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ACADEMIA DE:
INGENIERIA AMBIENTAL
MATERIA:
TOXICOLOGÍA AMBIENTAL
DOCENTE:
ELSY CONSUELO SEGURA B.
SEMETRES: 5to
EQUIPO:
DULCE GPE ARA MORENO
ZULEYMA RUBI HERNANDEZ MENDOZA
ACTIVIDAD:
REPORTE DE RIESGO.
FECHA:
10/NOV/2023.
EVALUACIÓN DE RIESGO ABATE (TEMEFOS)
INTRODUCCIÓN
OBJETIVO:
El objetivo de este trabajo es analizar los riesgos, para la seguridad y la salud de
las personas expuestas a la aplicación del larvicida abate (Temefos). La
expectativa es que nuestra evaluación de riesgo llegue a los responsables de
tomar decisiones, para que se reconsidere la toxicidad del temefos, pues su uso
es preocupante.
Nombre de la sustancia:
Temefos. Comúnmente conocido por una de sus fórmulas comerciales de nombre
Abate (grado técnico 98%), es el plaguicida que ha tenido mayor uso en las
Américas, particularmente en programas de salud pública para el control de las
larvas del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue.
Características generales:
Grupo químico: organofosforado. Nombres comerciales: Abate, Larvifos, Sanex
Tempo, Skeeter, Temephos. Fórmula: C16H20O6P2S3, Uso
general: insecticida, Estabilidad: hidrolizado por ácidos y bases fuertes
(estabilidad óptima entre pH 5 y 7). No se debe almacenar a más de 49
ºC. Usos: en salud pública para el control de larvas, Formulación: Técnico.
Cristales blancos o incoloros. Con punto de fusión igual a 30.5 °C y su densidad
relativa de 1.32. Es soluble en dicloruro de etileno, acetonitrilo, tetracloruro de
carbono, éter y tolueno, pero muy poco soluble en agua e insoluble en
metilciclohexano, hexano. Su presión de vapor es igual a 8.62x10-10 mm Hg a 25
°C. Su constante de la ley de Henry es igual a 1.96x10-9 atm-m3/mol a 25 °C. Se
hidroliza con ácidos fuertes y bases. Esta sustancia se descompone al ser
calentada a temperaturas entre los 120 y 125°C o al ser quemada, produciendo
vapores tóxicos que incluyen a los óxidos de fósforo y azufre.
Toxicidad:
Comportamiento ambiental:
Fuentes de exposición.
La exposición al temefos puede darse de manera ocupacional, durante la mezcla,
carga y aplicación del plaguicida, para-ocupacional o ambiental. En la población la
exposición puede ser directa a través del agua de bebida, por contacto con agua
tratada que se usa para diversos usos domésticos (EPA, 2016; WHO, 2009;
Satriawan y cols., 2019).
Abate (temefos) información en general
Larvicida Themefos (granulado al 1%), Los organofosforados son un grupo de
sustancias orgánicas, derivadas de la estructura química del ácido fosfórico,
soluble en disolventes polares, lo que permite su fácil absorción y distribución en
el organismo (Betancourt 1999, Fernández et al. 2010). Desde el punto de vista de
la toxicocinética, ésta se inicia por absorción rápida a nivel respiratorio y cutáneo,
posteriormente pasan a la sangre y se distribuye por todos los tejidos. Pueden
sufrir diferentes reacciones metabólicas a nivel hepático, identificándose hasta 10
metabolitos derivados, para finalmente ser excretados principalmente por vía
urinaria y fecal, también ha sido detectado en la leche materna (Roberts y Hutson
1999, Bouchard et al. 2003, Tchounwou et al. 2015).
Estos compuestos, causan inhibición sobre la enzima acetilcolinestarasa (AChe),
en las uniones sinápticas, por un mecanismo de fosforilación o carbamilación, que
puede ser dentro del centro activo o cercano a éste, por lo que son considerados
inhibidores inespecíficos de la enzima (Bisset 2002). En condiciones normales la
AChe, hidroliza el neurotransmisor acetilcolina, sin embargo, cuando se encuentra
inhibida se genera acumulación de la acetilcolina en puntos críticos como las
uniones colinérgicas neuroefectoras, desencadenando en la placa mioneural del
músculo esquelético y en los ganglios autónomos el síndrome nicotínico, así como
alterando de manera general el funcionamiento normal del sistema nervioso
central. La acumulación de acetilcolina en las uniones neuroefectoras
muscarínicas produce el síndrome colinérgico muscarínico caracterizado
fundamentalmente por disminución de la frecuencia cardíaca y presión arterial,
secreción glandular exocrina y contracción de la musculatura lisa bronquial y
gastrointestinal (Plienge-Tellechea et al. 2007, Fernández et al. 2010).
Absorción:
El temefos es un compuesto con un coeficiente de partición elevado, lo que le
permite atravesar membranas y ser absorbido más fácilmente. la absorción del
temefos es de aproximadamente 40% y una gran cantidad no absorbida es
eliminada en las heces.
Distribución:
El total de la concentración de temefos que alcanza la circulación sanguínea
representada por el área bajo la curva (AUC) fue de 98 µg-h/mL, el volumen de
distribución (Vd) fue alto, de 38,215.0 mL, lo que sugiere que el compuesto tiene
mayor afinidad hacia los tejidos extravasculares, y esto también se apoya por el
aclaramiento (Cl) elevado de 3,072.7 mL/h (Verdín-Betancourt y cols., 2021). El
temefos se distribuye eficientemente al hígado, riñones, cerebro, y en mayor
proporción al tejido 5 adiposo, donde existe la afinidad más alta para su
acumulación en comparación con los órganos anteriores, con un coeficiente de
partición de 20, lo que indica que es el principal órgano involucrado en el Cl del
temefos. La acumulación en el tejido adiposo representa un riesgo debido a que
después puede ser liberado gradualmente a la circulación y provocar efectos
adversos (Blinn, 1969; Verdín-Betancourt y cols., 2021). Otro órgano en el que se
ha cuantificado a temefos es la placenta (Vani y cols., 2018), lo que sugiere que
durante la gestación existe una exposición de los embriones.
Biotransformación:
Hasta el momento, sólo existen dos estudios en los que se han propuesto rutas de
biotransformación del temefos, uno realizado in vivo en ratas y otro in silico en el
que se predicen las rutas que podría ocurrir en seres humanos (Verdín-Betancourt
y cols., 2021; Reyes-Chaparro y cols., 2020). Ambos estudios proponen rutas que
se complementan, en el primero se reportó la formación de oxones, dioxones,
productos mono- y dihidrolizados, así como otros metabolitos oxidados del
temefos.
Las reacciones del metabolismo de fase I propuestas son S-oxidación,
desulfuración oxidativa y reacciones de hidrólisis, dando lugar a una gran variedad
de metabolitos, como reacciones de fase II se han descrito los conjugados
glucuronidados y sulfatados que se eliminan a través de la orina (Blinn, 1969;
Shafik, 1970). Dentro de los metabolitos detectados en la sangre y los tejidos de
rata se incluyen a los derivados oxidados (Tem-SO, Temoxón, Tem-dox-SO2 y
Tem-oxón-SO), los oxidados monodesfosforilados (temefos oxón sulfóxido
monohidrolizado (Tem-oxón-SO-OH), temefos sulfona monohidrolizado (Tem-
SO2-OH)) y los derivados fenólicos oxidados didesfosforilados (dihidrolizados)
(tiodifenol (TDF), tiodifenol sulfóxido (TDF-SO) y tiodifenol sulfona (TDF-SO2),
también conocido como bisfenol S (BPS))
Los metabolitos oxonados aún no han sido identificados en los seres humanos
hasta ahora no existe un marcador para evaluar la exposición al temefos en los
seres humanos, sólo se encontró en el estudio in vivo que el metabolito Tem-SO2-
OH es el más abundante, específico y estable en sangre y tejidos de ratas, por lo
que fue propuesto como un posible biomarcador de exposición al temefos (Verdín-
Betancourt y cols., 2021). Asimismo, la información sobre las enzimas
involucradas en su biotransformación es muy limitada. En estudios preliminares se
ha descrito que algunas isoformas del citocromo P450 (CYP) como el CYP2B1/2 y
3A1/2 tienen una participación importante en la formación de oxones y dioxones
del temefos en la rata (Hernández-Esteris, 2020); el temefos también puede ser
desfosforilado o desalquilado por algunas isoformas del CYP y el oxón podría ser
hidrolizado por esterasas, como la paraoxonasa, para convertirse en productos
“desactivados” (Buratti y cols., 2007).
Eliminación:
La información sobre la eliminación del temefos es muy limitada. Los únicos
reportes disponibles son los de Blinn (1969) y Shafik (1970). En el primero se
reportó que el temefos se elimina en una proporción similar por medio de las
heces y la orina.
Si bien es cierto, que el propósito del uso de plaguicidas es controlar la vida de los
insectos, animales y plantas perjudiciales para el hombre, es conocido que
conllevan diversos riesgos tanto para el medio ambiente, como para la salud de
los trabajadores expuestos directamente y de la población en general. Esto se
debe a que otros seres vivos, incluyendo el hombre, presentan mecanismos
bioquímicos y fisiológicos, similares a los de las especies que se desean eliminar,
y por lo tanto son susceptibles a los efectos tóxicos de los plaguicidas (Karam et
al. 2004).
Dentro de los efectos adversos que ocasionan los plaguicidas, se encuentran
aquellos de tipo agudo, los cuales suceden por lo general luego de unos pocos
minutos u horas de la exposición y pueden ser locales o sistémicos, teniendo gran
impacto en la mortalidad en la población (Karam et al. 2004), ocasionando un
conjunto de signos y síntomas denominados síndrome colinérgico, y que se
caracteriza por cambios en el estado de conciencia, debilidad muscular, y
excesiva actividad excretora (Fernández et al. 2010). Por otra parte, estas los
efectos crónicos son aquellos que se pueden manifestar hasta años después de
la exposición.
Mecanismo de toxicidad:
Los OF actúan inhibiendo principalmente la actividad de la AChE mediante la
unión del grupo fosfato al grupo -OH de la serina del sitio catalítico de la enzima,
evitando la hidrólisis de la acetilcolina, lo que genera su acumulación en los
espacios sinápticos neuromusculares.
Esto provoca una sobre estimulación de los receptores colinérgicos de tipo
muscarínico y nicotínico, debido a que estos receptores se encuentran distribuidos
ampliamente en el organismo, lo anterior resulta en un síndrome colinérgico (Gallo
y Lawrk, 1991; Costa, 2019). En el caso del temefos, la inhibición de la actividad
de la AChE podría ser atribuida a un efecto aditivo inhibitorio de varios de los
metabolitos oxidados generados durante su biotransformación, teniendo como
base lo observado en el estudio in vitro, en el cual se evaluó el potencial inhibitorio
de todos ellos (Verdín-Betancourt, 2020).
Otros dos metabolitos del temefos que pueden producir efectos tóxicos son el
TDFSO2 o BPS y el TDF. El primero es un sustituto del bisfenol A (BPA) que se
emplea comúnmente en el papel termosensible para recibos y en los plásticos. El
BPA es un disruptor endócrino de reconocida capacidad estrogénica. El BPS por
su semejanza química al BPA puede también provocar daños a nivel hormonal ya
que también actúa como un disruptor endócrino (Sogorb y cols., 2019). En el caso
del TDF, se ha encontrado que posee una actividad estrogénica aún más potentes
que el BPA, incluso hasta diez veces más.
¿Dónde está el riesgo a intoxicarse?
En diversos trabajos, se recomienda el uso de equipos y vestimenta adecuada
como una de las principales medidas de prevención a tener en cuenta para evitar
intoxicaciones con dicha sustancia, pero muchas veces el personal trabajador no
cumple con la ropa de protección requerida para la correcta manipulación del
temefos, así como la capacitación suficiente para la dosis correcta de esta
sustancia en los diferentes vertederos, en los trabajadores se corre el mayor
riesgo ya que ellos están expuestos continuamente y en mayores
concentraciones, al igual la población al ponerse en contacto con el agua que ha
sido tratada, los pobladores utilizan el agua tratada para diferentes usos
domésticos como por ejemplo: bañarse, lavar su ropa, regar sus plantas al igual la
utilizan para consumo de sus animales y esto nos pone altamente en riesgo
porque aunque no sea una sustancia altamente toxica, están expuestos
constantemente volviéndose una intoxicación crónica, al paso del tiempo veremos
las consecuencias de esta y no solo de nosotros sino de nuestras futuras
generaciones.
¿Qué es un criadero?
Cualquier lugar donde el vector coloca sus huevecillos y se desarrollan
posteriormente sus fases de larvas y pupas hasta la emergencia de un mosquito
adulto.
Criaderos naturales.
Sitios en los que, por efecto de la lluvia, retienen agua de manera natural.
Criaderos artificiales.
Son todos aquellos recipientes en los cuales las personas almacenan agua para
cubrir sus necesidades de abasto, o bien que por descuido y efecto de las lluvias
coleccionan agua sin ningún uso.
Criaderos artificiales permanentes.
Son recipientes que se encuentran presentes durante todo el año en uso y que por
sus características no pueden ser movidos de la vivienda.
Criaderos artificiales controlables.
Aquéllos recipientes que por su uso la gente debería de manera periódica
renovarles el agua, con lo que se evita que se infesten de larvas.
Criaderos artificiales eliminables.
Todos aquellos recipientes que no tienen un uso y deberían ser considerados
como basura y deben ser eliminados de la vivienda.
Conclusión.
Si bien es cierto que se cuenta con el marco legal para garantizar la protección de
la población y los trabajadores expuestos a este tipo de sustancias nocivas tanto
para su salud, como para el medio ambiente, aún es necesario inculcar en la
población laboralmente expuesta las medidas generales del uso de estas
sustancias. Tal y como lo señalan Ospina et al. (2009) en un estudio llevado a
cabo para medir el impacto de una intervención educativa sobre conocimientos,
actitudes y prácticas (CAP) referidos a la salud ocupacional, riesgo laboral,
exposición y medidas de protección, en lo referido a la aplicación de
organofosforados, se puede inferir, que a pesar de las leyes y de las normativas
existentes en cada país, y a nivel internacional que rigen el uso de los plaguicidas,
el cambio debe ser conductual, y éste debe estar apoyado por programas
educativos, dirigidos no solo a los manipuladores directos, sino a toda la población
en general, pues todos estamos en contacto de una manera u otra con dicha
sustancia, aunque la mayoría de los incidentes, siguen siendo de tipo laboral y ello
puede incidir en el incremento de enfermedades prevalentes, crónicas, de largo
período de latencia y etiología multifactorial, tanto en la población bajo riesgo,
como la población general (WHO 1990). Por lo cual, es fundamental dar
capacitación técnica adecuada al personal encargado de la manipulación, antes
de iniciar la labor, vigilar la dotación y uso correcto del material y equipos
necesarios para realizar el trabajo, fortalecer los protocolos de vigilancia
epidemiológica, así como establecer como norma el examen médico rutinario y la
prueba de laboratorio para la medición en sangre de la actividad de la enzima
acetilcolinesterasa, de una forma periódica para trabajadores del saneamiento
ambiental, como parte del protocolo de evaluación y control, de las intoxicaciones
por insecticidas organofosforados.