso de España, cuando S. M. el rey don Felipe VI
era príncipe de Asturias llevó a cabo visitas oficiales en representación del
que fuera rey de España, don Juan Carlos I.

• Las visitas de Estado constituyen una herramienta de comunicación y son


un «modo�de�explicitar�ante�el�mundo�que�dos�países�son�aliados,�se
respetan�y�demuestran�mutuo�aprecio».

• El�Estado�anfitrión�se�hace�cargo�de�los�gastos�que�ocasione�la�visita del
jefe de Estado extranjero y pone a su disposición un séquito de personas
para que lo acompañen y atiendan en su estancia.
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1. El trabajo previo y la finalidad

Las visitas de Estado responden, como ya hemos dicho, a la invitación que


cursa un jefe de Estado a otro de igual rango. Como es lógico, este tipo de
encuentros requiere�una�gran�preparación desde el punto de vista organiza-
tivo�y�protocolario, en aspectos de seguridad y de elaboración de una estra-
tegia�de�comunicación que permita dar relieve al encuentro. Por tal razón,
con meses de antelación, los equipos de protocolo, comunicación y seguridad
de las naciones que se encuentran destacan a algunos de sus miembros para
que coordinen y acuerden todos los detalles.

Una buena ejecución de los actos que se lleven a cabo en la nación anfitriona
requiere de una larga�y�meditada�preparación, de manera que todas las ac-
tuaciones públicas que se realicen reflejen las buenas relaciones que existen
entre los jefes de Estado y sus respectivas naciones. Por ello, lo normal es que,
entre el momento en que se produce la invitación formal hasta que se ejecuta,
pasen varios meses en los que se da margen para que la maquinaria organiza-
tiva de ambas naciones se engrane perfectamente.

Dando por sentado que en este tipo de visitas se pretende ofrecer una imagen
universal de perfección, evitando caer en las formas barrocas propias de Esta-
dos no democráticos, las�visitas�de�Estado�son�muy�reducidas�en�duración
y�se�organizan�bajo�el�principio�general�de�economía�de�medios.

Sin embargo, es inevitable que los encuentros se celebren en lugares muy sig-
nificativos. En el caso de España se celebran actos en los palacios�reales�de
Madrid�y�de�El�Pardo,�entre�otros. Ello responde al interés del anfitrión de
ofrecer «lo mejor de su casa» sin caer en la ostentación gratuita que produci-
ría un rechazo de la sociedad al considerar esta los gastos ocasionados como
superfluos. Las�estrategias�de�comunicación�y,�por�lo�tanto�de�protocolo,
están� encaminadas� a� destacar� los� beneficios� de� la� visita� y� a� minimizar
el�impacto�negativo�que�pudiera�suponer�la�celebración�de�determinados
actos�sociales cuya dimensión va mucho más allá del mero encuentro social.
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2. Los séquitos

Los séquitos son grupos de personas que «siguen» a la autoridad y la asesoran


en el desarrollo de sus cometidos. A los efectos que nos interesan, podemos
distinguir cuatro tipos de séquitos que siguen y acompañan a un jefe de Estado
de visita a España y que se describen a continuación.

1)�Séquito�oficial

El séquito oficial está formado por los colaboradores más directos del jefe de
Estado invitado. Normalmente ocupan altas responsabilidades y/o son cola-
boradores muy directos de este. Entre ellos se pueden encontrar ministros de
su Gobierno o personal de su gabinete. El número de componentes no va más
allá de las diez o quince personas, y todos los gastos de su estancia son cos-
teados por la nación anfitriona. Aquí es necesario recordar que, teniendo pre-
sente el principio de la reciprocidad, cuando la nación que ahora actúa como
anfitriona devuelva la visita a la nación invitada, esta correrá con los gastos del
mismo número de personas. Este séquito siempre acompaña al jefe de Estado
visitante integrado en su caravana y participa de las principales actividades
como cenas de gala y recepciones.

2)�Séquito�técnico

El séquito técnico está compuesto por personal técnico que participa en el


desarrollo organizativo de la visita de Estado. Aquí encuentran su razón de ser
los responsables de protocolo, los de seguridad, los equipos de comunicación
y traductores e intérpretes, entre otros. Es de destacar que precisamente este
séquito contiene técnicos de los dos países que han mantenido encuentros
en las reuniones de avanzada. En el caso de España, cabe mencionar que el
equipo médico y los miembros de la cápsula de seguridad en movimiento, así
como de las telecomunicaciones, entre otros, son todos miembros militares
de la Guardia Real. La mayoría de sus integrantes acompañan en todos sus
desplazamientos al jefe de Estado, integrados en su caravana o adelantándose
a ella.

3)�Séquito�de�servicio

Está compuesto por personal doméstico al servicio del jefe de Estado extranjero
visitante y que es muy de su confianza. Los jefes de Estado suelen traer consigo
a las personas que los atienden directa y personalmente y que realizan estas
funciones de forma cotidiana.
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Escolta a caravana oficial de jefe de Estado extranjero en España.

Foto: www.guardiareal.org

Dado que España�cede�las�instalaciones�del�palacio�real�de�El�Pardo�como


residencia�oficial�del�jefe�de�Estado�visitante, los gastos de todo el personal
que presta sus servicios en este palacio son con cargo a España.

4)�Séquito�de�honor

El jefe de Estado anfitrión cede al jefe de Estado invitado una serie de personas,
normalmente con altas responsabilidades, para que lo acompañen en todo
momento. Estas personas cumplen una función que responde más a la cortesía
diplomática que a otra función más ejecutiva o técnica.

En el caso de España, el séquito de honor está compuesto normalmente por:

• Un general de las Fuerzas Armadas.

• El embajador de España en el país cuyo jefe de Estado nos visita.

• Un ayudante de campo de S. M. el rey (militar).

• El jefe de Protocolo.
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3. El programa

Los programas de las visitas de Estado suelen tener el mismo contenido


y la misma secuencia para todos los jefes de Estado que visitan España.

Responde este formato, también, a los principios de reciprocidad entre Estados


y cortesía diplomática. De no ejecutarse de la misma manera para cada todos
y cada uno de tan ilustres visitantes podría interpretarse que las atenciones
entre autoridades de igual rango son diferentes y crear malentendidos.

Es una norma internacionalmente admitida que las visitas de Estado siempre


tengan una duración�de�tres�días, teniendo en cuenta que el tercer día solo se
lleva a cabo la ceremonia de despedida con los honores militares correspon-
dientes.

Si bien, en términos generales, España ofrece el mismo programa para todos


los jefes de Estado, es cierto que, en determinadas ocasiones, la duración y los
actos han sido reducidos y modificados a petición del jefe de Estado visitante.

Durante este tipo de visitas se suceden numerosos actos institucionales orga-


nizados por España, y otros que dispone el país invitado para corresponder a
la cortés acogida del país anfitrión. Aunque el tercer día solo suele celebrarse la
despedida oficial, son muchos los jefes de Estado en visita a España que conti-
núan una visita privada por algunas de las más importantes y mundialmente
conocidas capitales, como Toledo, Granada o Santiago de Compostela. Para
estos últimos casos, en muy contadas excepciones, España proporciona unos
servicios mínimos a los jefes de Estado entre los que siempre están protocolo
y seguridad.

En el caso particular de España, el desarrollo de una vista de Estado se resume


en las siguientes etapas:

3.1. Día 1.º

El�avión�del�jefe�de�Estado�toma�tierra�en�el�aeropuerto�Adolfo�Suárez�de
Madrid.
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(1)
Los�jefes�de�Estado�no�son�recibidos�en�el�aeropuerto�por�los�reyes�de�Espa- En muy contadas ocasiones, los
1 reyes de España se han desplazado
ña . En la mayoría de los países occidentales, el recibimiento oficial se lleva a hasta el aeropuerto para recibir a
cabo en un lugar diferente al aeropuerto. Así ocurre en España. Para ello, antes una vista oficial, de Estado o priva-
da llevada a cabo por un alto dig-
de que el jefe de Estado y su acompañante oficial bajen del avión, es tradición natario. Entre estas escasas opor-
tunidades cabría destacar la visita
que el embajador en Madrid del país cuyo jefe de Estado visita España, junto que su santidad Benedicto XVI lle-
con el jefe de Protocolo español, suban a la nave para saludarlo con antelación vó a cabo a España con ocasión de
la celebración de la Jornada Mun-
a su desembarco. dial de la Juventud en el año 2011.

(2)
Tras unos breves momentos, a pie de avión, son�recibidos�con�más�formali- El jefe de la casa de S. M. el rey
2 tiene rango de ministro.
dad�por�el�jefe�de�la�casa�de�S.�M.�el�rey, al que acompañan otras autoridades
civiles y militares.

Después de un breve intercambio de saludos, bien por carretera, o bien en


helicóptero, los visitantes se desplazan hasta el palacio�real�de�El�Pardo. La
seguridad determina, en estos casos, la modalidad de desplazamiento hasta
allí.

Ceremonia�oficial�de�bienvenida

La ceremonia oficial de bienvenida se lleva a cabo en el palacio real de El Pardo,


que desde ese momento España pone a disposición del jefe de Estado visitante
como residencia�oficial de este.

En la siguiente imagen se pueden apreciar los aspectos relacionados con la


secuencia de los actos que se llevan a cabo y los lugares específicos dentro de los
recintos del Cuartel del Rey –perteneciente a la Guardia Real– y el palacio real
de El Pardo. Las instalaciones destacadas en rojo y azul son colindantes, lo que
facilita la prestación de los múltiples servicios que la Guardia Real proporciona
a los jefes de Estado en el palacio anexo.
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Vista aérea del palacio real de El Pardo y del Cuartel del Rey

Fuente: Gráfico del autor

(3)
Como hemos dicho antes, el jefe de Estado se desplaza hasta el palacio real de «A descarga» o «puerta de
vehículo» son términos del argot
El Pardo, bien por vía aérea en helicóptero (1), bien por carretera. En cualquier
protocolario que indican que el an-
caso, la entrada a palacio se lleva a cabo siempre en coche por la puerta prin- fitrión se acerca al vehículo del in-
vitado para recibirlo como máxima
cipal (2). El coche oficial llega hasta el punto (3) donde «a descarga o puerta muestra de cortesía.
de vehículo3» es recibido y saludado por SS. MM. los reyes.

A continuación, se rinden los honores�militares�de�ordenanza que, de acuer-


do con el art. 21.1 del Real Decreto 684/2010, de 20 de mayo, por el que se
aprueba el Reglamento de Honores Militares consisten en:

• Arma presentada.

• Himno nacional del país correspondiente e himno nacional de España en


versión completa.

• En su caso también salva de veintiún cañonazos.

Estos honores son ejecutados por el Batallón de Honores de la Guardia Real


con bandera nacional, escuadra de gastadores y banda de música, y tanto el
jefe de Estado visitante como el rey de España, acompañados, en su caso, por
sus esposas, los reciben en un pódium preparado al efecto.

Tal y como se puede apreciar en la siguiente imagen, el rey (2) cede la derecha –
espacio de máximo honor– a su invitado (1); las esposas de ambos dignatarios
se sitúan en alternancia; se ofrece, de nuevo, la derecha a la pareja de visitantes.
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Como detalle adicional, cabe mencionar que justo detrás del pódium se dis-
tribuyen, también en alternancia, el jefe de la casa de S. M. el rey, su secretario
general y el almirante jefe del Cuarto Militar.

S. M. el rey acompaña al presidente de Perú, que recibe los honores de ordenanza.

Foto: www.casareal.es

Tras la interpretación de los honores y recibir novedades del jefe de batallón,


S. M. el rey acompaña al jefe de Estado invitado a pasar revista a las fuerzas
que le han rendido honores, tal y como se aprecia en la imagen siguiente.

El presidente de Perú, acompañado por S. M. el rey, pasa revista a la fuerza.

Foto: www.casareal.es

El último momento destacable en esta ceremonia es el desfile militar que los


jefes de Estado presencian desde una tribuna (4) que ocupa el centro de sime-
tría de la fachada principal del palacio real de El Pardo, en que los dignatarios
ocupan con toda formalidad los mismos lugares en que recibieron los honores
de ordenanza, según se puede observar en la fotografía siguiente.
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Los jefes de Estado presencian, desde una tribuna, el desfile militar de las fuerzas que le
rindieron honores.

Foto: www.casareal.es

Finalmente, el rey acompaña al jefe de Estado visitante al interior del palacio,


donde le presenta a otras autoridades y miembros de su casa, que los esperan
en la entrada. Tras estas presentaciones, los reyes de España abandonan el
palacio y el jefe de Estado se retira a sus habitaciones.

Si la llegada del jefe de Estado visitante a España se lleva a cabo con tiempo
suficiente, este suele mantener reuniones con empresarios o colectivos de su
interés, o incluso con S. M. el rey en el palacio de la Zarzuela.

Almuerzo�en�el�palacio�de�La�Zarzuela

A continuación, los reyes de España ofrecen un�almuerzo�menos�formal�en


su�residencia�oficial�del�palacio�de�La�Zarzuela, que se encuentra a pocos
kilómetros de la residencia oficial del jefe de Estado visitante.

Nota

Durante el reinado de S. M. el rey don Juan Carlos, el príncipe de Asturias y las infantas
acompañaban a los reyes de España en un gesto de acogimiento y cercanía familiar hacia
la pareja que los visitaba. Cabe esperar que, en el momento en que S. A. R la princesa de
Asturias esté preparada para ello, acompañe también a sus padres en este tipo de actos.

En teoría, es en este momento cuando el jefe de Estado invitado ofrece


a S. M. el rey las condecoraciones que este, esa misma noche, lucirá
durante la cena de gala que se ofrece en el palacio real de Oriente.

Además de a los reyes de España, el jefe de Estado extranjero ofrece un número


limitado de condecoraciones a diferentes autoridades de España y personal
de sus séquitos. Cuando el rey de España devuelva la visita hará entrega del
mismo número de condecoraciones con similar categoría al Estado anfitrión,
en reciprocidad por las recibidas.
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Dada la naturaleza casi privada de este almuerzo, no se difunden más fotogra-


fías que las que se producen a la entrada de la residencia oficial de SS. MM. los
reyes en el palacio de La Zarzuela.

El resto de la tarde suelen llevarse a cabo encuentros entre el jefe de Estado


visitante y colectivos de su interés, tanto españoles como de su país natal,
acordados previamente.

Cena�de�gala�ofrecida�por�los�reyes�de�España�en�el�palacio�real�de�Oriente

La cena que los reyes de España ofrecen a sus invitados en el palacio�real�de


Oriente es el acto�de�máxima�etiqueta que se celebra durante toda la visita
oficial.

Tal y como hemos descrito con anterioridad, los españoles que tengan conde-
coraciones de la nación visitante las portan sobre su indumentaria, y los na-
cionales del país visitante lucen las condecoraciones concedidas por España.

Los códigos de indumentaria «recomiendan» frac –white tie– para los


hombres, mientras que para las damas se solicita traje largo.

No obstante lo anterior, en algunas ocasiones los jefes de Estado visitantes


evitan el frac y acuden con traje oscuro.

Por ejemplo, así lo hicieron el entonces presidente de Perú, Ollanta Humala, y el presi-
dente de Bolivia, Evo Morales. También es el caso de algunos invitados de menor rango
que han acudido vestidos con traje oscuro, como el cantante Alejandro Sanz, que acudió
como invitado a la cena de gala de la visita de Estado del presidente de México.

Por lo que se refiere a los invitados, la casa de S. M. el rey suele acoger,


además de a las autoridades españolas y de la nación visitante, a un
grupo de personas que tienen vinculaciones económicas, culturales y
de otra índole con la nación cuyo jefe de Estado visita España.

Este acto cuenta, también, con dos momentos destacables que por orden cro-
nológico se detallan:

1)�Saludo�a�SS.�MM.�los�reyes�y�sus�invitados

Como anfitrión, el rey encabeza la línea de saludo con la que recibe y saluda
a todos los invitados a la cena. A continuación se sitúan el jefe�de�Estado�ex-
tranjero, la esposa�del�dignatario�visitante y, finalmente, la reina�de�España.

A esta línea de saludo suele llamársela «besamanos» por el gesto que algunos
caballeros invitados hacen con las damas que en ella se encuentran. No debe
interpretarse, en el proceso protocolario del siglo XXI, que este es un gesto de
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pleitesía del invitado hacia el anfitrión, sino, muy al contrario, de cortesía


del anfitrión que recibe y saluda personalmente a todos y cada uno de sus
invitados.

En la fotografía se aprecia el orden de la línea de saludo previa a la cena que SS. MM los reyes
ofrecieron al presidente de Perú y su esposa.

Foto: www.casareal.es

2)�Discursos�y�brindis

Tras los saludos del besamanos, los dignatarios hacen su entrada en el comedor
de palacio, después de los invitados, y ocupan sus lugares en el centro de la
mesa.

La distribución�de�comensales en la mesa se hace a�la�francesa, ocu-


pando los jefes de Estado lugares enfrentados en el centro de la mesa.

S. M. el rey da la derecha a la esposa del jefe de Estado visitante, mientras que


S. M. la reina, situada frente al rey, ofrece su derecha al jefe de Estado visitante.
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En la fotografía se puede apreciar la distribución «a la francesa» de los comensales que


participan en la cena de gala.

Foto: www.casareal.es

Es el momento en el que la Banda Sinfónica de la Guardia Real interpreta los


himnos�nacionales de los dos países para, más tarde, amenizar la cena con
música�que�suele�pertenecer�al�folclore�del�país�cuyo�jefe�de�Estado�visita
oficialmente�España.

(4)
En España, los discursos�y�el�brindis en honor de los invitados y el corres- Como nota anecdótica podemos
mencionar que esta mesa puede
pondiente que efectúa el jefe de Estado visitante en respuesta al anfitrión se
acoger ciento diez comensales.
llevan a cabo tradicionalmente antes�del�comienzo�de�lacena.4

En estos discursos se suele poner de manifiesto las buenas relaciones entre las
naciones y se expresan deseos de incrementarlas y mejorarlas. Se introduce al-
guna alusión política, pero normalmente responden a altos estándares de cor-
tesía y pretenden el acercamiento por encima de cualquier otra consideración.

3.2. Día 2.º

El segundo día de la visita de Estado, el jefe de Estado visitante lo dedica


a conocer diferentes instituciones oficiales.

Asimismo, acude al palacio�de�la�Moncloa, sede oficial de la presidencia del


Gobierno de España, y ofrece una recepción, en la tarde-noche a los reyes y a
diferentes invitados en su residencia oficial del palacio de El Pardo.

La cronología de los actos suele seguir el siguiente modelo:

1)�Ofrenda�a�los�que�dieron�su�vida�por�España�en�la�plaza�de�la�Lealtad
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Acompañado por un general miembro del séquito de honor, el jefe de Estado


ofrece una corona de laurel a los que dieron su vida por España en la plaza
de la Lealtad de Madrid.

El presidente de Colombia rinde honor a los caídos en la plaza de la Lealtad acompañado de un


general de división del Ejército del Aire.

Foto: www.casareal.es

2)�Visita�al�Ayuntamiento�de�Madrid

El Pleno del Ayuntamiento de Madrid encabezado por su alcalde, acoge al jefe


de Estado extranjero y le�ofrece�las�llaves�de�la�capital�del�reino.

Esta tradición, cuyo significado se remonta a siglos, utiliza el gesto de entregar


las llaves como una expresión de bienvenida, reconocimiento, confianza y
afecto del pueblo madrileño hacia su distinguido invitado.

3)�Visita�al�Congreso�o�al�Senado

Acto seguido, la comitiva se dirige al Congreso�de�los�Diputados o al Senado,


donde son recibidos por sus presidentes y representantes políticos, y donde el
jefe de Estado visitante firma�en�el�Libro�de�Honor.

Los presidentes de las cámaras suelen turnarse en la recepción de los jefes de


Estado que visitan España.

En muy contadas ocasiones se ofrece la oportunidad al jefe de Estado de diri-


girse a las dos cámaras –la del Congreso y la del Senado– desde la presidencia
del Congreso de los Diputados. Este honor se reserva para quienes el Gobierno
de España considera acreedores de él.

Es el caso del que fuera presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy, quien se
dirigió a los parlamentarios españoles el 28 de abril de 2009.

4)�Almuerzo�de�trabajo�con�el�presidente�del�Gobierno�de�España
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La siguiente visita se lleva a cabo en la sede de la presidencia del Gobierno de


España, el palacio�de�la�Moncloa.

Este�es�el�acto�con�más�carga�política�de�todos�cuantos�se�llevan�a�cabo.
Los mandatarios asisten a un almuerzo de trabajo donde se repasan temas de
interés para ambas naciones.

Además, la ocasión se aprovecha para firmar algún acuerdo�bilateral. Suelen


estar presentes los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países.

Finalizado este acto, el jefe de Estado visitante se retira a su residencia oficial


del palacio de El Pardo, y dedica la tarde a reunirse con grupos de personas
de su interés. La mayoría de estas reuniones son con empresarios y tienen un
marcado carácter económico.

5)�Recepción�ofrecida�por�el�jefe�de�Estado�visitante�en�su�residencia�oficial
del�palacio�de�El�Pardo

Como respuesta a la hospitalidad ofrecida por España y con la finalidad de


recibir y saludar, también, a los nacionales de su país, el jefe� de� Estado� de
visita�a�España�ofrece�una�recepción�de�la�que�es�anfitrión y en la que se
aprovecha para «vender» la imagen de su país.

A estos efectos se ofrece comida y música de la nación cuyo jefe de Estado


visita España.

A los efectos protocolarios cabe destacar que la�línea�de�saludo�es�encabeza-


da�por�el�jefe�de�Estado�extranjero�al�constituirse�como�anfitrión. A él, le
sigue�S.�M.�el�rey,�S.�M.�la�reina�y�la�esposa�del�jefe�de�Estado, por este or-
den. Obsérvese que en esta línea de saludo, al considerarse anfitrión al jefe de
Estado extranjero, los lugares ocupados por quienes reciben –jefe de Estado,
rey, reina, esposa de jefe de Estado– se han conmutado en comparación con
la línea de saludo que se lleva a cabo en la cena de gala que ofrecen los reyes
en el palacio Real de Madrid el día anterior.
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El presidente de Colombia precede en la línea de saludo con ocasión de la recepción que


ofreció en su residencia oficial del palacio de El Pardo.

Foto: www.casareal.es

3.3. Día 3.º

Despedida�oficial

La despedida oficial es el último acto que se lleva a cabo y se celebra en el


palacio�de�El�Pardo, al igual que el recibimiento oficial.

El cronograma de la despedida se lleva a cabo de forma inversa al que


se ejecuta en la recepción, sin desfile de la tropa.

Tras despedirse de los séquitos que le han acompañado, el jefe de Estado visi-
tante escucha los himnos nacionales de España y de su país, por este orden. De
esta manera, el himno de su país es lo primero y lo último que es interpretado
por la Música Militar de la Guardia Real.

Finalmente, se traslada en helicóptero o por caravana terrestre al aeropuerto


Adolfo Suárez de Barajas, donde es despedido por las mismas autoridades que
lo recibieron.
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Bibliografía
Decreto 684/2010, de 20 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de Honores Militares.

Medina Ávila, Carlos J. (2005). La institución militar: ceremonial, protocolo y símbolos. Ma-
drid: Ministerio de Defensa de España.

Orozco López, Juan de Dios (2016). Protocolo para la organización de actos oficiales y em-
presariales. Antequera: IC Editorial.

Real Decreto 2099/1983, de 4 de agosto, por el que se aprueba el Ordenamiento General de


Precedencias en el Estado.

Webgrafía

www.casareal.es

www.protocol.es

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