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educación preescolar.
Introducción
Cuerpo o desarrollo
Aunque todos los niños tienen derecho a la educación, muchas veces el sólo
hecho de ir a la escuela puede ser un gran reto para aquellos que tienen algún
TEA. Para empezar, los niños con espectro autista suelen tener disfunción
sensorial, por lo que cosas como luces brillantes, compañeros gritando o el sonido
del timbre, pueden ser estímulos abrumadores que desencadenan ansiedad
extrema o conductas autistas como agresividad o lastimarse a sí mismos.
Además, los alumnos pueden tener dificultades para cambiar entre actividades o
temas, lo que complica su capacidad para planear y ejecutar distintas tareas,
estudiar para exámenes, entre otras cosas.
Según la Sociedad Americana de Autismo lo define como:
"Una incapacidad del desarrollo que, normalmente, aparece durante los primeros 3
años de vida de un niño. Tiene su origen en un trastorno neurológico que afecta al
funcionamiento del cerebro...impide el normal desarrollo de las áreas cerebrales
implicadas en la comunicación y la interacción social. Las personas que padecen
autismo tienen problemas para comunicarse con otros sujetos tanto de forma
verbal como no verbal, en las interacciones sociales, y en las actividades de ocio y
recreo. Estos problemas dificultan seriamente las relaciones con el mundo exterior.
Con frecuencia, las personas autistas muestran estereotipias, aleteos, balanceos,
etc., fijaciones por algunos objetos y resistencia a los cambios en las rutinas. En
algunos casos se pueden presentar conductas agresivas y/o autolesivas (Deutsch
2003, 528).
Una de las estrategias más efectivas para los niños autistas de preescolar es la
estructuración del entorno. Estos niños se benefician de un ambiente estructurado
y predecible, donde las rutinas y las actividades se presentan de manera clara y
consistente. Esto les ayuda a sentirse seguros y les permite anticipar lo que va a
suceder a continuación. Los maestros pueden utilizar horarios visuales, como
pictogramas o calendarios, para ayudar a los niños a comprender y seguir la rutina
diaria. Además, es importante minimizar las distracciones y proporcionar un
espacio tranquilo y ordenado para facilitar el aprendizaje. Otra estrategia efectiva
es el uso de apoyos visuales.
Los niños autistas de preescolar suelen ser aprendices visuales, lo que significa
que procesan mejor la información a través de imágenes y gráficos en lugar de
instrucciones verbales. Los maestros pueden utilizar tarjetas visuales o tableros de
comunicación para ayudar a los niños a comprender y expresar sus necesidades.
Estos apoyos visuales también pueden utilizarse para enseñar conceptos y
habilidades, como colores, formas y números. Al proporcionar información
visualmente, se facilita la comprensión y se promueve la participación de los niños
en el proceso de aprendizaje.
“Aprendí que todo ser humano, con o sin discapacidades, debe esforzarse por
hacer lo mejor que pueda y, al esforzarse por alcanzar la felicidad, llegará a la
felicidad. Para nosotros, verás, tener autismo es normal, así que no podemos
saber con certeza cómo es tu 'normalidad'. Pero mientras podamos aprender a
amarnos a nosotros mismos, no estoy seguro de cuánto importa si somos
normales o autistas. "- Naoki Higashida.
Bibliografías