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Retenedores directos

INTRODUCCIÓN rarán en todas las funciones que debe llevar a cabo un rete-
nedor. Estas partes componentes son:
La retención en una prótesis parcial removible tiene por
objetivo evitar la desinserción de la prótesis durante la fun- 1. Apoyo o tope oclusal (fig. 4.1). Es la parte del retenedor
ción una vez está insertada. Tiene que ser aportada de tal que se apoya sobre la superficie oclusal, incisal o lingual
manera que los dientes y las estructuras de soporte rema- del diente pilar e impide el desplazamiento hacia gingival
nentes no se vean sometidos a un traumatismo excesivo por de la prótesis. Con ello, se evita que lesione la mucosa
parte de la prótesis. Con el fin de conseguirlo, es preciso no subyacente cuando actúen las fuerzas masticatorias.
sólo un adecuado soporte sino también asegurar que la pró- Además, contribuye a mantener la punta del brazo reten-
tesis sea estable y resista razonablemente las fuerzas dislo- tivo en la posición elegida, preservando la encía margi-
cantes. Hay diferentes mecanismos para conseguir la reten- nal. Por todo ello, debe presentar un grosor adecuado
ción mecánica: por un lado, se obtendrá mediante la acción para poder ser suficientemente resistente (esta cuestión
de los retenedores directos y, por otro, mediante el paralelis- ya ha sido tratada en el capítulo anterior).
mo de los planos guía y su contacto friccional con las partes 2. Cuerpo (fig. 4.2). Es la parte del gancho que conecta los
correspondientes de la prótesis. apoyos y los brazos retentivo y recíproco al conector
Los retenedores directos son los elementos de la prótesis menor. Debe ser rígido y resistente, por lo que será nece-
que, de forma activa, aportan retención, mantienen y retie- sario un grosor adecuado.
nen en la boca la prótesis y evitan que se separe de los dien- 3. Brazo retentivo (fig. 4.3). Es el gancho propiamente dicho
tes y las bases mucosas durante la masticación. Pueden ser y es el componente que aporta la retención. Para ello,
básicamente de dos tipos: partiendo del cuerpo se dirige a la zona retentiva, ahu-
1. Retenedores que actúan por prensión: son los ganchos y sándose progresivamente con el fin de ir ganando flexibi-
ejercen su función a través de la rigidez o elasticidad del lidad. En él pueden diferenciarse tres partes:
material con que se construyen. * Una inicial, más gruesa y rígida que se sitúa por encima
2. Retenedores que actúan por fricción: son los anclajes y del ecuador dentario,
ejercen su función a través del rozamiento entre dos
superficies totalmente congruentes. Podrán ser intraco-
ronarios o extracoronarios según se sitúen dentro o fuera
del contorno coronario del diente pilar.
En este capítulo se estudiarán, en primer lugar, los gan-
chos y, en segundo lugar, se tratarán los anclajes,

RETENEDORES POR PRENSIÓN O GANCHOS


Componentes de los retenedores por
prensión
En los retenedores por prensión (a partir de ahora ganchos)
se pueden diferenciar una serie de componentes que colabo-
A

Figura 4.2 figura 4.4

inserción y remoción del aparato. La anatomía dentaria


rara vez ofrecerá estas superficies de forma natural, por
lo que generalmente se deberá preparar con un fresa
cilíndrica. Este componente no siempre está presente,
Así, en los casos de extremos libres los principales dise-
ños de retenedores tratan de evitar su utilización con el fin
de no interferir en la biomecánica. La función que desem-
pañaría el brazo recíproco será llevada a cabo por los
demás componentes, como se describirá al tratar de los
retenedores de extremos libres,
5. Conector menor (fig. 4.5). Es el componente que unirá el
Figura 4.3 retenedor al armazón de la prótesis removible. Deberá
ser completamente rígido para así poder transferir al
conector mayor las fuerzas que reciba el retenedor.
* Una media, más delgada y menos rígida, de flexibilidad
limitada y que se sitúa sobre el ecuador dentario.
* Una terminal, aún más delgada y más flexible, que se
sitúa por debajo del ecuador dentario y de la cual de-
pende la retención.
Cuando se trata de ganchos a barra, éstos acceden a la
zona retentiva a través de un conector menor que viene
de la base y se acerca al diente pilar siguiendo un trayec-
to paralelo a la encía marginal y a unos 3 mm de ella. Una
vez alcanza el diente pilar, asciende para cruzar perpen-
dicularmente la encía e ir a buscar el área retentiva.
4. Brazo recíproco (fig. 4.4). Este brazo se sitúa en la cara
opuesta a la que recorre el brazo retentivo. Es rígido y,
por tanto, debe quedar situado por encima del ecuador
dentario. Su función es neutralizar las fuerzas horizonta-
les ejercidas por el brazo retentivo cuando éste sobrepa-
sa el ecuador dentario del diente. Un buen diseño del
brazo recíproco será aquel que consiga contacto simul-
Requisitos de los ganchos
táneo con el diente desde el preciso momento en que el
brazo retentivo contacta con el diente hasta que éste — Todos los retenedores deberán cumplir una serie de requisi-
sobrepasa el ecuador dentario. Para que se pueda conse- tos para poder llevar a cabo su función, Éstos son la reten-
guir esto, será necesario que la superficie por la que res- ción, el soporte, la estabilidad, la reciprocidad, el cerclaje de
bale el brazo recíproco sea paralela a la trayectoria de más de 180" y la pasividad.
2 Retenedores directos MEN

RETENCIÓN na la cantidad de flexión que deberá realizar el gancho para


Un retenedor directo deberá ser capaz de oponerse a las poder sobrepasar el ecuador dentario.
fuerzas que tiendan a desinsertar la prótesis. Para ello, los
brazos retentivos deben acceder a las áreas retentivas que se En el momento de decidir el retenedor, se podrán utilizar
sitúan por debajo del ecuador dentario. La retención viene estas tres dimensiones a favor del profesional de manera que
expresada en las tres dimensiones del espacio: si se trata de un gancho más bien corto, se colocará la punta
* En sentido oclusogingival, por la distancia entre la punta retentiva más cerca del ecuador dentario. En caso contrario, si
retentiva y el ecuador dentario. Cuanto mayor es la distan- se alojase más gingivalmente se debería deformar más y su
cia, mayor será la retención. mayor rigidez no lo toleraría. El resultado sería una rotura del
* En sentido mesiodistal, por la distancia existente entre la brazo retentivo o un aumento de movilidad del diente pilar. De
punta retentiva y su origen (fig. 4.6). Cuanto más alejada se la misma manera, si se trata de un diente con una pared vesti-
encuentre, más largo será el gancho, más flexible y, por bular muy convexa se deberá situar la punta retentiva más
tanto, menos retentivo. Por contra, cuanto más cerca se cerca del ecuador dentario, mientras que si es más aplanada
halle la punta retentiva de su origen, más corto será el gan- su ubicación se desplazará a gingival. La mejor forma para
cho y, en consecuencia, más rígido y retentivo. valorar todo esto es mediante la utilización del paralelizador.
* En sentido vestibulolingual, por la profundidad del socava- A disposición del profesional hay un juego de galgas (0,25 mm,
do (fig. 4.7). Este socavado viene definido por el denomina- (0,50 mm y 0,75 mm) que definen la cantidad de retención que
do ángulo de convergencia, que es el que se forma entre la presenta un diente en función de la distancia al ecuador den-
tangente al ecuador dentario y la superficie vestibular del tario. La cantidad de retención elegida será aquella que aporte
diente que queda por debajo del ecuador. Cuanto mayor la mínima retención necesaria para evitar la desinserción de la
sea el ángulo de convergencia, mayor retención aportará. prótesis, no lleve a que se supere el límite elástico del brazo
Es la dimensión más importante, ya que es la que determi- retentivo y no perjudique el diente ni el periodonto. Rara vez
se situarán ganchos en retenciones de 0,75 mm ya que, salvo
excepciones, serán excesivamente traumáticos (sólo los gan-
chos forjados de 0,50,7 mm pueden utilizarse en estos casos).
A medida que se va alejando de su origen el brazo retenti-
vo del retenedor se va adelgazando y va adquiriendo mayor
flexibilidad. Este hecho es importante, ya que la retención
mediante ganchos se basa en la resistencia del metal a la
deformación y esta resistencia es proporcional a la flexibili-
dad del brazo retentivo, La flexibilidad del brazo retentivo
es, por tanto, un punto clave en el diseño y por eso será nece-
sario saber qué factores influyen en ella:

l. Longitud. A medida que aumenta la longitud, va aumen-


tando la flexibilidad (fig. 4.8). La flexión es proporcional
37 9 LI

al cubo de la longitud y, por tanto, si duplicamos la longi- puede traumatizar la encía marginal y, en el segundo, puede
tud será aproximadamente ocho veces más flexible. Así deformarse el brazo recíproco e incluso romperse, ya que se
pues, será más flexible un gancho a nivel de un molar que ve obligado a enfrentarsea un mayor contorno dentario. La
a nivel de un premolar a iguales características de dise- función de soporte es llevada a cabo a través de la incorpo-
ño. De la misma manera, los ganchos a barra siempre ración de topes oclusales, ya sean oclusales, cingulares o
serán más flexibles que los ganchos circunferenciales y, incisales (fig. 4.10). Todo diente que lleve un brazo retentivo
por ello, estarán especialmente indicados en pilares más debe alojar un tope oclusal, y lo ideal es que los topes se
débiles. hallen uniformemente distribuidos a lo largo de la arcada. En
2. Diámetro. La relación entre diámetro y flexibilidad es algunos casos dentosoportados, los brazos recíprocos
inversa, por lo que a menor diámetro, mayor flexibilidad. podrán dar soporte a través del tallado de repisas en las
3, Adelgazamiento uniforme. Es conveniente un adelgaza- caras palatinas de los dientes pilares. Nunca se tallarán en
miento uniforme y progresivo desde su origen hasta con- los pilares más distales en situaciones de extremos libres
seguir que la sección en la punta retentiva sea la mitad puesto que se alteraría la biomecánica.
que en el origen.
4. Forma de la sección transversal. Un gancho de sección
redonda se podrá flexionar en cualquier dirección del
espacio, como ocurre con los ganchos forjados. En cam-
bio, un gancho de sección semirredonda sólo se podrá
flexionar en sentido vestibulolingual, como ocurre con
los ganchos colados.
5, Material. Los ganchos colados en aleaciones de Cr-Co
(fig. 4.9) presentan el mayor módulo de elasticidad y, por
tanto, son menos flexibles mientras que los de aleaciones
de Ti son los más flexibles (entre ambos tipos de mate-
riales se hallarían los ganchos colados en aleaciones de
oro, los realizados mediante resinas acetálicas y los gan-
Fipura 4.10
chos forjados en orden decreciente de módulo de elasti-
cidad). Cuanto más potente sea el diente pilar, más rígido
podrá ser el gancho (Cr-Co), mientras que cuanto más ESTABILIDAD
débil sea el diente pilar, más flexible deberá ser el gancho Suele definirse como la resistencia al desplazamiento en sen-
(ganchos forjados). tido horizontal. La aportarán los brazos recíprocos, las pla-
cas proximales y demás elementos rígidos de la prótesis (fig.
4.11). Los retenedores que ofrecen una mayor estabilidad
son los que incorporan ganchos circunferenciales colados,
mientras que ésta es menor cuando se trata de ganchos for-
jados. A través de la valoración de prótesis parciales removi-

Agura 4.9

SOPORTE
Un retenedor debe conseguir resistir las fuerzas que tienden
a intruir la prótesis y a desplazar hacia gingival tanto el brazo
retentivo como el brazo recíproco. En el primer caso se Figura 4.11
A A A A
mo 3 E ; v
. 4 .

bles en pacientes con un largo historial de uso de ellas, se ha


visto que la retención es importante en las fases iniciales de
la colocación de la prótesis, pero con el tiempo, lo que real-
mente lleva a que el paciente esté satisfecho a largo plazo
con su prótesis es la estabilidad y no tanto la retención. De
hecho, no es infrecuente encontrar en las citas de revisión
prótesis a las cuales les falta algún brazo retentivo y los
pacientes no se quejan en absoluto de ello. Es más, este
hecho suele pasarles inadvertido. En cambio, de lo que sí
que se quejan es de la falta de estabilidad de la prótesis cuan-
do ésta se produce.
Figura 413
RECIPROCIDAD
Es la propiedad que permite contrarrestar la fuerza horizon-
tal ejercida por la punta de los brazos retentivos cada vez
que supera el ecuador dentario. Como su nombre indica, los
brazos recíprocos son los encargados de aportar reciproci-
dad. Para conseguirlo, el brazo recíproco debe ser grueso,
sin ahusamiento, rígido y, lógicamente, se situará siempre
por encima del ecuador dentario (fig. 4.12). Si esto último
conlleva que quede situado muy cerca de la superficie oclu-

a
sal, será necesario retocar la cara lingual del diente pilar para
desplazar el ecuador dentario a gingival y evitar así que
pueda interferir con la oclusión. Será imperativo que exista
un contacto simultáneo entre el diente y la punta retentiva y
Fipura 4.14
entre el diente y el brazo recíproco desde el momento en que
la punta contacta con la superficie dentaria hasta que ésta
supera el ecuador dentario (fig. 4.13). Si el contacto no fuera deberá ser la superficie tallada en sentido oclusogingival. Por
simultáneo, no se daría tal reciprocidad y el diente pilar ten- tanto, es deseable conseguir que la separación entre ambos
dería a inclinarse ante la fuerza horizontal ejercida por el sea poca.
brazo retentivo. Como se ha afirmado al tratar de los compo- En los casos de extremos libres, los retenedores de los
nentes de los retenedores, rara vez la anatomía dentaria per- pilares que limitan con la edentación no suelen llevar brazos
mite que esto suceda a menos que se tallen en la cara lingual recíprocos ya que podrían interferir en la biomecánica, por
superficies paralelas a la trayectoria de inserción y desinser- lo que la reciprocidad es llevada a cabo por otros dos com-
ción (fig. 4.14). Cuanto mayor sea la distancia en sentido ver- ponentes, la placa proximal y el tope mesiooclusolingual.
tical entre la punta retentiva y el brazo recíproco mayor
CERCLAJE DE MÁS DE 180*
Con el fin de evitar que el diente pilar se aleje del retenedor o
que éste se separe del diente, será preciso que los compo-
nentes del retenedor abarquen más de 180” del perímetro del
diente. El contacto de los elementos del retenedor con el
diente podrá ser continuado como es el caso de los ganchos
circunferenciales (fig. 4.15), o por puntos de contacto como
es el caso de los ganchos a barra (fig. 4.16).

PASIVIDAD
Cuando la prótesis esté totalmente insertada y asentada en
boca, todos los elementos del retenedor tienen que perma-
necer inactivos, es decir, no tienen que ejercer ningún tipo de
fuerza sobre el diente pilar. De lo contrario, se estará ejer-
MZ eróresis PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS

ir introduciendo, pero lo tienen francamente difícil puesto


que no han demostrado ser significativamente mejores que
las de Cr-Co. Si hay que cambiar, siempre tiene que ser con el
fin de conseguir una franca mejora ya que si, en el mejor de
los casos, los resultados son similares, la mayor experiencia
y la más que demostrada eficacia del Cr-Co desbanca defini-
tivamente a las aleaciones de Ti. Además, la más utilizada en
prótesis parcial removible, la de Ni-Ti, presenta el gran incon-
veniente de la posible alergia al Ni.
Respecto a las características de los ganchos confeccio-
A
nados con los diferentes materiales, en primer lugar, se des-
Fipura 4.15 cribirán los ganchos colados en aleaciones de Cr-Co que se
caracterizan por lo siguiente (figs. 4,17 y 4.18):
* Se cuelan a partir de un patrón de cera, por lo que presen-
tan un buen ajuste.
* Tienen una buena resistencia mecánica y ayudan en la esta-
bilización horizontal.
* Al presentar un módulo elástico elevado (210-230GPa) en
comparación con los otros materiales, la elasticidad será
menor, por lo que será menos probable que se deformen.
Se ha determinado que, si no se quiere sobrepasar el límite
elástico del Cr-Co, los ganchos colados en esta aleación se
deberían colocar en zonas con una retención de 0,25 mm y

Figura
4.16

ciendo una fuerza continuada sobre los dientes pilares que


puede llegar a comprometer su permanencia en la boca. En
estos casos, la acción traumática se hace evidente con el
tiempo a través de un aumento de movilidad de ellos.

Tipos de ganchos según el material


En función del material, se pueden elegir entre los ganchos
colados (en aleaciones de Cr-Co, en aleaciones de Ti o en ale-
aciones de oro, aunque están casi en desuso), los ganchos
forjados, los ganchos combinados y los construidos con
resinas acetálicas. Los más utilizados con diferencia son los
de Cr-Co, puesto que se trata de una aleación que lleva
muchos años demostrando unas adecuadas características
para la confección de prótesis parciales removibles, a la vez
que lo ideal es confeccionar todo el esqueleto en una misma
aleación y colado de una pieza con el fin de darle una mayor
resistencia. Cuando se quieren incorporar ganchos forjados,
éstos se soldarán o se incorporarán durante el encerado.
Las aleaciones de oro no se utilizan actualmente, a excep-
ción de ciertos países donde siguen teniendo gran acepta-
ción (p. ej., Alemania). Las aleaciones de Ti se han tratado de Figura 4.18
deberían medir unos 15 mm de longitud, Así como es más
probable conseguir acercarse a esta longitud con ganchos
circunferenciales en molares, en premolares es imposible si
se utilizan esos ganchos. La alternativa en estos dientes
será optar por ganchos a barra o poner uno que presente
una sección menor con el fin de aumentar su flexibilidad.
* Debido a su gran rigidez, no pueden ir alojados en zonas
excesivamente retentivas. Por ello, se suele buscar una
retención de 0,25 mm. Sólo cuando son ganchos largos (más
de 11 mm) se pueden situar en retenciones de 0,50 mm
(sería el caso de ganchos a barra), El inconveniente que
presenta este hecho es que obligará a situar la punta reten-
tiva cerca del ecuador dentario, pudiéndose ver afectada la
estética.
* La sección, al ser semirredonda, no permitirá la flexión en
sentido oclusogingival y sólo podrá realizarse en sentido
vestibulolingual, A pesar de ello, en clínica se puede com-
probar que es posible flexionar ligeramente en sentido
oclusogingival, pero hay que tener presente que el riesgo
de fractura es alto.
* La elevada rigidez ya comentada hará que no sean aconse-
jables en dientes afectados periodontalmente.

En cuanto a los ganchos colados en NéTI, éstos presentan


algunas variaciones frente a los de Cr-Co: Fipura 4.20
* La principal ventaja que se esgrime a su favor es el menor
módulo de elasticidad (39GPa) y la memoria de forma. Lo
primero da lugar a ganchos más flexibles y lo segundo con-
sigue evitar la desadaptación progresiva que sufren los gan-
chos colados en Cr-Co con las sucesivas inserciones y
desinserciones.
* La mayor flexibilidad no impide que aporten estabilidad
horizontal, aunque será necesario que presenten unos gro-
sores mayores si se comparan con los de Cr-Co.
* Presentan una buena resistencia a la fractura.
* Esta menor rigidez permite que se puedan situar en zonas
más retentivas (0,50 mm). En principio, esto iría a favor de
una mejor estética ya que se podrá situar la punta retentiva Fipura 4.21
más a gingival, pero la mejora será sólo parcial puesto que
el grosor del gancho será mayor. bién, se pueden incorporar a la base de acrílico. Se pueden
* Tienen sección semirredonda y, siendo colados, la adapta- encontrar en diferentes calibres variando con ello su Mexi-
ción al diente pilar será buena, bilidad, por ejemplo, se utilizan ganchos de acero inoxida-
* Por sus características, pueden utilizarse tanto en dientes ble en prótesis provisional de 0,75 mm para premolares y
sanos como en dientes comprometidos periodontalmente, de 1 mm para molares o, también, ganchos de Pt-Au-Pd de
0,9 mm para premolares o de 1,1 mm para molares.
Por lo que se refiere a los ganchos forjados (figs. 4.19 a * Su resistencia a la fractura se basa, sobre todo, en una
4.21): mayor flexibilidad.
+ 5e suelen fabricar en alambre de acero inoxidable, aunque * Al ser su módulo de elasticidad bastante menor que el de
también los hay de Cr-Co o Pt-Au-Pd y se incorporan a la los ganchos en Cr-Co, son mucho más flexibles que éstos.
estructura metálica mediante colado o soldadura o, tam- En cambio, tienen poca capacidad estabilizadora y un
MEZ enóvesis PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS-

mayor riesgo de deformación respecto a los ganchos cola-


dos (se manifiesta por el hecho de que pierden con mucha
mayor rapidez que los ganchos colados la adaptación que
tenían y la retención que aportaban).
* La sección, que es redonda, permitirá la flexión en cual-
quier dirección del espacio,
e Se situarán en zonas con una retención de 0,50 mm. Si se
colocarán en zonas menos retentivas, al perder con
mayor facilidad la retención, dejarían de ser activos en
poco tiempo,
* Al ser más flexibles y más delgados, mejorará la estética ya
que podrán situarse más alejados del ecuador dentario,
* Tienen un buen ajuste, aunque es peor al de un gancho
colado ya que se consigue por medio de alicates.

Los ganchos forjados se utilizan casi siempre junto con


los demás elementos colados. En estos casos se trata de gan-
chos combinados e intentan incorporar las ventajas de los Figura 4.22b
ganchos colados y las de los forjados, es decir, aportar la
mayor capacidad estabilizadora de los elementos colados
(brazo recíproco, conector menor y tope oclusal) y la mayor construir ganchos circunferenciales. Se caracterizan por lo
flexibilidad de los brazos retentivos forjados (figs. 4.22a y siguiente:
4,22b). El brazo retentivo suele ser circunferencial. Su prin- * Su indicación es puramente estética, sin embargo, ésta no
cipal indicación es en pilares débiles o dientes afectados siempre es perfecta. Esto es así porque requieren mayores
periodontalmente, Aparte, los ganchos forjados se utilizarán grosores con lo que su tamaño es a menudo excesivo (entre
en la reparación de ganchos fracturados y en prótesis tem- 2 y 2,5 mm), Se presentan en un color similar al esmalte
porales (en estos casos, tanto el brazo retentivo como el (figs. 4,23 y 4.24) para ser utilizados en dientes con un nivel
brazo recíproco suelen ser forjados). gingival normal o en un color rosado con el fin de remplazar
Por último, los ganchos de resinas acetálicas (polioximetl- encía en aquellos pilares donde se ha producido una rece-
leno) fueron utilizados por primera vez en el año 1986 para sión gingival (así disminuye la longitud aparente del diente,
pero se apoyan en cemento favoreciendo la aparición de
caries radicular).
* También puede utilizarse en sustitución de un gancho cola-
do cuando éste se ha roto, ya que presenta la ventaja que,
al no tenerse que trabajar a altas temperaturas, no es nece-
sario desmontar los dientes adyacentes para colocarlo,
* Tienen un módulo de elasticidad menor que el de los gan-
chos colados (si se compara con los de Cr-Co, es de 50 a

' Figura 4.220 Figura 4.23


Fipura 4.24 Figura 4.26

70 veces inferior). Por ello, cuando se trate de ganchos cir-


cunferenciales se tomará una retención de 0,50 mm. A modo
de ejemplo, si se quiere conseguir un gancho de resinas ace-
tálicas que presente una rigidez similar a la de uno de Cr-Co
de 15 mm de longitud y 1 mm de diámetro, el primero debe-
ría tener un longitud de 5 mm y un grosor de 1,4 mm.
* Por lo que se refiere a las demás propiedades, éstas son
inferiores a las de los ganchos colados, destacando su poca
resistencia a la fractura y su fácil desajuste. Además, el
pulido se pierde con el tiempo favoreciéndose el acúmulo
de placa bacteriana (fig, 4,25).

Las principales diferencias entre estos dos tipos de gan-


chos, aparte de la ya comentada, son las expuestas en la
tabla 4.1.
Además de estas diferencias, hay que tener en cuenta de
manera adicional los siguientes detalles:
* Un problema que nos surgirá será cuando el ecuador denta-
rio sea demasiado alto (fig. 4.28), sobre todo si es por pala-
tino de los dientes superiores o por vestibular de los dien-
tes inferiores y se debe colocar un gancho circunferencial
(puede interferir con la oclusión). En estos casos, no será
conveniente el uso de un gancho a barra dado que la por-
ción vertical de éste será demasiado larga siendo más fácil
su deformación y desajuste. Igualmente, una porción verti-
Tipos de ganchos según el diseño
cal demasiado larga favorecerá el acúmulo de alimento
El diseño del gancho determinará de forma indirecta una debajo de él. Así pues, cuando exista esta situación será
serie de propiedades y características que, junto con el tipo recomendable la realización de una coronoplastia (variar el
de material utilizado, permitirán destinar un tipo de gancho contorno de la corona mediante tallado) para desplazar a
u otro para cada caso. Atendiendo a esto, se pueden separar gingival el ecuador dentario.
los ganchos en dos grandes grupos: * Por lo que respecta al acúmulo de placa, al riesgo de caries o
« Aquellos ganchos que acceden a las zonas retentivas desde ala posibilidad de irritación gingival, no se han hallado dife-
oclusal; son los ganchos circunferenciales (fig. 4.26). rencias significativas entre ambos tipos de diseños siempre
* Los que acceden a ella desde gingival; son los ganchos a y cuando el grado de higiene sea correcto. Si éste no es el
barra o por puntos de contacto (fig. 4.27). adecuado, lógicamente habrá más facilidad de acúmulo de
PRÓTESIS PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS

Tabla 4.1. Diferencias entre dos tipos de ganchos

Ganchos circunferenciales Ganchos a barra

Casi todo el brazo retentivo se halla por encima del ecuador Todo el brazo retentivo se sitúa por debajo del ecuador
dentario, siendo sólo el tercio terminal el que se sitúa por dentario
debajo
Al ser más cortos, son menos flexibles. La rigidez puede verse Son más largos y, por tanto, más flexibles, por lo que estarán
aumentada si se añaden curvas al gancho. Asi, un gancho más indicados en dientes afectados periodontalmente.
Ackers es más fexible que uno en horquilla Perderán Flexibilidad sí se añaden curvas al diseño, por
ejemplo, un gancho en T 6 en T partida es más rigido que
uno en |

Contactan con el diente en toda su longitud, por lo que Sólo contactan por la punta y el resto de brazo retentivo
aportan una mayor estabilidad. Sí a ello se le une el hecho no toca el diente, Por ello, al quedar la parte rigida de los
de que son más rigidos, la acción estabilizadora se ve aún mismos fuera de contacto no son capaces de aportar tanta
más aumentada estabilidad horizontal, aunque es suficiente

Al acceder al área retentiva desde oclusal son más propensos Al acceder al área retentiva desde oclusal, son menos
a interferir con la oclusión, sobre todo si el ecuador dentario propensos a interferir con la oclusión
está demasiado alto. Con frecuencia deberemos remodelar la
cara vestibular para acercar el ecuador a gingival

Por el mismo motivo, al estar más cerca de la superficie Suelen ser más estéticos, sobre todo si se trata de dientes
¡| oclusal son, en principio, menos estéticos mandibulares y se sitúan por distovestibular. En la parte
superior, si el paciente presenta una sonrisa gingival serán
excesivamente visibles

No interfieren con tejidos blandos y son de elección cuando Presentan un riesgo de interferir con los tejidos blandos
la cresta osea en los pilares crea socavados tisulares cuando haya algún frenillo cerca o el vestibulo sea poco
importantes. De poner en estos casos un gancho a barra profundo. No estarán indicados cuando a nivel del diente
se favorecerá el acúmulo de alimento debajo de éste pilar haya un socavado tisular importante

Al tener que contactar con el diente de forma uniforme Asientan más fácilmente y su ajuste es más sencillo
y en toda su longitud, el correcto asiento será más dificil ya que sólo es preciso conseguir un punto de contacto

Al ser horizontales y recorrer la cara vestibular a media altura La desinserción de la prótesis será más dificil ya que la
será más fácil desinsertar las prótesis que los lleven. Por este porción vertical del gancho no aporta ayuda para ello.
motivo, estarán especialmente indicados en pacientes de Además, la porción horizontal que recorre la encía, queda
edad avanzada, en personas con problemas articulares o de fuera del alcance de los dedos
tipo motriz (se pueden ayudar con los ganchos)

placa y de aparición de caries cuando se trate de ganchos


circunferenciales, mientras que habrá una mayor probabili-
dad de afectación gingival cuando se trate de ganchos a
barra.
« Un gancho a barra será, en principio, más retentivo ya que
enfrenta el ecuador dentario y «tropieza» con él. De hecho,
se recomienda que las puntas retentivas de los diferentes
ganchos miren siempre hacia oclusal para dar una reten-
ción más efectiva al enfrentarse al ecuador dentario. Es
obvio que será más fácil conseguir este objetivo mediante
la utilización de ganchos que vengan desde gingival. Éste
es el motivo por el cual los ganchos a barra serán de elec-
ción en aquellos casos en que las zonas infraecuatoriales
sean pocos retentivas. Cuando se trata de ganchos circun-
ferenciales, al dirigir la punta retentiva hacia oclusal se
estará aumentando su longitud, lo que redundará en una
mayor flexibilidad.

A continuación, y siguiendo con el diseño, se describirán


los ganchos circunferenciales y a barra utilizados más fre-
cuentemente y, luego, en un segundo grupo, se describirán
otros ganchos opcionales de uso más raro.
re
GANCHOS CIRCUNFERENCIALES
l. Gancho Ackers (figs. 4.29 a 4.32). Es el gancho de elec-
ción en los casos de prótesis dentosoportadas con pila-
res fuertes (sobre todo molares) y cuando la retención
se sitúa en la zona vestibular del diente pilar que se halla
alejada del tramo edéntulo. Presenta un tope adyacente
a la edentación de cuyo conector menor se originan el
brazo retentivo y el recíproco que se dirigirán hacia la
mitad opuesta tanto de la cara vestibular como de la
cara lingual. Es un gancho que cumple los requisitos
necesarios y además se trata de un diseño simple, fácil

Fipura 4.32

de construir y de reparar y no se deforma fácilmente. En


aquellos casos en que la retención se halle por lingual,
| también podrán ser utilizados, pero el brazo retentivo
realizará su recorrido por la superficie lingual del diente
pilar a la vez que se situará por vestibular el brazo recí-
proco.
2. Gancho en anillo (figs. 4.33 a 4.36). Se utiliza en aquellos
casos dentosoportados en que la zona retentiva del dien-
te pilar se sitúa adyacente al tramo edéntulo, pero no se
puede acceder a ella de forma directa desde el tope.

Figura 4,33
MEM próresis PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS Ca +

Una variante es el gancho de acción posterior que se


diferencia en que no presenta el conector menor lingual y
tiene un único tope (figs. 4.37 y 4.38). Si éste es distal, el
diseño es erróneo, ya que todo tope tiene que estar co-
nectado o proceder de un conector menor rígido y no de
un gancho flexible. Si es mesial se observará que el gan-
cho es muy largo y flexible (no aportará la reciprocidad ni
la estabilidad necesarias), será difícil de ajustar y fácil-
mente se distorsionará. Hay que tener presente que la
reciprocidad y estabilidad exigen rigidez mientras que la
| retención exige flexibilidad. Es obvio que un mismo com-
Figura 4.34 ponente no puede ofrecer simultáneamente rigidez y fle-
xibilidad, por lo que es conveniente que la retención y la
reciprocidad la ofrezcan componentes distintos. En con-
secuencia, se trata de un diseño mecánicamente defec-
tuoso y no es aconsejable su utilización.
3. Gancho en horquilla (figs. 4.39 a 4,41). Es una variedad de
Ackers que, al contrario que éste, busca la retención en la
zona próxima al área edéntula pero es bastante más rígi-
do que el gancho en anillo (por la inflexión que hace el
brazo retentivo). Lleva un tope adyacente al tramo edén-
tulo desde donde se origina un brazo recíproco por lin-
gual y uno retentivo que inicialmente se dirige a distal
pero, previa inflexión, se irá a alojar en mesiovestibular.

Figura 4.36 Figura 4.37


Consiste en un tope adyacente al tramo edéntulo del que
sale un brazo recíproco por lingual y se dirige a distal,
donde habrá un tope distal auxiliar para dar más rigidez
a la parte correspondiente al brazo recíproco y evitar que
el pilar se mesialice, Luego pasará a la cara vestibular y
acabará alojándose la punta retentiva en mesiovestibular.
Además, siempre deberá llevar por lingual un conector
menor que salga del conector mayor, vaya por gingival y
termine en el tope distal. Así, aumenta su rigidez, aporta
la adecuada reciprocidad y contribuye a la estabilización
horizontal. Figura 4.38
4, Gancho doble Ackers o en abrazadera (figs. 4,42 a 4,44). La
indicación típica es en las clases II de Kennedy, colocán-
dose como retenedor en el lado contrario al de la edenta-
ción. Presenta un tope doble del que saldrán, en princi-
pio, dos brazos recíprocos por lingual y en sentidos
opuestos e igualmente dos brazos retentivos por vesti-
bular que se dirigen uno a mesial y otro a distal, El doble
tope evitará la impactación de alimentos, por lo que
siempre se colocarán allí donde haya riesgo de impacta-
ción. La forma, dirección y posición de los brazos retenti-

Figura 4.39 OH

Aipura 4.41

No se utiliza con mucha frecuencia ya que presenta dos


requisitos importantes: un buen soporte periodontal y
una corona alta (ya que se precisa suficiente espacio para
que el gancho se inflexione). Los dientes candidatos sue-
len ser molares inferiores mesializados, En premolares
resulta difícil de utilizar, aunque a veces se recurre a él
cuando no puede optarse por ganchos a barra. Otros
inconvenientes son que es poco estético y que hay una
mayor facilidad para la retención de placa y el atrapa-
miento de alimentos. Figura 4.44
META erómesis PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS

vos dependerán de la situación del ecuador dentario y de GANCHOS A BARRA


donde se hallen las zonas retentivas. Así, unas veces se Su principal ubicación serán las caras vestibulares, El gancho
podrán poner dos ganchos Ackers que se originen en el a barra procede de la base y se acerca al diente pilar median-
doble tope, otras veces serán dos ganchos que vayan de te un trayecto horizontal a 3 mm del margen gingival (fig.
mesial a distal, saliendo de dos topes distintos, y también 4,45). Este trayecto condiciona la necesidad de disponer de
se podrá combinar un gancho Ackers con uno en horqui- la suficiente profundidad de vestíbulo (deberá ser igual o
lla, Por último, si la situación lo requiere se pueden situar superior a 4 mm). Cuando la porción horizontal llega a la
los brazos retentivos en la cara lingual y los recíprocos altura del diente pilar, gira en ángulo recto y cruza el margen
en la cara vestibular. gingival hasta alcanzar la zona retentiva donde se apoyará la
punta del gancho. Deberá aliviarse a la altura de la encía mar-
Los ganchos anteriormente descritos servirán para la ginal para evitar que se hipertrofie,
mayor parte de situaciones en las que se requieran ganchos Cuando se trate de clases lll o IV de Kennedy, irán en com-
circunferenciales. Aparte, hay otros diseños que se pueden binación con un gancho recíproco circunferencial por lingual
utilizar, pero de manera mucho menos frecuente: o palatino y un tope adyacente a la edentación. En los casos
* Gancho múltiple, Es un gancho circunferencial doble en el de extremos libres, el diseño es distinto como se indica en el
cual los brazos retentivos y recíprocos se hallan enfrenta- siguiente apartado (no habrá brazos recíprocos por lingual y
dos y los topes oclusales se sitúan en superficies opuestas el tope se situará en mesial).
de los dientes pilares, esto es, uno en mesial del pilar mesial La unión entre el gancho a barra y la base de la prótesis se
y el otro en distal del pilar distal, Los brazos retentivos se hará en zona interproximal de los dientes artificiales con el
sitúan por la cara vestibular mientras que los brazos recí- fin de no interferir con su posicionamiento ni provocar pro-
procos, que se sitúan por lingual, se hallan unidos. Hay un blemas estéticos obligando a acortar los dientes de la próte-
conector menor para cada tope y del que se originan los sis (fig. 4.46). En todos los ganchos a barra el recorrido es el
brazos tanto retentivos como recíprocos. Siendo un retene- mismo y sólo variará la forma de la porción terminal. Es
dor casi tan rígido y potente como el doble Ackers, estará
indicado en prótesis dentosoportadas en las que la edenta-
ción intercalar sea unilateral, situándose en el lado dentado,
Además de aportar retención, actúa a modo de ferulización.
* Gancho en dos mitades. Como su nombre indica, este rete-
nedor está dividido en dos partes. O sea, presenta un tope
mesial y un tope distal procedentes de dos conectores
menores distintos. De uno de ellos saldrá el brazo retenti-
vo y del otro el brazo recíproco. El brazo retentivo viene
del tramo edéntulo y accederá a la zona retentiva por ves-
tibular, mientras que el recíproco se iniciará en mesiolin-
gual y se dirigirá a distal. Está indicado en prótesis dento-
soportadas.
e Gancho tipo onlay. Consiste en un brazo retentivo que se
origina en una cara oclusal colada que, formando parte de
la prótesis removible, recubre totalmente el tercio oclusal
del diente pilar. Puede presentarse en forma de dos gan-
chos, uno por la cara vestibular y otro por la cara lingual, o
en forma de un solo gancho por vestibular, Estas superfi-
cies oclusales coladas están indicadas en dientes rotados,
inclinados o cuando se deba aumentar la dimensión verti-
cal por medio de una prótesis removible, En estos casos, la
prótesis nos permite restaurar el plano oclusal. Obvia-
mente, como se apoya en toda la cara oclusal, no estará
indicado en pacientes con un elevado riesgo de caries, a
menos que los dientes pilares lleven coronas de recubri-
miento total. Figura 4.46
imprescindible que debajo de la porción horizontal del brazo
retentivo no queden áreas de socavado tisular, ya que podrían
facilitar el acúmulo de restos alimenticios.
De todos ellos, los más sencillos y más empleados son el
gancho en |, el gancho en T y el gancho en T partida. Cum-
plen todos los requisitos necesarios, pero no dan tanta esta-
bilidad horizontal como los ganchos circunferenciales (el
que da más estabilidad es el gancho en T).
El más utilizado es el gancho en I (figs. 4.47 a 4.51), que
podrá situarse en el mesio, medio o distovestibular en próte-
sis dentosoportadas, mientras que en los casos de prótesis a

Figura 4.47

extremo libre deberá situarse en medio o mesiovestibular


para no entorpecer la rotación de la base (como se comenta-
rá un poco más adelante). Cuando se trate de casos dentoso-
portados, la punta del gancho en | deberá mantener un con-
tacto de 2 mm de longitud, de los cuales 1 mm estará por
encima del ecuador dentario y el otro por debajo, En extre-
mos libres, la punta retentiva deberá situarse enteramente
por debajo del ecuador porque si no desplazará distalmente
el fulcro (véase la biomecánica en extremos libres).
Figura 44B Cuando se deba buscar en extremos libres la retención en
distovestibular, utilizaremos el gancho en T partida (fig, 4,52).
Igualmente, el gancho en T partida será una opción válida en
edentaciones intercalares cuando la retención se halle en la
zona adyacente al tramo edéntulo.
El gancho en T (figs. 4.53a 4,55) se podrá utilizar en próte-
sis dentosoportadas cuando la retención se halle adyacente
al tramo edéntulo. La parte mesial se situará por encima del
ecuador dentario y ofrecerá estabilidad frente al desplaza-
miento horizontal, mientras que la mitad distal será la pro-
piamente retentiva y se situará en distovestibular, Por lingual
se puede situar tanto un brazo circunferencial como otro
gancho en T, pero en este caso estarán ambas mitades por
Figura 4.49 encima del ecuador dentario. Si se trata de extremos libres,
a "EZ E
E,
el LAA

la parte mesial no se situará por encima del ecuador dentario


sino al mismo nivel para no alterar la biomecánica (como ya
se tratará más en profundidad en el apartado correspondien-
te a los retenedores en extremos libres).
En los casos dentosoportados en que el ecuador del dien-
te pilar describa una trayectoria alta a nivel mesial y a nivel
distal y se inflexione de forma importante hacia gingival a
nivel medio, podremos optar por colocar un gancho en Y
(figs. 4.56 y 4.57).

==

A 452

Fipura 4,53

Biomecánica en la prótesis parcial


removible a extremo libre
Cada elemento de la prótesis removible tiene que llevar a
cabo su función sin perjudicar las estructuras remanentes de
la boca. Los retenedores también deben se capaces de ello,
sobre todo en los extremos libres, donde hay mayor riesgo
de transmitir fuerzas torsionales a los dientes pilares,
Si valoramos la prótesis dentosoportada (fig. 4.58), las úni-
cas fuerzas dislocantes que actuarán sobre ella durante la
función son las que tiendan a desinsertarla y las que tiendan
a desplazarla en sentido horizontal. Así pues, se pueden defi-
pl nir las dos únicas funciones que deben desempeñar los rete-
Fipura 4.55 nedores:
Agura 4.58 Figura 4.60

* Dar retención y oponerse a la desinserción de la prótesis. lado. Es por ello que los retenedores, además de las dos fun-
* Dar estabilidad frente a las fuerzas ejercidas en el plano ciones antes descritas, deben ser capaces de adaptarse a esa
horizontal. rotación sin transmitir fuerzas torsionales sobre los dientes
pilares. Así pues, los brazos retentivos tienen que separarse
Estas dos funciones son llevadas a cabo sin ningún pro- del diente pilar cuando la base se desplace hacia la mucosa
blema por los diseños de retenedores descritos con anterio- durante la función. Para conseguirlo hay que recurrir a dise-
ridad y no es necesario recurrir a diseños especiales. Por ños especiales que atañen, no sólo al brazo retentivo, sino
tanto, la biomecánica no es compleja ya que no hay movi- también al tope oclusal
y a la placa proximal.
mientos de rotación sobreañadidos, que son precisamente
los más potencialmente dañinos para los dientes pilares. TOPE OCLUSAL
Hay una tercera función que se observa sobre todo en las Es un principio básico colocar siempre el tope oclusal en la
clases IV de Kennedy en las que hay una edentación anterior zona del diente pilar adyacente al tramo edéntulo, ya que hay
intercalar, por ejemplo, faltan los cuatro incisivos superiores. que evitar que el alimento penetre entre el diente y la próte-
En estos casos, los retenedores deben ser capaces de apor- sis. No hay que olvidar que son estas caras proximales de los
tar retención indirecta en el momento en el cual el paciente pilares las que se ven afectadas con más frecuencia por
quiera hacer el acto de la incisión. caries. Ahora bien, cuando se trata de extremos libres es pre-
En cambio, en una prótesis a extremo libre la biomecánica ferible desplazarlo a la zona mesioclusal (figs. 4.61 a 4.63) por
es distinta, puesto que la prótesis se apoyará simultánea- los siguientes motivos:
mente en dientes y en mucosa (figs. 4.59 y 4,60). La diferente * Aunque el tope descanse sobre una superficie perpendicu-
depresibilidad del diente y la mucosa condicionará una rota- lar al eje mayor dentario (fig. 4,64), si este contacto se pro-
ción de la base alrededor de una línea de fulcro que vendrá duce en la periferia de la cara oclusal siempre dará lugar a
determinada por los topes oclusales más distales de cada una versión del diente pilar hacia el lado donde se halle el
* Sabiendo de antemano que se generará una rotación y que
el fulcro se hallará en el tope, cuanto más cerca del tramo
edéntulo se sitúe ese tope mayor será el componente hori-
zontal del movimiento de la base (fig. 4.65). Esto favorecerá
que se pellizque la encía contra el diente y que se transmi-
tan de forma poco fisiológica las fuerzas masticatorias
sobre el hueso. A medida que se aleja el tope de la edenta-
ción, es decir, si se desplaza a mesial, el radio de giro será
mayor y las fuerzas masticatorias transmitidas a la cresta
residual serán más verticales y se reducirá el riesgo de
pellizcar la encía (figs. 4.66 y 4.67). Igualmente se reducen
Figura 4.62

Figura 4.63
: Fipura 4.65

Figura 4.64 Figura 4.66

tope (no habría versión si el contacto se produjera justo


sobre el eje). Si lo colocamos en distal tenderá a distalar el
diente y se separará el diente pilar del diente adyacente
provocando la pérdida del punto de contacto mesial.
Además, se alterarán las relaciones de la prótesis con todas
las estructuras orales con las que entre en contacto. En
cambio, al situar el tope en mesial la tendencia será a
mesializar el diente pilar. Así, se convertirá esta fuerza, en
principio desfavorable, en un factor favorable ya que ayu-
dará a mantener cerrado el punto de contacto mesial y la ver-
sión quedará frenada por el diente adyacente. Figura 4,67
los efectos de la rotación si se desplaza el tope hacia gingi-
val (fig. 4.68).
* Todo lo que queda por detrás del fulcro se dirige hacia
abajo y adelante, mientras que lo que queda por delante se
dirige hacia arriba y adelante. Cuando ocluya o mastique el
paciente se generará la citada rotación y todo lo que quede
por distal del tope se dirigirá hacia gingival y hacia delante.
Si se sitúa la punta del brazo retentivo por detrás del tope,
ésta se desplazará en ese sentido, por lo que se separará
del diente y no le transmitirá fuerzas torsionales por la rota-
ción (figs. 4.69 a 4.71). En cambio, si la punta retentiva se Figura 4.71

sitúa por delante del tope oclusal, se desplazará hacia arri-


ba, con lo que tropezará con el ecuador dentario y favore-
cerá la distalización del diente pilar (figs. 4,72 a 4.74).

Además, habrá que tomar una serie de precauciones adi-


cionales:
* Será conveniente que quede un ligero espacio entre el conec-
tor menor que lleva el tope a mesiooclusal y el diente adya-
cente (figs, 4,75 a 4.77). La razón estriba en que el conector
se desplazará hacia delante cuando se produzca la rotación
y, si choca contra el diente mesial desplazará el diente pilar
hacia distal por la ley de la acción y reacción. De esta mane-

Figura 4.63

Fipura 4.70
- IN A
a AN

ra, se perderán las ventajas buscadas con la adecuada colo-


cación tanto del tope como de la punta retentiva. Por tanto,
si no existe ese espacio, se creará rebajando ligeramente la
superficie distolingual del diente adyacente.
* No debe situarse ningún elemento rígido por distal del topey
que quede por encima del ecuador dentario (figs. 4.78 y 4.79).
Si se coloca, al producirse la rotación se desplazará el fulcro
desde el tope mesial hasta el punto de contacto más distal de
ese elemento con el diente, ya que su rigidez le impide fle-
xlonarse y sobrepasar el ecuador dentario. De esta manera,
se alterará la biomecánica ya que quedaríael fulcro en distal
del pilar y, además, la punta retentiva quedaría por delante
de él con lo que se perderían las ventajas que se buscan con
el diseño descrito hasta ahora. Esto puede ocurrir si se colo-
ca un brazo recíproco o una placa lingual por distal del tope
y no se tiene en cuenta las siguientes precauciones: evitar
que se apoyen estos elementos en el diente pilar (no se talla-
rán repisas) y preparar planos guía en la cara lingual que per-
mitan el desplazamiento libre de ambos elementos.
* Cuando el diente pilar esté mesializado presentará una cara
distal inclinada hacia mesial, con lo que el ecuador dentario
se situará a gingival. En esta situación, la placa proximal con-
tactará con el diente siempre por encima del ecuador denta-
rio, por lo que durante la función se desplazará el fulcro
desde el tope mesial hasta la zona de contacto con la placa
proximal. Así, se alterará la biomecánica buscada con los
retenedores para extremos libres. Lo ideal en estos casos es
corregir la inclinación del pilar con una corona de recubri-
miento completo. Si no es factible realizar la corona, se tra-
tará de reducir las fuerzas que reciba el pilar utilizando bases
bien extendidas y brazos retentivos más flexibles. Además,
en pilares mesializados no será aconsejable colocar el tope
en mesial, ya que acentuará la inclinación del diente.

Un hecho que hay que tener presente es que esta rotación


es mucho más probable en la mandíbula que no en el maxilar
superior, ya que los conectores mayores maxilares se apoyan Figura 4.80
en el paladar y disipan más y mejor las fuerzas generadas por
la citada rotación.
Cuando no haya otra opción que llevar el tope a distal, se
deberá minimizar la tendencia a la distalización del diente pilar.
Esto se conseguirá mediante el diseño de una base bien exten-
dida, un contacto mínimo entre la placa y el plano guía distal y
un retenedor que transmita mínimamente las fuerzas torsiona-
les sobre el pilar, por ejemplo, el uso de un gancho forjado.

PLACA PROXIMAL
La placa proximal fue ideada por Kratochvil con un triple
propósito:
* Eliminar el espacio entre el diente pilar y la prótesis con el Apura 4.91
fin de evitar el atrapamiento alimentario y la hipertrofia
gingival.
* Conseguir un contacto íntimo entre la placa proximal y la
superficie distal del diente pilar con el fin de evitar o mini-
mizar la impactación de alimentos, ya que la ausencia del
tope distal lo facilitaba.
* Poner metal bien pulido en contacto con el diente y la encía
marginal en lugar de resina acrílica, ya que ésta es más
porosa y menos pulida, con lo que favorece el acúmulo de
placa bacteriana y la inflamación gingival subsiguiente.

Para conseguir estos objetivos, propugnaba una placa 2 ME pe


proximal que iba desde la superficie oclusal hasta el margen Figura 4.82
gingival y en contacto íntimo con el diente en toda su longi-
tud (fig. 4.80). Pero esta placa diseñada por Kratochvil pre-
sentaba el inconveniente que era excesivamente larga y esta- Desde aquí la placa se separa progresivamente del diente,
ba en contacto íntimo con el diente, por lo que impedía casi quedando un ligero espacio por gingival que permitirá la
totalmente la rotación de la base de la prótesis a extremo rotación de la base (figs. 4,83 a 4.85). A pesar de que este
libre. Hay que tener en cuenta que esta rotación estará siem- espacio puede favorecer el acúmulo de alimentos y la hiper-
pre presente y que no se deberá oponer a ella sino, al contra- trofía gingival, Krol consideraba que este efecto negativo era
rlo, permitir que se produzca libremente, menor que las consecuencias de limitar la rotación. En el
Krol mejoró el diseño de la placa proximal paliando los laboratorio se deberá aliviar con cera la cara distal del pilar
defectos que presentaba (figs. 4.81 y 4.82). Así, acortó el con el fin de favorecer la creación de este espacio entre la
plano guía del diente dejándolo en sólo 2-3 mm en sentido placa y el diente. Por último, en este diseño y justo por enci-
oclusogingival y redujo el área de contacto con la placa a ma de la placa proximal, el diente artificial contactará direc-
sólo 1 mm (en la unión del tercio medio con el tercio oclusal), tamente con el diente pilar (figs. 4.86a y 4.86b).
PRÓTESIS PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS

Figura 4.83 Figura 4.86b

BRAZO RETENTIVO
El brazo retentivo que se utilice debe ser capaz de no interte-
rir la rotación de la base a extremo libre ni transmitir fuerzas
torsionales sobre el diente pilar. A la vez, tiene que aportar
retención y nunca se deben crear fositas o concavidades en
la cara vestibular de dientes con poca o nula retención para
que alojen la punta retentiva (figs. 4,87 y 4.88). Si así se hicie-
ra, se limitaría la rotación con todas las consecuencias que
ello conlleva.
La posición del brazo retentivo debe estar coordinada con
la del tope oclusal de tal manera que la punta retentiva quede
Figura 4.84 siempre por distal del tope con el fin de minimizar la sobre-

| Placa proximal
Diseño

Figura 4.864 Fipura 4.88


MA Retenedores directos ME

Por último, se ha recomendado la utilización de los gan-


chos circunferenciales de emergencia mesial (con tope
mesial) con la esperanza de que su comportamiento no
sobrecargara el diente (fig. 4,92). Se ha visto que estos gan-
chos trabajan en realidad como ganchos tipo Ackers, no pre-
sentan la elasticidad deseable de la extremidad retentiva y la
porción que hace de brazo recíproco representa un obstácu-
lo para el mantenimiento del centro de rotación en mesial.
A modo de conclusión, en los extremos libres hay que ase-
gurarse siempre de que no se interfiere la rotación y que,
además, el fulcro se sitúa en el tope mesial. Será necesario,
también, que se cumplan los siguientes requisitos:

1. Que el eje de rotación que viene determinado por los


topes oclusales se sitúe alejado del tramo edéntulo y lo
más hacia gingival posible.
2. Que las placas proximales mantengan una posición de
contacto con el diente pilar y no actúen sobre el diente
durante la función.
3. Que el brazo retentivo se mantenga inactivo cuando oclu-
ya el paciente y se active solamente cuando vaya a desin-
sertar la prótesis.

Fipura 4.90

carga a nivel del diente pilar (figs. 4,89 y 4.90), Será conve-
niente situar la punta retentiva en medio o mesiovestibular.
En principio no estará en distovestibular, ya que cuando el
paciente mastique se desplazará hacia delante y se enfrenta-
rá con la máxima convexidad de la corona en sentido mesio-
distal (fig. 4.91). El resultado será la generación y transmisión
de fuerzas torsionales al diente pilar. Si no queda más reme-
dio que utilizar el área retentiva distovestibular, se deberán Figura 4.92
tomar medidas como la utilización de un gancho a barra que
es más flexible (en este caso un gancho en T partida).
Retenedores para prótesis
a extremo libre
Hay dos tipos de retenedores que reúnen los requisitos ante-
riormente citados y que son los más indicados en el trata-
miento
de los extremos libres:
RPI y RPA.

l, EL RPI (mesial Rest, proximal Plate, | bar) presenta un gan-


cho a barra en | que acabará en medio o mesiovestibular,
una placa proximal según los criterios de Krol y un tope
que se colocará en mesiooclusolingual (figs. 4.93 a 4.97).
La colocación del tope hacia lingual persigue dar una
reciprocidad más eficaz (así, cada elemento viene a estar
Aipura 4.91 aunos 120" del elemento vecino).
META eróresis PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS ls E
————

Fipura 4.93 Figura 4,97

A pesar de que se trata de un retenedor de primera


elección para extremos libres, presenta una serle de con-
traindicaciones y de limitaciones, casi todas dependien-
tes de la presencia del gancho a barra en 1.

Como contraindicaciones tenemos:


* Profundidad de vestíbulo insuficiente (la porción hori-
zontal del gancho debe quedar a 3 mm del margen gin-
gival).
* Socavados tisulares importantes -de más de 1 mm-a
nivel del diente pilar (fig. 4,98) y que se inicien a menos
de 3 mm del margen gingival (facilitaría el atrapamiento
de alimento). No se considerará una contraindicación si
hay un socavado y está alejado del trayecto de la por-
ción horizontal del brazo retentivo.

Como limitaciones podemos citar:


* Cuando se tenga un ecuador dentario alto y no se
pueda modificar, el brazo retentivo será muy largo,
excesivamente flexible, poco retentivo y, frecuentemen-
te, se allojará.
* Pacientes de edad avanzada o con problemas artrósi-
cos o trastornos motores. Siempre es más fácil la desin-
serción de una prótesis con ganchos circunferenciales
Aipura 4.95
que con ganchos a barra.
Retenedores directos EM

* En los casos en que la zona retentiva se halle muy cerca pilar más anterior con el fin de que la transmisión de las
del margen gingival (cabe recordar que, con el movi- fuerzas masticatorias a la cresta ósea sea más vertical y
miento funcional y la reabsorción progresiva de la cres- fisiológica. En cuanto a la placa proximal y al brazo
ta, el propio desplazamiento de la punta retentiva retentivo, irán situados en el pilar más distal. Si se trata
puede llegar a traumatizar la encía). de un extremo libre que presenta un diente aislado, el
RPI se colocará en el diente anterior a éste. El diente ais-
En los casos en los que la retención se sitúe en disto- lado llevará dos placas proximales que quedarán alivia-
vestibular, se puede sustituir el gancho en | por uno en T das por debajo del punto de contacto con él. Así, sin
partida, pero manteniendo los principios básicos del topes oclusales, reduciremos las cargas que deberá
tope mesiooclusolingual y la placa proximal. También se soportar.
ha propuesto que acompañe a los tres elementos del RPI 2. El RPA (mesial Rest, proximal Plate, Ackers clasp) surge
un brazo recíproco en | por lingual, con el fin de mejorar para solventar las contraindicaciones y limitaciones del
aún más si cabe la reciprocidad y la estabilidad. Es el RPI. El tope mesial y la placa proximal se diseñan de
retenedor RIl y en él la barra lingual en | se sitúa igual que forma idéntica a los del RPI. La diferencia está en la sus-
la vestibular (fig. 4,99). A pesar de las buenas intencio- titución de la barra en | por un brazo retentivo circunfe-
nes, la mejora no es significativa y, en cambio, se favore- rencial tipo Ackers que emerge de la placa proximal y
ce más el acúmulo de placa bacteriana. que va a buscar la retención en mesiovestibular, Su
El gancho en T, si se tiene en cuenta la biomecánica y el correcto diseño exige que el borde superior de los dos
diseño en los extremos libres, no sería aconsejable utili- tercios iniciales del brazo retentivo se sitúe justo en el
zarlo. Ya vimos al tratar los extremos libres que no se ecuador dentario (figs, 4.100 y 4.101). Es importante
deben situar elementos rígidos por distal del tope y que al tener en cuenta este detalle, ya que son los propiamen-
mismo tiempo se sitúen por encima del ecuador dentario, te rígidos y, si se situaran por encima del ecuador den-
ya que provocarán un desplazamiento del eje de rotación
de la prótesis hacia distal. Por este motivo, no será acon-
sejable utilizar en los extremos libres el gancho en T, ya
que la porción de la T que queda por encima del ecuador
dentario se halla situada por distal del tope. En esta situa-
ción, cuando ocluya el paciente, se desplazará el fulcro
desde el tope mesial hasta la porción de la T supraecua-
torial alterándose la biomecánica y perdiéndose las ven-
tajas buscadas con el diseño. Si se quiere utilizar un gacho
en T para dar mayor estabilidad, deberá situarse esta por-
ción del gancho al mismo nivel que el ecuador dentario.
El RPI puede sufrir modificaciones cuando se coloca
en dientes ferulizados. Tanto si la ferulización implica a
dos o tres dientes, se colocará siempre el tope en el Figura 4.100

Algura 4.101
MICEMA eróresis PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS

tario, provocarían el desplazamiento distal del fulcro


con la alteración consiguiente de la biomecánica. Por
debajo de esta porción del brazo retentivo hay que ali-
viar con cera para permitir que se pueda desplazar a
gingival durante la función y no interfiera el movimiento
de la prótesis (figs, 4,102 y 4,103), El tercio terminal
descenderá desde el ecuador y acabará en la zona reten-
tiva. Una opción alternativa es que el gancho emerja, no
de la placa, sino de la base, con lo que se consigue un
gancho más flexible y con características similares a
un gancho a barra (figs. 4.104 a 4.107).
Figura 4.105

Figura 4.102 Figura 4.106

Figura 4.103 Figura 4.107

Factores que influyen en la elección del


retenedor para prótesis parcial removible
Una vez analizados los tipos de ganchos disponibles tanto
para edentaciones intercalares como para edentaciones a
extremo libre, se pueden establecer unos cuadros de deci-
siones que ayudarán a elegir el retenedor más adecuado en
cada situación. Si bien poseyendo sólo algunos tipos de rete-
nedores ya se será capaz de diseñar la mayoría de las próte-
sis y solventar casi todos los casos.
Es aconsejable buscar un equilibrio en el diseño, es decir,
Figura 4,104 intentar que la magnitud de la retención de un lado de la
arcada sea equiparable a la del otro lado, Además, esta sime-
tría también implicará al número de retenedores y a la forma
del conector mayor,
La elección del tipo de retenedor vendrá guiada por los
cinco factores siguientes:

1, Tipo de edentación.
2. Localización de la retención.
3. Estado periodontal del diente pilar.
4, Estética,
5. Factores anatómicos.

TIPO DE EDENTACIÓN Figura 4.110


La clase de Kennedy influirá en el tipo de retenedor, ya que
determinará el comportamiento biomecánico de la prótesis,
Éste será distinto según se trate de un caso dentosoportado lar y es factible utilizar un gancho a barra, se optará por
o dentomucosoportado: la sustitución del gancho en | por uno en T partida. El
gancho en T se podrá utilizar siempre y cuando se sitúe la
1. Clase | de Kennedy (figs. 4.108 y 4.109). En los casos de porción mesial de la T a nivel del ecuador dentario, como
extremos libres bilaterales los retenedores de elección se expone en el apartado correspondiente a los retene-
son los que llevan el tope en mesiooclusolingual, la placa dores a extremo libre (fig. 4.111).
proximal según Krol y un gancho a barra. Por tanto, de Aunque biomecánicamente no es lo ideal, se podrá
primera elección será el RPI o el RPA para cuando el RPI recurrir a un gancho circunferencial que emerja de un
esté contraindicado y la retención se halle en mesiovesti- tope mesial para los casos en que la retención se halle en
bular (fig. 4,110). Si la retención se halla en distovestibu- distovestibular y no se pueda utilizar un gancho a barra.
Si se opta por él, será importante minimizar las conse-
cuencias de situar elementos rígidos por encima del
ecuador y por distal del tope. Para ello, será necesario
utilizar ganchos más flexibles (más delgados y largos) y
situar los dos primeros tercios del gancho a nivel del
ecuador dentario (esto obligará en muchos casos
a remo-
delar la cara vestibular del diente pilar). Además, será
conveniente extender bien las bases con el fin de reducir
las fuerzas torsionales generadas y transmitirlas princi-
palmente a la mucosa subyacente y no a los pilares.
También se podrá utilizar un retenedor combinado con
brazo retentivo forjado, ya sea en forma de gancho cir-
Figura 4.108 ] cunferencial o a barra.

des
rc

— E >
mira

Figura 4.109
MT prótesis PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS
2. Clase II de Kennedy. Cuando el extremo libre es unilateral,
la elección del tipo de retenedor
en el lado que presenta la
edentación seguirá el mismo criterio que se ha seguido al
tratar las clases 1 de Kennedy. Asi pues, se colocará un
RPI, alguna variante suya o alguno de los otros tipos de
ganchos mencionados (fig. 4.112).
En el lado contrario a la edentación, lo más aconseja-
ble será situar dos retenedores lo más separados posible Gancho a barra 6 | Garcta mm arado | [Garcia en Actos |
CAI
para dar mayor estabilidad a la prótesis una vez esté
asentada en boca (fig. 4,113). Siempre que sea posible, se
situará el retenedor distal en el segundo molar, con el fin
de conseguir una simetría en el diseño de la prótesis. Por Fipura 4,114
tanto, se podría colocar un gancho tipo Ackers en el
segundo molar
y otro gancho, ya sea tipo Ackers o, mejor,
a barra, en el primer premolar (así, con los tres topes Si el lado contrario al extremo libre presenta una eden-
quedaría establecido un trípode que ofrecería la máxima tación intercalar será la propia edentación la que determi-
estabilidad). Además, el tope del retenedor mesial ofre- ne en qué dientes irán los retenedores (serán los dientes
cerá retención indirecta. También se podría colocar un adyacentes a ella). En este caso, el diente que limite poste-
doble Ackers apoyado tanto en el primero como en el riormente la edentación llevará un gancho circunferencial
segundo molar (fig. 4.114). Los terceros molares, sobre y el que
la limite anteriormente, al estar sujeto a un mayor
todo inferiores, son malos pilares ya que la altura de la estrés (secundario a la rotación generada por la base de
corona clínica suele ser escasa y la retención que ofrecen extremo libre), será preferible que lleve un gancho que sea
es mínima o nula, más flexible, por ejemplo, uno a barra (figs. 4.115 y 4.116).

Fipura 4.113
3, Clase III de Kennedy (figs. 4.117a 4,119). Cuando se trate
de edentaciones intercalares, los retenedores de elección
serán aquellos que lleven el tope adyacente al tramo
edéntulo con el fin de evitar la impactación de alimento
entre la prótesis y los dientes pilares (figs. 4.120 y 4,121).
Lógicamente, como no se producirá rotación de la próte-
sis durante la función, no estarán indicados el RPI ni el
RPA. Por tanto, se utilizarán ganchos circunferenciales
(que serán tipo Ackers si la retención está alejada de la
edentación o en horquilla o anillo si está adyacente a ella)
o ganchos a barra (a diferencia de cuando se usa en extre-
Fipura 4.180

Figura 4.181

mos libres, la barra en| podrá situarse en distovestibular


ya que no habrá rotación de la prótesis, así también será
más estética). La elección de un tipo u otro de retenedor
vendrá condicionada por los otros factores (estado
periodontal, localización de la retención, estética y facto-
res anatómicos).
4. Clase IV de Kennedy (fig. 4.122). Cuando se tenga una
edentación anterior se tendrá que ir a buscar la retención
lejos de ella para ofrecer la suficiente retención indirecta
y, cuanto más lejos se vaya, más fácilmente se conseguirá.
De esta manera, se podrá contener la intrusión de la base

¡aroro dobás
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anaradena
LK l al ES [ ? JE E
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= 4|

Fipura 4.119 Figura 4.122


MESA próresis PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS

de la prótesis en el momento de realizar el acto de la in-


cisión. Los ganchos de elección deberán ser potentes, por
ello, se suele recurrir a ganchos circunferenciales ya sean
Ackers, doble Ackers o en anillo (figs. 4.123 y 4,124). Los
ganchos que ofrecerán mejor retención indirecta serán
obviamente aquellos que vayan desde mesial a distal de
los dientes pilares. Así, cuando tienda a intruirse la base,
la punta del brazo retentivo frenará el desplazamiento, ya
que se halla por debajo del ecuador dentario.

LOCALIZACIÓN DE LA RETENCIÓN Fipura 4.127


El siguiente paso es determinar en qué zona y a qué altura de
la cara vestibular se halla la retención, si es en mesial o en
distal o si, en cambio, se debe buscar en lingual (figs. 4.125 a removible y, en este caso, para realizar la adecuada elección
4,127). Es necesario valorar a qué altura se sitúa la retención, del retenedor,
ya que condicionará la mayor o menor visibilidad del gan- Una vez determinada con el paralelizador la vía de inser-
cho, o si queda demasiado próxima de gingival o del cemen- ción y tallados los planos guía, se procederá a dibujar el
to, Hay que recordar que la punta retentiva siempre debe ecuador dentario, Lo ideal es que éste se sitúe sobre el tercio
quedar al menos a 1 mm. La única manera para conseguir medio de la cara vestibular. Si queda demasiado alto (excesi-
valorar adecuadamente la retención en cuanto a localización vamente cerca de la cara oclusal) será necesario desplazarlo
y magnitud será utilizando el paralelizador. Es imprescindi- a gingival mediante una coronoplastia. Así, se modificará el
ble utilizarlo para diseñar correctamente una prótesis parcial contorno con turbina y fresa de diamante para acabar pulien-
do con copa de silicona, El motivo por el cual es necesario
variar el contorno dentario es doble:
e Si se trata de un gancho circunferencial, al tener que situar
los dos tercios iniciales del mismo por encima del ecuador,
se corre el riesgo de que interfiera con la oclusión. Es fre-
cuente que se dé esta situación en molares superiores debi-
do a su inclinación vestibular. Si esto no se tiene en cuenta,
cuando se pruebe la prótesis creará una prematuridad y se
deberá retocar el metal, debilitando el retenedor, o retocar
el antagonista, algo no deseable.
e Si se trata de un gancho a barra, la porción que asciende
desde gingival será demasiado larga, con lo que facilitará la Figura 4.128
retención de alimento, será demasiado flexible y se desa-
justará con excesiva frecuencia.

Luego valoraremos con las galgas correspondientes en


qué zona de la cara vestibular se halla la retención deseada.
Para ello, es necesario conocer previamente cuál es la mag-
nitud de la retención que se debe buscar en función del mate-
rial con que se ha confeccionado el gancho. Así, cuando sean
colados en Cr-Co la galga que se utilizará será en principio la
de 0,25, aunque en ciertos casos se optará por la de 0,50. Si se
trata de aleaciones de Ni-Ti o ganchos forjados cogeremos la
de 0,50 (en casos particulares se podrá utilizar incluso la de
0,75 para los ganchos forjados). Si la retención se halla en lin-
gual, se hará lo mismo, pero por lingual y se situará el brazo figura 4.123
recíproco por vestibular. Habrá que ir con cuidado en estos
casos si se trata de molares inferiores ya que, al ir el recípro-
co por vestibular, es más que probable que interfiera con la pleto. En este caso, se tendrá presente en el momento de la
oclusión. preparación del pilar que se debe rebajar lo suficiente la cara
No es conveniente situar la punta retentiva en zonas de oclusal para dejar espacio no sólo para la corona, sino tam-
excesiva retención ya que, si no se compensa con un material bién para el tope oclusal. Así, la reducción oclusal en los
más flexible o realizando un brazo retentivo más largo, se topes deberá ser aproximadamente de 1,5 mm (0,5 mm para
puede llegar a sobrepasar su límite elástico apareciendo una el metal noble de la corona o, si se trata de metal no noble,
deformación permanente o incluso superar la propia resis- 0,3 mm más 1 mm adicional para el grosor del tope oclusal).
tencia a la fractura, Igualmente se deberá indicar al laboratorio si interesa que la
Una vez analizado lo precedente, ya se estará en disposi- corona lleve un apoyo por lingual para el brazo recíproco y,
ción de poder decidir, según las características de la reten- sobre todo, el tipo de gancho que se utilizará para que den el
ción, qué retenedor será más conveniente utilizar. De cada suficiente contorno a la porcelana o a la resina en el área
tipo de retenedor, ya sea circunferencial o a barra, hay dife- retentiva.
rentes diseños que permiten acceder a la zona retentiva
tanto si ésta se halla adyacente al tramo edéntulo (gancho en ESTADO PERIODONTAL DEL DIENTE PILAR
ToenT partida, gancho en anillo, gancho en Í, etc.) o se halla Cada vez que superan el ecuador dentario, los brazos reten-
alejada de él (gancho Ackers, gancho en l, etc.), tivos ejercen una fuerza sobre el diente que debe ser com-
En aquellas situaciones en las cuales el diente pilar no pre- pensada por el brazo recíproco. Una vez insertada la próte-
sente áreas retentivas, se deberán crear. La forma más senci- sis, los retenedores no deben ejercer de forma activa ningún
lla y económica, aunque también la menos duradera, es crear tipo de fuerza sobre los dientes. Además, hay ganchos que
un nuevo contorno vestibular con composite (figs. 4.128 y son más rígidos y potentes y que exigen unas mejores condi-
4.129). La forma más complicada y agresiva, aunque la más clones del pilar, es el caso del gancho Ackers o el doble
duradera, es realizando una corona de recubrimiento com- Ackers. Igualmente, los ganchos a barra presentarán una
mayor flexibilidad, por lo que no transmitirán fuerzas tan
intensas sobre los dientes pilares.
Así pues, es conveniente considerar el soporte y la movi-
lidad de aquellos dientes susceptibles de llevar retenedores.
Si el diente no está afectado periodontalmente, podrá acep-
tar cualquier tipo de gancho; ahora bien, en caso de estarlo,
será conveniente no sobrecargar en exceso el pilar (fig.
4.130). En este sentido, ante un pilar débil con soporte com-
prometido (fig. 4,131) se deberá recurrir a diferentes varia-
ciones en el diseño con el fin de reducir la carga transmitida:
* Todo aquello que aumente la flexibilidad del brazo retenti-
vo será positivo. Así, en primer lugar, será conveniente Fipura 4,132
situar un gancho más largo, más delgado y que no trauma-
tice (fig. 4.132). Por tanto, los ganchos de elección serán
sobre todo los ganchos forjados, En segundo lugar, se Los ganchos de Ni-Ti serían una alternativa, pero obligarían
podrá elegir un gancho a barra colado en Cr-Co. Estarán a utilizar una prótesis enteramente confeccionada en Ni-Ti.
contraindicados los ganchos colados circunferenciales. * Será preciso que la superficie de contacto del diente con el
retenedor sea la mínima; es decir, es preferible un gancho
por puntos de contacto (un gancho a barra) que no uno
circunferencial.
* Deberán disminuir las exigencias funcionales de los retene-
dores en cuanto a retención, estabilización y soporte
mediante el uso de bases bien extendidas.

Lrrartar da hesiisial anchas lord Es importante recordar que, sea el tipo de gancho que
Mist tuperioe de córtáció pon el pilar
Espia br tratan sea, es imperativo que el contacto de la punta retentiva con
el diente se sitúe en esmalte y como mínimo a 1 mm tanto del
límite amelocementario como del margen gingival.

ESTÉTICA
La indicación de un gancho u otro dependerá de si se trata de
un diente anterior o posterior y de si se trata del maxilar
superior o del inferior (fig. 4.133),
En cuanto al maxilar superior, sabemos que los primeros
molares se muestran al sonreír sólo en el 3,7% de los casos
(fig. 4.134). Por tanto, en molares se podrá colocar ganchos

Fipura 4.131 Figura 4.133


Retenedores directos

Fipura 4.134 Figura 4.136

circunferenciales sin comprometer la estética (fig. 4.135). Si RELACIÓN DEL GANCHO CON FRENILLOS
los dientes son anteriores y la línea de sonrisa es baja, los Y OTROS FACTORES ANATÓMICOS
ganchos a barra cubrirán menos superficie vestibular y pasa- Sabiendo que la porción horizontal de un gancho de barra tiene
rán más desapercibidos, sobre todo si la punta del gancho que situarse como mínimo a 3 mm del margen gingival, no se
tiene unas dimensiones discretas y se sitúa por distovestibu- podrá utilizar cuando el fondo de vestíbulo sea poco profundo,
lar del diente pilar, Ahora bien, si la línea de sonrisa es alta, el algo frecuente cuando se trata de molares. Igualmente, su uso
gancho a barra se verá en exceso y será más aconsejable un estará contraindicado si hay un socavado tisular importante a
gancho circunferencial que se origine cerca de la base, a algo nivel del diente pilar que favorecería el atrapamiento de ali-
más de 1 mm del margen gingival. mentos. Estos socavados suelen ser evidentes por vestibular
En el maxilar inferior, ya sean dientes anteriores como de los caninos superiores. Por último, la presencia de alguna
posteriores, lo que se ve más son las caras oclusales y no las inserción muscular próxima al diente pilar y que se sitúe en el
caras vestibulares, por lo que siempre serán más estéticos recorrido de la porción horizontal del gancho a barra contrain-
los ganchos a barra que los ganchos circunferenciales (fig. dicará su uso. Así pues, siempre que existan los factores anató-
4.136). Pero en molares, el vestíbulo suele ser poco profundo micos descritos se deberán utilizar ganchos circunferenciales,
e impide la colocación de ganchos a barra, por lo que los fac-
tores anatómicos obligarán a recurrir a ganchos circunferen-
RETENEDORES DE FRICCIÓN O ANCLAJES
ciales.
No se debe olvidar la estética, que también dependerá de
Introducción
la altura a la que se encuentre el ecuador dentario. La altura
determinará el que pueda situarse el brazo retentivo más o Los anclajes o ataches son unos mecanismos retentivos que
menos a gingival. Cuando sea necesario llevar más a gingival están a disposición como alternativa a los ganchos tradicio-
la punta retentiva se recurrirá a una coronoplastia. nales. Constan de dos partes, el macho o pátrix y la hembra
o mátrix, que pueden ser o bien preformas colables o meca-
nizadas para sobrecolar o soldar (fig. 4.137). Los componen-
tes que van en la prótesis removible pueden incluirse y rete-
nerse en la resina, pero siempre será mejor soldarlos
directamente al armazón metálico. Cuando se coloque un
anclaje siempre se debe confeccionar por lingual un brazo
recíproco, cuya rigidez aportará estabilidad horizontal al sis-
tema reduciendo las exigencias funcionales sobre él (fig.
4.138). Si se trata de una prótesis dentosoportada, este brazo
recíproco podrá incluir un estabilizador en su extremo, a
180" del anclaje, para aportar aún más estabilidad (fig. 4.139).
En los casos dentomucosoportados no se pondrá el estabili-
zador ya que limitará el movimiento de la prótesis durante la
Alpura 4.135 función provocando la sobrecarga del pilar.
Figura 4.140

Kennedy) y una ferulización en arco cruzado palatino que nos


suministra su conector mayor.
El principal inconveniente que presentan los anclajes es
que complican y encarecen el tratamiento. La mayor com-
plicación se da porque habrá más fases en la confección de
la prótesis y sabemos que cada fase adicional puede generar
un error. El encarecimiento radica en el sobrecoste del pro-
pio anclaje y en la necesidad de realizar una o dos coronas,
según el caso, para los dientes pilares que le darán soporte,
Más adelante se expone que en extremos libres es condición
indispensable utilizar siempre dos dientes ferulizados como
pilares cuando se coloquen anclajes (en casos intercalares
no es necesario). Debido a que toda prótesis removible con
anclajes obliga a realizar prótesis fija en los dientes pilares,
surge el término de prótesis mixta (fig. 4.141).
Han aparecido sistemas de anclajes que tratan de romper
con este concepto de prótesis mixta, ya que ofrecen la posi-
bilidad de cementarlos directamente en los dientes pilares
sin realizar prótesis fija. Es un error, sobre todo en extremos
libres, ya que un solo diente carga con todas las fuerzas y las
exigencias mecánicas que genera un anclaje son mucho
mayores que las generadas por un gancho. Además, al colo-

|
Figura 4.139

La utilización de un anclaje se plantea en el momento en


que el paciente debe ser tratado con una prótesis parcial
removible y la estética es fundamental, Es obvio que la visión
de un gancho no es en modo alguno gratificante, por lo que
los anclajes consiguen solventar este problema de forma ple-
namente satisfactoria (fig. 4,140). Además, una prótesis
removible con anclajes tiene la ventaja de que ofrece una
mejor retención, un asentamiento en la boca comparable al
que nos da una prótesis fija (principalmente en la clase lll de Figura 4.141
carse siempre en la cara distal, la probabilidad de que se
abra el punto de contacto mesial es muy alta, por lo que con
toda seguridad se producirá un desplazamiento distal de
toda la prótesis. A todo ello hay que añadir que los márgenes
de la preparación para el anclaje serán claramente suscepti-
bles de sufrir caries y, en caso de que esto se produzca, el
reposicionamiento correcto del anclaje será difícil. Así pues,
hay que rechazar de forma tajante este tipo de anclajes,
En el momento de plantear la descripción de los anclajes
se observa que es un tema complejo y extenso puesto que
hay muchos tipos distintos, de los más variados tamaños y
todos ellos tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Por Fipura 4.42
ello, no es fácil exponerlo y dar unas normas de uso precisas
para proceder a la elección del anclaje idóneo para cada
caso. Además, en las descripciones que aportan las casas
comerciales se amplían los usos hasta más allá de lo clínica-
mente recomendable (no es extraño encontrar anclajes rígi-
dos presentados para ser utilizados en extremos libres). Y si
todo ello fuera poco, periódicamente desaparecen algunos
modelos de los catálogos con lo que tratar de hacer una des-
cripción de los anclajes, según los modelos existentes en un
momento dado, puede llevar a convertir en obsoleta esa des-
cripción al cabo de pocos años debido a que una buena parte
de ellos ya no se fabrique. Á

Así pues, mi intención es establecer una lógica tanto en la Figura 4.143


clasificación de los anclajes como en el camino que se va a
seguir para elegir el más adecuado para cada caso, descri-
biendo solamente aquellos anclajes más utilizados y que van como sus exigencias funcionales. En las prótesis intercala-
resistiendo el paso del tiempo de manera que, a pesar de que res el único movimiento al que será sometida la prótesis
los años vayan pasando, seguirán siendo vigentes. Al igual será el de inserción y desinserción, por tanto, se podrá
que cuando se han descrito los ganchos, la exposición se ha resolver estos casos con los anclajes rígidos (fig. 4.144).
centrado en los más utilizados y en los que permiten resolver Este tipo de anclajes sólo permite el movimiento en una
la mayoría de los casos, con los anclajes se procederá de la sola dirección, que es la de la inserción-desinserción, por lo
misma manera. que tanto el macho como la hembra presentan paredes
Desde el punto de vista de la biomecánica, se pueden divi- paralelas y totalmente congruentes, Pueden ser activables
dir las prótesis mixtas en dos tipos: dentosoportadas y dento-
mucosoportadas. Esta división viene a ser equivalente a
hablar de prótesis intercalares o prótesis a extremo libre (figs.
4,142 y 4.143), respectivamente. Como se puede observar, se
sigue la misma lógica aplicada al hablar de los ganchos. Es
cierto que se citan a menudo las clases de Kennedy, y son
importantes, pero lo que realmente condiciona el diseño de
la prótesis parcial removible con anclajes es el que sea inter-
calar o de extremo libre, ya que en el primer caso el soporte
es principalmente dentario (la mucosa participa de forma
secundaria) mientras que en el segundo siempre es compar-
tido por dientes y mucosa.
Si se tratan estos dos ámbitos, está claro que el tipo de
anclaje que será necesario en cada situación es distinto, así
A o A, + De? ia AD

o no activables. Los no activables, interlocks o rieleras son


un tipo de anclaje utilizado sobre todo en prótesis fija cuan-
do hay pilares intermedios, hay falta de paralelismo entre
pilares o queremos ferulizar diferentes segmentos de puen-
tes largos. En prótesis parcial removible tienen un uso más
limitado.
En las prótesis a extremo libre existe el mismo problema
descrito al tratar los ganchos, o sea, el apoyo de la prótesis
sobre dos estructuras de diferente resiliencia genera una
rotación de la prótesis alrededor de un fulcro, Esta rotación
no se puede frenar y siempre estará presente por lo que se
debe buscar un anclaje que sea capaz de reproducirla, es
decir, un anclaje resiliente (fig, 4,145), Los anclajes resilien-
tes no presentan paredes paralelas totalmente congruentes
ya que ello impediría la rotación, sino que suelen incorporar
machos esféricos o semiesféricos que, a modo de rótula,
permiten que se produzca esa rotación durante la función.
Se ha planteado a veces la utilización de anclajes rígidos
en extremos libres cuando se dispone de pilares potentes,
una mucosa de soporte estable y fija y si se realiza una
impresión funcional e individualizada que proporcione una
perfecta adaptación de la prótesis, sin posibles desplaza-
mientos verticales durante la función (figs. 4.146 y 4.147). Se
trata de condiciones ideales, pero es conocido que los
pacientes en el momento en que van bien con la prótesis no Figura 4.147
se suelen preocupar por acudir puntualmente a las citas de
revisión. La reabsorción ósea progresiva lleva a una desa-
daptación de las bases y hasta que no llega a ser ostensible en ésta aparece más rápidamente, Aunque hay cierta ten-
no suele ser motivo de preocupación por parte del paciente. dencia a pensar que la presencia del paladar y de conectores
Durante este tiempo, el anclaje rígido habrá ido sobrecar- mayores amplios en las prótesis superiores evita estas con-
gando los pilares no siendo infrecuente la aparición de movi- secuencias, la experiencia clínica demuestra que no es así. Si
lidad en ellos y llegando al extremo de descementar las coro- acaso, se retrasa y reduce la velocidad de todo el proceso,
nas de los pilares o incluso provocar la fractura de la corona pero con el tiempo el resultado final es el mismo. Por todo
en alguno de ellos. Este proceso aparece independientemen- ello, aunque en condiciones ideales pueda parecer una
te de que se trate de maxilar superior o mandíbula, aunque opción perfectamente válida, la realidad inclina a descartar
el uso de anclajes rígidos en extremos libres, máxime cuando
están a disposición anclajes resilientes capaces de afrontar
los problemas que genera este tipo de prótesis.
Hay dos conceptos más que se utilizan en prótesis mixta y
es el de anclaje intracoronario o anclaje extracoronario. Los
anclajes intracoronarios son aquellos que se encuentran den-
tro del perímetro de la corona y se sitúan cercanos al eje
axial del diente, con el fin de transmitir de forma más fisioló-
gica las cargas al diente pilar (figs. 4.148 y 4.149). Los ancla-
jes intracoronarios suelen ser anclajes rígidos. Las desventa-
jas que presentan son las siguientes:
* Deben disponer de una adecuada longitud del diente, pues
muchos retenedores dependen de fricción interna para su
retención,
Retenedores directos US

Fipura 4.150

que la oclusión sólo será mantenida por los dientes rema-


nentes. Además, producen una sobrecarga en el diente pilar
de tipo traccional por lo que obligan a preparar dos e incluso
tres dientes pilares para ser ferulizados. Desde el punto de
vista periodontal dificultan la higiene por debajo del anclaje
y a la vez favorecen la hipertrofia gingival. Las prótesis con
anclajes extracoronarios requieren mayores cuidados de
mantenimiento obligando a rebases periódicos, pero todo
ello es debido a la propia biomecánica de la prótesis y no al
tipo de anclaje.
Hay otros términos que es conveniente definir y que se
Fipura 4,149 utilizan igualmente en prótesis mixta:

1. Anclajes de precisión. Son aquellos anclajes en que ambas


* Los retenedores intracoronarios deben mantenerse dentro partes o una parte de ellos vienen prefabricadas (figs.
de la circunferencia del diente para evitar un exceso de 4,151 y 4.152). Se trata de anclajes mecanizados por lo
contorneo en el diente retenedor. que son los que muestran una mayor precisión en el
e El tallado es más agresivo en la cara del diente que debe encaje.
contener el anclaje, 2. Anclajes de semiprecisión. Son anclajes que vienen como
* No pueden utilizarse en dientes con pulpas prominentes ya preformas de resina calcinable para ser posteriormente
que obligaría a endodonciarlos. colados, ya sea con aleaciones nobles o no nobles (figs.
4,153 y 4,154). La precisión es menor, aunque el encaje es
Desde el punto de vista periodontal y biomecánico son
preferibles los anclajes intracoronarios ya que mantienen el
contorno dentario normal, no generan recovecos que dificul-
ten la higiene, están lo más cerca posible del eje axial del
diente y son rígidos, con lo que mantienen el plano oclusal
invariable durante la masticación.
Por contra, los anclajes extracoronarios son aquellos que
se hallan por fuera del perímetro dentario (fig. 4.150). Suelen
ser resilientes y actúan como rompefuerzas, aunque esto últi-
mo no es norma y hay excepciones (p. ej., alguna variante del
Mini-SG). Al desplazar el fulcro hacia gingival, las fuerzas que
transmite la base a la mucosa subyacente son más verticales
y se reduce el riesgo de pinzar la encía por distal del diente
pilar. Presentan como desventaja el hecho de que provocan
un desplazamiento hacia gingival del plano oclusal, con lo
BTS prótesis PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS

Anclajes rígidos
Los anclajes rígidos están indicados en prótesis parcial
removible intercalar, es decir, en aquel tipo de prótesis en

Da
que la responsabilidad del soporte recae en los dientes,
Pueden ser de dos tipos, activables o no. En el caso de los
anclajes activables existe la posibilidad de activarlos en el
supuesto de que pierdan retención por efecto del desgaste
(p. ej., el McCollum o el Biloc, ambos de Cendres «€ Métaux).
Son de elección en prótesis parcial removible dentosopor-
tada. Es conveniente acompañar estos anclajes rígidos acti-
vables con un brazo recíproco por lingual que acabe en el es-
o —

Figura 4.152
pacio interproximal mesial por medio de una bola o un
estabilizador cilíndrico. Este brazo no sólo aportará estabili-
zación horizontal, rebajando las exigencias funcionales del
anclaje, sino que además colaborará en el soporte y ayudará
durante la inserción del removible guiándolo hasta su ubica-
ción final. Hay que tener presente que cuando se colocan
anclajes rígidos con ranura de activación, siempre deben
orientarse con esa ranura mirando hacia vestibular ya que en
caso contrario puede ser muy difícil proceder a activarlos.
No hay que olvidar que por lingual o palatino siempre se
debe colocar un brazo recíproco rígido para dar estabilidad
y éste puede ser un impedimento para activar el anclaje en
caso de que la ranura no mire a vestibular.
Aipura 4,153 Hay tres anclajes rígidos activables de amplio uso:
e Biloc de Cendres € Métaux (figs. 4,155 a 4.157). Es un ancla-
je intracoronario a fricción activable, El macho consta de
dos cilindros separados por una ranura y puede activarse
aumentando la separación que existe entre ellos, Es posi-
RV ble soldarlo, sobrecolarlo o incorporarlo a la resina. Por su
parte, la hembra siempre es para colar. Las dimensiones
del Biloc son las siguientes: 5 mm en sentido oclusogingi-
val, 1,8 mm en sentido mesiodistal y 3,2 mm en sentido
vestibulolingual, La principal ventaja es que es fácil de
activar.

Aipura 4.154

suficientemente bueno. Es conveniente que ambas partes


se cuelen con la misma aleación y, si no, con aleaciones
diferentes pero de similar dureza. Un error que a veces se
comete es colar con Cr-Co (dureza muy elevada) la parte
que va en la prótesis removible mientras se utiliza una
aleación de alto contenido en oro (menor dureza) para
colar la parte que va en la prótesis fija, En este caso, el
desgaste producido por el Cr-Co provocará una pérdida
progresiva de la retención. Figura 4.155
Figura 4.156 Figura 4.159

Figura 4.157

* McCollum de Cendres € Métaux (figs. 4.158 a 4.161), Se trata


de otro anclaje intracoronario a fricción activable, Está
disponible para sobrecolar o soldar y en un sólo tamaño
de: 5 mm en sentido oclusogingival, 1,8 mm en sentido
mesiodistal y 2,8 mm en sentido vestibulolingual. Tiene
la ventaja de que puede acortarse por oclusal para adap-
tarlo a un espacio oclusogingival más reducido. La hem-
bra se acopla a la caja distal del diente pilar y el macho
va en la prótesis removible. Este último tiene forma de T y

Apura 4.161

posee una ranura vertical que permite una fácil activa-


ción, Esta ranura debe estar siempre orientada hacia ves-
tibular ya que por lingual irá un brazo recíproco que
puede impedimos la activación. Por este motivo, el fabri-
cante pone a nuestra disposición anclajes para un lado y
para el otro.
e Sistema MiniSG de Cendres € Métaux (figs. 4.162 a 4.164).
Se trata de un conjunto de anclajes extracoronarios en el
Fipura 4,158 cual hay un único macho y varias hembras, algunas de las
s A TEA , e e . atA a le Ae 4A ES + dl
E .
Mi a, pr ¡2% L . pj co E A

Figura 4.162 Figura 4.165


po
zas, corregir problemas de paralelismo entre pilares o ayu-
dar en la ferulización entre diferentes tramos de una rehabi-
litación amplia (se trata de interlockso rieleras como, por
ejemplo, la rielera de Ney, el Plasta, el interlock Ceccato o el
Beyeler de Cendres € Métaux). Se utilizan sobre todo en pró-
tesis fija para actuar como rompefuerzas en puentes que
presentan pilares intermedios o cuando hay que hacer gran-
des rehabilitaciones y se quiere separar los puentes corres-
pondientes a los sectores posteriores de los puentes ante-
riores. Hay una situación en prótesis parcial removible
Apura 4.163 intercalar en la cual se pueden utilizar interlocks y es en
aquellos casos en los cuales la prótesis puede llevar tres
anclajes
o más. No es necesario que todos ellos sean activa-
bles ya que la retención que aportan dos de ellos (uno a
cada lado de la arcada) es más que suficiente. En cambio,
puede ser conveniente colocar rieleras en los demás pilares
ya que al no ser tan precisas (sobre todo si son colables) se
facilita la inserción y desinserción y, además, pueden ser
retocadas si es necesario.
Rielera de Ney, Es un anclaje de acrílico colable, intraco-
ronario, deslizante, a fricción y no activable. Es muy útil en
espacios reducidos y puede acortarse incluso hasta la
mitad según las necesidades. Si se utiliza en un puente con
Figura 4.164 pilar intermedio a modo de rompefuerzas llevará un tope o
freno sobre el diente pilar para evitar que se desplace el
póntico hacia gingival por acción de las fuerzas masticato-
cuales dan lugar a una unión rígida con el macho. Presenta rias. $e presentan en tres modelos:
un grado de retención variable en función de la vaina de * Minimal space (color blanco). Indicado en dientes anterio-
poliacetal que se elija o si se aprieta o afloja un tornillo acti- res y pilares bajos. Es una simple rielera y, por lo tanto, muy
vador. Las dimensiones son las siguientes: 4 mm en sentido retentivo (figs. 4.166 a 4.168).
oclusogingival, 5,5 mm en sentido mesiodistal y 3,5 mm en * Mortice rest (color azul). Está indicado en premolares bajos.
sentido vestibulolingual. No s tan retentivo ya que tiene forma triangular (figs. 4.169
a4.171).
En cambio, los anclajes rígidos no activables (fig. 4.165) * Mini rest (color rojo). Está indicado en dientes largos y su
no buscan tanto dar retención sino actuar como rompefuer- retención es buena por fricción (figs. 4.172 y 4.173).
A
e ANAL LN
FOUR AS
COMPL ETE ATTACHMENTS
E
AAA AE
BLOCIWYJE
H AA :

Figura 4.166 Figura 4.170


PRÓTESIS PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS

Anclajes resilientes
Dentro de los diferentes tipos de anclajes resilientes es acon-
sejable utilizar aquellos que presenten un menor número de
componentes y sean más sencillos. No hay que olvidar que
cuanto más complejo sea el anclaje más complejo y exigente
será su mantenimiento, por lo que siempre serán de elección
los anclajes más sencillos. A continuación se detalla una
serie de ellos, que son los más representativos:
* Dalbo-S de Cendres € Métaux (figs. 4.174 y 4.175). Es un
anclaje con movimiento de bisagra y resiliencia vertical. El
movimiento de bisagra se consigue a través del extremo del

"
Figura 4.176
macho que tiene forma de bola, mientras que la resiliencia
se obtiene a través de un muelle flexible que se sitúa enci-

nn

ma de esa bola (figs. 4.176 y 4.177). El macho aporta unas ==

superficies guía para la inserción de la prótesis y que a la


vez aseguran su estabilidad en sentido horizontal (figs. |
4.178 a 4,180). Además, lleva un tope protector para evitar /
que reciba sobrecargas oclusales. La altura del vástago que
pi

y
¿
sujeta al macho es de 7,5 mm, pero puede acortarse a con- e
dl

veniencia hasta alcanzar la cara oclusal del diente pilar, la


altura de la hembra es de 5 mm y el conjunto mide 8,1 mm
en sentido mesiodistal. Existe una variante, el Mini-Dalbo,
que consiste en el mismo tipo de anclaje pero de dimensio-
nes más reducidas y que elimina el muelle (fig. 4.181). Por Apura 4.177

Figura 4.174

Figura 4,175 Figura 4.179


Retenedores directos 109

Figura 4.183

Figura 4.181

ello, sólo ofrece movimiento de bisagra y desaparece la


resiliencia vertical (fig, 4,182). El macho mide 6,5 mm en
sentido oclusogingival y la hembra 3 mm, mientras que
todo el conjunto mide 8,1 mm en sentido mesiodistal. Es
importante que al fijar la hembra en boca ésta se halle colo-
cada en posición de reposo, es decir, la superficie del tope
sea perpendicular a la porción vertical del macho (figs.
4.183 y 4.184). De esta manera, la hembra podrá aportar
todo el movimiento de bisagra que es capaz de ofrecer.
* Bisagra o bola Roach de Cendres € Métaux (fig, 4.185). Es un
anclaje que se emplea para casos con un espacio interoclu-
sal mínimo en el que difícilmente se puede utilizar ningún Fipura 4.185

otro anclaje, Está confeccionada en una aleación de Au-Pt-Pd


y si se gasta puede compensarse activando la bola por la
ranura que presenta (fig, 4,186). La bola debe orientarse de
manera que la ranura quede vertical en el momento de sol-
darla a la corona del diente pilar. La hembra tiene forma aca-
nalada, una vez ajustada es necesario colocar un tope colado
en la parte oclusal de ella y puede acortarse a voluntad
según el espacio disponible (un máximo de 1,2 mm por gin-
gival). La bola Roach tiene un diámetro de 2,5 mm y el macho
mide 4,8 mm en sentido oclusogingival y 3,7 mm en sentido
Figura 4.182 vestibulolingual.
BIO enóresis PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS”+ 7. Ea E

Figura 4.186

Existe una variante llamada Plastic Roach que se diferen-


cia en que el macho es de resina calcinable y la hembra
lleva una vaina interna de fricción, que se puede cambiar
cuando se desgasta, ya que el macho no se puede activar
(figs. 4.187 y 4.188). Se debe elegir la aleación para colar el
macho y es importante que presente una elevada resisten-
cia al desgaste. La bola tiene también 2,5 mm de diámetro y
el anclaje, en conjunto, mide 3,9 mm en sentido vestibulo-
lingual y 5,3 mm en sentido oclusogingival aunque, si es
necesario, la hembra se puede acortar 1,5 mm por la parte
que mira a gingival (figs. 4.189 y 4.190).
* ASC-52 de Microtecnor (figs. 4,191 y 4,192). Se trata de un
anclaje extracoronario resiliente que combina las ventajas
de una bola Roach y la posibilidad de variar el grado de
retención a través de un muelle regulable que se halla en el
macho. Presenta unas dimensiones reducidas lo que le con-
vierte en el anclaje resiliente idóneo cuando el espacio en
sentido oclusogingival es escaso (figs. 4,193 a 4.195). Existe
en dos tamaños distintos, uno de 2,8 mm de altura y otro de
3 mm de altura.
e Sisterna Mini-SG de Cendres € Métaux (figs. 4.196 a 4.198).
El Sistema Mini-S56, citado en el apartado anterior, presenta
como principal peculiaridad el hecho de que consta de un
único macho con el que pueden encajar varias hembras
diferentes, pudiendo aportar rigidez o resiliencia en fun-

Fipura 4.190

ción de la hembra escogida. La gran ventaja surge en aque-


llas situaciones en las que hay un tramo edéntulo intercalar
en el cual al pilar distal no le auguramos muchos años de
servicio, pero aún puede aportar soporte y cierta reten-
Figura 4.187 ción. Si se parte del tipo de edentación para elegir el ancla-
111

Fipura 4.191 Fipura 4.195

Mini-SG? Articulación

Figura 4.192 Figura 4.195 o

Figura 4.193

Apura 4.194
PRÓTESIS PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS. «Y A

je, se optará por uno rígido, pero cuando se pierda el pilar


posterior este anclaje rígido será extremadamente nocivo
para los pilares anteriores. Si se decide cambiar el anclaje
se deberá retirar la prótesis fija de los pilares con todo el
perjuicio que ello conlleva. Ahora bien, si de entrada se
pone ya uno resiliente en previsión de la futura pérdida, la
propia resiliencia que aporta el anclaje someterá a fuerzas
de torsión al pilar posterior acelerando la sobrecarga y su
pérdida. Es aquí donde entra la genialidad de este sistema:
con el mismo macho que estará soldado a la corona del
diente pilar se puede poner tanto una hembra rígida como
una resiliente, Así, en el caso citado, se empezaría con una Figura 4.200
hembra rígida y en el momento de perderse el pilar distal
se cambiaría esa hembra por una de resiliente sin tener por
ello que tocar para nada las coronas de los dientes pilares. sis removible, Es posible intercalar entre macho y hembra
Ésta es la principal ventaja que aporta este sistema. Aparte, un espaciador de 0,30 mm de grosor que aportará resilien-
hay otra hembras con retención que se puede variar a tra- cia al sistema. Si se quiere que trabaje como anclaje rígido
vés de un tornillo, otra con un pasador a presión que fija el no se colocará el espaciador.
anclaje, otras cambiando la vaina interna de poliacetal, etc.
Las dimensiones son las siguientes: 4 mm en sentido oclu-
sogingival, 5,5 mm en sentido mesiodistal y 3,5 mm en sen-
Preparación de los dientes pilares
tido vestibulolingual. El primer paso es decidir si los dientes que limitan con el
* Ceka Revax extracoronario (figs. 4.199 y 4.200). Es un ancla- tramo edéntulo, que de hecho son los susceptibles de llevar
je extracoronario capaz de trabajar como una unión rígida los anclajes, están en buenas condiciones de soporte para
o como una unión resiliente. Se compone de una hembra en poder ser utilizados. Así pues, se valorará el estado perio-
forma de cazoleta que queda justo por encima de la muco- dontal de los dientes pilares, su movilidad, la proporción
sá y que está sostenida por un vástago que la une a la coro- coronorradicular y el estado de los demás dientes por si es
na del diente pilar justo por debajo del punto de contacto. necesario planificar una ferulización parcial o total. Una orto-
Este vástago no está horizontal sino que presenta una pantomogralía dará información adicional del soporte óseo
angulación variable (157, 30", 45" y 607) en función de la dis- de toda la boca, permitirá descartar la presencia de restos
tancia existente entre el punto de contacto y la mucosa. radiculares u otros procesos en las zonas edéntulas, mien-
Con este diseño se busca facilitar la higiene por debajo del tras que las radiografías periapicales aportarán más preci-
anclaje a la vez que se genera un contorno lo más parecido sión sobre el estado de los dientes pilares y el grado de
al de los dientes, En la hembra entra un macho que lleva hueso a su alrededor. Finalmente, se observará el estado
una ranura para activarlo o desactivarlo a conveniencia y actual de las obturaciones existentes y se hará una aproxi-
que va roscado a una parte metálica que lo unirá a la próte- mación al riesgo de caries del paciente, Con los datos obte-
nidos, ya se podrá decidir si los dientes son aptos para llevar
anclajes o, en caso contrario, es preferible colocar en ellos
ganchos con el fin de no sobrecargarlos.
Antes de pasar a preparar los dientes tenemos que decidir
cuántos de ellos utilizaremos como pilares. La respuesta difie-
re en función del tipo de prótesis a realizar, es decir, en fun-
ción de si se trata de una prótesis dentosoportada o de un
extremo libre. Cuando se planifica una prótesis dentosopor-
tada es suficiente con un solo pilar (figs. 4,201 y 4.202). En
estos casos, la prótesis no está sometida a ningún tipo de
rotación y el pilar no recibirá fuerzas torsionales, no habrá
tendencia alguna a desplazar el pilar cada vez que ocluya el
paciente. Por ello, no hay que tallar más dientes para feruli-
zarlos con el diente pilar a pesar de que éste lleve el anclaje.
Figura 4.201 Figura 4.203

Figura 4.202 Figura 4,204

Además, los anclajes que se suelen utilizar son intracorona- dos a tres dientes ferulizados. Los resultados demostraron
rios y la transmisión de las cargas
se realiza muy cerca del eje que las tensiones sobre el diente pilar disminuían en un
mayor dentario. 51,06% al pasar de uno a dos dientes, mientras que sólo se
En los extremos libres, hay dos hechos que potencialmen- reducían en un 6,82% al pasar de 2 a 3 dientes. Además, las
te son negativos: la utilización de anclajes extracoronarios tensiones transmitidas a la mucosa del extremo libre se
(se sitúa el fulero por fuera del contorno dentario) y la rota- incrementaban en un 10,45% al pasar de 3 a 2 dientes feruli-
ción de la prótesis. Todo ello lleva a que el riesgo de distali- zados y en un 56,76% al pasar de 2 a 1, Es obvio que las con-
zación del pilar sea muy grande. Incluso, no es extraño que clusiones que se pueden extraer de este estudio son que hay
si sólo se ha preparado un diente, por efecto de la torsión una ganancia clara al ferulizar el diente pilar con el diente
acabe produciéndose una fractura coronaria horizontal. adyacente y que realmente no es preciso ferulizar 3 dientes
Es por ello que en los extremos libres es indispensable feru- ya que la ganancia suplementaria es poco significativa. Así
lizar siempre y es un gran error no hacerlo, cuyas conse- pues, siempre que se planifiquen anclajes para extremos
cuencias desagradables son más que predecibles (figs. 4.203 libres se deberán preparar dos dientes como pilares y feruli-
y 4.204). La cuestión que se puede plantear a continuación es zarlos (figs. 4.205 a 4.207).
si hay que ferulizar dos dientes, tres o más. Preiskel (1969) Hay una variable más cuando se trata de extremos libres y
preconizaba la ferulización de todos los dientes anteriores es la calidad del soporte periodontal. Los estudios que se
cuando se utilizaban anclajes extracoronarios en extremos han hecho al respecto de la ferulización de dientes pilares
libres, En cambio, Kratochvil et al (1981) aconsejaban feruli- han partido siempre de dientes con un buen soporte perio-
zar un número menor de dientes ya que este proceso obliga dontal, pero ¿qué ocurre si hay una pérdida del hueso de
a tallar dientes que con frecuencia están completamente soporte? y, sobre todo, ¿es suficiente ferulizar sólo dos dien-
sanos. En un estudio relativamente reciente, El Charkawi et al tes? Al respecto, Itoh et al (1998) valoraron el efecto de la
(1996) observaron que se veían afectadas las tensiones sobre ferulización en prótesis a extremo libre cuando el diente más
el diente pilar y sobre la mucosa al pasar de uno a dos y de distal presentaba un pérdida Ósea de 4 mm tanto por mesial

“daterial protegido por derechi


* +
A = Y
A - gt
AAA
q _ a
Pe :
A 7 A

al añadir un tercer diente a la ferulización. Lo que también


quedaba claro era que no se conseguía ninguna mejora aña-
diendo un cuarto pilar.
Una vez queda claro el número de dientes pilares que hay
que tallar, se pasará a describir los principios de tallado que
hay que tener presente:
* Reducción dentaria (figs. 4.208a y 4.208b). En el caso de
coronas totalmente metálicas es necesario rebajar las pare-
des axiales al menos 0,3 mm si se trata de aleaciones no
nobles y 0,5 mm cuando se trate de aleaciones nobles, si se
quiere conseguir la suficiente resistencia mecánica y que
no se produzcan sobrecontorneos. En caso de tratarse de

Figura 4.2084

Figura 4.206

Fipura 4.208b

coronas de metalporcelana se deben rebajar 1,5 mm las


paredes axiales, mientras que tanto los bordes incisales
como las superficies oclusales se podrán rebajar hasta
2 mm con el fin de disponer de grosor suficiente para apor-
tar resistencia mecánica, estética y reproducir la anatomía
oclusal. Cuando las coronas deben incluir anclajes intraco-
como por distal (la bolsa mesial era compartida por el diente ronarios es preciso realizar una mayor reducción de la
adyacente). Los resultados demostraron que la disminución pared axial que mira a la edentación (fig. 4.209). Ahora bien,
en la transmisión de cargas al hueso se reducía de forma es conveniente conocer con antelación cuál es el grosor de
importante al ferulizar el diente más distal con el adyacente esas paredes con el fin de evitar una exposición pulpar y,
y la mejora se mantenía, aunque no en la misma proporción, además, en función de este dato se elegirá un anclaje mayor
E EIA AE | AO Derrctors deco MIN
— __——> O_O qqO/A2/—Á .

Figura 4.209 Figura 4.210

o menor. Lo ideal es realizar una radiografía en proyección más importante cuanto más bajo sea el pilar. Lógicamente,
orto para conocer ese grosor, Á la par, la bibliografía apor- teniendo presente la necesidad de una máxima retención se
ta datos al respecto, tal y como se puede observar en la descartan las coronas parciales y son de elección la coro-
tabla 4.2 (Stambaugh et al 1977). En ella se expresa el gro- nas completas, tanto en metalresina como en metalcerámi-
sor promedio de esmalte y dentina de las caras proximales ca. La mayor o menor convergencia de las paredes axiales
en el tercio medio (mm). dependerá de la longitud del diente en el sentido de una
Si se tiene en cuenta que dos anclajes intracoronarios mayor convergencia si el diente es más largo y de paredes
habituales como el McCollum o el Biloc de Cendres « más paralelas si es bajo y corto.
Metaux miden 1,8 mm en sentido mesiodistal, se puede e Retención (fig. 4.211). Se prepararán rieleras con fresas
comprobar que, excepción hecha de los incisivos inferio- cilíndricas pequeñas de diamante de grano fino y de tungs-
res, los demás dientes pueden llevarlos sin que ello conlle- teno que irán colocadas preferentemente en las caras ves-
ve un sobrecontorneo por proximal de la propia corona. tibulares o linguales. Aunque suele ser más fácil tallarlas en
* Convergencia (fig. 4,210). Aunque se aconseja que las pare- las caras proximales debido a la disposición anatómica de
des axiales tengan un ángulo de convergencia de unos 6*, la pulpa, hay que tener presente que el desplazamiento que
se ha visto que en clínica no suelen tallarse pilares con
ángulos de convergencia inferiores a 10”, En la tabla 4.3 se
Toblo 4.3. Valores obtenidos en distintos estudios
puede observar cómo los valores obtenidos en distintos
estudios al respecto demuestran que generalmente la con- Ohm y Silness (1978) 21,29
vergencia obtenida supera los 14”. Eames et al (1978) 20,04
Es conveniente el paralelismo entre las paredes axiales Mack (1980) 16,5%
con el fin de conferir la máxima retención a las coronas ya Leempoel et al (1987) 22,9"
que estarán sometidas a las tensiones generadas por los Pe! (1988) past
anclajes que favorecerán su descementado. Esto será tanto soli: >

Tabla 4.2. Grosor del esmalte y la dentina en las caras proximales

Mesial Distal Mesial Distal

Superior Inferior

| Central 2,56 2,66 | Central 1,62 1,62


l Lateral 2,03 2,18 l Lateral 1,70 1,80
Canino 2,54 2,79 Canino 2,18 2,59
Primer premolar 2,33 2,48 Primer premolar 2,38 2,51
Segundo premolar 2,41 2,54 Segundo premolar 2.41 2,54
Primer molar 2,59 2,74 Primer molar 2,54 2,66
Segundo molar 2,33 2,74 Segundo molar 2,28 3,02
RX prótesis PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS

Figura 4.211 Fipura 4.212

genera la prótesis removible en el puente se produce bási- metálico y hasta el borde de la preparación ya que la pre-
camente en una dirección mesiodistal, por lo que será en sencia del anclaje genera mayores tensiones que suelen
esas caras donde las rieleras serán más eficaces. La pro- concentrarse en el margen.
fundidad de las rieleras será siempre muy ligera, pues la e Localización del margen de la preparación. En principio, el
retención se obtiene a través de distintos planos. La prepa- acabado supragingival es lo ideal desde el punto de vista de
ración de una caja distal para la hembra del anclaje tam- la salud periodontal. Pero en ocasiones es necesario llevar
bién aportará retención adicional. el margen de la preparación a nivel subgingival (por estéti-
Por lo que respecta a la rugosidad o pulido de la superfi- ca, por caries u obturaciones que se extienden subgingival-
cie del muñón, un muñón rugoso y sin pulir ofrece una mayor mente, etc.). El acabado yuxtagingival trata de ser el punto
retención si el cemento utilizado es de fosfato de cinc, En de encuentro entre la salud gingival y la estética. Los estu-
cambio, si el cemento es de policarboxilato, de ionómero de dios científicos demuestran que la utilización de márgenes
vidrio o de resina no parece mejorar la retención. Además, subgingivales es compatiblecon la salud gingival siempre y
las coronas confeccionadas sobre muñones pulidos parecen cuando se cumplan los siguientes principios:
presentar un mejor ajuste marginal, -Es fundamental respetar la anchura biológica y mante-
* Forma del muñón. Con el fin de aumentar la retención, es nerla.
conveniente que la forma del muñón no sea regular, Así: - No se deben situar nunca los márgenes de la preparación
-Es conveniente que no sean ovales y marcar las líneas a menos de 2,5 mm de la cresta ósea.
ángulo que separan las caras vestibulares y linguales de - La anchura de encía adherida debe ser al menos de 3 mm
las caras proximales (aún así, no se dejarán nunca ángu- si se quiere mantener la salud periodontal y prevenir la
los agudos ya que los colados no son capaces de repro- pérdida de inserción.
ducirlos). - La encía no debe ser fina.
-Es importante introducir alteraciones en la anatomía - Los materiales en contacto con la encía deben estar extre-
regular, como las ya citadas rieleras o las cajas. madamente pulidos (en caso contrario, retendrán placa
Los molares, siendo en muchas ocasiones los que pre- bacteriana con facilidad).
sentan menor retención, serán los más beneficiados de - Las coronas deben evitar ser sobrecontorneadas (aumen-
estas particularidades del tallado. ta la retención de placa).
* Tipo de acabado marginal (fig. 4,212), El chaflán es el aca- -El paciente debe tener una buena higiene oral.
bado marginal de elección. No ha demostrado, en los dis-
tintos estudios realizados al respecto, ser superior al hom- Cuando no se cumplan estos requisitos los márgenes
bro, pero presenta una serie de ventajas: es fácil de tallar, deberán ser supragingivales, pero si la estética es fundamen-
es fácilmente identificable y visible tanto en boca como en tal, serán yuxtagingivales. Así, cuando se trate de coronas
el modelo de escayola, permite disponer de suficiente volu- para dientes posteriores siempre se dejarán márgenes yuxta
men de material para aportar la necesaria rigidez y aporta o supragingivales. En dientes anteriores, donde las exigen-
suficiente espacio para desarrollar un buen perfil de emer- cias estéticas son mayores, habrá que respetar límites entre
gencia, sin generar sobrecontorneos. También puede utili- márgenes yuxtagingivales, siempre que sea posible, y márge-
zarse hombro puro, pero en este caso el acabado debe ser nes subgingivales.
Retenedores directos

Dentro de los principios de tallado es conveniente hacer


mención de las normas que hay que seguir cuando el diente
pilar será portador de un anclaje intracoronario. Los anclajes
intracoronarios quedan dentro del perímetro del diente, pero
para que ello sea posible es conveniente rebajar lo suficiente
la pared axial correspondiente para dar cabida al anclaje.
Cuando se trata de un anclaje extracoronario no hay que
tener en cuenta este detalle, pero cuando se trata de un
anclaje intracoronario será conveniente saber qué profundi-
dad de tallado y qué forma habrá que darle a la caja que lo
contendrá. Si se hace directamente en la boca es fácil el error
al no dejar suficiente sitio para el anclaje o, al contrario, Figura 4.214
actuar de forma agresiva y mutilar demasiado el diente pilar.
Por tanto, lo ideal es confeccionar un patrón de acrílico que
servirá de guía en el tallado,
Para ello, se coloca la hembra del anclaje en el mandril
sujetador del anclaje y se ensambla en el vástago deslizante
del paralelizador, Se acerca la hembra del anclaje a la cara del
diente pilar que mira al tramo edéntulo y se marcan los lími-
tes del anclaje con dos líneas verticales. Se acopla una pieza
de mano en la pinza del paralelizador y se prepara una caja
entre ambas líneas con una fresa cilíndrica de tungsteno (las
paredes de esta caja serán paralelas al vástago deslizante).
Se comprobará que la hembra encaje en ella de forma holga-
da para que haya espacio tanto para la cera como para la sol-
dadura posterior, Se confecciona con Duralay? de Reliance
una cofia parcial de acrílico sobre la corona del diente pilar
que deje descubierta la caja tanto por distal como por oclu-
sal (figs. 4.213 a 4.215). Ya en la boca del paciente, esta cofia
servirá de patrón para tallar la caja de forma precisa. Á con-
tinuación se acaba de tallar el diente. Se toman impresiones,
Figura 4.215
se vacían y, antes de encerar la corona, se comprueba con el
paralelizador si encaja la hembra dentro de la preparación
realizada en la boca. Si es así, se sigue con el encerado de la zar las rectificaciones pertinentes. Una vez coladas, las coro-
corona completa, pero si la preparación es insuficiente se nas se prueban en boca individualmente y, si son correctas,
marcan los puntos a corregir y se vuelve a la boca para reali- se toma una impresión de arrastre y relaciones intermaxila-
res para proceder al soldado de las hembras de los anclajes,
Otra posibilidad que cabe es sobrecolar los anclajes o uti-
lizar preformas de estas cajas de acrílico calcinable que se
unen a la cera de la corona y se cuelan al mismo tiempo.
Tanto Cendres Métaux como Metalor e incluso Ney Co. tie-
nen anclajes deslizantes colables de este tipo. A diferencia de
cuando son mecanizados, en estos casos se puede elegir la
aleación.

Proceso de selección del anclaje


más idóneo
En el momento de decidir qué anclaje será el más idóneo hay
Figura 4.213 que tener presente toda la información proporcionada sobre
MRE prótesis PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS > a y Lal. OIE

los anclajes y sus particularidades. Igualmente, hay que intercalares un anclaje resiliente puede perjudicar el pilar
tomar unas impresiones para obtener los modelos de estudio, distal, es mucho peor el perjuicio que puede acarrear a
que serán montados en un articulador semiajustable. los pilares anteriores el hecho de colocar un anclaje rígi-
Observando directamente los modelos se podrá determinar do que más adelante trabaje con un extremo libre. Una
las dimensiones máximas que pueden tener los anclajes en alternativa es utilizar el sistema Mini-5G que permitiría
función del espacio oclusogingival y de la anchura vestibulo- adaptarse a las contingencias cambiando simplemente
de
lingual. Estos datos ya permitirán un primer acercamiento al hembra rígida a hembra resiliente. Si es una clase lll con
anclaje que se va a utilizar. De todas formas, el proceso lógico edentación bilateral es preferible poner sólo anclajes en
de selección deberá seguir los pasos citados a continuación: los pilares anteriores, donde prima la estética, y colocar
ganchos en los posteriores ya que de poner cuatro ancla-
1, Lo primero a valorar es qué tipo de prótesis se debe reali- jes podría ser realmente difícil conseguir la inserción de la
zar y cuál será su soporte, Así, puede ser que se trate de prótesis. No se debe olvidar que siempre hay un error
una prótesis dentosoportada (clases Il y IV de Kennedy), inherente a cualquier fase de confección de una prótesis
dentomucosoportada (clases | y ll de Kennedy) o dento- y, en caso de pequeñas discrepancias, éstas pueden ser
soportada con la previsión de que en un futuro no muy absorbidas mejor por los ganchos que no por elementos
lejano será dentomucosoportada. En el primer caso, el de alta precisión. En las clases IV de Kennedy se puede
anclaje de elección será rígido, mientras que en el segun- realizar un tipo de prótesis mixta en la que el anclaje es
do será resiliente. El tercer caso, ya comentado con ante- una barra (fig. 4.218). Se trata de una edentación anterior
rioridad, hace referencia a las situaciones intercalares en intercalar y la primera opción de tratamiento es mediante
las cuales el pilar distal es el último diente de la arcada y prótesis fija, ya sea tomando como pilares los dientes
su futuro a medio plazo es dudoso. Con el objetivo de adyacentes al tramo edéntulo ya sea colocando implan-
fabricar una prótesis que sea válida incluso en el supues- tes. En aquellos casos en los que hay defectos de la cresta
to de que este pilar se pierda, se optará por un anclaje y no es factible recuperar la altura mediante cirugía, una
resiliente (figs. 4.216 y 4,217). A pesar de que en tramos prótesis removible es una buena alternativa. Se colocan
coronas en los pilares adyacentes a la edentación que
estarán unidas por una barra y la prótesis removible lle-
vará el caballito (figs. 4.219a y 4.219b). Si sólo hayel tramo
anterior edéntulo y es dentosoportada, no se colocará el
espaciador entre el caballito y la barra (figs. 4.220a, 4.220b
y 4.220c). Si, en cambio, va acompañada de uno o dos
extremos libres (es dentomucosoportada) se pondrá el
espaciador ya que será conveniente dotar de resiliencia al
sistema para evitar que la prótesis removible se apoye
sobre el caballito y la barra al ocluir el paciente,
. El siguiente paso es valorar el espacio en sentido oclusogín-
gival y en sentido vestibulolingual, En principio, no es nece-
sario conocer el espacio en sentido mesiodistal, a menos

Figura 4.217
Fipura 4,220c

que entre el pilar que soporta el anclaje y el extremo libre


quede un diente intermedio que de momento se quiera
conservar, aunque en el futuro sea probable su pérdida.
Por lo que se refiere al espacio en sentido oclusogingival,
se debe medir desde la encía adyacente por distal al dien-
te pilar hasta la cara oclusal del antagonista al anclaje. No
tomaremos como referencia la cara oclusal del diente pilar
ya que puede ser que el antagonista del anclaje se haya
extruido, de ahí la importancia de valorar el espacio estan-
do los modelos montados en el articulador. Habrá anclajes
en los cuales la altura no puede ser modificada mientras
que otros pueden ser acortados a conveniencia sin perder
por ello propiedades retentivas, En cuanto a la anchura en
sentido vestibulolingual, se medirá el espacio que separa
la cara vestibular de la lingual, pero teniendo en cuenta
que el anclaje irá situado aproximadamente en mitad de la
cara distal (figs. 4,221 y 4.222). Teniendo en cuenta las
dimensiones del espacio disponible, ya se puede descartar
buena parte de los anclajes y quedarse con aquellos que
realmente cabrán. Si el espacio es tan reducido que colo-
cando el anclaje casi no queda espacio para el diente de
acrílico, hay que confeccionar la cara oclusal en metal que
irá unida a la prótesis removible a través de un conector
menor (figs, 4,223 y 4.224). Colocar un diente de acrílico en
Figura 4.222 Figura 4.225

Figura 4.223 Figura 4.226

do siempre se pule. Durante el pulido, es muy probable


que se induzca un desgaste en el anclaje que le haga per-
der parte de la precisión y exactitud que son necesarias.
Sólo hay una situación en la cual puede ser preferible uti-
lizar un anclaje colado, y será cuando se utilicen interlocks
o rieleras en prótesis fija o en casos muy concretos de
prótesis removible intercalar (como ya se ha descrito al
tratar los anclajes rígidos no activables). Una ventaja adi-
cional de esta opción es utilizar una misma aleación tanto
para el armazón metálico de la prótesis fija como para el
anclaje.
Figura 4,224
Con estos tres parámetros ya se puede elegir adecuada-
una zona donde el espacio por oclusal es excesivamente mente el anclaje para cada situación y, si en algún caso
reducido conducirá irreversiblemente a su fractura al hubiera dos opciones posibles, el cuarto criterio que regirá
poco tiempo de utilizar la prótesis, en la elección será la simplicidad, o sea, siempre se optará
3. El tercer paso será decidir si lo queremos colado o meca- por el anclaje más sencillo ya que será el que menos compli-
nizado (figs. 4.225 y 4.226). En algunos casos, ambas par- caciones presentará y cuyo mantenimiento será más fácil.
tes, macho y hembra, son colables; en otros, sólo uno de Como se puede observar tras esta exposición, el que un
los componentes es colable, mientras que en los demás, anclaje sea extracoronario o intracoronario no es determi-
ambas partes son mecanizadas. Lo ideal es trabajar con nante para la elección, sino que son los cuatro factores cita-
anclajes mecanizados ya que son los que aportarán la dos los que llevarán a concretar cuál es el anclaje más idó-
mayor precisión y exactitud. No hay que olvidar que, ade- neo. Por ello, toda clasificación de anclajes debe realizarse
más de las dificultades inherentes a un colado, hay otro siempre en función de si son rígidos o resilientes ya que es
factor que a veces se subestimay es que al final todo cola- éste el primer y más importante criterio de elección.
Retenedores directos

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Retenedores indirectos [RI] y bases
RETENEDORES INDIRECTOS
La retención indirecta es una acción de tipo mecánico que se
manifiesta en las prótesis dentomucosoportadas y que tien-
de a neutralizar mediante elementos añadidos a la prótesis,
el despegamiento de la base protésica de su asentamiento en
el reborde residual bucal. Este movimiento está provocado
por la acción de palanca que se produce a lo largo de la línea
de fulcro que pasa por los pilares extremos que están junto a
la extremidad libre. Esta acción evita o neutraliza la acción
de levantamiento y separación de la base de la encía como
consecuencia de la acción pegajosa de los alimentos en el
momento de la apertura de la boca (figs. 5.1 a 5.4)

La acción de los retenedores indirectos (RI) está poten-


ciada por la acción de los ganchos retentivos y ayudada por
una base bien adaptada.
Si no existe una buena RI, la acción de palanca alrededor
de un fulcro, provocará la constante movilidad de la prótesis
durante la masticación y lesiones en los rebordes residuales.
En una fase posterior se producirá la movilidad de los dien-
tes utilizados como pilares de la prótesis.
La biomecánica de las clases | y Il de Kennedy se basa en
que las prótesis deben ser diseñadas para casos de extremos
libres. Su funcionalismo se basa en que una parte de la pró-
tesis se apoya en un conjunto de dientes fijos de la boca
123
MEX eróreSiS PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS Su

entre los que hay los dos pilares extremos que están junto a molar del otro, la RI se situará en canino o primer premolar
las bases desdentadas, y la otra parte se apoya en la encía (figs. 5.1 y 5.7).
que es resiliente y durante la función presenta una movili- Lo ideal es que durante la función exista un movimiento
dad. Toda esta estructura protésica pivota alrededor de los ligero de báscula en los pilares extremos que están junto a los
dos pilares extremos. espacios desdentados para compensar la distinta calidad
Si la barra lingual solamente tiene los apoyos oclusales tisular, Este movimiento dependerá de la exactitud de la base
en ambos pilares extremos situados uno a cada lado de la protésica y de la carga funcional que se le haya aplicado,
boca, se produce un movimiento de la prótesis, en el carga que puede llegar a ser lesiva para los tejidos, en caso de
momento del cierre bucal, de tal forma que pivotando alre- ser excesiva por unos contactos prematuros o interferencias.
dedor de ambos pilares tiende a presionar las bases contra Para profundizar en el estudio de las palancas hay que
la encía, y al abrir la boca se levantan. Este movimiento hace tener en cuenta que si consideramos un punto único de
bascular la prótesis alrededor de los dos fulcros moviéndo- apoyo en una boca (apoyo en un solo diente) en éste puede
se la barra lingual de manera que al abrir la boca presiona la haber infinidad de líneas de fulero, pero si hay dos habrá una
encía, lesionándola en la parte anterior del suelo de la boca sola línea que pasará por ambos apoyos. Si se toman tres
(figs. 5.5 y 5.6). apoyos en lugar de una línea de fulcro aparece un triángulo
Esta acción queda neutralizada por los retenedores indi- de apoyo y si se toman cuatro puntos de apoyo aparece, en
rectos situados en las caras linguales de los dientes anterio- lugar de una línea, un apoyo cuadrangular como sucede en la
res (fig. 5.1). clase Ml dentosoportada, que es el apoyo dentario ideal.
La retención indirecta se colocará siempre en el punto La retención indirecta estará indicada sólo en los casos en
más distante de la línea de fulcro mencionada. Como ejemplo que exista uno o dos extremos libres, En la clase l, la línea de
de ello hay que recordar que en una línea de fulcro que pase fulero pasa por los pilares extremos junto a los espacios des-
por los premolares, la RI se situará en los incisivos. Pero si dentados. En la clase Il, con un solo extremo libre unilateral,
esta línea pasa entre los premolares de un lado y el último la línea de fulcro se sitúa diagonalmente en la boca y pasa
por los apoyos oclusales de los pilares extremos del lado del
extremo libre y del pilar más posterior del lado dentado
(véase fig. 5.7 sobre el 14 y el 13). Si hay espacios modifica-
Biomecánica en extremos libres dores desdentados la retención indirecta comprenderá todo
Retenedores indirectos
el conjunto de elementos que están diseñados en toda la
zona de modificación, es decir, el espacio dentado contrala-
teral (véase fig. 5.7 la zona que va desde el 17 al 14),
El punto óptimo de la RI se ubicará en el diente que esté
más alejado de la línea de fulcro y tomará una vertical que,
partiendo de la línea de fulcro, termine en la parte más aleja-
| La ausencia de retenedores indirectos permitirá la separación de la da del arco dentario, Si este punto se localiza entre un pre-
base respecto a la mucosa subyacente y un descenso de la barra molar y un canino se elegirá el premolar por tener el apoyo
lingual (impactará en el suelo de la boca o en el frenillo lingual) en una superficie oclusal plana en lugar del canino que la
Fipura 5.5 tiene en plano inclinado.

Biomecánica en extremos libres


Retenedores indirectos

Los retenedores indirectos impedirán que la base se separe


de la mucosa en el momento de comer alimentos pegajosos

Fipura 5.6
En la clase IV, la línea de fulcro pasará por los dos pilares
situados más anteriormente. En estos casos, se deberán bus-
car los máximos apoyos y lo más posteriormente posible de
la boca, y en casi todos los dientes.
En la clase lll con posibilidad de perder un pilar posterior
en un plazo no lejano se considerará esta boca como una
clase Il despreciando este pilar, Por último, en una clase [Il
con ausencia de un canino de un lado, pieza importante en el
diseño y apoyo de la prótesis, se considerará este lado como
espacio desdentado mucosoportado y el fulcro será una
línea diagonal que pasará por los dos pilares principales.
Fipura 5.8
Funciones
1. Evita el movimiento de la base en el extremo libre que Una RI será más útil si se cumplen los requisitos si-
tiende a separarse de la encía por la acción masticatoria guientes:
de los alimentos. e Si la longitud de la base y su perfecta adaptación a la
2. Disminuye la palanca que se ejerce sobre los pilares mucosa son consecuencia de una buena impresión.
extremos como consecuencia de los movimientos ante- « Si la línea de fulcro está correctamente situada, es decir,
riores. si se ha de escoger entre un canino y un premolar, siem-
3. Da estabilización horizontal a la prótesis, Para ello, los pre se preferirá este último por tener una cara oclusal
conectores menores deberán ir encajados en unas ligeras en mejores condiciones para un apoyo.
preparaciones efectuadas en las troneras situadas en los e Si se eligen los puntos de apoyo en las zonas de la arca-
espacios interdentarios linguales, principalmente de pre- da dentaria más distantes de la línea de fulcro,
molares y molares. Estos conectores menores deberán 3. Es imprescindible una gran rigidez de los conectores que
estar en la misma dirección que los planos guía y la tra- soportan la RI. Si no fuera así, las complicaciones en
yectoria de inserción. forma de fracturas se producirían y harían fracasar la
4. Actúa como soporte de un conector mayor y coadyuva a prótesis.
su estabilización, frente a los movimientos de la prótesis. 4. Debe tener un perfecto encaje en un lecho preparado
5. Cuando el aparato está colocado en la boca los retenedo- sobre un diente con unas condiciones periodontales
res indirectos deben estar pasivos. Si presenta un movi- excelentes.
miento basculante a la ligera presión dactilar se deberá 5. Una placa lingual no actúa por sí misma como una Rl, a
verificar un rebasado o un reajuste. menos que lleve en cada extremo un apoyo sobre los
dientes vecinos, como son los caninos y primeros pre-
molares, Se preferirá estos últimos, pues evitarán el des-
Factores de eficacia en un retenedor plazamiento de la placa (fig. 5.9).
indirecto
l. Los apoyos oclusales deben ser muy potentes y bien
encajados en sus descansos para que permitan unos gan-
chos directos eficaces capaces de transmitir las fuerzas
aplicadas al eje axial del diente pilar (fig. 5.8).
2. La RI debe situarse a la máxima distancia posible del ful-
cro por el que pasa el eje de rotación de la prótesis y que
está representado por una línea que uniendo los dos pila-
res extremos y desde un punto equidistante de ellos y en
ángulo recto se traza una perpendicular que va al diente
más alejado del arco dentario. En él estará el centro de la
RI. A mayor distancia del eje de rotación al punto más dis-
tante del arco dentario mayor será la eficacia de la reten-
ción indirecta (fig. 5.2). Figura 5.9
OS

6. Los ganchos retentivos deben evitar que la base y los APOYOS EN CANINOS (figs. 3.75, 3.80, 3.81, 5.7, 5.8
descansos resbalen por los planos inclinados de los dien- y 5,11)
tes anteriores para que actúe la retención indirecta. Ésta Se tallarán sobre cíngulo y tendrán forma de semiluna, más
no admite deslizamientos nocivos sobre los dientes. profunda en el centro y menos en las partes laterales (figs.
3.17 y 3,78).
Cuanto más alejados se coloquen, más eficaces serán, Por
Tipos
tanto, se procurará colocar el conector menor en la tronera
APOYOS OCLUSALES (figs. 5.7 a 5.10) mesial del canino y en el cíngulo se deslizará hacia su cara
Están situados sobre las superficies oclusales de premolares mesial para apoyarse en la preparación efectuada en el cín-
y molares, gulo del canino (fig. 5.8). También puede prolongarse en el
Se labran previamente sobre el reborde marginal mesial espacio interdentario incisal entre canino y lateral, y termi-
y/o distal. nar entre ambos en una uña interdentaria previamente pre-
Se situarán en el diente más distante de la línea de fulcro parada en la boca. Puede tener el inconveniente de la estéti-
que suponga una mejor estabilidad. Si el diente es débil, ca (fig. 5,12).
mejor será desplazarlo a otro más fuerte.
En las clases | se realizarán los apoyos bilaterales.

Figura 5.10
RETENEDOR CONTINUO DE KENNEDY
(figs. 5.1, 5.3 y 5.11)
APOYOS INCISALES (fig. 5.11) Es un apoyo lineal situado en la cara lingual del grupo ante-
Sólo se utilizarán si son dientes potentes periodontalmente rior y va desde la superficie distal del lateral de un lado hasta
considerados. la distal del lateral del lado contrario, pasando por el cingulo
La preparación se hará en cíngulo o en el ángulo inciso- de todos los incisivos anteriores.
distal de los incisivos para evitar que sean demasiado osten- Es una condición básica que se apoye sobre el cíngulo del
sibles. No obstante, son muy poco estéticos. grupo incisivo y mejor si antes se ha realizado una ligera pre-
Pueden extenderse al cíngulo de los caninos vecinos. paración en él mediante una piedra diamantada cilíndrica
seguida de un pulido meticuloso. Si no tiene un buen asenta-
miento siguiendo el eje axial del diente resbalará, vestibuli-
zará los dientes anteriores y se hundirá en el margen gingival.
Es imprescindible un apoyo a nivel de la cara mesial de los
caninos en el cingulo, y en caso de no ser posible en ellos,
hay que extenderlo a los premolares.

APOYOS EN LAS ZONAS MODIFICADAS


(figs. 5.7 y 5.13)
Son zonas con ausencia de algún diente y situadas en una
zona alejada del fulcro. La calidad del apoyo dependerá de la
distancia que haya entre la zona de la línea del fulcro y aquél.
En paladares metálicos y acrílicos, será el metal el que
cubrirá las rugosidades. Cuando se cubre un paladar con un
colado metálico se logra una adhesión del metal con la encía
palatina. Esta íntima unión dará una retención directa del
paladar metálico que también actuará como una retención
indirecta; es la retención directadndirecta.
En resumen, se debe constatar que lo ideal son los apoyos
oclusales que transmiten las fuerzas siguiendo el eje axial del
diente. Por tanto, siempre será preferible colocar la Rl en la
cara oclusal de los primeros premolares que en las caras lin-
guales inclinadas de los caninos o incisivos, y si fuera nece-
Figura 5.13 sario utilizarlos se haría en su cara lingual una preparación
en forma de repisa para alojar la RI. Esta preparación permi-
Si está cerca no sirve, pero si está a la máxima distancia del te que las fuerzas actúen a lo largo de los ejes axiales de los
arco dentario dentado será muy útil y todos los elementos dientes anteriores. No obstante, en los casos en que esté
que se coloquen servirán como Rl y a la vez como retención indicado, aunque puede ser traumatizante, es mejor prepa-
directa, rar una corona y tallar en ella un apoyo cingular.
Si el espacio modificado está demasiado cerca de la línea Ya que los incisivos individualmente no son muy buenos
de fulcro debe colocarse un retenedor indirecto indepen- pilares de apoyo, será aconsejable utilizarlos en grupo para
diente y no utilizar este espacio modificador como RI. En asi distribuir mejor las fuerzas al mayor número de ellos.
estos casos, uno o dos apoyos oclusales, los ganchos recí- Si estuvieran afectados periodontalmente mejor será leru-
procos y los planos guía son los elementos que intervendrán. lizarlos e incorporar los elementos que deben recibir los apo-
En los casos que se precise una RI más potente
y estética es yos en esta estructura (anclajes rígidos) (figs. 5.15 y 5.16).
mejor preparar un puente fijo en la zona edéntula y toda esta
hemiarcada podrá actuar como retención indirecta (fig. 5.14),

Fipura 5.15

Figura 5.14

APOYO EN LAS RUGOSIDADES PALATINAS


(fig. 5.13)
Es un soporte no muy eficaz pero que se debe tener en cuen-
ta en los casos con dientes anteriores diastemados o perio-
dontalmente no muy aptos para colocar apoyos, o ausencia
de todo el grupo anterior.
En estos casos es aconsejable una placa completa o casi
completa según se necesite apoyo en el postdamming o no.
El aparato debe estar perfectamente adaptado a dichas
rugosidades, Fipura 5.16
PRÓTESIS PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS

En los casos de clase | (extremo libre bilateral), quizá sea Los materiales que entran en contacto con la encía deben
preciso buscar apoyo en el paladar mediante una placa metá- tener una buena conducción térmica para mantener un buen
lica extensible a la cara lingual del grupo incisivo y encajada estímulo tisular. Una base metálica facilitará una mejor con-
por unos microfresados labrados sobre ella. Esta estructura ducción térmica que una de acrílico.
también actuará como una retención indirecta (figs. 2.37 a El material de que estará formada será ligero y de escaso
2.39). peso, debe ofrecer un diseño simple, tener presente los míni-
En general, en el maxilar lo ideal son los apoyos cingulares mos requisitos para una buena prótesis, y lo más importante,
en caninos y en la mandíbula los apoyos incisales, puesto no descuidar la rigidez y la indelormabilidad.
que los linguales o cingulares pueden ser traumáticos para Dar una buena estética en las zonas donde se precise,
los dientes anteroinferiores. La posibilidad de rebasarla.
La retención directa-indirecta puede potenciarse obte- Que sea económica.
niendo un postdamming en caso de paladares completos
metálicos ayudados de rebasados en acrílico de la zona pos-
Base estable
terior. Hay autores que los desaconsejan.
La primera condición para que una base sea estable es que
proceda de una excelente impresión, pero no obstante es
BASES DE UNA PRÓTESIS
necesario conocer los tres tipos de estabilidad y los requisi-
Las bases protésicas son las partes de una PPR que descan- tos imprescindibles para que puedan cumplir su misión,
san sobre los rebordes residuales desdentados, las cuales lle- Estas tres formas de estabilidad que se deberán controlar
van incorporados los dientes de acrílico. son las que se describen en los siguientes apartados.
Se dividen en bases para prótesis dentosoportadas y para
prótesis dentomucosoportadas. ESTABILIDAD FUNCIONAL FRENTE
AL MOVIMIENTO MANDIBULAR
Una prótesis colada con sus bases incluidas si procede de una
Funciones
buena impresión, y va seguida de un buen colado, deberá adap-
La principal función es la de soporte de los dientes y la de tarse perfectamente a los dientes y a los tejidos gingivales.
asumir y transmitir las cargas generadas al ocluir los dientes Si la prótesis se utiliza con constancia y de forma perma-
y que son llevadas a los dientes pilares y al conector mayor nente los tejidos blandos acaban por acoplarse perfecta-
de la prótesis. mente a ella. Ésta es la razón por la cual no debe permitirse al
Tienen una función opositora de la hemiarcada antagonis- paciente que alterne esta prótesis con la que llevaba hasta
ta correspondiente, evitando que los dientes tiendan a emi- este momento, aunque sí la puede guardar para algún caso
grar tanto en sentido oclusal. de emergencia.
También una función masticatoria y estimuladora funcio- Si la base es estable no tendrá movilidad en la masticación
nal de los tejidos subyacentes, tanto por la presión mastica- ni cuando el paciente presione las bases con los dedos. Todo
toria como por la transmisión térmica a las bases metálicas, ello es una demostración de un buen ajuste.
lo que aconseja cubrir el máximo tejido gingival funcional y Los puntos ulcerosos, los enrojecimientos o la incomodi-
no invadir los tejidos móviles con inserciones de frenillos dad de la base indican que ha habido una impresión inexacta.
que llevarían a una movilidad de la prótesis en el momento Esta sintomatología también puede aparecer por una oclu-
de la función. sión deficiente y, en estos casos, debe estar correctamente
Asimismo, tienen una función estética principalmente en ajustada sin presentar contactos prematuros que podrían
los incisivos, lesionar la encía, ni interferencias en los movimientos de late-
Cuando se seleccione el tipo de base adecuada debe pen- ralidad. Las lesiones producidas por estos contactos son
sarse en la futura posibilidad de tener que rebasarla, ventaja debidas a interferencias en el lado contrario que hacen bas-
que tienen las de acrílico. cular la prótesis y lesionan la encía lingual del lado contrario.

ESTABILIDAD EN LA DEFORMACIÓN
Consideraciones de una base ideal
DE LA BASE
Debe poseer una perfecta adaptación a los tejidos gingivales. Una base deberá ser rigida y no puede deformarse; en caso
Los acabados deben ser correctos ya que una buena adap- de no cumplirse alguno de estos requisitos, se producirá la
tación evita posibles lesiones de los tejidos subyacentes. pérdida de estabilidad y de retención.
Retenedores indirectos (RI) y bases

Un conector mayor que no tenga la rigidez necesaria estable mediante una ligera capa de líquido salival exis-
puede deformarse y perder la imprescindible adaptación a tente entre ambas estructuras. Para facilitar la estabili-
los tejidos de soporte. Por tanto, su deformación a la masti- dad, los tejidos gingivales restaurados presentarán una
cación o el intento de ajustarla por parte del propio paciente configuración cóncava y es precisamente en esta conca-
suele dar resultados negativos, que obligan a repetir el tra- vidad donde se alojarán las mejillas y la lengua para con-
bajo diseñando conectores mayores más potentes, sobre tribuir a esta estabilidad, Por último, el borde libre de la
todo los inferiores diseñando incluso una placa lingual para prótesis será grueso y redondeado para alojarse en los
aumentar esta rigidez. pliegues mucosos y que éstos puedan arroparlo y tam-
Por lo cual pueden considerarse contraindicados los apa- bién contribuir a la retención de la base. Esto sucederá
ratos de acrílico parciales como prótesis definitivas, ya que siempre que se haya tomado previamente la medida fun-
no reúnen ninguna de las condiciones expuestas, Una base cional. Una impresión mucostática no registrará la fun-
de acrílico puede deformarse y doblarse bajo las fuerzas ción de las partes blandas.
masticatorias y comparándola con un aparato metálico, éste 3. La oclusión deberá ser ajustada de tal manera que las
es nueve veces más rígido que la de acrílico. fuerzas oclusales mantengan la base bien asentada y faci-
liten el que la capa de saliva, existente entre la base y la
ESTABILIDAD TISULAR mucosa, sea lo más fina posible para que la gran tensión
Si se desea conservar un tejido subyacente estable e invaria- superficial creada ayude a una mayor retención,
ble, debe construirse una base que conserve su forma duran-
te mucho tiempo. Los cambios tisulares no tienen lugar si la Una correcta oclusión sólo podrá construirse con unos
base es estable y no varía. Si la base cambia y los tejidos per- dientes de acrílico estables y de una máxima dureza, ya que
manecen inestables, la primera se desajusta, lo cual aconte- si éstos se desgastan prematuramente se tendrá una base
ce con las bases de acrílico a los 2-3 años de su uso. La higie- inestable por la aparición de interferencias, oclusión traumá-
ne las puede deformar en el transcurso de los años y como tica y pérdida de la dimensión vertical,
no son tan lisas como las metálicas pueden acumular placa Se debe afirmar que la elección deberá ser siempre utili-
bacteriana. zar materiales antagonistas cuya dureza, consistencia y
Construir una prótesis en la dimensión vertical exacta y capacidad abrasiva sea similar. Lo ideal son oclusales
apropiada es primordial para mantener una base estable. metálicas coladas con metal noble cuya dureza sea similar
Una sobrecarga a lo largo del reborde residual provocará la a la de los dientes naturales antagonistas, como son las ale-
reabsorción ósea. aciones de oro platinado, o dientes de resina de máxima
dureza. La porcelana y las aleaciones de cromo-cobalto son
VÍAS DE RETENCIÓN DE UNA BASE ESTABLE materiales cuya dureza es de 450 kg por mm, y el acrílico
En una base estable la retención se obtiene a través de los de máxima dureza de los dientes oscila entre los 35 y 50
factores siguientes: kg/mm?, Por tanto, lo mismo la porcelana como las aleacio-
nes de cromo-cobalto (Cr-Co) son extraordinariamente
1. La superficie no pulida en contacto con los tejidos: propor- abrasivas.
ciona un contacto muy íntimo con los tejidos de soporte El ajuste deberá seguir las siguientes pautas:
subyacentes cuyo funcionamiento se realiza aproximán- * Eliminar todos los contactos prematuros. 5u permanencia
dose a los tejidos el lado funcional que trabaja, mientras dará lugar a lesiones gingivales y la excesiva presión por
que el lado contrario que no trabaja tiende a alejarse de ligera que sea dará lugar a un enrojecimiento generalizado
ellos. Una base inestable actúa basculando y moviéndose de la encía,
en cualquier dirección. Unas superficies aplanadas, sin * Eliminar todas las interferencias en los movimientos de
movilidad gingival y lisas de un borde desdentado ancho, lateralidad que provoquen basculaciones de las bases, eli-
ofrecerán mucha retención, pero unas superficies irre- minando los obstáculos que impidan que las cúspides,
gulares, estrechas y móviles tendrán escasa capacidad tanto superiores como inferiores, puedan resbalar por tra-
retentiva. yectos modelados en los molares y cuyo objeto será que
2. Las superficies externas pulidas de la prótesis, los mismos todas las cúspides puedan transitar por ellos sin provocar
dientes artificiales y las encías artificiales modeladas actúan interferencias ni basculaciones que den lugar a movilidad y
de tal forma que sobre ellos se adaptan los labios, la len- levantamientos de las bases para posteriormente producir-
gua 0 las mejillas y tienden a asentar y mantener la base se la movilidad de los pilares de apoyo.
Características de una base bien ajustada En la zona palatina posterior, el límite de la prótesis debe
de estar a la altura de los surcos pterigomaxilares y a la del
FACTORES FÍSICOS paladar blando.
Presión atmosférica Los surcos pterigomaxilares son unos espacios alargados
El contorno periférico de las bases debe asegurar una adap-
limitados anteriormente por las tuberosidades maxilares y
tación hermética de los tejidos blandos que la rodean y bene-
las apófisis piramidales de los huesos palatinos, y posterior-
liciarse del factor físico positivo que constituye la presión
mente por los ganchos de las alas internas de las apófisis pte-
atmosférica cuando el contorno periférico se transforma en
rigoides del esfenoides.
una junta periférica hermética. Para conseguir esto, el con-
Consideraciones referentes a los distintos tipos de pala-
torno periférico debe presentar las siguientes propiedades:
dares:
* Una adaptación perfecta a los tejidos blandos de alrededor.
La boca presenta básicamente dos tipos de paladares: el
* Capacidad de comprimir y distender los tejidos blandos
duro, formado por el paladar óseo recubierto de la mucosa
que por su plasticidad pueden adaptarse íntimamente a
palatina, y el paladar blando. Entre ambos existe una superfi-
todo el contorno de la prótesis.
cie membranosa o aponeurótica que actúa a modo de gozne
* El modelado del borde del acrílico debe ser lo suficiente-
entre ambos paladares. Este paladar membranoso se consi-
mente grueso para aumentar así la superficie de contacto y
dera una parte del paladar blando.
puedan adaptarse a él los tejidos blandos gingivales.
El paladar blando se presenta en forma de tres tipos dis-
e Este borde deberá ser redondeado y liso, y no se debe adel-
tintos:
gazar y dejar en forma aguda y cortante (figs. 5.17 y 5.18).
1. Un paladar blando como prolongación casi horizontal
del paladar duro. Es el más favorable y el que presenta
una unión más hermética con la prótesis.
2. Un paladar blando sin apenas tono y flácido que desciende
bruscamente una vez ha terminado el paladar duro. Es el
menos favorable para lograr una unión periférica perfecta.
3. Un paladar blando que presenta una ligera inclinación
descendente a partir del paladar duro. Es un paladar rela-
tivamente favorable.

El paladar blando presenta en la zona de transición hacia


el paladar duro, una parte mesial poco compresible por tener
un tejido membranoso o aponeurótico y una parte distal
muscular fácilmente compresible.
Para tener una buena adaptación de la prótesis, ésta debe-
rá llegar hasta la parte muscular o paladar blando propia-
mente dicho, a 1 o 2 mm distalmente del límite entre el pala-
: lgura 5.17 dar duro y la zona aponeurótica.
Al efectuar el postdamming debe crearse el grosor suli-
ciente de acrílico para que, si hay que rebajarlo, pueda dejar-
se redondeado, Demasiado fino sería lacerante y cortante.

Cohesión
Es la propiedad que presentan las moléculas de saliva las
cuales, gracias a la mucina existente entre ellas (cohesión),
realizan la atracción entre el paladar natural y el protésico
(adhesión). De su composición depende el grado de viscosi-
dad salival,
Las glándulas palatinas la poseen en gran cantidad, excep-
to las glándulas mixtas mucoserosas, y las seromucosas que
Aipura 5.18 presentan menor cantidad.
Retenedores indirectos (RI) y bases

Por tanto, la viscosidad irá disminuyendo a medida que Nuestro objetivo, por tanto, será tomar una impresión
haya menos mucina. $e debe recordar que las mujeres tienen exacta, detallada, no distorsionada de los tejidos sanos, y
mayor secreción en las glándulas palatinas que los hombres. para ello es imprescindible que éstos estén en reposo y semi-
secos. El objetivo principal será que los tejidos se adapten a
Adhesión la base y que ésta sea estable.
Es la propiedad que presentan las moléculas de cuerpos dife-
rentes que permiten ser atraídas entre sí. Un ejemplo es la Causas de bases mal ajustadas
adhesión de la secreción salival en la superficie mucosa y en
la superficie interna de la prótesis. Cuanto más fina es la capa Unas bases mal ajustadas pueden tener un movimiento de
de saliva existente entre estas dos superficies mayor es la hasta 3 mm, pero en unas bases bien ajustadas este movi-
adhesión, y la condición para conseguirlo es obtener una fiel miento no supera los 0,2 mm.
reproducción del reborde gingival residual en el acrílico o en Los principales motivos que facilitan el que un aparato
el metal de la cara interna de la prótesis, quede mal ajustado pueden ser de causa yatrogena, y son
provocados por:
Pruebas de estabilidad de las bases * Una defectuosa impresión.
* La utilización de materiales de impresión cuya densidad sea
Una vez terminada la prótesis se colocan en la boca, asegu- superior a la consistencia de la encía provocará su deforma-
rándose de que esté bien asentada en sus bases y sobre los ción por la presión de la misma pasta o de algún borde metá-
tejidos gingivales en íntimo contacto con ellos, se ejerce una lico de la misma cubeta, que tracciona la encía y le cambia su
presión sobre la base de un lado. En este momento se puede forma. Por tanto, se usarán pastas de baja densidad.
observar lo siguiente:
* Que no se mueva la base contraria: indica que la base es El defecto también puede producirse por el uso de mate-
estable y el ajuste correcto. riales de consistencia excesivamente fluidos. La falta de pre-
* Que se mueva la base contraria: indica un desajuste y una sión provoca una impresión irregular con imperfecciones y
base inestable. cuya forma es distinta de la forma real de la encía del pacien-
te, Si se ha de usar este tipo de material hay que hacerlo
El procedimiento que se debe seguir para lograr un
siempre con cubeta individual.
correcto ajuste de una base es el siguiente: si se hace presión La existencia de mucosidades en la encía y paladar dará
en un lado los tejidos oponen resistencia gracias a su íntimo lugar a una impresión distorsionada. Este hecho se evitará
contacto con la misma base, y la base contraria debe perma- secando con una gasa la totalidad del paladar antes de la
necer estable, sin movimiento alguno, debido a la retención toma de la impresión.
ejercida por su íntimo contacto con los tejidos por medio de
la adhesión y la cohesión. ELEMENTOS ANATOMOFISIOLÓGICOS
Hay que tener presente que es tan importante la estabili- En el estudio de la PPR se debe destacar básicamente la impor-
dad de la base como la retención de los ganchos del aparato. tancia de los dientes remanentes como elementos que deben
La estabilidad de la base está relacionada con la dinámica intervenir de forma directa en la retención de la prótesis. Se ha
de los tejidos que componen el reborde marginal, y éstos detallado su importancia y la necesidad de conservar el mayor
reaccionan según el tipo de fuerzas que actúan en la oclusión número posible de ellos como base para obtener una máxima
de la boca. retención y un diseño lo más reducido de la prótesis.
Las fuerzas intermitentes (funcionales) facilitan la estabi- Pero no se puede olvidar los innumerables casos en que el
lidad debido a que la presión desplaza los límites tisulares y, número de dientes es muy reducido lo que obliga a una
al desaparecer ésta, vuelven de nuevo a su posición primitl- mayor extensión de la superficie protésica que debe buscar
va. Éste es un mecanismo fisiológico que se crea al ocluir los apoyo en las partes blandas de la boca, es decir, de la necesi-
dientes. dad de buscar una mayor adhesión en el paladar. El estudio
Si estas fuerzas se vuelven continuadas o son intermiten- de sus ventajas e inconvenientes conducirá a obtener una
tes, pero muy frecuentes, sin dar tiempo a la recuperación prótesis que conseguirá unos beneficios de las condiciones
(fuerzas parafuncionales), la presión desplaza igualmente los de los huesos y las encías maxilares.
líquidos tisulares de la encía, pero en cambio éstos no vuel- De la misma forma que la misión del profesional será obte-
ven de nuevo a su forma normal con la prontitud que se nece- ner las mejores ventajas biológicas mencionadas, también
sita generándose alteraciones tisulares y reabsorción, con la deberá estudiar los inconvenientes que encuentre y la forma
consiguiente desestabilización de la prótesis. de obviarlos.
Factores biológicos positivos centrípeta del maxilar, producida por encima de las tuberosi-
Son los factores propios de las partes blandas de la boca que dades debido a que las fibras del buccinador que tienen una
se deben aprovechar para conseguir una mayor retención de dirección horizontal se cruzan sin interferir con las fibras del
la prótesis. músculo masetero de dirección vertical, Esta circunstancia
no se produce en la mandíbula debido a que la contracción
Maxilar superior (figs. 5.19 y 5.20) de las fibras maseterinas influye en las fibras del buccinador
CALIDAD, ALTURA Y ANCHURA DE LA CRESTA ÓSEA por estar prácticamente en contactoy no existe ningún espa-
Lo ideal es una cresta compuesta de una fibromucosa dura. cio virtual. Estas zonas de Eisenring son unos espacios vir-
Una cresta fina hiperémica o flotante es de mal pronóstico y tuales que están ocupados por el vestíbulo de la prótesis y
es aconsejable un tratamiento quirúrgico previo, cuyos bordes engrosados para su adaptación a la mucosa se
sitúan en el fondo de ellas. La mucosa se adapta a todo el
contorno del borde y ayuda a la sujeción de la prótesis (figs.
Factores biológicos positivos 5.17 y 5.18).
Maxilares Las tuberosidades se pueden clasificar en cuatro tipos o
clases:

1. Clase 1: de unas tuberosidades muy pronunciadas y de


excelente pronóstico protésico, son favorables a la esta-
bilización, de altura media y sin zonas óseas retentivas
1. Altura de la cresta ósea
(fig. 5.21).
2. Anchura de la cresta ósoa 2. Clase II: de tuberosidades bastante reabsorbidas, pero
3. Paredes vestibulares
de la cresta alveolar
con relieve apto todavía para retener la prótesis (fig.
Flqura 5,19 5.22).

Factores biológicos positivos Tuberosidad de clase |

1. Área retroincisiva
2. Paredes palatinas de la crosta alvoolor

Fipura 5.20 Figura 5.21

REGIÓN PALATINA POSTERIOR


Será una zona positiva si se extiende hasta los surcos pteri- Tuberosidad de clase ll
gomaxilares lateralmente y en la parte palatina media hasta
la zona muscular y vibrátil del paladar blando, que es com-
presible y vecino de la zona membranosa. Esta característica
permite a los CM extensos un sellado periférico hermético
actuando, así, como retenedor indirecto.

REGIONES PARATUBEROSITARIAS
Junto a estas regiones paratuberositarias existe a ambos
lados una zona retentiva o espacio en forma de ampolla visto
de perfil llamado de Eisenring y formado por la reabsorción Figura 5.22
- Retenedores indirectos (RI) y bases MES

3. Clase lll: las tuberosidades prácticamente son inexisten-


tes, su utilidad es nula y no pueden utilizarse para la pró- Factores biológicos positivos
tesis (fig. 5.23) Mandibulares
4. Clase IV: de tuberosidades muy desarrolladas, pero con
retenciones óseas muy voluminosas en ambos lados que
requieren una intervención quirúrgica. Las prótesis pro-
vocan ulceraciones (fig. 5.24).
1. Contacto
con dientes pllares
El área retroincisiva y las paredes palatinas de la cresta 2 Altura
de la cresta ósea
3, Trigono retromolar
alveolar. La zona de los rugués palatinos pueden ser utiliza-
4. Suporficieo mucosa de apoyo
dos como retención indirecta, pero es aconsejable respetar-
los para evitar ligeras alteraciones de tipo fonético, Aa 5.25

sor del acrílico será a lo sumo de unos 2 mm para que no


Tuberosidad de clase ll! interfiera con la movilidad de estas glándulas sublinguales.
REGIONES SUBLINGUALES POSTERIORES. Estas regiones están limi-
tadas posteriormente por el fascículo lingual del constrictor
superior de la faringe y por el músculo palatogloso y, ante-
riormente, por el borde posterior del milohioideo.
Las prótesis, cuya zona lingual posterior es excesivamen-
te alargada cuando el paciente protruye la lengua, provoca el
levantamiento de aquélla; y la deglución de los alimentos
produce un decúbito con dolores irradiados a la región farín-
gea y oído que puede simular una afección de este último
Figura 5.23 órgano, Estas regiones son muy aptas para disponer de una
retención de la base y evitar su levantamiento. Esta retención
AA”
también actúa como retención indirecta.
Es muy importante que al tomar la impresión inferior sea
Tuberosidad de clase IV
funcional, invitando al paciente a protruir la lengua y a que
intente deglutir. Ambos movimientos levantan la lengua y lle-
van la pasta de impresión en la línea milohioidea. Si la impre-
sión es con pasta cinquenólica debe realizarse pasado medio
minuto, cuando la pasta ha empezado a perder fluidez.

ZONAS O REGIONES BUCALES


REGIONES DE FISH, Estas regiones están limitadas por el freni-
llo bucal lateral en la parte anterior y por el borde anterior
del masetero en la parte posterior. En esta zona, la prótesis
Fipura 5.04
descansa sobre el buccinador cuyas fibras deben ser parale-
las al contorno periférico de la prótesis, por lo que su con-
Maxilar inferior (fig. 5.25) tracción puede levantar la prótesis si se invade el espacio
ZONAS O REGIONES LINGUALES muscular. No obstante, este músculo tiene cierta plasticidad
REGIONES SUBLINGUALES ANTERIORES. En estas zonas, las próte- que le permite adaptarse en el transcurso del tiempo,
sis deben respetar las inserciones de los genioglosos, en la REGIONES DE LAS EMINENCIAS PIRIFORMES. También llamadas trí-
parte anterior sublingual, y de los milohioideos, en las zonas gonos retromolares, están localizadas en las regiones poste-
linguales mandibulares, y cuya misión es la de marcar un lími- riores del maxilar inferior. Son zonas compresibles y pueden
te lingual al borde protésico, Se debe recordar que por encl- dar una adaptación hermética. Por poco que sea posible de-
ma del milohioideo están las glándulas sublinguales móviles y berán ser recubiertas por la resina de la prótesis o metal.
desplazables situadas por encima de las líneas milohioideas, Recuérdese que la rejilla metálica jamás deberá llegar a ella.
pero justamente debajo del suelo bucal. En este punto, el gro- Posteriormente a ellas aparecen unas finas prolongaciones o
KE eróvesis PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS

ligamentos pterigomaxilares que impiden la migración distal mas de ajuste y de excesiva presión palatina con la consi-
de la prótesis (fig. 5.26). guiente úlcera de decúbito,
En estas regiones se pueden establecer cuatro tipos de
formas de la bóveda palatina:

l, En el tipo l, la bóveda es aplanada, la sutura media imper-


a —Á
ceptible, las zonas de Schroeder poco depresibles y los
rebordes alveolares muy pronunciados. Posee la forma
ideal de crestas, es decir, son altas, retentivas y con las ver-
tientes bucales y linguales casi paralelas (fig. 5.28). Se obtie-
ne una excelente impresión y una muy buena retención.
2, En el tipo Il, la bóveda palatina presenta una superficie
aplanada menor, la sutura media se observa ligeramente
pronunciada, los rebordes alveolares están ligeramente
——
reabsorbidos y las zonas de Schroeder son medianamen-
Figura 5.26 te depresibles. 5us crestas poseen una vertiente bucal
oblicua debido a la pérdida centrípeta de sustancia (fig.
Factores biológicos negativos 5.29). Se puede conseguir una buena impresión con una
Maxilar superior (fig. 5.27) aceptable retención.
REGIONES DE TORUS PALATINO Y SUTURA MEDIA 3. En el tipo lll, no hay bóveda palatina aplanada, la sutura
Son factores negativos y cuando las zonas de Schroeder son media se muestra en forma de surco, los rebordes alveo-
amplias y blandas la prótesis puede pivotar alrededor de la lares están bastante reabsorbidos y la encía es blanda en
sutura media y lesionar su mucosa. Éste es el motivo de ali- forma de cresta y con zonas de Schroeder muy depresi-
viarla. Un alivio excesivo puede producir una extensa zona
de presión negativa que acaba en una hipertrofia mucosa con
sobrecarga en la mucosa restante. Bóveda palatina de clase |

Figura 5.27

REGIONES DE SCHAOEDER
Son unas zonas limitadas por la sutura media palatina y la
cara interna de la tuberosidad. Debido a la variedad de tama-
ño y de depresibilidad de ellas es obligado palparlas y dedu-
cir de forma aproximada su longitud para aliviar el paladar
del modelo de trabajo. Si son muy depresibles son factores
negativos, pues según la pasta utilizada para su impresión y 3. La sutura palatina
se evidencia ligeramente
4, Menor superficie aplanada de la bóveda palatina |
consistencia, puede alterarse la forma de la impresión y dar
un colado erróneo. La prótesis puede, entonces, dar proble- Figura 5.29
Retenedores indirectos (RI) y bases KM

bles, todo lo cual complica la impresión definitiva y la REGIONES DE LOS FRENILLOS VESTIBULARES ANTEROSUPERIOR
prótesis que se va a diseñar. Las crestas presentan una Y LATEROSUPERIOR
reabsorción avanzada y su poder retentivo es escaso. son zonas cuyos comentarios no son necesarios (fig. 5.32).
Tanto las vertientes bucal como lingual son oblicuas (fig.
5.30).
4, En el tipo IV, hay ausencia total de superficie aplanada en Factores biológicos negativos
la bóveda palatina, la sutura media es prominente, gran | Maxilares
reabsorción del reborde alveolar y las zonas de Schroeder
son muy depresibles. Las crestas presentan gran reabsor-
ción y una mucosa muy movible. En estos casos, sería
aconsejable una preparación quirúrgica de esta mucosa
pues su excesiva movilidad hace difícil la toma de impre-
siones. Es un caso complicado y difícil (fig, 5.31).

Bóveda palatina de clase 11! Figura 5.32

Maxilar inferior (fig. 5.33)


REGIONES VESTIBULARES ANTERIORES
Son las regiones situadas entre el frenillo anterior y los freni-
llos laterales. Esta zona se caracteriza por la importancia que
1. Moderada reabsorción del reborde alveolar adquiere la tonicidad del labio inferior, así como la profundi-
2, Zona de Schroeder muy depresible dad del vestíbulo que puede sufrir constantes variaciones en
3. La sutura palatina presenta una depresión
el curso de los movimientos del labio inferior.
| 4. Ausencia de superficie aplanada (poca estabilidad)
Figura 5.30
Factores biológicos negativos
Mandibulares
| Bóveda palatina de clase IV ||

|
1. Frenillo lingual
| 2 Línea oblicua interna
3. inserciones musculares
1. Reabsorción
importante del reborde alveolar y ligamentosas
2. Zona de Schroeder
muy depresible
3. La sutura palatina está muy marcada Fipura 5.33
4. Ausencia de superficie aplanada (poca estabilidad)
Figura 5.31
REGIONES MASETERINAS
Son regiones situadas distalmente a las regiones de Fish. A su
REGIONES DE LOS LIGAMENTOS PTERIGOMAXILARES altura, los fascículos anteriores del masetero cubren al buc-
Estos ligamentos son extraordinariamente sensibles a las cinador. La contracción de estos últimos fascículos tiende a
interferencias provocadas por presión de la prótesis. Estos levantar la prótesis.
ligamentos se extienden desde los ganchos de las alas inter-
nas de las apófisis pterigoides a las extremidades posteriores REGIONES DE LAS CRESTAS MILOHIOIDEAS
de las crestas mucoóseas del maxilar inferior. En ellos se En estas zonas la mucosa del suelo de la boca está en contac-
inserta el músculo constrictor superior de la faringe y los fas- to directo con las crestas milohioideas y la invasión de esta
cículos medios de los buccinadores. zona por parte de la prótesis provoca su levantamiento por
MES próresis parcial REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS

contracción del músculo milohioideo. No obstante, en aque-


llos casos de reabsorción de estas crestas, los bordes de la
prótesis pueden prolongarse más allá de los límites marcados
por ellas y no ser verticales, sino que deben seguir una direc-
ción oblicua hacia dentro bordeando y adaptándose al hueso
mandibular.

REGIONES DE LOS FRENILLOS BUCALES ANTEROINFERIOR


Y LATEROINFERIOR
Un desprendimiento ligero de la prótesis rompe la unión pró-
tesis-mucosa debido a la contracción muscular que pone los
frenillos en tensión. Figura 5.35

REGIÓN DEL FRENILLO LINGUAL Y DE LOS GENIOGLOSOS


En esta parte debe realizarse una escotadura para los múscu- La base metálica también posee una mayor exactitud y
los genioglosos, Para salvar un buen ajuste y adaptación es estabilidad dimensional siempre que los rebordes residuales
preciso que los tejidos blandos se adapten bien a la prótesis sean amplios, duros, sin arrugas mucosas y una mucosa lisa
en las distintas posiciones de la lengua, es decir, hacia atrás, y consistente al tacto digital. Al ser metálica no podrá ser
en reposo y en propulsión, y que reposen sobre el labio infe- rebasada. No obstante, el ajuste metálico es mucho mejor
rior. En la posición de reposo, la lengua contacta con el borde que el acrílico.
incisivo inferior. Los genioglosos se ponen tensos cuando la Si la impresión ha sido exacta el colado que se realizará
lengua pasa de una posición de reposo mandibular a una será también exacto con lo que se aumentará de forma extra-
posición protrusiva y levantan la prótesis de forma progresi- ordinaria su poder retentivo, lo cual no sucede con las bases
va. En estos casos, se debe preparar en esta zona una esco- de acrílico,
tadura para que el frenillo no levante la prótesis. Los dientes van fijados en unos pivots que los atraviesan.
Si la lengua realiza una protrusión y a la vez una elevación En general, hay un pivot metálico para cada pieza dentaria
como intentando tocar la punta de la nariz, la acción de los (fig. 5,36)
genioglosos es inmediata e intensa. Ante la ausencia de uno o dos dientes en zonas dentoso-
portadas puede combinarse la base metálica con la trituran-
Tipos de bases protésicas te también metálica (figs. 5.37 y 5.38).
La limpieza de las bases no altera su estructura a pesar de
BASES METÁLICAS (has 5.34 y 5.35) la intensa acción del cepillado,
Características y ventajas La base metálica si se mantiene limpia difícilmente retiene
El contacto metálico íntimo con la mucosa le confiere una y acumula depósitos calcáreos, pero para ello deberá estar
mejor conductibilidad térmica en relación con las de acrílico. muy bien pulida.
Fipuro 5.33

una base cuyo armazón será metálico recubierto de acrílico,


El contacto con la encía será con acrílico curado lo que per-
mitirá los reajustes a medida que vayan apareciendo cam-
bios en la forma y el volumen en el reborde gingival,
Básicamente se describen y usan dos tipos de armazones
metálicos, la forma de rejilla (figs. 5.39 y 5.40) y la de escalera o
en tramos (fig. 5.41). La forma de rejilla tiene el inconveniente
de que a veces quedan algunos espacios sin ser ocupados por
la resina, lo cual puede ocasionar la inconveniencia del cambio
de color que aparece en esta zona. Esta forma está indicada

Desventajas
No pueden rebasarse pues el acrílico nunca se pega al metal
liso y sin retenciones.
Si la reabsorción es muy importante podrían añadirse al
metal retenciones para poder rebasarla con acrílico, pero
esta circunstancia no es muy frecuente.

Indicaciones
En dentaduras dentosoportadas o en la ausencia en un cua-
drante de uno o dos dientes.
En rebordes residuales amplios, lisos, anchos y en bocas
cuyo factor óseo es positivo y que presumiblemente no se
reabsorberán.
En espacios intermaxilares cortos sin apenas espacio para
el acrílico.

BASES DE ACRÍLICO
Características
Al describir las bases de acrílico se hará referencia a aquellas
bases que poseen en su interior una estructura metálica que
las refuerza y une al resto de la prótesis, al conector mayor.
La estructura metálica debe tener una forma tal que per-
mita penetrar la resina entre el metal con lo que se obtendrá
MES próresis PARCIAL REMOVIBLE Y SOBREDENTADURAS

en casos de gran ausencia de dientes como refuerzo del pala- y cocida a alta temperatura, Si se produjera la descomposi-
dar extenso que se va a construir (fig. 5.40). También en casos ción de pequeñas partículas de alimentos se formarían enzi-
de prótesis temporales para implantes permite dejar zonas sin mas bacterianas que darían lugar a irritaciones tisulares y a
rejilla a través de las que sobresalen los implantes en espera de cambios de color locales en el acrílico,
la prótesis fija definitiva (fig. 5.44). La forma en tramos o en Las bases de acrílico pueden sufrir pequeños cambios
escalera se describe al final del capítulo, dimensionales debido a las tensiones internas que se gene-
La base de acrílico puede facilitar el depósito de mucina, ran y que las puede distorsionar, separándolas del paladar en
de detritus calcáreos, etc,, debido a su porosidad, la cual el rafe medio y de las zonas tuberositarias.
aumenta extraordinariamente si se trata de resina autopoli- Siempre que la estética sea un factor primordial la base de
merizable, por lo que es aconsejable que esté bien prensada acrílico proporciona mejores prestaciones a pesar de estos
pequeños inconvenientes.
Si están bien pulidas son muy bien aceptadas por las encías,

Indicaciones
En dentaduras dentomucosoportadas.
En aquellos casos que tenemos rebordes residuales irre-
gulares, reabsorbidos, y siempre en aquellos casos en que se
suponga que habrá alteraciones y reabsorciones del reborde
residual de forma irregular, constante y continuada.
En casos de extracciones recientes y se prevea un reajus-
te a corto plazo.
En los extremos libres uni y bilaterales.
En dentaduras dentosoportadas con amplios espacios
desdentados.

Características de las prótesis con


estructura metálica y bases de acrílico
Tanto las barras bucal como lingual, si la hubiera, deben ser
muy rígidas y resistentes, principalmente en su unión con los
conectores menores. Estas barras podrán llevar pequeñas
retenciones para el acrílico a modo de pequeños ganchos
(figs. 5.42 y 5.43).
Las uniones entre ambas se harán mediante unos tramos
metálicos en forma de escalera que unirán la barra bucal
con la lingual, en los inferiores, o con el conector menor
Apura 5.43 que une la base con el conector mayor, en los superiores,
Esta forma en escalera permitirá un perfecto empaqueta-
miento de la resina. Normalmente se modela un tramo por
diente.
Tendrán unos topes en los extremos distales de la estruc-
tura metálica que la apoyarán en el reborde o cresta alveolar
de yeso en el momento del empaquetamiento del acrílico,
mediante lo cual se evitará la basculación de toda la estruc-
tura por la presión ejercida (fig. 5.45).
Esta estructura en escalera no llegará a las tuberosidades
ni a las eminencias piriformes, que serán cubiertas por resi-
na o metal pulido (fig. 5.46).
Las retenciones en forma de malla no son aconsejables,
Fipura 5.44 como ya hemos mencionado, porque la resina no se empa-
queta bien en ella, ya que los espacios son muy pequeños.
Cuando encima de la malla se coloca una barra metálica
unida a ella a todo lo largo del reborde residual, se agravan
las dificultades, puesto que disminuimos la altura para la
colocación de los dientes de acrílico (fig. 5.47).
Las prótesis con anclajes llevará unos elementos retenti-
vos para la unión con la resina (figs. 5,48 y 5.49). Si el espacio
entre la triturante del diente y el anclaje es insuficiente es
aconsejable modelar una triturante colada, con lo que se evi-
tará la rotura del diente de acrílico (figs. 5.50 y 5.51). El ancla-
je irá soldado en la base (fig. 5.52).

Fipura 5.51
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