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Para empezar con los más chicos de 1º ciclo: Lobos

En la clase 3 nos referimos a los conceptos de narración, historia y relato, marco desde el que
abordamos algunas ideas sobre los personajes. Pensando en las alumnas y los alumnos de 1er año,
exponemos aquí una experiencia de seguimiento del personaje del lobo en los cuentos.

En el proyecto se alternan situaciones de lectura a través de la o el docente seguidas de espacio de


intercambio de los cuentos completos con lecturas de las niñas y de los niños por sí mismos.
Mientras se lee y relee, se producen escrituras intermedias a través del docente y escrituras de las
niñas y de los niños por sí mismos. El trabajo culmina con la reescritura de un cuento tradicional
producida a través del docente.

Este proyecto consiste en la reescritura de un cuento tradicional en el que el lobo es un personaje


central, el antagonista clásico de un protagonista desvalido. Para ello, Analía Torossian, docente de
primer año en una escuela de Lanús de la Provincia de Buenos Aires, propone concluir con una
producción colectiva por dictado al docente, y la edición del cuento para su publicación, de tal
modo que cada una de las chicas y los chicos tenga su ejemplar.

Además de los libros ya mencionados, en las “Colecciones de aula” que llegaron a las
escuelas:
Douzu, L. (1999). Lobo. Fondo de cultura Económica: México.
Gravett, E. (2011). Lobos. Grupo Macmillan: San Isidro.
Para secuencias de este tipo, se puede consultar: “Cuentos clásicos. Caperucita Roja” (p.
67) y “Otros textos clásicos con lobos. El lobo y los siete cabritos”; “Los tres cerditos” (p.
79) en Cuter, M.E. et.al. (2012). Prácticas del lenguaje material para docentes. Primer
ciclo - educación primaria (coord. María Elena Cuter y Cinthia Kuperman). Ciudad
Autónoma de Buenos Aires: Instituto de Planeamiento de la Educación IIPE-UNESCO.
Disponible en https://bit.ly/3sfSunX
“Álbum de lobos famosos”. (2021) Continuemos estudiando. Prácticas del Lenguaje,
Primaria. Segunda entrega. Dirección General de Cultura y Educación. Disponible en:
https://bit.ly/3HqFpOS

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“Proyecto: Los lobos de los cuentos”. (2011) Propuesta para alumnos del Primer Ciclo (1°
y 2° año). Subsecretaría de Educación Dirección Provincial de Educación Primaria
Dirección de Gestión Curricular "Mejorar los aprendizajes”. Disponible en:
https://bit.ly/3or7eiw

Algunos recursos en versión audiolibro y LSA:


Educación Especial | Buenos Aires Ciudad
Cuentos y audiolibros | Buenos Aires Ciudad
Caperucita Roja en LSA
El cuento 2021 en LSA: “Caperucita rebelde (con causa)”

El lobo feroz de las historias infantiles se caracteriza por estar siempre hambriento, ser
persistente para lograr su cometido y astuto para engañar a la pequeña niña ingenua, que
recoge flores en el bosque mientras camina a la casa de su abuelita, o a los siete cabritos,
que esperan en su casa a su madre, quien previamente les advirtió del peligro, para
destruir las casas de los cerditos o atacar las ovejas del pastorcito.
En los cuentos de autor, el personaje del lobo transgrede estas características. Así, en
cuentos como “De repente” de Colin McNaughton, un lobo torpe fracasa ante un astuto y,
a su vez, ingenuo cerdito; en “Juan y el lobo” de Tony Ross, a un lobo elegante le gustaba
merendar personas con mucho glamur y, en “Los tres lobitos y el cochino feroz”, de
Eugene Trivizas, tres lobitos de piel mullida y cola de pelusa son quienes construyen sus
casas en el bosque y es el Cochino feroz quien sopla, sopla y sopla, busca su taladro y
dinamita para intentar derribar las casas de los lobitos.
Leer distintos relatos con lobos, tanto cuentos como leyendas, es un interesante recorrido
de lecturas a lo largo de toda la escolaridad. Los cuentos nombrados aquí son solo algunos
que las y los docentes pueden compartir con sus alumnas y alumnos en los primeros años.
Pero hay más, para los más grandes, como distintas versiones de “La leyenda del hombre
lobo” y “El lobo y la luna”, entre otros…
En escuelas uni o bidocentes, todos los chicos y las chicas pueden leer distintos relatos
con lobos, tanto cuentos como leyendas. Los cuentos nombrados aquí son solo algunos
que las y los docentes pueden compartir con sus alumnas y alumnos en los primeros años.

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Pero hay más, para los más grandes, como distintos relatos como “La leyenda del hombre
lobo”, “El lobo y la luna”, los lobos de Cuentos en verso para niños perversos de R. Dahl,
“Un lobo”, de Borges, entre otros…
Como siempre, todos pueden compartir las lecturas e intercambios, enriquecerse con la
circulación de un material más amplio que el que se ha pensado para cada grado, al mismo
tiempo que cada niña, niño o subgrupo de estudiantes con aproximaciones comunes a la
lectura y la escritura pueden desarrollar distintas situaciones de acuerdo con sus
posibilidades de aprendizaje en distintos momentos.

El primer día, Analía convoca a las alumnas y alumnos a participar de la producción del proyecto:
“Ustedes saben que en muchos cuentos clásicos aparece algunas veces un protagonista malvado y
hambriento…”. Los niños se apresuran a nombrarlo: “¡El lobo!” y Analía agrega: “¡Claro que sí, el
lobo! Vamos a averiguar cómo son y qué cosas hacen los lobos de los cuentos para poder escribir
luego, entre todos, un cuento con lobos: ¡ustedes serán los autores y cada uno se llevará su libro!”.

Analía dedica una clase semanal a la lectura de cuentos: en el mes de marzo estuvo leyendo
variedad de cuentos clásicos, entre ellos, “Caperucita Roja”. Por eso, cuando lee la versión de los
Hermanos Grimm, se trata de un cuento conocido por las chicas y los chicos (CAPERUCITA ROJA -
Versión Hermanos Grimm). Lee al tiempo que las niñas y los niños interactúan de manera directa
con diversos ejemplares de la biblioteca del aula y de la biblioteca escolar, y con algunas fotocopias
preparadas por ella. Una vez finalizada la lectura, dedica un tiempo para conversar sobre la historia
y el relato, esto es, qué acontecimientos selecciona el narrador y en qué orden los narra. Durante
ese intercambio, repara en las características del personaje: aquellas que aparecen en el cuento de
manera explícita y directa a partir de descripciones y las que el lector puede inferir a partir de lo que
el personaje dice y hace. Así, Analía y los alumnos y las alumnas conversan sobre los sentimientos,
emociones, deseos y motivaciones que permiten construir una representación interna psicológica
del personaje.

A los pocos días, Analía comparte con las chicas y los chicos la lectura de otra versión de “Caperucita
Roja”, la de Perrault (CAPERUCITA ROJA - Charles Perrault - Literatura). Al igual que con el cuento
anterior, la maestra destina un tiempo para conversar sobre las particularidades de esta historia y
comentar las variaciones encontradas respecto a la anterior. Como son muchos datos para
comparar, Analía propone escribir las diferencias entre las versiones en un papel afiche para que

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quede a la vista de todos en el aula. A medida que el cuadro se va completando, la maestra relee
algunos fragmentos de cada cuento. Se trata de una escritura producida colectivamente, que no
tiene intención de ser publicada y que aproxima a las chicas y los chicos a la práctica de tomar
notas. A continuación presentamos el afiche realizado por Romina Pintos y Paula Cavallini en primer
año de una escuela de Chascomús, Provincia de Buenos Aires, quienes desarrollaron una
experiencia similar:

En el marco de las sesiones de lectura, Analía propone situaciones en las que las niñas y los niños
leen por sí mismos algunos fragmentos del cuento, por ejemplo, el diálogo entre Caperucita Roja y
el lobo disfrazado de abuela. Para ayudar a enfrentar este desafío de lectura, propone a las y los
chicos que sigan su lectura en voz alta, con el fragmento a la vista, cada uno con su ejemplar. Se
detiene y pide que localicen y lean las palabras que dice la niña y las respuestas del lobo, por
ejemplo, localizar dónde dice “para comerte mejor” o “¿por qué tienes la boca tan grande?”.
También los ayuda haciéndolos ubicar dónde dice “boca”, “orejas”, “nariz”... Vuelve a la lectura
colectiva para que sigan con el dedo por dónde van leyendo en su ejemplar. Todas estas son
intervenciones de lectura de los niños por sí mismos para aprender a leer.

Destacamos que siempre es la docente quien asume el peso mayor de la lectura y las chicas y los
chicos se incluyen leyendo fragmentos que pueden reconocer con seguridad, tal es el caso del

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diálogo canónico entre Caperucita y el lobo. La maestra realiza la lectura en voz alta de modo más
lento, para dar la oportunidad de que los chicos intervengan debido a que, como naturalmente el
ritmo de la lectura en voz alta es más rápido, si no lo hiciera los pequeños y pequeñas no podrían
seguirla. En algunas ocasiones, interrumpe deliberadamente la lectura para que el silencio invite a
las y los niños a completar la frase inconclusa (generalmente, no más de tres interrupciones para no
cortar el hilo de la lectura). El inicio de una expresión que aparece reiteradas veces en el texto, la
aparición del nombre de un personaje, la última frase de una construcción rimada, las respuestas
dadas a una serie de preguntas conocidas... son momentos que pueden elegirse para interrumpir la
lectura.

En los siguientes días previstos para el desarrollo del proyecto, Analía comparte la lectura de otros
cuentos con lobos: “El lobo y los siete cabritos”, en la versión de los Hermanos Grimm (El lobo y la
siete cabritillas - Hermanos Grimm);

“Los tres chanchitos” (Los tres cerditos - Anónimo: Cuentos folclóricos - Ciudad Seva - Luis López
Nieves) y “Lobo rojo y Caperucita feroz”, de Elsa Bornemann (Elsa Bornemann - Lobo rojo y
caperucita feroz).

En todos los casos, lee cada cuento y abre un espacio de intercambio entre lectores y lectoras a
propósito de la historia, el relato, las características del lobo en cada uno de esos cuentos y las
posibles relaciones con los otros cuentos. También propone diferentes situaciones de escritura
intermedias a medida que leen los distintos cuentos con lobos; algunas se realizan a través del
docente y otras, de las niñas y los niños por sí mismos.

● Escrituras elaboradas a través de la docente, que permiten poner en acción prácticas del
escritor, que introducen a las chicas y chicos en los usos y funciones de la escritura al mismo
tiempo que muestran en la acción cómo la o el docente emplea el sistema de escritura (las
letras, sus formas, a veces su nombre, la distribución en la página, la direccionalidad…).

Importante: poner “en acción” el sistema de escritura no significa verbalizar o sonorizar el


nombre o el sonido de las letras mientras se las va produciendo. Esa práctica, en este
momento, impide que se aprecie la composición del texto. No obstante, cuando el o la
docente escribe frente a los chicos y las chicas, ellos/as pueden apreciar que usa formas de

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letras que tal vez no conozcan, que usa la misma para “abuelita” que para “árbol”, que deja
espacios cada tanto, que pone puntos y deja más espacio, etc. El texto producido es un
punto de referencia para otras escrituras y contiene mucha información sobre el sistema
muy útil, especialmente para los niños más alejados del sistema de escritura alfabético.

Por ejemplo, en el aula de Paula y Romina , se produce del modo referido:


- Una agenda de lecturas en la que figuran los títulos de cada obra.
- Las características del personaje, que se van descubriendo a lo largo de la lectura de cada
cuento. A modo de ejemplo:

- Una lista de engaños de los lobos en los cuentos.


- Una lista de advertencias de los adultos sobre los peligros del lobo.
● Escrituras que producen las niñas y los niños por sí mismos, y que los enfrentan a resolver
problemas del sistema de escritura. Son las situaciones en las que la interacción con la o el
docente, los compañeros y las compañeras, o los materiales usualmente permiten aprender a
escribir por sí mismo.
- Reescritura de algunas frases clave en la historia, por ejemplo, “Para comerte mejor”,
“Muéstrame la patita”, “Soplaré, soplaré”.
- Inicios y finales, “Érase una vez”, “Colorín, colorado”.

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- Escrituras en parejas de listas de nombres —comunes o propios— de los personajes que van
apareciendo en las historias.

Caperucita Roja
Lobo
Abuela
Madre
Cazador

Escrituras producidas por distintos niños de 1º

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Romina, 1º año, Chascomús, PBA.

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En todos los casos, las escrituras se proponen después de haber leído y de haber localizado los
nombres o las frases en el texto. Algunas niñas y algunos niños pueden tender a copiar y otros a
escribir de acuerdo con sus conceptualizaciones. En todos los casos, se los ayuda a pensar sobre la
escritura.

Recordamos que copiar y escribir no son la misma actividad y que ambas actividades
requieren de la intervención del docente para aprender a hacerlo.
Para intervenciones que ayuden a los niños a copiar, ver “Escribir el propio nombre” (p.
12-13) en Castedo, M., Molinari, M. C., Torres, M., & Siro, A. (2001). Propuestas para el
aula. Material para docentes. Lengua. Nivel Inicial. Buenos Aires: Programa Nacional de
Innovaciones Educativas, Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación,
disponible en http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL001129.pdf

Para otras opciones sobre situaciones de lectura y escritura por sí mismos ver
“Situaciones para centrar a los niños en el sistema de escritura” en “El mundo de las
brujas”, disponible en ANEXO5-Brujas-Sistema-de-escritura.pdf
El material se refiere a otro personaje, pero puede emplearse como referencia para
construir otras situaciones con lobos.

Como ya mencionamos, el proyecto de Analía consiste en la reescritura de un cuento tradicional por


dictado o a través de la o el docente y la edición del cuento para su publicación.

Es importante tener en cuenta que el propósito no es que las niñas y los niños creen
obras literarias sino que —como venimos diciendo— escriban sobre lo que han leído por
sí mismos o a través del maestro. Al sostener una secuencia en la que se lee y relee un
cuento tradicional, se intercambia sobre los protagonistas, sus aventuras y sus
desventuras, se toma nota de algunos de los sucesos relevantes de la historia y de las
acciones y reacciones de algún personaje, se van creando las condiciones didácticas para
que las chicas y los chicos produzcan escrituras un poco extensas que suponen componer
el texto y elegir las mejores expresiones para narrar por escrito. Pueden hacerlo porque

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saben qué escribir y disponen del texto leído, de los carteles existentes en el aula y de las
escrituras previas en sus cuadernos, como para recurrir a ellos y saber cómo escribir.
De acuerdo con la trayectoria del grupo, se puede escribir un cuento completo o bien un
episodio.

Antes de escribir, junto con las y los niños, Analía recupera los episodios que no pueden faltar en la
historia, es decir, planifica la narración para apoyarse en este escrito intermedio a la hora de
escribir un texto extenso. Se trata de una práctica fundamental del escritor:

Durante la producción colectiva, cuando las chicas y los chicos le dictan la historia, Analía interviene
con el propósito de verbalizar diferentes problemas propios del proceso de composición de los
textos, por ejemplo:
- Anota, a la vista de todos, las distintas posibilidades que las y los niños le dictan y los ayuda a
revisarlas para que el texto vaya quedando “bien escrito”.
- Lee y relee lo escrito para avanzar en la composición del texto o para revisarlo desde la
perspectiva del potencial lector (“para no repetir tantas veces ‘lobo’ se puede reemplazar por
‘fiera´, para no repetir ‘Caperucita Roja’ se puede sustituir por ‘niña’, ‘pequeña’).
- Incita a volver al texto fuente —el cuento— para reparar en “cómo está dicho” y en las formas
en que el lobo se dirige a Caperucita con intenciones de engañarla (CON SU VOZ MÁS
AMISTOSA, LE DIJO: – ¡BUENOS DÍAS, DULCE NIÑA!).

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- Sugiere buscar formas de decir que den cuenta de la temporalidad en la historia (“mientras”,
“en ese momento”…).
- Muestra cómo consultar la planificación mientras se escribe y, en caso de considerarse
necesario, proponer modificaciones.

La situación de reescritura colectiva de textos extensos —o también, de episodios del texto—


permite establecer relaciones entre la lectura y la escritura: centrar a las niñas y los niños en cómo
se escribe más que en qué escribir. La historia ya es conocida, conocen el argumento, el desafío
consiste en resolver de qué manera se relata esa historia. La siguiente es la versión revisada del
cuento “Caperucita Roja”, producida colectivamente por un grupo de sala de 5 años. La docente
transcribió la primera versión dictada por los niños en el pizarrón y, sobre este escrito, produjo las
modificaciones que entre todos consideraron durante la relectura.

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Graciela Brenna, sala de 5, La Plata, PBA.

Recuerde que, de contar con tiempo suficiente, también puede leer la experiencia
de Cuentos con brujas.

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