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Seguimiento al herido grave.

Manual de procedimiento.

Dirección de Estadística Vial


Dirección Nacional de Observatorio Vial
Agencia Nacional de Seguridad Vial

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Contenido

Introducción .......................................................................................................................................... 3
Fundamentación ................................................................................................................................... 4
Fuentes oficiales de víctimas fatales por siniestros de tránsito ........................................................... 6
Víctima fatal por siniestro de tránsito................................................................................................... 7
Definición recomendada de herido grave............................................................................................. 8
Necesidad de contar con un proceso definido de seguimiento de heridos graves .............................. 9
Seguimiento directo del herido grave ............................................................................................. 10
Cómo realizar el seguimiento a 24 hs y a 30 días ....................................................................... 10
Seguimiento de heridos durante los 30 días posteriores al siniestro ............................................ 12
Medios y Frecuencia de comunicación de los datos .................................................................. 15
Cruce de fuentes de información en seguridad vial........................................................................ 15
Combinar bases de datos utilizando un patrón común .............................................................. 16

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Introducción

En la República Argentina mueren más de 5.500 personas cada año como consecuencia de
siniestros viales, y decenas de miles resultan heridas. Los niveles de mortalidad asociados
con esta enfermedad crónica no transmisible en este país superan a los niveles considerados
epidémicos por la OMS. Lamentablemente, se desconoce el número de personas que sufren
algún tipo de discapacidad vinculada con los siniestros viales, pero sí es posible indicar que
los años de vida potencialmente perdidos como consecuencia de la violencia en el tránsito
han sido estimados en 187 mil para el año 2016, de los cuales más de la mitad fueron
afrontados por personas en el segmento etario de 15 a 34 años.

En este contexto, ante la tendencia creciente de la siniestralidad vial en Argentina se creó en


el año 2008 la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) mediante la sanción de la ley
26.363. Este organismo tiene entre sus misiones la reducción de la tasa de siniestralidad en el
territorio nacional, mediante la promoción, coordinación, control y seguimiento de las
políticas de seguridad vial, nacional e internacional. El Observatorio Vial Nacional de la ANSV
es el encargado de investigar y analizar los actos y hechos vinculados al entramado vial, su
entorno, estructuras, y los usuarios de la vía pública. Su principal tarea radica en la generación
de información que contribuya a la toma de decisiones para disminuir la siniestralidad vial en
la República Argentina.

Partiendo de esta premisa es que el Observatorio Vial Nacional, a través de la Dirección de


Estadística Vial, integra junto con los gobiernos subnacionales el Sistema Nacional de
Estadística de Seguridad Vial, que aplica en todo el territorio normas y procedimientos
uniformes para la captación de la información, la elaboración y el procesamiento de datos.

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Fundamentación

La gestión eficaz de la seguridad vial requiere de un sistema integral de información que


involucre a todos los actores que tienen implicancia en este fenómeno social. Es necesario
dimensionar a través de procesos y herramientas de recolección de información y su
posterior análisis los siguientes datos:

• Costos socioeconómicos: consistentes en la monetización de todas las pérdidas


generadas como consecuencia de los siniestros de tránsito, incluyendo entre ellas
aspectos como la pérdida de la productividad, los daños materiales, gastos
médicos, entre otros.
• Resultados finales: como mínimo se conforman por los heridos graves, las
víctimas fatales de usuarios de la vía, y la caracterización de los siniestros que los
causan.
• Indicadores de la exposición al riesgo: comprenden datos demográficos,
cantidad de conductores con licencia, tipos de licencias emitidas, datos del
volumen de tránsito y composición del mismo o factores infraestructurales.
• Resultados intermedios: las velocidades medias de circulación, tasas de uso del
cinturón de seguridad y el casco, prevalencia de alcohol, infraestructura vial y del
automotor.
• Intervenciones: planes y programas puntuales de seguridad vial.

Estas dimensiones de análisis pueden ser esquematizadas en la llamada “pirámide de


resultados” de la seguridad vial, también conocida como cadena de resultados, la cual
explica cómo a partir de las intervenciones de política pública podemos generar cambios,
en primer lugar en los resultados intermedios, los cuales a su vez incidirán en los
resultados finales. A su vez, a partir del análisis de los resultados finales podremos
evaluar la necesidad de modificar nuestros planes y programas a los efectos de generar
mejores resultados.

Figura 1. Pirámide de resultados de la gestión de la seguridad vial

Fuente: elaboración propia

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El presente documento tiene como objeto promover un entendimiento común para la
definición de víctima fatal por sinestro de tránsito y brindar lineamientos para la
identificación de actores que registran datos de pertinencia y variables disponibles, así como
también herramientas, para la implementación de una metodología de seguimiento a los
heridos graves.

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Fuentes oficiales de víctimas fatales por siniestros de tránsito

En Argentina el actor encargado de la aplicación de la ley es la fuerza policial de cada


jurisdicción, la cual tiene como principal función garantizar la seguridad de los ciudadanos en
todo aspecto de la vida cotidiana, incluyendo los desplazamientos por las vías de
comunicación. Por ese motivo es que se trata de la primer presencia del Estado ante la
ocurrencia de un hecho vial con víctimas, situación que los coloca en una posición
privilegiada en lo que respecta al acceso a la información y los habilita a notificar entre otras
cuestiones de importancia, la cantidad de siniestros de tránsito, y si producto de los mismos
existen heridos y víctimas fatales, registrar los datos de las personas involucradas para su
posterior remisión a la autoridad judicial.

Para colocar todo esto en un contexto histórico, debemos precisar que en nuestro país previo
a la institucionalización de la seguridad vial como un área prioritaria y específica de la
política pública, la policía era prácticamente la única institución pública que se encargaba de
realizar acciones de prevención y de intervención específica en la materia. En ese entonces,
cuando un agente policial acudía a un siniestro de tránsito, el principal objetivo de la
recolección de datos no era generar información para mejorar la seguridad vial, sino que era
cumplir exclusivamente con los procesos legales establecidos o presentar la documentación
exigida por su comisaría local.

Desde la creación de instituciones de seguridad vial dependientes del órgano ejecutivo de los
diferentes niveles de gobierno, las policías tomaron un rol protagónico en el relevamiento de
información estratégica para la toma de decisiones. Esto se da en un marco institucional en el
cual cada vez se visualiza más la necesidad de planificar estratégicamente las acciones en
seguridad vial a los efectos de obtener mejores resultados traducidos en menor cantidad de
víctimas.

Así como las fuerzas policiales son las consideradas fuentes oficiales por excelencia sobre las
víctimas fatales por siniestros de tránsito, existen otras fuentes que también reportan esta
información, como por ejemplo la Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) y
las guardias hospitalarias.

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Víctima fatal por siniestro de tránsito

La Agencia Nacional de Seguridad Vial adopta la definición de la Organización Mundial de la


Salud (OMS), que define a la víctima fatal por siniestro de tránsito como aquella persona que
muere de inmediato o a los treinta días siguientes, como consecuencia de un traumatismo
causado por el tránsito, exceptuando los suicidios.

Son muchas las personas que mueren como consecuencia de un accidente de tránsito dentro de
los 30 días posteriores a haber sufrido el traumatismo. Si sólo se cuentan los fallecimientos en
el lugar del accidente o en los siete días siguientes, se pasa por alto una importante proporción
de las defunciones por esta causa. Desde el punto de vista jurídico, lo que esta definición exige
es que el nivel de gravedad de los traumatismos, y posiblemente también del accidente, se
eleve al grado de mortal si la persona que sufre lesiones fallece debido a éstas en el plazo de 30
días. Desde el punto de vista operativo, exige que se haga un seguimiento del caso o que se
adopten disposiciones para que el hospital o la comunidad emitan notificaciones regulares.

Se entiende por subnotificación a la situación en la que no todos los accidentes y traumatismos


que se producen llegan a documentarse en el sistema de datos. El hecho de que queden sucesos
sin documentar afecta al grado en que los productos estadísticos de un sistema de datos
reflejan la realidad de la red vial. Debe evaluarse el nivel de subnotificación de los sistemas de
datos de seguridad vial para poder aplicar las correcciones que permitan obtener estimaciones
más exactas con las que orientar la formulación de políticas y la asignación de recursos. Las
tasas de notificación más altas suelen corresponder a las víctimas mortales de accidentes de
tránsito, y van perdiendo representatividad a medida que disminuye la gravedad.

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Definición recomendada de herido grave

La ANSV define como herido grave por siniestro de vial a aquella persona que producto de un
siniestro de tránsito sufre lesiones que exigen la hospitalización durante al menos 24 horas o
una atención especializada, como fracturas, conmoción, shock grave y laceraciones
importantes.

Según un relevamiento realizado en el año 2016 por la Dirección de Estadística del


Observatorio Vial Nacional, la mayoría de las provincias declara la utilización del Código
Penal para definir las categorías de heridos; más específicamente, nos referimos al Capítulo II,
Art.89 al 94bis. Esto se debe a que las fuentes de información son policiales. El relevamiento
también mostró que el seguimiento de los heridos graves a 24hs no se realiza en todos los
casos y en algunas ocasiones se basa en información que brinda el sistema de emergencia que
asistió al siniestro.

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Necesidad de contar con un proceso definido de seguimiento de
heridos graves

En Argentina el Observatorio Vial Nacional de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, como


organismo rector en materia de estadísticas oficiales en seguridad vial, propone a las demás
jurisdicciones la adopción de la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que
define a la víctima fatal por siniestro de tránsito a aquella persona que muere de inmediato o a
los treinta días siguientes, como consecuencia de un traumatismo causado por el tránsito,
exceptuando los suicidios.

Esta definición necesariamente implica a lguna de las siguientes opciones:

a) realizar el seguimiento directo de los heridos graves hasta cumplidos los 30 días del
hecho.
b) realizar un cruce técnico de fuentes de información en planillas de cálculo.
c) realizar un ajuste a la cifra de víctimas en el lugar del hecho para compensar la falta de
seguimiento o cruce de fuentes.

La diferencia entre el seguimiento al herido grave y el cruce de datos radica en que el


primero es un seguimiento periódico para la obtención de la información del estado de
las personas durante los 30 días posteriores al siniestro, mientras que el cruce de
datos no implica un seguimiento, sino la obtención de bases de datos de otras fuentes
que puedan aportar información sobre el estado de las personas siniestradas, lo cual
se suele realizar semestralmente o al final del año, cuando dichas bases se encuentran
consolidadas, para una posterior comparación con la base de datos propia.

En los casos en que no se recurre a ninguna de las opciones antes mencionadas y sólo se
obtiene el número de víctimas fatales en el lugar del hecho y hasta las 24 hs posteriores
al siniestro, puede mejorarse la exactitud de la cifra de víctimas mortales acudiendo a
la aplicación de un factor de corrección. La Conferencia Europea de Ministros de
Transportes ha recomendado que para ajustar la cifra de víctimas mortales del tránsito
a la definición del plazo de 30 días, la misma se multiplique por 1,3.

El seguimiento directo del herido grave y el cruce técnico de bases de datos no son
excluyentes sino complementarios, resultando ideal poder realizar los dos con el motivo de
obtener una base de datos completa, en términos de cantidad y calidad de datos posibles. En el
caso de contar con recursos escasos para llevar a cabo ambos métodos, es recomendable
realizar el de seguimiento a 30 días el cual brinda mayor información y de manera más
oportuna.

Es importante destacar que la aplicación de un factor de corrección no es la opción más


recomendada ya que el tiempo de supervivencia tras un accidente de tránsito depende de
muchos factores, entre ellos el tipo de usuario de la vía y el acceso a la atención de urgencia
tras el accidente (y su calidad). Por ejemplo, en jurisdicciones en las que gran parte de las
víctimas mortales causadas por el tránsito sean usuarios de la vía vulnerables o la atención de
urgencia sea escasa o de mala calidad, habrá una mayor proporción de personas que mueran

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en el lugar del accidente o en las 24 horas siguientes, motivo por el cuál siempre es
recomendable acudir al seguimiento al herido grave o al cruce de fuentes.

Seguimiento directo del herido grave

Siempre que sea posible, es recomendable que se realice el seguimiento de los heridos graves
en las instituciones sanitarias. La proporción de heridos graves que termina falleciendo dentro
de los treinta días del hecho encuentra relación directa con el funcionamiento de los
sistemas de salud y de emergencias, y contar con esta información puede ayudar a detectar
necesidades de mejora.

El seguimiento de heridos puede dividirse en dos grandes etapas: la primera, consistente en el


seguimiento durante las primeras 24hs, y la segunda, que abarca el resto del tiempo hasta
cuando se cumplan los 30 días.

Figura 2. El seguimiento al herido grave

Antes de avanzar con la metodología de determinación de fallecidos a 30 días, es importante


aclarar qué se entiende por herido grave a los efectos de la producción de estadísticas de
siniestros de tránsito.

Cómo realizar el seguimiento a 24 hs y a 30 días

Para la adecuada obtención y registro de los datos de las víctimas de siniestros viales, se
vuelve de vital importancia diseñar un sistema adecuado para el seguimiento de los
heridos.

El mismo debe tener en cuenta dos alternativas de seguimiento, ambas complementarias, las
cuales son: el “seguimiento a 24 hs” y el “seguimiento a 30 días”. La diferencia entre éstas,
radica en el estado del herido, es decir, si es un herido leve o grave.

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De este modo, se debe realizar un seguimiento a 24 hs con la intención de identificar el estado
de la víctima. En caso de que esta última resulte herido leve, dicha persona se retirará del
establecimiento hospitalario al cual fue trasladada y consecuentemente el seguimiento se
acabara en dicho momento. Para aquellos casos en los que se determine que la víctima resulto
en herido grave, y por lo tanto que se encontrara internada en el hospital, se procederá a
realizar un seguimiento a 30 días.

A continuación se detallan los aspectos a tener en cuenta para el diseño del proceso de
seguimiento, que va desde la captación primaria de datos hasta su efectiva comunicación al
concentrador de los mismos:

1) Datos que se desea recolectar: lo primero a definir es la cantidad y el tipo de


datos que se desean obtener a partir del seguimiento, teniendo en cuenta las
necesidades y los recursos con los cuales se cuenta. Tanto la calidad como el tipo de
datos se deben definir a partir de las herramientas con las que se trabaja. Por
ejemplo, los datos que se requieren para la confección de la base de datos que se
posee. Si bien el objetivo del seguimiento es el conocimiento del estado del
herido, para saber si el mismo fallece o no consecuencia de un siniestro vial, es de
suma importancia contar con datos referentes al siniestro y a la persona. De esta
manera, dichos datos serán útiles para compararlos con los ya poseídos en la base de
datos. Así, se evitarán errores tales como la duplicación de información o la asignación
de datos de un siniestro a otro. Sin embargo, teniendo en cuenta las necesidades y los
recursos, es conveniente dividir los datos deseados en datos “mínimos” y “opcionales”.
Esto, se debe a que lo deseado no siempre se puede lograr en el corto plazo por
cuestiones de recursos escasos, por lo cual se recomienda establecer datos de mínima,
es decir que si o si se deban obtener, y datos opcionales, refiriendo a aquellos que si
bien son necesarios quizás no sean de gran utilidad en el momento.

A continuación se enumeraran los datos que se pueden considerar mínimos:

a. Datos del siniestro: Fecha y lugar del siniestro.


b. Datos de la víctima: DNI, fecha de nacimiento, nombre y apellido, género,
edad, tipo de usuario, posición en el vehículo en el que se desplazaba,
gravedad de la lesión, prueba de alcohol y drogas o presunción de alcoholemia.
En caso de ser conductor: número y tipo de licencia, fecha de ingreso
hospitalario, fecha de fallecimiento (de ser el caso) y nombre del centro de
salud al que fue transferido (de ser el caso).

2) Identificación de los actores: diversos son los actores que pueden proveer de
los datos que se desean conseguir, por lo cual se deben tener en cuenta todos aquellas
instituciones públicas y privadas, o instituciones de la sociedad civil que se
encuentren involucradas de una u otra forma en la problemática de la inseguridad
vial. Los mismos serán considerados actores “potenciales”, ya que no necesariamente
se encontraran dispuestos en el corto y/o largo plazo a proveer de la información
deseada.

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Existen dos grandes casos en lo que respecta a la identificación de los actores. El primero,
refiere a aquellos casos en los que no se realiza seguimiento de los heridos, por lo cual no
existe contacto alguno con los actores proveedores de datos, mientras que el segundo abarca
los casos en donde se realiza seguimiento, por lo cual es de suponer que existe un contacto,
aunque sea mínimo, con los actores proveedores de información. A continuación se pasara a
detallar ambas situaciones:

Seguimiento de heridos durante los 30 días posteriores al siniestro

El seguimiento hasta los 30 días de las víctimas de un siniestro de tránsito permite


determinar:

1. La cifra de víctimas fatales totales, con más información que el número final per sé,
brindando datos de cada tipo de usuario y pudiendo vincularlo al siniestro.
2. La cifra final de heridos graves resultante.

A la hora de establecer una línea de acción para diseñar o mejorar el proceso de seguimiento
de heridos graves no existe un procedimiento estándar que resulte adecuado para todas las
jurisdicciones. Es por ello que a continuación se orienta al lector mediante un esquema
sencillo de preguntas y respuestas, para que pueda elegir la alternativa más adecuada y
factible dentro del contexto de su propia evaluación situacional.

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Figura 3. Evaluación previa situacional

Casos que realizan seguimiento de heridos

En primera instancia se deberá identificar y analizar los datos capaces de ser provistos por los
actores con los que se posee contacto/relación. De esta manera, lo ideal sería comparar dichos
datos con aquellos que se desean obtener, datos “mínimos”, para luego poder determinar, en
el caso de existir, las variables faltantes, como por ejemplo la “fecha de ingreso hospitalario”,

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Se debe indagar a la fuente, para intentar obtenerlos, con el objetivo de mejorar la cantidad y
calidad de la información.

En segunda instancia, es importante determinar cuáles son aquellos actores con los cuales
aún no se posee un contacto, para identificar que datos pueden proveer que todavía no se
posean, ya sea porque los actores con los que se mantiene un contacto no cuentan con
aquellos o si bien los poseen, aun no se los han solicitado. En caso de lograr obtener los datos
deseados por parte de los actores con los que ya se posee una relación y habiendo previsto
que los nuevos actores no aportaran información adicional, no será necesario recurrir a estos
últimos. En caso contrario, se volverá necesario poder generar un vínculo con nuevos actores.

Casos que no realizan seguimiento de heridos

Al no poseer contacto con ninguna institución, inicialmente se deberá definir todos aquellos
actores que se encuentren involucrados en el problema de la inseguridad vial. Una vez
identificados, y con la idea de no malgastar los recursos con los que se cuenta, lo ideal es
poder determinar qué información puede proveer cada uno y cual es de utilidad (datos
“mínimos” y “opcionales”). De esta forma, se podrá definir aquellos actores de mayor
relevancia, en términos de cantidad y calidad de datos, para comenzar a generar un vínculo
con ellos, y en el caso de no lograrlo se deberá recurrir a los secundarios.

Posibles actores:

• Policía/ Policía de guardia: Reporte policial.


• Sistemas de emergencia medico (de ser el caso): Registro de pacientes.
• Guardia hospitalaria (Hospitales): libro de guardia y registro de admisión y egresos.
• Centros de salud privados.
• Institutos de medicina forense: Registro forense.

Generalmente por el tipo de función que cumplen, las fuerzas de seguridad de cada
jurisdicción y el sistema de emergencias médicas son de gran utilidad para la realización del
seguimiento a 24 horass, ya que son los actores más cercanos, en tiempo y espacio, al siniestro
vial, pudiendo brindar información oportuna. Mientras que las otras fuentes resultarán de
mayor relevancia a la hora del seguimiento a 30 días. En muchos casos hay policías de
guardias en los diversos hospitales para realizar un seguimiento diario de las víctimas.

Con respecto a los hospitales, teniendo en cuenta que es deseable tanto en aquellos casos que
se realiza el seguimiento como en los que no, poder identificar todos los hospitales de la
jurisdicción, para saber cuántos son de alta complejidad, teniendo en cuenta que la gravedad
de las víctimas de siniestros viales suele requerir una atención especializada.

Herramientas de recolección:

• Reporte policial: datos del siniestro (fecha, hora, lugar) y del paciente (DNI o nombre
y apellido, sexo, edad, tipo de usuario de la vía).
• Registro de pacientes: datos del paciente (DNI, nombre y apellido, sexo, edad, tipo de
lesión).

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• Libro de guardia: datos del siniestro (hora, fecha, lugar, vehículos/participantes) y del
paciente (DNI o nombre y apellido, sexo, edad, tipo de lesión, lugar de residencia).
• Registro de admisión y de egreso: fecha de alta, días y complejidad de la internación.

Medios y Frecuencia de comunicación de los datos

Una vez definidos los datos que deseamos, los actores que los proveerán y que datos poseen
cada uno, se pasara a determinar los medios y la frecuencia de envío de los mismos.

Herramienta de comunicación: con esto se hace referencia a la herramienta por medio de la


cual se transmitirán los datos desde los actores proveedores al concentrador de datos. Las
mismas pueden ser: teléfono, mail, papel (partes policiales), Excel, etc. Lo ideal es acordar una
herramienta que posea datos predeterminados, evitando la omisión de algunos de ellos.

Frecuencia de comunicación: es uno de los aspectos más importantes del seguimiento, ya que
poseer datos oportunos es de suma utilidad para acciones posteriores. Para el seguimiento a
24 horas, se vuelve imperioso que la comunicación se realice los antes posible, entre las 12 o
24 horas de transcurrido el siniestro, lo cual permitirá identificar la gravedad del herido.
Mientras que para el seguimiento a 30 días, lo aconsejable es que el flujo de datos se realice
diariamente.

Cruce de fuentes de información en seguridad vial

Si bien por medio del seguimiento de heridos se puede obtener datos de las víctimas
hospitalizadas, existe otro método que consiste en cruzar los datos que se poseen con los
datos brindados por otras fuentes de información relativas a la seguridad vial. Los
organismos que pueden proveer de bases de datos para su posterior cruzamiento son:

• Ministerio de salud: del mismo depende la Direccion de Estadísticas e Información de


Salud (DEIS), la cual posee una base de datos con las defunciones y sus causantes a
nivel nacional. Otras de las fuentes pertenecientes al área de salud, tanto a nivel
nacional como local, es el área de Epidemiologia. Lo ideal es identificar todas aquellas
aéreas pertenecientes a salud que puedan llegar a ser de utilidad a la hora de
conseguir datos.
• Registro Civil: poseen los certificados de defunción.
• Agencias de Seguro de Vehículos: cuentan con un registro de los vehículos involucrados
en siniestros de tránsito.
• Centros oficiales de medicina forense: registro de fallecidos por causas externas y
posibles causas (particularmente es interesante el dato de presencia de sustancias
psicoactivas en sangre).

Todas las fuentes mencionadas no son propias de áreas de seguridad vial pero se encuentran
vinculadas. En tal sentido, cuando se accede a sus bases de datos se debe tener en cuenta que
cada una posee su propia metodología y definiciones. Por lo cual, primeramente se deberán
identificar aquellas defunciones causadas por siniestros de tránsito, para luego poder
compararlas (cruzarlas) con la base de datos propia.

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El cruce de datos de diversas bases es tan eficaz como el seguimiento, ya que se pueden llegar a
resultados similares, es decir al mismo número de fallecidos post siniestros viales. El aspecto
negativo del cruce, es la faltante de datos referentes a la fecha del siniestro o de hospitalización
de la víctima, y su fecha de defunción (de ser el caso), por lo cual no se podrá determinar si
falleció dentro del plazo de 30 días o en un tiempo/periodo posterior, no estando
necesariamente comprendida en la definición de fallecidos por siniestro vial.

Combinar bases de datos utilizando un patrón común

La consolidación final de los hechos con fallecidos se obtiene del entrecruzamiento de la


información recolectada de las víctimas lesionadas, y los datos obrantes en las Actas de
Defunción. Para ello, es necesario contar con una planilla o listado digital con las Actas de
Defunción registradas en un cierto período de tiempo, y se procede a un entrecruzamiento con
la base de datos las víctimas lesionadas, para detectar faltante o inconsistencias de datos.
Luego se procede a la corrección o carga en nuestro listado de víctimas fatales de los datos
obtenidos.

Para proceder con el cruzamiento técnico de las bases de datos, es necesario hallar una
variable común a las fuentes, por medio de la cual se pueda vincular cada víctima, entre ambas
bases de datos, y que la misma no tenga posibilidad de repetición.

Se recomienda que esta variable elegida, que sea la vinculante entre ambas bases de datos, sea
relativa a datos particulares de ciudadanos, como lo son, por ejemplo, el Documento Nacional
de Identidad, o el nombre y apellido completo. Esto se debe a que de esta forma, se anulan las
posibilidades de superposición de datos en las víctimas, o la pérdida de los mismos.

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